[Libro] Ajisai – Aki Shimazaki

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. He visitado Kamakura en dos ocasiones. Y aun me quedo con las ganas de volver a esta agradable ciudad japonesa, cargada de historia y cultura… y quizá de demasiados turistas, aunque yo nunca sufrí los agobios en ninguna de las dos visitas.

De la japonesa Aki Shimazaki, afincada en Canadá, nacionalizada canadiense, que escribe en francés, pero que sigue escribiendo después de 21 novelas cortas, incluida la de hoy, sobre Japón y sus gentes, he hablado ya con frecuencia en estas páginas. Veintiuna novelas cortas, puesto que este es su estilo, que se agrupan en quintetos con historias entrelazadas, con personajes relacionados, y que constituyen una gran historia más amplia. Cada una de sus novelas cortas tienen sentido en sí misma. Pero adquiere más sentido cuando has leído el quinteto en su conjunto. Hasta el momento, por necesidad o por preferencia, he leído los quintetos más o menos agrupados. Los dos primeros se publicaron traducidos al castellano como un único volumen. Así que no se percibían como cinco libros distintos sino como una novela en cinco partes. Pero los dos siguientes sí que los leí con cada novela corta por separado, pero separadas por breves intervalos de tiempo.

Shimazaki viene a publicar una de sus novelas cortas al año. La primera es de 1999, la última que ha publicado, en mayo de 2025. Esos son 27 años, de los que sólo ha fallado en 2003, 2004, 2007, 2009, 2011 y 2020. En enero de este año me enteré que la publicación de la primera novela corta de su quinta serie, esta Ajisai [アジサイ, hortensia], que comento hoy. El nombre de la flor del género del género Hydrangea tiene una escritura en kanji en japonés [紫陽花], pero es costumbre en el País del Sol Naciente que los nombres comunes de las plantas y animales se escriban en katakana. Como curiosidad, la escritura en kanji está tomada del chino, pero no se correlaciona en absoluto con su lectura, con el nombre común de la planta en japonés. La lectura habitual de esos kanji no tiene nada que ver. En katakana, sí que es una lectura fonética directa. Terminaré esta disgresión que tiene poco que ver con el libro recordando que todos los títulos de las novelas cortas de Shimazaki tienen nombres de plantas o pequeños animales. Que aparecen de un modo u otro en el relato.

El protagonista del relato es un joven estudiante de lo que aquí llamaríamos filología, pero que en el texto aparece simplemente como un estudiante universitario de japonés o lengua y literatura japonesa, en sus últimos años antes de graduarse. Es un joven de una familia acomodada, el pequeño de tres hermanos. Frente a sus hermanos que han estudiado empresariales, el mayor, y derecho, la mediana, carreras útiles y prácticas, a este joven protagonista, más mimado, se le ha permitido estudiar algo… «poco útil». Está empezando a orientar su futuro hacia el doctorado y hacia una carrera de profesor universitario. También ha empezado una novela. Y en estas está cuando le llega la noticia de que la empresa familiar, unos grandes almacenes, va a declararse en quiebra. Y su familia no podrá apoyarlo económicamente como antes. Tendrá que abandonar su cómodo apartamento en Kamakura, buscarse trabajos a tiempo parcial y apretarse el cinturón. Una familia acomodada de Tokio que tiene una casa en esta agradable ciudad costera, le ofrece alojamiento gratis a cambio de cuidar de la casa cuando ellos falten, que es la mayor parte del tiempo, sólo van los fines de semana y en vacaciones. Aceptará. Y empezará una amistad con la esposa, una mujer atractiva, en la mitad de la treintena, que evolucionará a algo más que una amistad.

Nos encontramos ante una novela iniciática. El desarrollo emocional y social del joven, que ha vivido entre algodones y consentido, se había quedado en una especia de eterna despreocupada adolescencia, a pesar de que veía en sus amigos que el mundo y la vida no tienen que ver con la suya. Poco dado al compromiso con las chicas, centrado en sus lecturas y su actividad intelectual, tendrá que madurar a marchas forzadas. Y también tendrá que madurar emocionalmente ante una relación que le romperá los esquemas.

Esta pequeña historia está bien. No es la más interesante de las novelas cortas de Shimazaki… pero de alguna forma, al ser la primera de la quinta serie, es una puesta en escena de una historia más amplia. Desconozco quienes serán los protagonistas de los siguientes relatos, a los que iremos acompañando durante cuatro años más por lo menos. ¿Los amigos? ¿Sus padres y hermanos? ¿Su atractiva amante casada y su familia? Ni idea. Tendremos que esperar. Pero sin duda si nada lo impide, ya lo leeré cuando llegue el momento.

[Libros] Serie «Une clochette sans battant» – Aki Shimazaki

Literatura

Hace unas semanas ya inicié mi comentario sobre la cuarta serie de cinco novelas cortas de Aki Shimazaki; Un clochette sans battant.

(El enlace a la biografía de Shimazaki lleva a la versión en lengua francesa de Wikipedia. Podría haber puesto los de la versión en español y en inglés, más comprensibles para más personas, pero muy regulares en cuanto a la información que proporcionan).

Si resumo lo que he contado hasta el momento de esta cuarta serie, he publicado hasta el momento dos reseñas. La primera fue la de la versión traducida al castellano de la segunda novela corta de la serie; que fue publicada por Tusquets, no sólo antes que la primera, sino también antes de que Nórdica publicase buena parte de las novelas cortas de la tercera trilogía. A su vez, Nórdica también publicó los libros de L’ombre du chardon, la tercera pentalogía, en cierto desorden. Y su último volumen apareció en el mercado… ayer. Cuando Tusquets lleva ya dos volúmenes de la última serie. Un caos, un desorden, en parte provocado por los cambios de adquisición de los derechos de la obra de Shimazaki en España, que han pertenecido a tres editoriales, Lumen, Nórdica y Tusquets, en parte por la falta de seriedad en general de la industria editorial española. De ahí, que yo ya me pasase sin dudarlo desde L’ombre du chardon a las versiones originales en francés. La segunda reseña fue la de hace pocas semanas.

Tomé la decisión de releer en idioma original la segunda novela corta, por lo que al final, además de Suzuran (lirio de los valles o muguete, Convalaria majalis), que me sirvió para introducirla en estas páginas, la serie consta también de las novelas cortas,

  • Semi (cigarra).
  • No-no-yuri (lirios del campo).
  • Nire (olmo).
  • Urushi (árbol de la laca).

Los protagonistas de cada uno de los libros son distintos miembros de la familia Nire, que viven o vivieron entre Matsue y Yonago, en la región más occidental de la isla de Honshū, a orillas del mar de Japón. En Suzuran la protagonista es Anzu, como ya comenté, la hija mediana de los Nire. En Semi, los protagonistas son los dos ancianos padres, que viven en una residencia de ancianos, como consecuencia del Alzheimer de la esposa. Los hechos transcurren después de los que se cuentan en Suzuran. En No-no-yuri volvemos al pasado, los hechos suceden antes de Suzuran, en Tokio, y la protagonista es Kyokō, la dinámica, independiente y hermosa hija mayor del matrimonio. En Nire, el protagonista es Nobuki, el hermano menor, que deberá afrontar la sorpresa del origen de su nacimiento. Es posterior cronológicamente a las anteriores; los personajes como el protagonista y su hermana, que tenían treinta y tantos en las anteriores, han entrado en la cuarentena. Y finalmente Urushi, que se centra en Suzuko, y en menor medida, pero de forma importante, en su hermano adoptivo Tōru. Su lugar cronológico sería la actualidad, unos dieciocho o diecisiete años, según como lo veamos, desde el principio de la saga. Suzuko es la hija biológica de Kyokō, adoptada por su tía Anzu, de quien es hijo Tōru. Por lo tanto, como ya indicaba en la reseña anterior, estamos ante una reflexión amplia de las relaciones de familia.

Los temas principales son la confianza, el engaño, el perdón y la solidaridad entre los miembros de una familia. También es un tema importante la independencia de las personas para seguir con su camino, rompiendo con las costumbres de la familia tradicional japonesa, que imponían determinados sacrificios a hijos/hijas y nueras/yernos respecto a sus padres. El aspecto externo es el de una familia normal. De una ciudad de provincias. Que no han sufrido penurias económicas. Los hijos se han educado y han hecho su vida. Cada uno con su propia personalidad y preferencias. Pero mientras que los padres tuvieron un matrimonio concertado, por miai 見合い, llevando una vida funcionalmente correcta, pero emocionalmente deficiente, en la que no faltaron las traiciones como sustitutas de esas deficiencias emocionales, los hijos han tomado sus propias decisiones, con sus errores y sus aciertos. Y que han afectado también a las relaciones entre ellos y con sus padres. Pero a la larga, domina el sentido de responsabilidad y solidaridad, y el apoyo mutuo entre los miembros familiares. A veces, de forma casi demasiado perfecta. Frente al desasosegante final de la pentalogía L’ombra du chardon, el último libro de esta serie, con la adolescente Suzuko como protagonista, es muy optimista. Al final las cosas encajan. De forma casi demasiado perfecta.

Globalmente, las cinco novelas presentan sinergias importantes. Y aunque se pueden leer por separado de forma independiente y con sentido, la suma de todas ellas, leídas en el orden en que se publicaron en Canadá, son más que la suma de sus partes. Realmente, y por eso he decidido hacer el comentario conjunto, me cuesta difícil a toro pasado entender estas cinco novelas cortas como obras independientes, y tiendo a contemplarlas como una gran novela familiar en cinco partes. Tiene más sentido. Por lo demás, la lectura del francés de Shimazaki es agradable, fluida, y cojo siempre sus libros con interés. Me duran poco. Y me parecen, en general, muy recomendables. Una de las pegas que le puedo poner a alguna

[Libro] Suzuran – Aki Shimazaki

Literatura

En mayo de este 2024 fue publicado la quinta novela corta del quinteto Une clochette sans battant de la escritora japonesa radicada en Montreal, Canadá, y que ha venido desarrollando su carrera literaria como escritora en su idioma de adopción, el francés. Un clochette sans battant es su cuarto quinteto, su cuarto ciclo de cinco novelas cortas, que como de costumbre llevan como título los nombres en japonés de plantas o animales. Una vez publicada la novela que cerraba este ciclo, decidí que era el momento de afrontar la lectura del mismo. Y al igual que el año pasado, en el que decidí ir leyendo el tercer ciclo durante el verano, ese es también mi propósito para este año, leer los cinco relatos durante el verano. No de tirón, intercalando otros libros entre ellos, pero con la mirada puesta en finales de agosto o principios de septiembre como ficha de fin de su lectura.

La acción de la novela de hoy, y otras del ciclo, sucede en la ciudad de Matsue, y otras localidades próximas, en las costas del mar del Japón, al sur y el oeste de la isla de Honshu. No he estado por allí. Aunque tiene sus atracciones en su proximadad. Mar, el monte Daisen, las dunas de Tottori… No me importaría pasar por allí. De momento, uso fotos de Toyama, más al norte y al este, pero también en la costa del mar de Japón. Y ambas ciudades… tienen un castillo.

Suzuran, 鈴蘭 o スズラン, las especies botánicas y animales se escriben con frecuencia en katakana aunque exista una escritura con kanji posible, es la primera novela del ciclo, y el título hace referencia a los lirios del valle o muguetes, Convallaria majalis, una planta fundamentalmente europea, pero que fuera del subcontinente tiene una variedad aislada en el archipiélago japonés. Para este ciclo, del que ya he leído las tres primeras cortas, voy a hacer lo siguiente; a modo de presentación, comentaré hoy el primero de ellos, pero el resto los comentaré juntos, así como la impresión general del ciclo, en un entrada tras la lectura del último de ellos. Los estoy leyendo en el francés original. La editorial que actualmente tiene los derechos para su traducción al español es Tusquets. Pero desde que cogió los derechos de las obras de Aki Shimazaki se ha mostrado caótica a la hora de publicarlos. El segundo libro de este ciclo lo publicó hace unos años, antes de publicar los libros del tercer ciclo, L’ombre du chardon. En aquel momento no supe que no estaban respetando el orden de publicación, y lo leí, con el título Luna llena, que tampoco respeta el título original del libro. Ni en la decisión de usar palabras japonesas como ya he explicado, ni en el significado del título. Ese segundo libro, que ya reseñé, en el original en francés se titula Semi, セミ o 蝉, y significa cigarra. Por estas faltas de respeto a los originales, tomé la decisión de seguir leyendo la obra de Shimazaki en francés, lo cual no me general mayor problema.

En este nuevo ciclo, las relaciones familiares van a ser fundamentales. Por lo que, hasta el momento, los protagonistas de cada una de las novelas cortas que componen el quinteto son miembros de una misma familia. En la primera de ellas, Suzuran, nos serán presentados todos ellos, pero se centra en Anzu 杏子, una mujer en la mitad de su treintena, divorciada, con uno hijo de unos siete años, que se gana la vida como ceramista, ámbito en el que se ha ganado una cierta fama de artista consistente, elegante, y en el que va saliendo adelante. Pero prácticamente ha renunciado a las relaciones sentimentales con hombres después del fracaso de su matrimonio, cuando descubrió que su marido la engañaba. En la novela, se prepara para la llegada de la Golden Week u Ōgon Shūkan 黄金週間, una semana en la que coinciden varios festivos a principio de mayo, por lo que se suele aprovechar en el país para disfrutar de vacaciones y visitar a la familia. Su hermana Kyōko 京子, un par de años mayor, muy atractiva, y que vive en Tokio, ha anunciado su visita acompañada de su novio. Lo que ha sorprendido por su reticencia al matrimonio y su preferencia por relaciones seriadas con los hombres, pero sin compromiso. Como curiosidad, el nombre en kanji de la protagonista, 杏子, también se puede leer Kyōko. Los padres viven en una residencia por el Alzheimer de la madre, y tienen un hermano menor, casado y con hijos. Se reunirán. Pero en eso días, Anzu descubrirá algunas cosas del pasado, sobre su hermana y los hombre en la vida de Anzu, que la sorprenderán. Y sobretodo, nunca podría imaginar que fuese a hacer tan buenas migas con el novio de Kyōko. Pero muchas más sorpresas esperan a la familia a partir de ese momento.

La lectura de esta novela tuvo dos partes para mí. Una, hasta la mitad o así de la misma, en la que siendo de lectura fácil y amena, no me acababa de cuajar del todo. Sin embargo, a partir de cierto momento, el tono de la historia cambia, entrando en el terreno del melodrama familiar, lo cual es un terreno peligroso, minado, ya que es fácil pasarse y entrar en el folletín. Shimazaki lo evita, y al final consigue hacer una reflexión sobre las relaciones fraternales, sobre los contrastes de personalidad, sobre los hermanos o hermanas que viven a la sombra de otros, pero también sobre la capacidad de perdonar, y de aceptar lo que viene, con un sentido de solidaridad. Cómo aceptar lo correcto, cuando lo fácil sería romper y seguir cada uno con su vida. Quizá no sea el mejor relato de Shimazaki, pero está muy bien, y cumple perfectamente como entrante a este ciclo, en el que iremos conociendo las historias no contadas de las vidas de los miembros de la familia Nire 楡 (que tiene traducción, olmo).

[Libro] Maïmaï – Aki Shimazaki

Literatura

Y llegamos a la quinta y última entrega del quinteto L’ombre du chardon de Aki Shimazaki, que me ha ido acompañando buena parte de este verano de 2023. La acción se sitúa en lo que podríamos estimar como la «época contemporánea», el momento en que se escribe la novel, a finales de la década de los 2010. Y que nos permite hacer cuentas sobre la cronología interna de la serie, en la que los protagonistas de las cuatro primeras novelas cortas están en su cincuentena en esta «contemporánea». son personas nacidas en algún momento de la década de los años 60 del siglo XX. Quizá por eso resuenan con facilidad en mí como lector, son gente de mi generación… suponiendo que sean comparables las generaciones nacidas en España y Japón en esos tiempos. Supongo que hasta cierto punto sí. Hay temas, hay cuestiones, que son razonablemente universales.

Varias de las fotos acompañantes están tomadas en Jinbōchō, distrito de Tokio donde abundan las librerías de viejo y usado. Lo cual viene bien dado que el protagonista de la novela se crio en el entorno de la librería especializada de su madre.

Como siempre, el título hace referencia a una flor o a un animal pequeño. Y el maimai [舞舞] del título es el caracol de tierra. No uso las diéresis fuera del título original de la novela. Sin ellas, un francés leería «memé», con las es muy abiertas. La pronunciación de la palabra japonesa, transcrita según normas oficiales, en castellano es idéntica a la de un japonés. Y la metáfora viene explicada en el propio relato. Somos como caracoles, que a lo largo de nuestra vida arrastramos nuestro caparazón, nuestra concha, a cuestas. Un caparazón construido por nuestras experiencias previas, por nuestras decisiones y sus consecuencias, o por las decisiones de otros y las consecuencias que para nosotros tienen. Pero, ¿quién es el maimai en este relato? ¿El hijo de la librera, el hijo de azami, el cardo que de alguna forma es el hilo conductor del quinteto, una mujer que acaba de fallecer? ¿Un joven adulto, un artista que va conociendo ya lo que es el amor y el enfrentarse a la vida? ¿La joven que fue durante un breve período su amiga en la infancia y que vuelve a su vida con la ilusión de ser algo más que una amiga? Ambos arrastran, sin saberlo , las consecuencias de las acciones de sus madres. ¿O la madre de la joven, que arrastra sus actos de juventud, su decisión de casarse con un diplomático, sus silencios? O simplemente todos.

Probablemente esta quinta novela corta de la serie sea la más compleja. Y dura. Porque nuevamente el narrador, el joven sordomudo, honesto per se, pero no fiable como narrador, no tiene toda la información de la que sí dispone el lector que ha llegado a este último relato tras leer los anteriores, especialmente el segundo de ellos, donde conocemos la historia de su nacimiento. Dura para el joven. Muy dura para la mujer que siente, décadas más tarde, que su vida se derrumba a su alrededor, como consecuencia de las mentiras y los secretos que lleva arrastrando desde su juventud. Todos son un poco caracoles. Pero esta mujer, que quiso huir de su pasado a través del matrimonio con un diplomático, se encuentra con que ni ha podido huir de su pasado, ni su prestigioso casamiento le ha proporcionado la felicidad ideal que soñaba. Y aun así, eso es lo que busca para su hija. Que encuentra su propio camino… en el último lugar en el que su madre querría.

Los dilemas quedan planteados. Pero no resueltos. Shimazaki no da una respuesta definitiva. El joven hāfu [ハ​ーフ], sordomudo, inteligente, guapo, artista… enamorado profundamente, tiene delante de sí y dos alternativas. Aceptar una realidad y renunciar, o negar la realidad y seguir adelante, cargando siempre con la pesada concha del caparazón. Junto con Hōzuki, esta novela, Maïmaï, forma una unidad en sí misma, una historia en dos actos, que implica a dos generación. Tres si incluimos a la abuela del joven… pero fundamentalmente dos. Y probablemente es el arco argumental, el arco vital más intenso e interesante. Quizá previsible en un momento dado; pero esta novela es de las que crecen en la memoria. Muy recomendable.

[Libro] Fuki-no-tō – Aki Shimazaki

Literatura

Tras un interludio en forma de historia gráfica, y con unos días en los que no he tenido ocasión de seguir comentando mis lecturas por mi reciente viaje corto a Suecia, retomo el comentario de las cinco novelas cortas de Aki Shimazaki que configuran el ciclo, el quinteto, de L’ombre du chardon. O en castellano, La sombra del cardo. Un cuarto relato que, aunque claramente relación con los otros del quinteto, es el que parece al mismo tiempo más ajeno al eje central de esta serie. Esa flor del cardo, ese azami, que es la protagonista de la segunda historia, y cuya presencia real o intuida es central en el resto de los relatos. Aquí sin embargo… parece que nos vamos a situar en una derivada colateral de los personajes del quinteto.

Como ya hemos comentado en las entradas correspondientes a los tres personajes interrelacionados desde la infancia en su edad adulta, en esta ocasión nos vamos a la esposa de uno de ellos. Del enamorado de Azami, que a punto estuvo de arruinar su matrimonio y su familia por una aventura con ella, a la que renunció, rehaciendo su vida como editor de una revista cultural y trasladándose con su esposa, agricultora, a una zona rural, no lejos de Nagano. Pues esta esposa es la que, unos años más tarde, va a protagonizar el relato. Con su negocio agrícola prosperando, precisa de ayuda, y contrata a alguien para que le ayude. Y por casualidad ese alguien va a ser una íntima amiga suya de los tiempos del último curso de instituto, y de la que lleva extrañada 20 años o más. Una mujer animosa, trabajadora, que está superando un divorcio. Divorcio de un matrimonio que aceptó en su juventud por la convenciones sociales, puesto que sus sentimientos, su afectividad, se ha dirigido siempre hacia otras mujeres. Entre ellas, a la protagonista de nuestro relato, que verá complicada su existencia, especialmente cuando inicien un viaje inicialmente prevista para ir con su marido.

Sigue existiendo en esta historia un motivo común a las anteriores. Unas jóvenes que dejaron asuntos pendientes en su momento, que siguieron con su vida, una vida con altibajos, y que vuelven a encontrarse. Y vuelve a aflorar los asuntos pendientes. ¿Cuál era la naturaleza de sus sentimientos cuando tenían diecisiete años? Parece claro que en la mujer divorciada y que ha vivido dos décadas de mentiras, era algo más que amistad. Pero no está tan claro en la protagonista. Y no está tan claro hacia donde van en estos momentos.

Shimazaki toma una ruta colateral desde el eje central del quinteto para explorar la relación afectiva y física entre dos mujeres. El relato es interesante y la escritura de Shimazaki sigue siendo sólida como para atraer el interés del lector. Sin embargo, quizá es el más irregular de los relatos que le he leído. Desconozco la naturaleza de la afectividad de la autora, y si habla o no desde la experiencia de las relaciones homosexuales. Un tema complejo en cualquier parte del mundo, pero probablemente con el añadido de la naturaleza conservadora del País del Sol Naciente. Intenta tratar el tema con delicadeza, y desde la honestidad del personaje. Pero en algún momento me parece que la situación resulta un tanto forzada. Como digo, sigue siendo bastante recomendable, pero no deja de ser un desvío sobre el eje central del quinteto. Dentro de pocos días, cerraré el comentario del mismo, con la compleja historia final.

[Libro] Suisen – Aki Shimazaki

Literatura

Como ya comenté hace unas semanas, estoy dedicando el verano al tercer quinteto de novelas cortas de Aki Shimazaki, L’ombre du chardon (La sombra del cardo). En francés, porque como consecuencia de los cambios de editorial de las traducciones al español, y el hecho de que ahora se publique cada novela corta como un volumen independiente, y no el quinteto de forma conjunta, sale más a cuenta financieramente hablando adquirir el original en francés. Lo cual tiene además la ventaja de leer la versión original de la autora. Lo cual no me supone problema, ya que leo el francés sin muchos problemas. Y con una flor de suisen, el narciso, en la portada llego al ecuador del quinteto, a su tercera entrega. He de decir que en realidad este fin de semana pasado he terminado de leer los cinco libros, pero como voy comentando un libro cada semana, y he intercalado alguna otra lectura… pues todo llegará.

Podría haber traído fotos de narcisos, «suisen» en japonés, para ilustrar la entrada… pero he preferido traer fotografías del parque de Hamarikyu, antiguos jardines imperiales cedidos a la ciudad de Tokio, y que visité en 2014.

En los dos primeras novelas cortas ya habíamos conocido a tres de los personajes cuyas vidas se entrecruzan en distintos momentos. Tres personajes que se conocieron en la infancia, en sexto curso de primaria, cuando tenían 11 o 12 años, y cuyas vidas vuelven a cruzarse en la primera de las novelas cuando tienen unos treinta y cuatro años. Sabemos que el cardo que proyecta su sombra sobre todos los demás personajes de la serie de novelas es Mitsuko, una de las dos protagonistas de la segunda de las novelas, y que aparece también en la primera. En esta tercera novela, el protagonista es Gōro, uno de los dos compañeros de Mitsuko en en la escuela. De buena familia, heredero de la presidencia de un grupo industrial dedicado a la distribución de vinos y licores de alta gama, y productor de licores también de alta gama. La referencia del título al personaje es clara. Es un narcisista. Se admira a sí mismo, no se priva de mantener amantes, de presumir de la amistad con personas importantes, de tener éxito en la vida. Y además, por nacimiento, se cree con todo el derecho a ello sin más esfuerzo. La novela transcurre dieciséis años tras la primera, en la cronología interna de la historia. Por lo que Gōro tiene unos cincuenta años. Y aunque no lo sabe, todo su mundo está a punto de derrumbarse como un castillo de naipes.

Las tres primera novelas cortas de la serie tienen como protagonistas a los tres niños que se cruzan en aquel curso escolar, ya convertidos en adultos. Los tres tienen en común una niñez compleja. Pero mientras Mitsuko y Mitsuo, pasaron malos momentos, Gōro tuvo una infancia privilegiada, que arruinó por sí mismo por los celos ante la inteligente medio hermana del segundo matrimonio de su padre. Como un personaje ausente constantemente en la novela nos transmite, es una niño que no ha aprendido a quererse a sí mismo, y por lo tanto tampoco ha aprendido a querer a los demás. Y los demás, finalmente deciden que es hora de soltar lastre y deshacerse de quien es incapaz de querer, de quererse o que carece de la más mínima inteligencia. Que renunció a lo que podría haber sido una vocación artística por una carrera empresarial para la que no estaba dotado. Y que nunca se preocupó de entender o empatizar con quienes le rodean.

Probablemente sea la novela corta con menos sorpresas de las que he leído de Shimazaki. Es previsible. Sabemos por dónde van a venir los tiros. Shimazaki ajusta cuentas sin piedad con el personaje más antipático de la serie. Y quizá esto lastre hasta cierto punto durante la primera mitad de la novela el relato. Sin embargo, la forma en que se narra la progresiva decadencia del hombre, el cómo poco a poco es consciente de que en la vida ha tenido cosas importantes que perdió por no dar valor a lo auténtico, prefiriendo las apariencias, va llevando a un proceso de reflexión que tiene algo de poético. Sobretodo por la presencia de esta chica, de esa mujer, que sólo aparece como un recuerdo, pero que está de fondo, siempre. Como quien podría haber salvado a Gōro de sí mismo.

Nuevamente escrita en primera persona, por lo tanto un narrador no fiable. Que si en otras novelas de la serie pueden serlo por desconocimiento, aquí se añade la visión tremendamente distorsionada que tiene de sí mismo y de los demás el protagonista y narrador. Nuevamente una novela corta recomendable, que se puede leer sola, pero que tiene mucho más sentido después de haberlo conocido en la primera entrega del quinteto.

Quiero aprovechar para situar la cronología interna de la acción, que no he tenido clara hasta que no he leído el último libro. Pero si lo que se narrará en esa quinta novela es la época actual en la que se escribe la novela, que se publicó en el año 2018, los tres compañeros de la escuela cursaron sexto unos 44 años antes, hacia 1974. Y los hechos de esta tercera novela de la serie se producirían alrededor de 2011 o 2012, los de la primera novela hacia 1996 y los de la segunda novela hacia 1998 o 1999. Más o menos. Año arriba o abajo es indiferente. Por situarse.

[Libro] Azami – Aki Shimazaki

Literatura

Ya comenté recientemente los cambios que se habían producido en la publicación de las obras de la canadiense nacida japonesa Aki Shimazaki en España. Como consecuencia, como ya anunciaba, he cambiado la forma de aproximarme a la obra de esta escritora. Sus dos primeros quintetos de novelas cortas relacionadas entre sí se habían publicado en España como obras únicas, lo cual ejercía un efecto beneficioso sobre el coste final para el lector. Pero ahora que se publican como obras individuales… ya no suponen ninguna ventaja sobre el original en francés, por lo que he decidido recuperar el tiempo perdido con el tercer quinteto de novelas cortas pasándome a los originales de Shimazaki. No tengo especial problema en leer en francés. Quizá un poquito más despacio, pero sin más. Así que esta primera novela corta de la serie La sombra del cardo, o debería decir ahora L’ombre du chardon, aunque la lea en «desorden», después de la que se publicó en segundo lugar, la he leído en francés.

Ambientada la novela, como la anterior, en Nagoya, y en ciudades cercanas, y no disponiendo fotos de esa populosa ciudad, opto por algunas instantáneas en la más tranquila Kamakura.

Azami, 薊, aunque también en katakana アザミ, así se presenta la entrada sobre estas plantas en la Wikipedia JA, es el nombre que recibe en japonés la planta del cardo, especialmente los del género Cirsium. Y es el apelativo poético con el que el protagonista de esta novela corta llamaba en secreto a la niña, compañera del último año de la escuela primera, que le gustaba. Y de la que no volvió a saber más. Ahora, adulto, felizmente casado con un esposa ejemplar y dos retoños,… bueno felizmente pero sin relaciones sexuales,… tras un encuentro casual con otro compañero de la época, acabará reencontrándose con Azami. Aunque esta no ha llevado precisamente la vida que imaginó para aquella niña despierta e inteligente. Azami es la protagonista de la novela corta que leí recientemente, la segunda de la serie, Mitsuko.

Después de haber leído los dos primeros títulos del ciclo, parece que el hilo conductor, el elemento común o protagonista, es la atractiva y compleja mujer que conocí en la novela anterior. Pero centrémonos en el hecho de que el personaje principal en Azami es el hombre. Está redactada en primera persona, el punto de vista de lo que está sucediendo, de cómo se reencuentra con su ambiguo compañero de escuela, de cómo provoca el reencuentro con Mitsuko, de cómo inician una relación y cómo toma decisiones trascendentes en su vida, es el punto de vista del protagonista masculino. Y por lo tanto, un narrador no fiable; incluso si es una narrador honrado, no conoce toda la información. Una persona en una encrucijada. Entre un matrimonio presuntamente perfecto, pero con una importante vía de agua, la ausencia de relaciones físicas íntimas con su por lo demás perfecta esposa, y la poderosa atracción que siente hacia la antigua compañera, siempre misteriosa, con una vida compleja. Debemos tener en cuenta que, si se leen las novelas en el orden en que se publicaron, sabemos muy poco de Mitsuko. Mientras que tal y cómo las he leído yo, el punto de vista del lector es muy muy distinto. Se puede hacer, cada novela corta se puede leer de forma independiente, pero cambia mucho en la imaginación del lector.

Después de la potente y compleja historia que leíamos en Hōzuki, quizá este relato no tiene el mismo tirón, la misma contundencia en los sentimientos del lector. Pero estamos ante el mismo estilo de escritura, una literatura a la que no es difícil acceder, pero que tiene profundidad, y que transpira su origen asiático aunque esté escrita en francés, en sus ritmos, en sus puntos de vista, en las descripciones y en la presentación de sus personajes. Recomendable, como no podía esperar de otra forma, creo que hubiera sido bueno leer estas dos primera novelas de L’ombre du chardon en el orden en el que fueron publicadas.

[Libro] Hōzuki, la librería de Mitsuko – Aki Shimazaki

Sin categorizar

No hace tantos años que empecé a leer los libros de Aki Shimazaki. Japonesa de nacimiento, canadiense de adopción, vive en Montreal y escribe y publica sus novelas en francés. Escribe novelas cortas, que tienen sentido en sí mismas, de forma individual. Pero agrupadas de cinco en cinco, como quintetos, conforman historias más amplias, de vidas cruzadas, con tiempo que pueden abarcar décadas, más profundas, y con más sentido todavía. Inicialmente, los derechos de publicación de sus novelas en España lo tenía editorial Lumen, que las publicaba reunidas en dichos, por lo que sólo publicó dos libros, El quinteto de Nagasaki (2018), el primero, con novelas cortas que fueron publicadas originalmente por Shimazaki entre 1999 y 2005, y El corazón de Yamato (2019), el segundo, con historias publicadas originalmente entre 2006 y 2013. Leí el primero de ellos en 2019, y el segundo en 2020.

No he estado en Nagoya, la cuarta ciudad japonesa por población, tras Tokio, Yokohama y Osaka. Bueno… si he estado. En la estación, para cambiar de tren en el viaje entre Ise y Tokio. Pero no la he visitado. Así que os dejo algunas fotografías realizadas con película en blanco y negro, en los días que estuvimos en la capital nipona, tras ese desplazamiento en el que hicimos transbordo en Nagoya, donde transcurre buena parte de la novela de hoy.

Me gustaba leer sus novelas cortas así, como una novela más amplia y con más profundidad de contenido. Para mí tenía más sentido. Pero supongo que comercialmente será más rentable hacerlo como en su idioma original, en francés, donde siempre se han publicado cada novela por separado. El precio conjunto de las cinco novelas cortas por separado es 2,5 veces superior al de los libros que las reúnen. Los derechos de las siguientes novelas de Shimazaki en español han ido a parar a otras editoriales. Y por ello, paradójicamente, la siguiente que leí, Luna llena, que me gustó mucho, es la segunda novela corta de la cuarta serie, publicada por Tusquets en 2022. Pero con algún disgusto que otro. Por ejemplo, que no se han saltado la publicación de la primera novela corta de la serie. Y también porque han roto la tradición de conservar el título original de la novela corta en japonés, que hace referencia a algún animal o planta. El título de la novela original, el que esperaba que se conservase en la traducción, como había sucedido hasta el momento, o como sucede en las versiones originales en francés, pero con el título en japonés, es Semi 蝉, cigarra. Odio esta costumbre de las editoriales españolas de no respetar los título originales o de respetar su sentido. Como ese absurdo Tokio blues para el Norwegian Wood de Haruki Murakami, cuando la canción de los Beatles tiene tanta relevancia en la novela.

Con la novela de hoy, cuyo título original Hōzuki 鬼灯, se refiere a una planta del género Alkekengi, con frutos en forma de farolillo chino, y que encontré de oferta recientemente en versión electrónica, es la segunda novela corta de la tercera serie de cinco. Y esta serie está publicada por Nórdica… para acabar de complicar la cuestión editorial de la autora en español. Ya he decidido que voy a ignorar las traducciones y que iré poniéndome al día con la obra de Shimazaki con los originales en francés. Si no hay ventaja económica, como la publicación en conjunto que hacía Lumen, pues nos dejaremos de las tontadas con las que maltratan las editoriales españolas los libros traducido. En ello se nos habla de una mujer, que regenta una librería de lance, que vive con un hijo de siete años sordomudo y su madre anciana. Su vida no ha sido fácil. Cuando el niño era muy pequeño se vio obligada a prostituirse para salir adelante durante dos años, en una ciudad lejos de Nagoya, su ciudad de origen. Y ahora, para pagar la educación especial que necesita el pequeño, trabaja una noche a la semana en un hostess bar. No lo traduzco como bar de alterne, como en el libro, porque en español, la chica de alterne implica prostituta, y en Japón no. Dado que diferencia su actividad del pasado de la del presente, doy por descontado que en este momento no se prostituye. Un día entra en su librería una elegante mujer de buena posición, esposa de un diplomático, a comprar libros encargados por su marido. Con su hija de cuatro años. Los niños juega y se hacen amigos. La mujer del diplomático quiere entablar relación y amistad con la librera. Pero esta está reticente. Porque, quizá, algo del pasado las une.

Shimazaki vuelve a contarnos una historia con corazón y con profundidad, con personajes que nos enganchan, con los que empatizamos, a los que acabamos apreciando, en lo que se insinúa una continuación de su estilo de construir sus grandes historias a partir de las pequeñas (o no tan pequeñas) historias de algunas personas y de las vidas cruzadas de las mismas. No tardaré mucho en ponerme a la tarea de recuperar el resto de las historias de esta tercera serie. Ya las tengo localizadas y preparadas. Pero como ya he comentado, me he pasado al idioma original, el francés. Acabo de terminar un libro hoy mismo, continuación de una novela japonesa que leí el año pasado, algo ligero, y he comenzado una libro de relato cortos de una autora española, desconocida hasta ahora para mí, que espero no me dure mucho. Después, dedicaré una parte del verano a ese tercer quinteto de Shimazaki, L’ombre du chardon, la sombra del cardo.

Shimazaki se lee bien. Como he dicho, cuenta historias con sentimiento, y crea personajes que te interesan. A pesar de que escribe en francés, sus historias se enraízan con fuerza en su Japón natal y en su cultura de origen. Hoy en día, sin embargo, tiene la nacionalidad canadiense y esta establecida en el país norteamericano. Me parece curioso que no aprendió el francés hasta los cuarenta años, en 1994, cuando ya llevaba tres viviendo en Montreal. Ella se expresaba fluidamente en inglés hasta ese momento. Y que eligiese escribir sus novelas cortas en francés, publicando la primera en 1999. Por ello, realmente tengo curiosidad por leer a partir de ahora sus novelas en su versión original. Lo voy a hacer. Y como ya podéis suponer, sus libros me parecen muy recomendables.

[Libro] Luna llena – Aki Shimazaki

Literatura

La semana de Pascua fue una semana relativamente feliz y tranquila, con viaje a Italia incluido, y eso sin duda fue clave para romper con el bloqueo en la lectura que me tiene un poco atenazado desde hace unos meses. Bueno… con idas y venidas, desde que comenzó esta maldita pandemia. Me cuesta concentrarme en la lectura. Pero no durante esos días, por lo que aproveché para leer varios libros que tenía en espera. Vamos con el primero.

No es la primera vez que leo a Aki Shimazaki. Y realmente siempre he disfrutado de las obras de esta escritora japonesa, pero que no escribe en japonés. La escritora, nacida en 1954, se mudó en 1981 a Canadá y vive en la actualidad en Montreal. Comenzó a escribir a finales de los años 80 publicando su primera novela en 1991. Pero optó por escribir en la lengua de su país de adopción, el francés. Incluso si sus temas son fundamentales referidos a su país de origen. Lo cual, desde mi punto de vista, enriquece el conjunto por la capacidad de llegar con más facilidad a dos entornos culturales distintos, el asiático japonés, y el europeo occidental, o su extensión a Norteamérica.

A esta novela corta de Shimazaki que nos ocupa hoy, el editor español le ha dado un título no coincidente con el original. Ese Luna llena tiene que ver con lo que se nos narra, pero no es el original. En la edición original en francés, el título es Sémi, transcripción al francés de la palabra japonesa 蝉 semi, que significa cigarra, un título mucho más apropiado… bueno… es el que la autora quiso darle a su obra, así que necesariamente es más apropiado. Es habitual en la autora dar títulos de una sola palabra en japonés a sus obras, aunque este escritas en francés.

En esta novelita, acompañamos a un hombre, que reside con su esposa en una residencia para personas mayores, ya que esta tiene una demencia de Alzheimer en sus fases iniciales. Fases iniciales que evolucionan, de modo que un día, cuando se levantan por la mañana, ella ha olvidado que es su marido. Convenciéndole con la ayuda de una enfermera de la residencia de que es su prometido, tienen que volver a reconstruir su relación. Pero eso conllevará que se descubrirán secretos guardados durante décadas de matrimonio, aparentemente feliz y bien avenido, con los que nuestro protagonista tendrá que lidiar, puesto que pueden afectar a sus relaciones con toda la familia.

Shimazaki nos transporta a una delicada aproximación al mundo de las personas mayores y al peculiar mundo de relación con una persona con un deterioro cognitivo progresivo. Y al mismo tiempo, no dejamos de asistir a una peculiar historia de amor, un romance de edad avanzada que ha de sustituir a la ficción en la que los dos protagonistas de la historia se han sumido mutuamente durante los años de matrimonio. Un matrimonio gestado en los primeros años 70 del siglo XX, al estilo tradicional mediante un miai 見合い o en su modo formal omiai お見合い, encuentros organizados por un casamentero entre dos personas solteras que quieren formar una familia. Según leo, en los años 30 y 40 del siglo XX casi el 70 % de los matrimonios en Japón tenían este comienzo, aunque en la actualidad estaría en torno al 5 %.

Shimazaki se lee bien. Sus contenido son siempre delicados, incluso cuando se expresan conflictos complejos, difíciles. Y uno siente empatía por los protagonistas de sus historias. Generalmente gente que arrastran sus propios problemas durante sus vidas que les condicionan en mayor o menor medida. Para mí, su lectura es muy recomendable, y como autora un valor seguro a la hora de seleccionar algo para leer.

[Libro] El corazón de Yamato – Aki Shimazaki

Literatura

Uno de los libros que más me han impresionado en los últimos tiempos fue el primero de los «quintetos» de la japonesa establecida en Canadá, Aki Shimazaki. Recordaremos que Shimazaki, aunque nacida en Japón, y con el japonés como lengua materna, escribe en francés. La fórmula para aquel libro que tanto me gustó y que leí aproximadamente hace un año es el de cinco relatos o novelas cortas, que leídos consecutivamente en el orden en que se publicaron, forman una gran novela, una historia única contada por partes y con distintos puntos de vista, según el protagonista de cada relato.

En un momento dado de la historia, e incluso después de perder su importancia política, Nara fue el «corazón» de Yamato, del Japón tradicional e histórico. Como otros lugares de la región de Kansai. Pues allí nos vamos.

Hace unas semanas decidí que era el momento de ir a por el segundo de sus «quintetos», el que hoy comento en estas líneas. Aparentemente, sigue la fórmula del anterior… aunque hay diferencias. Lo cierto es que he tardado demasiado en comentarlo. Algunas de las cosas que quería decir aquí se han diluido en mi memoria. Pero lo haré lo mejor posible.

En primer lugar, ¿qué es Yamato? Yamato es uno de los nombre que ha recibido Japón. Existe un período en su historia que es conocido como Período Yamato. También es el nombre que recibe la etnia predominante y mayoritaria en Japón, en contraposición con otras minoritarias como los ainu, o las etnias originadas en otros países como los coreanos o los chinos. También es una antigua provincia, en torno a la ciudad de Nara, que durante un breve tiempo fue la capital imperial de Japón, y a veces la región que la rodea, lo que hoy denominaríamos Kansai, que como nos dicen en la novela de hoy, tiene forma de corazón invertido. Pero obviamente, si recordamos que la palabra «corazón» tiene también significados en el ámbito de lo poético o lo simbólico, al hablar del «corazón de Yamato» nos podemos referir a la idiosincrasia más íntima, a los elementos culturales, sociales y éticos más profundos de Japón.

Lo que nos cuenta Shimazaki transcurre en un período que va desde la guerra mundial hasta la época contemporánea (los libros de este «quinteto» se publicaron entre 2006 y 2013). Y al contrario que en la obra que leí hace un año, las cinco historias que lo conforman no configuran una historia única y mayor. Más bien estamos ante una serie de vidas cruzadas, en las que cada una de los cinco relatos tiene como protagonistas a cinco personajes que nos son presentados de una forma directa o indirecta en el primero de ellos, una historia de amor frustrado en los años 70 del siglo XX entre un empleado de una gran compañía, y una OL (Office Lady) temporal de la misma. El ámbito en el que se desarrollan las historias está relacionado de forma directa o indirecta con estas grandes compañías japonesas que muchas veces han representado el resurgimiento nipón tras el desastre, admiradas en muchas ocasiones. Han llevado consigo muchos de los valores tradicionales de la cultura japonesa, pero no sólo los positivos, también los negativos. El sexismo, el papel secundario de las mujeres en las empresas y en la sociedad japonesa, la inflexibilidad de las jerarquías sociales y económicas, el sometimiento de los empleados a estas jerarquías, la capacidad de condicionar las decisiones de las personas y su futuro, incluso mediante prácticas que podríamos considerar mafiosas. Al igual que sucedía en su primer «quinteto», la impresión que te deja Shimazaki es que ama a su país de origen, pero es muy consciente de sus defectos, de sus problemas.

No voy a entrar en el detalle de cada una de las historias. Pero las hay muy buenas, excelentes. Todas ellas son buenas. Pero hay como un crescendo general en el que la emoción va subiendo hasta la excelente historia final, que te deja con el corazón encogido en un puño. Shimazaki es sobria en su escritura. No se anda por las ramas ni se detiene en florituras. Va al grano. Pero eso no le impide transmitir las emocionas de forma precisa, directas a afectar tanto la razón como la emoción del lector. Shimazaki me parece una autora altamente recomendable. Existe ya un tercer ciclo de cinco novelas cortas de la autora nipocanadiense, pero todavía no se ha publicado completa en España. Investigaré las posibilidades de leerla en su idioma original, el francés.

[Libro] El quinteto de Nagasaki

Literatura

Me hablaron de este libro de Aki Shimazaki hace ya un tiempo. Y en principio me planteé leerlo en versión original. No, no me he puesto a estudiar japonés ni nada por el estilo… creo que en estos momento es un idioma fuera de mi alcance. La versión original de este libro está en francés. Porque Shimazaki, japonesa de nacimiento, vive desde hace casi 40 años en Canadá, donde está naturalizada y vive en Montreal. Y a pesar de que aprendió el idioma francés siendo ya adulta, es el que escogió para desarrollar su carrera literaria.

Pero surgió un problema que me dejó un poco atónito. En castellano, el libro se vende en un volumen único, con un precio de entre nueve y diez euros. Pero en su idioma original, son cinco novelas cortas que se venden independientemente, con un precio global de entre 30 y 35 euros… ¡¡?? Me pensé un poco el asunto, quizá esperando una nueva edición francesa al estilo de la castellana… pero nada. Os explico el asunto.

Unas cuantas vistas recientes de Tokio… donde todo empieza, aunque sólo nos enteremos bastante avanzada la historia.

Este quinteto de relatos relacionados entre sí que publica Lumen en un solo volumen, fueron originalmente publicados en su idioma original como cinco novelas cortas. Que se pueden leer de forma independiente. Aunque después de haberlas leído todas, es algo que para mí no tiene mucho sentido, ya que para comprender la historia en toda su extensión y profundidad hay que leer los cinco relatos. Su pudo publicar originalmente por entregas, pero recomiendo que se lean como un todo.

Antes de esbozar el argumento de la historia, he de decir que me gusta más el nombre que se le da en francés al conjunto, Le poids des secrets (El peso de los secretos), que lo del «quinteto de Nagasaki», más oportunista, y supongo que más comercial, que le ha dado su editor en castellano. Cierto es que una parte de la historia, importante, transcurre en la ciudad mártir de la Segunda guerra mundial, la segunda y última, hasta la fecha, donde salvaje y perversamente se ha arrojado una bomba atómica. Y concretamente, la autora sitúa en aquel nueve de agosto de 1945 algunos acontecimientos importantes dentro de las vidas de los protagonistas de esta compleja saga familiar que nos hará recorrer el siglo XX desde la década de 1920 hasta el último cuarto del siglo XX.

Pero el recorrido es mucho más amplio. Porque si un momento clave se produce en las historia que se nos cuenta, es el momento en que una de las protagonistas queda huérfana tras el gran terremoto de Kantō al mediodía del 1 de septiembre 1923. Y queda huérfana no por el terremoto, sino por la consecuencias posteriores, en una de las narraciones más estremecedoras que he leído jamás sobre la perversidad humana, en este caso no de los militares norteamericanos como fue lo de Nagasaki, sino de los militares y políticos japoneses. Esa orfandad tendrá consecuencias inimaginables en una joven, cuyo pasado ya estaba revestido de misterio, y que acabará afectando profundamente a los miembros de dos familias japonesas. Pero no voy a desvelar mucho más, porque es preferible que lo descubra el lector.

Shimazaki no desaprovecha la ocasión. No se limita a narrar los amores y los odios que entre sí desarrollan los personajes principales de la acción, la compleja trama de relaciones que complica las vidas de personas en principio honestas y fieles a sus familias y amistades, salvo excepciones. Shimazaki desarrolla su punto de vista sobre algunos graves acontecimientos de las historia japonesa del punto de vista; la política colonial en otros puntos de Asia, el racismo hacia las personas de otras nacionalidades u orígenes étnicos, la corrupción de la sociedad en el régimen militarista que llevó al país a la guerra y la catástrofe, la complejidad de la vida en los años de guerra, el convencimiento razonado de que los bombardeos atómicos tuvieron más de experimento que de necesidad bélica, y que habían venido precedidos de bombardeos convencionales de intenciones igualmente perversas por cebarse especialmente sobre la población civil y más desprotegida. Todo ello contado por una japonesa de origen, que no olvidemos vive en Canadá, que no aprendió el francés hasta 1995, cuando ya contaba 40 años de edad, y que empezó su carrera literaria en ese idioma a partir de 1999, después de haberse dedicado fundamentalmente a la enseñanza.

El conjunto me ha parecido una lectura muy interesante. Y en algunos de los cinco relatos, apasionante, estremecedora y conmovedora. El conocimiento de esos secretos cuyo peso pesan sobre los protagonistas y que se va desvelando muy poco a poco, me obligó en algunos momentos a parar la lectura y reflexionar sobre lo sucedido. No tanto sobre lo que sucede a los personajes de ficción, sino sobre lo que padecieron las personajes reales en la época. Los cinco relatos no tienen la misma intensidad, aunque sí que parecen disfrutar una calidad literaria similar. Sigo con la curiosidad por haber leído el original en francés. Especialmente por las circunstancias vitales de la propia autora. Pero en cualquier caso, me parece, en cualquier idioma, muy recomendable.