[Libro] Nuestros inesperados hermanos – Amin Maalouf

Literatura

Empiezo a estar preocupado. He vuelto a tener un bloqueo lector que me ha durado casi tres semanas, incapaz de concentrarme en la lectura de un libro. Lo atribuyo a diversas causas que no voy a comentar para no aburrir… pero el caso es que el que traigo hoy a estas páginas es el último libro que he leído y lo terminé de leer el 22 de enero… En fin. Parece que desde ayer he vuelto a coger impulso… a ver si hay suerte y hacia el final de la semana que viene puedo comentar otro.

Lo más próximo a las ficticias de las Quirón son mis viajes por la Baja Normandía y Bretaña. Y de una variedad de lugares de Bretaña extraigo las fotografías para ilustrar esta entrada literaria.

Amin Maalouf es un escritor que me encandiló por sus novelas históricas en las que nos hablaba, de una forma u otra, del tradicional enfrentamiento entre occidente y oriente, en las que nos invitaba a visitar lugares históricos casi legendarios y a conocer personajes históricos también de carácter casi mítico. Buen escritor, ameno y que invita a soñar e imaginar. Qué más vas a pedir. En 1992 publicó su primer libro con un tono distópico, que yo leí años más tarde. En el expresaba ya algunas de sus preocupaciones por el mundo actual. Entre otras, la situación de las mujeres en muchas culturas desde la infancia [consideremos la política de hijo único en la República Popular China, con elevadas tasas de infanticidio y de abandono de niñas; pero no es el único lugar ni el único motivo por el que se generan esas prácticas]. Y también los desequilibrios económicos y políticos entre el sur empobrecido y el norte rico. Después ha escrito, y he leído alguno de ellos, 1 y 2, ensayos que muestran su preocupación sobre la actual situación del mundo.

En esta ocasión se trata de su última novela, de 2020, en la que volvemos de alguna forma a un mundo distópico. El protagonista de la novela es un caricaturista que se gana publicando tiras «cómicas» en la prensa, canadiense, pero que se ha refugiado en una casa en una isla del ficticio archipiélago de las Quirones, en la costa atlántica francesa. Una isla donde sólo vive otra persona, una novelista de un sólo éxito, que vive desilusionada, apartada de la sociedad. El mundo vive momentos de quebranto, por las amenazas terroristas, que pueden tomar forma en forma de atentados con artefactos explosivos nucleares. De repente todas las comunicaciones cesan y deja de fluir el suministro eléctrico. Temerosos los vecinos del archipiélago del estallido de un conflicto nuclear mundial de carácter apocalíptico, pronto se sabrá que unos misteriosos humanos, que han aparecido a bordo de barcos, descendientes de un antiguo grupo de seguidores de Empédocles, filósofo griego de la época clásica, presocrático, que han alcanzado un alto nivel de desarrollo ético y científico.

A pesar de las amenazas, reales, sobre las que habla en el libro, el arsenal nuclear en el mundo sigue siendo suficiente para destruir la civilización varias veces, y cada vez hay más grupos capaces de hacerse con armas de este tipo, esta novela de Maalouf no deja de tener un carácter ligero en ocasiones, ya que la acción no se mueve de ese entorno alejado del mundanal ruido que son esas islas inventadas, donde hay un vecindario con sus problemas cotidianos, y personas con sus inquietudes vitales más o menos representativas del resto de la humanidad, en ocasiones con cierto humor. Los temas son diversos. Los riesgos globales, la ética de las decisiones políticas, el riesgo de la eterna salud y la inmortalidad, los valores que deben regir las relaciones humanas o políticas… Y sin renunciar a incluir algo de romance en la historia. Y de trasfondo por lo que podría haber sido el desarrollo de la filosofía y la ética de la Grecia clásica de no haber sido… por los propios griegos y todos los demás que la llevaron al traste. Quizá una visión demasiado idealizada de la edad de oro ateniense.

No es, desde mi punto de vista, de los mejores relatos de ficción del escritor francolibanés. Escritor por el que sigo sintiendo profunda simpatía en la medida que he disfrutado con su obra y en la medida en la que coincido con algunos de sus puntos de vista. No con todos, pero sí con algunos de los importantes. Pero se deja leer con facilidad, y te acompaña a unas reflexiones, no extremadamente sesudas, al alcance de cualquiera, y sobre cuestiones importantes. Así que se puede recomendar sin mucho miedo a decepcionar.

Por cierto, no sé muy bien qué islas inspiran al archipiélago ficticio de las Quiron. Supongo que son un refrito de las quince islas que forman las islas de Ponant en torno a la península de Armórica (Bretaña).

[Cine] Happy Together [Ceongwong zasit 春光乍泄] (1997)

Cine

Happy Together [Ceongwong zasit 春光乍泄] (1997; 08/20210202)

Quinta del ciclo de películas restauradas de Wong Karwai, que abarca todos sus largometrajes de ficción realizados entre los años 1988 y 2004. Menos uno. Estamos también ante el único de ellos que trata de relaciones homosexuales entre hombres. También estamos ante una película no ambientada fundamentalmente en Hong Kong. Otras películas del ciclo recorren otras localizaciones distintas de la antigua colonia británica, pero siempre es esta la localización principal. Incluso si están rodadas en Tailandia. En esta nos vamos a mover en Argentina, principalmente en la Boca de Buenos Aires. En el mundo, la mayor parte de las antípodas de las tierras caen en el mar, pero una buena parte de China tiene sus antípodas en América del Sur; así que, de algún modo, Buenos Aires representaría las antípodas de Hong Kong… en realidad más las de Shanghai… pero no nos vamos a poner quisquillosos.

La película termina con Yiufai volviendo a Hong Kong. Aunque no lo vemos llegar. Antes se detiene en los «night markets» de Taipei, donde los padres del tranquilo Chang tienen su puesto de comida, y con un recorrido en un metro elevado por las calles de la capital taiwanesa. Así que nos trasladaremos a Taipei para ilustrar esta entrada.

La película acompaña las peripecias de dos hongkoneses, a mitad de los años 90 del siglo XX, que son pareja, y que se van a Argentina, el punto más lejano posible de su lugar de origen. Y mientras tratan de llegar a las cataratas de Iguazú, se pierden, discuten y se separan. Luego encontraremos a uno de ellos, Yiufai (Tony Leung Chiuwai), trabajando de portero en un bar de tangos de la Boca, mientras que el otro, Powing (Leslie Cheung), ejerce de acompañante para otros hombres en el mismo entorno. Cuando este recibe una paliza, Yiufai lo cuidará y volverá su tormentosa relación. Mientras, Chan (Chen Chang), un joven taiwanés se cruzará con Yiufai poniendo un contrapunto sereno a este ambiente tormentoso.

Rodada con párrafos visuales en blanco y negro y en color alternándose, con la magistral dirección de fotografía de Christopher Doyle, con una sobria pero acertada banda sonora con temas que nos llevan desde boleros entonados por Caetano Veloso, una variedad de tangos y milongas y temas procedentes del rock, estamos ante una intensa historia de relaciones, de amores y desamores, que componen una de las más potentes historias y una de las mejores películas del director chino. Me ha impresionado, mucho más de lo que pensaba. Y especialmente por las potentísimas interpretaciones de sus dos protagonistas, en definitivo estado de gracia actoral, como ya habían adelantado en anteriores películas con o sin el director.

Total y absolutamente recomendable, probablemente la mejor película del ciclo hasta el momento tras la inicial.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] «Fallen Angels» o «Dolok tinsi 墮落天使» (1995)

Cine

Fallen Angels, también titulada, Dolok tinsi 墮落天使 (1995; 06/20210126)

Llega la cuarta película del ciclo de películas de Wong Karwai. Y aquí, en lo que a mí se refiere, entraba en terreno desconocido, en el ámbito de lo que no sabía muy bien qué iba a ver. Puesto que no había oído hablar de ella. Ni siquiera en los últimos días, previos a la sesión de cine, busqué a ver de que iba. En esta ocasión, el título en cantonés viene a significar lo mismo que el título internacional en inglés. Ángeles caídos.

Hong Kong de noche. No necesariamente los paisajes de la película… pero es que entre los más de 20 años entre la película y mis fotos, y los distintos ambientes que un turista visita, va un trecho muy amplio.

La película nos presenta dos historias paralelas, que tan apenas se mezclan entre sí. Un par de momentos, y la sospecha de que una Blondie mencionada en una de ellas es la prostituta teñida de rubio que aparece en la otra, interpretada por la cantante pop hongkonesa Karen Mok, una celebridad en China, que recibió algún que otro premio por su papel en esta película. En la primera historia que se nos presenta, se van entrecruzando ambas, conocemos de un asesino a sueldo (Leon Lai), cuyos trabajos son preparados y organizados por una joven secretamente enamorada de él, aunque nunca se ven (Michelle Reis). Para presentar la otra historia, conocemos a su protagonista, un joven expresidiario mudo (Takeshi Kaneshiro), porque vive en el mismo edificio que la anterior junto con su padre sexagenario. Se dedica a entrar en negocios ajenos por las noches y buscar clientes para los mismos. Así acabará relacionándose con una joven un tanto desequilibrada, que podría ser (o tal vez no, tal vez esté en su imaginación), su primer amor (Charlie Yeung)

Hay dos elementos que resaltan en la película. En primer lugar, no se puede decir que haya un argumento o una historia bien definidas. Más bien vamos contemplando momentos en las vidas de estos personajes, de los que al final podemos pensar que conocemos más o menos que al principio, o que lo que hemos visto es la realidad o lo que ellos imaginan su realidad. En segundo lugar, la potencia visual de la película. Rodada con grandes angulares, siempre de noche, colores muy saturados, encima del rostro de los personajes en muchas ocasiones,… algunos veo que la definen como «estilo videoclip».

Con buenas interpretaciones, quizá el que menos me llama la atención es el asesino a sueldo, Lai, y la que más la rubia prostituta, Mok, y esta fuerte impresión visual, sin embargo hasta ahora es la película del director que más frío me ha dejado. También es cierto que, dentro de que es un director poco convencional, es la menos convencional del ciclo hasta el momento. He leído que se pensó en ella como una misma película que Chunking Express, que se estrenó un año antes… tendré que ver esta otra película, mucho más célebre y valorada, para opinar.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] «Days of being wild» o «Afei zingzyun 阿飛正傳» (1990)

Cine

Days of being wild, también titulada, Afei zingzyun 阿飛正傳 (1990; 04/20210119)

Y esta semana pude ver la tercera película del ciclo de películas de Wong Karwai. Y probablemente, esta es la que más ganas tenía de ver junto con Chunking Express, para la que tendremos que esperar al segundo martes de febrero, si todo va bien. En esta película, es la primera ocasión en la que aparece el personaje de Su Lizhen o Sou Laizan 蘇麗珍, según se transcriba aproximadamente del mandarín o del cantonés. Personaje principal en In the mood for love, donde es interpretado por Maggie Cheung, aquí fue un personaje importante, pero no protagonista, e interpretado por primera vez por la guapa hongkonesa. Volverá al final del ciclo con 2046… pero será más complicado.

Que Sou Laizan, el personaje interpretado por Maggie Cheung ( o Cheung Manyuk), diga que pas´ó su infancia en Macau me sirve de excusa para no poner fotos de Hong Kong solamente durante las películas de este ciclo.

Al igual que en muchas películas del director, el título original en cantonés no es significa la mismo que el título «internacional» en inglés. Siendo su traducción más aproximada la de «la verdadera historia de un vividor» o «camorrista». Pero tal y como aparece el carácter en la película creo que le va más lo de «vividor» que lo de «camorrista». «Mujeriego» también le iría bien.

Porque su protagonista es Yuddy, un joven que vive del cuento, (Leslie Cheung), que fue adoptado por una antigua prostituta que vive muy acomodada (Rebecca Pan), y que es un mujeriego con poco o ningún desea de comprometerse con ninguno de sus ligues, mientras piensa en encontrar a su auténtica madre. Conoceremos su relación con la modosita y guapa Sou Laizan (Cheung), y con la descarada cabaretera, y también muy guapa, Leung Fungying (Carina Lau). Las cuales atraerán a un joven policía (Andy Lau) y al mejor amigo de Yuddy (Jacky Cheung).

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La película fue la primera que rodó con Christopher Doyle como director de fotografía, y vaya si se nota. Esta película tiene ya un empaque visual en el que se aprecia notablemente la combinación entre la visión de autor del director, muy personal y distintiva, y la excelencia como iluminador y fotógrafo de Doyle. Es una adelanto de lo que ambos nos ofrecerán más adelante en su carrera.

No obstante, la película confía también mucho en el buen trabajo de sus intérpretes. El tema principal es la peligrosa mezcla del abandono y del miedo al compromiso. Yuddy fue abandonado por su madre y no es capaz de comprometerse ni con la formalita y fina Sou Laizan, ni con la descarada y más sensual Leung Fungying. Las cuales, rechazadas por el anterior, no encontrarán camino hacia los pretendientes que se les acercan.

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Con un tramo final, rodado en Filipinas, desaforado, intenso y trágico, se desvelan algunos secretos. Entre los cuales… cual de las mujeres es aquella a la que realmente amó. Y termina con una misteriosa escena protagonizada por Tony Leung, el otro protagonista de In the mood for love, que no tiene sentido si no te explican que iba a ser continuada por otra película que iba a tener a este por protagonista, pero que no se llegó a rodar. Se habla de esta película, junto con In the mood for love y 2046, como una trilogía. O trilogía informal. Las dos últimas están claramente relacionadas. Ahora bien… sobre si esta y la segunda lo están, sobre si la Sou Laizan de esta y la segunda es la misma mujer… se admiten opiniones opuestas. Y me da igual lo que hayan declarado en algún momento sus responsables. En cualquier caso, esta película no me ha defraudado; me gustó mucho.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] «As tears go by» o «Wonggok kaamun 旺角卡門» (1988)

Cine

As tears go by, también titulada, Wonggok kaamun 旺角卡門 (1988; 02/20210112)

Seguimos esta semana con el ciclo de películas de Wong Karwai, que empezó la semana pasada con In the mood for love. Aquella fue la primera película del ciclo porque es la más conocida, la que más personas arrastra a las salas, más si se proyecta en una víspera de festivo. A partir de esta semana, el resto de las películas del ciclo, creo que son seis, van en orden cronológico de su estreno. Y la que hoy nos ocupa, que nunca he visto, y que en IMDb no consta que se llegase a estrenar comercialmente en España, fue la primera película del realizador hongkonés. Película que ya de entrada fue presentada en la quincena de los realizadores de Cannes de 1988, con buen éxito de crítica.

La película se desarrolla principalmente en las calle de Mong Kok en Kowloon. Aunque también hay escenas, o un ir y venir de los protagonistas, entre Kowloon y la isla de Lantau, donde vive Ngor, el personaje femenino principal de la película.

Algunas aclaraciones sobre el título. En su distribución internacional, se conoce con el título en inglés de As tears go by. Pareciera que quisiera inspirarse en la conocida canción de Mike Jagger del mismo título, que estrenó Marianne Faithfull, aunque luego los Rolling Stones la incorporaron a su repertorio. Una canción melancólica por algo que se perdió. Pero desconozco si hay relación, y desde luego no aparece en la película. Pero el título original de la película, en cantonés es 旺角卡門, que se traduciría por Mong Kok Carmen. Siendo Mong Kok una conocida zona comercial de Hong Kong en la península de Kowloon, y reconocible para quien haya visitado la ciudad por las escenas rodadas en lo que parece el Ladies’ Market, y siendo Carmen una referencia al conocido carácter de la novela de Merimée. Algo no del todo bien entendido por los responsables de la película, porque el efecto del personaje femenino principal, Ngor (Maggie Cheung), sobre el protagonista masculino, Wah (Andy Lau), parecería el opuesto al de la gitana Carmen sobre don José. Pero esto es algo anecdótico. Porque en la primera colaboración de Wong con Cheung, la guapa actriz no deja de ser un personaje secundario, aunque importante.

En una de las paradas de metro de Mong Kok siempre animadas.

Son muchos los que han comparada esta película con Mean streets, una de las primeras películas de Scorsese, por sus analogías argumentales. El joven mafioso (Lau) que protege a su amigo/hermano poco inteligente y confundido, Fly (Jacky Cheung), en el mundo de los bajos fondos de la antigua colonia británica. Y en esas están cuando aparece la guapa primita que puede enderezar el rumbo del protagonista, si no fuera por que Fly va a meterlos en constantes embrollos con otros hampones.

La película está hecha con cuatro cuartos y se nota. Con una banda sonora electrónica de las que se llevaban en los años 80 y que en la actualidad chirría un tanto, se aprecia no obstante el talento del director, que saca adelante las limitaciones del filme con un rodaje atrevido, con encuadres y puesta en escena visual meritorios, y con un trabajo actoral que puede distar de lo que acostumbramos en occidente y en estos tiempos, pero que tiene también su mérito.

El ferry que lleva desde Kowloon, al fondo, hasta la isla de Lantau, hacen parada en los muelles de Central, en la isla de Hong Kong.

Esta primera película de Wong Karwai no es una obra maestra, pero teniendo en cuenta que es su debut en la dirección de largometrajes, no es de extrañar que se haya ganado el favor de la crítica de forma casi universal. Y fue la película más taquillera del director en su ciudad de origen hasta 2013 con The Grandmaster. La semana que viene… tendremos la primera de las tres apariciones del personaje Su Lizhen (interpretado por Maggie Cheung, mayormente, aunque no siempre) en las películas del director.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Vista de los canales de Tai O en la isla de Lantau.

[Cine] In the mood for love… again

Cine

Hoy, esta mañana del día de reyes, está siendo extraña. Los días laborables suelo levantarme a las seis y media de la mañana. Los días de fiesta duermes «hasta tarde»… es decir, me despierto espontáneamente en algún momento alrededor de las ocho de la mañana. A veces a las siete y media, a veces a las nueve menos cuarto. Pero es raro que sea más tarde. Pero hoy me han dado las diez en la cama. Y como el termostato de mi sistema de calefacción tiene una programación diferenciada para días laborables y festivos, un miércoles lo trata como laborable, y hacía fresquito en casa. Así que me he levantado lento, lento, lento… cual poiquilotermo en un mañana fresca fresca. Buscando el calor externo donde lo pudiera encontrar, hasta que la calefacción, tras manipular un poco el termostato, me ha llevado de nuevo a una temperatura razonable.

Por lo tanto es casi la una menos cuarto de la «mañana» y no he hecho todavía todo lo que un domingo cualquiera hubiera tenido listo hacia las diez. Así que cuando me he puesto a decidir cual de los temas pendientes planteaba en este Cuaderno de ruta,… he entrado en situación de franca confusión. Por ello, he ido a lo más simple. A lo que tengo más inmediato. A aquello sobre lo que mis sensaciones son más frescas y recientes.

En el paseo de la fama del cine de Hong Kong no es difícil encontrar la presencia de esta película. Como no podía ser de otro modo.

En 2020 fue el 20º aniversario de la más celebrada obra del director de cine Wong Kar-Wai, Fa yeung nin wah [花樣年華], más conocida internacionalmente como In the mood for love, o en España como Deseando amar. Creo que en los países hispanoparlantes del otro lado del charco tiene otro nombre… pero no sé cual es. Su título original se traduce como el año o años o la época de las flores, siendo esta una metáfora de la juventud. Con motivo del aniversario, la película ha sido restaurada digitalmente y restregada en las salas de cine. Lo cual es una alegría de por sí. En Zaragoza, además, llega acompañada de un ciclo de películas del director que durará hasta mediados de febrero, con una película a la semana. Intentaré verlas todas. Ayer, hubo un evento especial en el que la película se proyecto en 4K de resolución, quizá demasiado nítido y limpio para mi gusto, y en versión original. Y allí estaba yo, mientras a mi alrededor el mundo enloquecía haciendo larguísimas colas en las tiendas para comprar los últimos regalos de reyes, los cuales nos traen «carbón» por haber sido malos y no haber estado lo suficientemente asociales en estas navidades, en forma de repunte de la curva epidémica del covid-19.

No incorporo la película a mi base de datos de películas de estreno, puesto que se encuentra presente en ella desde el 21 de marzo de 2001. Y en estos 20 años la he visto de nuevo en varias ocasiones, sólo una de forma proyectada, situación agradable aunque un tanto amateur, por lo que el lujo de verla con gran calidad y en pantalla realmente grande… si no fuera porque las proyecciones actuales de la película están dobladas, volvía estos días a verla. Siempre encuentras detalles nuevos.

Hay tres motivos por los que esta película me encanta:

  1. Es una obra maestra del cine. Pero de las gordas. Si las películas se clasifican en malas, regulares, normales, buenas y peliculones… esta están en la categoría «peliculón de la leche y del copón de la baraja». Si me obligaran, a punta de pistola tendría que ser, a hacer una lista de las diez mejores películas que he visto, esta estaría allí, y no de las últimas. La combinación de excelencia en la dirección, en la interpretación, en el guion, en la dirección de fotografía, en la banda sonora, en el diseño de producción… la convierte en una película excelente por excelencia… valga la redundancia. Incluso si es relativamente desconocida para el gran público, y sólo reconocida como obra maestra por los cinéfilos recalcitrantes. Allá el gran público. Hace tiempo que digo que en cuestión de valoración de la creación artística, la democracia es un burruño.
  2. Es una obra maestra de lo romántico. Aunque sea de forma extremadamente triste y dolorosa, mientras se acompaña de los notas del violín y de los acordes del vals triste que Umebayashi Shigeru compuso… para otra película. ¡Pero que música, por lo que más queráis! Como nos transporta a unos sentimientos absolutamente maravillosos a la vez que insoportables. Por mi situación personal cuando la vi por primera vez en aquel marzo de 2000, me generó una profunda melancolía, que hizo que durante años me costase mucho volver a verla. O verla de vez en cuando. Tengo el combinado de DVDs en el que venía esta película y su secuela 2046. Y sin embargo, durante mucho tiempo tan apenas los usaba. Esto ya se me pasó. Aunque con posterioridad me agencié versiones de mejor calidad que el formato DVD para disfrutar de ambas películas.
  3. Porque esta película confirmó que estaba profundamente enamorado de Maggie Cheung. La elegancia con la que compone el personaje de Su Li-zhen, una mujer inteligente, sensible, simpática,… y encima guapísima… te derrite. Vestida con alguno de los alrededor de 40 qipao que luce en la película, con una mirada melancólica incluso cuando apunta una moderada sonrisa… te desarma.

Esta película es la que hizo que cuando hace unos años me preguntarán si me apuntaba a una agotadora, pero estupenda, escapada de una semana a Hong Kong dijera sí de inmediato, aunque el Hong Kong de 2016 tuviera poco que ver con el de 1962. Un Hong Kong en estos momentos muy baquetazo en sus libertades por el autoritarismos del gobierno chino… ante la mirada hacia otro lado de los gobiernos y prensa de occidente que no quiere incomodar al gigante chino. Poderoso caballero es don dinero.

En fin… si podéis. Ved la película. Y esforzaos un poco en ella, leche. Que merece la pena.

[Libro] La posada del viajero – Armando Rodera

Literatura

No me voy a extender mucho con el libro de esta semana. Sólo diré que, sin ser tremendamente extenso, me casi tres semanas leerlo. Y es que una vez que empecé, pronto me desanimé. Y me obligué a terminarlo, aunque estuve a punto de dejarlo en varias ocasiones. Hacía mucho tiempo, un año como mínimo, que lo había adquirido en una oferta de mi tienda de libros electrónicos habitual, y no en estos momentos no recuerdo muy bien qué me indujo a comprarlo. No conocía nada de su autor, Armando Rodera. En ese momento no me di cuenta, pero parece de estos autores que publican por sí mismos a partir de las facilidades que otorgan ciertas plataformas en internet. Hoy en día estoy algo escamado con la calidad de estas vías de publicación, y sería bastante difícil que lo comprase. Muchos de estos libros se anuncian con grandes cifras de ventas en ejemplares… probablemente derivado del hecho de que están siendo vendidos a precios muy bajos comparados con los libros que siguen un proceso editorial tradicional.

Hace mucho tiempo que visité y recorrí Cantabria. No tengo fotos muy actuales. Sólo diapositivas que pueden tener 25 años o más.

El libro nos transporta en el tiempo a la provincia de Santander, en la segunda mitad del siglo XIX. En aquellos momentos no había comunidades autónomas, nada de Cantabria; si no recuerdo mal, la provincia de Santander pertenecía a la región de Castilla la Vieja. Un joven irlandés es recogido del camino mal herido tras haber sido agredido por maleantes y es llevado a una posada en Suances, regentada por una viuda con dos hijas, una de veinte años y otra de trece, y con el abuelo paterno de las chicas. La acción es narrada por la chica de veinte. En paralelo, se nos narra la peripecia del irlandés en Cuba, antes del momento «actual» en Suances. Y ambas líneas convergerán para una intriga política mezclada con el romance de turno entre el irlandés y la veinteañera.

Sinceramente, no me ha gustado. El libro es una mezcla de géneros entre el romance más típico y tópico, sólo le falta que en vez de irlandés hubiese sido un highlander para haber generado fuertes carcajadas, y una intriga política con algún malo malísimo malo, donde se mezclan los intereses de los venidos a menos carlistas con las intrigas de un desalmado hijo mestizo de un indiano de la región. Extraordinariamente poco verosímil. Pero la suspensión voluntaria de la incredulidad del lector podría haber funcionado a favor del libro si hubiera estado correctamente planteado y, ante todo, escrito con un mínimo de coherencia. Porque de verdad, por poner un ejemplo, una joven de 20 años, de la España rural de 1880, con una instrucción básica, hablando en primera persona no habla de que las hormonas de su hermana,… especialmente porque el término hormona no se acuñó hasta 1905, y no se popularizó hasta bastante más tarde. ¿Qué tontada es esta de hacer hablar a personajes de novelas de época como si fueran adolescentes de hoy en día? Pues esto es un ejemplo. No voy a perder el tiempo con más. Simplemente, evitad este tipo de lecturas. Yo prometo hace examen de conciencia, propósito de enmienda,… y la penitencia ya la he cumplido leyendo hasta el final esta novela.

Seguramente, estoy convencido, el proceso editorial tradicional está lleno de problemas y los intereses económicos y de otro tipo lo envenenarán de muchas maneras. Pero un proceso editorial con un mínimo rigor, que cribe lo que se publica, debe existir.

[Libro] Momoko y la gata – Koike Mariko

Literatura

Este libro fue un prestamo, que leí sobre la marcha durante mi escapada a Andalucía en octubre. De hecho, antes de los dos libros que comenté la semana pasada. La amiga que me alojó en su casa en Sevilla tenía una versión en papel del libro y, como no es muy largo y me enganchó mucho, me lo leí en ratos muertos en esos días. Su autora Koike Mariko 小池 真理子 (os recuerdo que en Japón el apellido va delante; cuando me acuerdo, respeto esa convención) es más conocida por su condición de escritora dedicada al género policíaco y al terror.

Repito la selección de fotos representativas de mi viaje a Japón en 2014… fecha y país en el que ya se veían con frecuencia gente con mascarillas.

Definir si este libro pertenece a alguno de esos géneros,… en líneas generales,… las claves en las que está redactado no corresponden a ninguno de ellos. En algunos momentos, me ha recordado a Bonjour, tristesse de Françoise Sagan. Vagamente porque hace muchos años que leí el libro de Sagan. Pero ambos están ambientados en los años 50 del siglo XX, uno en Francia y otro en Japón, aunque el de Sagan fuese publicado en 1954 siendo una joven de sólo 18 años, mientras que Koike tenía 2 años en aquel momento y no escribió su «gato en el ataud», título original del libro [柩の中の猫, hitsugi no naka no neko] hasta 1990.

Mientras que Sagan escribe su «tristeza» a caballo entre el existencialismo y las ideas que harán surgir el movimiento de la «nouvelle vague», con un personaje adolescente víctima del desencanto y la melancolía, Koike recupera el ambiente del Japón vencido en la Segunda guerra mundial y del que empieza a recuperarse, recuperando también sus generaciones más jóvenes cierta alegría de vivir. Así, quien narra la acción es una joven de 20 años, de provincias, procedente de Hokkaido, aspirante a pintora, que entra a trabajar en casa de un pintor joven pero consagrado, viudo, para cuidar de su hija pequeña de nuevo años, Momoko, cuya mejor amiga es una gata. La vida es plácida, con el padre que adora a su hija, y con la joven que secretamente se enamora del padre, que vive una vida mundana, cosmopolita y despreocupada. Hasta que aparece una mujer joven, estilosa y bella en la vida de todos ellos. Y desestabiliza el equilibrio doméstico.

Reconozco que me enganché de inmediato. El tono de la escritura, la perspectiva en primera persona de quien no deja de ser un personaje secundario que recuerda desde el presente unos acontecimientos que le marcaron de por vida, la descripción del ambiente, la sospecha de que algo grave puede ocurrir, todo ello hace que el ritmo de lectura fuera agil. Y a pesar de todo, aunque constantemente Koike nos va dejando las pistas, los indicios de lo que va a suceder, nos llega a sorprender. Nos aterra, sin ser una novela de terror. ¿O sí? Me pareció una lectura imprevista, pero con un gran nivel. Lamentablemente, lo único traducido al castellano de esta autora. ¿Merecerá la pena pillar una traducción al inglés o al francés de alguna otra de sus obras? Me lo estoy pensando. Muy recomendable.

[Cine] Undine (2020)

Cine

Undine (2020; 60/20201125)

Sigue siendo muy complejo ir al cine, al de gran pantalla, en estos pandémicos tiempos. Y no tiene tanto que ver con el hecho físico de ir, cuanto con la limitada oferta y la naturaleza de la misma. Pero la semana pasada encontrábamos en un horario razonable y versión original subtitulada una película alemana protagonizada por Paula Beer, una joven actriz de esa nacionalidad, que nos sorprendió por su trabajo muy agradablemente en una bella película de François Ozon, muy premiada en el ámbito de los festivales del momento. Así que nos fuimos a verla

Berlín, claro. Aunque el Berlín de la película no es de días claros y soleados. Más de esos días de otoño/invierno con sus nubes, que no llegan a ser grises pero casi.

Dirigida por Christian Petzold, la película revisa una de las diversas leyendas o mitos que encontramos en Europa, y especialmente en los países germánicos, sobre el mito de Ondina o de las ondinas, ninfa o ninfas de los ríos y lagos. Hay varias versiones o variantes que se han traducido a cuentos populares con diversos tonos. De hecho, la famosa sirenita no es más que una variante, pero con una nereida marina, en lugar de una náyade o ninfa de agua dulce. Y muchas de estas leyenda tienen que ver con seres humanos y bellas ondinas que se enamoran, en una relación que se ve como imposible, muy difícil o que exige grandes sacrificios. La variante sobre la que trabaja el también guionista Petzold, actualizando el mito a los tiempos modernos, es la de la náyade, Undine (Paula Beer) que se ha unido por amor a un hombre mortal, pero con la condición de que si este rompe la relación, debe matarlo y regresar a su naturaleza de ser acuático. Pero Undine, una historiadora que realiza visitas guiadas sobre el urbanismos de Berlín, al ser rechazada por su amado, prorroga su situación al caer inmediatamente enamorada de un buzo profesional, con quien inicia una nueva relación, hasta que…

Sí. Estamos ante un cuento. Sin más. O sin menos. Un cuento romántico basado en las leyendas tradicionales, pero actualizado a los tiempos modernos. Con gente que no son príncipes ni princesas, sino que tienen el aspecto de gente cotidiana, que va a trabajar todos los días, que se enamora y se desenamora. Que sufre y se alegran. Unos más honestos, otros menos. Y que con una realización sobria y unas interpretaciones con oficio, nos ofrece una resolución clásica de amores entre mortales y seres legendarios, pero con un giro final razonablemente optimista.

El principal problema de la película… no es en sí mismo un problema. La cuestión es que no va más allá. Equilibrada la historia entre el romance y el drama, sales del cine con la sensación de haber conocido a una gente maja, que te cae bien, casi todos, has visto un retazo de sus vidas, un acontecer puntual, a caballo entre la realidad cotidiana y el mundo de lo fantástico, y ya está. Quizá peca de poca ambición. Pero es agradable de ver. A este director le he visto alguna película con más miga.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] On the rocks (2020)

Cine

On the rocks (2020; 57/20201108)

Otra semana sin visita a las salas de cine. Entre las consecuencias directas de la pandemia y las limitaciones en los estrenos debidas también a la misma, cuesta mucho hacer el esfuerzo de desplazarse hasta la gran pantalla. Más si tenemos en cuenta lo afectada que está la oferta de versiones originales. Y la cosa no mejora, por lo que he visto en los estrenos de esta semana. Nunca había visto estrenar tantos documentales.

En cualquier caso, tenemos las plataformas en internet para ver cine de estreno. No es lo mismo, pero menos da una piedra. Y en esta ocasión, en AppleTV+ nos encontramos con el estreno de lo último se Sofia Coppola, que actúa también como guionista, contando de nuevo, como en una de sus más célebres películas, la mejor en mi opinión, con Bill Murray como coprotagonista.

Al igual que la mayor parte de las comedias de Woody Allen, esta de Sofia Coppola transcurre, casi toda ella, en la Gran Manzana. Así que fotográficamente nos daremos un paseo por Central Park.

Y nuevamente en una relación entre hombre maduro y mujer más joven. Un hombre mucho más maduro, han pasado 17 años desde aquella estupenda película, con una mujer, interpretada por Rashida Jones, bastante menos joven. Esta interpreta a una mujer en sus treinta y muchos que de repente empieza a sospechar que su marido (Marlon Wayans) puede serle infiel con su socia en el trabajo, una mujer más joven y guapa (Jessica Henwick). Laura, es el nombre la protagonista, se confía a su padre, un vividor mujeriego y simpático, y esta la lleva en una espiral detectivesca para averiguar la verdad.

Aunque el planteamiento de la película puede recordar en algunos aspectos a Lost in translation, lo cierto es que el tono es muy distinto. Y a lo que realmente me recuerda es a algunas comedias de Woody Allen, algunas de las menos trascendentes, en los que los protagonistas se ven metidos en líos actuando bajo unas premisas,… que a veces pueden no ser muy acertadas.

Realizada con oficio, y con unos protagonistas que ponen de su parte para que todo salga adelante, lo cierto es que finalmente la película resulta bastante previsible. Como comedia, no llega a tener toda la comicidad necesaria. Como drama ligero sobre las relaciones entre un padre y una hija, no profundiza todo lo adecuado. Como reflexión sobre las crisis de pareja… la mencionada crisis es más un macguffin para desencadenar la acción que un tema importante en sí mismo. Y como reflexión sobre las crisis de las mujeres de cierta edad que se debaten entre su papel de amas de casa y profesionales independientes sin hallar el adecuado equilibrio, tampoco hay una especial profundidad en los planteamientos. Todo queda esbozado, nada es contado con detalle, y al final todo queda en una peripecia con tonos simpáticos, algún momento divertido y algún bajón más de la cuenta en una historia que sobrepasa por poco los 90 minutos de duración.

No llega a naufragar del todo esta película, pero casi. Coppola nos ofreció lo mejor de sí misma al principio de su carrera, y después me ha costado siempre conectar con ella. Y si hemos visto esta película ha sido gracias a una promoción,… porque dudo que si no hubiese pagado por ella. En fin. Vosotros veréis.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Nuevas versiones (in)necesarias; Rebecca (2020) – Emma (2020)

Cine

Uno de los fenómenos, desde mi punto de vista, más preocupantes del cine actual es la frecuencia de las nuevas versiones de películas que tuvieron éxito en su momento. O nuevas adaptaciones de obras literarias, que atraen a nuevos realizadores o productores, con la esperanza de conseguir el éxito asociado a la obra, o pensando que son dinero seguro. Pero, aunque hay honrosas excepciones, por lo general las nuevas versiones no superan a las versiones originales. Y muchas veces quedan en espantosa evidencia. Todo ello, mientras bloquean el acceso al dinero necesario para su producción a guiones novedosos de los que no sabemos nada,… de los que tal vez nunca sabremos nada. Disney es uno de los «criminales» más conocidos en este aspecto,… pero no el único, ni mucho menos.

En las últimas semanas nos han llegado dos nuevas versiones, con nombre de mujer. Vamos a ver qué tal.

Rebecca (2020; 52/20201026)

Sinceramente, cuando me enteré que Netflix preparaba una nueva versión de Rebecca de Daphne de Maurier,… me eché a temblar. Sencillamente, la versión de Alfred Hitchcock es tan redonda, tan conseguida, que siempre me ha parecido una necedad intentar darle nuevas vueltas. Salvo que alguien proponga algo realmente rompedor… que no tal. Y eso que son ya ochenta años los que separan ambas versiones.

Hay mucha gente que cree que sólo había una versión de la novela de de Maurier… pero no es así. Nos informa Wikipedia que hay cinco versiones cinematográficas, incluida la actual. En televisión, ha habido por lo menos seis adaptaciones. Y nadie se acuerda de ninguna otra que no sea la de Hitchcock. Si esto no nos dice algo… es que no entendemos el mensaje.

Para ambientarnos en la entorno adecuado, fotográficamente nos iremos al condado de Somerset en Inglaterra, Wells y Glastonbury nos servirán para representar las ficticias poblaciones de la novela de Austen.

Pero lo cierto es que había elementos de atractivo en la nueva versión. Dirigida por Ben Wheatley, que se ha movido más por la televisión que por la gran pantalla, cuenta con un atractivo reparto al frente del cual encontramos a Lily James como la nueva señora de Winter, Armie Hammer como Maxim de Winter y Kristin Scott Thomas como la señora Denvers. Mucho talento interpretativo acumulado. A eso hay que sumar la buena maña que se dan los británicos para las producciones de época, con diseños de producción impecables. Como así sucede.

Sin embargo, no funciona. Wheatley tiene oficio para poner escena el conjunto, los intérpretes hacen lo que pueden, y por más suntuosos que sean los escenarios, el conjunto queda desvaído, sin encontrar el tono adecuado. Desde mi punto de vista, la novela original es un folletín con pretensiones psicológicas. Pero un folletín. Y por lo tanto, lo que hace que en la película de Hitchcock la cosa funcione no es la historia original, sino Hitchcock y su puesta en escena. Cuando no tenemos a Hitchcock… pues lo del refrán castizo… «aunque la mona se vista de seda, mona se queda». Sinceramente… si tenéis Netflix y queréis probar, allá vosotros. Pero si no… no os suscribáis por ver esta película. De verdad. Encima, la nueva señora de Winter no lleva chaquetas de punto. Rebecas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Emma (2020; 55/20201101)

Esta nueva adaptación de la novela de Jane Austen la tenemos recién vista. Tal y como está el mundo coronavírico, ya nos podemos espabilar viendo cine, porque podemos entrar en un nuevo vacío de salas de gran pantalla en cuestión de días o semanas. Lástima que la oferta sea la justita. El caso es que nos llega una nueva versión de la esta novela, que también ha recibido un buen número de adaptaciones, de las que probablemente la más destacada, aunque no la más conocida, sea la serie de televisión de la BBC en 2009.

Dirigida por Autumn de Wilde, creo que hasta ahora sólo había hecho cortos y algo para televisión, el principal atractivo es ver al frente del reparto a una de las actrices de moda del momento, Anya Taylor-Joy, en el papel de Emma Woodhouse. Se espera mucho de esta chica… pero creo que le falta todavía la película que realmente la impulse con un papel de calidad. Tengo pendiente de ver en Netflix una serie que protagoniza. El resto del reparto está constituido por intérpretes británicos de gran solidez, como de costumbre. Y una vez más, la maestría de los británicos para las producciones de época. Por lo demás, el argumento conocido, la rica y guapa metomentodo que se dedica a Celestina en su entorno con resultados no siempre afortunados, hasta que llega el momento en que todo parece que se le va a venir encima.

Siempre he leído que la novela de Austen es una comedia. Pero el tratamiento que normalmente se le da a la historia, también en esta ocasión, es el de drama romántico con algún personaje más o menos cómico para bajar la gravedad del conjunto. En su conjunto… bueno, nunca he sido un gran partidario de las novelas de Austen. Aunque hay quien las lee, así como las adaptaciones audiovisuales, en clave feminista, de la mujer que hace 200 años, algo más, quiso valerse por si misma y buscar un nuevo lugar para la mujer en la sociedad, lo cierto es que sus tramas suelen llevar más a afianzar el statu quo de los terratenientes conservadores rurales de la época que cualquier otro tipo de revolución social.

Por lo demás, la película se ve con agrado, con unas buenas interpretaciones, y una calidad de realización suficiente para un pasatiempo que yo calificaría de ligero. Sin más. Por cierto, parece que Taylor-Joy va a encarnar a Imperator Furiosa de joven… ¿la veremos? Ya veremos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] El corazón de Yamato – Aki Shimazaki

Literatura

Uno de los libros que más me han impresionado en los últimos tiempos fue el primero de los «quintetos» de la japonesa establecida en Canadá, Aki Shimazaki. Recordaremos que Shimazaki, aunque nacida en Japón, y con el japonés como lengua materna, escribe en francés. La fórmula para aquel libro que tanto me gustó y que leí aproximadamente hace un año es el de cinco relatos o novelas cortas, que leídos consecutivamente en el orden en que se publicaron, forman una gran novela, una historia única contada por partes y con distintos puntos de vista, según el protagonista de cada relato.

En un momento dado de la historia, e incluso después de perder su importancia política, Nara fue el «corazón» de Yamato, del Japón tradicional e histórico. Como otros lugares de la región de Kansai. Pues allí nos vamos.

Hace unas semanas decidí que era el momento de ir a por el segundo de sus «quintetos», el que hoy comento en estas líneas. Aparentemente, sigue la fórmula del anterior… aunque hay diferencias. Lo cierto es que he tardado demasiado en comentarlo. Algunas de las cosas que quería decir aquí se han diluido en mi memoria. Pero lo haré lo mejor posible.

En primer lugar, ¿qué es Yamato? Yamato es uno de los nombre que ha recibido Japón. Existe un período en su historia que es conocido como Período Yamato. También es el nombre que recibe la etnia predominante y mayoritaria en Japón, en contraposición con otras minoritarias como los ainu, o las etnias originadas en otros países como los coreanos o los chinos. También es una antigua provincia, en torno a la ciudad de Nara, que durante un breve tiempo fue la capital imperial de Japón, y a veces la región que la rodea, lo que hoy denominaríamos Kansai, que como nos dicen en la novela de hoy, tiene forma de corazón invertido. Pero obviamente, si recordamos que la palabra «corazón» tiene también significados en el ámbito de lo poético o lo simbólico, al hablar del «corazón de Yamato» nos podemos referir a la idiosincrasia más íntima, a los elementos culturales, sociales y éticos más profundos de Japón.

Lo que nos cuenta Shimazaki transcurre en un período que va desde la guerra mundial hasta la época contemporánea (los libros de este «quinteto» se publicaron entre 2006 y 2013). Y al contrario que en la obra que leí hace un año, las cinco historias que lo conforman no configuran una historia única y mayor. Más bien estamos ante una serie de vidas cruzadas, en las que cada una de los cinco relatos tiene como protagonistas a cinco personajes que nos son presentados de una forma directa o indirecta en el primero de ellos, una historia de amor frustrado en los años 70 del siglo XX entre un empleado de una gran compañía, y una OL (Office Lady) temporal de la misma. El ámbito en el que se desarrollan las historias está relacionado de forma directa o indirecta con estas grandes compañías japonesas que muchas veces han representado el resurgimiento nipón tras el desastre, admiradas en muchas ocasiones. Han llevado consigo muchos de los valores tradicionales de la cultura japonesa, pero no sólo los positivos, también los negativos. El sexismo, el papel secundario de las mujeres en las empresas y en la sociedad japonesa, la inflexibilidad de las jerarquías sociales y económicas, el sometimiento de los empleados a estas jerarquías, la capacidad de condicionar las decisiones de las personas y su futuro, incluso mediante prácticas que podríamos considerar mafiosas. Al igual que sucedía en su primer «quinteto», la impresión que te deja Shimazaki es que ama a su país de origen, pero es muy consciente de sus defectos, de sus problemas.

No voy a entrar en el detalle de cada una de las historias. Pero las hay muy buenas, excelentes. Todas ellas son buenas. Pero hay como un crescendo general en el que la emoción va subiendo hasta la excelente historia final, que te deja con el corazón encogido en un puño. Shimazaki es sobria en su escritura. No se anda por las ramas ni se detiene en florituras. Va al grano. Pero eso no le impide transmitir las emocionas de forma precisa, directas a afectar tanto la razón como la emoción del lector. Shimazaki me parece una autora altamente recomendable. Existe ya un tercer ciclo de cinco novelas cortas de la autora nipocanadiense, pero todavía no se ha publicado completa en España. Investigaré las posibilidades de leerla en su idioma original, el francés.