[Libro] De acero

Literatura

Tengo en lista de espera nada menos que tres libros esperando a ser reseñados en estas páginas. Uno de ellos que terminé justo antes de irme, un relato de las peripecias de la escritora norteamericana Edith Wharton. Otro, que me lo merendé en el viaje de ida hasta Padua, y que nos cuenta la curiosa historia de una adolescente china en los años treinta del siglo XX, como la imagina el argentino Eduardo Berti. Finalmente, una novela de la joven escritora italiana Silvia Avallone, que nos traslada a las barriadas obreras de la ciudad toscana de Piombino en el año de los atentados de las Torres Gemelas. He decido que empezaré comentando esta última, quizá por que ha sido en la que más me he sentido inmerso.

De acero
Silvia Avallone; traducción de Carlos Gumpert
Editorial Alfaguara; Madrid, 2011
Edición electrónica.

Entre viejas barcas en un antiguo puerto encuentran la intimidad que necesitan las dos protagonistas de la novela. Esta vieja barca se encuentra el Paduo, en el Canale Piovego.

Entre viejas barcas en un antiguo puerto encuentran la intimidad que necesitan las dos protagonistas de la novela. Esta vieja barca se encuentra el Paduo, en el Canale Piovego.

Estamos en el principio del verano de 2001, y Anna y Francesca son dos adolescentes de 13 años, cercanas a sus 14 años, que destacan por dos cosas. Por ser las dos chicas más desarrolladas y guapas del lugar, atrayendo a todos los adolescentes y jóvenes del entorno, y por ser amigas inseparables desde tiempo atrás. Viven en una urbanización obrera de Piombino, donde hay una potente industria siderúrgica venida a menos, en la Toscana frente a la isla de Elba. Su tiempo pasa entre la playa, sus conflictos familiares, y sus momentos íntimos. En otro círculo está Alessio, el hermano mayor de Anna, trabajador de la siderúrgica, que complementa sus ingresos con el trapicheo y con el robo de cobre. Es el guapo del lugar, pero vive amargado por el abandono unos años antes de su novia Elena, de extracción social superior, y cuya relación terminó cuando la chica se fue a estudiar a la universidad. Conforme el verano avanza, las situaciones de todos los personajes del relato se complicarán, las emociones y los sentimientos se volverán confusos, y las decisiones fácilmente serán las equivocadas. Seguiremos la vida de estos y otros personajes durante un año, del que ninguno saldrá indemne.

El lector de esta novela no tarda mucho tiempo en entender que las vidas de la pléyade de personajes interrelacionados avanza más allá del drama, hacia algún tipo de tragedia. Aunque nos está contando la autora la vida de estos personajes, cada evento en sus vidas nos da la sensación de estar en una cuenta atrás. Aunque en ningún momento podemos prever cual va ser la naturaleza del hecho que termine de romper sus vidas. Para algunos definitivamente, para otros señalando un volver a empezar.

Anna y Francesca, guapas y decididas, los adolescentes de Piombino escriben sus nombres en las paredes con declaraciones de amor. Parece que algún admirador de Anna se ha llegado hasta estas esclusas del Naviglio del Brenta.

Anna y Francesca, guapas y decididas, los adolescentes de Piombino escriben sus nombres en las paredes con declaraciones de amor. Parece que algún admirador de Anna se ha llegado hasta estas esclusas del Naviglio del Brenta.

Avallone no tiene piedad ni de los personajes ni del entorno. Cargada con una fuerte dosis de crítica social, ninguno de los personajes se salva. Sólo las dos adolescentes parten con un aura de inocencia, o más bien de inconsciencia, que irá desapareciendo conforme caigan los golpes. Los demás aparecen como gente sin perdón. Si especialmente se ensaña con los padres de las dos protagonistas, no deja de poner en solfa la cobardía de las madres. Si en un momento sentimos simpatía por Alessio, víctima como algunos otros jóvenes de un amor que se muere, porque no basta ser guapo para enamorarse de según que chicas, también hay que tener posición, esta simpatía se desvanece con sus arranques impetuosos, y su cierta cobardía ante según que situaciones. Si ya entramos en los personajes secundarios que bordean el patetismo…

¿Qué opino yo de esta historia? En primer lugar, que su lectura me enganchó poderosamente, y perdí alguna hora de sueño, aparte de aprovechar intensamente el viaje de vuelta de las vacaciones para devorarlo. Eso ya indica algo. Efectivamente, la sensación de cuenta atrás hacia la tragedia no estuvo errada. Aunque esta se produjo donde menos lo esperaba. Y lo que he echado en falta ha sido unos personajes más matizados, menos tópicos, con alguna vuelta en su personalidad más interesante. Porque salvo a las dos chiquillas, llega un momento que te importa un rábano lo que les pase al montón de cretinos que las rodean. Y creo que el mundo tiene una gama de tonos más variada que lo que la autora nos muestra. Pero por lo demás, una buena lectura para estas vacaciones pasadas, aunque sea en otra región de Italia distinta de la que he visitado.

Las grandes zonas industriales no son necesariamente bonitas, como la siderúrgica Luchini de la novela, que existe en la realidad. En la foto, desde el Naviglio del Brenta se vislumbra la zona industrial de Venecia, al sur de Mestre.

Las grandes zonas industriales no son necesariamente bonitas, como la siderúrgica Luchini de la novela, que existe en la realidad. En la foto, desde el Naviglio del Brenta se vislumbra la zona industrial de Venecia, al sur de Mestre.

[Cine] Amor y letras (2012)

Cine

Amor y letras (Liberal Arts, 2012), 22 de marzo de 2013.

Y aquí tenemos de nuevo al tremendo criminal que pone los títulos en castellano para la cartelera española poniendo un título cursi, porque habrá supuesto que la mayor parte de los españoles ignorará el concepto de artes liberales (lo pongo entre comillas porque lo estoy escribiendo en latín, que casualmente es igual que en castellano), y acogerán con más fervor un título tirando a cursi. No con mucho fervor, ya que pocos estábamos en la sala de cine este viernes a las cuatro y media de la tarde, donde nos metimos para hacer tiempo y de paso cumplir con el rito semanal de visitar las salas de cine. No llegábamos ni a diez. Creo que a cinco sí. La verdad es que esta película, dirigida por el televisivo Ted Mosby, es decir Josh Radnor, sin haber levantado entusiasmos tampoco quedaba más parada en las críticas. Y además tenía el aliciente de la presencia de Elizabeth Olsen, que nos gustó mucho hace unos meses en una inquietante película.

La película sigue las andanzas de Jesse (el propio Josh Radnor), soltero de 35 años que trabaja en el departamento de admisiones de una universidad neoyorquina. Y se encuentra un poco en crisis personal. En un momento dado, asiste al homenaje que se le ofrece a su antiguo profesor y tutor, el profesor Hoberg (Richard Jenkins) en la universidad donde estudió en Ohio, con motivo de su jubilación. Para él, en su recuerdo, fue una época dorada. Y en esta visita conocerá a una serie de estudiantes que le harán sentir de nuevo el ambiente universitario. Entre ellos estará Zibby (Elizabeth Olsen), una estudiante de primer año, 19 añitos, hija de unos amigos de Hoberg. Se caerán bien decidirán mantenerse en contacto, pero mediante las tradicionales cartas escritas a mano. Esto hará que ciertos sentimientos, pese a la diferencia de edad, surjan entre ambos. Y la crisis se producirá en el segundo encuentro entre ambos.

Hay más cosas. Una historia con una profesora, con un extraño estudiante con un gorro de lana rojo, y con otro no menos extraño estudiante que sufre de brotes de una enfermedad mental. El caso es que estamos ante la típica historia «de buen rollo», en la que todo el mundo es bueno, aunque a veces meten la pata o andan despistados. A mi la historia no me parece que esté del todo bien hilada. La historia de del protagonista y la chica jovencita no me parece del todo convincente, ni aun cuando el parezca realmente un inmaduro, algo se le ha pegado de su alter ego arquitecto televisivo, ni ella difícilmente pase por tener sólo 19 años. Y el resto de las historias me parecen metidas un poco con calzador. Y no digamos el happy end final, aunque vayan dando pistas por el camino.

La interpretación también es normalita. Es difícil no pensar en Ted Mosby cada vez que aparece en pantalla el protagonista; lo cual es paradójico porque siendo Mosby el protagonista de la serie televisiva a la que he hecho referencia antes, también es el personaje y el intérprete más soso de la misma. Y la Olsen, aunque muy guapetona, no está ni la cuarta parte de intensa ni de interesante que en la película que le vimos hace casi un año.

En fin… tampoco me pondré muy borde. La película no es ninguna catástrofe, se deja ver hasta cierto punto, y sirvió al efecto buscado de permitirnos pasar el tiempo entre dos compromisos sociales este viernes. Sin embargo, no tiene el tono o la calidad de otros productos similares de cine independiente que se han podido ver en otras ocasiones. Una ocasión fallida, puesto que con las premisas iniciales quizá se podría haber sacado algo más de partido. A ver si nos entonamos un poco, que desde que dejamos atrás la temporada de los óscar, no estamos encontrado películas que nos llamen gran cosa la atención. Estamos un poquito torpes.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
La música tiene gran importancia en la historia entre los dos protagonistas. Y últimamente por Zaragoza, encontramos muchos grupitos de jóvenes músicos, estudiantes de conservatorio, convertidos en músicos callejeros, porque las cosas deben andar realmente mal. Como este grupo de metales en Santa Engracia. Por cierto que la música era una de las "artes liberales". Curiosamente, encuadrada en el "quadrivium", junto con la aritmética, la geometría y la astronomía. No con el "trivium" que era más de letras como los protagonistas de esta historia. Qué cosas.

La música tiene gran importancia en la historia entre los dos protagonistas. Y últimamente por Zaragoza, encontramos muchos grupitos de jóvenes músicos, estudiantes de conservatorio, convertidos en músicos callejeros, porque las cosas deben andar realmente mal. Como este grupo de metales en Santa Engracia. Por cierto que la música era una de las «artes liberales». Curiosamente, encuadrada en el «quadrivium», junto con la aritmética, la geometría y la astronomía. No con el «trivium», que era más de letras como los protagonistas de esta historia. Qué cosas.

[Libro] Sanshiro

Literatura

Ya he comprobado que la editorial Impedimenta es de las pocas que segmentan los precios de sus libros según si son ediciones en papel o ediciones electrónicas de forma relativamente razonable. Bien es cierto que la edición electrónica pierde el encanto de las excelentes presentaciones que hace esta editorial con sus libros de árboles muertos. Pero tiene un catálogo interesante, y si el precio se pone interesante,… pues iremos a ellos. En este caso con una novela del japonés Natsume Soseki.

Sanshiro
Natsume Soseki; traducción de Yoshino Ogata
Editorial Impedimenta; Madrid, 2009
Edición de libro electrónico

Nos cuenta Soseki la vida de Sanshiro, un joven universitario de provincias, durante su primer año de universidad en Tokio. Estamos ante un joven desorientado, tímido, inseguro, que se ven confrontado a una serie de personajes que van a constituir su mundo durante ese periodo. En primer lugar, Yojiro, a medias entre el activista universitario y el pícaro, que le introducirá en la vida cultural e intelectual tokiota. Aunque sea por la puerta trasera. Pero sobretodo, tendremos sus primeros contactos con las mujeres, con las que se sentirá especialmente inseguro. No sabe nada de ellas, a pesar de haber sido criado en exclusiva por su madre. Oficialmente viuda desde que el protagonista era muy niño, pero existen otras posibilidades que se descuelgan de la lectura del libro. Y entre ellas está Nimeko, una chica extraña, con aspiraciones artísticas, bella, con cierta sofisticación personal, pero que a su vez se identifica con una oveja descarriada. Y el amor que despertará en Sanshiro estará dotado de un profundo desconcierto, y la incapacidad del joven de saber qué tiene que hacer a continuación.

Esta novela me desorientó. No me resultó difícil empezar a leerla y adentrarme en ella, pero en un momento me tuve que detener y pensar un poco en lo que estaba leyendo. Porque detrás de esta época de iniciación y despertar al mundo real del muchacho provinciano, encontramos una crítica a la sociedad intelectual y universitaria tokiota del momento. Estamos hablando de finales de la primera década del siglo XX, poco después de la guerra rusojaponesa. Japón empieza a ser contada como una de las potencias internacionales, pero a su vez todavía está digiriendo los cambios sociales y culturales de la era Meiji. A caballo entre las tradiciones propias y las innovaciones que proceden de occidente, no sólo estamos ante el desconcierto propio de Sanshiro. Estamos ante el desconcierto generalizado de la sociedad japonesa, representado por las incoherencias propias de cada uno de los protagonistas del relato. Salvo Sanshiro, que cuyo desorientación y desubicación es natural, todo los demás pretenden ser algo que no son. Y eso se nota precisamente en Nimeko, cuya aureola de misterio y profundidad probablemente podamos considerarla más artificial que otra cosa.

Esta novela es una obra con regusto. He tardado unos días en comentarla, porque necesitaba reposar. Y finalmente considero que ha sido una lectura muy interesante, que no debe realizarse de forma apresurada a pesar de que no es difícil de leer, pero en la que hay que saber en cada momento quienes son sus protagonistas, y quienes aparentan. Recomendable para quien quiera conocer otras realidades y otros periodos históricos y sociales distintos de los de nuestro occidente, siempre mirándose al ombligo.

No son los famosos "sakuras", cerezos en flor, japoneses, pero son las primeras flores que anuncian la primavera, a orillas del Ebro a su paso por Zaragoza.

No son los famosos «sakuras», cerezos en flor, japoneses, pero son las primeras flores que anuncian la primavera, a orillas del Ebro a su paso por Zaragoza.

[Libro] The Great Gatsby

Literatura

En los últimos días, he coincidido en dos ocasiones con el avance de la nueva versión cinematográfica que de la novela de F. Scott Fitgerald está pronta a llegar a las pantallas de cine. He de decir que la más conocida versión cinematográfica, protagonizada por Robert Redford, dirigida por Jack Clayton, con guion de Francis Ford Coppola sobre la historia original de Fitzgerald, no me dijo gran cosa. Sobre la que se nos viene encima, diré algo al final. El caso es que navegando por la tienda Kindle, vi el libro electrónico en inglés por 99 céntimos de euro. Y como hace tiempo que no leía ficción en el idioma de Shakespeare decidí que si no me la merendaba, poca era la pérdida. Pero me la he leído entera. No es muy larga. Pero tampoco me ha costado mucho.

The Great Gatsby
F. Scott Fitzgerald
Audio Go Limited

Para quien no haya visto la película, la novela nos cuenta como Nick, un joven a punto de cumplir los 30 años, vive en Long Island, cerca de Nueva York, donde trabaja, en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, donde se relaciona con la alta sociedad del lugar, a pesar de que él tiene una vivienda y unos ingresos relativamente modestos en comparación. Entre quienes frecuenta se encuentran su prima Daisy y su marido Tom Buchanan, y la golfista Jordan BakerTom tiene una amante, Myrtle, con quien se ve en un apartamento en Nueva York. Vecina a su pequeña casa está la mansión de Jay Gatsby, un misterioso millonario, cuyas fiestas del sábado por la noche son legendarias. Un día, Nick será invitado a una de esas fiestas y conocerá a Gatsby. Y este le hará conocer su pasado pobre, cuando conoció antes de la guerra a Daisy, y quedó enamorado para siempre de ella. Y pide a Nick que organice el reencuentro. Pero las cosas no serán como la pareja quiera, y un coche amarillo tendrá mucho que decir al respecto. Y un marido despechado. O dos.

Esta mañana he estado rondando por la celebración de la Cincomarzada, fiesta local en Zaragoza, y había una big band, la Dubadú Band. Las big bands son posteriores a la época del charlestón propia de la novela, pero ya surgieron en los años 20 del siglo XX.

Esta mañana he estado rondando por la celebración de la Cincomarzada, fiesta local en Zaragoza, y había una big band, la Dubadú Band. Las big bands son posteriores a la época del charlestón propia de la novela, pero ya surgieron en los años 20 del siglo XX.

Lo cierto es que me ha parecido una novela entretenida, que te da a conocer un mundo ya lejano, el de los felices veinte, con su charleston, sus flappers, su alegría de vivir, su relajación de costumbres,… pero también con sus prejuicios, sus injusticias, y sus rémoras costumbristas del pasado. Se lee con facilidad, aunque para quien no lee habitualmente en inglés exige cierta atención y alguna consulta al diccionario frecuente. Pero por lo demás es una lectura que está bien. Y por lo que cuesta… Pero me han entrado ganas de leer alguna otra cosa del autor. Quizá lo más interesante parece Tender is the NightSuave es la noche en castellano, aunque no está en libro electrónico. Pero entre los casi 20 euros de la versión española en tapa dura, y la inglesa en libro electrónico por poco más de 2,50 euros,… creo que no me lo pensaré mucho. Me parece demencial la política de las editoriales españolas con respecto al libro electrónico, con alguna excepción. Parece que han adoptado una política de fomento del pirateo.

En cuanto a la versión cinematográfica que se viene… La verdad es que anuncia mucho espectáculo, a costa de las fiestas en la mansión de Gatsby, y mucho glamour. Pero desconfío de Baz Luhrmann, que no es santo de mi devoción. Pero bueno, Daisy parece estar interpretada por la encantadora Carey Mulligan, lo cual es un plus… Ah, y Gatsby es DiCaprio… lo cual puede estar bien… o no.

Cuanto más fieles al jazz y al swing se han mostrado, mejor han sonado estos chicos, con un par de improvisadores que han echo las delicias de los que allí estábamos y gustábamos de este tipo de música. En las adaptaciones de otro tipo de músicas, flojeaban más. Desde mi humilde punto de vista. Pero ha estado bien.

Cuanto más fieles al jazz y al swing se han mostrado, mejor han sonado estos chicos, con un par de improvisadores que han echo las delicias de los que allí estábamos y gustábamos de este tipo de música. En las adaptaciones de otro tipo de músicas, flojeaban más. Desde mi humilde punto de vista. Pero ha estado bien.

[Cine] Blue Valentine (2010)

Cine

Blue Valentine (2010), 27 de febrero de 2013.

Hice un comentario hace algo más de un año a propósito de esta película, dirigida por Derek Cianfrance, y protagonizada por dos intérpretes que han dado mucho que hablar, por la calidad de sus trabajos, en los últimos años. Me refiero a Ryan GoslingMichelle Williams, que ya lleva tres candidaturas a los premios óscar, una de ellas por esta película. Pues bien, esta película cuyo primer pase fue en el festival de Sundance en enero de 2010, hace tres años, y que se estrenó con carácter general en buena parte del mundo a principios de 2011, ha llegado a nuestras carteleras en febrero de 2013. Y ya adelanto que es una buena película. ¿De verdad se extrañan de que la gente se busque la vida en internet para ver cine? Los distribuidores y la industria del cine, cuando se llevan las manos a la cabeza porque la gente siga estás prácticas, ¿están tontos o qué? He de decir que yo ya había visto la película en mi aparato de televisión, en versión original en su momento, pero este miércoles acompañé a la sala de cine a una amiga a quien hablé bien de ella. Lamentablemente en versión doblada. No se merecían mi dinero, no. Pero…

La película nos cuenta los dos últimos días de un matrimonio, dos personas todavía jóvenes, pero ya quemadas de la vida en conjunto. Ella, todavía de buen ver, enfermera, que trabaja muchas horas en una consulta médica, donde el señor doctor le tira los tejos descaradamente. Él cuida de la casa y de la hija de ambos, de unos cinco o seis años, no más. Tiene un aspecto descuidado. Viendo que el matrimonio no va bien, organiza una escapada a un hotel para la pareja, con el fin de reactivar la relación. Aunque no funcionará. Pero en paralelo, mediante flashbacks, conoceremos la historia de cómo empezó la relación, unos años antes, cuando ella estaba en el instituto, con muchas ambiciones, inteligente, buena estudiante, y también con algunos errores a cuestas.

Nos encontramos ante una dura reflexión sobre la vida de pareja. Sobre cómo dos personas se enamoran y cómo termina el amor. Si es que las dos participaron alguna vez, profundamente digo, de ese amor. Una historia en la que no hay culpables y víctimas, buenos o malos, porque todo depende de qué parte de la historia veamos. Y ya se encarga el director de que veamos las dos partes, al mismo tiempo. Con un manejo de cámara un poco agresivo, muchos primeros planos, movimientos nerviosos, vamos siguiendo el fracaso como pareja de estas dos personas, que son buena gente en esencia, pero que quizá nunca estuvieron hechos el uno para el otro. Como tantas parejas, que se unen, quizá se enamoran, por los motivos equivocados.

La interpretación de ambos protagonistas me parece realmente notable, y efectivamente, recordando las candidaturas de aquel año al óscar a la mejor actriz protagonistaMichelle Williams estuvo realmente al nivel de las mejores, particularmente a mí me gusta más en este papel que la ganadora en el suyo. O por lo menos, con mucha menos espectacularidad, me convence y me dice más. Y en cualquier caso, me parece un papel bastante más conseguido que la mayor parte de las candidaturas de este año, incluida la ganadora, que también competía con ella hace dos años, con un papel que también me gustó mucho.

Una película que me parece más que interesante, que es una pena que haya tardado tanto en llegar en pantalla grande a nuestro país, que es una pena que no la proyecten en Zaragoza en versión original, que es una pena que no haya merecido más atención de los medios y los aficionados. Aunque claro, parece que las historias tristes no venden tanto. En cualquier caso, todas estas penas que me dan, me sirven para recomendar una iniciativa que en estos momentos recorre Zaragoza, en pro del cine de calidad; por Un nuevo Renoir.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****
Hoy os dejo con una bella imagen de las bellas cámaras de antaño; en la feria de antigüedades de Zaragoza.

Hoy os dejo con una bella imagen de las bellas cámaras de antaño; en la feria de antigüedades de Zaragoza.

[Cine/CineTren] Days of Heaven (1978)

Cine

Days of Heaven (1978), 22 de febrero de 2013.

Estos días intentaré sacar alguna entrada más cada día, para ponerme al día con mis novedades cinematográficas. Por ejemplo, este viernes pasado, invitados por una cinéfila de pro acudimos algunos aficionados a la fotografía de FeZ a ver esta película de Terrence Malick dentro del ciclo que ha organizado para una asociación sociocultural. Esto lo entendí mal, es el propio centro de educación de adultos, CPEPA Concepción Arenal, quien promociona los ciclos de cine, y se puede encontrar la información adecuada en «Sin edad digital»… el blog del Concepción Arenal. En concreto, de la película de este viernes se puede encontrar la información oportuna.

He conservado el título original en inglés porque la vimos en versión original subtitulada; en España se conoce con el título de Días del cielo. Como no la había visto y no la tenía incluida en mi base de datos, y la vimos en una pantalla grande, la reseño. El ciclo de películas está dedicado a la dirección de fotografía en el cine, y esta película es elegida, además de por sus indudables virtudes cinematográficas, por que meritoriamente consiguió un óscar a la mejor dirección de fotografía, que fue a parar al español exiliado Néstor Almendros. Pero además de eso, la película presenta un indudable interés ferroviario, por lo que es añadido a mi colección sobre el ferrocarril en la historia del cine, donde la podréis encontrar en su correspondiente reseña.

Cuando camino por la ciudad, en este caso camino del centro de educación de adultos donde proyectaron el filme, siempre llevo una cámara a cuestas. Y voy tomando imágenes. Es como un entrenamiento. Viene bien. Como Néstor Almendros (que iluso me he vuelto), aprovechando la luz natural del entorno.

Cuando camino por la ciudad, en este caso camino del centro de educación de adultos donde proyectaron el filme, siempre llevo una cámara a cuestas. Y voy tomando imágenes. Es como un entrenamiento. Viene bien. Como Néstor Almendros (que iluso me he vuelto), aprovechando la luz natural del entorno.

Estamos en la segunda década del siglo XX, en 191… lo que sea.  Bill (Richard Gere) se ve obligado a dejar su trabajo en una industria, y con su novia Abby (Brooke Adams) y su hermana Linda (Linda Manz), se trasladan a las plantaciones de cereales de Tejas, donde serán contratados para la temporada de la cosecha. BillAbby se harán pasar por hermanos para evitar problemas. El terrateniente (Sam Shepard) se fijará en la chica, y ambos amantes, en la creencia de que el granjero está gravemente enfermo y morirá pronto, deciden dejar que corteje a Abby y al final se case con ella. Pero la estrategia mostrará debilidades que complicarán la historia.

Aunque celebrada por la crítica, apenas tuvo éxito comercial en su momento. Las películas de Malick no son de fácil digestión. Con frecuencia están llenas de metáforas, de simbolismos que no siempre son evidentes. Tienen siempre un tono poético independientemente de la trama argumental. A pesar de que parece un drama romántico, con el típico triángulo amoroso, lo cierto es que la película tiene mucho de reflexión moral. Las diferencias sociales y económicas de la muy liberal Norteamérica de principios de siglo XX, la pobreza mezclada con el deseo de libertad, provocan decisiones éticas difíciles de juzgar desde otros puntos de vista. Pero no desdeñemos la parte romántica de la película. Los sentimientos confusos y los celos van a condicionar el desarrollo de la trama.

Vuelvo a usar la cámara tras la proyección; tienen la bondadosa ocurrencia de invitarme a unirme a una cena y velada con una gente muy agradable, vinculada a la organización del ciclo, en un bar cercano.

Vuelvo a usar la cámara tras la proyección; tienen la bondadosa ocurrencia de invitarme a unirme a una cena y velada con una gente muy agradable, vinculada a la organización del ciclo, en un bar cercano.

Evidentemente, uno de los grandes atributos de la película es la fotografía de Almendros. Formado con prestigiosos directores de la nouvelle vague, partidario acérrimo de la luz natural, de la fotografía sin artificios, la iluminación de la película, influenciada por el estudio de grandes pintores de todas las épocas es de un virtuosismo que ya por sí misma justifica la visualización del filme.

Desde luego, no hace falta decir que le pongo una nota alta, aunque quizá la interpretación, que no es mala, está un escalón por debajo del resto del filme. La recomiendo vivamente.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****
Y acabamos jugando para demostrar quien ha estado más atento a la película y a los debates. En la fotografía el equipo "contrario", "perdedor" a la postre, reflexiona sobre una de las cuestiones planteadas. Muchas gracias por la agradable velada.

Y acabamos jugando para demostrar quien ha estado más atento a la película y a los debates. En la fotografía el equipo «contrario», «perdedor» a la postre, reflexiona sobre una de las cuestiones planteadas. Muchas gracias por la agradable velada.

[Cine] Dos días en Nueva York (2012)

Cine

Dos días en Nueva York (2 Days in New York, 2012), 15 de mayo de 2013.

Fin de semana de flojera cinematográfica general. Tras el fuerte ritmo de estrenos oscarizables en enero, en estos momentos da la impresión de que los nuevos estrenos están más flojos. O por lo menos no encontramos propuestas realmente atractivas. Ha sido el fin de semana de los premios Goya, pero hace tiempo que he entendido que el cine español y yo vamos por caminos y tendencias dispares. La película española que más me ha gustado en el 2012 tan apenas ha recibido la atención ni de los medios, ni de los académicos, ni del público. Tras una serie de conversaciones con compañeras de trabajo, y tras conocer durante unos segundos a la directora del filme, veo en casa esta semana una película de producción no sólo española sino aragonesa, y que en su momento no fuimos a ver por la floja impresión que le produjo a una amiga. No es una catástrofe, pero tampoco me dice gran cosa. Así que entre todo este panorama, decidir qué ver no es fácil. Y por la simpatía que nos ha merecido en otras ocasiones la francesa Julie Delpy, tanto en su faceta de actriz como de directora, nos decidimos por esta secuela de otra película suya anterior que, aunque con defectos, no nos disgustó. Es cierto que cuando la vimos despertó un entusiasmo en nuestro grupo que luego se ha visto tremendamente atemperado. No era para tanto. Pero no nos disgusto. Y la tengo en mi colección de películas sobre la fotografía en el cine.

Si en la primera entrega conocíamos a la fotógrafa Marion Duprés (Julie Delpy) llevando a su novio de entonces a conocer a su excéntrica e imposible familia a la capital francesa, años más tarde la encontramos instalada en Nueva York con un hijo de aquella relación, y conviviendo con otro hombre, Mingus (Chris Rock), con quien planea montar un hogar. También ha avanzado en su carrera como fotógrafa y, además de trabajar para una revista, ha hecho sus pinitos en la fotografía conceptual, y va a inaugurar su primera exposición importante. Con este motivo, su familia vendrá de Francia a pasar unos días, poniendo toda su vida de patas arriba.

Si en la primera parte Delpy conseguía alcanzar cierto equilibrio entre la comedia y la reflexión dramática sobre los problemas existenciales y de pareja de los protagonistas, en esta segunda parte ese equilibrio no se consigue. Predominan las situaciones cómicas, pero sin que el humor que desarrolla sea especialmente brillante. En ocasiones es vulgar. Algunos personajes son realmente bufos, y creo que no aportan nada a la situación. Y el desarrollo de la parte dramática del filme, que sigue un paralelismo con la parte parisina, no consigue alcanzar el mismo nivel.

Dicho lo cual, las interpretaciones del conjunto tampoco son cosa del otro mundo sin que estén realmente mal. Quizá el problema es que a veces parecen personajes sacados de una enciclopedia de tópicos sobre franceses, yanquis y las relaciones entre ambos.

Lamentablemente, y a pesar de las simpatías que sentimos por Delpy, ver esta película nos ha parecido una pérdida de tiempo. Una producción prescindible que no añade nada a lo que ya nos contó hace cuatro o cinco años. En cualquier caso, esta película también va a mi colección de películas sobre la fotografía en el cine.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Sigo sin haber viajado a Nueva York, así que me quedaré en el lado parisino de la historia, en la plaza de los Vosgos. Hermosísima plaza en el Marais parisino.

Sigo sin haber viajado a Nueva York, así que me quedaré en el lado parisino de la historia, en la plaza de los Vosgos. Hermosísima plaza en el Marais parisino.

[Libro] La mecánica del corazón

Literatura

Estreno mi Kindle leyendo un best-seller francés del que me han hablado muy bien. Aunque no me decido por la versión vernácula y opto por la traducida. Os cuento lo que me ha parecido el libro, y mis primeras impresiones con el chisme.

La mecánica del corazón
Mathias Malzieu (traducción de Vicente Tuset Mayoral)
Editorial Mondadori

El libro, en clave de semifantasía, nos cuenta la historia de Jack un niño, hijo de una prostituta adolescente de Edimburgo, que nace con el corazón débil, y Madeleine la partera que le trae al mundo le coloca un reloj de cuco para que le ayude a latir. Pero siendo niño todavía se enamora de Miss Acacia, una niña andaluza, cantante, de grandes ojos y escasa vista, que pondrá en riesgo con numerosas emociones el latir de su corazón artificial. Y ahí se iniciará una aventura tras el amor de su vida que le llevará desde la fría Escocia hasta los alrededores de la Alhambra en Granada, pasando por París, donde conocerá a un joven George Méliès, que le acompañará y protegerá en su aventura.

Las premisas de inicio de esta pequeña novelita eran interesantes. Con ligeros toques de steampunk, nos traslada al siglo XIX, y nos prepara para contarnos una historia de aventuras y romance. Y efectivamente, los primeros capítulos nos mantienen esa ilusión. Hasta que llegan a Granada. A partir de ahí, la historia divaga por un romance vulgar de celos y desconfianza sin ningún género de aventura real. Por otra parte, en la novela se aprecian una serie de anacronismos que desconozco si son voluntarios o inconscientes, qué sentido tiene hablar del western cuando ni siquiera está inventado el cine, y la cosa pierde nivel por momentos. Sólo al fin recupera un poquito el tono, con un final poco convencional, aunque tampoco especialmente brillante.

Una decepción este libro tan vendido en el país de nuestros vecinos del norte. Por otra parte, me ha resultado muy agradable leer en el dispositivo electrónico, al que los únicos avances que le hecho en falta es la pantalla táctil, y que se pueda leer en la oscuridad. Pero también son atributos que faltan en los libros de toda la vida, claro. Salvo lo táctil, claro, que es la única forma de pasar páginas de papel. En conjunto, un chisme agradable. Lo que todavía no tengo claro es que el mercado de libros electrónicos esté maduro. Ya comentaré otro día.

Carnaval infantil

Ya que estamos en un mundo de fantasía, seguimos con los carnavales del fin de semana en Zaragoza.

[Cine] Silver Linings Playbook (2012)

Cine

Silver Linings Playbook (2012), 25 de enero de 203.

Esta película fue vista en versión original subtitulada en español y por ello conservo su título original en inglés. Es posible encontrarla en la cartelera española con un título castellano, El lado bueno de las cosas, que no es traducción literal en inglés, lo cual sería difícil manteniendo el significado del título. Así que han hecho lo que han podido. Que comparado con los desastres de otras películas no es poco.

Tenía muchas expectativas por ver este filme dirigido por David O. Russell. Que hasta ahora no era uno de mis directores favoritos. Pero hay tenemos entre los protagonistas a Jennifer Lawrence, a la que gustosamente le hubiera dado el óscar hace un par de años, y a otros ilustres de la cosa de la interpretación. Y encima, osa competir a los premios óscar siendo una comedia, cuando lo normal, aunque excepciones no faltan, es que estos premios tengan preferencia por los dramas. Veremos que me ha parecido.

Pat (Bradley Cooper) ha estado ingresado ocho meses en una institución psiquiátrica por agredir al amante de su mujer. Si no fue a la cárcel fue por que se le diagnosticó un trastorno bipolar. Y ahora su madre, Dolores (Jacki Weaver), se compromete ante la administración de justicia a velar en su domicilio por su tratamiento y rehabilitación. Domicilio en el que también encontramos al padre, Pat Senior (Robert De Niro), que pone en riesgo constantemente la economía familiar con sus apuestas. Pat está obsesionado con recuperar a su exmujer, pero tiene una orden de alejamiento. Y la adaptación a la sociedad está siendo difícil. En una cena, conocerá a la hermana de la mujer de uno de sus amigos, Tiffany (Jennifer Lawrence), una joven viuda de un policía, que tras la muerte en accidente de este cayó en una adicción al sexo de la que también está en recuperación. Ambos llegan a un trato, Pat será pareja de baile de Tiffany en un concurso y, a cambio, esta servirá de correo burlando la orden de alejamiento en sus comunicaciones con la ex. Pero las cosas se van a complicar en semejante cuadro de personas con la salud mental tocada.

Al final de la proyección acepté la calificación de «comedia» de este largometraje. Pero no sin reticencia en diversos momentos del filme. Porque en las vidas de los personajes de esta historia hay mucho drama. Hay mucho daño personal. Incluso tragedia, o tendencia a la tragedia. Partimos de situaciones relativamente difíciles. Y es una opción el enfocarlas por el lado del humor. Un humor que en ningún caso va a ser de risa. Ya que no podemos dejar de lado los dramas personales que viven los protagonistas, que en ningún caso, a un espectador con un mínimo de posibilidad le van a inducir una carcajada. Con estas premisas, la película se desarrolla con fluidez. El espectador, conforme pasan los minutos, va empatizando con todos los caracteres, asume sus virtudes y sus defectos, y empieza a sufrir alegrías y tristezas con ellos. Quizá el principal defecto del desarrollo de la historia sea su excesiva previsibilidad en el tramo final, en el que supones con facilidad por donde van a ir los tiros.

Y luego está, en efecto, la gran virtud del filme que es la interpretación. Aunque hay dos protagonistas principales, PatTiffany, especialmente el primero, la película tiene un cierto grado de coralidad. Y las interacciones con el resto de los personajes, especialmente con el padre y la madre, DeNiroWeaver, pero también otros, son fundamentales para el desarrollo de la historia, incluso claves para desencadenar las reacciones de los protagonistas. De todos ellos, quien más alabanzas y más opciones de premios tiene es la joven Jennifer Lawrence, que da muestras de una gran versatilidad en sus capacidades interpretativas. Esta chica siempre me ha gustado, pero hasta ahora solo la había visto fina en papeles fundamentalmente dramáticos. Aquí la vemos loca, la vemos seria, la vemos trágica, y la vemos bailar. No es cómica, pero no carece de capacidad para la comedia. Weaver y sobretodo DeNiro son los otros grandes del filme, que roban cualquier escena en la que se encuentren.

Película muy recomendable, que te hará salir de la sala de cine con una sonrisa y con buen humor, sin por ello haber caída en la simpleza o en la superficialidad de la que hacen gala la mayor parte de las comedias hoy en día. No la veo yo ganando un óscar al mejor filme, pero fíate tú de la capacidad de sus productores, que llevaron al premio a algo como Shakespeare in Love que, siendo maja, era inferior a la de hoy y se impuso a uno de los peliculones de Spielberg.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

En lo que se refiere a mis preferencias en la carrera a los Óscar, he colocado a sus candidatos en su posición, que en ningún momento es ganadora. Aunque como no creo que osen darle el óscar a Emmanuelle Riva, y habiendo colocado a Lawrence en segunda posición, declaro que si no se lo va a dar a la francesa, que se lo den a esta joven, guapa y cada vez más versátil actriz. Por otra parte, he tenido muchas dudas sobre si preferir a DeNiro por encima de Tommy Lee Jones o no. De momento me decanto por este último. Aunque estoy pensando en cambios globales en las clasificaciones ahora que voy teniendo una visión amplia de la oferta. Sólo me quedan por ver tres de las películas con candidaturas a los premios, y pienso verlas antes del día de la ceremonia de entrega de los mismos. De hecho, una ya está vista. Ya la comentaré en su momento. Otra está al caer… Y la tercera, tendré que hacer trampa porque no la estrenan hasta marzo.

Visita al palacio Larrinaga

Por leer. Al protagonista masculino de la película le da por leer. Los libros que le recomendaba su ex. Aunque se enfada con el final de alguno. En cualquier caso, no son los libros de derecho de esta antigua biblioteca en el Palacio de Larrinaga de Zaragoza.

[Cine] Tabu (2012), y el «resurgir» del blanco y negro y los formatos clásicos en el cine actual

Cine

Tabu (2012), 23 de enero de 2012.

No. No es una falta de ortografía. Sé que la palabra «tabú» lleva acento en castellano. Pero no en portugués. Y la película ha sido vista en versión original, por lo que respeto el título original en la lengua lusa. No es frecuente encontrar en cartelera filmes del país vecino, que sin embargo siempre ha tenido una filmografía de cierto interés, con nombres de reconocido prestigio. Y aquí nos encontramos con una película de Miguel Gomes  que parece que se apunta a las modas recientes de rodar en blanco y negro, y volviendo al antiguo estándar académico en lo que se refiere al formato del fotograma. Pero vamos a ver un poco de que va esta película.

Consta de dos historias relacionadas entre sí y un prólogo. En el prólogo se nos habla de un explorador portugués en África, cuya motivación por la exploración parece más relacionada con su duelo por la pérdida de la esposa que por su afán de conocer. Después tendremos las dos historias principales de la película.

En la primera, situada en la Lisboa moderna, seguimos a Pilar (Teresa Madruga), una mujer madura, algo solitaria, que se ve envuelta en la historia de su anciana vecina, Aurora (Laura Soveral), una jugadora compulsiva y que parece estar empezando a perder su integridad mental, cuya hija vive lejos, y a la que atiende un criada, Santa (Isabel Cardoso). En la resolución de los problemas de Aurora, llegamos a conocer a Ventura (Henrique Espírito Santo), alguien a quien conoció en su juventud en las colonias africanas.

En la segunda, conocemos la historia de amor en la joven Aurora (Ana Moreira), casada y embarazada, que vive una historia de apasionado amor con el joven Gian Luca Ventura (Carloto Cotta), en las colonias africanas portuguesas, al pie de un ficticio Monte Tabú. Nombre que indica el conflicto moral de la pareja.

Los tres segmentos están rodados en blanco y negro. De los dos principales, el de la moderna Lisboa lo está con negativo de 35 mm, y está dialogada normalmente. La de la época colonial, está rodada en 16 mm, contribuyendo con su mayor grano y menor definición a dotar de atemporalidad y de ensoñación a la acción, y es narrada por el viejo Ventura, mantiene efectos sonoros, pero carece por completo de diálogos. Realmente, nos encontramos ante una película muy especial en su planteamiento, que nos retrotrae a lo que se conoció como cine de arte y ensayo. Una película con experimentación, que obliga al espectador a una actitud muy activa si quiere mantenerse conectado a lo que se nos está contando. Porque hay una historia detrás. Una historia pequeña en contenidos y sucesos, pero grande en sentimientos y emociones.

En los últimos años hemos visto como la filmación en blanco y negro ha vuelto con relativa fuerza en producciones de prestigio. La cinta blanca, The Artist, la versión española cañí de Blancanieves, la muy interesante y poco comentada El artista y la modelo, o el Frankenweenie de Burton. Pero salvo la primera de ellas, las demás han supuesto más homenajes a las formas de rodar y fotografiar de otro tiempo, que un uso actual del medio. En el caso que nos ocupa hoy, el uso del blanco y negro, y del formato más cuadradote, como las antiguas televisiones, también común a dos de las anteriores, o a la interesante pero desapercibida nueva versión de Wuthering Heights (Cumbres borrascosas), tiene un interés claramente expresivo, al servicio de la cualidad narrativa del filme.

A todo lo anterior hemos de sumar las excelentes interpretaciones del elenco, especialmente interesantes en el segmento carente de diálogos, donde las actitudes y las miradas han de bastar, acompañadas eventualmente por la voz del narrador, para transmitir el torrente emotivo que es la base de ese segmento.

No voy a recomendar este filme con carácter general. Para la mayoría de la población, que busca en el cine un mero entretenimiento más que otra cosa, puede ser difícil de digerir. Pero desde luego estoy de acuerdo con aquellos que han afirmado que es una de las apuestas más originales e interesantes del cine actual, mucho más que muchas de las que en estas semanas voy comentando en premio maratón por los premios óscar. A cuya valoración personal no afecta, por no ser candidata en ninguna categoría. Pero podría estar perfectamente si los académicos mirasen el cine con otros ojos.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
Lisboa, la praça do Comércio, en blanco y negro, de acuerdo al filme que hoy nos interesa.

Lisboa, la praça do Comércio, en 1990, en blanco y negro, de acuerdo al filme que hoy nos interesa.

[Cine] To Rome with Love (2012)

Cine

To Rome with Love (2012), 23 de septiembre de 2012.

Esta película ha sido en versión original subtitulada en español, y por ello conservo su título original en inglés. La película está rodada bilingüe, en inglés e italiano, y de esta forma es realmente muy disfrutable. Quien prefiera una versión doblada, también se encuentra en la cartelera española con el título traducido, A Roma con amor.

Ayer era el equinoccio de otoño. Día y noche duraron las mismas horas. El sol salió por el este y se puso por el oeste. Y Woody Allen, como todos los años, llegó a las carteleras. Sigue con su periplo europeo. Después de sus tres películas londinenses, por cierto que me voy a Londres unos días a finales de la semana que viene, su publirreportaje turístico español, y su deliciosa postal parisina, se nos va a Roma.

No es fácil indicar el argumento de esta película. Algunos habrán visto algunas películas últimamente dedicadas a contar historias cortas más o menos románticas localizadas en una ciudad, como Paris, je t’aime y cosas así. Pues bien, Allen se ha montado algo así, pero con las historias no contadas de tirón, sino fragmentadas y mezcladas, aunque todas ellas son totalmente independientes.

Una turista americana (Alison Pill) y un abogado laboralista italiano (Flavio Parenti) ligan y se van a casar. Invitan a los padres de ella (Judy Davis y Woody Allen) a conocer a la familia de él, y el padre, que es un promotor de ópera retirado con poco éxito en su profesión descubre que su futuro consuegro (Fabio Armiliato) canta arias de ópera como el mejor, pero exclusivamente debajo de la ducha. Y decide montarle una ópera.

Un tipo normal y corriente (Roberto Benigni), un oficinista más de traje gris, trabajo y familia corrientes y molientes, de repente se ve perseguido por los periodistas, es invitado a la televisión, liga con modelos y actrices, porque… es famoso. ¿Y por qué es famoso? Pues, porque es famoso.

Una pareja de jóvenes recién casados de provincias (Alessandro Tiberi y Alessandra Mastronardi), muy catetos ellos, llegan a la capital porque los tíos de él le van a ofrecer un trabajo. Pero se separarán por las circunstancias, y severán envueltos en una extraña relación con una prostituta (Penélope Cruz) y un «galán» de cine (Antonio Albanese).

Un arquitecto maduro (Alec Baldwin), que asegura padecer melancolía de Ozymandias*, se encuentra en el Trastévere, con un joven estudiante de arquitectura (Jesse Eisenberg) que convive en ese típico barrio con su simpática novia (Greta Gerwig), también estudiante. El maduro le dice al joven que tenga cuidado, que no se líe con la encantadora mejor amiga de su novia que viene a pasar con ellos una temporada, una actriz (Ellen Page) con una agitada vida amorosa.

Termas de Caracalla

Una aventura amorosa con alevosía y nocturnidad, y bajo la lluvia, se da en el filme entre las ruinas de las Termas de Caracalla.

Aunque las historias se cuentan mezcladas, insisto en que no están relacionadas unas con otras. No sólo eso, sino que alguna se desarrollan en el intervalo de días, o en el de semanas, o sólo en horas. No están sincronizadas. Sin embargo, esto no afecta al ritmo de la película que avanza con agilidad haciendo eslalon entre ellas, sin que chirríe. En ellas, Allen va retomando sus temas favoritos: el amor, las infidelidades, la muerte, la creatividad artística, la fama y celebridad, etcétera. Pero con humor. Y en muchas ocasiones rozando el absurdo. O sin rozar. De lleno en el absurdo. En más de una ocasión me arrancó alguna carcajada, cosa que últimamente pocas comedias románticas o de cualquier otro tipo consiguen. Todo ello, al igual que sucedía en sus anteriores películas europeas, en medio de una constante postal turística de la ciudad de Roma. Creo que pocos lugares típicos de la ciudad eterna dejan de ser retratados en el filme. Lo cual gusta al respetable. Esto viene de antiguo.

Las interpretaciones están en general bastante bien. O adecuadas a lo que se pide de cada uno de los intérpretes, que dan la impresión de que se lo han pasado bastante bien. Me costaría destacar a ninguno ni por arriba ni por abajo. Y me parece absolutamente fundamental el verla en versión original, más estando hablada en dos idiomas. Alguna de las situaciones más graciosas tienen que ver con este hecho.

Resumiendo, una película a la que nadie podrá acusar de ser de las más sesudas, importantes, trascendentes o magistrales del director neoyorquino. Pero que a mí me ha divertido mucho, se me ha pasado en un vuelo y además ha sido muy agradable de ver. Quizá no al nivel de Midnight in Paris, pero mucho mejor que la mayor parte de las comedias románticas que uno se puede merendar a lo largo del año.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

* Nota: La melancolía de Ozymandias no existe. El nombre deriva de un poema inglés de Percy Bysshe Shelley, en el que se trata de la ruina de la ruina de una estatua gran rey Ozymandias, nombre por el que conocían los griegos a Ramses II. Y por lo tanto tiene que ver con lo pasajero de la grandeza terrenal. El síndrome que padece Baldwin estaría pues relacionado con el estado depresivo al tomar conciencia de que todo lo que nos parece grande e importante tarde o temprano desaparecerá y se olvidará. Lo cual es cierto.

Rincón en el Trastevere

Típico rincón del Trastévere, donde transcurren también algunas escenas de la película, y donde me alojé yo en mi visita invernal, aunque no lo parecía, en 2004.

[Cine] The Deep Blue Sea (2011)

Cine

The Deep Blue Sea (2011), 10 de septiembre de 2012.

Iba a decir que conservo el título original porque vemos la película en versión original, pero por razones que desconozco en la cartelera española la versión doblada conserva el título original. A nadie se le ha ocurrido llamarla El profundo mar azul, que sería lo literal, o cualquier otro desmán de los que son habituales por estos pagos. Pero el caso es que esta película británica que ya hace tiempo que se estrenó en el mundo, no ha encontrado sitio en la cartelera española hasta finales de este apático verano cinematográfico. Lo cierto es que nos sentimos atraidos por el reparto y, aunque la hora a la que proyectan la versión original es intempestiva, pues vamos a ello. Prácticamente solicos. Claro.

La película nos cuenta un par de días en la vida de Hester Collyer (Rachel Weisz), que en el Londres de la posguerra temprana intenta suicidarse en la habitación que comparte con su amante Freddie (Tom Hiddleston), aunque lo impiden la patrona y un vecino. A partir de ahí y mediante flashbacks, conoceremos la historia de los meses previos en los que muerta de aburrimiento en su matrimonio con el honesto pero desapasionado juez Sir William Collier (Simon Russell Beale), acaba enamorándose de un dicharachero e infantil antiguo piloto de la RAF, el mencionado Freddie. Intercalada entre los flashbacks vemos como se desarrollan los eventos tras el intento de suicidio, de modo que podemos comparar la expectivas de Hester cuando comenzó su affair con el guapo piloto con su depresión actual que le ha llevado al intento de suicidio.

Vamos a ver. La historia, dirigida por Terence Davies, no da para mucho más de lo que es la poco más de hora y media que dura. Rodada de forma técnicamente perfecta, con excelente iluminación, excelente diseño de producción, el conjunto sin embargo resulta extremadamente frío, frente a las pasiones que se supone han agitado la relación entre los tres personajes principales del relato. Es como si se hubiese contagiado del carácter del juez.

Así pues, lo único que se salva es ver la interpretación de los protagonistas. Rachel Weisz hace tiempo que ha demostrado que es una excelente actriz, aunque aquí no consigue contagiar el apasionado carácter de su personaje al conjunto del filme. El resto del reparto tiene esa solidez propia de los elencos británicos que pueden con todo. Incluso con los planteamientos más aburridos.

Salvo para fanáticos de los dramas de época, o de alguno de los intérpretes, no es una película que me atreva a recomendar especialmente. Un poco, una decepción. Uno espera más de las producciones británicas.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **
Puente de la Torre

Ya que estamos, caigamos en el topicazo. Tomo Puente de la Torre (el que todo el mundo llama en este país el Puente de Londres, como si no hubiera más).