[Cine] The French Dispatch (2021)

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The French Dispatch (2021; 67/20211102)

Wes Anderson se ha convertido en la última década, ya venía anunciando su bondades de antes, en uno de los favoritos de los más cinéfilos de los asistentes a las salas de cine. Su cuidada y distintiva estética, sus historias, llenas de empatía y cariño hacia sus personajes, su estilo característico suponen un cine diferenciado y, muchas veces, un soplo de aire fresco ante las películas realizadas bajo «receta», todas iguales en sus componentes, historia y desarrollo, que tanto abundan en la industria cinematográfica, liderada por compañías como Disney/Marvel y similares. Los «macdonalds» del cine, por mucho que disfracen su carácter de productos de consumo rápido, por no decir «comida cinematográfica basura», con presupuestos muchimillonarios y abundancia de artificios visuales. Así que, no sé si muchos, pero si unos cuantos esperábamos con ganas el estreno de su nueva película, retrasada un año en su estreno por el bien sabido incidente epidémico, que tantos quebraderos de cabezas nos ha generado en los dos últimos años.

Inevitablemente, París, con algunas fotos de los rollos de película en blanco y negro que hice hace algo más de dos años.

El título completo de la película debería ser The French Dispatch of Liberty, Kansas Evening Sun, puesto que se nos habla de un suplemento ilustrado de un periódico de algún lugar del mencionado estado del medio oeste norteamericano. Un suplemento ilustrado que llega a su último número, para el cual se preparan y seleccionan algunos de los artículos más destacados de su historia. El suplemento se elabora desde Ennui-sur-Blasé (no se traducen los juegos de palabras en la película, pero bajo la forma que tienen algunos nombres de poblaciones francesas a orillas de un río o un mar, la ciudad de Ennui a orilla del río Blasé, el nombre de la ciudad significa Tedio sobre hastiado, hay constantes juegos de palabras en la película, que sólo alcanzamos a disfrutar aquellos que tenemos algunos conocimientos del idioma de Molière). Ennui-sur-Blasé tiene un parecido notable con ciertas ideas tópicas, con ciertos lugares comunes que se difunden sobre la capital francesa, París. En forma de episodios, cada uno reproduce un artículo de la revista sobre temas distintos y sobre distintas épocas, un recorrido por la ciudad, el arte contemporáneo y las obras de un preso a perpetuidad por asesinato, las aventuras de unos estudiantes revolucionarios inspirados en el mayo del 68, o el secuestro de la hija de un comisario de policía resuelta por las habilidades culinarias de uno de los tenientes bajo su mando. Y finaliza con la redacción aplicándose a la tarea de redactar el obituario de su director (Bill Murray).

La película insiste y lleva a nuevos extremos en el estilismo esteticista del director, quizá llevándolo demasiado lejos, aunque reconozco que a mí es una estética que me gusta, y se basa en un reparto extremadamente coral, con muchas apariciones de caras conocidas, prestigiosas, de la interpretación en el cine actual, en inglés o en francés, muchas veces quedando en la práctica al nivel de un simple cameo. Aunque cierto es que aquellos que tienen más minutos en pantalla, como Benicio del Toro, Tilda Swinton, la guapísima Léa Seydoux, Timothée Chalamet, Lyna Khoudri, Frances McDormand, Jeffrey Wright y otros que me dejo, lo hacen ciertamente muy bien. Valoración que hago desde el punto de vista de que se les pide un punto de exageración en sus personajes, en una película que oscila entre el homenaje, la parodia, la sátira y el cariño hacia las personas.

La película es un homenaje y una reivindicación de un cierto estilo de periodismo. No del periodismo en general y, ciertamente, no del periodismo que sufrimos en la actualidad. El formato, las ilustraciones y los artículos del ficticio The French Dispatch nos llevan irremediablemente a referenciar constantemente a The New Yorker, una revista, todavía vivita y coleando, reconocida por su alto nivel en las ilustraciones, por la calidad de sus artículos, por la elevada ética a la hora de verificar la veracidad de los hechos narrados y por el alto nivel literario de sus redactores. O sea… si estamos reivindicando y homenajeando esto… es que estamos lanzando un profunda crítica al periodismo actual de medias verdades, o directamente de falsedades, de falta de rigor, de oportunismo, de sensacionalismo, de lenguaje basto y limitado y de malas fotos tomadas con un teléfonos móviles. Y me parece muy bien que tales cosas se pongan en la picota de la crítica pública.

Dicho todo lo cual, la película me ha gustado, especialmente conforme la he dejado reposar en el recuerdo. Pero no me ha entusiasmado. No tiene el mismo nivel de calidez y espontaneidad de películas anteriores del director. En las anteriores, la maravillosa estética con la que trabaja Anderson estaba al servicio de la historia que se contaba, mientras que en la actual parece convertirse en la principal motivación del director. No me arrepiento nada de haberla visto, me ha merecido la pena, pero quizá las expectativas depositadas en ella eran demasiado elevadas. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] On the rocks (2020)

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On the rocks (2020; 57/20201108)

Otra semana sin visita a las salas de cine. Entre las consecuencias directas de la pandemia y las limitaciones en los estrenos debidas también a la misma, cuesta mucho hacer el esfuerzo de desplazarse hasta la gran pantalla. Más si tenemos en cuenta lo afectada que está la oferta de versiones originales. Y la cosa no mejora, por lo que he visto en los estrenos de esta semana. Nunca había visto estrenar tantos documentales.

En cualquier caso, tenemos las plataformas en internet para ver cine de estreno. No es lo mismo, pero menos da una piedra. Y en esta ocasión, en AppleTV+ nos encontramos con el estreno de lo último se Sofia Coppola, que actúa también como guionista, contando de nuevo, como en una de sus más célebres películas, la mejor en mi opinión, con Bill Murray como coprotagonista.

Al igual que la mayor parte de las comedias de Woody Allen, esta de Sofia Coppola transcurre, casi toda ella, en la Gran Manzana. Así que fotográficamente nos daremos un paseo por Central Park.

Y nuevamente en una relación entre hombre maduro y mujer más joven. Un hombre mucho más maduro, han pasado 17 años desde aquella estupenda película, con una mujer, interpretada por Rashida Jones, bastante menos joven. Esta interpreta a una mujer en sus treinta y muchos que de repente empieza a sospechar que su marido (Marlon Wayans) puede serle infiel con su socia en el trabajo, una mujer más joven y guapa (Jessica Henwick). Laura, es el nombre la protagonista, se confía a su padre, un vividor mujeriego y simpático, y esta la lleva en una espiral detectivesca para averiguar la verdad.

Aunque el planteamiento de la película puede recordar en algunos aspectos a Lost in translation, lo cierto es que el tono es muy distinto. Y a lo que realmente me recuerda es a algunas comedias de Woody Allen, algunas de las menos trascendentes, en los que los protagonistas se ven metidos en líos actuando bajo unas premisas,… que a veces pueden no ser muy acertadas.

Realizada con oficio, y con unos protagonistas que ponen de su parte para que todo salga adelante, lo cierto es que finalmente la película resulta bastante previsible. Como comedia, no llega a tener toda la comicidad necesaria. Como drama ligero sobre las relaciones entre un padre y una hija, no profundiza todo lo adecuado. Como reflexión sobre las crisis de pareja… la mencionada crisis es más un macguffin para desencadenar la acción que un tema importante en sí mismo. Y como reflexión sobre las crisis de las mujeres de cierta edad que se debaten entre su papel de amas de casa y profesionales independientes sin hallar el adecuado equilibrio, tampoco hay una especial profundidad en los planteamientos. Todo queda esbozado, nada es contado con detalle, y al final todo queda en una peripecia con tonos simpáticos, algún momento divertido y algún bajón más de la cuenta en una historia que sobrepasa por poco los 90 minutos de duración.

No llega a naufragar del todo esta película, pero casi. Coppola nos ofreció lo mejor de sí misma al principio de su carrera, y después me ha costado siempre conectar con ella. Y si hemos visto esta película ha sido gracias a una promoción,… porque dudo que si no hubiese pagado por ella. En fin. Vosotros veréis.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The dead don’t die (2019)

Cine

The dead don’t die (2019; 36/20190709)

Como viene sucediendo en los últimos años, nos está costando encontrar motivación para ir a las salas de cine durante el verano. Una programación pobre, un maltrato a las versiones originales en cuanto a disponibilidad horaria y permanencia en cartelera, y cierto escepticismo que se ha ido desarrollando hacia cierto tipo de producciones, hace que nos cueste, o por lo menos a mí, tomar la decisión de afrontar el calor de este tórrido verano para ir a las únicas salas de cine donde se exhiben versiones originales. Cada vez soporto menos los (horribles) doblajes de las películas, frente al orgullo sobre los mismos que muestran en ocasiones diversos componentes de la industria en España, más preocupados por el dinero que por la cultura o el respeto a la obra.

Había que buscar un cementerio… y porqué no el de Malmo, que sirve también de parque. Pero de dónde van a salir los «no muertos» si no es de un cementerio.

Y en estas estamos cuando recibo la propuesta de ir a ver la última de Jim Jarmusch, director de quien he visto cosas estupendas, pero también pestiños pedantes y pretenciosos que no me han convencido, me cuenten lo que me cuenten algunos críticos. Se tuvieron que emplear a fondo para convencerme en ir a ver una, la enésima, de zombis.

Afortunadamente. A mí esta película me suena a divertimento entre amigos. Lo bueno es que a mí me divirtió con carácter general. Una pequeña población del medio oeste americano en la que se enfrentan, como en el resto del mundo, aunque eso no lo vemos, a un apocalipsis zombi. Con el jefe de policía (Bill Murray) y sus ayudantes (Adam Driver y Chloë Sevigny) al frente. Y la peculiar dueña de una funeraria (Tilda Swinton). Todo ello visto a través de los ojos del automarginado del pueblo (Tom Waits) y con una serie de rupturas indirectas de la cuarta pared o autorreferencias a la propia película y a otras películas, tanto del propio Jarmusch como de otros directores habituales del género. O de otros géneros.

Como digo, tiene toda la apariencia de un divertimento. Jarmusch y varios de los actores que han aparecido en sus anteriores películas, más una serie de actores y actrices que hace pequeños papeles, cameos en algún caso, irreconocibles si se esconden tras las pintas de un zombi, se han juntado y se han divertido haciendo una película que, a pesar de estas circunstancias no es banal. Puesto que en diversos detalles a los que se suma la declaración final de Hermit Bob (Waits), comprobamos que es una nueva crítica hacia esa América profunda adocenada, pasiva políticamente o votante de monstruos como quien les gobierna en estos momentos, como crítica es ante los desmanes medioambientales del capitalismo y las mentiras gubernamentales descaradas sobre los mismo, ante todo lo cual esta película de Jarmusch es una declaración de que mejor todos muertos a seguir como estamos.

Tampoco creo que pase a la historia del cine de forma especial. Pero si acudes con el estado de ánimo adecuado, y prestas atención a las distintas referencias del filme, te lo pasas bastante bien. Lo mejor de todas formas,… Tilda Swinton, que va a lo suyo, con acento escocés, y una salida de escena propia de los mejores tiempos de los Monty Python.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Moonrise Kingdom (2012)

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Moonrise Kingdom (2012), 18 de junio de 2012.

Acudimos a la sesión en versión original de esta película, aunque sea a la indecente hora de las cinco de la tarde, con la esperanza de que sea un rayo de luz cinematográfico, después de las flojedades de las últimas semanas. Bien recibida en Cannes, aunque no de forma unánime creo, cuenta de un reparto llamativo de actores y actrices que tradicionalmente lo hacen bien, o lo pueden hacer bien. Si bien es cierto que las películas de su director, Wes Anderson, nunca llamaron mi atención hasta el momento. Tampoco es que sea un director muy prolífico.

Calificada erróneamente desde mi punto de vista como comedia, y ambientada a mitad de los años 60 del siglo XX, nos encontramos ante un drama centrado en una pareja de preadolescentes, Sam (Jared Gilman)Suzy (Kara Hayward), que a sus doce años viven su primer amor en medio de un paisaje humano bastante dañado. Ambos se conocen en la ficticia isla de New Penzance, en algún lugar de Nueva Inglaterra, donde Sam, huérfano, vive con una familia de acogida que tampoco es que le tenga mucho apego, y asiste al campamento de los scouts caquis, bajo la dirección del jefe scout Ward (Edward Norton), donde tampoco es muy apreciado. Por su parte, Suzy se encuentra en la isla con su familia, los Bishops, un padre, Walt (Bill Murray), una madre, Laura (Frances McDormand), y tres hermanos pequeños. El matrimonio no se lleva precisamente bien. Es más. Laura tiene una aventura con el Capitán Sharp (Bruce Willis), el jefe de policía de la isla. En este ambiente, y tras un año carteándose desde que se conocieron, ambos deciden escaparse para vivir su vida sólo y a su aire, fuera de tan nocivos ambientes. Pero es difícil escaparse de una isla, aunque lo intentes con todas tus fuerzas. Más cuando se avecina la más fuerte tormenta que va a haber en el siglo. Y además acechan otros pelígros como el Comandante Pierce (Harvey Keitel), severo líder de los scouts caquis, o los burocráticos e inflexibles Servicios Sociales (Tilda Swinton).

Con un aspecto visual que inmediatamente me lleva a referentes como Big Fish de Tim Burton, o mi muy estimada y televisiva Pushing Daisies, con una potente banda sonora que alterna la música clásica de Benjamin Britten, las canciones indias, el yeyé de Françoise Hardy, o la música incidental de Alexandre Desplat, entre otras, atendemos a una aventura con numerosas referencias cinéfilas. No dejaremos de ver en Kara Hayward haciendo de Suzy vestida de domingo con su boina, y con ciertas tendencias homicidas, un alter ego adolescente de Faye Dunaway interpretando a Bonnie Parker, ambas en una huída imposible de un mundo del que no se puede salir. Enamorados incondicionalmente, inexpertos y dañados emocionalmente, tienen que aprender como vivir ese amor, incluso las reacciones físicas que provoca en ellos. Pero sobre todo llama la atención las diferencias de carácter de ambos preadolescentes. Mientras que Sam muestra un optimismo indomable, mirando al futuro de frente y sin miedo, Suzy es digna heredera del existencialismo, ya que aunque sueña con ser la heroína que protagoniza sus novelas preferidas, no deja de ser alguien engarzada en el presente y sin confianza en el futuro. Y a su alrededor, un puñado de adultos tan y inmaduros o más que los dos niños. También solos, también dañados emocionalmente, qué muy difícilmente pueden ofrecer el entorno que merecen los dos muchachos; aunque no les faltarán ocasiones para la redención. También es cierto que algunos de estos personajes son los que peor definidos están y por donde flojea en ocasiones el filme.

La historia que nos cuenta la película se apoya en dos pilares. Los formales, fotografía, dirección artística, música, etcétera, y la interpretación. Especialmente la de los dos niños. Un chico y una chica normales. No especialmente guapos ni simpáticos, pero que se hacen pronto con la empatía del espectador. Especialmente el chico. La chica se hace más cuesta arriba, pero es así como está escrito el personaje. Nada que objetar. Con los prestigiosos secundarios adultos que acompañan a los chavales, hay variedad de resultados. Mientras que vemos evolucionar claramente hacia donde se dirige el policía que encarna Willis, o el jefe scout que de modo tan divertido nos ofrece Norton, otros son más flojos. Uno no sabe donde termina la dejadez del padre de la chica y donde empieza la de Bill Murray que lo encarna.

He comenzado diciendo que estaba «calificada erróneamente como comedia». Evidentemente, este es un punto de vista muy subjetivo. Probablemente, el calificativo de comedia dramática, odio las contracciones del tipo de «dramedia» o cosas similares, le va bien. Pero yo no he podido dejar de ver la película fundamentalmente desde el punto de vista del drama humano. Y lo cierto es que así me ha satisfecho. Es más. Es de las películas que luego suscita comentarios abundantes con quien te ha acompañado a verla. Y reflexiones a posteriori que la enriquecen. Por lo que la encuentro una película muy recomendable, un oasis de inteligencia y emoción en el desierto de la cartelera actual.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****

La acción del filme se situa en la ficticia New Penzance. Pero yo he estado en la «vieja» Penzance, una agradable localidad en la península de Cornualles, Inglaterra, que se puede ver en el horizonte de esta fotografía tomada cuando íbamos a visitar el Mount St-Michael (no confundir con el famoso monasterio francés).