[Viajes] Más de viajes en los últimos 20 años

Viajes

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

En los dos últimos días he recibido algunas amables «quejas» sobre mi selección de viajes en los últimos 20 años, la que publiqué el sábado para celebrar el 20º aniversario de este Cuaderno de ruta. Son las consecuencias de no poder abarcar todas las experiencias, y todas las compañías que he tenido en estos últimos 20 años, cuando he colgado la cámara del hombro y me he dedicado a ver mundo. Para compensar, voy a hacer otra selección de 20 viajes. Seguro que me dejaré algunos en el tintero… pero ya no voy a poner más.

[Foto] El 2023 en fotos; de viaje con la cámara al hombro

Viajes

Llegamos al final de 2023. Un año… que no ha estado mal. Y comienza el repaso de fin de año, fundamentalmente un repaso fotográfico, que es lo que me apetece, como de costumbre desde hace ya un buen montón de años en este Cuaderno de ruta. En mi carpeta con fotografías de viaje he registrado quince subcarpetas, es decir, quince viajes de mayor o menor duración. Van desde la excursión en el día a algún pueblo aragonés, incluso de la propia provincia de Zaragoza, en cuya capital vivo, hasta algún viaje intercontinental saltando el Atlántico durante unos cuantos días. Así que mi concepto de lo que es viajar con la cámara al hombro es muy amplio. Así que sin más, vamos con el repaso. Con fotos.

Recordad que podéis ver regularmente fotografías de mis viajes, tanto actuales como de antaño, en mi cuenta de Instagram dedicada a ello.

30 de enero – Un mañana soleada en Teruel.

31 de enero – Una revisión de la actividad cultural en Madrid y una visita a los amigos desde hace 25 años

6 de marzo – En Barcelona, reparando cámaras fotográficas y una visita a los amigos desde hace 40 años.

Viaje de Semana Santa – Basilea, Friburgo, Colmar, el Jura… en una pequeña reunión con aficionados a la fotografía con película tradicional de Suiza y Alemania.

26 y 27 de abril – Reuniones de trabajo en Madrid.

16 de mayo – Excursión con AFZ Asociación de fotógrafos de Zaragoza a Torrellas y Tarazona.

Vacaciones de primavera – San Francisco y escapada a Yosemite Valley.

Puente de agosto – Reunión familiar en Estocolmo.

15 de septiembre – Nueva visita al Museo Würth La Rioja en Agoncillo y a Logroño.

Vacaciones de principios de otoño – Turín, Piamonte y Milán.

Escapada del Pilar – San Sebastián y otras localidades del País Vasco.

28 de octubre – Excursión a los hayedos de Sansanet y Le Somport en el Pirineo francés con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

25 de noviembre – Excursión al Parque Geológico de Aliaga con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

1 de diciembre – Una mañana de lluvia en Calatayud.

4 de diciembre – Segunda visita del año a Barcelona por similares motivos a la de marzo.

[Viajes] En Estocolmo con película negativa en blanco y negro

Fotografía, Viajes

A mediados de agosto estuve unos días en modo «sólo fotos». Es decir, estuve de viaje, y en estas páginas se publicaban las fotos que iba subiendo sobre la marcha de las que iba haciendo durante el viaje. Y como de costumbre redacté al regreso una entrada de resumen, ilustrada con algunas de las fotografías digitales que fui haciendo. Vamos… las cosas que hago habitualmente en mis viajes.

Este viernes pasado me llegaron reveladas las fotografías que hice con película fotográfica tradicional en blanco y negro. De las cuestiones técnicas relacionadas con mi proceso fotográfico podréis encontrar más detalles en En Estocolmo con película fotográfica en blanco y negro – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super. Aquí, simplemente os dejo algunos ejemplos de las fotografías realizadas. No tantas, ni tan centrado, como en otras ocasiones, pero bien en general. Espero que os gusten.

[Fotografía/Arte] Fotografía y arte moderno en Estocolmo para el Día Mundial de la Fotografía

Arte, Fotografía

Pues sip. Hoy es uno de esos numerosísimos «Días Mundiales de Algo» y, en concreto, el Día Mundial de la Fotografía. Alguien eligió este día por ser el aniversario de la presentación de la patente del daguerrotipo por Daguerre, o algo así. Lo que hace que me deje un poquito frío, porque Daguerre fue un aprovechado, no me cae especialmente bien, porque hubo otras personas importantes en el nacimiento de la fotografía, al fin y al cabo el daguerrotipo fue un callejón sin salida, y las cosas fueron por otro lado, y porque al fin y al cabo este día es por capricho de un individuo que a nivel privado promovió la celebración. Pero bueno… la fotografía es mi afición, a diversos niveles. Porqué no celebrarla. Y lo haré adelantando, de alguna manera, la entrada que iba mañana sustituyendo a mis habituales recomendaciones fotográficas. Y es que en el fin de semana laaaaargo pasado que pasamos en Estocolmo, tuve ocasión de escaparme a visitar a centros culturales que me gustan, relacionados con la fotografía.

Para mí, un imprescindible en Estocolmo es Fotografiska Museet. Este estupendo museo, o centro cultural, como queráis verlo, dedicado a la fotografía, siempre me ha gustado y me ha deparado excelentes experiencias. Buenas y significativas exposiciones, bien comisariadas. Siempre interesantes. En esta ocasión, la principal de ellas fue la retrospectiva póstuma dedicada al fotógrafo alemán Peter Lindbergh, fotógrafo que se hizo especialmente popular en los años 90 por sus fotografías de las «supermodelos», tan de moda en aquellos momentos, así como los retratos de otras celebridades. Casi siempre en blanco y negro, he de reconocer la maestría de Lindbergh con este medio. Algunas de sus fotografías son simplemente fenomenales. Aunque al mismo momento, no me convencen otras, creo que han quedado desfasadas. Hasta las narices de que para «hacer interesante» a una mujer, una modelo, hasta que fotografiarla fumando. Algo muy copiado por muchos aficionados al retrato, especialmente de mujeres guapas, aun en la actualidad. ¿De verdad creéis que para que parezca que una mujer, o un hombre, tengan mucha personalidad y carácter tienen que estar fumando? ¿Una adicción que como tal esclaviza físicamente y psicológicamente a la persona? Es decir, lo contrario a tener una personalidad y una carácter fuerte e independiente. Estéticas que ya resultan casposas.

Por ello, me sentí mucho más atraído por la exposición dedicada a Diana Markosian. Emigrada a Estados Unidos en la infancia desde Rusia, poco después del derrumbe de la Unión Soviética, cuya madre se había divorciado del padre, y se casó por vía postal con un norteamericano mucho mayor. Markosian, en la exposición, reconstruye desde su perspectiva y experiencia la vivencia de abandonar su revuelto país por un supuesto paraíso, representado por la serie Santa Bárbara, la primera serie americana que pudieron ver los rusos. Un paraíso con no pocos ingredientes de un infierno. Además, pude contemplar los divertidos, e irónicos, desnudos de AdeY (instagram), con la crítica implícita y explícita a la censura en las redes sociales, especialmente Instagram. Un artista que permanece en el anonimato. Pero muy interesante. Y también las obras del sueco Alexander Wessely, que combinan escultura, iluminación y fotografía. Muy bien, en general.

Después, tras desplazarme en uno de los transbordadores que unen las islas que conforman Estocolmo, fui desde Gamla Stan hasta Skeppsholmen para volver a visitar el Moderna Museet, museo de arte moderno y contemporáneo, uno de los museos más interesantes de la capital sueca. La ventaja de los museos de arte moderno sobre los clásicos de bellas artes es que rotan con frecuencia las obras en exposición, y cada vez que los visitas es como si fueran un museo distinto en su contenido. La pena es que suele haber siempre una exposición temporal de un artista significativo, pero ese espacio estaba cerrado en la actualidad, supongo que esperando próximas exposiciones. Bueno… siempre es agradable visitar el Moderna Museet que siempre incluye también obra fotográfica en sus exposiciones. Estocolmo es una ciudad dinámica, moderna y culta, y estos museos o centro culturales siempre están muy animados. Una visita, como digo, imprescindible si te gusta el arte y la fotografía.

[Viajes] Resumen fotográfico del viaje a Estocolmo

Viajes

A principio de años, sinceramente, no me hacía idea de que a mediados de agosto acabara visitando Estocolmo. Más bien alguna otra ciudad escandinava, pero a principios de septiembre, como hace dos años. Pero lo que son las cosas, un acontecimiento familiar me ha llevado de nuevo a la capital sueca, junto con mi hermana y mi sobrino, coincidiendo allí con otros miembros de la familia extensa. Ha estado bien. La verdad.

No había mucha presión para ver unas u otras cosas. Mi hermana y mi sobrino no conocían la ciudad, yo sí. Alojados en Sollentuna, a unos 15 kilómetros en línea recta de Estocolmo central, pero dentro del área metropolitana. Con fácil comunicación con un tren de cercanía de paso frecuente y precio más que razonable. El billete de transporte público es fijo en toda la red del área metropolitana, sin tarificación por zonas. Un poquito caro, 39 coronas = 3,30 euros, para trayectos cortos en el centro de Estocolmo, pero muy barato si te mueven por trayectos amplios de la región. Te permite hace cambios en los 75 minutos siguientes a su activación. Pero siempre que el último cambio lo hagas dentro de esos 75 minutos, puedes seguir viajando hasta el final de este trayecto. Conveniente y eficaz.

Allí en Sollentuna asistimos al bautizo de una joven señorita de 5 meses de edad, tremendamente simpática, en una iglesia de finales del siglo XI, muy arregladita. Hicimos otras actividades familiares durante estos días, pero en las que no voy a entrar.

Uno de los días lo dedicamos a visitar el ayuntamiento de Estocolmo, el del gran salón donde cenan los más de 1000 invitados a la cena de los Premios Nobel cada mes de diciembre y que es interesante de ver, así como el casco histórico y algunas de las islas de la ciudad. Un recorrido típico para conocer el paisaje urbano de la ciudad.

Al día siguiente nos repartimos. Yo me fui a visitar Fotografiska, museo de fotografía contemporánea, y Moderna Museet, museo de arte moderno y contemporáneo, mientras que mi hermana con mi sobrino de 14 años visitaban el Museo Vasa y el parque etnológico Skansen. Creo que todos lo pasamos bien, y nos dio tiempo para hacer un recorrido en barco por las bahías del mar Báltico que se infiltran tierra adentro formando las islas sobre las que ha ido creciendo Estocolmo.

La última visita turística fue al palacio de Drottningholm, uno de los palacios reales de la monarquía sueca, una de las muchas copias de Versalles, aunque más modesta en dimensiones, pero que está cualificada como Patrimonio Mundial por la Unesco. No soy muy partidario de estos lugares, me aburren un poco, pero no lo conocíamos ninguno, y pareció adecuado antes de volver a comer con el grupo familiar en Sollentuna.

[Libro] Otra vida por vivir

Literatura

En esta ocasión no traigo una obra de ficción. Nos moveremos en el ámbito del ensayo y la reflexión. Y lo haremos de la mano del escritor griego radicado en Suecia Theodor Kallifatides.

Kallifatides no es muy conocido por el público español. La recomendación de este ensayo me llegó por parte de mis libreros de más confianza. Y yo mismo en ese momento no conocía, o no recordaba, al escritor. Nacido en 1938, y emigró a Suecia en 1964. Se estrenó como escritor en 1969, pero lo hizo en sueco, a pesar de no ser su idioma natal. Kallifatides se asentó plenamente en el país nórdico, donde se casó con una aborigen y donde tuvo a sus hijos, plenamente insertados en la sociedad sueca. En griego, ha escrito las traducciones de obras suyas cuyo original es el sueco. El motivo por el que aporto todos estos datos biográficos es porque tienen gran importancia en el ensayo que he leído.

No he visitado Grecia todavía, la patria de nacimiento de Kallifatides,… a punto hemos estado de preparar un viaje para este próximo otoño… pero es que Grecia es un caos para lo que pretendíamos hacer… Pero sí que tengo abundancia de fotos de Suecia, la «patria» adoptiva del escritor. Malmo, las playas del Báltico, Estocolmo, Upsala…

Este ensayo es una obra ya de un Kallifatides anciano, pero lúcido. Muy lúcido. En un momento dado, siente que su vida como escritor puede estar llegando a su fin. Las ideas no le llegan a la cabeza, no sabe qué escribir. Y al mismo tiempo analiza lo que está sucediendo en Suecia, en Grecia y en el mundo en estos tiempos. Son los años de la gran crisis financiera que tan duramente afectó al país heleno. También son los años de la llegada masiva de inmigrantes y refugiados a las costas europeas. Coincide con la evolución conservadora de la sociedad sueca, que pasa de ser un paraíso socialdemócrata a una sociedad cada vez menos tolerante con el extraño, con el extranjero, y cada vez menos solidaria con el vecino. Y también coincide con el momento en que en el pueblo natal, en la Laconia griega, el instituto local va a ser nombrado en su honor y se le van a realizar una serie de homenajes, lo que lleva a un viaje al sur de Grecia con su mujer, sueca, pero extrovertida y vital.

Y de todo ello habla en este ensayo, todo ello lo narra, en un relato que mezcla las dudas, la reflexión, las opiniones, con la narración de lo que le está pasando y lo que está viviendo, salpicado con vivencias de su pasado en el país que abandonó en tiempos revueltos. Un texto en el que se muestra fuertemente crítico con la evolución de las sociedades europeas, con los valores que se están destruyendo y que han mantenido al continente próspero y en paz desde la posguerra mundial. Y también termina preguntándose quién es, cuál es el lugar al que pertenece. Abandonó Grecia como consecuencia de la fenomenal crisis económica causada por la guerra civil y la progresiva instauración de un régimen ultraderechista y militar. Pero ahora no sabe si se siente más griego o más sueco.

La respuesta puede estar en el hecho de que, a pesar de que toda su obra anterior, salvo las traducciones, la ha realizado en sueco. Este ensayo lo escribió en griego. El libro se lee bien, con ganas. Ofrece reflexiones muy lucidas. Muchas de las dudas y miedos que Kallifatides tiene, pueden estar en la mente de cualquier persona de bien que sienta un mínimo de preocupación por el mundo y por sus semejantes. Desde luego, lo encuentra muy muy recomendable.

[Libro] La biblioteca del capitán Nemo

Literatura

Adquirí este libro del sueco Per Olov Enquist a principios del mes de septiembre, y lo estuve leyendo durante la primera quincena de ese mes, con una pequeño interludio para «merendarme» el cuento de Auster que os comentaba la semana pasada. Está publicado por Nórdica Libros, una editorial de la que he leído en su momento a varios autores, con un nivel de satisfacción alto. Además, cumple con la misión de acercarnos literaturas del mundo que de otro modo tendrían difícil encajen en los intereses comerciales de los grandes grupos editoriales. Y para que quede claro, en la literatura de los países nórdicos hay mucho más que asesinatos y detectives en ambientes inhóspitos.

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La región donde transcurre la acción de la novela está más al norte que la universitaria ciudad de Upsala; pero yo no he ido más allá de esta, que me servirá para ilustrar la entrada.

Enquist es, además de novelista, periodista y dramaturgo. Es un autor muy premiado en su país y en los países nórdicos. Ha sido propuesto en alguna ocasión al Nobel, y en general está muy valorado. Por cierto, para que no nos líemos… Los países nórdicos incluyen a Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia, Groenlandia y las islas Faroe, así como diversas dependencias más o menos autónomas de los anteriores. Los países escandinavos,… aquí hay menos coincidencias. En general, hay acuerdo en que son Suecia y Noruega, los dos países que forman la Península escandinava; muchos suman a estos Dinamarca, que aunque no está en dicha península, es un reino que tiene su origen en la misma, y mantiene unos lazos muy estrechos con los otros dos.

Enquist nos cuenta una historia compleja, contada por un adulto pero con los ojos y la mentalidad del niño que fue. Situada temporalmente en los años de la guerra mundial, que no afectó directamente al territorio sueco, país neutral, físicamente nos encontramos en una de las regiones en el norte del golfo de Botnia, en Suecia. En una comunidad pequeña, agrícola, fuertemente conservadora, muy dominada por la religión luterana que dicta los usos y costumbres de la comunidad. Allí, tras un proceso judicial, se dictamina que dos niños fueron intercambiados tras el nacimiento, y que deben ser reincorporados a sus familias de origen. Pero una familia es próspera, con una sólida presencia en la comunidad, y la otra muy pobre, y afectada por la condición mental de la madre. El niño protagonista es el que viviendo en la familia próspera, es desarraigado y llevado a vivir con los pobres. A partir de ahí se generará un drama entre los dos niños, y una joven que es acogida en la familia próspera, mayor que ellos, pero que ineludiblemente atraerá a los dos jovencitos.

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La novela es dura. La mente del narrador continuamente vuelve y regresa a los mismos conceptos y a situaciones similares, pero marcando pequeñas diferencias que permite que el lector poco a poco tome conciencia de lo sucedido en esa pequeña comunidad. Una serie de enigmas cuya raíz está en la hipocresía de la moral cristiana, intransigente y carente de piedad. Especialmente para aquellos con menos capacidad para defenderse por sí mismos, y que se ven obligados a vivir bajo las normas rígidas y arbitrarias de otros.

No es una lectura fácil, pero si apasionante si te dejas arrastrar por el ambiente. Un ambiente a veces opresivo, a veces abierto y liberador. Con una escritura llena de metáforas y referentes externos, que nos habla básicamente de la intransigencia ante la diversidad. A mí me vale.

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