[Televisión] Cosas de series; políticos daneses, reinonas de Las Vegas y los pucheros de Carrie Mathison

Televisión

Semanas con escasas novedades y con escasa actividad televisiva, en lo que se refiere a la ficción en serie, que es lo que nos interesa. Quizá rescate alguna serie británica reciente para animar estas semanas antes del comienzo de la temporada fuerte al otro lado del Atlántico. Os lo cuento la semana que viene. Sí que se van viendo algunos adelantos de episodios pilotos de series que se van a estrenar pronto. Pero de momento no me ha interesado ninguno especialmente, ya veremos cuando se estrenen oficialmente. El que si me ha interesado ha sido el adelanto del primer episodio de la tercer temporada de Homeland. No me he enterado de si ha sido accidendental o intencionado, pero ya podemos saber por dónde empiezan los tiros. De momento, sin noticias de Brody (Damian Lewis ), con Carrie (Claire Danes) haciendo pucheros como una condenada, que es lo suyo, con un Saul (Mandy Patinkin) en una difícil posición dentro de la agencia y algo borde, responsable de unos cuantos de los pucheros de Carrie, y con un notable protagonismo de Dana Brody (Morgan Saylor), hija mayor del desaparecido militar, odiada y amada a partes iguales por los aficionados. Bueno. Me señalan que posiblemente más odiada que amada.

Vista desde Vor Frelsers Kirke

Con lo bonita que es Copenhague, y tan apenas nos muestran las bellezas de la ciudad en «Borgen». Como las vistas desde la Vor Frelsers Kirke.

Ya comenté recientemente que para rellenar la falta de actividad televisiva de estas semanas, me había aficionado a una serie danesa, Borgen, en la que se nos cuentan las andanzas de una primera ministra, Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen), que intenta llevar un poquito de ética y moderación a la política de su país, gobernando un gobierno de coalición con su partido en minoría. He termindo los 10 episodios de la primera temporada, incluso llevo ya alguno de la segunda, y mis sentimientos hacia esta serie está entre considerarla una propuesta interesante y considerarla un placer culpable. ¿Por qué? El episodio inicial enganchaba bastante, porque las posibilidades que habría eran inmensas. Era muy prometedora. Sin embargo, luego llegaron una serie de episodios más monótonos que prácticamente la convirtieron en un procedimental con un esquema muy claro. A Nyborg se le plantea un problema cuya resolución parece clara hasta que se descubre que la misma conlleva un efecto colateral que nos desagrada, por lo que se plantea un dilema ético que se suma al político. Al final, la bisoña mandataria encuentra una solución, unas veces más ingeniosa y satisfactoria, y otras veces más ingenuo e incluso ridícula. En estos episodios, observamos también algunos vistazos también a los problemas domésticos de Nyborg, y en paralelo observamos como una joven periodista emergente de noticias, Katrine Fønsmark (Birgitte Hjort Sørensen) va desarrollando su propia trama, que se mezcla con la de Nyborg a través del poco escrupuloso asesor de prensa de esta, Kasper Juul (Pilou Asbæk), que está enamorado de la guapa chica. La cuestión es que en los últimos episodios la trama se pone más personal y con más mordiente, aunque sigue habiendo alguna situación poco creible y un poco ridícula. Seguiré con ella. Pero lo dicho. Entre lo interesante y el gulty pleasure.

Una sirenita y una turista

Qué decir de La Sirenita. Si uno diría que desde cualquier sitio de París, según las películas, se ve la torre Eiffel, desde cualquier sitio de Copenhague se tendría que ver la Sirenita. Aun sin tener en cuenta la diferencia de tamaños.

Finalmente, un producto televisivo que no es una serie. La que me ha resultado sobrevalorada película para televisión de HBO, Behind the Candelabra. Dirigida por Steven Soderbergh, que no consiguió una productora para rodarla para la pantalla grande, nos cuenta la relación entre el pianista-espectáculo Liberace (Michael Douglas), con un joven Scott Thorson (Matt Damon), entrando a saco en la homosexualidad del pianista, que él negó en vida constantemente, y que se hizo pública al fallecer en los años 80 por una complicación del sida. A mí no me ha acabado de convencer, no me parecen justos los elogios que se han vertido sobre ella. Se deja ver, pero no pasa de ser el típico biopic televisivo, con la extrema interpretación de su protagonista, muy caracterizado. También me pasa que el personaje biografiado tampoco me interesaba gran cosa, ni el ambiente del espectáculo en Las Vegas. Bueno. Ahí está para quien guste de estas cosas.

Sankt Annæ Plads

En fin, despidámonos de la capital danesa, con este bonito atardecer en Sankt Annæ Plads.

[Libros de fotografía] Una reedición y una exposición que me perdí

Fotografía

En uno de los últimos boletines de la librería Kowasa me encontré con un par de libros que suscitaron mi interés. Uno es una reedición de un trabajo que ya se ha convertido casi en un clásico, el otro es el libro-catálogo de una de las exposiciones que no me dio tiempo a ver de PhotoEspaña a pesar de mi interés por ella.

Berlin Freidrichstrasse

Necesariamente, hablando más adelante de Bernard Plossu, hoy tengo que irme a la fotografía en blanco y negro. De mi último viaje a Berlín. Como la entrada en Berlin-Fridrichstrße del RE con destino Magdeburg que estamos a punto de coger para luego enlazar con otros trenes hasta Wernigerode.

The Ballad of Sexual Dependency – Nan Goldin

Nan Goldin es una fotógrafa que produjo un cambio tanto en la forma como en el objeto de la fotografía documental en los años 70 y 80. Este libro fue publicado por primera vez en 1986, y lo que me ha llegado a mis manos es una reedición de Aperture del año 2012. En el la fotógrafa documenta, nos muestra y reflexiona sobre la vida de su grupo de amigos y familiares en esas dos décadas. Y lo hace destapando las intimidades de las interrelaciones de este grupo, que vivieron una época en la que se mezcló la libertad personal, con algunas amenazas que derivaron de ciertos estilos de vida. Drogodependencias, sida, maltrato… Combina imágenes de combinan una sensación de cercanía e intimidad interpersonal con otras terribles, sobrecogedoras. Todo ello con una cercanía y una estética, mucho más cuidada de lo que parece, que nos hace integrarnos en el grupo.

Hoy en día son más frecuentes las series fotográficas de personas que toman como objeto de su trabajo sus propias personas y sus entornos más próximos. Más con la flexibilidad de los medios digitales. Pero a Goldin la podemos considerar como una precursora, y una de las más autoras que más intensidad ha puesto siempre en su trabajo.

Diversidad destruida

O los cilindros en los que se recuerda la diversidad perdida en Alemania por culpa del nazismo en el Lustgarten.

Pam – Plossu

Bernard Plossu es un fotógrafo por el que tengo cierto cariño, y que ha aparecido en diversas ocasiones en estas páginas. Con un equipo sencillo, una cámara mecánica para película tradicional y un 50 mm, recorre el mundo y recoge su mirada en sus fotografías de forma muy personal. En esta pasada edición de PhotoEspaña, dentro de la sección OpenPhoto, se celebró en la EFTI una exposición conjunta de este fotógrafo francés y del australiano Max Pam. Este es un fotógrafo del que había oído hablar, pero del que conozco poco. Me apetecía ver la exposición, pero no la pudimos encajar en el único día que le pude dedicar al certamen este año. La fórmula de la exposición es la de diálogo entre dos fotógrafos. Una forma de exponer la obra de determinados autores en contraste con otros que pueden ser similares, o contrastar por sus diferencias, o por un diferente aproximación a un mismo tema. En esta misma edición de PhotoEspaña pudimos asistir también a otra exposición diálogo entre Edward Weston y Harry Callahan de la que ya hablé, y que fue uno de los platos fuertes de la visita.

En esta ocasión, a falta de visitar la exposición, me he hecho con el libro-catálogo de la misma. Y en ella podemos comprobar como dos fotógrafos de dos países distintos, que se dedican a recorrer el mundo, son capaces de percibir las mismas situaciones incluso si escenas muy similares están tomadas a miles de kilómetros de distancia o separadas por el tiempo. Nos hablan de una comunidad de visión y pensamiento, pero también de la universalidad del ser humano, viva donde viva, o sea cual sea la cultura de la comunidad que lo envuelve. Excelente libro, no muy caro, de buena fotografía documental.

Holocaust Mahnmal

Y Plossu nos recordaba que un fotografía podía quedar algo borrosa, pero que no importa, porque el alma a veces también está borrosa. Y que lugar más adecuado para recordarlo que el memorial por los judíos asesinados en Europa.

[Libro] En busca de April

Literatura

No soy especialmente aficionado a la novela negra, aunque de vez en cuando me gusta leer alguna, puesto que también tienen sus valores. Lo que pasa es que hay una multitud ingente de novelas de este género y, al no estar especialmente puesto al día en el mismo, me cuesta elegir una u otra. De la serie de libros del patólogo irlandes Quirke, escrita por John Banville, escrito de la misma nacionalidad de cierto prestigio, aunque bajo el seudónimo Benjamin Black, me hablaron recientemente bastante bien. Y este volumen apareció en edición electrónica recientemente en Amazon.es bajo oferta a mitad de precio. Así que me animé. No había leído nada del escrito, ni de sus obras más prestigiosas escritas bajo su propio nombre, ni de las más ligeras. Así que se trataba de una ocasión para decidir si tener un nuevo favorito o no.

En busca de April
Benjamin Black (seudónimo de John Banville); traducción de Miguel Martínez-Lage
Alfaguara Literaturas

Canal en Drumcorda

Visité Dublín en verano de 2005, y me gustó. Cuando salíamos del B&B en Drumcorda a pasear por la ciudad, cruzábamos este tranqilo y agradable canal.

Estamos en Dublín, en los años 50 del siglo XX. El protagonista del libro, el patólogo Quirke, acaba de salir de una temporada en rehabilitación de su alcoholismo, cuando recibe la visita de su hija, Phoebe, que está preocupada por la desaparición de una de sus amigas, April Latimer. En principio, el entorno de esta joven médico residente está extrañada por la ausencia de noticias, pero no parecen darle mucha importancia. La familia de April aparentemente del tema. Son una influyente familia muy conservadora y católica, con un ministro entre sus miembros, que consideran a la desaparecida una oveja negra descarriada. Como algo le huele mal, lo comentará con el inspector Hackett, y empezarán a sospechar que algo turbio hay. Sobre todo cuando aparecen restos de sangre bajo la cama de April. Mientras, Quirke tendrá que lidiar con su problemática relación con su hija, con su más problemática relación con la bebida, y con la joven y guapa Isabel Galloway, actriz perteneciente al grupo de amigos de su hija y de la desaparecida, que le resultará algo más que atractiva.

Christ Church Cathedral

Ironiza el escritor en el texto sobre el hecho de que siendo una ciudad tan católico tenga, a falta de una, dos catedrales protestantes. En la fotografía, una de ellas, Christ Church Cathedral. Por supuesto, con posterioridad construyeron una católica, menos vistosa. De todas formas, que conste que el lío de tener dos catedrales en una misma ciudad viene de antes de la reforma.

Lo que me ha gustado del libro ha sido la descripción del entorno, el conseguido ambiente lleno de contradicciones de Dublín, como capital de la relativamente joven república irlandesa, y el retrato de algunos de los personajes del libro, con suficientes matices para hacerlos interesantes. Pero en el debe, esta novela tiene que también tiene personajes excesivamente estereotipados y predecibles y una cuestión muy curiosa. Supongo que por que tengo en común con el protagonista, con la desaparecida, y con algunos de los miembros de la familia de esta, sospeché enseguida, en cuanto el libro presenta a todos los personajes y se investiga en la casa de la desaparecida, una posible solución al caso. Pero me parecía tan descaradamente estereotipada que la deseché. Pensé que un escritor de cierto prestigio, aunque fuese en una de sus obras menores, no podía caer en una solución tan obvia. Lo que me sirvió para seguir intrigado durante la lectura del resto del libro… para acabar cariacontecido y decepcionado cuando resulta que lo obvio y estereotipado era la auténtica solución al misterio. Quizá con algún pequeño toque más escabroso que no había previsto, pero por lo demás…

A pesar de las buenas referencias, ha sido un libro relativamente entretenido pero que tampoco me ha matado. En principio, no me sirve para engancharme a este escritor, para que me entren ganas de leer más de sus obras. Aunque quizá debiera darle una oportunidad con alguna de las que ha escrito bajo su nombre original. Ya veremos.

St Stephen's Green

Una de las cosas que me gustan de la capital irlandesa son las zonas verdes, como St Stephen’s Green. Aunque mucho mejor en verano, y no en el frío y brumoso mes de febrero en el que transcurre la acción de la novela.

 

[Cine] Mud (2012)

Cine

Mud (2012), 30 de agosto de 2013.

Finales de agosto y la cartelera de cine sigue con aspecto veraniego. Aunque leemos algunas críticas interesantes sobre esta película de Jeff Nichols, que parece que está llevando una carrera discreta en salas de cine a lo largo del mundo, pero que gusta a la crítica y parece que al público votante de IMDb también. Aunque esto último no es necesariamente significativo de nada. Hay bodrios con un público fanático que aparecen con puntuaciones altísimas. Pero no parece ser este el caso. Así que ante la llegada a Zaragoza de una copia en versión original nos vamos a ver esta aventura a orillas del Misisipí.

Dos chicos de catorce años, Ellis (Tye Sheridan) y Neckbone (Jacob Lofland), en sus correrías por los brazos y las islas del Misisipí a su paso por el estado de Arkansas, descubren un pequeño barco colgado de los árboles en una de las islas próximas a donde viven. Y allí se encuentran con Mud (Matthew McConaughey), un fugitivo que viene huyendo de los cazarrecompensas que lo buscan por haber matado al hombre, hijo de un tipo poderoso, que había maltratado a la chica, Juniper (Reese Witherspoon), que es el amor de su vida. O por lo menos eso les cuenta, y por lo que les pide ayuda para poner el barco a flote. Mientras, Ellis tiene que afrontar una serie de cambios en su vida. Sus padres están a punto de divorciarse, y eso puede suponer el final de su modo de vida a orillas del río. Se ha fijado en una chica dos o tres años mayor que él de la que se ha enamorado, y de la que piensa que puede ser su novia. Y en medio de todo esto, llega a la ciudad Juniper, y la banda de cazarrecompensas que busca a Mud.

Soto de Cantalobos

El entorno del río, las mejanas y los galachos del Misisipi, aunque les llamen con nombres más sofisticados, son parte protagonista del filme, de hoy, y especialmente los bosques de ribera, los sotos como les llamamos por aquí, que crecen en ese entorno.

A lo que llevaba un ratito de visualización del filme, no pude evitar pensar en una de las primeras novelas que leí de forma integral en mi vida. Se trataba de Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain. Una historia sobre un muchacho de las riberas del mismo río, el Misisipí, que junto con su amigo Huckleberry Finn recorre los alrededores de su pueblo, se enamora de su primera chica, se mezcla con malhechores, y ayuda a los perseguidos. Evidentemente, la tónica de ambas obras es muy distintas. Aquel del siglo XIX era un pilluelo en la optimista sociedad norteamericana del sur de los Estados Unidos de antes de su guerra civil, mientras que aquí estamos con un muchacho, reflexivo, razonablemente cabal, con sentido de la justicia, que pugna con encajar unos valores bastantes positivos con las realidades más pedestres y más grises desde el punto de vista ético de la vida y la sociedad del siglo XXI en el medio oeste norteamericano. Es la típica película de transición de la niñez hacia otra etapa, hacia una adolescencia de un muchacho en el que podemos percibir la capacidad de convertirse en un adulto cabal. Aunque eso le lleve a meterse en berenjenales de cuidado, y a acabar con frecuencia con un ojo hinchado. Estupendamente ambientada entre los meandros y las mejanas del río, con una fotografía muy cuidada, y una cuidadosa banda sonora basada en sonidos countries que acopaña pero no se entromete.

Todo ello perfectamente fundamentado sobre unas interpretaciones de muy alto nivel. El peso de la película lo llevan los dos chavales, y especialmente Ellis, con un Tye Sheridan que a pesar de su juventud está en estado de gracia, muy bien acompañado por el otro muchacho, un habitante local que se acerca por primera vez a una cámara de filmación. Creo que fue Spencer Tracy el que decía aquello de que no había que rodar con niños o perros por te roban la película. Pues bien, efectivamente, estos dos muchachos se adueñan por completo de la pelicula. Lo cual está bien, por que es Ellis y no Mud el auténtico protagonista del filme. Mud es un desencadenante. Un catalizador para desencadenar todos esos cambios que lo acechan. Y aquí nos encontramos la segunda sorpresa agradable. Los adultos lo hacen bien. Incluso intérpretes como McConaughey o Witherspoon que han alternado alguna cosa interesante con no pocos bodrios, se muestran sobrios y convincentes. Los mismo podemos decir de los padres de Ellis, Sarah Paulson y Ray McKinnon, o de ese vecino osco y cascarrabias que tiene un papel fundamental en el desenlace del filme, interpretado por Sam Shepard.

Ha sido una muy agradable sorpresa en este final de agosto, encontrar un filme sobrio pero interesante de ver, con una buena puesta en escena, una trama no original pero sí mejor llevada que otras similares, y unas interpretaciones de muy buen nivel. Lo único que se le podría achacar es una duración un poco más estirada de lo que la historia da de sí. Pero como uno empatiza y se mete en la piel de los personajes, tampoco se nota mucho. Recomendable, sin duda.

Valoración

  • Dirección: ***. Bien llevada, correcta técnicamente y al servicio de una historia y unos personajes interesantes.
  • Interpretación: ****. Muy bien. Todos. Empatizas y comprendes muy bien quienes son y que buscan en la vida todos los personajes.
  • Valoración subjetiva: ****. Película con regusto positivo. Sales bien del cine, pero el recuerdo posterior y la reflexión sobre lo visto, aumenta su valor.
Desembocadura del río Gállego en el Ebro

Lo que pasa es que los del Ebro, o el Gállego que vemos desembocar en la fotografía, son más discretos, y sufridos también porque están en peligroso retroceso. Pero no deja de ser lo mismo, pero en pequeño. Y sin gente con pistola.

[Fotografía] Recomendaciones semanales; semana muy densa, con unos que vienen y otros que se van

Fotografía

Pues no faltan recomendaciones y novedades fotográficamente hablando esta semana. Así que intentaré ser ordenado y breve para no ser muy prolijo y no liarme.

En primer lugar, lamentar el cierre de Le Journal de la Photographie, una página web que pretendía ser un diario en línea, de actualización cotidiana, con recomendaciones sobre exposiciones, libros, certámenes,… todo lo que se os ocurra relacionado con la fotografía. De origen francés, se publicaba en este idioma y también en inglés. Desde que comencé a publicar todos los domingos estas recomendaciones semanales, ha sido una fuente de recomendaciones muy importante. Esto ha dejado de ser así. Anunciaron al final de esta semana el cese de actividades, pero la cosa ha sido más drástica todavía, porque hoy 1 de septiembre, no se puede acceder ya a su dirección en internet. Una pena.

Afortunadamente, otros sitios en internet dedicados a la difusión de la fotografía están bien vivos y coleando. Flakphoto es una página destinada a la promoción de la fotografía actual, de fotógrafos contemporáneos. Tiene un fuerte sesgo usamericano, pero es posible encontrar también fotógrafos de otras partes del mundo. Todos los días consulto la nueva foto que añaden a su colección y el fotógrafo que la ha realizado. El año pasado tomaron una iniciativa interesante, Looking at the Land, en la que dieron un repaso al paisaje nortemericano del siglo XXI. Este año han lanzado recientemente una iniciativa similar, pero dedicada la retrato. Se llama Making Pictures of People, y la promocionan como «recientes perspectivas en el retrato fotográfico». Es también sumamente interesante, y merece la pena dedicar una rato a navegar entre los retratos.

Gran nevada en febrero de 2005

Por motivos que aquí no vienen a cuento, está mañana he recordado la gran nevada que cubrió de un manto blanco todo Aragón el 22 de febrero de 2005.

Hay un par de publicaciones periódicas onlin que todavía no he tenido tiempo de repasar despacio, pero que dejo aquí enlazadas por si os interesan. El primer es el número nueve de Deepsleep, bajo el título Supertition. Doce series de fotografías que recorren el tema de las creencias no racionales. También el número doce de Landscape Stories, que aparece con el título de River. A esta me apetece mucho dedicarle un buen rato. Ya podéis suponer su tema, el paisaje en torno a los ríos. Hoy mismo aparece el número 54 de Fraction Magazine, que ya he comentado en muchas ocasiones, de la cual he seleccionado la serie Becoming de Elizabeth Fleming, Ian van Coller, Rachel Jerome Ferraro y Dennis DeHart. Una colección de fotografías enfocadas sobre la infancia a través de la fotografía contemporánea.

En Feature shoot nos muestran una serie que me ha gustado bastante, que mezcla el paisaje con el retrato. El fotógrafo Dae Sung Lee nos muestra a los habitantes de la isla de Ghoramara, en el Índico que se está hundiendo poco a poco por el efecto de la erosión y del ascenso del nivel del mar. Están destinados a ser realojados en otro lugar tarde o temprano. Bellas fotografías de colores suaves que reflejan la melancolía que producen la triste situación de una gente a punto de perder su hogar y su tierra.

Gran nevada en febrero de 2005

Esta nevada es la más intensa de la que yo guardo memoria en toda mi vida en Zaragoza. Yo en aquellos momento trabajaba en Huesca, donde me desplacé con mi coche particular a primera hora de la mañana, antes de que la borrasca se desatase.

Gran nevada en febrero de 2005

A media mañana, cuando me trasladaba entre el Hospital San Jorge y el Hospital Sagrado Corazón de Jesús, donde trabajaba, estuve a punto de verme implicado en un accidente múltiple por culpa del estado de la calzada.

La fotorrevista en línea que está cubriendo la ausencia de Le Journal de la Photographie empieza a ser Love Issue, que también nos proporciona cada día una serie de recomendaciones. Aunque su estilo es muy distinto.

Esta semana me ha llamado la atención el proyecto Documerica, fotografías en color promocionadas por el gobierno federal norteamericano en los años 70 para documentar la sociedad de la época.

También las polaroids de Andrei Tarkovski, cineasta ruso, complejo pero fundamental en la historia del cine, de quien siempre tengo presente su versión de Solaris, que pude ver con apenas 16 años y que me marcó más de lo que yo mismo he llegado a darme cuenta. Pues como artista visual que fue, también se manejaba perfectamente, con su particular visión del mundo con una cámara de fotos instantáneas. Más de estas polaroids en Anothermag.

Me ha impresionado la serie Beauty Recovery Room en la que Ji Yeo explora un fenómeno de la sociedad surcoreana actual. Son muchas las mujeres de este país que recurren a la cirugía plástica desde muy jóvenes para «perfeccionar su cuerpo». Da mucho que pensar.

Otra de mis fuentes importantes de recomendaciones fotográficas es Rafael Roa, que nos llega casi todos los días fiel a darnos su visión de los fotógrafos, de la fotografía, y en general de la sociedad en la que vivimos. Esta semana he seleccionado dos recomendaciones.

Por un lado está El Fotógrafo Viajero, que no es otro que el canadiense Joey L., especializando en retrato en localizaciones de todo el mundo, especialmente con tribus indígenas de los diversos continentes.

Y por que no también un fotógrafo que casi podemos definir ya como un clásico. Se trata de Bruce Weber, retratista, fotógrafo de moda y de publicidad. Conviene repasar su obra.

Gran nevada en febrero de 2005

Por este motivo, al mediodía decidí volver a Zaragoza en tren. Al día siguiente ya volvería de la misma forma y recogería el coche que quedó aparcado en el hospital.

Gran nevada en febrero de 2005

Aquel tren tenía habitualmente una ocupación ridícula. Cuatro o cinco viajeros cogían subían al automotor en torno a las tres y media de la tarde cada día. El día de la nevada fue lleno a reventar.

Voy a ir cerrando con un par de cosas. En primer lugar, parece que a uno de los más populares sitios para compartir fotografías, Instagram, que hoy en día pertenece a Facebook, le parece obsceno y poco apropiado mostrar la lactancia natural. Hace tiempo que pasé de esta red social, que me parece que ofrece mucho vacío intelectual, y que el poco que hay lo puede censurar. Pero quizá es una indicación de cual es el signo de los tiempos. Nos lo contaban en Dailydot y muchos otros sitios.

Y si empezaba la larga entrada de hoy con la noticia del cierre de una página en línea relacionada con la fotografía, triste, lo quiero terminar con la apertura de otra, más modesta pero más cercana, y que me permite cerrar con un toque de alegría. La comunidad de Fotógraf@s en Zaragoza, fundamentalmente aficionados a la fotografía de la capital maña y alrededores, que se aglutinó a través de Flickr, acaba de abrir su blog con su artículo de presentación. A la espera de que empiecen a llegar contenido.

Gran nevada en febrero de 2005

Yo conseguí un asiento de ventanilla y pude ir tomando un registro fotográfico de aquel evento. Llegados a Zaragoza me costó bastante llegar a casa. El tráfico estaba muy afectado. Por ejemplo, los autobuses urbanos no se atrevía a subir por la cuesta de San José más alla de Tenor Fleta. Y los peatones tenía que subirla andando con mucho cuidado por el riesgo de resbalar y caer. Como digo, la nevada más impresionante, y con ventaja, de las que he podido vivir en mi entorno próximo.