[Fotografía (personal)] De mis fotos y mis cachivaches fotográficos ¡Ah!, y Gervasio Sánchez

Fotografía, Fotografía personal

Puesto que ayer, martes festivo y constitucional, volvimos a ir al cine, hoy tocaría hablaros de la película. Pero como todavía no he puesto en claro en mi cabeza que cosas me gustaron y que cosas no, y si la película en su conjunto me gustó o no,… pues lo dejo para más adelante, y hoy os pongo otra cosa.

En los últimos días, con abundancia de fiestas, ha hecho esencialmente buen tiempo. Después de la lluvia del viernes, se ha quedado un tiempo relativamente tranquilo, y dada la época en la que estamos, con luces razonables para no olvidarse la cámara en casa aunque sea para dar un paseo y estirar las piernas.

Como hice la compra el viernes, el sábado por la mañana estuve más relajado. Y la ligera bruma alta difundía la luz de tal modo, que incluso a mediodía la luz era razonable para hacer fotos. Como suele ser el caso cuando son simples paseos, me llevé la ligera Pentax K-x, sólo con el SMC-DA 40/2,8 Limited. Un pancake muy ligero también. Todo muy tranquilo y relajado.

Musgo en las piedras

Musgo en las piedras del Parque Grande.

Ventana cerrada

Contrastes cromáticos en una ventana tabicada del edificio de mantenimiento del parque.

Luces y sombras

Luces y sombras poco contrastadas a pesar de ser cerca de la una de la tarde; es decir, el mediodía solar.

El domingo por la tarde volvía a recurrir al mismo equipo para recorrer los parques que bordean el cauce del río Huerva desde que sale al aire libre en Miguel Servet y hasta su desembocadura. El cielo estaba más limpio, y por lo tanto la luz era más dura. Más difícil para obtener imágenes interesantes.

Paseando por la ribera del Huerva

Aunque agradable, el paseo por la ribera del Huerva está poco transitado.

Paseando por la ribera del Huerva

Las sombras de las ramas de los árboles de la ribera del Huerva suavizan la luz que cae sobre la tapia que separa esta zona verde del Parque Bruil.

Paseando por la ribera del Ebro

Llegados hasta la ribera del Ebro, bajo el puente de hierro espantamos una bandada de palomas con nuestra presencia.

Ayer por la mañana, nos tomamos unos chismes por el centro, pero antes paseamos por el mercadillo navideño de la Asociación española contra el cáncer (AECC), y estuvimos visitando la exposición Desaparecidos del fotógrafo Gervasio Sánchez una reflexión fotográfica en profundidad sobre el problema de las personas desaparecidas por la acción represora de los regímenes totalitarios que definitivamente conviene ir a ver. En esta ocasión, opté por la Panasonic Lumix GF1, con la tríada de objetivos completa: G 14/2,5 ASPH, G 20/1,7 ASPH y M.Zuiko 45/1,8. Aunque el gran angular no lo llegué a utilizar.

Mercadillo navideño de la AECC

Entretenimiento infantil en el mercadillo navideño de la AECC en la plaza de los Sitios de Zaragoza.

Desaparecidos - Gervasio Sánchez

Bastante animación en la exposición de Gervasio Sánchez, en muchas ocasiones familias contemplando las significativas imágenes.

Desaparecidos - Gervasio Sánchez

Poner rostro a los desaparecidos y sus familias, uno de los importantes objetivos de la exposición en el Centro de Historias de Zaragoza.

Colores

Contraste de luz y colores en las calles del barrio de las Tenerías.

Torero y santo

Qué le dirá el torero al santo en el rastro de antigüedades de la plaza San Bruno.

Por la tarde, salí con mucho tiempo para ir al cine, y así aprovechar la última hora de la tarde. Con el mismo equipo de la mañana, que es muy discreto ya que íbamos al cine después. Aquí si que usé el gran angular. Por cierto, que toda este tejemaneje con el equipo fotográfico me ha llevado a actualizar la página que le dedico al mismo para información de los curiosos sobre este tipo de cosas.

Puesta de sol… sin sol

Tenía que pasar por el Parque Grande para ir la cine, pero a lo que llegué al Cabezo Buenavista, siendo pronto todavía, el sol ya se estaba poniendo.

Luna velada

El pétreo rey batallador se encontraba ayer al anochecer acompañado por la luna y el planeta Venus, que apenas se distingue entre las tenues nubes.

Escalinata

A pesar de la oscuridad, como la tarde no estaba excesivamente fría, había paseantes en el parque.

[Libro] Ocho viajes con Simbad

Fotografía, Literatura

Ya hace unos días que anuncié este libro. Que no me ha costado mucho leer. Pertenece a la colección Palabra e Imagen de la editorial La Fábrica. Libros que reúnen los textos de un escritor de prestigio, con las imágenes de un fotógrafo no menos prestigioso. Es el cuarto de la serie. Serie que deriva de una que en los años 60 idearon Esther y Óscar Tusquets en la editorial Lumen. Los dos primeros libros fueron reediciones de algunos de aquella época. Pero este es totalmente novedoso, con textos e imágenes totalmente actuales. Y ya adelanto que me ha gustado mucho. El que más de la serie.

Ocho viajes con Simbad
Textos, Siri Hustvedt (traducción, Cecilia Ceriani); Fotos, Reza
Colección Palabra e Imagen; La Fábrica, Madrid 2011
ISBN: 9788415303282

Antes de comenzar, he de decir que Simbad el Marino fue uno de mis héroes de la infancia. Aunque sus aventuras se añadieron a los cuentos de Las mil y una noches hacia el siglo XVIII, no pertenecían a la recopilación inicial de esta colección de relatos. Y existieron en su momento numerosas adaptaciones de las aventuras del marinero de Basora para consumo del público infantil. Entre el cual estaba yo. Ya en mi adolescencia, cuando me interesé por las grandes colecciones de relatos de la historia de la literatura, el Decamerón y la mencionada de origen árabe, fundamentalmente buscando las historias picantes, me encontré de nuevo con las historias del intrépido marinero, y las volví a leer en su entorno original. Siguieron formando parte de mis relatos favoritos.

En el libro que hoy nos ocupa, la autora norteamericana Siri Hustvedt revisa los viajes de Simbad, pero de una forma camaleónica, cambiando de estilo y de formas en cada una de ellas. La primera, con su estilo propio, pero luego les da forma de poema, de guion cinematográfico, de ensayo académico, de novela negra, etcétera. Finalmente, en forma de supuesto diálogo con su marido, que por cierto es el también escritor Paul Auster, inventan una octavo viaje, que no estaría protagonizado por el marinero, ya acomodado con sus riquezas sino por su intrépida hija, Simbadina. Todos ellos se leen bien, alimentan la curiosidad del lector y nos permiten aprender mucho no sólo del marinero, sino de cómo se elaboraron aquellas maravillosas historias.

Entre las historias, vamos encontrando las fotografías del iraní Reza, de quien ya había disfrutado en mi biblioteca con sus imágenes en un volumen de la serie 100 fotos para la libertad de prensa de Reporteros sin fronteras. Y ciertamente, consigue reflejar con imágenes actuales el espíritu de los pueblos árabes, persas, afganos o del Indostán, que protagonizaron las historias de Sherezade en las mil y una noches en las que tuvo que mostrar su ingenio para conservar su vida. Muy buenas selección de imágenes, que saben a poco, que gustaría que hubiese más.

En resumen, un libro de los que tendrán un lugar privilegiado en mi biblioteca y al que seguro que vuelvo con frecuencia. Muy recomendable.

Mezquita de Yeni Cami, Estambul

Mi principal experiencia con el mundo musulmán está en mi viaje a Estambul, hace ya casi 20 años; en la imagen la mezquita de Yeni Cami, próxima al Gran Bazar (Pentax P30N, probablemente con Sigma 28-70/3,5-4,5).

[Cine] Jane Eyre (2011)

Cine

Jane Eyre (2011), 4 de diciembre de 2011.

N-ésima adaptación de la novela de Charlotte Brontë, que ha sido repetidamente contada visualmente tanto en forma de largometraje cinematográfico como de serie de televisión. Nunca he sido especialmente aficionado al drama romántico. Y no utilizo aquí el adjetivo romántico como sinónimo de que es una obra de ficción sobre amoríos. Me refiero como romántico a propio del movimiento cultural y social que durante buena parte del siglo XIX marcó la creación artística, y en este caso en especial la literaria, y que surgió en Inglaterra y Alemania aunque con caracteres diferenciadores en cada una de ellas, y que se extendió por todo el continente. Siempre he pensado que son obras que tienden a unos excesos con los que no me siento cómodo. Por otra parte, no sé muy bien qué puede aportar de nuevo una nueva versión filmada del drama que no haya sido explorado previamente con tanta adaptación (cuatro veces en los últimos 15 años, siendo la última una serie de televisión de 2006 de la BBC, que también produce esta película).

Pero bueno, el resto de estrenos de la semana no parecían dar mucho de sí, la película que ya hace unos meses que se estrenó en el mundo anglosajón había recibido buenas críticas, está realizada por Cary Fukunaga, de quien se dice que promete, y está protagonizada por dos de los intérpretes de moda, que últimamente salen hasta en la sopa, y en general con buenas impresiones, Mia Wasikowska como la protagonista Jane Eyre, y Michael Fassbender como el torturado Mr. Rochester.

El argumento de la película no sigue la línea temporal de la novela. Cuando el filme comienza, vemos a una joven huyendo de algo o de alguien, por unos desolados páramos. No nos lo dicen, pero hemos de suponer que nos encontramos en el norte de Inglaterra, tal vez en Yorkshire, de donde eran las hermanas Brontë. Casi sin fuerzas, la joven es recogida en la rectoría donde vive un joven sacerdote, St John Rivers (Jamie Bell) con sus hermanas. Durante la convalecencia, asistimos a los recuerdos de infancia de la joven, que ya conocemos como Jane Eyre, aunque ella oculta su verdadera identidad a sus anfitriones. Vemos como quedó huérfana y fue acogida por la mujer de su tío, que nunca la quiso y la internó en un horrible internado. Una vez recuperada de su huida, la joven acepta hacerse cargo de una modesta escuela para niñas de las gentes del lugar. Y en la soledad de su modesta vivienda recuerda la siguiente fase de su vida, cuando dejó el internado y pasó a trabajar de institutriz de una niña, Adéle, hija de una bailarina francesa, y probable hija natural de Mr. Rochester, el hacendado dueño de la casa, que la ha acogido. Jane se integra en la casa y es querida por todos sus habitantes, especialmente por el ama de llaves Ms. Fairfax (Judy Dench). Hasta que llega el cínico y adusto Mr. Rochester. Aunque los comienzos parecen difíciles, poco a poco surge la comunicación, y algo más, entre ambos personajes. Pero cuando tras diversas contingencias se disponen a casarse, surge un impedimento que hace imposible la relación y provoca la huida de Jane. Dejamos en el aire la resolución del drama para quien no lo conozca y esté interesado en la película.

Si miramos bien el argumento, tanto lo mencionado como lo que no, veremos que no faltan los elementos arquetípicos de estos dramas románticos. Terribles internados, maltrato infantil, padres amorosos muertos prematuramente, oscuras institutrices, hombres de pasado oscuro, enfermedad, locura, páramos borrascosos, amores imposibles, y rectorías en pueblos perdidos en la campiña inglesa. Para qué quieres más. Pero vayamos a lo positivo. Considero un acierto que el guion de la película rompa con el argumento lineal de la novela, utilice el flashback y se centre en los elementos fundamentales de la historia. Considero un acierto que no se regodee en las miserias infantiles más allá de lo necesario. Considero un acierto que se ponga el énfasis en la afinidad intelectual de los enamorados, que los hará iguales a pesar de su distinto origen. Y considero un acierto que más allá de la historia del amorío, estemos básicamente ante una historia sobre la dignidad personal de una mujer, prácticamente una adolescente, pero que quiere sentir el respeto de los que la rodean por encima de cualquier cosa. Y defender su individualidad y su libre albedrío.

En el aspecto técnico, la producción está sumamente cuidada, destacando especialmente la fotografía que busca conservar y respetar los ambientes de forma exquisita. Interiores con colores muy cálidos por la tenue iluminación de las velas y de los fuegos de las chimeneas, en la que veo la influencia de Barry Lindon. Exteriores con colores fríos, tanto por el clima de la región como por las tormentas que por el interior de los personajes pasan. En muchos momentos, ambientes muy góticos, casi propios de una película de Tim Burton. El encuentro entre Jane y Rochester en el bosque me parecía filmado en los bosques de Sleepy Hollow. Afortunadamente, no llegan a excederse y se hace llevadero y meritorio. Buena banda sonora basada en excelente música incidental para cuerdas y piano, fundamentalmente.

En una obra de este tipo, son fundamentales las interpretaciones. Y hay que decir que todas ellas son de excelente nivel, tanto los dos protagonistas como los distintos secundarios, alguno de ellos muy prestigioso como hemos visto, que van apareciendo en el relato. Sólo veo una ligerísima pega. Una de las bases de la historia es que Jane Eyre no es una chica atractiva. Uno la supone más bien normalita e incluso feucha. El enamoramiento de los dos protagonista ha de arrancar de su relación intelectual. Y Wasikowska, sin ser un bellezón, es lo suficientemente guapa y encantadora como para que aplicando aquello de a nadie le amarga un dulce, pueda resultar atractiva por su físico a cualquiera. Incluso al calavera en que se ha convertido Rochester. Es cierto que procuran no sacarla muy atractiva, con peinados austeros y vestidos sencillos. Pero en más de una ocasión sale algún primer plano donde está más guapa de lo que debería. Este es un error común en adaptaciones de esta novela. El poner una protagonista guapa, cuando no toca.

Como conclusión, no sé si a estas alturas tocaba hacer una nueva versión de la novela de Charlotte Brontë. Pero ya que la han hecho, la han hecho bien. Y se agradece. Es una película que se ve con agrado. Es un espectáculo visual, imprescindible para los amantes de los dramas de época, que consigue no caer en el pastelón románticón, manteniendo la personalidad propia de la joven Eyre. Lo que para mí, que como ya he dicho no es un tipo de historia que me tire mucho, supone una gran diferencia. Recomendable para el público en general.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
Pétalos

Un ambiente melancólico, como los de los pétalos caídos sobre la hierba en otoño, conviene a estas historias románticas (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

[Fotografía] Recomendaciones semanales de orígenes muy variados

Fotografía

Quien siga esta ya establecida sección, en la que todos los fines de semana os pongo enlaces para ver la obra de fotógrafos que me ha llamado la atención, sabrá que una de mis fuentes fundamentales, y cómoda, es la revista virtual La Lettre de la Photographie. Pero esta semana he encontrado cosas interesantes en muchos sitios, así que sólo una recomendación vendrá a través de esa fuente. Pero habrá muchas más cosas. Voy a ello sin un orden o preferencia en particular.

Pérgola

Esta semana salió en la prensa la polémica por el derribo de la pérgola de la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza. Se dice que se trata de un desmontaje para su rehabilitación y posterior nuevo montaje. Espero que sea así. Os dejo con algunas estructuras todavía presentes en el parque, como las pérgolas del Cabezo Buenavista (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Llevo ya unos días repasando el blog de Rafael Roa, que me parece muy instructivo. Pero en su entrada del pasado domingo nos hablaba de las surrealistas fotografías de Robert y Shana ParkeHarrison. Y nos da el enlace a la página web de los fotógrafos.

Desde la LightBox de Time, sugiero las imágenes sobre la cambiante cultura y el cambiante paisaje de Marruecos que nos ofrece el fotógrafo John Francis Peters. Localizado a traves de Tumblr.

El interesantísimo blog aCurator nos proponía hace unos días un vistazo a la faceta del director de cine Stanley Kubrick, que bien merece la pena el desvío.

En la página web de American Photo nos sugieren un acercamiento a los fotógrafos chinos, que como yo ya había podido comprobar previamente, encuentran su inspiración en los paisajes suburbiales a orillas de los grandes ríos que recorren el país.

De La Lettre de la Photographie recojo esta semana un muestra de imágenes de un fotógrafo que siempre me ha gustado, el francés Bernard Plossu, y en concreto de sus viajes por Méjico. Bernard Plossu no es la primera vez que se acerca a estas páginas. Ni la segunda.

Fraction Magazine ha publicado su número 33. Y entre los porfolios propuestos en este número por esta revista virtual me quedo por el titulado Grasslands del fotógrafo norteamericano H. Lee. Entre los icónicos paisajes del norte de California, nos ofrece un reportaje sobre los cultivos de marihuana para en el paraíso de los cultivos del cannabis.

A traves del twitter de Fraction Magazine me llega también una enlace a Periodismo humano en la que entre los finalistas de la II edición del premio 7.7 está el reportaje de las fotógrafas polacas Monicka Bereżecka y Monika Redzisz titulado Madres. Sobrios retratos en blanco y negro de madres e hijas, en algún caso en tres generaciones realmente muy expresivos.

No recuerdo dónde encontré la recomendación para visionar el projecto titulado Anna & Eve de la fotógrafa Viktoria Sorochinski. De alguna forma es volve al concepto de contrastar los conceptos de madre e hija. Esta vez en vistosas imágenes en color de la vida cotidiana de ambas.

Esta semana ha sido muy popular en diversos sitios en internet un reportaje de imágenes que podemos encontrar en Life.com sobre Picasso pintando con luz. La mayor parte de los comentarios hacían referencia a la «genialidad» del pintor. Sin embargo, a mí lo que me ha gustado es el trabajo del fotógrafo, Gjon Mili.

Cerrando el círculo, vuelvo a la recomendación de este domingo en el blog de Rafael Roa, en esta ocasión es del fotógrafo ya fallecido Harry Callahan, que no, no tiene nada que ver con ningún ficticio aunque más famoso «sucio» Harry con quien comparte el nombre. Para ver más imágenes de este fotógrafo, convendrá pasarse por Masters of Photography, página web que ya merecería un diseño un poco más cuidado y digno. Que parece de los años noventa.

Cenador

También le vendría bien una restauración al cenador próximo a la ahora desaparecida pérgola de la rosaleda (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Cierro las recomendaciones de hoy recordando que el fotoblog In Focus de The Atlantic ha comenzado su calendario de adviento con imágenes del telescopio espacial Hubble. Cambiemos la mítica estrella de los magos de oriente por las maravillas del universo real. Que merecen la pena. Cada día una imagen nueva hasta que llegue la navidad.

Escultura

Y a muchos nos gustaría carteles que nos expliquen el origen de algunas de las esculturas más interesantes del parque, como esta también próxima a la desaparecida pérgola (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

[Libro] A de Adulterio

Literatura

Hoy traigo otro de mis libros malditos recuperados. Es decir, libros que en su momento compré, comencé a leer, me atasqué, y fueron a parar a una estantería inacabados. Ahora tengo unos cuantos apilados para intentar darles una segunda, o tercera en algún caso, oportunidad. Lo cierto es que el hoy lo compré más por curiosidad que por genuino interés. La novela de detectives, salvo honrosas excepciones, no es mi fuerte. Pero llevo 20 años viendo en las estanterías de las librerías esta serie de Sue Grafton que se ha dado en llamar serie del alfabeto. Y al final, hace unos años compré la primera de la serie, la de la A. Pero se atascó. Y hasta ahora en la que la retomé y la acabé. Curiosamente, en muy pocos días.

A de Adulterio («A» is for Alibi)
Sue Grafton (traducción de Antonio-Prometeo Moya)
Colección Fábula, Tusquets Editores; Barcelona, 2006
ISBN: 8472237400

Es el primer libro de la serie, que tiene por protagonista a una investigadora privada, Kinsey Millhone, de treintaypocos, que vive sola, y es algo solitaria, arrastrando un par de divorcios y esas cosas. A su puerta llama un día Nikki Fife, la viuda convicta por el asesinato de su adúltero esposo y abogado Laurence Fife, que tras pasar ocho años en la cárcel quiere saber quién mató realmente a su esposo ya que ella asegura que no lo hizo. Kinsey acepta el trabajo con escepticismo con los resultados que se puedan obtener tras ocho años, pero con la sensación de que la joven viuda dice la verdad. Pronto descubrirá que hay otra muerte potencialmente relacionada con el casa, la de Libby Glass, una contable de una empresa que trabajó para el bufete de abogados de Fife. Pronto se verá rodeada de potenciales asesinos, como la exmujer del abogado, su atractivos socio, los hijos del primer matrimonio, el exnovio de Libby, una desaparecida secretaria del bufete, y la mujer de un juez que perdida la juventud todavía va pidiendo guerra.

Reconozcámoslo. No recuerdo porqué dejé de leer la novela la primera vez que lo intenté. No creo que haga mucho por aficionarme más al género detectivesco, pero como entretenimiento es razonable. Es una novelita que yo recomendaría para viajes, vacaciones y esas cosas. No te obliga a pensar mucho, se lee fácil y, como ya he dicho, entretiene. Es cierto que hay situaciones un poco forzadas, que no sabes cómo llegan. El ligue de la detective protagonista con uno de los sospechosos me parece un poco forzado. Y ni siquiera tiene porque ser fundamental para el desarrollo de la trama, que podría haber seguido similares derroteros pero sin plantar un plan de escenas de torridez sexual. Al estilo americano, claro. Te dicen que pasan cosas increíbles, pero no te las cuentan.

Así que nada, objetivo cumplido. Inversión recuperada, y libro devuelto a la estantería. A la escondida, porque no creo que vuelva a él. Tampoco creo que me anime a seguir con el resto del alfabeto. Por cierto. El título original en inglés se traduciría más por «C» de coartada. Y lo cierto es que ese título no lo entiendo, dado el transcurso de la trama. El español, sí. Qué cosas, ¿verdad?

Luces y sombras en el patio

No sé. He puesto esta tenebrosa escena de las calles de Zaragoza por que parece más propia de los libros de misterios y crimen, pero lo cierto es que la novela transcurre en una ficticia población de la soleada y luminosa California (Leica D-Lux 5).

[Fotografía] Algunos libros y revistas recientes

Fotografía

Como me quedaban días de permiso disponibles, y tengo que trabajar en los estúpidos puentes que el extraño calendario laboral español genera en diciembre, me los voy gastando en estos últimos viernes. Pero así como el de la semana pasada fue un día que permitió airearse y dar un amplio paseo con la cámara de fotos, este ha salido lluvioso, oscuro y frío, y de momento lo único que apetece es quedarse calentito en casa, dedicándome al cultivo de la mente. O algo así.

Llueve

Llueve con cierta intensidad en Zaragoza esta mañana (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

En cualquier caso, la semana pasada me pasé por la librería Cálamo, una de mis favoritas en Zaragoza, y cargué con novedades relacionadas con la fotografía que os voy a comentar parcialmente.

Mi objetivo primario era ver si tenían el libro recientemente publicado de la colección Palabra e imagen de la editorial La Fábrica, Ocho viajes con Simbad, con textos de Siri Hustvedt y fotografías de Reza. Lo tenían. Lo compré. No he tenido todavía ocasión de leer los textos, pero las fotos son magníficas. Le dedicaré más adelante un artículo en exclusivo. Que colección tan estupenda. Ya llevan cuatro volúmenes. Espero que vengan muchos más.

De la misma editorial, en la colección PHotoBolsillo, ha aparecido un librito dedicado al fotógrafo español Emilio Morenatti, que hace un par de años fue premiado con el FotoPres 2009 que otorga la Fundación La Caixa, por una serie de retratos de mujeres con el rostro desfigurado por el ácido en Pakistán. De la serie premiada, sólo encontramos una imagen en portada. Pero da igual. El contenido del libro me ha gustado mucho. Porque combina el interés documental de los temas que trata como fotoperiodista, con una estética impecable, con gran dominio del color, de la composición, y del famoso «instante decisivo». Muy recomendable. La página web del fotógrafo en estos momentos no aporta gran cosa pero dejo el enlace por si acaso en el futuro.

Finalmente, encontré que habían recibido el número 44 de Exit, revista trimestral de fotografía cuyos números ya he comentado en varias ocasiones en estas páginas. Está dedicada al lujo, y viene cargada de muchas y buenas fotografías, de muchos y buenos fotógrafos, unos más conocidos y otros menos. Cara, pero recomendable. He puesto el enlace a la página web de la editorial, pero no la actualizan desde hace un año. El último número que aparece ahí es el 40, dedicado a la infancia, y al décimo aniversario de la revista.

Ron Galella en la sala de exposiciones de Loewe

Hablando de fotografía y lujo, en la última edición de PhotoEspaña, parte de la exposición dedicada al paparazzo Ron Galella se exhibía en la llamativa sala de exposiciones de la tienda de Loewe en la Gran Vía madrileña (Leica D-Lux 5).

Cuando salí de la librería, y puesto que me encontraba en la plaza de San Francisco, en cuyos alrededores están los mejores quioscos de prensa de la ciudad, entre en uno de ellos, y me encontré con el número 629 de la revista Arte fotográfico. Una revista que he hojeado muchas veces, pero he comprado pocas. El propio quiosquero me comentó que se la distribuyen con irregularidad. No obstante, este número dedicado a la fotografía de paisajes está bastante bien, y lo he hojeado y leído con mucho interés. Inspirador.

Bueno, de momento es suficiente. Voy a asomarme a la ventana a ver si se calma un poco el tiempo, y si no seguiré con tranquilas actividades hogareñas.

Esqueletos

Hablando de paisajes, me despido con uno de los que podemos contemplar en pleno centro de Zaragoza, a orillas del Ebro, bajo el puente de hierro (Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8).

[Televisión] Cosas de series: notable final para los «caminantes», vivos o muertos

Televisión

Una de las cosas que suceden en los EE.UU. es que para la época navideña consideran que no merece la pena esforzarse por las audiencias, que están dedicadas a otros menesteres, y las series de ficción se toman un descanso hasta enero, o incluso febrero. Algunos ejemplos de series que ya están en modo descanso son:

Mi guilty pleasure Anatomía de Grey, que todo hay que decirlo lleva unos cuantos episodios bastante entretenidos, y que dejó unos cuantos hilos argumentales en el aire, con notables toques melodramáticos, como le es propio. Bueno. Vale. Tampoco le dedicaré más tiempo.

También se ha ido de vacaciones nuestro «querido» House, que si no luce con las glorias de antaño por lo menos te hace pasar el rato. El tiempo muerto nos ha dejado con el desequilibrado doctor en posesión de una pistola, estando todavía en libertad condicional, y con la «chinita» que se han buscado de relleno pidiéndole al guaperas de la serie la cita de la forma más extraña y cutre que se le podía haber ocurrido a cualquier guionista, en un ascensor al estilo de Anatomía de Grey, y con la guapa del momento presente.

Pero hablemos de cosas serias. Fringe, la serie en activo  favorita de los amantes de la ciencia ficción. Me parece a mí. Como cuestión previa, me sigue pareciendo muy interesante. Pero echo de menos algunas cosas. En primer lugar a la Olivia del universo alternativo. Es mucho más atractiva y tiene mucho más morbo que la del universo «de aquí». En segundo lugar, se ha vuelto más procedimental. Van resolviendo casos, pero la trama de fondo se ha vuelto más lenta. Les costó traer de vuelta a Peter, y este no ha hallado todavía su sitio en este universo. Ni en ningún otro.  En cualquier caso, en el último episodio, hemos descubierto parcialmente las causas de las cefaleas de Olivia, y nos han dejado en ascuas. Maldita sea.  De todos modos, está ahí, es de mis favoritas, y me lo paso bien. Hasta enero.

Y finalmente… The Walking Dead. Quien me iba a decir a mí, que esperaría con ganas cada semana los episodios de una serie de muertos vivientes. Con lo poco que me han gustado tradicionalmente este tipo de cosas. Claro que tradicionalmente han sido algo propio del gore y del susto fácil. Elementos que se dosifican con parsimonia y sabiduría en esta estupenda teleserie. Sin embargo, los conflictos entre los «vivos» están a la orden del día. Y la evolución final hacia la discusión ética sobre si los caminantes son seres humanos enfermos o no, y por lo tanto sujetos de compasión, se ha llevado de forma muy inteligente. Más de una vez en comparado esta serie con Galactica. Antes por la situación de un pequeño grupo de humanos escapando de la exterminación por parte de una terrible amenaza. Sean los fríos cylones, o los cutres caminantes. Ahora es la cuestión de la humanidad del distinto. Claro. Era más fácil empatizar y ver la humanidad en las cylonas macizorras que en los putrefactos caminantes. Pero formas hay, cuando hay ideas e imaginación. Y se han sacado de la manga un final estupendo, que nos ha dejado a todos con el corazón encogido. Porque muchos hemos visto uno de los tradicionales tiros en los sesos a un caminante no como la eliminación de un peligro sino como una ejecución. Muy buen final. Y además tengo ya un personaje favorito en la serie. Es que está muy buena. Soy débil.

Así que nada, en las próximas semanas irán cayendo más series en el descanso navideño, y otras terminarán temporada. Así que no faltarán comentarios para esta sección semanal de mi Cuaderno de ruta. Mientras, para rellenar el tiempo muerto, he recuperado la segunda temporada de Treme, que en su momento no encontré ocasión para verla.

Hojas

Cinco días metidos en la niebla, y me está empezando a afectar el humor; espero que pronto veamos el sol, y poder hacer fotos más vivas que esta de la ribera del Ebro a su paso por Zaragoza (Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8).