[Libros] The Flight of the Aphrodite – S. J. Morden

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El capitán de la Aphrodite, la nave espacial de la novela de hoy, es italiano… y parece ser que «vivió» en Florencia. Así que nos daremos un paseo por las calles de la capital toscana.

No recuerdo dónde me recomendaron este libro. Supongo donde… y que venía acompañada la recomendación de una comparación con alguna otra obra… pero no lo recuerdo. Una aventura espacial. Nada de viajes interestelares y desplazamientos a velocidades superluminales mediante uno u otro de los recursos argumentales para justificar algo que prohíbe la teoría de la relatividad general. Vuelos interplanetarios o transferencias entre órbitas dentro de un sistema estelar o planetario usando propulsores basados en ciencia conocida y siguiendo las leyes de la gravitación. Escrito por Simon Morden, bajo S. J. Morden, es ciencia ficción dura… en gran medida. Ya veremos por qué.

Al principio de la novela nos encontramos a bordo de la Aphrodite una nave espacial en órbita alrededor de Júpiter, en una misión científica, pero en un entorno sociopolítico difícil, por el deterioro en las condiciones de vida en la Tierra, sometida a una crisis global del clima extrema, escasez de recursos, e inestabilidad política. La tripulación de la nave, internacional, esta formada por un cierto número de ingenieros, que controlan el funcionamiento de la nave, y científicos, que llevan a cabo un programa de observaciones y experimentos, y entre los cuales encontramos la médica y el psicólogo que velan por la salud de la tripulación. Pero algo va mal en la nave. El comportamiento de los tripulantes está empezando a mostrar anomalías. Y la explicación más posible (según el libro) es la exposición a la intensa radiación en la magnetosfera de Júpiter, que pone a dura prueba las capacidades de aislamiento de la nave para sus equipamientos y para la salud de los tripulantes. A las alteraciones del comportamiento de la tripulación, hay que añadir el descubrimiento de unas señales entre las lunas de Júpiter, una especie de gran reloj cósmico, que llevan a plantear la hipótesis de que en algunas de esas lunas hay estructuras activas de origen extraterrestre. Lo cual no es aceptado por todos y llevará a una completa desestructuración del funcionamiento de la nave con graves consecuencias.

Esta es una de esas novelas que conviene dejar reposar. Hubo un momento, mientras la leía, en que mis sensaciones eran raras. Negativas, incluso. El relato comienza bien, un escenario verosímil, dentro del ámbito de la ciencia y la tecnología conocida, hay que considerar que la acción se sitúa en un futuro a finales del siglo XXI, con un panorama sociopolítico más bien negativo, consonante con la evolución política y con la crisis global del clima que sea está viviendo ahora que hemos llegado al final del primer cuarto del siglo. Pero hay momentos en los que, el comportamiento de la tripulación y algunas de las situaciones planteadas resultan absurdas. Te tienes que obligar a recordar constantemente que la tripulación tiene alteradas sus capacidades cognitivas por esa acción teórica, negativa, del enorme campo magnético del gigante del Sistema Solar. Es conocido que la intensa radiación de la magnetosfera joviana supondrá fuertes desafíos en una hipotética misión tripulada a ese sistema. Si es que merece la pena mandar una misión tripulada, la propia novela ofrece, quizá sin querer, argumentos para no hacerlo. Por ejemplo, evitar la contaminación biológica de las lunas de Júpiter si se sospecha la posibilidad de sistemas biológicos propios en ellas. Ya hay protocolos para evitarla con sondas no tripuladas, imaginad lo que sucedería con una misión tripulada. La cuestión es que esos síntomas cognitivos… y tan diversos, dado que soy profesional sanitario… a veces me cuesta creérmelos. Y si no te los crees… la digestión de la historia en sus núcleo central es difícil.

No obstante, si salvas esos contratiempos serios que asaltan la suspensión voluntaria de la incredulidad del lector, o al menos de este lector, el conjunto tiene un indudable interés. La novela no deja de ser una crítica a la deriva de la humanidad hacia un deterioro de las condiciones físicas del planeta que nos alberga, como de las condiciones políticas de las organizaciones humanas. Y también es una reflexión a cómo se puede reflejar estos hechos en misiones futuras tripuladas, grupo humanos confinados, en un medio, el espacio interplanetario/interestelar, extremadamente hostil a la vida organizada. Extremadamente hostil. Sean cuales sean los mecanismos por los que se puedan desencadenar las mezquindades del espíritu humano, es algo a tener en cuenta. La novela es relativamente pesimista, a lo largo de su desarrollo y en su desenlace. Pero quizá eso haga el mensaje subyacente más potente.

No voy a decir que esta aventura espacial pase a ser una de mis favoritas en el género. Pero a la larga me ha resultado interesante su lectura. Y el recuerdo y la sensación, unas cuantas semanas después de terminarla, la finalicé hace justamente un mes, ha mejorado con la reflexión y el paso del tiempo. Por lo que es, recomendable para los aficionados al género y a la ciencia ficción dura. No me atrevería a decir que es recomendable con carácter general para todo tipo de lectores. Un mínimo conocimiento de la ciencia hay que tener para disfrutar y valorar en su justa medida la obra. Es lo que hay.

[Libro] Nostalgie – Kanae Minato

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Otra isla del mar interior de Seto en las fotografías de hoy, Itsukushima, famosa por su santuario, su torii sumergida en la marea alta y su bosques primarios. No muy lejos de Hiroshima también.

Poco a poco me he ido aficionando a las historias que nos cuenta Kanae Minato. Con frecuencia, misterios o casos más o menos criminales cuyo desarrollo suele llevar una notable carga de crítica social. Referida a la sociedad de su país, Japón, en particular, pero que con facilidad se puede extrapolar a la de cualquier sociedad desarrollada en la que se combinen los egoísmos personales con las desigualdades sociales, en mayo o menor medida.

En esta ocasión me he ido a una colección de relatos cortos, que he leído en su versión traducida al francés, ya que no se encuentra traducida al castellano. Son seis narraciones con seis narradores. Seis personas que tienen algo en común, si bien los seis relatos son independientes unos de otros. Todos nacieron y crecieron en una isla ficticia del Mar Interior de Seto en Japón. Todos abandonaron el lugar al llegar a su juventud y rehicieron sus vidas en uno u otro lugar de la isla de Honsu, la principal del país. Y llegado cierto momento de su vida tienen que regresar a la isla, tienen que reencontrarse con sus familias, con sus compañeros de colegio, con su pasado. Que no fue fácil. Y comienza en proceso en el que, incluso a su pesar, habrán de reconciliarse con lo que dejaron atrás. A veces, descubriendo secretos que dan una nueva interpretación a los acontecimientos que les llevaron a escapar de la claustrofóbica vida isleña.

Minato nació en la isla de Innoshima, en la prefectura de Hiroshima, en el Mar Interior de Seto. Una isla que formaba un municipio, que con el tiempo se fusionó con otro municipio próximo en la isla principal, de la misma forma que sucede en la isla ficticia de los relatos de esta colección. Al igual que en el caso de alguno de los protagonistas de los relatos, su familia vivía de la agricultura, de los mandarineros. Por lo tanto, estamos en un medio que conoce. También ella se fue a estudiar a una universidad más o menos lejos de su isla. Y aprovecha con estos relatos a seguir con su análisis de las lacras de la sociedad japonesa. Los celos y envidias, los abusos al desfavorecido, la pobreza de las mujeres que viven solas o con algunas hijo, los ambientes opresivos, donde todos se conocen y los prejuicios se reproducen constantemente. En una mezcla de estilos. Desde una misterio criminal a los abusos escolares, las infidelidades, los abandonos, un poco de todo.

Quizá estos relatos no atrapen tanto como los misterios que se desarrollan en sus novelas más famosas. Pero volvemos, con una nueva fórmula, a una descripción de una realidad social desde distintos puntos de vista, desde el reencuentro con el pasado, desde el «regreso al país natal». Me sigue gustando bastante esta escritora. Incluso me atrevería a decir que cada vez más.

[Libro] La tierra invisible – Hubert Mingarelli

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En el valle medio del Rin, entre Colonia y el puente de Remagen, famoso por una película bélica que recrea su toma por el ejército americano en 1945, antes de que el ejército alemán lo volase. Aunque se hundió poco después.

No recuerdo muy bien dónde encontré recomendada esta novela corta del francés Hubert Mingarelli. En los últimos tiempos había oído hablar en varias ocasiones de este autor, que falleció relativamente joven, 64 años, en 2020. Por lo que cuando surgió esta novela corta me pareció una ocasión para introducirme en su literatura. Si la cosa iba bien, ocasión tendría más adelante de leer otras cosas. O eso pensaba hasta que me di cuenta que ya había leído una de sus obras.

Colonia

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Mingarelli nos traslada a la Alemania de 1945, pocos días o semanas tras el final de la guerra. Un reportero gráfico, fotógrafo de guerra, británico se encuentra en una ciudad a orillas del Rin acompañando al ejército de su país en la que ser la zona de ocupación del Reino Unido en la Alemania de la posguerra inmediata, hasta la creación de la República Federal de Alemania. En los últimos días de la guerra iba acompañando a las unidades militares que descubrieron un campo de concentración y exterminio del régimen nazi, lo que le ha dejado muy marcado. En un momento dado, pide al coronel al mando que le ceda un vehículo y un conductor. Quiere recorrer el campo, los pueblos y ciudades pequeñas de la región del Bajo Rin, para fotografiar a las gentes del país en las puertas de sus casas. Y así comienza un peculiar periplo con un joven recluta, originario de un pueblo de costa a orillas del mar del Norte, que ha llegado tarde a la guerra. A pesar de su preparación, no ha tenido ocasión de disparar ni una sola bala. Y se establecerá una peculiar relación entre ambos y con las personas a las que van encontrando en su recorrido.

Mingarelli tiene una visión relativamente pesimista del mundo. La búsqueda del fotógrafo es una búsqueda compleja y difícil de ejecutar. Difícil de ejecutar porque intentar ver y comprender a ese pueblo que ha permitido, ha sido cómplice por acción, por consentimiento o por omisión, con las barbaridades del régimen nazi. Gentes que en su apariencia externa no son distintos de las gentes de otros países o regiones. Campesinos. Mujeres. Ancianos. Niños. Constantemente se nos recuerda colateralmente el entorno. La mujer bien arreglada que quiere suplicar por la vida de su marido, alto funcionario de la población, que va a ser ahorcado por los horrores cometidos. Pero también por la actitud de los habitantes a los que va a fotografiar. A veces distantes. A veces tratando de congraciarse. Pero con cordialidades faltas de sinceridad. Y como contrapunto, el joven recluta, lleno de entusiasmo. Pero que lamenta haber llegado tarde. Lamenta no haber contribuido. Lamenta no haber disparado. En el fondo, lamenta no haber matado.

Bonn

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Mingarelli no es complaciente. Es pesimista. Y la acción. Por breve que sea la extensión en que se desarrolle, alrededor de 100 páginas en las ediciones impresas en árboles muertos, viene condicionada por esos tres factores; el pesimismo y el fatalismo del fotógrafo, el entusiasmo del soldado y la distancia y desconfianza de esas gentes que saben que han participado, pero que tienen que sobrevivir, y se ponen de lado respecto al pasado, sin asumir responsabilidades. Por lo que, incluso cuando ya no hay guerra, la tragedia es un final posible a este peculiar periplo por el noroeste de Alemania.

Es un excelente relato. Cuyo valor y cuyo interés ha ido incrementándose en mi memoria conforme ha ido pasando el tiempo y he puesto distancia con su lectura inmediata. A pesar de su pequeña extensión, y su interés que permitiría leerlo en una tarde, tuve que interrumpir en más de una ocasión su lectura para asimilar la situación y los hechos. En general, es ampliamente recomendable. Quizá en los tiempos que corren, estos relatos que nos recuerdan lo mucho que pueden descender a los infiernos el espíritu humano en vida, sean más necesarios que nunca. Muy recomendable.

Remagen

[Libro] The mercy of gods – James S. A. Corey

Literatura

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

James S. A. Corey es el seudónimo bajo el cual publican sus novelas conjuntos los escritores Daniel Abraham y Ty Franck. Y estos son los autores de la serie de ciencia ficción The Expanse, que se adaptó en una de las más interesantes series de aventuras espaciales de las últimas décadas. De las novelas en las que se basaba la serie, sólo leí una, que no estaba mal. Pero como ya me sabía la historia… pues no encontré mucho aliciente a seguir leyendo un montón de continuaciones posteriores. El libro era un producto digno, con razonable rigor… pero inferior a la serie de televisión. A pesar de ello, me he puesto con este primer libro de una saga… que igual sí que sigo… no sé si hasta el final, pero al menos mientras mantenga el interés.

No sé muy bien por qué diablos estas fotografías del entorno del puerto de Malmoe en Suecia me han parecido adecuadas para ilustrar la entrada. En cualquier caso, no he tenido ocasión de visitar y tomar fotografías en los planetas en los que transcurre la acción del libro.

He leído la versión original en inglés. La saga se denomina, traducida al castellano, La guerra de los cautivos, pero de momento sólo hay un libro publicado, que nos habla de esa piedad de algún tipo de dioses galácticos. Esencialmente, en la galaxia en la que viven los humanos, y a los que encontramos en un planeta que no es la Tierra, hay una guerra de dimensiones descomunales entre dos especies inteligentes. Una de ellas se dedica a conquistar los planetas en los que viven otras especies inteligentes y, si les son útiles, los aprovecha para sus fines bélicos. El planeta humano en el que viven nuestros protagonistas es conquistado. Y seguiremos las andanzas de un equipo de investigadores en biología molecular, que son llevados en cautividad a otro planeta. Si son útiles sobrevivirán, así como el resto de la especie, si no… no. Pero entre ellos, hay un «infiltrado» del otro bando.

He de reconocer que en los primeros episodios estuve a punto de dejarlo. Las cosas que me estaba contando sobre el equipo de científicos no me interesaban lo más mínimo ni veía una evolución clara. La cuestión es que como es una historia planteada con muy largo recorrido, los autores se han tomado el desarrollo de la historia con calma. Pero ya sabéis lo que decía Billy Wilder, de entrada hay que dejar al espectador sorprendido y sujeto a la butaca, y luego le cuentas tu historia. Aquí… esos primeros capítulos, no me dejaron sorprendido y sujeto al libro. Pero aguanté. Y la cosa va mejorando. Al final se nos dibuja un universo que no es carente de interés, con un problema a resolver que parece imposible para los protagonistas, pero que por algún sitio saldrá. Tiene cosas en común en su desarrollo con The Expanse… aunque no sé hasta que punto «copiará» el esquema en los siguientes libros. Pero al final esta primera historia dentro de la historia general me ha dejado buen sabor de boca.

Probablemente, cuando llegue el momento, me anime con la continuación. Luego… ya veremos.

[Libro] Le llamé Corbata – Milena Michiko Flašar

Literatura

No recuerdo muy bien cómo llegó a mis manos este libro, en formato electrónico, que ha estado varios meses en lista de espera. Bueno, no recuerdo las circunstancias; seguro que fue una oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual, pero no recuerdo qué me llamó la atención y qué me llevó a comprarlo. Probablemente un impulso del momento, del que luego me olvidé, motivo por el que permaneció tanto tiempo en un relativo olvido hasta que lo rescaté como la primera lectura de este 2025.

El Jardín Nacional Shinjuku Gyoen, frecuente escenario de obras de ficción ambientadas en Tokio, me servirá para ilustrar el parque en el que se encuentran los dos protagonistas de esta novela. Un parque que no recuerdo haber identificado, en el supuesto de que exista en la realidad.

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Su autora, Milena Michiko Flašar, es una escritora de nacionalidad austriaca, de padre austriaco y de madre japonesa, y escribe habitualmente en alemán, aunque es bilingüe con el japonés heredado de su madre. Desarrolla su actividad profesional en el mundo académico, en el ámbito de la lingüistica y la literatura comparada, de distintos grupos lingüísticos. Creo que su único libro traducido al castellano es este que os presento hoy. Y me ha sorprendido por su calidad y su profundidad.

Aunque escrita en alemán, la acción de la novela se sitúa en Tokio. Dos personajes son protagonistas de este relato. Un joven apenas salido de la adolescencia, que con 16 o 17 años se convirtió en un hikikomori, término japonés que designa a personas con un trastorno de ansiedad social agudo o grave, que las lleva a aislarse por completo en sus domicilios, cortando el contacto con otras personas, incluso con su propia familia. La frecuencia con la que se observa este cuadro en Japón ha llevado a la popularización del término en japonés, que se ha incorporado a los diccionarios de otras lenguas (no la española). Tras una serie de eventos que llevaron a la pérdida de dos personas de su propia edad en distintas circunstancias, se recluyó. Y ahora en torno a los 19 o 20 años ha comenzado a salir de casa. Pero sin relacionarse con otras personas. Hasta que en un banco de un parque conoce a un oficinista de cincuenta y muchos, que ha perdido su trabajo. Y avergonzado, no se atreve a contárselo a su esposa, por lo que todos los días finge salir a trabajar, con la fiambrera de comida que le prepara esta, y pasa el día, trajeado con corbata, en el banco del parque. Entre ambos se establece una comunicación, que servirá también de confesión y de catarsis para ambos.

Flašar realiza un análisis profundo de los problemas de la sociedad contemporánea urbana, especialmente agravados en una megalópolis como la tokiota, que le viene bien para ambientar unas situaciones no exclusivas del País del Sol Naciente, pero en el que se hacen más visibles y agudas por los valores y costumbre de esa sociedad. Dos personas de generaciones distintas, con problemas distintos, que aparentemente tienen poco que ver. Pero las causas de sus problemas están, probablemente, muy relacionadas. Las exigencias que la sociedad impone a los individuos, sin que estos encuentren soporte o empatía cuando las cosas se tuercen. Cuando son incapaces de responder al estrés de situaciones que viven como fracasos, como fallos personales, de los que son incapaces de perdonarse, incluso si difícilmente se les pudiera achacar toda la responsabilidad o la mayor parte de la responsabilidad de estas situaciones vitales.

No obstante, la autora ofrece una visión esperanzadora. La apertura de una vía de comunicación entre estas dos personas será el principio para que sean capaces de abrir vías de comunicación con sus entornos. Y tal vez, sólo tal vez, no necesariamente siempre, alcanzar una redención, o mejor dicho una recuperación, sobre su situación de aislamiento. Es un libro que te va atrapando poco a poco. Sin hacer mucho ruido, progresivamente se van abriendo ante ti las realidades vitales de ambos personajes, conocemos sus historias, nos vamos interesando en ellas y sus matices, y acabamos sufriendo con ellos y comprendiéndolos. Notable la habilidad de la autora para construir este relato, que no es muy extenso, pero muy bien aprovechado, con excelente gestión de los recursos narrativos y literarios de los que dispone. Muy recomendable. Una excelente forma de comenzar el año de lectura.

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

[Libros] La chica a la orilla del mar – Inio Asano

Literatura

Cuarta y última obra de Inio Asano de las que me prestaron hace unos meses, cuando decidí leer el manga original en el que se basaba una de mis series de animación japonesa favoritas del 2024. Y hablo de obras y no de libros, porque de las que he leído, una tenía doce volúmenes, otra uno, la tercera dos, y esta última otros dos. En esta ocasión cambiamos de tercio, porque se eleva el tono de la obra, por el contenido erótico de la misma. Un contenido erótico que, a mí, que no soy especialmente mojigato, a ratos de me ha incomodado un tanto. Ya me explicaré.

La acción transcurre en una población a la orilla del mar… así que las fotos… pues eso.

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En las obras anteriores nos hemos movido oscilando con protagonistas en distintas etapas de la vida, aunque no muy distantes. Siempre joven. Las chicas adolescentes que comienzan la universidad en Dededede…, los desorientados jóvenes en la mitad de su veintena de Solanin, una diversidad de situaciones en la Antología, y ahora nos vamos a los primeros años de la adolescencia. Como protagonistas una chica y un chico que van al equivalente de lo que en España sería la ESO. Con la advertencia que la chūgakō japonesa dura tres años, empezando a la misma edad que la ESO española, y por lo tanto termina un año antes. Así que estamos hablando de unos protagonistas de unos catorce años. Desencantados. Ella, porque colada por un compañero, se sintió engañada cuando prometiendo una relación más seria que no se dio, la hizo realizar sexo oral. Él, porque vive sólo, sus padres se ocupan poco, y su hermano al que idolatraba murió. Y así comienzan una relación en la que se comprometen a no dejarse llevarse por sentimentalismos, meramente física. Pero claro… sólo tienen catorce años, y las cosas se complicarán de una forma u otra.

La descripción que hace Asano de las relaciones entre estos jóvenes adolescentes, es muy realista. Lejos quedan las representaciones esquemáticas, idealizadas y aniñadas de los adolescentes de tantos animes y mangas. Así como lejos quedan los caracteres estereotipados, tópicos, de tantas de esas obras. Los personajes de esta obra resuenan con autenticidad. Con las características propias de inseguridad a veces, arrogancia otras, hedonismo cuando se tercia, de la edad. Por lo tanto, hay un comentario en profundidad de los problemas de estos jóvenes. Donde la cosa se pone incómoda es en las representaciones explícitas de las relaciones sexuales de los jóvenes, especialmente de los dos jóvenes, que, no olvidemos, son chiquetes de unos catorce años. De segundo de la ESO o equivalente, si no recuerdo mal. Y aunque el dibujo de Asano es elegante y veraz, y respetuoso con sus propios personajes, no deja de producir ese grado de incomodidad. Estamos sensibilizados contra los abusos sexuales hacia los menores, y lo que hace unas décadas hubiéramos asumido con más naturalidad, ahora nos genera esa incomodidad que he comentado. La obra se publicó entre 2009 y 2013, no hace tanto… pero bueno… los valores de la sociedad evolucionan como evolucionan.

Dicho lo cual, una vez que centras tu lectura en lo que es, en las profundidades de los sentimientos de estos adolescentes, que como sucede en la vida real tienen su reflejo también en su sexualidad y es algo que hay que asumir, realmente estamos ante un relato intenso que cuesta dejar. Un relato en el que en todo momento temes por que llegue la tragedia. Y no contaré si llega o no. Pero nos ofrece una visión distinta de la que podemos tener sobre esa edad. De la que se suele presentar siempre una visión amable y edulcorada. Quizá olvidándonos de quienes éramos cuando estábamos en ella.

[Libro] Quienes se marchan de Omelas – Ursula K. Le Guin

Literatura

Ursula K. Le Guin es una de la autoras más destacadas de la ciencia ficción y la fantasía del siglo XX. Y sin embargo, no le he dedicado el tiempo necesario teniendo en cuenta ese estatus. Por ejemplo, en el ámbito de la fantasía, no le he dedicado tiempo a su Terramar, aunque tengo un libro de esa serie en lista de espera. Sólo me hace falta encontrar la motivación del momento. He leído algún otro relato corto además de este de 1973 que traigo aquí. Y además… su bibliografía es tan extensa. Necesito encontrar alguna guía de recomendaciones para iniciarse en la lectura de la autora.

Con frecuencia, los totalitarismos de cualquier signo justifican sus desmanes en el bien común o en el bien de la patria, aun perjudicando a la mayoría y, especialmente, al «chivo expiatorio» de turno. Extranjeros, otras religiones… cualquier diferencia cultural o social es válida. En las fotos, los edificios del EUR en Roma, que iba a ser una celebración del fascismo italiano, arruinada por la guerra mundial.

Pero en un momento dado, tras volver de un viaje de vacaciones, cayó en mis manos este relato corto de Le Guin, uno de los más celebrados de la californiana, que nos dejó no hace tanto, en 2018. En él, Le Guin nos transporta a Omelas, una ciudad en un lugar indeterminado, en el momento en que se celebra el solsticio de verano. Un lugar ideal, en el que, aunque no hay grandes avances tecnológicos, hay una sociedad igualitaria, sin desequilibrios en el reparto de la riqueza. Un lugar de ciudadanos cultivados, inteligentes. Es la utopía. Hasta que el narrador nos traslada a un rincón de la ciudad, donde se mantiene preso, a oscuras, en la miseria y en la inmundicia a un niño. Es el sacrificio que hay que hacer para mantener la felicidad de los ciudadanos de Omelas. Algunos de ellos se acercan a visitar al niño. No está prohibido, cualquiera lo puede hacer. Y muchos de ellos, al verlo, deciden abandonar la ciudad. Son quienes se marcha de Omelas.

El relato corto lo he leído en una edición de Nórdica, reciente, pero existen otras más antiguas, con otros traductores, en los que se titula en castlellano Los que abandonan Omelas. Y dicen que hay también versiones que se titulan Los que se alejan de Omelas. Con frecuencia se ha publicado en colecciones o antologías de relatos cortos de la autora. En cualquier caso, con economía de medios y conceptos, Le Guin lanza un reflexión ética de enorme calado y profundidad. No existen las utopías. Toda utopía es una distopía en el fondo. No puede haber felicidad para unos sin la desgracia de otros. Es el concepto del chivo expiatorio. Para que la mayoría disfrute, algunos han de ser sacrificados. ¿Es esto ético? ¿Es esta una felicidad real, la construida sobre el sufrimiento de los demás?

Le Guin no da soluciones al dilema. No es infrecuente en las sociedades y las organizaciones humanas que se sacrifique el bienestar o los intereses de algunos en beneficio de la mayoría. Tampoco es infrecuente que se aduzca el bien de la mayoría por parte de los gobernantes para introducir normas o acciones dañinas para algunos, y al final son unos pocos los que se benefician, mientras que el número de perjudicados real es mayor. La reflexión ética, y política, que provoca el relato es clara. Y a pesar de lo devastador que resulta, hay un punto de esperanza. Al menos algunos reconocen la injusticia. Y si bien no se rebelan y la eliminan, al menos abandonan la ciudad, quizá para dirigirse a lugar más difíciles… pero quizá ¿menos injustos? En cualquier caso, una lectura muy recomendable.

[Libros] El año 2024 en libros

Literatura

Desde que abrí mi cuenta en Goodreads, a final de año realizo un resumen de mis lecturas durante la ronda solar que termina. Y lo suelo hacer el día de Reyes,… porque es un día tranquilo para escribir este tipo de entradas. Para el año 2023, me dicen en GoodReads que son 70 los libros que he leído. Nada más y nada menos que 19 más que el año pasado. Y 39 más que en el 2023. Pero… como decía el año pasado, todo es matizable. Pero sí que he mejorado con respecto a estos últimos años en los que me ha costado concentrarme mucho en la lectura. Las fotos proceden de las primeras que he hecho este año… al menos con cámara digital.

En 2023, 51 libros frente a los 70 de este 2023 que acaba de terminar. Muy similar. Pero si este año han supuesto un total de 17 063 páginas, 243 páginas por libro de promedio, en 2023 fueron un total de 9 562 páginas, con un promedio de 187 páginas por libro. Está clara la diferencia, no. Cuantitativa y aparentemente he leído apreciablemente más. Eso es así. Luego veremos algunos matices, en los apartados cualitativos.

Veinticinco de los libros que he leído son cómics, frente a quince en 2023. Por lo tanto, de esos 19 libros más que he leído, una proporción superior al 50 % son cómics. Todos los años leo varios relatos gráficos. Pero este año, esa cifra viene aumentada por varios factores. He seguido leyendo los volúmenes de Dandadan de Yukinobo Tatsu, que me los han ido prestando, conforme han ido saliendo. Pero han sido menos que el año pasado, cinco volúmenes. Pero he seguido muy apegado a estas simpáticas aventuras, especialmente con el aliciente del estreno de su adaptación en serie de animación. Pero otra serie de animación, me llevó a acercarme a la obra de Inio Asano. Me leí el completo de Dead Dead Demon’s DeDeDeDe Destruction, que son 12 volúmenes del mismo tipo que los anteriores. Pero además, una colección de relatos, todos los volúmenes de Solanin, agrupados en solo libro, y La chica a la orilla del mar agrupados en dos volúmenes. Esta última todavía no la he comentado. Más un libro de relatos cortos. La cosa es que es difícil comparar unos libros con otros. Solanin equivale a dos volúmenes del tipo de los doce de DeDeDeDe. La chica… también son dos volúmenes, y se venden por separado… Así que, cuenta como dos libros, aunque tiene una extensión similar a Solanin, que cuenta como uno. Mientras que DeDeDeDe sería como seis veces la extensión de este último, pero son doce libros. Por eso,… lo del número de libros leídos… es muy relativo.

A lo anterior hay que añadir otros extremos. Tengo pendiente de comentar un relato corto de sólo 40 páginas, y no es el libro más corto del año. Este es otro relato corto con sólo 24 páginas, en un único volumen. Menudean en mi listado de libros leídos durante el año las que pueden ser consideradas como novelas cortas. Por ejemplo, todo un quinteto de Aki Shimazaki. Aunque es un concepto cuya definición es algo imprecisa. El libro más largo que he leído en 2024 tiene 1128 páginas, y también fue una lectura inducida por una serie de televisión.

Mis puntuaciones con cinco estrellas se han ido a un relato corto de Ursula K. Le Guin que todavía no he comentado, a varios volúmenes de los manga de Inio Asano, a una dura novela de Coetzee, que se inspiró en otra de Buzzati que también entra en esta puntuación, a otra dura novela de Kenzaburo Oe, a Kawabata, otro autor nipón, y a mi despedida a Paul Auster. Mi promedio anual ha sido de 3.9 estrellas, en línea con otros años. Creo que no selecciono mal lo que leo, y hay muchos con cuatro estrellas.

Más datos:

Curiosamente, al igual que el año pasado, el libro más valorado en Goodreads es un cómic, la 13 entrega de Dandadan. Creo que hay otros muchos mejores, de sobras, aunque sea muy divertido ese libro.

En cualquier caso, he conseguido sobrepasar el reto de 35 libros que me había propuesto de forma muy sobrada. Como el año pasado los periodos vacacionales han sido fundamentales para dar un empuje a mi actividad lectora, ya que son momentos en los que me relajo y me animo con las lecturas. Que además me cunden mucho en los desplazamientos viajeros, si no me enredo a hablar demasiado con mis compañeros de viaje.. Para 2024… me he propuesto una meta un poco más ambiciosa. 40 libros. Parece que he terminado el año más animado en la lectura. Pero quien sabe lo que puede pasar a lo largo del año. No pongo más. No vaya a ser que caigan menos aventuras cortas y cómics en mis manos este año que viene. En cualquier caso, en estos momentos estoy en los percentiles más elevado en Goodreads en cuanto a libros leídos al año. Y es que la gente lee poco…

[Libro] Ella en la otra orilla – Mitsuyo Kakuta

Literatura

Si todo va bien, dedicaré la mañana del día de Reyes a hacer un repaso a lo que he leído en el 2024. Pero dejo constancia que aun me quedarán tres lecturas por revisar en este Cuaderno de ruta; un relato corto, un manga en dos volúmenes y una entretenida aventura espacial. En total, cuatro libros, más un quinto que no comentaré porque pertenece a una serie de manga de la que he hablado en varias ocasiones, y no tendría mucho más que aportar. Pero hoy vamos con una novela de la autora japonesa Mitsuyo Kakuta, cuya lectura terminé allá por el 10 de diciembre, en el tren durante el viaje en el día a Barcelona.

La mujer japonesa, con demasiada frecuencia, es vista desde una perspectiva muy estereotipada, afectada por los prejuicios y los tópicos. Y así es difícil conocer exactamente cual es su naturaleza real.

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Ya leí una novela de Kakuta hace unos pocos meses, una novela que me despertó sentimientos encontrados, algunos muy positivos, otros no tanto. Kakuta es una escritora que vende bastante en su país. Algunos de sus libros han vendido un millón de ejemplares en la edición en idioma original. Eso es algo rarísimo en una autor español. Sí, la población española es 2.5 veces inferior a la de Japón, 48 millones frente a 124 millones. Pero claro… hay casi 500 millones de hispanohablantes como lengua materna en el mundo, y unos 100 millones como segunda lengua. Y el japonés… pues los hablan esos 124 millones y poco más. Evidentemente, quien visite una librería en Tokio y otra en Madrid entenderá que el vigor del ámbito editorial del País del Sol Naciente es mucho mayor que el español. Según algunas estadísticas, no siempre fáciles de precisar, en Japón se publicaría del orden de 140 000 libros al año entre novedades y reediciones, mientras que en España sería la mitad. Bueno… si lo miras bien, el número de libros editados por persona sale a favor de España… pero no sé. El caso es que el éxito de la escritora en su país, y que poco a poco se hayan publicado en nuestro país sus libros más destacados, me llevó a adquirir algunos de ellos. Este que comento hoy es el segundo.

Me ha gustado más. Aunque el planteamiento del libro es muy distinto, los temas no se van muy lejos. Kakuta nos presenta a dos mujeres trabajadoras. Una de ellas, Sayoko, la protagonista, es una mujer de 35 años que quiere dar un cambio en su vida. Madre de un hija, ama de casa, siente que no se integra bien con otras madres, y que su hija no se integra con otros niños. Así que decido que ella se va a poner a trabajar y a llevar a la niña a la guardería. Ante la frialdad del marido, y la oposición de otros familiares. Aunque de joven tuvo empleos interesantes, ahora, con su edad y falta de experiencia reciente, apenas puede aspirar a trabajos en servicios de limpieza, pero lo acepta. La otra es Aoi, la propietaria de la empresa. En miradas retrospectivas, conoceremos la vida escolar y cómo se lanzó a la vida laboral. Ambas coincidieron en la universidad, aunque no se conocieron. Y su vidas han sido muy distintas, porque Aoi ha sido una mujer independiente y emprendedora. Aunque de dudoso éxito. La cuestión es que ambas están en crisis y quizá la solución esté en una colaboración mutua. Aunque esa solución no será evidente desde el principio.

Kakuta sigue reflexionando sobre el papel de la mujer en la sociedad japonesa. Un papel difícil. La brecha de género en el país nipón es grande. Las diferencias de consideración salarial, de capacidad de realizar una carrera, la dificultad para abandonar roles tradicionales de amas de casa. Al mismo tiempo, la escasa disponibilidad de los maridos, absorbidos por una cultura laboral que les obliga a hacer muchas horas desatendiendo sus familias, dando por hecho que las mujeres se encargan de ellas, también producen brechas en el interior de las familias. No por nada cada vez hay más mujeres japonesas que no quieren saber nada de casarse.

En cualquier caso, Kakuta nos presenta algunos de esos problemas de una forma amena a través de estas dos mujeres. Sayoko es la mujer común, con la que se pueden identificar más fácilmente una mayoría de lectores de una forma u otra. Aoi es la mujer más conflictuada, la opción alternativa. Y entre ambas se generará una dinámica. Como ya he dicho, de alguna forma son complementarias y se necesitan. Pero tendrán que hacer cesiones mutuas. Y además, poner en orden otras dimensiones de su vida. Encontrar un nuevo equilibrio. De alguna forma, los planteamientos de este libro me han convencido mucho más que los del primer libro que leí de Kakuta. Aunque eso sí… la historia de Aoi, contada de otra forma, daría para otra novela, potencialmente muy interesante.

[Libro] El invencible – Stanisław Lem

Literatura

Me encontré de oferta hace un tiempo esta novela del maestro polaco de la ciencia ficción, Stanisław Lem (léase stanisuaf lem). No recordaba haberlo leído y lo cogí. Luego tardé un tiempo en leerlo. Siempre se colaban con preferencia otras lecturas. Hasta que hace unas semanas decidí que ya tocaba. Me pasó una cosa. Cuando comencé a leerlo, de repente, sentí como si me fuese familiar. No sería la primera vez que he leído un libro pensando que era la primera vez y luego me he dado cuenta de que ya lo había leído con antelación. Incluso con libros que me han gustado, como el reverenciado en los enlaces anteriores. Sin embargo, conforme avancé la historia, me resultó menos familiar… con lo que,… no sé. Desde luego no está reseñado en el Cuaderno de ruta con antelación. Pero puedo haberlo leído en mi juventud, cuando era ávido lector de aventuras espaciales.

Polaco el escritor de la novela, nos paseamos por Varsovia, con vistas al «Palacio de la Ciencia y la Cultura», construido a imagen y semejanza de la estalinista Universidad Lomonosov de Moscú.

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Hay un género dentro de la ciencia ficción que se ha hecho relativamente popular en las últimas décadas. O no tan últimas, si consideramos Alien como un antecesor claro que ha inspirado tantas otras historias. Sí. Hablo de las amenazas ocultas en la exploración espacial, bien en forma de monstruos aterradores, como el ya mencionado, bien por formas biológicas carentes de inteligencia, pero muy agresivas. Y así, la historia de una tripulación amenazada por una de estas amenazas biológicas o pseudobiológicas es casi un clásico. Y a eso se enfrentan los tripulantes de la nave espacial El invencible. Narrada desde el punto de vista del primer oficial de la nave, esta ha aterrizado en un planeta en el que se perdió una gemela que iba de exploración. La encontrarán, con la tripulación muerta, menos un hibernado, que ha perdido la capacidad de razonar y tiene la mentalidad de un niño pequeño. Pronto observarán que la biología del planeta se limita a los mares. En tierra, algo compitió contra los seres biológicos. Una evolución de las máquinas que un antigua civilización ya desaparecida alguna vez construyó. Y la tripulación de El invencible corre el riesgo de sufrir los ataques de estos seres no biológicos, no inteligentes, pero evolucionados y agresivos.

El concepto de vida tiene muchas definiciones. Pero hay dos que me gustan, una desde el punto de vista desde la termodinámica, y otra la que aplica de forma operativa la NASA para sus misiones. Ambas están mucho más relacionadas de lo que a los más profanos en ciencias les parecerá. Citando la Wikipedia, «termodinámicamente, la vida ha sido descrita como un sistema abierto que utiliza gradientes en su entorno para crear copias imperfectas de sí mismo. Otra forma de expresar esto es definir la vida como un sistema químico autosostenido capaz de someterse a la evolución darwiniana». Pues bien, Lem explora en esta novela de 1964, sesenta años hace, el concepto de sistemas capaces de sufrir una evolución de carácter darwiniano, pero no basados en sistemas químicos autosostenidos, sino en otros tipos de procesos físicos. Y hace todas esas décadas ya exploraba conceptos de nanotecnología y de máquinas minúsculas adaptables y reconfigurables según las necesidades del sistemas. Elucubraciones de ciencia ficción dura, a las que se asocia la angustia de una misión que no acaba de ir bien… que corren el riesgo de que acabe mal, muy mal.

Lem es un valor seguro. Me da igual si tal vez leí o no leí esta novela en mi juventud. Lo que estoy segura es que, años más tarde, probablemente esté en mejores condiciones para comprender el alcance y la profundidad de la propuesta del escritor polaco que cuando tenía 20 años. En el intervalo de tiempo que media, he leído y estudiado mucho que me permite tener una visión más amplia y completa de lo que narra este libro, más allá de la aventura en la que la mayor parte de los lectores quizá se queden. Muy recomendable.

[Libro/historieta] Antología de Inio Asano

Literatura

Ya he comentado en dos ocasiones anteriores la buena impresión que tengo de Inio Asano como autor de historietas. Manga, que es japonés. Tanto como ilustrador como, sobre todo, como escritor. Si bien me lo pasé con lo primero que leí de él, acompañado de su adaptación a serie televisiva, todavía más me impresionó esa obra de juventud sobre la juventud, que me transmitió mucha autenticidad. Así que aun me prestaron un volumen más. En esta ocasión, una antología de historias cortas.

Siempre me cuesta comentar las antologías de relatos cortos. Me da igual que sean relatos cortos al uso o en formato de historieta como estos. Comentarlos en su conjunto. Porque ir al detalle, uno por uno, sería pesado. Y complejo para mí de encajar en mi rutina habitual. Exigiría más tiempo del que normalmente dedico a estos comentarios. Que no tienen intención de ser largos y sesudos sino, simplemente, un dar a conocer qué leo o hago y mis impresiones sobre ello. Nadie debe verlos como un comentario sesudo, una crítica especializada o no. Ese no soy yo. Mis áreas fuertes, donde podría escribir más en profundidad… a estas alturas de mi vida ya no me apetece escribir sobre ellas. Me apetece más abrirme a otras cosas. Pero sí puedo decir que Asano es un maestro en la diversidad de sus historietas y sus enfoques.

La fantasía, el terror, el comentario y la crítica sociales, el romance, las relaciones familiares, de todo tenemos. No voy a detallar todos los relatos, pero la antología comienza fuerte con La monstruosa Retchan, que nos lleva a un instituto y una reflexión sobre el acoso, el rechazo y la hipocresía, cuando los alumnos pasan de aislar y rechazar a una alumna de aspecto monstruoso, realmente monstruoso, a fingir que les parece bonita y fingir querer sus amigos. Me lo he pasado muy bien con las tres versiones de El hombre suave, la misma historia, con los mismos dibujos, con los mismos diálogos, en los que se narra el comienzo de una relación romántica entre dos adultos jóvenes. Y como cambia cuando se añade sobre esas ilustraciones y esos diálogos los pensamientos de ella o de él, que de repente cambian y reinterpretan toda la situación. Ya lo decía aquel, que de la guerra de Troya hubo tres versiones, la de los griegos, la de los troyanos y la verdad. Aunque esta última nunca se contó. Y que decir de la distópica e incómoda Tempest, con una visión aterrador de «la solución Narayama» al problema del envejecimiento, de la baja natalidad y de la insostenibilidad de los servicios del bienestar social.

Esta antología de Asano, aunque no considero que tenga el mismo nivel que las dos series anteriores que he leído, sin duda reafirma su entrada como uno de mis autores de cómic favorito, de cualquier nacionalidad. Y es mi intención seguir leyendo obras suyas. En mi línea de visión tengo su incursión en el campo del erotismo. Ya os contaré en su momento.

[Libro] Orlando – Virginia Woolf

Literatura

Virginia Woolf es una de las escritoras británicas más conocidas y más influyentes del siglo XX. Existen referencias a su legado literario en muchas obras posteriores, no sólo escritas, sino también en el mundo del cine, de la televisión y del teatro. Y por ello, hace mucho que se despertó en mí el interés por leer algunas de sus obras, al menos las más significativas. Sin embargo, ese interés no se ha reflejado en la realidad. Que yo recuerdo, sólo había leído hasta el momento un de sus obras, La señora Dalloway, hace algo más de 20 años, y por lo tanto no está reflejada en estas páginas, poco después de ver una película con un notable elenco inspirada por esta novela. Tampoco la película, de 2002, aparece en estas páginas. Este Cuaderno de ruta cumplirá 20 años el próximo 8 de febrero, por lo que vi la película y leí el libro antes de comenzar a redactar entradas en el blog.

La cuestión es que hace unos meses se me cruzó una oferta por la peculiar novela que traigo hoy a comentario, y la adquirí. Aunque tardé un tiempo en encontrar un hueco para leerla. También fue objeto de una adaptación cinematográfica, en 1992, con la siempre interesante Tilda Swinton en el papel principal, que vi en su momento, pero de la que no guardo mucho recuerdo, porque fueron tiempos convulsos para mí y mi nivel de atención era muy bajo en aquellos momentos para lo que veía en el cine. Me hubiera volver a ver la película antes de hacer este comentario, pero no la he encontrado en mis plataformas habituales, y no he tenido ocasión de buscarla más allá. Creo que uno de los canales de pago complementario de Amazon Prime Video está… pero no sé si estoy por la labor de pagar una suscripción más por este motivo.

El caso que la he denominado peculiar novela, porque Woolf la tituló en su idioma original el inglés como Orlando: A Biography, y en todo momento se dirige al lector bajo el supuesto de que está escribiendo una biografía. Una biografía que se extiende durante casi cuatro siglos. Pero que según se nos cuenta en los textos, fue inspirada por la vida de una de las amantes de Woolf, Vita Sackville-West, que no vivió tanto tiempo, pero cuyos acontecimientos vitales se incluyen de una forma u otra en la obra. Era poetisa, vivió en Estambul, amó a hombres y mujeres, vistió de mujer y vistió de hombre… Por Orlando, noble inglés nacido en tiempos de la reina Isabel I, de la que fue favorito y que le ordenó no envejecer, nació como hombre, pero a lo largo de su vida mutó su sexo a mujer. Y la novela nos va contando su vida, con sus acontecimientos más importantes, pero también otros que lo son menos, sus amores, sus aventuras, su pasión por la poesía, su empeños durante siglos de escribir y publicar su propio libro de poemas, y sus reflexiones sobre lo que significa ser hombre y, especialmente, lo que significa ser mujer a lo largo de los siglos. Dicen algunos que esta novela/»biografía» es una de las más hermosas cartas de amor que se han escrito, de Virginia hacia Vita.

La novela se lee bien. Alterna la reflexión con la aventura. Aventura amorosa, pero también aventura vital. Y no carece de humor. Al contrario, destila, incluso en los momentos más dramáticos de la vida de Orlando, cierto humor amable, algunas veces con un punto de ironía, pero sin hacer sangre. Hay momentos muy inspirados desde este punto de vista, como las descripciones de carácter que hace de algunos de los poetas y escritores, personajes históricos, reales, con los que se cruza el/la protagonista, y a los que desmitifica sin dejar de admirar su obra. Para los románticos, quedará la desesperación por la pérdida de la hermosa princesa rusa, cuando Orlando todavía es un hombre. Pero en general, como ya he dicho, tiene su punto de historia de aventuras, y se lee a gusto.

No obstante, su principal virtud es la reflexión continua sobre lo que se espera de la persona de acuerdo con su condición. Condición social, situación económica, el sexo con el que le ha tocado nacer, las convenciones de la época,… El largo recorrido por la historia y la sociedad inglesa permiten a Woolf poner en solfa estas convenciones, siempre cambiantes, sujetas a corrientes de pensamiento, al devenir de la política y de la economía, a las modas, y que, mientras permiten al hombre libertad para emprender aventuras y empresas, condena a la mujer a vivir la vida buscando alicientes más próximos a lo doméstico, a lo particular y lo interior. Me gustó cuando leí esta obra, pero la misma ha ido creciendo en mi recuerdo y en mi imaginación, ha ido dejando más poso con el paso de las semanas. Al cabo, hace ya dos semanas que culminé su lectura, y he tenido tiempo para que su recuerdo dé alguna vuelta por mi pensamiento. Muy recomendable.