[Televisión] Cosas de series; irregularidad en las series del verano

Televisión

Como ya suponía la semana pasada, pocas novedades en este principio de agosto en mi cartelera televisiva. Si la semana pasada comentaba que había iniciado la visualización de la serie policíaca belga Salamander, lo cierto es que no he sido capaz de seguir con ella, y la he abandonado.

Dejando aparte aquellas series cuya misión no va más allá de proporcionar un cierto entretenimiento, la tónica que noto entre las que tienen alguna pretensión más es la irregularidad.

Con Dexter en el ecuador de su última temporada, la sensación es que todavía no sé por donde va a tirar la misma. Ha ido saltando de una trama a otra sin que ninguna se convirtiera en principal. Quizá el regreso de Hanna (Yvonne Strahovski) anime un poco más el cotarro, porque los conflictos entre hermanos difícilmente van a dar mucho más de lo que hemos visto.

Soto de Cantalobos

Estos días atrás de calor tremendo, hoy a suavizado, me hacen añorar las tardes de otoño en las que apetece ir a caminar kilómetros sin sudar la gota gorda, como por el Soto de Cantalobos, de las fotos de hoy.

Under the Dome, adaptación de una novela de Stephen King, era uno de los estrenos estrellas del verano. Me costó entrar en ella, y luego ha tenido momentos notables. Pero sigue con altibajos y con grandes irregularidades entre las diversas tramas que se producen bajo la cúpula. Estoy lejos del entusiasmo, moderado ciertamente, que muestran muchos medios especializados en la cosa televisiva.

Otra que no acaba de coger el tono que tenía en su primera temporada es The Newsroom. Sigue siendo una serie entretenida, pero por algún motivo que todavía no he terminado de analizar, sus personajes no acaban de tener el carisma que tenían la primera temporada. O quizá sea que los personajes/actores con más carisma de la serie tienen menos minutos y menos protagonismo, en favor de la tramas de otros caracteres que no enganchan tanto. Tengo la sensación de que, por lo que a mí respecta, por ahí van los tiros. Otros harán análisis más sesudos sobre la serie, pero no deja de ser un drama con algún tono de comedia sobre una serie de gentes.

A dos capítulos para su final, la Guerra de las Dos Rosas vista desde el punto de vista de las mujeres que nos presenta The White Queen, se mantiene a un nivel aceptable sin llegar nunca a la brillantez, salvo en la vistosidad de la adaptación a la época. En cualquier caso, en estos últimos capítulos, en los que supongo que asistiremos  al transcurrir del reinado de Ricardo III y el ascenso al poder de los Tudor, tiene que competir con la impresión que de ese drama dejó en mi hace ya tiempo el Ricardo III de Shakespeare en sus diversas versiones. Mala comparación.

Soto de Cantalobos

Durante el verano, aparte del agobio y la dura luz que hay hasta muy tarde, se te comen los mosquitos y todo tipo de bichos.

Y las dos series que me parece que mantienen su tono habitual son Longmire, que al igual que en la primera temporada va cogiendo carrerilla para ir ganando en intensidad, en este western moderno en las llanuras del medio oeste americano, y Futurama que a pesar de los años que lleva danzando, sigue manteniendo un buen tono y diversión. Probablemente, el secreto de ambas series es que ofrecen exactamente lo que prometen. Y ya decía Sabina que si dos no se engañan, mal puede haber desengaños.

Por último, el runrún internetero televisivo ha sido el anuncio del actor que será la duodécima reencarnación del Doctor a partir del especial de Navidad. Lo que desconozco, no lo he investigado, si protagonizará ya dicho especial o si hará su estelar aparición al final del mismo. Muchos comentarios y entusiasmo oigo sobre el nuevo Doctor. Lo cual no entiendo, porque sin conocer todavía cómo será la personalidad del nuevo Doctor… ¿cómo podemos saber si nos gustará? Como curiosidad, cierto episodio del principio de la temporada 4 de la era actual, The Fires of Pompeii, habrá de estar sometido a observación continua. La anterior compañera del doctor, Amy Pond (Karen Gillan), tenía allí un papelito. Y Peter Capaldi, la 12ª encarnación del personaje principal, también.

Soto de Cantalobos

Pero bueno, todo es cuestión de esperar unas semanas, a ver si desaparecen los rigores del verano en el valle del Ebro.

[Televisión] Cosas de series; puentes, parcialmente muertos, noticias del Doctor y las sorpresas en Poniente

Televisión

En estas semanas de baja actividad seriéfila, por el verano sobre todo, algunas cosas suceden y otras las provoco yo mismo. Alguna corrección a lo dicho en entradas televisivas anteriores, por ejemplo. El undécimo doctor, Matt Smith, se despedirá en el especial de Navidad, cosa que no sabía cuando dediqué a la serie una entrada en exclusiva hace unos días. Así que la octava temporada de la época actual de Doctor Who tendrá como protagonista al duodécimo Doctor. Se abren las apuestas sobre quién será.

La comidilla seriéfila de la semana ha sido el capítulo noveno de la tercera temporada de Game of Thrones. Se confirma que el momento clave de las temporadas de esta serie no es su capítulo final, sino el penúltimo. Y la verdad es que a mí me dejó sobrecogido, y he de reconocer que dado que me gusta que me sorprendan, y que las cosas no sean obvias, ni lineales, ni maniqueas, ni simplonas,… pues me ha encantado. Otros están enfadados. Lo cual me parece curioso porque se supone que la serie sigue la línea argumental de las novelas, por lo que los lectores de las mismas debían estar al tanto. Un comentario más amplio después del último capítulo de la temporada.

Montones de bicicletas

En 2001, octubre, visité tanto Copenhague como Malmö, ciudad a la que pasamos en tren atravesando el puente que en la entrada de hoy da nombre a una de las series comentadas. Aunque ahora no tengo claro si este montón de bicicletas estaba en Malmö, o en la vecina y coqueta ciudad universitaria de Lund, que también visitamos.

Había leído varios comentarios elogiosos sobre la serie suecodanesa Bron/Broen. El puente, en ambos idiomas. Lo cierto es que su primera temporada ya tiene un tiempo, se estrenó en 2011 en sus países originales, aunque alcanzó cierta fama por su emisión en la televisión británica el año pasado. Un crimen que sucede justo en la frontera entre SueciaDinamarca en el puente del Oresund, que da nombre a la serie. Crimen que no será único sino una serie de ellos, de aparente contenido social contras las deficiencias del sistema. Y que al final desembocará en una historia de venganzas. Dos policías protagonistas. El policía danés, interpretado por Kim Bodnia, empático y simpático, demasiado con las mujeres a pesar de ser algo feote lo cual le causa muchos más problemas de los que quisiera, y la policía sueca, interpretada por Sofia Helin, una mujer de buen ver, pero de extraña personalidad, con dificultades en la relación social, aunque respetada por su integridad y trabajo concienzudo. Detrás de todo esto la típica realización escandinava, fría, distante y hasta cierto punto inquietante. Un mareo de idas y venidas entre MalmoCopenhague, y una serie bilingüe pero en la que un espectador español no es capaz de saber si están hablando en danés o en sueco, salvo si el contexto lo permite. De todas formas, está bien, muy bien. Me ha gustado mucho. Ahora se anuncia una adaptación, no sé si de la historia o sólo de la idea, en los EE.UU., situando el crimen en la frontera con Méjico. Ya veremos… Se titulará, mira tú por donde, The Bridge.

Cruzando el Oresund en ferry en Helsingør

Antes del túnel y el puente del Oresund, el paso entre Dinamarca y Suecia a través de este estrecho se hacía en ferry; servicio que ha desaparecido entre Copenhague y Malmö, pero permanece entre Helsingør y Helsingborg.

Y también he visto, total son tres episodios, In the Flesh. Serie de zombies británica, con algunos toques de originalidad. En esta ocasión, los muertos vivientes pueden ser puestos en tratamiento y reinsertados en la sociedad. No se les llama muertos vivientes, sino personas que han sufrido el síndrome del parcialmente muerto. Así que el interés está en la reintegración en sociedad de los que lo han padecido, en la reflexión sobre la reacción de la gente hacia los que son diferentes y son vistos como una amenaza,… y bueno muchas lecturas sobre su interpretación metafórica se pueden hacer. La idea es interesante, no es de miedo, va de otra cosa, aunque me ha parecido irregular en su desarrollo. Pero bueno. Son tres capítulos. Parece que va a haber más.

Isla central del paso carretero y ferroviario del Oresund

Puesto que el paso carretero y ferroviario del Oresund está junto al aeropuerto de Kastrup (Copenhague), no es difícil ver la obra desde el aire al aterricar o despegar con el avión. Sin embargo, en estos momentos me resulta difícil determinar si esta fotografía corresponde a ese hecho, o más bien es la isla intermedia del puente del Gran Belt (Storebælt), otro de los estrechos bálticos, entre dos de las islas danesas. Casi con toda seguridad es esto último, porque se ve puente a ambos lados de la isla artificial. En el Oresund, a la isla artificial central por un lado hay puente y por el otro un tunel.

[Televisión] Larga, interrumpida, extraña temporada de transición para el Doctor

Televisión

Hoy iba a comentar la aventuras y desventuras de Cathy, pero como he empezado el día con una entrada extra que ha sido un obituario, cambio de idea y manteniéndome dentro del tema televisivo, me voy con algo menos trascendente y más divertido. Me voy a comentar la recientemente terminada temporada de Doctor Who.

Sin contar el especial de Navidad de 2011, que en muchos sitios cuentan como perteneciente a la séptima temporada de la época actual de las aventuras del Doctor (Matt Smith), esta temporada se ha prolongado durante meses. Porque uno diría que han sido más bien dos temporadas cortitas que una completa. La primera mitad ya la comenté en su momento. Fue un momento importante porque supuso la despedida de los Pond, unos acompañantes que marcaron mucho la serie. Y ponía muy alto el nivel para la siguiente acompañante y para las siguientes tramas de la serie.

Hyde Park y Albert Memorial

Aunque las aventuras del Doctor se extienden por el espacio y el tiempo, el Reino Unido en general y Londres en particular son escenario frecuente. Este año en sus momentos más victorianos. Hyde Park y Albert Memorial.

El especial de Navidad de 2012 nos devolvió aparentemente a la nueva acompañante, Clara (Jenna-Louise Coleman), que de alguna forma ya nos había sido presentada en el primer episodio de la temporada. Con un problema. Cada vez que aparece en escena, casca. Sólo ese vistazo a esa Clara del siglo XX nos permitía imaginar un misterio que suponíamos que iba a conducir el resto de los episodios de la temporada que hemos visto esta primavera. Sin embargo, aunque el misterio de Clara ha estado ahí, ha sido una de las temporadas menos serializadas de las últimas del Doctor. Episodios todos ellos con aventuras autoconclusivas, unos más conseguidos y otros menos. Siempre he dicho que el Doctor me gusta más cuando se pone más ciencia ficción, y viaja por el espacio y por el tiempo, y menos cuando se pone más serie de terror. Creo que esta última parte ha dominado un poco, y las aventuras espaciales han sido de calidad más irregular. Cuando digo irregular lo digo refiriéndome a una serie que habitualmente tiene un nivel medio-alto a alto.

Puente de Westminster y Cámaras del Parlamento

Eso sí, últimamente no han destrozado al Big Ben con un platillo volante.

En cualquier caso, creo que Clara no ha llegado a calar tanto en mi consideración como Amy Pond. Lo cual es difícil, la verdad. La chica es un encanto, muy asertiva, muy proactiva,… pero no acaba de ser lo mismo. Supongo que en esto hay opiniones para todos los gustos. Entendámonos de nuevo, está muy bien. Pero lo que me ha encantado es que Madame Vastra (Neve McIntosh)Strax (Dan Starkey) y sobretodo Jenny (Catrin Stewart) se hayan vuelto personajes recurrentes. No hay que olvidar que es esta última, a pesar de su carácter de ayudante de la primera, la que suele llevar el protagonismo de este peculiar trío «decimonónico-alienígena». No podemos olvidar tampoco que el último episodio nos ha traído de vuelta a River Song (Alex Kingston) que también suele aportar un plus a los episodios en los que aparece.

En su conjunto me ha parecido una temporada entretenida, pero algo inconexa. Confusa, a ratos. Además, parece que todo va destinado a preparar el episodio del 50º aniversario del personaje, que se verá este otoño. No sé si prevén también especial de Navidad, creo que no se ha anunciado oficialmente. Sí que han anunciado ya la octava temporada. Donde supongo que desarrollarán más el personaje y la relación entre Clara y la undécima encarnación del Doctor, que está resultando bastante longeva. Todo hay que decirlo. Y en ella, la duodécima encarnación del Doctor, recientemente anunciada. Veremos cómo se da.

Apple Market en Covent Garden

Pero las aventuras más tenebrosas suelen ser perpetradas con nocturnidad y alevosía. Momento en el que encontramos cerrado el coqueto Apple Market en Covent Garden.

[Televisión] Cosas de series; esos americanos, esas jovencitas inglesas y Patrick Jane

Televisión

Se me caen las series de cartelera. Definitivamente Da Vinci’s Demons me parece una propuesta muy espectacular de aspecto pero muy vacía de contenido. Muy floja en este aspecto, y paso de ella. Lo sospechaba desde el primer episodio. Continuum es una serie cuya primera temporada vi completa a la segunda oportunidad que le di. Y me pareció entretenida,… pero en esta segunda temporada no ha conseguido reengancharme. Así que fuera también.

Me he enganchado a dos series que a priori me habían pasado desapercibidas. Como consecuencia de mi participación en una reunión científica, cosas de profesionales sanitarios, conocí la serie Monday Mornings. La serie se llama así porque en cierto hospital ficticio norteamericano, y en el entorno de un servicio de neurocirugía, cada lunes por la mañana se celebran las m&m’s. Que no son unas pastillas de chocolate recubiertas de caramelo sino las morbidity and mortality conferences. Esto son sesiones clínicas en las que mediante revisiones entre pares se ponen a discusión las actuaciones de un servicio médico que hayan podido producir un aumento de las complicaciones o de la mortalidad de los pacientes. Su objetivo es disminuir estas; y nunca tienen un objetivo punitivo, sino de aprendizaje. En la realidad. En la serie, llega uno y es como un inquisidor de todos los demás, y además sí que castigan de vez en cuando. Me parece excesivamente melodramática y efectista, y no muy bien interpretada, pero algunas de las cuestiones relacionadas con la ética de la atención sanitaria me han parecido interesantes y la estoy siguiendo. Esta serie ha entrado en cartelera por «deformación profesional».

También me recomendaron y me ha interesado Rectify. Un preso que se ha pegado años en el corredor de la muerte, ante una nueva prueba es liberado, y el juicio declarado nulo. Dos problemas, el primero es la reinserción en la sociedad por un lado, difícil, y más difícil todavía por el segundo problema. Puede volver a ser juzgado y condenado. Me ha parecido que está bastante bien. Y me gustan las interpretaciones. A por ella. Además es de temporada  cortita.

Y hay una serie de finales. Pero antes un comentario sobre series en curso. Doctor Who, en su reanudación, me estaba pareciendo entretenido, pero lejos del nivel de otros momentos. Pero su último episodio ha estado realmente bien. A ver si se anima la cosa. Venga hombre, que el mundo de la ciencia ficción en la tele está muy flojo. Estoy a punto de abandonar también un estreno de esta temporada, Defiance. Le estoy dando la oportunidad de desarrollar algunas tramas que podrían ser interesante. Y en segundo lugar, notable giro en Mad Men con un careto impagable el que se le queda a Peggy Olson (Elisabeth Moss) al final del pasado episodio. No lo destriparé.

En las calles de Florencia

Al despedirme del peculiar Leonardo de Da Vinci’s Demons, me despido también de pasear por las calles de la Florencia renacentista; como me despedí hace unos años de una lluviosa Florencia actual.

Final de temporada para The Americans. Para mí el mejor y más interesante estreno que se ha producido después de navidad, con una apasionante historia que mezcla las historias de espías con los conflictos de la relación de familia y de pareja. Aunque sean «parejas» y «familias» tan especiales como las de los agentes durmientes de la KGB en el Washington de principio de los años ochenta. Buenísimas interpretaciones de todos los que salen. Todos. Excelentes historias cada capítulo. Total ausencia de maniqueísmo. Aquí nadie es bueno ni es malo. Todos tienen momentos de miserias. Y no faltan las dobleces y los engaños por parte de nadie. Y si alguien va a pensar que los más «malos» son los espías soviéticos,… no me atrevería yo a tanto. Esto no tiene que ver con política. Tiene que ver con otras cosas de lo que es el ser humano. Ya tengo ganas de la segunda temporada.

En alguna ocasión he estado a punto de abandonar a Patrick Jane (Simon Baker) en The Mentalist, y sus sosos compañeros del ficticio CBI californiano. Entre otras de cara a esta última temporada. Pero las ganas de saber más de Lorelei (Emmanuelle Chriqui), personaje femenino muy atractivo desde todos los sentidos que apareció al final de la temporada anterior, me hizo retomar esta última, y no me arrepiento. Creo que ha sido una de las más interesantes. Entretenimiento y misterios cada vez más oscuros. Sólo lamento que no volveremos a ver a Lorelei que ha salido menos de lo esperado, pero en los episodios mejores de la temporada, probablemente. Por cierto, se empieza a percibir cierta tensión sexual no resuelta entre sus dos protagonistas.

Finalmente, me he merendado una miniserie británica de tres episodios, Ice Cream Girls, que no ha estado mal. Sin ser nada del otro mundo. Dos mujeres se reencuentran después de 17 años en su pueblo natal. Después de ser juzgadas en su adolescencia por asesinato de uno de sus profesores, que había mantenido relaciones con una de ellas, esta fue absuelta y cambió de ciudad y de vida y la otra condenada y ha pasado buena parte de su vida en la cárcel. Las tensiones no tardan en aparecer. Lo dicho no está mal, aunque podrían haberle sacado un poco más de miga y tensión. Y las interpretaciones no han estado al nivel de otras producciones británicas.

Bueno, a esperar estas semanas en las que llegarán muchos fines de temporada.

Kinsale

Aunque ambientada en una ciudad costera inglesa, parece que las historia de las «chicas de los helados» está rodada en una ciudad costera irlandesa. Como Kinsale, tal vez, por donde pasé hace unos años.

[Televisión] Cosas de series (o no series); un pueblo enfermo, una ciudad martir y un país enloquecido

Televisión

Tres cosas notables traigo hoy para comentar en esta entrada televisiva de hoy. Dos miniseries que he terminado de ver recientemente y un documental para televisión. Pero antes una nota. En el último episodio de Doctor Who estuvo de actriz invitada la «ubercharming» Jessica Raine que da vida habitualmente a la comadrona protagonista de nuestra serie de comadronas favorita. No sé si hay muchas con este tema, así que… Un encanto la chica esta… No anda sobrada de rasmia, pero un encanto…

También decir que, como ya suponía, he abandonado la historia de clones Orphan Black. Me empezaba a resultar cargante ver a la misma actriz cambiando de acentos y de maquillaje constantemente. Y he empezado una miniserie. Ice Cream Girls. Un crimen en el que están involucradas dos adolescentes inglesas en una pequeña ciudad a orillas del mar… Chico, que peligrosas son las pequeñas ciudades inglesas a orillas del mar.

Mucho se podría decir del rigor histórico que el paradójicamente llamado canal History aplica a sus producciones. Visité hace casi dos años Gamla Uppsala, lugar donde se supone que los nórdicos tenían una especie de santuario antes de la llegada del cristianismo, y el paisaje y el ambiente no tenían nada que ver con lo mostrado en en Vikings. Pero ni por casualidad. Que conste que la serie me divierte mucho.

Y puestos con los brutos guerreros, que notable final el del último capítulo que han emitido de Game of Thrones. Sigo siendo incapaz de seguir el conjunto de la historia, pero también me lo paso pipa con cada capítulo. En cualquier caso, fíate tú de las rubitas con aspecto de mosquita muerta.

Pero vamos a lo que vamos

Top of the Lake

Miniserie de siete episodios bajo la batuta de la directora de cine Jane Campion. En estas semanas hemos visto como desaparecía una niña de 12 años, Tui (Jacqueline Joe), embarazada, de la aparentemente idílica población de Laketop en Nueva Zelanda. La detective Robin Griffin (Elisabeth Moss) está de visita en el pueblo, de donde es natural, visitando a su madre enferma de cáncer. Aunque trabaja habitualmente en Sidney, Australia, acepta hacerse cargo del caso, ya que está especializada en tratar con niños y adolescentes. Pronto comprobará que las cosas no van a ser fáciles de investigar. Se mezclarán un jefe de policía, Al Parker (David Wenham), que colabora a ratos; un capo de la mafia local de la droga, Matt Mitcham (Peter Mullan), que además es el padre de la niña; y los propios fantasmas del pasado de Robin que arrastra una historia en su adolescencia que le pesa como una losa y que la llevó a escapar del ambiente del pueblo. Un pueblo que resultará no tener nada de paradisiaco, pese a la naturaleza virgen que lo rodea, y sí mucho de infierno.

Nos encontramos ante una serie densa, en la que se tratan muchos temas, y muchos conflictos personales y sociales. Un duro repaso a lo que son las sociedades cerradas, que funcionan con reglas propias, comunidades realmente podridas en sus mecanismos de funcionamiento social. La serie es un poco irregular, con momentos en los que avanza con paso si no ligero por lo menos definido, y otros en los que se vuelve morosa y se pierde en detalles, que vista en su conjunto, aportan poco a la historia. También estamos ante una historia que tiene una final más abierto de lo que parece, porque la resolución del caso policial no conlleva que se haga justicia, o que el futuro de los protagonistas se habrá más allá de la pequeña ventana que proporciona saber qué ha pasado. Pero lo pasado, pasado está. Y el futuro puede ser igual de incierto y duro.

Esta serie, cuya realización es visualmente muy cuidada, se sostiene sobretodo en la excelencia del elenco que da vida a este conjunto de difíciles personajes; solo por este motivo, ya es una serie absolutamente recomendable. Empezando por Moss, que demuestra que es algo más que la chica de Mad Men.

Hemos empezando hablando de novedades que nos llegan desde la orilla del mar en Inglaterra; algún sitio parecido a Margate, donde está tomada esta fotografía del mar del Norte.

Hemos empezando hablando de novedades que nos llegan desde la orilla del mar en Inglaterra; algún sitio parecido a Margate, donde está tomada esta fotografía del mar del Norte.

Nanking

Buscando cosas sobre las masacres del ejército japonés en la ciudad de Nankín, capital china en el momento en que estalla la Segunda guerra chino-japonesa, precursora de la Segunda guerra mundial en el Pacífico, me encuentro con la existencia de un documental de 2007 sobre el tema. El documental está basado sobre los escritos que se conservan de personas de la época, y hay tres formas de llevar a la pantalla a los protagonistas de los hechos:

Testimonios de algunos supervivientes de la masacre, en general, personas chinas que se encontraban en la ciudad, en general muy jóvenes, y que vivieron para contarlo.

Recuperación de testimonios de personas que estuvieron allí, y que se grabaron en el pasado. Se suele usar para conocer el punto de vista de los soldados japoneses.

Utilización de actores y actrices que representan lo que dirían aquellas personas que estuvieron allí pero ya han fallecido. Sabemos lo que opinaban a través de lo que escribieron en diarios, cartas o relatos de los hechos. La mayor parte de estos representan a los occidentales que organizaron la zona de seguridad en la ciudad, y a algunos militares japoneses. Hay nombres conocidos como Stephen DorffMariel HemingwayJürgen Prochnow o Woody Harrelson, por mencionar a algunos de los muchos que salen.

El documental es de gran interés y está muy bien realizado. Pero tiene un problema básico. Está centrado en exaltar la acción de los extranjeros occidentales en la ciudad, con cierto paternalismo hacia las poblaciones orientales. Creo que hubiera estado más equilibrado si se hubieran contado más puntos de vista, tanto de los responsables chinos como de los japoneses. En estos casos, se pone voz sobretodo a la gente común civil y a los soldados de baja graduación japoneses. Pero bueno, teniendo cuenta este parcial punto de vista, es un documental para televisión que tiene un buen nivel de realización y de interés. Y sobretodo, digan lo que digan los nacionalistas japoneses, no es un filme antijaponés. En varias ocasiones se encargan de insistir en ello, lo que buscan es exponer los horrores de la guerra moderna, especialmente contra las poblaciones civiles. De despertar el sentimiento antijaponés ya se encargó con gran dedicación y entrega el «honorable» ejército imperial en su momento.

No dispongo de imágenes ni de China ni de los lagos neozelandeses; pero respecto a estos últimos, este lago noruego visto desde el tren entre Oslo y Bergen será un perfecto sustituto.

No dispongo de imágenes ni de China ni de los lagos neozelandeses; pero respecto a estos últimos, este lago noruego visto desde el tren entre Oslo y Bergen será un perfecto sustituto.

Unsere mütter, unsere Väter

Miniserie de tres capítulo de hora y media realizado en Alemania, sobre las vidas y padecimientos de los propios alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Declarada por algunos como la Band of Brothers (Hermanos de sangre) alemana, es una comparación con la que no estoy de acuerdo, ya que se trata de dos productos distintos. En cualquier caso, estamos ante un intento muy loable y realizado con abundancia de medios por dar una visión germánica a un conflicto sobre el que como derrotados no les ha tocado escribir la historia. Que muchas veces se ha dicho, la escriben los vencedores.

La serie, cuya título traducido sería «Nuestras madres, nuestros padres», se desarrolla en tres actos de hora y media de duración, cuyos títulos traducidos serían:

Otros tiempos: En la primavera de 1941, momento en el que conocemos a los cinco jóvenes amigos protagonistas que seguiremos durante toda la serie, y que se sitúa en vísperas de la invasión alemana de la Unión Soviética. Es un momento de euforia germánica, aunque las actitudes críticas se ven en uno de los jóvenes soldados que tiene inquietudes intelectuales, y en el único amigo del grupo que es judío.

Otra guerra: Aquí nos encontramos a los personajes justo en el momento central de la guerra, cuando se va a celebrar la batalla de Kursk, momento que supuso el principio del fin para Alemania. Todos han comprendido que esta guerra no es lo que pensaban, y encontramos a todos los personajes ya profundamente afectados por la situación, y con signos de que están cambiando rápidamente.

Otro país: Es el final de la guerra, la retirada final, la destrucción de Alemania, tal y como la conocían. No todos ellos volverán a sus casas, y ninguno volverá como era.

El producto, como reflexión histórica tiene su interés. Al contrario de lo que sucede con la producción norteamericana con la que se compara, los personajes son reales; pero se supone que reúnen los caracteres o peripecias de personas reales. No esconde las perversiones del régimen nazi, que son expuestas de forma clara, casi un tanto tópica, como ya se ha visto en numerosas ocasiones en producciones de diverso signo. No nos descubren nada nuevo. Como aportación propia, no creo que llegue a profundizar todo lo que yo esperaba en los sentimientos y vivencias del pueblo alemán. Creo que se queda en los tópicos ya conocidos.

En lo que es novedoso es en que, puestos a dar estopa, repartimos para todos. Así, hay violadores entre los rusos (cosa que fue tristemente cierta), hay antisemitismo entre los partisanos polacos (esto ha sentado muy mal en Polonia, pero también se han documentado estados de antisemitismo entre los pueblos eslavos, e incluso algún pogromo en este país entre los supervivientes judíos al final de la guerra), o la capacidad de connivencia de los administradores aliados, norteamericanos por ejemplo, permitiendo que algunos jerarcas menores nazis se reconvirtieran al funcionariado alemán del posguerra (esto también está documentado). En la guerra moderna, no hay buenos y malos. Hay malos y peores. Los nazis eran los peores, los demás… que cada palo aguante su vela.

Como resumen, es una producción que tiene su interés, aunque quizá el excesivo simplismo de alguno de sus planteamientos le quita profundidad, y por lo tanto yo lo veo más en el lado del entretenimiento televisivo que en el de la reflexión histórica verdadera. Además, me quedé con la sensación de que hay errores de producción que cantan un poco. Más para quien conozca la realidad de los hechos históricos.

Anécdota fotográfica: Uno de los ejes que unen a los cinco protagonistas es una fotografía que se hacen la última vez que coinciden todos juntos en Berlín, en el primer capítulo. La fotografía es tomada con una Leica, modelo III, porque lleva rueda de velocidades lentas además de telémetro, y utilizando el temporizador para salir todos en la foto. Según he consultado en uno de los libros de Erwin Puts, un señor holandés que todo lo sabe sobre Leica, este dispositivo se incorporó en el modelo IIId, durante la guerra mundial, aunque hubo algunas IIIc que se fabricaron también antes del conflicto mundial a las que se les añadió con posterioridad. De hecho, mi IIIf no tiene, y es del año 51; es decir, semejante dispositivo no estaba generalizado. Dado que el modelo IIId fue raro, sólo se hicieron unos pocos cientos, es improbable que estos chicos usasen una cámara de estas. Así que hay que suponer que se trata de una cámara posterior. Tal vez una IIIf. Curiosamente, en el tercer capítulo aparece un oficial de las SS documentando una represalia contra la población civil polaca con lo que parece por la separación entre el visor de toma y el visor del telémetro una Leica IIIa. Modelo bastante anterior. Sin temporizador, claro. Pero con una bonita funda de cuero.

No faltan recuerdo de la barbarie bélica en Berlín; como la ruinosa iglesia conmemorativa que vemos desde la Tauentzienstraße.

No faltan recuerdo de la barbarie bélica en Berlín; como la ruinosa iglesia conmemorativa que vemos desde la Tauentzienstraße.

[Televisión] Cosas de series; algunas novedades, algunos regresos y despedida hasta el año que viene de Hank Moody

Televisión

En las dos últimas semanas, entre asuntos diversos y vacaciones de semana santa, he llevado un cierto cachondeo con esto de las series. Así que iré al grano, que a la semana que viene también habrá algunas novedades.

Ha vuelto el Doctor. ¿Doctor Who? Sí, Doctor Who. Lo cierto es que vi el nuevo episodio recién vuelto de vacaciones, estaba muy cansado, y no me enteré mucho. La chica nueva, a la que ya hemos conocido en un par de capítulo previos en, digamos, diversas reencarnaciones, Oswin Oswald/Clara Oswald/Clara Oswin Oswald (Jenna-Louise Coleman), parece que promete. Pero supongo que el primer episodio de la nueva etapa, aunque oficialmente el sexto creo de la séptima temporada de la época contemporánea, no fue de los mejores, porque no me enganchó. Lo volveré a ver por si eran los efectos del viaje. Y a ver si se animan. Que hay voces que dicen que el actual Doctor (Matt Smith) empieza a estar quemado y necesitamos una nueva reencarnación. Me formaré opinión un poco más adelante.

Ha vuelto Game of Thrones. Bueno. Lo que he dicho ya en alguna ocasión. Hace tiempo que me perdí con la trama con el sinnúmero de ramificaciones de la misma, y de personajes que aparecen. Pero aunque no me entero de la continuidad argumental, reconozco que cada uno de los capítulos que veo me gustan. En sí mismos. Y hay algunos personajes que me parecen estupendos. Otros no tantos. Pero los que son buenos, son muy buenos.

Tenemos una nueva serie de ciencia ficción,… Orphan Black… De clones… Todavía no tengo claro si me va a gustar y la voy a seguir o no. De momento, recurren a los culos y tetas para enganchar. Pero no tengo muy claro que va a salir de ahí. Ya veremos.

Y finalmente, se nos ha vuelto a marchar de vacaciones Hank Moody y su Californication. Con más fornication y más consumo de sustancias adictivas que nunca, si en otras temporadas lo hemos visto envuelto en el entorno de los escritores, de la universidad, de lo judicial, del cine,… esta temporada ha tocado el mundo de los músicos de rock. Entendámonos. Todo esto no es más que una excusa, macguffins variados, para ir colocando a Moody (David Duchovny) en las situaciones más o menos imposibles que le impiden alcanzar la felicidad, básicamente en compañía de esa maravilla de mujer que es Karen (Natascha McElhone), que está siempre ahí al alcance y al mismo tiempo inalcanzable. Pues toda esta historia no deja de ser más que la enorme y estupenda historia de amor de estos dos personajes, que es lo que a mí me tiene enganchado. Por lo carencia total y absoluta de convencionalismo. Por supuesto, impagable la pareja bufa que forman Charlie Runkle (Evan Handler) y su ex (o ex-ex, perdón por el espoiler) Marcy (Pamela Adlon). Hasta el año que viene.

Sigo procesando fotografías de Italia, y como las series de televisión fundamentalmente van sobre gente, pues gente.

En la Piazza dei Signori, Padua.

En la Piazza dei Signori, Padua.

En la tumba del santo, Padua.

En la tumba del santo, Padua.

Ante el Campanile y el Palacio Ducal de Venecia.

Ante el Campanile y el Palacio Ducal de Venecia.

De tiendas junto al puente de Rialto, Venecia.

De tiendas junto al puente de Rialto, Venecia.

En las oscuras, estrechas, laberínticas y lluviosas calles de Venecia.

En las oscuras, estrechas, laberínticas y lluviosas calles de Venecia.

Molestando al fotógrafo en el Gran Canal de Venecia.

Molestando al fotógrafo en el Gran Canal de Venecia.

[Televisión] Cosas de series; es Navidad, pongámonos británicos

Televisión

Durante el parón navideño en las series americanas, lo cierto es que aprovecho para revisar películas. Largometrajes. Algún clásico de toda la vida, algunos que no pude ver en las salas del cine, algunos que me apetece volver a ver. Por ejemplo, es fijo en estas fechas Gone with the Wind (Lo que el viento se llevó), más probablemente en Año Nuevo, y estos días he vuelto a ver Salmon Fishing in the Yemen (La pesca del salmón en Yemen), que me parece una delicia de película con una Kristin Scott Thomas en personaje cómico que me parece divertidísima. Y otras que no vienen a cuento, para no alargar la cosa. También aprovecho para revisitar alguna serie. Ahora que anuncian su regreso en enero, estoy volviendo a ver los episodios que se emitieron en verano de Bunheads. Es algo ligero, que hace llevaderas las «entrañables» fiestas de fin de año.

Pero los que son claves en estas fechas son los episodios navideños de algunas series británica. Y de paso, os comento una miniserie de dos episodios vista recientemente.

The Poison Tree

Un hombre, Rex Clarke (Matthew Goode), que ha pasado sus últimos 12 años de vida en la cárcel por asesinato, se reúne con su mujer Karen (MyAnna Buring) y su hija Alice (Hebe Johnson), en un lugar lejos de su pasado para intentar rehacer su vida. Pero no será fácil, porque el pasado, una juventud loca de AliceRex y la hermana desaparecida de este, Biba (Ophelia Lovibond), les persigue.

Dos episodios ha durado esta producción británica. El primero no fue para tirar cohetes pero me intrigó, y esperé que el segundo elevara el listón, además de resolver el misterio. Pero no. Lo cierto es que bajó el nivel, se hizo previsible, y al final ha sido una pérdida de tiempo. Qué se le va a hacer. No todo lo que hacen los británicos va a ser bueno. En cualquier caso, tampoco ha sido largo.

Paseo en dromedario

Ya que estamos de especiales navideños, ambiente navideño en la plaza del Pilar de Zaragoza, con los niños paseando a lomos de joroba.

Doctor Who – The Snowmen

Este año, el especial navideño del Doctor (Matt Smith) levantaba mucha expectación. No se limitaba a ser un divertimento familiar al margen de la historia principal, sino que se nos prometía que iba a estar integrado en la misma, y que iba a ser la introducción definitiva de la nueva compañera del DoctorOswin (Jenna-Louise Coleman)Clara, que no sé cual va a ser su nombre oficial, después del papel que tuvo en el primer episodio de la temporada, y que tan intrigados nos dejó sobre cómo iban a encajar su historia.

También ha servido para recuperar tres personajes con los que la audiencia se encariñó en el episodio A Good Man Goes to War, la «lagarta» Madame Vastra (Neve McIntosh), su compañera, en todos los sentidos, sí, también en ese, Jenny Flint (Catrin Stewart), y el comandante sontaran Strax (Dan Starkey). A mí Jenny me parece un encanto. A ver si salen más veces. Incluso me apunto a los que verían un spin-off con estos tres como protagonistas.

El caso es que todo esto supone que la acción transcurre en 1892. Y lejos de desvelarnos el misterio sobre Oswin/Clara tal y como quedó planteado en Asylum of the Daleks, lo cierto es que parece que el eje conductor de los siguientes capítulos va a ser la naturaleza de esta animosa y proactiva joven. También es posible que la Gran Inteligencia sea el nuevo supervillano al que se enfrenten ocasionalmente el dúo. Un dúo más equilibrado, ya que parece que la chica va a tener más iniciativa y más capacidad de decisión por sí misma.

Por lo demás, el capítulo especial funciona razonablemente bien como uno más de la serie, pero no tiene el glamour y la espectacularidad de otros especiales navideños del Doctor. Desde ese punto de vista se queda más flojo. Pero bien está como dosis para los aficionados hasta que nos devuelvan esta primavera lo que queda de está séptima temporada, tan fraccionada en el tiempo.

Asador

O preparando brasas en los asadores para las longanizas o para ahumar pescado.

Downton Abbey – A Journey to the Highlands – Christmas Special

Creo que llegará un momento que se podrá escuchar la frase

Eres más sadico que un guionista de Downton Abbey.

y todos nos llevaremos las manos a la cabeza, y desconfiaremos de quien reciba tan durísimo calificativo. Porque desde luego, tenemos que considerar que tras aquellos tiempos gloriosos en los que nos contaban los amoríos y aventuretas de los Crawley, en los últimos tiempos se han dedicado a hacerles sufrir de lo lindo. Pensando en el especial de Navidad de hace un año, y siendo otro especial de Navidad, uno esperaría otro capítulo de los bonitos, de los que se avanza trama pero con parsimonia, donde abundan los buenos sentimientos, etcétera. Lo primero que llama la atención es que vemos a la familia yéndose de vacaciones a las Highlands escocesas. Y eso es algo que unos nobles ingleses no hacían en invierno. Lo hacían en verano, que es la época del año en la que puede que haga algo parecido al buen tiempo en aquellas norteñas latitudes. Por lo tanto, el episodio, de hora y media de duración, de navideño nada. Y después de esa hora y media contando más bien poco, más allá de quemar un personaje entre los criados que podría haber dado algo de sí, y de introducir como personaje fijo a la niña pija y caprichosa que apareció en los últimos capítulos de la temporada entre la familia, acaban con una noticia feliz y una situación bomba que creo que no esperábamos nadie. Ni aun los que pensábamos que ese personaje era un pesado y un aburrimiento. Pero así son las cosas. Y los responsables de la serie han jugado toda la tercera temporada a ser dioses griegos, y a jugar a capricho con el destino de sus criaturas. Y si lo quieres lo coges y si no, lo dejas. Esto es un culebrón, aunque de lujo, y según que cosas pasan.

Deslizadores

O simulando trineos, a falta de nieve, en unos gigantescos toboganes.

[Televisión] Adiós a los Pond, a la pelirroja especialmente

Televisión

Avisé la semana pasada. Que la anunciada despedida de los Pond coincidiera con los pétreos y terroríficos ángeles daba muchas pistas. Y si bien los finales posibles eran muchos, lo que hemos visto estaba dentro de lo, relativamente, previsible. Cualquiera que haya visto mi nunca bien ponderado episodio Blink, con mi añorada Sally Sparrow (Carey Mulligan), debería saber cómo funcionan los ángeles. Aquel figura todavía como mi episodio favorito de la serie, y Sally Sparrow como la compañera del Doctor que nunca lo fue, pero que muchos soñamos con que lo hubiera sido. Y Sparrow (gorrión), tenía una amiga Kathy Nightingale (ruiseñor), que sufrió las consecuencias de los ángeles llorones o sollozantes (weeping angels), y eso daba una pista así de gorda de cuál podía ser el destino de los Pond, aunque luego había que arreglarlo para que la separación fuera definitiva. Más cuando el Doctor es un viajero del tiempo. No voy a decir que el apaño realizado en el guion haya sido de los más brillantes de la serie. Aunque el episodio en su conjunto ha estado muy entretenido, a lo cual han colaborado tres cosas: los ángeles, River Song (Alex Kingston) y los viajes en el tiempo. Tres de las cosas que más me gustan en la serie.

Querubines en el Zwinger

Aunque conocemos a los ángeles desde hace años, hasta ahora no sabíamos que también pueden ser bebés, y bastante puñeteros. Lo del soplido no tiene precio.

Con su despedida, y según la cuenta que llevan en IMDb, Amy Pond (Karen Gillan) ha superado por uno a Rose Tyler (Billie Piper) en el número de episodios en los que ha aparecido desde que la serie se relanzase en el año 2005. Pero he de decir que la despedida de Rose en Dårlig Ulv Stranden (la bahía del lobo malo, no lejos de Bergen en Noruega) me parecío mucho más emotiva. Un punto para Rose, aunque en el conjunto de los episodios, sigo prefisiendo a Amy. Otro punto a favor de Rose es que probablemente la actriz que la encarnó, Billie Piper fuera mejor actriz dramática que Karen Gillan, mientras que esta última se ha desenvuelto mucho mejor en la acción y la comedia. Sé que me estoy olvidando de Rory (Arthur Darvill), pero es que aunque ha tenido sus momentos de protagonismo, para mí siempre ha sido secundario a la figura de Amy.

La historia de Amy Pond ha tenido dos grandes ciclos y un epílogo. El primer ciclo fue la temporada 5ª, y es su historia y la de la grieta en el tejido del espacio tiempo que la persigue. Con altibajos como es típico en Doctor Who, fue una temporada muy divertida, donde todos «nos enamoramos» de la pelirroja escocesa, que mostró auténtico carisma. Y encima, empezamos a ver con más frecuencia la presencia de River Song. Que siempre mejora un par de puntos los capítulos en los que sale.

El segundo ciclo fue la temporada 6ª, en la que ya podemos asegurar que es la historia de ambos. Rory siempre me pareció que fue el elemento argumental que han utilizado los guionistas para evitar la tensión sexual entre el Doctor y Amy. Porque si no, esta hubiese estado ahí, aunque no hubiese querido. Pero le sacaron partido con una historia de compleja paternidad, que nos tuvo en vilo durante muchos capítulos. Un excelente temporada también. Con los altibajos ya mencionados, y que son inherentes a la serie.

Querubines en el Zwinger

En cualquier caso, los del Zwinger de Dresde en estas dos fotos, no se mostraron especialmente hostiles.

El epílogo han sido los cinco capítulos iniciales de esta temporada 7ª. Creo que los Pond estaban agotados ya al final de la temporada 6ª, por mucho cariño que les hayamos tenido. Y aunque también ha habido buenos momentos en estos cinco capítulos, creo que han sido relativamente superfluos. Es más, ahora, con el parón hasta el especial de navidad donde se incorporará la nueva compañera, tendremos ocho episodios en 2013, para desarrollar un nuevo ciclo argumental. Suficiente supongo. Pero es como si fuesen dos temporadas separadas. En cualquier caso, tenemos un doctor, que si no se ha regenerado no es el mismo. A adoptado un perfil más bajo, ha borrado sus huellas del espacio-tiempo, y supongo que tendremos un ambiente menos espectacular. En contra de la tendencia de los últimos tiempos. Aunque esto es mucho suponer. Yo agradecería la vuelta a las buenas historias y a los guiones ingeniosos.

Desde el par de capítulos de la temporada 5ª, The Time of Angels y Flesh and Stone, quedó claro que los ángeles llorones iban a ser importantes en la historia de Amy Pond. Y desde hace un tiempo, las imágenes de los angelotes de piedra me causan una rara sensación. Y no volveré a mirar igual a la Estatua de la Libertad. Me quedo con la frase de Rory muy libremente traducida: «Siempre quise visitar la Estatua de la Libertad; supongo que se cansó de esperarme»

Academia de Bellas Artes

Aunque el ya maduro de la Academia de Bellas Artes de la ciudad a orillas del Elba, sí que me parece inquietante.

[Televisión] Cosas de series; en el trajín de las novedades, se acabó el desfile (Parade’s End)

Televisión

Sí. Ya estamos en la primera semana de novedades. Aunque, en realidad sean más retornos que novedades propiamente dichas. Y todavía habrá más en lo que queda de semana. Pero el comentario de los retornos y las novedades lo haré la semana que viene. Para tener una visión de conjunto. Y además, es muy probable que tenga más tiempo para escribir mis impresiones. Estaré de vacaciones.

Esta semana también va a pasar algo importante, de todas formas. Asistiremos a la despedida de los Pond en Doctor Who. Básicamente, estos últimos capítulos han sido una preparación de ese momento. Por cierto, que en el último episodio emitido, hubo un personaje nuevo que tal vez pudiera dar de sí. Jemma Redgrave, de los Redgrave actores y actrices de toda la vida, creo que es prima de la más famosa, Vanessa, que da vida a una científica de UNIT, Kate Stewart. Hija de algún personaje de las series de antaño. Y mira tú… si con los Pond perdemos de vista a Brian (Mark Williams), el padre de Rory, será una pena, porque en los dos capítulos que ha salido ha sido un elemento cómico divertido. Pero ya digo, que se acerca la despedida, y parece que tendremos ángeles llorones y la presencia de River Song (Alex Kingston), lo cual siempre promete. El título del episodio, The Angels Take Manhattan. Ahí es nada. Para quienes sigan la serie, lo dice casi todo.

British Museum

El viernes de la semana que viene por la tarde llegaremos a Londres. No nos alojaremos muy lejos del British Museum. Tal vez entremos a tirar alguna foto a alguna momia. No sé si seguirá siendo gratis.

Por otro lado, van avanzando con buen tono las vidas de los Crawley en Downton Abbey. Pero aunque me quedaré en esta época, hoy no haré más comentario sobre estos. Y es que durante cinco semanas hemos tenido una serie también británica, drama de época contemporáneo del anterior. Se trata de Parade’s End, adaptación de una serie de cuatro novelas relacionadas entre sí, escritas por Ford Madox Ford. En ellas nos hablan de la vida de Christopher Tietjens (Benedict Cumberbatch), caballero inglés, conservador, funcionario del servicio de estadísticas del gobierno, que en un momento lado se lía con una alegre chica de la alta sociedad Sylvia (Rebecca Hall), con el lastre de ser católica, que se queda embarazada, pudiéndo ser el retoño de Tietjens o no. Como es un caballero, y aun con las dudas, se casa con ella. Lo que los lleva de cabeza a una profunda infelicidad conyugal y vital. Más cuando Tietjens conozca a una joven, prácticamente una adolescente, Valentine Wannop (Adelaide Clemens), guapa, moderna, inteligente, emotiva,… prácticamente perfecta. De quien se enamorará y será correspondido, aunque nunca consumarán el adulterio. Hasta que llega la Primera Guerra Mundial, que todavía pondrá más patas arriba un mundo, el de la Inglaterra victoriana, que se derrumba a su alrededor. Es el final del desfile al que hace referencia el título de la serie y la tetralogía literaria.

Ambiente en Leicester Square

Casi seguro que nos entretenemos en el ambiente en torno a Leicester Square en algún momento. No es que me mate el lugar, pero…

Vamos a ver. Me ha encantado. Por dos motivos. Cuenta mucha de las cosas que cuenta Downton Abbey pero con personas de verdad, de carne y hueso. Y con pasión más auténtica, menos de folletín, y mira que el culebrón de los Crawley me gusta. Pero esto creo que es más profundo. El segundo motivo, por las excelentes interpretaciones de las que podemos disfrutar. No sólo por los protagonistas, sino también por los secundarios que van apareciendo entre los que encontramos diversos ilustres de la interpretación británica. Entre los protagonistas, me parece especialmente destacable Rebecca Hall que demuestra que es un actriz como un piano de grande, con capacidad de dotar atractivo a sus personajes por arroba, a pesar de ser «la mala» de la película. Pero mucho más interesante que cualquier otro personaje, salvo el torturado protagonista. Muy bien esta chica.

En fin, un drama de época altamente recomendable, y que no me importaría volver a ver en algún momento con renovada tranquilidad. Y apropiado para estas fechas en las que estoy en víspera de aterrizar por unos días en Londres. En una semana y poco más. Bieeen.

Unas pintas y una canción en Covent Garden

Mucho más agradable tomarse unas pintas en Covent Garden, ¿verdad?

[Televisión] Cosas de series; Futurama, 100 capitulos para Nancy y algunas novedades

Televisión

En primer lugar, algo imperdonable, pero en la entrada de la semana pasada dedicada a viajeros en el tiempo, de forma absolutamente increible, olvidé reseñar la 7ª temporada de mi muy querida Futurama. Existen opiniones de todo tipo sobre si estas últimas temporadas de su época fuera de Fox son mejores o peores. Me da igual. A mí me siguen divirtiendo. Y creo que esta séptima temporada ha tenido momentos realmente muy buenos, que no me hacen añorar buenos tiempos. Creo que sigue con su razonable cantidad de mala baba e ironía, tan imprescindible en los tiempos que corren. La capacidad de reirse de uno mismo, y básicamente la serie se ríe de todos nosostros que somos la humanidad, es algo imprescindible para llevar la vida con dignidad. Si además tiene sus puntos friquis, pues mejor que mejor. Así que ya sabéis niños, si os gustan los dibujos animados, hay que verla. Si os gusta la ciencia ficción, hay que verla. Si os gusta el humor negro y la ironía, hay que verla. Si os gustan las historias divertidas que caben en poco más de 20 minutos, hay que verla. Si no os gusta nada de lo anterior,… no sé para qué vivís. Mejor acabad con vuestros días de sufrimiento por la vía rápida.

A quien le quedan cuatro telediarios, probablemente de forma literal es a Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y su heterodoxa familia. El antepenúltimo capítulo de Weeds, o el penúltimo, que no sé si el doble final lo contarán como uno o como dos, coincidió con el número 100. Y la familia volvió a una regenerada Agrestic, rebautizada Regrestic. Y se encontraron con viejos «amigos». Indudablemente, preparando el cierre. La semana que viene os lo cuento. Espero. Se merecerá una entrada especial.

Algunas novedades. Revolution, la enésima «sustituta» de Lost. El piloto es una sosada. No la incluyo en mis planes de futuro. Si luego dicen que esta bien, igual la repesco. Pero de momento no hay nada que me atraiga de este mundo postapocalíptico.

¿Cómo ve a Sherlock Holmes los yanquis, si viviese en nuestros días? Supongo que como en Elementary. Es decir como alguien que no tiene absolutamente nada que ver con el famoso detective. Y la nueva doctora Watson (Lucy Liu) está más buena que el tradicional pero es que tampoco tiene nada que ver con el tradicional. Tampoco va a estar incluida en principio en mis cartelera seriéfila. Ya dije que voy a ser muy selectivo.

También he visto un capítulo de The Bletchley Circle, drama detectivesco británico situado en la posguerra, en la que las protagonistas son antiguas empleadas de Bletchley Park reconvertidas en amas de casa aburridas, y que se ponen a investigar a un asesino en serie. No está mal hecho, y está bien interpretada. Pero no me ha enganchado. Así que,… adiós.

Todavía no he decido nada sobre The New Normal, nueva familia atípica que supongo viene a hacer la competencia a Moder Family. Aunque lo dudo.

Que expeditivo estoy, ¿no? Por cierto, avisé del riesgo de Doctor Who de tirar por lo espectacular olvidando las buenas historias. Su historia con dinosaurios en una nave espacial fue entretenida y espectacular. Pero algunos peldaños por debajo de las expectativas que pone uno en esta serie. Lo dicho.

A la orilla del Canal

Atardecer sobre el río Huerva y los Pinares de Venecia en Zaragoza.

[Televisión] Cosas de series; el Doctor y otros viajeros del tiempo

Televisión

En el impasse entre la temporada veraniega y el regreso en masa y nuevos estrenos de series en otoño, no hay mucho donde rascar. Hasta dentro de 10 – 15 días no habrá grandes novedades. Pero mientras se prepará la grande finale en Weeds para los Botwin, lo más destacado de estos días ha sido el regreso por todo lo alto del Doctor. Y con sorpresa, ya que cierto carácter que se suponía no íbamos a conocer hasta el especial de navidad o algo así, ha sido protagonista del primer capítulo de la séptima temporada de la nueva época. Nueva temporada en la que los Pond están de capa caída, con una subtrama muy cogida por los pelos, casi superflua, de problemas conyugales. Pero el capítulo, en el que volvieron a aparecer los saleros con ruedas, batidora y desembozador que constituyen uno de los villanos favoritos del respetable en la serie, aunque a mí siempre me han resultado casposillos, fue muy entretenido y fue una gran y prometedor comienzo. Lo único que espero es que si han de optar por la espectacularidad, como parece, que no sea en detrimento de las historias.

Pero ya que estamos con viajeros en el tiempo, hace un par de semanas recuperé Continuum. Esta serie fue un estreno del verano de la que vi tres o cuatro episodios hasta que decidí abandonarla por que no me parecía gran cosa. La premisa es que en el futuro, en 2077, el mundo está gobernado por una plutocracia, en la que Kiera Cameron (Rachel Nichols) es una policía entregada a su trabajo y a su familia. Pero en el momento en el que van a ejecutar a unos terroristas, ejecución en la que está presente, estos escapan viajando al pasado, a 2012, para intentar cambiar el futuro y evitar el régimen que impera en el mundo en ese momento. Lo que pasa es Kiera viaja con ellos. A partir de ahí es un procedimental en el que se mezcla su lucha contra los terroristas con su deseo de volver a su época. Ya digo que los primeros capítulos no me convencieron mucho. Historias poco trabajadas, una protagonista muy pero que muy mona pero con capacidad interpretativa limitada, y poco más. Sin embargo, poco a poco empezaron a leerse comentarios muy favorables. Y le di una segunda oportunidad. Efectivamente de los diez capítulos, a partir del cuarto el quinto, el argumento se seriealiza más, mejora bastante, y se vuelve muy entretenida hasta un final de temporada bastante más que digno. No es el no va más de las series de ciencia ficción, pero finalmente distrae bastante. Y ya lo he dicho; la prota no creo que sea precisamente candidata al óscar, pero es muy guapa, y con su uniforme del futuro tan ajustadito está como un queso. Veremos que pasa con la serie en un futuro.

De momento, nada más. Aunque ya comenté que por ahí esta una miniserie inglesa, Parade’s End, que en su momento merecerá un comentario detallado. Que está muy bien.

Por la ribera izquierda del Ebro

Del paseo por el Ebro de hace unos días, un lugar donde tomarse un chisme a mitad de caminata.

[Televisión] Cosas de series; dramón inglés en vísperas del Doctor, y final de temporada para The Newsroom

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Sip. Ahora es definitivo. Este fin de semana que viene vuelve el Doctor. Tengo ganas. Me divierto mucho. Y sale Amy Pond (Karen Gillan). En sus último capítulos. Habrá que aprovecharlos al máximo. Mientras, los ingleses están muy prolíficos y entre otras cosas nos traen la adaptación de un novelón de principios de siglo XX. Parade’s End. Misma época que Downton Abbey, pero nada que ver. El primer capítulo me gustó mucho. También podría comentar algo de Copper, una ambientada en el Nueva York de la época de la Guerra de Secesión, con un policía de origen irlandés muy sui géneris. Pero como todavía no he decidido si la voy a seguir… En fin… que además se acerca septiembre y muchas novedades. En esta ocasión tendré que ser muy, muy, muy selectivo. Últimamente manejo menos tiempo.

Pero de lo que hoy toca hablar es del final de temporada de The Newsroom. Para empezar he de decir que ha sido mi serie favorita de este verano. Ese grupo de gente tratando de hacer periodismo honesto en una época en la que uno tiene la sensación de que la expresión «periodismo honesto» es un monumental oxímoron. Como digo, aun convencido de que lo que cuenta, en estos tiempos que corren, no puede ser, de vez en cuando hay que soñar con lo que podría ser. Con un piloto absolutamente magnífico y con varios capítulos de gran nivel, las historias de esta serie han estado a dos niveles.

Por un lado las historias relacionadas con la actividad periodística, con las intrigas en la cadena, entre los mandamases y los que se curran las noticias. Esta parte de la historia ha sido excelente, y hay que reconocer que hay un doble mérito, de los guionistas y de los intérpretes, con Jeff Daniels a la cabeza, la estupenda estoy-enamorado-de-ella Emily Mortimer, la bonhomía que transmite Sam Waterston, y las esporádicas pero estupendas apariciones de Jane Fonda. Desde mi modesto punto de vista, televisión, cine en pantalla pequeña, de primer nivel.

Por otro lado las historias de las relaciones románticas del resto de la panda. Que sin molestar en exceso han estado unos cuentos niveles por debajo de las anteriores. Muchas veces sobrando. Especialmente rollo ha sido la relación entre los personajes de John Gallagher Jr. y la por momentos cada vez más cargante Alison Pill.

Entre medias, y en el lado positivo dos personajes/caracteres. Por un lado el friqui del equipo interpretado por un sólido e interesante Dev Patel. Por otro, ya lo he mencionado varias veces esta semana, ese personaje de Sloan Sabbith, la economista sumamente inteligente pero una inepta social como ella misma dice, interpretada por la estupendísima también-estoy-enamorado-de-ella Olivia Munn, que no sólo es muy guapa sino que ha tenido momentos muy buenos entre el drama y la comedia.

Espero con ganas la segunda temporada. Y creo que voy a volver a ver la primera temporada poco a poco. O por lo menos algunos de sus capítulos. Muy recomendable.

Músicos callejeros del este de Europa

Sigo considerando elaborar el álbum de fotos de Ginebra y alrededores en blanco y negro. Aquí, unos músicos callejeros procedentes del este de Europa en las calles de Vevey.