[TV] Cosas de series; versión japonesa, versión coreana, y otras versiones

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Fotos en serie. En mi apreciación, las series japonesas de esta semana «ganan» a las coreanas, así que ilustraré con fotografías del jardín Kōraku-en de Okayama.

En los países asiáticos, Asia oriental y Sudeste Asiático, no es infrecuente que si una serie de televisión, sea de acción real, sea de animación, tiene éxito en un país se produzcan versiones en otros países de esa región del globo. Cuando me surgen, no suelo prestarles atención, especialmente si la serie original me ha parecido bueno. En los países occidentales también pasa que cuando un país europeo hace una película o serie que está bien, se produzca en Estados Unidos una versión propia. Alguna de ellas están bien, pero las más de las veces son superfluas. Especialmente en cine. No obstante, ya se ha dado el caso en que he visto la versión original surcoreana de una serie, y su copia japonesa. Para mi sorpresa, me pareció mejor la japonesa, hecha con más sencillez de medios y menos pretensiones «artísticas», pero… quizá por eso.

Recientemente he visto la situación inversa. Un original japonés y la copia coreana. La copia coreana, 컨피던스 맨 KR [Confidence man KR], se estrenó recientemente, se puede ver en Amazon Prime Video, y su título en inglés/castellano es Confidence Queen/La reina de la confianza. El original japonés, コンフィデンスマンJP [Confidence man JP], es de 2018, se puede ver en Netflix, y su título en inglés es The Confidence Man JP. O sea… prácticamente igual que el original. En ambas hay un trío protagonista de timadores, con una mujer al frente (Masami Nagasawa/Park Min-young), un miembro masculino de mediana edad (Park Hee-soon), algo mayor en la japonesa (Fumiyo Kohinata), y otro miembro masculino, más joven, y reticente a las actividades del trío (Masahiro Higashide/Joo Jong-hyuk). Los timos en ambas series son prácticamente los mismos o muy similares. Y en ambos casos hay una pléyade de colaboradores recurrentes en los timos, mientras que hay disintos primos en cada timo. Hay que decir que los timadores tienen un punto de justiciero, ya que los primos suelen ser malvados o egoístas, y suelen ser elegidos por haber perjudicado a algun inocente. O presunto inocente, que de todo hay.

Pese a todas estas similitudes, el tono de ambas series no es el mismo. La serie japonesa es una comedia en todo momento; incluso cuando parece ponerse seria, acaba saliéndose por peteneras. Los timos son extremadamente elaborados y alambicados, exigiendo una enorme cantidad de recursos, por lo que al final la ganancia es pequeña, y en algún caso pierden dinero. La coreana también, pero se sacan de la manga una historia de fondo con cierto tono dramático, por algo que le sucedió a la protagonista femenina en la infancia, y que se traslada a algunos momentos de los timos, y es la causa de uno de ellos, que busca venganza sobre alguien. La serie coreana tiene mucho más glamour, con la protagonista principal «protagonizando» un constante pase de modelos y en un ambiente de lujo. La serie japonesa pasa de esto, y la protagonista femenina, chabacana en ocasiones, es mucho más pedestre y cambiante. Eso sí, cuando se pone guapa,… yo diría que es más guapa que la coreana, que constantemente sale guapa… pero con ese aire artificial que muchas veces acompaña a las actrices surcoreanas. No pocas de ellas han pasado por el quirófano, para «perfeccionar» rasgos, lo cual no es el caso en la mayor parte de las actrices japonesas. Hay marcadas diferencias entre ambos países por vecinos que sean.

La cuestión es que… me quedo con la serie japonesa. Es divertida de principio a fin. Los personajes son más espontáneos y cómicos. Toca más tierra y el mundo real, y eso genera beneficios para la serie de cara a la identificación del espectador. Y creo que, al menos la protagonista femenina, que al fin y al cabo es la protagonista principal, es mejor actriz que la coreana. Aunque probablemente cobre mucho menos. Si vemos las valoraciones en IMDb, que reconozco que no son siempre fiables, la serie japonesa está apreciablemente mejor valorada que la coreana. Podrá parecer que entre 7.5/10 y 6.3/10 no hay mucha diferencia… pero sí que la hay. Mucha más de la que parece. Y os lo dice alguien que a trabajado con encuestas y estudios de opinión de usuarios y clientes.

Hay alguna otra pareja de series que están en la misma tónica. Y estaba esperando ha hacer este comentario a ver la versión japonesa que me falta. Pero como la estoy retrasando mucho, quizá porque no me atrae mucho, vista la coreana, que curiosamente tenía la misma protagonista que en la que he comentado hace un momento. Pero sí que surgió entre tanto una serie coreano-japonesa en Netflix, Tokumei no koibitotachi [匿名の恋人たち, amantes anónimos], internacionalmente conocida como Romantics Anonymous, que es una adaptación en serie de una película francobelga, Les emotifs anonymes. Que no he visto.

En la serie, la protagonista femenina es una joven coreana que vive en Japón (Han Hyo-joo), trabajando de forma anónima como chocolatera para una chocolatería pequeña pero de prestigio. Desde que perdió a su madre de niña padece escopofobia, un miedo irracional a ser visto o mirado por otros, y vive aislada, aunque con el apoyo del dueño de la chocolatería para la que trabaja. Este fallece, y la chocolatería es vendida a una chocolatera industrial, encargándose de su gestión el hijo del dueño (Shun Oguri), que sufre un trastorno obsesivo compulsivo, no soportándo ser tocado por otros, y con germofobia. En un tono de comedia romántica, ambos encontrarán su camino para ir superando sus lastres psicológicos, enterarse de quienes su auténtico amor, su auténtico romance, y salvar a la pequeña chocolatería de la desaparición. Lo cierto es que, aun con un comienzo titubeante, la serie ha resultado entretenida y con corazón. Una más en la que los japoneses renuncian a ese glamour en el que suelen basar los coreanos sus series, para dotar a la producción de más corazón y sentimientos. Ah, y un registro muy distinto el de Han Hyo-joo al de su papel de capitana pirata en un largometraje de hace tres años. Película bien interpretada, pero poco interesante.

[Viajes] La escapada del «cambio de hora» a Andalucía con película fotográfica (1)

Viajes

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Carlos en plata. Comentario técnico de las fotografías realizadas durante el viaje a Andalucía entre el 22 y el 26 de octubre de 2025 con Olympus Trip 35, Ilford HP5 Plus y filtro amarillo Heliopan.

Tuve un momento de grave depresión el martes de la semana pasada mientras revelaba los dos rollos de película en blanco y negro de la escapada del «cambio de hora» a Andalucía a finales del mes de octubre. Y es que en un despiste, llevo una vida ajetreada últimamente y mi cabeza no está en lo que celebra, me entró luz en el tanque de revelado. Uno de los rollos quedó irremediablemente arruinado. Del otro he podido rescatar fotos, gracias a la digitalización de los negativos. En una ampliadora, duda que hubiese conseguido obtener unas ampliaciones decentes.

Pero aquí os dejo unas cuantas de las que han quedado bien. He tenido que currármelo para obtener el contraste pretendido. Y en alguna se ven los reflejos de la luz que entró en el tambor de revelado. Pero bueno, menos da una piedra. Fotografías de Málaga y Antequera. Una pena, porque estoy convencido que mis mejores fotos hubieran venido de Granada y Álora. O a lo peor es algo que imagino, porque nunca lo podré comprobar.

[Libro] La gran serpiente – Pierre Lemaitre

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Buena parte de la novela transcurre en París, así que nos daremos un paseo por Montparnasse en fotos.

Pierre Lemaitre es un autor francés que ha gozado de fama y difusión en las primeras décadas del siglo XXI. Primero con sus policiacos, duros, implacables, con pocas concesiones a la amabilidad en los desenlaces o a la sensibilidad de los lectores partidarios de los finales felices. He leído un par de esos relatos policiacos. Y, a pesar de que no soy especialmente fan del género, me gustaron mucho. Los disfruté mucho, aquí y aquí… o quizá debería decir que los «sufrí» mucho. Pero su fama explotó con su dura y satírica crítica social a partir de los gueule cassée de la Primera Guerra Mundial, la cual se podía extender a ciertas formas de corrupción moral y política actuales. Que tuvo su segunda parte, que también leí. Y alguna otra cosa, que no me entusiasmo tanto, y que leí posteriormente. Y alguna novela que empecé… se me atascó… y abandoné el seguimiento de este autor. Hasta que hace pocos meses apareció en ofereta el libro que traigo aquí.

Se trata, al parecer, de la primera novela de crimen policiaco que escribió Lemaitre, y que permaneció inédita durante varias décadas. No encontró su camino en el mundo editorial. Hasta que, con la fama del autor establecida, fue publicada en los últimos años, probablemente revisada, confiando en que el nombre atraería a los lectores. Una novela que mezcla la dureza de las tramas policiacas del escritor, donde nada ni nadie está a salvo, con la ironía satírica y desmesurada de sus libros no policiacos más conocidos. Una antigua y bella resistente de la Segunda Guerra Mundial, en la que mostró una inquietante tendencia al sadismo con los invasores alemanes y colaboracionistas, acaba dedicándose el resto de su vida a ser ama de casa respetable hasta que, viuda, se dedica al oficio de asesina a sueldo. En la actualidad, con los sesenta cumplido, es antigua pero no bella, empieza a tener achaques, y despistes que hacen sospechar la enfermedad que lleva el nombre de un distinguido neurólogo bávaro nacido a mediados del siglo XIX puede estar al acecho. O algo parecido. El caso es que los despistes en sus trabajos llevan a que sus últimos asesinatos llamen especialmente la atención de la policía… y de la organización para la que trabaja. Y ambos la quieren «jubilar», unos mándandola a una «residencia» con barrotes en las ventanas tras el juicio penal pertinente, otros, por deceso.

Lo ciertos es que me ha parecido una novela divertidísima. Un poco como la antigua revista española Harakiri, tiene humor bestia y sangriento. La asesina puede no estar ya en sus mejores tiempos, cuando arrebataba por igual vidas de enemigos o «clientes» a lo bruto y corazones de sus compañeros más románticos. Pero sigue siendo una psicópata de mucho cuidado y sin escrúpulos. Su rastro de asesinatos mezcla el horror de la violencia con el humor negro, negrísimo, de las circunstancias en las que esa violencia sucede. Dicho lo cual, la novela no deja de ser un divertimento. Carece de la profundidad psicológica de las novelas policiacas posteriores del autor. Tampoco plantea un comentario social de cierto calado como otras de sus novelas no policiacas. Evidentemente, fue un ensayo de estilo y posibilidades, que está bien leer, pero que no tiene la madurez de las obras posteriores del autor. No obstante, me parece bastante recomendable. Como ya he dicho, yo me lo he pasado estupendamente.

[Cine] Frankenstein (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. No sé muy bien que pasajes quieren representar en la película, pero en el original, las acciones claves suceden a orillas del lago Lemán, que es donde se gestó la historia, en el año sin verano.

Frankenstein (2025; 50/20251103)

Sinceramente, no soy un fan del Frankenstein de Mary Shelley, que no he leído entera, algún pasaje en alguna ocasión. De hecho, me cuesta mucho tirar hacia delante con la literatura romántica. Una de las características del romanticismo, de la que se habla poco, pero de la que está impregnada este relato, es el anticientifismo. Poco a poco, desde Newton y otros coetáneos y a través de la ilustración del siglo XVIII, la ciencia ha ido desarrollándose y ha ido perfeccionando un método científico que le permitirá acelerar su progreso. Los desarrollos sobre la electricidad y el magnetismo, entonces todavía vistos como fenómenos distintos, están de moda, y eso se encuentra presente en el relato de Shelley. También la máquina de vapor, desarrollada a lo largo del XVIII está empezando a impulsar, tras las vicisitudes de las guerras napoleónicas, la revolución industrial que caracterizará el siglo XIX. Y el estudio del ser humano, de la anatomía, se va haciendo más libre de las influencias de la religión, y de los límites que esta imponía. Aunque a la biología y a la medicina le han de llegar todavía sus mejores tiempos. Pero Shelley, escritora romántica, utiliza ese miedo a la ciencia, a la técnica, mezclado con otras preocupaciones suyas, para desarrollar su relato, en el que el ser humano, el hombre en concreto, excluyendo a la mujer, se convierte en dios utilizando esta ciencia y esta técnica. Pero yo soy un chico de ciencias. Y no me van estas visiones que tienden a retrogradar el avance humano, sin mejorar el auténtico problema que es la ética del ser humano. En las últimas décadas, la postmodernidad ha tenido un papel similar, también anticientífico, paradójicamente ante el avance de las tecnologías de la información, que se ha reflejado, por ejemplo, en las historias de superhéroes que nacieron como reacción a los riesgos de la ciencia y la técnica que aparecieron en el siglo XX; la radiación, la mutación, los peligros de lo que podemos encontrar en el espacio… «ciencia ficción» anticientífica. Qué ironía.

Guillermo del Toro afronta la tarea de releer y reinterpretar a la criatura de Shelley, me resisto a llamarla monstruo, procurando ser fiel al espíritu de la escritora. Que como he leído en algún lugar escribe un relato de ambiente gótico más que de terror. El argumento tiene algunas alteraciones. Pero las cuestiones esenciales son menos. Y los ataques de ira de la criatura también más contenidos. Es más autodefensivo, que un furia ofensiva desatada. Sin embargo, no es la criatura (Jacob Elordi) quien es el protagonista. No. La criatura es una guía, en mi opinión, sobre el descenso a los infiernos en vida de Victor Frankenstein (Oscar Isaac). El científico que quiere crear, pero que no tiene un plan para su criatura. El moderno Prometeo que es capaz de robar el fuego de Dios o, si lo preferís, el fuego vital de la naturaleza, para crear una nueva vida, un nuevo ser.

A la obra de Shelley se le encuentran con frecuencia muchas interpretaciones y simbolismos,… no sé. Ya he dicho que sólo he leído parcialmente algún que otro capítulo. En lo que se refiere a la película de Del Toro, ya he mencionado por dónde creo que van los tiros y hay que interpretarla. Por lo menos, para un ser limitado como yo. Eso sí, en un lujoso envoltorio, como no podía ser de otra forma la capacidad creativa y realizadora del director mejicano. A nadie se le escapa la capacidad de crear universos y criaturas fascinantes. Como no podíamos esperar menos, a la realización se le pueden poner pocos peros, si es que se le puede poner alguno.

Sin embargo, las interpretaciones me resultan más problemáticas, lo cual puede sorprender a algunos o muchos. La mayor parte de la crítica ha alabado el trabajo actoral de la película. El problema es que las interpretaciones tirando a excesivas, incluso con un pizca de histrionismo, como las que nos regala Isaac, y en menor medida Christoph Waltz, no son de mi gusto. Siempre he preferido las interpretaciones contenidas, en las que se muestran ideas y sentimientos intensos sin necesidad de excesivos arrebatos o aspavientos. Es curioso encontrar a Isaac en esta película, ya que fue célebre su participación en un derivado moderno del concepto de Frankenstein que alcanzó bastante fama. También el papel de Mia Goth me resulta un poco excesivo, y con una justificación justa en su inserción en la acción para la aparente relevancia que tiene. Cogida por los pelos. Quizá el que mejor, Elordi, mucho más contenido a pesar de ser el más aparatoso en su caracterización como la criatura.

No lo voy a negar. En mi valoración algo justa comparado con lo que se comenta por ahí, en crítica y público, aunque este esté más dividido, influye mucho, y he de reconocerlo, mi poca apetencia por el género gótico en general y por la obra original en particular. Aunque me estoy planteando darle una oportunidad a esta. La de leerla completa, quiero decir. La película es recomendable, sin duda alguna, pero los aficionados al género la disfrutarán inmensamente más que quienes, como yo, se acercan con escepticismo al mismo.

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Fotos] Último día de fiestas con fotografía instantánea

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Paseando con Hasselblad 500CM, el respaldo NONS instax y película instantánea Instax Square.

No me gustan las Fiestas del Pilar en Zaragoza. Siempre intento que parte de las vacaciones de principios de otoño coincidan con ellas, en todo o en parte. Pero las necesidades de programación y de coordinación de calendarios hace que no siempre pueda evitar coincidir en Zaragoza en fiestas y con vacaciones. Como digo entonces, con no pasar al norte de la Plaza de Paraíso… todo es razonable.

Pero este año, el último día de las fiestas, el 13 de octubre, festivo por caer el 12 de octubre en domingo, hube de bajar al centro. Muy pronto por la mañana. Así que no había mucho follón. Había quedado con algunos amigos. Y me llevé alguna cámara. Siempre lo hago.

Por el camino fui haciendo algunas fotos del paisaje urbano, que estaba algo modorro cuando bajé. Luego se fue animando. Y ya nos animamos nosotros adecuadamente cuando nos encontramos. En lugar de bajar a la hora del aperitivo y el tapeo, a la que preveíamos mucha afluencia de gente, aunque el día no acompañaba, optamos por un “brunch” aragonés. O sea, el almuerzo de toda la vida con huevos, patatas y longanizas. Es para lo que dio la mañana.

[Cine] Den stygge stesøsteren (La hermanastra fea) (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El cambio de guardia en el palacio real de Oslo será adecuado para ilustrar esta entrada sobre príncipes y nobles.

Den stygge stesøsteren (2025; 48/20251030)

Recupero la película que me salté hace unos días en mis comentarios cinematográficos. Y tengo que empezar a planificar mejor estos comentarios, porque se me han acumulado en estos días. Incluida la película de hoy, son cuatro los estrenos que tengo pendientes de comentario, porque esta semana ha sido muy prolífica, debido a una serie de estrenos interesantes que se han producido recientemente. Pero vamos con esta extraña versión del cuento de la Cenicienta vista desde la perspectiva de su directora y guionista, la noruega Emilie Blichfeldt.

La cosa empieza con ironía. El día de la boda del padre de Cenicienta con la que será su madrastra (Ane Dahl Torp), que llega acompañada de sus dos hijas a la mansión de la familia de Agnes (Thea Sofie Loch Næss), el nombre real en la película de Cenicienta. Pero durante el banquete, ambas partes comprenderán que ambas partes están arruinadas, por lo que ninguna de las partes mejora su situación económica con el matrimonio. Y con la impresión, el padre de Agnes muere. La única solución para salir a flote es conseguir que un de las tres chicas se case con el príncipe. La solución obvia es la bella Agnes; pero una áspera discusión con la madrastra hará que esta opte por Elvira (Lea Myren), su hija mayor, que tiene un problema. No es especialmente atractiva a los ojos de los hombres. Así que mientras la hermanastra menor pasa de todo y va felizmente a su aire, Cenicienta se dedica a sus tareas domésticas mientras liga con el jardinero, la hermanastra mayor sufre un duro proceso de transformación corporal para poder competir por los favores del príncipe.

Blichfeldt toma pues el punto de vista de la hermanastra «fea» para contar la historia tradicional, pero con una transformación notable en las personalidades de los caracteres. Todo ello con el fin de poner en solfa, de realizar una crítica mordaz, y a ratos desagradable, ya que la película podría entrar dentro del género del llamado terror corporal, sobre los estándares de belleza impuestos a la mujer por la sociedad. Elvira no es fea, realmente. Es una chica normal. No está gorda ni tiene sobrepeso, pero acumula una ligera barriguita y tiene muslos rotundos y cara redonda. Por lo que ya la llaman gorda. Tiene unos rasgos normales, perfectamente aceptables, pero para ser princesa hay que tener las nariz, la boca y los ojos perfectos. Y así, etcétera, etcétera. Mientras, el príncipe es un caradura superficial y mujeriego, mientras que Cenicienta pasa de todo y tiene su mirada puesta en los atributos masculinos del jardinero. En su conjunto, es una sátira ácida, con bastante mala baba.

La realización es muy notable. La traslación al pasado indefinido de los cuentos, (¿siglo XVII, XVIII, principios del XIX?) es realista. No hay brillo en los escenarios, no hay iluminaciones maravillosas con candelabros que producen una sorprendente cantidad de luz a pesar de ser simples velas… Todo es sombrío, algo cutre. Incluso los nobles y el palacio real tiene su parte de pedestre. Una puesta en escena que refuerza la historia. Y acompañada por excelentes actuaciones, especialmente por su protagonista, Lea Myren, y la madrastra, Ane Dahl Torp.

Notable película por lo tanto, que merece una recomendación, aunque en mi valoración subjetiva global se quede en el aprobado, porque la verdad es que no me van mucho los excesos de eso que se ha dado en llamar el «terror corporal», el derivado de transformaciones generalmente desagradables. Pero es una película notable que apenas ha tenido repercusión mediática, porque cada vez más los medios se preocupan más de los extremadamente comercial que del buen cine.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; embajadoras, primeros ministros, vicepresidentes, presidentas y demás comparsas

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Fotos en serie. En Londres, no lejos del número 10 de Downing Street y otros centros del poder británico.

Recientemente me vi casi de tirón la tercera temporada de The diplomat. Esta es una de mis series favoritas en la actualidad. Principalmente por dos motivos. Los guiones y argumentos son estupendos, bien planteados; no se si los escenarios que plantean son verosímiles. Pero lo parecen. Y por otro lado, por las excelentes interpretaciones. Decir a estas alturas que Keri Russell y Rufus Sewell son excelentes intérpretes a quienes me gustaría ver en pantalla grande en proyectos de nivel, es una obviedad. Son muy buenos. Russell, en especial, desde su papel de espía rusa trasplantada a Washington en tiempos de Reagan me tiene encantado.

Pero es que todo el resto del reparto, cada uno a su nivel, están estupendos. Buenísimo el actor británico, Rory Kinnear, que interpreta al errático primer ministro británico; lo borda. Me encanta Ali Ahn como responsable de la CIA en la embajada londinense, con ese toque entre responsable, cínico y vulnerable que muestra tras su máscara de dura agente de inteligencia. Pero es que seguir mencionando a todos los que me gustan sería excesivamente prolijo. Cierto es que una base importante para su buen trabajo es la excelente definición de caracteres que tiene la serie y los estupendos diálogos que les proporcionan los guionistas.

En esta temporada nos hemos encontrado a la embajadora con un doble papel. Tras frustrarse su posible candidatura a la vicepresidencia tras el fallecimiento repentino del presidente y el acceso al puesto de la entonces vicepresidenta (Allison Janney), se ve en un doble papel que no voy a mencionar para no chafar las sorpresas de los primeros capítulos a quienes no la hayan visto aún. La cuestión es que asistimos a una escalada de escapadas hacia delante conforme aumenta el riesgo de que los secretos de estado que no debieran desvelarse salgan a la luz. Y los tradicionales aliados, EE.UU/R.U., corren el riesgo de alcanzar un grado de desconfianza que rompa, sino para siempre, durante mucho tiempo la confianza entre ambos. Y la escalada no cesará y los secretos y las mentiras se acumularan… pillando a nuestra querida embajadora a contrapié las más de las veces.

Con la misma fórmula de una parte de humor, una parte de drama, una parte de intriga, una parte de crítica política, la serie se vuelve más ácida hacia las mentiras del poder. Llama la atención que justo cuando en cartelera hemos tenido una excelente película sobre los riesgos nucleares, estos hayan aparecido también en esta serie, de forma no menos preocupante. Pero si queréis conocer los detalles, tendréis que verla. En Netflix está. Y es absolutamente recomendable.

[Fotos] Me gusta esta película que reenvasan en Valencia…

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Probando la película 4Hundred Film expuesta con Canon EOS 650 y objetivo EF 85 mm f1.8. Me olvidé quitarle el ajuste de impresión de fecha que había usado para otra cosa… así que todos podréis saber cuándo están hechas las fotos.

En un desplazamiento a Shuave Shop para recoger rollos de película revelados y para dejar rollos de película a revelar, compruebo que tienen en stock la película 4Hundred Film. Película reenviada en Valencia, había tenido la oportunidad de probar las 1Hundred Film y 8Hundred Film. La primera, película Kodak Aerocolor IV, la segunda tiene todas las pintas de tener su origen en la gama de las Kodak para cinematografía. La primera me convence a ratos, la segunda me parece una opción a considerar.

Compré un rollo de 4Hundred Film, lo cargue en una de las cámaras Canon EOS, para tener una cámara eficaz que expone bien la luz y para la que dispongo objetivos nítidos de diversas focales. Opté por ponerle un teleobjetivo corto, y me di varios paseos con ella. Y me gustaron mucho los resultados. Probablemente su origen esté también en la gama Kodak de película para cinematografía, pero tan apenas me he encontrado los (a veces molestos) halos rojos en las bordes contratados.

[Cine] Ballad of a small player (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Uno de los días más divertidos de mi vida estando viajando solo, a mi aire, durante 24 horas, en Macao.

Ballad of a small player (2025; 49/20251101)

Me salto una película, la que hace la número 48 de 2025, que comentaré otro día, y paso a hacer un comentario rápido de este largometraje que se estrenó recientemente en Netflix, y que me llamó la atención por diversos motivos. Con un reparto interesante, y un director, Edward Berger, que en los últimos tiempos nos está presentando trabajos no menos interesantes, como este, o este, me llama la atención que parece haber llegado a la plataforma de contenidos de forma un tanto subrepticia. De tapadillo. ¿Poca confianza en ella? Vamos a ver.

En Macao, un presunto aristócrata británico, Colin Farrell, agota su crédito en los hoteles y los casinos de la antigua colonia portuguesa. Todo parece ir cuesta a abajo, en un proceso de desmoronamiento personal imposible de frenar. Pero conocerá a una prestamista china, Fala Chen, con la que iniciará una cierta relación, entre lo real y los fantástico, que puede dar esperanza a su situación, mientras una investigadora, Tilda Swinton, va tras él para reclamarle el dinero de sus deudas en otras latitudes del mundo.

La película, que en español tiene el tonto título de Maldita suerte, me generó mientras la veía sentimientos contrapuestos. Ciertamente, el oficio como realizador del director se nota, con planos precisos y ambiciosos, que cambian de tono entre la atmósfera del lujo de los casinos y de las suites de hotel, y los paisajes urbanos menos glamurosos que se pueden encontrar en algunos barrios o en las áreas costeras de Macao. Pero el tono entre el thriller y la historia de fantasmas no acaba de convencerme del todo, y en varios momentos de la película estuvo a punto de sacarme de ella. Especialmente estando viéndola en casa, un lugar donde te desconcentras más fácilmente que en la sala de cine.

Por otro lado, las interpretaciones tienen su mérito, pero se apoyan demasiado en el papel de Farrell, al que obligan a adoptar un tono quizá demasiado histriónico, cuando yo siempre me siento más a gusto con interpretaciones contenidas y sutiles. Si a eso sumas algunos planos visceralmente desagradables… lo que decía. Estuve todo el tiempo con un pie fuera del filme. Un filme que no me atrevo a recomendar, pero al que el amante del cine menos convencional quizá quiera dar una oportunidad. Desde luego, una película que no imaginaba yo que tuviera su sitio en una plataforma como Netflix, tal y como está evolucionando la plataforma en los últimos tiempos. En cualquier caso, como alguien ha dicho por ahí… ¿mucho ruido y pocas nueces? Que cada cual valore.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Viajes] El cuarto viaje a Japón con película fotográfica

Viajes

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Carlos en plata. Comentario técnico de las fotografías realizadas durante el viaje a Japón entre el 30 de septiembre y el 7 de octubre de 2025 con Pentax 17 e Ilford XP2 Super.

En su momento ya hice el resumen fotográfico del viaje a Japón de principios de octubre, ilustrado en ese momento por algunas de las fotografías digitales que tenía ya disponibles. Es la gran ventaja de la fotografía digital, su relativa inmediatez. Pero ya sabréis que soy aficionado a otras técnicas fotográficas menos inmediatas, a la fotografía con película tradicional, en esta ocasión con negativos para blanco y negro.

La combinación utilizada de película y cámara es sólo relativamente novedosa. Es cierto que no la había usado todavía. Pero lo cierto es que cada una de ellas por separado sí que las había usado con mayor o menor frecuencia, y sé que son fiables a la hora de ofrecer resultados.

Y aquí os dejo una selección de esos resultado, espero que os gusten.

[Cine] The life of Chuck (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. La película empieza en algún lugar de California… así que a algún lugar de California nos vamos fotográficamente hablando. A San Francisco en concreto.

The life of Chuck (2025; 47/20251021)

Años atrás hubiera empezado este comentario cinematográfico manifestando mi extrañeza por el hecho de que no se hable más de esta película. Sinceramente, hasta unas horas antes de ir a verla, en vísperas de salir de viaje a Málaga, poco sabía de ella. Su director, Mike Flanagan, no me llamaba especialmente la atención. Su carrera se ha dedicado principalmente al terror y misterio, géneros que pocas veces me llaman la atención, aunque no niego que existan buenas películas encuadradas en ellos. Pero… poco interés habían despertado sus películas. Y que esta película esté basada en un relato de Stephen King. Mucho se ha adaptado de este autor. Pero por cada película sobre sus novelas que me ha llamado la atención, hay varias que me han resultado absolutamente indiferentes. Así que…

La estructura de la película no es lineal. Bueno,… sí es lineal, pero con la línea del tiempo a la inversa. En tres actos, empezando por el tercer acto y terminando el primer acto. No me apetece mucho especificar el contenido de los tres actos, porque… bueno, no se trata tanto de destripar la película sino de respetar la forma en que se presenta la vida de Chuck (Tom Hiddleston/Jacob Tremblay/Benjamin Pajak/Cody Flanagan). Desde ese episodio extraño y apocalíptico protagonizado por Chiwetel Ejiofor y Karen Gillan, hasta el amplio episodio que nos permite saber de dónde viene Chuck y cómo eligió su camino en la vida, pasando por ese interludio musical simpático que nos permite entender quien es.

Una película muy bien planteada y presentada, bien rodada y con buen ritmo, que disfruta de unas interpretaciones con oficio y calidad. En los intérpretes veteranos, no extrañan, porque sabemos que son intérpretes con mucho oficio. Pero una sorpresa muy agradable en los más jóvenes, que llevan el peso del primer acto, último episodio de la película. Pero sobretodo una película con corazón, optimista, pero nada empalagosa, en la que entendemos las alegrías de la vida, pero también las tristezas, cómo todas ellas son parte de esa vida, cómo son complementarias, cómo son necesarias las tristezas, inevitables por otra parte, para disfrutar más y mejor de las alegrías.

Esta película ha pasado relativamente desapercibida por la cartelera. Todavía está hoy domingo en Zaragoza. Dejará de estarlo a la hora de comer. Y nada de versión original, ya. Y sin embargo es de lo que mas me ha gustado en lo que llevamos de año. Quizá no como para premios y esas cosas. Pero sí para pasar un buen rato de cine, salir con el alma un poquito más ligera, y quedarte con la solfa que a pesar de las enésimas partes, de los nuevas versiones, de contar la misma película de acción una y otra vez con los mismos o distintos superhéroes, todavía queda margen en el mundo del cine para contar nuevas historias que nos digan algo.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; reyes, reinas y otros figuras de la baraja española

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Fotos en serie. Supongo que cuando se decidió instalar estatuas de los reyes de los reinos hispánicos medievales en distintos lugares de Madrid, como la plaza de Oriente, nadie se lo plantearía como una parodia. Pero sus anacrónicos atuendos y portes a mí me parecen de los más paródico.

Breve entrada para comentar una serie española que he visto recientemente en Amazon Prime Video, para la que ya se anuncia una segunda temporada a estrenar en algún momento de 2026. No soy muy dado a las series españolas. De vez en cuando, cuando se estrena alguna en alguna de las plataformas de contenidos a las que tengo acceso, empiezo con el primer episodio… y generalmente no llego a terminarlo. El motivo por el que no me atraigan puede ser diverso; porque ya tengo bastante con la realidad del país que vivo a diario, porque los temas que tratan no me interesan, porque andan un poco escasos de guiones de cierta calidad… Pero hay un motivo que me parece que sobresale. Los intérpretes españoles, que pueden hacerlo muy bien en largometrajes, por lo menos los que tienen cierta experiencia en la profesión, en series de televisión suelen ser flojísimos.

No es el único país en el que pasa. Es algo que me llama la atención también en las series/películas surcoreanas. Lo que pasa es que las series surcoreanas me las meriendo en muchas ocasiones por el factor guilty pleasure, que ya he comentado en otras ocasiones. Supongo que la forma en que se ruedan las series hace que los directores, mucho menos importantes en televisión que en el cine, no se tomen tan en serio lo de dirigir a los actores, y como hay que cumplir con los presupuestos, pues no es cuestión de entrar en demoras en el rodaje y esas cosas que cuestan dinero. No sé. Es por buscarle explicaciones. Bueno… la serie que comentamos hoy, una comedia sobre monarquías hispánicas más o menos ficticias, tiene unas interpretaciones razonablemente sólidas. Y eso bastó como para que terminara el primer episodio… y siguiera.

La premisa… Pilar, princesa heredera (¿de Asturias?; se supone, nunca se menciona el título que yo recuerde), hija del rey Alfonso (¿XIV?; creo que tampoco se menciona), es una crápula de mucho cuidado, que ha pasado de su educación como futura heredera, y se ha dedicado a irse de juerga con algunas amigas (¿de fiar?) y a tener algún amorío con algún que otro príncipe de otras casas reinantes (a veces con consecuencias desagradables). Pero, huérfana de madre, su padre es un crápula de la misma estopa. Y metido en líos de corrupción con dineros, va a iniciar «una gira de meses» por Sudamérica, aparatándose de los focos de la prensa y de la justicia. Y durante esos meses, la princesita tendrá que asumir el rol de forma interina.

Desde el punto de vista de lo que critica, o pretende criticar, la serie, es decir, la monarquía como forma de gobierno… pues lo consigue sólo a medias. No trata de los problemas globales de esta forma «elegir» al jefe del estado, que es de todo menos democrática, puesto que rompe de plano con el principio de igualdad de oportunidades y de soberanía popular a la hora de elegir sus gobernantes, sino que se centra en el carácter de dos individuos, la princesita y el monarca coronado, de calibre moral ínfimo, aunque la cosa vaya de que la princesita vaya por el camino de la redención. Se queda un poco en la anécdota de la situación. Desde ese punto de vista, y dado que ignora en gran medida el papel del ejecutivo y el legislativo en todo esto, con quien se ceba de forma notablemente ácida es con el judicial, presentando a unos jueces de Tribunal Supremo y similares de una calaña tal que… ¡jodo! Así que, desde este punto de vista, no suspende, pero tampoco saca buena nota la serie.

Pero en lo que consigue ir prosperando es en sus cualidades como ficción televisiva razonablemente realizada e interpretada. Especialmente, interpretada. Su protagonista, Anna Castillo, y el que hace de secretario, el veterano Ernesto Alterio, lo hacen muy bien. El resto del reparto acompaña adecuadamente, en papeles más o menos serios. Más bien menos. La serie no deja de ser una sátira. Una sátira blandita, pero sátira al fin y al cabo. Creada y escrita por Borja Cobeaga (que también dirige varios episodios, y quizá eso explique que se preocupe por la dirección de actores) y Diego San José, me parece mejor que lo que el público votante en IMDb está por la labor de reconocer. Podría ser mejor, pero es un entretenimiento más que razonable, que además no te hace perder mucho tiempo, con episodios de 30 minutos que transcurren con agilidad. Supongo que, cuando se ponga a disposición de los abonados, seguiré con la segunda temporada, a ver si al menos mantienen el nivel.