[Libro] Si los gatos desaparecieran del mundo – Genki Kawamura

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Apartándonos de las atracciones turísticas de Matsumoto.

Esta semana he descontrolado un poco en mi organización y planificación de las entradas de este Cuaderno de ruta. Bueno… en realidad, esta semana he descontrolado en un montón de pequeñas cositas que han dotado a estos siete días de un sabor caótico, no siempre desagradable, pero, a la larga, muy cansado. Sin embargo, aunque en esta mañana de domingo me apetecía hacer el vago más que otra cosa, he decidido sacudirme la pereza y hablar de un libro que ya terminé de leer hace más de un mes. Y que tenía intención de haber dejado comentado hace ya unos días. Así que, en un domingo, día poco habitual para mis comentarios literarios, os vengo a hablar de este libro de Genki Kawamura (fr), un éxito de ventas en su país, fue adaptado al cine ya hace unos años, y que cuenta con abundantes traducciones a otros idiomas.

Como veréis en el enlace anterior, esa entrada de Wikipedia en francés que está muy incompleta, de lo que más se habla de su trabajo como productor cinematográfico. Tiene página web, en japonés principalmente, y si se revisa su página en IMDb, se confirma que como productor ha participado en bastantes películas, muchas de animación, y con un nivel promedio relativamente alto en calidad y éxito de público. No pocas de ellas han llegado con éxito a las pantallas españolas. Pero también ha dirigido alguna cosa y ha escrito algún guion. Como ya he mencionado sus novelas se venden, y parece que esta gatuna novela es la de más éxito y fue la primera que escribió, en 2012. Por lo tanto, un tipo importante en la cultura audiovisual y literaria contemporánea en Japón.

A pesar de eso, reconociendo que esta novela que os traigo aquí tiene no pocos méritos… al final no sé muy bien porqué, me dejó un poquito frío. Su protagonista es un hombre relativamente joven, a quien han diagnosticado un tumor cerebral inoperable, y que acabará con su vida en poco tiempo. Vive sólo, con un gato que heredó de su madre difunta, y vive extrañado de su padre. Tuvo una novia a quien quiso, pero de la que acabó separándose lo que le ha causado un vacío en su vida. En su apartamento, sólo, se le aparecerá un demonio con su misma apariencia que le propone un trato. Le quedan siete días de vida. Cada día puede elegir un objeto que desaparezca del mundo. El objeto singular, pero también todos los demás. Si escoge su teléfono móvil, desaparecerán todos los teléfonos móviles. Y por cada día en el que elija un objeto que desaparezca podrá prolongar su vida un día más. Y ahí comienza un recorrido que resuena más a un examen de conciencia de lo que ha sido su vida, y de los «qué hubiera pasado si en vez de…»

No es infrecuente en la literatura japonesa contemporánea el realismo fantástico. Se habla mucho de Haruki Murakami con el exponente de este género en el País del Sol Naciente. Pero, en realidad, su folklore con una rica tradición de historias con espíritus diversos, demonios, monstruos y demás elementos mágicos, es causa suficiente para explicar que el género esté arraigado en su literatura, o que con el tiempo se haya llegado a ello. Y a ello se añaden los temas tradicionales de la literatura contemporánea japonesa, especialmente la alienación de la persona en la gran ciudad. La tendencia a sentirse solo. O directamente a estar solo entre millones de persona. Y la incapacidad de permanecer unido a quienes nos podrían suponer una tabla de salvación para esta soledad.

Como ya he dicho, el libro tiene el tono de repaso a una vida y aquellos momentos en los que se tomaron decisiones, o dejaron de tomarse, de los que el protagonista se arrepiente. He visto no pocos comentarios sobre este libro en los que los lectores ven rayitos de esperanza para alcanzar una vida más satisfactoria. Pero no es mi filosofía la de la constante mirada atrás. Lo que ha sucedido y queda en el pasado, ya no puede cambiarse. Por lo que el arrepentimiento poco sentido tiene. Hay que vivir con las consecuencias y hacerlo de la mejor forma posible. Hay que tener cuidado también con las miradas atrás. El tiempo me ha enseñado que el pasado no está «fijado». Los acontecimientos del pasado cambian de significado con las experiencias posteriores, lo que pareció trascendente puede convertirse simplemente en una pequeña parte de los que somos. Pequeños acontecimientos del pasado, que muchas veces ignoramos, sin embargo, pueden ser la base de acontecimientos trascendentes en nuestro presente. Es difícil evaluar con objetividad, porque nuestras percepciones de lo pasado cambian. Así que no queda más remedio que vivir pensando en el presente y, un tanto, en el futuro. Y si no hay futuro, como al protagonista de la novela… en el presente, mientras dure.

[Cine] Across the river and into the trees (2022)

Cine

Across the river and into the trees (2023; 59/20231025)

No sé muy bien que ha pasado o está pasando con la distribución de esta película. Aunque dirigida por la directora española Paula Ortiz, es una película británica. Entiendo por algunas cosas que he leído, que la adaptación de la novela homónima de Ernest Hemingway es un proyecto que viene de largo en el Reino Unido. Que se contemplaron varias opciones para su dirección, y que otros intérpretes aparecieron como posibles protagonistas, hasta que el proyecto recaló en Ortiz y se realizó una selección de reparto definitivo. La película se rodó en 2020. La ficha de la película en IMDb la data en 2022. Pero más allá de alguna exhibición en algún festival, su explotación comercial no ha comenzado hasta octubre de 2023 en España. Que es la nacionalidad de la directora, pero no de la película. Está rodada en inglés e italiano. En IMDb no aparecen fechas previstas de estreno en ningún otro país. Ni siquiera el Reino Unido. O Italia, de donde es buena parte del reparto y donde está rodada. Me tiene sorprendida la cosa.

No soy muy aficionado al cine de Paula Ortiz. Creo que es una directora que tiende a perderse en las formas, en un esteticismo exagerado, pero que no narra bien las historias. Y eso es importante. No me convenció su adaptación de Lorca, y de su primer largometraje, que son más bien tres cortos vinculados por algunos temas comunes, sólo me convenció una de sus historias. No es que sea ninguna catástrofe ni nada de eso… pero no me acaba de convencer. En cualquier caso, las críticas, pocas, que pudimos leer, la consideraban bastante bien. Y aunque su carrera en la cartelera zaragozana fue breve en lo que se refiere a la versión original, la que en mi opinión debiera ver todo el mundo, hubo un evento especial con la presencia de la directora, y con un precio más favorable, así que allí nos presentamos. No somos muy partidarios de estos eventos. Los debates que se configuran no tienen especial riqueza, muchas veces son un juego de lanzarse flores todos mutuamente con poco sentido crítico. Y teniendo en cuenta que Ortiz es de aquí, de Zaragoza, sospechábamos que el público, sería más un cla entregada que aficionados con sentido crítico. Buscamos unas butacas estratégicamente situadas, y durante los créditos finales abandonamos el local. Desconozco la naturaleza del debate. En una ocasión ya se me encaró alguien por comentar que su adaptación de Lorca no me convenció, acusándome de no apoyar «lo de aquí». Curiosamente, aquella persona no había ido al cine a ver la película. Siempre me ha parecido que la mejor manera de apoyar a un creador es pasar por taquilla, no aplaudir desde lejos incondicionalmente.

La película narra la peripecia de un coronel del ejército americano (Liev Schreiber) estacionado en Trieste, que ante la noticia de que padece una afección cardiaca potencialmente fatal, emprende una última búsqueda en su vida, aparentemente cazar patos en la laguna de Venecia, hay algo más, y se dirige a la capital de la Serenissima Repubblica, pocos meses después del final de la Segunda Guerra Mundial, en compañía de un sargento (Josh Hutcherson) que le coloca el capitán médico. En Venecia conocerá a una joven contessina (Matilda De Angelis) que con su vitalidad y optimismo atacará frontalmente la pesimista fortaleza existencial en la que se ha encerrado tras su participación en dos contiendas bélicas mundiales y la pérdida de su único hijo en la última.

Este tercer largometraje de Paula Ortiz es el primero en el que no escribe el guion. Ya he comentado que es un encargo. Desconozco en qué medida la adaptación cinematográfica es fiel al original de Hemingway, una novela que gozó en su momento de los favores del público, pero no de la crítica. La he buscado para leerla. En versión original. Pero lo cierto es que el guion es bueno. Los diálogos inspirados. Especialmente en su primera mitad. Tanto las interacciones del coronel con el sargento, que representa a la gente común, con una sabiduría primaria, como con la contessina tienen mucha chispa. Están muy bien. Formalmente, fotografiada por el experimentado y solvente Javier Aguirresarobe, en su mayor parte en blanco y negro y formato académico [1.37:1], está bien. Aunque en muchas ocasiones parece que es un publirreportaje turístico de la ciudad de Venecia, cosa que no me agrada. El trayecto en lancha en el que se conocen los dos protagonistas es absurdo en su recorrido, y parece más pensado para dar un paseo turístico por la ciudad que centrado en lo que pasa entre ambos. Pero esto, a lo peor, es un problema de quien conoce bien la ciudad y la hubiera retratado o integrado en la historia de una forma menos tópica. No me convence del todo las decisiones de ambientación… han emulado el blanco y negro de las películas clásicas de Hollywood de los años 40, y tal vez le hubiera sentado mejor emular el blanco y negro del neorrealismo italiano, con algo más de bullicio en la ciudad, italiana al fin y al cabo.

Donde creo que la película destaca más es en la interpretación. Schreiber es un intérprete muy sólido; creo que está mucho menos reconocido de lo que merece. Pero a mí me gusta mucho. Tanto en esta película como en otras que le he visto. De Angelis cumple con nota. Ya la conocí hace unos meses en una serie de Netflix. Y me parece una intérprete muy sólida. Además de tener una notable belleza muy italiana. Con los atuendos de señorita de la nobleza, aparece siempre deslumbrante. Un pero le pondría, que confirmaré o no cuando lea la novela. En esta, el personaje de la contessina es una adolescente de 18 años… y eso no es así en la película. No puede ser. De Angelis, aunque joven, tiene una presencia mucho más madura y sólida. Pero tampoco creo que sea un pero muy importante.

Globalmente considero que es una película recomendable, sin duda. Hay alguna otra historia o película que resuena al verla. La muerte en Venecia de Thomas Mann y su adaptación al cine, son referencias obvias. La obra de Mann es ampliamente anterior a la novela de Hemingway, desconozco que si influyó en este. Aunque los estilos son muy distintos. Y luego, aunque el tono sea también muy distinto, no puedo dejar de pensar en Ikiru de Kurosawa, o su reciente adaptación británica con guion de Ishiguro, en el que también hay una interacción, de naturaleza distinta, entre el enfermo terminal y la joven que empieza su vida. No adapta la novela como a mí me hubiera gustado verla, pero es un trabajo notable. Insisto en que debería ser vista en versión original, algo que considero para cualquier película, pero especialmente en las bilingües, donde los cambios entre idiomas son importantes y pueden tener un especial significado. Supongo que en la versión doblada habrán respetado de alguna forma el bilingüismo, pero no lo sé. Como curiosidad, Ortiz está a punto de estrenar en noviembre su siguiente película. Pero por su tema… no sé si me va a llevar a las salas de cine.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Petites boîtes – Yōko Ogawa

Literatura

A estas alturas, para quien siga estas entradas con cierta frecuencia, especialmente las dedicadas a los libros y la literatura, quedará claro que la japonesa Yōko Ogawa es una de las escritoras contemporáneas que más me atraen, que más me gustan. Incluso podría decir que es una escritora que me fascina. Es curioso que la novela que me llevó a ella, o más bien su adaptación cinematográfica, sea la más convencional dentro de lo que es el ámbito del relato novelado, pero una rareza en lo que es la trayectoria de la escritora. O por lo menos, en lo que yo he leído de ella. Porque es una escritora trabajadora. Y aunque he leído ya un cierto número de obras significativas de ella, todavía son muchas las que no he leído. Y puede que muchas de ellas no las llegue a leer.

La novela que os traigo hoy es una recomendación que encontré en Pen Magazine. Y la he leído traducida al francés, puesto que no está disponible todavía en castellano, de ahí el título que significa cajitas, kobako 小箱 en el original en japonés. Y en ella, Ogawa nos lleva a uno de sus mundos misteriosos, en lo que parece que es nuestro mundo normal contemporáneo, pero no lo es. Y como en muchas de sus obras, nos adentramos en ese mundo de la mano de una mujer de edad indefinida, tirando a joven pero no demasiado… ¿en sus treintaytantos? Así la imagino yo. Esta mujer vive en el edificio de la antigua escuela de una población no identificada. En la que no hay niños. En la que los niños murieron. Y parece que no han vuelto a nacer nuevos niños. No sabemos porqué murieron, porque no hay niños. Sólo sabemos que sus habitantes viven en el duelo de sus hijos fallecidos. Las cajitas del título son las urnas que contenían las obras del museo de ciencias naturales del lugar, y que ahora albergan muñecas, cuyo pelo es el cabello de los niños fallecidos, a los que representan, y contienen objetos que sus padres les llevan para celebrar los acontecimientos vitales que deberían haber sido. Cumpleaños, graduación en el instituto, boda,… En torno a la protagonista, un hombre enamorado de una mujer enferma, ingresada en el hospital, que le escribe cartas con unos caracteres tan minúsculos que solo la protagonista, con mucha paciencia le puede descifrar. Un hombre que ya no habla si no es cantando con voz de barítono. También la prima de la protagonista… que vende fiambreras de comida, bentō 弁当, y que solo puede caminar por lugares por los que sabe que su hijo muerto caminó. O la peluquera del lugar, que con esmero se dedica a peinar las muñecas en las cajitas. Y el concierto para sí mismos, con minúsculos instrumentos musicales artesanales, pequeñas liras y otras formas, en las que los cabellos de los niños muertos vibran suavemente al viento del oeste, y sólo la persona que sujeta el instrumento puede llegar a oír el sonido que produce.

La novela es reciente, de 2019. Y en los primeros capítulos tuve la sensación de que el lugar innominado donde transcurre sería una de las poblaciones en las que el terremoto y posterior tsunami de marzo de 2011 afectó a las escuelas, falleciendo los escolares que las ocupaban. Pero es un suponer que no se confirma a lo largo de la novela. Con tonos de fantasía, realismo fantástico si lo preferís, claramente la novela nos habla del duelo. De la presencia en nuestras vidas de las personas que nos han dejado. Duelo que siempre es más acusado, más difícil y complejo de superar y racionalizar cuando la persona que muere… no debería haber muerto. Como un niño, a quien se supone toda una vida por delante. Especialmente si es un niño que ha llegado a vivir un tiempo, y a adquirir una personalidad. Soy hijo de una mujer que perdió a un bebé de menos de un mes de vida. Y aunque era una mujer alegre y extrovertida, me consta que es algo que llevó siempre encima. Pero al ser tan pequeñito, apenas 24 días cuando murió, tampoco dejó una impronta de quien fue en realidad. No llegó a adquirir personalidad. Si aun así a veces sentí en casa su ausencia, especialmente antes de que naciera mi hermana menor, imaginaos si hubiese sido mayor. En fin…

No es una lectura fácil. No hay planteamiento, nudo y desenlace. Simplemente es un intervalo de las vidas de unas personas marcadas por el duelo. Con cierta culminación que no voy a desvelar, que nos indica que incluso los duelos deben tener unos límites… pero que no siempre es así. O siempre queda un resto. También nos habla de la solidaridad. Del apoyo mutuo. Pero es una lectura de alto nivel. Como ya he dicho, Ogawa me fascina en estos momentos. Y seguiré al tanto de sus novedades editoriales, así como iré repescando alguna de sus muchas obras pasadas. Al menos las que estén disponibles en castellano, inglés o francés.

2014, Viaje a Japón. carloscarreter.rs | carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.

[Cine] Dangsin eolgul ap-eseo [당신 얼굴 앞에서] (2021)

Cine

Dangsin eolgul ap-eseo [당신 얼굴 앞에서] (2021; 39/20220721)

En los últimos años se ha venido convirtiendo en una costumbre el ver la dosis anual del cine del director surcoreano Hong Sang-soo. Si ya antes de la pandemia había entrada en contacto en varias ocasiones con la películas de este cineasta, muy querido por los ambientes festivaleros europeos, el repaso a buena parte de su filmografía durante los meses que estuve suscrito a Filmin durante la epidemia acabó por engancharme a estas pequeñas películas. Pequeñas en cuanto a duración, en cuanto a presupuesto, en cuanto a la sobriedad de medios y en cuanto a la amplitud de sus historias. Pero no tan pequeñas ni mucho menos en cuanto a reflexiones muy personales sobre la vida y las relaciones. No pocas veces con un tono surrealista e incluso ligeramente fantástico, en el que se desdibuja la realidad con lo imaginado o soñado.

Algunas vistas de Seúl para ilustrar la entrada de hoy.

La semana pasada asistimos a una de las proyecciones, todas en versión original, no ha sido doblada, de una de las últimas películas del director coreano. No es la última puesto que su ritmo de rodaje es alto, y a lo que llega a España una de sus películas ya ha estrenado o está a punto de estrena otra u otras en su país de origen. Y en esta ocasión acompañamos a una mujer de mediana edad (Lee Hye-yeong), que tras años de residir en Estados Unidos, ha vuelto a Corea del Sur, donde se aloja con su hermana y su sobrino, con quienes debate la idea de trasladarse definitivamente a su país natal. Con alguna experiencia como actriz antes de emigrar, va a reunirse con un director de cine (Kwon Hae-hyo) para discutir su posible vuelta a la interpretación. Aunque hay un hecho que no ha confesado a su familia que dificulta esa posibilidad.

El título de la película se traduce como frente a tu cara, de hecho su título en inglés es In front of your face, y en castellano la he visto titulada en algún sitio como Delante de tí. Y como de costumbre en este director, es un ejercicio de cine minimalista, que se apoya en tres personajes principales y unos cuantos diálogos, no muchos, entre ellos, y alguno secundario con algún otro personajes en los intervalos entre ellos. Diálogos que parte de lo banal, de lo cotidiano, de las cosas sobre cualquiera hablaría de forma habitual. Comprarse un apartamento, un parque agradable para caminar, un buen sitio para tomar un café contemplando un jardín, retomar un trabajo abandonado años antes, ganarse la vida con una tienda de licores… Pero todos estos diálogos esconden capas más profundas. ¿Por qué escapar de una posible vida de éxito hacia una más anodina en otro país? ¿Por qué siento que me abandonaste cuando te fuiste? ¿Dejaste cuentas pendientes y has venido a saldarlas? ¿Qué situación vital trascendente hace que des largas a todas las propuestas que te hacen? Y curiosamente, en medio del drama, no falta algún momento de ironía y humor.

Apoyada en unos diálogos sin desperdicio, en la sencilla pero eficaz puesta en escena del director, y en unos intérpretes no sólo eficaces sino brillantes en sus trabajos contenidos pero sentidos y transmisores de esas capas de significado, la película es una de las más redondas que le he visto al director en su sencillez. Y una de las más directas, en las que juega menos con el espectador y con los significados de lo que nos cuenta, y va al grano de lo que está mujer nos quiere contar. A mí me parece muy recomendable. Pero si, como digo muchas veces, lo tuyo es atiborrarte de palomitas y sodas azucaradas en la sala de cine mientras machotes vestidos de colorines, en medio de pirotecnias improbables, vociferan en la pantalla… pues a lo peor no.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Lucky (2017)

Cine

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Primer largometraje del actor John Carroll Lynch como director, actor que solemos ver como secundario tanto en cine como en televisión, y largometraje póstumo del protagonista de la película, Harry Dean Stanton, también un ilustre secundario del séptimo arte, que gozó de su gran momento de protagonista con una de mis películas favoritas, la superior Paris, Texas de Wim Wenders. Aunque sólo sea por esto, ya casi sentíamos la obligación de acudir a ver esta película como homenaje al reciéntemente fallecido actor.

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El duro paisaje desértico del sur de los Estados Unidos, aunque no igual o equivalente, no deja de recordarme al paisaje estepario de los Monegros, en Aragón.

En algún lugar del sur de los Estados Unidos, en las resecas tierras fronterizas con Méjico, en una pequeña comunidad rural mezclada de anglosajones y mejicanos, vive con sus noventa años Lucky (Stanton). Con una rutina marcada por el orden, el ejercicio y las relaciones pacíficas y amables con sus vecinos, a pesar de su edad, vive bien. Hasta que un día sufre una caída espontánea y su médico le anuncia que acaba de pasar a ser un anciano frágil. Una persona escéptica, sin creencias supersticiosas en lo sobrenatural, comienza a plantearse la certeza de su muerte, de su desaparición, y del sentido de su vida. Las respuestas las hallará, si existen, de acuerdo a lo que es su vida. Relacionándose con los vecinos y otros que por allí pasan.

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Película sencilla en lo formal, pero profunda en el contenido. Con un esencial buen rollo, ya que nos presenta una comunidad pequeña y sencilla, pero pacífica y solidaria. Además del entrañable papel que conforma Stanton, tenemos un plantel de personajes secundarios, imprescindibles para permitir la evolución del personaje en su pensamiento, en los pocos días en los que transcurre la acción. Divertidísimo el director David Lynch reconvertido en actor, al que se le ha perdido una tortuga, su mejor amigo. Notable el diálogo con Tom Skerritt. O la fiesta con la familia mejicana. Y otros detalles.

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Una reflexión profunda, pero no abstrusa ni compleja, sobre el sentido de la vida de una persona que vive sola (alone), pero no en soledad (lonely). La experiencia vital marcada por la guerra. Y las cosas que se nos insinúan pero que quedan a nuestra imaginación en sus relaciones pasadas, especialmente con su familia o las mujeres. Una de esas pequeñas joyas que nos llegan en los momentos más bajos de la cartelera, que pasan desapercibidas para la mayor parte de la gente, y que merecen bastante la pena.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Libro] El camino

Literatura

Me encontré hace unos pocos meses a un clásico moderno de la literatura española entre las ofertas Flash de Amazon Kindle y lo cogí. Una de las novelas importantes en la narrativa de Miguel Delibes, es editada como es habitual en el autor ya fallecido por Editorial Destino, en esta ocasión en su versión electrónica.

Siendo una de las primeras obras del escritor, fue publicada cuando tenía 30 años, está cargada de una gran cantidad de nostalgia hacia un entorno rural, al mismo tiempo que no duda, con humor y sin hacer demasiada sangre, en hacer crítica de aquellos elementos culturales que no le gustan de ese mismo ambiente. Nos habla de las memorias de un niño, Daniel el Mochuelo, que siente que la niñez se le escapa. Tiene once años, y por el empeño de su padre que quiere algo más para su hijo que lo que él ha tenido, se prepara a pasar su última noche en el domicilio familiar en un pueblo que situamos fácilmente en uno de los valles interiores de Cantabria, antes de ir a la ciudad para estudiar el bachillerato. Aunque deja traslucir el miedo ante las incógnitas del futuro, su principales emociones tiene más que ver con la nostalgia por su vida infantil, feliz aun en las estrecheces de un pueblo en la España de la inmediata posguerra civil. Especialmente sus aventuras con sus inseparables amigos, Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso.

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No tengo fotografías de los valles interiores de Cantabria; pero Delibes era un enamorado de Castilla en general, y usaré algunas fotografías del pueblo viejo de Medinaceli, en la provincia de Soria, para ilustrar este comentario.

 

En su conjunto, el libro es una reflexión sobre el ciclo de la vida y la muerte. Ambas son una constante tanto entre los habitantes del pueblo como en la naturaleza, animales y plantas, que crecen en el valle y son «acompañantes» habituales de los tres amigos que centran el relato. Me llama la atención que, dada la época y la España en la que surge la novela, el tratamiento que reciben las mujeres en la novela. Sean adultas, adolescentes o niñas. Mientras que los hombres están condicionados por la idea de hombría recia dominante, independientemente de que se ajusten o no a la misma los distintos personajes masculinos que se suceden, las mujeres presentan una variabilidad que representan los valores de la sociedad, desde los más nobles, asociados a las vida, a la compasión y a la solidaridad, hasta los que lastran el desarrollo de la misma, el conservadurismo carpetovetónico, la superstición, la intransigencia con la diversidad.

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Y luego está el lenguaje. Leer a Delibes me hace ser mucho más consciente de la sensación de que el idioma se nos está empobreciendo, se nos hace más pequeño constantemente. No voy a entrar en considerar todo ese léxico que está desapareciendo a marchas forzadas porque se correspondía con acciones u objetos asociados a la vida rural de antaño. Hoy en día estas palabras han quedado en desuso de la misma forma que las tareas, los conceptos o los utensilios a los que se referían. Pero más allá de esto, tengo la sensación de que un escritor como Delibes tiene una riqueza a la hora de expresar los conceptos, una variedad a la hora de construir las frases, es decir las ideas, que pocas veces me encuentro en la narrativa española hoy en día. O no española. A veces tengo la sensación, con obras contemporáneas, de que están compuestas por acumulación de unas frases hechas que se combinan entre sí, y que encontramos en cualquier obra. Que hay poco de pensamiento propio y de expresión escrita personal, rica y variada. Y os puedo asegurar que soy cualquier cosa menos una persona de pensamiento conservador.

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Nunca he pensado que cualquier tiempo pasado fuera mejor, de hecho, a pesar de los problemas que nos rodean y del futuro incierto que se asoma a la civilización globalizada, nunca el nivel de bienestar promedio de la especia humana ha sido tan alto como en el presente. Aun con las notables y  tristes diferencias regionales que hay en el mundo, en su conjunto nunca ha habido una esperanza de vida mayor, una mortalidad infantil menor, una criminalidad menor, y otros indicadores de bienestar que podamos considerar. Pero sin embargo, no me siento cómodo con la capacidad de mis congéneres para expresar sus ideas de forma oral o escrita, lo que para mí es casi equivalente a la incapacidad para ejercer la libertad personal, que asocio en gran medida a la capacidad de pensar, de generar ideas propias y las acciones personales que conllevan. Lo que nos hace libre y diversos. La sensación de homogeneidad y de disminución de libertad a través de la estandarización de los gustos y el pensamiento único me agobian cada día un poquito más, cada año que pasa.

Por eso encuentro refrescante la lectura de ciertos clásicos. Aunque sean modernos. O porque son modernos. Porque nos recuerdan que el lenguaje es importante, es rico, es variado y debemos evitar que se empobrezca. Para no empobrecer nuestra capacidad de ser libres.

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[Cine] A Monster Calls (2016)

Cine

A Monster Calls (2016; 532016-1810)

Acudimos hace ya casi una semana al último estreno de J. A. Bayona, uno de los directores más pujantes y más de moda del cine español, con sólo tres largometrajes en su haber, de los que los dos anteriores ninguno supo llamar mi atención especialmente. Aquí repite la experiencia de rodar en inglés, con un reparto formado por intérpretes británicos y estadounidenses. Evidentemente, los amos del dinero parecen confiar en la capacidad de Bayona para llevar gente a las salas y recuperar la inversión.

Hablar de esta película como de una película «española» es algo que me deja un poco incómodo. No es que me importe gran cosa, pero siento que las tradiciones que rodean a la historia, sus planteamientos y su producción están más próximos del cine anglosajón, más allá de que ya hemos dicho que su versión original, la que vemos, está en inglés. En la cartelera española se puede encontrar la versión doblada al castellano con el título «Un monstruo viene a verme». De hecho está basada en una novela para niños y jóvenes del escritor británico-estadounidense Patrick Ness.

La película de hoy transcurre en Inglaterra y la ilustro con vistas de Londres y Canterbury.

La película de hoy transcurre en Inglaterra y la ilustro con vistas de Londres y Canterbury.

La historia nos lleva a algún lugar de Inglaterra donde un niño, Conor (Lewis MacDougall), vive en conflicto permanente por la grave enfermedad de su madre (una Felicity Jones que nos llega antes de convertirse este invierno en rebelde galáctica), por la separación de sus padres que incluye un padre ausente viviendo en los Estados Unidos, por los abusos que sufre por parte de sus compañeros de colegio, y porque la persona que tal vez tendría que estar paliando estos problemas, su abuela (Sigourney Weaver), no es la abuela cariñosa y empática que todos imaginaríamos, que vive entre su propia austeridad y el dolor de ver sufrir a su hija con la enfermedad. La única forma que tiene Conor de evadirse es vivir en un mundo imaginario, en el que un gigantesco hombre-arbol, un tejo centenario que se transforma por las noches siempre a las 12:07, y que le cuenta una serie de historias con la voz de Liam Neeson.

Carlos Carreter

He tardado casi una semana en escribir este comentario, porque mis sensaciones conforme ha pasado el tiempo han ido variando respecto a las que sentíamos en el momento de terminar el filme. La película es emotiva, profundamente emotiva. Ante una enfermedad terminal, ante el fallecimiento próximo de un familiar próximo, querido, un padre o una madre, que lleva tiempo sufriendo por la enfermedad y que ocasiona también no poco sufrimiento en quienes rodean al enfermo. La ansiedad, el deseo que todo se acabe, colisiona con el miedo a perder al ser querido, e incluso nos hace sentir mal. Lo digo en primera persona porque es algo que he sentido y no me importa reconocerlo. La película es hábil en tocar esa fibra sensible en el espectador. Si a eso le unes un diseño de producción de gran calidad y unas interpretaciones absolutamente impecables, empezando por su jovencísimo protagonista, bien arropado por sus prestigiosos compañeros de reparto, te quedas con la idea de que has visto una película notable.

Carlos Carreter

La cuestión viene cuando dejas reposar la película, te sacudes la emotividad y piensas lo que te cuenta. Las historias del tejo monstruoso son comunes, no específicas y valen para esta película como para varias otras con diversas temas. Las situaciones escolares y familiares son tópicas, y no están bien explicadas. Por ejemplo, no entiendes muy bien por qué los compañeros de clase se ensañan con Conor. ¿Es todo una excusa para mostrar el momento de rabia e ira del pequeño? Poco a poco llegas a la sensación de que la película, aunque válida en su conjunto, está más vacía de lo que parece, y que fundamentalmente el interés está en la forma y el alarde técnico. Insisto… se ve bien… con un nudo en la garganta muy hondo en muchos momentos… pero el guión, la historia, los valores y las motivaciones de los personajes podrían haber sido más cuidados y tratados más en profundidad.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Carlos Carreter

[Cine] Correspondence (2016)

Cine

Correspondence (La corrispondenza, 2016; 392016-2207)

Una primera duda sobre la nueva película de Giuseppe Tornatore era cuál era su titulo original, y cuál es el título de la versión que vimos… En la cartelera española, la versión doblada se titula «La correspondencia», en IMDb nos dicen que el título oficial del film están en italiano, «La corrispondenza», pero en la versión que vimos, hablada en inglés que parece que es el idioma en el que está rodada, comienza la película con el título en inglés también «Correspondence». Bueno… divagaciones… Divagaciones que provienen del hecho de que tres días después de ver este filme, todavía no tengo muy claro como enfocar su comentario.

Carlos Carreter

La película comienza en la ciudad de York en el norte de Inglaterra, incluso vemos a su protagonista femenina pasear entre las ruinas de la abadía de Santa Marái, uno de los rincones típicos de la ciudad.

Empecemos por lo positivo. Hay una serie de cuestiones que hacían a priori de este largometraje una opción interesante para ir a las salas de cine en esta época del año. Un director apreciado. Bien es cierto, que salvo la que es su película más famosa, yo no me sentido personalmente excesivamente atraido por su cine. Pero su película más famosa, es mucha película famosa. El reparto. El reparto tampoco está mal. Que el papel protagonista masculina, el más que maduro profesor Phoerum, sea interpretado por Jeremy Irons es un plus. Que la chica, la «joven» estudiante y especialista cinematográfica Amy Ryan, sea la guapísima Olga Kurylenko tampoco está mal. Una actriz que sabe que le van cayendo años, y que aunque sigue estupenda, lo de personaje florero se le acabará en algún momento y supongo que pretende ser tomada en serio en esto de la interpretación. Y luego están las localizaciones… York, Edimburgo, los grandes lagos italianos… todos ellos sitios de los que conservo recuerdos excelentes. En algún caso, con sus dosis de romanticismo… muy propio para una película de amoríos y romances. Vamos… que a priori esta es una película que tenía todo para triunfar. Por lo menos en mi caso.

Carlos Carreter

En varias ocasiones nos trasladamos a Edimburgo, donde vive el profesor Phoerum… pero ¿de verdad que una estudiante que se saca algo de dinero de especialista cinematográfica va siempre en avión entre dos ciudades situadas a 300 km y entre las que se puede viajar en dos horas y media en tren?

Pero… resulta difícil creer que el responsable de este filme, tanto en su guion como en su dirección, sea el mismo que en el pasado nos regaló con alguna historia emocionante y emotiva que nos encandiló. El número de cuestiones que podríamos cuestionar es notable.

Para empezar el tema de los amoríos en el cine entre personajes cuyos intérpretes se doblan la edad unos a otros, y cuyos personajes todavía se llevan más años. Esto es un tema, que dada la realidad de la percepción social de ciertas relaciones, ya empieza a cansar.

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Pero vayámonos al norte de Italia, a la región de los grandes lagos, donde están rodadas unas cuantas escenas de la película.

El personaje interpretado por Kurylenko está penosamente desarrollado. Primero… no te la crees como una estudiante de astrofísica… porque estas cosas no se suelen estudiar a los treinta y tantos años. Probablemente, pretenden vendernos que la chica es más joven que la actriz que la interpreta aprovechando que está de muy buen ver. Pero la cosa es que Kurylenko es muy guapa, pero sí parece que tenga los 35 años que tiene (aproximadamente, no sé su edad exacta). Y tampoco te la crees en su versión «kamikaze» como especialista cinematográfico de acción… Y está muy mal planteado su trauma de «juventud», que le lleva a un trabajo autodestructivo. Llega un momento en que no sabes si Kurylenko no da la talla… hay un par de escenas dramáticas en las que definitivamente no da la talla, aunque se esfuerza bastante,… o si simplemente no hay forma humana de levantar un papel mal definido.

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En varios momentos tuve la sensación de que estaba filmado en el lago Maggiore, entre las islas Borromeas… o por lo menos ese paisaje creí reconocer.

Y el personaje de Irons… poco puede hacer el veterano actor por levantar un personaje al que en el 90% de la película vemos a través de la pantalla de un ordenador portatil hablando a una videocámara. Por lo demás… el personaje raya un poquito. Dejando de lado esa capacidad de omnisciencia sobre lo que está haciendo la joven, de la que la propia película se llega a reir en un momento dado.

Y luego está la relación entre los dos… que llega un momento que no entiendes bien de dónde ha salido y porqué da para tanto. Creo que las situaciones van entre el tópico y lo forzado. Para colmo, hay situaciones muy previsibles y otras ridículas. De verdad,… ni yo ni mis acompañantes somos aspirantes a astrofísicos brillantes, pero adivinamos media película antes que el personaje protagonista la combinación de ED que había que escribir para volver a la situación inicial.

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Pero en la película constantemente se hace referencia a Borgoventoso, que es el nombre que se le da a la población situada en la isla de San Giulio en el lago de Orta, no muy lejos del Maggiore. No conozco ese lago, todas las fotos que muestro son de las islas borromeas en el Maggiore.

No. La película, desde mi punto de vista… y la de mis acompañantes a la sesión de cine, no funciona. He intentado racionalizar hasta cierto punto algunos motivos. Pero en general se puede resumir como que es un pinchazo en toda regla de Tornatore, que nos ha traído un producto mediocre, mal parido, y del que lo más aprovechable son los paisajes piamonteses del lago de Orta y del lago Maggiore. Acaba haciéndose larga, y el romance, pesado. Una pena.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

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Porque definitivamente, reconocí en algunas escenas de la película este paisaje del Maggiore que se puede ver desde Stresa. Hacen referencia expresa a la montaña de la derecha de la fotografía.

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En cualquier caso, aquel día de septiembre de 2006 en el que recorrí aquel bellísimo rincon de Italia no se me olvidará nunca. Y la flojera de la película no arruina el puntito romántico de aquella excursion por el golfo Borromeo.

[Cine] Mia Madre (2015), todo sobre su madre

Cine

Mia madre (2015; 102016-0204)

Cuando llegan estas fechas, la cartelera española se llena de películas con opciones en los premios Oscar, que como a estas alturas todos deberíamos de saber, no tienen porqué ser mejores o peores que otras… pero todos picamos y son las que tendemos a ver. Pero de vez en cuando se cuelan en la cartelera otras películas que pueden ser tan interesantes o más. El jueves pasado, cuando salía de trabajar, me apetecía de todo menos irme a casa. Como eran cerca de las cuatro, miré la cartelera en los cines más próximos a mi lugar de trabajo, que coincide que son los únicos que ofrecen versiones originales subtituladas. Y vi que estaba este filme italiano de Nanni Moretti, que traía buenas críticas, pero que era improbable que pasase el «corte» de nuestras veladas cinematográficas. Así que me fui solo a ver la película.

Moretti es un director muy personal, muy introspectivo, ya que en alguna que otra ocasión se ha situado el mismo como objeto de su visión cinematográfica. También es un autor comprometido con la situación social y política de su país, la siempre convulsa Italia, políticamente hablando. Y en esta ocasión vuelve a situar una situación muy personal, la pérdida de la madre, en el centro de su película. Sin olvidarse, de paso, de incidir en las consecuencias del liberalismo capitalista sobre los trabajadores.

Como en la película, nos pasearemos por Roma... que siempre es un placer.

Como en la película, nos pasearemos por Roma… que siempre es un placer.

Si no estoy equivocado, durante el rodaje o posproducción de su divertido largometraje anterior, la madre del director falleció. Y como consecuencia, surgió la posibilidad de realizar esta película en la que hace una reflexión sobre la figura, el papel y la influencia de la madre en nuestras vidas. No es el primero que centra su visión en la figura materna en sus películas. Por no salir de nuestro país, Pedro Almodóvar tiene varias películas en las que la figura de la madre es central, como Tacones Lejanos, Todo sobre mi madre o Volver. En esta ocasión, como digo estamos ante la utilización de la obra cinematográfica como forma de afrontar y sublimar el duelo producido por la madre perdida.

Moretti suele salir en sus películas, pero en esta ocasión no se coloca como protagonista, sino como el hermano de la protagonista, una directora de cine, Margherita (Margherita Buy), muy comprometida socialmente. En el momento en que su madre está ingresada y empeorando de salud por una dolencia cardíaca, se encuentra ante una ruptura sentimental, provocada por ella misma, y rodando una película de carácter social, en el que el actor protagonista, Barry Huggins (John Turturro), representa a un empresario que tras adquirir una empresa va a proceder a reajustes organizativos. Es decir, va a despedir a una buena parte de la plantilla que se resiste con protestas a ellos. Trasfondo social de la actualidad italiana.

En la películas italianas, Roma no siempre es reconocible... no aparecen los monumentos típicos.

En la películas italianas, Roma no siempre es reconocible… no aparecen los monumentos típicos.

En cualquier caso, Turturro aporta el alivio cómico a un drama intimista donde la protagonista, a sus cuarenta y tantos años, ve cómo su madre decae y se acerca al final de su vida, al mismo tiempo que su hija adolescente, Livia (Beatrice Mancini), es una desconocida para ella. Margherita tiene que confrontar sus roles como mujer con los que ha desempeñado su madre. En este caso, Moretti no plantea una «nonna» italiana, matrona hogareña convencional. La madre, Ada (Giulia Lazzarini), es una mujer instruida, muy culta, dedicada a la enseñanza de las letras, del latín, en un instituto desde toda la vida. Una mujer con una capacidad de pensamiento y una coherencia personal, que incluso en su situación de ancianidad y de enferma, se manifiesta mucho más sólida y racional que la de su hija. Y no sólo es eso. Mientras Margherita siente que no cumple con su papel de madre, comprueba en la enfermedad de Ada hasta que punto su madre ha influido en la vida, no sólo de sus hijos, sino de todos sus alumnos, a los que recuerda y que la recuerdan y respetan. Moretti nos está planteando una crisis de valores actuales, echando una mirada nostálgica al pasado. Es su tesis. Que no sé si comparto del todo, pero que el expone de forma magistral.

A mí la película me ha llegado mucho. También pasé, como a todos nos tocará pasar en un momento u otro de nuestras vidas, por el trance de perder a la madre. Y es un trance complejo. Especialmente si te unen con ella muchas más cosas de las que en determinadas etapas de tu vida estás dispuesto a reconocer. Me siento hasta cierto punto identificado con algunas de las situaciones planteadas.

Ruedan en las calles corrientes, no es como los americanos que siempre sacan los mismos y tópicos escenarios de la ciudad eterna.

Ruedan en las calles corrientes, no es como los americanos que siempre sacan los mismos y tópicos escenarios de la ciudad eterna.

Moretti no da puntada sin hilo. Y aprovecha cualquier situación de la película para cuestionar la sociedad en la que vive. Los diálogos con la médica de la enferma, «buena profesional, pero a veces no la entiendo»… las decisiones de tratar o no tratar,… lo que se le comunica al paciente que va a morir y lo que se le esconde,… son algunas de las cuestiones que surgen en la estancia en el hospital. Los problemas de relación de la protagonista con los hombres,… que se repiten con el tiempo y los años… La inseguridad en la toma de decisiones… La dificultad de comunicar conceptos abstractos a los que nos rodean… Con una mezcla de drama punteada de momentos cómicos, Moretti nos lleva por una reflexión profunda y sincera, pero nada nada aburrida, que nos puede venir bien a muchos.

Y además de todo lo anterior, ¿tengo que decir que me ha gustado mucho?, fuimos a la versión original subtitulada, y como llevo un tiempo aprendiendo italiano, me alegré mucho de seguir los diálogos sin recurrir a los subtítulos en la mayor parte de las ocasiones. Ahora sólo me queda el atreverme a hablarlo.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

Pero de alguna forma, siempre percibes el ambiente inequívoco de la capital italiana.

Pero de alguna forma, siempre percibes el ambiente inequívoco de la capital italiana.

[Libro] Elizabeth Costello

Literatura

Rota hace unas semanas la inercia que me había llevado a la no lectura habitual, ya he dado cuenta de una primera novela, mientras llevo a cuestas otra historieta de cierto calibre, y llevo avanzada otro relato de ficción. Pero vamos por partes, y lo haremos con un texto del sudafricano J.M. Coetzee, que me ha parecido curioso, aunque ya veremos si realmente interesante.

Elizabeth Costello
J.M. Coetzee; traducción de Javier Calvo Perales
Literatura Mondadori, 2011
Versión en libro electrónico

Elizabeth Costello es una escritora de éxito, australiana, anciana ya, reconocida en todo el mundo, a quien iremos conociendo tal y como es en la actualidad, pero también como fue en el pasado, en un recorrido por distintas conferencias o actos culturales que dará por todo el mundo. Lo mismo recibiendo premios en universidades americanas, que como animadora cultural en un crucero de alto nivel por los mares australes, que en un acto académico de reconocimiento de su hermana monja católica, como en un ciclo de conferencias en los Países Bajos sobre el mal… y con un último acto en un misterioso pueblo de aspecto italiano, que supone una reflexión final sobre el final de una vida. Todo ello desde el punto de vista de la escritora, o eventualmente de alguno de sus hijos.

Nos presenta Coetzee a un personaje de ficción, pero que muy bien podría existir en la realidad. Quizá sea un alter ego, a pesar del cambio de sexo, del propio escritor, aunque este era más joven que su personaje en el momento de la escritura del libro. Además de adentrarnos en la personalidad del personaje, también se nos ofrecen para la reflexión una serie de cuestiones éticas. Sobre nuestras relaciones con los demás, seres humanos o animales, especialmente sobre el mal, o cómo entendemos el mal. Sobre la sexualidad, sobre la religión y las creencias, y los difusos límites del fanatismo religioso o antirreligioso. Sobre el proceso de creación literaria, y la ética asociada a ella. Y en definitiva, sobre el final de la vida, y la reflexión sobre lo que esta ha sido o ha supuesto.

He de decir que el libro me ha supuesto un esfuerzo mayor del que parece lógico. La forma en que está escrito me gusta, la estructura de la narración me ha resultado atractiva. Pero el personaje central,… le he cogido una antipatía,… El egoísmo esencial que me parece que destila, que quizá todos tengamos por altruistas que pensamos que somos capaces de ser, no deja de incomodar. Y sin embargo reconozco que puede ser el egoísmo propio de cada uno de nosotros. De cualquier ser humano. No sé. También me ha dejado un poco desnortado el no saber cómo encajar al personaje en relación al propio autor. Son sus dudas, sus reflexiones y sus opiniones, o simplemente un vehículo para provocar una reflexión sobre los distintos temas, ocasionalmente de forma provocadora.

El esfuerzo creo que ha merecido la pena, aunque no me haya sentido cómodo en ningún momento con el texto. Pero algo así me pasó con el anterior libro que he leído del autor, Desgracia, que me gustó más, eso sí. En cualquier caso, estamos ante la obra de unos de los escritores importantes contemporáneos.

Auschwitz I

El tema del mal, en su diversas formas, aparece con frecuencia en el libro, con diversas referencias al comportamiento de los nazis en Alemania y los países que invadieron. En la fotografía, el campo de concentración de Auschwitz I, en Polonia.

[Libro] Ordeno y mando

Literatura

Amélie Nothomb es una escritora belga que escribe en francés y a la que vuelvo de vez en cuando. A veces leyéndola en su idioma original, otras traducida al castellano. Como ha sucedido en esta ocasión, en la que explora que es lo que pasa cuando un desconocido tiene la desfachatez de morirse en tu casa.

Ordeno y mando
Amélie Nothomb; traducción de Sergi Pamiés
Anagrama, colección Panorama de Narrativas
Versión libro electrónico

Baptiste Bordave es un parisino de vida mediocre al que plantean un día en una cena qué pasaría si un día un desconocido muriese repentinamente en su domicilio. Y tal cosa sucede al día siguiente, cuando un sueco, un tal Olaf Sildur, llama a su domicilio para pedirle permiso para llamar por teléfono a su taller porque el coche se le ha averiado. Y mientras llama por teléfono cae muerto. Pero el muerto tiene un cochazo, que en absoluto está averiado, y Bordave decide asumir su identidad y buscar su domicilio, en Versalles, donde vive la mujer de Olaf, una despampanante rubia adicta a alimentarse con champaña. Ahí comenzará una extraña historia basada en mentiras, y en extraños secretos sobre quién era y a qué se dedicaba Sildur.

Entrada al palacio de Versalles

Buena parte de la novela transcurre no lejos de este palacio, en la ciudad de Versalles. Donde no faltan las casas para ricachones.

Nothomb es una escritora con fuerte personalidad. Para bien o para mal. Sus historias, muchas veces rozando el absurdo, nos introducen en mundos que parecen no tener pies ni revés, o como en este caso de una película de un imitador de Hitchcock. Está el protagonista, que pronto descubrirá que está metido en un lío, y la rubia entre gélida y apasionada, con quien mantendrá una relación difícil de definir hasta muy avanzada la historia. Siguiendo la comparación las películas de Hitchcock, lo mejor es plantearse desde el principio que la muerte de Sildur y el misterio que rodea su vida no son más que un mcguffin que permitirá que los personajes que nos importan se encuentren, se conozcan y desarrollen su relación. Que en mi opinión tiene momentos interesantes, y otros que lo son menos.

No es lo mejor que he leído de la excéntrica escritora belga, pero se deja leer, y no dura mucho. Así que si eres aficionado a la escritora te lo lees, y si no, y quieres conocer el estilo de la autora, pues mejor te buscas otra novela más significativa.

Vista de Estocolmo

Pero termina en las frías tierra de Suecia, con nuestro «héroe» viendo en Estocolmo. No diré más.

[Cine] Restless (2011)

Cine

Restless (2011), 21 de diciembre de 2011.

Con no pocos reparos vi esta película hace unos días. El argumento que nos mostraban los avances, la publicidad y las críticas, la típica pareja enamorada con la chica condenada por una terrible enfermedad a morir joven, ya se ha visto en diversas ocasiones, y pocas veces, yo en estos momentos no recuerdo ninguna, con resultados convincentes. Aburrimiento, empalago, lágrima fácil, cine «para chicas»,… muchos apelativos para referirnos a producciones que no acaban de convencer de forma general, y que recurren a los sentimientos básicos y a los clichés para conmover al personal. Pero cuando algún intérprete se pone de moda, como es el caso de Mia Wasikowska, y en determinados trabajos le ves maneras, te apetece ver si confirman las expectativas. Si además sumas que la dirige un Gus Van Sant, capaz de cosas muy interesantes, aunque también de pifias notables, pues nada… te arriesgas.

Al contrario de lo que se puede leer habitualmente en las reseñas, esta película no va de una chica enferma de cáncer terminal, Annabel (Wasikowska), que se enamora de uno que pasa por ahí. No. Es justo a la viceversa. Esta película va de un chico, un adolescente, Enoch (Henry Hopper), que está francamente roto por dentro como consecuencia del terrible accidente de circulación en el que murieron sus padres, y al que él sobrevivió por los pelos. Vacío emocionalmente, incapaz de comunicarse con su única familia, su tía Mabel (Jane Adams), sin vida social, no va al instituto, pasa los días acudiendo a los funerales de desconocidos, y sólo habla con Hiroshi (Ryo Kase), el «fantasma» de un piloto kamikaze muerto en acción durante la segunda guerra mundial. Y en uno de esos funerales, conoce a Annabel, una joven de sorprendente ánimo y disposición a pesar de su nefasto pronóstico, y que cambiará la vida de Enoch, a través del proceso de conocimiento mutuo, de enamoramiento, pero también de introspección y conocimiento personal que traerá consigo para el joven toda esta historia.

Estamos por lo tanto ante una historia de redención personal de un muchacho que vive con culpa y con rencor hacia el mundo el haber sobrevivido a sus padres en el trágico accidente. Redención que llegará en función de cómo asuma el destino de la chica. La historia en principio no está mal planteada. Aunque tiene varios flecos discutibles en los que no voy a profundizar mucho. El «fantasma» es un personaje necesario, como el alter ego del muchacho que está dispuesto a morir por una causa. Pero en un momento dado queda en mi opinión desvirtuado al reaparecer en un momento en que no toca. La chica es toda encanto, y puedes comprender el cuelgue del chaval a pesar de las circunstancias. Pero no te acabas de creer su capacidad transformadora. Y el chaval… a él iré cuando hable de las interpretaciones. Rodada con una iluminación suave, con muchos tonos pastel, especialmente cuando sale la chica, no deja de transmitir un tono de cierta irrealidad sobre lo que está sucediendo, lo cual no sé si es bueno o es malo. Mucha música «indy» o con mensaje, muy propia de este tipo de películas. Y un ritmo pausado, contra el que no tengo nada en contra, menos cuando la película no tiene excesiva duración y no cansa al eternizarse.

Claro está, una película de estas características depende mucho de la competencia de sus intérpretes. En este caso, muy jóvenes. Como curiosidad, diremos que el chaval es hijo del fallecido Dennis Hopper. De momento, por lo menos, no ha mostrado la misma intensidad interpretativa que su padre. No desentona, no lo hace mal, pero tampoco brilla en su momento ni acaba de transmitir con intensidad las emociones que se supone que torturan en cada momento a su personaje. Incluso en sus momentos de apatía se supone que por dentro está emocionalmente roto, y de alguna forma se tiene que notar. Wasikowska… el problema es que el aspecto que le han puesto me hizo estar pensando toda la película en que estaba ante un clon de la Jean Seberg de sus primeros años. Cara dulce, pelo cortito, indumentaria un poco retro pero monísima,… Una vez más, no está mal, pero no tiene la solidez y la madurez interpretativa de su reciente Jane Eyre. Mucho encanto pero poca profundidad. Los secundarios, cumplen con su misión.

Para lo que eran mis expectativas sobre este tipo de películas, el filme se deja ver. Pero no me acaba de emocionar, no me acaba de llegar. Es más profunda que otras películas parecidas. Realmente hay una reflexión sobre la muerte tal y como la ve el adolescente. La de sus padres. La suya propia que estuvo a punto de suceder. La del «fantasma» del japonés. La de la chica. La de los extraños a cuyos funerales acude. De hecho, el tema fundamental de la película no es el amor adolescente como se ha vendido por ahí, sino la muerte. Pero tampoco está muy claro a donde conduce esta reflexión. De todas formas, es una película que no está mal hecha y puede tener su público.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Guirlaches de Fantoba

Después de un tema tan dramático, os dejo con algo más ligero; como unos dulces, unos guirlaches de Fantoba, conocida pastelería y repostería zaragozana (Panasonic Lumix GF1, M.Zuiko 45/1,8).