[Cine] Longlegs (2024)

Sin categorizar

Longlegs (2024; 40/20240805)

Para mí, el acto de asistir a la sala de cine para ver esta película dirigida por Osgood Perkins, un director que hasta ahora se había movido en la mediocridad más absoluta por el repaso que he hecho a su filmografía, estuvo rodeado de una serie de circunstancias que no sé hasta que punto la opinión que voy a trasladar sea lo suficientemente ecuánime. Es ilusorio que cualquiera diga que emite una opinión objetiva sobre una película. Nuestras opiniones están sesgadas a priori por prejuicios inevitables, que se derivan de los valores que presiden nuestras vidas, la cultura en la que nos movemos, la educación que hemos recibido, formal o informal, o las experiencias previas, en las salas de cine o en otros medios artísticos o del mundo del espectáculo. Entre otras cosas que se os puedan ocurrir. Pero intento ser ecuánime. E cuando digo que quiero ser ecuánime, digo que pretendo que mi visualización de la película sea activa, participativa a cierto nivel, crítica, tanto si estoy predispuesto a favor como en contra, y dando siempre una oportunidad a la obra, siendo consciente que mis prejuicios pueden guiarme de forma equivocada. Y con este espíritu me dirigí el lunes pasado a ver una versión original subtitulada en español, aunque no necesité mucho los subtítulos, a las 16:30 de la tarde, después de salir de trabajar, en compañía de otras dos personas.

Y todo iba bien hasta que aproximadamente cuando llevaba 45 o 50 minutos de película empecé a sentirme mal. Me dolían las piernas, los brazos y la espalda, sentía un frío que no se justificaba por la excesiva potencia del aire acondicionado en la sala, como de costumbre en Zaragoza, salas siempre demasiado frías en verano y siempre demasiado cálidas en invierno, e incluso empecé a tiritar. Siendo médico como soy, mi diagnóstico de presunción fue «un escalofrío febril de probable origen infeccioso, viral en la mayor parte de las ocasiones». Cuando nos infectamos por un virus o una bacteria, el germen se multiplica en el órgano de entrada, y cuando alcanza un cierto nivel, pasa a la sangre, se produce una viremia o bacteriemia, y se desencadena un pico febril. La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo ante la infección ya que puede detener o ralentizar la reproducción del germen. Pues eso es lo que pensé que me estaba pasando. Como había poca gente, me aparté de la gente que me acompañaba, me aislé, y a pesar del malestar, seguí viendo la película hasta el final. Cuando terminó, me cogí un taxi y me fui a casa… me puse el termómetro, no había fiebre, me tomé un ibuprofeno, tuve un episodio de sudoración profusa como si hubiera tenido fiebre, me sentí cansado, me fui pronto a dormir… y todo pasó en cinco horas. A las diez de la noche estaba durmiendo como un bendito y sin problemas. Ni idea de lo que me pasó en realidad.

La cuestión es si realmente pude apreciar o no las bondades o defectos de la película que vimos, y hasta que punto. Una película que se plantea en inicio dentro de caminos trillados. Un asesino en serie, una agente del FBI joven, relativamente bisoña, con un compañero veterano y simpático (Blair Underwood), y una ambientación fría, agobiante, con primeros planos en contrapicado con grandes angulares, y cámara subjetiva situándose en el punto de vista del personaje, con frecuencia. La joven agente (Maika Monroe), rarita, con traumas no bien definidos a cuestas, y una relación rara con su madre (Alicia Witt). La trama va derivando poco a poco hacia el satanismo, incluso con toques sobrenaturales, y poco a poco va apareciendo en pantalla un extraño personaje, el principal sospechoso, un irreconocible, en su caracterización, Nicolas Cage.

En primer lugar, los derivados de The silence of the lambs a veces me gustan y a veces no. Es un género que ni me entusiasma ni lo rechazo. Si está bien hecha, fenomenal, y si está mal hecha, mala suerte. La película que nos ocupa… está razonablemente bien hecha. No tan maravillosa como lo que he leído en algunos críticos y comentaristas, pero sí, está bien hecha. Con oficio y con cierta personalidad. Y también está bien interpretada. Bueno, la excesiva caracterización de Cage y su histrionismo al actuar no son de mi gusto a pesar de las alabanzas que recibe de algunos. Y la actriz protagonista no acaba de convencerme del todo a la hora de expresar sus angustias… pero no está mal. Pero el satanismo sobrenatural y estas cosas,… me cuesta más aceptarlas. En estos géneros me resulta muy difícil entrar en eso que se llama la suspensión voluntaria de la incredulidad. Soy demasiado incrédulo ante este tipo de fantasía. Porque el terror sobrenatural no deja de ser un subgénero de la fantasía, asociado o no al crimen. Cuando la fantasía es franca, cuando se crea un mundo realmente distinto, entro muy fácilmente en ella. El realismo mágico, el realismo fantástico, especialmente en literatura, también es un género en el que entro con facilidad. Estas películas de terror satánico no dejarían de ser una forma de realismo mágico. En un universo que parece el nuestro, surge algo de carácter fantástico, sobrenatural. Pero no suelo poder con ello.

El caso es que me desligué emocionalmente de la película en el momento en que los aspectos fantásticos de la película aparecieron. El problema es que también coincidió con mi malestar físico. ¿Influyó este en ese desenganche del filme o este hubiera sucedido igualmente de todos modos? No lo puedo asegurar con rotundidad. Creo que, por experiencias previas en los últimos años, no muy frecuentes, porque es un género que no frecuento, sí se hubiera producido. Pero si he de ser sincero y ecuánime, no puedo dejar de lado la hipótesis de que el malestar físico que sufrí influya en una opinión más fría que tibia hacia esta película. Mi valoración subjetiva son esas dos magras estrellas. Que normalmente se interpretarían como un suspenso. Pero como podréis leer si seguís el enlace a la interpretación que hay que hacer de ese sistema de estrellas, veréis que los defino como «Es una película que me parece floja, o bien, que sólo puede ser atractiva para los amantes del género al que pertenece. …» Es decir, no debéis interpretar que la considero una película mala o regular. Es que no me interesó. Por lo tanto, si el género os gusta, puede que la consideréis una buena película. A vosotros os toca decidir. ¿Creéis que soy ecuánime en mis opiniones?

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: **

[Cine] Misanthrope (o «To Catch a Killer») (2023)

Cine

Misanthrope (o «To catch a killer») (2023; 10/20240211)

Hoy no iba a ser cine; iban a ser fotos de viaje… pero una metedura de pata me ha hecho cambiar de plan. Quizá mañana. No tenía especiales planes para ver esta película. El fin de semana pasado nos sentíamos satisfechos con celebrar los aniversarios de Ozu. Pero un grupo de amigos con los que actualmente no suelo ir al cine, antaño sí, me invitaron a esta matinal. Son gente muy maja, muy divertida. Pero con ellos corres de ver mucho blockbuster o películas de entretenimiento más o menos espectaculares pero de calidad dudosa. El promedio de mi valoración de las películas que veía entre los años 1999 y 2003, por ejemplo, cuando solía ir con ellas a sesiones matinales, es mucho menor que los de los últimos años. Pero acepté. El director, el argentino Damián Szifron, tiene títulos muy interesantes en su filmografía. Esta es su primera película en inglés. Y su actriz protagonista, Shailene Woodley, tiene oficio, aunque con cierta irregularidad a la hora de seleccionar proyectos.

La película no es especialmente original en su planteamiento. Un asesino múltiple que causa el caos durante la nochevieja, una espabilada policía aunque de bajo rango (Woodley), y un personalísimo agente del FBI al cargo de la investigación (Ben Mendelsohn), que ve potencial en la chica para ayudar en el caso. Hay un tercero en discordia, otro del FBI (Jovan Adepo), pero no aporta mucho a la película, parece estar ahí más para cubrir la cuota étnica que otra cosa. Y a partir de ahí comienza una investigación, en Baltimore, en la que como de costumbre los políticos y los «de Washington» dan mucho por el saco. Si lo piensas bien, Washington D. C., la capital del país, tampoco está muy lejos de Baltimore. Como entre Zaragoza y Huesca. Así que será más fácil que los «de Washington» den mucho por el saco.

Tengo la sensación de que algo raro pasó con esta película. Porque la preproducción comenzó en 2019. Se rodó en 2021. Hasta ahí, comprensible el retraso por la pandemia. Pero no se estrena hasta 2023 en EE.UU. Y tarda casi un año en llegar a España. Y se iba a titular Misanthrope, de ahí su título en España, Misántropo, y así consta el título original en IMDb, pero en las búsquedas de IMDb y en Wikipedia la encuentras como To catch a killer. Bandazos que suelen tener que ver con problemas de algún tipo con la película que no he identificado. El caso es que nos encontramos con una película correcta, bien interpretada, técnicamente bien rodada, que sin ser original tiene mucho potencial para entretener y de hecho entretiene. Es cierto que su desarrollo da algún bandazo de otro, quizá porque la premisa inicial se agota muy pronto, y porque el substrato profundo de los conflictos internos de los protagonistas no están del todo bien desarrollados. Y hay algunas cosas de la conclusión que también chirrían.

Globalmente considerada, es una película aceptable para una circunstancia como la que nos llevó al cine. Un grupo de amigos con ganas de entretenerse en la mañana del domingo. Probablemente no nos acordaremos mucho de ella dentro de un tiempo. Pero cumple con su misión. Creo que quienes la plantearon tenían la ambición de que si les quedaba bien y tenía éxito, podían explotar el filón de las secuelas a partir del personaje de Woodley, que por cierto aparece en los títulos como productora. Probablemente no tendrá sueldo fijo, sino que sus ingresos dependan de ingresos. Pero no creo que haya secuela. No parece que esté teniendo mucha repercusión mediática ni en taquilla. De alguna forma, me parece más una película de los años 90, época en la que este tipo de películas se prodigaron. Aunque sin matrimonios homosexuales en aquel momento. En fin, se deja ver y entretiene, y ya está.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine en TV] Boston Strangler (2023)

Cine

Boston Strangler (2023; 22/20230322)

No puedo recordar qué años tenía, en mi infancia o adolescencia temprana, cuando vi The Boston Strangler de Richard Fleischer (inolvidable su Soylent Green, que en 1973 ya hablaba de un mundo con problemas por culpa del efecto invernadero) en televisión. Una película que siempre he asociado a Tony Curtis, hasta recientemente no he vuelto a saber que el coprotagonista era Henry Fonda, y que me dejó un vivida impresión en mi memoria. Especialmente por esa representación del supuesto estrangulador, la película asumía su culpabilidad sin más, con un trastorno de personalidad múltiple… absolutamente en el terreno de la fantasía. Albert DeSalvo nunca fue diagnosticado de tal trastorno. Salvo las víctimas y algún personaje terciario, en aquella película no salían mujeres. Nunca he vuelto a ver la película. Siempre he tenido la impresión, a lo peor equivocada, de que me iba a decepcionar. De que lo que me impresionó en mis años más jóvenes… ya de adulto y con más conocimientos… no iba a funcionar. Pero cuando leí la noticia de que Hulu había producido una película sobre el tema, que en España ha estrenado Disney+, y con un reparto femenino que llama la atención, decidí que no me la iba a perder. Y se estrenó el 17 de marzo en la mencionada plataforma.

Puede sorprender que aparezcan fotos de Londres para ilustrar esta entrada. Pero no he estado nunca en Boston. Y cada vez que pienso en el caso del estrangulador de Boston se me va el pensamiento a otra película, «Frenzy» («Frenesí») de Alfred Hitchcock, sobre un asesino en serie, también feminicida, y violador. Una película superior a las dos que menciono en la entrada.

Dirigida por Matt Ruskin, la película tiene un enfoque totalmente distinto sobre aquellos feminicidios que sucedieron en Boston y otras ciudades próximas de Nueva Inglaterra a principios de la década de los años 60 del siglo XX. Nos cuenta la historia de cómo la periodista Loretta McLaughlin (Keira Knightley), con la colaboración de Jean Harris (Carrie Coon), destaparon las relaciones y similitudes entre varios de los feminicidios, abriendo la posibilidad a que un asesino en serie estuviera, al que denominaron El estrangulador de Bostón, estuviera activo en el área metropolitana de la populosa ciudad de Massachusetts. No obstante, esta película no da por buena la confesión de DeSalvo, pone en cuestión sus declaraciones, y abre la posibilidad plausible a que hubiera varios asesinos, especialmente hombres interesados, que copiaron algunos de los crímenes previos, para desviar las sospechas de sí mismos. Critica también la mala actuación de la policía… los héroes de la película de Fleischer. Como curiosidad, el héroe de la película de 1968, el fiscal encargado de coordinar la investigación que interpretó Fonda, no aparece en la película actual.

La película me genera impresiones contradictorias, aunque en general me merece un valoración razonablemente positiva, aunque no entusiastamente positiva. Lo más destacable de la película son las interpretaciones. Knightley, a la que considero una actriz capaz pero no necesariamente brillante en cualquier ocasión, se mueve con comodidad en el papel de una mujer con mayor nivel de madurez que lo que nos tiene acostumbrados, y lo hace bien. Echo de menos una mayor presencia de Carrie Coon, cuyo papel no deja de ser secundario, aunque importante. Es una actriz muy capaz, que podría haber aportado algo más de chispa a la película. Y el conjunto de personajes secundarios que van y vienen ante las investigaciones del personaje principal están interpretados de forma sólida.

Sin embargo, la película flojea cuando se compara con otras producciones del género de la investigación periodística. Y no porque le falten mimbres, puesto que las tesis planteadas son muy muy interesantes, y conllevan reflexiones de cierta profundidad en el ámbito de la violencia de género. Recurre sistemáticamente a un ambiente sombrío, ominoso… cuando no necesariamente es necesario. Esto no es una película de suspense. Compárese con el dinamismo de una película reciente de investigación periodística, también con protagonismo compartido por dos mujeres, y que resulta mucho más brillante en las diversas acepciones de este adjetivo. Cierto es que tiene una gran virtud… y es que ha procurado ser fiel a la realidad en la medida de lo posible. Como digo, el planteamiento es bueno.

Si tienen ustedes suscripción a Disney+ en España, o a la plataforma que sea en otros países, puede ser una opción bastante razonable para pasar una velada cinematográfica en casa. Pero tengo la sensación de que podría haber sido mejor.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The Good Nurse (2022)

Cine

The Good Nurse (2022; 52/20221026)

Sinceramente… las películas «basadas en hechos reales», que no necesariamente son películas históricas, cada vez me apetecen mucho. Para empezar, porque tarde o temprano te enteras que no son fieles a los hechos reales, por mucho que lo insinúen, aunque nunca lo afirmen. Y en segundo lugar, porque siempre acabas con una sensación de déjà vu… que acaba cansando. Por ello, cuando vi anunciada está película de Tobias Lindholm… no me apeteció mucho. Pero luego me lo pensé mejor (o peor, ya veremos). Con Eddie Redmayne y Jessica Chastain al frente del reparto, la cosa apetecía bastante más. Y luego… el danés Lindholm ha sido guionista de películas absolutamente excelentes en su país natal, tanto propias como de otros, en el cine y en televisión. Así que… el mismo día que apareció en la parrilla de Netflix, me la cené.

En alguna de estas vistas desde, o alrededor del, Roosevelt Island Tram, un teleférico y no un tranvía a pesar del nombre, se ve algún importante hospital de Nueva York. No me consta que en el sucediesen las horribles cosas que se narran en la película de hoy.

El guion no es de Lindholm en esta ocasión, y nos habla del enfermero estadounidense Charlie Cullen (Redmayne), cuando se convierte en compañero de trabajo de la enfermera de UCI Amy Loughren (Chastain), momento en el que se producen algunas muertes sospechosas de pacientes. Mientras dos policías (Noah Emmerich y Nnamdi Asomugha) son llamado a investigar unos hechos, que no parecen interesar en realidad a nadie, la propia Loughren, que lo está pasando muy mal por su salud y por su situación familiar, y que ha encontrado consuelo en la amistad y el compañerismo de Cullen, empieza a sospechar de este.

La película no se cuenta desde el punto de vista del asesino, sino de su compañera. La película contiene un fondo de denuncia hacia una serie de cuestiones que padece el sistema sanitario norteamericano, fundamentalmente basado en el aseguramiento y provisión privados de servicios sanitarios, que ocasiona que muchas personas carezcan de cobertura sanitaria y de dinero para costearse los cuidados. A Loughren nos la presentan sufriendo el hecho de que carece de seguro sanitario por no haber trabajado el suficiente tiempo en la empresa, al mismo tiempo que sufre una miocardiopatía que le genera una insuficiencia cardiaca que le hace difícil trabajar. También nos muestra a las direcciones de los hospitales más dispuestos a tapar las muertes indebidas, por miedo a las repercusiones, que a solucionar los problemas de seguridad de los pacientes. Cullen confesó 29 asesinatos de pacientes, pero se sospecha que pudo haber matada a cerca de 400 en dieciséis años de carrera. Uno cada dos semanas de promedio.

Las interpretaciones son realmente buenas, nadie puede dudar de la calidad y oficio de los intérpretes, tanto protagonistas como secundarios. Y de alguna forma eso salva la película. Que por otra parte, avanza en su trama de forma un tanto morosa, con una realización que garantiza un ambiente convencionalmente frío y agobiante. Muy de manual. Es correcta, pero sin más. Una opción razonable para los suscritores de Netflix, eso sí. Lo de Noah Emmerich y su encasillamiento en papeles de policía/agente del FBI/CIA o lo que sea… ya casi es de chiste.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Sarinui chueok 살인의 추억 (2003)

Cine

Sarinui chueok 살인의 추억 (2003; 24/20220421)

Y llegamos a la última película del ciclo de cine surcoreano que se ha desarrollado entre marzo y abril en los más céntricos cines de Zaragoza. Un ciclo de cine absolutamente excelente, de gran nivel, variado, y del que quizá me quedé una entrada más para comentar la nueva versión de una de las películas más emblemáticas del cine de esa nacionalidad y mis impresiones globales del ciclo. Pero antes vamos con estos recuerdos de un asesino en serie, el título más conocido de la película en inglés es Memories of murder, y en castellano se ha conocido también como Crónica de un asesino en serie, dirigida por Bong Joon Ho, director de la citada célebre y oscarizada película, por la que él mismo recibió también estatuillas como mejor director y mejor guion.

Opto por unas cuantas fotografías de la aldea cultural de Gamcheon, antigua población de pescadores anexa a Busan, hoy incluida en uno de los distritos de esta populosa ciudad al sur de la península de Corea.

Esta película que nos ocupa hoy, y que tiene casi 20 años, está inspirada por un caso de asesinatos en serie, entre 1986 y 1991, que no se resolvió del todo hasta mucho tiempo después de los hechos, cuando el asesino, en prisión, confesó los hechos. En una población rural, en algún lugar de Corea del Sur, durante los años 80 del siglo XX, comienzan a aparecer cadáveres de mujeres violadas y asesinadas, siendo los dos inspectores de policía locales encargados del caso (Song Kang-ho y Kim Roe-ha) incapaces de resolver el misterio, por lo que reciben el refuerzo de un inspector procedente de Seúl (Kim Sang-kyung). Y ahí comienza una investigación que va dando bandazos, pasando de un sospechoso a otro, con poco éxito.

La película tiene una realización absolutamente impecable, magistral. Y muestra que el director, en 2003, ya manejaba con maestría los mimbres que le dieron la fama internacional dieciséis años más tarde. Desde varios puntos de vista, la película de los parásitos, en ambas actúa también Song Kang-ho de forma destacada, es heredera de la que nos ocupa hoy. Y al mismo tiempo, como opinión personal, casi diría que la de 2003 me ha impactado más, me ha gustado más. Con una mezcla de comedia, los policías al cargo casi parecen una versión coreana de Mortadelo y Filemón cruzados con Torrente, y no pocas dosis de drama y tragedia, la película no se limita ha seguir el hilo de la investigación, sino que además es un repaso y crítica social a unos tiempos convulsos que anunciaban el final de las dictaduras del siglo XX en el sur de la península coreana, dando paso a una democracia que se ha ido consolidando hasta ser una de las más saneadas de la actualidad (calificada como democracia plena en el puesto 16º de los países del mundo, varios puestos por encima de España, que ocupa el puesto 24º, calificada como democracia deficiente). Nos encontramos con unos cuerpos de policía incultos, poco preparados, más dedicados a la represión, torturas incluidas, que a la investigación seria de los delitos, mientras la sociedad les da la espalda y les recrimina constantemente lo que no son capaces de hacer.

Con unas interpretaciones que también podemos calificar de primer nivel, la película es un más que digno colofón a un ciclo de cine que ha hecho felices a los más cinéfilos, pero con películas que deberían ser interesante para cualquier aficionado al séptimo arte. Totalmente recomendable, cine de primer nivel, difícil de encontrar hoy en día en la mayor parte de las producciones de las cinematografías más prestigiosas del planeta. Si la pilláis en alguna plataforma digital de contenidos audiovisuales, no dudéis en dedicarle un poco más de dos horitas a verla.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro] Hija única – Seo Mi-ae

Literatura

Encontré una referencia a este policiaco, o thriller, psicológico, sin duda, porque la protagonista es una psicóloga criminal, en una página que me merece bastante respecto, dentro de lo que es internet, donde es difícil encontrar buenas páginas de referencia que te orienten a la hora de escoger tus próximas lecturas o visitas a la sala de cine. El caso es que la reseña era bastante positiva para esta novela de Seo Mi-ae, que si mis referencias no me fallan es escritora. El problema de los nombres asiáticos… es que me cuesta mucho identificar el sexo de sus poseedores para redactar correctamente. Dichosos los idiomas que no flexan por género y número.

Un paseo por el palacio de Deoksugung en Seúl, para ilustrar la entrada de hoy.

He leído muy poquita ficción de origen surcoreano. No llega con facilidad a nuestros lares. No se traducen muchos libros de este origen. Así como los autores japoneses ya empiezan a menudear en las librerías, con los coreanos no sucede lo mismo. Pero lo que conocía hasta ahora, hizo que me despertara la curiosidad. Al fin y al cabo, hay diferencias culturales en el modo en que se plantea la estructura de un relato de ficción. Así que, aunque el llamado thriller psicológico no es mi género favorito ni de lejos, decidí darle una oportunidad.

La novela nos cuenta las vicisitudes de una psicóloga, profesora de psicología criminal, en la que simultáneamente se producen dos acontecimientos en su vida importantes. Por un lado, se le abre la posibilidad de entrevistar a un célebre asesino en serie que se encuentra en prisión, quien, resistiendo a todo interrogatorio sobre la auténtica naturaleza de todos sus crímenes conocidos o desconocidos, acepta dejarse entrevistar por esta psicóloga. Por otro lado, conoce a la hija de un anterior matrimonio de su marido, que vivía con sus abuelos, que mueren en un incendio. Y de repente le surge la responsabilidad de convertirse en madre. O madrastra. Poco a poco, ambos acontecimientos confluirán de alguna forma.

He de decir que la novela me ha decepcionado. Lejos de existir esa marcada diferencia que de alguna forma esperaba con las novelas occidentales similares, la autora se adhiere bastante a los clichés del género, salvo en algún detalle por aquí o por allá. Al final resulta en una historia bastante previsible. La lectura es entretenida y avanza rápidamente. No olvidemos que este tipo de novelas con frecuencia están pensadas para ser lecturas fáciles. Desde mi punto de vista carece rigor científico en lo que se refiere al personaje principal, como psicóloga, y te deja con una sensación de que para este viaje no hacía falta tantas alforjas. Los aficionados al género quizá lo disfruten. Por lo demás, apenas recomendable.

[Libros] El tribunal de las almas

Literatura

No perderé mucho el tiempo comentando este policíaco de Donato Carrisi. Me llegó recomendado de rebote, tras escuchar unas referencias al autor en una serie de televisión coreana que me parecieron curiosas, supongo que publicidad encubierta. Pero aparte de eso, realmente me lo recomendaron. El autor, más que este título en concreto.

Roma en octubre de 2008, tres años antes de la primera edición de esta novela en su idioma original, el italiano.

Dos personas que no se conocen llevan a cabo sendas investigaciones de crímenes reales o potenciales, y acabarán confluyendo en un mismo caso de un asesino en serie en Roma. Ella es una joven policía de la división científica en Milán, fotógrafa, cuyo marido, reportero gráfico, perdió la vida al caer de un edificio en construcción en la capital italiana. El es un sacerdote con amnesia y que pertenece a una extraña orden de dominicos cuyo fin es castigar los pecados más horrendos (ale, a tomar por el saco el famoso secreto de confesión de la iglesia católica).

Sinceramente, la investigación avanza de forma morosa, sin elementos de originalidad que la hagan destacar de otros productos parecidos, con dos personajes protagonistas a los que el autor de complejidad personal y emocional, pero que acaban siendo innecesariamente complicados más que complejos, y que, al menos en mi caso, fracasan a la hora de generar ningún tipo de empatía.

No siendo especial aficionado al género policíaco/género negro, de vez en cuando intento asomarme al mismo e intentar comprender porqué atrae a tanta gente y porqué se publican tantos títulos dentro del mismo. Y las más de las veces me quedo tristemente sorprendido de que sea así, y no entiendo el fenómeno. No es ninguna catástrofe, pero sólo para amantes del género. Supongo.

[Cine en TV] Lost Girls

Cine

Lost Girls (2020; 17/20200322)

Bloqueados en casa, con los espectáculos públicos suspendidos, la única posibilidad que tengo para actualizar mi listado de películas de estrenos es lo que aparezca en las plataformas de vídeo bajo demanda. Y eso implica mucha precaución, porque hay mucho producto de mero entretenimiento, sin interés. En cualquier caso, me fije hace unos días en esta película dirigida por Liz Garbus, una cineasta que se ha movido más por el cine documental, y que presentaba una propuesta con un reparto interesante.

El paisaje del norte de Jutlandia, en Skagen (Dinamarca), nos servirá para imaginar que estaos en las playas de Long Island (EE.UU.)

La película trata de un caso real de asesinatos múltiples en el entorno de una urbanización privada pudiente en las playas de Long Island, en el que aparecieron muertas un número entre 10 y 16 mujeres, muchas de ellas relacionadas con la prostitución, que pudieron ser asesinadas por uno o quizá dos asesinos. Para acercarse al caso, la película sigue a la madre de una de las víctimas, Mari Gilbert (Amy Ryan) que junto con sus hijas Sherre (Thomasin McKenzie) y Sarra (Oona Laurence) se dedica a buscar a la hija mayor desaparecida. Y que con frecuencia se enfrenta con el policía al cargo del caso (Gabriel Byrne).

El problema es que la película resulta fría, y los conflictos internos de las personas que protagonizan en la película quedan trazados de forma muy grosera. Supongo que la directora, fiel a sus orígenes en el documental, busca también una aproximación fiel a los hechos, aunque se pronuncie tácitamente sobre sus principales sospechosos. Pero no te despierta emoción alguna. La presencia Byrne, Ryan y la joven McKenzie es lo que provocó el interés por la película. Y cumplen con oficio, pero sin destacar, quizá porque el material de partida no lo permite.

Sinceramente, no puedo recomendar esta película que, al fin y al cabo, queda a la altura, no importan sus pretensiones, del típico telefilme de sobremesa «basado en hechos reales».

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] The House That Jack Built (2018)

Cine

The House That Jack Built (2018; 08/20190128)

Siempre es difícil afrontar el cine de Lars von Trier. Cuando se postuló como uno de sus impulsores del Dogme’95, que puso en el candelero y dio fama a algunos realizadores nórdicos, principalmente daneses, este director ya había realizado alguna propuesta muy interesante, aunque de difícil digestión. Tanto por desviarse de las modas imperantes a principios de los años 90 como por su contenido políticamente comprometido. Si analizo las películas que he visto de von Trier y hago un balance, en general considero que es muy positivo, que es uno de los más potentes cineastas contemporáneos, pero que su reivindicación de la libertad creativa y del cine de autor lo hacen de muy difícil digestión para la mayoría de los posibles espectadores. Con frecuencia sus películas dialogan de forma más o menos explícita con otras obras, tanto cinematográficas como del conjunto de las bellas artes. El desconocimiento de estas relaciones, de estos diálogos siempre limita la comprensión y el disfrute de sus películas.

Aunque rodada en Europa, los escenarios de la película simulan ser algún lugar de Norteamérica, con frecuentes recorridos entre fríos paisajes boscosos. Así que aprovecho mi reciente visita a los Montes Universales, en las comarcas del sur de Aragón, para ilustrar la entrada.

Con un título basado en una popular canción infantil británica, la última propuesta del danés no es una excepción. Llega a nuestras carteleras casi de tapadillo con poca o nula promoción; llega dejando un reguero de polémicas por los festivales por los que ha pasado. Fundamentalmente se le acusa de su violencia explícita y de su «misoginia». Al fin y al cabo, nos cuenta la historia de un psicópata asesino en serie, Jack (Matt Dillon). Historia que nos es contada a partir del diálogo que mantiene con un tal Verge (Bruno Ganz), y los cinco episodios de la película son cinco ejemplos de algunos de los crímenes cometidos por el protagonista.

En esta ocasión, no hace falta mucho esfuerzo para comprender que Verge sería un «Virgilio», acompañando a Jack en su descenso a los infiernos, al estilo de la Divina Comedia de Dante, pero sin viaje de retorno. La película va introduciendo los diversos episodios de violencia, de forma sórdida, y muy explícita, al mismo tiempo que se reflexiona sobre cómo el arte ha recogido en diversos momentos y con diversos estilos la violencia, el destino fatal del ser humano u otros factores asociados a la creación artística del más diverso talante. Ante las dos críticas más generales a la película, podríamos decir que la violencia resulta incómoda por cómo se produce o hacia quién se produce. Pero que hay numerosas películas, de corte comercial incluso que incluyen tanta o más violencia, pero «políticamente correcta», por expresarlo de una forma un tanto cínica. Y la realidad misma, los telediarios, nos informan constantemente de violencias reales del mismo talante o peor, sin que a los telespectadores se les atragante la cena. Véase la crisis de los refugiados en el Mediterráneo. En cuanto a la misoginia, la gran pregunta es si esta está en la mente del director, o es una cualidad que coloca en el protagonista, que no olvidemos es el relator, y que lo que vemos o como se nos muestra la realidad es a través de sus ojos. Y que dicha misoginia está en realidad presente de forma mucho más generalizada de lo que estamos dispuestos a reconocer en la sociedad actual. Es decir, la gran pregunta es si las cosas que nos incomodan de la película lo hacen porque están en la película o porque son un reflejo de la sociedad humana, hacia cuyos caracteres más nefastos no queremos mirar.

Con interpretaciones de buen nivel, con unos elementos visuales y sonoros que se elevan bastante sobre lo habitual, creo que estamos ante una película notable. Pero que no busca complacencia ni comercialidad. Que no busca agradar a nadie. Que expone tesis pesimistas sobre la naturaleza humana que siempre han estado presentes en la obra de von Trier. Y que en una época donde hay una negación constante de las realidades desagradables, véase el «triunfo» en las redes sociales del llamado «pensamiento positivo», incomodará a muchos. Pero quizá por eso, la película cumple con su propósito. Quizá en esta época que nos ha tocado vivir, un artista comprometido ha de provocar, transgredir y mostrar lo que no queremos ver, pero que está ahí. En nosotros mismos.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] El ángel (2017)

Cine

El ángel (2018; 50/20181107)

Esta película había despertado mi curiosidad, pero no el entusiasmo de las personas con quienes acudo a las salas de cine habitualmente. Pero este miércoles pasado, me encontré que poco antes del comienzo de la primera sesión estaba yo a cinco minutos de la sala de cine y con no grandes planes para la tarde, así que hice un poquito de tiempo y me metí a dicha sesión.

El largometraje argentino dirigido por Luis Ortega está producido por El Deseo S.A., o sea, los Almodóvar Bros & Cía., por lo que no habrá tenido, imagino, problemas para encontrar distribuidores en España. Y nos cuenta una historia, presuntamente verdadera, sobre un asesino en serie, dicen que el mayor de su historia, que alarmó a la sociedad argentina a principios de los años 70.

20181023--4

No tengo la suerte de haber visitado, aún, la República Argentina. Así que a falta de los suburbios de las ciudades argentinas, tiraré de los suburbios zaragozanos para ilustrar la entrada de hoy.

Hay que decir que, en lo que yo sé de la historia del país del cono sur, como sucede en otros países incluido el mío, el principal asesino en serie ha sido eso que llaman «el gobierno de la nación». En Argentina, especialmente en los años 70 y 80 del siglo XX. Algo nos indican en la película, con la frecuente aparición de controles militares y amenazas en dependencias policiales de hacer confesar a los presuntos delincuentes electrocutándoles los testículos. Pero de lo que va esto es de una especie de Billy el Niño argentino, un adolescente que inició una sorprendente carrera de robos y asesinatos hasta ser detenido con 20 años, momento desde el cual está en prisión, hasta nuestros días. Se llama Carlos Robledo Puch, y es interpretado en la película por un actor novel, Lorenzo Ferro.

Por lo que he leído a posteriori, la película no es fiel a los hechos. Diríamos que se inspira en aquello para contar una historia particular, con una reinterpretación de los hechos y de la personalidad de «Carlitos» con no pocos toques psicoanalíticos, especialmente por sus especulaciones sobre la confusa sexualidad del criminal. La verdad es que el original también fue condenado por varias violaciones y abusos sexuales a mujeres de los que no se nos habla en la película. El resto de los personajes aparecen con nombres distintos a los que acompañaron las aventuras del criminal original. Y entre el resto del reparto tenemos que señalar la presencia de Chino Darín (sí, hijo del famoso Darín), que no lo hace nada mal, Cecilia Roth, que debería demandar a su cirujano plástico, y unos excelentes Daniel Fanego y Mercedes Morán. La dirección y la producción de la película están bastante bien, pero esta se apoya en esa excelente interpretación a la que nos suelen tener acostumbrados los actores y las actrices de aquel país.

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Película interesante, que merece la pena el visionado. No sé lo que aguantará en cartelera en una semanas muy competitivas, pero sería una lástima si no tuviera un recorrido razonable. A mí me parece bastante recomendable. Ya me parece más complejo que tenga éxito en su carrera hacia el Oscar… no sé yo si da para tanto, en una categoría, la mejor película de habla no inglesa, que últimamente tiene más nivel que la categoría máxima, la de mejor película.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Cine] The Limehouse Golem (2017)

Cine

The Limehouse Golem (2017; 362017-1309)

Segunda película con director de nacionalidad española, Juan Carlos Medina, del que sé poco, porque no vi su primer largometraje y este es el segundo. He de confesar que esta película de claro sabor británico no me atraía demasiado. Aunque algunos elementos del reparto hacían sugerir que pudiera tener algún interés. No perderé mucho tiempo en su comentario, porque finalmente este interés ha sido relativo.

Carlos Carreter

Hoy nos daremos un tranquilo paseo por las calles y las librerías de Londres. Sin más.

En el burgo de Limehouse, en el East End londinense, unos años antes de que se pusieran «de moda» los asesinatos de Jack The Ripper, un misterioso asesino apodado por la población como el Gólem de Limehouse. Un gólem es en la mitología judía un ser hecho de barro u otros materiales que cobra vida. Un policía veterano, Kildare (Bill Nighy), especializado en robos, es llamado a resolver el caso, en el que otros tienen miedo de perder su reputación. Mientras, un hombre de negocios aparece muerto en su casa, siendo su esposa, Lizzie Cree (Olivia Cooke), antigua actriz de variedades, la principal sospechosa, especialmente tras las declaraciones de otra actriz, Aveline Ortega (María Valverde), con la que mantiene desde hace tiempo una sórdida competencia a diversos niveles.

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Basado en la novela Dan Leno and the Limehouse Golem del británico Peter Ackroyd, el film se nos plantea como una trama policiaca con tonos gore, que intenta rascar del ambiente sórdido de determinados barrios londinenses en la Inglaterra victoriana en la segunda mitad del siglo XX. Como el famoso destripador ya está muy manido, pues nos inventamos otro asesino en serie. La ambientación es de muy buen nivel, pero la trama se nos aparece confusa, incorrectamente planteada, llegando al final sin ganas de disfrutar de las sorpresas escondidas entre las revueltas del argumento.

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Cierto es que el trabajo de Nighy y Cooke son de buen nivel, son gente con oficio, y nos brindan los pocos momentos buenos de la película. María Valverde, insustancial. Una de esas actrices españolas que prometían mucho, pero cuya trayectoria no ha acabado de converme, incluso si eventualmente hacen algún trabajo apañado. Que después de todo se deja ver a ratos. Pocas sorpresas, sensación de déjà vu y convicción de haber asistido a un quiero y no puedo por parte del director.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

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[Libro] Alex

Literatura

En los últimos años he descubierto un escritor francés que realmente me gusta bastante. Se trata de Pierre Lemaitre, a quien descubrí leyendo su incisiva, mordaz y a ratos delirante novela sobre la posguerra de la Gran Guerra en la victoriosa Francia de principios de siglo. Me gustó tanto que decidí que tenía que conocer más de la obra de este escritor del país vecino. La sorpresa me la dio el hecho de que su carrera se había desarrollado en el ámbito de la novela de género, en concreto el «polar» que dicen los franceses, la novela negra policiaca. Género que consumo con mucha moderación, porque a lo largo de mi vida por cada novela del mismo que me gusta me he encontrado diez que me han dejado con una sensación de

«-¿Qué te ha parecido la novela?»

«-¡Meh…!»

No en su totalidad, pero la mayor parte de la novela transcurre en las calles y los suburbios parisinos,... y allí me voy fotográficamente, entre la luz y los colores de la ciudad cosmopolita y la nostalgia de la ciudad milenaria.

No en su totalidad, pero la mayor parte de la novela transcurre en las calles y los suburbios parisinos,… y allí me voy fotográficamente, entre la luz y los colores de la ciudad cosmopolita y la nostalgia de la ciudad milenaria.

Por lo tanto, no me lancé inmediatamente a por nuevas novelas de Lemaitre. Tardé unos meses en animarme a lanzarme en la lectura de la primera de las novelas dedicadas a uno de sus personajes más característicos, el bajito comandante Camille Verhoeven. Y realmente me volvió a encantar. Novela con giros inesperados que nos sorprende, dura, bien escrita… El único «pero» que le pude poner es el título de la novela en su versión española.

Por lo tanto, no he tardado tanto en volver a reencontrarme con el peculiar comandante de la policía francesa en su «caso» «Alex», editado por Alfaguara en su serie Alfaguara Negra, y traducido al castellano por Artur Jordà.

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Novela que se desarrolla en tres actos bien diferenciados, el primero de los cuales comienza con el cruel secuestro de la mujer que da nombre a la protagonista del libro, secuestro cuya resolución se encomendará al comandante Verhoeven y a su peculiar equipo. Pero el final de cada acto, especialmente los dos primeros, supondrá un cambio de enfoque y de rumbo de la novela que finalmente tendrá una lectura muy distinta de la que imaginábamos al principio.

Nuevamente, Lemaitre hace habilidad de una capacidad notable para sorprender, para llevar la historia y con ella al lector por caminos absolutamente insospechados en un principio. Todo ello con un tono que no pocas veces sorprende por la crudeza de sus descripciones, por la «sangre fría» que demuestra el escritor a la hora de exponer la realidad de los hechos… cuando toca. No antes de que lo que conviene para mantener al lector absolutamente agarrado a la narración. Porque independientemente del género de la novela que tenemos entre manos, lo que es evidente es que Lemaitre es un narrador de primera, que domina las claves de la novela como pocos escritores actuales. A mi me encanta.

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