[Libro] El hombre que pudo reinar (ilustrado) – Rudyard Kipling, Fernando Vicente (ilustrador)

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Como sucede muchos años, a mediados de diciembre, una semana antes de la Navidad, en una mañana de sábado, nos encaminamos al Salón del Cómic de Zaragoza. Tradicional en esas fechas. Hay que echar el anzuelo a los consumidores que compran regalos para esas fechas. Y nosotros… picamos. Pero con gusto. Siempre nos llevamos algún regalo, y alguna cosa para nosotros mismos. Cuando vamos, los sábados por la mañana, suele estar animado, pero faltan los visitantes más vistosos, los que acuden disfrazados de sus personajes favoritos; los cosplayers. Alguno hay. Pero no suelen madrugar; van más por la tarde. Pero odiamos las muchedumbres agobiantes. Y ya el sábado por la mañana hay mucha gente. No quiero ni pensar lo que puede haber seis o siete horas más tardes. Es barato. Un euro la entrada. Una forma de establecer un tíquet moderador. Los meramente curiosos, sin más interés por lo que se expone y vende, no se gastarán el euro.

Salgo de allí con un libro ilustrado. Una novela corta publicada por Nórdica Libros, escrita por Rudyard Kipling, ilustrada por Fernando Vicente, un clásico de la literatura en inglés, aunque lo que yo llevo es una traducción, que fue adaptada al cine por John Huston, y protagonizada por Sean Connery y Michael Caine, con Christopher Plummer como Kipling y narrador de la historia. En ella se nos habla de la peripecia de dos estrafalarios aventureros, suboficiales del ejército inglés en la India, que van por libre, y que deciden dirigirse al Kafiristan, región del Hindú Kush, montañas al norte de Afganistán y Pakistán, donde vivirían los descendientes de los griegos que acompañaron a Alejandro Magno en su expedición por Asia. Allí serán acogidos como dioses, formarán un ejército que les permitirá erigirse como reyes del lugar… hasta que las cosas se tuercen.

Existieron realmente colonias griegas en la Transoxiana, más allá del río Oxus, hoy en día conocido como Amu Daria, y que dan base a la elucubración de los personajes de Kipling sobre el origen europeo de los habitantes del lugar. Un reino de cultura griega más descendiente del imperio helenístico seléucida( de Seleuco, uno de los generales de Alejandro, que le sucedió en lo que se llamaba Persia en aquel momento). De ahí a pensar que los habitantes de los valles elevados y remotos del Hindú Kush sean de ascendencia europea… En cualquier caso, es una aventura propia de los tiempos coloniales, en los que además seguía la exploración del mundo, en el que seguían existiendo regiones ignotas… para la Europa occidental. Eran perfectamente conocidas para los locales. Para quienes un lugar ignoto sería… Londres. En fin. Se nos dice con frecuencia que los aventureros de esta historia estarían inspirados por el que fue rajá de Sarawak, James Brooke, que fue el malo en la literatura en la conocida novela de Emilio Salgari Los tigres de Mompracem, que dio comienzo al ciclo de novelas de los piratas de Malasia, protagonizados por Sandokán.

El libro se lee en poco tiempo. Es muy entretenido. Combina la ironía, casi la parodia, en la forma en que los dos aventureros se desenvuelven, con un tono melancólico, como adivinando que el mundo de los aventureros románticos está acabando en ese final del siglo XIX, con los avances del siglo XX, entonces en el futuro, llamando a la puerta. Ese tono se nota especialmente en la adaptación al cine de Huston. las ilustraciones de Fernando Vicente, creo que muy influidas por la película, están muy bien, y acompañan convenientemente al relato. Ilustraciones claras, limpias, pero expresivas, que hacen que el libro que presenta Nórdica pueda recibir una buena nota y ser muy recomendable. Tanto para quienes disfruten de un buen relato de aventuras, como para los que gusten de los libros ilustrados. Un buen regalo… de Navidad o en cualquier momento del año.

[TV] Cosas de series; animación de la buena… y de la realmente buena, buena buena

Televisión

Dos series de animación que no proceden del País del Sol Naciente cayeron durante el mes de diciembre. Y he de decir que me lo pase muy bien con ellas. Con la primera… muy divertida, muy bien. Pero es que la segunda roza el concepto de obra maestra. De verdad. Y al parecer no soy el único que opina lo mismo. En fin, vamos con ellas.

El principio de la serie de ambiente japonés que comento hoy transcurre en Kioto… y allí es donde nos iremos para ilustrar fotográficamente la entrada de hoy.

Scott Pilgrim takes off es una nueva versión de la historieta de éxito Scott Pilgrim en forma de animación. En primer lugar, una serie de aclaraciones. La historia original ya se adaptó al cine trece años antes en acción real, una película que yo no he visto, y que fue razonablemente bien recibida. Muchos de los intérpretes de aquella ponen la voz a los mismos personajes en esta versión animada. He dicho que no procedía de Japón, que no era un anime, pero eso es parcialmente cierto. Es una coproducción en la que hay una importante participación de animadores nipones. Pero directores, guionistas y puestos importantes son norteamericanos, incluyendo Canadá. Y la animación del movimiento de la boca está pensada para que coincida con el guion en inglés. También he dicho que es una «nueva versión» de la historieta, pero parece que en realidad cogen la premisa de partida y los personajes de aquella, y narra una historia nueva, diferente en alguna medida. Como no conozco el material original, no puedo juzgar las diferencias. Así que aclarados los puntos esenciales.

En esta versión de la historia, nuevamente, Scott Pilgrim (Michael Cera, voz) el bajista de los Sex Bob-omb, grupo canadiense de rock, de Toronto, a un nivel más bien aficionado, se encuentra sin oficio y beneficio, cuando queda prendado de una repartidora sobre patines en línea, Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead, voz). Pero cuando empiece a ser correspondido, se las tendrá que ver contra la coalición maligna de los exnovios de Ramona, resultando en que desaparece, presuntamente muerto, en una pelea con uno de ellos en un concierto. Y Ramona iniciará la búsqueda, reencontrándose con los presuntos culpables. Y en general, esto es muy divertido. Siendo la premisa inicial una comedia romántica entre veinteañeros de edad universitaria, acaba siendo una aventura de ciencia ficción, con viajes en el tiempo, paradojas temporales, llena de personajes muy divertidos, muchos de ellos merecedores de su propia serie. Ciertamente una serie generacional, apropiada para gente mucho más joven que yo, pero que por sus buena factura, su guion, su buen diseño de caracteres, Ramona es un personaje absolutamente fenomenal y auténtica protagonista de la fiesta, y por su ritmo general, aunque tenga algún pequeño bajón, es recomendable para todos los amantes a la animación/comedia romántica/ciencia ficción/viajes en el tiempo (táchese lo que no proceda y quédese con lo que le valga). Los ocho episodios de apenas media hora de duración saben a poco. Pero no parece que esté prevista una segunda temporada. En Netflix.

Y luega esta Blue eye samurai. Tampoco es japonesa, aunque su historia transcurre, al menos en esta primera temporada, en una versión ficticia de lo que serían las primeras décadas del shogunato Tokugawa en el denominado periodo Edo de la historia de Japón. Ficticia… porque el shogun no es un Tokugawa y otras cosas. Es una coproducción francoamericana. La concepción y los principales productores proceden de Estados Unidos, pero la animación sea realizado en Francia. La acción transcurre en una Japón que ha cerrado las fronteras a los extranjeros, algo que sucedió en realidad, al mismo tiempo que se prohibió el cristianismo en general, el catolicismo en particular, tras conocer la colonización de las Filipinas por los españoles a través de la introducción de misioneros portugueses y españoles (no olvidemos que en aquellos tiempos los reinos hispánicos, incluido Portugal, tenían el mismo rey de la rama española de los Habsburgo, o Austrias). En este ambiente, un extraño samurái al servicio de ningún señor y que oculta sus ojos tras unas gafas de cristales ambarinos, va buscando a los cuatro europeos que supone siguen en el país. Sus ojos están ocultos por ser de color azul. Por ser mestizo. Por lo que es considerado un demonio y una aberración. Y va buscando a estos europeos para matarlos. Uno de ellos es su padre. Y ha ocasionado la ruina y la muerte de su madre. Y aun esconde algún que otro secreto más, que no voy a desvelar. Es duro. En ocasiones, despiadado. Y temerario.

Esta producción de Netflix ha recibido una unánime consideración por crítica y público como una serie excelente, con valoraciones altísimas por unos y por otros. Con unos dibujos y una animación muy expresivos, muy cuidados, con momentos que parecen verdaderas obras de arte, se acompaña de un diseño de caracteres absolutamente impecable, y de unos guiones de altísima calidad. La historia y las aventuras de Mizu(*), que así se llama el personaje principal, enganchan muchísimo y son de las que no puedes dejar. Son duras. Es animación para adultos y bien adultos. Hay mucha violencia. Hay prostitución. Hay abusos sexuales. Hay manifestaciones de odio racial. Y Mizu (Maya Erskine, voz) no es el único personaje interesante. Además del malo de la serie, el irlandés Abijah Fowler (Kenneth Branagh, voz), uno de los caracteres más interesantes es el de la princesa Akemi (Brenda Song, voz), una consentida hija de un noble que ha sido prometida al hijo menos del shogun, y que está enamorada de un samurái bravucón, inicialmente un antagonista del personaje protagonista, aunque eso evolucionará. Esperemos saber más de ella en futuras temporadas. Hay algunos de los ocho episodios que son absolutamente antológicos. Muy muy buenos. El sexto tiene una doble versión. En Netflix, bajo suscripción, en color pleno. Pero en Youtube, en abierto, en el canal oficial de Netflix, está el mismo episodio pero en blanco y negro, con acentos aquí y allí de color. Y con la banda sonora diferente. Por si queréis probar antes de consumir. Os lo dejo aquí incrustado.

(*) En la versión japonesa escriben el nombre en katakana, ミズ, como si fuese una palabra extranjera. Pero mizu 水, escrito con kanji, significa agua.

Realmente, estamos ante la mejor serie de animación que he visto en el 2023, y probablemente una de las mejores series de animación que se puedan ver en general. La primera temporada ha dejado cerrado un arco argumental, pero ha abierto la serie a un nuevo arco argumental y a nuevos escenarios por el mundo. Los ocho episodios de entre 35 y 62 minutos de duración saben a poco. Pero esta serie no será sencilla de hacer y supongo que habrá que tener paciencia para la segunda temporada. Y es material original, no se basa en manga, novela o historia previa alguna. Como curiosidad, dentro de las tendencias en integración de la industria del cine y la televisión, todos los personajes japoneses tiene actores/actrices de voz norteamericanos pero de origen asiático. Aunque hablan un ingles americano típico y tópico como lo podría hablar cualquier otro actor o actriz de la misma nacionalidad. El personaje europeo ya he mencionado que es Kenneth Branagh.

[Fotos] Los pájaros en Navidad

Fotografía, naturaleza

En estos días he visto varios artículos en distintos medios hablando del petirrojo como «el pájaro de la Navidad». Me da la impresión de que todos ellos han tirado de la misma fuente, algún artículo, probablemente en inglés, que hablaba de este tema… y, ale, para qué vamos a pensar si nos dan el tema intrascendente y navideño ya servido. Pues eso… algo propio de los británicos trasladado a España porque sí. Es cierto que los petirrojos, familiarizados y confiados, hasta cierto punto, con el ser humano, se acercan más a los asentamientos urbanos en época navideña, cuando la comida en el campo es más escasa. Un petirrojo forma parte de las aves que he estado fotografiando durante esta Navidad.

Petirrojo (Erithacus rubecula) en la arboleda de Macanaz. En el encabezamiento, un mito (Aegithalos caudatus).

Pero no ha sido el único. He renovado algunos elementos de mi equipo fotográfico. En mi blog especializado ya he hablado de uno de ellos, un objetivo de focal variable, teleobjetivo de cierto alcance, con el que he estado fotografiando algunas aves los días de las fiestas navideñas en los que no he tenido que ir a trabajar y ha hecho un tiempo razonablemente bueno. Me considero todavía muy bisoño, falto de práctica y técnica, en esto de la fotografía de aves. Especialmente cuando se trata de pequeños pájaros, inquietos y volanderos. Pero algunas cositas he conseguido y os las quería dejar puestas aquí.

[Cine] El cine que he visto en 2023

Cine

Este año tengo registradas como vistas 72 películas de estreno a lo largo del año 2023. La primera fue el 2 de enero y la última en la mismísima Nochevieja, el 31 de diciembre a la hora de cenar. De esas 72 películas, vi 47 en salas de cine, mientras que las restantes 25 fueron estrenos directos en plataformas en línea. Algunas de estas últimas tuvieron un estreno simbólico en salas de cines, de unos pocos días, generalmente una semana, con un número de sesiones limitado. Si es posible las veo en sala grande porque, sinceramente, aunque lo vaya a tener disponible en la televisión una o dos semanas más tarde, prefiero ver el cine en pantalla grande. Pero cada vez lo ponen más difícil. De los estrenos en plataformas de contenidos, la inmensa mayoría corresponden a Netflix, 18 películas, mientras que he visto tres en Apple TV, dos en Disney+ y otras dos en plataformas diversas. Las fotografías acompañantes son las últimas que he hice en 2023… por lo menos con cámara digital. Hay otras con película fotográfica que no tengo reveladas.

Las películas que tengo registradas en mi base de datos desde el 28 de diciembre de 1997 hasta la fecha son un total de 1570. Con un promedio de unas 60 películas de estreno vistas al año, incluyendo también estrenos de antaño que se reestrenan en pantalla grande, cuando nunca vi previamente esa película en salas de cine. Para todas las películas que veo incluyo cuatro valoraciones: dirección, interpretación, subjetiva y global. Para conocer los criterios por los que valoro las tres primeras, visitad la explicación correspondiente. La valoración global es el resultado de aplicar una fórmula matemática de mi invención:

Global = (Subjetiva*3 + Dirección*2 + Interpretación)/6

Por supuesto, el dar más peso a unos elementos que a otros es algo totalmente personal. Pero es que si incluyo algo que se llama “valoración subjetiva” en la fórmula, pues es lo que podéis esperar; una valoración personal e intrasferible, aunque motivada, de lo que más me gusta. Que no necesariamente tiene que ser lo que le guste a otros. No hago crítica cinematográfica; solo comparto lo que veo y lo que me parece.

Hay otra cuestión. Si se contrasta la lista que ofrezco en la entrada de hoy con las valoraciones de cada una de las películas en el momento en que las vi y las comenté, pueden no ser iguales. Aunque este año sí lo son. La valoración personal de una película cambia con el tiempo. También puede suceder que visionados posteriores, por ejemplo en vídeo o televisión, hagan cambiar esa valoración.

La valoración media ha sido de 3.41 puntos; lo que marca una nuevo record en estos 26 años, cosa que no esperaba, porque las puntuaciones en los estrenos directos en plataforma en línea se han saldado con valoraciones bastante pobres. Eso se nota en la variabilidad en las puntuaciones que ha subido respecto a los últimos años. Como digo habitualmente, podríamos decir que no selecciono mal las películas que voy a ver, pero como veremos más adelante, me tengo que plantear hasta que punto merece la pena arriesgarse con los estrenos directos en plataforma. Como he mencionado en otras ocasiones, el rechazo a ir por sistema a ver determinados blockbusters, me ahorra películas malas. Por ejemplo, evito en líneas generales el cine de superhéroes. Que sistemáticamente… no me gustan. La entrada referida al más famoso monstruo japonés ya reflexiona en parte sobre los problemas del cine de acción que viene de Hollywood. Por supuesto, como viene siendo norma en los últimos años, todas las películas han sido visto en versión original. Aunque la salas no siempre nos lo ponen fácil, por los horarios, por el número reducido de sesiones en versión original, por el escaso número de días en cartelera, no concebimos ya una película doblada. Nos suena horrible. Y no hemos visto algunas películas interesantes porque se nos han escapado. Es lo que hay.

¿Existen diferencias de calidad entre los distintos proveedores? Veamos una tabla.

Proveedor de películasNúmero de
películas vistas
Puntuación
Global Media
Puntuación
Subjetiva Media
Sala de cine473.744.00
Netflix182.642.42
Apple TV32.893,00
Disney+23.583.50
Otras23.253.00
Totales723,353,05

Creo que las cosas están claras. Somos muy cuidadosos con lo que elegimos ir a ver al cine. Y suelen ser películas sobre las que nos hemos informado, y que garantizan un mínimo de calidad. Y a partir de ahí lo que sea. Mientras que lo que veo en plataforma, en muchas ocasiones son meros actos de divertimento en los que arriesgas más. Al fin y al cabo, la suscripción mensual la tienes pagadas. Y si tienes el tiempo. De todos modos, sorprende que Apple TV, que basa su propuesta en la calidad más que en la cantidad, tenga una puntuación global media por debajo del aprobado. Con sólo tres películas, se debe fundamentalmente a la flojera de cierta película de acción que prometía más. Y desconozco hasta que punto a Netlflix le compensa el basar su propuesta más en la cantidad que en la calidad… pero bueno…

A continuación, las diez películas que más he valorado. Y este año, las diez películas que lideran la clasificación son realmente diez. Normalmente son unas cuantas más, por los empates en la puntuación con la que haría la décima. Pero este año… ha cuadrado. Y creo que por primera vez, desde que empecé con este repaso anual hace once años, no entran en la tabla las que tienen una puntuación global de 4.00. Ni siquiera el siguiente tramos que sería 4.17. Ha hecho falta puntuar al menos 4.33 en la puntuación global para entrar entre los 10 primeros puestos. Lo cual habla de que este año ha habido un nivel bastante respetable. Por lo menos, según mi criterio. Es cierto. He disfrutado mucho en muchas películas este año.

Vamos con la lista de diez:

TítuloNacionalidadDirecciónInterpretaciónSubjetivaGlobal
Anatomie d’une chuteFrancia5555
OppenheimerEE.UU.5544.50
Killers of the flower moonEE.UU.5544.50
Past livesEE.UU.5544.50
Singin’ in the rainEE.UU.5444.33
Vanskabte land/Volaða LandIslandia5444.33
Kaibutsu 怪物Japón5444.33
Cerrar los ojosEspaña5444.33
Kimitachi wa dō ikiru ka [君たちはどう生きるか] (El chico y la garza)Japón5444.33
Gojira -1.0 [ゴジラ-1.0]Japón5444.33

Bueno… en otras ocasiones hubiera excluido el estreno de antaño, hubieran entrado las puntuadas con 4.17 y se hubiera extendido más la tabla… pero me apetecía dejarla reducida a algo más esencial. Primer puesto para Francia, con una película que me parece una obra maestra de las que se hacen pocas. Pero luego hay tres películas norteamericanas muy apreciables, dos dentro del sistema de estudios y grandes presupuestos, y otras en el cine independiente que tantas alegrías nos da. Como de costumbre Japón nos da alegría, más con estrenos de Koreeda y Miyazaki, y la enooooorme sorpresa que supuso la nueva versión del kaiju por excelencia. Koreeda ya estuvo presente en la lista del año pasado.

Y creo que con esto lo dejaré estar ya este año. Como el año pasado, lo voy a hacer más corto que en anteriores ocasiones. Porque lo esencial ya ha quedado dicho. Un saludo y mucho cine.

[Cine] Las últimas de 2023; Maestro (2023) / Kuolleet lehdet (Fallen leaves) (2023) / Rebel Moon – Part One: A child of fire (2023)

Cine

Como es tradicional, el primer día del año lo dedico al comentario de la última o últimas películas vistas en 2023, para hacer al día siguiente el balance cinematográfico del año. Y este año se me han acumulado nada más y nada menos que tres, por lo que serán comentarios breves para no cansar. Aunque alguna de ellas merecería un comentario más pausado y dedicado. Pero bueno… hay que saber cerrar ciclos.

No es infrecuente que los tranvías de Helsinki sean protagonistas, de algún modo, en las películas de Kaurismaki, y la que comento en estas líneas no es una excepción.

Maestro (2023; 70/20231226)

En el día siguiente a Navidad, con una antipática niebla sobre Zaragoza que no invitaba a actividades en exteriores, dediqué una buen rato a uno de los estrenos estrella de Netflix en el 2023. Bradley Cooper, con el apoyo como productores de Scorsese y Spielberg, protagoniza en compañía de la siempre estupenda Carey Mulligan, a quien cede el puesto de honor en los títulos de crédito, la biografía del matrimonio formado por el compositor y director de orquesta Leonard Bernstein y la actriz Felicia Montealegre.

La película abarca tres épocas. Cuando se conocieron y se casaron, en los años 40 y principios de los 50 del siglo XX, rodada en blanco y negro y formato académico. La más larga, en los años 70, cuando el matrimonio entra en crisis por las ausencias de Bernstein, homosexual, conocido por su mujer, y la enfermedad de Felicia, rodada en color y formato académico. La más cortita, una entrevista final a Bernstein, que nos habla de su momento en los años 80 y que es el arranque suponiendo que las anteriores se cuentan como un flashback, en color y en formato panorámico americano. Y la película se centra en las complejidades de una relación en la que, aun existiendo el amor entre ambos, las preferencias afectivas homosexuales del músico, aunque conocidas y toleradas por la esposa, acaban pasando factura. Lo que no impide que el músico la cuide y acompañe en sus últimos momentos y la recuerde siempre.

La película es correcta en su factura. Cooper tiene buena mano al rodar. Pero sin más. Sus recursos visuales son más formales que revolucionarios. Es más bien clásico en sus modos. En la interpretación, Mulligan está estupenda, como habitualmente, y Cooper está un poco excesivo, sobreactuado, muy caracterizado, supongo que buscando una candidatura a los Oscar, donde este tipo de interpretaciones masculinas suelen conseguir réditos. Aconsejable… sin más.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Kuolleet lehdet [Fallen leaves] (2023; 71/20231229)

Aunque he visto varias de las películas del finlandés Aki Kaurismaki en vídeo o en televisión, es la primera vez que veo una de ellas en la sala de cine. De lo que hace tiempo que tenia muchas ganas. Y ha llegado el momento con estas «hojas caídas», que nos cuenta una peculiar historia moderna de amor, en una Finlandia menos ideal de lo que muchas veces imaginamos de los países nórdicos, como no podía ser menos de la mano de Kaurismaki.

Ansa (Alma Pöysti) y Holappa (Jussi Vatanen) son lo que muchos llamarían restos de un naufragio. Viven en soledad, con sus trabajos de bajo nivel y sus escasos salarios. Alma apenas tiene alicientes, y vive en un pequeño apartamento heredado, con la mera compañía de la radio. Holappa se refugia en el alcohol con demasiada frecuencia, en compañía de un amigo de más edad. Están en sus cuarenta años. Se conocen en un karaoke. Se gustan. Pero su relación no será fácil. Especialmente por los problemas que el alcohol causa en Holappa.

Entre la comedia y el drama, con la estética minimalista pero tremendamente cuidada de Kaurismaki, con escasos diálogos, con poca acción o movimiento de cámaras, en un mundo de frecuentes clarooscuros, en una sociedad fría y alienante, donde hasta la radio nos machaca constantemente con la guerra rusoucraniana, surge el amor entre estos dos seres sin rumbo, metidos en una rutina potencialmente destructora. Pero Kaurismaki no se deja caer en el pesimismo y encontrará formas de aportar un poco de luz a estos personajes, que pueden ser muy reales.

Interpretaciones sobrias, de muy buen nivel, lucidez visual, con fotografía sobre película fotoquímica tradicional a cargo de Timo Salminen, y una banda sonora con canciones populares y música clásica de todo tipo, conforman una película que es altamente recomendable. Un soplo de aire fresco de parte de un director que lleva toda una vida de coherencia y de ser fiel a sí mismo y a lo que quiere contar, frente al artificio absurdo de Hollywood y el cine más comercial. 80 minutos de cine de alto nivel, realizado con muy pocos recursos. Fundamental en este recién inagurado 2024.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

Rebel Moon – Part One: A child of fire (2023; 72/20231231)

Última película del año, vista ayer mismo en Nochevieja mientras cenaba, antes de salir a comer las uvas, beber el champaña y charrar un rato a casa de unos amigos. Una de esas películas con las que las plataformas digitales pretenden conseguir el último pelotazo con una nueva franquicia de ciencia ficción. En esta ocasión, Netflix ficha a Zack Snyder para intentarlo. Su estilo visual me parece más efectista que efectivo, y su tendencia a gustar de las estéticas fascistas, y en algún caso me temo que de las ideologías fascistas, me desagrada. Incluso si quienes lucen las estéticas fascistas son «los malos». Porque vamos… ¡Qué «original» poner a los malos con uniformes que recuerdan a los ejércitos alemanes de la época del nazismo! Como si nunca se hubiese hecho.

Nos cuentan que Snyder presentó la idea de esta película o algo parecido a Lucasfilms hace 10 años por lo menos con la intención de integrarla en el universo Star Wars, pero no se la compraron. A todos los efectos, debemos considerar esta aventura espacial como un mal remedo de la saga galáctica más conocida. Con un gran abuso de efectos visuales, pero con una historia elemental y muy poco cuidada, y con unos personajes absolutamente tópicos y sin la más mínima delineación del carácter y de sus motivos. Una excusa para una serie de escenas de acción donde se supone que tenemos que admirar la «genialidad» del director con lo visual. Apenas me molestaré en mencionar que la cosa está protagonizada por Sofia Boutella, que en el resto del reparto hay algún nombre interesante, pero que dado lo inane del producto, es indiferente su presencia en la película.

Bajo la amenaza de una segunda parte para esta primavera, tras un horrible deus ex machina que permitirá que se conserve el mismo «malo» en la misma, si eres suscriptor de Netflix allá tú si la ves. Si no eres suscriptor de Netflix, definitivamente esta película no es un buen motivo para darte de alta en la plataforma. Quizá sea un buen motivo para plantearse si seguir suscrito a la plataforma. Las aventuras espaciales, sí, pero no así.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: *