[Televisión] Cosas de series; luchar por el poder, lo sobrenatural o la justicia… todo vale en la ficción televisiva

Televisión

Con el paréntesis de mi viaje por Suiza de hace unos pocos días, algunas de cuyas fotografías acompañan esta entrada, he acumulado un cierto retraso a la hora de ver los episodios pendientes de las distintas series en mi cartelera. Cartelera en la que ha habido movimientos en los últimos días. Algunas series terminan temporada, otras llegan como novedades absolutas, pugnando por entrar en mi cartelera. Ya veremos. Así que me he dedicado estos últimos días sobre todo a estas novedades y a estos finales. Repasemos…

Entre las novedades, nos llega un drama familiar con tintes policiacos protagonizado por Kelli Williams, una de las protagonistas de una estupenda serie de los 90, The Practice. En aquellos momentos, esta actriz me gustaba un montón,… incluso no lo hacía mal interpretando. Junto con el morbo de Lara Flynn Boyle, que ya había desplegado en Twin Peaks, hacían que no me perdiese un capítulo. Ahora nos llega al frente de Ties That Bind, en la que encarna a una policía cuya unidad enchirona a su hermano, quedándose al cargo de dos sobrinos adolescentes en estado de natural cabreo con el mundo. Seamos sinceros, el piloto es flojito, y Williams ya no produce las mismas sensaciones que hace 16 o 17 años, sin que las compense con sus méritos actorales. Pero le daremos alguna oportunidad más antes de echarla a la papelera.

Ya que tenemos lo sobrenatural por partida doble, nos trasladamos al Monte Pilatus en Lucerna, donde lo sobrenatural también aparece por partida doble.

Ya que tenemos lo sobrenatural por partida doble, nos trasladamos al Monte Pilatus en Lucerna, donde lo sobrenatural también aparece por partida doble.

Otra novedad es Lucifer, otra de género policíaco, pero esta vez con tintes sobrenaturales. Lucifer (Tom Ellis), el de siempre, el diablo, se ha tomado unas vacaciones y está en la Tierra dirigiendo una discoteca y dedicándose a beneficiarse a guapas mujeres que siempre caen rendidas ante sus encantos. Además, todo el mundo le confiesa irremediablemente sus más oscursos deseos. Pero cuando asesinan a una cantante amiga suya, descubrirá que la guapa policía al frente del caso, mal vista en su departamento por un caso antiguo, no caer en ninguna de las dos trampas. Ni se siente atraído ni le confiesa nada. Intrigado comenzará a ayudarle en su trabajo policial. Mmmmmm, algo mejor que la anterior. Pero parece que este piloto ha sido simplemente un adelanto, y que la serie en sí misma no llegará hasta el año que viene. Pues ya veremos entonces.

Y drama político en forma de miniserie el que nos ofrece Show Me a Hero. Pero ya adelanto que aunque está muy bien hecho y muy bien interpretado, su tema no me enganchó ni me interesó, y no llegué a terminar el primer episodio. Lo indico porque realmente no tiene mala pinta, con buenas interpretaciones y enjundia, y así los lectores de esta entrada tienen una referencia. Pero por bueno que sea un producto, hay veces que no te interesa, y no lo consumes. Sin más.

Es un lugar donde las leyendas cuentan que se han visto volar o caer dragones, que podrían o no seguir viviendo escondidos entre sus rocas y cuevas.

Es un lugar donde las leyendas cuentan que se han visto volar o caer dragones, que podrían o no seguir viviendo escondidos entre sus rocas y cuevas.

Y vamos con los finales de temporada.

Hemos tenido un estreno de esta temporada, Proof, en la que un excéntrico millonario con cáncer terminal (Matthew Modine) convence a una competente cirujana cardíaca (Jennifer Beals) para que le ayuden a encontrar pruebas de que hay vida después de la muerte. Todo a vueltas con las experiencias cercanas a la muerte, de las que se habla de vez en cuando con personas a punto de morir, pero que sobreviven, entre las que la doctora se cuenta. He aguantado los 10 episodios de esta primera temporada para ver si remontaba y porque Beals siempre me ha parecido una actriz interesante. Pero este drama médico con tintes sobrenaturales no sólo no ha remontado sino que ha ido perdiendo interés conforme avanzaba la temporada, hasta llegar a un final enrevesado y pretendidamente espectacular que se queda en meramente efectista. No puedo asegurar nada. No sé si regresará para una segunda temporada,… pero me parece que no seguiré con esta serie.

También ha terminado su segunda temporada Power. Esta historia de crimen, trabajo policial y romance entre un capo de la mafia de la droga y una ayudante de fiscal federal de los EE.UU. tiene altibajos. Empezó la temporada con calma, muy pausadamente, a veces sin saber muy bien por dónde iba a tirar, para luego ponerse bastante interesante, pero sin rematar bien la faena, ya que se producen varios clímax a lo largo de los capítulos que han dado lugar a un final enrevesado, con algún aspecto inverosímil. Pero es una serie bastante entretenida, que supongo seguiré viendo.

También se propone como tumba del pretor Poncio Pilatos, que cada Viernes Santo saldría de su tumba para lavarse nuevamente las manos en los lagos vecinos.

También se propone como tumba del pretor Poncio Pilatos, que cada Viernes Santo saldría de su tumba para lavarse nuevamente las manos en los lagos vecinos.

Finalmente, hemos tenido una corta tercera temporada de Rectify, con sólo seis capítulos, en los que hemos visto como Daniel Holden (Aden Young) tiene que afrontar las consecuencias de su trato con la justicia, y afrontar el desplazamiento por el destierro a otro estado. Es un tiempo en el que el débil entramado de su familia se ha empezado a tambalear, aunque al final parece que con una tendencia a recomponerse de otra forma, quizá más armónica. Y en paralelo hemos visto que el shérif, uno de los aparentes antagonistas de Holden, no es mal profesional, y tirando de algunos hechos planteados en la segunda temporada, ha empezado a cuestionar el estado de la situación. De alguna forma, parecería que el descenso a los infierno de Daniel ha terminado y puede estar ya en una situación de ascensión,… pero quien puede decir lo que los guionistas tienen en mente. En cualquier caso, es una serie que mantiene un elevado nivel gracias al original planteamiento de inicio y al buen hacer de sus intérpretes.

La semana que viene,… más.

E incluso casa de gigantes y otras supersticiones se han propuesto para esta montaña de gran belleza natural.

E incluso casa de gigantes y otras supersticiones se han propuesto para esta montaña de gran belleza natural.

[Libro] Una esposa de fiar

Literatura

Empiezo a estar en apuros. Con este de hoy tengo seis libros por comentar, y habitualmente lo hago una vez a la semana. Me he buscado ahora algo para leer con más número de páginas. Así y iré sacando adelante tarea. Y si veo que algún día me quedo sin tema, meteré alguno de estos que tengo pendientes. El caso es que ya hace unas cuantas semanas que terminé de leer esta intriga entre lo romántico y lo criminal de Robert Goolrick, que me tuvo relativamente enganchado mientras la leí.

Una esposa de fiar
Robert Goolrick; traducción de Santiago del Rey Farrés
Editorial Salamandra, 2012
Edición electrónica

La "esposa de fiar" es la segunda esposa del protagonista; la primera, que no era de fiar, era italiana de Florencia.

La «esposa de fiar» es la segunda esposa del protagonista; la primera, que no era de fiar, era italiana de Florencia.

En algún momento muy a principios del siglo XX, una mujer en la treintena se dirige a una apartada población del medio oeste americano, en un momento en el que estos lugares se ven como apartados del mundo, pero están generando ya riqueza y prosperidad. Se va a casar, en un matrimonio de conveniencia, con un rico industrial que arrastra una vida compleja con un matrimonio muy infeliz, la pérdida de algún hijo, y traumas derivados de una madre dominante y conservadora. Ha pasado los cincuenta años y quiere estabilidad y compañía. Pero esta mujer que viene traída por un tren en su vagón privado, puede no ser lo que parece. De hecho, no es la misionera mojigata y humilde que parece. A duras penas parece una esposa de fiar.

Este es uno de los varios títulos de autores desconocidos para mí en ocasiones que adquirí a principios de verano de la editorial Salamandra para intentar ampliar mis horizontes de autores y estilos. Aquí estamos ante una historia de intrigas, donde todo el mundo tiene un pasado, donde nada es lo que parece, y en el que los engaños se esconden detrás de otros engaños. Sin embargo, también se explora la capacidad de las personas de engañarse a sí mismos, y para engañar los impulsos del corazón. Y para distinguir con dificultad el deseo carnal y otros sentimientos, teóricamente más elevados, como ese que llamamos amor.

Así que como no tengo fotografías del medio oeste americano, nos iremos fotográficamente a la plaza della Signoria, o al Ponte Vecchio sobre el Arno.

Así que como no tengo fotografías del medio oeste americano, nos iremos fotográficamente a la plaza della Signoria, o al Ponte Vecchio sobre el Arno.

La novela me ha resultado globalmente satisfactoria, me ha enganchado a la trama y en todo momento he tenido interés por el desenlace, no siempre previsible. La escritura es fluida y fácil de leer, pero no simple, no de novela prefabricada, que abunda ahora en la literatura norteamericana. Los principales peros que se le pueden poner vienen de una trama que en ocasiones se hace un poquito demasiado enrevesada, y con varios momentos en los que se acerca a cierto tipo de clímax cuando aun queda tela que cortar, y que convierten otros momentos importantes como relativamente anticlimáticos. Pero no deja de ser una novela interesante, donde romance, intriga psicológica, depravación y crimen alternan con una naturalidad notable. Por cierto… hay quien la ha comparado con la Rebeca de Daphne de Maurier… no está mal la novela, pero no… no exageremos. Los parecidos son superficiales. Casi circunstanciales.

Y la verdad es que pasear por Florencia siempre es un placer; más si uno se pilla "una novia".

Y la verdad es que pasear por Florencia siempre es un placer; más si uno se pilla «una novia».

[Viajes] Una escapada a Lucerna

Viajes

Salgo del modo «solo fotos» en el que me he movido en los últimos días, para hacer un breve resumen de mi escapada a Lucerna, en el centro de la Suiza más auténtica.

El río Reuss es el desagüe del lago Lucerna o de los Cuatro Cantones, que nace en la misma ciudad de Lucerna.

El río Reuss es el desagüe del lago Lucerna o de los Cuatro Cantones, que nace en la misma ciudad de Lucerna.

Muchos más turistas que hace seis años, cuando también visitamos Lucerna; especialmente grupos numerosos de chinos e indios. Pero no solo.

Muchos más turistas que hace seis años, cuando también visitamos Lucerna; especialmente grupos numerosos de chinos e indios. Pero no solo. Mucha gente ante el león que representa la muerte de los mercenarios suizos en defensa del rey francés Luis XVI… nunca he tenido claro este difícil equilibro entre modernidad y conservadurimo que mantienen los helvéticos.

Dentro de poco tendré elaborado mi cuaderno de viajero, donde narraré con más detalle el diario de viaje. Pero de momento, aquí podéis ver unas impresiones de lo que ha sido. Cuatro días para compartir unos ratos con alguna gente que me es muy querida, y relajarme en el tranquilo país alpino.

Nuestro plan «A», en caso de que el tiempo fuera bueno, y que esbozamos la misma tarde en que llegué a la ciudad, era subirnos cada uno de los tres días siguientes a un monte, aprovechando la impresionante red de ferrocarriles, incluidos los de montaña, que tiene el país helvético. La primera etapa, el viernes, sería el monte Pilatus, a escasos kilómetros de Lucerna. El día lo completamos con una excursión por la tarde en barco por el lago.

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Bosques entre la niebla mientras ascendemos al Pilatus con el tren de cremallera con más pendiente del mundo; a veces sobrepasa el 45%.

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En la cima está lloviendo, y entre los cristales mojados de un mirador vemos evolucionar las unidades del tren de cremallera.

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Pero esperamos con paciencia, las nubes se aclaran y podemos dar un paseo estupendo por las espectaculares sendas y galerías que rodean la cima del Pilatus (Pilatus Kulm).

La lluvia vuelve a hacer presencia por la tarde, mientras navegamos por el lago Lucerna.

La lluvia vuelve a hacer presencia por la tarde, mientras navegamos por el lago Lucerna.

El sábado nos hubiera gustado hacer una excursión larga hasta el Jungfraujoch… pero el pronóstico era de lluvia durante todo el día, con nevadas en lo alto de las montañas. Cambiamos por hacer turismo cultural en Zúrich, donde no faltan los museos y galerías de arte interesantes. Aun hubo tiempo para dar un paseo por la tarde, con la lluvia más calmada, antes de volver a Lucerna a pasar la noche.

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Primera parada, el museo del diseño (Museum für Gestaltung) de Zúrich, donde nos esperaba una muy interesante exposición de fotografías de Steve McCurry. Desgraciadamente, el resto de salas no estaban abiertas, pues estaban cambiando los contenidos para su reapertura en septiembre.

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Después nos acercamos al Heidi Weber Museum – Centre Le Corbusier, edificio proyectado por este arquitecto que ejerce también como museo dedicado al conocimiento de su obra.

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La tercera etapa cultural, ya por la tarde, mientras en Zúrich seguía lloviendo, fue la Kunthaus, museo de arte moderno, en el que también disfrutamos de varias exposiciones muy interesantes; desde una reflexión sobre lo que es Europa, al irreverente John Waters, o la pornografía en el arte.

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Y como digo, ya sin lluvia, tiempo para ir paseando por las riberas del Limmat, tomando algo para refrescarnos en algún momento, antes de llegar a la estación para coger el tren de vuelta.

El tercer día, domingo, la decisión se volvió compleja. Porque seguía lloviendo. Puesto que el pronóstico decía que habría una tregua en la lluvia entre las 10 y las 13 horas, decidimos subir al monte Rigi, con transbordos entre los vapores que surcan el lago Lucerna, los trenes de cremallera que suben y bajan por las boscosas laderas del Rigi, y los trenes convencionales que, me devolverían a mi a Lucerna, y al resto de vuelta a casa en Milán.

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A bordo del vapor «Schiller» saliendo de Lucerna en dirección a Vitznau.

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Dos líneas de trenes de cremallera suben a la cima del Rigi (Rigi Kulm), por la que subimos, desde Vitznau, y por la que bajamos, desde Goldau. El pronóstico fallo, y no hubo tregua en la lluvia en ningún momento en la mañana del domingo. No pudimos apreciar la espectacular vista desde la cima.

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En la estación de Arth-Goldau, llegan las despedidas. Yo seguiré en Lucerna hasta la mañana del lunes, el resto cogerán un tren internacional hacia Italia. Momentos melancólicos, a los que acompaña la grisura del día.

En lo que queda de tarde, cojo la línea S3 del S-Bahn (tren de cercanías) desde Arth-Goldau hasta Luzern-Verkehrshaus, donde se puede visitar el simpático Museo Suizo del Transporte. Una forma como otra de estar muy entretenido mientras sigue lloviendo. Hacia las cinco de la tarde la lluvia remite un tanto, y parece que hacia el este y el sur está más claro. Así que vuelvo a coger la línea S3 hasta Brunnen, en el cantón de Schwyz,  también a orillas del lago Lucerna. Estoy en la Suiza más tradicional de la confederación, la que dio nombre al país, la que vio surgir los mitos de Guillermo Tell y otras rebeliones contra los Habsburgo. Y con esto terminaré también este resumen de esta escapada veraniega a la Suiza central.

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En los bajos de una potente locomotora de vapor de tipo 150 (5/6 en la notación suiza, 5 ejes motores para un total de seis ejes), que eran habitualmente destinadas a los trenes pesados en las rutas de montaña antes de que se impusiese la tracción eléctrica de la que los suizos fueron pioneros; se encuentra en el Museo Suizo del Transporte (Verkehrshaus der Schweiz) en Lucerna.

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A pesar de estar a mitad de agosto, el aspecto del paisaje a orillas del lago Lucerna en Brunnen es totalmente otoñal, con cerradas cortinas de agua cayendo cuando miramos hacia el oeste, más cerca de Lucerna.