Madrid
[Fotos] Zaragoza nublada, Utebo soleada, con película para negativos en color y un poquito de frustración.
FotografíaEsta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Con cámaras Canon EOS 3 y EOS 650, objetivos Tamron 90 mm f2.8 Macro y 35 mm f1.8 y película Kodak UltraMax 400
En la parte positiva, es el segundo rollo de nueva factura que he digitalizado integramente en casa por mí mismo y los resultados han resultado no sólo satisfactorios, sino que en la mayor parte de los fotogramas del rollo de película para negativos en color mejores que lo que me llega de los laboratorios comerciales, que cobran una pasta gansa por la tarea. Y el fichero de imagen tiene bastante más resolución, diría que excesiva, no necesito tanto, y mucha más profundidad de color para trabajar con él. Fenomenal. Especialmente las soleadas fotografías realizadas en Utebo. Da igual que una película para negativos en color sea de poca o mucha sensibilidad, a todas les gusta que haya abundancia de luz.




En la parte negativa, el nuevo teleobjetivo corto para macrofotografía que compre de ocasión hace unas semanas no funciona bien con las cámaras teóricamente compatibles para película fotográfica. Su comportamiento con las cámaras digitales en impecable… pero con las cámaras más antiguas… va a trancas y barrancas y su uso no es nada práctico. No es ningún drama. Suponía que podría ser así. Pero las primeras pruebas, sin rollo de película en cámara, parecían optimistas. Nada… no funciona bien. Bueno seguiremos como estábamos, que al fin y al cabo la mayor parte de la macrofotografía que hago, la hago sobre cámara digital por varias cuestiones de orden práctico.




[Fotos] Madrid por PhotoEspaña 2025 y Alagón al amanecer
FotografíaEsta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Con Pentax Spotmatic, Takumar SMC 35 mm f2 y Kodak Gold 200. Digitalización doméstica de negativos con cámara digital.
En la escapada en el día que hice en junio para visitar algunas exposiciones de PhotoEspaña 2025, me llevé una cámara con película fotográfica, como tengo por costumbre. Pero no llegué a terminar el único rollo de película que le puse. Por dos motivos. La ruta de exposiciones que realicé no me resultó ese día especialmente inspiradora, o no tenía yo la cabeza en la cuestión, y las condiciones de luz, sol radiante, implacable, en pleno solsticio de verano, cayendo casi vertical en las horas centrales del día, no era la mejor luz. No es que no sea aprovechable. Es que es un tipo de luz, de la que tantos compatriotas se siente orgullos, como si tuvieran algún mérito en ella, que me aplana, me agobia, y me descentra.




Por ello, sólo hice 25 de las 37 fotografías que al final salieron en el rollo. Las otras 12 las hice, para terminar el rollo, en una de las escapadas que hice a Alagón en las últimas semanas. Una escapada de la que tengo que contar cosas fotográficamente más interesantes, próximamente. Pero no me quedaron mal las que hice con este rollo de película para negativos en color. La principal novedad de estas fotos es que, después de hacer ensayos con viejos rollos de película, es la primera que directamente digitalizo yo con la ayuda de un software dedicado. El fin principal es ahorrar una buena cantidad de dinero. El fin secundario, pero que después de la experiencia se puede convertir en el principal, para ajustar el aspecto final de la fotografía a lo que yo percibí y no a los estándares que se manejan en los laboratorios comerciales, muy centrados en «cómo tiene que lucir la Portra 400», aunque no estés haciendo retratos, y estés utilizando otras películas. De momento bien. Ya veremos en un futuro.




[Viaje] Madrid y algunas de las exposiciones de PhotoEspaña 2025
FotografíaEsta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Algunas notas tomadas con la Sony ZV-1 mientras visitábamos la exposiciones.
Como tantos años, este 2025 también me he desplazado un día a Madrid para ver algunas de las exposiciones del festival de fotografía PhotoEspaña. Y eso que me daba un poco de pereza. Mucho calor en Madrid en verano, y más desde que los veranos en España se está convirtiendo en verdaderos infiernos. Lo cierto es que en los días previos no tuve mucho tiempo para revisar la programación de exposiciones, y tal vez podríamos haber echo un recorrido un poco más vistoso. O simplemente, la edición de este año no es tan vistosa como la de otros años.

Habías exposiciones de dos de mis fotógrafos favoritos, todavía vivitos y coleando, pero octogenarios o nonagenarios. En Colón, en el la salas de exposiciones de Teatro Fernán Gómez, una exposición dedicada al viaje por Europa que hizo un joven Joel Meyerowitz entre 1966 y 1967, con Vivian, su primera esposa. Viaje durante el cual estuvo varios meses apalancado en Málaga, donde trabó amistad con una familia gitana, de donde salió una experiencia y unas fotografías muy interesantes. En Fundación Canal, una retrospectiva dedicada a Duane Michals que me recordó mucha a otra similar que vi en Barcelona hace unos años, y que me resultó menos novedosa. Una retrospectiva de Meyerowitz vi hace unos años en Viena, pero no dedicaba tanto espacio ni tanta profundidad a su experiencia europea, aunque fue cuando me convertí en un fan de sus fotografías.

En la galería Fernández-Braso se expone la última serie de Judith Prat, Aquella niebla, este silencio. Después de sus Brujas, la fotógrafa de Altorricón se fija en el comercio de esclavos y en los restos de esclavitud que quedaban en el muy disminuido imperio español durante el siglo XIX, a pesar del tratado firmado con el Reino Unido a principios de ese siglo para terminar con este infame negocio. Pero con el que algunas familias españolas siguieron enriqueciéndose durante décadas. Es sabido que en Cuba todavía hubo esclavos durante ese siglo. Me gustó. Me traje el catálogo.

Me supo a poco la exposición en la Serrería Belga de fondos de la colección Helga de Alvear, con una selección de fotografías de fotógrafos alemanes vinculados a la Escuela de Dúseldorf, unos fotógrafos que mantuvieron vivo el espíritu del movimiento de la Nueva Objetividad de entreguerras, y que conectan también con el espíritu del a Nuevas Topografías y su paisaje alterado por el ser humano, movimiento más americano. Con Bern y Hilla Becher al frente, y con nombres tan importantes como Candida Hoffer, Axel Hütte, Thomas Ruff o Andreas Gursky, entre otros, me supo a poco porque en 2008 pude visitar un exposición sobre este grupo mucho más amplia y profunda en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París. Pero es interesante y la sala de exposiciones muy agradable.

De menor trascendencia, en el Museo de Romanticismo, donde acabamos por error, vemos una curiosa exposición en la que se mezclan las fotografías de una señora del siglo XIX, Adelaida Martínez-Corera, no las que hizo ella, sino las de su entorno familiar, de amistades y profesional, y algunos documentos de la época, con reconstrucciones visuales de lo que sería la época generadas por aprendizaje automatizado… o lo que por ahí llaman «inteligencia artificial». Como digo, una curiosidad. Y más ganas le teníamos a la exposición de fotografías y dibujos de Dora Maar en el Museo Lázaro Galdiano. Pero siendo fotos tomadas por la fotógrafa en una estancia en Barcelona, y algunos dibujos de sus amigos artistas… se queda lejos de lo que la obra en su conjunto de Maar merece. Y hasta aquí puedo contar.

[Viaje] En el día en Madrid, con película fotográfica
ViajesEsta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata.
Comenté hace casi cuatro semanas mi escapada en el día a Madrid. Una de esas escapadas frecuentes sin un propósito específico de ver algo, visitar algo, ni nada de esto. Hacer algunas compras, ver a la gente que quiero y que, por algún motivo que nunca entenderé, vive en semejante lugar… airearme en general. Viví un año en la capital, estudiando mi especialidad y haciendo estudios de posgrado, y luego la he visitado en numerosas ocasiones.




Por supuesto, siempre hago fotos. Incluso cuando paso por enésima vez por paisaje muy conocidos y muy trillados. Siempre hay alguna cosa que me llama la atención. O nuevas condiciones de luz. O algo que ha cambiado. Ningún paisaje, y menos los urbanos, son inmutables. Y como de costumbre en los últimos tiempos, dedico especialmente mi afición fotográfica a la película sensible tradicional.




Lo más destacado de ese día es que estuvimos caminando un rato, mientras mirábamos algunas tiendas y nos desplazábamos a otra zona de la ciudad, por Malasaña. Un entorno habitualmente animado, aunque no entre las tres y las cuatro de la tarde. Pero siempre surgen oportunidades. Y luego, conforme volvíamos por la tarde en dirección a tomar alguna cerveza y volver a la estación, por esa colección de reyes medievales de los reinos hispánicos, anacrónicos en sus atuendos y modales, que ornamentan la plaza de Oriente, frente al lateral del Palacio Real. Siempre nos generan alguna risa por su absurdo y falta de rigor histórico.





[Viaje] En el día en Madrid
ViajesAyer estuve en Madrid. Al igual que el día anterior en Gerona. Pero con amigos de Madrid. Y de Sevilla. Con el AVE, es muy cómodo el viaje. Salvo que Renfe, o el administrador de infraestructuras ferroviarias, con su cada vez peor gestión y peor mantenimiento, decida alargarnos absurdamente los desplazamientos. Más de la mitad de los viajes con trenes de alta velocidad que he hecho en los últimos nueve meses han llevado un retraso apreciable. Por cierto… estoy reproduciendo de forma casi exacta la publicación que he redactado para Carlos en Plata.


Como en otras ocasiones que he visitado en el día la Villa y Corte, quedé a comer con mis amistades madrileñas, con el fin de pasar la tarde juntos paseando, tomando algún café, o alguna cerveza cuando nos cansásemos de pasear. Hizo bueno. Fresco… al fin y al cabo es invierno,… pero soleado.


Pero por la mañana, con la buena amiga que venía desde Sevilla, y mientras los demás estaban en sus centros de trabajo, nos dedicamos a visitar algunas exposiciones. Muy cerca de la estación de Puerta de Atocha, en la Serrería Belga, una sobre la Revista Afal, una revista de fotografía que existió entre 1957 y 1963 o 1964, y que sucumbió acosada por la censura y por la falta de monetario. Un intento digno e interesante, pero poco apropiado para las circunstancias de la España de la dictadura franquista.


Nos interesaba a ambos la exposición sobre la Alemania de Weimar que se puede ver en CaixaForum Madrid. Antes evitaba estas exposiciones, pensando que tarde o temprano llegarían a Zaragoza, pero he comprobado que no es así. Y ese periodo de la historia alemana nos apasiona. Debería servir de aviso sobre lo que pasa hoy día en el mundo… pero probablemente el mensaje caerá en saco roto. Y los que visitan la exposición, probablemente, ya serán conscientes. Nos gustó. Circunstancialmente, vimos una sobre dinosaurios argentinos, que nos divirtió.


Y muy interesante también la exposición dedicada a Max Ernst en el Círculo de Bellas Artes. Nos gusta el surrealismo. Aunque yo particularmente aborrezca una de sus principales relaciones, el psicoanálisis de Freud, teoría pseudocientífica, más próxima a una religión que a otra cosa. Pero el arte surrealista me atrae muchísimo. Con su simbolismo. Con sus imágenes. Con sus diseños.


Fotográficamente hablando, poco hay que añadir a lo que ya comentaba ayer en la entrada dedicada a la excursión a Gerona. La pequeña Sony ZV-1 como fiel blog de notas que me permite ilustrar esta publicación y comentar el viaje en las redes sociales. Y otra cámara con un rollo de película, aunque de la que probablemente no saldrá nada particularmente interesante. Al fin y al cabo, ayer no fue un día para hacer turismo, sino para cuidar y restablecer relaciones humanas.



[Fotos] El 2024 en fotos; de viaje con la cámara al hombro
ViajesLlegamos al final de 2024. Un año… que, en lo que se refiere a viajes, no ha estado mal. Ya el 2023 marcó una recuperación muy clara a los niveles anteriores al nefasto 2020. Y comienza el repaso de fin de año, fundamentalmente un repaso fotográfico, que es lo que me apetece, como de costumbre desde hace ya un buen montón de años en este Cuaderno de ruta. En mi carpeta con fotografías de viaje he registrado dieciocho subcarpetas, es decir, dieciocho viajes de mayor o menor duración. Van desde la excursión en el día a algún pueblo aragonés, incluso de la propia provincia de Zaragoza, en cuya capital vivo, hasta algún viaje intercontinental saltando al otro extremo del continente euroasiático durante una o dos semanas. Así que mi concepto de lo que es viajar con la cámara al hombro es muy amplio. Así que sin más, vamos con el repaso. Con fotos.
Recordad que podéis ver regularmente fotografías de mis viajes, tanto actuales como de antaño, en mi cuenta de Instagram dedicada a ello.
29 de enero – Madrid

30 de enero – Tarragona

24 de febrero – Cedrillas y Gallocanta

5 de marzo – Barcelona y Sitges

28 de marzo a 1 de abril – Lago Constanza

16 a 28 de mayo – Japón

20 de junio – Madrid

21 de junio – Pamplona

15 a 19 de agosto – Norte de Alemania

6 de septiembre – Sigüenza

30 de septiembre a 7 de octubre – Singapur

20 de octubre – Pirineos franceses (Valle de Ossau)

24 a 27 de octubre – Andalucía

11 de noviembre – Valle de Nocito

23 y 24 de noviembre – Martín del Río

7 de diciembre – Comarca del Aranda

10 de diciembre – Barcelona

26 de diciembre – Morata de Jalón

[Viaje] En Madrid, con película fotográfica, coincidiendo con PhotoEspaña
ViajesHace ya un par o tres de semanas que os comenté mi viaje en el día a Madrid. Un viaje motivado en parte por cuestiones personales, gestiones a resolver con unos amigos, lo cual no nos llevó mucho rato. Por ello, tuve… tuvimos la ocasión de dar algún paseo por la villa y corte, visitando algunas exposiciones de PhotoEspaña en su edición de 2024.




Pero como tengo costumbre en estos viajes en el día por ciudades españolas, además de alguna cámara digital, me llevé una cámara para película fotográfica tradicional. Este viernes pasado recibí revelados los rollos que hice ese día, y en el viaje del día siguiente a Pamplona. Los detalles técnicos de las fotografías los encontraréis en mi publicación en Substack, como suelo hacer habitualmente. Para quienes no estéis interesados en esas cuestiones técnicas, como de costumbre, os dejo aquí algunas fotos de ese día.






[Viajes] Ayer, en Madrid, cosas privadas y PhotoEspaña 2024
ViajesAyer estuve en Madrid. Todo el día. Por la mañana, resolviendo unas cuestiones de carácter privado con unos amigos. Unas cuestiones que tienen segunda parte, dentro de un rato, salimos hacia Pamplona. Así que, mañana, otra entrada viajera. Que no tengo ni idea de qué pinta tendrá. En cualquier caso, estuve en Madrid hasta tarde, cogí el tren de vuelta a las ocho y media de la tarde, para tratar de visitar algunas exposiciones de PhotoEspaña 2024. En ese sentido, conocí un centro cultural, con salas de exposiciones, en el que no había estado nunca. Y que me gustó. Muy cerca de la estación de alta velocidad en Atocha, junto al Caixaforum. Se trata de la Serrería Belga. Y además la exposición que allí vi, también me gustó mucho. Durante el día hice fotografía con película tradicional predominantemente, pero obviamente no está revelada todavía. Más adelante os hablo de ello.


Antes de comer todos juntos, entramos en el Jardín Botánico, que nos pillaba de paso. Y donde también suele haber un par de exposiciones del certamen fotográfico anual. Antes ponían allí la tienda, de donde siempre me llevaba algún libro. Pero ya no. En cualquier caso, paseamos también, para hacer tiempo, por los invernaderos de los jardines.




Después de comer, me centré, en compañía de algunos amigos aficionados al arte en general, en las exposiciones más destacadas que nos dio tiempo a visitar. Muchas menos que otros años en los que me dediqué en exclusiva a ver exposiciones de una forma programada y organizada. Pero aun dio de sí. De las exposiciones, ya hablaré otro día. Quizá el domingo.




Hacia el final de la tarde, comentando que a finales de enero habíamos querido visitar los invernaderos del Palacio de Cristal de la Arganzuela, pero que no pudimos por estar cerrado ese día de la semana, era lunes, uno de los madrileños se ofreció a acercarnos en coche hasta el lugar, para desde allí ir luego a la estación a coger el tren. El sitio es majo, pero me gustaron más los invernaderos del botánico por la mañana. Y con esto, despedimos la jornada.




[Viaje] En Madrid con película fotográfica (II)
ViajesEsta es la segunda entrega de fotografías realizadas con película fotográfica durante el viaje en el día a Madrid el 29 de enero de 2024, día de San Valero, festividad local en Zaragoza, por lo que hay que aprovechar. La primera entrega os la mostré el sábado pasado, y hubo también un resumen del viaje con fotografías digitales a los poquitos días del viaje.




Al igual que en la entrada del sábado pasado, si alguien está interesado en conocer más detalles del proceso fotográfico seguido, puede dirigirse a la entrada específica dedicada a ello; En Madrid con película negativa en color (II) – Pentax MX con Kodak Ultramax 400. Pero si no, aquí os dejo una muestra de las fotografías. Si el sábado eran las tomadas por la mañan, estas son las de la tarde. Con distinto tipo de película fotográfica, aunque no encontraréis grandes diferencia de presentación.




[Viajes] En Madrid con película fotográfica (I)
ViajesYa comenté hace unos días que el día de San Valero, 29 de enero, fiesta local en Zaragoza, hice una escapada en el día. Aunque os mostré algunas fotografías realizadas con una compacta digital para resumir la experiencia, mi principal interés fotográfico estuvo, como habitualmente en estos viajes en el día, en la fotografía con película fotográfica tradicional.




No voy a extenderme aquí en las cuestiones de técnica fotográfica que acompañan a las fotografías. Para quienes estén interesados, en mi blog de técnica fotográfica hay una entrada dedicada a ellas; En Madrid con película negativa en color (I) – Pentax MX con Kodak Portra 400. Como comprobaréis, es el primero de dos entradas dedicadas a las fotografías con película fotográfica de ese día. Y es porque utilicé dos tipos de película distintos. Dentro de unos días, os hablaré de la otra y os mostraré también algunas fotografías de ese día.




[Viaje] Como de costumbre en los últimos años, un día en Madrid
ViajesLos dos últimos lo hice de forma similar. Alrededor de la fiesta de San Valero en Zaragoza, además del día de fiesta que todos los habitantes de la ciudad tenemos, me suelo coger un día de fiesta extra. Y aprovecho para hacer algunos viajes en el día con distintos objetivos. Uno de estos viajes suele ser a Madrid. Si hay algo que ver en exposiciones o temas culturales aprovecho, aprovecho también para hacer alguna compra, suelo quedar a comer o a tomar café con amistades madrileñas, y me doy una vuelta haciendo algunas fotos.

No madrugué. Saqué los billetes con mucha antelación. Creo que fue en la última semana de diciembre o en la primera de enero, y con muy buenos precios para la ida y vuelta en tren de alta velocidad. En esta ocasión con Iryo, los trenes de la empresa Ilsa conformada por Trenitalia, Air Nostrum y algún otro grupo empresarial. Esta compañía es la principal alternativa a Renfe, ya que el otro operador tiene una oferta mucho menor. Creo que actualmente las conexiones entre Zaragoza y Madrid o Barcelona son de unas ocho o nueve por sentido, y alguna de ellas se extiende a Andalucía. Conforme va afianzándose, sus ofertas de precios no son tan ventajosas como en sus primeros tiempos, pero todavía hay mejores ofertas que con el Ave de Renfe siempre que los horarios te convengan y saques el billete con suficiente antelación.

Como contrapartida de esta mayor oferta, ya me habían comentado que están más tensionados por el tamaño de su flota de trenes. Y si como pasó el lunes, uno de ellos les falla, pueden acumular retrasos impropios de una línea de alta velocidad. Normalmente muy puntuales, el lunes llegamos a Madrid con media hora de retraso, fruto de esos problemas en una de las relaciones. La vuelta transcurrió sin problemas. Fundamentalmente hice fotos con cámara para película fotográfica tradicional, de eso os hablaré cuando las tenga reveladas. Pero también hice algunas fotos con la pequeña y bolsillera Sony ZV-1, una cámara de lo más útil en estas circunstancias, pero de cuya segunda versión me cuentan que la han hecho mucho menos útil. Vamos,… que si alguien está interesado, mejor que busque el modelo original y no el actual.

Tenía interés en conocer la oferta cultural y las instalaciones de Matadero Madrid, estuve brevemente hace un tiempo en una exposición. Y además me habían recomendado la visita al Palacio de Cristal de Arganzuela, un jardín botánico bajo invernaderos, que me habían asegurado habría todos los días, siendo gratuita la entrada. Hay que recordar que los lunes suele ser día de cierre en museos y exposiciones, pero un jardín… Bueno, pues la información no fue de fiar y estaba cerrado. No obstante el paseo por el lugar fue agradable, nos tomamos unos chismes, y luego iniciamos un recorrido por Madrid Río, la zona verde que sigue el curso del Manzanares hasta el puente de Segovia. Muy agradable también.

Como nos habíamos tomado algo en Matadero siendo ya las doce y media de la tarde, no teníamos mucha hambre así que entramos al Campo del Moro para visitarlo. No había entrado en estos jardines al pie del Palacio Real desde que viví durante un año en Madrid hace más de 30 años. Y están muy bien. Pertenecen a Patrimonio Nacional y están muy bien cuidados. Y estaban muy tranquilos. En alguna otra ocasión igual me llevo el teleobjetivo, porque había aves potencialmente interesantes. A tres metros de nosotros se nos posó en el cesped un pito real, una especie de pájaro carpintero, que tras observarnos tranquilamente alzó el vuelo para posarse en el tronco de un árbol cercano. Con el Olympus 75-300 mm seguro que podría haber hecho algúna foto interesante de este ave. Me sorprendió la presencia de abundantes cotorras argentinas, una especie invasora peligrosa para las especies locales, que proliferaron en Zaragoza hasta que se iniciaron programas para eliminarlas en los años 2015 y 2016.

Comimos, un poco tarde, unos platos de jamón y queso, en las proximidades del Palacio Real, carísimos para la calidad que tenían. No estaban mal, pero no se justificaba el precio. Y luego ya nos dirigimos a realizar algunas compras por diversos lugares. Compré película fotográfica, que paradójicamente encontré barata en la FNAC y no en comercios especializados, y algunos libros de fotografía en La Fábrica, de los que os hablaré otro día. Y ya, de vuelta a casa. Un agradable día, soleado pero con luz suave, y temperaturas desusadamente elevadas para la época. Vamos,… que el chaquetón entró en mi mochila cuando llegué a Madrid, y no me lo volvía a poner hasta que llegué a la niebla de Zaragoza.

