[Libro] Penance – Eliza Clark

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. La ficticia ciudad de la novela de hoy me ha recordado la visita a Margate, condado de Kent, una tarde de octubre hace 13 años.

Libro que me recomendaron y que cogí de oferta en mi tienda habitual de libros electrónicos, en versión original en ingles. De una autora joven, 30 o 31 años, británica, llamada Eliza Clark. Y que afronta un tema actual, con recursos actuales de hoy en día, más propios de generaciones actuales, y en el que satiriza es género tan popular últimamente en series de televisión y en literatura que es el llamado true crime. Publicado hace sólo dos años, en 2023.

Clark nos lleva a una localidad ficticia en la costa británica del mar del Norte, próxima a Newcastle upon Tyne, ciudad esta última de donde es oriunda la escritora. Una localidad turística, que conoció breves tiempos de esplendor, pero que lleva buena parte del siglo XX y lo que llevamos del XXI en progresiva decadencia. Con una sociedad cerrada, provinciana, en la que dominan unos pocos caciquillos locales, vinculados a partidos políticos conservadores o nacionalistas de extrema derecha. Y en la noche del referéndum del Brexit un terrible crimen sucede cuando una joven adolescente de 16 años es torturada y asesinada al quemarla viva por tres compañeras suyas del instituto publico. Ademas de afectar a la vida de una cuarta que fue la primera sospechosa, aunque inocente del crimen. Un periodista especializado en crímenes, escritor de un único éxito, intenta reverdecer laureles contando la auténtica versión de los hechos, por lo que irá entrevistando a las implicadas en el caso o sus parientes próximos.

Clark arremete sin compasión contra diversos elementos de la sociedad inglesa actual. De alguna forma, tal y como he entendido el libro, ese microclima en esa decadente pequeña ciudad costera del norte de Inglaterra es un trasunto de la decadencia del Reino Unido, y especialmente de la predominante Inglaterra. La división social entre brexitas y antibrexitas, el racismo rancio de los nacionalistas ingleses, frente a lo políticamente correcto de los inmigrantes más o menos integrados, las tóxicas relaciones entre las niñas y adolescentes, en las que el haber nacido o vivido en uno u otro barrio de la ciudad puede ser determinante de su futuro, de su posición social. Y la sátira con el género, ya que el narrador principal, en una primera persona indirecta, y por lo tanto absolutamente falto de credibilidad, disfraza su intención sensacionalista de pretendida investigación periodística seria.

He de reconocer que me costó entrar en la lectura. Y de hecho tuve varias interrupciones en su lectura hasta que la terminé volviendo de Málaga. Pero en cuanto cogí el tono de la historia y la narración, empecé a considerar tremendamente interesante, hasta cierto punto adictiva, casi apasionante. No es perfecta. Pero es un relato actual, con temas actuales, de una autora joven y prometedora. Y con un sentido del humor probablemente retorcido. Lo cual está muy bien.

[Libro] La gran serpiente – Pierre Lemaitre

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Buena parte de la novela transcurre en París, así que nos daremos un paseo por Montparnasse en fotos.

Pierre Lemaitre es un autor francés que ha gozado de fama y difusión en las primeras décadas del siglo XXI. Primero con sus policiacos, duros, implacables, con pocas concesiones a la amabilidad en los desenlaces o a la sensibilidad de los lectores partidarios de los finales felices. He leído un par de esos relatos policiacos. Y, a pesar de que no soy especialmente fan del género, me gustaron mucho. Los disfruté mucho, aquí y aquí… o quizá debería decir que los «sufrí» mucho. Pero su fama explotó con su dura y satírica crítica social a partir de los gueule cassée de la Primera Guerra Mundial, la cual se podía extender a ciertas formas de corrupción moral y política actuales. Que tuvo su segunda parte, que también leí. Y alguna otra cosa, que no me entusiasmo tanto, y que leí posteriormente. Y alguna novela que empecé… se me atascó… y abandoné el seguimiento de este autor. Hasta que hace pocos meses apareció en ofereta el libro que traigo aquí.

Se trata, al parecer, de la primera novela de crimen policiaco que escribió Lemaitre, y que permaneció inédita durante varias décadas. No encontró su camino en el mundo editorial. Hasta que, con la fama del autor establecida, fue publicada en los últimos años, probablemente revisada, confiando en que el nombre atraería a los lectores. Una novela que mezcla la dureza de las tramas policiacas del escritor, donde nada ni nadie está a salvo, con la ironía satírica y desmesurada de sus libros no policiacos más conocidos. Una antigua y bella resistente de la Segunda Guerra Mundial, en la que mostró una inquietante tendencia al sadismo con los invasores alemanes y colaboracionistas, acaba dedicándose el resto de su vida a ser ama de casa respetable hasta que, viuda, se dedica al oficio de asesina a sueldo. En la actualidad, con los sesenta cumplido, es antigua pero no bella, empieza a tener achaques, y despistes que hacen sospechar la enfermedad que lleva el nombre de un distinguido neurólogo bávaro nacido a mediados del siglo XIX puede estar al acecho. O algo parecido. El caso es que los despistes en sus trabajos llevan a que sus últimos asesinatos llamen especialmente la atención de la policía… y de la organización para la que trabaja. Y ambos la quieren «jubilar», unos mándandola a una «residencia» con barrotes en las ventanas tras el juicio penal pertinente, otros, por deceso.

Lo ciertos es que me ha parecido una novela divertidísima. Un poco como la antigua revista española Harakiri, tiene humor bestia y sangriento. La asesina puede no estar ya en sus mejores tiempos, cuando arrebataba por igual vidas de enemigos o «clientes» a lo bruto y corazones de sus compañeros más románticos. Pero sigue siendo una psicópata de mucho cuidado y sin escrúpulos. Su rastro de asesinatos mezcla el horror de la violencia con el humor negro, negrísimo, de las circunstancias en las que esa violencia sucede. Dicho lo cual, la novela no deja de ser un divertimento. Carece de la profundidad psicológica de las novelas policiacas posteriores del autor. Tampoco plantea un comentario social de cierto calado como otras de sus novelas no policiacas. Evidentemente, fue un ensayo de estilo y posibilidades, que está bien leer, pero que no tiene la madurez de las obras posteriores del autor. No obstante, me parece bastante recomendable. Como ya he dicho, yo me lo he pasado estupendamente.

[Cine] The Thursday Murder Club (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. La acción de la novela/película transcurre en la ciudad ficticia de Fairhaven, en el condado de Kent, Inglaterra. Obviamente, uno no puede visitar un lugar ficticio, pero Canterbury también está en el condado de Kent, como su propio nombre indica.

The Thursday Murder Club (2025; 38/20250828)

Recupero el comentario de la película que me salté hace unos días, una película de reciente estreno en Netflix, que adapta una famosa novela de este género que se ha puesto de moda y se ha dado en llamar «cozy crime» o «cozy mistery». Novelas detectivescas o policiacas que se caracterizan por un tono ligero, amable, con un tono de comedia, con protagonistas simpáticos, muchas veces no profesionales de la acción detectivesca. En realidad, es un género que tiene ya sus años, pero que parece que ha revivido últimamente. Incluso yo he leído la novela, tras la recomendación de una compañera de trabajo. Aunque la novela me entretuvo, no hubiera pensado yo que me fuese a interesar especialmente la película, porque tampoco es que acabara entusiasmado con la lectura. Simplemente, una lectura intrascendente y amable. Así que cuando me enteré que con Chris Columbus como director nos llegaba esta película…

… a pesar de que Columbus no me entusiasma, el reparto me parecía excepcional. Me parecía muy difícil que este grupo de veteranísimos intérpretes, la mayor parte de ellos británicos, no sacasen adelante la película. La trama… pues ya la comenté en su momento, cuando la novela. En una residencia para personas mayores de absoluto lujo en algún lugar del sur de Inglaterra, se comete un crimen, al mismo tiempo que los especuladores inmobiliarios amenazan con cargarse la residencia. Pero allí está el Club del Crimen de los Jueves (Helen Mirren, Pierce Brosnan, Ben Kingsley, Celia Imrie), dispuesto a resolver un crimen actual y no ha entretenerse con viejos casos sin resolver. Lo harán cola colaboración de una joven agente de policía (Naomi Ackie), poco valorada por sus jefes. Y enfrente tendrán a malvados como Tom Ellis o David Tennant. Y otros secundarios de ringo rango como Jonathan Pryce.

No perderé mucho tiempo en comentar una película que se defiende sola gracias al reparto, lleno de desparpajo, simpatía y oficio, en el que destaca especialmente Mirren, como de costumbre, pero sin desmerecer ni un pelo a cualquier de los demás. Columbus se limita a tirar de oficio para hacer una realización razonablemente adecuada para que el elenco se luzca, al mismo tiempo que, probablemente, se lo pasa de miedo con este trabajo, y el público se entretenga con espectáculo amable y palomitero. Ideal para familias que cenan en casa el fin de semana, piden comida a domicilio para no trabajar demasiado y se entretienen con ella.

¿Es recomendable? Sí, por qué no. Creo que ya lo he dejado claro. Esta no va a ser una película que opte a los Oscar ni nada por el estilo. No tiene mayores pretensiones. Al fin y al cabo, ese es el tipo de cine que ha hecho Columbus a lo largo de su carrera. Y si encima hay un buen trabajo actoral, y cuando termina te deja de buen humor, ¿qué más quieres pedir? Pues eso. Ahora bien, dentro de un tiempo no será más que un ligero recuerdo agradable… salvo que decidan que hay material para segundas partes y vuelvan por sus fueros. Pero, ¿es necesarios? Ya no lo tengo tan claro. Y me voy a tener que poner las pilas, porque aun tengo dos estrenos vistos pendientes de comentario… Tendré que seguir con dos entradas cinematográficas a la semana, en una segunda quincena de septiembre en la que probablemente me falte el tiempo para muchas cosas.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; el «nordic noir» a la escocesa, los casos del Departamento Q

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En las fotos, Edimburgo, claro. En una estancia caracterizada por el buen tiempo y la falta de lluvia, durante una semana. Lo cual, a priori, no es habitual. Al menos en 2013. Hoy en día, con la crisis global climática, quién sabe.

El nordic noir, es decir, el género negro al estilo escandinavo es uno de los géneros de más éxito de ventas en las últimas décadas. Es lo que se dice una moda. De repente, se empieza a hablar de él, la gente empieza a leerlo, surgen verdaderos fanáticos, se adapta al cine y televisión, primero por los propios países de origen, pero pronto los avispados productores británicos y norteamericanos se apuntan al filón… y ahí está hasta que la gente se canse o surja otra moda. O quien sabe… igual queda como una endemia entre los aficionados a la lectura en general y al género negro en particular, con su nicho estable durante tiempo indefinido. Quizá estemos ya en esa situación. Pero no lo puedo asegurar. No soy un experto. Y no soy de los que se haya enganchado de forma notable al género. El género negro, nórdico o de cualquier otra latitud o longitud, tiene obras muy interesantes, incluso obras maestras, pero también tiene un porcentaje de astronómico de obras que me parecen absolutamente superfluas y todas más o menos iguales o muy similares. Como pasa en todos los géneros destinados más a la venta que al prestigio literario. Literatura de tienda de aeropuerto o estación de ferrocarril.

Alguna cosa he picado aquí y allá de la ficción criminal nórdica. Y eventualmente me ha entretenido. Pero escasamente me ha entusiasmado. Pero tengo un par de amigos/conocidos que llevan largo tiempo hablándome de las excelencias de una saga en concreto, la de los casos del Departamento Q del danés Jussi Adler-Olsen. Hasta el momento, no he sucumbido a estas tentaciones… porque en principio no me tientan en exceso. Y me extrañaba que no hubiese alguna serie sobre la cuestión… hasta que me enteré que se ha ido adaptando en los últimos doce o trece años en forma de largometrajes de producción danesa. Uno de esos amigos/conocidos dice que yo he visto alguna de esas adaptaciones. No me parecía probable, hasta que decidí hacer una búsqueda en este Cuaderno de ruta y resulta que… sí. Que en 2015 fuimos a una sesión doble de la que conservo escasa o nula memoria, y en la que vimos dos de las películas. Ese olvido mío tan característico de las producciones mediocres o anodinas, me acuerdo más de los bodrios rotundos que de lo que ni fu ni fa, ya os pueda dar una idea de lo que me parecieron. Películas vistas en el mes de julio de aquel 2015, en esa época del año en la que la cartelera suele dar pena, y acabas yendo a ver casi cualquier cosa si apetece quedar para ver algo de cine.

Hace unos meses, Netflix anunció la adaptación de la primera novela, del primero de los crímenes del Departamento Q en forma de serie televisiva. Pero con algunos cambios. El fundamental es que la acción se traslada de Dinamarca a Escocia. Se puede discutir si Escocia no debería ser considerado como una variante de los «nórdico»… habría que pensarse si en esas latitudes predomina más la britanicidad o la nordicidad. La segunda cuestión es que se adapta la historia. Y debemos recordar que cuando se adapta una historia, es susceptible de experimentar cambios, más o menos importantes en su narración o en el diseño de personajes. En cualquier caso, bajo el título, casi obvio, de Dept. Q, nos encontramos al grupo de improbables inadaptados, que cargan a cuestas con un bueno número de fantasmas propios, y a los que se les encarga lavar la cara del departamento de policía del lugar, que es Edimburgo, y que sufre la mala prensa de su elevado porcentaje de crímenes no resueltos. El elegido será el de una fiscal desaparecida cinco años atrás, no se sabe si asesinada o raptada, o quizá desaparecida por otros motivos, y que como es lógico tocará las narices de muchos.

No las tenía conmigo cuando decidí ver la serie. Pero con Matthew Goode al frente, y confiando en el buen quehacer de los intérpretes británicos, de la cual la única que me sonaba es Kelly Macdonald, una actriz muy solida a la que vemos mucho menos de lo que nos gustaría, aquí hace un papelito secundario, me animé. Y no me arrepiento. La serie está bien valorada por los votantes en IMDb y con razón. Está bien hecho y muy bien interpretada. Y no, no sabe a las frías y asépticas producciones nórdicas. Tiene las mañas de los británicos, que hace muchas décadas que han demostrado que saben hacer cine y televisión. Tiene mucho oficio. No sé cuanto durará esta serie. Da para bastantes temporadas, a caso policiaco por temporada. Pero todo dependerá de si a Netflix le salen las cuentas. Si sigo abonado a la plataforma, cosa que me estoy pensando, seguiré viéndola. Si no… probablemente no. Está bien hecha, es entretenida, pero, para mí, es prescindible. Como ya habréis deducido, el género negro… «no me mata».

[Libro] The murder of Roger Ackroyd – Agatha Christie

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Wells, una pequeña ciudad con una tremenda catedral gótica me servirá de escenario para comentar esta entrada literaria.

No soy especialmente aficionado a la whodunit en forma de libro. Con el cine y la ficción televisiva, si está bien llevada la acción… ya tal. Pero en libros… me cuesta. Y la reina de la whodunit es Agatha Christie, con su Poirot, Miss Marple y demás. En su momento, en mi juventud, muy juventud, es decir, adolescencia y poco más, aún disfruté con algunos de sus libros. Pero poco a poco me empezaron a aburrir. Todos seguían un esquema muy similar. Quizá los que más me llamaban la atención eran los que no pertenecían a ninguna de sus series de detectives más famosos. Y esa tónica de apatía hacia las obras de la británica la he mantenido en toda mi edad adulta. Lo cual no ha impedido que de Pascuas a Ramos le haya dado alguna oportunidad extra. Sin mucho éxito.

Hace pocos meses leí un artículo muy elogioso de este libro. Uno de los primeros dedicado a Hercule Poirot, se afirmaba en el artículo que fue el que de alguna forma lanzó a la escritora y al personaje. Llegaban a decir que es uno de los más influyentes de la autora y del género en líneas generales. Especialmente por el inesperado giro final de la historia, cuando descubrimos quien es el asesino. Sí, claro, hay un asesino. Y no es el mayordomo… ¿o sí? ¿Y precisamente por eso es inesperado el final? No lo voy a destripar. Supongo que en el contexto de la época puedo entender que tuviera un gran éxito y que fuera influyente en el género. Pero cuando has leído ya unos cuantos… pues tampoco te parece para tanto. Como en tantas ocasiones, porque tengo la sensación de que escenarios y personajes se repiten constantemente, un señor acomodado, que vive en una pequeña ciudad o pueblo de provincias en las Midlands inglesas, o algún sitio parecido, aparece un día muerto. Y cuando va a empezar la investigación, aparece por allí el famoso detective, Monsieur Poirot, ya retirado y acomodado, que accede a hacerse cargo del caso y con sus brillantes dotes deductivas, es capaz de ver de forma evidente lo que es desconocido para los demás. Y a pesar de que todo es una deducción, y nunca tienes claro que hayas pruebas físicas suficientes para incriminar al sospechoso/asesino… este confiesa y todo queda resuelto. Lo de siempre,… con un giro inesperado.

Narrado en primera persona por el médico del pueblo, que por supuesto conoce a todo el mundo, tiene las mismas características de estilo que todos los de la autora. Lleno de tópicos que muestran que era una individua bastante esnob y clasista en su clasificación de los seres humanos, aficionada a la fisiognomía, infame pseudociencia que afirmaba saber del carácter y personalidad de un individuo a través de su aspecto físico, y que no era más que una forma de racismo, clasismo y aporofobia. Los nazis alemanes eran muy aficionados a la fisiognomia cuando estudiaban las razas infrahumanas y esas cosas. Son las cosas que con el tiempo me llevaron a rallarme bastante con las obras de Christie. Pues eso. Más de lo mismo.

¿Es horrible? Pues no. Es relativamente entretenido. Me la leí durante las vacaciones en Sicilia. Como viajé sólo, mientras comía o me desplazaba en trenes o autobuses, iba leyendo. Y como es de lectura fácil, incluso en su versión original en inglés, aunque con formas estilísticas que resultan un tanto anticuadas ya, pues se lee enseguida. Pero vamos… lo dicho. Por cierto, he dicho algo en el comentario que, al lector de ficción avezado le servirá para imaginar quien es el asesino. A mí me sirvió. Aunque no lo pueda demostrar, antes de la mitad del libro ya había supuesto quienes es el asesino.

[TV] Cosas de series; en los entresijos del poder, entre humor y asesinatos

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. No he estado en Washington D. C. Y con la mala gente que reside por allí ahora, no me apetece mucho. Así que ilustraré la entrada con otro edificio bien conocido de trascendencia política, pero que está en Nueva York.

Leía ayer un artículo, relativamente pesimista, aunque escrito con humor, no he guardado el enlace y me da pereza ponerme a buscarlo, en el que se reflexionaba sobre el hecho de que en estos momentos las tras superpotencias que hay en el mundo, EE. UU., China y Rusia, están gobernadas, en su más alta magistratura, sus presidentes, o como lo llamen los chinos… espera que lo busco,… sí es el presidente, aparte de un montón de cargos más que indican que es el mandamás,… como decía, esta gente son tiranos totalitarios, unos con una realización efectiva de esta figura, y otro, intentándolo mientras se carga lo que quede de la democracia y el estado de derecho en su país… que ha presumido de ser el líder del «mundo libre» desde hace casi un siglo. Manda «güevos» que decía el presidente de las cortes aquel.

El caso es que no han faltado las representaciones del poder en la televisión. En forma de dramas o de comedias. Que, curiosamente, pocas veces me han interesado realmente. El drama político sólo me engancha a medias. Aunque haya algunos muy buenos. Pero quizá por esas carencias de mi parte, no estoy enlazando ninguno, ni de forma interna en este Cuaderno de Ruta, ni de forma externa a las referencias habituales en materia de cine y televisión.

Recientemente tuve ocasión de ver en Netflix uno de estos dramas, que en realidad está presentado en clave de comedia. También en conjunción con otro género que se ha puesto muy de moda últimamente, la whodunit en clave de comedia con reparto coral, y con un protagonista, el detective, que es peculiar, listo y que siempre triunfa. Poirots posmodernos que tienen su gracia, salvo que se acabe abusando del género. Cosa bastante probable. Todo empezó con una película para la pantalla grande, que ya ha tenido alguna secuela que ya me dejó a mí un tanto frío. Lo que digo de «abusar del género». No es que antes no hubiera producciones de este género… es que se ha puesto de moda de nuevo. La serie es The Residence, y la residencia del título no es otra que La Casa Blanca, escenario del crimen.

Durante una cena de estado en la residencia del presidente de los EE. UU. se produce el asesinato de un alto responsable de los servicios domésticos y hosteleros del lugar. Los responsables de resolver el caso son los miembros de la policía de Washington D. C. Pero sintiendo que les viene grande la situación, buscan la ayuda de una excéntrica detective (Uzo Aduba), que coincide que es una ornitóloga aficiónala y fanática. Y que tiene unas horas para descubrir el responsable del crimen mientras están retenidos en La Casa Blanca todos los invitados, de mayor o menor rango.

La serie es entretenida. Tiene detrás una conocida factoría de realización de series, por lo que no habrán faltado equipos de guionistas para pulir la historia. Aunque una abundancia de escritores no siempre garantiza un buen guion final. De hecho… bueno, vamos a dejarlo estar. El caso es que está bien. Creo que podría haber tenido un poco más de mala baba. Más ironía. O adentrarse en la comedia negra. Y quizá pierde la oportunidad de poner en solfa las «cabezas coronadas» aunque sean durante cuatro años y (presuntamente) por el voto popular. Pero yo me divertí. No está mal. Pero lo que digo… ¿por qué tengo la sensación de que han perdido la ocasión de haber hecho algo con más enjundia? Cosas que pasan.

[Cine] Pigen med nålen (La chica de la aguja) (2024)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Un paseo en blanco y negro por Copenhague.

Pigen med nålen (2024; 18/20250327)

Últimamente estamos un poco desmotivados a la hora de acudir a las salas de cine. No todas las películas que nos interesarían llegan en versión doblada a la cartelera zaragozana. Y nos negamos ya a ver películas adulteradas, es decir, dobladas. Y lo que llega tampoco es que nos motive gran cosa. De la misma forma que al cine español hace tiempo que le cuesta hacernos dejar la tranquilidad de nuestras casas. Pero decidimos ir a ver esta película danesa, dirigida por Magnus von Horn, y candidata a los Oscar por Dinamarca, que llegó a la recta final.

La película se basa en los hechos reales de una convicta por asesinatos en serie, Dagmar Overbye (Trine Dyrholm), bebes recién nacidos o de pocos días o meses. La historia se narra desde el punto de vista de otra mujer (Vic Carmen Sonne), probablemente ficticia, una joven que cree que es viuda porque su marido desapareció en la guerra, que tras quedar embarazada del patrón de la fábrica en la que trabaja, este la abandona por decisión de su madre, y la echan a la calle. Su marido ha reaparecido, tremendamente mutilado en el rostro, y aunque está dispuesto a hacerse cargo del bebé, la convivencia no es posible, y la joven acabará acogida por Dagmar, que «gestionará» la «adopción» del bebé, y la contratará como nodriza para los niños que vayan llegando para «adopción».

Rodada en blanco y negro, muy expresionistas, en formato académico, es decir con una relación de aspecto inusual, 1.45:1, la película podría haberse en un mero ejercicio de estilo a la hora de rodar de forma opresiva una historia desagradable. Pero a esta historia no le faltan sus alicientes. Por su puesto está el ejercicio de crítica social. Aunque ahora Dinamarca aparezca como uno de los países más avanzados del planeta, nos muestra las consecuencias del liberalismo extremo de la posguerra mundial, desde finales del conflicto hasta el crack del 29, con amplias zonas de las clases obreras indefensas ante el capitalista y con una sociedad industrializada con más puntos oscuros de los que nos parecería. Sucedió en el país nórdico, pero podría haber sucedido, y probablemente sucedió en muchos otros.

Si a eso sumas un par de actrices en estado de gracia, que cuentan mucho, a veces con muy pocas palabras, te encuentras con un largometraje que, a toro pasado, y con la reflexión posterior, sube muchos más enteros en tu apreciación personal de lo que podrías haber imaginado. Por lo que es una película recomendable, aunque para ver con el adecuado estado de ánimo.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

[Cine] Gyesirok [계시록] (Revelations) (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. La noche de Seúl.

Gyesirok [계시록] (2025; 17/20250322)

Cuando vi que se estrenaba esta película en Netflix, pensé que, en la barahúnda de películas que estrena la plataforma a lo largo del año, de todas las nacionalidades, esta podría tener algún interés. No aspiraba a que fuese fenomenal o excelente. Simplemente a que cumpliese con la función de entretener con dignidad, con un producto razonablemente bien pensado y ejecutado. Dirigida por Yeon Sang-ho, a quien le debemos alguna de las pocas películas de zombis que realmente me han gustado, tiene como protagonista femenina a Shin Hyeon-bin, que me gustó en una de mis series surcoreanas favoritas, aunque fuese en un papel secundario, pero que fue cogiendo importancia con el paso de los episodios.

La cosa va de crímenes y castigos. Un pastor de una iglesia cristiana (Ryu Jun-yeol) ejerce su oficio en una parroquia tirando a cutre con una clientela más bien magra. Su mujer le pone los cuernos, y ve disminuidas sus posibilidades de progresar a una parroquia mejor porque por delante de el está el hijo del mandamás de la iglesia. Por otro lado, una detective de policía (Shin) se ha incorporado a una nueva comisaría, no lejos, acarreado el lastre de no haber podido rescatar viva a su hermana secuestrada por un psicópata (Shin Min-jae) con una pasado perturbador. El problema es que el psicópata, tras salir de la cárcel, se apunta a la parroquia. Y poco después desaparece una de sus más jóvenes parroquianas. El pastor y la detective intentarán detener al psicópata, cada uno por su lado. El uno por visiones divinas, la otra por venganza y rabia.

La película, que está correctamente realizada, aunque con criterios más artesanos que artísticos, tenía varios números para estar muy bien. Buenos intérpretes, una historia a la que se le podría sacar mucha punta, especialmente si se la afilaba con una buena dosis de crítica social y algo de humor con mala baba, una historia que pedía a gritos ser una comedia negra de crimen, se toma demasiado en serio a sí misma, y acaba siendo un telefilme convencional. Que se deja ver, en la que los que trabajan muestran que no son malos haciendo lo suyo. Pero quedando en un mero entretenimiento que aprueba por los pelos.

Una pena, porque incluso hay historias colaterales que prometían. El trasfondo de la iglesia esta, con tintes de corrupción. La esposa del pastor que le pone los cuernos como si tal. Unos policías, compañeros de la protagonista que son un tanto zoquetes, algo usual en las películas y seres surcoreanas. La peculiar y cutre parroquia y barrio donde sucede todo. Lo dicho. Pedía a gritos ironía y humor negro crítico.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Flight risk (2025)

Cine

Flight risk (2025; 11/202500303)

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. No tengo fotos de las cordilleras de Alaska, así que nos tendremos que conformar con las de la cordillera de los Alpes.

Me pregunto si me estoy volviendo raro en mis gustos cinematográficos. Si algo está cambiando en mi cabeza o, quizá, algo está cambiando en el mundo, y yo voy a contracorriente. No lo sé. La semana pasada fue rara desde el punto de vista cinematográfico. Con tres días de escapada viajera por el medio, acudimos a las salas de cine el lunes, hace una semana, y ayer domingo. Una película poco trascendente al principio de la semana, y una candidata a premios en los Oscar el final. Y, sin embargo, con la que me entretuve y me dejó un cierto grado de satisfacción en el alma fue la primera de ellas. Con dos paradojas incorporadas. La primera es que parece que casi nadie la valora bien. La segunda es que, si antes de ir la cine hubiese sabido que el director era Mel Gibson, no hubiera ido, porque me cae muy mal. Bueno… vamos a empezar matizar todo lo que he dicho en este párrafo. Entre la entrada de hoy, y la de dentro de unos días, cuando comente la segunda película.

Titulada Amenaza en el aire en su versión doblada al castellano, estamos ante la típica película de agente de policía que tiene que cuidar al testigo que tiene que declarar contra un jefe mafioso que, por supuesto, pretende matar al testigo y a quien se ponga por delante. En este planteamiento, tal cual, no hay absolutamente nada de original. El testigo (Topher Grace) es el contable del mafioso, que se ha refugiado en Alaska para que no lo encuentre ni el mafioso ni la policía. La policía (Michelle Dockery) que lo encuentra es una agente de alguna agencia federal que cayó en desgracia porque murió uno de sus protegidos, a la que, aparentemente dan una segunda oportunidad. Y la peculiaridad y la originalidad de la película esta rodada «casi» en tiempo real, con una duración similar en la película con la cronología interna de la trama. La policía y el testigo van a volar en una avioneta desde el interior de Alaska, sobre las montañas, hasta Anchorage, un vuelo que durará unos 90 minutos, más o menos parecido a la duración de la película. Y el problema es que el piloto (Mark Wahlberg), no es quien dice ser, y el vuelo va a ser movido.

Sinceramente, la película supera la falta de originalidad de la trama, que las hemos visto «cienes y cienes de veces» por el escenario y el tempo de la acción. Una situación claustrofóbica donde nadie puede huir de nadie, volando entre montañas, y con escenas de violencia real o potencial que ponen en riesgo las vidas de todos. Por lo tanto, lo que carece de acción constante, con cambios de escenarios y persecuciones, tradicionales en el género, ha de ser sustituido por una cuidada planificación en la realización y por el trabajo de los intérpretes, que están bastante bien, los tres, cada uno en su estilo.

La película se pone en riesgo a sí misma en varias ocasiones, ya que pone a dura prueba la suspensión de la incredulidad del espectador. Pero puntualmente, no de forma continua. El momento más crítico, en el que el espectador puede dejar de ver la película como una drama de acción para empezar a verla como una comedia involuntaria es un determinado lance con el avión superando a duras penas el paso por un collado con nieve acumulada entre montañas. Es un exceso que se acerca mucho al desatino, para algunos espectadores puede serlo. Pero por lo demás… la cuestión es que es entretenida. Y solo dura hora y media. Por lo que sus limitaciones y sus errores no cuentan mucho.

Ante una película sobre la que no esperaba gran cosa, al final salimos contentos por su grado de entretenimiento. No pasará a la historia del séptimo arte en una posición especial, ni creo que lo pretenda. Estamos en una de esas situaciones en las que, siendo las expectativas bajas, al verse alcanzadas o superadas, pues acabas contento. ¿Se puede recomendar? Pues para quien quiera un entretenimiento palomitero sin más, sí. Aunque tiene el problema de que este tipo de producciones son las que hoy en día van directamente al estreno en plataformas de contenidos en internet. Y quizá esto es lo que la penalice en la opinión de los espectadores, que esperan más por el dinero que pagan por una película, que no es poco.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Companion (2025)

Cine

Companion (2025; 10/20250226)

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El bosque del Latemar y el lago del Mezzo en Carezza, Alpes Dolomitas, Italia. Al cabo, la acción de la película transcurre entorno a un lago y un bosque.

Hoy es el día de la resaca de los Oscar. Bueno… sería el día de la resaca en el caso de que dichos premios hubieran supuesto algún tipo de emoción o embriaguez emocional de algún tipo. Hace unos años sí que los esperábamos con ganas. Siempre hemos sido conscientes de que lo que la Academia de Hollywood premia no tiene porqué ser necesariamente lo mejor o más interesante. Que son premios sometidos a vaivenes y veleidades muy diversos. Pero era divertido dedicar las conversaciones en los bares a comentar y apostar sobre quién y cómo iba a ganar. Ahora eso ya no sucede. O si se sucede, es en cantidad uno o dos órdenes de magnitud inferior. Hay años que tienen su interés. El año pasado estuvo bastante bien. El anterior no estuvo mal. Un año antes… meh… Vamos… que depende de si las película nos entusiasman y nos importan o no. Cuando se te olvidan… Todavía no he entendido lo de CODA, una película ganadora que, en la práctica se nos ha olvidado. Y no digamos las flagrantes omisiones que se dan simplemente… porque no están habladas en inglés. Sí. Ya se que se ha puesto de moda incluir entre las candidatas a alguna de estas. Incluso la premian… Pero hay tantas que superan a las opciones de habla inglesa… Este año no nos emocionaba casi nada. La propia ganadora nos pareció bien… estuvo bastante bien… pero… para el Oscar… En fin. Aunque el premio a su protagonista no me parece tan descabellado, ni mucho menos.

Es sintomático que, sin haber visto a todas las candidatas a los premios, algunas en cartelera la semana pasada, optáramos por ir a ver un mero entretenimiento. Escrita y dirigida por
Drew Hancock, un tipo que ha hecho cosas majas en series de televisión, nos presenta a una pareja (Sophie Thatcher y Jack Quaid) que se dirige a pasar un fin de semana en una casa en el bosque con unos amigos, aunque desde el principio sabes que nada es lo que parece. Más cuando la propia protagonista, en el prólogo ya te advierte que va a matar a su novio. No destripo nada. Lo dice en el minuto cinco o así de la película, así que todo es ver cómo sucede.

Como digo, la película es un entretenimiento. Una comedia negra de las que, si te descuidas, muere hasta el apuntador, pero con su gracia. Con sus situaciones sarcásticas y varios giros que te mantienen razonablemente atento. Con un ritmo razonablemente ágil, la historia se cuenta en muy poquito más de media hora, con una realización eficaz y eficiente, con razonable economía de medios. De manual. Pero que funciona suficientemente bien. Y unas interpretaciones que también son funcionalmente correctas, cumpliendo todos los intérpretes con lo que les toca, siendo lo más destacable su protagonista femenina… a cuya gloria está, en la práctica, rodada la película.

La primera película que vemos este año con estreno internacional en salas de cine en este 2025. Todo lo que habíamos visto hasta el momento, salvo algún estreno directo en plataforma, tuvo su estreno en algún lugar del mundo en el 2024. Y como digo, en plena temporada de premios todavía. Cuando uno esperaría que fuese estrenada después. Pero que cumple con su objetivo. Entretener. Nada más. Pero tampoco nada menos.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Following (1998)

Cine

Following (1998; 08/20250213)

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

Desconozco exactamente cuál fue la ocasión, pero hace unos días se estrenó en salas de cine el primer largometraje que realizó Christopher Nolan, hoy en día, director tan celebrado. Incluso por mí. Un largometraje que casi parece un mediometraje, 70 minutos, estrenado en 1998, y realizado con cuatro perras. Rodado en blanco y negro con una cámara de 16 mm, y con un reparto que más parece el grupo de amigos de Nolan que otra cosa. De hecho, algunos de ellos, incluido el protagonista, se dedican a otras cosas y sólo han participado en las películas del director inglés. En cualquier caso, nos entró la curiosidad y fuimos a verla. No nos arrepentimos. No será un obra maestra, pero realmente tiene chicha y es interesante. Unos 27 o 28 años tenía Nola cuando la rodó. Los ha habido más jóvenes a la hora de realizar su ópera prima.

La cosa va de un tipo (Jeremy Theobald), un escritor que no ha publicado y sin inspiración, que se entretiene siguiendo a la gente por la calle. Un día sigue a una guapa mujer (Lucy Russell). Y del lugar donde entró, salió un tipo (Alex Haw) al que siguió. Más de una vez. Y fue descubierto. En ese momento entra en una extraña dinámica de entrar en casas ajenas sin interior necesariamente de robar, aunque puedan llevarse algún objeto. Al mismo tiempo que descubre que la mujer es amenazada por un mafioso que fue su amante. Su vida se va a complicar notablemente.

Película de suspense, casi de inspiración hitchcockiana, en la que las cosas nunca son lo que parecen. Además, Nolan no cuenta la historia de forma lineal. Siempre le ha gustado jugar con el tiempo, tanto de la cronología del universo de sus películas, como de la cronología interna de la propia película. Rodar la película en blanco y negro, y con una medio, el 16 mm, en el que debe renunciar a la nitidez de otros formatos, le permite, y le obliga, a jugar con el expresionismo de luces y sombras. Así como el encuadre, más agobiante, del formato 4:3 usado en la película. Los intérpretes, para ser medio profesionales medio aficionados, cumplen con su cometido. Lo fuerte de la película es el guion, bastante bueno, y la realización de autor.

No es un gran peliculón como ya he dicho. No es esa ópera prima que consiguen otros directores y que supone ya el patrón por el que se juzga el resto de su obra. Pero es sin duda una película que empieza a marcar las ideas con las que Nolan se va a mover a lo largo de su carrera. Y la historia tiene su interés. Se deja ver sin ningún problema, incluso como mero entretenimiento. No sé si durará mucho en cartelera… un momento que lo consulto,… sip, en Zaragoza continúa por tercera semana. Por si os interesa. De todos modos, que en el mes de febrero, cuando se suelen exhibir películas de las que optan a premios, estemos hablando de una película de estas características resulta raro, ¿no?

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Emilia Pérez (2024)

Cine


Emilia Pérez (2024; 62/20241215)

Película francesa hablada mayoritariamente en español de Méjico y en inglés, y que por lo tanto ha llegado en una única versión, que es la original, al ser el principal idioma de la película el castellano al estilo del otro lado del charco. Dirigida por el siempre interesante Jacques Audiard, tuvo mucho éxito en los festivales de primavera, especialmente en Cannes, y llega a la recta final de la temporada de premios con diversas opciones para los Golden Globes y los Oscar. Absurdamente calificada en más de un sitio como comedia musical, es un drama/melodrama con tonos trágicos. Eso sí, musical. Pero es obvio que en estos momentos el mundo del comentario cinematográfico, en todos los medios, está lleno de voceras sin criterio.

No tengo fotografias de Méjico. Pero la mujer y los hijos del personaje protagonista se refugian durante unos años en la ciudad suiza de Lausana. Así que pasearemos por las calles de esta privilegiada ciudad a orillas del lago Lemán.

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Audiard, basándose en un personaje de una novela de Boris Razon, nos cuenta la historia de un peligroso capo (Karla Sofía Gascón) de un cártel de la droga mejicana que, harto de su vida, decide retirarse. Y para ello contrata a una abogada harta de su trabajo (Zoe Saldaña), para que le ayude a cambiar de sexo y desparecer, ya que el siempre se ha sentido una mujer, aunque nunca ha podido manifestarlo en el medio en el que ha vivido. Ahora, cuando el dinero no es un problema… va a dar el paso. Aunque suponga tener que separarse de su mujer (Selena Gomez) y su hijos. Pero la añoranza de sus hijos le hará volver a la escena, lo que desencadenará un cambio aun más dramático en su vida, de nuevo en Méjico. Que incluirá tomar conciencia social de las consecuencias de su vida anterior. Y enamorarse. De una mujer (Adriana Paz).

Tengámoslo claro. La cuestión del cambio de sexo es vehicular para contar cuestiones de mucho calado en esta cinta de Audiard. Por supuesto que no quiero infravalorar los sentimientos y los procesos de identidad personal. En absoluto. Pero más allá de este avatar, la película es una fuerte reflexión, crítica y condena al estado de violencia en el que se encuentra sumida la nacionalidad mejicana. Violencia contra la mujer, violencia por la droga, violencia por la corrupción política y social. Es también una historia de redención, del criminal que toma conciencia del mundo podrido en el que ha estado viviendo, y que trata de compensar. Y todo ello con una puesta en escena en la que predominan las escenas interiores y las escenas nocturnas, reflejando la reflexión interna, sombría de sus personajes. Y que también se refleja en una banda sonora, se trata de un musical, con unos temas que se alejan mucho de los estándares a los que estamos acostumbrados en el género. Cualquier parecido, por ejemplo, con el otro musical con el que comparte cartelera es mera coincidencia.

Pero es también importante el apoyo fundamental que recibe de parte de su elenco. Gascón se ha llevado alabanzas y reconocimiento por doquier. Y con justicia. Su recorrido hasta ahora había sido en culebrones televisivos, que no son exigentes interpretativamente, así que esto supone un cambio importante de compromiso y exigencia, que ha superado con nota. Pero a pesar de ello, quien me ha sorprendido notablemente ha sido la potencia y la presencia racial y auténtica que muestra Zoe Saldaña. Acostumbrados a sus trabajos, correctos, pero indiferentes, en distintas franquicias del ámbito de la pseudo ciencia ficción, pocas veces me había llamado la atención. Creo que es lo mejor de la función, con claridad. Breve, pero meritorio trabajo de Adriana Paz y, lamentablemente, tenemos que ir al enoooooorme error de reparto que es la presencia de Selena Gomez. Gomez es una actriz a la que aprecio. Le he visto buenas maneras en distintos trabajos, y forma parte del alma de una de las series de televisión actuales que más aprecio. Pero no estaba preparada para esta película. Da igual que su origen sea mejicano por sus abuelos o algo así. Es obvio que el español mejicano no es su lengua, que no la domina y que no puede interpretar con fluidez en ese idioma. Por lo que sus intervenciones resultan impostadas y chirrían en el contexto del conjunto de la película. Una verdadera lástima.

En su conjunto, una de las películas más interesantes y más recomendables del año. No es perfecta, pero es necesaria. No sólo nos cuenta una historia que nos engancha y de la que quisiéramos conocer más. También establece una reflexión ética y política sobre un país que hace doscientos años lo tenía todo para alzarse en una potencia regional y, quizá mundial, y que sin embargo se ha convertido en un semigigante con pies de barro, sumido en profundos problemas sociales y políticos, de los que no sólo no da señales de recuperarse sino que cada vez parece mostrar signos de más hundimiento. En cualquier caso, id a verla. De verdad.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****