[Libro de fotografía] Bosque primordial en Polonia para ¿mi último libro de Another Place Press?

Fotografía

Desde hace varios años he comprado bastante libros y otras publicaciones en formatos más sencillos de la editorial británica Another Place Press. Esta editorial está localizada en las highlands escocesas, no sé exactamente donde, no lo dice Ian Sarjeant, su propietario. Que también es fotógrafo. Y su objetivo es hace ediciones limitadas, económicas, pero de buena calidad, para fotógrafos de todo el mundo. Con un tema principal; el paisaje y su interrelación con el ser humano. Un tema que siempre me ha interesado ha diversos niveles. Y estaba bastante satisfecho con los libros que añadía a mi biblioteca procedentes de esta pequeña pero dinámica editorial.

Visitamos Polonia a principio del verano de 2008, pero no estuvimos ni cerca del bosque del libro de hoy. Así que pondré algunas fotos de los agradables alrededores del castillo de Malbork, no lejos de Gdansk.

Pero en los dos libros que he recibido desde el uno de enero, creo que los dos estaban encargados desde el año pasado, puesto que los reservé antes de su salida de la imprenta, me he encontrado con una desagradable sorpresa. La salida del Reino Unido de la Unión Europea ya está consumada, y los productos que proceden de la Gran Bretaña, o Irlanda del Norte, puede ser gravados en aduanas con aranceles o IVA. Sin que en origen te descuenten el IVA local. Así que pagas dos veces el impuesto, allí y aquí. En libros de modesto valor económico… si sumas los gastos de envío… el aumento del precio es excesivo. Por lo tanto, salvo que saquen un título que me llame mucho mucho mucho la atención, ya no me merece la pena comprar libros. Prefiero dedicar ese dinero a otros libros que por el mismo costo me produzcan más valor personal. ¡Hasta luego y gracias por el pescado!

El último libro comprado y recibido es Puszcza del francés Nicolas Blandin. Un fotógrafo que reparte su tiempo entre los trabajos de encargo, los trabajos editoriales y los proyectos personales. En estos últimos se centra en proyectos documentales en los que combina el retrato del entorno y el paisaje con los de las personas que en un lugar habitan y trabajan. En general… me gusta su enfoque y me gustan sus fotos.

Puszcza es una palabra polaca que significa «gran bosque», especialmente referido a los bosques primigenios, inalterados o escasamente alterados por el ser humano. Si ponéis la palabra en Google Translate dice que significa «desierto», pero el Wiktionary inglés, que incluye palabras de muchos idiomas, en su primera acepción indica lo de los bosques, y es su segunda acepción, marcada como arcaísmo la que se refiere a las malas tierras o tierras salvajes en general. Y en concreto, el libro se refiere a Białowieża, uno de los escasos reductos de los bosques templados que en tiempos cubrieron Europa hasta que la acción del hombre los eliminó para dar paso a bosques alterados, cultivados, o a su desaparición para urbanización y cultivo. Este bosque es patrimonio de la humanidad, pero sólo una pequeña parte tiene especial protección en Polonia como parque nacional. Y el libro de Blandin intenta reflejar la relación de los humanos que habitan en sus límites con el paisaje del bosque. Me gusta este libro. Viene con una foto de tirada limitada en tamaño Din-A4. Creo que echaré de menos estos libritos.

[Libro de fotografía] Los archivos de Hosoe Eikō – impresionante libro de un vida dedicado a la fotografía

Sin categorizar

La transcripción correcta del nombre del fotógrafo es como la he escrito en el título de la entrada, primero el apellido, Hosoe 細江, y después el nombre de pila, Eikō 英公. Hosoe Eikō. Pero se puede ver transcrito de diversas formas. Especialmente el nombre. Porque esa «o» larga del principio, cuando se transcribe desde el equivalente en hiragana de los kanji originales, えいこう, puede dar lugar a la forma Eikou, y los anglófonos, para hacer la pronunciación correcta con una «o» larga, lo transcriben como Eikoh. Y así, el título del libro publicado por MACK Books es simplemente Eikoh Hosoe, edición realizada por Yasufumi Nakamuri. Una recopilación retrospectiva de toda una vida profesional de un fotógrafo japonés, nacido en 1933, todavía vivo, hijo de un sacerdote shinto y que desde los primeros años cincuenta nos trajo su visión de la realidad del Japón de posguerra. Un país muy conflictuado y desorientado, que evolucionó hasta convertirse en una potencia industrial y económica, muy avanzado, pero sin que nunca se hayan desvanecido las contradicciones internas de su cultura y su sociedad.

Pero el libro es mucho mucho más que una visión hacia la sociedad y la cultura de su país. Con una calidad de impresión excelente, una fotografía por página, a veces ocupando una doble página, para poder disfrutar de una buena reproducción de la imagen, su precio aparentemente elevado, 65 euros, no me lo parece si consideramos todas las calidades puestas a su servicio; la material y la artística. El libro se va dividiendo en diversas épocas o áreas temáticas en la vida artística del fotográfo. La sociedad nipona, el cuerpo humano, los retratos de artistas y creadores, las formas de la obra de Gaudí, de cuya obra se enamoró en los años sesenta del siglo pasado.

Hoseo no es un fotógrafo acomodaticio. Si su obra comenzó con una visión documental, pronto se manifestó como un innovador, como un experimentador de las formas y de los contenidos. Muchas de sus obras, casi siempre en blanco y negro, tienen un fuerte componente expresionista. Con fuertes contrastes, con juegos de formas, luces y texturas, adentrándose o al menos bordeando el surrealismo, e incluso el dadaismo en alguna ocasión, el espectador no puede permanecer pasivo ante esta obra. La lectura lleva tiempo y un cierto esfuerzo, que es ampliamente recompensado por la satisfacción del disfrute de una obra visual primordial y de referencia en la fotografía japonesa… e incluso me atrevería a decir que en la fotografía mundial. Altamente recomendado. Y tengo para muchos días todavía descubriendo cada uno de los matices de esta sobresaliente retrospectiva de un fotógrafo superlativo. Pues a por ella.

[Libros de fotografía] Robert Adams y el paisaje americano y la felicidad postiza en China

Fotografía

Una entrada breve para el día de Navidad, que servirá también como mis recomendaciones fotográficas de esta semana. Dos libros de fotografía que encargué hace unas semanas y que me han llegado recientemente. Algunos paquetes de correos o de empresas de transporte llegan sin problemas… pero sólo algunos. Y estos dos son algunos de ellos.

Fiel al espíritu de Robert Adams, algunos paisajes suburbanos, en uno de los polígonos industriales de Zaragoza, en un largo paseo dentro de la niebla en la mañana de hoy mismo, día de Navidad.

Bueno… el primero de ellos, más que hace unas semanas, lo encargué hace unos meses. Es una amplísima retrospectiva de uno de los fotógrafos contemporáneos que más cosas me dice. Recogiendo fotografías que abarcan desde 1965 a 2015, cincuenta años de carrera como fótografo, American Silence es el último libro publicado sobre la obra de Robert Adams. Lo encargué ya… a finales de septiembre o principios de octubre. Cuando todavía no había salido a la venta. El caso es que en Amazon han tardado más de lo que pensaban en tenerlo disponible. Pero al final ha llegado a punto, como «regalo» un tanto «inesperado» de Navidad. Miembro de la famosa exposición colectiva New Photographics, de los años 70, es uno de los fotógrafos norteamericanos que se fija en el paisaje alterado por el ser humano. Su mirada se centra en los espacios abiertos y en los suburbios de las ciudades de estados del oeste americano como Colorado, California y Oregón. Su fotografía, en blanco y negro, es directa, sin florituras, descriptiva, pero de calidad. Y fundamentalmente pone el foco en la crisis de los valores más importantes de esta región del mundo, una vez que es alterada por la presencia del ser humano. Y no me refiero precisamente a los nativos americanos que vivían por allí. Como decía, uno de mis fotógrafos favoritos… por lo tanto, para mí, un libro imprescindible, que tardaré días en digerir.

Un tono menos trascendente tiene el libro Happy Tonite, libro que recoge una selección de autores chinos contemporáneos de las colecciones del Archive of Modern Conflict. Esta organización cultural privada, originalmente estaba dedicada a la recuperación y recopilación de fotografías y otros objetos procedentes de la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos armados que le siguieron en el siglo XX. Fotografías de lo que los anglófonos llaman vernacular photography, es decir, no realizadas por fotógrafos profesionales con fines documentales, reporteros gráficos o fotógrafos con un interés artístico. Vamos… la fotografía de la gente común o la que realizan profesionales de otros campos para sus propios fines. Con el tiempo, se extendió el archivo fotográfico a otros temas y procedencias, y en este libro se reúne una selección de fotografías contemporáneas, que reflejan la realidad constantemente cambiante del gigante asiático, con un enfoque específico en la ilusión de prosperidad y felicidad, sean estas más o menos reales, o más bien ficticias. Interesante la selección de fotografías, y viene bien para conocer a algunos de estos autores.

[Libro de fotografía] Libro de Óscar Monzón y algunas recomendaciones más

Fotografía

Hace un par de semanas, en las recomendaciones fotográficas del festivo lunes 6 de diciembre, comentaba cómo en una entrada de un perfil de Instagram había conocido la serie Order del fotógrafo español Óscar Monzón (Instagram), y que me había interesado. Tal fue la cosa que seguí navegando en la obra de este fotógrafo y en esta serie de fotografías sobre la vida cotidiana en la gran ciudad, una visión a medias entre la crítica y la simpatía o empatía hacia las personas, a pesar de la cierta distancia que imponen las focales utilizadas por el fotógrafo, y en algunas de cuyas escenas no falta el humor. En ocasiones, nos recuerda al Times Square de Philip Lorna diCorcia, aunque entiendo que la técnica utilizada es distinta, a ratos, son otros los fotógrafos que parecen haberse colado entre el ojo y la cámara de Monzón. Pero supongo que esa es la gracia de las artes, el diálogo entre los artistas con sus obras y sus temas. Recibí el libro a principio de esta semana. Y todos los días he hojeado algo. Muchos fotógrafos hoy en día se reivindican como street photographers, pero pocos me cuentan o me proponen un punto de vista personalizado. Afortunadamente, este es de los pocos.

No voy a entrar, por no enrollarme demasiado, en la peculiar asociación de ideas que me ha llevado a utilizar las fotografías de la cámara desechable en las cataratas del Niágara para ilustrar esta entrada. Unas fotos que, a pesar de sus deficiencias técnicas, cada vez me gustan más. O me dicen más.

Hoy no es un día en que me encuentre en un estado de ánimo maravilloso, precisamente. Y eso que ayer disfruté de una estupenda velada, muy muy moderada en el consumo de vituallas y bebidas alcohólicas, con unos amigos con los que la conversación es cordial, animada y optimista. Sin embargo, la pequeña copa de vino blanco que tome en la cena ligera me sentó como un tiro, aunque fue agradable de sabor. Y me costó un poco conciliar el sueño, este ha sido intranquilo y, paradójicamente, cuando me he despertado más relajado eran ya las 9:59 de la mañana. No puedo recordar cuanto tiempo hacía que no amanecía tan tarde. Me he asomado a la ventana… y las nieblas seguían ahí… lo cual me ha generado un bajón considerable. No me apetece salir a la calle. He aprovechado para actualizar sistemas operativos en diversos dispositivos… y en repasar con tranquilidad las recomendaciones fotográficas que tenía recogidas. No muchas. Y he eliminado varias.

Me he quedado con la serie Shikawatari, como nos proponen en Pen ペン Magazine, de la fotógrafa japonesa Shiraishi Chieko, a quien sigo desde hace ya un tiempo en Instragram. La fotógrafa tiene su base en Tokio, pero se siente claramente atraída por el paisaje de la más norteña de las grandes islas del archipiélago nipón, Hokkaido. La serie está dedicada a los ciervos (shika シカ) de la fría pero hermosa isla septentrional. Con un monocromo melancólico, con contrastes suaves, busca transmitir los silencios de los espacios naturales del paisaje, fríos y majestuosos, con la presencia de lo shika animando ligeramente el paisaje. Y me ha despertado el deseo de viajar wanderlust,… justamente ahora que con la nueva onda epidémica regresan muchas de las restricciones al viaje levantadas en los últimos meses. No es que tuviera pensado viajar de forma inmediata en los próximos tres o cuatro meses… pero la situación no colabora a mejorar mi estado de ánimo. Tampoco la inminente llegada de las fiestas navideñas, que desde hace muchos años tienen un profundo efecto depresivo y melancólico en mí.

También paisajes abiertos, aunque mucho más soleados y luminosos son los que nos propone el norteamericano Patrick Warner (Instagram), que recorre su estado natal, Montana, entre el paisaje natural y el humano sociológico, reflexionando sobre los cambios introducidos por la polarización ideológica de las sociedades y por los cambios que empiezan a notarse por la crisis climática global. Nos lo han propuesto en Booooooom.

También en Booooooom tenemos la visión de Jenny Kim (Instagram), una fotógrafa norteamericana de origen asiático, supongo que coreano, que dirige su cámara a la familia, las presiones asociadas al envejecimiento, especialmente asociado a la fertilidad o su ausencia en la mujer, sin desdeñar acompañar las fotografías de las personas con las del paisaje que las rodea. Por algún momento, a pesar de la distancia social que nos separa en varias dimensiones, sus fotos han resonado en mi cabeza en estos momentos.

[Libros de fotografía] Michals y lo conceptual, y Fukushima

Fotografía, Literatura

Esta entrada tendría que haber ido ayer, como mis recomendaciones fotográficas habituales de los domingos. Pero después de una mañana de caminata, tuve una tarde bajón anímico, que sólo me permitió apañar cuestiones prácticas pendientes para un viaje inminente y hacer un maratón del drama coreano de Netflix, del cual, igual os hablo mañana. Muy interesante. Pero hoy vamos con un par de libros de fotografía que me han llegado a casa en los últimos días… por orden de llegada.

Las regiones afectadas por el terremoto de Tōhoku (literalmente «nordeste») se encuentran al norte de Tokio. Y en mis dos viajes al País del Sol Naciente sólo he ido al norte de Tokio para visitar Nikko. Pero está en nuestros planes que, cuando se normalicen los viajes al amainar la pandemia, haremos un viaje por el norte de la isla de Honsu.

Duane Michals es uno de mis fotógrafos favoritos. Y además, es el fotógrafo con el que aprendí realmente qué es la fotografía conceptual y lo muy interesante que puede ser. «Fotografía conceptual» es un término muy maltratado y es usado por mucha gente como le interesa. Las más de las veces para atribuir a su fotografía un interés que no tiene. Pero en Michals los conceptos están claros, a través de sus sencillas, que no simples, imágenes, pero llenas de significados. Hace unas semanas vi anunciado el último libro publicado del autor, muy recientemente, bajo el título bilingüe The Idiots Delight / Plaisirs ridicules, en el que el fotógrafo juega con el absurdo en una serie de retratos escenificados, que son acompañados por breves frases o expresiones. Fotografías en blanco y negro en un tamaño más que respetable, a doble página en un libro cuyas dimensiones externas son unas notables 34 x 26 cm. Es un libro divertido, del que todavía he oído hablar poco, pero que a mí me ha encantado. Eso sí… se asume la inteligencia del «lector», ya que sólo están las fotos con sus breves frases. Ni introducciones, ni sesudos comentarios complementarios por algún sabio de la fotografía… la «lectura» de la fotografía conceptual necesita de palabras las justitas. Lo importante son las imágenes.

El otro libro nos habla de las consecuencias del seísmo de Tōhoku de 2011 en Japón, más conocido por la catástrofe nuclear de la central de Fukushima que tuvo como consecuencia. Hablo de Out of Sight, Fukushima à l’abrí du regard, en japonés 曖昧な喪失 Aimaina sōshitsu [pérdida ambigua] ,un libro tetralingüe, japonés, inglés, francés y alemán, realizado mano a mano entre una fotógrafa francesa que vive y trabaja en Japón, Delphine Parodi, y una escritora y poetisa japonesa, Yōko Tawada, que vive y trabaja en Alemania. El libro conjuga un serie de dípticos fotográficos de Parodi, retratos ambientales y paisaje de naturaleza, con los textos que Tawada, para hablarnos de las gentes que se han pegado a la tierra a pesar de la catástrofe y de los riesgos, tratando de humanizar a aquellos que se han quedado tras la tragedia. Incluye testimonios vitales de estas gentes. Son muchos los autores, tanto visuales como literarios, que han dirigido su mirada y pensamiento hacia esta tragedia. Pero en su aparente sencillez, este trabajo es uno de los que más me han llegado y convencido. Y tiene poco de espectacular, pero no carece en absoluto de profundidad. Necesitaré mi tiempo para ir leyendo y reflexionando sobre todos los textos que en el aparecen.

[Libro de fotografía y más] Islandia y otros paisajes humanos

Fotografía

Esta semana pasada he recibido uno de los últimos libros encargados a Another Place Press. Ya os he hablado de esta editorial en otras ocasiones, así que simplemente decir que está especializada en libros de fotógrafos que nos hablan de nuestra relación con el paisaje. Y a un precio económico.

El año que Jessica Auer se trasladó a vivir a Islandia coincidió con el año en que yo visité el país. Y también me interesé en mis fotografías por las gentes que se movían en el entorno del fenómeno turístico.

En esta ocasión se trata un libro de la fotógrafa canadiense Jessica Auer, titulado Looking North. Hace pocos años, la fotógrafa se trasladó a vivir a Islandia. De alguna forma, coincidiendo con el boom del turismo a la isla nórdica. Y fijó su mirada en ese fenómeno, y en el impacto en la vida de los islandeses. Nada de paisajes espectaculares con colores saturados y dimensiones magníficas, aunque esos paisajes están ahí, aunque presentados con más discreción. Son las personas. Los visitantes, los isleños que les prestan servicio, su relación con el paisaje, y también los elementos, casi siempre kitch o rondando ese concepto que suelen acompañar el fenómeno del turismo. En pocos días se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Mi copia viene con una copia firmada y numerada de una de las fotos en tamaño DIN A4.

Stephen Shore es uno de los fotógrafos de referencia en el último tramo del siglo XX y aun en estos días. Y su trabajo también pone en relación el paisaje, natural o preferentemente urbano, con el ser humano que lo interviene o lo habita. En American Suburb X nos hablan de su trabajo Steel Town, nos habla del paisaje del cinturón de la industria siderúrgica en los Estados Unidos, relativamente venido a menos en las últimas décadas y su relación con esa población masculina, muy desorientada en sus valores, desgraciadamente granero de votos hacia Trump u otros populismos.

En Photography of China nos hablan de un trabajo de Kensuke Koike, fotógrafo japonés que interviene sobre fotografías antiguas, retratos, y cuya cuenta de Instagram vengo siguiendo desde hace años. En un momento dado se alío con el coleccionista francés de fotografías antiguas chinas, muchas veces anónimas, Thomas Sauvin, para realizar intervenciones sobre copias modernas realizadas a partir de negativos del álbum de un estudiante universitario de Shanghai en los años 80 del siglo XX. Y hay intervenciones realmente interesantes, sobre unas fotografías, unos retratos, no menos interesantes.

A partir de una serie de publicaciones en la cuenta de Tumblr Gacougnol, me interesé recientemente por el trabajo del japonés Hajime Sawatari. El fotógrafo japonés se centra principalmente en el retrato, a veces en el desnudo, centrando sus series en una única persona, principalmente una mujer. Pero sus sujetos son diversos. Pueden tener nombre o ser anónimos. Pueden ser posados o ser retratos al vuelo. Puede ser su hija. Todavía estoy explorando su trabajo. Y estoy contemplando la posibilidad de contemplar alguno de sus libros. Pero un poco más adelante. Que este mes ya he realizado algún gasto extra… y existe una innegable posibilidad de vacaciones con viaje en el horizonte.

[Libro de fotografía y algo más] Tomoko Yoneda y la historia

Fotografía

Cuando se anunció el final de la vigencia del estado de alarma para el 9 de mayo de este 2021, segundo año de pandemia, se dio una circunstancia peculiar. Determinados municipios o comarcas de una comunidad autónoma podía estar confinadas por motivos epidémicos, pero no podía haber límites al tráfico entre comunidades autónomas. Algunas lo intentaron… porque cuando sucedió este final del estado de excepción, la última onda epidémica, ya no llevo la cuenta… porque todo depende de cómo se cuente, todavía hacía estragos. Pero los tribunales, que muchas veces han demostrado en el último año y medio que el derecho a la salud y la vida lo consideran por debajo en jerarquía a la economía y las finanzas, han ido anunlando estos intentos en buena parte de las comunidades autónomas. El caso es que… de perdidos al río. Con una dosis de vacuna ya puesta, y con unas razonables precauciones a la hora de tratar con los indígenas de la comunidad de Madrid, me planteé hacer un viaje en el día a la capital del reino.

Había varias cuestiones que me inclinaban a ello, de las cuales sólo comentaré una, puesto que las otras me parece faltas de interés en general o entran en el ámbito de los estrictamente privado, de lo que no suelo hablar aquí. Pero una de las que se puede comentar es que desde hacía tiempo sabía de una exposición en una de las salas de la Fundación Mapfre de la fotógrafa japonesa radicada en Francia, Tomoko Yoneda.

No son fotografías coloreadas como las de Kazusama Ogawa, de quien hablo más abajo, pero me ha parecido adecuado al tema traer estas fotografías de la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza.

Yoneda me ha llamado la atención desde hace tiempo. Es una fotógrafa versátil, que utiliza cualquier medio fotográfico que le venga bien para sus intenciones. Lo mismo puede utiliza cámaras de gran formato o medio formato, que coger la pequeña Olympus Pen de su padre, con sus negativos subminiatura, la mitad de lo que se considera el negativo estándar que se consigue con película de 35 mm. Pero sobretodo me interesa por sus temas. Entre la antropología y la reflexión sobre el pasado, es una fotógrafa que basa muchas de sus series en la memoria histórica. En el regreso a los lugares que forman parte de hechos transcendentales, bien en la historia de la humanidad o de los países en general, o de la historia personal, un punto de vista más particular. Y estes es un enfoque que me atrae mucho.

Finalmente, no viajé a Madrid. Aparte de lo antipática que se está poniendo últimamente esa comunidad por diversos motivos, me encontré conque la exposición terminó sus días al mismo tiempo que el estado de alarma. Y algunas de las personas, amistosas y queridas, con las que pretendía encontrarme, no iban a estar disponibles con un margen de tiempo suficiente como para que nos pusiéramos al día en tranquila charla. Lo que sí hice, a cambio, fue comprar a través de internet el catálogo de la exposición. Fundación Mapfre siempre hace unos catálogos sencillos pero muy bien presentados. Y os lo recomiendo.

Y ya que estamos con una fotógrafa japonesa, añadiré algunas recomendaciones más sobre fotógrafos de esa nacionalidad:

En el Tumblr de Gacougnol, muy interesante para ver fotografías y conocer fotógrafos, pude ver la obra de Ayako Takaishi, realizada sobre medios fotoquímicos tradicionales. Lo que más me gustó e impresionó fue las naturalezas muertas. Pero no hay que desdeñar otros temas en la obra de la fotógrafa que se mueve a caballo entre Tokio y París. Su página web, que he enlazado antes, está todavía en desarrollo. Pero tiene dos cuentas en Instagram recomendables. Una para su trabajo más artístico, especialmente las naturalezas muertas, y otra para sus viajes y desplazamientos. Aunque el estilo visual de ambas es similar.

En Pen ペン Magazine me llamó la atención el artículo con las fotografías coloreadas a mano por Kazumasa Ogawa. Fundamentalmente, fotografías de flores. Ogawa fue un fotógrafo de la era Meiji. En aquella época las fotografías coloreadas a mano eran muy populares en Japón, aunque la mayor parte funcionaban como recuerdos de viaje, y escenificaban atuendos, personas o lugares más típicos del periodo Edo que de la época en que se hicieron. Pero las de Ogawa tenían un sentido en sí mismas, como reproducción de la realidad, complementando la fotografía con la pintura para una reproducción adecuada de las flores que interesaron al fotógrafo. Fue un fotógrafo prolífico, por lo que su obra abarca más ámbitos y géneros. Pero este es el que me ha interesado.

[Libro de fotografía/Recomendaciones fotográficas] Ogawa Yasuhiro y algo más

Arte, Fotografía

Al igual que las semana pasadas, la entrada de hoy era para comentar mi última llegada a mi biblioteca de libros de fotografía. Pero incluiré también algunas recomendaciones que me parecen apropiadas.

También he de decir que las fotografías acompañantes son de mi participación en la #fp4party de este año, a la que he dedicado una segunda entrada, «fiesta» de la fotografía con película negativa en blanco y negro, cuya naturaleza ya os expliqué hace unos días. Los aspectos técnicos de las fotos de hoy los podéis encontrar en # FP4Party Edición 2021 – Leica M6.

Ya hice un breve comentario el domingo pasado del fotógrafo japonés Yasuhiro Ogawa, fotógrafo viajero que ha recorrido amplias regiones de Asia y otras partes del mundo. Tanto me gustaron las fotografías que vi de él en Photography of China, que decidí encargar el libro The Dreaming. Como el mismo explica, la idea le vino cuando cumplió los 50 años, y decidió revisar su colección de negativos en blanco y negro de sus viajes. Fundamentalmente, Asia oriental, Sudeste asiático y alguna otra parte del mundo como Centroamérica o Sudamérica. El resultado es un libro no muy extenso, ligero, muy manejable, agradable de hojear, que como su título indica nos traslada al viaje como un concepto de ensoñación. Etéreo. Apenas material. Paisajes y personas de los lugares que visita o con quienes se encuentra, despojados de los elementos que los perturban. Sobrios. Muchas veces jugando con las sombras, como le hubiera gustado a Tanizaki. O con las inclemencias del tiempo. Lo cierto es que desde que lo recibí a principio de semana, todos los días lo hojeo una ratito, y cada vez me gusta más. Y despierta, todavía más, en mí, el deseo de viajar. ¿Cuándo lo podremos satisfacer?

Como también lo ha hecho el artículo de Pen Magazine, en el que vemos algunas de las fotografías que la fotógrafa Nora Rupp realizó en su peregrinaje por los 88 templos budistas de las isla de Shikoku, la más pequeña y menos conocida de las cuatro principales del archipiélago japonés. Aunque para quienes hemos leído el Kafka en la orilla de Murakami no será familiar. Son fotografías directas. Tomadas sobre la marcha, sin buscar necesariamente el momento adecuado, la luz adecuada,… donde encuentra lo interesante, especialmente a los peregrinos, fácilmente distinguibles por su atuendo, ahí hace la foto. Lo que resulta en una fotografía sin tapujos, directa. Y por ello, nos aparece más sincera. Y a pesar de todo, bella. Hizo un librito de la peregrinación, Henro, pero no lo encuentro. Previamente hizo algo similar, aunque no me resuena lo mismo, con el Camino de Santiago.

Finalmente, Elizabeth Avedon dedica una de sus entradas a las fotografías de Tokio de Sean Perry. Tokio es una ciudad que me atrae constantemente, aunque luego, en los dos viajes en los que he parado allí unos días, no me resulte especialmente acogedora. Me abruma un tanto. Sólo algunos rincones de la ciudad me resultan realmente acogedores. Las fotografías de Perry, aunque bellas, no dejan de representar esa ciudad enorme, poco acogedora, de edificios enormes y casi amenazantes. Y sin embargo, lo que daría en estos momentos por volver a Tokio una tercera vez. Con el tiempo.

[Libro de fotografía/Recomendaciones fotográficas] Richard Misrach y algo más

Arte, Fotografía

Básicamente, la entrada de hoy era para comentar mi última llegada a mi biblioteca de libros de fotografía. Pero incluiré también algunas recomendaciones que me parecen apropiadas.

El libro On Landscape and Meaning del fotógrafo californiano Richard Misrach es el sexto de la serie The Photography Workshop de la editorial Aperture. Tengo los seis libros, y son de mis favoritos. En el mundo de la fotografía o cualquier otro mundo del saber y de las artes. Porque aúnan dos grandes propiedades; son una oportunidad para contemplar grandísimas fotografías y por que son una oportunidad para aprender de los grandes fotógrafos que las han realizado. Y que las más de las veces lo hacen con sinceridad, humildad y calma. Y el libro de Misrach se ha convertido casi de inmediato en mi favorito, quizá disputándose el título con el de Todd Hido. Probablemente porque hablan del paisaje. Pero no el paisaje de moda, llamativo, saturado, espectacular y al mismo tiempo repetitivo, que se puede ver en las redes sociales más diversas. Sino el del paisaje auténtico. Con significado como dice el título del libro. A veces bello. A veces no. A veces bello en su ausencia de belleza. Alterado por el ser humano las más de las veces. Y que no huye del entorno urbano, que también es paisaje. Un libro de fotografía que es un gozo, no sólo para ver, sino también para leer.

Mi particular visión del paisaje… en parte inspirada por fotógrafos como Misrach. De este rollo de película negativa en color, ya os hablaré dentro de unos días. Que no me da la vida para ir tan deprisa.

Quienes lean de vez en cuando estas entradas sobre libros o recomendaciones fotográficas, observaran que poco a poco sitios en internet dedicados a la fotografía y culturas asiáticas se abren paso con frecuencia en ellas. Entre ellas Photography of China, sobre la fotografía en China, aunque todo indica que el sitio se edita y publica desde Francia. Con autores chinos y de otros lugares del mundo que se interesan por la actualidad y cultura chinas. Sospecho que un sitio así no siempre tendría el beneplácito de las autoridades chinas… por aquello de la censura y tal que tienen como costumbre las dictaduras.

Y así, en los últimos días me he fijado en un artículo sobre el fotógrafo Luo Dan que usa la antigua técnica del colodión húmedo para retratar a los miembros de minorías en la inmensidad china, otorgando a sus imágenes un aire atemporal. Y también en otro artículo, esta vez sobre el fotógrafo japonés Yasuhiro Ogawa, fotógrafo viajero que ha recorrido amplias regiones de Asia y otras partes del mundo, cuya obra se exhibe actualmente en Hong Kong. Tanto me interesó el contenido de sus fotografías que he encargado el libro. Cuando llegue os cuento.

Mucho más reciente es mi adicción a Pen Magazine, una revista con su versión en línea que nos llega desde Tokio, y que abarca muchos más ámbitos culturales y artísticos además de la fotografía. Estos días atrás me han interesado dos artículos sobre fotógrafos. El primero, dedicado a Momo Okabe, que refleja las identidades sexuales alternativas a la visión binaria tradicional, con una colorida y potente puesta en escena, para una artista que se define a sí misma como asexual, al mismo tiempo que madre. El segundo, dedicada a Masaki Yamamoto, que ha documentado la vida de una familia de siete miembros que durante 18 años ha vivido en un minúsculo apartamento de una sola habitación.

Este sitio también me inspiró la compra de un libro, aunque no de fotografía. Hubiera preferido que estuviera en papel, pero sólo se puede comprar como libro electrónico, y es Harunobu Suzuki’s 100 Beauties, escena de la vida cotidiana, especialmente femenina, en el Japón del siglo XVIII, grabadas según la técnica, que tanto me gusta, del ukiyo-e. Como el título del libro indica, del pintor Harunobu Suzuki, claro. Para contemplar y hojear en el iPad o en el ordenador de sobremesa.

Como veis… al final todo acaba en los libros.

[Libros de fotografía] … y «sakura», tulipanes y narcisos

Fotografía

El domingo pasado llegó la primavera. Y este domingo se nota. Ya desde mediados de semana empezaron a subir las temperaturas. Así que las flores de los cerezos ornamentales del Parque Grande de Zaragoza, que el lunes apenas habían asomado media docena entre todos los arbolitos (les falta mucho por crecer), este domingo ya habían reventado en mayor número. Aunque aun quedan muchas por hacerlo. Las sakura de los japoneses… incluso había una pareja haciendo su hanami particular, desayunando en la hierba junto a los cerecitos. Quizá ella tuviera rasgos orientales,… pero con la cosa de las máscaras y estas cosas… El caso es que ya he dedicado un par de ratos a hacer fotografías. Este año, además, han plantado unos narcisos y unos tulipanes muy vistosos en las riberas de una pequeña acequia que atraviesa el parque en el paseo de los Bearneses. Cuando he llegado era pronto y estábamos cuatro gatos. Pero cuando me iba, aquello era una invasión humana de proporciones considerables.

Así pues, ilustraré esta entrada sobre los últimos libros de fotografía que me han llegado con algunas fotografías de «sakura», tulipanes y narcisos,… y así me quedará muy primaveral. Pero vamos con los libros que es a lo que iba en principio.

Hace unas semanas leí sobre la publicación de un libro de la fotógrafa norteamericana Deanna Templeton, titulado What She Said. Un libro de fotografías no actuales. Más bien un álbum de fotografías personales de sus tiempos de adolescente en los años ochenta, en el que además de fotografías propias y de sus amigas (y también algún chico) adolescentes, encontramos todo tipo de recortes, panfletos, cartas, entradas de conciertos… y todo tipo de recuerdos que una persona puede recopilar por las memorias que le aportan. Me pareció curioso, interesante. Pero en ese momento no me atrajo su compra. Pero…

Unos días después me enteré que el fotógrafo Alec Soth (instagram), un autor que me gusta mucho, había abierto un canal en Youtube y que lo estaban recomendando mucho. Así que me fui a el y vi el vídeo más reciente que había publicado. Y,… ¿a que no sabéis de qué libro estaba hablando? Efectivamente. Del álbum de fotografías de adolescencia de Templeton. Os pongo el vídeo.

Después de escuchar el comentario de Soth, ya no me cupo la menor duda, tenía que tener ese libro. Y lo pedí. Y me llegó enseguida. Y llevo varios días con él. Porque no se trata de ver y mirar las fotos solamente. Todos los textos, todos los recortes, todas las entradas, todos los folletos reproducidos tienen su historia y su interés. Un mirada íntima, profunda y sincera al mundo de la adolescencia. Dura en ocasión. Muy dura. Y tierna y esperanzadora en otras.

Por otro lado, me ha llegado un nuevo trío de cuadernos de la colección Field Notes de la editorial británica Another Place Press, que ha remodelado su página web. Normalmente estas remodelaciones me hacen temblar… pero en esta ocasión parece que ha sido para bien. Todavía es más claro y sencillo el proceso de localización y compra de la publicación que te interesa. Si os interesan estos cuadernos, están todos en la sección Zines.

El número 022 es de Casey Bennett, fotógrafo canadiense de la Columbia Británica, con su cuaderno Singing Their Weird Song, una exploración de una pequeña isla pantanosa, en el centro de la ciudad de algo menos de 10 hectáreas, protegida por ser santuario de fauna local. El proyecto surgió entre los paseos cotidianos durante el periodo de confinamiento por la pandemia actualmente en curso.

El número 023 también llega desde Canadá, de Saskatchewan, de la mano de la fotógrafa Vera Saltzman (instagram), que se ha fijado en los vistosos silos de grano que flanquean las líneas ferroviarias del lugar, cada vez más en desuso, y que quedan como arqueología agrícola moderna, reflejo de una época. El nombre del cuaderno… The Elevators. Me encantan este tipo de fotos.

El número 024 es el más misterioso, porque no se acompaña de mucha información, por lo que queda al criterio del lector de las fotografías otorgarles parte de su significado. Realizado por el fotógrafo polaco Adam Wilkoszarski (instagram). Es en esta red social donde encontramos las claves a estos paisajes desérticos, salpicados de desechos, y en los que de vez en cuando vislumbramos edificios en estado de mayor o menor abandono. Todo indica que las fotos de When The Dust Settles proceden de las zonas limítrofes del estado de Israel, fronteras siempre complejas y conflictivas.

[Libros de fotografía] Viajes, paisajes y moda cinemática

Fotografía

Wing Shya fue fotógrafo de plató o «foto fija» de algunas de las películas de Wong Kar-wai de las que os he estado hablando recientemente. O colaboró de alguna forma con ellas… Hizo fotos relacionadas con ellas. Ha colaborado también con otras gentes del famoseo cinematográfico, musical y del mundo de la moda. Recientemente vi anunciado un libro «triple» que me interesó… pero que tiene un precio bastante elevado, al que hay que añadir costes de envío desde lugares lejanos, que todavía lo incrementan más. Y como no estaba seguro si todo el libro me iba a gustar o estaba simplemente bajo el influjo de las imágenes del ciclo de cine de Wong Kar-Wai, decidí atemperar mis deseos. Pero encontré otro libro del mismo autor con precio más razonable, así como los costes de envío, Shanghai, y que podía darme a conocer el estilo del fotógrafo. Que en realidad es mucho más diverso, por lo que se puede ver al hacer una búsqueda por la red de redes. El libro es fotografía de moda, en colaboración con una conocida fama de las que hace pagar caro el capricho de lucir su marca, y está realizado como su título indica en la cosmopolita ciudad china. No está mal. Pero yo soy algo rarito para los libros de fotografía de moda, y es difícil que me lleguen a satisfacer del todo. Adopta un estilo visual muy basado en sus colaboraciones con el director de cine mencionado.

Como Wing Shya, nos iremos a fotografiar las gentes y los paisajes de Shanghai.

También comenté recientemente la obra del fotógrafo taiwanés Lin Yu Chih, un fotógrafo viajero que ha recorrido amplias zonas del Asía oriental y suroriental. Recoge sus viajes de una forma muy personal, fijándose sobre todo en las gentes. Y se aleja, oponiéndose casi diametralmente, a las modas actuales de fotografía de viajes colorida y espectacular, para refugiarse en un blanco y negro intimista. En Tiny Christs, el viajero se acerca a las gentes que encuentra en sus periplos por China y Tailandia. Y el libro se construye como un álbum de recortes o un diario en el que se adhieren las fotos, aunque hay poco texto. Para disfrutar de otra forma de considerar los viajes.

Finalmente, la siguiente entrega de tres cuadernos de campo, Field notes, que nos llegan desde Another Place Press.

El número 019, de Sushavan Nandy (instagram), Ebbing Away of Identity with the Tides, nos habla de las islas del delta del Ganges que están desapareciendo, llevadas por las mareas cada vez que estas suben, y cada vez suben más debido al cambio climático. Y con ellas, se empobrecen y desaparecen las poblaciones que las habitan. Me ha parecido de los field notes más interesantes que han publicado hasta ahora.

El número 020, de Alice Oliver (instagram), Somewhere & Nowhere, documenta con una variedad de motivos y estilos el viaje que la fotógrafa realizó con su padre por el sur de Gales, lugar donde el hombre nació.

El número 021, de Joanne Coates, North Sea Swells, refleja la vinculación de la fotógrafa con el mundo de los pescadores del mar del Norte y con la industria pesquera. Muchos retratos y algunos paisajes y fotografías de entorno. Está bastante bien.

Y esto es todo por ahora.

[Recomendaciones fotográficas ] Un libro y otras cosas

Fotografía

Aunque soy bastante previsible sobre los temas que puedo hablar cada día de la semana en este Cuaderno de ruta, y más durante la pandemia en la que hay poco lugar a las sorpresas debido a las limitaciones de movilidad y a las rutinas que nos ha impuesto, me gusta sentirme libre sobre de lo que voy a hablar en estas páginas. Y hoy tenía varias opciones… pero me he liado haciendo cuentas y previsiones… porque justamente el 8 de febrero, mañana, es uno de los días donde me autoimpongo un tema. Después de darle vueltas sobre si hablar o no de una película, se me van a amontonar, he decidido que no, que ayer ya lo hice, y que ya veré como me organizo en la próxima semana.

Muy despacito, pero voy seleccionando y preparando las fotos para el mi volumen «2020 en fotos». Me cuesta. Son fotos significativas de alguna forma del año, descontando viajes. Y tal vez confinamientos, porque ya hice un libro sobre esos meses… poco a poco, supongo.

Así que voy con algunas recomendaciones fotográficas.

Primero, un libro que me llegó esta semana. Del fotógrafo británico Marc Wilson, Travelogue 1 es un libro de viajes. Pero no veremos las bellas fotografías al uso que la mayor parte de la gente asocia a los viajes. Esas de Instagram u otras redes sociales o sitios de compartir fotografía, tan espectaculares, llenas de un saturado colorido, y esas cosas. No. Son fotografías de países del este de Europa, restos de la antigua Unión Soviética, que tras 20 años del derrumbe del coloso siguen sin encontrar una estabilidad, siguen sin una transición razonable a la democracia o, algunos de ellos, incluso sin un reconocimiento internacional. Paisajes y gentes descarnados, melancólicos, que a veces nos parecen de otros tiempos. En lo que parece que va a ser el primero de una serie, visitamos Transnistria, la región de Moldavia de mayoría rusa, que es rebelde al gobierno del país, pero que cuya soberanía y estatus particular nadie reconoce. El libro viene con una fotografía firmada de ambiente ferroviario que me encantaría haber realizado yo mismo.

Hablando de libros, últimamente me han interesado un par de libros que se encuentran en la librería y editorial japonesa Shashasha (instagram). Esta librería tiene un amplio catálogo de libros de fotografía oriental muy interesantes. Y con precios muy variados, pero algunos bastante razonables. El problema es que los costes de envío son caros, y a veces duplican el precio de algunos libros. Y muchos de ellos no son fáciles de encontrar en librerías occidentales. Antaño tenía una aplicación para iPad donde los podías adquirir en forma virtual, pero desapareció. Por ejemplo, de los que he visto que tenían y que me gustaría comprar hay uno de Araki Nobuyoshi dedicado a su esposa Yoko, o el titulado Tiny Christs de Lin Yu-Chih, aunque este está editado por una editorial italiana y lo conseguiré por esa vía. En cualquier caso, muy interesante Lin Yu-Chih… fotógrafo taiwanés, de quien no he encontrado página web o presencia en redes sociales. Incluyo me ha costado saber si es hombre, que sí, o mujer, que no. Creo.

En estos momentos, en Shashasha están presentando la obra de Eiji Ohashi (instagram), fotógrafo japonés que ha convertido las ubicuas en Japón máquinas expendedoras de bebidas en un elemento fundamental de sus paisajes, algunos de gran belleza. Las fotografías más recientes son paisajes urbanos o semiurbanos, de la isla de Hokkaido, en la que las máquinas aparecen cubiertas, semicubiertas o rodeadas de nieve, creando un punto de color que destaca en el paisaje, muchas veces nocturno o crepuscular. El fotógrafo es de esta isla del norte de Japón. Hokkaidō, 北海道, el camino 道 de los mares 海 de los norte 北…

En otro orden de cosas y estilos, fotografías espaciales. Del espacio. O quizá deberíamos decir,… desde el espacio. Donald Pettit es ingeniero químico y astronauta de la NASA. Además de sus misiones en el espacio y en la Antártida, allí para buscar micrometeoritos, también le gusta la fotografía, y en sus «viajes» ha recopilado una interesante colección de fotografías que nos presentan en Lenscratch.

Y como hoy estoy muy «viajero», con la imaginación porque en la realidad ya veremos cuándo nos dejan viajar, apunto aquí una entrada en Photography of China dedicada a Marc Aziz Ressang (instagram) que nos lleva a la meseta tibetana, cuyo trabajo intenta reflexionar sobre la dureza de la vida a gran altura y su relación con la espiritualidad de las gentes del lugar. No está mal. Aunque yo siempre recuerdo que todos los datos indican que las fuertes creencias en lo sobrenatural están relacionadas sobretodo con bajos niveles de educación y con la pobreza. Quizá… independientemente de la altitud. Pero están bien, las fotos.