[Libro] Historias en los libros y películas que todas se parecen; a propósito de «Starhawk»

Literatura

Hace unas semanas leí un breve artículo que salía en Microsiervos. En el se criticaba la situación actual del cine norteamericano, en el que cualquier asiduo de las salas de cine, o de los largometrajes de ficción cualquiera que sea la forma en que acceda a ellos, tendrá una sensación de «déjà vu» permanente. La sensación de que todas las historias le resultan familiares. Todas tienen una estructura similar, tan similar, que cada vez hay menos lugar a la sorpresa en el cine más comercial norteamericano, y de buena parte del cine mundial, actual. Se habla allí de la mala influencia que tiene el libro Save the Cat! The Last Book on Screenwriting You’ll Ever Need, que parece ser el libro de cabecera de la mayoría de los guionistas actuales.

Ilustremos la cuestión. El título del libro viene del hecho de que en la mayoría de las películas actuales, el héroe de la historia, en un momento dado, hace algo, quizá no especialmente heroico, pero que hace que caiga bien al espectador. Por ejemplo, salva a un gato de una anciana o de unos niños, o cualquier otra mascota. Una acción de este tipo, que aumenta la simpatía del público con el personaje, aparece en muchas películas más o menos en un momento similar de la acción.

Como todos los días de Navidad, paseo por zonas verdes, por el Parque Grande en esta ocasión para rebajar el efecto de las comidas algo más abundantes.

Como todos los días de Navidad, paseo por zonas verdes, por el Parque Grande en esta ocasión para rebajar el efecto de las comidas algo más abundantes.

He observado que, a pesar de su elevado nivel tecnológico y científico, la cultura norteamericana se basa en «recetarios» prácticos para hacer distintos tipos de cosas. En las revistas de fotografía, algo que sigo con frecuencia, son frecuencias los artículos «how to». Enseñan en pasos sistemáticos como hacer algo. En lugar de dar los elementos para que la persona aprenda a pensar por sí misma y resolver el problema, se le proporciona una «receta», y todos contentos. El mencionado libro sería el «how to» básico del escritor de guiones.

El caso es que mi sensación va más allá. Se extiende a buena parte de la literatura actual, especialmente aquella que aspira a entrar en las listas de «superventas». «Best-sellers», como ya los conoce casi todo el mundo. No es infrecuente encontrarse en las tramas de las historias de ficción norteamericanas a personajes, muchas veces chicas jóvenes pero no sólo, que realizan cursos de «escritura creativa». Hace tiempo que me los imagino como los «how to», los recetarios para escribir novelas de éxito. Supongo que muchas de las escritoras que han visto recientemente cómo sus sagas interminables dedicadas a los adolescentes fantasiosos, o a las marujas con apetencias sexuales,  ascendían imparables en las listas de ventas. Aunque la crítica literaria no se sienta tan emocionada por sus logros, ni el lector que haya desarrollado un mínimo de criterio a lo largo de su vida.

El día ha salido nublado y gris, pero con unas temperaturas muy benignas que invitaban a caminar.

El día ha salido nublado y gris, pero con unas temperaturas muy benignas que invitaban a caminar.

Y diréis, ¿a qué viene todo este rollo ahora? Bueno, todo el mundo tenemos la necesidad de evadirnos de vez en cuando. Y el cine o la literatura de evasión está ahí para eso; aunque en muchas ocasiones proceda de los «recetarios» para escribir guiones o novelas que han desarrollado los prácticos norteamericanos. Claro está, siguiendo la «receta» y echándole algo de imaginación e inventiva, eventualmente se pueden conseguir productos que merecen la pena ser tenidos en cuenta. En el campo de la ciencia ficción, hace años descubrí un autor, Jack McDevitt, que cumplía los requisitos. Historias relativamente estandarizadas, planteadas en un par de universos con relativas similitudes donde el viaje interestelar es posible, de aventuras, con personajes protagonistas femeninos capaces y potentes, y bastante entretenidas. Uno de esos universos es el llamado ciclo de las Máquinas de Dios, o de Priscilla «Hutch» Hutchins, una piloto interestelar al servicio de una academia de ciencias, en un futuro situado unos pocos siglos en el futuro, en el que el viaje interestelar es posible, y el ser humano está empezando a desplegarse por las estrellas. Aunque parecía que esta serie o ciclo estaba finiquitado, este otoño lo ha resucitado utilizando un recurso también típico. Ha escrito lo que se da en llamar una «precuela». Una historia que sucede en el tiempo cronológico interno de la ficción, antes que todo lo anterior. A que os suena. Veamos de qué va esta nueva novela en la que volvemos a tener como protagonista a la animosa y decidida Priscilla Hutchins.

Starhawk (Engines of God, 7)
Jack McDevitt
Headline; noviembre de 2013
Edición electrónica

Colores más otoñales que invernales en el parque. Aunque hemos tenido días fríos de nieblas y viento, tampoco está siendo un invierno extremadamente severo.

Colores más otoñales que invernales en el parque. Aunque hemos tenido días fríos de nieblas y viento, tampoco está siendo un invierno extremadamente severo.

En esta novela que se sitúa cronológicamente por delante de las seis anteriores de la saga, encontramos a una joven Priscilla Hutchins, poco más que una adolescente, en su viaje de prácticas para recibir la licencia de piloto interestelar, junto con el capitán Jake Loomis, un veterano, metódico y eficiente piloto interestelar. Pero durante el viaje se encontrarán con dos situaciones. Darán con una misión perdida tiempo atrás en la que encontrarán pruebas de un encuentro con una especie alienígena, y serán llamados a una misión de rescate, en la que otro joven piloto estelar sacrificará su vida para salvar la de un grupo de adolescentes a su cargo. Esto provocará que Loomis vuelva con remordimientos a su hogar, pensando que debería haberse sacrificado él mismo. En cuanto a Hutchins, su primera misión en solitario le servirá para tomar conciencia de que algunos esfuerzos de colonización interestelar son éticamente dudosos por el daño a las ecologías alienígenas. Y le forzará a tomar un trabajo administrativo en la estación espacial que orbita la Tierra. A partir de aquí las cosas se complicarán, con nuevos misterios y nuevos peligros que surgirán donde menos te lo esperan y que llevarán a que ambos personajes se vuelvan a encontrar en apuros antes del final.

Incluso unos pequeños capullos asomaban en la solitaria rosaleda.

Incluso unos pequeños capullos asomaban en la solitaria rosaleda.

Buena parte del comentario sobre lo que es esta novela lo he comentado en los párrafos introductorios. Al igual que buena parte de la obra de McDevitt es literatura de entretenimiento con algún propósito de reflexionar sobre algunos temas trascendentes, aunque a un nivel relativamente básico, sin una excesiva profundidad que pueda ahuyentar a los posibles lectores. Sin embargo, también es cierto que en mi opinión queda por debajo de sus predecesoras. El personaje de Hutch no tiene el carácter interesante de las anteriores novelas, incluso cuando sólo era un personaje secundario de la trama. Parece que en su juventud era una chica simpaticona pero no con el carácter que desarrolla posteriormente. Lo que no le impide ser eficiente y razonablemente inteligente, aunque tópicamente impulsiva, como se espera de alguien joven.

Este es el principal defecto de esta novela y de muchas similares; la abundancia de tópicos. Y por lo tanto su previsibilidad. Nada inesperado. Una novela de evasión de manual. Que tira de receta. Que puede ser agradable de leer, aunque como ya digo, un paso por detrás de las que hicieron que me aficionara a este autor de evasión. Por cierto, no lo he dicho, pero leí la versión original en inglés. No es muy compleja de leer, claro está.

Y gentes que aprovechaban las benignas temperaturas para pasear y practicar deporte. Porque qué otra cosa se puede hacer en una mañana de Navidad.

Y gentes que aprovechaban las benignas temperaturas para pasear y practicar deporte. Porque qué otra cosa se puede hacer en una mañana de Navidad.

[Libros] Thousandth Night

Literatura

Hace un par de semanas escribía el comentario Casa de soles, «space opera» de Alastair Reynolds, que sin ser perfecta me gustó bastante. Especialmente me gustó el potencial de los personajes protagonistas y del universo que había creado alrededor del clan Gentian, los mil clones de Abigail Gentian. Cuando terminé el libro e investigué un poco sobre el autor, me enteré que había una novela corta anterior en la que presentaba a Campion y Purslane, los ingeniosos y animosos protagonistas de la mencionada novela. Aquella tenía unas dimensiones espaciotemporales y un argumento que le daban un toque de naturaleza casi épica. Veremos que la obra que presento aquí tiene un carácter más modesto, pero quizá no menos interesante. La he leído en inglés.

Thousandth Night
Alastair Reynolds
Subterranean Press

Tres millones de años antes de los sucesos que se nos contaban en House of Suns, nos encontramos a Campion como narrador del encuentro que cada 200.000 años realizan durante 1.000 días y 1.000 noches los integrantes del clan Gentian. Originalmente, eran los mil clones de Abigail Gentian, y durante cada noche, cada uno de ellos pone a disposición de los demás las memorias de lo que ha vivido en el tiempo que ha transcurrido desde el anterior encuentro. Aquella memoria que sea elegida como la mejor designará al responsable de organizar el siguiente encuentro. Campion fue el ganador, y a creado Reunion, un planeta acuático, con un archipiélago donde celebran el encuentro los Gentian. Campion está melancólico. Se ha pegado toda el ciclo anterior admirando puestas de soles en distintos lugares del universo. La única que le anima es Purslane. Aunque el desinterés que muestran por el contacto sexual con otros miembros del clan hace que sean mirados de mala manera; la monogamia y la relación estable es un tabú en el clan. Pero la vivaz Purslane se percatará de que otro clon ha manipulado sus memorias. Y ha cometido el error de informar que estuvo en un mismo sistema planetario donde Campion admiró una de sus puestas de sol. Sospechando un complot a gran escala cuyas consecuencias pueden ser de escala galáctica, CampionPurslane investigarán, descubrirán uno o varios crímenes, pero no será hasta la milésima noche, la del cierre del encuentro cuando el misterio se aclare. Con gran espectacularidad, eso sí.

Si en House of Suns la aventura adquiría carácter de epopeya galáctica, aquí nos encontramos confinados a un mundo, y a lo que no deja de ser una novela detectivesca disfrazada de ciencia ficción. Es cierto que los elementos futuristas tienen importancia en toda la trama, y que el fondo es también ese escenario galáctico que luego dará lugar a la novela mayor. Pero estamos ante todo ante una novela de crimen y misterio, que se lee bien, que tiene sus cosas positivas sin pretender ser una gran obra ni nada de esto, pero que sí nos permite conocer a nuestros protagonistas y sus caracteres con tanta profundidad como en la novela mayor.

No es necesario leer esta novela corta para leer House of Suns, pero yo la recomiendo. Y en cualquier caso, es muy entretenida.

Noche de diciembre

Indudablemente, las noches de diciembre en Zaragoza no son tan mágicas como las de los mundos que crean o modifican los gentians a lo largo y ancho de la galaxia,… pero es lo que tenía a mano.

[Libro] Casa de Soles

Literatura

Cuando hace un par de meses releía El sol desnudo de Isaac Asimov, sin darme cuenta inicié una reacción en cadena que me ha metido en una situación curiosa. La «space opera» ha sido de siempre una de mis variantes preferidas del género de la ciencia ficción. Pero al mismo tiempo, también ha sido un subgénero en el que he encontrado muchos truños y que me ha hecho ser cuidadoso con lo que leo. Ahora accedo a una «space opera» literaria de ciento a viento, con cuidado, salvo ciertos autores que me proporcionan más entretenimiento que otra cosa. El caso es que tras la lectura de la obra mencionada al principio, me entraron ganas de leer la versión actualizada y renovada de una de mis favoritas, El viaje interminable de Marion Zimmer Bradley, que encargué en versión electrónica y en inglés, no parece estar traducida al castellano, bajo el título The Endless Universe. El Universo interminable.  Está en espera, porque tardó un tiempo en estar disponible, y alterno géneros cuando leo obras de ficción. El caso es que como consecuencia de este encargo, Amazon me mandó sugerencias sobre el género, y una de las propuestas era el libro que traigo hoy, de un escritor que no había leido nunca y que tenía curiosidad, Alastair Reynolds. Y en general, ya puedo adelantar que me he llevado una agradable sorpresa.

Casa de soles
Alastair Reynolds; traducción de Álvaro Sánchez-Elvira Carrillo
La Factoría de Ideas (Solaris ficción), 2012

Nos encontramos millones de años en un futuro, en una galaxia en la que se han desarrollado, y muchas veces desvanecido, un sinnúmero de civilizaciones humanas o de especies de origen humano, e incluso alguna de inteligencia artificial mecánica. Por el espacio viajan en ciclos de 200.000 años los «shatterlings» del clan Gentian, 999 de ellos clones de Abigail Gentian, con sexos diferenciados. Más uno de ellos que es la propia Abigail, integrada en su momento, seis millones atrás entres sus clones como uno más. Gracias a sus mejoras biológicas, su capacidad de viajar a velocidades relativísticas, y de dominar el paso del tiempo, son capaces de recorrer la galaxia, recogiendo la historia de la misma y realizando impresionantes obras de ingeniería espacial. Cada 200.000 años se reunen y ponen en común sus recuerdos y experiencias. Existen otros clanes de «shatterlings», clones de otros contemporáneos de Abigail. Entre todos forman La Ciudadanía. Suele viajar solos. Pero hay una excepción. Campion en su Dalliance y Purslane en su Alas Plateadas de la Mañana, la nave más veloz de los clanes, viajan juntos. Y están enamorados. Lo cual no está bien visto. Se acerca el momento del nuevo encuentro del clan, pero una serie de peripecias les lleva a llegar tarde y con un invitado, Hesperus, una inteligencia mecánica. Esto les permite no caer en una emboscada que acaba con casi todo el clan, quedando poco más de 50 supervivientes, que tendrán que desentrañar el misterio de la emboscada, y algunos otros que llevan ocultos durante 3 millones de años.

Desgraciadamente no tengo fotos de las estrellas, supernovas o planetas que visitan Campion y Purslane; así que me quedo en este planeta, en Nueva York, en una tarde en el ferry de Staten Island en el que el sol fue el protagonista.

Desgraciadamente no tengo fotos de las estrellas, supernovas o planetas que visitan Campion y Purslane; así que me quedo en este planeta, en Nueva York, en una tarde en el ferry de Staten Island en el que el sol fue el protagonista.

La obra se divide en ocho partes. El primer capítulo de cada una de ellas está dedicado a conocer la historia de Abigail Gentian, en «flashback», mientras que el resto de los capítulos son narrados en primera persona alternativamente por Campion y Purslane. Lo cual dinamiza mucho la comprensión global de lo que está sucediendo en la historia.

Esta obra me ha sorprendido muy positivamente. La capacidad de realizar con razonable dinamismo una aventura espacial que transcurre en miles de años, con naves que cruzan la galaxia a fracciones muy elevadas de la velocidad de la luz nos sumerge en una aventura sumamente entretenida, que curiosamente sólo flojea en los capítulos en los que los Gentian permanecen parados en un planeta. En general, Reynolds nos propone un universo capaz de ser escenario de historias de buen nivel, y en las que trata algunos de los temas universales de la literatura general, o la de ciencia ficción en particular. La amistad, el amor, el sentimiento de pertenencia a un grupo por disperso que pueda estar, el ancestra miedo de los seres humanos a las inteligencias artificiales que tanto ha dado de sí en la ficción literaria o cinematográfica, …

Es cierto que Reynolds, que es científico astrónomo de formación, es capaz de crear un universo que gustará a los partidarios de la ciencia ficción dura. Que respeta de forma razonable los postulados conocidos de ciencia moderna. Se toma alguna licencia, claro está, pero es bastante convincente. Sin embargo, aunque plantea los temas importantes de las relaciones humanas, no siempre los desarrolla con la habilidad necesaria. Crea dos personajes, Campion y Purslane, que son un bombón. Empatizas con ellos inmediatamente. Son los más humanos de todos sus congéneres, los más apasionados. Son audaces y generosos. Pueden defenderse, y pueden matar, pero no sin necesidad. Son aptos para la empatía con quienes son distintos. Y están enamorados. Y debén ser muy muy guapos. Uno se enamora de Purslane con facilidad. Pero Reynolds creo que no les saca todo el partido.

En cualquier caso, estamos ante una novela que me ha gustado bastante, incluso con sus altibajos y aspectos perfectibles. Tal es así que he buscado y leeré en cuanto pueda su antecesora, Thousandth Night, que siendo una historia independiente, sucede en el mismo universo y con personajes comunes. Es una novela corta. En fin, para quienes gusten de la buena ciencia ficción, una lectura recomendable, con momentos muy inspirados.

Y aun me queda alguna «space opera» extra que leer. Me va a llevar un tiempo todo esto, ya que procuraré intercalarlas con otras obras de otros géneros.

Programamos nuestro viaje en el ferry para coincidir con el ocaso, momento en que el sol que ilumina nuestras casas, se ocultó tras el horizonte en Nueva Jersey.

Programamos nuestro viaje en el ferry para coincidir con el ocaso, momento en que el sol que ilumina nuestras casas, se ocultó tras el horizonte en Nueva Jersey.

[Cine] El juego de Ender (2013)

Cine

El juego de Ender (Ender’s Game, 2013), 10 de noviembre de 2013.

Desde que supe que estaba haciendo una adaptación cinematográfica de la más famosa  novela de Orson Scott Card, no tuve la menor duda de que cuando la estrenasen iría a verla. Aunque tal y como discurre en estos principios del siglo XXI el cine de ciencia ficción la probabilidad de decepción sea alta. Pero bueno. Aunque lamentablemente no han llegado a Zaragoza más que versiones dobladas, nos encaminamos a una sesión matinal de este domingo para ver la adaptación que de esta famosa novela nos ofrece Gavin Hood.

El argumento nos cuenta la historia de Ender Wiggins (Asa Butterfield), un muchacho, un «tercero» en una sociedad en la que sólo se admiten como norma general dos hijos, décadas después de una tremenda guerra contra invasores alienígenas, los «insectores», que tuvo a la humanidad al borde de la extinción. Candidato a la escuela de guerra, donde se preparan a los futuros líderes de la flota estelar que se está preparando para eliminar para siempre la amenaza de esa especie alienígena, donde previamente fracasaron su hermano y su hermana, llama la atención del Coronel Graff (Harrison Ford), responsable de la misma, que ve en él el futuro líder que necesitarán para comprender la estrategia contra una especia cuya mentalidad no alcanzan a comprender.

El sol poniente

Película con abundantes cuerpos celeste. En esta tenemos la Tierra y el Sol.

Tres aspectos voy a comentar de esta película:

Las cuestiones técnicas: Tratándose de una «space opera» que se desarrolla en naves y estaciones espaciales, con ambientes extraplanetarios y alienígenas, no aporta gran cosa con respecto a lo que estamos acostumbrados a ver. Intenta respetar algunas leyes físicas en su realización pero no destaca por nada en especial. No ha buscado deslumbrar en este aspecto, simplemente aprovecharse de modos de hacer ya previstos. Los sueños y la interactividad con el juego en la tableta son de una animación digital mejorable.

La historia en general que nos cuenta está llena de tópicos. El joven inadaptado, distinto, imaginativo, que consigue ser líder de otros inadaptados distintos, no tan imaginativos pero buena gente, y que tiene que reafirmar su propia personalidad y asumir las tremendas responsabilidades que se le ofrecen. Esta historia está llevada con dignidad pero sin brillantez. Poca originalidad, mucho tópico y una efectividad razonable.

La comparación con la obra literaria, que se sostiene a duras penas. Por mi parte, estoy hablando de la comparación con algo que leí a finales de los años 80, pero de la que conservo suficientes recuerdos para establecer esta comparación. En primer lugar, tengo que decir que me resultó confuso el mensaje de la novela original. Me pareció excesivamente militarista, aun cuando hay opiniones para todos los gustos al respecto. Pero sí que tiene alguna reflexión interesante. Recuerdo el agobiante entorno en el que se mueve el joven Ender, recuerdo que los dos hermanos del chaval eran menos planos como caracteres y más trascendentes, recuerdo que era una historia bastante más compleja y con más matices. Esas sensaciones no las he tenido con la obra fílmica. Se han simplificado mucho las tramas y la historia, y no está bien llevado el agobio y la responsabilidad del joven, con horas y horas y horas antes las máquinas de juegos de guerra en las que presuntamente se prepara. Por supuesto, sabiendo cómo termina, la sorpresa final no resulta tal, y la he visto con cierto escepticismo, sobre si la reacción del muchacho se puede derivar de la historia que me han contado. Hay falta de sutilileza y matiz.

Las interpretaciones son normalitas. El doblaje en castellano es bastante flojo, tirando a malo especialmente en el caso del chico protagonista, así que no me atrevo a suspender la interpretación original que está excesivamente adulterada por este hecho. Ford no ha envejecido bien como intérprete, muchos llevamos años notándolo, y la breve interpretación de Ben Kingsley sabe a poco, en un personaje excesivamente desarrollado en grandes y poco definidos trazos. Anecdótica la presencia de la joven Hailee Steinfeld, que no responde, ni le dan ocasión a las expectativas que despertó con su primer gran papel.

Película entretenida, pero floja en realidad sobre una obra literaria que muchos habían vaticinado como inadaptable al cine. No me atrevería a decir tanto, pero desde luego esta no es la adaptación que habríamos esperado. Anecdótica.

Valoración

  • Dirección: ** Ni destaca por su nivel técnico ni por su interpretación y conducción de la historia.
  • Interpretación: *** Le concedo el beneficio de la duda, ante un doblaje que no me ha gustado nada.
  • Valoración subjetiva: ***  Aunque rondando el suspenso, es lo suficientemente entretenida como para ser considerada una película pasable de tipo palomitero.
La luna creciente

Y en esta, la Tierra y la Luna. Todas desde el camino de la Alfranca, a las afueras de Zaragoza.

[Cine] Gravity (2013)

Cine

Gravity (2013), 7 de octubre de 2013.

Me he estado pensando durante un par de días lo que iba a escribir en esta reseña. Esta película de ficción científica llegaba a las grandes pantallas de nuestro país con unas críticas fabulosas. Todo eran superlativos positivos hacia la película de Alfonso Cuarón, un director al que le he visto en alguna ocasión maneras más que interesantes. Aunque también algún pestiño. Incluso dirigió la única película de la saga Harry Potter que desde mi punto de vista es digna de recuerdo más allá del pasatiempos banal. Añádase que la space opera es uno de mis géneros favoritos en lo que a ciencia ficción/ficción científica, si es que entendéis que hay una diferencia, se refiere. Con todos estos antecedentes, y a pesar de que el reparto no me pareciese especialmente atractivo, acudimos a la sala de cine a ver la película en versión original y 3D con altas expectativas. Y salí con cara de circunstancias. Me explicaré. Si puedo.

La cosa va de que una misión de las lanzaderas espaciales, ya retiradas de circulación, de la NASA se encuentra en órbita realizando el mantenimiento del telescopio espacial Hubble. A propósito de no sé que estupidez catastrófica que se supone que hacen los rusos, una lluvia de basura espacial provoca que todos los miembros de la expedición mueran, salvo dos de ellos; el comandante de la misión Matt Kowalski (George Clooney) y la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), encargada de algunas de las tareas de mantenimiento mencionadas, y que estaban en plena actividad extravehicular en el espacio. A partir de ahí, todo será una odisea para mantenerse en vida e intentar volver a la Tierra.

Primera afirmación que quiero hacer con rotundidad. Me parece una de las películas mejor y más meritoriamente filmadas que he visto en mucho tiempo, y probablemente de lo mejor que he visto en mi vida. Ya digo que las pejigueras científicas que ya se han comentado por la red de redes me parecen lo de menos, ya que es prácticamente imposible la fidelidad científica al cien por cien en una película de estas características, y que hay una serie de licencias necesarias para que haya película y una historia que contar. Es cierto que mucho de estas casualidades del guion suenan a «serendipias», como las llaman los modernos, imposibles. «Serendipias» es un anglicismo de lo que siempre se ha llamado en mi casa chiripa. Una casualidad afortunada. Pero me valen con tal de que haya una historia que contar.

Segunda afirmación que quiero hacer con la misma rotundidad. Tal y como se perfila y dibuja el personaje protagonista que interpreta Bullock no hay forma que me crea, ni harto de vino, esta historia. No me lo trago. Ni de coña. Una individua que no entendemos desde el principio porque alguien la pone en órbita, con la actitud que tiene, con su nivel de conocimientos y entrenamientos, ni por la combinación de casualidades más remota que me pueda imaginar, como la que me cuentan, me puedo creer que sobreviva ni cinco minutos en la situación en la que se encuentra. Que no. Que no me lo trago. Que no entro. Que puedo pasar por muchas cosas, pero que no compro el personaje. Por más que lo intento. ¡¡¡Pero que me estás contando Maripili!!! Nones. Res de res.

Lo cual es paradójico con el hecho de que la actriz, que particularmente nunca me ha gustado gran cosa, creo que lo hace bastante bien. En un personaje que no me creo, pero lo hace bien. Lo de Clooney me parece más anecdótico. Salvo una escena que me chirría mucho y que tampoco me gusta nada, prácticamente sólo escuchamos su voz y vemos su cara detrás de un cristal. Así que hay poco que valorar. Anecdótico es también que Ed Harris repita papel, aunque no le veamos nunca, sólo escuchemos su voz.

Y así me encuentro con una tremenda paradoja. Una película excelentemente realizado y muy bien interpretada me ha dejado totalmente frío por culpa de la definición del principal personaje protagonista. Y no lo puedo expresar de otra forma. Como digo, salí del cine con cara de circunstancias. No entendía, nada. Y por ello he necesitado un día más de la cuenta para poner en orden mis ideas y escribir este comentario.

Valoración

  • Dirección: ****. Soberbia realización; ni siquiera me molesta que este en 3D (lo cual no quiere decir que me guste el 3D).
  • Interpretación: ****. Creo que es la mejor interpretación que le veo a la protagonista.
  • Valoración subjetiva: ***. Puedo aceptar pulpo como animal de compañía, pero no que un personaje como el protagonista pase por lo que pasa.
Sección de astronomía y estudios de la Tierra en el Museo de Historia Natural

Hace poco más de una semana visitaba las secciones de astronomía y estudios de la Tierra en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Con sesión de planetarios incluida. Curiosamente, pese a la buena fama que lleva y las referencias tan estupendas que me habían dado, también es un museo que me defraudó. Y mucho.

[Libro] El sol desnudo

Literatura

Antaño dedicaba mucho más tiempo a la lectura de libros. Supongo que hoy en día, hay numerosas alternativas para ocupar tu tiempo, o simplemente mis rutinas impiden que me cunda tanto, pero leo menos. Por lo tanto, normalmente sólo en muy raras ocasiones leo libros previamente ya leídos. Me dedico a cosas nuevas para mí.  Pero hace unos días después de ver una película de ciencia ficción, en el improvisado «cine-forum» cervecero posterior, surgió un comentario sobre la obra de ficción de Isaac Asimov. En concreto, Asimov nos hablaba en sus obras de la serie de robots de una Tierra superpoblada, hacinada, recogida en grandes ciudades envueltas en cúpulas de acero, dominada política y estratégicamente por los mundos espaciales, con población escasa, con alto nivel de vida y con economías basadas en la tecnología robótica. No faltaban analogías. Aquella serie de libros que leí en mi época de universitario, hace ya un buen montón de años, tenían un nivel irregular, unos mejores y otros peores. Pero había uno, el primero que leí de Asimov, junto con El fin de la eternidad, uno de mis favoritos aunque de tema distinto, del que tenía un recuerdo muy débil pero con la sensación de que era interesante. Así que lo he recuperado. Se trata de…

El sol desnudo
Isaac Asimov; traducción de Tony López
Ediciones Orbis; Barcelona, 1985

Ocaso

El sol desnudo, Solaria, quizá otra versión de la Tierra, con sus impresionantes ocasos, que deberían aterrar a los primitivos humanos cuando se llevaban la luz con ellos. Pero bellos, como los que se pueden contemplar desde el Cabo Formentor en Mallorca,…

Elijah Baley es un policía de la Tierra que en el pasado investigó con la ayuda de un robot de aspecto exterior indistinguible de los humnos, Daneel Olivaw, procedente de uno de los cincuenta mundos espaciales que tienen sometido al planeta de origen a una especie de bloqueo interplanetario. En esta ocasión, se solicitará que Baley con Olivaw acuda al planeta Solaria para resolver el asesinato de Rikaine Delmarre, siendo la principal sospechosa su esposa, la atractiva Gladia Delmarre. Pero Solaria y la Tierra son mundos opuestos. Mientras que Baley vive bajo las grandes cúpulas que protegen las ciudades terrestres del exterior, y ha desarrollado la agorafobia que padecen todos los habitante de la Tierra, los habitantes de Solaria, escasos y servidos por ejércitos de robots no tienen interacciones personales entre sí, sólo se comunican o se visualizan a distancia, y han desarrollado una intensa fobia a la presencia cercana de otro ser humano.

Este libro comparte muchas de las características generales, virtudes y defectos, del resto de la obra de ficción de su autor. Son libros que se leen bien, con gran capacidad de expresar conceptos científicos son sencillez haciéndolos aptos para un público amplio, aunque ha cambio corren el riesgo en caer en una excesiva simplicidad conceptual e incluso en la ingenuidad. Asimov juega a sociólogo a la hora de contrastar dos sociedades humanas con evoluciones extremas, no siempre con solidez desde mi punto de vista. Por otra parte, forma parte de un conjunto de obras que junto con las de otros escritores de ciencia ficción o divulgadores científicos proponen la investigación y el viaje espacial como una necesidad para la supervivencia de la especie a largo plazo. Y por supuesto, forma parte también de la larga reflexión que a lo largo de su obra encontramos sobre la convivencia del ser humano con hipotéticas entidades de inteligencia artificial suficientemente avanzadas o evolucionadas, representadas por los robots de cerebro positrónico, presentes en muchas de sus novelas y relatos cortos.

Ocaso

… o desde el yacimiento arqueológico del Cabezo de Alcalá, en Azaila, aquíe en Aragón,…

Mi recuerdo de la primera lectura del libro estaba algo difuminado pero era más positivo que la impresión que he sacado en esta segunda lectura. Tras el ambiente tecnológico, tras su apariencia de space-opera, nos encontramos con una obra que en esencia es una whodunit similar en estructura y desenlace a las que nos ofrecía Agatha Christie. Y esta no es precisamente, salvo con alguna obra puntual, santo de mi devoción. Si queremos conocer buenas reflexiones sobre la interacción con inteligencias artificiales, yo sugiero acercarse mejor a cualquiera de sus colecciones de relatos cortos sobre robots. Sobre la exploración espacial y sus consecuencias, desde luego hay que acercarse a su trilogía original de la Fundación y alguna otra obra suelta destacable. Aunque en lo que se refiere al viaje espacial hay otros autores más interesantes. Siempre he tenido debilidad por la escasamente reconocida pero interesante Viaje interminable de Marion Zimmer Bradley. Pero tampoco nos vamos a poner negativos, porque es una buena obrita de entretenimiento, que se lee fácil y rápido, y que sirve para pasar el rato.

Ocaso

… o también en Aragón, desde los altos de la Sierra de Alcubierre.

[Libro] We’ll Always Have Paris

Literatura

Encontré este libro recomendado hace unas semanas, un libro de relatos de Ray Bradbury, la última colección que se publicó de este autor antes de morir. No he leído más que una pequeña parte de la obra de este escritor, pero simplemente con dos de sus novelas más conocidas, Farenheit 451The Martian Chronicles (Crónicas marcianas), ya se justifica considerarlo uno de los nombres importantes de la ciencia ficción. Aunque siempre me ha costado mucho el reduccionismo que supone esta etiqueta en obras como las mencionadas, que hablan mucho de la sociedad humana actual. Y siempre ese tono poético que encontramos en su escritura. Así que me decidí a leer en versión electrónica este conjunto de relatos, aun con la dificultad añadida de hacerlo en su idioma original. Cosa que viene bien para refrescar el inglés, y para el bolsillo, porque los libros electrónicos en ese idioma tienen precios más racionales que los delirantes de las editoriales en español. Que luego se extrañan de la piratería… Veamos pues que ha dado de sí este «siempre nos quedará París».

We’ll Always Have Paris
Ray Bradbury
Harper Voyager, 2012
Edición electrónica

Nos encontramos ante un conjunto de relatos de distinta longitud, ambiente y temas, muy heterogéneo, en el que quizá el denominador común, como indicaba el artículo que he enlazado al principio y que nos lo recomendaba, es la nostalgia y la melancolía. En muchos de ellos percibimos siempre en los personajes protagonistas un sentimiento de pérdida. De la persona amada, de una época de la vida, de su hogar, de su planeta,… Todo ello con ese tono próximo a la poesía que es típico del autor, y que se adapta tan bien a este tipo de enfoques. Luego, el modo de tratar las situaciones es diversos. Jugar con paradojas, con lo cotidiano convertido en extraordinario o al contrario, con la ciencia ficción, con la fantasía o lo sobrenatural, cualquier enfoque es válido como forma de transmitirnos un sentimiento, una sensación o un mensaje.

Museo del Louvre

El título del libro corresponde a uno de los relatos. Así que nos iremos a París, al Museo del Louvre, por ejemplo.

He de decir que mi acercamiento a este libro probablemente no ha sido el adecuado. Bradbury es un autor profundo, que juega con el simbolismo y con las metáforas. El subtexto es importante en sus obras. Así que una lectura casual, aprovechando tiempos muertos o recorridos en autobús quizá no sea la forma más adecuada de abordar esta colección de cuentos. Y menos si optas en la versión en inglés, única posible para mí ya que la versión castellana no se ha traducido y publicado todavía. Es una obra que exige concentración y reflexión. Como casi todo lo que había leído previamente del autor. A pesar de que la etiqueta «ciencia ficción» muchas veces se asocia con literatura de evasión, con Bradbury no es así. Su obra no tiene nada que envidiar en profundidad a otros géneros socialmente más prestigiosos.

Dicho lo cual, sólo me queda invitar a quienes se manejen con la lengua de Shakespeare, con los condicionantes señalados, a acercarse a este autor a través de cualquiera de sus obras, por ejemplo esta que comento hoy. Aunque yo siempre tendré un espacio especial reservado a esas melancólicas, poéticas, duras y desesperanzadas crónicas marcianas. Como terminan en el artículo en Papel en blanco que me hizo llegar a este libro… siempre nos quedará Marte… no puedo estar más de acuerdo.

Arco del Triunfo

Con evidentes resonancias «casablanquianas», claro. Aunque en esta ocasión, no desfilan los nazis por los Campos Elíseos y L’Etoile.

[Cine] Elysium (2013)

Cine

Elysium (2013), 23 de agosto de 2013.

A pesar de que las experiencias más recientes en el campo de la ciencia ficción indican que la mayor parte de los estrenos en este género en la actualidad son experiencias vacías de contenido y excesivas en espectacularidad, el primer largometraje del director sudafricano Neill Blomkamp nos hacía esperar una excepción a esta regla no escrita. Si a eso añades un reparto que puede funcionar, y unas premisas que aunque no se matan de originales también pueden permitir un desarrollo argumental razonable, íbamos a la sala de cine con cierto optimismo. Vimos la película en su versión orignal, cun subtítulos en castellano.

Película de sociedades distópicas, el filme nos sitúa en algún momento del siglo XXII, en el que la superficie del planeta Tierra está sometida a una fuerte degradación medioambiental, derivada de la sobrexplotación del planeta y de la superpoblación. No obstante, una élite económica y de poder se ha retirado a vivir a una estación espacial, donde han sido capaces de reconstruir un medio ambiente perfecto, y los avances tecnológicos y médicos les permiten una esperanza de vida muy larga. Algunos habitantes de la Tierra intenta eventualmente llegar a la estación espacial, Elysium, para tratamientos médicos y una vida mejor. Pero la ministra de defensa de la estación, Delacourt (Jodie Foster), tiene una política de tolerancia cero con los infiltrados. En Los Ángeles, encontramos a Max (Matt Damon), un huérfano que ha acabado en una vida de delincuencia. En libertad condicional, trabaja en una peligrosa fábrica donde recibe un dosis letal de radiación, que lo matará si no consigue el tratamiento adecuado en Elysium antes de cinco días. También se encuentra con una amiga/amor de infancia del orfanato, Frey (Alice Braga), cuya hija de cinco años sufre una leucemia terminal, cuya única esperanza también se encuentra en la estación espacial. Max aceptará un trabajo para luchar contra estos destinos fatales, pero que pondrá en peligro el statu quo vigente.

Con una puesta en escena y una ambientación que no se aparta mucho de lo que ofreció en su primer largometraje, la película sufre desde las primeras escenas de unos ataques de convencionalismos patològicos de los que ya no se recuperarán en el resto del metraje. Todo lo que aquel Distrito 9 tuvo de propuesta original, de crítica social profunda a determinadas situaciones sociales travestida de película de extraterrestres, aquí deriva en planteamientos típicos de producto prefabricado para entretenimiento de masas y consumo  industrial de palomitas. Hérore sobrio y sacrificado, chica florero, niño sufriente que pone caritas, un malo malísimo y cuasi indestructible, y una malvada sin corazón ni sentimientos. Lo de siempre, con un presupuesto razonable que permite una ambientación y unos efectos especiales de razonable nivel para la época. Pero tras la proyección, sales con una sensación de vació absoluta, de que te han ofrecido un producto de marca, que luego no llevaba detrás más que un fast-food sin demasiado sabor.

En la plano interpretativo, el protagonista, Damon, se limita a su tradicional inexpresividad, que a veces funciona y a veces no. Foster ha conocido tiempos mejores, y el resto son personajes estandarizados sin ningún matiz que merezca ser resaltado.

Probablemente mi comentario no sería tan negativo sino  fuera por las expectativas que Distrito 9, un auténtico hallazgo en su momento, nos había levantado respecto a este segundo largometraje del director. Lo que podría haber pasado por un producto veraniego de entretenimientos sin más pretensiones ha devenido en una profunda desilusión, cuya digestión hace que sea todavía más decepcionante. Claro está, que si no fuera por las expetativas que suscitaba el director, es probable que simplemente nos hubiéramos abstenido de acercarnos a la sala de cine. En fin… Salvo que busquéis películas palomiteras sin complicaciones… pasad.

Valoración

  • Dirección: **. No hay nada que destacar detrás de la corrección técnica del producto.
  • Interpretación: **. A unos personajes en su conjunto tópicos, no les hace ningún favor la tradicional inexpresividad del protagonista, que en otras ocasiones ha venido bien..
  • Valoración subjetiva: **. A punto de bajarla a una sola estrella, por la profunda decepción que me ha supuesto.
Foros imperiales

En la mitología clásica, griega y romana, el «elysium», los Campos Elíseos, era la parte de los infiernos reservada a los hombres justos, de donde podía volver a la vida si quería, cosa que no solía suceder. Debía estarse bien. En la foto, la Roma antigua, cuyos notables seguro que soñaban con descansar de los pesares de la vida en el Elíseo.

[Cine] Star Trek: Into Darkness (2013)

Cine

Star Trek: Into Darkness (2013), 11 de julio de 2013.

Esta película ha sido vista en versión original subtitulada y por ello conservo su título original en inglés. En la cartelera española es posible encontrarla en versión doblada con el título Star Trek: En la Oscuridad.

Así como con la película que comenté hace pocos días sobre cierto superhérore carecía por completo de expectativas positivas, en esta había cierta esperanza de que las cosas fueran distintas. Las space operas siempre me han entretenido, el aspecto de la nueva versión de Star Trek es considerablemente menos casposo que la anterior, y existe todavía alguna esperanza de que J.J. Abrams nos muestre destellos de que realmente puede ser un director interesante algún día. Hasta ahora no ha sido así. Aunque su labor en el campo de las series televisivas sí que tiene cosas muy interesantes, desde mi punto de vista nada hay en su cinematografía en pantalla grande que lo haga especial respecto a tantos otros directores especializados en películas de acción con muchos efectos especiales. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Sobre todo ahora que está amenazando (de momento lo siento más como una amenaza que como una esperanza) con el séptimo episodio de Star Wars.

La historia es como sigue. Tras un episodio en un planeta con una especie inteligente en el paleolítico, el capitán Kirk (Chris Pine) incumple una directiva de no intromisión para salvar a Spock (Zachary Quinto) de morir abrasado entre las lavas de un volcán. Esto hace que pierda el mando de la Enterprise, para convertirse en su primer oficial. Pero en estas estamos cuando un misterioso desconocido que resultará ser un tal Khan (Benedict Cumberbatch) perpretre una serie de atentados contra instalaciones y personas de la flota estelar. La misión para detener a este tipo, con Kirk de nuevo al mando de la Enterprise conllevará el riesgo de iniciar una guerra contra el Imperio Klingon.

Pues bien. Expectativas defraudadas, diga lo que diga la «crítica especializada». Desde mi modesto punto de vista estamos de nuevo ante un espectáculo pirotécnico, lleno de primeros planos de los cabezones de los protagonistas, con una historia que sufre incoherencias considerables, descontadas las elevadas dosis de la natural suspensión de la incredulidad con la que uno acude a estos filmes, lo que vemos es absolutamente inverosímil incluso dentro de los parámetros del universo de ficción. O a ratos una tontería suprema que se burla de la inteligencia del espectador. Entrar en detalles sería sumamente largo, pero la obviedad de las trampas argumentales, más algún deus ex machina absolutamente gratuito, me hace pensar que los responsables del producto no tienen ningún respeto por mi inteligencia. Que los críticos empiecen a considerar como razonables estos productos, me hace pensar que o están «muy bien pagados» o empieza a llegar gente a la crítica profesional cinematográfica que no se ha enterado de lo que es el cine. De hecho, por no ser borde, la película pasa por entretenida a pesar de sus defectos argumentales, que te los tomas con desenfado y buen humor, hasta que ves que prolongan de forma absolutamente innecesaria la película con el único fin de que puede mostrar todavía más pirotecnia absurda y espectacular en pantalla durante todos los minutos que haga falta.

En el campo de la interpretación, obran la mayor parte de los personajes y sus intérpretes con sus interpretaciones que aparecen en pantalla por intrascendentes, superfluos, y alguno de ellos por nefastos o por floreros (todavía me preguntó que pinta la chica que hace de hija del almirante, Alice Eve, salvo para poner cachondos a los trekkies con su aparición durante unas décimas de segundos en bragas y sujetador). La película arrastra el problema, para mí, de que el personaje principal, Kirk, me parece un chulo inaguantable de tomo y lomo que cada vez me cae peor. Y quizá por eso, tampoco valoro mucho la interpretación de Pine. Hay alguno por ahí que cumple con su papel/papelón como Quinto, y el único que muestra dentro de este chandrío que tiene una capacidad interpretativa de cierto nivel es Cumberbatch haciendo de malo, un malo que constantemente esperas que se haga con la victoria y acabe con toda esta panda de destalentados que conformamos la especie humana.

Este era la segunda oportunidad que le daba a la franquicia trekkie, y creo que se ha acabado. También he dejado de confiar en Abrams como director de cine. Este tipo de productos depende del dinero que tienes para rodarlo y los podría firmar todos Alan Smithee. De cara al futuro, después de lo dicho, del fiasco de la segunda trilogía Star Wars, que ya se anunciaban cuando apareció por primera vez un ewok en pantalla, y de que esté en manos de Disney, nada nos hace confiar que el séptimo episodio de esta otra saga no sea otra cosa que una nueva monumental decepción. ¡Ay de mi! ¡Con lo que disfrutaba con las space operas! Eso sí, el público votante en IMDb le pone 8,2/10. Como dice una amiga mía, la cantidad de inteligencia sobre la faz de la Tierra es una constante, y cada día somos más.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Una TARDIS en Buchanan Street

Que queréis que os diga. Puestos a viajar por el espacio-tiempo, prefiero una buena TARDIS a cualquier Enterprise. Lleva menos armas. La aparcas en cualquier parte, por ejemplo en Buchanan Street, Glasgow. Y por dentro te cabe todo… como es infinita.

[Libro] Going Interstellar

Literatura

De jovencito, adquirí el gusto por la ciencia ficción. Como tantos. Y como tantos, con el tiempo fue dejando pasarla. Desconozco los motivos de los demás, pero en mi caso, en un momento dado me costaba dar con historias realmente inteligentes o realmente entretenidas. En la mayor parte de los casos, me daba la impresión de que estaban escritas para el típico friqui que se merienda cualquier cosa del género, disfraza de transcendencia aunque estuviese vacío de contenido y fomentase su aislamiento social. A mí me interesaba el tema, pero desde otro punto de vista. He dicho realmente inteligentes o realmente entretenidas. Es decir, me vale también como divertimento, siempre que no me tomen por idiota. Y eventualmente, he ido buscando y encontrando cositas que han permitido que el género no se haya alejado de mi biblioteca.

En el terreno del entretenimiento, siempre he tenido debilidad por las space operas. Supongo que es un sesgo que me viene de mi afición cinematográfica. Si sumas tres obras tan distintas como 2001, a space odissey (2001: Una odisea del espacio)Solyaris (Solaris) y Star Wars (La guerra de las galaxias), vistas en un intervalo corto de tiempo en la época de la vida en la que se gestan gustos y preferencias, imaginar que algún día podríamos salir de este pedrusco que llamamos hogar y visitar el vasto universo… Pero no es la space opera el subgénero donde más fácil es discriminar. Hay basura en abundancia en los catálogos de las editoriales. En cualquier caso, me puse hace unas semanas a buscar algo en el género que pudiera merecer la pena. Y encontré el libro que os comento ahora.

Going Interstellar
Varios autores con Les Johnson y Jack McDevitt como editores
Baen Publishing Enterprises; Riverdale, NY, 2012.
Versión electrónica

Nos encontramos ante un volumen que comprenden una serie de relatos cortos, además de algunos ensayos sobre la factibilidad de distintas formas de propulsión para el viaje interestelar. El conjunto de relatos de ficción tienen como eje común el viaje por el espacio profundo, entre sistemas estelares, pero desde el punto de vista de la ciencia ficción pura. O sea, nada de saltos espaciales, hipervelocidad, o hiperespacios. Viajes sometidos a la tiranía de la velocidad de la luz como ese constante que limita fuertemente nuestra capacidad para viajar por el espacio, arrastrándonos más bien lentamente por él, dada la inmensidad del mismo. Desde ese punto de vista los distintos autores ofrecen distintos dilemas científicos, sociales, psicológicos, éticos o políticos que se podrían presentar si el viaje interestelar fuese posible. Estamos hablando de viajes que con las estrellas vecinas durarían decenas de años en el caso en que se alcanzasen velocidades que fueran una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Centenas o miles de años con las velocidades de los vehículos espaciales actuales. Y no hablemos de los problemas para sustentar durante este tiempo a las personas pioneras. Casi todos se han puesto de acuerdo en aceptar algún modo de suspensión de las funciones vitales mediante el frío para permitir a los viajeros llegar a su destino.

Siendo una compilación de relatos de distintos autores y temas, también hay una variedad de calidad e interés. Pero en líneas generales es una lectura agradable para quien esté interesado por el tema. No tiene la agilidad de las space operas de ciencia ficción blanda, donde la velocidad de la luz no es un factor insalvable y las naves se mueven con rapidez y, aparentemente, con escaso gasto energético por toda la galaxia, pero no pocos de los autores han encontrado la forma de dar agilidad e intriga a los relatos presentados.

Desde luego no lo recomendaré más que a los aficionados al género. Pero para estos puede ser una lectura interesante. Con una advertencia. Está en inglés. Y por ello, me ha costa un poco más de lo habitual terminarlo.

Son los fenómenos astronómico cotidianos, el ocaso y el alba, el vagar de la luna y los planetas por la esfera celesta, el brillo de las estrellas, los que han hecho soñar a generaciones de personas en viajar por el universo.

Son los fenómenos astronómico cotidianos, el ocaso y el alba, el vagar de la luna y los planetas por la esfera celesta, el brillo de las estrellas, los que han hecho soñar a generaciones de personas en viajar por el universo.

[Cine] Oblivion (2013)

Cine

Oblivion (2013), 13 de abril de 2013.

Un nuevo y desesperado intento por ver si realmente el género de la ciencia ficción cinematográfica se reactiva con ideas sugerentes e incluso originales, o si seguimos en racha con el efectismo vacío y los fuegos de artificio. La idea de soportar una ración de su protagonista, Tom Cruise, tampoco es que me ilusionara gran cosa,… pero ello,… alguna vez el chico ha dejado de interpretarse a sí mismo, o al pesonaje que ha creado de sí mismo, y a merecido la pena. Todo es posible. En cualquier caso, veamos lo que ha dado de sí la propuesta de Joseph Kosinski.

Estamos en el año 2077, y la Tierra se encuentra desolada tras una guerra con una raza alienígena. Se nos informa que los humanos «ganaron» la guerra contra los invasores, pero a costa de destruir el ecosistema con sus armas atómicas, por lo que hubieron de emigrar a Titán, uno de los satélites de Saturno. Se nos cuenta que los humanos siguen explotando los recursos del planeta; pero bandas de alienígenas todavía pululan por la desolada faz de la Tierra saboteando las actividades de los humanos. Y para evitar eso están Vika (Andrea Riseborough) como controladora y Jack (Tom Cruise) como técnico, junto con una flotilla de drones para garantizar que todo, automatizado, funcione correctamente. Y en esto estamos cuando se detecta una transmisión extraña que surge de lo alto de lo que fue el Empire State, y después cae una nave espacial perdida años atrás, con una superviviente, Julia (Olga Kurylenko), que aparecía desde hacía tiempo en los sueños de Jack.

En la primera parte de la película, el argumento y algunas situaciones arrojan un tufillo tremendo a esa excelente película que nos sorprendió hace unos años que fue Moon. Semejanzas que conforme avance la trama resultarán más importantes de lo que pensamos en algunos aspectos argumentales. Sin embargo, aquí tenemos un producto de lujo comparado con la austera puesta en escena de aquella aventura lunar. Amaneceres espectaculares, paisaje impresionantes, torres de control de diseño, con todo tipo de lujos, vehículos voladores y espaciales alucinantes,… todo muy bonito. Y además una buena ración de acción como le gusta al protagonista. Para lucirse. Para parecer que seguimos viendo la enésima versión de Misión Imposible, o algo así, picando al mismo tiempo de elementos argumentales de todo tipo de propuestas previas. Y es que aquí es donde pincha la película. Con los grandes medios de los que dispone, con las interesantes premisas de partida, con lo que podría haber dado de sí la cosa, al final se queda en una película de aventuretas para lucimiento del protagonista. Con un par de floreros en forma de chicas guapas, y alguna otra presencia actoral de prestigio como es la de Morgan Freeman.

No voy entrar si quiera en la «mala ciencia» de películas de ciencia ficción que pretenden ser serias. El diálogo que se produce en un momento dado entre un control de misión y una nave que se supone que está por el entorno de la órbita de Saturno, en ¡¡¡tiempo real!!!,… una vez más las películas se saltan cosas tan elementales como la tercamente constante velocidad de la luz. Un ejemplo, por no aburrir.  Entrar en el conjunto de incoherencias argumentales propias de la película sería largo. Y vano. Porque hay que reconocer el hecho. Detrás del disfraz de producto serio, esto no es más que un subproducto de cine de acción para lucimiento del protagonista, que no interpreta a nadie más que a sí mismo, al papel que se ha construido, una y otra vez, una película tras otra.

Cuando sales del cine, eres consciente de que el tiempo se te ha pasado rápido. Como buena película de carácter palomitero, y de digestión cinéfaga fácil, es entretenida. Pero detrás del bello envoltorio, hay poco o nada más. Apta pues para el público general que busque pasar una tarde tonta entretenida, defraudará a quien busque un cine más serio y la reivindicación de la buena ciencia ficción. Si queréis una reflexión más sólida y profunda a algunos de los temas que plantea el fin, os vuelvo a remitir a aquella aventura selenita que tan agradablemente nos sorprendió, Moon. Aquí, ya ves, rompen la Luna. En pedacitos. Aunque sin tener ni idea de cuales sería las verdaderas consecuencias de tal hecho.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Es primavera, y se nota en el arbolado urbano; a uno de los dos "floreros" de la película, el potencialmente más interesante, y absolutamente desaprovechado, no le gustan las flores. Qué cosas.

Es primavera, y se nota en el arbolado urbano; a uno de los dos «floreros» de la película, el potencialmente más interesante, y absolutamente desaprovechado, no le gustan las flores. Qué cosas.

[Cine] Upside Down (2012)

Cine

Upside Down (2012), 6 de abril de 2013.

Esta película la he visto en versión original subtitulada y por ello conservo su título original en inglés. También se puede encontrar en la cartelera española con el cursi título de Un amor entre dos mundos.

Este sábado ha sido un día relativamente desapacible, especialmente para la época que estamos. Y en un tris estuve de quedarme en casa, tranquilamente, a terminar mi libro de fotos del viaje a Italia, o viendo alguna película que me apetecía añadir a mi colección de películas relacionadas con el mundo de la fotografía. Pero al final, conseguí sacudirme la pereza y acompañé a un grupo de amigos que habían optado por la que se suponía una película de ciencia ficción. Aspecto sobre el cual discreparé hasta cierto punto un poco más adelante. En cualquier caso, veremos qué ha dado de sí esta película del relativamente desconocido Juan Solanas.

Estamos en un sistema planetario que tiene la peculiaridad en que dos planetas se encuentran entre sí lo suficientemente juntos como para compartir atmósfera y que resulte factible relativamente pasar de uno a otro, pero en el que los habitantes y la materia de cada uno de ellos se ven atraídos por su propio mundo hacia el que caen, y en el que los habitantes del planeta de «arriba» son ricos y tienen una buena vida, y los del mundo de «abajo», pues todo lo contrario. Y un muchacho del mundo de «abajo», Adam (Jim Sturgess), conoce en un momento dado a una muchacha del mundo de «arriba», Eden (Kirsten Dunst). Y se enamoran. Pero huyendo de una persecución de la policía fronteriza, Eden sufre un golpe y pierde la memoria, y Adam es detenido y trasladado a otra parte de su mundo. Sin embargo, cuando Adam, años más tarde, entre a trabajar en una corporación que quiere aprovechar su ingenio y sus inventos químicos, tendrán la oportunidad de volver a reencontrarse y, quizá, retomar su romance.

Vamos a ver. Esta película, aunque presentada como de «ciencia ficción», es ciencia ficción tan blanda, tan alejada de lo plausible científicamente hablando, que la única forma de afrontarla aplicando la consabida suspensión temporal de la incredulidad es como una película de fantasía, más que de ciencia ficción. Desde este punto de vista, tiene más en común con The Princess Bride (La princesa prometida) o Stardust que con cualquier película de ciencia ficción que se os ocurra. Eso sí, aunque comparte el tema fundamental de chico persiguiendo el amor de chica aparentemente inalcanzable, es francamente inferior a las dos mencionadas. La primera es para mí una cinco estrellas y la segunda, con el tiempo, la voy poniendo en la categoría de las cuatro estrellas. No estamos ante una mala película. Los efectos especiales, escenarios digitales especialmente, sin ser de primer nivel son razonables. Y la historia avanza con razonable agilidad y coherencia interna. Eso sí, el corolario final difícilmente se deduce del desenlace de la historia de los dos enamorados.

Las interpretaciones son suficientes, y quizá echo de menos que no aparezca más a menudo Timothy Spall, secundario con un papel importante en la película, ilustre de la interpretación británica, que es probablemente lo mejor del filme. Uno esperaría que Kirsten Dunst, que parecía que había dado un giro a su carrera, estaría en papeles un poco más serios que este, donde ronda el rol de florero, pero…

Estamos ante un entretenimiento, un mero entretenimiento que funciona como drama romántico de fantasía razonablemente bien, resultando en un película que puede ser adecuada para un ambiente familiar o niños mayores o adolescentes jóvenes. No hace daño, pero tampoco pasará a la historia del cine como nada del otro mundo. Probablemente olvidable. Aunque yo pasé el rato de forma razonablemente agradable.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Pues no tengo ninguna foto de dos mundos absolutamente imposibles desde el punto de vista físico como los cuentan en la película; pero puedo poner una estructura que se yergue vertical hacia un mundo "arriba" que no existe. Supongo.

Pues no tengo ninguna foto de dos mundos absolutamente imposibles desde el punto de vista físico como los cuentan en la película; pero puedo poner una estructura que se yergue vertical hacia un mundo «arriba» que no existe. Supongo.