[Libro] El libro de la almohada – Sei Shōnagon

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Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Cuando Shōnagon escribió su diario, la corte del Mikado se encontraba en Kyoto. Acompañaremos la entrada con un paseo fotográfico por el santuario Yasaka de la antigua capital imperial japonesa, entonces llamada Heian-kyō 平安京, la ciudad de la paz.

La literatura japonesa avanzó muy deprisa durante el llamado periodo Heian, en el que el centro de poder y de influencia se encontraba en Kioto, donde residía el emperador. No siempre ha coincidido el lugar de residencia del emperador con el centro del poder en el País del Sol Naciente. Hasta la era Meiji el emperador residió principalmente en Kioto, y sin embargo, en los tres siglos anteriores, el centro del poder se encontraba en Edo, actualmente Tokio. También hubo ocasiones en los que estuvo en Kamakura, u otras ciudades, según el lugar de residencia del shogun de turno. Pero en torno al año 1000 de la era común, era Kioto el centro político del país. Y un lugar de ilustración y refinamiento cultural.

Ya he leído con interés alguna obra de aquel período, algo anterior a la que nos ocupa hoy. Y es ciertamente célebre el Genji Monogatari 源氏物語 de Murasaki Shikubu, la Historia de Genji, contemporánea de la obra que comento hoy, a caballo entre el siglo X y el siglo XI. Genji Monogatari es una novela, y es considerada la primera novela moderna, o una obra con muchas de las características de una obra moderna, con el permiso de algunos precursores en la época clásica, en Grecia y Roma. En occidente, en los siglos XI y XII, los relatos se escribían en verso, y no se considera que hasta el siglo XIII comienzan a encontrarse relatos en prosa precursores de la novela actual. Esto nos da una idea del nivel de ilustración cultural de la corte nipona de principios de milenio, muy superior a la que encontramos en aquel momento en las cortes y en los feudos de la Europa medieval. El libro que hoy comento se escribe en aquel momento de refinamiento cultural en la corte del Mikado.

La autora del libro de hoy, Sei Shōnagon… bueno,… no se llamaba así. Shōnagon haría referencia al cargo de su esposo en la corte, mientras que Sei sería una referencia indirecta al apellido de la autora que se supone se llamaba Kiyohara Nagiko. Kiyohara es el apellido. Y el carácter con el que se escribe Sei, 清, es el primero de los usados para escribir este apellido. Shōnagon, como es denominada a lo largo del libro, en boca de otras personas de la corte, y era dama de compañía de la emperatriz consorte Fujiwara no Sadako, o Fujiwara no Teishi, como también es conocida, esposa predilecta del emperador Ichijō, 66º emperador de Japón. La antes mencionada Murasaki Shikubu ocupó una posición similar con la primera emperatriz consorte del mismo emperado, Fujiwara no Shōshi, y parece que hubo cierta competitividad entre ambas damas de compañía y escritoras.

Sin embargo, el libro de Shōnagon no fue escrito para ser publicado y leído. Era más bien una especie de diario en el que anotaba ideas o sucesos que le llamaban la atención, y que guardaba junto a su almohada, probablemente lo escribía cuando se retiraba a su alcoba antes de dormir. De ahí el nombre de Libro de la almohada (枕草子 Makura no Sōshi). No es un relato al uso. Aparece listas de cosas que le gustan, que no le gustan, que le desagradan, que considera encantadoras, que conviene hacer, o que no conviene hacer. También describe su entusiasmo por determinadas fiestas, o por la forma en que se comportan algunas personas que conoce. O también las que le desagradan. Hay frecuentes referencias a poemas de la época, y también más antiguos, tanto japoneses como chinos. Y no faltan descripciones más o menos veladas o claras sobre lances amorosos, o su atracción sobre tal o cual caballero de la corte. O las anécdotas que destaca en la vida cotidiana de la corte, en su relación con Sadako, la emperatriz o con otros cortesanos y cortesanas de cierto rango.

Se nos cuenta que el libro se escribió en hiragana, uno de los silabarios de la escritura japonesa, que en aquellos momentos se consideraba la escritura de las mujeres, utilizando kanji, los caracteres propios de la escritura china adoptados en Japón, para los nombres propios de personas o lugares. Pero hay coincidencia en considerar que era una mujer muy ilustrada y culta, y con gran sensibilidad poética. Esas sensaciones nos traslada la traducción al castellano realizada y comentada por Jorge Luis Borges y María Kodama, que seleccionaron los pasajes que forman parte de esta edición. Por supuesto, la autoría de la traducción nos garantiza que esta tiene un nivel literario de un nivel más que apropiado. De alto nivel.

Se lee bien. Se lee fácil. Es de gran belleza estilística y poética a pesar de estar escrito en prosa. Y no es muy extenso, por lo que es definitivamente una obra que se puede recomendar a cualquier lector, aunque especialmente a quienes se quieran adentrar en la cultura del País del Sol Naciente, sus orígenes y su historia.

[Libro] La estatua – Günter Grass

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Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

A principios de enero sufrí un par de semanas de desconcierto lector. Comencé, con muchas ganas, la lectura de algunos libros que me habían sido muy recomendados. Y se me atascaron de forma casi inmediata, sin conseguir centrarme en su lectura. Quizá porque sus temas realmente no fueran atractivos para mí en ese momento, quizá porque la forma en que estaban expuestos no me permitiera centrarme en ellos. Así que interrumpí su lectura, la pospuse para momentos más idóneos y decidí romper el ciclo de desconcentración lectora por otros medios.

El primer encuentro del escritor con la presunta reencarnación actual de Uta de Ballenstedt es ante la catedral de Colonia. Un magnífico ejemplo también del gótico alemán.

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Comencé en ese momento la lectura de una serie de manga japonés, recomendada por un lector de estas páginas a través del correo electrónico tras una entrada dedicada a otra serie de manga que leí a finales del año pasado, todavía voy por el sexto tankobon de los once que consta la serie, así que aun falta para que la comente en estas páginas. Y me llegó la noticia de este librito de Günter Grass, una «píldora» literaria inédita, como la ha llamado algún crítico. El autor alemán falleció en 2015, y esta estudio literario, como lo clasifican, ya que ni es ficción ni es un ensayo propiamente dicho, fue publicada en alemán, su idioma original, con el título Figurestehen (figura de pie) en 2022. A principios de 2025 nos llega en castellano de la mano de Alfaguara. Aunque sorprendentemente en algunos lugares se nos dice que su publicación está prevista para mayo. Que yo sepa está disponible desde los primeros días de enero, cuando yo la compré en formato electrónico.

Este estudio literario, por lo tanto, comienza con un viaje del escritor con su esposa a Naumburgo, ciudad alemana en el estado de Sajonia-Anhalt, cuando todavía existía la República Democrática de Alemania, o Alemania Oriental. Y allí quedó marcado por las esculturas en piedra del llamado Maestro de Naumburgo, los donantes o fundadores que financiaron la catedral, especialmente por la figura de Uta de Ballenstedt (circa 1000 – 1046). De esta escultura se ha dicho que inspiró el aspecto de la madrastra de Blancanieves en la versión Disney. Su aspecto y atuendo, no consta que Uta de Ballenstedt fuese una malvada madrastra. Más bien pudo ser una mujer maltratada por su marido. Obsesionado por la figura, el escritor imagina invitar a cenar a las personas que sirvieron como modelos para estas figuras, incluida la joven que representa a Uta. Posteriormente, delante de la catedral de Colonia, encuentra a una joven que parece la reencarnación de aquella mujer, y seguirá encontrándosela por otras ciudades europeas en los años que siguen.

Estamos en un relato en el que Grass mezcla vivencias reales con fantasía y otros hechos probablemente ficticios, en un ejercicio literario de fascinación por la que es considerada la mujer más bella de la Edad Media, aunque quizá nadie sepa a ciencia cierta qué aspecto tenía. El mismo Grass especula con una modelo extraída de entre los gremios artesanos de la ciudad doscientos años después de la época en la que vivió la Uta original. Hay que decir también que su cónyuge desde 1979 se llamaba Ute, una variante del nombre, que según se nos cuenta se hizo popular durante la época nacionalsocialista, en la que se reivindicaron las figuras y los valores presuntamente tradicionales y genuinos de lo germánico.

Realmente, como relato, es un capricho. No sé si verlo como una reflexión, como una divertimento, como un boceto de algo que podría haber ido más allá… o quizá una mezcla de todo lo anterior. Lo que sí sé es que se lee en un vuelo. No sólo por su limitada extensión, sino por que es muy atractivo, te atrapa, y una vez comenzado a leer y una vez que has entrado en materia, quieres saber más sobre el personaje histórico, sobre la vivencia del escritor, y sobre la reencarnación de vida callejera de la mujer en la actualidad. Muy recomendable. Y me han entrado muchas ganas de visitar Naumburgo.

[Libro] Mickey 7 – Edward Ashton

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Hay varios motivos por los que decidí leer este libro de Edward Ashton, un autor incógnito para mí hasta ese momento. Un libro que, ya adelanto, me resultó entretenidísimo. El libro me vino recomendado por varias vías. Algunos comentaristas en internet,… de los que me fío a ratos,… y algún lector de carne y hueso de mi entorno,… de quien me fío bastante más. Pero además me enteré que próximamente se estrenará una película dirigida por Bong Joon Ho, el de Parásitos y Snowpiercer, entre otras, basada o inspirada, no sé muy bien, en esta novela. Se estrenará en un montón de sitios según IMDb, entre febrero y abril, aunque de España nada se dice. Así que, con esos antecedentes… tocaba darle una oportunidad. Además es una aventura espacial… un género de mis favoritos… a pesar de que también «me da muchos disgustos».

Los paisajes glaciares del Gornergletscher, en Suiza, cerca de Zermatt, me han parecido apropiados para ilustrar las aventuras en un gélido planeta.

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La cosa va de una nave de colonización lanzada a un planeta del que se tiene la confianza de que puede ser habitable, pero que acaba resultando una bola de hielo, en la que hay una probabilidad baja de que el intento prospere. Y además, hay una especie viviente demasiado hostil a los colonos. Uno de ellos es Mickey 7, el reemplazable. Lo de 7 es porque es la séptima iteración de una misma persona que, voluntariamente, porque tenía que huir de unos acreedores un tanto violentos, firma en este puesto. El reemplazable es un miembro de la colonia que realiza las misiones de mayor riesgo, con elevada probabilidad de morir. Pero cuyos datos biológicos y cuyos datos cerebrales, incluidos recuerdos, son conservados, por lo que es posible obtener un clon… y de alguna forma ser «inmortal». En una de las misiones se le da por muerto, pero no ha sido así, y regresa a la colonia encontrándose con que Mickey 8 ha sido activado. Y esto es un tabú en la colonia, por lo que uno de los dos tiene que ir a la escotilla de reciclaje de materia orgánica, si me entendéis el concepto. Aunque ninguno quiere. Y además el comandante de la colonia es un extremista religioso que odia a los reemplazables. Y hay una amante… a la que los dos creen tener derecho. Y la comida está racionada y se la tienen que repartir. Y Mickey 7 tiene un secreto… hay otra especie inteligente en el planeta.

Lo bueno de la ciencia ficción que se escribe con un razonable nivel de inteligencia es que habla de los problemas reales de las sociedades humanas. Los integrismos, los tabúes, las ambiciones políticas, las ambiciones económicas, la distribución de la riqueza en situaciones de escasez, la falta de planificación de imprevistos, la explotación de algunos trabajadores, etcétera. Pero en este caso lo hace con unas dosis de aventuras espaciales, mezcladas con una intriga de confusiones y juegos del gato y el ratón, con bastante dosis de humor. Un humor irónico, a veces despreocupado, a veces amargo, pero que funciona.

Y así, el conjunto es realmente muy disfrutable y recomendable. Y afortunadamente, una rareza siendo una aventura espacial, es una historia que se termina en un único libro, y no acaba siendo una «trilogía» de cuatro o cinco volúmenes, cada más innecesario que el anterior, como sucede en muchas ocasiones. Aunque tiene publicado otro libro con otra aventura del mismo protagonista… que ya veremos si leeré. Aunque creo que antes que leer esa segunda aventura de Mickey 7, igual me aventuraría con otras aventuras del Ashton. Los comentarios indican que el humor es una presencia constante en este autor… y eso ya me viene bien.

[Recomendaciones fotográficas] Algún obituario y otras cosas

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Llevo unos cuantos domingos sin recomendaciones fotográficas. Cosas que pasan en las fiestas navideñas. Unas fiestas que cada vez me apetecen menos. No las llevo bien. Me descolocan. Y lejos de imbuirme de ese espíritu de amor y solidaridad que proclaman los anuncios publicitarios y las películas de Hollywood, no veo más que hipocresía de la mala. En fin. Pero vamos con algunas recomendaciones de estas semanas atrás, con algunas instantáneas realizadas durante los días navideños.

Magnum Photos nos avisa del fallecimiento de Constantine Manos (1934-2025), fotógrafo de la casa, del que no recordaba haber oído hablar, aunque reconozco haber contemplado y apreciado algunas de sus fotografías en alguna que otra ocasión. Un fotógrafo muy típico dentro de la agencia, y no es nada malo. Diverso. Blanco y negro y color. Reportaje clásico y otros más íntimos. Es una buena ocasión para revisar su obra. Especialmente, para mí, por mis gustos, la de color.

Nobuyoshi Araki aparece en dos ocasiones en las últimas semanas. En Another Magazine se centran en explorar las fotografías del kinbaku o shibari, la restricción con cuerdas de los movimientos de una persona, muchas veces con una intención erótica. A Araki se le ha acusado en ocasiones de misógino por algunas de sus fotografías eróticas más explícitas. Pero por otro lado, Leire Etxazarra, en alguna publicación en redes sociales que ahora no encuentro, creía que era su cuenta de Instagram, nos hablaba del Sentimental Journey, las fotografías de la luna de miel con su mujer. Igual ha sido en otro sitio donde lo han recomendado. Da igual. Un trabajo maravilloso, que contradice esa imagen de misoginia. Y tuvo una triste continuación, el Winter Journey, el libro sobre el duelo por la muerte de su esposa. Como digo, con estos libros sobre una mujer que obviamente lo marcó, me resulta difícil verlo como un misógino. Más como yokai travieso.

Hay lugares y épocas que generan fascinación. A veces por los valores que representan, otros por las contradicciones y los peligros. El Berlín dividido de la guerra fría es uno de esos lugares. Entre los gritos de libertad del lado occidental y la oscura represión del lado oriental. Por eso, cuando llegan documentos fotográficos de esa época, no puedo evitar fijarme en ellos. Como la propuesta que nos llega desde American Suburb X, de repasar el trabajo de Gundula Schulze Eldowy, fotografías realizadas en el lado oriental de Berlín entre 1977 y 1990. Por lo tanto, una época en la que ya se infiltraban los vientos del cambio que parecía que nunca llegaría.

Los preppers son un movimiento curioso. La gente que se prepara para un cataclismo global, que no dudan en pensar que va a llegar, con el fin de sobrevivir al apocalipsis. Cualquier análisis racional del asunto, y no pongo en duda en que una catástrofe podría llegar, aunque creo que los problemas, graves, irán por otro lado, nos hace ver que los preparativos que hacen probablemente serán de poca ayuda. Que la supervivencia sería más un poco cuestión del azar junto con habilidades concretas, o estar en un grupo con gente con esas habilidades, que permita ir tirando. La cuestión es que segúnda el tipo de catástrofe, igual no merece la pena sobrevivir. Pero el fotógrafo Charles Négre afronta el fenómeno, el de los preppers, no el de las catástrofes, con una mezcla de ingenio y humor, a través de naturalezas muertas y de fotografías de maquetas. Me ha parecido muy curioso. Lo hemos visto en LensCulture.

[Libro] La red oculta de la vida – Merlin Sheldrake

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Durante la tercera semana de septiembre de este 2024, asistí a varias de las charlas del ciclo que ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza organiza tradicionalmente por esa época del año. En muchas ocasiones me ha coincidido con el comienzo de mis vacaciones y no he podido asistir, pero este año sólo me perdí dos, creo recordar, una por coincidirme con una reunión de trabajo, la otra por celebrarse en Huesca, a unas horas en las que no me venía bien desplazarme. Y en una de ellas, el conferenciante, uno de los miembros de la asociación, Benito Campo, nos hizo algunas propuestas, muy interesantes, sobre la naturaleza invisible, esa que tenemos a nuestro alrededor, en nuestras casas, calles, barrios y parques, y a la que prestamos poca atención, pero está ahí y es digna de ser fotografiada. Y en un momento de su charla nos habló del libro que os traigo aquí, sobre el mundo, complejo, de los hongos.

El libro está escrito por Merlin Sheldrake, biólogo británico que se ha dedicado a la micología, al estudio de los hongos, siendo su área de especialización e investigación principal las micorrizas, las simbiosis entre los hongos y las raíces de las plantas. Este es un tema que desde que lo conocí por primera vez, hace unos años, me ha parecido apasionante, aunque no le haya dedicado mucho tiempo, porque hay demasiados temas en el mundo de las ciencias que me parecen apasionantes. Y, lamentablemente, sólo tengo una vida… excesivamente corta. Sheldrake nos ofrece un libro de divulgación científica, una denominación que me gusta más que la expresión inglesa popular science. Como las micorrizas son el punto fuerte del autor, reciben especial atención en el libro, junto con otras relaciones simbióticas de los hongos con otros organismos. Pero presta atención en general también a las interacciones, a veces simbióticas, otras comensales, otras parasitarias, de los hongos con muchos otros organismos y a su importancia en el equilibrio de los ecosistemas. Presta también mucha atención, quizá demasiada, y de forma un poco sensacionalista, a la producción de sustancias por algunos hongos, que tienen carácter psicotrópico.

Más fotos del hongos de los Pirineos franceses en https://carloscarreter.substack.com/p/fungi-in-the-french-pyrenees-ossau.

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Los hongos son un reino biológico muy desconocido para muchas personas. Más de lo que muchos creen. No son pocos los que se han quedado en la vieja clasificación de los reinos de la naturaleza, animal, vegetal y mineral, y ver las setas como plantitas que surgen en otoño cuando hay humedad, algunas muy ricas para comer, y otras muy peligrosas para comer. Pero ni siquiera son plantas. De hecho, están más próximas filogenéticamente a los animales que a las plantas. Ambos reinos, el de los hongos y el animal, son heterótrofos puros, para empezar, mientras que las plantas son autótrofas, o lo han sido en algún momento de su ciclo vital o de su filogenia. Y no. Las setas no son «los hongos». Son un órgano de algunos órdenes de hongos, el órgano fructífero que porta y dispersa las esporas. ¿Cuál es la especie tipo de estos hongos que producen setas? Pues los champiñones. ¿Cuál va a ser si no? Pero el mundo de los hongos es incomparablemente más diverso.

Con el tema de los reinos biológicos, hay varias propuestas de clasificación de los seres vivos en grandes grupos. No soy quien para determinar cuál es el mejor. Y si los biólogos no se ponen de acuerdo entre sí… Pero hay una que me gusta más, la propuesta en 2015 Ruggiero y colaboradores [artículo original PDF]. Nos dice que hay dos grandes superreinos, el procariota y el eucariota, según el tipo de célula de los organismos vivos. El procariota contendría dos reinos, las arqueas y las bacterias. El eucariota contendría cinco reinos, protozoos, cromistas, plantas, hongos y animales. Así que, por favor… olvidaros de los de animal, vegetal y mineral. Y dad a los hongo el rango que se merecen dentro del mundo viviente.

Dicho todo lo cual, siendo que el libro habla de temas interesantes, la forma en que está escrito me ha gustado a medias. Lo de que el autor sea británico lo vi después. Estuve convencido la mayor parte del tiempo de que era norteamericano. Porque tiene esa forma de escribir divulgación científica, propia de los autores estadounidenses, en los que buscan enganchar a los lectores no con el interés intrínseco de la materia, y una buena y amena narración o descripción, sino acudiendo a los aspectos potencialmente sensacionalistas de la materia. Que si el LSD, que si los hongos que esclavizan a los seres vivos, como si estuvieran hablando de alien… temas que están ahí y que hay que hablar de ellos, pero no con el tono excesivo, exagerado o que acaba ocultando otras cuestiones de interés, que son realmente más importantes. Pero bueno… es lo que es. Y parece que a mucha gente le atrae ese tipo de escritura. Y si no entran en los temas científicos. Una pena.

[Cine] The Sweet East (2023)

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The Sweet East (2023; 43/20240821)

No tenía muy claro qué iba a ver cuando fuimos a esta película dirigida por Sean Price Williams, un director con poco recorrido como realizador, aunque ha trabajado bastante como director de fotografía, sin que me suenen la mayor parte de sus trabajos. Era la semana tras el puente en el que hice la escapada a Hamburgo, y no había hecho repaso de los estrenos y la oferta de la cartelera zaragozana esa semana. Pero me llamaron proponiéndome la correspondiente visita a las salas de cine, y por no quedarme en casa acepté. Me comentaron que había críticas favorables hacia el largometraje, y que poco más había que rascar en la cartelera en ese momento.

Sip. Nueva York es una de las ciudades por las que pasa Lillian en su recorrido por el «dulce» este de los Estados Unidos.

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En la película seguimos las andanzas de Lillian (Talia Ryder) una adolescente de instituto, en sus últimos años, que está en un viaje escolar a Washington D. C. Procede de algún lugar de los estados del sur de los Estados Unidos. En un momento dado, durante una escapada a una fiesta en un garito donde la gente beba, baila y se mete lo que haga falta, se escapa con unos que conoce por ahí, y empieza un recorrido por distintos lugares, ciudades y estados, de la costa este de los Estados Unidos. Y durante este periplo se relacionará con supremacistas blancos, con gente realizando películas alternativas e independientes, con una misteriosa colonia islámica, escapará de intentos de asesinato y matanzas, y conocerá a gente de lo más diversa, hasta que acabe regresando a su lugar de origen, tras pasar un tiempo en un extraño monasterio.

Es evidente desde el momento en que la protagonista abandona su grupo en la fiesta que la película es un peculiar trasunto de la Alicia de Lewis Carroll. En ese lugar, junto con los tipos que ha conocido, atraviesa una puerta camuflada tras un espejo, y tras recorrer un pasillo oscuro, llega al mundo que recorrerá a partir de ese momento. La actitud de la protagonista será siempre displicente. No se compromete con las personas con las que se encuentra, pero disfruta de las ventajas de sus encuentros. No duda en robar y engañar. Y siempre se muestra despreocupada y sonriente. Es consciente de que es atractiva. Pero al mismo tiempo pasiva, se deja llevar y aprovecha las circunstancias.

Rodada sobre película cinematográfica en formato 16 mm, la imagen tiene una falta de definición y una granulosidad propia del medio, que ayuda a acentuar la expresividad de la película, situándonos como ajenos al mundo en el que se mueve Lillian. Pero no es un mundo ajeno. Hay intolerancia racial, hay robos, hay integrismo religioso, hay hipocresía. Y a pesar de los hurtos y engaños que eventualmente ejerce la protagonista sobre las personas que encuentra, siempre desprende un aura de inocencia. Un mundo entre la maravilla, la dura realidad y el absurdo. Algunos mencionan el adjetivo surrealista aplicándolo a la película, pero creo que si la obra de Carroll sí que tenía su punto de precursora de este movimiento ideológico, estético y artístico, en general se abusa de su uso… y creo que el absurdo es donde mejor encaja la película. Que tiene a su favor un buen trabajo general de sus intérpretes.

He de reconocer que no me entusiasmó, pero que me pareció interesante. Como un experimento para contar cosas sobre la sociedad norteamericana, en una situación compleja en estos momentos, y con muchos complejos, ya que estamos, que muchas otras obras literarias o visuales está analizando o contando. ¿Aporta algo nuevo a la reflexión, al debate? ¿O se queda más en un ejercicio de estilo? Pues creo que se acerca un poco a esto último. Se deja ver, sobre todo si entras en su juego. Pero queda a cada cual el decidir si le puede interesar o no.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Longlegs (2024)

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Longlegs (2024; 40/20240805)

Para mí, el acto de asistir a la sala de cine para ver esta película dirigida por Osgood Perkins, un director que hasta ahora se había movido en la mediocridad más absoluta por el repaso que he hecho a su filmografía, estuvo rodeado de una serie de circunstancias que no sé hasta que punto la opinión que voy a trasladar sea lo suficientemente ecuánime. Es ilusorio que cualquiera diga que emite una opinión objetiva sobre una película. Nuestras opiniones están sesgadas a priori por prejuicios inevitables, que se derivan de los valores que presiden nuestras vidas, la cultura en la que nos movemos, la educación que hemos recibido, formal o informal, o las experiencias previas, en las salas de cine o en otros medios artísticos o del mundo del espectáculo. Entre otras cosas que se os puedan ocurrir. Pero intento ser ecuánime. E cuando digo que quiero ser ecuánime, digo que pretendo que mi visualización de la película sea activa, participativa a cierto nivel, crítica, tanto si estoy predispuesto a favor como en contra, y dando siempre una oportunidad a la obra, siendo consciente que mis prejuicios pueden guiarme de forma equivocada. Y con este espíritu me dirigí el lunes pasado a ver una versión original subtitulada en español, aunque no necesité mucho los subtítulos, a las 16:30 de la tarde, después de salir de trabajar, en compañía de otras dos personas.

Y todo iba bien hasta que aproximadamente cuando llevaba 45 o 50 minutos de película empecé a sentirme mal. Me dolían las piernas, los brazos y la espalda, sentía un frío que no se justificaba por la excesiva potencia del aire acondicionado en la sala, como de costumbre en Zaragoza, salas siempre demasiado frías en verano y siempre demasiado cálidas en invierno, e incluso empecé a tiritar. Siendo médico como soy, mi diagnóstico de presunción fue «un escalofrío febril de probable origen infeccioso, viral en la mayor parte de las ocasiones». Cuando nos infectamos por un virus o una bacteria, el germen se multiplica en el órgano de entrada, y cuando alcanza un cierto nivel, pasa a la sangre, se produce una viremia o bacteriemia, y se desencadena un pico febril. La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo ante la infección ya que puede detener o ralentizar la reproducción del germen. Pues eso es lo que pensé que me estaba pasando. Como había poca gente, me aparté de la gente que me acompañaba, me aislé, y a pesar del malestar, seguí viendo la película hasta el final. Cuando terminó, me cogí un taxi y me fui a casa… me puse el termómetro, no había fiebre, me tomé un ibuprofeno, tuve un episodio de sudoración profusa como si hubiera tenido fiebre, me sentí cansado, me fui pronto a dormir… y todo pasó en cinco horas. A las diez de la noche estaba durmiendo como un bendito y sin problemas. Ni idea de lo que me pasó en realidad.

La cuestión es si realmente pude apreciar o no las bondades o defectos de la película que vimos, y hasta que punto. Una película que se plantea en inicio dentro de caminos trillados. Un asesino en serie, una agente del FBI joven, relativamente bisoña, con un compañero veterano y simpático (Blair Underwood), y una ambientación fría, agobiante, con primeros planos en contrapicado con grandes angulares, y cámara subjetiva situándose en el punto de vista del personaje, con frecuencia. La joven agente (Maika Monroe), rarita, con traumas no bien definidos a cuestas, y una relación rara con su madre (Alicia Witt). La trama va derivando poco a poco hacia el satanismo, incluso con toques sobrenaturales, y poco a poco va apareciendo en pantalla un extraño personaje, el principal sospechoso, un irreconocible, en su caracterización, Nicolas Cage.

En primer lugar, los derivados de The silence of the lambs a veces me gustan y a veces no. Es un género que ni me entusiasma ni lo rechazo. Si está bien hecha, fenomenal, y si está mal hecha, mala suerte. La película que nos ocupa… está razonablemente bien hecha. No tan maravillosa como lo que he leído en algunos críticos y comentaristas, pero sí, está bien hecha. Con oficio y con cierta personalidad. Y también está bien interpretada. Bueno, la excesiva caracterización de Cage y su histrionismo al actuar no son de mi gusto a pesar de las alabanzas que recibe de algunos. Y la actriz protagonista no acaba de convencerme del todo a la hora de expresar sus angustias… pero no está mal. Pero el satanismo sobrenatural y estas cosas,… me cuesta más aceptarlas. En estos géneros me resulta muy difícil entrar en eso que se llama la suspensión voluntaria de la incredulidad. Soy demasiado incrédulo ante este tipo de fantasía. Porque el terror sobrenatural no deja de ser un subgénero de la fantasía, asociado o no al crimen. Cuando la fantasía es franca, cuando se crea un mundo realmente distinto, entro muy fácilmente en ella. El realismo mágico, el realismo fantástico, especialmente en literatura, también es un género en el que entro con facilidad. Estas películas de terror satánico no dejarían de ser una forma de realismo mágico. En un universo que parece el nuestro, surge algo de carácter fantástico, sobrenatural. Pero no suelo poder con ello.

El caso es que me desligué emocionalmente de la película en el momento en que los aspectos fantásticos de la película aparecieron. El problema es que también coincidió con mi malestar físico. ¿Influyó este en ese desenganche del filme o este hubiera sucedido igualmente de todos modos? No lo puedo asegurar con rotundidad. Creo que, por experiencias previas en los últimos años, no muy frecuentes, porque es un género que no frecuento, sí se hubiera producido. Pero si he de ser sincero y ecuánime, no puedo dejar de lado la hipótesis de que el malestar físico que sufrí influya en una opinión más fría que tibia hacia esta película. Mi valoración subjetiva son esas dos magras estrellas. Que normalmente se interpretarían como un suspenso. Pero como podréis leer si seguís el enlace a la interpretación que hay que hacer de ese sistema de estrellas, veréis que los defino como «Es una película que me parece floja, o bien, que sólo puede ser atractiva para los amantes del género al que pertenece. …» Es decir, no debéis interpretar que la considero una película mala o regular. Es que no me interesó. Por lo tanto, si el género os gusta, puede que la consideréis una buena película. A vosotros os toca decidir. ¿Creéis que soy ecuánime en mis opiniones?

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: **

[Fotos] Sacudirse la desmotivación veraniega para hacer fotos

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Lo reconozco. El verano es mi época menos preferida para fotografiar. Especialmente esa fotografía de paisaje urbano y suburbano que me gusta hacer, mientras camino haciendo kilómetros, combinando el deseo de fotografiar con la necesidad de hacer un ejercicio razonablemente cardiosaludable. Pero en verano hace calor… mucho mucho calor últimamente,… y la luz es dura y antipática.

Ya he comentado en alguna ocasión que, cuando consigo la motivación necesaria, me levanto muy prontito, para salir a la calle en los fines de semana cuando apenas ha amanecido, o para ver amanecer. Momentos en los que la luz es mucho mejor que en el resto del día, y las temperaturas son civilizadas. Pero cuando estoy cansado de la semana y consigo conciliar el sueño con cierta profundidad… pues algo que no siempre me sale.

El tener que comprobar hasta que punto es utilizable el fotómetro incorporado de mi nueva Pentax Spotmatic me sirvió para sacudirme un tanto la pereza y la desmotivación. Las características técnicas de las fotografías las he publicado en Substack, como viene siendo habitual desde hace unos meses. Aquí os dejo alguna de las fotos.

[Fotos] Una nueva ronda en instantáneas monocromáticas en las calles de Zaragoza

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Hoy ando, como suele suceder últimamente, con el tiempo un poco escaso. Y tengo mucho de lo que podría hablar. Un montón de libros en espera de comentario. Tres largometrajes vistos en salas de cine de los que no he hablado. Y otras cuestiones de las que quizá me gustaría hablar. Pero no encuentro el momento ni la ocasión para ordenar mis ideas. Hace un tiempo que quería diversificar este Cuaderno de ruta con otros temas… pero no me centro.

En cualquier caso, por lo menos muestro algo de lo que hago en fotografía en los tiempos recientes. Porque sigo intentando encontrar momentos para caminar, y para hacerlo con una cámara de fotos al hombro. El fin de semana pasado, fotografías instantáneas para alimentar mi cuenta de Instagram dedicada a este tipo de fotografía. Y aunque rápida, mi publicación en Substack sobre las cuestiones técnicas de las fotografías.

[Viaje] En Cedrillas y Gallocanta con película fotográfica

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Ya adelanté hace unas semanas con fotografías realizadas con cámara digital el resumen del viaje en el día con ASAFONA, Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza, a Cedrillas y Gallocanta, en la provincia de Teruel. No voy a enrollarme más con lo que dije entonces, y especialmente en el artículo que escribí sobre las cuestiones fotográficas en lo que al equipo digital se refiere. Pero ya me llegaron las fotografías realizadas con película fotográfica. Las cuestiones técnicas las encontraréis en,

Sierra de Gudar en Cedrillas y Gallocanta con película fotográfica

Pentax MX con Kodak Portra 400

Aquí, simplemente, os dejo algunas fotografías de muestra.