[TV] Cosas de series; de las Dos Sicilias y otras cosas italianas

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En 1860, cuando comienza la acción de la serie de hoy, Sorrento, donde están tomadas estas fotos, al igual que Sicilia, formaba parte del reino de las Dos Sicilias. Aunque eso sólo duraría un año más.

Antes de publicar esta entrada, me hubiera gustado volver a ver la película clásica de Visconti, Il Gattopardo, con el fin de poder establecer comparaciones. Y aunque ya hace unas cuantas semanas que terminé de ver la serie del mismo nombre, reciente estreno en Netflix, y que traigo aquí hoy, no he encontrado la ocasión. En principio, no tenía mucha más prisa. Pero los acontecimientos que narraba ayer, que culminaron, tristemente, con la cancelación de nuestro viaje a China, llevaron como consecuencia a que una parte importante de las vacaciones que estos días estoy disfrutando transcurrirán en un viaje a Sicilia. El primero que hago.

Como curiosidad, si el próximo viaje que voy a realizar por Italia será en Sicilia, la principal localización de la serie italiana de Netflix (con coproducción británica), el último que hice por ese país que tanto he visitado fue por Turín y el Piamonte, el origen de la reunificación italiana, capital del reino durante los sucesos que narra la novela de Lampedusa en la que se basa. Otra curiosidad, aunque en inglés la novela/película/serie se titula The Leopard, el gatopardo que es emblema del Príncipe de Salina (Kim Rossi Stuart), personaje principal de la historia, no es un leopardo, Panthera pardus. Es un serval, Leptailurus serval, un felino moteado al igual que el anterior, más pequeño de tamaño, y de distribución exclusiva africana. El anterior, también llamado pantera parda, cuando es moteado, o pantera negra, cuando es melánica, también se distribuye por Asia.

No sé si Lampedusa tenía en mente hacer un novela política. O simplemente, siendo de origen noble, e inspirándose en los antepasados de su propia familia para crear los personajes de la novela, quería reivindicar unos tiempos pasados que quizá percibiera como mejores. Pero en fin, ya se sabe que lo único que se puede afirmar de todo tiempo pasado, no es que fuera mejor, sino que fue anterior. El caso es que el término gatopardismo o lampedusismo ha pasado a la terminología política como sinónimo de los falsos reformismos que en realidad buscan mantener el statu quo bajo nuevas apariencias. Todo gracias a la célebre cita en la que Tancredi (Saul Nanni) le dice a su tío el príncipe aquello de…

«Se vogliamo che tutto rimanga come è bisogna che tutto cambi.»

«Si queremos que todo permanezca como esta, es preciso que todo cambie.»

La serie sigue la transición que la familia Salina, con especial protagonismo de los dos ya mencionados, y de Concetta (Benedetta Porcaroli), la hija del príncipe y sobrina de Tancredi, con quien tiene un romance que no llega a buen término, marcando el destino de ambos, cuando este se casa con la hija (Deva Cassel) de un arribista (Francesco Colella) que se enriquece desde la nada trapicheando y falseando en sus negocios. La historia sigue las transformaciones que se producen desde el antiguo régimen de reyes absolutos y noblezas terratenientes, auténtico soberanos en sus dominios con la bendición real, a un nueva época en la que surge el poder de los que tienen dinero, venga de donde venga, y donde los valores sociales y políticos se transforman, sin que esto repercuta necesariamente en las gentes del lugar. Que, en Sicilia, siguen viviendo como siempre, indiferentes a los poderes que vienen, pasan y se van, sin que se inmuten ni se alteren.

La serie me enganchó desde el primer episodio. Se nota que hay un esfuerzo de producción notable, con unos rodajes que se lucen especialmente cuando recorremos la campiña y las villas señoriales sicilianas. Se ve que han ido buscando un efecto cinematográfico en la serie televisiva. Que además cuenta con un reparto que hace un trabajo más que notable, de primer nivel.

No sé si será de gusto de todo el mundo. A mí me parece una serie muy recomendable. Pero las series de épocas, si no nos hablan de las tontadas de la season londinense, no siempre atrapan a las audiencias. Yo creo que sí merece la pena darle una oportunidad. Es cierto que en sus compases finales se aparta de la novela de Lampedusa, en cuestiones que no voy a mencionar por no destripar la serie, pero que no me parecen esencialmente importantes. Aunque mi sensación es que la novela de Lampedusa es más amarga en sus fases finales. Para la familia de los Salina, trasuntos de los Lampedusa. Lampedusa sabría por qué. Y me queda una duda. Estoy seguro que el libro estaba en casa en mi infancia y juventud, que lo tenía mi madre. Que alguna vez lo abrí y leí algo. Pero no puedo recordar si lo leí entero, o si lo heredé y lo tengo por alguna estantería perdido. Tendré que preguntarle a mi hermana, no sea que lo heredase ella.

[Cine] Berusaiyu no bara [ベルサイユのばら] (La rosa de Versalles) (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En Versalles he estado en dos ocasiones; las fotos son de la segunda.

Berusaiyu no bara [ベルサイユのばら] (2025; 21/20250430)

Como en los últimos tiempos veo todos los días alguna cosita de animación japonesa, también me mantengo relativamente informado de novedades en el género. Y llevaba ya unos meses oyendo hablar de este estreno, que en España ha ido a parar directamente a plataforma de contenidos, aunque en Japón y otros países de Asia se ha estrenado en salas de cine. Dirigido por Ai Yoshimura, es la adaptación de un manga de principios de los años 70, que fue y sigue siendo muy popular en su país de origen. Y que ha dado lugar a una multiplicidad de adaptaciones. Tanto en animación como en acción real, tanto en formato de serie como de largometraje. Aquí, una nueva versión que venía acompañada de bastantes expectativas. Así que, aunque el tema no me llamaba mucho la atención, estando en Netflix, lo vi la noche del miércoles pasado.

Ya adelanto que la película no ha tenido una gran aceptación, antes de su estreno en plataformas. La película comienza en el momento en que la archiduquesa María Antonieta, a sus catorce años, llega a Francia para casarse con el delfín, el futuro Luis XVI. Y entre la guardia real, se designa a Oscar, una mujer educada por su padre como hombre para ser militar, para ser su protector. Acompañado por su fiel servidor, André, durante un tiempo las cosas irán bien. Pero con el tiempo, los excesos extravagantes de la corte real francesa combinados con la crisis financiera del país que aplasta a impuestos a una población empobrecida, hará que la inestabilidad social y política aparezca, y que Oscar se planteé con quien están sus lealtades. Especialmente cuando lleguen las vísperas de lo que será la Revolución Francesa.

No voy a perder mucho tiempo en el comentario. Por que se resume en dos cuestiones. La primera, positiva, es que la animación, aunque un poco recargada en formas y colores, muy propia del género destinado al público femenino, es de alto nivel… aunque algo cargante. Tiene muchos de los tópicos del anime destinado a las adolescentes y jóvenes femeninas, y a ratos resulta un tanto estomagante. Pero está bien hecha… que he dicho que esta cuestión era… más o menos positiva.

Con una mezcla de personajes de la historia real y personajes ficticios, más o, más bien, menos basados en algunos reales, ni siquiera queda clara el mensaje. Comienza la película mostrando admiración por la grandeza y esplendor de la corte versallesca, para convertirse al final en un alegato del movimiento revolucionario, sin una evolución clara en el mensaje. Termina con un resumen de algunos sucesos de la época revolucionaria, que por esquemático es insatisfactorio, dada la complejidad de la época. La película la mantengo en el aprobado, pero más como una curiosidad que como otra cosa. Sin duda, la serie manga es más apta para ser adaptada como una serie de televisión. O llegado el caso, como una serie de varios largometrajes, que desarrollen de mejor forma sus propuestas. No la recomiendo con carácter general. Sólo para curiosos de la animación nipona. Y… otra cosa. Tiene elementos de musical… que no me han convencido. Canciones tipo Disney, muy insatisfactorias.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Jeon, ran [전,란] (Invasión, insurrección) (2024)

Cine

Jeon, ran [전,란] (2024; 51/20241011)

Este estreno reciente de Netflix procedente de Corea del Sur me interesó e intrigó por la presencia en Park Chan-wook en los créditos de la película. Park tiene títulos muy interesantes en su carrera. Por indicar algunos de los que he visto en pantalla grande en los últimos años, podemos hablar de este muy reciente, de un clásico del cine coreano de este siglo, de una película de intenso y elegante erotismo, y… menos interesante, una incursión en el cine norteamericano. Park aparece como guionista de la película, y nos decían las crónicas que su intención era dirigir este drama de acción histórica, pero otros compromisos hicieron que esa tarea pasase al más bisoño Kim Sang-man. Así pues… el aliciente estaba ahí. El mismo viernes que la estrenaron, por la noche, me dispuse a verla.

La acción nos traslada a finales del siglo XVI, durante las invasiones japonesas de la península de Corea. Y nos habla de la rivalidad entre un joven noble (Park Jeong-min) y su criado/esclavo (Gang Dong-won) de edad similar. Entre la amistad y el odio, ambos quedarán separados justo antes de las invasiones niponas por la crueldad en el trato de los esclavos por parte de la familia del joven noble. Tras la expulsión de los japoneses del país, el reino de Joseon se encuentra arruinado, hay hambre, y las población siente que los gobernantes no les prestan atención, por lo que es terreno abonado para los levantamientos e insurrecciones. Y ambos jóvenes, ya no tan jóvenes, volverán a encontrarse enfrentados.

El reino de Joseon fue un reino muy encerrado en sí mismo cuya sociedad fue configurada en torno a un confucianismo extremo. Frente a los muchos papanatas que ven las filosofías asiático-orientales como siempre estupendas, espirituales y superiores al materialismo occidental. Pero lo cierto es que el confucianismo promueve una fuerte estratificación social, prácticamente un sistema de castas, donde el que nace siervo o esclavo así permanece, no existe ascensor en la escala social, y los nobles «eruditos» conservan perpetuamente sus privilegios. Teóricamente la filosofía de Confucio predica la prevalencia del estudio y el mérito, pero en la práctica sólo los hijos de los nobles «eruditos» pueden convertirse en la siguiente generación de privilegiados. Además es profundamente patriarcal, reservando a la mujer un papel pasivo y absolutamente dependiente del hombre. Por lo tanto, en la base de la película hay material para una reflexión social importante. Especialmente en un momento de la historia del país especialmente revuelto. Pero al final, el desarrollo de la historia queda como un conjunto de peripecias aventureras, con luchas de capa y espada, siempre tan excesivas en el cine asiático, con idas y venidas en el tiempo, mal engarzadas, la película no está correctamente construida. Y el resultado es más bien confuso y banal. A pesar de que se han introducido medios.

Las interpretaciones son correctas. Entre los intérpretes coreanos hay bastante más oficio de lo que las teleseries del país nos muestran, y eso se aprecia. Pero no bastan para levantar la calidad de una película que tenía muchos mimbres para ser interesante, incluso bastante buena, y se queda en una mediocridad absoluta con pretensiones. Allá cada cual si es suscriptor de Netflix si se anima o no con ella.

Valoración

Dirección: **
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: **

[Libro] Shogun – James Clavell

Literatura

Nuevamente me salto el orden de comentario de los libros que he leído en las últimas semanas, tengo nueve en espera incluyendo el de hoy. Los libros que tengo en espera fueron terminados de leer en el 14 de mayo y el 6 de julio, día en el que terminé de leer un libro de relatos gráficos, historietas, y una novela corta. Pero cuelo este de hoy porque es un comentario conjunto con una de las series que he visto y comentado en tiempos recientes. Un libro que no pensaba leer por diversos motivos. Porque no soy especialmente adepto a este tipo de best-sellers tan de moda en los años 70 y 80 del siglo pasado. Porque no suele apetecerme empujarme así por las buenas un novela de más de 1000 páginas salvo que este muy muy muy justificado. Pero me lo prestaron. Insistieron y me lo prestaron. Y así como sucede que aproximadamente un 10 % de los libros que me compró los abandono por diversos motivos sin terminar de leerlos, cuando me prestan un libro me lo leo hasta el final sí o sí. Me parece una desconsideración no hacerlo. Y nunca he olvidado devolver un libro… que yo recuerde.

En lo que mi memoria alcanza siempre ha habido best-sellers en las librerías. Superventas o mejor vendidos si hablásemos castellano habitualmente. En la Fundeu nos recomiendan usar el término superventas, que es muy usado en el mundo discográfico. Pero lo que he venido observando es que no necesariamente significa que realmente sean los más vendidos. Más bien parece que son libros que de entrada están pensado para ser vendidos como churros desde su lanzamiento, con abundancia de apoyo publicitario, con un lugar destacado en la librería, y que al final, en edición de bolsillo, acaban siendo los que se venden en los quioscos de prensa de los aeropuertos y las estaciones de tren. Son novelas formulaicas, que siguen un esquema más o menos similar, con una serie de elementos que parecen ser del gusto de ese lector medio, popular, que quiere leer… pero sin complicarse la vida. Que hay romance, intriga, hechos históricos cuya veracidad importa poco, buenos y malos… pues eso. Algunos pertenecen a géneros como podréis deducir; novela rosa o romántica, novela histórica, novela negra o detectivesca, fantasía,… Supongo que es lo que enseñan las universidades norteamericanas en sus cursos y seminarios de escritura creativa; la receta para escribir un superventas. En el mundo del cine, existe un libro de 2005 que explica como escribir un guion de cine con estas características. Un libro que ha ayudado mucho a degradar la calidad de las historias que se cuentan en el cine actual.

James Clavell, el autor del superventas que hoy nos ocupa, fue, además de novelista, guionista y director de cine. Incluso escribió y dirigió alguna película que en su momento me pareció relativamente notable, aunque hoy en día quizá la viese con ojos menos favorables, sin que me disgustase. Y que decir del guion de una de las más divertidas películas sobre la Segunda Guerra Mundial… escrito con otros dos guionistas. Por lo tanto, no podemos dudar de la capacidad de Clavell para escribir historias destinadas al gran público, con más tirón que profundidad, sin necesidad de leer ese libro que explica que para un espectador tonto y adocenado, el bueno de la película tiene que salvar al gatito de una niña para entender que es «el bueno». Frente al malo… que fuma. Esto no sé si lo dice el libro,… pero es algo que está ahí en los formulaicos guiones actuales. Suponiendo que dejen que aparezca alguien fumando en pantalla. Y Shogun es un producto de esa forma de escribir.

Como comentaba cuando hablé de la serie, es una ficcionalización libre y no basada en hechos históricos constatados de los acontecimientos que llevaron a la muerte de una noble japonesa de casta samurai, y que fue el casus belli que llevó a la batalla de Sekigahara, en la que se impuso Ieyasu Tokugawa, convirtiéndose el primer shogun del llamado periodo Edo de la historia del País del Sol Naciente. Pero… es un superventas destinado al público occidental, predominantemente norteamericano, que es el mayor mercado del mundo anglófono. Por lo tanto, el protagonista tiene que ser un europeo, en aquellos tiempos América de Norte estaba en mantillas, predominantemente anglosajón y protestante. El precursor de los WASP norteamericanos, clase dominante en Estados Unidos. Creo que ya dije que la serie, que es bastante fiel al libro, pero que da más juego a los personajes japoneses, hubiera sido bastante mejor sin el personaje del inglés. Pero en el libro,… siempre vamos acompañando al inglés… que es un personaje que me parece un imbécil e insoportable. En el libro y en la serie. También tiene que haber romance y sexo, aunque sea descrito de forma discreta, no escandalosa. Da igual que sea una relación improbable y fuera de carácter. La cuestión es que satisfaga al lector simplón. Y tiene que haber abundancia de tópicos, a ser posible sangrientos. Abundancia de harakiri o seppuku, su ración de torturas y muertes de campesinos arbitrarias, el empeño en comer pescado crudo en lugar de los platos normales a base de carne del mundo anglosajón (¿os he contado alguna vez que como semanalmente cinco veces más pescado que carne, y que estoy encantado si es en forma de sashimi?), y mucho bushido… incluso si el concepto existía aunque el nombre del concepto sea algo relativamente moderno.

No me cabe la menor duda que el libro tiene, o tuvo, los elementos para atraer a un abundante grupo de lectores. Pero no es bueno. Como sucede con otros muchos superventas. ¿Os he contado que soy tan rarito que Los pilares de la Tierra me pareció de una mediocridad conceptual tremenda en contra de la opinión de la mayoría? ¿Poco más que un folletín de novela barata? Pues eso. No es difícil de leer, claro. Sería contrario al concepto de superventas. Y por eso, aunque su contenido me resulte estomagante en muchas ocasiones, puedo seguir adelante y llegar hasta el final. Pero quizá ahora entienda un poco mejor al excesivamente elitista C. S. Lewis cuando hablaba de distinto tipos de lectores y libros en un ensayo que leí y comenté recientemente. No obstante, sigo pensando que el superventas de buena calidad es posible. Pero tal y como está el mercado editorial, poco probable.

[Cine] The northman (2022)

Cine

The northman (2022; 26/20220429)

Lo cierto es que inicialmente no me veía a mí mismo yendo a ver esta película de acción de inspiración vikinga. Dirigida por Robert Eggers, un director con sólo dos largometrajes previos, solo he visto uno, pero que despierta mucha expectación, ya nos avisaba que no se podía considerar una película de autor como las anteriores, sino un encargo del estudio. Todo indicaba que se trataba de trasladar a la gran pantalla los éxitos de algunas series de televisión. Pero entre las cosas buenas a prior estaba el reparto, más que interesante, y el rosario de críticas y comentarios positivos ante esta producción, que se anunciaba espectacular, pero con chicha temática. Un poco escéptico, pero ilusionado, me fui al cine.

Hay alguna escena absurda en la película. Cuando los vikingos llegaban a Islandia, se asentaban en la costa. Desde o en zonas bajas y relativamente explotables cerca de la costa. Era lo que les permitía pescar, comerciar, navegar, cultivar, criar ganado,… Entonces… siempre me preguntaré porqué los exiliados van atravesando la isla caminando por un glaciar para ir ¿adónde?

La película nos cuenta la historia de Amleth (Alexander Skarsgård), un príncipe de un pequeño reino vikingo de lo que hoy es Noruega, que se ve olvidado a huir cuando su padre (Ethan Hawke) es asesinado por su tío (Claes Bang), con la dudosa postura ante el hecho de su madre (Nicole Kidman). Y vuelve al cabo de un tiempo, con todos estos refugiados en Islandia, para tomar venganza, acompañado de un hechicera esclava de origen eslavo (Anya Taylor-Joy, que repite con el director). Sí. Bueno. Es fundamentalmente la historia de base del Hamlet de Shakespeare, pero sin que algo huela a podrido en Dinamarca. Y con una Ofelia que se llama Olga, menos moñas y sin tendencias al suicidio. Y bueno… por allí pasan también Willem Dafoe y Björk; pero como están tan caracterizados, nadie los reconoce cuando salen.

Lo primero que me sorprende es que se había dicho que la película ya merecía la pena como espectáculo visual. Pero a la primera escena de drakkars vikingos navegando por las procelosas agua del Atlántico norte, los efectos visuales digitales cantan más que el sobaco de un maratoniano. Mediocres en el mejor de los casos, aunque la dirección de fotografía este a buen nivel. Lo segundo es que, lejos de haber algún tipo de sutileza en la historia, todo se reduce a presentar a los vikingos como unos brutos violentos y sanguinarios, con todos los tópicos tradicionales, salvo el casco con cuernos… que no aparece. Ninguna sutileza. Tampoco me parece que engrane muy bien la parte místico-fantástica de la historia. Que incluso me parece superflua… incluso encorseta la historia sin dejarle respirar.

Las interpretaciones… están al nivel de la falta de sutileza que tiene el conjunto de la historia. Efectivamente, es un buen reparto de gente con oficio. Pero si el desarrollo de sus caracteres es previsible y tiene escaso recorrido, poco pueden hacer más que sacar adelante el trabajo con su capacidad de bien hacer.

¿Es una mala película? No. Incluso resultará muy entretenida para muchos, aunque no sea mi género preferido. Evidentemente, cuando la ves, te entran ganas de ir, en mi caso volver, a Islandia y sus magníficos paisajes. O a recorrer los fiordos noruegos. Todo muy chulo. Pero no es una película especial. Y ya te digo… en algún que otro momento, los efectos visuales me parecieron impropios de las pretensiones del filme.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; samuráis y mujeres en la pecera

Televisión

Una entrada breve y rápida sobre dos series japonesas que he visto en las últimas semanas. Bueno… en realidad una de ella parece coproducción entre animadores de EE.UU y Japón, aunque el tema nos lleva a un periódico histórico de Japón. Vamos con ella.

Para una serie con samuráis, como la de animación de hoy, nada mejor que un castillo de daimyo como el de Himeji… que es bien bonito.

Yasuke es una serie de animación de Netflix, con seis episodios de media hora de duración, hasta el momento. Queda abierta a posibles segundas temporadas, aunque también podría quedar como una miniserie. Creada por un norteamericano, de la animación se ha hecho cargo un estudio japonés. El idioma original… parece que se generaron dos versiones originales, una en inglés y otra en japonés. Dado que la acción se sitúa en algo parecido al final del periodo Sengoku de la historia de Japón, yo opté por el doblaje japonés. Pero el movimiento de los labios de los personajes animados sigue más al idioma inglés.

La acción se sitúa como digo en los tiempos de Oda Nobunaga, el primero de los señores feudales guerreros que encaminó la unión del país tras décadas de inestabilidad y constantes guerras. Históricamente sabemos que Nobunaga acogió a un vasallo africano, probablemente originario de lo que hoy es Mozambique, que recibió el nombre de Yasuke, y que habría sido llevado allí por misioneros jesuitas portugueses, en aquellos momentos súbditos de la monarquía hispánica. Pues bien, a partir de este personaje histórico, se desarrolla una historia alternativa en la que hay elementos mágicos y elementos tecnológicos ucrónicos, y en el que la muerte de Nobunaga se debe una misteriosa maga negra, inspirada por una mujer política y guerrera de la historia real, que vivió 200 o 300 años antes en la realidad, y que será la principal antagonista del héroe de la animación. El experimento es curioso, tiene buenos momentos, pero también tiene alguna irregularidad. De todos modos, si hay una segunda temporada, la veré.

Kingyo tsuma 金魚妻 (esposas peces dorados), traducida al castellano con el título Como peces dorados [Fishbowl wives, esposas en la pecera], es un drama japonés de acción real, dejamos por una vez la animación, con un reparto coral, sobre un grupo de mujeres, vecinas de un edificio de apartamentos de cierto nivel, y que viven en crisis o aburridas de sus matrimonios, que no funcionan como ellas esperarían. Hay una protagonista principal que sirve de hilo conductor a toda la serie, que huye de un marido maltratador y se refugia con el dueño de una tienda de peces, y que aparece en todos los episodios. Mientras, en cada episodio se nos cuenta el caso de otra de las mujeres. Es por lo tanto una disección de los problemas del matrimonio contemporáneo en el País del Sol Naciente, especialmente desde la vivencia de las mujeres. No está mal… pero el final me resultó insatisfactorio… irregular… insatisfactorio… Pero puede haber un problema de diferencias culturales por el medio. No sé.

[Cine] Munich: The edge of war (2021)

Cine

Munich: The edge of war (2021; 05/20220121)

Película de transición en mi serie de estrenos de este 2022, vista en vísperas de una semana en la que acudiremos al estreno de dos películas muy esperadas, con muchas expectativas. De hecho, cuando me pongo a redactar este comentario, ya he visto la primera de ellas… Que solo diré que su proyección eran las 19:30 y cuando salimos creía que serían las 21:15 o las 21:30… cuando en realidad habían pasado tres horas de proyección… y ni nos revolvimos en el asiento. Ya contaré. Pero centrémonos en este drama basado en hechos históricos dirigido por el alemán Christian Schwochow, y cuyo final sabíamos antes de empezar la película.

Dejando de lado el triste papel que tuvo la capital bávara en el auge del nazismo, hoy en día un enclave progresista en una región católica y conservadora, y en los hechos históricos narrados, me gustaría volver a visitarla. Me agradó mucho la visita que hicimos en 2008. Quizá este verano…

El entorno fue la infame cumbre a finales de septiembre de 1938 entre los primeros ministros/cancilleres de Alemania (Hitler (Ulrich Matthes)), Italia (Mussolini), Francia (Daladier) y Reino Unido (Chamberlain (Jeremy Irons)), donde se llegó a los Acuerdos de Múnich, que llevaron a la anexión inicial de los Sudetes por parte de la Alemania nazi y, posteriormente, a la desaparición de la Checoslovaquia como estado independiente. Los checos conocen estos acuerdos como «la traición de Múnich», puesto que Francia y el Reino Unido estaban comprometidos inicialmente en la defensa de su integridad. Formó parte de la política de apaciguamiento que Chamberlain y Daladier llevaron a cabo ante Hitler, pero que no impidió la debacle de la guerra un año más tarde. Y que había estado precedida por cesiones al fascismo como el no menos infame Comité de No intervención, creado para que nadie interviniera en la Guerra Civil española, que no impidió que hubiera combatientes fascistas alemanes e italianos en el bando fascista español, mientras las llamadas «democracias» miraban para otro lado. En esta película se monta una trama ficticia entre dos jóvenes diplomáticos, ingles (George MacKay) y alemán (Jannis Niewöhner), compañeros de estudios en Oxford, extrañados por sus diferencias políticas, y que se acercan para impedir que Hitler se salga con la suya, incluso con la posibilidad de acabar con el dictador.

La película es entretenida, pero sin más consecuencias. Busca dejar en buen lugar la figura de Chamberlain, como algunos historiadores recientes, que abogan por asegurar que la política de apaciguamiento sirvió para llegar a la guerra mejor preparados. No compro la idea. La guerra fue perdida por Alemania por querer abarcar más de lo que podía. Si hubiera afianzado sus conquistas en la Europa continental, y hubiera evitado a la Unión Soviética, con quien había firmado los no menos infames pactos von Ribbentrop-Mólotov, y a los Estados Unidos, aislando al Reino Unido… el final de la contienda hubiese sido menos glorioso para unos británicos incapaces por sí mismos de derrotar a Alemania, tras la debacle de Francia.

Pero la película está correctamente realizada, correctamente interpretada y es lo suficientemente dinámica como para que los suscriptores de Netflix la vean sin problemas y sin arrepentirse, aunque no baste ni de lejos para sumar suscriptores a la plataforma. Pues eso. Si sois suscriptores,… podéis echarle un vistazo sin arrepentiros.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; los estupendos zombis coreanos

Televisión

Sinceramente, estuve dudando bastante en si tenía que incluir esta producción como un capítulo especial de la serie Kingdom, de la que ya hemos visto dos temporadas en Netflix, o si debería considerarla como una película de estreno, incluirla en un entrada de [Cine], y añadirla a mi base de datos de estrenos. Ambos enfoques eran posibles. Al final, la propia promoción de la cadena de vídeo bajo demanda como un capítulo especial de la serie, me decidió a incluirla en una entrada seriéfila. También porque en IMDb viene incluida como un episodio de la serie, no tiene entrada propia fuera de este concepto. Pero lo mismo podría haber sido.

Kingdom: Ashin of the North [킹덤: 아신전, Kingdeum Ashinjeon] engancha con los minutos finales del último episodio de la segunda temporada de la serie, en los cuales se nos presenta a un nuevo personaje, una mujer que vive en una remota aldea abandonada en el norte del reino de Joseon (Corea), en el límite con lo que hoy es China. Y es una precuela de la serie en la que se nos explica el origen de los monstruos, zombis a los que nunca se les da ese nombre en la serie, claro, afortunadamente, sería un anacronismo estúpido. Esta premisa no me invitaba a ver este largometraje de hora y media, o capítulo especial,… esto de dar explicaciones a cosas que no lo necesitan… Un principio establecido por el maestro Hitchcock, el macguffin que sirve para mover la acción de la ficción es algo intercambiable por otras cosas, es secundario a lo que importa, que es la peripecia de los héroes, y no necesita explicación. Pero el cine y la televisión está lleno de minutos y horas perdidas en las que se ofrecen explicaciones absurdas sobre cuestiones, muchas veces, más absurdas todavía. En Marvel/Disney son especialistas en aburrir de esta forma. Pero las críticas eran tan buenas… que decidí animarme. Afortunadamente.

La historia nos lleva a la frontera del reino de la disnastía Joseon, lo que hoy es la suma de las dos Coreas, con lo que entonces sería una zona de inestabilidad política de teórica adscripción al imperio chino de la dinastía Ming, pero que sufría las embestidas de los nómadas jurchen, que un tiempo después se harían con el poder en China, siendo conocidos como manchús, y dando origen a la última dinastía imperial del gigante asiático, la dinastía Qing. En una aldea encontramos a una niña, Ashin (Kim Si-ah, de niña, Jun Ji-hyun, de adulta), hija de una mujer coreana y de un hombre jurchen, leal al reino de Joseon, y líder de la aldea, que efectúa un descubrimiento curioso en un bosque cercano, sobre una flor con un curioso efecto sobre los animales, incluidos los humanos. Mientras, en medio de los rifirrafes con las incursiones jurchen, a pesar de la lealtad de la aldea, son traicionados por los militares coreanos, y Ashin queda huérfana, sufriendo abusos de todo tipo hasta su edad adulta. En la que ejecutará la venganza que en su cabeza se ha ido conformando, tanto contra los militares coreanos como contra los incursores jurchen. Y que va a desencadenar tremendos dolores de cabezas en los años siguientes.

Lo bueno de la película es que, independiente de que funcione como explicación a los orígenes de los muertos vivientes de la serie, es una fenomenal historia de venganzas, con unos personajes bien definidos y con carisma, y con un guion bastante interesante, que nos mantiene en vilo durante los modestos 92 minutos que dura el episodio especial. Nuevamente, la cuestión zombi, afortunadamente, funciona como un macguffin, o mejor dicho como un complemento al macguffin principal de la película. Que es la venganza de Ashin.

Con las limitaciones técnicas propias de una producción pensada para el medio televisivo, y que quizá no la hacen brillar a la altura que podría, aunque en su conjunto es una producción digna, tenemos unas interpretaciones bastante buenas, especialmente por la protagonista Jun Ji-hyun, también la niña que hace el mismo personaje de jovencita, y que nos entretiene con razonables dosis de inteligencia. Parece demostrado que a pesar del origen afrocaribeño de los zombis, son los coreanos unos de los que mejor saben manejar el concepto, quizá por su buena adaptación a sus propias tradiciones, mitos, religiones y supersticiones. Muy entretenida. Muy recomendable.

[Cine] The Last Recipe: Kirin no shita no kioku [ラストレシピ ~麒麟の舌の記憶~] (2017)

Cine

The Last Recipe: Kirin no shita no kioku [ラストレシピ ~麒麟の舌の記憶~] (2019; 43/20190826)

Como ya he comentado en más de una ocasión últimamente, cada vez llegan con más frecuencia a nuestras carteleras las películas de Asia oriental, especialmente Japón, en menor grado Corea del Sur, y eventualmente, alguna China. Excepcionalmente, alguna de otro país. Pero sobre todo del País del Sol Naciente, como esta dirigida por Takita Yōjirō, director que tiene en su haber una de las películas más hermosas que he visto en lo que llevamos de siglo. Iba a decir que en los últimos diez años, pero resulta que la vi hace 10 años y un mes… así que he extendido un poquito el intervalo de tiempo, que también vale.

Creo que ya he comentado que volvemos a Japón. Dentro de tres semanas cojo vacaciones, y unos días más tarde volamos a Tokio. Aunque era tentador volver a visitar algunos de los estupendos lugares que ya conocimos, pero de los que siempre te quedas con ganas de más, en principio vamos a solapar poco el recorrido con respecto al viaje de 2014. No más del 10% será terreno ya conocido. Y sobre todo nos moveremos por la región de Kansai. Con unos poquitos días de repaso en Tokio.

En esta ocasión, nos cuenta la historia de un cocinero Sasaki Mitsuru (Ninomiya Kazunari), dotado con el don de un gusto a los sabores absoluto, aunque incapaz de realizar una adecuada gestión de los negocios, que lo arruina, y que se dedica a preparar para gente excéntrica y con mucho dinero un último plato exquisito antes de morir. De ahí el título en castellano, El cocinero de los últimos deseos, que no tiene nada ver con el título original, La última receta: la memoria de la lengua de la jirafa. El caso es que se ve involucrado en la búsqueda de las recetas de un cocinero activo en los años 30 del siglo XX en el estado títere de Manchukuo, Yamagata Naotaro (Nishijima Hidetoshi). Búsqueda detrás de la cual se esconde un importante secreto para Sasaki.

A esta película le he dado el aprobado… porque debía de estar de buen humor cuando lo decidí, porque hay un esfuerzo sincero detrás de la realización de la misma, y porque me acordaba de aquella película que he mencionado al principio. Supongo. Porque tiene varios problemas. El primero es que es una película que no sabe lo que quiere de ser de mayor. Empieza siendo una película de misterio, ¿dónde están las recetas perdidas? Continua siendo una intriga política de época, con los tejemanejes del ejército de Kwantung en Manchuria. Y termina resultando una sesión de cine cebolla, a propósito de dramas familiares, no bien ligados, ya que el tramo final se resuelve de forma muy precipitada. Lo cual evita que los espectadores se pongan en situación de disfrutar del correspondiente llanto que debería acompañar los últimos compases del largo largometraje. La película busca cierto empaque en la producción como película de época, aunque nunca deja de sentirse una excesiva artificiosidad en la ambientación. Con un par de puestas de sol con colores tan saturados como para provocar un desprendimiento de retina y algunos decorados un tanto postizos representando la actual ciudad china de Changchún, entonces llamada Hsinking.

Los actores hacen lo que pueden, pero no pueden evitar que el conjunto resulte un tanto frío, sin que se transmita toda la emoción que debería desprenderse de la pasión del cocinero de época por la cocina, así como los sentimientos por su familia.

La película resulta entretenida, aunque demasiado larga y desequilibrada, con altibajos en el ritmo y en la narración. Quizá por eso, por ser entretenida, hago que llegue al aprobado. Pero todo lo demás la pone en el trance de suspender. No me atrevería a recomendarla con carácter general, pero si alguien le quiere dar una oportunidad… ahí está.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***