[Cine] Kiseki (2011)

Cine

Kiseki (2011), 27 de mayo de 2013.

Sigo aprovechando la disponibilidad de tiempo tranquilo de estos días para ver algo más de cine de lo habitual. Y en este caso, cine que probablemente se me hubiera escapado. A cualquiera, porque llega con dos años de retraso a la cartelera española. Y afortunadamente, no ha sido así, como veréis.  En este caso, cine japonés en versión original, en la cartelera aparece como Kiseki – Milagro, del director Hirokazu Koreeda, director bastante celebrado, aunque yo no había tenido la oportunidad de ver ninguna de sus películas. A veces su apellido aparece como Kore-eda.

Esto va de la historia de dos hermanos que viven separados tras el divorcio de sus padres. El mayor, de unos doce años, Koichi (Koki Maeda), vive con su madre y sus abuelos en Kagoshima, a la vista del Sakura-jima, volcán en erupción, y comparte su pesar por la situación familiar con dos de sus amigos del colegio. El menor, de unos diez años, Ryunosuke (Ohshirô Maeda), vive con su padre, músico de rock, en Fukuoka, a casi trescientos kilómetros. Echa de menos también a su hermano, pero está más adaptado a la situación. También se divierte con algun amigo y amigas del colegio. Van a inaugurar la línea Shinkasen que unirá ambas ciudades, y según uno de los amigos de Koichi, si coincides en el lugar donde se cruzan los trenes a medio camino entre sus recorridos y pides un deseo, este se cumplirá. Ambos grupos de niños buscarán la forma de financiarse el viaje hasta Kumamoto, donde se cruzan los trenes. Todos quieren que se cumplan sus deseos. Ser actriz, dibujar bien, que no se muera su mascota, casarse con la simpática bibliotecaria del colegio (o en su defecto con la enfermera, también muy simpática y guapa), correr más,… que la familia se reuna de nuevo para estar los cuatro juntos.

Estamos ante una historia de buen rollo, que te pone de buen humor, optimista, aunque realista. Disfrutas con las aventuras de los niños, aprendes a conocer algo mejor el Japón cotidiano, lo que pasa en el día a día de la gente corriente, de sus problemas, de sus inquietudes, pero siempre dentro de lo posible. Los «milagros» a los que a la larga se refiere el título de la película no son tanto los milagros espectaculares que esperamos a veces en la vida, sino lo que son resultado del esfuerzo, las relaciones y la actitud positiva. En general, es una película entrañable y muy divertida, aunque peca quizá de un metraje algo largo, para una historia que tampoco tiene mucho más de lo que he contado en el resumen argumental del párrafo anterior. Pero tampoco se hace incómoda, ni mucho menos.

Las interpretaciones están muy bien. Por supuesto, la gracia está en los niños, que son muy espontáneos y muy salados. Pero los papeles secundarios de los adultos aportan estos tonos de pequeños o grandes dramas que nos enlazan con la realidad cotidiana. Los problemas de pareja, la jubilación, las dificultades en la enseñanza, la dificultad de convertir los sueños de la juventud en realidades,… Y todos lo hacen bien. No menciono los nombres de los intérpretes porque son muchos, y difícilmente recordables con sus nombres japoneses, pero en IMDb los encontramos todos. En cualquier caso, mención especial para los dos niños protagonistas, hermanos en la vida real, que saben transmitir sus auténticas personalidades, reflexiva y preocupada del mayor, vital, alegre, despreocupada pero muy afectiva del menor.

Una película muy recomendable, que nos enlaza con otras culturas, otros países y otras formas de hacer, pero con personas que tienen inquietudes equiparables o similares a las de las de nuestro medios. Familias que son como las de aquí, independientemente de como se expresen en función de sus caracteres culturales. Historia universal de optimismo aferrado a la realidad, que te pondrá un sonrisa en la boca a la salida del cine. Evidentemente, queda incluida por su temática y contenido en mi colección de cine con tema ferroviario.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
"Sensei" de la cosa floral

El chaval pequeño tiene sus formas de mantener el vínculo con su otra parte de la familia; y la jardinería y su huerto, plantar habas, es una forma de hacerlo. Una jardinería no tan pichi como la de estos talleres que se celebraron hace unas semanas en el aula de naturaleza del Parque Grande de Zaragoza, pero…

[Cine] The Trip (2010)

Cine

The Trip (2010), 24 de mayo de 2013.

Manda narices que en estos momentos estemos viendo en cartelera un largometraje de hace 3 años; largometraje que además se rodó también para que funcionase como serie de televisión, luego comentaré como se adapta a televisión la cosa. El caso es que ha Zaragoza ha llegado en estos finales de mayo, en una sola copia, y en versión original. Dirige Michael Winterbottom.

Una revista encarga al actor Steve Coogan (que se interpreta a sí mismo) que haga un artículo sobre una serie de los mejores restaurantes de la campiña del norte de Inglaterra. Estando en un bache en su relación con su novia Mischa (Margo Stilley) con quien iba a ir y de quien fue la idea, y siendo que esta se ha ido por trabajo a Estados Unidos, elige como compañero a su amigo el cómico Rob Brydon (que también se interpreta a sí mismo). A partir de ahí tendremos un viaje de reflexión y de redescubrimiento personal, de dos personas, especialmente el personaje protagonista, que habiendo entrado en la cuarentena, se tienen que replantear muchas cosas sobre cómo deben abordar la vida.

Cerca de Durham

Esta película me ha servido de excusa para rescatar entre mis diapositivas algunas tomadas en el norte de Inglaterra, cerca de Durham.

No pasa mucho tiempo desde que comienza la película para que nos recuerde a aquella fenomenal Sideways (Entre copas). Dos hombres ya en su madurez con distintos planteamientos en relación al compromiso, a la familia, a la profesión y a la relación con las mujeres, muy distintos entre sí, que se embarcan en un road-movie que les permitirá descubrirse más a sí mismos. También recuerda en su estructura a aquel aburrido experimento del propio Winterbottom en el que introducía lo pornográfico, la relación sexual explícita y real, en la historia de una relación amorosa que fue 9 Songs. Si en aquella los episodios de la relación venían marcados por los conciertos con las nueve canciones del título y los encuentros sexuales de la pareja, en esta son los distintos alojamientos, las comidas en los restaurantes, y los distintos paisajes los que van marcando el ritmo. Esta marcada división en episodios es lo que permitió que la película, supongo que con un poquito más de metraje, no mucho porque es larga, se convirtiera en miniserie de televisión, en el que cada episodio es un día de viaje. Ambas películas tienen en común también a Margo Stilley, aunque en esta mucho más recatada. Aunque más guapa. Esta chica gana con la edad.

Cerca de Durham

Con un par de días espléndidos, pudimos disfrutar de la campiña británica, no tan salvaje como la que aparece en el filme. Pero muy agradable

El caso es que aunque íbamos a la sala de cine con cierto escepticismo, lo pasamos muy bien. Realmente, bien. Los diálogos son interesantes agudos, con la mezcla de comicidad que dan los piques entre los dos protagonistas, especialmente a costa de las imitaciones que hacen de actores famosos, y los momentos más dramáticos de reflexión. El tono general es de comedia, pero con un grano de melancolía en cada momento. El final marca muy notablemente la tesis del director sobre lo que conviene o no conviene llegada cierta edad. Las interpretaciones, que son fundamentales, son de muy buen nivel y convierten el viaje en verosímil y muy, muy divertido. Hay momentos como la comida en L’Enclume en que me entró la carcajada tonta. Hay que decir que aunque los dos protagonistas se interpretan a sí mismo, hemos de asumir que la historia es ficticia, no son sus auténticos yos.

The Shakespeare - Durham

Y disfrutamos también de la ciudad de Durham, bonita y agradable. Y de sus pubs y restaurantes.

Para terminar decir que disfrutamos de la película. Que no entendemos por qué ha tardado tanto tiempo en llegar a la cartelera, y por qué va a pasar tan desapercibida, con lo floja que está esta en estos momentos. Y está claro que hay que verla en versión original, porque si no todos los gags relacionados con las imitaciones no tienen sentido. Claro que si no conoces las voces originales de los actores imitados,… pues a lo mejor también pierde parte de la gracia. Yo me divertí.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
Casa de huéspedes - Cerca de Durham

Y tengo que recordar cómo se llamaba la magnífica casa de huéspedes en la que nos alojamos. El rolls de la entrada no era nuestro coche, como habéis podido comprobar en la primera de la serie.

[Cine] Stoker (2013)

Cine

Stoker (2013), 10 de mayo de 2013.

En la cartelera primaveral reina una apatía de niveles considerables. Por algún motivo, los títulos que llegan a Zaragoza son poco atractivos. Porque algunos de los que podían sonar un poco mejor, no están llegando. Mientras, claro está, el movimiento mercadotécnico de exprimir las aventuras de un pez de los arrecifes de coral de las que ya disfrutó al público mediante su reconversión a la tercera dimensión disfruta de hasta seis salas de cine de la ciudad. En fin. Cosas que pasan. En este panorama, en el que productoras y distribuidoras pretenden exprimir las formas fáciles de hacer dinero, descuidando por completo la formación de consumidores de cultura cinematográfica informados que puedan mantener el mercado a largo plazo y de forma sostenible, la decisión de qué ver es difícil. Y en estas, llega a carteleras un película firmada por Park Chan-wook (*), director surcoreano del que vi en televisión dos película que tienen su aquel, Sympathy for Mr VengeanceSympathy for Lady Vengeance. La peculiaridad es que es su primera película producida y dirigida en occidente con intérpretes occidentales. La curiosidad por ver si consigue trasladar los inquietantes mundos en los que desarrolla sus historias a los EE.UU. es notable. Y el reparto no deja de ser razonablemente llamativo.

India Stoker (Mia Wasikowska) es una adolescente que el día de su 18º cumpleaños sufre el duro golpe de la golpe de su padre, Richard (Dermot Mulroney), con quien estaba muy unida. En el funeral aparece un hermano de su difunto padre, Charles (Matthew Goode), de quien no sabía nada, y que se presenta como alguien que lleva años viajando por el mundo. Y este se queda con India y su algo perturbada madre, Evelyn (Nicole Kidman), a vivir en la mansión de la familia. Sin embargo, pronto se empezará a formar una opresiva atmósfera alrededor de este trío familiar, en el que además se producirán algunas desapariciones, así como algunos incidentes entre la joven y alguno de sus compañeros de instituto. Y pronto nos daremos que la salud mental de esta familia deja bastante que desear.

La película crea un ambiente muy opresivo, especialmente en el interior de la mansión familiar, donde los tonos verdosos con los que se crean decorado e iluminación no colaboran precisamente a dar esperanza y tranquilidad. Park nos presenta una historia que está entre el suspense, el drama psicológico y la historia de terror con algún toque gore. Estamos por definición ante personas que mantienen todas ellas comportamientos patológicos, personas que parecía tener un curso de vida normal en la medida en que existiese el fallecido Richard, pero que desaparecido este, ven discurrir sus vidas hacia la descomposición social y psicológica. Acompañada como hemos dicho de un cinematografía y un montaje muy personales, con una banda sonoro que también aporta su grado de inquietud, parece que el director tiene todos los elementos para un producto a la moda pero de calidad. Sin embargo, encuentro que las situaciones aparecen muy forzadas, la historia no acaba de fluir con naturalidad, y yo no me enganchó a ella de forma completa en ningún momento.

Aunque los aspectos visuales y argumentales son importantes, el trabajo de los intérpretes parece clave en el desarrollo del filme. Y aquí tenemos una diversidad de valoraciones. Wasikowska es una actriz joven que, por su aspecto frágil, se integra perfectamente en su papel de adolescente trastornada, y menos frágil de lo que parece. Quizá no sea el mejor papel de esta prometedora actriz, pero cumple. Goode, que interpreta el otro personaje importante del filme, también aparece sólido, equívoco, desconcertante e inquietante, en la medida justa. No será una interpretación magistral, pero razonable. Quien en mi opinión hace tiempo que pincha en sus papeles es Kidman, que llega a un grado de inexpresividad y artificialidad en sus interpretaciones que a mí me empieza a molestar bastante. El resto de intérpretes tienen papeles muy pequeños.

La verdad es que estamos ante un tipo de filme que no es precisamente de las que más me suelen enganchar. Este tipo de terror que combina lo psicológico con la charcutería, que parece que tiene su bastión en extremo oriente, y que poco a poco se filtra en occidente con la migración de sus directores, o con la adaptación de las historias por realizadores occidentales, no acaba de entrarme salvo excepciones muy aisladas. Y aunque reconozco algunas virtudes cinematrográficas en este largometraje, lo cierto es que no acaba de engancharme del todo en ningún momento. Durante toda la sesión me situó en una posición muy externa y escéptica, lo que hizo que problemas de guion que normalmente serían menores me chirriaran más. No soy muy explícito por no destripar la trama. En fin, una película que puede que guste a los amantes de este tipo de filmes, pero que para mí queda en un pasable sin más.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

(*) Para el nombre del director, coreano, se respeta la convención de su país en la que el apellido va en primer lugar.

Pequeño soto a origllas del Canal Imperial de Aragón

Aunque buena parte del filme transcurre en la opresiva atmósfera de la mansión familiar, algunas escenas en los bosques y campos cercanos tienen su trascendencia; por eso, hoy me voy de paseo por el estrecho soto que bordea el Canal Imperial de Aragón a su paso junto al Parque Lineal de Plaza.

[Cine] Noche de vino y copas (2011)

Cine

Noche de vino y copas (SuperClásico, 2011), 6 de mayo de 2013.

Para empezar, la esquizofrenia que supone que una película danesa cuyo título ¡¡¡está en castellano!!!, cuando llega a nuestras pantallas, con considerable retraso, tenga otro título en castellano distinto. Para continuar, esta película en su versión original está hablada entre tres idiomas: danés, inglés y español porteño. Siendo una comedia, conviene conservar los cambios de idiomas. Así que hay que ver la en versión original. Y si no está, y os interesa, pues os la buscáis de la forma que sea, que a estas alturas ya está visto que las gentes del cine no tienen especial respeto por los espectadores, así que no nos vamos a andar con remilgos. No sé si es que son tontos, o nos toman a los espectadores por tontos. Dado los descensos de las cifras de recaudación de taquilla en nuestro país, que no se explican del todo por las subidas de impuestos y la crisis, casi me decanto por la primera de las dos opciones.

En cualquier caso, en los últimos años han aparecido por cartelera algunas películas del país nórdico que confrontaban de una forma u otra las diferencias culturales entre su cultura y la de los países de cultura latina o mediterránea, de forma inteligente, como autocrítica o como reflexión sobre lo bueno y lo malo de la especie humana. Motivo por el cual decidimos dar una oportunidad a este filme de Ole Christian Madsen, a lo que hay que añadir la pobreza de la cartelera en primavera.

El superclásico al que hace referencia el título original es un acontecimiento futbolístico. Denominan así los argentinos a los enfrentamientos entre River Plate y el Boca Juniors, partidos que despiertan pasiones. La historia va de un vinatero danés, Christian (Anders W. Berthelsen), que fue abandonado por su esposa Anna (Paprika Steen), una antigua futbolista internacional danesa, que ahora se ha metido al negocio de la representación de jugadores. Y se ha hecho representante y amante de Juan Díaz (Sebastián Estevanez), un crack argentino que juega en uno de los dos equipos y que quiere traspasar a un equipo brasileño por una cuantiosa suma, y con quien se quiere casar. Christian quiere recuperar a Anna, y para ello busca la excusa de llevar en persona a Buenos Aires los papeles del divorcio para su firma. Y se lleva con él al hijo de la pareja, Oscar (Jamie Morton). Y llegan justo cuando se va a celebrar el superclásico. Y la cosa no va a ser fácil para Christian puesto que, al complejo triángulo ya formado, se sumarán las diferencias culturales, Fernanda (Adriana Mascialino), una mucama mayor pero sabia y desinhibida, y una jovencita de diecisiete años, Verónica (Dafne Schiling), que impactará en el hijo adolescente. Aunque no será lo único que impacte contra él.

Vamos a ver. Lo voy a adelantar ya. Esta es una película irregular. El planteamiento es curioso y creo que se podían haber sacado buenas cosas de él. Y de hecho tiene sus momentos divertidos, y algún que otro logro en alguna de las situaciones. Bien es verdad, que buena parte del desarrollo y el desenlace de la película están cantados casi desde el principio; pocas sorpresas nos ofrece el filme. Que también se ve lastrado porque en la primera parte del filme, recorre todos los tópicos sobre los argentinos, de forma muy superficial, en un ejercicio de escasa imaginación y sutileza. No obstante, la película se va salvando por las interpretaciones de sus principales protagonistas, que sin estar a un nivel elevado, cumplen con el cometido. Por cierto, los que como yo aborrezcan el fútbol, que no se preocupen. Su lugar en el filme es puramente anecdótico. No va de fútbol.

Comedia irregular por lo tanto, algo desaprovechada pero que se deja ver, y que en esta ocasión no deja tan alto como en otras ocasiones el punto de vista y el humor de los presuntamente sosos nórdicos. Decir que va a ser incluida en mi colección de películas sobre la fotografía en el cine, con su correspondiente reseña que tomará buena parte de su texto prestado de esta entrada.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Castillo de Kronborg

Desgraciadamente, todavía no tengo fotografías de Buenos Aires; pero sí de Dinamarca. En la imagen, el castillo de Kronborg en Helsingør.

[Libro] De acero

Literatura

Tengo en lista de espera nada menos que tres libros esperando a ser reseñados en estas páginas. Uno de ellos que terminé justo antes de irme, un relato de las peripecias de la escritora norteamericana Edith Wharton. Otro, que me lo merendé en el viaje de ida hasta Padua, y que nos cuenta la curiosa historia de una adolescente china en los años treinta del siglo XX, como la imagina el argentino Eduardo Berti. Finalmente, una novela de la joven escritora italiana Silvia Avallone, que nos traslada a las barriadas obreras de la ciudad toscana de Piombino en el año de los atentados de las Torres Gemelas. He decido que empezaré comentando esta última, quizá por que ha sido en la que más me he sentido inmerso.

De acero
Silvia Avallone; traducción de Carlos Gumpert
Editorial Alfaguara; Madrid, 2011
Edición electrónica.

Entre viejas barcas en un antiguo puerto encuentran la intimidad que necesitan las dos protagonistas de la novela. Esta vieja barca se encuentra el Paduo, en el Canale Piovego.

Entre viejas barcas en un antiguo puerto encuentran la intimidad que necesitan las dos protagonistas de la novela. Esta vieja barca se encuentra el Paduo, en el Canale Piovego.

Estamos en el principio del verano de 2001, y Anna y Francesca son dos adolescentes de 13 años, cercanas a sus 14 años, que destacan por dos cosas. Por ser las dos chicas más desarrolladas y guapas del lugar, atrayendo a todos los adolescentes y jóvenes del entorno, y por ser amigas inseparables desde tiempo atrás. Viven en una urbanización obrera de Piombino, donde hay una potente industria siderúrgica venida a menos, en la Toscana frente a la isla de Elba. Su tiempo pasa entre la playa, sus conflictos familiares, y sus momentos íntimos. En otro círculo está Alessio, el hermano mayor de Anna, trabajador de la siderúrgica, que complementa sus ingresos con el trapicheo y con el robo de cobre. Es el guapo del lugar, pero vive amargado por el abandono unos años antes de su novia Elena, de extracción social superior, y cuya relación terminó cuando la chica se fue a estudiar a la universidad. Conforme el verano avanza, las situaciones de todos los personajes del relato se complicarán, las emociones y los sentimientos se volverán confusos, y las decisiones fácilmente serán las equivocadas. Seguiremos la vida de estos y otros personajes durante un año, del que ninguno saldrá indemne.

El lector de esta novela no tarda mucho tiempo en entender que las vidas de la pléyade de personajes interrelacionados avanza más allá del drama, hacia algún tipo de tragedia. Aunque nos está contando la autora la vida de estos personajes, cada evento en sus vidas nos da la sensación de estar en una cuenta atrás. Aunque en ningún momento podemos prever cual va ser la naturaleza del hecho que termine de romper sus vidas. Para algunos definitivamente, para otros señalando un volver a empezar.

Anna y Francesca, guapas y decididas, los adolescentes de Piombino escriben sus nombres en las paredes con declaraciones de amor. Parece que algún admirador de Anna se ha llegado hasta estas esclusas del Naviglio del Brenta.

Anna y Francesca, guapas y decididas, los adolescentes de Piombino escriben sus nombres en las paredes con declaraciones de amor. Parece que algún admirador de Anna se ha llegado hasta estas esclusas del Naviglio del Brenta.

Avallone no tiene piedad ni de los personajes ni del entorno. Cargada con una fuerte dosis de crítica social, ninguno de los personajes se salva. Sólo las dos adolescentes parten con un aura de inocencia, o más bien de inconsciencia, que irá desapareciendo conforme caigan los golpes. Los demás aparecen como gente sin perdón. Si especialmente se ensaña con los padres de las dos protagonistas, no deja de poner en solfa la cobardía de las madres. Si en un momento sentimos simpatía por Alessio, víctima como algunos otros jóvenes de un amor que se muere, porque no basta ser guapo para enamorarse de según que chicas, también hay que tener posición, esta simpatía se desvanece con sus arranques impetuosos, y su cierta cobardía ante según que situaciones. Si ya entramos en los personajes secundarios que bordean el patetismo…

¿Qué opino yo de esta historia? En primer lugar, que su lectura me enganchó poderosamente, y perdí alguna hora de sueño, aparte de aprovechar intensamente el viaje de vuelta de las vacaciones para devorarlo. Eso ya indica algo. Efectivamente, la sensación de cuenta atrás hacia la tragedia no estuvo errada. Aunque esta se produjo donde menos lo esperaba. Y lo que he echado en falta ha sido unos personajes más matizados, menos tópicos, con alguna vuelta en su personalidad más interesante. Porque salvo a las dos chiquillas, llega un momento que te importa un rábano lo que les pase al montón de cretinos que las rodean. Y creo que el mundo tiene una gama de tonos más variada que lo que la autora nos muestra. Pero por lo demás, una buena lectura para estas vacaciones pasadas, aunque sea en otra región de Italia distinta de la que he visitado.

Las grandes zonas industriales no son necesariamente bonitas, como la siderúrgica Luchini de la novela, que existe en la realidad. En la foto, desde el Naviglio del Brenta se vislumbra la zona industrial de Venecia, al sur de Mestre.

Las grandes zonas industriales no son necesariamente bonitas, como la siderúrgica Luchini de la novela, que existe en la realidad. En la foto, desde el Naviglio del Brenta se vislumbra la zona industrial de Venecia, al sur de Mestre.

[Cine] Dos días en Nueva York (2012)

Cine

Dos días en Nueva York (2 Days in New York, 2012), 15 de mayo de 2013.

Fin de semana de flojera cinematográfica general. Tras el fuerte ritmo de estrenos oscarizables en enero, en estos momentos da la impresión de que los nuevos estrenos están más flojos. O por lo menos no encontramos propuestas realmente atractivas. Ha sido el fin de semana de los premios Goya, pero hace tiempo que he entendido que el cine español y yo vamos por caminos y tendencias dispares. La película española que más me ha gustado en el 2012 tan apenas ha recibido la atención ni de los medios, ni de los académicos, ni del público. Tras una serie de conversaciones con compañeras de trabajo, y tras conocer durante unos segundos a la directora del filme, veo en casa esta semana una película de producción no sólo española sino aragonesa, y que en su momento no fuimos a ver por la floja impresión que le produjo a una amiga. No es una catástrofe, pero tampoco me dice gran cosa. Así que entre todo este panorama, decidir qué ver no es fácil. Y por la simpatía que nos ha merecido en otras ocasiones la francesa Julie Delpy, tanto en su faceta de actriz como de directora, nos decidimos por esta secuela de otra película suya anterior que, aunque con defectos, no nos disgustó. Es cierto que cuando la vimos despertó un entusiasmo en nuestro grupo que luego se ha visto tremendamente atemperado. No era para tanto. Pero no nos disgusto. Y la tengo en mi colección de películas sobre la fotografía en el cine.

Si en la primera entrega conocíamos a la fotógrafa Marion Duprés (Julie Delpy) llevando a su novio de entonces a conocer a su excéntrica e imposible familia a la capital francesa, años más tarde la encontramos instalada en Nueva York con un hijo de aquella relación, y conviviendo con otro hombre, Mingus (Chris Rock), con quien planea montar un hogar. También ha avanzado en su carrera como fotógrafa y, además de trabajar para una revista, ha hecho sus pinitos en la fotografía conceptual, y va a inaugurar su primera exposición importante. Con este motivo, su familia vendrá de Francia a pasar unos días, poniendo toda su vida de patas arriba.

Si en la primera parte Delpy conseguía alcanzar cierto equilibrio entre la comedia y la reflexión dramática sobre los problemas existenciales y de pareja de los protagonistas, en esta segunda parte ese equilibrio no se consigue. Predominan las situaciones cómicas, pero sin que el humor que desarrolla sea especialmente brillante. En ocasiones es vulgar. Algunos personajes son realmente bufos, y creo que no aportan nada a la situación. Y el desarrollo de la parte dramática del filme, que sigue un paralelismo con la parte parisina, no consigue alcanzar el mismo nivel.

Dicho lo cual, las interpretaciones del conjunto tampoco son cosa del otro mundo sin que estén realmente mal. Quizá el problema es que a veces parecen personajes sacados de una enciclopedia de tópicos sobre franceses, yanquis y las relaciones entre ambos.

Lamentablemente, y a pesar de las simpatías que sentimos por Delpy, ver esta película nos ha parecido una pérdida de tiempo. Una producción prescindible que no añade nada a lo que ya nos contó hace cuatro o cinco años. En cualquier caso, esta película también va a mi colección de películas sobre la fotografía en el cine.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Sigo sin haber viajado a Nueva York, así que me quedaré en el lado parisino de la historia, en la plaza de los Vosgos. Hermosísima plaza en el Marais parisino.

Sigo sin haber viajado a Nueva York, así que me quedaré en el lado parisino de la historia, en la plaza de los Vosgos. Hermosísima plaza en el Marais parisino.

[Cine] Lo imposible (2012)

Cine

Lo imposible (The Impossible, 2012), 16 de enero de 2012.

En estas semanas tenemos previsto ver más cine de lo habitual, por dar un repaso a las candidatas a los premios óscar que se van estrenando. Pero no me imaginaba yo que iba a acabar viendo esta película que lleva un montón de tiempo en cartelera, y que no me había interesado en absoluto. Sin embargo, me dejo convencer para acompañar a unas amistades a verla. Para convencerme me dicen que es candidata a algún óscar. Más me mueve la oportunidad de tomarme unas cervezas después y charrar un rato que este filme español, dirigido por Juan Antonio Bayona, con ambiciones internacionales.

La película nos cuenta la odisea de una familia normal y corriente, los Bennet (en la película parecen norteamericanos o de algún país anglosajón, pero está basada en lo que le sucedió a una familia española, los Álvarez-Belón), que pasan unas vacaciones en algún lugar de playa del Océano Índico, donde son sorprendidos por el tsunami que asoló aquella región el 26 de diciembre de 2004. Así, la malherida Maria (Naomi Watts) y su hijo mayor Lucas (Tom Holland) quedan separados del marido, Henry (Ewan McGregor) y los dos niños pequeños. Y ahí comienza una lucha por sobrevivir y volver a reunirse.

No perderé mucho tiempo en comentar. Los presagios que tenía sobre el filme se confirman. Es una película efectista más que efectiva, con un guion que no está muy bien encadenado, y que se limita a presentar momentos que buscan conmover al espectador, ligados por ratos en los que realmente no pasa gran cosa. Esto se cuenta en un mediometraje de 45 minutos. Eso sí, es producción española sacando pecho en cuanto a gastos de producción.

Las interpretaciones, desde mi punto de vista son de aliño. Ambos protagonistas son intérpretes solventes que cumplen con lo establecido. Considero excesiva la nominación de Watts al óscar a mejor actriz protagonista. Su trabajo es correcto pero no extraordinario y, por otra parte, casi diría que su papel es secundario respecto al del chaval que hace de hijo mayor, Tom Holland, y que me parece el personaje más interesante del filme. Dicen los créditos que por ahí pasa Marta Etura, a la que no he reconocido mientras veía la película, y Geraldine Chaplin, que sí he reconocido, pero que no hace más que poco más que un cameo.

Película que he visto más por estar con la gente que por el interés que me despertaba, que no es que sea una catástrofe ni nada de eso, pero que no me parece que merezca la atención que ha recibido ni de los medios ni del público. Pero las cosas son así. Qué se le va a hacer.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Hay modificaciones en mis valoraciones de Hacia los premios Óscar 2013, que afectan a la categoría de  Actriz protagonista, situando a Watts provisionalmente la tercera de mis preferencias, aunque dudo que sostenga la posición.

Playa de Margate

Parece que las playas del mar del Norte, como la de Margate en Inglaterra, son menos idílicas, más borrascosas, pero dan menos disgustos que las de Tailandia.

[Cine] Golpe de efecto (2012)

Cine

Golpe de efecto (Trouble with the Curve, 2012), 7 de diciembre de 2012.

En un fin de semana pocho y extraño, encontramos un momento para acercarnos al cine a la improbable hora de las cinco de la tarde. Aunque de un tiempo a esta parte cada vez es menos improbable. Cosas que pasan. Sin una preferencia clara por lo que hay en la cartelera, decidimos «visitar» a Clint Eastwood, dirigido por otro, Robert Lorenz, en lo que parece su enésimo papel de viejo gruñón con  buen corazón. Y eso que parecía que Gran Torino había sido su despedida de la interpretación. Que tiene 82 tacos el «joven».

Gus (Eastwood) es un ojeador de un equipo de beisbol americano que se está haciendo ya mayor. Mantiene una buena relación con Pete Klein (John Goodman), su jefe inmediato, pero los mandamases del equipo están pensando ya en retirarlo. Por lo demás, es un tipo solitario, que mantiene unas relaciones cordiales pero frías con su hija. Su hija es Mickey (Amy Adams), una abogada de éxito que se deja la piel trabajando en el bufete del que espera ser socia. Pero Gus está perdiendo la vista, y eso preocupa a PeteGus tendrá que ir a ojear a un joven de la ligas menores, que promete mucho, aunque es un soberano gilipollas, Bo Gentry (Joe Massingill). Y Pete convencerá a Mickey para que acompañe a Gus. Además, en su recorrido por las Carolinas, conocerán a Johnny (Justin Timberlake), una promesa de este deporte al que una lesión ha relegado también al empleo de ojeador. Y este sentirá algo más que simpatía por la arisca y encantadora Mickey, valga el oxímoron.

A ver. Me dejaré de tonterías. En la industria del cine americano, el más tonto tiene oficio para rodar una película. Pero a la mayor parte les sale un producto técnicamente razonable pero cuyo interés,… pues hay de todo. Y este es el caso. Con un guion flojito, flojito, con alguna que otra trampa, especialmente en un final forzado y no excesivamente afortunado, esta película se salva por las interpretaciones de sus dos protagonistas. Teniendo en cuenta que el romance entre los jóvenes y guapos es poco convincente y superfluo, aquí lo que importan es la historia y las escenas en las que cruzan miradas, palabras y actitudes el veteranísimo Eastwood y la no tan joven como nos quieren vender Adams. Aunque es cierto que es mona y tiene encanto. Ambos están muy bien, y justifican el pasar por taquilla. Pero lo demás,… pues del montón. Muy del montón.

En fin, para quienes queremos a Clint y nos cae simpática la Adams, una opción razonable. Pero por los pelos y por ellos. Por lo demás, un filme olvidable con facilidad, con la dificultad añadida de que el deporte que trata es de consumo norteamericano prácticamente.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **
El asador

Un cierto debate hay en el filme entre el vegetarianismo de la chica y el amor a la carnuza del padre,… que se solventa, y no destripo nada importante del argumento, con la caída en la tentación de la hija. Y eso que se come unos vulgares «perritos calientes», y no las ricas viandas que se asan en la Plaza del Pilar de Zaragoza estos días.

[Cine] El amigo de mi hermana (2011)

Cine

El amigo de mi hermana (Your Sister’s Sister, 2011), 2 de septiembre de 2012.

Una matinal de cine indy para variar en este principio de septiembre en el que las películas más llamativas de la temporada no han hecho su aparición. Alguna crítica razonablemente buena y la presencia de algún intérprete interesante en el escueto elenco del filme, nos lleva a probar suerte.

Jack (Mark Duplass) es un tipo que, un año después de la muerte de su hermano, a quien todos querían, camina por la vida desorientado, sin trabajo, con la vida hecha un desastre. Su mejor amiga, Iris (Emily Blunt), una antigua novia de su hermano, guapa, con éxito social, le aconseja que se vaya a una isla cercana, auna cabaña  que tiene su familia unos días y que piense un poco en como orientar su vida, sin dar pasos precipitados.Pero la cabaña no está vacía, se encuentra ocupada por Hannah (Rosemarie DeWitt), hermana de Iris, lesbiana que acaba de romper con su pareja después de siete años de relación. También confusa y alterada. Una noche de confidencias y tequila les llevará a la cama y a echar un polvo. Algo casual, sin más compromiso. Pero al día siguiente, Iris se deja caer por la cabaña. Y las cosas se irán poniendo poco a poco incómodas. Especialmente cuando algunas confesiones y algunas verdades vayan saliendo a la luz.

A ver. A una película de cine independiente americano se le piden sólo algunas cosas. Un factura sencilla pero eficaz. Una historia basada en caracteres, honesta y que te toque la fibra y te enganche. Unas interpretaciones competentes aunque no sean de actores o actrices de relumbrón. A este filme, dirigido por Lynn Shelton, que viene calificado en casi todos los sitios como comedia pero yo considero que es un drama, drama, no le falta casi nada. Pero no acaba de ser redondo. El principal problema es que la historia, que no está mal, peca de dos defectos. Es altamente previsible y es excesivamente buenrollista. Lo que le hace perder credibilidad. Hay cosas que son difícil de tragar, por buena gente que sean los personajes.

En cualquier caso, los tres intérpretes, los tres protagonistas desde mi punto de vista, están bastante bien. Uno siempre se fija más en las chicas. Sesgo ligado al cromosoma Y, supongo. Pero si Blunt es tradicionalmente un encanto, así de mona y majica, y competente como actriz, DeWitt, quien acostumbra por lo que sé de ella a hacer siempre de hermana de la protagonista o de la guapa, me parece un actriz todavía mas competente y con más matices, aunque no sea tan mona ni tenga el mismo encanto. El chico, pues lo hace bien. Pero siempre he tenido la sensación de que las chicas monas y con éxito en la vida no se enamoran de este tipo de tíos, más bien destinados si no tienen cuidado a ejercer de pagafantas.

En cualquier caso, el regusto que deja la película es bueno, son 90 minutitos que se te pasan en un pispás, y si bien no se te va a quedar como una obra maestra del séptimo arte, tienes la sensación de que has aprovechado bien la mañana del domingo. O cuando sea que te vayas a ver el filme. Asi que por qué no, oye. En peores plazas cinematográficas hemos toreado.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Bonitos paisajes los de la película, en una islita próxima a Seattle y esas cosas; yo me conformaré con los paisajes menos espectaculares pero potencialmente agradables de las riberas del Ebro a su paso por Zaragoza.

Por la ribera izquierda del Ebro

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Por la ribera izquierda del Ebro

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Por la ribera izquierda del Ebro

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Por la ribera izquierda del Ebro

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[Cine] El Skylab (2011)

Cine

El Skylab (Le Skylab, 2011), 31 de julio de 2012.

A unos días del estreno del acontecimiento cinematográfico del verano para los aficionados del cine de ciencia ficción, pero ya habrá tiempo para hablar de eso por que no me la voy a perder, sigo con las comedias de lo que algunos llaman «otras cinematografías». Es decir, ni la omnipresente norteamericana, ni la decaída cinematografía patria. Con críticas tibias por algunos, y más favorables por otros, nos acercamos a ver esta película de la actriz, directora, cantante y no sé cuantas cosas más, francesa, Julie Delpy. Dirige e interpreta. No podemos decir que protagoniza aunque tiene uno de los papeles destacados. Ahora me explico.

En la actualidad, una familia convencional francesa monta en un moderno tren camino de algún lugar en provincias. Tras un rifi-rafe de la madre de familia con algunos viajeros por los asientos, esta se sumerge en sus recuerdos mientras viajan, y mediante un largo flashback que dura toda la película, vemos cómo cuando era niña, a sus once años, Albertine (de pequeña Lou Avarez), que así se llama, se traslada con sus padres, Anna (Delpy)Jean (Eric Elmosnino), y su abuela materna a Bretaña, para celebrar el cumpleaños de su abuela paterna, Amandine (Bernadette Lafont). Allí, durante dos días convivirán con el resto de los numerosos y variados hermanos de su padre, con sus familias. Una gran reunión en la que surgirán los cariños y las rivalidades de todo tipo, bajo la «amenaza» de la caída incontrolada de la primera estación espacial, el Skylab, lo que nos sitúa en los días 10 y 11 de julio de 1979, con precisión. Y sobretodo, asistiremos a los primeros pasos del cambio de la niña que es Albertine a la preadolescente que va a ser muy pronto.

Básicamente, nos encontramos ante una comedia costumbrista, en la que la Delpy hace un ejercicio de profunda nostalgia al echar la vista atrás, realizando un retrato de la sociedad francesa de entonces, que por lo que se puede comprobar y para mi sorpresa, no era tan diferente de la española. Digo para mi sorpresa, porque en aquel momento vivíamos en España los turbulentos momentos de la transición a la democracia, y nos parecía que cualquier país europeo estaba a años-luz de nosotros. Pero por lo que se puede ver en este filme, pues la verdad,… en el nivel familiar, no había grandes diferencias si yo mismo echo la vista atrás. Rodada con una fotografía que busca emular el aspecto de las fotografías de aquel entonces, y con razonable habilidad técnica, nos mantiene razonablemente interesados durante los dos días que dura la reunión familiar, con algunos momento muy buenos, divertidos o entrañables, pero también con otros más flojos. Una realización apañada pero con escaso brillo. La película se sostiene por la empatía con los personajes. Habrá que suponer que sin ser autobiográfica, existen elementos tomados de la propia vida de la directora. Por ejemplo, tantos los padres de Albertine como los de la Delpy son actores de teatro. Su padre, Albert Delpy, tiene un papel, el tío Hubert en el filme, como ya sucedió en alguna otra película de la actriz. Está dedicada a su madre, que murió hace pocos años.

En cuanto a la interpretación, es una obra coral, en la que si hay un protagonista en las niña que interpreta a Albertine, Lou Alvarez. Que lo hace bastante bien. Claro está que los dos actores que hacen de padres de la niña tienen algo más de presencia que el resto, pero no se puede hablar de protagonistas. El conjunto de este reparto coral también es bastante sólido.

En conjunto, es un filme razonable, aunque no especialmente brillante. Como en muchas otras ocasiones, si cada vez me repatea más el doblaje de las películas, por algún motivo el doblaje de las películas francesas es especialmente catastrófico, resultando los diálogos en castellano poco naturales. No ha habido posibilidad de acceder a una versión original con unos subtítulos que ayuden en esta ocasión. Me defiendo con el francés, pero al nivel de conversación coloquial rápida de esta película, pierdo demasiado. No obstante, puede ser una opción razonable para este verano. Aunque inferior a lo que yo esperaba encontrar.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

El estuario de La Rance, entre Dinard y St-Malo, en Bretaña. St-Malo es la estación de tren en la que se baja la familia de Albertine cuando se dirigen a la casa de campo no muy lejos de la costa donde vive su abuela.

[Cine] We need to talk about Kevin (2011)

Cine

We need to talk about Kevin (2011), 18 de marzo de 2012.

Como de costumbre en los últimos tiempos, sigo prefiriendo las versiones originales subtituladas, porque respetan la obra original. Pero para quienes gustéis de sucedáneos, es posible ver esta película en la cartelera española bajo el título Tenemos que hablar de Kevin.

A priori, no tenía mucha intención de ver esta película dirigida por la escocesa Lynne Ramsay. Estas películas de niños raritos que amargan la vida de sus padres, muchas veces han acabado en tonterías sobrenaturales que me cargan un poco. Pero las críticas hacia esta película eran realmente buenas, el reparto interesante y las alternativas poco apetecibles. Así que a por ella.

Al principio del filme conocemos a Eva (Tilda Swinton), una mujer solitaria, que vive en una casita sencilla, con malas relaciones con sus vecinos, que le tiran pintura a la casa, le miran mal, e incluso le insultan y le agreden. Busca trabajo. Lo consigue como auxiliar administrativo en una agencia de viajes. En el proceso que lleva limpiar la pintura roja con la que han ensuciado la fachada de su casa, en una serie de flashbacks, conoceremos su historia anterior. Poseedora de una prestigiosa agencia de viajes y autora de libros sobre este tema, conoció, se enamoró y se casó con Franklin (John C. Reilly), con quien formó una familia aparentemente de ensueño. Pero desde el principio tuvo problemas para conectar con su hijo mayor Kevin (Jasper Newell, niño; Ezra Miller, adolescente). Un niño problemático que por un momento pareció sufrir autismo, luego mostró una inteligencia notable, especialmente para la lucha constante que sufrió con la madre. Y de niño problemático, a adolescente más inquietante todavía. Sabremos, porque la película nos lo cuenta pronto, que en el tiempo actual se encuentra en una carcel de alta seguridad, siendo visitado periódicamente por su madre, aunque no hablan prácticamente. Intuiremos que algo grave sucedió, y que Kevin tuvo mucho que ver.

No voy a decir que las premisas de inicio de la película sean originales. Pero quizá es importante que en esta ocasión no hay maldiciones, ni demonios, ni anticristos, ni fenómenos paranormales de ningún tipo. Estamos ante la historia, difícil e incómoda, de un niño sociópata y una madre que parece ser que es la única que lo ve venir. Con una realización austera, con un presupuesto evidentemente ajustado, sin embargo tenemos una producción de gran calidad en su factura, con una fotografía muy moderna, basada en grandes angulares que te acercan al personaje pero abriendo la perspectiva al entorno, en la que resaltan esos colores primarios, especialmente el rojo, muy saturados, en un entorno de tonos suaves, apagados. Y con una banda sonora, muy interesante. Realmente, en los aspectos técnicos y creativos, está muy conseguida.

Pero donde destaca especialmente el filme es en la excelente interpretación de su elenco, especialmente de madre e hijo. Tanto Swinton como los dos actores, el infantil y el adolescente, que dan vida a Kevin son la columna vertebral de esta película, que nos dejará un innegable desasosiego.

Es curioso. El desenlace de esta película lo ves venir. Supones de antemano que va a pasar. No creo que sea intención de la directora el ocultarlo. Te va dando todos los elementos, la afición deportiva del chaval, algunas escenas de los flashbacks, la soledad y el aislamiento actual de la protagonista, para que adivines el «final» con antelación. Pero no importa. Porque lo que importan en este interesante filme es el proceso. Y este está estupendamente contado. Una película de las que mejora conforme la vas recordando. Mi opinión en este momentos es mejor que cuando salí del cine. En estos momentos, la considero superior a varias de las que comenté en su momento como candidatas a los óscar. Donde no apareció. Muy recomendable. Salvo para mujeres que vayan o quieran tener un hijo. Pueden cambiar de idea.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
Recientemente, camino de ver una película que al final no vimos, llevaba mi Pentax K-x y tomé algunas imágenes del atardecer por el camino. Es curioso que en una serie en las escalinatas del Batallador del Parque Grande de Zaragoza, me aparecieran constantemente un tipo de naranja. Sólo recuerdo haberlo incluido voluntariamente en la toma en la última de ellas. ¿Será un fenómeno paranormal?
Las escaleras del batallador y un señor de naranja que corre

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Las escaleras del batallador y un señor de naranja que corre

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Las escaleras del batallador y un señor de naranja que corre

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[Cine] The Descendants (2011)

Cine

The Descendants (2011), 23 de enero de 2012.

Esta película ha sido vista en versión original y por ello se conserva su título original en inglés. En la cartelera española es más frecuente encontrarla doblada al castellano con su título traducido literalmente, Los descendientes.

Altas expectativas se habían generado en las últimas semanas conforme nos llegaban noticias sobre el notable trabajo del protagonista de la película, George Clooney, y sobre las bondades del filme en general. Filme firmado por Alexander Payne, de quien guardo un excelente recuerdo por aquella delicia que fue Sideways (Entre copas). Nos enteramos además que está rodada en Hawái, y que la echan en versión original en una buena sala de los Aragonia, así que ayer preparamos la expedición hasta estas multisalas, y a por ella.

Los descendientes son Matt King (Clooney) y sus primos. Y son descendientes del primer banquero blanco que llegó a las islas y que acabó casándose con una guapa princesa indígena. Y como herencia por parte de esta, este grupo familiar conserva unas tierras de gran belleza en Kaua’i, una de las islas más estupendas. Pero las poseen en fideicomiso, que perderán en siete años, por lo que antes las quieren vender. Probablemente a grupos constructores, que especularan o destruirán la belleza natural de las tierras. Sin embargo, Matt está con otros problemas. Para él, la vida ha sido sencilla siempre. Se gana bien la vida como abogado, tiene una mujer guapa y deportista que le ha dado dos hijas, y vive cómodamente, sin graves preocupaciones, dejando que otros tomen las decisiones por él, de forma un poco egoista. Pero su mujer, Elizabeth (Patricia Hastie), ha tenido un grave accidente deportivo. Esta en coma profundo. Mientras espera su recuperación, cuida de su hija de 10 años, Scottie (Amara Miller), aunque no se le da muy bien. Los doctores le anuncian que no hay posibilidades de recuperación para su mujer, y que en sus última voluntades dispuso que no se tomaran medidas extraordinarias para el mantenimiento de su vida. Así, padre e hija van a buscar a la hija mayor, una rebelde adolescente de 17 años, Alexandra (Shailene Woodley), que está en un internado. Esta responde hostilmente a las malas noticias que le da su padre. Y le confiesa que sabe que su madre tenía un amante y que quería divorciarse. Con estas premisas, los tres miembros de la familia, acompañados de Sid (Nick Krause) el novio de la mayor, comienzan dos caminos. Por un lado, la obligación de comunicar a familiares y amigos cercanos de la situación de Elizabeth para permitirles despedirse de ella. Por otro lado, localizar al amante, Brian Speer (Matthew Lillard) para intentar entender lo que pasó. Al final lo encuentran en un lugar de vacaciones con su mujer Julie (Judy Greer). Y en medio el problema del fideicomiso.

Nuevamente el director nos ofrece un drama basado en la crisis de un hombre maduro, una crisis en la que ni siquiera sabe que vive hasta que confluyen sobre él este conjunto de situaciones. Al igual que en Sideways, la película no deja de ser una especie de road movie, en el sentido en que el grupo familiar extendido va moviéndose por las islas emprendiendo un viaje tanto físico como sobre todo emocional. O el grupo familiar salta por los aires, o saldrá más reforzado que nunca. También va alternando los momentos de drama, algunos de ellos profundos, con los tonos más desenfadados y a veces cómicos que procura el personaje de Sid, el cual como todos los protagonistas, también irá ganando madurez por el camino.

La película esta rodada con eficacia y oficio técnico, estando ante todo al servicio de los personajes y de su historia. Claro que tiene a su favor la belleza propia del archipiélago pacífico, y de su capacidad para encontrar escenarios y luz natural adecuada. Con una banda sonora basada en guitarras y temas hawaianos, que da un toque de ligereza a los momentos más dramáticos sin desvirtuarlos.

Por supuesto, es una de esas películas cuya base fundamental es el trabajo de los intérpretes. Especialmente de Clooney que sale en la inmensa mayoría de las escenas de la película. El trabajo del actor es realmente bueno. No sé si tan magistral como nos lo han propuesto. Su tono es similar al de otra película que realizó recientemente, Up in the air, en la que también interpretaba a un hombre maduro que tiene un crisis aunque no lo sabe. En cualquier caso, yo tampoco le pongo grandes pegas. Si sabe seleccionar los papeles que mejor le convienen, mejor para él y para todos. En el plano interpretativo, hay que destacar también a Shailene Woodley. A esta chica la había visto yo en algún capítulo de una serie que es un drama adolescente, que la verdad no me había llamado la atención gran cosa. Ni por la trama ni por el trabajo de sus actores. Pero aquí borda la evolución de una adolescente que, bajo el supuesto de que es problemática y pendenciera, lo que la ha llevado a un internado, resulta que probablemente es más madura que cualquiera de los dos progenitores. El resto del reparto esta correcto tirando a bien o muy bien, con pequeñas intervenciones de ilustres como Robert Forster como padre de la moribunda, y Beau Bridges como uno de los primos del protagonista.

¿Qué podemos decir como resumen? Pues que la película está bien. Pero creo que considerado en retrospectiva, no me ha gustado tanto como Sideways. Película del mismo director con la que no me queda más remedio que comparar la actual por que alguno de sus temas son coincidentes y por el tono. Aquella película es de las que ganan con el tiempo. También es posible que un exceso de expectativas altas me haga juzgar con rigor esta película de hoy. Pero en líneas generales está bastante bien, y es recomendable. Aunque yo no le daría el óscar a la mejor película ni al mejor actor protagonista. Cosas que pasan.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
No tengo fotografías de Hawái, lamentablemente. Pero fui caminando al cine, con la Panasonic Lumix GF1 y tomé algunas imágenes del atardecer en la ciudad.
Ramas y sombras

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Contraluz

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Baranda

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Esperando al tranvía

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