[Cine] Sarinui chueok 살인의 추억 (2003)

Cine

Sarinui chueok 살인의 추억 (2003; 24/20220421)

Y llegamos a la última película del ciclo de cine surcoreano que se ha desarrollado entre marzo y abril en los más céntricos cines de Zaragoza. Un ciclo de cine absolutamente excelente, de gran nivel, variado, y del que quizá me quedé una entrada más para comentar la nueva versión de una de las películas más emblemáticas del cine de esa nacionalidad y mis impresiones globales del ciclo. Pero antes vamos con estos recuerdos de un asesino en serie, el título más conocido de la película en inglés es Memories of murder, y en castellano se ha conocido también como Crónica de un asesino en serie, dirigida por Bong Joon Ho, director de la citada célebre y oscarizada película, por la que él mismo recibió también estatuillas como mejor director y mejor guion.

Opto por unas cuantas fotografías de la aldea cultural de Gamcheon, antigua población de pescadores anexa a Busan, hoy incluida en uno de los distritos de esta populosa ciudad al sur de la península de Corea.

Esta película que nos ocupa hoy, y que tiene casi 20 años, está inspirada por un caso de asesinatos en serie, entre 1986 y 1991, que no se resolvió del todo hasta mucho tiempo después de los hechos, cuando el asesino, en prisión, confesó los hechos. En una población rural, en algún lugar de Corea del Sur, durante los años 80 del siglo XX, comienzan a aparecer cadáveres de mujeres violadas y asesinadas, siendo los dos inspectores de policía locales encargados del caso (Song Kang-ho y Kim Roe-ha) incapaces de resolver el misterio, por lo que reciben el refuerzo de un inspector procedente de Seúl (Kim Sang-kyung). Y ahí comienza una investigación que va dando bandazos, pasando de un sospechoso a otro, con poco éxito.

La película tiene una realización absolutamente impecable, magistral. Y muestra que el director, en 2003, ya manejaba con maestría los mimbres que le dieron la fama internacional dieciséis años más tarde. Desde varios puntos de vista, la película de los parásitos, en ambas actúa también Song Kang-ho de forma destacada, es heredera de la que nos ocupa hoy. Y al mismo tiempo, como opinión personal, casi diría que la de 2003 me ha impactado más, me ha gustado más. Con una mezcla de comedia, los policías al cargo casi parecen una versión coreana de Mortadelo y Filemón cruzados con Torrente, y no pocas dosis de drama y tragedia, la película no se limita ha seguir el hilo de la investigación, sino que además es un repaso y crítica social a unos tiempos convulsos que anunciaban el final de las dictaduras del siglo XX en el sur de la península coreana, dando paso a una democracia que se ha ido consolidando hasta ser una de las más saneadas de la actualidad (calificada como democracia plena en el puesto 16º de los países del mundo, varios puestos por encima de España, que ocupa el puesto 24º, calificada como democracia deficiente). Nos encontramos con unos cuerpos de policía incultos, poco preparados, más dedicados a la represión, torturas incluidas, que a la investigación seria de los delitos, mientras la sociedad les da la espalda y les recrimina constantemente lo que no son capaces de hacer.

Con unas interpretaciones que también podemos calificar de primer nivel, la película es un más que digno colofón a un ciclo de cine que ha hecho felices a los más cinéfilos, pero con películas que deberían ser interesante para cualquier aficionado al séptimo arte. Totalmente recomendable, cine de primer nivel, difícil de encontrar hoy en día en la mayor parte de las producciones de las cinematografías más prestigiosas del planeta. Si la pilláis en alguna plataforma digital de contenidos audiovisuales, no dudéis en dedicarle un poco más de dos horitas a verla.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Shorta (2020)

Cine

Shorta (2020; 38/20210608)

El cine danés nos ofrece con cierta frecuencia buenas producciones, muy interesantes y muy bien realizadas. Tiene una cantera de directores competentes, innovadores y que trata los temas con profundidad, sin perder de vista que el cine también que ser atrayente para el público. Hace unos días leí un par de buenas críticas de esta película que he visto recientemente, dirigida por Frederik Louis HviidAnders Ølholm, dos cineastas que se habían movido hasta ahora en el ámbito de los cortometrajes, de la televisión y de la escritura de guiones. Pero inmediatamente me sentí interesado, especialmente con una cartelera que no se ha recuperado todavía de los efectos de la pandemia.

Cuando uno visita Dinamarca, Copenhague en concreto, no ve, salvo de lejos cuando se desplaza en los trenes de cercanías, los barrios de inmigrantes. Siempre vemos la cara amable de las zonas animadas, o de los festivales de jazz con los que me encontré yo en 2014.

Estamos en Dinamarca, tal vez Copenhague u otra ciudad importante, y tras una introducción en la que presenciamos la violenta detención de joven inmigrante africano por la policía, nos metemos en la rutina de un día de trabajo de dos policías que son emparejados para las patrullas de ese día. Ambos han tenido relación, aunque sea indirecta, con la detención del inmigrante, que se encuentra hospitalizado en estado grave, lo cual da lugar a una situación de malestar social en los barrios de inmigrantes, hasta el punto que los agentes reciben la recomendación de no entrar en uno de ellos, Svalegården. Mike Andersen (Jacob Lohmann) y Jens Høyer (Simon Sears) nunca han trabajado juntos. El primero tiene fama de irascible y violento. El segundo es tranquilo y callado. Pero las vicisitudes de la patrulla les llevará a estar en Svalegården, con un joven musulmán, Amos (Tarek Zayat), detenido en el coche de patrulla, cuando salta la noticia de que el hospitalizado ha fallecido, y se desatan violentos disturbios en el barrio, por no llamarlo gueto. Y van a tener difícil salir de allí.

Esta producción es una película incómoda. No hay blancos y negros, no hay maniqueísmos, no hay buenos y malos, incluso si a priori lo parece. Nadie está a salvo del reproche ético. Nadie carece de valores positivos. El problema es que no hay concesiones al distinto. Es una dura reflexión, por la fuerte violencia, a las intolerancias sociales. A los racismos. A los integrismos. Y la violencia incomoda. Pero la película está fenomenalmente realizada. Jugando con el primer plano y con la acción fuera de foco, vemos y no vemos. Sabemos qué pasa, o lo intuimos, pero como si no lo quisiéramos o como si no quisiéramos ser totalmente conscientes. La película va al grano. Con poco más de hora y media de duración, condensa lo que sucede en casi 24 horas, y suceden muchas cosas. Deteniéndose en momentos concretos, unos que invitan a la reflexión, otros a la esperanza, otros a la desesperación y otros al horror. Sin saber muy bien con qué quedarte. Porque no se proponen soluciones ni salidas fáciles.

Esta camiseta no es del Real Madrid… lo que no tengo ni idea es si podría ser del Arsenal… ni idea de fútbol. El niño no parece inmigrante… aunque vete tú a saber, que del este de Europa vienen unos inmigrantes muy rubitos.

Además hemos de señalar la más que notable interpretación de ambos protagonistas, muy bien acompañados de los secundarios, en una interpretación muy física, con un trabajo que debió ser realmente duro. Aunque con diálogos notables, que elevan el problema, desde lo local, en uno de los que se presume como uno de los países más felices y prósperos del mundo, al ámbito europeo, con ese diálogo notable de que «los inmigrantes son del Arsenal y los policías del Real Madrid». Menuda carga de profundidad y cuánto hay para reflexionar en ese diálogo aparentemente tan banal.

Película de gran nivel, pero muy incómoda. No se ofrecen seguridades de ningún tipo. Nos quedamos al final con la misma sensación de inseguridad con la que hemos empezado. Un final áspero y sin concesiones. Yo la recomendaría sin duda, porque tiene muchos valores cinematográficos y sociales importantes. Pero eso no quiere decir que guste universalmente. Por cierto, shorta [شرطة] es policía en árabe.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
No deja de ser irónico que el jazz fuera una evolución de la música de esclavos africanos en sus descendientes, «libres» pero segregados, y ahora sea abrazada con entusiasmo por la blanca y culta Europa nórdica.

[Cine] Filth (2013)

Cine

Filth (2013)

Película británica dirigida por Jon S. Baird que vemos para asegurar nuestra dosis de ficción después del documental de S. Salgado, en versión original, que si no la titula Filth, el sucio, y en la que las motivaciones de partida está en ver un cambio de registro en su protagonista, y en que es adaptación de una novela de Irvine Welsh, a quien debemos la celebrada hace ya unos años Trainspotting. Así que los políticamente correctos, abstenerse.

Y es que aquí volvemos a Edimburgo, donde el sargento de la policía Bruce Robertson (James McAvoy), un tipo corrupto, un sinvergüenza con las mujeres, con sus compañeros, con el mundo en general,… alcohólico, consumidor de drogas,… etcétera,… pretenderá ascender a inspector, pero para ello tendrá que librarse de dos cosas. Del conjunto de colegas que le disputan el puesto, y con los que utilizará las bajezas más rastreras que pueda imaginar para eliminarlos de la carrera, y del esclarecimiento del asesinato de un joven estudiante japonés, que amenaza con sacar al descubierto un secreto de su vida íntima y familiar.

En las calles de Edimburgo

Dos protagonistas en la película, el poli corrupto y la ciudad de Edimburgo.

En el mismo tono irreverente y políticamente incorrecto que ya nos ofrecía aquella excelente película de mediados de los años 90, volvemos a encontrarnos con un protagonista amoral, sin principios de solidaridad por sus semejantes de ningún tipo. Aunque en esta ocasión haya una explicación por debajo, una serie de secretos y acontecimientos traumáticos en la vida de Bruce que tal vez sirvan (o no) para explicar su forma de ser y de actuar. Con una realización ágil, a ratos casi espasmódica, nos movemos a toda velocidad entre lugares, acontecimientos, alucinaciones. Todo para asumir una visión relativamente desesperanzada de la naturaleza humana.

Al servicio de todo ello está el protagonista, McAvoy, habitualmente buen chico en las películas en las que participa, o quizá la película esté al servicio del lucimiento actoral del actor, que resulta razonablemente convincente en el papel. Es un buen actor, aunque yo no veo una interpretación tan brillante como había leído en algún sitio. Quizá sea más sencillo actuar en el exceso que en papeles con caracteres más matizados y sutiles.

En las calles de Edimburgo

Edimbrugo, que hace unos meses era protagonista en una película con canciones buenrollista y de buenos sentimientos.

En conjunto, es una película aceptable aunque el impacto que me ha producido está muy lejos de su antecesora. Visible y razonablemente interesante, tampoco dejará una huella tan profunda en mi memoria.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

En las calles de Edimburgo

Ahora vuelve a su versión más gamberra y despiadada, como en tiempos de un joven «obiguanquenobi».

Libro: Un relato policiaco

Literatura

Siempre me llevo algún libro de vacaciones. A veces los leo, a veces no. Depende de muchas cosas. En esta ocasión, me llevé dos, porque uno era muy cortito. Me pareció. Y así es. Es el único que en algún rato en desplazamientos me ha dado tiempo a leer. Lo encontré poco antes de salir de viaje en la librería Cálamo de Zaragoza. Una librería que me gusta mucho. Y lo elegí porque es de Imre Kertész, un autor húngaro, nobel de literatura en el año 2002, nacido en Budapest. Aunque ya veremos que no trata de Hungría. O sí. Según se mire.

Un relato policiaco
Imre Kertész
Acantilado; Barcelona 2007
ISBN: 9788496489851

El relato es contado por un policía secreto de un innombrado país latinoamericano, en primera persona. Un policía, que tras un golpe de estado militar, entra a formar parte de una unidad represora. Vamos. Es un torturador. Está detenido y va a ser ejecutado, pero aprovecha para contar la historia de Federico y Enrique Salinas, padre e hijo, el mayor un acomodado comerciante con cierta influencia en el país, el menor, un joven idealista que pudiéndose acomodar al régimen dictatorial, quiere cambiar las cosas. A partir de ahí, asistimos a cómo se forma la unidad represora, conocemos el carácter de sus componentes, y nos enteramos de en qué tristes circunstancias sus caminos se cruzan con los de los Salinas, y el triste destino que a estos les depara.

Esta breve historia, es una historia de los sinsentidos. Por nada tiene sentido. Ni la dictadura, ni el comportamiento de la unidad policial, ni el comportamiento de los Salinas, ni la investigación que sobre ellos recae,… Y cada cosa está derivada de lo anterior, y todo ello es un crítica acérrima de los vicios de los regímenes totalitarios.

Lo curioso también del libro es que fue publicado en su país natal en 1977, cuando todavía era una dura dictadura comunista. Parece ser que el hecho de que la acción del libro se sitúe en un país latinoamericano, lugar donde la mayor parte de las dictaduras han sido fascistas, permitió su publicación. Aunque es obvio que el interés del autor no era criticar aquellas lejanas dictaduras de república bananera sino la triste realidad de su país de origen.

Resumiendo, poco más de 100 páginas que se lee con facilidad, casi de un tirón, que nos pueden servir para conocer a este prestigioso autor húngaro.

Parlamento desde el Puente de las Cadenas

Visto desde la orilla de Buda del Puente de las Cadenas, al atardecer, se ve iluminada la figura del parlamento húngaro, lugar cuya finalidad se ve aplastada en caso de dictadura - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8

Libro: La reina en el palacio de las corrientes de aire

Literatura

Era inevitable. Después del tremendo cliffhanger con el que terminaba el segundo libro de la trilogía Millenium, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, el impulso por leer cuanto antes el tercer libro de la saga era tremendo. Y esto habla de lo adictiva que me ha resultado la lectura de estos libros. Por lo que algo bueno deben tener. Así que voy a comentar el tercero y definitivo, por defunción del autor, libro de la saga. Aunque probablemente resulte un comentario sobre la saga en su conjunto.

La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Barcelona: Destino, 2009.
ISBN 978-84-233-4161-0

En primer lugar, cuestionaré las traducciones de los títulos de las novelas al castellano. Entre el título en sueco del primer libro y el título en castellano había una «pequeña» diferencia. Pongo las comillas porque a mí no me parece que sean los mismos los hombres que «no aman» a las mujeres que los hombres que «odian» a las mujeres. Creo que conceptualmente hay una diferencia, pero pase.

En el segundo libro, frente a la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, y que tiene bastante que ver con la trama actual del libro, el original sueco nos habla de la niña que jugaba con fuego… que tiene bastante que ver con el trasfondo histórico del personaje principal. Dos títulos que parece que tienen que ver, pero que no, que son distintos. Buff… no sé muy bien…

Pero es que en el tercero, el título en castellano no tiene que ver casi nada con el título original ni con lo que pasa realmente en el libro, salvo que uno le quiera ver contenidos filosófico-metafóricos raros. Lo de la reina en no se qué palacio con corrientes de aire… pues no sé; a ver si se nos va a resfriar la susodicha reina por estar en medio de las corrientes. Sin embargo, en sueco, el título original significa el castillo de aire que explotó. Y esta sí que es una metáfora sobre lo que pasa en el libro. Este sí que es un título adecuado. Vaya por delante que si muchas veces he opinado que habría que aplicar la máxima pena posible a esos delincuentes que ponen los títulos en castellano a las películas extranjeras, empiezo a pensar que con lo que ponen los títulos a los libros extranjeros habría que hacer lo mismo. Encima en este caso ni siquiera son originales, porque parece que se limitan a traducir los títulos con los que aparecieron en su versión francesa. Otros que también bailan, los gabachos,…

Pero vamos al contenido. Desde que estaba terminando el tercer libro de la trilogía, no pure dejar de pensar en La Guerra de las Galaxias. Me refiero a la trilogía de los años 70 y 80, no a la tontada más reciente. Veamos a ver cómo se me puede ocurrir a mí tan peregrina idea…

Aviso: En los siguientes párrafos puede haber indicaciones que desentrañen algunas fases de la trama. No mucho, pero algo.

  1. En el primer libro, nos encontramos un tipo relativamente mayor y una tipa relativamente joven que se ven involucrados en una aventura en la que colaboran y adquieren una confianza. La aventura se resuelve, pero queda abierta a nuevas peripecias, especialmente con el pasado familiar de la joven. Pensemos en Lisbeth Salander como una peculiar reelaboración de Luke Skywalker y en Mikael Blomqvist como su particular Obi Wan.
  2. En el segundo libro, comienza de lleno la lucha contra el lado oscuro. Además de nuestros héroes, se suman nueva gente al bando rebelde, mientras nuestra heroína comienza un recorrido para conocer la verdad sobre su pasado y sobre sí misma. De alguna forma, tenemos un paralelismo entre las aventuras de los rebeldes en el Halcon Milenario contra el Imperio, mientras Skywalker trata de encontrarse a sí mismo en Dagobah… para al final acabar saliendo al encuentro del malo,… que es su padre. Y todo termina en un tremendo cliffhanger, con las cosas que se han puesto muy negras, pero sin una resolución definitiva al conflicto. El papel de Yoda en la trilogía sueca probablemente haya que adjudicárselo al primer tutor de Salander, el abogado bueno.
  3. En el tercer libro, van confluyendo las acciones de todos, malos y buenos, para un enfrentamiento final en el que la «fuerza» alcanza su equilibro, y de alguna forma se hace justicia.

Definitivamente, encuentro sus paralelismos. Qué se le va a hacer. Estoy marcado por George Lucas de por vida. No sé si sentirme aterrorizado o celebrarlo.

Hasta aquí los posibles «destripes» del argumento.

Por supuesto, en estos libros hay mucho más. Así, tenemos el contenido de crítica social y política hacia la sociedad sueca, que por otra parte puede ser extrapolada a cualquier país con una democracia parlamentaria basada en uno o varios textos constitucionales. La falta de ética en las empresas, la decadencia de los medios de comunicación impresos tradicionales, la utilización de herramientas del estado para usos fraudulentos o para amenazar incluso el propio sistema de libertades de los ciudadanos,… Son diversas las aportaciones que realiza para la reflexión el autor de estos libros, un tipo evidentemente comprometido con las libertades ciudadanas, y que ha terminado por caerme muy bien. Lástima que esté criando malvas. Si realmente está representado en la historia por Blomqvist, además supongo que debe ser motivo de envidia por su éxito con las mujeres. Claro que a mí el personaje de Monica Figuerola creo que me produciría más miedo que deseo,… 1,86 de estatura, musculosa, policía… ufff. Pero honrada, la chica, eso sí.

Al igual que los anteriores volúmenes, y a pesar de su extensión, el libro se lee bien. Te induce a mantener la lectura. Te engancha. Es menos trepidante que el segundo volumen, la acción es más contenida. Es menos detectivesco que el primer volumen. Pero tiene mayor contenido político y social. Y globalmente está bien equilibrado.

Uno de los miedos que supongo que tendría la gente que leyó el segundo volumen es que, conociéndose la intención del autor de seguir escribiendo libros sobre estos personajes, podría terminar en un nuevo cliffhanger cuyo desenlace nunca podríamos conocer. Pues no. La historia se cierra. El ciclo iniciado en el primer volumen ha terminado. Sí es cierto que hay alguna trama secundaria y muy poco desarrollada que podría ser el inicio de nuevas historias. Por seguir con el ejemplo de Star Wars, en aquella historia de fantasía espacial, sabíamos perfectamente que fue de la hermana gemela del protagonista. Pero en la historia que ocupa, no sabemos que ha sido de ella (sí, también en esto hay paralelismos). Y en el último tramo del libro conocemos algún nuevo personaje, cierto abogado, que podría ser aprovechado en el futuro. Pero las tramas quedan cerradas.

La histora ha terminado; quizá nos gustaría haber sabido más de las aventuras futuras de Lisbeth, pero no va a ser posible. Por lo menos no nos quedaremos con las ganas de saber cómo termina. En su conjunto, una lectura muy entretenida. Muy recomendable.

Las andanzas de Lisbeth la llevan a visitar en París a su amiga Miriam Wu, un personaje secundario que tengo ganas de conocer en la gran pantalla. A ver si la sacan como me la imagino. Así que una foto de París.

Rue de New York

¿Me habré cruzado con Miriam Wu en mi último viaje a París? - Panasonic Lumix LX3