[Recomendaciones fotográficas] Algunos obituarios y otras cosas más alegres

Fotografía

Últimamente me cuesta más aguantar los períodos entre vacaciones. Y no me canso de trabajar; mi trabajo me gusta. Pero no me gusta mi empresa ni su cultura imperante. Y no me gustan algunas gentes que en ella están y con las que no me queda más remedio que relacionarme. Y acabo agotado los viernes. Y cada viernes que pasa, acumulo cansancio… que no libero hasta que llegan algunas vacaciones. A ser posible con viaje incluido. Como dentro de poco… A ver si limpio un poco la mente. Esto me ha llevado a ver más fotos últimamente, porque para hacer fotos, antes hay que ver fotos. Para tener referentes. Luigi Ghirri ha sido un referente necesario, dado el lugar donde vamos a viajar.

En los últimos tiempos he registrado dos obituarios de fotógrafos. Uno de un fotógrafo de modas de sobra conocido, Patrick Demarchelier. El otro, a través del perfil de Instagram de Revela-t, no lo conocía. Pero las fotocomposiciones de Jerry Uelsman, realizadas en el cuarto oscuro, sin photoshops o similares, me han parecido impresionantes. Ambos fotógrafos son recomendables.

Autorretratos. Si leéis el texto entenderéis porqué. En Toronto…

Hace ya casi tres años que visitamos por última vez China y Japón. En aquel 2019, antes de este enojoso apocalipsis que no acaba de ser, como no lo ha sido ninguna pandemia que en el mundo ha sido se pongan como se pongan prensa, políticos y demás histéricos irracionales, que la sinrazón es la peor receta para afrontar estos eventos ecológicos, sí, esto también es ecología,… desvarío… en aquel 2019 estábamos convencidos que a estas alturas de 2022 habríamos vuelto a visitar China y estaríamos pensando ya en volver al País del Sol Naciente. Ni lo hemos hecho… ni nos lo podemos plantear todavía. Los nipones tienen su país cerrado al turismo de forma indefinida. Y China, que tanto se pavonea por su «éxito» frente a la pandemia… prácticamente tiene declarada en estos momentos en Shanghái y otras ciudades la ley marcial por los brotes que están surgiendo. Los «éxitos» de los países totalitarios son así… El caso es que nos siguen interesando esas culturas. Por ejemplo, el trabajo de la fotógrafa Wang Lu, expatriada china en Tokio, donde se fue a estudiar hace cinco años, y donde ha reflexionado con su trabajo artístico sobre las vicisitudes de la adaptación a un país tan influido por el suyo, como extraño al mismo tiempo.

Y más al oriente todavía… ¿o quizá deba decir «yéndonos al extremo occidental del mundo»?… se encuentran las islas Diomedes, dos remotas islas en el estrecho de Bering, muy próximas una de otra, pero muy separadas al mismo tiempo. Una pertenece a Rusia, la otra a Estados Unidos. La rusa, la Gran Diomedes, fue convertida por el régimen soviético en base militar; la otra, la americana, aloja a un puñado de nativos viviendo de la pesca, y con un futuro incierto. Y entre ambas, la línea del cambio de día. A pesar de su cercanía, entre ambas hay una diferencia horaria de 23 horas… Y allí se fue Juan Herrero (instagram), fotógrafo español establecido en Estados Unidos, para hacer un reportaje sobre la vida de las gentes de la Pequeña Diomedes.

… en Kioto,…

Como es tristemente natural, cada vez tenemos más «bombardeo de imágenes» sobre los bombardeos criminales de los rusos en Ucrania, y otros desmanes. Algunos de estos actos son denominados «crímenes de guerra». Como si todos y cada uno de los actos de quien desencadena una guerra no fueran un crimen en sí mismo. Como si hubiera actos de guerra no criminales. Ese es uno de los problemas que evitan que no haya guerras. Que la mayor parte de la humanidad justifica un tipo u otro de guerra. Cuando luego sucede que TODOS los ejércitos en guerra, «buenos» o «malos», asesinan a gente inocente, violan mujeres, saquean, destruyen y deshumanizan. TODOS. Unos más, «los malos», y otros menos, «los buenos». Pero TODOS LOS EJÉRCITOS lo han hecho, lo hacen o lo harán si entran en acción. Me quedo de todos los reportajes con uno muy ferroviario. El francés Rafael Yaghobzadeh ha apuntado su mirada hacia las estaciones ferroviarias y hacia los trenes en las noches ucranianas, y hacia las gentes que allí se instalan para coger los primeros trenes que por la mañana les alejen de las bombas, de los asesinatos y de las violaciones.

Y termino con un tema más ligero. El selfi. Algo que es muy ridiculizado por muchos fotógrafos, profesionales o aficionados. La proliferación del autorretrato debida a la omnipresencia del teléfono móvil con cámara incorporada ha hecho de este acto fotográfico un acto banal. Generalmente se asocia a la vanidad, o al deseo de dejar constancia que se está en el mundo en ese momento; muchas veces imitando a los «famosos» o declarando que uno está en un lugar «interesante», donde «hay que estar. Vanitas vanitatum et omnia vanitas. Pero como nos recuerdan en Lenscratch, el autorretrato no es cosa de hoy. Es de ayer. Y de antes de ayer. Y si no era masivo era porque era difícil, caro, complejo o no accesible. Pero que la gente de hoy no es en esencia diferente, ni mejor ni peor que la de antaño. Ni más vanidosos, ni menos. Ni más envidiosos, ni menos. Ni más deseos de sus 15 «segundos» de fama (no creo que dé para más), ni menos. Y que después de todo, también hay autorretratos que son significativos. Si no para todos, sí para algunos. O al menos para quien decide mirarse a sí mismo.

… en Hong Kong, o en Shanghái (en el encabezado).

[Viajes] Toledo con película en blanco y negro

Fotografía, Viajes

Ya comenté en su momento algunas cuestiones fotográficas relacionadas con el viaje en el día que hice a Toledo a principios de marzo. Sí… llevamos ya más de una cuarta parte del mes de abril y todavía estoy con experiencias fotográficas de principios de marzo. Pero es que este 2022 está siendo animado fotográficamente. Y dentro de una semana me embarco en el primer viaje al extranjero del año, de donde espero venir también con una buena ración de fotografías. Y cuando digo «buena ración» espero que sea en calidad, más que en cantidad.

El caso es que también me llevé a Toledo una cámara compacta con película negativa en blanco y negro. Como hago en estos tiempos en casi todos los viajes, grandes o pequeños. Y ha llegado el momento de mostrar los resultados aquí. Una vez encarrillado mi blog de técnica fotográfica, los aspectos técnicos de las fotos están en Viaje en el día a Toledo – Minox 35 GT-E con Kodak Tri-X 400.

[Cine] Ryū to Sobakasu no Hime 竜とそばかすの姫 (2022)

Cine

Ryū to Sobakasu no Hime 竜とそばかすの姫 (2022; 21/20220326)

Llevo mucho retraso comentando películas de cine. La película de animación japonesa de hoy la tengo en espera desde hace muchos días ya. En principio, era para verla en la sesión especial del ciclo dedicado al director Mamoru Hosoda del jueves 17 de marzo. Pero optamos por ir a la sesión especial del ciclo de cine coreano de ese mismo día, dejando la última película de Hosoda para el momento de su estreno masivo en salas 10 u 11 días más tarde. Es la segunda de las tres películas del ciclo dedicado a Hosoda que hemos visto en marzo tras las simpáticas aventuras de un chico extraviado en tierra de los bakemono. La otra la vimos ya hace unos años. Y el título en español, y creo que en otros idiomas es Belle. Aunque no me gusta en exceso. El título original de la película significa El dragón y la princesa pecosa.

2014, Viaje a Japón. Kawaguchi-ko y monte Fuji.

Ciertamente, la historia es una reinterpretación modernizada del cuento tradicional francés de La bella y la bestia. Pero al igual que en otras de sus películas, y es algo que me gusta de Hosoda, la película nos habla de problemas sociales reales de la época actual, de la sociedad actual, al menos de la japonesa, aunque el tema es universal, con la ayuda de elementos fantásticos, o propios de la fantaciencia, esa mezcla de la fantasía y la ciencia ficción. Suzu (voz de la cantante Kaho Nakamura) es una adolescente que vive en un entorno provinciano en la isla de Shikoku, la más pequeña de las cuatro islas principales del archipiélago japonés, con su padre, huérfana de madre. Es insegura, cree no tener amigos, salvo otra compañera de clase, añora la amista de infancia con otro compañero, y con un rostro pecoso, se cree feílla. Y su compañera le enseña como navegar en la más avanzada red social, U, donde crea su alter ego, Bell (no Belle), pronúnciese beru (ベル), con una u muy poco marcada, pero sin llegar a ser muda. Y allí triunfa como cantante virtual, hasta que uno de sus conciertos se ve interrumpido por la persecución hacia otro habitante del mundo virtual de U, que se presenta como un fuerte y gran dragón (竜 ryū, la denominación para los dragones de origen asiático, distintos de los de origen europeo, que en japonés son ドラゴン doragon). Y hay surgirá una relación que le llevará a descubrir quién se esconde detrás de ese avatar, alguien que evidentemente tiene problemas y tiene lastres emocionales.

En un mundo virtual de gran imaginación, vistosidad, barroco en ocasiones, un gran alarde de animación cinematográfica, que ha recibido la aprobación universal de la crítica, y una excelente aceptación del público, especialmente en Asia, Hosoda, como ya hemos mencionado, sigue con su tónica de introducir problemas de la vida real a través de historias con esos componentes de fantasía o ciencia ficción, en este caso el mundo virtual de U. Vuelve a retomar la soledad de los huérfanos, ya sea en un entorno positivo, pero en el que no encuentran su lugar como es el caso de Kaho, o bien en otro entorno más desfavorable, del que no quiero desvelar mucho. En cualquier caso, película buenrollista, sobre el crecimiento personal, sobre la aceptación de si mismos, especialmente para ser aceptados por los demás, o más bien, para ser consciente que son aceptados por los demás.

2014, Viaje a Japón. carloscarreter.rs | carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.

A mí me gustan las películas de Hosoda, desde que vi Toki wo takeru shōjo 時をかける少女 en Netflix, otra delicia de película que he visto varias veces, porque me parece una de las películas de animación más divertidas y entretenidas que he visto. Sus personajes protagonistas comparten rasgos con muchos de los de Studio Ghibli, pero su estilo es propio y singular, dentro del estilo general del anime, de presentar mundos de gran riqueza visual, con sus personajes humanos esquemáticos, pero fácilmente reconocibles y con personalidades complejas. Es muy recomendable, con una producción de primerísimo nivel, a veces casi apabullante. Pero sobretodo con una historia interesante y unos personajes con los que empatizas. Parte del mito de la bella y la bestia, pero tiene unos temas distintos y una profundidad muy superior a las tontadas de Disney, sin perder de vista que su público diana es el público adolescente, aunque pueda ser disfrutada por espectadores de todas las edades.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

[Fotos y más] Os invito a carloscarreter.es/wp/ con fotos y más.

Fotografía, Páginas personales

Ya he comentado estos días atrás que tenía algunos problemas con mi sitio web dedicado a la Fotografía y otras artes visuales. Bueno,… desde hace ya un tiempo, fundamentalmente a cuestiones técnicas de fotografía, mientras que en este Cuaderno de ruta se muestran fotos, o se habla de la cultura asociada a la fotografía (exposiciones, museos, libros,…).

Pues bien, cambiando de plataforma de gestión de contenidos, la actividad continuará en ese sentido. No con la coherencia en la transición que a mí me hubiera gustado, porque ha sido todo un tanto repentino… pero bueno. Ya está activa la primera entrada, con fotos de un rollo de película en color de finales de febrero. Pero supongo que en las próximas semanas, y dependiendo del tiempo disponible, iré modificando el aspecto y forma del sitio. En fin,… poco a poco. La naturaleza de los contenidos no variará mucho. Nos vemos también por allí.

[TV] Cosas de series; una de las mejores series de la actualidad, y una entretenida curiosidad

Televisión

Hace unas semanas, mientras tomábamos unos chismes antes de entrar a una sesión de cine, dialogábamos un grupo de amigos sobre los gustos literarios de los niños y adolescentes actuales. Libros que considerábamos clásicos cuando teníamos entre 12 y 14 años, ahora no son considerados, ni conocidos, por los jóvenes de esa edad. No había datos objetivos en la conversación; eran las opiniones de quienes tienen vástagos que están pasando o han pasado recientemente por esas edades. Yo escuchaba más que hablaba… porque no estaba en esa situación. Pero parece que Julio Verne, Emilio Salgari, Robert Louis Stevenson, Mark Twain, Jonathan Swift, Walter Scott, Daniel Defoe, por mencionar algunos autores que a mí me apasionaban. En aquellas edades en las que viajaba durante 20.000 leguas bajo el mar, me adentraba en las entrañas de la Tierra por el Snaefellsjökull en Islandia, buscaba tesoros de piratas en islas tropicales, participaba en la Guerra de la Dos Rosas, recorría la estepa rusa como mensajero del zar, enamorándome de paso de una guapa y rubia chica livonia, me enriquecía y empobrecía gracias a un diablo embotellado, luchaba en la guerra de la independencia americana junto a los corsarios bretones, recorría el Misisipí en un barco de vapor, tenía un amigo indígena llamado «Viernes»… o daba la vuelta al mundo en 80 días enamorándome de simpática y joven viuda en la India. Entre otras vidas, como cantaba Sabina. Y por lo que me cuentan, encuentran risible cosas «más modernas» como las aventuretas de adolescentes británicos que bebían «cerveza de jengibre» tal y como las contaba Enid Blyton.

Y todo esto viene a cuento de que recientemente se ha podido ver, o se puede ver, una coproducción de televisiones europeas, que adapta una de las más famosas novelas de aventuras de Jules Verne, Around the world in 80 days. Aunque la serie incluye suficientes cambios en los personajes protagonistas como para decir que se basa en la novela de Verne, más que ser una adaptación de la misma. El carácter de Phileas Fogg (David Tennant) es marcadamente distinto, así como el de Passepartout (Ibrahim Koma). Y no digamos el personaje de Fix (Leonie Benesch), que pasa de ser un torpe detective de Scotland Yard, personaje secundario de la historia, a convertirse en una osada reportera en un mundo de hombres, con un rol protagonista. Con un tono que alterna la aventura con más o menos humor, con dramas más oscuros en las vidas de los protagonistas, esta reinterpretación modernizada de la aventura que imaginó Verne, no acaba siendo todo lo redonda que podría haber sido, pero es bastante entretenida y visible. Aunque sinceramente, el Fogg de Tennant hay algunos momentos en que me resulta un tanto cargante. El final de la serie deja abierta una posible continuación que se basaría en otra novela del imaginativo escritor francés. Aunque no me consta que se haya confirmado la misma.

Y ya que estamos con adolescentes, nos vamos al mundo de los californianos protagonistas de Euphoria, una de las mejores series de televisión que se puede ver en la actualidad. Con una inspiradísima Zendaya en estado de gracia interpretativo a la cabeza del reparto, la primera temporada de esta serie, emitida en 2019, ya nos dejó grandes momentos. Pero estos se vieron muy superados por los superlativos especiales emitidos entre diciembre de 2020 y enero de 2021. Con su segunda temporada, el interés de la serie no sólo se ha mantenido, sino que ha aumentado, con episodios absolutamente antológicos como el 5º de la temporada, Stand Still Like the Hummingbird, uno de los más inspirados descensos a los infiernos de un drogadicto que se haya filmado para la pequeña pantalla, en el que el significado de la expresión «huida hacia delante» toma nuevos significados, hasta que delante sólo hay un enorme y terrorífico abismo. Aunque sería absolutamente injusto no mencionar el 7º de la temporada, The Theater and Its Double, que convierte el drama de los protagonistas en un musical, con protagonismo para la discreta Lexi (Maude Apatow). Como digo, una de las imprescindibles del panorama televisivo actual, que justifica suscribirse a HBO por un mes para verla. Y no he mencionado más un par de los muchos memorables momentos que ofrece la serie.

[Deporte] 42 km y 195 m sobre el asfalto y con frío

Deporte, Fotografía

Como ya adelantaba hace un par de días, tengo problemas como mi sede web para los artículos de técnica fotográfica. Estoy en proceso de resolver, al menos parcialmente, el tema… pero no con la agilidad que esperaba. Así que iré improvisando otros contenidos, o adaptándolos a este Cuaderno de ruta, como hice el sábado. En el año 2017, junto con otros compañeros de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ, y en los años 2018 y 2019, por mi cuenta, convertí la cita primaveral de la Maratón de Zaragoza en una costumbre en mi práctica de la afición fotográfica. Es primavera, suele hacer buen tiempo, las fotos son coloridas y alegres, y es una ocasión de utilizar técnicas no habituales en otras modalidades fotográficas.

El año 2020… no hubo. Se suspendió. Si alguno de los lectores de estas páginas no sabe porqué… habrá que deducir que entre mis lectores habrá algún extraterrestre recién llegado al planeta y que no se ha puesto al día en la historia reciente de este mundo. O sufre una grave amnesia y debería hacérselo mirar. Y en el 2021… no hubo… en primavera. Se trasladó al mes de octubre, en un momento en el que yo estaba liado con otras cosas y no me dio para acudir a la cita.

Así que en este 2022, regresando las cosas a una cierta normalidad, anoté en la agenda la fecha de la prueba hace unas semanas, confié en ese tiempo primaveral para combinar la fotografía de deporte con otros géneros fotográficos y el disfrute del aire libre. En 2018 y 2019, me aposté en el Parque Grande de Zaragoza para hacer las fotos, porque me viene bien como un paseo agradable desde mi domicilio, y porque es un entorno tranquilo y majo para las fotos.

Consideremos además que, por las fechas, coincide con la floración de muchas plantas por primavera. Por un lado, las bulbosas de las que llevo ya unas semanas fotografiando. Por otro lado, los cerezos ornamentales en flor, en su rinconcito del parque, que han ido evolucionando muy tímidamente, pero de los que ya podemos encontrar bellos ejemplares de flor. Y otras… aunque la rosaleda no está accesible por obras, esperemos que podamos disfrutar de ella en mayo. En cualquier caso, puede quedar una mañana de lo más completa.

Sólo ha habido un problema… un frío problema. Este año, este primer fin de semana de abril no ha tenido nada de primaveral. Aunque iluminado por un sol radiante, las temperaturas a primera hora de la mañana han sido frías, entre 1 y 4 ºC, con viento, cuyas rachas podían ser eventualmente intensas. El sábado, en una caminata de 10 kilómetros y 300 metros, acabé pasando más frío del previsto por culpa del viento, y estuve destemplado todo el fin de semana. Por lo que estuve poco inspirado para las fotos. Que hice con la pequeña Canon EOS RP, digital poco adaptada a la fotografía deportiva, y a la que pertenecen las fotos de hoy, y con la Canon EOS 3, cámara para película tradicional, de la que no podremos ver ejemplos hasta dentro de unas semanas. Alguna foto simpática pude hacer. Pero me volví pronto a casa… a calentarme.

[Fotos] Paseando la ciudad como de costumbre, con una cámara y un rollo de película

Fotografía

Como es costumbre en mí, esta entrada con fotos debería ir acompañada de otra en carloscarreter.es donde se explicarían las minucias de la técnica fotográfica asociadas a las fotos. ¿Qué cámara es? Una Canon EOS 3. ¿Qué óptica utilicé? Un Canon EF 40 mm f2,8 STM. ¿Y el material sensible? Kodak ProImage 100, película negativa en color. ¿Cuándo hice las fotos? A finales del mes de febrero de este año 2022.

Pero por algún motivo, no puedo entrar a la interfaz de edición de las entradas de ese blog. El sitio funciona. Si se abre la dirección anterior, se ven las entradas. Pero no puedo acceder a la dirección del administrador del sitio. Y hoy no estoy de humor para ver qué ha sucedido.

Así que como ya veis, he resumido lo que hubiera escrito allí en unas pocas líneas en el primer párrafo de esta entrada de mi Cuaderno de ruta. Me estoy planteando hacer más sencillo todo. Quizá deba hacer más sencilla mi vida. En fin… ya veremos.

[Cine] Old Boy (2003)

Cine

Old Boy (2003; 20/20220324)

Nuevamente alimentamos nuestra afición por el cine a base de eventos especiales, frente a lo relativamente anodino de la cartelera con el cine actual. Y seguimos con el ciclo de cine coreano contemporáneo que se está proyectando los jueves de marzo y abril en una sala de Zaragoza. Y en esta ocasión, con una de las películas más celebradas de lo que llevamos de siglo, dirigida por Park Chan-wook, que ha sido universalmente aclamada desde su estreno, y que sólo había tenido oportunidad de ver en la pequeña pantalla. Así que veamos como fue la experiencia en la gran pantalla.

Basada en un manga japonés, nos cuenta la historia de un individuo (Choi Min-sik) bastante desagradable, violento, maltratador de su mujer, es secuestrado un día y llevado a la celda de una prisión, decorada como una habitación de hotel. Y allí permanecerá encerrado durante 15 años. Es puesto en libertad, sin más explicaciones, y decide encontrar los motivos por los que le encerraron todo este tiempo. Y vengarse. Nada más salir, conocerá a una joven cocinera de sashimi, o su equivalente coreano, (Kang Hye-jeong), y de repente descubrirá quien es el responsable de su cautiverio (Yoo Ji-Tae), quien le amenaza de que si no descubre porqué le ha pasado lo que le ha pasado, la chica morirá en cinco días.

Agobiante, violenta, intrigante, impactante, rompedora de todo tipo de tabús, no es una película para remilgados, desde luego. Los distintos derivados sobre la violencia y la sexualidad que van apareciendo pueden resultar francamente indigestos. Pero eso no quita para que podamos considerar la película como un muestra enormemente brillante en su concepción, en su realización y en su interpretación, no sólo del cine surcoreano, sino de la historia del cine en general. Con un final en falsa resolución, puesto que lo que se resuelve es más superficial de lo que parece, dejando en suspenso muchos elementos de incertidumbre generados durante la película y en el propio pseudofinal de la misma, el filme queda vivo en el imaginario del espectador que debe decidir cómo completar la historia… o simplemente decidir que no hay resolución aceptable posible. No me explico demasiado bien, porque no quiero destripar los elementos principales del argumento. La historia se inspira en cierto relato de la mitología griego que tampoco voy a mencionar… por lo mismo.

Si me preguntáis si la considero recomendable, mi respuesta es que sí, sin duda, pero con el adecuado estado de ánimo. Y sin remilgos, aceptando de antemano que el ser humano puede ser capaz de cosas estupendas… pero también de miserias sin fin. Me entero que Spike Lee realizó una versión en inglés de la historia… que fue un fiasco. Cosa que pasa con frecuencia, los intentos de adaptación de películas excelentes de otros países al gusto de los norteamericanos… no suelen funcionar o son superfluos.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****