[Fotos] Paisajes urbanos e industriales con película en blanco y negro

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Arquitectura y paisaje ferroviario con Leica M6, Zeiss Planar 50 mm f2 y Adox HR50… con filtro amarillo.

Ya he mostrado de todo lo que tenía que mostrar, al menos de momento, sobre mis viajes más recientes. Así que vuelvo a la fotografía cotidiana. La del entorno urbano familiar; arquitectura, paisaje industrial y ferroviario, lo que se tercie.

En esta ocasión, un fin de semana con cámara de postín y película en blanco y negro de baja sensibilidad, alta nitidez y contraste y grano fino. Tarde del sábado buscando motivos graficos en el paisaje y la arquitectura de la margen izquierda del Ebro en Zaragoza, y mañana del domingo entre las vías y las estructuras industriales del entorno de la estación de Casetas.

[Cine] The brutalist (2024)

Cine

The brutalist (2025; 05/20250127)

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

Teníamos muchas ganas de ver esta película. Aunque cada vez sentimos menos apego a la temporada de premios del cine, y especialmente a los Oscar, teníamos la sensación de que esta podía ser la gran candidata de este año. Una película de un desconocido para nosotros Brady Corbet, no habíamos tenido la ocasión de ver sus dos largometrajes previos, pero con un reparto muy atractivo, y con unas primeras críticas muy potentes. Así que fuimos con elevadas expectativas, aunque con el miedo a la larga duración de la película, algo que cada vez encontramos más difícil de justificar.

El personaje protagonista nos cuentan que estudio en la Bauhaus de Dessau. Un lugar que visité en el 100º aniversario de la fundación de esta prestigiosa escuela que murió con la llegada del nazismo. La visité en Dessau, aunque nació en Weimar, que también visité y que tiene un museo dedicado a esta escuela.

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Corbet nos traslada a los tiempos inmediatos tras el final de la Segunda guerra mundial, cuando acompañamos a un arquitecto judío húngaro (Adrien Brody), que ha sobrevivido a los campos de exterminio, en su migración a los Estados Unidos donde lo recibe un primo suyo (Alessandro Nivola), que lleva tiempo en el país y ha acabado asimilado a la cultura norteamericana y convertido al catolicismo. Mientras, su esposa (Felicity Jones) y su sobrina (Raffey Cassidy), la hija de su hermana, también supervivientes de otro campo de exterminio, están atrapadas en alguna frontera de la Europa central u oriental. En América, irá tirando en el negocio de su primo, hasta que un incidente con un multimillonario (Guy Pearce) acabará distanciando a los dos primos. Pero en su momento el multimillonario reconocerá su error y el potencial del arquitecto, formado en la Bauhaus de Dessau, como arquitecto y diseñador. Y así, le encargará una obra faraónica, un centro cultural y religioso, que se convertirá en una odisea para todos los protagonistas. El arquitecto, el millonario, y la esposa que acabará llegando a Estados Unidos con la sobrina.

Esta película es lo que se llama una obra magna. Aunque no necesariamente con el megapresupuesto que otras obras magnas habrán tenido. Una autentica odisea. O quizá, dado el carácter judío de sus personajes protagonistas, habría que hablar de su travesía en el desierto hasta alcanzar algún tipo de tierra prometida. La película nos habla del sufrimiento, de la creatividad, de la xenofobia y el racismo, de los choques culturales provocados por las migraciones, del abuso del poderoso hacia el desvalido, de los traumas arrastrados. Es una película compleja en su contenido y en su continente. La realización es magistral, pudiéndose disfrutar de prácticamente cada uno de los cuadros del film, que tiene un diseño de producción absolutamente de primer orden. Y especialmente, de unas interpretaciones poderosas. Los tres personajes principales, interpretados por Brody, Pearce y Jones están excelente, y podrían copar perfectamente el podio de ganadores del Oscar a la interpretación, por lo que he podido apreciar de los candidatos hasta el momento.

Y a pesar de todo… como me ha pasado con otras películas en los últimos tiempos, en un momento dado, la película casi me expulsa de si misma. Casi me produce una desconexión. No soy capaz de analizar las causas del fenómeno. Ya digo que tanto la realización como las interpretaciones están al nivel de las obras maestras. Y sin embargo, en el último tramo de la película en la segunda mitad de la segunda parte del laaaaaargo metraje, casi me voy, casi me empiezo a desentender de lo que está pasando en la pantalla. Ni siquiera la belleza de los planos en las canteras de Carrara me consigue enganchar. Más sentí que mi mente divagaba sobre lo estupendo que sería visitar en algún momento esas canteras. La película termina con un epílogo que sirve para que si la gente no se ha coscado, sepa como interpretar la película. No sobra… pero siento que tampoco era necesario. Aunque hay otros que opinan que es esencial y aporta. Siempre he pensado que el auténtico espectador de cine entiende lo que está sucediendo y saca sus propias conclusiones.

Creo que es una película que hay que ver. Es necesaria. Pero no es una película sencilla. No es una película amable. Y exige no poco del espectador. Avisados quedáis. Esta semana tendremos que ver algo más ligero. Por cierto, ¿no está Brody un tanto encasillado?

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: *****
Valoración subjetiva: ***

[Fotos] Nuevamente en la Cartuja Baja

Fotografía

Nuevamente un paseo a la Cartuja Baja como los que ya comenté aquí y aquí. Me llevé también un cámara con un rollo de película fotográfica tradicional, pero esas fotos llegarán más adelante, en unas semanas. De momento aquí, algunas fotos realizadas con cámara digital.

La forma de mirar y pensarte la foto según utilices una cámara digital o película fotográfica es muy distintas. O debería ser. Porque uno de los principios más importantes para el fotógrafo, sea aficionado o profesional, es previsualizar el resultado. Proyectar en tu imaginación cómo va a quedar la fotografía en un futuro. En cualquier caso, hoy en día, hasta los equipo más sencillos son extremadamente eficaces, como la cámara que utilicé en esta ocasión, comprada hace unos años en un outlet por un precio muy conveniente. Pensando en lo que pagué por ella, es una de las mejores relaciones calidad precio que he tenido en los últimos… ¿20 años? Muchos no lo creerán.

[Fotocomentario] Monumentos con mucha monumentalidad

Cultura, Política y sociedad

Fue la primera vez que fui a esquiar a Andorra, a la estación de Pas de la Casa-Grau Roig. No recuerdo que año fue. En algún momento entre 1993 y 1995 probablemente, pero no puedo decir exactamente cuando. Junto con unos amigos, nos habíamos inscrito en un club de esquí, de cuyo nombre no me quiero acordar. Era bastante cutre. Pero organizaba fines de semana de esquí que nos interesaban, con la cuota de la asociación te incluía la de la federación y el seguro de accidentes, y te proporcionaban bonos de esquí más baratos. El caso es que en aquel viaje, íbamos en el autobús, con una moza que hacía de guía, y al pasar por la carretera camino de la estación de esquí, frente a la basílica santuario de Nuestra Señora de Meritxell, la chica soltó una frase que nos generó abundantes risas durante muchos años; «Aquí, a mi derecha, el santuario de Meritxell, un monumento con mucha monumentalidad«. Tal cual.

Cuando vas por el mundo, no faltan, en casi ningún país, los monumentos con mucha monumentalidad. Edificios, esculturas, estructuras diversas, de gran tamaño, pretenciosos, que pretenden demostrar algo… generalmente impulsado por sentimientos religiosos, nacionalistas/localistas, u oficialistas de regímenes que, incluso si son democráticos, tienen su ramalazo menos democrático. La ideología oficial, la historia oficial, el modo oficial de ser o pertenecer a un país… este tipo de conceptos que a mí se me atragantan y me producen acidez de estómago.

Por ejemplo, la pretenciosa basílica de estilo brutalista (o quizá futurista, una corriente artística tan querida por los fascismos) que se construyó albergar las tumbas y para honrar a los combatientes fascistas que mandó el régimen de Mussolini a la Guerra Civil Española, con la habitual connivencia entre la Iglesia Católica y los regímenes totalitarios fascistas. Bien es cierto que con la caída del fascismo en Italia, el régimen republicano que vino tras la guerra mundial forzó a que también recibieran sepultura los combatientes italianos del bando republicano.

Y qué decir de la colosal escultura de Alfonso I de Aragón, llamado El Batallador, que derribó la taifa de Zaragoza en medio del fanatismo religioso y guerra santa (o cruzada, como se llama en el cristianismo), dejando a continuación con su muerte un caos político que casi arruinó todo lo que había conseguido, fuere bueno o malo, por dicho fanatismo religioso y nula capacidad de gobierno y saber quehacer político. Y ahí esta, pétreo… con el espadón de dar mandobles y destripar y decapitar infieles, mirando a… bueno… con la mirada perdida en vete tú a saber que horizonte. Y estos son sólo dos ejemplos de los monumentos con mucha monumentalidad a los que nos hemos acostumbrado, pero sobre cuyo real significado debiéramos reflexionar con más frecuencia.

Las dos fotos proceden del rollo que comento en La mejor hora para la Adox Color Mission… o cualquier otra película – Leica M6 y Zeiss Planar 50 mm f2 ZM, donde hay otras fotos con objetos y paisajes urbanos con más plácido significado.

[Fotocomentario] La ¿aburrida? arquitectura de Zaragoza

Arte, Cultura, Fotografía

En general, me gusta mi ciudad, Zaragoza, en la Comunidad autónoma de Aragón, España, para los no hispanos. Tiene un buen nivel de vida. Quizá un poco más calurosa de la cuenta en verano. Y más últimamente, pero a cambio los inviernos no son extremadamente fríos. A no ser que haya niebla. O viento; cierzo le llamamos. Que antes era casi siempre en invierno; o la una o el otro. Pero últimamente, no tanto. Tiene más de dos mil años de historia con una administración continuada, aunque con varios cambios en el nombre por la evolución fonética del mismo, Caesaraugusta [léase Kaesaraguta, no Zesaraugusta], Sarakusta, Çaragoça [leáse Tsaragotsa] y finalmente Zaragoza [que cada cual lea las zetas como tenga costumbre]. Pero salvo algún rincón aislado… es un poco gris y feota. Más que fea… con poca gracia.

Pero recientemente, o sea, hace cuatro años, escuche una interesante discusión después de una sesión de cine entre varias amistades que, con gran energía, los unos defendía ese parece mío de ciudad estéticamente sosa, frente a quienes defendían que había mucha arquitectura estupenda. No participé mucho; mi criterio es limitado en estos momentos, más allá de apreciaciones total y absolutamente subjetivas. Pero desde entonces, cuando camino por la calle con la cámara me fijo más en los edificios, y les hago fotos. De algunos de ellos, muchas veces. A ver si con el tiempo y algún influjo mágico acabo adquiriendo algún criterio. Creo que alguno voy adquiriendo, pero todavía no me atrevo a opinar en voz alta.

Las fotos de hoy proceden de este rollo: Las ISO 100 son para el verano… – Fujifilm GS645S Wide 60 con Lomography Potsdam Kino 100.

[Fotocomentario] Brutalismo y alienígenas en La Romareda

Fotografía

Los años setenta del siglo XX son una década muy discutida en cuanto a las tendencias culturales, artísticas y estéticas. Siendo la década en la que podemos situar el arranque de la posmodernidad… me resulta difícil encontrarla simpática. Y con una España a caballo entre una dictadura trasnochada, pero tristemente activa y dura, y los principios de una democracia, deseada por una población que, como hemos podido comprobar después, no tenía nada clara en que consistía comportarse democráticamente… es difícil de valorar. También es un momento en el que la estética posmodernista irrumpe con resultados… no siempre acertados desde mi punto de vista. Y entra en escena la iglesia de Santa Mónica en el barrio de la Romareda… en aquel entonces todavía en desarrollo.

Por la peculiar «cúpula» que domina su tejado, la broma más habitual es que la gente la llame el OVNI, la iglesia de los alienígenas, marcianos o extraterrestres u otros conceptos similares. En un momento en el que la dictadura está en pleno vigor, la iglesia católica, uno de los pilares del fascismo español, recibe terrenos y prebendas con facilidad, y se puede permitir el lujo de construcciones a lo grande. Especialmente en un barrio nuevo que va a ser habitado por personas con un más que decente poder adquisitivo, y en el que menudean otros colectivos con prebendas en el régimen; viviendas para militares, policías y similares. Así que si hay que hacer una iglesia nueva, que sea a lo grande. Arquitectura brutalista que es lo propio de estos regímenes y sus apoyos, pero con el tono de «modernidad» que pretendía atribuirse la iglesia católica. Modernidad en las formas, no en el fondo como el tiempo se ha encargado de rubricar.

Un edificio que divide, como tantas cosas a los zaragozanos, como «buenos españoles» que son. Entre los que la admiran y los que la aborrecen. El brutalismo nunca ha sido una corriente arquitectónica y estética de mi gusto. Así que ya os podéis imaginar… En fin. La foto procede de un rollo de película cuya peripecia técnica podéis encontrar en Lo cotidiano del mes de junio – Nikon Nikomat FTn con Kodak Pro Image 100. Y del que os dejo alguna que otra muestra.

[Fotocomentario] Un palacio, un castillo,… algo que me inspira sentimientos contrapuestos

Cultura, Fotografía

Muchos zaragozanos se siente orgullos de uno de los monumentos más destacados de la ciudad, el palacio de la Aljafería. Residencia de verano de los reyes hudíes de la taifa de Saraqusta. Fue un brillante reino musulmán, pero breve (1018 – 1110), en el que florecieron la cultura, las artes, las letras y las ciencias medievales, y en el que se construyó la Aljafería, que fue uno de los ejemplos más hermosos de la arquitectura palaciega de Al-Ándalus. Y digo fue. Porque aunque nos han llegado ejemplos hermosos de lo que pudo ser, lo cierto es que tras la conquista de la ciudad en 1118 por los (bastante menos cultivados e ilustrados) cristianos del reino de Aragón, aprovechando un vacío de poder en la ciudad bajo gobierno almorávide, el palacio sufrió vicisitudes de todo tipo. Por no decir maltrato generalizado.

Hoy en día es sede del parlamento autonómico, las Cortes de Aragón, por lo que el régimen de visitas está supeditado a las actividades de la institución. Y además, tengo la impresión que puede ser subjetiva, con el tiempo se ha rebajado el nivel de libertad con el que los zaragozanos podemos acceder a lo que deberíamos considerar un patrimonio común. Uno de esos lugares de los que todo el mundo presume, aunque durante la mayor parte de su historia ha sido maltratado; y originado por una cultura que, independientemente de las tribulaciones que actualmente pase el mundo islámico, en el momento de su construcción, era superior en cantidad y calidad a la de sus más bien bárbaros y fanáticos religiosos conquistadores. El mundo del revés casi 1000 años después. Nadie a celebrado el milenario de la taifa que durante menos de un siglo brilló. El palacio forma parte del conjunto del mudéjar aragonés, declarado Patrimonio del a Humanidad por la Unesco en 1986.

Por su exterior paseamos recientemente durante un paseo fotográfico de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. Los datos técnicos de las fotografías los podéis encontrar en Tengo que usar más la Leica CL – paisajes urbanitas sobre Kodak Pro Image 100. Ese mismo día, durante el paseo fotográfico pasamos junto al Coso de la Misericordia, coso taurino que, aunque mucho más reciente, refleja la influencia del estilo mudéjar incluso siglos después.

[Fotocomentario] Y con estas maravillas arquitectónica… ¿qué hacemos?

Política y sociedad

El recinto de lo que fue la Expo Zaragoza 2008 es estupendo para pasear con una cámara fotográfica al hombro. Especialmente al atardecer, durante los 45 o 60 minutos antes de la puesta de sol. La luz puede ser muy agradable, y el grafismo de la arquitectura de la exposición internacional, unido a la naturaleza de las riberas del río Ebro, abre muchas puertas a composiciones diversas. Pero también invita a la reflexión, como me sucedió a mí hace unas cuantas semanas, cuando dediqué varios fotogramas al hermoso Pabellón Puente diseñado por la ya fallecida arquitecta Zaha Hadid. Porque en estos momentos es frecuente ver operarios arreglando desperfectos, mientas que la obra permanece cerrada al tránsito de los peatones, y sin uso alguno para sus salas interiores.

La Exposición Universal de Sevilla 1992 ya nos mostró que era muy difícil rentabilizar y dar continuidad a muchas de las infraestructuras que genera uno de estos eventos. Especialmente si tras el periodo de bonanza y euforia económica que precede al mismo, sucede una crisis económica y financiera. Sucedió en 1993. Y sucedió todavía con más intensidad en 2008. Y no solo es el Pabellón Puente. Es la Torre del Agua, son los pabellones de la Expo, los llamados «cacahuetes»… muchos de ellos, 14 años después de la exposición internacional siguen sin uso. Y, probablemente, deteriorándose. Aquella exposición internacional de 2008 tuvo no pocos efectos positivos en la ciudad, pero también mostró la falta de realidad de los responsables políticos a la hora de gestionar sus legados. O simplemente su falta de capacidad para gestionar.

Los datos técnicos del rollo de película fotográfica de estas fotos los podéis encontrar en Cuando se va la luz y no tienes trípode, ISO 800 está bien – Fujifilm GS645S Wide 60 con Lomography CN 800. Y os dejo a continuación otras fotografías salidas de ese rollo de película.

[Fotos] Simplemente, deambulando por la ciudad con una cámara compacta para película tradicional

Fotografía

Ninguna sorpresa, nada realmente nuevo que comentar hoy. Una fórmula comprobada, que funciona sin problemas. Una cámara compacta fiable, con una calidad óptica decente, y un rollo de negativos en color.

Inicialmente orientado a las anécdotas arquitectónicas o del paisaje urbano que uno encuentra por la ciudad mientras camina, la llegada de un cierto equipo para probar, convirtió en la combinación fotográfica de hoy en un acompañante en esas pruebas.

Como de costumbre, los aspectos técnicos, en esta ocasión muy someros, porque es una combinación de cámara y película comentada y probada de sobras con antelación, los podéis encontrar en Olympus Trip 35 con Kodak ProImage 100 mientras probaba los adaptadores para la GFX 50R.

[Fotos] Motivos arquitectónicos para el primer rollo de película del año

Fotografía

Después de las primeras fotos del año, que fueron con la cámara para película instantánea, y el eventual uso de cámaras digitales, especialmente mi autorregalo de fin de año, el primer rollo de película del año ha sido uno de blanco y negro sobre motivos arquitectónicos y otros paisajes urbanos que me parecen interesantes en mi deambular por la ciudad.

Como de costumbre, encontraréis una explicación técnica de los métodos usados en mi blog técnico, en el enlace Paisaje arquitectónico – Fujifilm GS645S Wide 60 con Ilford FP4 Plus a IE 400 y filtro rojo #25. Pero no os castigo aquí con esos detalles técnicos a quienes sólo estéis interesados en las imágenes.

[Arte/cultura] El Patio de la Infanta contado y descifrado

Arte, Cultura

Originalmente, esta entrada iba a entrar en el blog de fotografía y artes visuales, con un enlace en este Cuaderno de ruta. Al fin y al cabo, lo que aquí voy a contar deviene de una actividad de Fotógraf@s en Zaragoza… Pero luego la verdad es que no le he visto miga fotográfica para justificar ese hecho.

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Vista general del patio de la Infanta, patio renacentista procedente del Palacio de Zaporta de Zaragoza, actualmente desaparecido.

El lugar, el Patio de la Infanta, es muy bonito e interesante, pero la iluminación es penosa. Tanto por lo plana, como por lo escasa, como por la relativa dificultad para controlar el equilibrio del color. Por otro lado, tampoco preparé especialmente la visita. Uno que está liado. Así que de las potenciales cámaras apropiadas para fotografiar con luz escasa cogí… las que tenían baterías cargadas. No había más opciones. Flash prohibido… a priori…

Así pues, he decido orientar la entrada a los aspectos culturales e históricos de la visita. Pero os lo cuento con fotografías.

El Palacio de la Infanta se encuentra en el edificio central de Ibercaja, entrando por la calle de San Ignacio de Loyola de Zaragoza. La entrada es libre, y suele albergar exposiciones u otras actividades culturales. Pero para la ocasión contratamos una visita guiada por un módico precio, 3 euros por persona, 2 euros los jubilados.

La visita

Comienza la visita con unos comentarios generales sobre el patio y su origen.

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Además del patio, se ha conservado también la puerta del palacio de Zaporta, donde se construyó.

Uno de las claves del éxito de la visita fue las ganas con las que la guía, Lara creo que se llama, ofreció las explicaciones. No le pregunté y no sé si es el caso, pero estas guías suelen ser licenciadas en historia o historia del arte, y por lo tanto suelen saber de lo que se hablan. O deberían. No obstante, en todo momento tuve la sensación de que, sin faltar a la realidad de los hechos, introducía un cierto colorido de cosecha propia con la intención de hacer más interesante el relato, aunque se resintiese un poco el rigor histórico. Es una impresión… tendría que contrastarlo buceando un poquito en la historia de los «protagonistas» de su historia.

Lara, muy expresiva, explicando la historia del patio en el centro del mismo.

Lara, muy expresiva, explicando la historia del patio en el centro del mismo.

Obtuvimos una detalla descripción de los detalles del patio, y de todos los personajes esculpidos en sus paredes. Reyes, emperadores romanos, dioses griegos,...

Obtuvimos una detalla descripción de los detalles del patio, y de todos los personajes esculpidos en sus paredes. Reyes, emperadores romanos, dioses griegos,…

Incluso la guía nos ofreció pruebas de que en el siglo XVI ya había un marujeo propio de las revistas del corazón. Y así, Francisco I de Francia, rival de Carlos I de España (y V del Sacro Imperio), es representado con pluma. Real y figurada.

Incluso la guía nos ofreció pruebas de que en el siglo XVI ya había un marujeo propio de las revistas del corazón. Y así, Francisco I de Francia, rival de Carlos I de España (y V del Sacro Imperio), es representado con pluma. Real y figurada.

Si como digo el acceso al patio es por lo general libre, la subida al piso superior no lo es, y este fue uno de los privilegios de nuestra visita guiada. De este modo, pudimos apreciar más de cerca los detalles de la ornamentación, así como tener un vista privilegiada del conjunto del patio.

Vista general del patio desde el piso superior.

Vista general del patio desde el piso superior.

Algunas explicaciones sobre algunos motivos mitológicos.

Algunas explicaciones sobre algunos motivos mitológicos.

Los esposos Gabriel Zaporta y su amada esposa, Sabina Santángel, ricos burgueses de una próspera Zaragoza, se asoman desde el alero del patio a curiosear lo que pasa en la que fue su casa.

Los esposos Gabriel Zaporta y su amada esposa, Sabina Santángel, ricos burgueses de una próspera Zaragoza, se asoman desde el alero del patio a curiosear lo que pasa en la que fue su casa.

El esplendor del Palacio de Zaporta no sobrevivió mucho tiempo a la muerte de sus originales impulsores. La historia del palacio fue azarosa, y se se conoce como Patio de la Infanta se debe a que María Teresa de Vallabriga, esposa del infante Luis de Borbón y Farnesio, y por lo tanto infanta consorte, se retiró a vivir en el tras enviudar, y hasta la guerra contra los franceses y la ruina de la ciudad por los sitios.

A punto de ser demolido, el interés de un caprichoso francés permitió salvar el patio y la puerta de entrada, que se llevo desmontado a París a principios del siglo XX. El resto del palacio sucumbió a la piqueta. Recuperado a mediados del XX, encontró reposo ¿final? en el lugar actual.

Algunas explicaciones ilustradas de los avatares por lo que pasó el palacio y su hermoso patio.

Algunas explicaciones ilustradas de los avatares por lo que pasó el palacio y su hermoso patio.

Inscripciones en una de las columnas. Se me olvidó preguntar si se debían a los canteros originales o la catalogación de las piezas para su traslado a París, y para el trayecto inverso.

La visita estuvo bastante bien y fue muy amena. Además de que siempre se pasa bien con la gente de Fotógraf@s en Zaragoza, un pequeño grupo de los cuales acabamos tomando unos chismes en una cervecería cercana.

En estas visitas, los intereses se reparten. Entre los que siguen a la guía escuchando las explicaciones, haciendo alguna foto de vez en cuando, y quienes prefieren centrarse en su afición fotográfica.

En estas visitas, los intereses se reparten. Entre los que siguen a la guía escuchando las explicaciones, haciendo alguna foto de vez en cuando, y quienes prefieren centrarse en su afición fotográfica.

[Cultura] Visita al Palacio de Larrinaga

Cultura

Desde pequeño, sobretodo cuando iba a pasear y jugar entre las vías de Miraflores, siempre nos llamó la atención el curioso caserón que se alzaba próximo a la facultad de veterinaria en Zaragoza. A las gentes sencillas del barrio les oí denominarlo no pocas veces «el palacio de la reinaga«, preguntándome no pocas veces, que tipo de «reina» sería esa que era tratada con tanto respeto. Más tarde me enteré que no era el palacio de ninguna reinaga, sino de un señor, rico, que se apellidaba Larrinaga.

Visita al palacio Larrinaga

Vista exterior del Palacio de Larrinaga, en el número 123 de la calle Miguel Servet, de Zaragoza. Ya se adivina el grupo de visitantes a través de la puerta exterior de entrada.

Hace unas semanas, en el grupo Fotógrafos en Zaragoza (FeZ) en Flickr surgió la iniciativa de hacer una actividad colectiva, aprovechando las visitas guiadas que organiza GozArte, y allí nos hemos juntado 30 personas con nuestras cámaras de fotos a las 12 del mediodía. Una visita que ha sido instructiva y a la vez muy divertida.

Visita al palacio Larrinaga

Carlos, el simpático y ameno guía de GozArte, sirviéndose de unas láminas para complementar gráficamente sus explicaciones.

Normalmente, las fotografías del reportaje hubieran acompañado cualquier otra entrada. Pero llevo toda la tarde con molestias en la garganta y cierta «malagana«, síntoma clínico propio de los zaragozanos de pro. Así que después de descansar un rato, me he animado a procesar las fotos y a subir una entrada extra a este Cuaderno de Ruta.

Visita al palacio Larrinaga

Ya dentro de la mansión, el grupo admira los suelos del vestíbulo de entrada.

Visita al palacio Larrinaga

Con las láminas de Carlos, podemos comparar el estado actual del edificio, perteneciente hoy en día a Ibercaja, con el aspecto que ofrecía en el pasado.

Visita al palacio Larrinaga

Los materiales de construcción de la mansión fueron modernos, con cementos, hierros y esas cosas. Pero la decoración simula los estilos y los materiales de otras épocas. Ni el capital es de bronce, ni la columna de marmol.

Visita al palacio Larrinaga

Los objetos de decoración son conocidos por salir corriendo a la primera de cambio, por lo que los fotógrafos se ven obligados a acecharlos con sigilo para conseguir fotografiarlos. La ensaladera rococó ha caído acribillada por numerosas ráfagas de fotos.

Visita al palacio Larrinaga

Si hay espejos, hay ocasiones para el autorretrato. Empuñando la Canon EOS 5D Mk II que me he llevado como cámara principal, calzada eventualmente por los 28, 50 y 85 más luminosos que tengo.

Visita al palacio Larrinaga

«Procesador de textos» mecánico de antaño, una bonita y elegante Underwood.

Visita al palacio Larrinaga

A la salida, los grupos de visitantes se fotografían con unos «canotiers» ellos, y una sombrillas para el sol ellas. Esperando estoy que se publique la que nos han hecho a nosotros.

Visita al palacio Larrinaga

Durante la visita he recordado que yo ya había estado en otra ocasión en el interior del palacio, cuando era un colegio que pertenecía a los marianistas, como nos ha recordado Carlos ilustrándolo, cómo no, con una de sus inagotables láminas.

Bodegón con setas y Leica

También me he llevado la Leica IIIf, pero sus fotos tardarán unos días en verse. Como alguien me ha dicho que era una cámara más para fotografiarla que para fotografiar, no estoy de acuerdo, he preparado en casa una naturaleza muerta, y os la dejo aquí.