[Cine] La chimera (2023)

Cine

La chimera (2023; 21/202400421)

No siempre es fácil de digerir el cine de la italiana Alice Rohrwacher. Antes de esta, he visto dos de sus largometrajes y una mediometraje tremendamente simpático. Y siempre ha dejado claro que es una autora que va a lo suyo. Que va a permanecer fiel a su estilo, que va a contar las historias que a ella le apetece contar, que lo va a hacer del modo que ella prefiere, que se mueve ajena a modas, y que no va a permitir que su mensaje, ni en su forma ni en su contenido quede alterado de lo que ella decide. No es fácil de digerir su cine, pero teniendo en cuanta que tiene oficio para dar y vender, por todo lo anterior es cita obligada en las salas de cine cuando estrena nueva película.

Orvieto, ciudad de la Umbria, está en plena Etruria, la región histórica donde habitaron los etruscos. Y, por su morfología, sirve para ilustrar perfectamente las localizaciones de la película de hoy, que están un poquito más al sur, en la región del Lacio.

Suele haber elementos similares en sus historias. La persona de corazón puro que es manipulada por los demás para sacar beneficio de ella. A Arthur (Josh O’Connor), el protagonista de esta película, el dinero sólo le interesa para sobrevivir. Él, básicamente, ama el arte de los etruscos. Y a los etruscos mismos. Y a Beniamina (Yile Yara Vianello), de la que se enamoró y perdió. Pero buscas y colabora con aquellos que rapiñan con el arte para estar en contacto con la belleza y para esperar a su Beniamina. Sólo algunas personas, muy contadas, le mantiene en contacto con la realidad. Como Italia (Carol Duarte), que es portuguesa… o brasileña, no sé muy bien (sé muy bien que la actriz es brasileña; no sé dónde situar al personaje que interpreta),… con sus dos hijos, de distintos padres. Que quiere ser cantante, pero no deja de tener los pies en el suelo. A su modo.

Rohrwacher nos cuenta fábulas. Y las fábulas tiene moraleja. A cada cual descubrirla y asumirla. O no. Para ello, su cine bebe de los clásicos. De los clásicos italianos. De Fellini. Porque hay momentos en esta película que recuerdan mucho a los «recuerdos» del director de Rimini. Pero sin imitar. Adoptando recursos, homenajeando, pero yendo a lo suyo, haciendo lo que le es propio. Es una impresionante directora, Rohrwacher. Sólo le falta que le acompañe el elenco de actores y actrices, que nos son grandes estrellas, si exceptuamos la presencia de Isabella Rossellini, pero que cumplen con nota alta, cada uno en lo que le toca poner de su parte.

Me resulta difícil recomendar esta película, o las películas de Rohrwacher en general. Debería. Porque es muy buena. Pero los gustos del personal están muy alterado por la «comida basura» cinematográfica que nos sirven los grandes estudios norteamericanos. Y uno no puede estar pasivo en estas películas. Como no se puede estar pasivo en las películas de Fellini. Pero eso es lo realmente bueno de esta película. Si entras en el juego… es de lo mejor que podrás ver en el cine en estos tiempos. Quizá no lo mejor en términos absolutos, pero de lo mejor.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Reptile (2023)

Cine

Reptile (2023; 64/20231115)

Tras unas semanas en las que enlazamos varios fines de semana muy productivos en lo que a las visitas a las salas de cine se refiere, especialmente por la programación de sesiones en versión original en sesiones matinales, muy convenientes para nosotros, ahora, por diversos motivos, no hemos podido acercarnos a ellas durante un par de semanas. Por ello, he rescatado algunas películas de los estrenos directos en plataformas en línea, como la que comenté la semana pasada y esta que comento hoy. Habrá alguna más. Espero que este fin de semana tengamos alguna posibilidad de volver a la pantalla grande. El caso es que este estreno directo en Netflix, dirigido por Grant Singer, al menos en España, me interesó por su reparto, así que le dediqué el rato después de la cena hace una semana, más o menos.

Sausalito no está precisamente en Nueva Inglaterra, donde transcurre la acción de la película,… pero no se me ocurría nada mejor para incorporar a esta reseña.

Singer ha trabajado sobretodo en la dirección de vídeos musicales, aunque tiene en su haber algún documental, también sobre el mundo de la música. Así que creo que esta es su primera incursión en el largometraje de ficción. Una película policial, cine negro, que tiene como protagonista a un veterano policía de algún lugar de Nueva Inglaterra (Benicio Del Toro). Un policía íntegro aunque con pasado tormentoso, muy enamorado y apoyado por su esposa (Alicia Silverstone), y que se ve inmerso en la muerte de una mujer joven, en la que el principal sospechoso inicial es el novio (Justin Timberlake), o el hombre con el que todavía está casada, en un hipotético crimen pasional. Pero luego se irá desenmarañando una trama de corrupción a diversos niveles, incluido el policial, que pondrá patas arriba todo su mundo.

Película que si se salva es por poco, y por el trabajo actoral. Singer hace una labor correcta pero sin más, para una película de cine negro, que pretende mantener un equilibrio entre lo clásico y los temas modernos, pero que acaba siendo poco atractiva, sin encontrar del todo el ritmo adecuado, y sin aportar elementos que realmente atrapen al espectador en el misterio de la muerte de la mujer y en el desarrollo de la trama de corrupción. A salto de sorpresa «imprevista», pero relativamente previsible en más de una ocasión, es una de esas películas que cuando te planteas si merece la pena o no, puede que sí, ya llevas demasiado tiempo invertido en ella para no terminarla. ¿Es recomendable? Pues si estas suscrito a Netflix y realmente no tienes nada mejor que hacer… pero incluso en la misma plataforma seguro que hay alternativas mejores. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **/***

[Libro] El expreso de Tokio – Seichō Matsumoto

Literatura

Comencé a leer esta novela de crimen y policías cuando terminaba mis minivacaciones de Pascua. Pero por culpa de mi bloqueo lector de los últimos tiempos, no la terminé hasta que, de nuevo de vacaciones y relajado, en un par de trayectos de tren la terminé. No es la primera novela que leo de Seichō Matsumoto. Y al igual que la anterior, esta también me ha gustado. Y comparte algunas características que, deduzco, se deben encontrar presentes en toda la literatura de Matsumoto, popular escritor de género policial y novela negra japonés del siglo XX.

Algún tren nocturno queda por Japón… pero pocos. Sustituidos por los «shinkansen»… pero yo aquí traeré tres más modestos, regionales y locales, y algún diurno que realiza conexiones algo más prolongadas.

El original japonés se titula Ten to sen (点と線), puntos y líneas, haciendo referencia a los mapas de trayectos de las guías ferroviarias del país nipón. Un país en el que el ferrocarril es fundamental para la vertebración de la sociedad y el territorio desde que entro en la industrialización y modernización en el siglo XIX. Y es que el análisis de los horarios de los ferrocarriles y los ferris que recorren el país será clave para que los inspectores de policía que investigan el presunto suicidio conjunto de un funcionario estatal y una joven camarera, residentes en Tokio, supuestamente amantes, resuelvan lo que finalmente es un asesinato premeditado, en la costa cerca de Hakata, un distrito de la ciudad de Fukuoka en la isla de Kyūshū. Detrás del asesinato una trama de corrupción gubernamental en la que el funcionario podría ser un testigo clave.

La historia se plantea como una whodunit, de estructura… podríamos decir «clásica»… Agatha Christie podría haber escrito algo parecido, pero no igual. Todo indica a un suicidio pasional… salvo porque a un veterano, y un poco de vuelta de todo, policía de provincias no le cuadran algunos detalles. Lo mismo le pasa a un joven y dinámico inspector de Tokio. Y paso a paso, van desentrañando el misterio de cómo aquellos más interesados en el asesinato, pero con coartadas aparentemente sólidas, pudieron estar en el lugar de los hechos y no donde dijeron estar. Hay que decir que toda la trama de viajes en tren, avión y ferri por la geografía japonesa está basada en la realidad de lo que serían los años cincuenta. El «expreso de Tokio» del título en castellano sería el Asakaze [朝風, viento o brisa de la mañana] un tren nocturno rápido que unió durante un tiempo Tokio con Hakata, aunque posteriormente se limitó el viaje hasta Shimonoseki, al sur de la isla de Honshu. Con la entrada en servicio de los shinkansen o líneas de alta velocidad, desapareció, por la mayor comodidad y rapidez de estos nuevos trenes. El inspector tokiota ha de ir desentrañando las posibilidades, remotas, de los horarios de los transportes públicos (los puntos y líneas del título original) para destripar el misterio.

Pero más allá del entretenimiento asociado a la trama policial, escrita con ritmo e interés, al igual que sucedía con la novela anterior que leí de Matsumoto, existe un punto, bastante amargo en su resolución final, de crítica social para el Japón de posguerra, ya en pleno desarrollismo en la segunda mitad de la década de los cincuenta del siglo XX, con corrupción y abundante cinismo en las esferas políticas y administrativas, que a veces, demasiadas veces, resuenan también en nuestras realidades actuales, hoy en día y en estas latitudes del globo terrestre. Y donde descubrir la verdad de los crímenes o de las conductas impropias no siempre viene acompañado del ejercicio de la justicia en el recuerdo de las víctimas y en el castigo de los beneficiarios de los crímenes. Una crítica social que Agatha Christie no se permitiría. Y por eso no me interesa, mientras que he disfrutado de esta novela de Matsumoto, perfectamente recomendable.

[Cine] I care a lot (2020)

Cine

I care a lot (2020; 25/20210414)

Sinceramente, lo que nos llevó al cine a ver esta película de J Blakeson fue su protagonista, Rosamund Pike. Personalmente, siempre he sentido debilidad por esta actriz, que me parece muy elegante y muy competente. Y todo ello a pesar de que mi primer recuerdo de ella es de una película de James Bond, bastante infumable. Pero incluso allí destacaba del resto. Más siendo «la mala». Eso sí… da la impresión de que no ha encontrado en su carrera la oportunidad de destacar con claridad. Si exceptuamos quizá el papel que le dio su primera candidatura al Oscar, ha trabajado mucho. Pero quizá en demasiados papeles de «florero»; es el «problema» de las guapas. O de algunas guapas. Pero siempre he esperado que llegara el papel que reconociera la valía de esta actriz británica.

Una sociedad de apariencias y convenciones para ocultar las miserias del sistema. Eso sí… con muchas flores y bombones. Para disimular la realidad.

¿Quizá en esta película? Pues en esta película demuestra que es una actriz de valía. De hecho es uno de los factores que salvan una película que tenía muchos elementos a su favor para ser algo muy interesante o importante… y sin embargo se queda por el camino. Con un tono de comedia negra, que se avergüenza un poco de dicha condición, entramos en una película que critica los resquicios de una sociedad capitalista que privatiza hasta lo que nunca debiera ser privatizado, como es la tutoría y custodia de las personas vulnerables en la sociedad. Marla Grayson (Rosamund Pike) es una mujer que se dedica a la custodia de ancianos sin apoyo familiar y con incapacidad para cuidarse de sí mismos. Salvo que aprovecha una red corrupta con otros profesionales o inoperante con otros para desvalijar a personas mayores acomodadas y con abundante patrimonio para su propio beneficio. Hasta que elige como víctima a la madre (Dianne Wiest) de un peligroso mafioso ruso (Peter Dinklage). A partir de ahí las cosas no son tan «fáciles».

La película, como ya he dicho, se salva por las interpretaciones. Especialmente del trío Pike/Dinklage/Wiest, sin desmerecer a otros personajes secundarios que también funcionan. La realización es correcta, y quizá peca de que se contiene demasiado en sacar punta a la mala baba que puede acompañar el desarrollo del guion. La película se debilita notablemente, e impide que llegue a ser una producción memorable, con un clímax muy temprano en el transcurso de la historia, que hace que desbarre un tanto en el tramo final. Con elementos poco creíbles, como el hecho de que un mafioso potente lleve una mínima escolta en sus desplazamientos, o con un final de «espera y verás lo que te hace el karma», en el que parece que para el cine americano no puede haber antihéroe o antiheroína que no se salgan con la suya en un final cínico pero de más impacto que la forzada resolución de esta película.

Así pues, muy buen trabajo de interpretación para una película que se deja ver y que se salva por los pelos del suspenso. En cualquier caso, había materia para una película mucho más memorable.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] La detective miope – Rosa Ribas

Literatura

Llevo mucho retraso comentando libros. No mucho, mucho,… es que este año voy a saltos. Tan pronto me estanco en la lectura, en algún momento de forma preocupante, como me da por relajarme, vaciar mi cabeza (hasta cierto punto) de preocupaciones y enlazar una racha de libros leídos en sucesión. Y especialmente esto me ha pasado con la coincidencia de mis periodos vacacionales. En concreto de mis viajes. El libro de hoy lo leí a mediados de octubre, lo comencé en la idus de ese mes, y antes de terminar el décimo del año había leído cuatro libros más. En los once días que llevo de noviembre apenas he conseguido sobrepasar la tercera parte del libro que estoy leyendo… que ciertamente es más largo que los anteriores, pero aun así.

Algunas instantáneas barcelonesas para ilustrar una aventura barcelonesa.

Quien me siga en este Cuaderno de ruta, habrá comprobado que no soy buen lector del género policiaco/negro/detectivesco,… que muchas veces se confunden aunque para mí no son lo mismo y que depende mucho del tono a la hora de adjudicarles una etiqueta u otra. Pero cualquiera que sea… creo que son géneros muy prolíficos, en el sentido de que hay mucha oferta, porque son favoritos de muchos lectores, pero eso hace que haya mucha morralla, que me suele dejar insatisfecho y acabe cabreándome cuando pico en una tontería. En cualquier caso, cuando vi la sinopsis del libro, me pico la curiosidad. Investigué un poco sobre la escritora para intentar «no picar en una tontería» y me decidí.

El planteamiento del libro me gusta. Una detective privada, cuyo marido es asesinado, lo que la hace caer en una profunda depresión, de la que sale a duras penas, y con un curioso efecto secundario, que nunca me he encontrado en mis años de estudios y profesión médica, una miopía progresiva galopante, que la hace ir a casi a ciegas por el mundo. No le daré importancia a la escasa plausibilidad de esta situación, ya que la miopía magna o progresiva tiene su causa en elementos estructurales del ojo más que en la psicosomática de la persona. Lo asumiré como un recurso literario, como una metáfora del estado mental de la protagonista tras la tragedia y sus decisiones posteriores. Decisiones que la llevan a entrar a trabajar en una agencia de detectives con un único objetivo. Bajo la teoría de los «seis grados de separación«, la resolución de los distintos casos que lleguen a su mesa le llevará a resolver el caso del asesinato de su marido.

La narración se mueve por los terrenos de la intriga, pero también por los de cierto humor. Un humor sin estridencias, tranquilo, que señala las deficiencias de nuestra sociedad, representada por la Barcelona más castiza, con las ranciedumbres propias de la sociedad española, de la que la ciudad condal forma parte, guste o no guste a independentistas u otros fabuladores de la idea de los «hechos diferenciales». Pero al mismo tiempo con un tono triste, puesto que no dejamos de acompañar a una persona triste, que ha perdido la alegría de vivir, y que si sigue adelante es a base de una profunda alienación de sí misma. Volvemos a la miopía como metáfora, así como a otros detalles de la rutina vital de la protagonista.

El resultado es… razonable, aunque al mismo tiempo insuficiente. No he «picado en una tontería». La historia y el planteamiento no me parecen nada tontos, y encuentro ideas interesantes a lo largo de todo el libro. Quizá se deja llevar demasiado en la creación de personajes por los tópicos sobre esa «Barcelona castiza» que he mencionado, y no consigue sacar adelante todo el potencialidad que tiene el personaje protagonista y su entorno. Llegando a un desenlace que deja un poco frío. Aunque eso no tiene porque ser lo importante. Cada vez estoy más convencido de que juzgar la ficción por los desenlaces es un vicio en nuestra sociedad que parece negar constantemente el dicho, que a todo el mundo paradójicamente parece gustar, que afirma que lo «importante es el viaje (o el camino)». Se deja leer… pero tampoco creo que deje un recuerdo imborrable en mi memoria. De hecho ya me ha costado ponerme en situación de comentarlo sólo tres semanas después de leerlo.

[Cine en TV] Bad Education (2020)

Cine

Bad Education (2020; 29/202000606)
En esta ocasión nos vamos a una película estrenada recientemente en HBO. No creo que esta película hubiera llegado a la gran pantalla. Esta cadena televisiva lleva años haciendo excelentes largometrajes para su estreno dentro de la cadena, hoy en día en la plataforma de vídeo bajo demanda de la misma. Excelentes. Por lo tanto, independientemente de lo que digan los interesados «listos» de Hollywood y otras academias de cine, merecen la pena ser comentados estos estrenos en igualdad de condiciones con los que se estrenan en la gran pantalla o estaban pensados para ello, aunque luego las circunstancias los lleven a otros lugares.

Recupero algunas fotos de aquellos tiempos «lejanos» en los que la población estaba confinada por culpa de un virus, especialmente los escolares.

Supongo que esta película dirigida por Cory Finley debería haberse titulado Mala educación en castellano, pero como ya Almodóvar puso un título similar a una de sus películas, han optado por el anodino y poco sugestivo título de La estafa. Es cierto que se nos cuenta una… ¿estafa? Más bien es un caso de corrupción en organismos públicos. Una que fue real. El superintendente de un distrito escolar (Hugh Jackman) en una zona tremendamente pija de Long Island, que aspiraba a convertir sus escuelas e institutos en los más valorados del país, es descubierto por una estudiante con actividad extraescolar en el periódico escolar (Geraldine Viswanathan) como un malversador de fondos públicos de marca mayor, junto con su asistente principal (Allison Janney) y su familia.

Por lo que he podido deducir de lo que he leído sobre lo que sucedió realmente en Roslyn a principios de los 2000, la película se toma sus licencias sobre la forma en que sucedieron los hechos, con el fin de conseguir un relato dinámico y comprensible de lo que en esencia pasó. Pero sí que es fiel a la esencia del caso de corrupción en este acomodado distrito escolar norteamericano. Lo grandes aciertos de la película, de todos modos, son dos; el tono de comedia negra que recibe el conjunto de la historia, que la hace muy amena, y el absoluto estado de gracia en el que trabajan los dos personajes principales de la historia, Jackman y Janney. Ambos, pero especialmente el primero, en el que es probablemente el mejor trabajo que le he visto nunca.

Gran acierto de un director casi debutante, con un guion funcionalmente impecable, con un tono bien escogido, y con un reparto que justifica por sí solo el visionado de la película. Totalmente recomendable.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine en TV] El silencio del pantano (2019)

Sin categorizar

El silencio del pantano (2019; 25/20200517)

Sinceramente, ahora que estamos a punto de entrar en la fase 2 del retorno a cierta normalidad tras la primera onda epidémica del covid-19, y con la emoción de ver si funciona o si desencadenamos la segunda, uno de mis mayores deseos es el de volver a las salas de cine. A ser posible, con algún estreno respetable. Porque el balance de los estrenos en plataformas en internet está siendo bastante pobre. Y hoy vamos con una producción estrenada en Netflix, dirigida por Marc Vigil uno de los implicados en El ministerio del tiempo, que recientemente a vuelto a RTVE/HBO en su cuarta temporada. Cuenta en su reparto con uno de los viajeros temporales del «ministerio», Nacho Fresneda, y con uno de los «héroes» que atracan casas de la moneda y tesoros nacionales, Pedro Alonso, en concreto el que interpreta a un violador. Y a pesar de todo, uno de los «héroes» de la serie, parece ser. Todavía me hago cruces por la ambigüedad ética de la serie, cuya cuarta temporada me he negado a ver. Que conste que mi reproche va contra la serie y sus responsables, no contra el actor, cuya persona y trabajo respeto, reservándome mi derecho a opinar si en una determinada producción lo hace mejor o peor.

La acción transcurre en Valencia, paradigma de las Españas corruptas, donde un asesino justiciero (Alonso), se dispone a hacer «justicia» con un profesor universitario y político involucrado en una trama de corrupción y tráfico de estupefacientes que implica a otros políticos destacados de la sociedad. Al justiciero lo persigue un matón burdo y brutal (Fresneda), para evitar que se desmonte el entramado criminal. Pero todo esto, desde el punto de vista de que es un escritor de fama (interpretado también por Pedro Alonso), quien está escribiendo la trama. Supongo que jugando con la ambigüedad entre la realidad y la ficción.

Y digo «supongo», porque es la única forma que esta trama tenga algún sentido. Por un lado, es muy básica; los malos, el justiciero, las persecuciones, y unas cuantas violencias, más o menos brutales, para repartir un poco de salsa de kétchup entre los espectadores. Sinceramente, el ritmo de la película es deslavazado, las interpretaciones son estereotipadas y poco matizadas, probablemente porque los actores no tienen mucho material sobre el que trabajar. Y la sensación que da es que todos estos éxitos televisivos españoles recientes son mucho más vacuos en sus cualidad artísticas de lo que sus éxitos apuntan, y que su presunta calidad no se traslada a esta mediocre película.

Sinceramente, si lo hubiera imaginado, no hubiera perdido el tiempo. Pero bueno, a lo hecho pecho..

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine en TV] The Irishman (2019)

Cine

The Irishman (2019; 64/20191207)

Ya lo he comentado alguna vez. Martin Scorsese es un tipo que me cae muy bien, que sabe muchísimo de cine, que conoce su oficio como el que más o como el que mejor, que alguna cosa que le he leído me ha encantado… pero que muchas de sus películas, incluidas algunas de las más afamadas, no me enganchan… incluso me aburren. Por supuesto que entre su amplia cinamatografía hay películas que me encantan… pero…

No es Nueva York especialmente protagonista en esta ocasión, hay otras ciudades norteamericanas con importancia en la película de hoy. Pero no las he visitado, y no tengo fotos.

Netflix ha sido la encargada de impulsar su última película sobre la mafia. Algunos hablan de la «trilogía» de Scorsese sobre la mafia, desarrollada a lo largo de su carrera, pues esta de hoy fue precedida por Goodfellas (Uno de los nuestros) y Casino. Otros de «tetralogía», incluyendo de The Departed (Infiltrados) [esta es de las que sí me gustaron mucho]. Habría que ver en qué genero entra Gangs of New York, por si hubiese que hablar de «pentalogía»… Pero bueno… lo podemos dejar en trilogía si hablamos del tándem formado por Scorsese como director y Robert De Niro como protagonista. En este caso interpretando a Frank Sheeran, un matón de origen irlandés al servicio de la mafia italiana, que, según algunos que citarían al propio Sheeran, fue quien asesinó e hizo desaparecer al poderoso y turbio sindicalista Jimmy Hoffa (Al Pacino).

La película está narrada desde el punto de vista de un Sheeran octogenario, viviendo en una residencia de ancianos, ignorado por una parte de su familia, y comprende el largo periodo que va desde que entra al servicio de Russell Buffalino (Joe Pesci) cuando sólo era un camionero afiliado al sindicato de Hoffa hasta sus últimos días en la residencia de ancianos. Y uno de los aspectos más polémicos de la película, que ha tenido un muy limitado estreno en la gran pantalla, por lo que ha habido que verla a través de Netflix, es el tratamiento digital de los actores que ha permitido que interpreten el mismo personaje con distintas edades y a través del tiempo.

Lo resumiré con pocas palabras, durante la primera hora del laaaaaaaaaaaargometraje, quedas maravillado de la capacidad como director de Scorsese y de las grandes bondades interpretativas del reparto de la película. A partir de ahí… constaté que me importaba un rábano la historia que me estaba contando. Y volvemos a mis problemas con las películas de Scorsese… me aburrí. Y son 3:29 horas de aburrimiento, 2:29 si descuentas esa primera hora en la que el interés se mantiene por las habilidades mencionadas. Obviamente es una buena película; pero que no es para mí. No sé si el verla en pantalla grande hubiese cambiado mucho o poco mi apreciación por la misma. Pero es lo que hay, es como nos la han vendido.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] El corazón helado

Literatura

Con este libro de Almudena Grandes me pasó una cuestión curiosa. Hace mucho que lo adquirí, en una de las ofertas que periódicamente aparecen en Amazon, en septiembre del año pasado. Si el precio habitual en edición electrónica sobrepasa los nueve euros, a mí me costó algo menos de dos. Pero luego, dada su gran extensión, más de 900 páginas en la edición de árboles muertos, me dio pereza y empecé a demorarlo.

Paradójicamente, a final de la primavera pasada, me dejaron otra novela de la misma escritora, y la leí antes que la que tenía en espera desde meses antes. El caso es que eso me incentivó para afrontar la lectura de esta novela. Como ya comenté en su momento, Grandes es una escritora que me cae bien, pero cuyas novelas no siempre me enganchan o me acaban de convencer. Escribe bien, pero sus historias… no sé como decirlo, pero tienen mejor planteamiento que desenlace, en mi humilde opinión.

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La abuela de la protagonista fue de un pueblo de la provincia de Teruel, en la sierra de Albarracín, cuyo nombre no se desvela porque se niega a mencionarlo; tal fue la barbarie de la guerra en esos lugares.

El evidente homenaje a los versos de Antonio Machado que se nos presenta en el título ya hace evidente que Grandes nos va a llevar de nuevo, de uno modo u otro a la nefanda guerra civil que asoló nuestro país, y de la que aun hoy todavía sufrimos sus consecuencias. Por un momento creí que al igual que la novela que leí en junio, también pertenecería a la serie de Episodios de una guerra interminable. Pero no. Esa serie comienza con una novela en 2010, y esta es la inmediatamente anterior de 2007… pero podría entrar, la verdad.

Quizá la gran diferencia es que, aunque con constantes saltos atrás en el argumento que nos llevan a la historia en el pasado de dos familias españolas, Grandes parte de una historia presente, cuando dos descendientes de esas familias, en sus treintaitantos o cuarenta años, ella, de familia republicana, él, de familia que medró con el franquismo, se conocen e inician una relación que les va a llevar a descubrir mucho sobre de donde vienen.

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Si hemos de ser sinceros, la dos Españas que es enfrentan en esta novela no es la progresista frente a la carpetovetónica, las izquierdas contra las derechas, la democrática frente a la tiránica, o como lo quiera ver cada uno. Porque Machado dio por sobreentendidas en su poema cuales eran las dos Españas, pero luego algunos hemos tenido la sensación de que el número de dimensiones en este país capaces de matar los sentimientos de un españolito cualquiera es bastante más que dos. En esta ocasión las dos Españas que se confrontan son la de los honrados que van con la cara por delante frente al aprovechado, al chaquetero, al arribista que se arrima al poder y al sol que más calienta. Que carece de ideología, porque lo único que le mueve es el interés personal. La España de los empresarios de la construcción y similares que son amigos de quien toque. Aunque durante décadas tocasen los militares, los obispos y otros poderes fácticos y fascistas. Pero bueno, ahora no le hacen ascos a otras ideologías más «progresistas» si les viene bien.

Nuevamente me ha pasado el mismo fenómeno que con otras obras de la autora. El planteamiento inicial despierta mi interés, vivamente. E incluso el desarrollo de los saltos atrás al pasado lo mantiene durante la mayor parte de la larguíiiiiiiiisima novela. Porque ahí si que le veo un problema a esta obra. Que es larga, pero sin necesidad. En algún momento tengo la sensación de que estoy volviendo a leer algo ya leído, que se me plantea una reflexión que ya se ha dado, que algunas ideas o conceptos se mueven en círculos constantemente sin un avance claro.

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Esto lastra especialmente la historia actual. La de la relación entre Raquel Fernández y Álvaro Carrión. Una relación que, una vez que empieza, acompañada de demasiados lugares comunes desde mi punto de vista, avanza en círculos y de una forma un tanto inverosímil. De hecho, llega un momento que pierdes la empatía con este par, y empieza a darte igual lo que les pase. Mientras, se olvida de desarrollar en fondo y forma, aunque se le dedique algún capítulo, al verdadero personaje del corazón helado que da título a la obra, y que, eso sí, permite a la novela obtener un cierre más digno que lo que el romance entre los dos presuntos protagonistas hace presagiar.

Tiene cosas buenas la novela; hay episodios de la historia de los Fernández muy interesantes. Y en la vida del Carrión fallecido, también hay momentos que tienen su miga. El capítulo dedicado a sus aventuras en Rusia es notable. En general, puede resultar del agrado de algunos lectores. Pero para mí, hay algo que falla en el desarrollo y que hace que no acaba de dejar un sabor de boca del todo agradable. En fin. A lo peor es que el raro soy yo.

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[Cine] Au revoir là-haut (2017)

Cine

Au revoir là-haut (2017; 33/20180705)

Nueva adaptación de una obra literaria de ficción. En este caso, una que ya leí en su momento, y me gustó mucho mucho, del francés Pierre Lemaitre. Lemaitre se suele dedicar al «polar», la novela policiaca y la novela negra. Pero en esta ocasión se lanzó sobre la crítica social, con tonos de humor negro, a propósito de las consecuencias del final de la guerra del 14-18.

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Hoy, París, cómo no.

Buena parte de mis impresiones sobre la obra literaria son válidas en la actualidad. Dirigida por Albert Dupontel, y magníficamente interpretada por Albert Dupontel (Maillard), Laurent Lafitte (d’Aulnay-Pradelle) y Nahuel Pérez Biscayart (Pericourt, especialmente meritorio puesto que no muestra la cara, salvo los ojos, y prácticamente no habla), la historia arremete desde el punto de vista de gente que no dejan de ser pícaros, contra los conceptos de patria, contra la corrupción de las instituciones, y contra la hipocresía de una sociedad que ha enviado al matadero a hombres franceses por millones. Y que, no lo neguemos, aunque se ha echado la culpa a Alemania de la guerra, Francia tenía un espíritu de revancha por la guerra de 1870-1 que le llevó a hacer poquito por parar esta barbarie.

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En los aspectos cinematográficos, me limitaré a decir que si bien la película no está al nivel de la obra literaria, especialmente en determinados momentos al principio y al final de la misma, es una película muy entretenida, muy bien hecha que se ve muy bien.

Pero lo importante está en lo que cuenta. Escrita la obra literaria y rodada la obra cinematográfica, en una época de crisis de la economía y de las instituciones en todo el mundo, con notables regresiones a posiciones populistas y a invocar los elementos más básicos y patateros de las políticas nacionales, estas denuncias de las corruptelas que se instauran al amparo de «los más altos ideales patrios» me parecen especialmente actuales y convenientes.

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Así que lo diré una vez más. Leed la novela. Y si os viene bien, ved también la película. Y pensad un rato sobre lo que veis o leéis, más allá de lo anecdótico.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Cine] El hombre de las mil caras (2016)

Cine

El hombre de las mil caras (2016; 492016-2309)

Sinceramente, cuando me dijeron que la nueva película de Alberto Rodríguez iba sobre las relaciones en Francisco Paesa y Luis Roldán,… las ganas de ir a ver la película tendían peligrosamente a cero.

No pocas veces me he sentido extraño en mi propio país. Tengo muchas veces la sensación de que no pocos de mis compatriotas, demasiados si nos atenemos a los resultados electorales, por mucho que digan estar hartos de la corrupción política, sienten una oculta admiración por el pícaro y por los aprovechados. Que ha muchos de ellos les gustaría estar en lugar de ese al que tanto denostan en las redes sociales. Personalmente, siento una fuerte aversión por las personas que engañan a sus conciudadanos y se enriquecen a su costa bajo el pretesto de que «hacen mucho por el pueblo/comunidad/país/…» (táchese lo que no proceda). He estado en muchas conversaciones de café o de cañas en las que en momentos relajados, ya se sabe, cuando no piensas lo que dices corres el riesgo de decir lo que piensas, personas con cierto nivel cultural son capaces de disculpar, comprender, e incluso jalear la corrupción de personas con cargos públicos. Luis Roldan, para mí, es sencillamente un ladrón y un estafador. Punto. Y Paesa, un tipo oscuro que se relacionó con los servicios de policía y de información del estado en momentos complejos, evidentemente para provecho propio. Ninguna admiración. Cero comprensión. A galeras con ellos.

2012. Viaje a Ginebra, Suiza. Selección de imágenes en blanco y negro. Ginebra. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.

Según la película, en Laos lo que se dice Laos, Roldán no estuvo… pero entre él y sus posibles secuaces parece que se recorrieron Ginebra, en las tres primeras fotos, y los alrededores del cerro de Montmartre en París, las dos últimas.

Desde el punto de vista cinematográfico, todavía nos pesa aquellas sensación que sentimos al ver la anterior película de su director. Una de las mejores películas del género negro en la historia del cine español… si no fuera porque la vimos poco después de la primera temporada de True Detective, con la sorpresa de la enorme similitud argumental. Que arrojó la sombra del plagio sobre la pelicula. Mil veces negada por sus responsables. Y razonablemente argumentada esa negación. Pero la duda corroe… es insidiosa.

No obstante, me convencieron para ver el filme, que cuando menos presentaba algunos nombres interesantes en su reparto.

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Desconozco con precisión qué partes de la película son totalmente verídicas desde un punto de vista histórico, que partes son una especulación razonada, y que partes son mera ficción. El propio dirección ha hablado de ella como de una historia de ficción en algún medio. Lo cual está bien, para ajustar expectativas y evitar equívocos. En líneas generales, podríamos definir la película como una especulación sobre lo que pasó desde que Luis Roldán (Carlos Santos) y su esposa en el filme, Nieves Fernández Puerto (Marta Etura; el nombre de la esposa real de Roldan es Blanca Rodríguez-Porto), deciden huir de España llevándose un cifra multimillonaria que han sustraído de las arcas del estado hasta que el antiguo director general de la guardia civil es detenido en Bangkok por la policía española, presuntamente procedente de Laos. Todo ello narrado desde el punto de vista de un tal Jesús Camoes (José Coronado), piloto de aviación amigo del personaje principal, Francisco Paesa (Eduard Fernández), aunque no me consta que sea un personaje real.

Mi recomendación sincera… si vais a verla olvidaos por completo de que está o puede estar basada en hechos reales. Plantearosla como una mera película de estafadores, de esas en las que nunca sabes muy bien quien juega con quien, quien estafa a quien,… y es más que posible que lo paséis bien. Porque la película está bien hecha y tiene ritmo. Y sobretodo, tiene una excelente interpretación de Eduard Fernández, actor a quien a estas alturas no hace falta a descubrir.

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Si os la queréis tomar en serie, desde mi punto de vista comienzan los problemas. La película tiene una introducción sobre los antecedentes de Paesa que pueden contribuir a que para algunos sea comprensible que al final resulte un estafador que deja en evidencia y en ridículo al gobierno. La película se ensaña especialmente con el ministro Belloch… lo cual puede ser que con razón o sin ella… siempre es divertido darle caña al político. Pero se nos olvida que los miles de millones no se los roban al ministro o al gobierno, sino a los españoles. Y por lo tanto, caer en la tentación de acabar viendo a un desaprensivo como un pícaro espabilado, y por lo tanto con esa simpatía que muchos de mis conciudadanos sienten por estos individuos, me causa desasosiego y aflicción. No. Todos unos ladrones. Las víctimas somos los ciudadanos. No se pueden plantear paños calientes.

Por lo demás, la película se deja ver, y a ratos se disfruta bastante. Pero creo que hay que tener las cuestiones éticas bien amarradas, para dejar a cada cual en su sitio. No hay pícaro o sinvergüenza simpático, si las víctimas últimas son los ciudadanos de un país.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Nos vemos allá arriba

Literatura

Hacía un tiempo ya que había oído hablar de este libro, Prix Goncourt 2013, y del que había escuchado o leído grandes alabanzas. Un libro que hablaba de las consecuencias personales, sociales y morales de la guerra del 14 – 18 era especialmente tentador cuando se celebró el año pasado el primer centenario del comienzo de ese conflicto. Pero por unos motivos u otros, no ha sido hasta este verano cuando me lancé a leer la novela de Pierre Lemaitre, y ya aviso de que no me arrepiento en absoluto.

Nos vemos allá arriba
Pierre Lemaitre; traducción de José Antonio Soriano Marco
Editorial Salamandra, 2014
Edición electrónica

Aunque nuestros protagonistas no lo saben, cuando se produce la carga de castigo contra una cota defendida por los alemanes en noviembre de 1918, por que estos han disparado contra dos exploradores, faltan sólo nueve días para que entre en vigor el armisticio que puso fin a las hostilidad de la horrenda guerra que asoló Europa en la Segunda Guerra Mundial. Y por nueve días, la vida de los tres hombres cambiará de forma irremediable. Porque sus destinos quedarán ligados tanto en ese final de guerra como en los años que siguieron.

Inevitablemente, nos iremos a París, lugar donde  transcurre buena parte de la novela.

Inevitablemente, nos iremos a París, lugar donde transcurre buena parte de la novela.

Lemaitre afilla su «pluma» y nos ofrece una ácida crítica en forma de sátira con toques de esperpento contra las hipocresías de la Francia de la posguerra. A propósito del «patriotismo» inflamado que siguió al conflicto, y en la euforia de la «victoria», el escritor resalta el infame olvido y desagradecimiento que sufrió la generación perdida de combatientes, especialmente los «gueules cassées», pero todos en general, que se convierten en un molesto recuerdo de un episodio que el resto de la población quiere olvidar, salvo para sacar pecho ante los «valores nacionales» de los victoriosos. Pero también se dedica a vapulear el egoísmo de la clase media, la corrupción empresarial y política, con asunto que desgraciadamente adquieren tintes de plena verosimilitud a la vista de que aun hoy en día la corrupción asuela financiera y moralmente a muchos países. Incluido el nuestro. No sé cómo andarán los franceses. Algo tendrán, cuando un escritor actual decide sacar el tema a la palestra.

Un París que buscaba olvidar las penas de la guerra y se dirigía a los que se denominaron "felices veinte", época de despilfarro económico y moral que trajo tristes consecuencias en los treinta y los cuarenta.

Un París que buscaba olvidar las penas de la guerra y se dirigía a los que se denominaron «felices veinte», época de despilfarro económico y moral que trajo tristes consecuencias en los treinta y los cuarenta.

Dos grandes estafas se ponen en marcha. Al final del libro se nos dice que una se dio, aunque está ficcionalizada, la otra es inventada. Aunque es plausible. Finalmente, en un desfile de personajes de apariencia inverosímil, desde el pícaro estafador, al funcionario gris y amargado, el multimillonario que hace funcionar la apisonadora de sus influencias con todo el rencor que puede acumular, o el arribista que es capaz de timar hasta a los muertos, llegamos a un desenlace climático que nos deja con una extraña sonrisa en los labios.

Libro que a ratos nos aterroriza y estremece con los horrores de la guerra, de la enfermedad, de la pobreza o, simplemente, de la mezquindad humana, también nos divierte, nos asombra e incluso nos llega a arrancar alguna carcajada. Realmente, una lectura más que recomendable.

Época en la que Francia se llenó de monumentos en recuerdo a sus caídos y sus "victorias"... no sabían cuan poco faltaba para sufrir otra catástrofe bélica y moral.

Época en la que Francia se llenó de monumentos en recuerdo a sus caídos y sus «victorias»… no sabían cuan poco faltaba para sufrir otra catástrofe bélica y moral.