[Cine] Reptile (2023)

Cine

Reptile (2023; 64/20231115)

Tras unas semanas en las que enlazamos varios fines de semana muy productivos en lo que a las visitas a las salas de cine se refiere, especialmente por la programación de sesiones en versión original en sesiones matinales, muy convenientes para nosotros, ahora, por diversos motivos, no hemos podido acercarnos a ellas durante un par de semanas. Por ello, he rescatado algunas películas de los estrenos directos en plataformas en línea, como la que comenté la semana pasada y esta que comento hoy. Habrá alguna más. Espero que este fin de semana tengamos alguna posibilidad de volver a la pantalla grande. El caso es que este estreno directo en Netflix, dirigido por Grant Singer, al menos en España, me interesó por su reparto, así que le dediqué el rato después de la cena hace una semana, más o menos.

Sausalito no está precisamente en Nueva Inglaterra, donde transcurre la acción de la película,… pero no se me ocurría nada mejor para incorporar a esta reseña.

Singer ha trabajado sobretodo en la dirección de vídeos musicales, aunque tiene en su haber algún documental, también sobre el mundo de la música. Así que creo que esta es su primera incursión en el largometraje de ficción. Una película policial, cine negro, que tiene como protagonista a un veterano policía de algún lugar de Nueva Inglaterra (Benicio Del Toro). Un policía íntegro aunque con pasado tormentoso, muy enamorado y apoyado por su esposa (Alicia Silverstone), y que se ve inmerso en la muerte de una mujer joven, en la que el principal sospechoso inicial es el novio (Justin Timberlake), o el hombre con el que todavía está casada, en un hipotético crimen pasional. Pero luego se irá desenmarañando una trama de corrupción a diversos niveles, incluido el policial, que pondrá patas arriba todo su mundo.

Película que si se salva es por poco, y por el trabajo actoral. Singer hace una labor correcta pero sin más, para una película de cine negro, que pretende mantener un equilibrio entre lo clásico y los temas modernos, pero que acaba siendo poco atractiva, sin encontrar del todo el ritmo adecuado, y sin aportar elementos que realmente atrapen al espectador en el misterio de la muerte de la mujer y en el desarrollo de la trama de corrupción. A salto de sorpresa «imprevista», pero relativamente previsible en más de una ocasión, es una de esas películas que cuando te planteas si merece la pena o no, puede que sí, ya llevas demasiado tiempo invertido en ella para no terminarla. ¿Es recomendable? Pues si estas suscrito a Netflix y realmente no tienes nada mejor que hacer… pero incluso en la misma plataforma seguro que hay alternativas mejores. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **/***

[Cine] The French Dispatch (2021)

Cine

The French Dispatch (2021; 67/20211102)

Wes Anderson se ha convertido en la última década, ya venía anunciando su bondades de antes, en uno de los favoritos de los más cinéfilos de los asistentes a las salas de cine. Su cuidada y distintiva estética, sus historias, llenas de empatía y cariño hacia sus personajes, su estilo característico suponen un cine diferenciado y, muchas veces, un soplo de aire fresco ante las películas realizadas bajo «receta», todas iguales en sus componentes, historia y desarrollo, que tanto abundan en la industria cinematográfica, liderada por compañías como Disney/Marvel y similares. Los «macdonalds» del cine, por mucho que disfracen su carácter de productos de consumo rápido, por no decir «comida cinematográfica basura», con presupuestos muchimillonarios y abundancia de artificios visuales. Así que, no sé si muchos, pero si unos cuantos esperábamos con ganas el estreno de su nueva película, retrasada un año en su estreno por el bien sabido incidente epidémico, que tantos quebraderos de cabezas nos ha generado en los dos últimos años.

Inevitablemente, París, con algunas fotos de los rollos de película en blanco y negro que hice hace algo más de dos años.

El título completo de la película debería ser The French Dispatch of Liberty, Kansas Evening Sun, puesto que se nos habla de un suplemento ilustrado de un periódico de algún lugar del mencionado estado del medio oeste norteamericano. Un suplemento ilustrado que llega a su último número, para el cual se preparan y seleccionan algunos de los artículos más destacados de su historia. El suplemento se elabora desde Ennui-sur-Blasé (no se traducen los juegos de palabras en la película, pero bajo la forma que tienen algunos nombres de poblaciones francesas a orillas de un río o un mar, la ciudad de Ennui a orilla del río Blasé, el nombre de la ciudad significa Tedio sobre hastiado, hay constantes juegos de palabras en la película, que sólo alcanzamos a disfrutar aquellos que tenemos algunos conocimientos del idioma de Molière). Ennui-sur-Blasé tiene un parecido notable con ciertas ideas tópicas, con ciertos lugares comunes que se difunden sobre la capital francesa, París. En forma de episodios, cada uno reproduce un artículo de la revista sobre temas distintos y sobre distintas épocas, un recorrido por la ciudad, el arte contemporáneo y las obras de un preso a perpetuidad por asesinato, las aventuras de unos estudiantes revolucionarios inspirados en el mayo del 68, o el secuestro de la hija de un comisario de policía resuelta por las habilidades culinarias de uno de los tenientes bajo su mando. Y finaliza con la redacción aplicándose a la tarea de redactar el obituario de su director (Bill Murray).

La película insiste y lleva a nuevos extremos en el estilismo esteticista del director, quizá llevándolo demasiado lejos, aunque reconozco que a mí es una estética que me gusta, y se basa en un reparto extremadamente coral, con muchas apariciones de caras conocidas, prestigiosas, de la interpretación en el cine actual, en inglés o en francés, muchas veces quedando en la práctica al nivel de un simple cameo. Aunque cierto es que aquellos que tienen más minutos en pantalla, como Benicio del Toro, Tilda Swinton, la guapísima Léa Seydoux, Timothée Chalamet, Lyna Khoudri, Frances McDormand, Jeffrey Wright y otros que me dejo, lo hacen ciertamente muy bien. Valoración que hago desde el punto de vista de que se les pide un punto de exageración en sus personajes, en una película que oscila entre el homenaje, la parodia, la sátira y el cariño hacia las personas.

La película es un homenaje y una reivindicación de un cierto estilo de periodismo. No del periodismo en general y, ciertamente, no del periodismo que sufrimos en la actualidad. El formato, las ilustraciones y los artículos del ficticio The French Dispatch nos llevan irremediablemente a referenciar constantemente a The New Yorker, una revista, todavía vivita y coleando, reconocida por su alto nivel en las ilustraciones, por la calidad de sus artículos, por la elevada ética a la hora de verificar la veracidad de los hechos narrados y por el alto nivel literario de sus redactores. O sea… si estamos reivindicando y homenajeando esto… es que estamos lanzando un profunda crítica al periodismo actual de medias verdades, o directamente de falsedades, de falta de rigor, de oportunismo, de sensacionalismo, de lenguaje basto y limitado y de malas fotos tomadas con un teléfonos móviles. Y me parece muy bien que tales cosas se pongan en la picota de la crítica pública.

Dicho todo lo cual, la película me ha gustado, especialmente conforme la he dejado reposar en el recuerdo. Pero no me ha entusiasmado. No tiene el mismo nivel de calidez y espontaneidad de películas anteriores del director. En las anteriores, la maravillosa estética con la que trabaja Anderson estaba al servicio de la historia que se contaba, mientras que en la actual parece convertirse en la principal motivación del director. No me arrepiento nada de haberla visto, me ha merecido la pena, pero quizá las expectativas depositadas en ella eran demasiado elevadas. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Star Wars: Episode VIII – The Last Jedi (2017)

Cine

Star Wars: Episode VIII – The Last Jedi (2017; 512017-1512)

Vayamos con la última entrega de nuestra saga galáctica favorita, que en castellano le ha sido otorgada el título de «Los últimos Jedi», aunque no veo problema en que fuese «El último Jedi». Estos malditos anglosajones que no flexan los complementos por género y número… y encima con la palabra «jedi» que siendo un sustantivo tampoco lo hace… Bueno,… si nos dicen que es plural, con el plural nos quedaremos.

Hace ya una semana y un día que vi la película. Y como es tradición en los últimos años, la vi dos veces. El día del estreno en versión original con los amigos, en la matinal doblada del domingo con la familia. Viene bien verla más de una vez porque desconcierta. He tenido alguna petición de retrasar el comentario para permitir que alguna gente que me lee la viese primero… pero es que se me van a acumular las películas. Ya tengo otra en lista de espera, y con los estrenos de esta semana, y teniendo en cuenta que la que viene tengo fiesta, igual caen con facilidad un par más. Con lo soso que ha estado el otoño, parece que la cartelera se pone interesante de golpe.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El asomar de la luna en el horizonte, o la puesta de sol en el extremo opuesto del mismo, y todo lo que puede pasar entre ambos instántes… Hoy, claro está, levanto mi cámara hacia las estrellas para ilustrar esta entrada.

No voy a hacer un resumen introductorio del argumento, para evitar cualquier tipo de destripes. Sólo haré un comentario de mis impresiones, y por qué creo que le ha faltado poco para ser una genialidad a esta película, que finalmente se queda a un paso, quizá más amplio de lo deseable, de serlo.

No hace falta decir que la factura de la película es de primer nivel. El binomio Lucasfilms-Disney no hacía suponer otra cosa. Pero además, el toque que le da Rian Johnson es muy muy muy interesante en el aspecto visual. Lástima que se prodigue tan poco. Su anterior y muy muy muy interesante largometraje es de 2012. Cinco añitos. Querríamos ver más de este director.

20170528-_5280022.jpg

Pero donde Johnson rompe con lo anterior y dota de innegable interés a esta película, como producto singular dentro de la saga, es en el tono y en el fondo. Respecto al fondo, estamos ante la película más comprometidamente política de la saga. Salvo algunos momentos en «los clones», la saga ha sido poco política. Orientada hacia el eterna lucha maniquea entre el bien y el mal, los bandos en disputa han sido demasiado obvios y simples desde ese punto de vista. Pero aquí Johnson aprovecha para introducir matices. No a lo grande… pero son detalles aquí y allá que cambian el tono del universo star wars, especialmente en el lado de los buenos. El mensaje es claro. Para que la democracia y la justicia social triunfen no se necesitan héroes de leyenda sino líderes con la cabeza bien puesta. Porque el «lado oscuro» siempre se pone de acuerdo en sus intereses y no le cuesta seguir a algún «lider supremo» que se ponga a tiro y les venga bien. Si no es uno será otro. Lo que importa es el poder. Que cada cual interprete los mensajes políticos que arrastra la película como le venga bien.

20170528-_5280029.jpg

Esta nueva orientación,… desconozco si se mantendrá. Parece que frente al monolitismo que ejercía el tío Gilito del cine, Disney ha decidido dar libertad a los directores de cada entrega por lo que el tono puede variar de una a otra. Ha variado del episodio VII al VIII, y el IX viene de la mano del mismo director que el VII… así que… En cualquir caso, viene sustentada por un humor irónico e iconoclasta que impregna el filme de principio a final, que en no pocos casos está causando desconcierto en los fans, incluso hasta el punto de causar rechazo. La forma en que va destrozando la película muchos de los símbolos de la saga,… la figura del aviador infalible,… la omnipotencia de un lider,… las reacciones de un mentor,… Creo que sólo Obi Wan Kenobi en las películas anteriores había mostrado algunos de los aspectos irónicos que ahora aparecen por doquier. Esta crítica interna al propio universo star wars a través del humor, que puede permitir una reorientación haciendo más adulto esta saga, sin que por ello deje de estar abierta a un público amplio, le puede sentar muy bien. Ójala se mantenga.

20170528-_5280044.jpg

Pero ya he dicho que la película se queda a un paso, a un escalón, amplio, de la genialidad. ¿Por dónde le vienen los problemas? Por el guion, del propio Johnson. La propuesta del director y guionista es de duración excesiva, y con arcos argumentales dentro de la película que por más vueltas que le doy, si los suprimes, no pasa nada. A penas se justifican para presentar a algún pequeño personaje que hace una pequeña acción importante, pero que se podría haber introducido de forma más económica. También hay alguna situación que por más vueltas que se le dé resulta un poco tontorrona tal y como se plantea. Cierto suicidio es un muy claro. Pero no diré más por no destripar. Estas flojeras del guion restan valor al conjunto,… lamentablemente. Ya digo. Con un guion mejor ensamblado,… una genialidad de película.

 

20170812-_8120020.jpg

El reparto está bien. Esta saga siempre es más de personajes que carismáticos que de interpretaciones virtuosas, pero bueno, el nivel es más que aceptable. Creo que el personaje de Rey (Daisy Ridley) está ligeramente desaprovechado, especialmente porque creo que esta actriz vale bastante. Pero Mark Hamill está mejor que nunca… siempre fue el más flojo del trío protagonista original. Mención especial para la vicealmirante Holdo (Laura Dern). Un poco decepcionante DJ (Benicio Del Toro), el nuevo caradura de la saga. Algo que no he dicho es que la película funciona como una imagen en un espejo deformado del episodio V, con algunos elementos que son guiños o préstamos del VI. Sí el VII era un remake encubierto del IV, esperemos que ya el IX sea totalmente original. En este aspecto, DJ sería una imagen especular deformada de Lando Carlrissian, y no cuento más.

20170812-_8120032.jpg

Creo que la película está bien situada dentro de la saga. Es difícil situarla… para mí, a diversos niveles, desde el intelectual al emocional, el Imperio siempre será la mejor. Y la película original siempre tendrá el mérito de ser eso, la original. A partir de ahí, ¿es la tercera mejor? El Despertar es una película argumentalmente mejor armada, pero arriesga muy poco, siendo como ya hemos comentado un remake encubierto de la original. Esta que nos ocupa hoy tiene más calado y despierta más interés desde muchos puntos de vista, pero arrastra algunos defectos en su armazón que no dejan de ser demasiado evidentes. Así que es cuestión de gustos. Ya diréis.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***/****

20170812-_1060707

[Cine] Sicario (2015)

Cine

Sicario (2015); vista el 17 de noviembre de 2015.

Vemos esta película con título en castellano, aunque en versión original en inglés. Los responsables de la película nos dicen que «sicario» es una palabra que usan en Méjico para denominar a los asesinos a sueldo ¿?… ¿?… Toma, y en todo lugar donde se hable el castellano o español, «sicario» significa a sueldo. Incluso «sicàrio» es una palabra italiana que significa lo mismo. En francés, sería «sicaire»…  Incluso en portugués parece que existe «sicário»… Qué tontadas tienen estos yanquis a veces. Lo que yo no sé es el grado de popularidad de la palabra, latina de origen, que se usaba para denominar de los asesinos que mataban cortando («secare») con un cuchillo en cada uno de estos idiomas.

Pero vamos a lo que vamos, inculturas norteamericanas aparte. Nos llega está película dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, que últimamente viene haciendo unas películas interesantísimas, y al que nada más y nada menos han encargado la secuela de Blade Runner. Toma ya… Dudando como dudo de la necesidad de segundas partes de aquella emblemática película, por lo menos no se lo han dado al primer memo especializado en fuegos artificiales y películas palomiteras que ha pasado por la productora… Ya he divagado otra vez. Como digo, película, la que nos ocupa hoy, con buen director y un interesante reparto.

Las fotografías que acompañan hoy, de un pasaje relativamente árido a pesar de los pinos, como el de la frontera de los EE.UU. y Méjico, son también procedentes de carretes de película tradicional.

Las fotografías que acompañan hoy, de un pasaje relativamente árido a pesar de los pinos, como el de la frontera de los EE.UU. y Méjico, son también procedentes de carretes de película tradicional.

Kate Macer (Emily Blunt, lo que yo decía del interesante reparto) es una agente del FBI destinada en Arizona, un poco quemada, literal y figuradamente como veréis, de las barbaridades de los cárteles de la droga que pasan la mercancía en la frontera mejicana. Se le ofrece después de una dura operación la posibilidad de formar parte de un grupo operativo compuesto por varias agencias federales, bajo el auspicio del Departamento de Defensa norteamericano, en la escalada de la guerra contra el narcotráfico. Al frente de la operación está el misterioso Matt Graver (Josh Brolin), y en ella colabora un tal Alejandro (Benicio Del Toro, veis lo que decía del reparto). Pero a Kate pronto le entrarán dudas sobre el respeto por la legalidad que este grupo tiene en sus operaciones. Y además hay peligros insospechados en la operación.

Villeneuve nos ofrece una serie de reflexiones de carácter ético y político sobre la lucha contra el tráfico de drogas estupefacientes. Básicamente, el punto de partida, la tesis inicial la plantea el cínico personaje Matt Graver… cada vez hay más detenciones y más éxitos policiales, pero el consumo de drogas y sus consecuencias sociales permanecen igual. O peor. ¿Es esto una excusa para cambiar los modos de actuar de los estados? Como dicen en la película, ¿para desplazar a conveniencia los límites en los que actúa la legalidad o los límites de la propia legalidad? Creo que la respuesta que nos da Villeneuve a través de un magnífico espectáculo cinematográfico, con magnífica fotografía y montaje es claramente crítica a estas posiciones. Y todo ello en una película cuyas dos horas de duración se pasan en un vuelo, dinámica. Fiel a aquella filosofía del cine que dice que al espectador, en las primeras escenas hay que asombrarlo, anonadarlo y fijarlo a la butaca. Y luego, le cuentas tu historia. Y así funciona. Como un reloj.

No es fácil fotografiar paisaje en las horas centrales del día, y quise hacer algunas pruebas.

No es fácil fotografiar paisaje en las horas centrales del día, y quise hacer algunas pruebas.

Como he venido diciendo, uno de los aspectos más atractivos de la película es su reparto. Emily Blunt es una actriz claramente en alza. La británica es camaleónica y la empezamos a ver en todo tipo de papeles, no desdeñando para nada, luciéndose incluso, en aquellos en los que el desgaste físico es notable. Como este. Benicio del Toro también es un valor seguro. Es el auténtico protagonista del filme, de hecho. Su personaje es el eje que nos habrá de mostrar las caras ocultas del ¿bien o del mal? Tiene sus oportunidades para dejarnos en la butaca casi sin respiración, con notables escenas en las que su presencia se impone física y piscológicamente. Y el tercero en discordia, el cínico Brolin, no desmerece en absoluto, y si bien progresivamente su personaje va perdiendo importancia en la película, su punto de vista no deja de ser el eje central del dilema ético del filme.

Yo creo que es una película que no hay que perderse. Muy buena. Dura. Con pocas concesiones. Directa. Con una realización impecable. Quizá por su arduo tema no consiga hacerse paso en la temporada de premios cinematográficos que se viene encima. Pero no porque carezca de merecimientos.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

A ver si en los próximos días me da tiempo a comentar en mis páginas dedicadas a la fotografías las cuestiones técnicas relacionadas.

A ver si en los próximos días me da tiempo a comentar en mis páginas dedicadas a la fotografías las cuestiones técnicas relacionadas.

[Cine] A perfect day (2015)

Cine

A perfect day (2015): visto el martes 1 de septiembre de 2015.

Mientras esperamos a que el final del verano reactive un poco la decaída cartelera de cine en España, nos vamos a ver la versión original subtitulada en castellano de la última película de Fernando León de Aranoa, que también se puede encontrar doblada con el título literalmente traducido, «Un día perfecto». La película se basa en un libro de la médica y colaboradora humanitaria metida a escritora Paula Farias. El libro se titula «Dejarse llover»; aunque no lo he leído, el título del libro me gusta más para la película que el tópico e impersonal que le han puesto y que suena a «reciclado».

Me pasa con León de Aranoa como con Amenábar, aunque son dos tipo aparentemente muy distintos. Ambos se estrenaron como directores de largometrajes de ficción con sendas óperas primas que sorprendieron y engancharon, pero el cine de ambos me ha ido dejando después cada vez más frío. Aquella «Familia» que nos llegaba a mediados de los años noventa, casi 20 años hace, nos dejaba clavados a la butaca del cine con un planteamiento original, con una reflexión profunda, con una dosificación precisa de los tonos de comedia y drama, redescubriendo intérpretes veteranos que tenían muchísimo que ofrece, y destapando intérpretes jóvenes, verdaderos diamantes en bruto, independientemente de que los veinte años siguientes los hayan tallado con mejor o peor fortuna. Unos años más tarde, un notable éxito de crítica y público con una película que tristemente sigue siendo muy actual lo lanzaba definitivamente al escenario de los grandes directores españoles… salvo que a mí, personalmente, no me ha vuelto a enganchar con absolutamente nada de lo que ha hecho después o entre medias de ambas obras. Así que te acercas con prevención a ver esta su primera película rodada principalmente en inglés, con un reparto internacional. Sobretodo porque ni siquiera las críticas son uniformemente buenas. Lo que ya es decir en un país donde parece que hay una connivencia entre industria cinematográfica y críticos por la cual estos afirman que todo lo que lleva el pasaporte español es bueno o interesante aunque sea una cagarriña. Perdón por la expresión.

En el verano de 1993 estuve de vacaciones con otros en Eslovenia, un país que hizo la transición de la antigua Yugoslavia a la independencia casi sin conflicto, en la llamada Guerra de los Diez Días. Eso fue dos años antes de que visitáramos el país. Que tien sitios muy bonitos como Piran en la costa de la península de Istria.

En el verano de 1993 estuve de vacaciones con otros en Eslovenia, un país que hizo la transición de la antigua Yugoslavia a la independencia casi sin conflicto, en la llamada Guerra de los Diez Días. Eso fue dos años antes de que visitáramos el país. Que tien sitios muy bonitos como Piran en la costa de la península de Istria.

En esta ocasión, nos encontramos con una película de carretera («road movie» para los que consideren que esta expresión sólo se puede decir en inglés). Película de carretera aunque no sea más que para dar vueltas en torno a un mismo lugar, en algún punto de Bosnia-Hercegovina, en algún momento del final de la guerra que asoló los balcanes en los años 90. Dos vehículos todo terreno de una organización de ayuda humanitaria acogerán en su viaje a seis personajes. Está B (Tim Robbins), cooperante norteamericano ya mayor, de vuelta de todo, presuntamente algo cínico, pero con buen rollo. Está Mambrú (Benicio Del Toro), como el que se fue a la guerra, más joven, puertoriqueño, también un poco socarrado, que está a punto de volverse a su casa con su novia. Está Sophie (Mélanie Thierry), la joven cooperante francesa, idealista y que tiene muchas bofetadas que darse contra todo tipo de paredes antes de centrarse en esta tarea. Está Damir (Fedja Stukan), el intérprete local, con cierto aire de susto permanente. Está Nikola (Eldar Residovic), un niño al que otros más mayores le han robado la pelota de fútbol, y la guerra, mucho más. Y está Katya (Olga Kurylenko), la cooperante rusa, con una historia de tiempo atrás con Mambrú, y que ha abandonado el trabajo de campo por un trabajo de supervisión y de responsabilidad en la organización. Y está un pozo con el cadáver de un hombre gordo que lo contamina impidiendo el acceso de la población al agua potable. Este es el «macguffin» que mueve a estos seis personajes. Y está la guerra, que es el escenario en el que se mueven.

En algún lugar he leído que la película va sobre el sentido común. El sentido común es un concepto un tanto difuso del que se habla mucho, pero que cada cual define a su aire. Si no, obsérvese el largo artículo de la Wikipedia y su contenido sobre este concepto. Estas seis personas intentan aplicar el sentido común y pone un poco de orden en un escenario donde nada tiene sentido y el caos se impone. Y nadie ayuda. Las poblaciones han perdido los referentes morales y las convenciones sociales que soportan la convivencia; no digamos ya la existencia de una sociedad organizada que la sostenga de modo eficaz. Encontramos dos tipos de militares, los que están en conflicto, que representan la violencia continuada, la amenaza, el odio, quienes alimentan con esa violencia el caos. Y los que vienen a poner la paz, los cascos azules, que representan la burocracia, tal vez bienintencionada, pero muchas veces inoperante en ausencia del mencionado sentido común. Las propias organizaciones nos muestran sus dos caras, una que se acerca a esa burocracia inoperante de los anteriores, conforme se hacen más grandes alimentadas por las dimensiones del conflicto, y al mismo tiempo menos capaces de abarcar los problemas planteados, y la otra que son la gente individual, peleándose con todo lo anterior por conseguir algo. Son los que intentan aportar un cierto tipo de sentido común. El evolucionado, el reflexionado, el altruista. Hay otro tipo de sentido común, representado por una anciana y sus vacas, el que permite sobrevivir en el caos.

Por algún motivo que no recuerdo bien, nos dio por alquilar un coche y llegarnos a Zagreb en Croacia. Por el camino pasamos por el monasterio de Kostanjevica (foto del encabezamiento).  Estuvimos una noche, pasamos la mañana haciendo turismo y volvimos.

Por algún motivo que no recuerdo bien, nos dio por alquilar un coche y llegarnos a Zagreb en Croacia. Por el camino pasamos por el monasterio de Kostanjevica (foto del encabezamiento). Estuvimos una noche, pasamos la mañana haciendo turismo y volvimos.

Como veis, los elementos que nos ofrece el planteamiento de la película, los ladrillos con los que se construye son de lo más interesantes. Aptos para una buena reflexión y una una buena historia. ¿Donde están sus puntos débiles? Si los tiene. Sí, los tiene. En los tópicos. En la falta de profundidad de los caracteres. Todo está lleno de lugares comunes, recorre caminos ya recorridos por otras películas y otras obras de ficción sobre el tema, más incisivas y más profundas. Y esto le resta fuerza a un largometraje que sin embargo sabe hacerse entretenido y mezclar con cierta habilidad drama y comedia.

Tenemos la suerte de que el elenco es de muy buen nivel. Aunque en un discreto segundo plano, Tim Robbins roba al resto del reparto cada una de las escenas en las que interviene. Es lo mejor de la película. Del Toro, por otro lado, que se lleva la parte del león en el minutaje del filme, nos muestra una faena más de aliño; correcta, pero sin salirse de esos lugares comunes que lastran el filme. El resto del reparto está bien, cumplen holgadamente con su tarea. El niño está en su punto, muy natural. Damir es un personaje al que se le podría haber sacado provecho. La joven cooperante también podría haber dado más de sí, especialmente si no se incluye al relativamente innecesario personaje que interpreta Kurylenko. Además, nos planteamos si Kurylenko no será un error de «casting». No es mala actriz y va mejorando con el tiempo. Pero tan guapa y tan perfecta en todo momento, nos resulta difícil verla en el papel que le toca, y que además en todo momento nos da la impresión de que es prescindible. De hecho su papel se va diluyendo conforme avanza la película, una vez que le dan la escena de su conversación con Del Toro sobre su pasado común… en la cama. Como curiosidad, si en la película el personaje de Thierry es de chica joven inexperta y voluntariosa, y el de Kurylenko de no tan joven, experta y crítica, en la realidad son dos mujeres que no se llevan ni dos años de diferencia en edad. No es que esto no pueda ser… pero nos impide ver con claridad la posición de Kurylenko en la película más allá de ser el florero de la misma. Y no esperábamos de un guión de León de Aranoa una mujer florero.

Resumiendo una reseña que me ha resultado mucho más larga de lo que pensaba en un principio, la película se ve bien y entretiene. Sales con buen sabor de boca. Pero más allá de ser una película bien intencionada, es una obra menor. No tiene el calado suficiente para dejarnos un poso más consistente. Yo creo que la mayor parte de los espectadores que busquen en el cine algo más que una excusa para atiborrarse de palomitas y refrescos de cola, sentirán que no han perdido el tiempo ni tirado el dinero de la entrada a la basura. Que no es poco para el verano cinematográfico que corre.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Croacia estaba en guerra en aquel momento contra Serbia; o los croatas contra los servios fueran de la república que fueran. La ciudad estaba llena de extranjeros haciendo negocios. Conocimos estudiantes dálmatas que tenían que dar una vuelta enorme por Eslovenia para llegar, porque el camino estaba cortado por la guerra. Turistas sólo vimos tres; nosotros. Y en las capillas que había en las calles, muchas mujeres rezando por sus muertes o por sus hijos o maridos o hermanos en la guerra. Fue una experiencia extraña.

Croacia estaba en guerra en aquel momento contra Serbia; o los croatas contra los serbios fueran de la república que fueran. La ciudad estaba llena de extranjeros haciendo negocios. Conocimos estudiantes dálmatas que tenían que dar una vuelta enorme por Eslovenia para llegar, porque el camino estaba cortado por la guerra. Turistas sólo vimos tres; nosotros. Y en las capillas que había en las calles, muchas mujeres rezando por sus muertes o por sus hijos o maridos o hermanos en la guerra. Fue una experiencia extraña.