(A modo de homenaje a los hermanos Lumière)
Todas las fotos: Leica D-Lux 5.
Si el protagonista de la película vuelve repetidametne, gracias a unos misteriosos avances científicos, a los últimos 8 minutos de un tren de cercanías de la red metropolitana de Chicago para intentar pescar al terrorista que pone una bomba en el convoy. Si se enamora de una guapa chica en ese tren. Si buena parte de la película esta rodad en el tren o en sus alrededores con abundante ambiente ferroviario. Si todo esto sucede, evidentemente es una película candidata a figurar en mi colección de películas del ferrocarril en la historia del cine.
Y esto es lo que sucede con Código fuente (Source Code), película dirigida por Duncan Jones, director que fue también de la interesante Moon, y que nos vuelve a llevar a una película de ciencia ficción donde juega con los viajes en el tiempo, o quizá más precisamente con las realidades alternativas. Pero dentro de un tren de la red metropolitana de cercanías de Chicago. CCR en la ficción; Metra en la realidad. Los trenes son los mismos.
Podéis ver mi reseña a través de este enlace, o accediendo a través de la página principal de CineTren, cuyo enlace encontráis también en la columna lateral de la derecha.
Pues sí. Que no falten paseos por la ciudad en un fin de semana de calma y bonanza climatológica. Así que nada, en una relativamente agitada, relativamente tranquila, según se mire, tarde de sábado, me pase un rato por la quedada de Fotógraf@s en Zaragoza, grupo de flickr al que estoy suscrito desde hace un tiempo. Encuentro sin muchas pretensiones. Aunque buenas y sanas. Pasear, conversar y hacer alguna que otra foto en el entorno del nuevo tranvía de Zaragoza en el paseo de Fernando el Católico. Y bien. Estuve un ratico, y fue muy agradable, os dejo alguna de las imágenes.

Aguerrido fotógrafo 'fusilando' al no menos aguerrido rey Fernando - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited
Tras una velada cenando por ahí… Bueno esto tengo que contarlo. Cenamos en el Molina de San Lázaro. No está mal. Pero no iba a esto. El caso es que cuando estábamos más o menos en los postres, llega un individuo, llamémosle un ‘áctor’, o ‘cómico’, o lo que sea, se pone a soltar chorradas para recomendar productos aragoneses. Y nosotros con una botella de rioja en la mesa,… qué desconsiderados. El caso es que desde mi punto de vista el tipo era tirando a lamentable. Mis buenos amigos y comensales del momento me recomendaron moderación. ‘Que mira tú que estamos en crisis…’ ‘Que de alguna forma hay que ganarse la vida…’ Puede ser, pero si no fuera porque el ambiente era agradable de por sí, como para que te amarguen la cena. Por otra parte, no sé si los excesos de localismo son lo que conviene para acabar con la crisis. Desde el punto de vista capitalista claro… Pero de momento es el único punto de vista. Parece.

Ahí, delante de los edificiós más altos, entre los árboles, está el Molino de San Lázaro, donde cenamos - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited
Bueno. Como decía. Después de una velada cenando por ahí, dediqué la mañana a ver alguna exposición. En concreto, me dirigí al Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, donde había dos exposiciones. Una que me interesó bastante en torno al fotógrafo aragonés Rafael Navarro. Con dos partes. A destiempo, una colección de obras del fotógrafo a gran formato, donde juega sobre todo con la luz, las texturas, las formas, dando lugar a imágenes que muchas veces se sitúan en el terreno de la abstracción. Me gustaron mucho. Me compré el catálogo. 20 euros. La otra parte, La colección, no son fotografías suyas sino de otros autores, que forman parte de su colección particular. Algunas muy conocidas. Pero me pareció menos interesante. Aunque lo es.
También había una exposición dedicada a Joaquín Costa. Esta es una figura que me resulta ambivalente. Comúnmente admirada como principal figura del regeneracionismo aragonés de principios de siglo, sus postulados son asumidos por muchos sectores políticos y sociales casi como principios dogmáticos. Y yo tengo serias dudas de que sigan teniendo vigencia. Incluso a veces me he planteado si la tenían en el momento del político en cuestión. Pero no voy a insistir mucho en el tema, que me puedo ganar el ostracismo de mis conciudadanos. Simplemente, para quien tenga interés en el personaje y en el momento histórico, pues que se pase, que no está mal.
Completé el paseo por los alrededores, comprobando que el trazado del nuevo tranvía, tiene algún punto un poquitín peligroso. Pero bueno, será de momento hasta que se termine el trazado. Creo.
Mientras termino de escribir esta entrada escucho el Que Pasa de Horace Silver. Y me gusta.
Ayer tuve ocasión de hacer mi primer viaje en las cercanías de Zaragoza. Fue una cuestión muy circunstancial. Tenía que hacerle llegar a un conocimiento mío que vive en Alagón, unos documentos; y necesariamente tenían que ser los originales. No valían copias por correo electrónico ni nada de eso. Normalmente, lo que hacemos cuando queremos vernos es aprovechar alguna tarde que baja a Zaragoza, nos tomamos unos chismes, recordamos viejos tiempos, y a otra cosa mariposa. Pero ante la incapacidad para encontrar un momento, organizamos una curiosa quedada. Ella se acercaba con su coche a la estación de Casetas, y yo llegaba hasta allí en el tren de cercanías que puedo coger en Miraflores, muy cerca de casa, y que luego me dejaba al lado del Centro Deportivo Municipal de La Granja donde practico tenis un par de días a la semana. Dicho y hecho.

Entrada lateral a la estación de Miraflores; más adelante mostraré donde queda la 'entrada principal' - Leica D-Lux 5

Los trenes van y vienen cada media hora; poco antes de las seis y cuarto de la tarde, entra en la vía 5 de Miraflores el tren que me llevará a Casetas - Leica D-Lux 5
Y cuando tomé la foto anterior, y alguna otra, como recuerdo de este mi primer viaje en las cercanías de mi ciudad,… la sorpresa. Se abalanzaron sobre mí, afortunadamente con unos modos razonables, el maquinista del tren y una encargada de seguridad, cuestionando el que estuviera haciendo fotos. Que no estaba claro si podía o no podía hacerlas, pero que por si acaso lo mejor es que guardase la cámara, y así todos contentos. Quedé tan anonadado que me calle y guardé la cámara. Luego, en el trayecto hasta Casetas empecé a pensar en lo siguiente:
Todos los anteriores enlaces han sido previamente publicados en este Cuaderno de ruta. Todos ellos son entradas en las que hay fotografía que han sido tomadas en distintos países de Europa. Incluida España. Y en todas esas entradas, algunas de las fotografías están tomadas en ferrocarriles y estaciones de toda Europa, con alguna de las cámaras que llevo a mano siempre, con el fin de documentar mis viajes y mis andanzas. Nunca me he escondido para hacerlas. Siempre lo he hecho a la vista. Hay imágenes de estaciones y trenes de Roma, París, Poitiers, Burdeos, Dax, Biarritz, Hendaya, Irún, Tudela, Viena, Bratislava, Zurich, Lucerna, Zermatt, Jungfrau, los alrededores de Berlín, Weimar, Lisboa, La Haya, Estrasburgo, Baden-Baden, Metz, los alrededores de Mulhouse, Colonia, Budapest y Pécs. Podría haber puesto más entrada con más ciudades y más países, pero me he limitado a los últimos dos años y medio aproximadamente. Y en ningún caso nadie me ha dicho nunca nada por hacer esas fotos.
Pero dos empleados, a diez minutos caminando de mi hogar, que ni siquiera estaban seguros de si lo que yo estaba haciendo estaba prohibido o no, sí.
Al llegar a Casetas, pasado el pequeño cabreo contra Renfe y sus memeces, volví a sacar la cámara.

El tren Civia con salida hacia las siete y cuarto de la tarde con dirección a Miraflores, espera al sol en la estación de Casetas - Leica D-Lux 5

Ya en marcha, a través de la ventanilla tomo imágenes de un silo a la salida de la estación de Casetas - Leica D-Lux 5
Nadie volvió a decirme nada. Y como habéis podido ver, mientras esperaba la salida del tren de vuelta, me pasee por los alrededores de la estación de Casetas, le hice una foto al tren de vuelta, e hice alguna foto al paisaje que veía al pasar.
Podría comentar cosas diversas sobre este servicio. Tal vez otro día. Que si no esta entrada me va a quedar muy larga. Lo que sí que me llamó mucho la atención es el diseño de la estación de cercanías de Miraflores. Se entra por una puerta lateral del edificio. Lo que a todas luces es la puerta principal del edificio, está a cuatro o cinco metros de altura sobre la calle, y no hay ninguna escalera u otro medio de acceso para llegar a ella. ¿Se desvelará alguna vez el misterio de tan curioso diseño?
Take the «A» Train, emblemático swing de la orquesta de Duke Ellington, compuesto por Billy Strayhorn. ¿Cuál si no?
Cuando vi recientemente la película de Aronofsky, Black Swan, comprobé en las crísticas que pude leer por ahí que había cierto consenso en situar como antecedentes o influencias de esta película dos filmes muy distintos. Uno de ellos es Repulsión de Polanski, en el que el elemento fundamental es la obsesión de la protagonista. El otro, es esta película que nos ocupa hoy, sobre la creación de una nueva estrella en el mundo del ballet con un final trágico. Decidí revisar ambos filmes. Lo que no esperaba al ver la película de Powell yPressburger es que acabara en mi colección del ferrocarril en la historia del cine. Pero así es, y así os lo voy a contar.
Y lo podéis encontrar a través de mi sección dedicada al ferrocarril en la historia del cine, o directamente en su reseña.
Poco cine de verdad, en salas y pantalla grande, puedo ver en estos días. No tengo tiempo u ocasión. Pero en una tarde como la de ayer de frío y niebla, y algo cansado como para salir por el mundo, es fácil que uno acabe tragándose algunos largometrajes televisivos, especialmente si vienen en alta definición, y no se han visto previamente, o uno piensa que merecen una segunda oportunidad.
Y ayer, tras comprobar que Instinto básico no merece una segunda oportunidad ni en alta definición, por muy buenas que estuvieran la Stone y la Tripplehorn, yo muchas veces me decanto por las morenas, me dispuse a merendarme Asalto al tren Pelham 123. No sé si es un remake de la película de 1974, que no he visto, o como dicen por ahí una reimaginación o una reinterpretación de la historia, que por otra parte procede de una novela de 1973. En cualquier caso, la acción transcurre en el metro de Nueva York, por lo que está más que justificada su inclusión en mi lista de películas del ferrocarril en la historia del cine. Podéis acceder a la reseña a través del página del enlace anterior, o directamente a trevés del enlace a su ficha. Aunque advierto que es una película que tampoco merece la pena más que en las circunstancias antes comentadas. Uno está aburrido, hace frío en la calle, y niebla, y no echan nada mejor,… pues la ves, te entretienes y luego, la olvidas.
En estos días atrás se han dado dos circunstancias. Por un lado, por las festividades en EE.UU. han interrumpido la emisión de las series de televisión que sigo, y por otro lado, el mal tiempo ha invitado a pasar más horas en casa. Así que he dedicado más tiempo de televisión a los largometrajes. Y especialmente a algunos relacionados con las dos temáticas específicas a las que dedico un especial apartado: la fotografía en el cine y el ferrocarril en la historia del cine.
Recuerdo las elevadas expectativas que tenía cuando fui a ver esta película. Fue la última película de su director, Ricardo Franco, aunque a título póstumo. Tuvo que ser terminada porFernando Bauluz. Pero previamente a este filme, Franco nos había regalado con uno de los mejores dramas del cine español, La buena estrella. Además, su trío protagonista prometía muchísimo. Ariadna Gil, además de guapísima, se perfilaba como una de las actrices con más personalidad y proyección del momento. Fele Martínez empezaba a despuntar buenas maneras y no paraba de trabajar. Elena Anaya nos había sorprendido con su naturalidad en aquella pequeña delicia que fue Familia y en alguna otra cosita, y también apuntaba mucho, y también estaba muy guapa. Y resulta que también tiene que ver con la fotografía.
Recomendación musical: Aunque no tiene nada que ver con esta película, el disco que grabaron juntos Bebo Valdés y Diego «el Cigala» con el mismo título, merece la pena ser escuchado.

Las costas de Portugal, en la imagen en Cascais, son uno de los escenarios de la última película de Ricardo Franco - Panasonic Lumix LX3
Seamos claros. Esta película la he visto porque según la sinopsis ofrecida por la guía de programación de la televisión por satélite, ofrecía posibilidades tanto para el listado de películas relacionadas con la fotografía como con el ferrocarril. Pero si no, normalmente no la hubiese programado para grabarla y verla posteriormente. Es el segundo error similar que cometo en pocas semanas.

El metro de una gran ciudad es el escenario de esta "terrorífica" película; en la imagen, los pasadizos la estación de Châtelet en París - Panasonic Lumix LX3
Difícilmente se justifica la presencia de esta película entre mi listado de filmes con temática o interés ferroviarios. No lo es ni mucho menos, salvo por una bonita escena, en la que la pareja protagonista, Nino Castelnuovo y Catherine Deneuve, haciendo de jóvenes novios, casi adolescentes, se separan y se despiden en la estación de Cherburgo por la obligación de él de ir durante dos años a hacer el servicio militar en Argelia. Asistimos a la despedida de los dos jóvenes en la escalerilla del coche del expreso que transportará al chico hasta París. El expreso arranca, y la cámara se eleva tomando un plano casi cenital de la estación en el que aparece un automotor con el llamativo color rojo de los automotores franceses de época, y que contrasta con los tonos grises y apagados de los edificios ferroviarios y del expreso que parte.
Recomendación musical: Cómo no, el tema principal de este musical, que se repite durante el filme en diversas ocasiones con distintas letras, con distintos diálogos.
Hace unos días, pasaba yo la tarde en el apartamento de unos amigos en un pueblo del Pirineo. Habíamos salido a dar un paseo por el bello espectáculo de las montañas vestidas con los colores del otoño, pero ya oscurecía, y como había tomado algo de vino en la comida y un chupito de orujo, decidí esperar para más seguridad hasta que se eliminasen los vapores del alcohol etílico para más seguridad en la conducción de vuelta a Zaragoza. El caso es que alguien conectó el televisor, y allí estaba, una de las películas más emitidas por la caja tonta. Las aventuras de los aviadores aliados en un stalag luft alemán, tratando de burlar las barreras del campo para iniciar la huida. En un principio, no se me ocurrió pensar en este filme como en una película ferroviaria, pero cuando los prisioneros han escapado, muchos de ellos utilizan el ferrocarril como medio de evasión, y empecé a fijarme en las incongruencias que se veían en la película. Y al final, tras pensarlo unos días, he decidido incluirla en mis listado de películas relacionadas con el ferrocarril.
Estoy hablando de La gran evasión (The Great Escape), cuya reseña podréis encontrar en mi página sobre el ferrocarril en la historia del cine, o directamente en este enlace.
También un pequeño obituario. Hace unos días mencionábamos a Jill Clayburgh en un papel protagonista en una de la película de mi lista de cine y ferrocarril, El expreso de Chicago. Hoy tenemos que mencionar que recientemente la actriz ha fallecido. Así que vaya desde aquí nuestro recuerdo.

En Kaiseraugst, cerca de Basilea y a orillas del Rín, podemos ver cómo es exactamente el paisaje en la frontera entre Alemania y Suiza; no los montes alpinos que nos muestran en la película, más propios de la frontera entre Baviera y Austria, frontera que no era tal en aquellos momentos en que Austria estaba anexionada a Alemania - Panasonic Lumix LX3
Hoy estaré fuera, pasando el día en tierras pirenaicas. Espero que no llueva demasiado. En cualquier caso, el cambio de hora ha hecho que me haya despertado a una horar intempestiva. Así que aún me da tiempo a actualizar estas entradas.
En los últimos días he realizado algunas tareas de mantenimiento en mis páginas en internet. Por ejemplo, he reordenado los marcadores de páginas personales y ajenas que aparecen en la columna lateral derecha de este Cuaderno de ruta V.2. Otro ejemplo, he registrado el dominio gratuito carloscarreter.co.cc, que de momento redirige a mi viejo Cuaderno de ruta V.1.
Pero a lo que más me he dedicado es a poner en orden es en una de mis páginas más antiguas y más queridas, pero que como ha sufrido diversos avatares, ha sufrido más desorden y estaba más descuidada. Se trata de Trenes de ayer y de hoy, dedicada a reportajes fotográficos dedicados a trenes clásicos e históricos. He puesto un poco en orden en las páginas, que en estos momentos están alojadas en Google Sites, he añadido las visitas a distintos museos del ferrocarril realizadas estos dos últimos años,
Museo Suizo del Transporte en Lucerna,
Cité du Train en Mulhouse,
Museo Húngaro del Ferrocarril en Budapest,
y he registrado otro dominio gratuito que redirige a estas páginas: trenesdeayer.co.cc.
En fin, que he estado de lo más proactivo. Espero que todo sea para bien, y que los aficionados al ferrocarril encuentren interesantes las novedades.

En la Cité du Train de Mulhouse, un lujoso coche restaurante reproduce el ambiente de los lujosos expresos de antaño que recorrían Europa, comunicando ciudades y países anteriormente casi aislados - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.
Mi breve convalecencia del lunes por la tarde, asociada a mi breve enfermedad viral de ese día, tuvo dos consecuencias. Una, que me perdí la ocasión de ir al cine como hago casi todas las semanas. Dos, que a falta de ganas para hacer otras cosas, me dio tiempo a ver mucho cine en la televisión. Así que tras el comentario de ayer sobre una película apropiada para mi sección de cine y ferrocarril, va otro similar.
En primer lugar, reconocimientos y agradecimientos. Yo había olvidado por completo que Amélie tuviese que ver con la fotografía. Como explicaré más adelante, fue un filme que me defraudó en cierta medida, y lo dejé a un lado en un rincón de mi memoria. Sin embargo, recientemente, con un escueto pero clarísimo mensaje, alguien llamado Luis, y desconozco más datos de esta persona, me sugirió este filme para ser añadido a mi lista de películas sobre La fotografía en el cine. Lo que pasó también es que inmediatamente recordé que es apto para ser incluido en mi lista de películas de El ferrocarril en la historia del cine, así que, mato dos pájaros de un tiro. La mar de bien, ¿no?
Así que ya lo sabéis, tanto si os gusta el mundo y la historia de la fotografía, como si sois partidarios del ambiente ferroviario, podéis estar interesados en mi comentario sobre este conocido largometraje francés.
Mirando un día la programación de la televisión por satélite me encontré con esta película, y deduje por la breve sinopsis que debía tener ambiente ferroviario, como así es, y la dejé a grabar. Después de más de un mes reposando el sueño de los justos en el disco duro del descodificador digital, aprovechando un día de ligera enfermedad,… pues la he visto y la he añadido a mi listado de filmes sobre el ferrocarril en la historia del cine. Con todo merecimiento. Mucho tren por las inmensidades geográficas de Norteamérica, lo que nos ofrece esta comedia disparatada dirigida por Arthur Hiller y protagonizada por Gene Wilder.
Podéis acceder a la reseña a través de la página CineTren, o bien directamente a través de este enlace.
Hace poco más de una semana, Canal+ ha lanzado al mercado un nuevo canal; Canal+ Xtra. Pretende ser una alternativa televisiva de mayor calado intelectual y cultural, con productos más minoritarios, entre los que marcan tendencias, tanto en el cine como en el documental como en otros productos audiovisuales de carácter menos definido. Y entre los primeros largometrajes programados, nos encontramos con este filme de animación, poco conocido en España, ya que puede que ni se estrenase en salas comerciales. No lo sé. No he encontrado referencia alguna.
En él, una red de metro continental recorre una Europa cuasi-postapocalíptica, en una sociedad distópica tras unas catastróficas crisis ambiental y económica. Un futuro quizá no tan lejano como nos pueda parecer si el ser humano sigue siendo igual de burro como hasta ahora. Ante el abundante ambiente ferroviario suburbano, he abierto la reseña correspondiente en la página de CineTren.