[Cine] En un mundo mejor (2010)

Cine
Nota: Existen algunos sitios en internet que chupan el contenido original de otros para montar sus blogs. Copian íntegramente los contenidos, supongo que basándose en las etiquetas de entradas como estas y de formas más o menos automáticas, llenan todo de publicidad muy intrusiva, descarajan la cuidadosa maquetación que algunos pensamos para bien del lector, y se quedan tan contentos. Este sitio esta bajo licencia Creative Commons y permite sin más restricción que el respeto por el contenido original, la cita de la fuente original y el uso no lucrativo de la reproducción de contenidos. Creo en la libre circulación de la información en internet, pero también creo en un mínimo de ética a la hora de hacerlo. Y un mínimo de estilo. Por tanto, si te encuentras este texto en un sitio horrible, puedes pasar a leerlo por carloscarreter.com, que no es perfecto pero es honesto.

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En un mundo mejor (Hævnen, 2010), 4 de abril de 2011.

A priori nos la planteamos como una película que podía ser interesante. Ganadora de varios premios, entre ellos mejor película de habla no inglesa en los Globos de oro y en los Oscars, está película danesa viene respaldada por muy buenas referencias por parte de la crítica. Y también he de reconocer que desde esas latitudes, de vez en cuando llegan productos cinematográficos curiosos. Por cierto, esta vez pena capital al responsable de dar un ‘título internacional’ al filme. En su idioma de origen, el título significa venganza. Concepto muy alejado de los del mundo mejor. Lamentablemente también, no ha llegado ninguna copia en versión original a Zaragoza. Cada vez llevo peor el tema del doblaje.

Sinopsis

Anton (Mikael Persbrandt) es un médico que pasa su tiempo alternando estancias como médico en un campo de refugiados en algún lugar de África y períodos en una idílica población danesa con su familia, aunque con problemas con su mujer Marianne (Trine Dyrholm) que le está planteando el divorcio por una infidelidad de Anton. Tienen dos hijos, de los cuales el mayor, Elias (Markus Rygaard), tiene problemas de integración en el colegio donde sufre frecuentes abusos, por su origen sueco y por llevar una ortodoncia para sus incisivos (‘cara de rata’ le llaman). En el campo de refugiados, uno de los problemas que más le preocupan son los ataques de un señor de la guerra a las mujeres embarazadas, a quien abren el vientre con cuchillos para extraer el feto.

Por otro lado, Claus (Ulrich Thomsen), de una familia muy acomodada, acaba de quedarse viudo, con un hijo Christian (William Jøhnk Nielsen), que se muestra deprimido y muy introvertido. Este se trasladará a vivir en la casa familiar con su abuela paterna, en la misma localidad que la familia de Anton. Y coincidirá en el mismo colegio con Elias, en defensa del cual saldrá, aunque utilizando métodos poco ortodoxos, violentos.

A partir de ahí, encontraremos como Anton y el resto de los personajes deben lidiar con su comportamiento ante situaciones de violencia, cuando por un lado, en África, tenga la oportunidad de tratar como médico al señor de la guerra, mientras los dos chicos en Dinamarca buscan la venganza ante un individuo zafio y matón que agredió en un momento dado a Anton.

Dirección y producción

La historia está contada con razonable competencia por Susanne Bier, directora y una de las guionistas del filme. Con una fotografía poderosa, de tonos fuertemente saturados, contrastados y muy cálidos, cuando nos trasladamos a África, y algo más matizados cuando filma en Dinamarca, va poniendo en constante contraste el mundo en el que se desarrollan los acontecimientos, la dura África o la teóricamente acogedora Europa del norte, con los acontecimientos que se nos narran, intentando establecer paralelismos entre distintas situaciones. Sin embargo, tengo la impresión de que los paralelismos están muy cogidos por los pelos. El personaje central del filme es Anton, un hombre imperfecto pero entregado a sus causas y con la paz por bandera. Junto a él, dos niños en conflicto interno por motivos distintos. No siempre hay una relación clara entre todas las vivencias que aparecen. Es como si hubiese dos películas en paralelo, con un protagonista en común. Aunque el tema sea el mismo. El uso de la violencia o la justificación de la venganza en determinados momentos.

Interpretación

Los tres papeles adultos principales están interpretados por actores que ya he tenido oportunidad de ver en alguna producción previa, y son actores razonablemente sólidos y profesionales, aunque desconocidos por estos lares por su origen nacional. Y eso que alguno se ha dejado ver en producciones internacionales. En cualquier caso, pocas pegas se pueden poner a unas interpretaciones contenidas, en la tradición del cine nórdico. A mi me gustan. Los dos niños protagonistas también están muy bien, aunque un poco destrozados por los doblajes al español por adultos con voz aniñada. Pero en lo que corresponde a actitud y expresividad, tampoco sabría buscarles ninguna pega.

Conclusión

Una película realmente interesante y recomendable a pesar de que se le puede aplicar el viejo dicho de que ‘quien mucho abarca, poco aprieta’. Hay muchos temas en el ajo. La violencia, tanto en su versión cotidiana como en situaciones extraordinarias, la venganza, las relaciones paterno-filiales, las relaciones de pareja, el odio al extranjero, el acoso escolar,… Como ya he dicho, incluso a ratos da la impresión de que estás viendo dos películas entremezcladas, lo que quita potencia al conjunto. Pero a pesar de estos defectos, y de no haber podido disfrutar de la versión original, puede ser una buena opción para ir al cine en estos tiempos.

Calificación

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
***

Recomendación musical

Escuchando Night and Day en versión de Bebel Gilberto de su disco Momento. La hija de Joao Gilberto y Miucha, de la aristocracia de la música brasileira.

A orillas del Ebro

Una fotografía de tonos cálidos, saturados, contrastados,... aunque en este caso no es África ni Dinamarca, sino el Ebro a su paso por Zaragoza - Pentax K-x, SMC-A 50/2

[Cine] Los chicos están bien

Cine
Nota: Existen algunos sitios en internet que chupan el contenido original de otros para montar sus blogs. Copian íntegramente los contenidos, supongo que basándose en las etiquetas de entradas como estas y de formas más o menos automáticas, llenan todo de publicidad muy intrusiva, descarajan la cuidadosa maquetación que algunos pensamos para bien del lector, y se quedan tan contentos. Este sitio esta bajo licencia Creative Commons y permite sin más restricción que el respeto por el contenido original, la cita de la fuente original y el uso no lucrativo de la reproducción de contenidos. Creo en la libre circulación de la información en internet, pero también creo en un mínimo de ética a la hora de hacerlo. Y un mínimo de estilo. Por tanto, si te encuentras este texto en un sitio horrible, puedes pasar a leerlo por carloscarreter.com, que no es perfecto pero es honesto.

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Los chicos están bien (The Kids Are All Right, 2010), 26 de febrero de 2011

Si en una película actua Annette Bening, ya empiezo a tener la curiosidad por verla. Si además es candidata al óscar por ella, aun me motiva más. Así que, aprovechando que la estrenaron antes de la ceremonia de entrega de los premios que se celebra esta noche, nos hemos ido a formarnos una opinión sobre este filme dirigido por Lisa Chodolenko. Y aquí viene.

Sinopsis

Nic (Bening) y Jules (Julianne Moore) son dos mujeres, lesbianas, que han formado una familia. Recurriendo a un mismo donante de semen, ambas tuvieron en su momento dos hijos, una chica de 18 años a punto de ir a la universidad, Joni (Mia Wasikowska), y un chico, Laser (Josh Hutcherson), pocos años más joven. En este punto, a ambos retoños se les ocurre que quieren conocer a su padre, y a través del banco de semen, y con el beneplácito del padre que accede a darse a conocer, se encuentran con Paul (Mark Ruffalo), un hombre más joven que sus madres, que vive una vida tranquila regentando un restaurante. Paul es lo que se dice un tipo majo, enrollado, con encanto, que cae bien a los chicos, y posteriormente, cuando se conocen también, a Jules. Pero despierta la desconfianza de Nic, que ha trabajado duro por construir esta familia, y que percibe que la presencia del hombre puede desestabilizarla. Pronto los hechos le darán la razón.

Producción y realización

Estamos ante un filme realizado con medios sencillos, con aire de cine independiente, y que es rodado con razonable competencia técnica, al servicio de una historia relativamente sencilla, y sobretodo al servicio de unos actores que son la fuerza y la columna vertebral de esta producción.

Interpretación

Es la base en la que se fundamenta esta película. Y realmente, hay que decir que los cinco actores y actrices mencionados están bien, aunque los papeles de los dos adolescentes es menos vistoso, si bien competentemente desempeñados. Bening está realmente bien, aunque curiosamente tiene menor presencia en pantalla que su compañera. Su papel de mujer más seria y con más introspección exige más tensión que el de Moore, pero el de esta última está también excelentemente interpretado. Son dos buenísimas actrices que dan seguridad a cualquier producción en la que participen. Sin embargo, me da la impresión que, salvo por los caprichos o posibles deudas históricas que puedan tener los académicos de Hollywood con Bening, hay otras candidatas más firmes al premio. También cumple dignamente Mark Ruffalo que compone a la perfección ese papel de despreocupado hombre, de vida tranquila, y que de repente siente que le cae como un regalo una familia casi perfecta, sin mayor esfuerzo.

Conclusiones

Un película fácil y agradable de ver, que nos gustará mucho por la interpretación de su elenco, pero que para mí tiene un punto débil notable. Y es que su final es muy convencional, con poca garra, con poco dramatismo, no ajustado a las experiencias que han sufrido los personajes. Tras ir navegando durante todo el filme con una propuesta interesante, al final se me queda la sensación de que todo no ha sido más que un telefilme al uso con un reparto de lujo. También me empalaga mucho el exceso de buenrollismo que intenta desprender el filme. Agricultura ecológica, apoyo de lo local, coches híbridos, chicos estudiosos y sensatos, familia muy dialogante,… todo es «casi» perfecto. Si no fuera por el «pequeño» desliz de uno de sus componentes. Creo que la gente es un poco menos perfecta para resultar real.

Calificación

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
***

Recomendación musical

Ya que Annette Bening nos ofrece durante el filme una breve interpretación a capella del All I Want de Joni Mitchell, pondremos esta canción como recomendación de hoy, aunque no es una cantante que me diga demasiado.

Hojas

La jardinería, las plantas, forman parte del entorno del filme; como estás primeras hojas verdes que salen a final del invierno a orillas del Canal Imperial de Aragón - Canon EOS 5D Mk.II, Tokina AT-X Pro 12-24/4

[Cine y foto] Secretos y mentiras

Cine, Fotografía

Hace ya unos meses que os comenté que un visitante del Cuaderno de ruta, Josep Broch de la Agrupació Fotogràfica Sarthou Carreres, me había recomendado algunas películas para incluir en mi colección de filmes sobre la fotografía en el cine. Pues bien, hoy os anuncio la inclusión de la reseña de otras de las películas que recomendó este amigo. Y se trata de una película que no reconocí de inmediato en la lista que me envió, incluso le respondí que no la había visto. Y sí que la había visto. Ya lo creo. Y me gustó mucho en su momento. Pero no recordaba en absoluto la relación que tiene con el mundo de la fotografía. Que es importante. Así que queda subsanado este lamentable olvido, y queda incluida en la lista la película Secretos y mentiras, un filme más que recomendable, que todo el mundo debería ver. Por lo menos todo aquel que busque en el cine algo más que fomentar un ataque coronario a base de las toneladas de palomitas con abundante sal que la gente engulle en las salas de cine como si no les dieran de comer en sus casas.

Earl's Court Station

En la entrada de una estación del metro londinense, en la periférica Hounslow y no en la céntrica Earl's Court que aparecen en la fotografía, es donde se produce el primer encuentro entre las dos protagonistas de la película - Canon Digital Ixus 400

Sunshine Cleaning (2008)

Cine

Sunshine Cleaning (2008), 3 de agosto de 2010.

Hace ya más de una década, vi una película, una comedia negra, centrada sobre una mujer que se gana la vida limpiando escenas del crimen. No fue una gran película, pero para lo que era, tenía su puntito. Pues bien, nos volvemos a encontrar con mujeres que deciden dedicarse a limpiar los chabisques que montan asesinos, suicidas y otros fiambres poco convencionales. Nos costó decidirnos por este filme de Christine Jeffs, especialmente porque llega a nuestras carteleras con dos años de retraso ¡!. Pero la curiosidad de ver a dos actrices con potencialidad, pero que encasilladas en cierto tipo de cine no lo pueden demostrar, en una película dependiente y con más tono dramático, nos animó.

El filme nos cuenta la historia de Rose (Amy Adams), madre soltera, limpiadora de profesión, con un amante casado, antiguo amor de adolescencia, con un hijo con problemas en el colegio, que siente que tiene que hacer algo para cambiar su vida cuando se encuentra con una antigua amiga del instituto montada en el dolar y con éxito social. A la vez tiene que estar al tanto de su hermana menor, Norah (Emily Blunt), que nunca ha superado la muerte por sucidio de la madre, y que tampoco tiene claro que quiere ser en esta vida, y de un padre, Joe (Alan Arkin), que es un desastre en los negocios y en la seriedad hacia las necesidades de su familia. Ante esta situación, acepta montarse un negocio de limpieza de restos biológicos en escenarios de muertes violentas. Todo ello no será más que la excusa para un desarrollo y un crecimiento personal de los personajes protagonistas.

La película en su conjunto tiene ese aspecto ya tradicional que tienen muchos de los filmes del llamado cine independiente americano, que se centra en las clases trabajadoras, en escenarios no especialmente bonitos, y que con una dosis razonable de artesanía, la directoras lleva a cabo sin mayores contratiempos. Es cierto que el principio del filme ten plantea la posibilidad de que vaya a llegar a mayor, decantándose de una forma por algún tipo de comedia negra, o que derive a algún drama de cierta consistencia, porque no algún tipo de tragedia. Pero al final se queda en un drama suave, con mucho «buenrrollismo», que reúne muchos tópicos ya vistos, y que se sostiene por que es razonablemente agradable de ver.

Las dos actrices protagonistas están bien. Pero claro, esta película es de cuando empezaban a despuntar, con algunas maneras, pero que hace falta que se confirmen. A mi particularmente me gusta algo más Blunt, a quien encuentro más capaz de cambiar de registros. Adams es más parecida a sí misma en todo lo que le he visto, parece menos capaz de cambiar de papel. Ya se verá en el futuro. En cualquier caso, ambas, junto con el conjunto de secundarios, están razonablemente solvente.

En fin, una película que no pasará a la historia de los grandes recuerdos, poco arriesgada, pero que sirve de alternativa para quien quiera pasar un rato en el aire acondicionado del cine veraniego, sin tener que tragar productos infantiles, superhéroes, acción palomitera y ese otro tipo de cosas que llegan para el verano.

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
** (casi ***)

Sendero

Ya que estamos relajados, nos damos un paseíllo por la orilla de Ebro para refrescarnos del calor estival - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited

Un lugar donde quedarse (2009)

Cine

Un lugar donde quedarse (Away We Go, 2009), 23 de noviembre de 2009.

El principal motivo por el cual hemos ido a ver esta película es por los excelentes antecedentes de  su director, Sam Mendes. No es que haya habido una acogida muy calurosa en su estreno en nuestro país. Las críticas que he leído por ahí han sido más bien tibias. Pero bueno… Es Sam Mendes, y había que verla.

Hay que decir que se trata de una película muy diferente a las anteriores. Tiene el tratamiento, incluso los temas, de lo que habitualmente se llama el cine independiente americano. En este caso una joven pareja, no tan joven, va a tener un hijo por lo que se plantean cómo y dónde van a vivir, que sea el mejor entorno familiar. En su momento se mudaron al lugar donde viven los padres de él, para tener un apoyo, pero estos les anuncian que se van a vivir dos años a Europa. A partir de ahí, comenzarán un periplo que les llevará a Phoenix y Tucson en Arizona, a Madison creo que en Wisconsin, a Montreal en Canadá, a Miami en Florida, y a un lugar indeterminado, donde finalmente establecerán su hogar. En este periplo, revisitarán a sus amigos y familiares, buscando un entorno amigable, que les ofrezca un apoyo ante las dudas y los miedos que les plantea la responsabilidad de la paternidad y del establecimiento de una familia formal.

Por lo tanto, no es una película de acción, sino de diálogos y de reflexión. Un filme que sólo tiene sentido en una sociedad como la norteamericana, donde la movilidad a lo largo de la vida de una persona es normal, frente al sedentarismo europeo, y especialmente el español, donde tanto nos aferramos al lugar de origen. La realización, aunque sencilla, está muy cuidada y en ella abundan los primeros planos de las personas que dialogan, aunque siempre conservando de fondo el entorno, siempre cambiante en el que se mueven.

Los protagonistas absolutos son los dos miembros de la pareja que inician esta particular road-movie (aunque se desplacen de forma diversa, no sólo por carretera). Y están interpretados por los para mí desconocidos John Krasinski y Maya Rudolph, que resuelven la papeleta con buen oficio. Entre los secundarios, los más conocidos son Jeff Daniels en una breve intervención y Maggie Gyllenhaal, siempre sólida actriz, en una exótica intervención. Todos ellos cumplen con buena nota.

En resumen, un pequeño drama con toques de humor y buen rollo general, que no nos cansará ya que dura un poco más de hora y media, hecho con dignidad, y que aunque nos describe una cultura un poco alienígena para los europeos, tampoco disgustará. Una buena opción para pasar una tarde agradable de cine.

Como mi puntuación sobre 10 puntos no me parecía suficientemente discriminativa, paso a una de estrellitas que vendrá a querer decir los siguiente.

***** – Obra maestra imprescindible.
**** – Muy buena, recomendable.
*** – Buena o aceptable, según las preferencias individuales.
** – Floja, sólo apta para fanáticos del tema, de los personajes o de los protagonistas.
* – Mala, no pierdas tu tiempo ni tu dinero.
o – Atentado contra el buen gusto, contra la dignidad; crimen de lesa humanidad.

Y a la película de hoy le pongo:

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

El ambiente melancólico del filme se acomoda bien a una imagen otoñal como la que os dejo hoy.

Hojas

Hojas otoñales a orillas del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.

Un conte de Noël (2008)

Cine

Un conte de Noël (2008), 28 de agosto de 2009.

Tras la dura experiencia de la película que vimos el lunes, decidimos volver a ir al cine esta semana a ver algo en otro tono. Y decidimos aprovechar las sesiones en versión original subtitulada en español de los jueves en los Renoir-Audiorama de Zaragoza, para recordar el placer de ver una película sin un doblaje estúpido. Cosa difícil en estos momentos. De ahí que haya respetado el título original del filme en el encabezado de esta entrada.

La película, dirigida por Arnaud Desplechin, es un drama familiar que se desarrolla durante los días en torno a la navidad, en la casa paterna de una familia con tres hermanos entre los 35 y los 45 años, en la fronteriza ciudad de Roubaix. Con una primera introducción previa que nos cuenta cómo llegaron al mundo los hermanos en los años 60 y principios de los 70, incluido el primogénito que falleció a los seis años de leucemia, y una segunda introducción que nos habla del profundo conflicto entre la hermana mayor (Anne Consigny) y el segundo (Mathieu Amalric), nos presentamos en la actualidad en la que la madre (Catherine Deneuve) ha sido diagnosticada de una mielodisplasia degenerativa, que a corto plazo derivará en una leucemia con muy mal pronóstico vital. Este es el principal elemento dramático que aglutinará a la familia en los días de navidad. Pero no el único. El odio entre los hermanos mayores se lleva una buena parte del drama. Y además, la enfermedad mental del nieto adolescente, el amor secreto de un primo por la mujer de uno de los hijos, las viudedades no superadas,… Como buen drama familiar que quiera toques de autenticidad, que nadie espere una resolución completa de los conflictos.

La película esta correctamente realizada, y aprovecha muy bien el ambiente urbano, un pelín descarnado pero sin excesos de la postindustrial connurbación de Lille, donde se encuentra Roubaix. Sin embargo, la película se prolonga en exceso, con algunas situaciones redundantes, o con tramas paralelas que pierden parte de su interés. Tiene momentos muy buenos mezclados con momentos un poco aburridos.

La interpretación de un drama tan coral va de buena a muy buena, destacando además de los tres actores mencionados al patriarca de la familia, Jean-Paul Roussillon, sin que quiera desmerecer a los que no menciono. El que podamos disfrutar de su actuación en versión original es un punto, puesto que los doblajes al español del francés siempre me han parecido particularmente desafortunados. Tienen el problema que suelen hacerse más literales que los del inglés, quedando afectados, poco naturales. Este problema no existe en la versión que hemos visto, y ha sido estupendo. Como anécdota, el personaje de la mujer del hijo más joven es interpretado por Chiara Mastroianni, hija de Catherine Deneuve en la vida real (aunque físicamente se parece más a su padre, el formidable actor italiano Marcello Mastroianni).

En resumen, una película que no es redonda, que sufre su larga duración, pero que cumple perfectamente con su papel de ofrecer un drama no excesivamente original pero bien presentado y razonablemente bien resuelto. Yo le pongo un seis con un ocho en la interpretación y un siete en la dirección.

La película nos ofrece alguna escena ferroviaria o de estación, así que ahí va la foto en relación.

Bordeaux St Jean

Estación de Bordeaux-St Jean - Panasonic Lumix LX3

El primer día del resto de tu vida (2008)

Cine

El primer día del resto de tu vida (Le premier jour du reste de ta vie, 2008), 1 de julio de 2009.

De forma un poco inopinada, en el primer día de mis vacaciones y cuando consecuentemente estoy en vísperas de salir de viaje, quedamos a ver una película y a despedirnos hasta la vuelta. Quedamos en los Renoir. Algo de lo que echen podrá merecer algo la pena, aunque dado el triste estado de la cartelera estival… Elegimos un drama familiar francés. Puede ser de lo mejor, o el ladrillo más absoluto. Y el resultado es…

Nos encontramos con un drama familiar, dirigido por Remi Bezançon. En algún lugar de la banlieue parisina, en una cuca casa unifamiliar vive un taxista (Jacques Gamblin) y su mujer (Zabou Breitman) junto con sus tres retoños. En el momento en el que los conocemos, el año 1989, los cónyuges están en sus cuarenta y tantos, y los hijos mayores, dos varones caminan por la adolescencia, el mayor ya casi un adulto joven que se independiza para seguir sus estudios de medicina (Pio Marmaï). La hija menor (Déborah François, cuando es mayor) prácticamente es todavía una niña. El del medio (Marc-André Grondin), el típico despistado. A partir de aquí, y durante poco más de una década seguimos el devenir de esta familia. La película está estructurada en cinco episodios, cada uno de ellos con un protagonista distinto, uno de los miembros de la familia, y con un enfoque y un punto de vista distinto. Pero aunque en cada uno de ellos haya un protagonista, en todos obtenemos detalles útiles sobre los demás.

Asistimos por lo tanto a un rosario de dramas, pequeños o grandes, probablemente ni mayores ni menores, ni mejores ni peores, que los de cualquier familia de clase media de cualquier punto de la geografía de la Europa Occidental. Las cosas que les pasan, lo mismo podrían suceder en el Actur de Zaragoza. Pero lo importante de la película, es que de pronto te sorprendes con el hecho de que te importa lo que les pase a los personajes. Que llegas a tener afinidad por ellos. Incluso cuando se comportan tontamente no les pierdes el respeto. Es una película sin pretensiones aparentes, pero honesta, clara, que te llega. Y esa es su inmensa virtud. No son marcianos. No son personajes estereotipados de la sempiterna sociedad norteamericana con sus clichés. Son… somos, quizá,… cualquiera de nosotros. Y está bien.

Una realización cuidada y práctica se ve complementada por unos actores poco conocidos por estos lares pero que resultan plenamente convincentes. Quizá lo menos cuidado es que resulta difícil imaginarse a la niña que representa a la hermana menor en el año 89, menuda y delgadita, convertida en la mujerzota que la representa sólo 4 años más tarde cuando cumple los 16 años. Pero todos ellos lo hacen bien.

En resumen, una película agradable, recomendable para quien quiera ver cine honesto y próximo; alejado de las grandes superproducciones, pero mucho más auténtico. Yo le pongo un siete, con la misma nota en dirección e interpretación.

En la foto de hoy,… gente corriente saliendo del metro de París. Que es lo que pega.

Metro Charles de Gaulle-Etoile

Salida de metro en Étoile-Champs Elysées, París (Francia) - Panasonic Lumix LX3

Antes que el diablo sepa que estás muerto (2007)

Cine

Antes que el diablo sepa que estás muerto (Before the Devil Knows You’re Dead, 2007), 25 de mayo de 2008.

En el día en que todo el mundo se fue a ver la última de Indiana (que no tardará en caer), veo una buena crítica de este film de Sidney Lumet, y a ello que nos vamos. Para empezar, porque Lumet empieza a ser uno de los pocos clásicos vivos que queda; además, porque el reparto prometía y mucho.

El filme parece un drama. Situado alrededor del atraco a un joyería, en el que mueren dos personas. A partir de ahí, y con una estructura temporal no lineal, en el que vamos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, vamos conociendo los hechos que desencadenan la situación del atraco y sus consecuencias. Algunos hechos los conocemos desde el punto de vista de distintos personajes. Poco a poco, vamos comprendiendo que lo que estamos viendo no es una drama. Es una tragedia. Una tragedia que va envolviendo a los personajes de forma inexorables, ya que son incapaces de controlar las consecuencias de sus propias y nefastas decisiones.

El filme comienza con una sorprendente (en el cine americano) escena de cama, cuyo sentido se va entendiendo a lo largo del desarrollo de la trama, y poco a poco nos introduce en los elementos necesarios para comprender el desenlace final. El ritmo es lento al principio, y progresivamente se acelera, pero permitiendo al espectador asimilar las situaciones. La imagen es poderosa, con una iluminación dura, que nos envuelve en una atmósfera muy determinada.

La interpretación es de lo mejor que se puede ver hoy en día. Philip Seymour Hoffman, como ya he comentado en otras ocasiones, se muestra como uno de los mejores actores del momento, capaz de interpretar registros muy diversos con gran competencia. Y aquí lo demuestra una vez más. Ethan Hawke y Albert Finney, que son el resto de personajes protagonistas, componen asimismo personajes convincentes, llenos de matices. Saliéndose de cualquier ensillamiento. En un papel más pequeño, y no especialmente agredecido por la personalidad del personaje, Marisa Tomei nos muestra también que es una actriz sumamente capaz y desaprovechada en el cine actual.

En resumen, buen cine; muy buen cine. Altamente recomendable. Yo le pongo un ocho a este filme, con la misma nota en la dirección y un nueve en la interpretación.

La imagen de hoy, la lluvia en la ciudad de Trieste, en mi último viaje.

Piso mojado

(Fujifilm Finepix F10)

Mil años de oración (2007)

Cine

Mil años de oración (A Thousand Years of Good Prayers, 2007), 27 de abril de 2008.

Nos encontramos ante el último filme que llega a las carteleras españolas del director de Hong Kong, Wayne Wang. Este director me agradó notablemente  en los años noventa con realizaciones del tipo de Smoke, Blue in the Face o La caja china. Pero luego dejó de interesar, introduciéndose en el tonto terreno de la mediocre tirando a nefasta comedia romántica o familiar actual. Por lo cual, lo tenía yo metido por ahí en un rinconcito de la memoria, cerca del olvido.

En este nuevo largometraje, cambia de registro. Nos encontramos ante una historia mínima, sobre un reencuentro entre un padre, chino, que viaja a los Estados Unidos donde vive su única hija, en una pequeña ciudad del oeste americano. El ha enviudado, ella se ha divorciado. Pronto se hace evidente que hay un profundo desgarro en la relación entre padre e hija. La comunicación es escasa, frecuentemente banal o convencional. Poco a poco descubrimos los motivos. Ambos viven sus mentiras. Pero todo conduce a que la hija por fin conoce que realmente su padre ha vivido en una mentira, pero no la que ella cree. Y esto lleva a un final esperanzador, en cierta medida.

La producción es austera, pero bien hecha. El director tiene oficio. Los actores, Henry O y Feihong Yu, están más que solventes en unos papeles con muy poco diálogo, con muchas miradas y muchos silencios. Siendo una historia mínima, el filme dura poco, porque poco más hay que contar.

En resumen, una historia que tiene su interés sobre relaciones familiares, dignamente realizada, que quizá tiene su punto más débil en que tampoco tiene mucho más que rascar. Le pondremos un siete en la valoración subjetiva, y otro tanto en dirección e interpretación. Amantes de la acción desenfrenada y del parloteo constante, abstenerse. Ya he dicho, pasan muy poquitas, muy poquitas cosas.

En la fotografía de hoy, una imagen con autorretrato el pasado día de San Jorge, en la Plaza de los Sitios de Zaragoza.

Marionetas y reflejo

(Canon EOS 40D; EF 50/1,8)

La familia Savages (2007)

Cine

La familia Savages (The Savages, 2007), 13 de abril de 2008.

Nos encontramos aquí ante una película de lo que se ha dado en llamar cine independiente, realizada por la directora Tamara Jenkins, y que nos traslada a los problemas de dos hermanos ante la enfermedad sobrevenida de su padre, que le discapacita, le vuelve dependiente y exige a ambos hermanos una atención que no prestaban, al encontrarse alejados del progenitor, que no se hizo cargo adecuadamente de ellos en la infancia.

Sin embargo, conforme avanza el filme comprobamos que el proceso del padre sirve para mostrarnos los auténticos problemas de ambos hermanos que son propios, intrínsecos a su forma de ser y a su desarrollo personal, dos personas que están mucho más solas y desorientadas de lo que se reconocen a sí mismas, que están en el salto de los 40 y sin que tengan claro que son o van a ser en la vida. El reconocimiento de esas carencias que se produce en paralelo a la evolución del padre, especialmente en el personaje femenino interpretado magistralmente por Laura Linney, es la columna vertebral del largometraje.

La ambientación de la película es dura, sin concesiones, desde la artificiosidad de los barrios residenciales de una ciudad en el desierto de Arizona, hasta el rigor del invierno en Buffalo, en la frontera con el Canadá, nos mueve por ambientes desolados, poco acogedores para el ser humano. Incluso la humanización que la protagonista pretende en la habitación de su padre está basada en componentes mas bien horteras, vulgares y poco humanos.

Sin embargo, aquí y allí van apareciendo elementos humanos (o animales), pequeños personajes secundarios que van dotando de cierto sentido al viaje de los dos hermanos y que permiten que el final del filme se dote de cierta esperanza y optimismo.

La base de la interpretación está en los intérpretes. Si ya hemos destacado el papel de Linney, no menos magistrales están Philip Seymour Hoffman como hermano, y Philip Bosco como padre. Todos ellos ofrecen unos registros notables en los que se alterna el dramatismo de las situaciones con ciertos toques de humor que provocan inesperadas sonrisas en el espectador, que de esta forma ahuyenta el fantasma del deseo de suicidio ante la catástrofe personal que está presenciando.

En resumen, una película altamente recomendable, no apta para palomiteros ni amantes de la acción, pero que sin duda gustará y mucho a los amantes del buen cine, y especialmente del buen trabajo actoral. Yo le pongo un ocho a todo, dirección, interpretación y valoración subjetiva.

La fotografía de hoy, un grafitti con personajes tras las rejas, paradójicamente en la Calle de la Libertad de Zaragoza. Salud y república.

Tras las rejas

(Canon EOS 40D; EF 50/1,8)

Expiación – La novela

Literatura

No suelo comentar las lecturas que leo. Es algo con lo que no me siento tan cómodo como con otras cosas. Pero hoy me apetece compartir mis impresiones sobre lo último que he leído. Se trata de la novela Expiación (Atonement) de Ian McEwan. El motivo para leer este relato de ficción es la película que se estrenó recientemente con guion adaptado a partir de esta novela, y que me dejó un buen sabor de boca. Aunque también cierta insatisfacción. Uno siente que no se ha enterado de toda la historia. Que le falta algo. Así que, viendo una edición de bolsillo de la Colección Quinteto en la que participa la Editorial Anagrama, que posee los derechos de la traducción al español, la compré y me puse a la obra.

En primer lugar, he de decir que la adaptación cinematográfica es excelente. Casi todo lo que transmite la lectura también lo encuentras en el filme. Una de las adaptaciones más fieles que conozco. Con una muy buen representación de los personajes y los ambientes. Y los ambientes son importantes en esta historia. Porque básicamente transcurre en tres ambiente muy marcados por el espacio y el tiempo.

  • Una casa solariega en la campiña inglesa en el año 35, donde suceden los hechos desencadenantes que conllevan al drama; la acusación de violación sobre el hijo de la sirvienta de una familia adinerada inglesa, que hasta el momento ha financiado su educación.
  • La retirada británica hacia Dunkerke, donde encontramos al acusado, que se ha alistado para redimir su condena en prisión.
  • El hospital donde la niña, ya convertida en una joven, comienza sus estudios de enfermera, y en la que nos encontramos con la verdad sobre la acusación.

Finalmente, encontramos casi a modo de epílogo, un desenlace que da sentido, o da otro sentido, a todo lo que hemos leído, situado ya en el presente.

La historia no es compleja, aunque sí lo son los personajes y sus motivaciones. Pero es importante para entenderlos y para comprender lo que les pasa, esas descripciones ambientales, que acompañan el devenir de los protagonistas. Particularmente me han gustado las vivencias del joven soldado en los campos belgas y en el caos de las playas de Dunkerke. Constituyen un excelente retrato de lo que supone una guerra. También las tribulaciones de la joven estudiante de enfermería, Briony, auténtica protagonista del relato en el hospital donde comienza a ser adulta, a comprender la magnitud de sus actos y de sus consecuencias, mientras entra en contacto con la miseria del ser humano enfermo o destrozado por la guerra.

En ocasiones, se ha presentado esta obra como una obra de amor. Sin embargo, siendo importante y necesaria la historia de amor, el tema del libro es la culpa y la redención de esa culpa. Y está muy bien.

El libro me ha gustado. Es de esas lecturas que entra poco a poco; que hay que dar tiempo a ir penetrando en la situación. Pero una vez que estás dentro te apetece quedarte. Y te quedas insatisfecho. Te quedas insatisfecho, porque sientes que la injusticia no queda resuelta. Que el mundo es cruel, y que no siempre ganan los buenos. Que la vida no es una comedia romántica de Hollywood. Y esto es adecuado. Pero, a veces. triste.

Un pero. La traducción. No es buena. Es especialmente notorio en los capítulos que transcurren en el hospital donde Briony se forma como enfermera. En la organización victoriana de la enfermería británica, a las profesionales equivalentes a las actuales supervisoras de enfermería, se les denominaba «sisters«. El traductor se hace un lío, no sabe esto, y empieza a traducir sister por sor o monja. Esto es un error. A partir, se me genera una desconfianza con el conjunto de la traducción. Me pregunto si algún día debería hacerme con la versión original, y leerlo en el inglés original. Algún día. Tal vez. Puede.

En el relato, Briony y su amiga Fiona, se dan un paseo por St. James’s Park en Londres, poco antes de que comiencen a llegar los heridos del desastre del norte de Francia. Tal vez, allí contemplaran las evoluciones de alguna antepasada de esta ardilla, fotografíada en ese mismo parque… 66 años más tarde.

(Canon EOS D60; EF 28-135/3,5-4,5 IS USM)