[TV] Cosas de series; epopeya familiar y enredo familiar

Televisión

De repente me encuentro con que tengo un montó de series acumuladas para comentar. No sé muy bien como ha sucedido esto. Y no sabía si seguir el orden de visualización, agrupadas como siempre por algún criterio de algo que tengan en común, o dar un poco de prioridad a lo que simplemente me apetecía comentar. Así que al final he optado por esto último, aunque la temporada segunda de una de las series terminé de verla justo ayer. Pero, realmente, es una de las mejores series del momento, bien hecha, bien interpretada, y con alma, y me apetecía hablar de ella. Ya.

La acción de la serie transcurre mayoritariamente en Japón. Entre Osaka y Tokio, con alguna otra localización como alguna zona rural y Nagasaki. Y Nagano en el último episodio. Por ello, fotográficamente nos trasladamos al parque Ueno en la capital nipona.

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Pero vamos primero con The perfect couple, una serie original de Netflix que vi antes de mis vacaciones. Seis episodios de una hora de duración para desentrañar el misterio de un asesinato, en una mansión de ricachones en la isla de Nantucket, en la costa atlántica de los Estados Unidos. Uno de los hijos (Billy Howle) de de una pareja «perfecta» formada por una escritora de superventas de fama (Nicole Kidman) y su marido (Liev Schreiber) se va a casar con una chica (Eve Hewson) de una familia normalita. Pero durante los festejos previos a la boda, la mejor amiga de esta (Meghann Fahy) y su dama de honor es encontrada muerta en la piscina de la mansión. Y pronto se sospechará un asesinato. Y también que la pareja «pefecta», y su «perfecta» familia, pueden no ser tan «perfectos».

Una adaptación de una novela reciente, realmente todos los elementos de este drama criminal suenan a vistos con anterioridad. Es curioso que poco después de ver la serie, preparando el viaje a Singapur, para ambientarme, vi de nuevo Crazy rich asians, que también va de la relación de una chica normal con un ricachón, en el ámbito de las fiestas por un bodorrio. Y salvando las distancias entre un drama criminal y una comedia sin crímenes notorios, los estereotipos son los mismos. Por lo que el principal aliciente es el reparto de campanillas, al menos a priori, y la esperanza de que, aunque no sea muy original, se deje ver. Al final te deja insatisfecho. No está mal, se deja ver. Tiene la virtud de ser sólo seis episodios, pero tienes la sensación de que podría haberse hecho mejor. El buen hacer de varios de sus intérpretes eleva el producto, pero no lo acaba de sacar de cierta mediocridad. Uno de los problemas es que es difícil empatizar con ninguno de los personajes. Ni puedes decir que haya un/a villano/a atractiva que te enganche. Na…

Pero tenemos como plato fuerte de esta semana la segunda temporada de Pachinko, la serie de Apple TV que también adapta una novela de éxito de una autora coreano-norteamericana. Recordemos que, a pesar de que la acción transcurre principalmente en Japón, y los diálogos son en coreano y japonés, con una minoría en inglés, la serie es una producción estadounidense. Y nos cuenta la peripecia de una familia de coreanos, que inmigraron a Japón antes de la guerra mundial, y permanecieron en el País del Sol Naciente tras la misma. La historia se nos cuenta en dos líneas temporales paralelas. La principal que es la historia de la vida de Kim Sunja (Kim Minha) desde que queda embarazada y se traslada con su marido a Osaka junto con el resto de su familiar. La secundaria es lo que sucede en los años setenta del siglo XX, con Sunja ya anciana, y su nieto Solomon (Jin Ha) luchando por ser alguien en un país donde los prejuicios siguen presentes, incluso siendo un joven nacido en Japón y educado en Japón. Los temas principales son el esfuerzo por sobrevivir y prosperar en circunstancias diversas, muy difíciles en ocasiones, de la familia, y la discriminación debida al racismo y la xenofobia que sus miembros sufren tanto por la población japonesa, como por los americanos cuando se relacionan con ellos.

La novela en la que se basa la serie tiene tres partes o tres libros. Y, como podíamos suponer, la segunda temporada adapta el segundo libro, con elementos del tercer libro en lo que se refiere a la línea argumental de Solomon. Abarca la época de la guerra mundial y la inmediata posguerra. Si los hilos conductores principales de la trama principal giran en torno a Sunja, y en torno al padre biológico (Lee Min-ho) de su primer hijo, Noa (Kim Kang-hoon). El centro de atención de esta segunda temporada, por decirlo de alguna forma, es la evolución de este, en su lucha por superarse y entrar en la universidad. En la época moderna, Solomon inicia una relación con una joven japonesa de buena familia (Anna Sawai), al mismo tiempo que intenta recuperarse de los reveses sufridos en su empresa y en sus negocios. Aunque eso le suponga vender su alma al diablo. La serie sigue con un nivel altísimo. Con interpretaciones excelentes y una cuidadísima producción, hay algunos episodios verdaderamente antológicos. Para mí es de lo mejor de la actualidad. Desde luego lo mejor que he visto yo en los últimos tiempos.

[Cine] Across the river and into the trees (2022)

Cine

Across the river and into the trees (2023; 59/20231025)

No sé muy bien que ha pasado o está pasando con la distribución de esta película. Aunque dirigida por la directora española Paula Ortiz, es una película británica. Entiendo por algunas cosas que he leído, que la adaptación de la novela homónima de Ernest Hemingway es un proyecto que viene de largo en el Reino Unido. Que se contemplaron varias opciones para su dirección, y que otros intérpretes aparecieron como posibles protagonistas, hasta que el proyecto recaló en Ortiz y se realizó una selección de reparto definitivo. La película se rodó en 2020. La ficha de la película en IMDb la data en 2022. Pero más allá de alguna exhibición en algún festival, su explotación comercial no ha comenzado hasta octubre de 2023 en España. Que es la nacionalidad de la directora, pero no de la película. Está rodada en inglés e italiano. En IMDb no aparecen fechas previstas de estreno en ningún otro país. Ni siquiera el Reino Unido. O Italia, de donde es buena parte del reparto y donde está rodada. Me tiene sorprendida la cosa.

No soy muy aficionado al cine de Paula Ortiz. Creo que es una directora que tiende a perderse en las formas, en un esteticismo exagerado, pero que no narra bien las historias. Y eso es importante. No me convenció su adaptación de Lorca, y de su primer largometraje, que son más bien tres cortos vinculados por algunos temas comunes, sólo me convenció una de sus historias. No es que sea ninguna catástrofe ni nada de eso… pero no me acaba de convencer. En cualquier caso, las críticas, pocas, que pudimos leer, la consideraban bastante bien. Y aunque su carrera en la cartelera zaragozana fue breve en lo que se refiere a la versión original, la que en mi opinión debiera ver todo el mundo, hubo un evento especial con la presencia de la directora, y con un precio más favorable, así que allí nos presentamos. No somos muy partidarios de estos eventos. Los debates que se configuran no tienen especial riqueza, muchas veces son un juego de lanzarse flores todos mutuamente con poco sentido crítico. Y teniendo en cuenta que Ortiz es de aquí, de Zaragoza, sospechábamos que el público, sería más un cla entregada que aficionados con sentido crítico. Buscamos unas butacas estratégicamente situadas, y durante los créditos finales abandonamos el local. Desconozco la naturaleza del debate. En una ocasión ya se me encaró alguien por comentar que su adaptación de Lorca no me convenció, acusándome de no apoyar «lo de aquí». Curiosamente, aquella persona no había ido al cine a ver la película. Siempre me ha parecido que la mejor manera de apoyar a un creador es pasar por taquilla, no aplaudir desde lejos incondicionalmente.

La película narra la peripecia de un coronel del ejército americano (Liev Schreiber) estacionado en Trieste, que ante la noticia de que padece una afección cardiaca potencialmente fatal, emprende una última búsqueda en su vida, aparentemente cazar patos en la laguna de Venecia, hay algo más, y se dirige a la capital de la Serenissima Repubblica, pocos meses después del final de la Segunda Guerra Mundial, en compañía de un sargento (Josh Hutcherson) que le coloca el capitán médico. En Venecia conocerá a una joven contessina (Matilda De Angelis) que con su vitalidad y optimismo atacará frontalmente la pesimista fortaleza existencial en la que se ha encerrado tras su participación en dos contiendas bélicas mundiales y la pérdida de su único hijo en la última.

Este tercer largometraje de Paula Ortiz es el primero en el que no escribe el guion. Ya he comentado que es un encargo. Desconozco en qué medida la adaptación cinematográfica es fiel al original de Hemingway, una novela que gozó en su momento de los favores del público, pero no de la crítica. La he buscado para leerla. En versión original. Pero lo cierto es que el guion es bueno. Los diálogos inspirados. Especialmente en su primera mitad. Tanto las interacciones del coronel con el sargento, que representa a la gente común, con una sabiduría primaria, como con la contessina tienen mucha chispa. Están muy bien. Formalmente, fotografiada por el experimentado y solvente Javier Aguirresarobe, en su mayor parte en blanco y negro y formato académico [1.37:1], está bien. Aunque en muchas ocasiones parece que es un publirreportaje turístico de la ciudad de Venecia, cosa que no me agrada. El trayecto en lancha en el que se conocen los dos protagonistas es absurdo en su recorrido, y parece más pensado para dar un paseo turístico por la ciudad que centrado en lo que pasa entre ambos. Pero esto, a lo peor, es un problema de quien conoce bien la ciudad y la hubiera retratado o integrado en la historia de una forma menos tópica. No me convence del todo las decisiones de ambientación… han emulado el blanco y negro de las películas clásicas de Hollywood de los años 40, y tal vez le hubiera sentado mejor emular el blanco y negro del neorrealismo italiano, con algo más de bullicio en la ciudad, italiana al fin y al cabo.

Donde creo que la película destaca más es en la interpretación. Schreiber es un intérprete muy sólido; creo que está mucho menos reconocido de lo que merece. Pero a mí me gusta mucho. Tanto en esta película como en otras que le he visto. De Angelis cumple con nota. Ya la conocí hace unos meses en una serie de Netflix. Y me parece una intérprete muy sólida. Además de tener una notable belleza muy italiana. Con los atuendos de señorita de la nobleza, aparece siempre deslumbrante. Un pero le pondría, que confirmaré o no cuando lea la novela. En esta, el personaje de la contessina es una adolescente de 18 años… y eso no es así en la película. No puede ser. De Angelis, aunque joven, tiene una presencia mucho más madura y sólida. Pero tampoco creo que sea un pero muy importante.

Globalmente considero que es una película recomendable, sin duda. Hay alguna otra historia o película que resuena al verla. La muerte en Venecia de Thomas Mann y su adaptación al cine, son referencias obvias. La obra de Mann es ampliamente anterior a la novela de Hemingway, desconozco que si influyó en este. Aunque los estilos son muy distintos. Y luego, aunque el tono sea también muy distinto, no puedo dejar de pensar en Ikiru de Kurosawa, o su reciente adaptación británica con guion de Ishiguro, en el que también hay una interacción, de naturaleza distinta, entre el enfermo terminal y la joven que empieza su vida. No adapta la novela como a mí me hubiera gustado verla, pero es un trabajo notable. Insisto en que debería ser vista en versión original, algo que considero para cualquier película, pero especialmente en las bilingües, donde los cambios entre idiomas son importantes y pueden tener un especial significado. Supongo que en la versión doblada habrán respetado de alguna forma el bilingüismo, pero no lo sé. Como curiosidad, Ortiz está a punto de estrenar en noviembre su siguiente película. Pero por su tema… no sé si me va a llevar a las salas de cine.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Asteroid City (2023)

Cine

Asteroid City (2023; 37/20230616)

Con mucha expectación se esperaba la nueva película de Wes Anderson, que se está convirtiendo, ¡oh, cielos, qué horror!, en un director «de culto». Sea lo que sea lo que signifique ser «de culto», porque os puedo asegurar que a estas alturas de mi vida he escuchado conversaciones absolutamente delirantes sobre este concepto. Y sobre todo da miedo porque cuando un director se considera «de culto» por lo que está haciendo «ahora»,… suele «estropearse». Además es un sentido. Para mí, en el sentido original del concepto, «el culto» surgía con el tiempo, cuando una creación que en su momento recibió un interés limitado por el público y la crítica, con el paso de los años es reconsiderada, aumenta el número de sus partidarios y empieza a ser objeto de debate, a veces apasionado, manteniéndose en el candelero, no «en el candelabro» como decía aquella «Miss», de forma continua. Anderson es un director personal, con un estilo y una estética muy definidas, que ha conquistado ya el éxito de público y de crítica por varias de sus obras. Es no es «ser de culto», eso es ser un director de éxito y respetado. Pero en fin,… es muy difícil razonar sobre determinados conceptos con los «millenials«, que por otro lado no son ni mejores ni peores que otras generaciones, y también tienen derecho a opinar.

Con la película que hoy nos ocupa, Anderson sigue a lo suyo. Adultos perdidos, adolescentes rarunos, niños listillos, más o menos impertinentes, mujeres híbridas entre lo normal y lo fatal, y una estética muy definida en sus composiciones simétricas y en sus colores, que en esta ocasión se acercan peligrosamente al pop chiclé, para mi gusto. O pop piruleta. Lo cual quizá sea apropiado, porque el pop piruleta o pop chiclé (bubblegum pop), un concepto más próximo a la música pop que a lo visual, pero creo que perfectamente aplicable, se enraíza en el optimismo y el colorido de la sociedad de los años 50, aunque apareciese más tarde. En Estados Unidos. En España, el color dominante de los años 50 del siglo XX fue el gris mediocre. En fin… la televisión también era en blanco y negro, pero no el cine…

En cualquier caso, también alterna esa colorida estética con un blanco y negro más expresionista, en formato académico, o sea, cuadradote en lugar de panorámico, porque la historia principal es una historia dentro de otra historia. Es una obra de teatro, entre cuyos creadores e intérpretes también existe un drama que ha de ser contado. Así pues, dos historias, la de los intervinientes en el drama teatral y la del drama teatral, en el que unos adolescentes superdotados se reúnen para optar a un premio de ciencias otorgado por los militares en un pueblo perdido en el desierto donde hay un cráter de impacto, y que da nombre a la película, Asteroid City, y donde se desarrolla el drama «de ciencia ficción», con los extraterrestres propios de las tradiciones del desierto de Nuevo Méjico, mezclado con los accidentes geológicos del desierto de Arizona.

A caballo entre la comedia y el drama, con un reparto muy coral en el que destacan nombres como los que tienen más presencia, Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, los secundarios de lujo, Edward Norton, Liev Schreiber, Hope Davis, Margot Robbie, Matt Dillon, Steve Carell, Tilda Swinton, Jeff Goldblum, Adrien Brody, los protagonistas más jóvenes, Jake Ryan, Grace Edwards, o secundarios que hasta ahora pasaban desapercibidos pero que ahora vemos constantemente y que lo hacen bien, Hong Chau, gracias a los repartos inclusivos… vamos un montón de gente. Interesante de ver, o al menos de mirar, con un diseño de producción excelente, pero con un guion irregular, que parece abrir muchas vías de desarrollo para luego profundizar en pocas, o dejar insatisfechos con la forma en que lo hacen. Quien mucho abarca, poco aprieta. Tiene momentos que se acercan a la genialidad,… pero hay momento en los que decae, corriendo un cierto de riesgo de situarse en el nivel de los pestiños.

Recomendable para los aficionados al cine de Wes Anderson, puede atraer a algunos espectadores más con ganas de ver algo distinto, pero se queda muy lejos de los mejores momentos de su director. Y es que, como decía al principio, bajo esta nueva forma de conceptualizar el cine o los directores «de culto», el peligro de que estos descarrilen parecen que aumenta considerablemente.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] A rainy day in New York (2019)

Cine

A rainy day in New York (2019; 50/20191015)

Estamos ante la película anual de Woody Allen que debería haberse estrenado en 2018. Sin embargo, en medio de la vorágine del movimiento #metoo, movimiento que considero justificado en un gran número de casos y sobre el que creo que todavía hay situaciones reales de abuso contra las mujeres que no han salido todavía a la luz, alguien desempolvó cuestiones sobre el director de hace 25 años. Cuestiones que se trataron en su momento, incluso en el sistema judicial, pero que se desestimaron por los fiscales encargados de la investigación, decisión influida por la improbabilidad que señalaron los servicios sociales de que los presuntos abusos se produjeran. El hecho de que fueran cuestiones antiguas y desestimadas tras investigación, cosa que no se había producido con muchos de los casos que legítimamente denuncian en el movimiento #metoo, no impidió a Amazon, su distribuidora, aparcar la película por miedo a la mala prensa. Algunos intérpretes de la película también tuvieron miedo a ver manchada su reputación y empezaron a donar el salario cobrado por la película y acciones similares. Pero parecen más acciones derivadas de una presión colectiva que de una convicción sobre las acusaciones. A partir de aquí… sobre el caso,… yo no tengo una opinión clara, pero aunque no simpatice con todas las actuaciones personales de Allen, no creo que esté en la misma posición que otros acusados del movimiento #metoo. Demasiado embarradas las relaciones familiares de ese grupo como para desbrozar los intereses de cada cual.

La sección de Egipto del Met, el MoMA, Central Park o los garitos del Village o del SoHo son algunas de las localizaciones de la película, tan homenaje a Nueva York como muchas otras películas d

El caso es que finalmente Allen recuperó los derechos de distribución de la película que ha llegado a los cines como decía un año después de lo previsto. Y nos cuenta cómo dos universitarios, un niño pijo neoyorquino (Timothée Chalamet) y la hija de papá de un banquero del sur de los EE.UU. (Elle Fanning), que estudian en la misma universidad de Nueva Inglaterra, van a pasar un romántico día en Nueva York, que se tuerce de formas insospechadas. Aunque no necesariamente para mal. Especialmente cuando otras personas, atractivas, se crucen en el camino de él (Selena Gomez) o de ella (Liev Schreiber, Jude Law o Diego Luna).

Hace tiempo que venimos considerando que las película actuales de Allen son obras menores comparadas con los clásicos que podemos encontrar en su obra. En esta comedia romántica, incluso sus temas tradicionales aparecen mucho más moderados, apagados o casi ausentes. Estamos más ante el despiste vital de un joven de 21 años y la ambición todavía no correctamente encarrilada de su novia, en una relación más circunstancial que profunda, y cómo un día de lluvia y experiencias les puede llevar a cambiar su forma de entender las cosas. El caso es que la historia es simpática, muy entretenida. La película se mueve con ritmo.

Y las interpretaciones, sin ser de gran nivel, son suficientes para sacar adelante la misión encomendada. Ciertamente, Chalamet me parece que no está al nivel que muchos proclaman, que todavía tiene recorrido de mejora. Fanning está solvente aunque no a su máximo nivel. Y Selena Gómez es quizá la sorpresa, puesto que actúa con desparpajo, generando mucha empatía con su personaje. El resto del reparto tienen pequeños papeles que desempeñan con oficio.

¿Es recomendable? Pues sí, si quieres pasar un rato entretenido y no le has cogido, como muchos, manía al director. Dura muy poco más de hora y media y te arrancará más de un sonrisa. Sin más pretensiones.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****