[Fotos] Paisaje lúdico, ferroviario e industrial en los suburbios y barrios de Zaragoza

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Entorno industrial con Plaubel Makina 67 y Kodak Gold 200.

Hace un tiempo conocí a un fotógrafo, desconocido en general, no es profesional, no tiene presencia en internet o redes sociales, que de ciento a viento saca su cámara de gran formato para fotografiar por las periferias de las ciudades (relativamente) próximas al lugar donde vive. He coincidido en tres ocasiones más, cuando ha venido por Zaragoza. Y siempre disfruto viéndolo trabajar. En esta ocasión, yo también me llevé una cámara a tono. No de gran formato, que no tengo, pero si con un formato medio generoso. A continuación, algunas de las fotos tomadas en los entornos de la estación de Miraflores y de Casetas, un domingo por la mañana.

[Fotos] Paisaje ferroviario en Ayerbe con película para negativos en blanco y negro.

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. El entorno de la estación de Ayerbe con Plaubel Makina 67 y película Ilford Ortho Plus.

Tengo la sensación de que ya lo he comentado en algún sitio. El paisaje ferroviario, que tradicionalmente era un objeto fotográfico interesante por su estética, sus texturas, sus formas, se está volviendo cada vez más aburrido. Lo practiqué bastante con mis cámaras fotográficas hace 25-30 años, en un momento en que muchas infraestructuras tradicionales se mantenía en estaciones y líneas ferroviarias, y había una amplia diversidad de vehículo ferroviarios, en color y formas. Pero en un país en el que la piqueta hace estragos con los edificios singulares, y hay poco interés en la conversación de la arqueología industrial… todo va desapareciendo. No sólo en lo ferroviario, en general, los paisajes españoles se están empobreciendo a marchas forzadas. Algún día tendría que hablar de ello con más profundidad.

En cualquier caso, un conocido me informó hace unas semanas de que tenía que ir a Ayerbe por un asunto particular, un fin de semana, y que ya que el Canfranero está de nuevo en funcionamiento, y teniendo en cuenta que vive cerca de la estación de Zaragoza-El Portillo, iba a ir en tren. Ir y volver por la mañana. Que si me quería apuntar. Ayerbe en sí mismo, aunque tiene algún rincón curioso, no me atraía en especial. Pero pensé que tal vez su estación conservaría más elementos de esa arqueología industrial, ferroviaria, que he mencionado. Algo queda, pero no tanto como pensaba. En cualquier caso, aquí os dejo algunas fotografías realizadas sobre película fotográfica monocroma en cámara de medio formato. También hice en color. Eso… otro día.

[Fotos] Entre Casetas y Utebo en una mañana soleada de invierno

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta pueden verse, comentadas desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata.

No mucho que contar, aparte de mostrar las fotografías. El primer sábado del año me encontré bastante libre de obligaciones e incordios. Y como salió una buena mañana, aunque con niebla al principio, decidí salir a explorar. Cogí un tren de cercanías a Casetas. Mi intención era explorar algunos paisajes rurales entre este barrio rural de Zaragoza y Utebo, un municipio que, paradójicamente esta más cerca del núcleo urbano de la ciudad que el propio barrio. Cosas raras de las lindes municipales.

Había hecho revisión de rollos de película en el frigorífico en los días de Navidad. Y comprobé que tenía varios rollos de película para negativos en color de formato 120 caducadas o a punto de caducar. No es que me preocupase mucho su estado. Habían estado guardadas en el frigorífico a 4 ºC en todo momento. No obstante, decidí que era el momento de usarlas. Y aquí están las fotografías.

Más de la mitad de las 10 fotografías que se obtienen en un rollo de tipo 120 fueron tomadas en los viejos y oxidados vehículos ferroviarios que AZAFT, Asociación zaragozana de amigos del ferrocarril y del tranvía, tienen en la estación de Casetas. Apenas tomé fotografías en la caminata por los campos y la ribera del Ebro, e hice un par de fotos en el casco viejo de Utebo. No dio para más.

[Fotos] Cantalobos y la huerta de Las Fuentes al atardecer

Fotografía

Las serie de fotografías que ilustra esta entradas de mi Cuaderno de ruta se comentan desde un punto de vista de la técnica fotográfica en Carlos en plata.

Día de Navidad por la tarde. Tengo poco que hacer. Pero el día no está mal. Por la mañana he intentado encontrar motivos en las riberas del Ebro para fotografiar, especialmente algunas aves. Pero no se me ha dado bien. Y estoy un poco amodorrado. Así que me animo un poco, cargo una cámara de formato medio con un rollo de película experimental, en desarrollo, y pruebo suerte con la luz de la tarde de invierno.

No es un día con la mejor luz. El cielo está completamente despejado, ni una nube en el cielo, que está totalmente azul. Eso provoca un atardecer rápido. Como poca sutileza en los tonos de la luz. A pesar de, que siendo invierno y próximos al solsticio, el sol viaja muy bajo por la bóveda celeste, y la luz debería ser más matizada que en cualquier otra época del año. También estoy agarrotado, porque estoy intentando adaptarme a las especiales características de la película que he cargado en la cámara, pero no tengo las ideas claras. En cualquier caso, es lo que hay.

[Fotos] Los árboles de la ribera

Fotografía

Todavía con fotografías del mes de octubre. En formato medio, negativos grandotes, y blanco y negro. Buscando la gradación tonal sutil. Pero con algún problema de técnica fotográfica, como comento en la publicación correspondiente de Carlos en plata.

En cualquier caso, este tema, el de los árboles, sus formas y texturas, es algo que quiero ir explorando con mayor frecuencia en un futuro. Pero hay temas fotográficos que pareciendo sencillos, o incluso banales, tienen su complejidad. Así que, poco a poco. O dejo aquí algunas fotos.

[Fotos] Paseo de relax antes de salir de viaje

Fotografía

Domingo 29 de septiembre. Horas antes de salir de viaje hacia Singapur. En la madrugada del lunes había que poner el despertador a las 3 de la madrugada. Así que ese domingo me lo tomé con calma. No obstante, acepté la propuesta de unos conocidos de dar un paseo con una cámara de formato medio. No conocían este tipo de cámaras y tenían curiosidad.

Así que fue darnos un paseo, hacer las fotos de un rollo de negativos en color, cuyas características encontraréis descritas en Carlos en plata, y tomarnos un aperitivo. Todo muy relajado. Al fin y al cabo, sólo hacía dos días que había comenzado mi segundo periodo de vacaciones reglamentarias. Las del principio del otoño.

[Viajes] El valle de Nocito con película en blanco y negro

Fotografía, Viajes

Ya comentaba el lunes el viaje en el día con la Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza ASAFONA al valle de Nocito, ese estupendo rincón poco conocido en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Pero no sólo me llevé la cámara digital con la que hice las fotografías que os mostraba ese lunes. También me llevé una cámara de formato medio con película tradicional en blanco y negro.

En lo que se muestra en internet no se pueden percibir las bondades de la combinación de cámara y película que me llevé, y que comento en la publicación correspondiente de Carlos en plata. Pero sobre un negativo que es cuatro veces y media más grande que los habituales negativos de formato pequeño, paradójicamente llamado pomposamente full frame por los fotógrafos digitales, y con una película de sensibilidad media-baja y de grano muy fino se pueden hacer grandes ampliaciones sin mucho problema.

Digitalizada en el modo de alta resolución de mis cámaras digitales micro cuatro tercios, entre 70 y 90 megapíxeles según la cámara que use, se pueden hacer grandes ampliaciones sin mucho problema. Mayores que sobre fotografías digitales de la mayor parte de las cámaras que usa la gente habitualmente. Otra cosa es que mi habilidad al componer me permita obtener con frecuencia fotografías que merezca la pena ampliar a tamaños de entre 90 y 105 cm de largo por entre 75 y 85 cm de alto. En la práctica, casi se podría imprimir en un DIN A-0. Ahí es nada.

[Fotos] Con formato medio en La Cartuja Baja

Fotografía

En las últimas semanas he publicado varias experiencias fotográficas en el barrio de La Cartuja Baja de Zaragoza, un lugar que he comenzado a explorar fotográficamente desde esta primavera. Y hoy voy con fotografías de otra más. Los lugares empezarán a resultaros familiares a estas alturas.

La novedad en esta ocasión es el uso de una cámara de formato medio, para película fotográfica tradicional, que ofrece unos negativos cuatro veces y media más grandes que los negativos habituales del formato pequeño estándar. Por lo que la calidad es mucho mayor, si la técnica fotográfica es adecuada, por la mayor cantidad de información disponible. A costa de obtener menos de un 30 % del número total de fotos. Nada es perfecto, todo es cuestión de compromisos. En cualquier caso, como de costumbre, los detalles técnicos los tendréis en la correspondiente publicación en Substack.

[Fotocomentario] Recuperando amistades haciendo fotos

Fotografía

A lo largo de la vida conoces gentes, te llevas bien (o no) con estas gentes, cultivas amistades… pero luego, sigues caminos divergentes y dejas de verte. Eventualmente, recuperas algunas de estas amistades. Bueno… no es que las recuperes. No las perdiste. Simplemente quedaron en pausa, y en un momento dado, con alguna excusa, o por algún evento, vuelven a ponerse en marcha. También hay gente a la que pierdes definitivamente. Por la distancia física. O lo que es peor, por un distanciamiento emocional, o en los valores que en un momento creísteis tener en común. Y que tal vez no existieron.

Pero no es el caso que nos ocupa hoy. Las fotos que os muestro hoy fueron la excusa para volver a retomar la amistad con una persona a la que conozco desde hace más de tres décadas. Una buena persona. Sobre las fotos, podéis saber más en Paisaje industrial en formato medio – Plaubel Makina 67 con Lomography Potsdam Kino 100. Mientras tanto, con este buen amigo, intentaremos no volver a perder el contacto como ha sucedido en los últimos 12 años. Más, teniendo una afición en común que nos une, aparte de otras cosas, que todavía nos unen más.

Por otro lado, cuando hicimos la foto de los tres cilindros blancos con el paso de peatones en el primer plano, se nos acercó un individuo aplaudiéndonos. Asumió sin más preguntas que estábamos fotografiando los grafitis con el fin de denunciarlos a la «autoridad competente», que de ese modo castigaría duramente a los perpetradores de los grafitis. Nos miramos mutuamente mi amigo y yo, le deseamos un buen día, y nos alejamos discretamente del lugar sin aclarar nuestras verdaderas intenciones… que seguro que no hubiera entendido. Las de hacer fotos por el gusto de hacer fotos.

[Fotocomentario] El interés por lo (aparentemente) banal

Fotografía

Una vez, una persona aficionada también a la fotografía, con quien coincidía de vez en cuando en grupos y asociaciones fotográficas, me manifestó que le sorprendía el planteamiento de muchas de mis fotografías. Decía que no les encontraba defectos,… pero que eran de cosas… poco llamativas. No eran de espectaculares paisajes marinos o montañosos, de vistosos amanecer o atardeceres. No lo dijo con estas palabras,… pero le parecían banales. Un poco como las que ilustran esta entrada, de las que hablo en Controlando los contrastes en blanco y negro – Plaubel Makina 67 con Ilford Delta 400 a IE 200 desde un punto de vista más técnico.

Es cierto. Los motivos de muchas de mis fotografías son aparentemente banales. Es el paisaje urbano o suburbano de Zaragoza y sus alrededores. Pero hay varios motivos para que me interese este tipo de fotografía, que ya he comentado previamente en alguna ocasión. En primer lugar, a un nivel práctico que muchos comprenden, es una forma de mantenerse entrenado, de ir observando desde un punto de vista fotográfico constantemente para que, cuando llegue la ocasión de tener delante un tema que no se considere «banal», tenga más facilidad para componer y extraer el potencial que ofrezca. En segundo lugar, porque a nivel personal, en cuanto ciudadano preocupado por mi comunidad, me interesa observar y analizar los cambios, las transformaciones del paisaje urbano y periurbano, consecuencia de la evolución de nuestra sociedad, no siempre para bien, y que reflejo en mis fotografías. Algún día reuniré y seleccionaré el material para conformar un trabajo coherente sobre el tema. Algún día… El interés me viene de cuando conocí el grupo de la New topographics y su interés por el paisaje alterado por el ser humano. En tercer lugar, porque creo que es interesante buscar la estética de los lugares o los paisajes que no son considerados «bellos». Al igual que se definen cánones de belleza humanos basados en estereotipos configurados sobre las preferencias impuestas por las modas o las ideologías de un momento, también sucede con los paisajes. Y siempre lo he dicho… se pueden hacer muchas fotografías banales o poco interesantes de lugares o paisajes espectaculares. Las vemos constantemente. Pero lo que en un momento puede ser meritorio, quizá alguna vez lo consiga, es hacer buenas fotografías, con sentido, que transmiten una historia o un concepto, a partir de lugares o paisajes… banales.

[Fotocomentario] Sigo sorprendiéndome con las autolimitaciones culturales de algunas gente… a propósito de los «goyas» de colores

Arte

Lo comenté hace unos meses, a propósito de unas esculturas con la cabeza de Francisco de Goya, que habían sido pintadas por artistas contemporáneos con motivos diversos, en general muy coloridos. Hay personas que se indignan u ofenden por este tipo de intervenciones artísticas sobre el genio de Fuendetodos, o sobre cualquier otro símbolo cultural que consideren, de alguna forma, «tradicional» y «sagrado». Lo cual, para empezar, implica no entender quién era, o cómo pensaba, Francisco de Goya, que era cualquier cosa menos convencional y tradicional y se adelantó a algunas formas artísticas de las vanguardias y la modernidad, especialmente en sus aspectos más expresionistas.

Esta primavera fue una nueva edición de unas fiestas recientemente inventadas por el Ayuntamiento de Zaragoza, las «fiestas goyescas» en cuyo concepto en sí mismo no voy a entrar… porque me parece aburrido. Pero con el motivo de estas «fiestas goyescas», volvieron las «cabezas ilustradas» de Francisco de Goya a las calles de Zaragoza. En esta ocasión, a la plaza de la Seo. Afortunadamente, para la mayor parte de la gente, esto fue motivo de curiosidad y diversión, y los niños pudieron familiarizarse con esta forma lúdica de interpretación del arte y la cultura de forma lúdica y entretenida. Pero seguí percibiendo la presencia de la España carpetovetónica, que se resiste a cualquier innovación y cambio, y que tan caro nos puede salir como país en los próximos años, con lo necesario que va a ser en un futuro, por los retos sociales, políticos, ambientales que se nos vienen encima, un pensamiento lateral, alternativo e imaginativo, fuera de los caminos trillados, para superar esos difíciles retos. Porque si no, nos irá mal. Ya nos está yendo peor que a otros países, así que…

En fin, acompaño con algunas fotos tomadas en ese entorno, de las que hablo en Goya y mas cosas – Plaubel Makina 67 con Lomography Color Negative 800 a IE 400.

[Fotocomentario] De «noches en blanco» y otras actividades culturales populares

Arte, Cultura

Aprovecho que las fotografías que comento hoy en mi blog dedicado a la técnica fotográfica, Escultura clásica en el museo – Plaubel Makina 67 con Ilford HP5 Plus a IE 1600, están realizadas en un museo, para hacer una reflexión sobre las actividades culturales populares. Como la de este sábado pasado en Zaragoza, la Noche en blanco, que ya lleva un tiempo celebrándose, siempre a finales de junio, casi siempre con calorazo.

Que conste que la Noche en blanco de Zaragoza, y de otras ciudades españolas, no responde exactamente a los objetivos originales de este evento, que empezó a celebrarse en París hace 20 años largos, y que posteriormente se fue extendiendo por Europa y otras ciudades de otros continentes. El objetivo era acercar la cultura y el arte contemporáneos a la ciudadanía. En la práctica, se queda en una noche de promoción de los museos y otras entidades culturales, en las que hay entrada libre y algunas actividades programadas. Tengo la sensación de que las primeras ediciones conservaban mejor ese espíritu de lo contemporáneo que en la actualidad. De hecho, lo que visitamos nosotros fue una exposición dedicada a Benedicto XIII, el Papa Luna, una exposición muy esquizofrénica ya que está en el museo diocesano de Zaragoza, ensalza la figura de Pedro Martínez de Luna, cuando la propia Iglesia Católica lo considera un antipapa y excomulgado. No me dijo gran cosa la exposición. Luego nos fuimos a picar algo para cenar y tuvimos una velada tranquila y cordial, no muy prolongada, por el cansancio que acarreábamos algunos.

La cuestión es que las actividades culturales populares se masifican con facilidad. La gente, cuando algo es gratis, va. Aunque luego no se entere de qué va la fiesta. No la entienda. O incluso se «enfade» porque no lo entiende. Especialmente si realmente son actividades fieles a eso de promocionar la cultura y el arte contemporáneos. La gente cree que entiende el arte clásico y tradicional, porque es figurativo. Pero para entender el arte hay que tener algo más que un arte figurativo. El arte está lleno de símbolos, que muchas veces son propios del hic et nunc, el aquí y el ahora, un tiempo y un lugar determinados, por lo que realmente, si no compartes el lenguaje de esos símbolos, no entiendes realmente la obra de arte, te parezca o no… «bonita». Pero con el arte contemporáneo, no figurativo y alejado de los cánones clásicos… se acrecienta la barrera entre el emisor del mensaje y el receptor del mensaje, y este… desprecia lo que no entiende, o se siente «estafado» porque no le ofrecen un «espectáculo» que entienda. Quizá por ello, las entidades culturales se han ido alejando de ese objetivo inicial vinculado a lo contemporáneo, y ofrecen a los ciudadanos del común un producto de fácil digestión… y seguimos igual que siempre. Y además, masificado una vez al año, mientras que el resto del año uno puede hacer unas fotografías en el museo con tranquilidad, porque ni nadie te moles ni tú molestas a nadie con tu cámara. Porque casi nunca hay a quién molestar.