[Cine] Sesión doble: Billboards y Wonderstrucks (2017)

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Estamos ya en plena temporada de películas con opciones a premios diversos. Y cada vez las distribuidoras y los exhibidores comprimen más la programación de estas películas en menos semanas. Después de un otoño y principio de invierno con la cartelera bastante floja, ahora se acumulan las películas interesantes. Tengo serias dudas de que esto sea beneficioso para la industria del cine,… pero bueno… hace tiempo que opino que no es una distribuidores y exhibidores tienen intereses incomprensibles las más de las veces. El caso es que hoy vamos con una sesión doble, de las dos películas vistas en la última semana. Para no aburrir, iré más rápido y escueto, aunque eso no quiere decir que las películas sean menos interesantes.

Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017; 03/20180114)

Una de las películas favoritas para ganar el Oscar, o varios oscars, es esta dirigida por Martin McDonagh, director irlandés que se prodiga poco, pero de la que recordamos con cariño una comedia ácida de hace unos años. Casi diez años.

En esta ocasión nos lleva a una ciudad pequeña del medio oeste norteamericano, donde una madre (Frances McDormand) contrata unos grandes anuncios en una carretera secundaria denunciando que la oficina del jefe de policía (Woody Harrelson) no ha resuelto el caso de la violación y asesinato de su hija tras meses desde que sucedió. Y esto producirá un gran revuelo y conflicto en esa ciudad, en el que pocos quedarán indemnes.

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Los dioramas del Museo Americano de Historia Natural tienen un papel importante en la película. Así que os dejo algunos como ilustración de esta entrada.

Se dice de esta película que es una peculiar mezcla de géneros. Desde el principio y con frecuencia flirtea con el drama y la tragedia, pero con frecuencia tenemos la sensación de asistir a una comedia negra. McDonagh parte de lo particular y circunstancial para hacer un retrato de la América de Trump, con todos sus defectos y con algunas virtudes. También hay terreno para reflexiones sobre la naturaleza individual del ser humano; sentimientos de culpa, posibilidad de redención,… A pesar de que los mimbres dan para acabar con un sentimiento fatalista sobre el destino de la especia humana, el director opta por un mensaje final relativamente optimista.

Grandes interpretaciones. De los dos mencionados, pero también del resto del reparto, destacando especialmente a Sam Rockwell, y más discretamente el joven Caleb Landry Jones. Sin desmerecer a ninguno de los varios otros que salen.

Realmente buena, podríamos decir imprescindible. No sé si es la obra maestra que algunos pregonan, pero se le acerca bastante.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

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Wonderstruck (2017; 04/20180115)

Hace dos años, a algunos nos maravilló una película de Todd Haynes que pensamos que fue muy injustamente ninguneada en los Oscars. Más prejuicio del que creen arrastras los pretendidamente «progresistas» académicos norteamericanos. Así que cuando anunciaron una nueva película del director, nos aprestamos a ir a verla.

En esta ocasión también se basa en una obra literaria, pero de Brian Selznick, que además es el guionista de la película. Así que suponemos que será fiel… Hace unos años, Scorsese también se basó en un libro suyo para una espectacular película. Y también en esta ocasión, los protagonistas son niños que han perdido a sus padres de una forma u otra. Y abandonan sus casas para ir en su busca. Aunque en dos épocas distintas. Rose (Millicent Simmonds) en los años 20 del siglo XX. Ben (Oakes Fegley), a principio de los 70. Pero en torno al Gabinete de las Maravillas del Museo Americano de Ciencias Naturales, sus destinos confluirán.

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Estamos ante un cuento de carácter amable y buenrollista, que analiza la naturaleza de la familia, justamente cuando esta desaparece o se desvanece o desestructura. Sus principales virtudes están en la espontaneidad de los críos que la protagonizan, y en la magnífica fotografía de Edward Lachman, que también se lucía en la anterior película del director. Particularmente, la ambientación de los años 70 te hace pensar constantemente en fotógrafos en color como Joel Meyerowitz, William Eggleston, Stephen Shore u otros. Destacada presencia de Julianne Moore, y pequeña presencia, poco más que un par de cameos, de Michelle Williams.

No llega al nivel de Carol, pero es una película muy visible y disfrutable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Cine] Carol (2015)

Cine

Carol (2015; 122016-0211)

Por una de esas causas y azares, acudimos a ver esta película al cine las mismas tres personas que quedamos para ver la última de Tarantino. No es raro… somos los «sospechosos habituales» que planifican su semana con el fin de ver las más interesantes de las propuestas de la cartelera, preferiblemente en versión original. Y llevamos muchos años viendo cine juntos. Aunque somos diversos como personas, tenemos una formación visual similar y hace tiempo que sabemos que nuestros intereses cinematográficos coinciden… más o menos.

Por lo tanto, no es de extrañar que el primer comentario a la salida del cine fuera comentar los aspectos formales de ambas películas. Mientras Tarantino presumía de filmación en película de 70 mm, apta para pantallas enormes con gran brillantez y despliegue de medios, el director de Carol, Todd Haynes, junto con su director de fotografía, Ed Lachman, optan también por la película tradicional, pero la modesta de 16 mm en formato Super 16. Y no es una decisión económica, es una decisión de estilo. De aportar a la imagen la estructura, el grano, que podemos asociar a las imágenes de principios de los años 50.

El romance de "Carol" se gesta en la Gran Manzana, y nos pasearemos por ella. En el ferry de Staten Island en la cabecera, o por el puente de Brooklyn.

El romance de «Carol» se gesta en la Gran Manzana, y nos pasearemos por ella. En el ferry de Staten Island en la cabecera, o por el puente de Brooklyn.

Siguiendo con las comparaciones, Tarantino apuesta en sus películas por los diálogos con largas parrafadas, prácticamente monólogos en secuencia de sus personajes, que sufren de una verborrea que a algunos encanta y a mí, últimamente, me aburre. Carol es una película construida a base de diálogos concisos, silencios y miradas profundas. La película de Tarantino nos dejó fríos, tan fríos como los nevados paisajes de las Rocosas que tan espectacularmente filmó. La película de Haynes nos ha llenado de calor, calor humano en el invierno de la impersonal megaurbe neoyorquina.

Estamos ante un romance. Una historia de amor. Con muchos de los elementos clásicos del cine, cuando la historia parece imposible, cuando las «circunstancias» separan a los potenciales amantes.

Therese (Rooney Mara) es una chica joven, con inquietudes creativas, fotógrafa aficionada que aspira a algo más. Nos confiesan los responsables de la película que los referentes del personaje son gente como Ruth Orkin, Esther Bubley, Helen Levitt,… Vivian Maier, tal vez. Si buscáis retratos de las tres primeras por internet de cuando eran jóvenes y las comparáis con el estilismo de Rooney Mara en el filme, no dejaréis de encontrar similitudes. Pero Therese es alguien más. Therese es el alter ego de Patricia Highsmith.

La película transcurre en invierno, ideal para replicar el ambiente del Nueva York de Saul Leiter; pero yo prefiero el principio del otoño con la suave luz del atardecer que se cuela por las ventanillas de los ferrys.

La película transcurre en invierno, ideal para replicar el ambiente del Nueva York de Saul Leiter; pero yo prefiero el principio del otoño con la suave luz del atardecer que se cuela por las ventanillas de los ferrys.

La película está basada en una novela de Highsmith, una novela de juventud, que publicó con el título de «El precio de la sal» y bajo pseudónimo. ¿Por qué el pseudónimo? Porque está basada en vivencias de las propia Highsmith. Sin ser exactamente autobiográfica, los personajes principales de la novela comparten caracteres y peripecias con la propia Highsmith y con mujeres que conoció en su juventud. Y el caso es que Highsmith mantuvo un romance de jovencita con una mujer rubia apreciablemente mayor que ella. Y aquí viene el segundo personaje de esta historia de amor.

Carol (Cate Blanchett) es una mujer ya madura, puede ser 20 años mayor que Therese, pero muy atractiva todavía. Y con mucha clase. Atrapada en un matrimonio sin amor, en la jaula de oro impuesta por sus suegros, en el potencial alcoholismo y violencia del marido. Para Carol, probablemente, esta no sólo es una historia de amor. Es una historia de liberación… que tiene un coste. Grande

Los medios han hecho hincapié en la relación homosexual que se establece entre ambas mujeres. Y evidentemente es algo muy importante. Es un acto de osadía reconocer y reivindicar el romance homosexual a principios de los años cincuenta, en la ultraconservadora sociedad norteamericana de la posguerra mundial y de la guerra fría. Y también hoy… si no, ¿cómo se explica el ninguneo que está sufriendo en la temporada de premios cuando probablemente se trate de la mejor película de habla inglesa del último año? Estoy convencido de ello.

O paseando en el crepúsculo por el "downtown", el bajo Manhattan.

O paseando en el crepúsculo por el «downtown», el bajo Manhattan.

No se comió un colín en los Globos de Oro, donde tenía cinco candidaturas en cuatro categorías; ambas actrices compitieron entre sí en la categoría de mejor actriz protagonista. ¿No sería posible y justa una candidatura conjunta y un premio compartido? Tampoco ha sido reconocida en los BAFTA, donde no se ha llevado ninguno de los nueve premios a los que optaba. Era una de los dos películas que más candidaturas tenía. Ya veremos que pasa con las seis candidaturas a los Oscar. De momento, no ha encontrado un hueco entre las ocho o nueve candidatas a mejor película. Cada vez que repaso la lista de candidatas me hago cruces. Pero si han metido ahí hasta la de «Mad Max»… Cierto es que hacen trampa en las candidaturas. Introducir a Rooney Mara en la categoría de actriz de reparto me parece de un cinismo similar a lo que sucede con Alicia Vikander.

Pero volviendo a la película. Desde mi punto de vista no sólo es una película sobre el amor romántico y la atracción sexual entre mujeres. Hay muchas más capas que separar en la relación. Por ejemplo, la diferencia de edad. El cine nos ha acostumbrado a relaciones dispares en este sentido, siempre y cuando el mayor sea el hombre y la jovencita la mujer. Relaciones que habitualmente en la realidad no se ven bien. No se asumen con tanta facilidad. Mucho menos si la persona de más edad es una mujer. Pero es además hay diferencias marcadas de clase social, económica y quizá, sólo quizá, cultural. En realidad, en este último aspecto quizá sea más inquieta y menos superficial Therese que Carol. Muchos problemas, muchos problemas… incluso para el cine, no digamos ya para la vida real.

Un ejercicio que hicimos mientras tomábamos un caña después de la película… os acordáis de Sabrina,… La película de Billy Wilder, no la tonta y superflua versión posterior. Es del año 1954. La acción en Carol se sitúa a caballo entre 1952 y 1953… la cosa va en un pelo. En Sabrina, un feo y cincuentón Humphrey Bogart se liga como si tal a una jovencita de ventipocos encarnada por la delicada apariencia de adolescente de Audrey Hepburn. Y a todo el mundo le parece estupendo… un romance encantador… ¿En serio? ¿De verdad? Plantéenselo en la vida real. Un millonario de 54 años se beneficia a la hija adolescente de su chófer. Y ahora barajeemos la variables de edad y sexo… una mujer y una chica,… una mujer y un chico,… un hombre y un chico,… ¿Cuál es el grado de tolerancia de la sociedad?

O por qué no darse una vuelta por Central Park, donde tantos romances hemos visto hacerse y deshacerse en el cine.

O por qué no darse una vuelta por Central Park, donde tantos romances hemos visto hacerse y deshacerse en el cine.

¿A que no es tan sencillo lo que nos está contando esta película o la novela de Highsmith? Convencido estoy que aunque situada en los años cincuenta, las relaciones como la descrita en la película son en realidad mal toleradas hoy en día, a pesar de la «corrección política» formal de la sociedad.

Pero todo ello está contado con un diseño de producción absolutamente de lujo. El estupendo vestuario de las protagonistas, la maravillosa iluminación de Lachman emulando las kodachromes de Saul Leiter, los tés con pastas en los salones de los hoteles, las fiestas juveniles en los apartamentos del Village, el fenomenal acompañamiento con la música de Carter Burwell, con fragmentos de Billie Holiday, Woody Herman, Les Paul,… un envoltorio absolutamente maravilloso, de primer orden para una reflexión sobre la moral, sobre las costumbres, sobre nuestra sesgada visión de las cosas, sobre si realmente somos tolerantes o sólo nos lo hacemos, o seguimos la corriente,… sobre tantas cosas. Y sobre la acción liberadora y renovadora que para las dos mujeres tiene su historia de amor. Quizá por ello, no se está comiendo un rosco en esta temporada de premios, como ya he dicho.

Tenemos que agradecer también la acertada selección de las protagonistas, de las que es difícil no enamorarse uno mismo. La elegancia y la capacidad interpretativa de Blanchett habían quedado suficientemente demostradas a lo largo de su carrera. Pero para mí es mucho más interesante todavía la matizada y sutil interpretación de Rooney Mara, cómo refleja sus sentimientos con tan pocas palabras, como sabe reflejar la evolución del personaje durante la película, de poco más que una adolescente a una mujer hecha y derecha… en unos meses según la cronología del filme. Mara hace la que para mí es la mejor interpretación femenina de las películas que optan a premios, de lo que he visto hasta ahora. Me falta por ver a la gran favorita. Pero tranquilas las gentes de orden. Las buenas gentes de Hollywood ya han cumplido con su cuota de corrección política otorgando varias candidaturas a los Oscar. Pero no permitirán el «desmán» de que además se premie a las lesbianas. Con Tom Hanks lo permitieron,… pero al fin y al cabo, su personaje tenía sida y cascaba. El castigo divino estaba ahí.

Seguro que la película de Tarantino se lleva algo. El «spaghetti western» más caro de la historia del cine. Pero la que difícilmente me podrán convencer de que no es la mejor película del año, rodada en unos aparentemente modestos 16 mm, no se llevará nada. Mierda de oscars.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

Por cierto, la película tiene ficha en mi colección de películas sobre fotografía y cine. Qué sexy está Rooney Mara con su Argus C3 o con la Canon IV Sb…

¿Y qué me dicen de lo alto del Empire State, donde tal vez uno se encuentre a Cary Grant esperando sin esperanza a Deborah Kerr?

¿Y qué me dicen de lo alto del Empire State, donde tal vez uno se encuentre a Cary Grant esperando sin esperanza a Deborah Kerr?