[Televisión] Cosas de series; The Americans ¿la mejor serie de la tele actual?

Televisión

Terminó la semana pasada la tercera temporada de The Americans. Y el título de esta entrada da una pista de lo que puedo opinar… Y es de lo que principalmente hablaré en ella. Pero hay alguna cosita más.

No hubo entrada sobre televisión la semana pasada. Estuve de viaje por Galicia. Esto ha tenido dos consecuencias. Llevo mucho retraso de episodios sin ver, más cuando esta semana me he dedicado ha recuperar algo del cine español de estos últimos años que no vi en salas, en el salón de mi casa. Como me temía, no me perdí gran cosa.

En el campo de las series, despedimos temporalmente a las brujas buenas de Good Witch. Serie anecdótica, familiar, casi un guilty pleasure. Vi los primeros episodios de The Lizzie Borden Chronicles y Happyish. Indeciso sobre ambas. No sé. Regresó Orphan Black… creo que la voy a dejar de lado. Y en mi guilty pleasure más duradero, Grey’s Anatomy, están de dramones tremendos… como en los viejos tiempos. El caso es que estos episodios excesivos son estupendos y son lo que me hacen tragarme los muchos que rondan la mediocridad. A falta de un capítulo para terminar Forever, también he de decir que sería una pena que la cancelasen. Se ha ido superando y poniendo cada vez más interesante… pero creo que pintan mal las cosas para el inmortal doctor… Ha habido alguna otra novedad, pero que no tenido tiempo de comprobar que tal.

Quizá por el paisaje, quizá por el sol, quizá por el monumento en sí mismo, lo que más disfruté en mi viaje a Galicia fue el paseo en torno a la Torre de Hércules.

Quizá por el paisaje, quizá por el sol, quizá por el monumento en sí mismo, lo que más disfruté en mi viaje a Galicia fue el paseo en torno a la Torre de Hércules.

Durante el viaje a Galicia, como tenía muchas horas de tren, me llevé en el iPad la temporada completa del Ministerio del Tiempo. El caso es que entre unos días y otros, la volví a ver entera. Me reafirmo en mis opiniones en general, aunque confieso que le cogí un poquito más el puntito… El caso es que en algún lugar de los montes de Álava en el trayecto de vuelta, mientras fuera del tren diluviaba, caí en la cuenta del parecido en el nombre de la joven viajera en el tiempo de la serie española, Amelia Folch (Aura Garrido), y una de las más célebres companions del Doctor en los últimos tiempos, Amelia Pond (Karen Gillan). ¿Casualidad, homenaje, intento de enganchar a los whovians? Me cae simpaticona la chica barcelonesa, pero hace falta mucho, mucho, mucho, mucho más de su parte para que desplace de mi corazoncito televisivo y algo freakie a la pelirroja escocesa. Y eso que algo tienen en común. Fuera sus series de viajes en el tiempo, no acaban de convencerme mucho ninguna de las dos como actrices.

Un viaje en el tiempo en sí misma, la Torre de Hércules nos desplaza lo mismo a la hispania romana que al siglo XVIII.

Un viaje en el tiempo en sí misma, la Torre de Hércules nos desplaza lo mismo a la hispania romana que al siglo XVIII.

Y después de esta larga «introducción», mucho más larga de lo que pensaba al comenzar a redactar la entrada, vamos con esos espías rusos que viven de tapadillo en los Estados Unidos de Ronald Reagan, en los coletazos finales de la guerra fría. Me resulta muy difícil comentar cosas sin desvelar trama. Y creo que esta es una serie que cada cual debe de ir descubriendo por sí mismo y a su ritmo. No sé si es la mejor serie del momento. Yo, realmente, alucino con ella. Alucino con las excelentes interpretaciones. De todos. Me encanta por supuesto ver a los Jennings, las estupenda y atractivísima Elizabeth (o Nadiezda según nos hemos enterado) (Keri Russell) y el camaleónico Philip (Matthew Rhys). Me confieso perdidamente enamorado de Nina (Annet Mahendru), incluso en una temporada en la que le ha tocada pasarlas canutas. Espléndido en sus recovecos el agente Beeman (Noah Emmerich). Y que decir de la pobre Martha (Alison Wright), pero qué papelón hace esta actriz. Pero sobre todo, el gran descubrimiento de esta temporada, que ya iba avisando en las anteriores, la joven Paige (Holly Taylor), personaje que en tres capítulos ha puesto toda la esencia de la serie de patas arriba. Porque si todo este excelente elenco lo hace bien, a quienes habría que hacer un monumento es a los creadores y guionistas de esta serie, que saben contener los ritmos, que saben desarrollar tranquilamente pero sin pausa las tramas, que nos ofrecen eventualmente episodios absolutamente memorables y que convierten la serie en un verdadero manual de lujo de narración televisiva. Desde luego, la complejidad psicológica, ética y sociológica de la serie es difícil de manejar, y además convertir cada capítulo en un entretenimiento de primera. Pero lo consiguen. Y sin embargo, no es una de las series más conocidas y seguidas… misterios. Supongo que lo mejor de la vida no está hecho para que se deguste masivamente. Al fin y al cabo, cientos de millones de personas se pirrian por las hamburguesas de los macdonals… ¿por qué habría de ser diferente en los gustos televisivos? Pues que los demás se queden con sus hamburguesas de plástico. Yo me quedo con el caviar «ruso».

Y además, el bello paraje se halla ornado por un parque escultórico, que convierte el paseo también en un museo al aire libre de arte contemporáneo.

Y además, el bello paraje se halla ornado por un parque escultórico, que convierte el paseo también en un museo al aire libre de arte contemporáneo.

[Televisión] Cosas de series; las enfermeras, el sexo, lo peor y lo realmente malo, junto con algunas novedades

Televisión

Retomo la actividad televisiva tras mis vacaciones, y tengo que comentar el final de serie o de temporada de algunas producciones que me han acompañado durante el verano, al mismo tiempo que comentar algunas novedades. No he tenido tiempo de ponerme al día, así que llevo retraso. Me iré poniendo al día en los próximos días. Porque me parece que no va a haber muchas incorporaciones a mi cartelera, tal y como lo veo.

Ha regresado The Big Bang Theory, de momento sin novedades destacables. Entretenimiento sin más que ya no sorprende.

Dos de mis guilty pleasures también han reaparecido. Revenge cambiando las tornas entre EmilyVictoria, y Grey’s Anatomy recomponiendo reparto. Estas dos tampoco sorprenden mucho.

Kiyomizu-dera - Kioto

En el tema de fotos,… sigo con mi viaje por el Japón. Gente con kimono o trajes tradicionales. Estas dos mujeres parecía madre e hija, de visita en el templo budista de Kiyumizu-dera. En Kioto.

En el campo de las novedades, en primer lugar advertir que este año hay muchas que directamente he descartado porque su temática o avances no me han interesado. Así que no es fácil que incluya muchas novedades este año, al final. He visto el piloto de Gotham,… y me ha convencido a medias. Basada en lo que pasaba en la ficticia ciudad en la infancia del futuro Batman, llega con muchas pretensiones de triunfar. Pero visto los visto, no está segura en mi cartelera. También he visto los primeros episodios de The Mysteries of Laura, basada en un serie española, y How To Get Away with Murder. Simplemente decir que no seguiré adelante con ellas. Ninguna de las dos me ha convencido. Ya comenté en su día que me convenció el piloto de Forever, hasta ahora de los estrenos el único que me ha parecido realmente visible, y que iba a dar una oportunidad a Selfie.

Kiyomizu-dera - Kioto

Esta pareja de novios estaban a punto de beber las aguas casi milagrosas de Otowa-no-taki, también en Kiyomizu-dera.

Y vamos con los finales de temporada.

You’re the Worst ha sido una sitcom romántica especial. Básicamente porque se ha basado en la premisa de que la pareja romántica protagonista, lejos de ser los típicos jóvenes encantadores que parecen hechos el uno para el otros, son unos impresentables egoístas que se dedican a putear a los demás. Lo cierto es que ha tenido momentos muy buenos y otros no tanto. La tendencia ha sido un poco descendente. Pero le daría una oportunidad a una segunda temporada si la tiene, que parece que sí. Lo mejor, la chica protagonista, Aya Cash, y algunos detalles de los secundarios.

He aguantado hasta el final la primera temporada de Extant, que entre otras cosas ha servido para confirmar que Halle Berry puede ser una firme candidata a una de las peores actrices que ha ganado un óscar. Siempre añorante de buena ciencia ficción, he aguantado hasta el final en una trama que se ha dispersado en un montón de frentes, y que realmente ha hecho aguas por muchos de ellos. Parece que le van a dar una segunda temporada. Pero yo no estaré allí.

Masuyacho - Kioto

Cuatro jóvenes con kimono visitando las típicas calles de Masuyacho, en Kioto, se fotografían rodeando a una presunta maiko. Aprendiza de geiko, o gueisha que decimos por aquí.

Ha llegado a su final la segunda temporada de Masters of Sex, que ha tenido un tono muy distinto a la primera. En primer lugar, si la primera temporada flirteaba entre la comedia y el drama, esta segunda temporada se ha orientado claramente a un tono dramático, habiendo desaparecido cualquier flirteo con el humor. Y por otra parte, el estudio sobre el sexo ha quedado ya claramento como un mero macguffin, y va directamente a las relaciones, siempre difíciles, entre los personajes. Tanto los principales como los secundarios. Ha tenido momentos buenísimos, de los que te quedas pegado al sillón por las interpretaciones como por los diálogos y situaciones. Sin embargo, la temporada como conjunto me ha parecido algo menos cohesionada y floja. No obstante, es fija en mi cartelera, desde luego.

Y por último, justo en la noche antes de irme de viaje terminé la miniserie ANZAC Girls. Esta serie realizada por las televisiones australiana y neozelandesas en conmemoración del centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, nos habla de las aventuras y desventuras que corrieron las enfermeras de los cuerpos de sanidad militar de los aliados del Imperio Británico en las antípodas. Le ha faltado algo para ser una buena serie. Probablemente, un sentido menos apologético y propagandístico y una profundidad mayor en situaciones y personajes. Basada en las memorias y documentos de las auténticas enfermeras que participaron, ha sido una serie que en sus seis episodios ha ido mejorando, aunque sin llegar a alcanzar nunca el nivel que pretendía. Una pena porque había material. El diseño de producción ha sido de también de pretensiones altas, pero con una sensación de que no se lo han currado bien. Y había buen material en las interpretaciones, que se ha perdido en unos personajes excesivamente estereotipados. Entretenida de todos modos.

Y bueno… hay por ahí muchas novedades esperando a que les preste atención… La próxima semana, más.

Santuario Yasaka - Kioto

Y que la tradición no riña con la modernidad, la guapa japonesa del kimono se toma una «selfie» a la salida del santuario sintoista de Yasaka, también en la antigua capital imperial japonesa, Kioto.

[Televisión] Cosas de series; en medio del recital entre Mad Men y Game of Thrones, se van despidiendo otras de sus temporadas

Sin categorizar

Pues sí. Tanto los hombres de Madison Avenue como los aguerridos y taimados personajes de Westeros están en racha, y vienen ofreciendo, cada cual en su estilo, una serie de recitales de cómo se hace un episodio de televisión, de cómo se hace cine aunque sea en pantalla pequeña, de cómo se cuenta una historia. Sea el baile que se marcan «a su manera» Don Draper (Jon Hamm)Peggy Olson (Elisabeth Moss), bien sea «le pas de trois» en torno a la Puerta de la Luna que se marcan Littlefinger (Aidan Gillen)Lysa Arryn (Kate Dickie)Sansa (Sophie Turner), esto es televisión de la buena. Aiggg… y qué poco nos van a durar, por lo menos por este año.

En las calles de Zurich

Uno de los personajes clásicos de Grey’s Anatomy se nos va; cambia Seattle por Zurich.

Así que entre estos recitales televisivos, el comentar los finales de temporada que nos han deparado los últimos siete días resulta casi banal. Insustancial. Más cuando dos de ellos se podrían considerar guilty pleasures. Esos placeres culpables, como esos bombones o esas longanizas que nos engordan, o ese último cubalibre que sabes que te va a dar dolor de cabeza, o cuando remoloneas dejando para mañana esa tarea en el curro… te sientan de maravilla pero luego lo lamentas.

Así es Arrow. Sacada de los tebeos de héroes enmascarados, ha seguido en la misma tónica que en su primera temporada. Con unos intérpretes malísimos aunque estén buenísimos, con unos diálogos de chiste, con unas tramas totalmente previsibles, pero que resultan muy entretenidas y que te permiten relajarte antes de irte a dormir, con la ventaja de que te despejan la cabeza de otros rollos, y ayudan a conciliar el sueño. No más trascendencia. Es esta como podría ser otra. Así que quedáis avisados. Si buscáis televisión de la buena, aquí no está. Y cumplen el axioma de que en televisión, cuanto más macizo/maciza es el tipo/tipa, peor actúa. Pero entretenimiento sin complicaciones, a raudales.

Otro carácter tiene Grey’s Anatomy. Inexplicablemente me he merendado la décima temporada y pronto hará una decenita de años que empezó la serie. Y sigo enganchado. Desde luego no tiene la frescura de los primeros tiempos, y las catástrofes ya no nos sorprenden de la misma forma. Eso de coger con la mano una bomba en el interior de un tipo mientras operas o cosas así… O dos que se quedan unidos atravesados con una barra… Pero bueno, parece que algunos de los personajes maduran. Lo que suele ser indicativo de que abandonan la serie. Que siempre ha sido como una de adolescentes en el instituto, pero con adultos y en un hospital. Por cierto… cuántas hermanas le pueden llegar a salir a Meredith Grey (Ellen Pompeo). ¿O es que está pensando en dejar la serie y hace falta una Grey para justificar el título de la serie? Ya veremos. Eso sí… ya van quedando menos históricos.

En las calles de Zurich

Lo cierto es que la ciudad suiza, la de los banqueros, es muy agradable. Uno poco fría en invierno, supongo.

Finalmente, hemos despedido la séptima temporada de The Big Bang Theory. Los friquis y la maciza están absolutamente consolidados como la serie de más éxito de la televisión americana. La más vista digo. Quién lo iba a pensar de una serie que parecía destinada a un público selecto, bien friqui. Pero es así. Lo cierto es que siguen siendo muy divertidos. Y sobretodo, han aprendido en esta serie a diversificar y a repartir protagonismos, evitando cansar por cargar las tintas en los mismos personajes. Ya no es cosa de cuatro más una. Ya son seis, más algunos secundarios de lujo. Especialmente Stuart (Kevin Sussman) que se está haciendo un hueco en nuestros corazones a marchas forzadas.

Y con esto me despido… bueno, quiero compartir otra cosa. Aprovechando que la cartelera está mucho más despejada y sin agobios, estoy volviendo a ver desde hace unas semanas las tres temporadas de Veronica Mars. Y realmente fue una serie muy divertida. Especialmente, la primera temporada que tiene momentos geniales. Luego va bajando de nivel.

Mas cierres de temporada la semana que viene. Y a ver si puedo contar alguna novedad…

En las calles de Zurich

Pero a principios de julio, es un lugar estupendo para pasear por sus calles, bien ambientadas.

[Televisión] Cosas de series; interesantes finales de temporada y de semitemporadas

Televisión

Sin ninguna entrada nueva en la cartelera en los últimos días, con El tiempo entre costuras prácticamente abandonada, estamos llegando a las vísperas de las fiestas navideñas y eso significa dos cosas. Que muchas series de las que duran desde principios del otoño hasta el final de primavera se están tomando un descanso, y que las series de temporadas más cortas están terminando temporada. Y hay mucho que contar, aunque sea con brevedad.

En lo que se refiere a las sitcom, la reina del cotarro sigue siendo Modern Family con un nuevo personaje revelación; la jovencísima Lily (Aubrey Anderson-Emmons) de cuya boca escuchamos cosas tremendas que nos hacen mondarnos de risa, por la inapropiada madurez de las mismas y por la mala uva de los guionistas. Estupenda. Los chicos de How I Met Your Mother están simpáticos en su última temporada, con momentos mejores y otros más normales. Aunque «la madre» (Cristin Milioti) salió en los primeros capítulos, no está siendo protagonista. Pero cuando sale, de vez en cuando, la serie gana mucho. Esta chica tiene mucho potencial. Y los friquis de The Big Bang Theory han alcanzado un cierto tipo de equilibrio. Ya no despiertan tantas expectativas, pero no engañan y ofrecen diversión garantizada con algunos muy buenos momentos. Pero prácticamente no hay novedades en este campo, sólo la romanticona Ground Floor que parece que no va a descansar y que va a seguir de tirón hasta su final de temporada en enero. Que conste que me gusta. La serie, digo, y la guapa protagonista, también.

En el campo de los culebrones y guilty pleasures, nunca entenderé por qué sigo viendo  Grey’s Anatomy… no diré nada más. Es una extraña droga. No encuentro prácticamente argumentos a favor de mantenerla en cartelera y ahí está. Otra cosa es Revenge, que se ha serenado con respecto a la temporada anterior. Ni los guionistas queman trama a la misma velocidad, ni los escotes de la «prota» son tan vertiginosos. De todos modos no ha vuelto al nivel de la primera temporada, aunque se ha despedido hasta enero con un pedazo de capítulo y con un pedazo de cliffhanger. Su principal atractivo siguen siendo sus dos protagonistas femeninas, por distintos motivos.

En el Airtrain del JFK

Nueva York es ciudad seriéfila por excelencia, así que nos iremos a ella para ilustrar esta entrada; aquí viajando en el Airtrain que comunica el JFK con Jamaica Station en Queens.

En esta temporada, mis principales incorporaciones vienen del campo de la acción. The Blacklist empezó con pobres expectativas, pero esta «pseudo-silencio de los corderos» se ha ido poniendo bastante entretenida. No brillante, pero entretenida. Sin embargo, estoy empezando a dudar que tras el retorno de navidades siga con Agents of S.H.I.E.L.D., que en estos momentos por lo floja que es casi es un guilty pleasure, y las oportunidades que le estoy dando al «pseudo-blade runner» Almost Human también están siendo un poco demasiadas. Es mejor que la anterior, pero irregular. Demasiado irregular. Pero en el campo de la acción y los héroes/superhéroes más o menos enmascarados arrastro ya en su segunda temporada Arrow, que como ya he definido en alguna ocasión es una serie de aventurillas muy entretenida, a pesar de que, con alguna excepción, tiene unos intérpretes y unos diálogos flojísimos; en estos últimos algunos son de risa. Sin embargo, el conjunto resulta intrascendentemente disfrutable.

Y vayamos con los tres finales de temporada, porque son notables. Realmente notables.

A Young Doctor’s Notebook – temporada 2ª. Nuevamente una cortita temporada de cuatro episodios de poco más de 20 minutos de duración, protagonizados por el «mad man» Jon Hamm y el «aprendiz de mago» Daniel Radcliffe, adaptando las aventuras de Mijail Bulgákov como joven médico durante la revolución soviética. Mucho humor negro, mucha mala leche, mucha amargura de fondo, y excelente producción e interpretaciones. No sé si habrá una tercera temporada, pero ójala. Sabe a muy, muy poco.

SOHO y Houston St.

O disfrutamos del paisaje de los típicos depósitos de agua en Houston Street.

Homeland – temporada 3ª. Mucho revuelo ha levantado esta temporada recientemente terminada de una serie que se había convertido en una de las más valoradas en los dos últimos años. Parece que ha dejado muchas insatisfacciones, y opiniones contradictorias. Yo voy a dejar claras dos opiniones y mi postura general. La historia que nos han contado en esta temporada es una muy buena e interesante historia, de gran profundidad, y que ha tenido momentos totalmente estelares en el tramo final de la temporada. La historia que nos han contado en esta temporada no da para doce episodios, lo que ha hecho que hayan mareado la perdiz con subtramas que no aportaban nada, para durar doce episodios. Por ejemplo, la trama familiar de Brody (Damian Lewis) sólo tenía un objetivo de cara al climax final de la temporada, y eso se podría haber planteado con más claridad y economía de medios. Dicho todo lo cual, una serie que fue excelente en su primera temporada, que fue rara pero apasionante en su segunda, se ha quedado en buena o notable en la tercera. Que es menos, pero mucho más de lo que ofrecen la mayor parte de las producciones que vemos por televisión. Eso sí, sin entrar en el desarrollo y desenlace de la trama para no destripar el argumento, evidentemente hemos llegado a un punto y aparte, y el año que viene nos enfrentaremos a nuevas premisas y nuevos escenarios. Supongo. Porque tampoco esta temporada ha sido lo que parecía cuando terminó la anterior.

Masters of Sex – temporada 1ª. El mejor estreno del año desde mi punto de vista ha sido esta novelización de la historia de William Masters (Michael Sheen)Virginia Johnson (Lizzy Caplan). Disfrazada de comedia en sus primeros episodios, nos encontramos ante un drama notable sobre las relaciones humanas, que trascienden a cuestiones mucho más profundas y definitorias de la personalidad. Con un reparto que ha estado en su conjunto, todos ellos, en estado de gracia, nos han dibujado un panorama donde los sentimientos, las pasiones, las motivaciones de cada una de las personas queda oculto por las convenciones sociales, la falta de libertad para escapar de ellas e incluso de los propios cepos que cada uno de nosotros nos imponemos a nosotros mismos y que no nos dejan ser nosotros mismos. Siendo Masters el paradigma de la persona de gran capacidad y osadía intelectual, pero de escasa inteligencia emocional y empatía, su contrapunto y eventualmente complemento es Gini Johnson, ejemplo de inteligencia práctica y organizativa pero que también arrastra las consecuencias de sus errores pasados. Ha sido una temporada en el que hemos pasado de ver un entorno de situaciones socialmente convencionales en el conjunto de personajes de este drama, hasta un punto en el que las vidas de todos y cada uno de ellos han sido puestas boca a bajo de muchas formas. Esa soledad en una cabina de teléfonos, ese momento de felicidad en una maternidad para negras, esa confesión sobre la muerte próxima en un asiento de autobús, esa aceptación del otro que no se acepta a si mismo y quiere cambiar lo que es por una mezcla de amor y vergüenza, ese profundo error llevado de la soberbia y el orgullo que ocasiona el rechazo de sus pares,… y el profundo dilema de Gini en el momento final de la temporada… La serie está basada en hechos reales, pero supongo que se han tomado libertades hasta hartarse a la hora de contarnos esta historia, de tal modo que sobre los hechos conocidos estamos viendo una ficción que responde al objetivo de hacernos reflexionar sobre algunos de los hechos definitorios de los seres humanos y sus relaciones entre sí. Creo que lo están consiguiendo, y que nos están divirtiendo y emocionando en el proceso. Altamente recomendable´.

SOHO y Houston St.

O que decir de las situaciones mil veces vistas en las escaleras de incendios de las fachadas de la ciudad, como por ejemplo en el SOHO.

[Televisión] Cosas de series; repaso a las veteranas

Televisión

Con respecto a la semana pasada, sólo hay que destacar una novedad, el comienzo de la segunda temporada de Arrow, una serie de héroe enmascarado que, con unos planteamientos bastante estándares y poco destacables, con unas interpretaciones justitas, consiguieron una primera temporada que a base de guiones razonables y contados con un buen ritmo, suponía un entretenimiento razonable para 40 minutos por episodio de evasión sin complicaciones. Y ya tenemos en marcha la segunda temporada de esta serie, que parece que no ha ido a peor, y quizá algo a mejor.

Por lo demás, repasaremos las series veteranas, algunas de ellas por los menos. Por veteranas me refiero a las que van por su segunda temporada o posterior.

Los «guilty pleasures»

Son «guilty pleasures», placeres culpables, aquellas series que por su tema, planteamiento o calidad no debería estar viendo, pero encuentro un extraño placer en seguirlas. Culebrones diversos, series con planteamientos ridículos, series con gente guapa aunque sin más que aportar, marujonadas, series adolescentes,… pueden ser diversas. No son muchas, pero ahí estan. El ejemplo más típico es Grey’s Anatomy (Anatomía de Grey) que alguien definió como una serie de instituo americano pero trasladada a un hospital de alta tecnología. Amoríos absurdos, dramas forzados, tragedias inesperadas, todo ello venga a cuento o no. En esta su décima temporada, no sorprende por nada, ni por mejorías y ni por empeoramientos. Da de sí lo que da de sí. Es como una adicción. Muchas veces ridícula, a veces haces unas risas, y eventualmente te sorprenden, una o dos veces por temporada con un buen episodio. En eso estamos.

Hace dos temporadas destacó en este grupo Revenge, en el que en torno a dos personajes femeninos fuertes y atractivos, giraba un culebronazo con sexo (muy moderado) y romance, intriga, venganzas, puñaladas por la espalda… En fin. Lo típico. Lo cierto es que la segunda temporada, que empezó quemando mucha trama, acabó diluyéndose hasta el punto de cuestionar si este «guilty pleasure» seguía siendo placentero. De momento, en la tercera temporada parece haber vuelto a sus esencias Amanda/Emily () vuelve a estar vengativa y borde, Victoria () sigue deslumbrante, se han desecho de algún personaje molesto, y vuelve la mala baba que tanto nos atraía. A ver si dura.

Pimientos y chuletas

Estas fiestas del Pilar también he paseado con la Olympus mju-II y película Kodak Portra 400. Y parece que esta pareja se llevan muy bien. Obsérvese el aspecto de los pimientos en los chiringuitos en la ribera del Ebro.

Los dramas dramones

Complejo y tormentoso para sus principales protagonistas a comenzado Homeland, cuyos derroteros definitivos todavía están por verse. Las relaciones entre los personajes principales han cambiado mucho. Vemos a Saul (Mandy Patinkin) con nuevo protagonismo, pero también con nuevas caras. Y parece que la hija de Brody (Damian Lewis)Dana (Morgan Saylor) va a tomar más protagonismo que temporadas anteriores. Empezamos a tener un problema con Carrie (Claire Danes), cuyo personaje parece un poco estancado. Cansan un poco sus pucheros.

Y la que ha empezado con pie firme e interesante es la británica Downton Abbey. No lamenté en su momento la pérdida de uno de los personajes principales, que siempre me había resultado un poco soso. Lo cierto es que esta serie va confirmando que plantea unos personajes masculinos débiles y relativamente prescindibles, y unos personajes femeninos fuertes e interesantes. Lady Mary (Michelle Dockery) se confirma como la protagonista principal del cotarro, ahora ya sin lastre masculino. Y sólo les faltaba resolver la sosez en la que se había metido la relación entre los Bates. Pero un tremendo suceso en el que se ha metido Anna (Joanne Froggatt) ha dado mucho interés a este hilo argumental. En cualquier caso, la serie, sin ofrecer nada distinto a lo que ya nos tenía acostumbrados, se mantiene en forma y es de lo más entretenido que tenemos.

Trillo

O el detalle de este viejo trillo situado en las cercanías.

Los procedimentales policiacos

Aquí está lo más flojo del panorama. Tanto Bones como The Mentalist están un poco gastados. Por lo menos este último, con un tono más dramático y con mayor importancia en la drama  serializada de Red John, va encontrando algún elemento de interés renovado. Pero los cerebritos del Jeffersonian empiezan a estar muy vistos y poco frescos. Entretienen todavía, pero empiezo a encontrarlos prescindibles.

Otro gallo canta con el drama policiaco danés Bron/Broen que mantiene su buena factura, el atractivo de sus personajes, y el interés de la nueva trama, que parece más enredada de lo quie aparecía al principio.

Cochinillo

Y cómo este cochinillo pare decirnos, ¡cómeme!

Las comedias de situación

En constante peligro de retirada de mi cartelera está New Girl. Creo que sólo la sigo viendo, porque rellena momento tontos a la hora de comer y cenar, cuando tengo poco tiempo, y con un episodio de 20′ me es suficiente. Y como nada de lo nuevo me ha interesado como para desbancarla ahí aguanta. Pero tampoco sorprende gran cosa. Ni siquiera la Deschannel me parece que conserve el encanto inicial.

Mantiene su nivel de siempre, aunque sin progresos ni cambios notables, Modern Family, un valor seguro en las comedias de situación, a la que únicamente achacaría que ha perdido un poquito de su mala baba inicial que la hacía todavía más divertida. Pero bueno, es fuente de diversión asegurada.

Y la que nos está sorprendiendo agradablemente, con momentos absolutamente hilarantes, recuperando terreno perdido en las últimas temporadas es The Big Bang Theory. Nuevamente las interacciones entre Penny (Kaley Cuoco)Sheldon (Jim Parsons) están en el origen de algunas de las escenas más divertidas, pero hay también momentos brillantes con otros personajes. Creo que hacía muchísimo tiempo que no me reía tanto como cuando Amy (Mayim Bialik) le demuestra a Sheldon que en Raiders of the Losr Ark (En busca del Arca perdida), todas las acciones de Indiana Jones son superfluas y prescindibles. Desternillante.

Terminaremos con How I Met Your Mother, en su última temporada. En primer lugar, decir que a pesar de lo que parecía, la presencia de la Madre (Cristin Milioti) es prácticamente nula. Salvo en los dos primeros episodios de la temporada. De momento está a un nivel entre bueno y aceptable, pero teniendo en cuando que quedan casi 20 episodios para pasar un fin de semana,… espero que los guionistas hayan hecho un buen trabajo y se sostenga la serie. De momento, genial el episodio dedicado a Íñigo Montoya (Mandy Patinkin),… ¡prepárate a morir!

Despistaos en la ofrenda

O estos dos despistaos sacudiendo los ramos en el día de la ofrenda.

[Televisión] Cosas de series; arrancando fuerte la temporada

Televisión

En estas dos últimas semanas ha habido muchas novedades de todo tipo. Sólo un adiós. Todo lo demás han sido regresos y novedades. En lo que se refiere a los regresos:

The Mentalist ha vuelto con tonos francamente más oscuros. Aunque siempre tuvo ese punto tenebroso del trágico pasado de Jane (Simon Baker), el humor había predominado en la resolución de muchos casos. Ahora lo tenemos más irónico e incluso cínico, y con graves amenazas.

Después de una segunda temporada que fue de un inicio frenético a un final flojo, Revenge ha vuelto con una escena impactante que nos retrotrae a un flashback de dos meses, como hicieron en la primera temporada. Está por ver si vuelve a los niveles de su primera temporada. De momento, aguantaremos un poquito por el perenne atractivo de Madeleine Stowe y por los vertiginosos escotes de Emily VanCamp.

Grey’s Anatomy es ese guilty pleasure que nunca entiendo por qué sigo viéndolo. Pero a estas alturas no me voy a psicoanalizar para averiguarlo. Ale; a la espera de ver como los guionistas deciden torturar a los médicos del hospital ficticio ese, como se llame ahora. De momento, ya han apiolado a una.

Ahora que tengo reciente el viaje a Nueva York, y teniendo en cuenta lo frecuente que es que esta ciudad sea el escenario de las series americanas, me paso la serie identificando lugares. Porque suelen tirar de escenarios emblemáticos para las series. Como el Flatiron en el cruce entre Broadway y la 5ª Avenida.

Ahora que tengo reciente el viaje a Nueva York, y teniendo en cuenta lo frecuente que es que esta ciudad sea el escenario de las series americanas, me paso la serie identificando lugares. Porque suelen tirar de escenarios emblemáticos para las series. Como el Flatiron en el cruce entre Broadway y la 5ª Avenida.

Uno sí que sabe por qué ve dos de las sitcoms más entretenidas de la cartelera televisiva. Aunque cada vez es más difícil que Modern Family nos sorprenda, es cierto que sigue siendo una serie muy divertida, por encima de cualquier otra con similares pretensiones. Y luego estan los chicos y las chicas de The Big Bang Theory. Estos parecía que estaban en claro declive, por lo que habrá que ver por donde derivan. Pero el principio de esta temporada a estado bastante divertido. Y hay una fórmula impepinable para ello. Las interacciones entre Sheldon (Jim Parsons) y Penny (Kaley Cuoco). Es de lo mejor de la serie.

Ha regresado Saga Norén (Sofia Helin), y el puente del Öresund que da nombre a la serie, Bron/Broen. Para mí, esta serie fue un hallazgo que disfruté mucho en su primera temporada. La segunda no ha empezado mal. El mismo ambiente, las consecuencias derivadas de los acontecimientos de la primera, y su protagonista femenina que me encanta. Pasé de ver la versión americana… teniendo la original.

También ha vuelto Beauty and the Beast, aventura y romance con tonos de género de superhéroe. Está entre los que se pueden llamar guilty pleasures. Es bastante floja en muchas cosas, pero entretenida. Otra de esas que no sé por qué la veo, pero la veo.

Los puentes que unen Manhattan con Brooklyn y Queens, por ejemplo el puente de Brooklyn, también suelen ser escenarios frecuentes, especialmente en persecuciones y escenas de acción

Los puentes que unen Manhattan con Brooklyn y Queens, por ejemplo el puente de Brooklyn, también suelen ser escenarios frecuentes, especialmente en persecuciones y escenas de acción

Me pasa cada año que tengo la sensación que poco a poco cuesta que los nuevos estrenos tengan nivel. Este año he hecho una selección a priori, sobre aquello que puede tener interés o cuyo tema me interesa. Seguro que hay buenas series que se me pueden quedar fuera. Si no las he seleccionado a priori es porque su planteamiento o tema no me han interesado. Ya veremos que pasa más adelante. Algunos estrenos que he visto, que no me han dejado entusiasmado, y de hecho algunos no pasarán adelante.

Mucha propaganda ha llevado Marvel’s Agents of SHIELD. En principio, el tema del universo de héroes y superhéroes de comic no me interesaba mucho pero decidí dar una oportunidad al piloto. Que estuvo bastante bien, bastante entretenido. Tendencia que no se ha mantenido en el segundo. De hecho, tuvo algunos momentos ridículo, y otros casposos. Si el tercer es igual de flojo, pasaré de una serie que de hecho no me tiraba en exceso. Es curioso. Ví hace poco un corto basado en un personaje de una de las películas de superhéroes, protagonizado por la británica Hayley Atwell titulado Agent Carter. Duraba unos 15′ y me pareció un piloto que invitaba mucho más a saber más del personaje que la mayor parte de las cosas que hace esta gente. Y con una protagonista mucho mejor desde todo punto de vista.

En el lado también de las aventuras, la BBC ha estrenado Atlantis. Basada en la antigua civilización teóricamente perdida. Bien. Es la demostración que no todo lo que hacen los británicos es bueno o está bien interpretado. Una cagarriña. Fuera.

En pareja con Revenge se ha estrenado Betrayal, que parece que va a ser un culebrón de intrigas políticas, amorosas y empresariales, con algún toque judicial. No sé. Con Revenge ya tengo mi cuota de guilty pleasures de este tipo. Aunque la protagonista se supone que es fotógrafa, es mona, después de dos episodios he decidido pasar de ella.

Y que no falte en un momento dado una vista de Manhattan desde la orilla de enfrente del East River, o un poco de acción en los muelles. Un clásico.

Y que no falte en un momento dado una vista de Manhattan desde la orilla de enfrente del East River, o un poco de acción en los muelles. Un clásico.

Un poco más interesante parecía la propuesta de la HBO Hello Ladies, protagonizada por el cómico británico Stephen Merchant. Interpreta a un inglés en Los Angeles que es un auténtico inepto social a la hora de tratar con las mujeres. No me hizo gracia. Y también queda fuera. Otra a priori, HBO + británico, que parecía interesante, y que decepciona.

También comenté hace dos semanas los estrenos de The Blacklist y de Hostages. Curiosamente, tras los segundos capítulos de ambas, he cambiado mis preferencias. Seguiré dando una oportunidad a la primera, mientras que el desarrollo de la segunda me parece demasiado forzado. No me convence. Fuera.

El teleférico de Roosevelt Island sale menos, pero también sale de vez en cuando, incluso con algún protagonismo. En White Collar tuvo importancia en un episodio.

El teleférico de Roosevelt Island sale menos, pero también sale de vez en cuando, incluso con algún protagonismo. En White Collar tuvo importancia en un episodio.

Finalmente, con un episodio único de 45 minutos han dado carpetazo a The IT Crowd. Ha sido un mero divertimento de despedida, con numerosos guiños a situaciones, personajes o cuestiones que marcaron la historia de esta serie. No tiene mayor trascendencia. Cualquier episodio anterior de la serie es más digno de verse. Pero también tiene algún golpe bueno. Una pena que esta serie no haya tenido una vida más larga y con más continuidad, porque nos brindó momentos realmente buenos.

Como habéis podido ver, las auténticas novedades que he traído hoy son bastante flojas. Solo las nuevas temporadas de algunas series ya conocidas se sostienen o mantienen el tipo. Una pena. Pero por lo menos no me sobrecargará la cartelera televisiva, en mi limitado tiempo.

Y sería incapaz de recordar en qué serie que transcurra en Nueva York no aperece Central Park en un momento dado. Otro clásico.

Y sería incapaz de recordar en qué serie que transcurra en Nueva York no aperece Central Park en un momento dado. Otro clásico.

[Televisión] Cosas de series; aunque hay alguna novedad, casi todo despedidas

Televisión

Con la llegada de mayo, las muchas series que nos vienen de los Estados Unidos, pertenecientes a las principales cadenas comerciales, van terminando sus temporadas. Ya advierto un par de cuestiones. Ha llegado a su fin The Big C. No ha sido fin de temporada, sino de toda la serie. Y por lo tanto, en los próximos días se merecerá una entrada para ella sola. También tendrá un entrada para sí sola Doctor Who, serie británica de ciencia ficción que tiene un huequito especial en mis gustos televisivos, y por eso le dedico espacios privilegiados.

No sólo hay series que llegan a su fin. Otras comienzan su andadura. Entre estas, una de ellas nos llega desde el Reino Unido. Si la BBC está consiguiendo un cierto éxito, merecido, con las aventuras de unas comadronas del National Health Service en los años 50 del siglo XX, ha debido pensar que podía tirar de filón, y nos trae las aventuras de Frankie, interpretada por la torchwoodiana, dinámica y muy simpática Eve Myles. El papel principal es una enfermera comunitaria o de atención primaria (district nurse) en Bristol. Y seguimos tanto sus aventuras profesionales como sus problemas de relación y personales. En el primer capítulo, no han faltado guiños a Doctor Who, en cuyo universo se desarrolla la serie que le dio fama. A mí no me ha dado tan buen rollo como la de las comadronas.

Esta semana también hemos visto el piloto de The Goodwin Games. Un padre «peculiar» deja una fortuna en herencia a sus dispares hijos, que se la tendrán que ganar comportándose como una verdadera familia. Y la forma de hacerlo parece que será a través de los juegos de mesa. No me ha dado muy buena espina. Floja. Pero sale Becki Newton, que dejó muy buen recuerdo de su paso por HIMYM interpretando a una striper con la que estuvo a punto de casarse uno de los protagonistas. Ya veremos.

Balcón de la Plaza del Pilar

Hoy os dejo algunas fotos del día del «safari callejero», pero sin motivos animales. Como estos balcones de la plaza del Pilar.

Y vamos con los finales de temporada.

Arrow – 1ª temporada

Teleserie de superhéroe cachas pero sin superpoderes, un estilo Batman, que se caracteriza fundamentalmente por intérpretes muy guapos, intepretaciones mediocres, factura decente y guiones entretenidos. Mero producto de entretenimiento, que mantendré en mi cartelera mientras no haya otras alternativas que hagan que salga de la misma por falta de tiempo para verla. Sin más. Ni menos.

Beauty and the Beast – 1ª temporada

De esta se puede decir casi todo lo de la anterior. Salvo que en vez de superhéroe cachas, tenemos una especie de Hulk, que se acaba enrollando con una guapa policía a la que salvó la vida en su momento, cuando asesinaron a la madre de la chica. Que de paso estaba metida en todo tipo de conspiranoias de las que provocaron la situación del cachas. Como decía, se aplica todo lo anterior, pero entra claramente dentro de la categoría de guilty pleasure. Es de peor calidad argumental, y su público objetivo son las mozas romanticonas. Pero bueno,… durará en mi cartelera,… como la anterior o menos.

Turistas en la fuente de la HIspanidad

O las turistas que comprueban lo monas que les han quedado las fotos en la fuente de la Hispanidad.

Grey’s Anatomy – 9ª temporada

Una de las pocas series que quedan en cartelera de los que se consideraron unos años gloriosos en los nuevos estrenos de series de ficción, hace años que se convirtió también en un guilty pleasure. Es una serie que tras dos primeras temporadas muy entretenidas, dinámicas y con historias bien llevadas, por improbables/imposibles que parecieran, entró en una dinámica que alternaba el melodramón culebronero con los amoríos de instituto transplantados a un hospital terciario. Mucha irregularidad que ha mantenido hasta la fecha, aunque tengo la sensación de que esta última temporada ha subido un poquito de nivel a pesar de los altibajos. Bien es cierto que entre sus personajes siempre hay unos que caen bien y otros que caen gordos… pero bueno. Me considero enganchado a este culebrón, que debería ser totalmente prescindible. Un placer culpable total.

The Big Bang Theory – 6ª temporada

Esta comedia de situación hace tiempo que entró en una fase de estabilidad en la que ni desagrada ni entusiasma. Se han convertido en una costumbre. Algo que ves durante el fin de semana mientras comes o tienes poco tiempo, que te arranca alguna sonrisa. Pocas carcajadas como antaño. Hace tiempo que dejaron de sorprender. Pero son como de la familia. O amigos de estos, de los que realmente no eres muy amigo, pero con los que no te importa tomarte un chisme de vez en cuando. Algo así. Tampoco creo que los abandone a corto plazo.

La semana que viene estará más calmada. Habrá alguna novedad, algún retorno, y algún final que queda pendiente. Además de los monográficos que he prometido al principio de la entrada, que irán saliendo poco a poco.

Grafitis en las murallas

O estos clásicos grafitis junto a las murallas romanas.

[Televisión] Cosas de series; impáctalos de entrada, luego ya veremos…

Televisión

Un par de semanas que no venía a hablaros de series de televisión. Lo cierto es que los estrenos de este año son más bien flojos. Desde la última vez, he abandonado Last Resort y 666 Park Avenue. En sus segundos capítulos ninguno ha mostrado señales de que mereciera la pena. No me interesó nada el drama basado en la música country, Nashville. Fuera. Voy a dar una segunda oportunidad a Arrow, una especie de Batman con arco y flechas, y también, pero con tendencia a la baja, a no permanecer, a Beauty and the Beast, que es más bien policia guapa con una especia de hulk.

Más interesante, y probablemente aguantará toda la temporada, una serie de espías británica, Hunted, una especie de Mission: Impossible pero con protagonista femenino, protagonizada por Melissa George, a quien vimos en una temporada de In Treatment, y que está razonablemente interesante. Pero en general, poca originalidad.

Sin embargo se mantienen en buen tono las series ya veteranas. Estamos ante la última temporada de 30 Rock, que me parece que está divertida como nunca. Y todas las demás parece que han cogido el dicho que creo que hay que atribuir a Billy Wilder. De entrada impáctalos, pégalos a la butaca, y luego cuéntales la historia que quieras.

Entre mis guilty pleasures, Grey’s Anatomy parece que vuelve con fuerza por sus fueros, y los dos primeros capítulos han sido abundantemente dramáticos. Curiosamente, hemos visto en el segundo lo que pensábamos que veríamos en el primero. Y en Revenge avanzan como siempre a grandes pasos, y sin hacer prisioneros. Nuestras vengativas y dominadoras damas no descansan, y parece que hay una nueva dispuesta a sumarse al cotarro. Y Once Upon a Time sigue produciéndome carcajadas. Empiezo a creer que sus creadores no se toman muy en serio tampoco la cosa. El «you’re kidding me» de la prota cuando le presentan a un tipo de raza negra en armadura y le dicen que es Sir Lancelot, no tiene precio.

En cosas más serias, Homeland está sumamente intensa, con un segundo episodio fenomenal y espectacular, y un tercero menos espectacular, pero que nos mostró a un Brody como no lo habíamos visto.

Downton Abbey no se puede decir que esté empezando temporada, cuando sólo le faltan tres para acabar la temporada, más el especial de navidad que se supone cerrará la serie. Pero está sacudiendo a los Crawley a base de bien. No falta drama. Difícil decir que habrá un final feliz. Se van a dejar abundantes cosas por el camino. Y anuncian precuela con los condes de Grantham de jóvenes.

En fin, que si no hay novedades interesantes, por lo menos, entre lo veterano, nos lo pasamos bien.

Uyyy, se me olvidaba, también han vuelto los zombis de The Walking Dead. Más sangrientos y gores que nunca. No sé si aguantaré mucho yo con una serie de esta temática, por bien hecha que esté.

Pettycoat Lane Market

Parece que las fotos londinenses de la Zeiss Ikon Ikonta B han interesado. Aquí una mas en Pettycoat Lane Market. No cuela ya como foto antigua por la presencia del rascacielos detras, pero no está mal.

[Televisión] Cosas de series; y he aquí que todo vuelve, y poca cosa nueva en el horizonte…

Televisión

Estas dos últimas semanas han sido de muchas novedades. Unas pocas ya venían de hace unas semanas antes. Y la temporada quedará totalmente definida con algunas cosas que quedan por llegar durante el mes de octubre. Como son muchas cosas las que hay que comentar para definir mi cartelera televisiva, lo haré de forma un poco telegráfica.

Novedades absolutas

Ya en semanas pasadas he comentado algunas novedades. Me centraré en lo que se queda o en lo que he visto en la última semana. Sólo he visto primeros capítulos de series que a priori parecía que me pudieran interesar. Otras posibilidades se pueden sumar si veo que despiertan interés general.

The New Normal: La pareja gay con madre de alquiler y abuela racista y homófoba aguante en mi cartelera por los pelos. Porque es una sitcom cortita que rellena tiempos muertos.

The Neighbors: Una familia normal se va a vivir a una urbanización donde sólo hay alienígenas. No me hizo ninguna gracia el pilo. Paso.

Animal Practice: Una clínica veterinaria con sus personajes raros, un mono muy gracioso y una pareja protagonista con tensión sexual no resuelta. El piloto me hizo gracia, pero el segundo episodio menos. De momento aguanta por los mismos motivos que la primera que he comentado.

Last Resort: Un drama de acción e intriga a propósito de un submarino que se ve metido en un intento de provocar una guerra nuclear y que luego es perseguido por su propio gobierno. Una curiosidad que seguiré hasta comprobar si se afianza en algo sólido. El piloto recuerda demasiado a Crimson Tide (Marea roja),  con los colores de la piel cambiados y con chicas. Pero será distinto.

666 Park Avenue: Una de miedo que de momento no da mucho miedo, pero sale gente guapa, y tiene su intriga. Veremos a ver en que queda, aunque no garantizo su continuidad en mi cartelera.

Cuckoo: Sitcom británica cuya primera tempora aguante en mi cartelera entera porque no será muy larga. Pero ya veremos, porque para ser británica es algo flojita. Una familia burguesa inglesa en cuyo hogar se cuela el marido alternativo que se ha echado su guapa y simpática hija mayor.

The Paradise: Miniserie inglesa que adapta una novela de Zola, Au Bonheur des Dames, de la serie de Los Rougon-Macquart, aunque trasladada la acción a Londres. Si son fieles a Zola, bajas pasiones aseguradas. Creo que la veré entera, más cuando tras un primer episodio prometedor, acabo de ver un segundo episodio realmente divertido. Las bajas pasiones están muy matizadas, porque parece que no es una de las novelas en las que más se marcan. Pero habrá ambiciones, amoríos y vaivenes.

Portobello Road

Mañana por la tarde, estaremos en Londres. Quizá el sábado nos pasemos por Portobello Road… aunque no creáis que su mercadillo me gusta tanto…

Nuevas temporadas de series veteranas

En el apartado de dramas, he decidido mandar a freir churros Person of Interest. Por lo demás, son fijas Fringe, Homeland y Dexter, cuyos primeros inicios de temporada me han gustado, y está en peligro de muerte The Mentalist. Pero de momento aguanta.

En el apartado comedias, son fijas Modern Family, The Big Bang Theory y How I Met Your Mother. En peligro de muerte, New Girl, que se sigue salvando por el encanto de su protagonista femenina, y porque es una sitcom cortita, que como las anteriores se ve en cualquier momento.

Por último, los guilty pleasures. Grey’s Anatomy sufre renovación con más bajas de lo que esperábamos, y mucho drama. Pero también una interesante incorporación, Camilla Luddington, una buenorra británica que nos alegró la vista en Californication. Seguro que aquí sale mucho más recatada, pero a falta de saber si es buena actriz por lo menos está maciza. Revenge, ese tremendo culebron sobre los pijos de los Hamptons, vuelve en su línea. Así que si el año pasado me divertía, sigue la cosa. Y las chicas también están muy guapas. Y me sigue pareciendo mediocre e incluso ridícula Once Upon a Time, pero de momento no me decido a dejarla. Es que alucino y hago risas. Aunque no sean lo que pretendan.

Epílogo británico

De momento, mi cartelera televisiva parece excesivamente abultada. Pero es que estos días de vacaciones he tenido tiempo para ver tele. Conforme ajuste mi disponibilidad horaria con lo que es interesante, irá disminuyendo el número. Lo que sí que es cierto es que pocas de las novedades me han interesado realmente. Podría prescindir de todas.

Mañana me voy a Londres a pasar unos días. Espero poder ir mandaros noticias de mis andanzas, que serán modestas y tranquilas, a través de este Cuaderno de ruta. Ahora que se nos ha ido hasta navidad el Doctor, nos queda todavía Downton Abbey para ambientarnos. Y yo me pregunto… ¿Qué les habrá hecho el personaje de la pobre Edith (Laura Carmichael) para que los guionistas la maltraten sin compasión alguna? Jo, macho.

The London Eye

Y seguro que en algún momento pasamos cerca del Támesis con vistas al London Eye. Nunca he subido. Igual nos animamos.

[Televisión] Cosas de series: Nueva ronda de finales de temporada; sitcoms, procedimentales y placeres culpables

Televisión

Sigue avanzando el mes de mayo, y esta semana, tras el comentario en exclusiva sobre el final de serie de House M.D., toca hablar de varios finales de temporada. Salvo una comedia de situación de nuevo cuño, básicamente procedimentales y guilty pleasures.

Bones (temporada 7)

En realidad, esta tenía que haber entrado en la semana pasada. Pero es que no he tenido claro si la temporada había acabado o no. Vamos a ver. Me explico. Esta temporada ha estado marcada por el embarazo de su protagonistas, Temperace Brennan (Emily Deschanel), tanto en la realidad como en la ficción. Por lo tanto, sólo se programaron 13 episodios, que ya han terminado. Pero luego encargaron cuatro episodios más, que no tengo ni idea de cuando se emitirán. Si serán un entretenimiento para el verano, o se añadirán a la próxima temporada. Porque la serie es un éxito, funciona muy bien, y todavía tiene cuerda para un rato. No sé si largo o corto, pero tira. Y todo gracias a la excelente química entre sus protagonistas y la simpatía del conjunto de secundarios, junto con unos casos que oscilan entre lo macabramente divertido y el suspense. Creo que los principios de episodio merecerían ser recogidos en una antología, haber qué descubrimiento de cadaver es más divertidamente macabro o asqueroso. El caso es que la temporada ha quedado un poco deslavazada, aunque manteniendo el tono. Un valor seguro del entretenimiento. Nos han dejado con un interesante cliffhanger. Quién me iba a decir a mí que me engancharía a esta serie que no me parecía gran cosa, salvo por una estupenda escena en un aeropuerto que involucraba a Angela (Michaela Conlin) en los primeros minutos del piloto de la serie. Y hasta aquí.

Suburgatory (temporada 1)

Esta comedia de situación de nuevo cuño empezó de forma estupenda. Tras su episodio piloto, esperaba los nuevos episodios con ganas. La familia monoparental formada por ese padre simpático y buen rollista, George (Jeremy Sisto), y esa hija adolescente lista, independiente y en ocasiones más madura que el padre, Tessa (Jane Levy), funcionaban como un reloj a la hora de derramar humor y sarcasmo a costa de una acartonada clase media americana de los suburbios de Nueva York. Sin embargo, con el paso de los episodios, esa mala baba que tan divertida hacía la serie se ha ido difuminando y, como he leído en más de un sitio, se ha convertido en una mera comedia familiar entretenida. Nada que ver con lo que podía haber sido. Además, el arco argumental de los últimos capítulos con la novia embarazada del padre que es madre de alquiler para un amigo de éste, tampoco me ha llamado mucho la atención. Pero bueno,… probablemente le dé una segunda oportunidad. Porque entretenida sí que es.

Como curiosidad, Jane Levy tuvo un papel en la primera temporada de la versión americana de Shameless, que dejó para protagonizar esta serie. Por lo que ese papel ha sido interpretado en la segunda temporada por otra actriz. Como no era un papel principal se notó poco.

30 Rock (temporada 6)

Dicen que la temporada que viene será la última. Pues que faena. Esta serie es simplemente divertidísima. Especialmente si estas dispuesto a participar y pensar por tí mismo en lugar de dejar que te lo dejen todo hecho. Creo que la pareja formada por Liz Lemon (Tina Fey)Jack Donaghy (Alec Baldwin) pasará a la historia con mayúsculas de la ficción televisiva. Junto con el impagable personaje de Kenneth (Jack McBrayer), sea humano, divino o del Sur (en los EE.UU. el Sur es un lugar, y el norte simplemente una dirección). Creo que cada vez me río más. Especialmente cuando las historias carecen de pies ni revés, cuando se asoman al absurdo o al surrealismo absoluto. El día que se despidan será un día triste para mí.

Person of interest (temporada 1)

Procedimental nuevo de este año, que acogí con reservas aunque con posterioridad decidí seguirlo hasta el final. Con un reparto llamativo, un misterioso John Reese (Jim Caviezel) ejerciendo la fuerza bruta y un no menos misterioso Finch (Michael Emerson) poniendo la tecnología y la inteligencia en estado puro pero poco operativo, esta vuelta de tuerca al concepto del estado como «gran hermano», que es aprovechado por los buenos aunque poco ortodoxos para ayudar a la gente, se veía que era una serie con posibles aunque no acababa de tirar adelante con soltura. Y esto es algo que comenzó a suceder cuando empezaron a serializar los episodios. Cuando empezaron a crear arcos argumentales amplios que nos hacían queres saber qué pasaba a continuación, cuando empezamos a ver quienes eran realmente los oscuros protagonistas de la serie, se fue haciendo más interesante. Pero tardo mucho en suceder. Han sido los últimos dos o tres episodios los que hacen que tenga ganas de repetir la temporada que viene. Aunque aviso. Si el cliffhanger con el que ha terminado la temporada se resuelve en un plis plas como a veces sucede, y luego volvemos al procedimental puro y duro, la dejo.

The Mentalist (temporada 4)

A esta veterana de la pantalla, le pasa un poco como a la anterior. Cuando tiene un esquema meramente procedimental, empieza a cansar. No resulta novedosa. Queda repetitiva. Sin embargo, cuando se serializa, cuando retoma la trama de Red John, la cosa mejora notablemente. Mucho. He estado a punto de dejarla en varias ocasiones. Los últimos episodios de esta última temporada, sin embargo, harán que por lo menos comience a ver la quinta. Pero no sé si la cosa pasará de ahí. Porque si vuelven a la misma dinámica, adiós muy buenas. Como la anterior. Por cierto, un buen aliciente para seguir fiel a la serie sería que mantuvieran en nómina a la estupenda y retorcida Lorelei (Emmanuelle Chriqui). Guapa, lista, sexy,… qué más vas a pedir. Ya que tienen recluida a una pantalla del ordenador la mayor parte del tiempo a la estupenda Van Pelt (Amanda Righetti), y se han desecho de la desaprovechada Summer (Samaire Armstrong), pues que nos dejen a Lorelei.

Y ahora, pasaremos a los guilty pleasures. Esas series que no sé porque las veo pero las veo. Culebrones de diverso tipo sobre los que muchas veces pienso que no debería perder el tiempo, pero que me enganchan sin remedio. Lo dicho. Placeres culpables.

Grey’s Anatomy (temporada 8)

Intentar explicar porque sigo esta serie me costaría mucho. Pero mucho. Como alguien dentro de la misma serie la definió hace tiempo, no deja de ser una variante de las series de institutos, pero con personas presuntamente adultas con batas y bisturíes. Es que no hay más. En algunas cuestiones llega casi al ridículo. La diferencia entre la edad de los actores y la edad que se suponen que tendrían que tener sus caracteres sólo había cantado tanto en tiempos de Grease. Los personajes rayan en la imbecilidad más absoluta. Los amoríos, de risa. El drama, de folletín. Sin embargo, de vez en cuando cogen un par de episodios, montan la consabida tragedia, o se sacan de la manga un guion con una estructura innovadora o rompedora y te dejan enganchado. De las series malas que conozco es la que tiene los mejores guiones. Con muchos altibajos, es cierto. Pero cuando atinan, se sacan de la manga historias que pueden ser, con todos los defectos inherentes a la serie, tan buenas como los de las series más prestigiosas. Y eso es lo que me engancha, la esperanza de que el episodio de turno sea de esos. Aunque la mayor parte de las ocasiones, la frustración aparezca en mi espíritu.

En esta última temporada, los residentes que vimos entrar como internos en la primera temporada, se nos han hecho especialistas de pleno derecho. Tenía la impresión, y más con la evolución de los últimos capítulos, que podía lleva a un final de despedidas en el que se iba buena parte del reparto para renovar. Pero con los dos últimos episodios y el arco argumental del accidente de avión, una de esas catástrofes que tanto gustan a su equipo de guionistas, ya no sé muy bien como va a quedar la cosa. Lo único que les reprocho es que se han cargado a la chica más mona. Sosita, pero mona. No desvelaré más. Y supongo que al año que viene, volveré a caer en sus redes.

En el Kabul,… claro

Una foto tomada con la Panasonic Lumix GF1 y un viejo teleobjetivo de enfoque manual, que nunca pensé que pudiera tener otro destino que tirarla a la basula. En el Bar Kabul, de Zaragoza.

[Televisión] Cosas de series: …

Televisión

Es jueves, así que toca hablar de la televisión. O del cine en serie para la pequeña pantalla. No ha habido grandes novedades esta semana. Alguna sí.

Se ha presentado Veep, una sitcom de la HBO protagonizada Julia Louis-Dreyfus, la que salía en Seinfeld. Parece un poco suponer que pasaría si alguien tipo Sarah Palin llegase a la vicepresidencia de los Estados Unidos. Es decir, todos son una catástrofe, ella y su gabinete, y meten la pata con consistencia e insistencia. Todavía no me he definido. No sé si me va a gustar o no. Acompaña a Girls, que después del buen piloto tiene que demostrar que es consistente a medio y largo plazo.

En Fringe llegaron a su episodio 19 de la temporada, y eso quiere decir que tenía que ser especial. Y lo fue. Y muy divertido. Con viaje al futuro incluido. Me encantan estos capítulos que se salen de la línea principal. En cualquier caso, tenemos que estar a punto de enterarnos de si habrá una próxima temporada o no. Un día de estos. Parece que hay buenas probabilidades de que sí. Crucemos los dedos.

Pero están los que se despiden o parecen que cierran épocas. Ya se sabe hace tiempo que House MD termina ahora en mayo, para siempre. Pues bien, ya nos han presentado el caso final. El que dará puerta al peculiar doctor. Y el paciente… pues su amigo Wilson. De todas formas, me gustaría que recuperasen a la «esposa» ucraniana. A mí me caía bien.

Y la trama final de In Plain Sight que también está pronta a decir adiós, le quedan dos episodios de una corta temporadita de ocho, tiene que ver con el reaparecido padre de la protagonista. Y cuida que empiezan a cuestionar el statu quo sentimental de los protagonistas…

Grey’s Anatomy, uno de mis gulty pleasures, no parece que termine. Pero parece ser que los residentes que empezaron hace ocho temporadas en la serie ya terminan su quinto año de residencia, dejarán de ser médicos en formación, y se dispersarán por el mundo. Eso suena a excusa para renovar el reparto. Claro… una que da la impresión de desaparecer es… Meredith Grey, la que da nombre a la serie. Perderá un poco el sentido, ¿no? Salvo que se centren en la hermanastra más joven.

En fin. En las próximas semanas se verá. Además en mayo, esta sección estará entretenida porque afrontaremos muchos finales de temporada y/o de serie. Uno en la primera semana, cinco en la segunda, ocho en la tercera, tres en la cuarta,… Aunque como esta sección sale los jueves, ya veremos a que ritmo van apareciendo.

Esperando que pase la lluvia

En estos días de abril, con tiempo variable y extraño, muchos de los protagonistas que nos han ido acompañando durante años dan sus últimos pasos para pasar a otra dimensión, distinta de la emisión televisiva.

[Televisión… y radio] Cosas de series: Vuelven poco a poco las series que estaban en marcha y las que comienzan temporadas… y felicidades a los elefantes

Música, Televisión

No hay mucha enjundia que comentar esta semana, pero algo hay. Tras el parón navideño, las series del otro lado del charco van recuperando poco a poco sus nuevos episodios. Lo cierto es que con las que mejor me lo pasé es con los dos guilty pleasures que tengo por ahí.

Grey’s Anatomy está bastante entretenida, habiendo montado un episodio doble a caballo entre las navidades que ha estado muy bien, y parece que se aleja un poco de su tono «serie de instituto en un hospital, entre gente que se supone veintitantos o treintaypocos, interpretados por actores de cuarenta o más», para ponerse un poco más «drama médico». Por delirantes que puedan ser las situaciones, que es lo de menos.

Revenge se confirma como la vuelta del culebrón tipo Falcon Crest, pero en los Hamptons en lugar de California. Y vamos a ver idas y venidas de personajes nuevos o reciclados a cascaporrillo. La diferencia con otros culebrones al uso es que está bastante bien hecha, y que las dos protagonistas la madura y la joven me parece que están como un queso.

Pero quizá la mayor novedad está en lo que nos viene como nuevas temporadas o nuevas series, que se emiten los domingos en EE.UU.

Californication ha vuelto. Para bien o para mal, Hank Moody es genio y figura hasta la sepultura. Veremos como evoluciona. Mera presentación de situación.

Shameless también está de nuevo aquí. De momento no parece una temporada nueva, sino un «como decíamos ayer». Que no está mal. Parece que aparecerán nuevos personajes, pero de momento los problemas parecidos a los de siempre. Y en cualquier caso, Fiona está más guapa y maciza que nunca.

House of Lies es una nueva serie, protagonizada por Don Cheadle y Kristen Bell. Esta última no ha hecho nada digno de mención desde que cancelaron a la estupenda Veronica Mars. La cosa va sobre una consultoría, sin muchos escrúpulos, con bastante desparpajo y no poco sexo. Así que de momento le daremos una oportunidad. Aunque para los pervertidos diré que la Bell sale bastante guapa, pero de momento no enseña chicha. Eso de momento se lo dejan a las secundarias.

The Firm es una secuela de la película del mismo título (La tapadera se tituló en español), que hace casi dos décadas protagonizó T.C. Mapother IV. Esto, en principio, me daba mala espina. Pero ver el piloto no hace daño. El tipo que la protagoniza, Josh Lucas, me cae bastante más simpático. La que hace de mujer, Molly Parker, también es simpática,… aunque no está tan estupenda como Jeanne Tripplehorn en aquella película. Y tiene la curiosidad de ver a algunos antiguos cylones galácticos, o a Juliette Lewis, que tanto prometía en su juventud, en un papel secundario. La música no debe ser suficiente para pagar las facturas.  No tengo nada claro que le dé una oportunidad a un producto que recuerda tanto a tantos otros de abogados. Pero al menos veré algún episodio más.

De momento, nada más en la cosa televisiva. Pero si quiero recordar que ayer celebraban el 25º aniversario del programa de Radio 3 dirigido por Carlos Galilea, Cuando los elefantes sueñan con la música. Sobre la base de la música brasileña y otras músicas del mundo, con algún toque de jazz, uno de los programas de música más agradables que encuentro hoy en día. Y que me acompaña todos los días de 3 a 4 cuando vuelvo de trabajar de Huesca a Zaragoza, por motivos que no vienen al caso, no pude escuchar en directo el programa aniversario. Pero lo haré a través del podcast del programa. Sin duda.

Autor: Mwamedi Charinda

No falta la música africana en Cuando los elefantes...; en la imagen arte contemporáneo de ese gran continente a cargo de Mwamedi Charinda, en el Centro de Historias de Zaragoza (Panasonic Lumix GF1, M.Zuiko 45/1,8).