[Televisión] Cosas de series; bye bye Clara, el fin del milagro y todas las bailarinas están locas

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Con la llegada del mes de diciembre, no van a faltar los finales de temporada… aparte de las interrupciones de aquellas series con temporada larga (cada vez sigo menos de estas) debidas a las fiestas que acompañan al fin de año.

Alguna novedad he incorporado de todas formas a mi cartelera televisiva, en concreto dos comedias de situación. Muy distintas.

Una de carácter más reflexivo, sobre las aventuras y desventuras de un actor indio, Dev (Aziz Ansari), en Nueva York. Se trata de Master of None. Si me animo, la habré terminado antes del próximo jueves, porque es de esas series que ponen a disposición del público toda la temporada de golpe. He de decir que los primeros capítulos se me hicieron un poco cuesta arriba, pero que conforme va a avanzando me empieza a gustar mucho. El último episodio visto contaba con la estupenda colaboración de Claire Danes (guapísima y superatractiva) y Noah Emmerich, que habitualmente compiten cada uno con su serie de espías a cual más interesante. Muy divertida reflexión sobre la infidelidad. Combina el humor con unos toques, ligeros y no ofensivos, de mala leche aquí y allá.

La otra es más intrascendente, sobre los dependientes de unos grandes almacenes, su título casualmente es Superstore, pero simpática de ver. De momento seguiré con ella porque me entretiene sin hacerme pensar demasiado.

Una vez más Nueva York, por la fuerte presencia de la ciudad en muchas series de televisión.

Una vez más Nueva York, por la fuerte presencia de la ciudad en muchas series de televisión.

Pero mientras, he llegado al final de tres temporadas de tres series muy diferentes, y con distintas pretensiones. Vayamos en orden.

Doctor Who es un clásico en mi cartelera televisiva. No voy a negar que todavía no hay ningún episodio que haya desbancado en mis preferencias al Blink protagonizado por la ubercharming Carey Mulligan, en aquel momento bajo el «reinado» del 10º Doctor (David Tennant). Y que mi arco argumental preferido sigue siendo el que unía a los Pond (Karen Gillan y Arthur Darvill) con el 11º Doctor (Matt Smith). Y que mis malos favoritos tan apenas han aparecido esta temporada, y que parece que tendremos que esperar al especial de Navidad de dentro de unas semanas para volver a disfrutar del personaje más atractivo y divertido de la serie, River Song (Alex Kingston). Así que las cosas con esta serie no son como fueron… qué se le va a hacer. Pero eso no quiere decir que no siga siendo una serie divertida. Y esta tempora con el 12º Doctor (Peter Capaldi) con la también encantadora, pero más extraña, Clara Oswald (Jenna Coleman) ha sido bastante entretenida, basada en arcos argumentales de dos capítulos cada uno. Decir que Clara Oswald ha igualado en apariciones a Rose Tyler (Billie Piper) y ha superado a Amy Pond (Karen Gillan). La que muchos decían que era una compañera de transición. A lo tonto modorro, mira. Además, como recurrente nos hemos encontrado a Ashildr/Me (Maisie Williams) como rebotada de Westeros, en un papel que al final ha tenido su trascendencia, pero que ha sabido a poco. Sabíamos que era la temporada final de Clara como compañera, lo que quedaba por saber es cómo se iría. Y aunque lo han hecho realmente complicado, pero muy complicado, le han dado una salida bastante airosa. Dejando la oportunidad de que tanto Clara como Ashildr/Me vuelvan a aparecer en un futuro… A mí me apetecería. Ale. De momento a esperar el especial de Navidad, que como ya digo viene acompañado de la estupenda River Song.

Hoy buscaré las horas del final de la tarde y el anochecer.

Hoy buscaré las horas del final de la tarde y el anochecer.

Se nos ha ido la segunda temporada de The Leftovers. Indudablemente una de las series más peculiares de la televisión actual. Durante años, el personal se ha estado preguntando por cuando llegaría la nueva Lost. Es decir, una serie que reuniese una adecuada combinación de intriga, acción y misterios difíciles de comprender. Pues bien, esa serie es The Leftovers. Con una serie de peculiaridades; la calidad promedio de los guiones de cada episodio es mejor, las interpretaciones son de muchísimo más nivel y los misterios son mucho más interesantes. ¿Tengo que explicar más? En esta temporada hemos tenido algunos episodios que han bordado lo magistral, habiéndose trasladado la serie desde la ficticia Mappleton hasta la no menos ficticia Miracle (Milagro). Como pueden ser el 2º, el 5º (excepcional), el 7º, el 8º (tremendo también), y el 10º. Y los tres últimos constituyen un arco final de temporada absolutamente estupendo. Y lleno de misterios de los que no voy a hablar por miedo a destripar demasiado. Para mí, de lo mejor de lo mejor que se puede ver hoy en día. Saben a poco los diez episodios, aunque probablemente sea el número adecuado para no caer en divagaciones.

La noche neoyorquina que tantas oportunidades ofrece a los arcos argumentales de las series de televisión.

La noche neoyorquina que tantas oportunidades ofrece a los arcos argumentales de las series de televisión.

 

Y luego han estado los ocho episodios de la primera temporada de Flesh and Bone. Desconozco si habrá continuación. La serie fue puesta a disposición del público aparentemente de golpe y porrazo, pero parece que todavía se emite como «novedad» los domingos. Drama sobre el mundo de la danza con un buen episodio piloto, aunque al final no teníamos claro si iba a tirar por el lado «guarrón» de la malísima Showgirls, o por el lado psicótico de la sobrevalorada Black Swan. Finalmente se ha tirado más hacia lo segundo, pero con todo tipo de amarillismos y tópicos acompañando… bailarinas y gentes del entorno que se odian fingiendo que se aman, mafiosos rusos, tráfico de menores eslavas, desórdenes de la alimentación, incestos,… sexo frecuente y desnudos aquí y allí, sobre todo en los primeros capítulos, evidentemente como gancho para pescar espectadores. Y un reparto de chicas muy guapas, procedentes varias de ellas del mundo de la danza, que todavía tienen que aprender mucho como actrices. La serie se deja ver aunque yo no daría puntuaciones tan optimistas como el público votante de IMDb. Ha tenido momentos buenos, pero también algún episodio pestiño. Ya veremos que pasa si vuelve o cuando vuelva. Eso sí… los números de ballet… muy bonitos.

Y la cuestión de los taxis... nunca cogimos un taxi cuando estuvimos en la Gran Manzana... pero no nos parecía tan difícil encontrar uno... o que te pare si lo llamas.

Y la cuestión de los taxis… nunca cogimos un taxi cuando estuvimos en la Gran Manzana… pero no nos parecía tan difícil encontrar uno… o que te pare si lo llamas.

[Televisión] Cosas de series; cuando el thriller y la novela negra se dan la mano con los superhéroes

Televisión

Esta semana he estado en modo casi monográfico.

Sí que al final de la semana pasada vi algún episodio de mis series habituales de cartelera…

No dejé de pasar el episodio de turno de Doctor Who… nos habían anunciado que Clara Oswald (Jenna Coleman) podía salir de la serie y podía ser en este momento, y uno no se pierde un momento solemne como ese…

También le he dedicado tiempo al adelanto de una nueva space opera que nos va a llegar desde SyFy… quien sabe si algún día darán con la receta que les permitió emitir algo tan estupendo como la versión reimaginada de Battlestar Galactica. The Expanse se llama el nuevo intento, no creo que llegue a tanto, pero de momento me apetece saber cómo sigue…

Pero bueno,… lo cierto es que como digo he estado en modo casi monográfico, dedicado a la nueva serie de los superhéroes Marvel que se puso a disposición del público por parte de Netflix el fin de semana pasado, Jessica Jones. Y me la he visto entera.

Estas series de superhéroes Marvel suelen tener Nueva York como escenario principal.

Estas series de superhéroes Marvel suelen tener Nueva York como escenario principal.

Una vez más lo digo. Normalmente, no me gustan las películas de superhéroes. Especialmente las de Marvel, aunque en general. En el mejor de los casos, me parecen productos estandarizados en los que una vez visto una película, vistas todas. En el peor, me parecen una exhibición de una serie de tipos ceñudos vestidos con pijamas de colorines haciendo el memo en situaciones ridículas. En el ámbito de las series de televisiones, hasta ahora sólo he estado enganchado a alguna, que he clasificado como un guilty pleasure. Incluso podría estar enganchando a alguna otra con el mismo nivel de interés. Series que me parecen malas, pero que por algún motivo no puedo dejar de ver. No entraré ahora a analizar esta peculiar incoherencia personal. Solo Agent Carter había conseguido gustarme realmente hasta ahora, y en gran medida se debe al encanto de su protagonista.

Pero hace unas semanas os comentaba mi sorpresa al darle una oportunidad a Daredevil, una serie con formato de thriller, en concreto de lucha contra el crimen organizado, bien planteada, bien rodada, bien interpretada, y en la que la cuestión «superhéroe» era sólo un punto más, que no molestaba. Después de la nefasta adaptación cinematográfica del personaje de hace algo más de una década, fue no sólo una sorpresa, sino un hallazgo. Me pareció muy divertida e interesante.

Fundamentalmente suceden en el barrio llamado Hell's Kitchen, la Cocina del Infierno.

Fundamentalmente suceden en el barrio llamado Hell’s Kitchen, la Cocina del Infierno.

Ahora nos llega una nueva superheroína. Más bien una nueva anti-superheroína. Porque Jessica Jones (Krysten Ritter) es una investigadora privada, amargada por diversos acontecimientos de su pasado, bastante asocial, con una marcada tendencia al alcoholismo… bueno… totalmente alcohólica, que además tiene «poderes». Es tremendamente fuerte. Y puede volar… bueno esto último,… lo hace muy mal. Su profesión y características personales la engarzan totalmente en la tradición de los investigadores privados de la novela negra americana. Y los responsables de la serie explotan ese ambiente a su favor.

Por otra parte, es un thriller. Hay un villano, Kilgrave (David Tennant). Y un enfrentamiento entre ambos que aunque tiene momentos físicos es sobretodo un enfrentamiento de inteligencias y un enfrentamiento psicológico. No ganará el más fuerte, Jessica, o el que tenga poderes más notables, Kilgrave. Ganará el que tenga más aguante, más inteligencia, más capacidad de sufrimiento, más paciencia, más capacidad de aguantar el envite final, vaya de farol, con las cartas marcadas o con una buena jugada. Y el villano es fundamental. Porque estamos ante uno de los mejores villanos de los últimos tiempos en televisión. Con una producción muy similar, con un planteamiento parejo, desarrollada en el mismo universo, en el mismo Nueva York que Daredevil,… Jessica Jones me parece muy superior porque el villano es mucho mejor, y el enfrentamiento mucho más personal.

Pero durante mi visita a Nueva York no paseamos por allí, aunque no estuvimos lejos.

Pero durante mi visita a Nueva York no paseamos por allí, aunque no estuvimos lejos.

Hay más personajes… de todo tipo, unos más conseguidos y otros menos. Fundamental Trish Walker (Rachael Taylor), la hermanastra de Jessica, que participa tanto en los momentos dramáticos como en los momentos ligeros. Impagable el momento «put a bullet in your head». Entre otros. Cargante el «novio» que se busca la guapa Trish, que me parece que aporta poco a la trama y a ratos molesta. Pero en general el reparto está muy bien en su conjunto. Bueno… todavía me pregunto si se han equivocado al poner en el reparto a Rebecca De Mornay, y si no, por cuanto habrá demandado esta a su cirujano plástico… Irreconocible.

Entendamonos. Es un producto de entretenimiento. Pero es un entretenimiento asumible por una persona adulta… no es necesario ser un adolescente o un friqui de los superhéroes para disfrutarlo y mucho. Dicen que este universo de superhéroes para adultos va a tener un par de variantes más. Pues a ver si les salen como los dos primeros y a disfrutarlos. Pero vaya por delante una afirmación categórica. Es el mejor producto sobre superhéroes, historieta, película o serie de televisión, que he visto en mi vida.

En cualquier caso, como muchas veces digo, Nueva York es un personaje más de estas series.

En cualquier caso, como muchas veces digo, Nueva York es un personaje más de estas series.

[Televisión] Cosas de series; problemas matrimoniales de una doctora inglesa y familiares de una policía americana

Televisión

Veamos… han pasado dos semanas desde el último repaso televisivo… Ha habido una serie de novedades a las que no me he enganchado. Algunas de ellas, ni siquiera he terminado el primer episodio. La australiana de institutos marginales The Principal, los vikingos de The Last Kingdom, un asesinato de hace décadas en Unforgotten, la sitcom de parejas vecinas Truth Be Told y la de exnovia histérica y rara Crazy Ex-Girlfriend. Aunque alguna de ellas parecía bien referenciada. Pero o no me han gustado o no me han interesado.

En el aspecto negativo, también he de decir que estoy por abandonar uno de mis guilty pleasures, Arrow. Esta combinación de guiones entretenidos con actores muy guapos pero malos está empezando a dejar de parecerme entretenida.

En el apartado de las novedades, hemos tenido el comienzo de la nueva temporada de Fargo. Nueva época, final de los años 70; mismo entorno, la gélida Minnesota. El primer episodio ha sido buenísimo, como momentos de gran inspiración en el mismo tono que sus antecesoras tanto para la gran como para la pequeña pantalla. Muchas expectativas puestas en esta temporada de una de las series revelación del año pasado.

En mi tumblr de viajes, apareciendo fotografías de mi última escapada a Viena (enlaces al final), como el interior de la catedral de San Esteban.

En mi tumblr de viajes, apareciendo fotografías de mi última escapada a Viena (enlaces al final), como el interior de la catedral de San Esteban.

De lo que tengo en cartelera, está bastante potente Doctor Who, con historias de dos en dos capítulos bastante entretenidas. The Big Bang Theory está teniendo momentos muy buenos de nuevo. Las dos comedias de situación aparentemente similares, Modern Family y Life in Pieces, compitiendo duramente,… y yo no dejaría ninguna, pero si me obligasen por algún motivo igual escogería quedarme con la novedad. Y la comedia de situación gamberra, You’re the Worst, en el último episodio que vi demostró que es cualquier cosa menos superficial. Cargas de profundidad en el ámbito de las relaciones humanas.

Y he tenido dos finales. Uno, de temporada, Ties That Bind. Todavía no sé por qué he visto todos los capítulos de este drama policial-familiar que es francamente floja, por no decir mala. No sé si volverá con una segunda temporada, pero es dudoso que yo me apunte a ella. No merece la pena más comentario.

Unas viejas locomotoras de vapor en la estación de Heiligenstadt.

Unas viejas locomotoras de vapor en la estación de Heiligenstadt.

Y se acabó también la miniserie británica Doctor Foster. La historia de la doctora inglesa que de repente que su marido, en los cuarenta, puede tener una aventura con la hija de unos conocidos de veintitrés ha tenido en mi opinión unos cuantos altibajos. Con momentos muy buenos en el primer episodio, que nos prometía un tono duro y tenso, de mala leche y venganzas, luego divaga un poco sin encontrar su sitio hasta alzarse en el cuarto y penúltimo capítulo y hasta la mitad del quinto y último en muy alto nivel,… para luego ir a un final relativamente anodino y pequeño burgués. No sé. Las interpretaciones son buenas, pero no he acabado de cogerle el tranquillo, y no se han definido bien las historias paralelas. En fin. Era un producto autolimitado. Tampoco ha estado mal, que conste.

Y hasta la semana que viene, con respecto a la cosa televisiva.

O la visita al Leopold Museum en el Museumsquartier.

O la visita al Leopold Museum en el Museumsquartier.

Cuaderno de viajero – Viena 2015

Viena en el tumblr De viaje con Carlos

[Televisión] Cosas de series; semana de novedades y drama policiaco en Islandia

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Sí. Comienza la temporada grande de series. Vuelven las series que ya tenía incluidas en mi cartelera televisiva desde años anteriores y se suman algunas novedades. He de decir que de momento no he incluido muchas. Estoy siendo a priori muy selectivo con los temas. Luego ya veremos que dicen las críticas de otras series que de momento estoy desechando. No me quiero cargar mucho. Y algunas de las que ahora incorporo se caerán.

Por ejemplo, perdí en seguida el interés por Blunt Talk, una sitcom que parecía con posibilidades hecha a más gloria de Patrick Stewart, pero cuyo tono no ha acabado de entrarme, y tras dos episodios vistos la he descabalgado de mi cartelera televisiva.

Novedades relativas que nos llegan desde el Reino Unido son la novena temporada de Doctor Who, que parece será la última con Jenna Coleman como compañera, y la que parece que es última temporada de Downton Abbey. El Doctor parece haber perdido algo del tirón que tuvo en los tiempos de Amy Pond, pero el primer episodio de esta temporada no ha estado mal. Y espero que al culebrón de época inglés le den el final que se merece. Que supongo llegará con el especial de Navidad.

Tengo una novedad absoluta procedente también de las islas Británicas, Doctor Foster, con un primer episodio que me ha parecido atractivo, un historia de celos que parece que deriva a venganzas en el entorno de una GP inglesa. Puede pasar de todo. A ver si se lucen.

Como en otras ocasiones, aprovecho la entrada televisiva para recordar lo que voy publicando en el tumblr (enlaces abajo). Tras una presentación con el castillo de Peñíscola al anochecer, aquí el puerto de Helsingør, la Elsinor del Hamlet de Shakespeare, en Dinamarca.

Como en otras ocasiones, aprovecho la entrada televisiva para recordar lo que voy publicando en el tumblr (enlaces abajo). Tras una presentación con el castillo de Peñíscola al anochecer, aquí el puerto de Helsingør, la Elsinor del Hamlet de Shakespeare, en Dinamarca.

Novedades relativas desde el otro lado del Atlántico sólo tengo de momento el regreso de The Big Bang Theory, además de alguna anunciada en semanas anteriores. Buen principio de temporada para una serie que da muestras de agotamiento argumental, aunque tenga momentos divertidos.

En lo que se refiere a novedades absolutas tenemos tres que todavía hay que ver por dónde tiran.

Minority Report es una secuela de la película del mismo tipo, que nos plantea un procedimental… que espero que dé algo más de sí. Si no, como mucho se puede quedar en entretenido. Desde luego lejos de la profundidad de la película, que encuentro bastante aceptable a pesar del empaño que me produce su estomagante protagonista. De todas formas, si no mejora, la veo más fuera que dentro de mi cartelera.

Blindspot es una de misterio y conspiraciones a partir de una mujer amnésica y con el cuerpo tatuado con lo que parece un rompecabezas que hay que resolver. Suena a ya vista, a refrito de elementos vistos en otras series, pero tuvo un primer episodio que me entretuvo bastante. Bien interpretado, buena acción y con posibilidades. Esta, de momento la veo más dentro que fuera de mi cartelera.

Life in Pieces es una nueva sitcom que recuerda mucho a Modern Family. Quizá demasiado. Pero el caso es que el primer episodio me pareció divertido y bien interpretado. Espero que encuentren su camino y personalidad propias, aunque de momento parece que el público no se ha quedado demasiado encantado con ella. Tiene un reparto con cierto prestigio. Una sitcom de 20 minutos de duración no molesta en la cartelera. Salvo que derive mal, aguantaré un tiempo con ella a ver por dónde se decanta.

También podemos sobrevolar la sierra de Guara, cerca de Huesca, con una avioneta un día de Nochevieja, ya hace un tiempo.

También podemos sobrevolar la sierra de Guara, cerca de Huesca, con una avioneta un día de Nochevieja, ya hace un tiempo.

Masters of Sex está a punto de llegar a su final de temporada. Ya comentaré. Quizá no tiene el mismo tirón que en sus dos primeras temporadas. Pero simplemente por ver si sale un episodio como el 11 de esta temporada, ya merece la pena tenerla en cartelera. Colosal episodio. Magnífico guion y recital interpretativo. Todos bien, superlativas las damas.

Y como había tiempo y oportunidad, me acogí a unas recomendaciones recientes leídas en un artículo sobre series islandensas (con «s», de la fría y volcánica isla próxima al ártico). Así que he visto una miniserie de cuatro episodios titulada Hraunið, que significaría lava, la de los volcanes, y que se puede encontrar también con el título internacional en ingles de The Lava Field. Un ricachón islandés es encontrado muerto en su domicilio. Al principio parece un suicidio, pero se trata un asesinato. Dos policías tendrán que colaborar para desenmarañar la trama a su alrededor. Mmmmmmm… Menos interesante de lo que las recomendaciones indicaban, aunque se deja ver. Lo mejor, y al mismo tiempo lo más desaprovechado, lo estupenda que está, desde todos los puntos de vista, la detective Gréta (Heida Reed), una actriz que está encontrando su camino también en el cine y la televisión internacionales.

La semana que viene más novedades.

O podemos acercarnos a visitar el museo Guggenheim en Bilbao. Estas fotografías corresponden a los años 2000 y 2001.

O podemos acercarnos a visitar el museo Guggenheim en Bilbao. Estas fotografías corresponden a los años 2000 y 2001.

De viaje con Carlos (Tumblr)

De viaje con Carlos (Cuadernos de viajero)

Una foto de mis viajes, al azar

 

[Televisión] Cosas de series; cosas de inmortales… y del tiempo

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Sinceramente, apenas he avanzado viendo series esta semana. He estado en otros rollos. Alguna cosa he visto.

Por ejemplo, el capítulo doble de ese mi guilty pleasure eterno que es Grey’s Anatomy, que definitivamente dice adiós a… Como he leído en algún sitio durante la semana, digan lo que digan, la serie con más muertos no es Game of Thrones. Es la de los cirujanos de Seattle. De verdad. Y además, quién sabe quién va a cascar en cada temporada. ¿Será esa una de las razones por las que no puedo abandonar la serie? Desde luego, no llegarán a viejos los personajes de la serie. Si no los matan los guionistas, acabará con ellos el estrés permanente que sufren…

Las fotografías de hoy corresponden a diversos lugares donde viajé en su momento, como el claustro de los Jeronimos de Belém en Lisboa.

Tampoco he dejado de lado tampoco el fenómeno televisivo del momento en España. Si el otro día comentaba la sospechosa coincidencia entre la «Amelia Folch» ministérica y la «Amelia Pond» whovian, esta semana me enteré, he ido viendo, la serie complementaria Los archivos del ministerio, que está hecha a imagen y semejanza del Doctor Who Confidential, que durante unas cuantas temporadas acompañó a su serie madre. Definitivamente, se han inspirado mucho, mucho en la mítica serie británica del Señor del Tiempo. Queda mejor los de «Lord of the Time» que lo de «Subsecretario del Tiempo», ¿verdad? Y Lola Mendieta (Natalia Millán), ¿a quien la equiparamos? A los daleks o a The Master (Michelle Gomez). Por cierto, tomando unas cervezas el otro día,… va a resultar que la chica protagonista del «ministerio» es la más sosita de las chiscas de la serie española. Todos parecíamos querer saber más de Nuria (María Cotiello), que mona oye la señora de doña Irene Larra, y de Maite (Mar Ulldemolins), mientras que la redicha mencionada teníamos la sensación de que nos podría acabar resultando algo cargante.

O las almenas y patios del castillo de Oliete en Navarra.

O las almenas y patios del castillo de Oliete en Navarra.

Y estamos en mayo, que además del mes de las flores es el mes en el que las temporadas de las series, tanto las que vienen desde el otoño como las que empezaron después del año nuevo, van terminando. Así que a partir de ahora, iremos comentando estos finales. Esta semana ha tocado el final de la primera temporada de Forever. Y probablemente, el final de la serie, porque parece que es probable que la cancelen. Ya veremos. En cualquier caso, para aquellos que no la conozcan es una serie que recoge una premisa recurrente. La del inmortal. El hombre que aunque lo maten de formas diversas, no muere o resucita de inmediato. En el caso de nuestro inmortal protagonista, el simpático doctor Henry Morgan (Ioan Gruffudd), lleva en esta situación durante 200 años. La serie ha transcurrido en forma de procedimental. En cada episodio, Henry, que en la actualidad trabaja de forense para la policía de Nueva York, trabaja junto a la detective Jo Martinez (Alana De La Garza) en resolver diversos casos. Pero ha habido también un par de tramas de continuidad. Por un lado, la historia de amor con la que fue mujer de Henry, la única que conoció su situación, la guapísima enfermera de la Segunda guerra mundial Abigail (Mackenzie Mauzy), y su hijo adoptivo en común el ya bastante mayor y simpático Abraham (Judd Hirsch). Por otro lado, la del otro e inquietante inmortal, Adam (Burn Gorman). Ambas tramas han quedado relativamente resueltas. Aunque esta segunda con posibilidad de reactivación en caso de continuidad. Lo mismo que la relación con la detective Martinez, con la que lo único que hacía falta era la resolución sentimental de las situaciones anteriores, para dar paso a la típica «tensión sexual no resuelta». La serie en sí misma no aporta gran cosa, pero los protagonistas se hacen simpáticos y se deja ver sin mucha trascendencia. A mí no me importaría que volviese… la verdad. Cosas peores se mantienen en el tiempo.

O los molinos de Schiedam en los Países Bajos. Porque viajar en el espacio es otra forma de viajar en el tiempo también. Y son las fotografías que ahora están apareciendo en mi fotoblog de viajes: De viaje con Carlos. A continuación el enlace...

O los molinos de Schiedam en los Países Bajos. Porque viajar en el espacio es otra forma de viajar en el tiempo también. Y son las fotografías que ahora están apareciendo en mi fotoblog de viajes: De viaje con Carlos. A continuación el enlace…

De viaje con Carlos

Una fotografía de viajes al azar…

[Televisión] Cosas de series; especiales navideños británicos

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Dedicaremos esta entrada de año nuevo, que como es jueves toca televisión, a los especiales navideños británicos, que en en algunos casos también suponen el final de la temporada de la serie correspondiente, por lo que igual toca un comentario sobre el conjunto de la temporada. En orden más o menos cronológico.

El especial White Christmas de Black Mirror se adelantó una semana a las navidades. Una fórmula nueva para esta serie que nos advierte de los peligros del uso de la tecnología, especialmente de las tecnologías de la información y la comunicación. Cosa a puntualizar. La tecnología no es peligrosa; los peligrosos son los seres humanos que le buscan aplicaciones dañinas. Aviso a posmodernos antitecnológicos y anticientíficos, que por según que demagogias no paso. Al grano. Dos personas se encuentran en una cabaña, en un lugar desconocido y atemporal. Y a partir de ahí nos van a contar una serie de episodios sobre aplicaciones de la tecnología que convierten este cuento de navidad en un auténtico cuento de terror. Nuevamente los creadores de esta serie británica nos generan la inquietud y la preocupación. El futuro dominado por la tecnología que nos presentan tiene mucho de distópico. Y desde luego, poca confianza tienen en las relaciones humanas y en cómo estas van a verse modificadas por las tecnologías. O simplemente es un aviso para navegantes. En cualquier caso, como producto televisivo es totalmente recomendable.

La comedia de situación Cuckoo tuvo su especial navideño. Esta simpática serie británica no tiene más interés que el de rellenar con una sonrisa algún rato muerto. Y para eso sirve también su especial navideño, que también ha servido para cerrar alguna de las tramas de su corta segunda temporada y dejar abierto el camino para una tercera.

No son exactamente mis últimas fotografías del año 2014, pero sí las últimas inmediatamente disponibles que pueden comunicar algo.

No son exactamente mis últimas fotografías del año 2014, pero sí las últimas inmediatamente disponibles que pueden comunicar algo.

Un clásico entre los clásicos es el especial de navidad de Doctor Who, Last Christmas, que en este caso también sirvió para cerrar algunos temas pendientes de la temporada regular de este otoño. Esta ha sido una temporada extraña, de transición. Con Peter Capaldi nos hemos encontrado con un Doctor muy distinto a los últimos. De aspecto más añoso, nos llega con una tono escéptico, casi cínico. Un Doctor al que parece que le empiezan a pesar mucho los cientos de años que acumula. Por otro lado, hemos tenido a una acompañante, Clara (Jenna Coleman), a la que le ha costado mucho encontrar su sitio en la serie, ya que en sus primeras apariciones era más un elemento argumental para empujar la acción que un carácter con personalidad propia. En una temporada menos espectacular y más oscura que las precedentes, el carácter se ha ido conformando a costa de no poco sufrimiento. Y su ambigua relación con el Doctor puede evolucionar hacia cualquier punto. En todo caso, es un personaje que ha crecido. Ha pesar de un especial de navidad que no me ha gustado demasiado, sí que tenemos una temporada que ha ido construyendo un nuevo escenario que veremos cómo se aprovecha en un futuro. Pero es distinta serie de la de los tiempos del anterior DoctorAmy Pond.

Con el especial de navidad de Call the Midwife se ha confirmado la deriva hacia la mojigatería y excesivo conservadurismo de esta serie que empezó mucho más interesante. Desde mi gusto personal sufre la pérdida de su protagonista original, la uber-encantadora Jenny Lee (Jessica Raine) que en el episodio navideño sólo hemos en fotos o representada por su versión anciana encarnada por la eterna y aparentemente incombustible Vanessa Redgrave, que en esta ocasión no sólo pone la voz en off, sino que también se deja ver en pantalla. Pero lo que nos queda es pasteloso y monjil en exceso. Con la insoportable por momentos historia entre el médico y la monja que se sale de monja, con la divertida Trixie (Helen George) de novia de un cura anglicano, con la excesivamente acomplejada Cynthia (Bryony Hannah) camino de los votos religiosos,… Buffff, empieza a ser un poco estomagante para mi gusto. Mucho tendrá que moverse en los primeros episodios de su siguiente temporada para que no acabe apartada de mi cartelera televisiva.

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Hace ya tiempo que las fiestas de navidad y fin de año me suelen colocar en un estado de ánimo más bien melancólico. Un poco brumoso.

 

Y finalmente, cómo no, el especial navideño de Downton Abbey. Este ya tradicional episodio nunca es banal. Siempre sirve para cerrar tramas de las desarrolladas en la temporada regular y para indicar por dónde puede ir el futuro. Encontramos despedidas, muy emotivas este año. Nos presentan nuevos personajes, para lo cual son propicias las vacaciones en los páramos de Northumberland previas a la navidad. Donde también encontraremos algún escandalillo que otro… No sé. Hemos tenido una temporada en su conjunto agradable, más tranquila, con menos sobresaltos. Con momentos divertidos como los amoríos de las mas provectas damas. Con algunas tramas un poco latosas como la maternidad de Lady Edith (Laura Carmichael) o los problemas con la justicia de John (Brendan Coyle)Anna Bates (Joanne Froggatt). Y esperemos que el cambio de vida de Lady Rose (Lily James) no nos robe esta encantadora joven tan despierta. Hay quien dice que están preparando el cierre de la serie. Que eso vendrá de la mano de un aumento del protagonismo de Lady Mary (Michelle Dockery), que ha estado mareando la perdiz, o mejor dicho los pretendientes, durante toda la temporada, pero parece que le ha salido uno digno de su nivel. E incluso parece que a la desamparada Edith le puede haber salido un posible novio que la saque de sus desdichas. Y qué vamos decir de la declaración de matrimonio final… No desvelaremos de quién a quién ¿vale? Hasta otoño.

Y hasta aquí estos especiales navideños. La próxima semana ya tendremos el retorno del ritmo habitual de series, con las incorporaciones que se producen en enero. Pero antes de comentar esas novedades, dedicaremos la entrada de la semana que viene a un par de series que he recuperado estas vacaciones y que me han parecido de buen nivel, e incluso una de ellas de altísimo nivel. Pero eso será la semana que viene.

Un estado de ánimo al que le vienen que ni pintadas estas crepusculares vistas, un tanto impresionistas, del bosque de ribera de Cantalobos.

Un estado de ánimo al que le vienen que ni pintadas estas crepusculares vistas, un tanto impresionistas, del bosque de ribera de Cantalobos.

[Televisión] Cosas de series; novedades y falsos finales de temporada

Televisión

Muchas novedades esta semana, que expondré de forma telegráfica. Aunque antes de nada, decir que Doctor WhoDownton Abbey, dos de los éxitos británicos del momento con distintos públicos, han llegado a su falso final de temporada. Y digo falso, porque es evidente que ambos van a cerrar sus tramas en los especiales navideños. Así que será entonces cuando comentemos la temporada de ambas series.

Tenemos regresos. White Collar para se breve y última sexta temporada. Esperemos que tenga el final que se merece, porque ha sido muy, muy entretenida, y los echaremos de menos. Y especialmente a las novias de Neal

Regent Street

Mucho Londres esta semana; de todas las épocas. Seguro que en algún momento ha salido Regent Street.

También para su tercera y última temporada vuelve The Newsroom, que a mí siempre me ha gustado aunque las opiniones sobre la misma han estado muy divididas. El primer episodio de esta última temporada me ha parecido estupendo. Y sí, estoy enamorado de Sloan Sabbith a la que encarna la guapísima Olivia Munn. Pero que conste que además de por lo guapa, el personaje me enamora por muchas cosas más. Perdidamente.

Ha regresado con su segunda temporada la ácida comedia sobre ese hospital geriátrico situado en algún lugar de California que aparece en Getting On (versión EE.UU.). Y ha vuelto más ácida que en su primera temporada.

Picadilly Circus

O Picadilly Circus… Mmmm, estas fotos tienen ya diez años… el primer viaje que hice con fotografía exclusivamente en digital.

Nos llega la que parece una intensa e interesante miniserie, Olivia Kitteridge, de la que he visto un muy buen primer episodio y que intentaré terminar de ver este fin de semana que viene.

Y nos llega desde el Reino Unido una de espías, de estilo totalmente británico. Se trata de The Game, situada en plena guerra fría en la primera mitad de los años 70 del siglo XX. De las que hay que estar muy atento. Me gustó bastante el primer episodio. Así que ya veis… Muy movida la semana.

Southbank

Entonces fue cuando descubrí lo agradables que eran los paseos por el South Bank,… que también suele salir en las series de ambiente contemporáneo con frecuencia.

[Televisión] Cosas de series; finales de temporada para Cuckoo, Reckless y Unforgettable

Televisión

No me voy a extender mucho en esta entrada. O a lo mejor más de lo que pensaba. Quien siga este CUADERNO DE RUTA sabe que el día televisivo son los jueves. Pero a partir de mañana y durante dos semanas entra en situación de auténtico CUADERNO DE VIAJE. Seguirá actualizándose, espero, pero con fotos. Poco texto. Espero que os gusten. Mientras, os dejo esta entrada televisiva.

Pensaba a principio de verano que con un poco de suerte a estas alturas todas las series veraniegas las tendría finiquitadas. Pero no. Aún están coleando por ahí la floja EXTANT, la interesante YOU’RE THE WORST, la muy interesante pero (este año) irregular MASTERS OF SEX, la mejorable pero entretenida ANZAC GIRLS, la marujil pero más que entretenida e interesante OUTLANDER, y la desconcertante DOCTOR WHO, cuya nueva reencarnación todavía no ha encontrado su sitio en este universo. Como veis, bastantes producciones coleando todavía, y a lo que retorne este CUADERNO DE RUTA a su ritmo habitual habrá ya muchas temporadas de otoño-invierno en marcha. O sea que de lo más entretenido. Y retraso, mucho retraso voy a coger.

Este fin de semana tocaron algunas exposiciones... Entre ellas las de "La boîte: odisea de una cabeza pensante" de Marina Rubio en el IAACC Pablo Serrano.

Este fin de semana tocaron algunas exposiciones… Entre ellas las de «La boîte: odisea de una cabeza pensante» de Marina Rubio en el IAACC Pablo Serrano.

Mientras tanto hemos disfrutado de la corta temporada de CUCKOO, seis episodios, que sin la originalidad y el carisma de su primer protagonista en su primera temporada, no han dejado de tener momentos realmente entretenidos y divertidos. Previsible a más no poder, pero esta serie británica te deja con buen sabor de boca y una amplia sonrisa. Y son episodios cortitos.

Curiosa, imaginativa,... divertida...

Curiosa, imaginativa,… divertida…

También se han despedido de nosotros los chicos y chicas de la división de grandes crímenes de NUEVA YORK en UNFORGETTABLE. Vale lo que dije cuando terminó la temporada anterior. Desde que han adoptado un tono ligero, y con la gran complicidad que existe en la pareja protagonista, especialmente la encantadora CARRIE (Poppy Montgomery), es una serie policiaca muy entretenida de ver. Sin más trascendencia, pero muy disfrutable. Con humor, dosis razonables de acción y dinámica.

Escultura, pintura, diseño gráfico...

Escultura, pintura, diseño gráfico…

Y hemos terminado de ver una novedad de esta temporada, el procedimental de abogados RECKLESS. Otra serie que funciona gracias a la extraordinaria química de sus dos protagonistas, gente guapa en la sureña CHARLESTON, mezclando como digo el procedimental jurídico con la serialización del caso principal, el de la guapa LEE ANN MARCUS, que nos ha deparado alguna sorpresa al final. Y que ha terminado con el principio de lo que será el nuevo caso, que probablemente volvería a enfrentar a ambos protagonistas… si es que fuese renovada.

Por que el caso es que ambas series anteriores, a mí me entretienen mucho, pero parece que tienen su continuación cuestionada. Mientras que otras de esta temporada bastante más pestiños, muchas que no han aguantado en mi cartelera, tienen la vida asegurada… Si es que siempre voy contra corriente.

Y también, la de Pixar en CaixaForum... pero aquí no dejan hacer fotos...

Y también, la de Pixar en CaixaForum… pero aquí no dejan hacer fotos…

[Televisión] Cosas de series; altas, bajas y dos finales más que interesantes – Rectify y The Honourable Woman

Televisión

Semana movida de la que ni siquiera voy a comentar todas las novedades, limitándome a lo más llamativo.

En el lado de las bajas, he eliminado de cartelera dos dramas de época. El de la bomba atómica, Manhattan, que no me acababa de llegar y me parecía confuso en su discurrir, y The Knick, drama médico en el que más allá de la ambientación del Nueva York de principios del XX, no he acabado de encontrarle el interés, con personajes y situaciones demasiado estereotipados.

He visto el piloto emitido por adelantado de una sitcom que llegará en octubre, A to Z, comedia romántica en la que han decidido aprovechar el tirón que ha mostrado la «madre» Cristin Millioti para darle su propia comedia con más protagonismo. Simpático piloto, dejaremos más comentarios para cuando llegue la temporada.

Esperado regreso de Doctor Who con el Duodécimo Doctor (Peter Capaldi) acompañado por la Chica Imposible (Jenna Coleman). Parece ser que a John Hurt han dedicido dejarlo como el Doctor Innumerado. Todo el mundo a la expectativa. Incluso la propia serie parece que en su primer episodio de esta nueva época estaba a la expectativa lo cual ha hecho que de momento no podamos decantarnos sobre lo que puede dar de sí la novedad. Todos buscando la zona de confort ante la incertidumbre. Cosa que no sucedió con anteriores reencarnaciones de uno de nuestros alienígenas favoritos, que nos engancharon desde el principio. Por lo menos, esta aventura victoriana nos ha permitido reencontrarnos con Jenny Flint (Catrin Stewart), la encantadora esposa de Madame Vastra (Neve McIntosh).

Puente del Milenio y San Pablo

Con dos series británicas en el comentario de hoy, nos vamos a orillas del Támesis.

Y vamos con dos finales, uno de temporada y otro de miniserie, definitivo por lo tanto, de dos producciones realmente destacadas y  que merecen un comentario atento.

Por un lado tenemos el final de la segunda temporada de Rectify. Si la corta primera temporada se centraba en los problemas de adaptación de alguien que se ha pegado veinte años en una celda de alta seguridad, en esta ocasión, hay que sumar que hemos ido entrando en el problema de la culpabilidad o la inocencia del protagonista en la violación y asesinato de la joven de 16 años que se le atribuyeron en su momento. Y también hemos empezado a introducirnos más en las historias y en los problemas del resto de las personas de su familia. Sigue siendo una serie de ritmo pausado. Sin llegar a moverse en un lapso de tiempo tan escueto como la primera temporada, seguimos desarrollando los temas a tiempo lento. Y a pesar de todo, vemos cómo los personajes evolucionan. Pero además empiezan a pasar cosas, quizá perdiendo la pureza del planteamiento introspectivo de la primera temporada. Quizá porque hubiera sido difícil de mantener la serie de aquella forma. Es una serie menos apta para el público general, y está más encaminada para quienes disfruten de un producto más reflexivo, quienes prefieran tener una actitud activa antes los problemas y situaciones planteadas a los caracteres de la serie. Desde mi punto de vista, un imprescindible… si te gusta este tipo de «cine». Muy importante el trabajo actoral, que es el que sostiene la serie en gran medida.

Albert Memorial

Una escena clave de la «mujer honorable» sucede en torno al Albert Memorial.

Y terminaremos con la agradable sorpresa que ha sido The Honourable Woman. Esta historia sobre la rica heredera judía, Nessa Stein (Maggie Gyllenhaal), que a pesar de un acontecimiento trágico en su pasado, representa los mayores esfuerzos empresariales para llevar paz, desarrollo y estabilidad a Israel/Palestina. Pero detrás del misterio que se esconde detrás del inicial rapto del hijo del ama de llaves palestina, Atika (Lubna Azabal), nos encontramos ante una historia de espionaje dentro de la más pura tradición británica, en el que destaca un notable reparto. Una historia que tiene momentos más intensos y otros menos, pero que va construyendo un desenlace in crescendo que nos ofrece un par de episodios finales que nos mantienen totalmente atrapados a televisor. Cumple la protagonista sin problemas con su papel, pero destaca el buen trabajo de Azabal, de lo mejor de la serie, el siempre eficaz Stephen Rea, o la frialdad de Eve Best. La historia no deja de sorprender aquí y allá, lo cual te mantiene en alerta; cualquier detalle que te planteen ante la pantalla puede tener repercusión futura. Y en un tema tan delicado como el del conflicto israelí-palestino, se aleja de maniqueismo, resultando en que la tesis que defiendo no es otra que la que las gentes con dos dedos de frente defienden. Alguien tiene que dejar de contar las afrentas en un momento dado, si se quiere romper el círculo vicioso de la violencia y el odio. Alguien tiene que poner un límite a lo que se puede vengar y a lo que no. A cómo se puede uno vengar y cómo no. Qué justifica una causa, y qué la desautoriza, la desprestigia o la banaliza. Lástima que en la vida real, el círculo de la violencia se siga cerrando y realimentando día a día, en las calles de las poblaciones afectadas, en las cancillerías de los grandes potencias, y en los despachos de quienes tienen la capacidad de tomar las decisiones que nos harían humanos, pero que siguen reduciéndonos al estado de bestias. Una serie que merece la pena también.

Albert Bridge

Y con esta vista del Albert Bridge, despido esta entrada televisiva hasta la próxima semana.

[Televisión] Cosas de series; doctores, comadronas y príncipes de Gales para Navidad

Televisión

Sí. Como ya decía ayer, esta semana he retrasado un poquito la entrada televisiva. Aun pensaba que tardaría algún día más, porque no sabía si me daría tiempo a ver en un día los tres especiales navideños que nos han llegado desde el Reino Unido. Porque de eso va la entrada de hoy. De especiales navideños «made in Britain».

Támesis y cámaras del Parlamento

Todos los especiales navideños de hoy pasean de una forma u otra por las calles londinenses, así que empezaremos por las típicas vistas del Támesis y el parlamento británico.

Adiós al Doctor, bienvenido el nuevo Doctor

Se nos ha despedido el que se ha conocido tradicionalmente como undécima encarnación del Doctor (Matt Smith) en la cincuentenaria serie Doctor Who. Después del entretenido episodio extraordinario que vivimos hace unas semanas para celebrar el medio siglo del personaje, y como ya estaba anunciado, ha llegado a su fin el ciclo marcado por uno de los más carismáticos de la nueva época. Que han sido cuatro, porque sin duda yo incluyo en la cuenta a Doctor guerrero encarnado por John Hurt. La verdad es que si me fijo bien, en la nueva época sólo ha habido uno soso.

Este episodio navideño, que mira por donde transcurre en gran medida en el pueblecito llamado Christmass del planeta Trenzalore, que se había anunciado como la tumba del Doctor, he de decir que me ha resultado un tanto confuso. Muchos guiños, muchas despedidas, un argumento liado, la impagable presencia aunque fuera durante unos segundos de mi chica Doctor favorita, y la llegada del nuevo. Creo que se aleja del carácter de muchos otros episodios navideños, en los que la historia desarrollada está aislada de la trama en vigor en esos momentos. Aunque el año pasado ya vimos cómo ya quedaba integrado en la misma. En cualquier caso, igual le echo una nueva mirada para que me quede claro lo que pasa. Hay algún recurso argumental que me ha parecido sacado excesivamente de la manga… como la justificación para que se vuelva a regenerar a pesar de haber llegado al tope de regeneraciones. Parece que este tope son trece. Y claro, ahora sabemos que hay que incluir un nuevo Doctor, el guerrero, en la cuenta, y que el tradicionalmente conocido como décimo Doctor (David Tennant), se regeneró a sí mismo. Por lo que el que nos ha abandonado sería en realidad el duodécimo Doctor y su decimotercera regeneración. La argucia para permitir el siguiente Doctor me ha parecido un pelín rebuscada. Y sigo con la sensación de que la resolución del último capítulo de la temporada regular, que también transcurría en Trenzalore se nos ha quedado un poquito colgando. En fin.

Habrá que esperar a ver qué nos depara el futuro Doctor (Peter Capaldi).

Charing Cross en la lluvia

Ciudad lluviosa por demás, no sé cómo hacen en las teleseries para que suela hacer buen tiempo. Aunque han predominado las escenas con nubes. En la foto, junto a Charing Cross, llovía a gusto.

Comadronas, monjas, niños con polio, síndromes de estrés postraumático y bombas

Las matronas londinenses en bici de los años 50 del siglo XX han vuelto para un especial puramente navideño. Y largo, hora y cuarto de duración para Call the Midwife. Los habitantes del barrio de Poplar han de pasar las fiestas navideñas bajo la amenaza de ver sus casas destruidas tras el hallazgo de una bomba alemana de gran potencia que permaneció sin explotar bajo la calle. En medio de todo esto, la polio hace estragos entre los más jóvenes aunque ya ha comenzado la vacunación con la vacuna que Jonas Salk aportó a la humanidad. Mientras los pequeños dramas de las protagonistas se suceden. A la protagonista, la «ubercharming» Jenny (Jessica Raine), le va bien, con novio incluido. Pero a la antigua Hermana Bernadette (Laura Main) le surgen los problemas a la hora de adaptarse a la vida «civil» y su futuro matrimonio con el Doctor Turner (Stephen McGann), cuyo hijo va a caer enfermo de gravedad. Mientras que las desventuras de un joven matrimonio con el marido bajo el síndrome de estrés postraumático tras volver de Corea, nos desvela que hasta la animosa Trixie (Helen George) lleva sus dramas y tragedias a cuestas. Y las monjas, que se van a quedar sin convento,…

Serie buenrollista por excelencia, ha tenido tiempos mejores, y espero que los tenga en un futuro, con un poquito de drama mejor encajado, y no tanto azúcar navideño, que sólo sirve para hacer su digestión más pesada como un exceso gastronómico más de estas fiestas. Veremos como vuelve en otoño, si vuelve a recuperar su tono o si es una serie cuyo mejor momento ya pasó.

Albert Memorial, Kensington Gardens

Menuda merienda se organizan los personajes «posh» de Downton Abbey en Kensington Gardens, junto al Albert Memorial; tan rica está, que el tío de América se quiere llevar al otro lado del charco a la pinche de cocina como cocinera.

Intriga real en Londres, con la familia yanqui, una niña que se quedó en Suiza y un billete de tren

Para chulos los de Downton Abbey, que como escenario del episodio navideño se marcan la temporada social de verano londinense. Rose (Lily James), la sobrina escocesa, alegre y «flapper» que vino a sustituir, con éxito,  el hueco dejado por la difunta Sybil, va a ser presentada ante los reyes en sociedad. Así que los Crawley se trasladan en masa a Londres, donde además coincidirán con Martha Levinson (Shirley MacLaine), la madre de Cora (Elizabeth McGovern), y el hermano de esta, el «playboy» Harold (Paul Giamatti). Pero en un momento dado, las juveniles amigas de Rose van a meterse en una intriga que pone en peligro la reputación del Príncipe de Gales, y que los Crawley tienen que resolver. Todo esto mientras Mary (Michelle Dockery) se cortejada por dos pretendientes, Edith (Laura Carmichael) sufre por las consecuencias de su viaje por Europa para «mejorar su francés», y aparece un comprometedor billete de tren en el abrigo de Bates (Brendan Coyle).

Esta es una serie que no engaña. Sabes lo que te va a dar. Culebrón y glamour. Y eso hemos tenido durante hora y media. Esta vez sin dramas excesivos, con una cantidad razonable de intriga, con personajes jóvenes que dan un poco de alegría a la serie, que se nos estaba poniendo muy mayor, y con la excelente presencia de los invitados americanos que cumplen sin problemas. En el lado de los peros, el retroceso caracterial de Branson (Allen Leech), y el elitismo renovado de Mary. En el lado de los pros, cada vez me gusta más el lado retorcido y misterioso de Bates, que deberían fomentar, y las vivarachas «flappers» de los felices veinte.

Puerto de Margate

Y mira tú que a los sirvientes de Downton Abbey les dan la alegría de un día libre, y se nos van a la playa. Al mar. Aunque no creo que fuera a Margate.

[Televisión] Cosas de series; el aniversario de Doctor Who y de cómo se cuentan ahora los doctores

Televisión

Se dice que Doctor Who es la serie de televisión de ciencia ficción más longeva de la televisión mundial. Su emisión se remonta al sábado 23 de noviembre de 1963. Un día después del asesinato en Dallas del presidente John Fitzgerald Kennedy. Casualmente, cincuenta años después, el día 23 de noviembre de 2013 vuelve a caer en sábado. Y al contrario de lo que sucedió entonces, parece que la emisión del episodio que celebra el 50º aniversario de la serie en la BBC ha tenido mucha más repercusión que el aniversario de la muerte del popular presidente de origen irlandés.

Muchos programas y mucha cobertura ha tenido en el Reino Unido y en muchos países de habla inglesa el acontecimiento televisivo. No tanto en nuestro país, donde la afición a las aventuras del Doctor es mucho más reducida, no emitiéndose la serie más que en un canal de pago. Pero en el país británico es todo un símbolo de la cultura popular.

Es cierto que las aventuras del alienígena de dos corazones y capaz de regenerarse al morir en un nuevo cuerpo, señor del tiempo del planeta Gallifrey, no se han emitido de forma continuada en televisión. Si lo hicieron entre 1963 y 1989, con episodios que oscilaban entre los 25 y los 45 minutos. En esa época, la llamada serie clásica, la norma fue la duración corta. Después sólo hubo un telefilme en 1996, libros y cómics, y emisiones de radio diversas, hasta que en 2005 llegó la llamada serie moderna. Si la primera época fue de una serie de bajo presupuesto y métodos artesanales, en la actualidad, con temporadas de muchos menos episodios, más extendidos en el tiempo, pero de mayor duración, el dinero alcanza para un buen nivel de efectos especiales y espectacularidad, con algunos episodios realmente notables en este aspecto.

St David's Cathedral

El País de Gales está muy asociado a los rodajes de la serie moderna de Doctor Who; en la fotografía, St David’s Cathedral, un escenario similar a otros que se han utilizado en la serie.

Orientada al público familiar, en realidad es una mezcla de géneros, pues hay episodios en los que domina la aventura de ciencia ficción, en otros la pura fantasía, mientras que no pocos se podrían clasificar dentro del terror. Para ello existe una extensa nómina de malvados que reaparecen periódicamente, incluso tras hipotéticas extinciones. Pero es lo que tiene el viajar en el espacio y en el tiempo. Todo buen aficionado sabe que el Doctor suele viajar con compañeros, predominantemente femeninas, jóvenes y guapas. Pero no necesariamente se cumplen los tres adjetivos simultáneamente. El truco de la regeneración ha permitido cambiar al protagonista de la serie tras un tiempo, renovando la personalidad del mismo, permitiendo cambios de protagonistas que no resultan extraños, siendo una de las bases de su permanencia en el tiempo. Hasta el especial del 50º aniversario se contabilizaban 11 doctores. Pero supongo que a partir de ahora de alguna forma habrá que modificar la contabilidad, intercalar uno tras el octavo y hablar de 12 doctores. Ya está anunciado el 12º según la cuenta tradicional, el 13º según la que puede ser a partir de ahora.

De los programas que se han emitido en esta semana de celebraciones voy a destacar cinco.

Un miniepisodio para intenet, que se puede ver en YoutubeThe Night of the Doctor, y ahí es donde conocemos al doctor que estaba fuera de las cuentas, al que ya pudimos ver al final del último episodio de la séptima temporada regular de la serie moderna. Y nada menos que interpretado por el ilustre John Hurt. También cuenta con la presencia del octavo doctor, Paul McGann, que sólo había aparecido en el telefilme de 1996. Lo considero de imprescindible visualización para los aficionados de la serie. Antes de ver el especial del 50º aniversario. Además nos introduce en pantalla algo de lo que se había hablado en la serie, pero nunca visto; la Guerra del Tiempo.

Un programa de divulgación científica, The Science of Doctor Who, que intenta acercar al gran público algunos conceptos relacionados con la teoría de la relatividad, y que dan sentido a lo de viajar en el espacio-tiempo. Aunque está por ver si es posible realmente el viaje en el tiempo, más allá de los efectos relativísticos explicados en el programa. Está presentado por el físico y divulgador científico Brian Cox, y cuenta con diversos invitados que colaboran con el científico, entre ellos Charles Dance, muy conocido por interpretar a Tywin Lannister en Game of Thrones (Juego de tronos). Aquí sale muy simpático. Quien lo iba a decir.

Trafalgar Square y la National Gallery

La National Gallery en Trafalgar Square es escenario de varias escenas del episodio especial del 50º aniversario.

Un telefilme titulado An Adventure in Space and Time que dramatiza y recrea los comienzos de la serie en los años 60, siendo especialmente protagonistas los personajes de Verity Lambert, que fue la primera productora de la serie, y a la que este telefilme otorga buena parte del mérito de que fuese un éxito, y William Hartnell, el primer doctor de la serie. Lambert está interpretada por la «uber-charming» comadrona televisiva Jessica Raine, que también tuvo un papel en un episodio reciente de la serie de ciencia ficción. Hartnell está interpretado por David Bradley. Me llama la atención que este primer doctor, a pesar de su aspecto de anciano, tan sólo tenía 55 años cuando empezó a protagonizar al Doctor. De hecho, el actor que lo interpreta tiene en estos momentos 71 años.

Se ha vuelto a emitir el primer episodio de la serie, An Unearthly Child, en la que vemos al primer doctor, Hartnell, y a la primera compañera, Susan Foreman (Carole Ann Ford). He de decir que, teniendo en cuenta que está rodado con escasos medios, en blanco y negro, y de forma muy artesanal en los efectos especiales, es bastante entretenido y queda más que digno. Desde luego, ahí estaba el germen del éxito que tuvo la serie.

Finalmente, he visto el especial del 50º aniversario, The Day of the Doctor. El reparto es notable. Reúne, siguiendo la cuenta tradicional al undécimo doctor (Matt Smith), al décimo (David Tennant), al que hemos conocido cuya existencia nos era incógnita entre el octavo y el noveno (John Hurt), a Clara Oswald (Jenna Coleman) la compañera actual del undécimo, y a una «variante» de una de las más queridas compañeras del noveno y el décimo, Rose Tyler (Billie Piper), entre otras apariciones recurrentes de la serie. No hablaré mucho de la trama para no destriparla, pero tenemos la Guerra del TiempoGallifrey, Bad Wolf, la Torre de Londres, los secretos de la National Gallery, y una reina «virgen» Elizabeth I (Joanna Page), no tan «virgen» ni soltera, como ya sabíamos los aficionados al Doctor. Es un episodio muy entretenido, que cambia el paradigma en el que se basaba el carácter con un punto de amargura de los últimos doctores, que pone las bases para lo que será el arco argumental del futuro doctor, pero que no resuelve las cuestiones pendientes al final del último episodio de la séptima temporada regular, que supongo se cerrarán en el especial de navidad.

Bueno, una semana de lo más entretenida para los aficionados al Doctor, que ha hecho que haya cogido un poquito de retraso en lo de estar al día con las series habituales. No pasa nada.

La Torre de Londres

Lo mismo que la Torre de Londres, tanto en la actualidad como sede de U.N.I.T., como en el siglo XVI, en la Inglaterra isabelina.

[Televisión] Cosas de series; hoy tocan series británicas

Televisión

Sí. Hoy la cosa va de británicos. Aunque antes quiero anunciar la baja definitiva de mi cartelera de New Girl. Ni siquiera yo mismo soy capaz de explicar porque no la había dado de baja antes. Cada vez me hacía menos gracia, y los personajes me empezaban a caer muy gordos. Incluso Zooey Deschanel, que tradicionalmente me ha parecido un encanto, empieza a parecerme una pesada de mucho cuidado. Dicho lo cual, y mientras esperamos con paciencia la celebración del 50º aniversario del Doctor vamos con un par de series británicas. Una que termina periplo otoñal, aunque quedamos a la espera del especial de navidad que seguro que viene con sorpresas, y una miniserie, protagonizada por uno de los «doctores».

Cuarta temporada de Downton Abbey

Definitivamente, el culebrón de época de lujo de la televisión británica ha encontrado su tono. Después de una primera temporada que nos sorprendió a todos, siguieron dos más que aunque de buen nivel, eran considerablemente más irregulares, y tenían en común que para quedar totalmente apañadas y satisfactorias dependían de espectacular y definitivo especial de navidad. Este año, lo cierto es que no ha habido irregularidades. Han encontrado su tono. Es cierto que hay tramas más importantes que otras, más interesantes que otras. Incluso hay alguna trama prescindible. Pero es estupendo ver los capítulos de esta serie.

Desde luego, ya podemos asumir, como imaginábamos, que ya sólo queda una protagonista absoluta, Lady Mary (Michelle Dockery). Siempre ha sido el personaje más importante de la serie, pero siempre compartía protagonismo con otros personajes. Ya no es así. La viudez, como también suponíamos, le ha sentado de maravilla. Todo el resto de las tramas pivotan de una forma u otra a su alrededor. Incluso la trágica historia de los Bates, en la que más que las desgracias de Anna (Joanne Froggatt), lo que mola son las torvas miradas de Bates (Brendan Coyle), con la duda final de si «ha sido él o no ha sido él». Comprobaréis que evito destripar argumento. Parecía que Lady Edith (Laura Carmichael) iba a subir un escalón, pero no. Ha seguido siendo la trama secundaria, de la hermana triste de la familia. El único que va poco a poco remontando de la sosez general de los personajes masculinos de la serie es Branson (Allen Leech). Incluso parece que somos muchos los que de vez en cuando sospechamos que podría llegar a un papel principal junto a Lady Mary. Claro que ha aparecido por ahí una maestrilla un poco «rojilla» (Daisy Lewis)… que no sé yo…

Ni que decir que la salsa y el ingenio de la condesa viuda de Grantham (Maggie Smith), aunque empieza a acusar los achaques de la edad, y eso puede querer decir malas noticias, visto cómo las gastan los guionistas. Muchas cosas van a pasar para navidad. Seguro. Entonces será el auténtico cierre de temporada. Pero ya sabemos que el próximo otoños volverán los Crawley a nuestros televisores.

Edimburgo

El entretenido episodio final de «The Escape Artist» transcurre en tierras escocesas, con juicio en los juzgados de Edimburgo…

Una miniserie, The Escape Artist

Este otoño hemos podido disfrutar de esta miniserie de abogados y crímenes de tres episodios, que realmente ha tenido su interés. Nos ha contado la historia de un abogado de éxito Will Burton (David Tennant), que se mueve con gran habilidad entre los resquicios del sistema penal británico, lo que supone en un momento la desesperación de su contrincante en el estrado Maggie Gardner (Sophie Okonedo). Pero en un momento dado ofende a uno de sus clientes, Liam Foyle (Toby Kebbell), y poco después aparece muerta su mujer, muerte de la que se acusará a FoyleBurton es testigo y no puede llevar la acusación. Y Gardner se encargará de la defensa de Foyle, usando las mismas armas que habitualmente usa Burton.

Dicen que la trama habitual de una obra de ficción se descompone en planteamiento, nudo y desenlace. Lo que nunca pensé es que el planteamiento durase los dos primeros episodios y el principio del tercero, y que el nudo y el desenlace real, del auténtico misterio que hay que desentrañar estuviesen comprimidos en los dos tercios finales del episodio final. Que es muy interesante, y que hace que la serie en su conjunto esté bastante bien. Eso sí Tennant aparece últimamente hasta en la sopa. Y parece que en el aniversario del Doctor será coprotagonista del episodio.

Ah, se me olvidaba. «The escape artist» era el apodo del maestro del escapismo, Houdini. Aunque aquí, de donde hay que escapar es del inevitable destino en prisión cuando eres culpable de asesinato.

Bosque de Cruach Tarbeit

… y crimen entre los bosques de las bellas tierras escocesas. Aquí el de Cruach Tarbeit.