Más obras maestras en 23 minutos, más In Treatment

Televisión

Ya hace más de un año, por mayo de 2008, recomendaba entusiastamente la serie de televisión In Treatment. Es esta serie una mirada de cerca al trabajo y a la vida de un psicólogo ya maduro, que ejercía en algún lugar de Nueva Inglaterra, quien durante la primera temporada entraba en crisis ante su imposibilidad de guardar la neutralidad con sus pacientes en los profesional, y ante las dificultades por las que pasaba su matrimonio y su vida familiar en lo personal. Cada uno de los 42 episodios de menos de 25 eran pequeñas obras de teatro, con diálogos e interacciones entre los personajes de gran intensidad emocional, excelentemente interpretados por Gabriel Byrne y una pequeña pléyade de actores que le acompañaban en su devenir cotidiano.

Este año, la serie ha vuelto con 35 nuevos episodios, siete semanas de tratamiento, en las que nuevos paciente han compartido sus sinsabores con Paul, más el añadido, continuidad de la temporada pasada de Dianne Wiest como su terapeuta supervisora, Gina. He de decir que ambos actores son explendidos, y siempre me quedo sorprendido al contemplar la capacidad de la veterana actriz para dotar de matices su actuación, para decir tanto con tan pocas palabras. Una delicia.

Pero claro, también están los pacientes. Y puesto que el esquema se ha repetido, aunque trasladando la consulta a Brooklyn tras el divorcio de Paul, y con una amenaza de demanda de fondo por mala praxis tras la muerte de uno de sus pacientes de la temporada pasada, había que dotar de nuevas actitudes y nuevas interacciones interesantes a los personajes para no repetirse. Si el amor y la relaciones de pareja dominaban la temporada pasada, las relaciones familiares, y especialmente las paternofiliares, y la muerte han sido los temas de interés en la que acaba de terminar. Todos han estado bien, pero yo destacaría dos personajes.

Mia, una abogada de éxito, soltera, antigua paciente de Paul en su juventud, vuelve a la terapia mostrando una personalidad rica y compleja, con problemas en la relación con los hombres, con una frustración profunda por no ser madre, y con asuntos sin resolver en el entorno familiar desde su infancia. Es interpretada por Hope Davis, una actriz a la que hemos visto pocas veces como protagonista, y que en mi opinión ha sido de lo mejor de la temporada. También llena de matices, una mujer en sus cuarenta y… ha sabido mostrarse al mismo tiempo atractiva y seductora como débil y desamparada. Me ha gustado mucho.

April, una joven universitaria en un programa de postgrado, se enfrenta a la muerte tras el diagnóstico de un linfoma, sin saber como reaccionar. Muchos años cuidando de los demás, de su entorno y de sí misma, le dejan sin recursos para enfrentarse a su amenaza más grave. Interpretada por Alison Pill, su actuación es tanto más meritoria cuanto es una actriz muy joven todavía, pero que también ha llenado de matices su personaje, así como por la naturalidad con la que ha asumido sus cambios de aspecto físico como consecuencia de la enfermedad.

El resto de actores y actrices han estado también muy bien, pero he querido destacar aquellos que más me han gustado. Una serie muy recomendable. De lo mejor que he visto en los últimos… en todo los años que recuerdo. A por ella.

Ya que la muerte ha tenido una importancia notable en las tramas de la serie, os dejo con un cementerio. En un día gris y lluvioso.

Cementerio San Pedro

Cementerio de la Peterkirche en Salzburgo, Austria - Pentax K10D, SMC-DA 21/3,2 Ltd.

¡Bien por el Partido Pirata!

Política y sociedad

Este fin de semana ha sido de reflexión y de elección. Pero como la elección estaba relacionada con ese ente esotérico y lejano que llamamos Europa, pues ha sido un poco soso. Lo que ha implicado que, aprovechando que la meteorología ha sido mucho más benévola de lo previsto, ha habido ocasión de pasear por las múltiples actividades que se nos ofrecen en primavera.

Como todos los años, hemos tenido el mercadillo medieval, en los alrededores de La Seo. Me pase un rato el sábado por la mañana, antes de que hubiera mucha gente. Tomé alguna imagen, pero menos que otros años. Andaba yo con la cabeza pensando en otras cosas.

Forja

Artesano metalúrgico preparando sus herramientas - Panasonic Lumix LX3

Y tú que miras

Ya son tradicionales los espectáculos de cetrería en estos mercadillos - Panasonic Lumix LX3

Pícaras brujas

¡Qué majas, las brujas! - Panasonic Lumix LX3

El domingo, día electoral,… me lo tomé con calma. En contra de mis costumbres arraigadas, según las cuales o voto por correo o voto prontico, entre las 9 y las 10 de la mañana, en esta ocasión lo dejé para última hora de la tarde. Así que por la mañana, después de cumplir con algún quehacer familiar, me bajé a curiosear por la feria del libro, en el Paseo de la Independencia.

No estaba muy animada la cosa, y de los que firmaban poca cosa interesante. Pero bueno… hojee alguna cosa curiosa. Tomé nota para más adelante de algún título. No compré. Estoy servido de lectura para una temporada.

Feria del libro

Pabellón de la feria del libro de Zaragoza, 2009 - Panasonic Lumix LX3

A ver si vendo algo

Pues no se vende mucho, no - Panasonic Lumix LX3

También me encontré con el busto en recuerdo de Felipe Sanclemente, unos de los héroes de los sitios, que han colocado en la entrada a la calle que lleva su nombre. Un poco soso. En esta ciudad no se ponen esculturas divertidas como en otras. Tenemos un ayuntamiento muy aburrido.

Felipe Sanclemente

Serio y adusto está el comerciante barbastrense Felipe Sanclemente - Panasonic Lumix LX3

En cuanto al resultado de las elecciones… ¡Qué queréis que os diga! Que ha ganado la derecha. En España por poco, pero en general, por mucho… Que cada cual lo entienda como quiera. Pero eso sí, en Suecia, el Piratparteit (Partido Pirata) ha sacado un escaño con un 7,1%. ¡Bien por los suecos! Y sobre todo por las suecas…

Libro: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

Literatura

El viernes, pasada la medianoche, terminé mi maratón de dos semanas dedicadas a la heroína/antiheroína Lisbeth Salander. Porque si, como comentaba hace unos días, en Los hombres que no amaban a las mujeres nuestra esmirriada favorita asume un papel protagonista que a priori parece que no tenía, en esta su segunda aventura se convierte en el centro alrededor del que gira todo.

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.
Barcelona: Destino, 2008.
ISBN 978-84-233-4100-9

En esta ocasión nos encontramos a los protagonistas del primer libro dedicado cada uno a lo suyo. Ha pasado un año desde el final de la primera novela, Lisbeth se ha ido por el mundo, Blomqvist está a sus cosas periodísticas con su(s) amante(s), y prepara un bombazo editoria. sobre la trata de blancas con una joven pareja que investiga el tema… El abogado tutor de Lisbeth se lame sus heridas y rumia su venganza… Y de repente, en una noche, se monta una ensalada de asesinatos, y todo parece indicar que ha sido la asocial Salander la culpable… aunque el lector sospecha que no. Y todos a por ella.

No desvelaré nada más sobre la trama. Esta es muy entretenida. Quizá carece de la profundidad tanto en como están hilvanados los hechos como en el tratamiento de los personajes que tiene la primera entrega. A cambio, hay momentos de mucha acción, a veces un poco inversorimil, pero cosas peores vemos constantemente, especialmente en el cine. De hecho, da la impresión de que esta novela es mucho más cinematográficamente adaptable que la primera.

Como ya he dicho antes, en esta novela todo gira en torno a la protagonista femenina. Conoceremos casi todo sobre su pasado, sobre el origen de sus problemas, sobre su familia. Aunque esto no supone necesariamente una mayor revelación sobre su carácter, que ya quedó definido en la anterior.

En resumen, una lectura muy entretenida, ideal para los meses veraniegos que llegan. Ahora sólo queda esperar a la tercera entrega.

Mientras, voy preparando mis vacaciones; aunque tienen riesgo de verse gravemente alteradas. En fin. Daré una pista de por donde van a ir. Más o menos.

Ermita

Montañeros en torno a una ermita en Zugspitze, en los Alpes entre Austria y Alemania - Pentax K10D, SMC-DA 40/2,8 Ltd.

Fotógrafo: Franco Fontana

Fotografía

Hace tiempo que no recomiendo ningún fotógrafo en estas páginas. Pero recientemente estaba recorriendo algunos enlaces por internet y me encontré con una referencia a Franco Fontana. Lo siento, no recuerdo el enlace a la página que me lo recordó. Este fotógrafo italiano de Módena llamó mi atención hace muchos años cuando empezaba a interesarme por este arte. Especialmente por la que sea probablemente la faceta más conocida de su obra; los paisajes.

Sus paisajes son simples en apariencia. Muy esquemáticos, juega con la abstracción. Unos pocos planos, líneas rectas, pocos elementos bien definidos y sobretodo unos colores intensos, muy saturados, jugando con la complementaridad de los mismos. También he visto de él algunas obras muy interesantes en el campo del paisaje urbano y del desnudo. Pero la propuesta de hoy la hago pensando en sus paisajes. Después de las semanas que he dedicado al libro para el proyecto SoFoBoMo 2009, donde he trabajado el paisaje en blanco y negro, la observación de la obra de Fontana me ha supuesto un cierto desengrase mental y visual.

Creo que lo mejor es que la admiréis vosotros mismos. Os dejo algunos enlaces a unas cuantas galerías que lo representan y donde podréis ver algo de su obra.

Robert Klein Gallery

Arps & Co (estas son polaroids que nada tienen que ver estilísticamente con lo comentado, pero interesantes)

Galerie Baudoin

Por mi parte, también os voy a dejar con un paisaje. Con colores intensos y saturados, claro. Aunque me parece que no me acerco mucho al resultado del fotógrafo italiano.

Campiña polaca

La campiña polaca tal como se ve desde el tren entre Varsovia y Gdansk - Fujifilm Finepix F10

La fotografía en el cine: Los hombres que no amaban a las mujeres

Cine, Fotografía

Consecuentemente a lo que he ido contando estos días, y dado el desarrollo de la trama tanto de la novela como del filme, he incluido Los hombres que no amaban a las mujeres en mi selección de películas La fotografía en el cine. Una más para la colección.

Como foto de hoy, os dejo con algo de blanco y negro que he estado trabajando, de mi estancia el año pasado por Baviera.

Hacia Baviera

Vista del Zugspitze hacia Baviera, Alemania - Pentax K10D, SMC-DA 21/3,2 Ltd.

Los hombres que no amaban a las mujeres (2009)

Cine

Los hombres que no amaban a las mujeres (Män som hatar kvinnor, 2009), 1 de junio de 2009.

Si ayer reseñaba la novela a primera hora de la tarde, pocas horas después veía la película, y hoy estoy en condiciones de comentar esta segunda… Comentar una adaptación de una novela… Que terminé de leer apenas 48 horas antes… Que además es un best-seller, el que está de moda y lidera las listas de ventas desde hace semanas… Jo, qué difícil.

O no. Hay relatos literarios que son fáciles de adaptar con fidelidad al cine; por su extensión, por su historia, por su estructura, por el carácter de sus personajes… Pero con frecuencia, la mejor adaptación al cine de una novela pasa por no ser absolutamente fiel a la misma. En muchas ocasiones, es necesario cambiar la estructura espaciotemporal de la narración. En otras, simplificar los hechos; prestar especial atención a unos con respecto a otros. Algunas veces, se adapta una parte de la narración. Es decir, difícilmente se puede hacer una transcripción tal cual al guion. Y para hacer una buena adaptación hay que tener arte.

En la película que hoy nos ocupa, de nacionalidad sueca y dirigida por Niels Arden Oplev, partimos de una novela extensa, con una cronología temporal relativamente extensa, prácticamente un año, y en la que lo mejor de la misma es el estudio de los caracteres, de los personajes que interactúan, y que tienen no pocos matices y rincones, que el relato literario es capaz de poner al descubierto. Con lo cual, por su interés en ser fiel a la obra literaria, le pasan dos cosas. Dos cosas malas, me refiero. La primera es que constántemente hay una sensación de apresuramiento en la acción. Tienen que pasar muchas cosas en las dos horas y media que dura la película. A veces, el único punto de apoyo que tenemos para saber cuanto tiempo pasa es la cantidad de nieve y frío que aparece en pantalla. La segunda es que los personajes pierden mucha de la profundidad que presentan en el libro. El realizador opta por desarrollar más el personaje de la chica, Lisbeth, interpretado por Noomi Rapace, quedando muy perjudicado el del Blomqvist, encarnado por Michael Nyqvist. Y esto deja muy, muy, muy coja la coherencia del conjunto. Además de que los personajes secundarios, que son muy importantes, quedan todavía más tocados. Pero es que a pesar del intento por respetar el relato original, hay un par o tres de variaciones que no sólo aportan nada, sino que empeoran la cosa

Las únicas soluciones que se me ocurren es que la adaptación hubiese sido menos respetuosa con el relato original, adaptándose al medio, o… por qué no haber realizado una serie televisiva de varios capítulos que permitiera recoger todos los matices, con el ritmo adecuado.

En cuanto a la interpretación, la primera curiosidad es si el personaje de Lisbeth Salander está conseguido. Es lo más difícil. Y parece que Rapace da el tipo, aunque nunca la confundirías con una adolescente. Los rasgos de la actriz son lo suficientemente adultos para evitar la ambigüedad cronológica, que tiene su importancia en el relato escrito. El resto… pues cumple teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por la adaptación y que he comentado antes.

En resumen, una película que se deja ver, pero que como he leído en algún sitio, se parece mucho, quizá demasiado a determinados productos televisivos sin muchas pretensiones. Yo le pongo un seis, con otro seis en la dirección y un siete en la interpretación.

En la foto de hoy,… pues no es Suecia, donde sucede la acción, pero lo fue… durante siglos.

Patio del castillo de Turku, Finlandia, conocida como Åbo en sueco, y donde todavía queda un cierto porcentaje de población de habla sueca - Panasonic Lumix LX2

Libro: Los hombres que no amaban a las mujeres

Literatura

Está de moda. Nada como que se muera el autor, en este caso el sueco Stieg Larsson, en vísperas de la publicación de una novela para que ésta y las dos que le siguen y que ya estaban escritas y en manos del editor se conviertan en un fenómeno literario mundial. Los herederos se lo deben pasar pipa. También he leído que la herencia ha tenido sus más y sus menos… En fin, a lo que íbamos; a los aspectos literarios del asunto. La novela que comento hoy es:

Los hombres que no amaban a las mujeres.
Barcelona: Destino, 2008.
ISBN 978-84-233-4044-6

El relato es una whodunit, aunque no necesariamente clásico. Para los perezosos a la hora de pinchar los enlaces a la Wikipedia, una whodunit (contracción de Who done it?, o sea ¿Quién lo hizo?) es una historia detectivesca en la que el personaje protagonista tiene que descubrir quién perpetró un crimen o varios relacionados, mientras que al lector, durante el desarrollo de la trama, se le entregan elementos que teóricamente le servirían para desenmascarar al criminal, aunque se espera que al final el escritor nos dé la sorpresa, siempre dentro de la lógica de la historia. ¿Por qué he dicho lo de «no necesariamente clásico»? Veamos:

  1. El protagonista no es un detective con su ayudante. Se trata de un periodista de investigación económica que las está pasando canutas y a quien un magnate de la industria sueca le ofrece la oportunidad de darse un descanso y ganarse una pasta investigando un crimen.
  2. La ayudante del detective es una fisgona profesional que, según fue reconocido públicamente por el autor, es una como si Pippi Långstrump (Pippi Calzaslargas) se pasase al lado oscuro. Apartada de las convenciones sociales, insinuando un posible caso de síndrome de Asperger, a pesar de no ser oficialmente la protagonista del relato, lo es de hecho.
  3. El crimen no es un crimen actual. Es un crimen que se cometió 40 años antes en el ámbito de una disfuncional familia de ricos industriales suecos. Aunque todo es más complejo de lo que parece.
  4. La historia tiene varios finales, ya que a lo largo de la misma se van abriendo distintas tramas, unas más importantes que otras, pero a las que el autor decide dar un final. Salvo alguna por ahí suelta.
  5. Todo es una excusa para desarrollar unos personajes por un lado y, por otro, para hacer una crítica al sistema económico y político sueco desde un punto de vista claramente izquierdista.
  6. Todo es una excusa para criticar el machismo latente en la sociedad. Casi todos los personajes masculinos tienen que ver con el título de la novela, Män som hatar kvinnor, que se traduce literlamente como Los hombres que odian a las mujeres. Que me parece mucho más adecuado que el que le han puesto en la edición en castellano. ¿Por qué habrán cambiado el odian por el no amaban? Para mí es incomprensible. Tanto el cambio del odiar por el no amar, como el cambio del tiempo verbal, del presente por el preterito imperfecto.

Lo cierto es que, para ser un libro tipo best-seller, está bastante bien. Se lee a gusto y consigue su objetivo de que te sientas implicado con los personajes, que te importe lo que les pasa. En cierto modo, hereda algo del concepto de suspense de Hitchcock por el cual la trama importa poco y lo importante es lo que sienten los personajes, especialmente aquellas situaciones en las que el peligro real o imaginario se cierne sobre ellos. En el caso del libro, peligro real. Hay sus dosis de violencia, de sexo, del normal y del patológico, de sentimientos confundidos, de conflictos de intereses,… De todo.

No es perfecto. La resolución de los crímenes es una de las opciones que el lector prevé a poco que sea un poco espabilado. El personaje que al final resulta ser el malo, es uno de los que sospechas. También se excede en la extensión final para cerrar otras tramas relacionadas con los personajes principales. Pero bueno, puede tener su sentido si piensas que los personajes son más importantes que la trama.

En resumen, una lectura muy entretenida, estupenda para las próxima época veraniega, y que satisfará sin complicaciones a un amplio abanico de lectores. Ahora, ya puedo ir a que me decepcione la película. Quizá dentro de un rato. Si eso, mañana o pasado os lo cuento.

Y os dejo con una imagen de lo poco que tengo de Suecia.

Bicicletas en Lund

Bicicletas en la universitaria ciudad de Lund, Suecia - Canon EOS 100, EF 28-135/3,5-5,6 IS USM