[Fotografía/Cine documental] Bill Cunningham New York (2010)

Cine, Fotografía

Bill Cunningham New York (2010).

El otro día recibí mediante una comunicación privada una recomendación para ver una película documental sobre el fotógrafo Bill Cunningham. Este es un fotógrafo de moda norteamericano del que había oído hablar, pero no siendo este género de fotografía el que más me interesa, no tenía mucha idea de su obra ni de su modo de trabajar. En el mensaje, recibido un corresponsal del otro lado del charco, me decían que había cosas muy interesantes en el filme. Que estaba disponible de forma gratuita en internet, y que me gustaría. Lo cierto es que la dirección que me mandó, de un servicio de cine en streaming, sólo funciona si estás en los Estados Unidos. Pero a día de hoy, hay alternativas para soslayar la cortedad de miras del mundo de la cultura y el espectáculo, y he encontrado formas alternativas de ver el documental.

Ciertamente estamos ante un individuo peculiar. A sus 80 años (en el momento de realizar el documental, que se estrenó en la primavera de 2010, y por lo tanto se filmó el año anterior, supongo), este fotógrafo sale a la calle montado en bicicleta con una vieja Nikon FM2, con una focal fija que supongo un 50 mm, aunque tal vez un 35 mm (muchas de las imágenes que se publican de él están evidentemente reencuadradas), y se dedica a fotografiar a aquellas personas que caminan por las calles de Nueva York, y cuyo atuendo le llama la atención desde el punto de vista del estilismo y las tendencias en el vestir y arreglarse.

Turistas en Sol

Fotografiar a la gente que pasa por la calle, y no me refiero a tomar recuerdos turísticos en Sol en Madrid, es una actividad difícil, que puede llevar a conflictos con las personas fotografiadas (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1.8).

El minimalismo y sencillez de su equipo fotográfico, que a veces complementa con un flash unido por un cable para separarlo y dirigirlo con la mano izquierda de la forma que considera más conveniente hacia el individuo, da que pensar respecto a la sofisticación de otros fotógrafos de moda. Esto se contrasta en especial cuando, invitado a la semana de la moda parisina, lo vemos con su sencillo equipo sentado al borde de la pasarela en primera fila, retorciéndose desde su silla para tomar imágenes de las modelos, mientras el resto de fotógrafos se colocan al extremo de la pasarela con sus enormes teleobjetivos montados en grandes trípodes con los que todos ellos sacan exactamente las mismas fotografías de las modelos que lucen las nuevas creaciones.

Hay que distinguir su forma de trabajar, tomando al vuelo las imágenes de la gente que pasa por la calle, tanto si le sonríe como si pretenden ocultarse de él, de otros fotógrafos que últimamente han adquirido fama por sus imágenes de moda entre la gente de la calle. Por ejemplo, Scott Schuman, conocido por su blog The Sartorialist es obvio que una mayoría de imágenes pide a las personas que posen para él y selecciona cuidadosamente los fondos y la estética de la toma. Puede tomar alguna imagen al vuelo, pero no es el modo predominante.

Librería San Ginés

Las tomas en contexto en lugares públicos no suelen conllevar problemas, como esta en la librería del pasaje de San Ginés, también en Madrid. Otra cosa es cuando el fotógrafo enfoca directamente a una persona, y a sus quehaceres particulares (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1.8).

Pero hay más aspectos interesantes o curiosos del personaje. Viviendo en un apartamento en el que lo importante son sus archivos con negativos y fotografías, minimizando sus elementos de confort personal, vistiendo simplemente, con una chaquetilla azul de las que se compran en las tiendas de ropa para trabajo, comiendo en locales de comida barata, es sin embargo respetado o agasajado por muchas personalidades del mundo de la moda o del mundo editorial.

Es también un solitario. Hombre religioso, católico, que todos los domingo acude a misa, no se le conocen relaciones personales, y parece que tiene una dedicación absoluta a su trabajo. El afirma además que no fotografía personas, que no le interesan las personas, que le interesan los vestidos o los complementos. La belleza que hay en ellos. Las personas en un momento dado no son más que el soporte adecuado para resaltar la belleza de esos objetos. Yo creí percibir, puedo estar equivocado, un fondo de misantropía en esta actitud. No obstante, a lo largo de todo el documental aparece como un hombre afable y simpático, con una sonrisa que aparece con frecuencia en su boca cuando no está concentrado en su trabajo.

El documental cuenta con la participación de diversas personas del mundo de la moda y del mundo editorial, que aportan sus opiniones y sus experiencias. Asimismo, acompaña al fotógrafo en su trabajo cotidiano y muestra ejemplos de sus obras. Estas se pueden seguien en la sección On the Street de The New York Times, donde semanalmente el fotógrafo muestra su sección con sus propias imágenes. También hay una colección de vídeos al respecto.

Personalmente, me dejó un poco sorprendido. Los contrastes. Entre la austeridad del personaje, y la vanidad de vanidades intrínseca al mundo que se dedica a retratar y documentar. Indudablemente, su sencillez de medios también es una enseñanza para los fotógrafos que se cargan muchas veces con equipos excesivos y excesivamente sofisticados. Y sobre todo, pensar que la mayor parte de su archivo fotográfico, inmenso archivo, está sin publicar, y que constituye un conjunto de documentos de carácter social y antropológico de primer nivel de las calles de Nueva York. Un documental totalmente recomendable tanto si te atrae el mundo de la fotografía, como a mí, como si lo que te interesa es el mundo de la moda. Y quizá para el público en general que sea mínimamente curioso con lo que pasa en el mundo.

Recomendación musical:

El documental se acompaña de diversos momentos con acompañamiento musical. Pero yo me quedo con el I’ll be your mirror de The Velvet Underground & Nico que acompaña los créditos finales. Creo que esta canción y muchas del mismo disco y de aquella época dan la sensación de ser más modernas e interesante que mucho de lo que se escucha hoy como novedades. Claro que fue un álbum emblemático en la historia de la música pop. A mi me gusta la grave y personal voz de Nico.

Plaza Mayor

Mi opción general es más bien la de integrar la figura humana como referente en los paisajes urbanos que me puede interesar, aquí en la madrileña plaza Mayor. No tengo el descaro para llegar mucho más allá, habitualmente (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1.8).

[Ciencia] La (mala) ciencia detrás de Melancholia

Ciencia

En mi entrada sobre la película Melancholia, he dejado bien claro que los aspectos de «ciencia ficción» del filme no había que tomárselos en serio. Que no eran más que una excusa o un mecanismo argumental para mostrar las reacciones de determinados seres humanos a situaciones de estrés. Pero tampoco es un simple macguffin. No es intercambiable. Ejerce sobre la película una fuerte influencia estética. Así que el planeta errante Melancholia es un personaje más del filme con una personalidad propia.

Una vez establecido esto,… pues… resulta que yo soy un chico de ciencias. Y no puedo dejar de preguntarme si lo que se cuenta podría suceder. Si un planeta errante podría entrar en nuestro sistema solar, y chocar contra nosotros. O que otros efectos podría suponer para la vida en el planeta. Además hay algún antecedente que considerar.

¿Antecedentes? ¿Qué antecedentes? Estamos ante la hipotética situación de una colisión entre dos cuerpos de tamaño planetario. El impacto de cometas, asteroides y otros bólidos contra los planetas y satélites del sistema solar es algo conocido. Relativamente frecuente. Todos hemos oído hablar de la extinción de los dinosaurios, también conocemos que la Luna y otros cuerpos celestes con atmósferas tenues o inexistentes tienen sus superficies salpicadas de impactos con forma de cráteres, y en 1994 pudimos contemplar cómo el cometa Shoemaker-Levy 9 era engullido por la enorme masa del planeta Júpiter. Pero estamos hablando de dos planetas colisionando entre sí.

Plaza de Aragón

En el largo y ventoso paseo que di el sábado pasado con la cámara, no pude evitar encontrarme con la Luna, ese producto de un cataclismo interplanetario en distintos momentos (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Pues bien, la teoría más aceptada sobre la formación de nuestro satélite natural, la Luna, tiene que ver con un gran impacto entre dos cuerpos de nivel planetario. Estamos hablando de cuando el sistema solar era joven. Tenía sólo unos poco cientos de millones de años. De hecho, la Tierra primigenia, ya conformada, no había limpiado su órbita de otros objetos. Y uno de estos objetos, del tamaño del planeta Marte, compartía órbita… y eventualmente colisionó, probablemente por alcance, con la Tierra primigenia. El resultado fue que durante un tiempo nuestro planeta fue una bola incandescente por la energía liberada en la colisión, sometida a un intenso bombardeo de los escombros resultantes, muchos de los cuales no obstante permanecieron en órbita alrededor de nuestro planeta agrupándose en torno al objeto celestial que hoy conocemos como la Luna. Y eso no duró mucho. Algunos piensan que sólo 100 años después del impacto, nuestro satélite ya estaba ahí. Aunque mucho más cerca de lo que está ahora. Eso sí. Nadie vivía sobre la faz de la Tierra para contemplar la colisión. Y si hubiera vivido, no habría sobrevivido para contarlo.

En el campo de la ciencia ficción, un figura muy «querida» por algunos autores y aficionados es la «contratierra«. Si el objeto que causó el impacto para formar la Luna se debió de formar en uno de los puntos de Lagrange L4 o L5, la presunta «contratierra», se habría formado en L3. Es decir, situado en la misma órbita que la Tierra, pero justo en el lado opuesto con respecto al Sol. Que impediría que lo pudiéramos ver. En realidad, si existiese, aunque no se pudiese ver, hace tiempo que conoceríamos su existencia debido a los efectos gravitatorios que produciría y que habrían sido medidos. No hay «contratierra». Así que no sucederá que de repente aparezca un planeta detrás del Sol, para en una carrera infernal acabar por estamparse contra nosotros.

Plaza de Aragón

Aquí da la réplica al gesto del por Felipe II finiquitado Justicia de Aragón (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Puesto que ya no quedan planetas en la vecindad que nos amenacen, ya que el resto de la corte del Sol, fieles a las leyes de Newton, siguen dando vueltas por su sitio sin mayor problema, la cuestión es que el planeta asesino en cuestión fuese un planeta errante. Esta es una hipótesis muy popular entre los paranoicos e irracionales que predicen el final del mundo para 2012, y que parece que es parte de la inspiración para la película; no porque lo tome en serio el autor, sino como excusa para lo realmente importante. Un planeta, que viniendo desde la frialdad del espacio interestelar, irrumpiera en nuestro sistema solar con un tino tal como para impactar contra nuestro planeta. Un articulillo bastante riguroso que he encontrado por ahí, nos cuenta que suponiendo que el número de planetas interestelares fuera igual al número de estrellas en nuestra galaxia, eso daría una densidad de 1 planeta interestelar por cada 100 años-luz cúbicos. Es decir, en un cubo cuyo lado fuera como la distancia de aquí a la estrella más cercana habría 1 planeta errante. La probabilidad de que chocase contra otro cuerpo celeste dentro de ese volumen de espacio sería tan remota como para no poder considerar seriamente que eso vaya a suceder en el tiempo en que el planeta Tierra va a existir girando alrededor del Sol.

Suponiendo que a pesar de que la estadística está masivamente en contra de un suceso tal, un objeto de tamaño planetario de las dimensiones que se consideran en el filme, un planeta terrestre con un tamaño 10 veces el de la Tierra, pasase por nuestro sistema solar, ¿qué sucedería entonces?. Lo cierto es que tal vez no colisionase contra nosotros. Seguro que no haría los curiosos movimientos descritos en la película según los cuales primero se acerca, pasa de largo, para luego darse la vuelta y colisionar frontalmente contra nosotros. No parece que las leyes de la mecánica celeste sean muy favorables a tal hecho (Nota del 13 de noviembre: He leído en una entrevista al director en la edición española Cahiers du cinema que se informó con científicos para que esta «danza de la muerte» fuese realista dentro de la improbabilidad del suceso). Pero indudablemente, si pasase de forma suficientemente próxima a nosotros como para entrar dentro de su esfera de influencia gravitatoria, no haría falta que chocase para producir el fin de la humanidad. Simplemente con producir un cambio en las condiciones orbitales de nuestro planeta, podría dar lugar a un cambio climático incompatible con la vida. Sin fuegos artificiales.

También tenemos que tener en cuenta que si dos objetos celestes de semejante tamaño se acercasen en rumbo de colisión, las cosas no iban a ser tan plácidas como un «mmmm,… parece que se ha enrarecido el aire, no respiro bien, y se caen los pajaritos» antes del impacto. La gravedad produciría unas fuerzas de marea que ocasionarían vientos huracanados, mareas en las masas de agua de dimensiones descomunales con grandes inundaciones, movimientos sísmicos de una magnitud como probablemente la especie humana no ha conocido en su corta existencia,… la alegría de la huerta vamos.

Resumiendo, como ya he dicho al principio, si hay algo que no importa en la película de Lars von Trier es la fidelidad a las leyes de la física. Son otras leyes, las de la narración cinematográfica las que imperan. Pero por si alguno tiene dudas… pues que no las tenga. Lo que ahí se cuenta, tal como se cuenta, es imposible. Buena película. Pero mala, muy mala ciencia.

Independencia

Ya con el cielo a punto de ennegrecerse, al final del paseo de la Independencia de Zaragoza (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

[Cine] Melancholia (2011)

Cine

Melancholia (2011), 6 de noviembre de 2011.

Antes de nada, una serie de cuestiones previas. Cuestiones de orden, que orienten el comentario posterior.

La película está dirigida por Lars von Trier, director que es capaz de lo mejor y de lo peor. Por las veces que ha sido lo mejor, yo estoy casi siempre dispuesto a arriesgar una fría tarde de domingo como en esta ocasión, asumiendo los riesgos. No es cine al uso. No es cine comercial. Aunque me imaginó que como a todo hijo de vecino le encantará comercializarlo y recibir los ingresos correspondientes. Es cine personal, arriesgado. Unas veces para bien. Otras para no tan bien. Así que los partidarios del cine como mero entretenimiento, y de atiborrarse de palomitas,… pues que busquen otra cosa. Los demás, que se queden, eso sí bajo su propia responsabilidad.

Para poder disfrutar de esta película son necesarias dos condiciones. La primera es que hay que verla en pantalla grande. Y a ser posible en una fila no muy atrás. La contundencia de determinadas imágenes lo exige, creo yo. La segunda es que hay que verla en versión original. Más, teniendo en cuenta el ridículo doblaje que le suelen clavar a una de sus protagonistas, Kirsten Dunst, que desvirtúa totalmente su interpretación. El problema es que en Zaragoza no han traído la película en versión original. Así que he tenido que componer el resultado final en mi imaginación, viendo la película doblada en las salas de cine. Y buscando por ahí para ver en casa en la tele la versión doblada. De donde he podido. Luego se extrañan de que pasa lo que pasa con el negocio del cine y las descargas.

Dicho lo cual paso a comentar este filme, que ya adelanto me ha resultado muy interesante. Casi apasionante, por diversos motivos.

Tras un prólogo en el que con imágenes de aspecto onírico se nos adelantan algunos de los acontecimientos del filme, este transcurre en dos actos que llevan como título el nombre de las dos hermanas protagonistas, Justine (Kirsten Dunst) y Claire (Charlotte Gainsbourg).

El prólogo tiene una función bien definida. Eliminar un elemento de misterio del filme, para evitar que el espectador se despiste de lo que realmente quiere el director. Este no quiere que la gente piense que es un filme de misterio con la duda de si al final el planeta Melancholia chocará contra la Tierra o no. Esto no es un spoiler,… es algo que tiene que quedar claro. Efectivamente se produce el cataclismo astronómico, y la especie humano desaparece del universo. Una vez esto claro, vamos a lo importante.

Entre Estocolmo y Gotemburgo

Paisaje sueco cerca de Gotemburgo, visto desde el tren; supongo que no muy lejos de donde se rodó "Melancholia" (Leica D-Lux 5).

En el primer acto, Justine, asistimos a la celebración de una boda. Justine, una joven profesional de éxito en el mundo de la publicidad, acaba de celebrar la ceremonia de casamiento con Michael (Alexander Skarsgård). Y se dirigen en una limusina, por una estrecha carretera en la que apenas puede maniobrar, al palacio donde viven Claire y su marido John (Kiefer Sutherland), a orillas de un lago y rodeados de un campo de golf y un paisaje espléndido, para celebrar la fiesta nupcial. Destilan felicidad y amor. Ningún inconveniente les afecta. Llegan con dos horas de retraso. Y comienza la fiesta, en la que podremos observar la progresiva transformación de Justine. Allí están sus padres, Gaby (Charlotte Rampling) y Dexter (John Hurt) compitiendo en egoísmo y en ver cómo puede más su odio mutuo que la necesidad que su hija tiene de ellos. Allí esta su cuñado, John, recordándole/reprochándole constantemente cuánto dinero se ha gastado en esta celebración. Allí está Jack (Stellan Skarsgård), el jefe de Justine, para quien su empleada no es más que una forma más de ganar dinero. Claro, está su nuevo marido, que no se entera y que no entiende a su nueva mujer, y está su hermana, que la conoce, la quiere, teme por su estabilidad mental, pero no puede evitar estar más preocupada por la organización de la fiesta que por su hermana. Progresivamente, el estado de ánimo de Justine decae, pasando de la alegría a una profunda tristeza, que le lleva incluso a arruinar su recién estrenado matrimonio. El único que parece sentir un auténtico afecto por Justine es su sobrino Leo, un niño de muy corta edad. Durante las horas en las que transcurre esta fiesta, la protagonista mira en repetidas ocasiones al cielo. Se fija en Antares, una brillante y roja estrella, que en un momento dado, desaparecerá misteriosamente de la vista de los personajes.

En el segundo acto, Claire, volvemos a encontrarnos en el palacio que ya conocemos. Claire, con su marido y su hijo, hacen su vida habitual, sólo alterada por dos acontecimientos. Uno, de carácter mundial, el descubrimiento de Melancholia, un planeta errante que ha entrado en el sistema solar, responsable de la ocultación de Antares, y que suscita los miedos de Claire de que pueda afectar a la Tierra. John, su marido y astrónomo aficionado, le quita los miedos, e intenta disfrutar del fenómeno con su hijo Leo. El otro, de carácter familiar, es que se preparan a recibir en su casa de nuevo a Justine, que ha caído tras su fallida boda en una profunda depresión, que le impide incluso interactuar normalmente con su entorno, y que precisa cuidados. En los días siguientes, Claire deberá luchar tanto contra sus miedos como contra la enfermedad de su hermana. Sin embargo, conforme el cataclismo se va haciendo más probable, irá sumiéndose en la desesperación, mientras que su hermana Justine, indiferente al futuro por el efecto de su depresión, serán quien mantenga la serenidad, y por amor al sobrino, ofrezca el impactante, tremendo y hermoso final de la película.

Todo esto que acabo de contar viene acompañado de la sabiduría del director para manejar la cámara y la situaciones desde el punto de vista cinematográfico, de la música del preludio del primer acto de la wagneriana Tristán e Isolda, de la excelente fotografía del danés de origen chileno Manuel Alberto Claro, de las excelentes localizaciones entre los bosques y los lagos de Suecia, de las bellas imágenes en relación al planeta invasor, de las constantes referencias cultas al mundo del cine, de la literatura, de la pintura, etc… Desde luego una película cuyo alcance total no está al alcance de cualquiera. Reconozco que me perdí en varias ocasiones en este universo de referencias culturales, psicológicas y antropológicas. Pero que al mismo tiempo sentí que estaba viendo una película de gran belleza.

Los cazadores en la nieve - Peter Brueghel

Una de las referencias culturales de la película es el cuadro "Los cazadores en la nieve" de Pieter Brueghel, que se puede contemplar en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Curiosamente, esta obra de arte también tiene un papel importante en otra filosófica película, ciertamente de ciencia ficción, que tiene que ver con un misterioso planeta. Se trata de "Solaris" de Andrei Tarkovsky. La imagen aquí reproducida se encuentra en Wikimedia Commons de la fundación Wikipedia, y tiene licencia de uso Licencia de Documentación Libre GNU.

El tema principal de la película viene dado por su título. El nombre que se da al planeta invasor, Melancholia (melancolía, en castellano) es el nombre que tradicionalmente se daba a la enfermedad que hoy conocemos como depresión. Como estado de ánimo general, hoy en día en castellano solemos usar la palabra melancolía como un estado de tristeza y apatía serena, que nos aísla hasta cierto punto del mundo que nos rodea. Pero en su sentido clínico y profundo, una depresión implica un estado de intensa tristeza, que puede llevarnos al punto de perder interés por la vida, a descuidar nuestros propios cuidados, e incluso al suicidio. En la película, este estado de ánimo es caracterizado en la persona de Justine, quien por los diálogos con su hermano sabemos tiene predisposición para los problemas de salud mental, y a la que vemos caer vertiginosamente durante la celebración de su boda en esa situación, empujada además por la actitud de quienes le rodean y, aparentemente, la quieren. Pero también es simbolizado por el planeta errante, metáfora de la condición que insidiosamente se instala entre nosotros y nos lleva a nuestro propio fin.

El estado de indiferencia hacia el mundo que la rodea, también propio de otras enfermedades mentales de carácter psicótico, sirve para en los momentos finales establecer un contraste entre el comportamiento normal del ser humano ante su propia aniquilación, tanto de su persona como de su especie y su futuro, representadas por el hijo de Claire, un estado agitado y aterrorizado, y el comportamiento patológico que lleva consigo a la dignidad presente en la escena final. Al menos para el personaje de Justine. Que sustenta al niño, que probablemente somos todos nosotros, y que asistimos a nuestro derrumbe, ignorantes, crédulos de las soluciones milagrosas, y con los ojos cerrados. Tremendo el simbolismo. Por lo menos, tal y como lo he percibido.

Si importantes son los elementos formales y artísticos de la realización del filme, igualmente lo es la interpretación del elenco de la película. Se ha dado mucha trascendencia a la interpretación de Kirsten Dunst. Bueno. Hasta ahora, era una de las guapas oficiales del cine comercial, que no había dado muestras de especial brillantez interpretativa. Que ahora dé todo lo que puede dar, probablemente es la noticia. Buena noticia. Pero igualmente importante, igualmente protagonista es Charlotte Gainsbourg, que por ser europea, que por no estar entre las guapas, es más desconocida aunque muchos sabemos que tiene una trayectoria que la avala suficientemente como una actriz excelente. Superior a su compañera de reparto. Y está igualmente bien, siendo fundamental su participación en el segundo acto del filme. En el que al fin y al cabo nos representa a todo ante una situación de infinito estrés. El resto del reparto, los personajes secundarios, están igualmente bien, especialmente Kiefer Sutherland que no tiene un papel fácil precisamente, y todos contribuyen al resultado final de este filme.

No sé si recomendar esta película o no. Creo que es uno de los productos más presentables comercialmente del director, aunque no sea el mejor, y por lo tanto sí que sería recomendable. Pero siempre que se tenga en cuenta muchas de las advertencias que he realizado a lo largo de esta entrada. Desde luego, si alguien guiado por determinadas fuentes pudiese pensar que es una película para pasar el rato con el cubo de palomita, se equivoca de medio a medio. En la wikipedia define la película como filme de ciencia ficción. Error. Al director le importa un rábano la posible ciencia tras el filme. De hecho, lo del planeta errante, tal y como lo cuentan más que altamente improbable, es imposible, aunque no entraré en eso aquí. Es sólo un macguffin y al mismo tiempo una metáfora. Nada más, ni nada menos. Pero quien tenga claro qué va a ver algo distinto, y con la mentalidad suficientemente abierta, puede llegar a disfrutar mucho de esta película.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***** (en versión original)
  • Valoración subjetiva: *****
Atardecer en Estocolmo

Sigo en Suecia, esta vez con una vista crepuscular de Estocolmo, que transporta un poco de la sensación de melancolía que hoy otorgamos a la palabra; una de las palabras, por cierto, que más me gusta de la lengua castellana... desde cierta canción de Joaquín Sabina (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

[Fotos y Arte] Además de pasear por el Parque Grande,… África, zetas y algunas cosas más en el Centro de Historias

Arte, Fotografía personal

Este fin de semana ha sido sosete. El tiempo gris y ventoso han desanimado ha hacer mucha vida fuera de casa. Invitaban más a quedarse al calor del hogar, oyendo de lejos el soplar del cierzo, que en algún momento se ha puesto muy pesado. Sin embargo, además de algún cine, que os lo cuento mañana, ha habido tiempo para otras cosas.

En cualquier caso, el sábado por la tarde a primera hora, aun cuando se levantó el viento, salió el sol y salí a dar una vuelta con la cámara, independientemente de otras actividades sociales.

Parque Grande

Un gato, curioso, observa mis movimientos cerca del río Huerva (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Parque Grande

Cada vez que paso por este monumento "a la madre" se encuentra más deteriorado por la acción de los vándalos (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

HUMS

La trasera del Hospital Miguel Servet impone desde la orilla del Huerva (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Universal

Después del paseo, unos cafés en algún sitio con unos amigos; otras personas se refugian en los cafés para leer,... o tal vez esperen a otras personas, y aprovechan el tiempo (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

No duró muchas horas la luz del sol, el domingo salió francamente nublado y con mucho viento. Mi primera opción fue la de quedarme en casa por la mañana, pero finalmente acepté la propuesta de visitar las exposiciones del Centro de Historias y tomar un chismito en el café del lugar antes de volver a casa a comer. Os cuento lo que vi con imágenes.

Espacio Visiones

La plataforma de arte independiente "Factoryart" nos presentaba una selección de intervenciones, respetuosas con la naturaleza y con la sostenibilidad de la misma, en su muestra "Intervenciones sin Huella" (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

Fragil - Nature Graffiti

En otros motivos, me interesaron estos "Nature Graffiti", que por su naturaleza no son permanentes, y por lo tanto no alteran el medio (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

Espacio tránsito - ZIG ZAG ZGZ

En el Espacio de Tránsito, el proyecto A54insitu se vertebra en torno a la arquitectura de la ciudad (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

Espacio tránsito - ZIG ZAG ZGZ

De alguna forma, la luminosa imagen anterior y ésta, más oscura, partes de un todo, se complementan por la mirada a través de esos marcos (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

Figura tradicional materna

La exposición que más me gustó, que recomiendo vivamente, es "Colores de África"; desde elementos de aspecto tradicional como la figura materanal de la foto hasta otros propios del arte contemporáneo (Pansonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1,8).

Mika - Jean Paul Nsimba (Congo)

Colores brillantes, como este detalle de "Mika" del congolés Jean Paul Nsimba, y variedad de conceptos caracterizan las obras expuestas (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1,8).

Autor: Georges Lilanga di Nyama (Tanzania)

El autor mas representado es Georges Lilanga de Nyama con obras pintadas y escultura, con unas figuras muy características y muy coloridas, muy expresivas (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1,8).

Señora Z en caja - Raúl Jiménez

Finalmente, el proyecto multidisciplinar de La Casa de Zinas y Susana Vacas, "Proyecto Zeta", alrededor de esta letra del abecedario, creo que por estar presente en el nombre de nuestra ciudad, Zaragoza, me pareció más flojita para la cantidad de espacio que ocupaba, pocas cosas como esta "Señora Z en caja" de Raúl Jiménez, me llamaron la atención (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

Zetas para cocinar

En cualquier caso, sirvió para completar una mañana que parecía aburrida y doméstica por el gris del cielo y el frío del viento, y que nos hizo entrar un poco en calor con estas exposiciones en el que es uno de mis espacios culturales preferidos en la ciudad (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 Limited).

[Ciencia] Las rutas del ser humano moderno: el Proyecto Genográfico

Ciencia

Hacia mediados de los años 90 me comencé a interesar fuertemente por la cuestión de la evolución del ser humano. Y recuerdo claramente que la noticia que sirvió de gatillo para disparar este interés fue la del «descubrimiento» de la Eva Mitocondrial. Hasta ese momento el estudio de esta disciplina había suscitado en mí un interés moderado. Las cosas que deducían, bastante a tientas pensaba yo, unos tipos, paleontólogos y arqueólogos, para encontrar los huesos fosilizados de nuestros ancestros y las toscas herramientas de piedra que se asociaban a su evolución intelectual y cultural estaban bien, pero parecía mostrar muchas imprecisiones. Las teorías sobre nuestros orígenes eran muy volubles, debido a la dispersión, escasez y dificultad de interpretar los datos disponibles.

Pero en un momento dado, en las últimas décadas del siglo XX se produjo un estallido de información. Además del descubrimiento de significativos hallazgos paleontológicos, la genética molecular hizo grandes avances para permitir utilizar la información genética de los humanos modernos para poder deducir los caminos que el ser humano había seguido en su largo éxodo desde su lugar de origen hasta poblar todo el globo.

Hace tiempo que parece claro que el origen de nuestra especie está en África, muy probablemente en algún lugar de lo que hoy conocemos como el Valle del Rift. Pero las rutas que siguieron los descendientes de los primeros humanos, y la duda sobre si se mezclaron con otras especies humanas que en aquellos momentos poblaban la Tierra, eran cuestiones que pendían sobre su larga migración.

Hace ya unos años conocí la iniciativa del Proyecto Genográfico a través de las páginas de la National Geographic Society. Iniciándose en 2005, el proyecto constituido como un entidad investigadora sin ánimo de lucro por la National Geographic Society , IBM y la Waitt Family Foundation, tenía el objetivo de a lo largo de varios años obtener cientos de miles de muestras biológicas de individuos de la especie humana repartidos por todo el mundo, con el fin de analizar una serie de marcadores genéticos, básicamente situados en el ADN mitocontrial y en el cromosoma Y. De esta forma sería posible marcar con gran precisión las rutas del ser humano.

En parte, estos análisis han corrido de cuenta de la fundación, especialmente en lo que se refiere a aquellas comunidades indígenas de especial interés para la ciencia por haber permanecido en relativo aislamiento hasta tiempos recientes, y que por lo tanto tienen un menor grado de mestizaje entre sus miembros. Pero cualquier ciudadano del mundo con acceso a internet puede recibir en su casa por una cantidad de dinero el kit que le permitirá remitir una muestra a los centros investigadores, que se sumará a los datos del estudio, y a cambio el ciudadano recibirá información sobre sus orígenes personales.

El primer artículo con resultados consistentes ha sido publicado recientemente en la revista Molecular Biology and Evolution en un articulo que para poder leer en su integridad hay que pagar. 32 euros, y te lo puedes descargar durante un día. Me parece ridículo. El precio y las condiciones.

En cualquier caso, los datos actuales parece que nos cuentan que los seres humanos salieron de África atravesando el sur de la Penísulta Arábiga, y que desde ahí se expandieron por el sur de Asia y Oceanía. Posteriormente, migraron hacia el interior de Asia y a Europa. El último lugar donde llegaron fue a América, atravesando el estrecho de Bering. Por supuesto, mientras tanto, también colonizaron todo el continente africano. La gran migración fuera de África habría comenzado hace unos 60 a 70 mil años de un linaje separado de los otros dos que poblaron el continente africano. Aunque en esencia, todos somos africanos. Mal que les pese a algunos irracionales racistas.

Referencias básicas de las entidades participantes:

IBM100 – The Mapping of Humanity’s Family Tree.

National Geographic – The Genographic Project.

Waitt Foundation – The Genographic Project.

El sitio arqueológico de La Roque Saint-Christophe, en el municipio de Peyzac-le-Moustier, a orillas del Vézère, en el Perigord (Francia), es un de los principales lugares para estudiar a nuestros ancestros en Europa (Leica CL, Voigtländer Super-Skopar 25/4).

[Fotografía] Encuentros de Bamako 2011, bienal de fotografía

Fotografía

Esta semana La Lettre de la Photographie la ha dedicado a repasar de forma exhaustiva los Encuentros de Bamako 2011, festival bienal de fotografía que da un repaso a la actualidad fotográfica del continente africano de forma exhaustiva, y que en su novena edición se celebrará entre el 1 de noviembre de 2011 y el 1 de enero de 2012. El lema del festival, Por un mundo sostenible, da una idea de los temas más frecuentes de las colecciones presentadas. Los problemas medioambientales, los problemas de salud, de pobreza, el contraste entre lo tradicional y lo nuevo,… Son muchas las selecciones de porfolios que se han presentado en la semana. Así que yo sólo indicaré sin más comentario los enlaces a algunos que me han llamado más la atención.

Parque Grande

Desconozco el origen de esta cabeza en el Rincón de Goya, en el Parque Grande de Zaragoza, pero... ¿no tiene cierto aire africano? (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

Akintunde Akinleye (Nigeria)Delta: A Vanishing Wetland, 2006-2011.

Arturo Bibang (Guinea Ecuatorial) – À Annobon, 2011.

Mario Macilau (Mozambique) – The Zionist, 2010 – 2011.

Nyani Quarmyne (Ghana) – Climate Change, 2010-2011.

Hasan and Husain Essop (Sudáfrica) – Halaal Art, 2008 – 2009.

Kiripi Katembo (República Democrática del Congo)Après mine, 2009.

Philippe Bordas (Francia) – Les Chasseurs du Mali, 2001 – 2007.

En los porfolios del fin semana, sin embargo, no he encontrado más que uno que destacar. Y eso que están seleccionados por el director de la Maison Européenne de la Photographie de París. Pero siempre insisto que sólo me considero aficionado a la fotografía y bajo ningún concepto un experto o conocedor de ninguna clase. Ah. El porfolio.

Charles Roussel – Sleeping Out.

Gran Vía

Sin embargo, estas modernas y anoréxicas "tres gracias" sí tienen un origen bien conocido; se trata de la obra "Complicidad" de Alberto Gómez Ascaso, y está en la Gran Vía de Zaragoza (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

[Fotografía] Rafael Sanz Lobato, premio nacional de fotografía 2011

Fotografía

Este es un comentario a una noticia que ya es vieja. Como de mediados de la semana pasada. Pero hasta hoy no había encontrado camino para llegar a estas páginas. Este año, el premio nacional de fotografía, una premio sobre el que otros años han sido frecuentes las polémicas entre los entendidos, pero en las que ni entro ni salgo públicamente porque no soy un entendido, sólo un aficionado, ha ido a parar a Rafael Sanz Lobato. No he encontrado mucha variedad de fotografías suyas en la web para poder juzgar. El principal enlace que he encontrado es al espacio que tiene reservado en la Real Sociedad Fotográfica. Pero lamentablemente este espacio es muy cicatero, con imágenes pequeñas, y no muy atractivo al visitante en su navegación. Una pena, porque seguro que sus imágenes se disfrutarían más a una mejor resolución de pantalla.

Soy consciente de que las imágenes más conocidas de este autor las he ido viendo en publicaciones periódicas a lo largo de los años. Imágenes en blanco y negro, de carácter costumbrista, que reflejan la vida y las tradiciones del mundo rural y de las pequeñas poblaciones españolas. No el tipo de fotografía que más me atrae a mí personalmente, pero que no se entienda este comentario como algo negativo para la obra de este fotógrafo. Simplemente, como una expresión de mis gustos personales. No he podido dejar de pensar en las fotografías de Cristina García Rodero, autora más conocida, al ver algunas de sus imágenes. Fotógrafa que le es posterior en el tiempo, desconozco hasta que punto estará influída por Sanz Lobato, pero que recibió el mismo premio con quince años de antelación. Lo que son las cosas.

En cualquier caso, lo mejor es que cada cual investigue un poco y llegue a sus propias conclusiones. Enhorabuena al premiado.

En la plaza

Un poco de costumbrismo; dos chavales saludan al fotógrafo en la plaza de Brihuega, Castilla-La Mancha (Canon EOS D60, EF 24-105/4L IS USM).

[Fotos] Un paseo tras la lluvia

Fotografía personal

Ayer llovió. Parece que de verdad. No sé si será suficiente para paliar la sequía de los últimos meses, pero algo es algo. Pero cuando estás de fiesta, es un rollo. No puedes hacer cosas a gusto, si eso implicar caminar por la ciudad. Ciudad de secano, donde no estamos acostumbrados a la lluvia. Pero a las tres de la tarde, la lluvia había parado. Y algún tímido rayo de sol asomaba. Harto de sillón, me cogí la Pentax K-x con el 40mm y me fui a caminar. Las calles estaban desiertas. Hasta casi las cinco de la tarde, cuando los niños salían del colegio, no se animó. Aguantó sin llover toda la tarde. Incluso estuve jugando al tenis más tarde. Bien. Ya veremos hoy.

Avenida de San José

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A orilla del canal

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Gotas

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Paseando

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Pinar

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Tocón

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Al sol del atardecer

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[Cine] Crazy, Stupid, Love (2011)

Cine

Crazy, Stupid, Love (2011), 10 de octubre de 2011.

Creo que es la primera vez que me pasa que, desde que mantengo este Cuaderno de ruta, veo una película en el cine, y se me olvida comentarla en estas páginas al día siguiente o a los dos días como más tardar. Pero el hecho es que esto me sucedió con este filme. Primero, esta mañana he revisado mi base de datos de películas vistas en sala de cine, y me ha extrañado que hubiera un hueco a primeros de octubre, un intervalo muy amplio entre dos película, cuando últimamente vamos como poco una vez a la semana. Pero no he caído en la cuenta. Ha sido al mediodía, cuando revisaba filmografías de los intérpretes de la película que vimos el martes, cuando me he dado cuenta que Emma Stone era una de las intérpretes importantes de la película que nos ocupa esta tarde, aunque vi hace ya más de tres semanas.

Esta comedia dramática, que no me parece tan compleja como para necesitar dos directores, Glenn Ficarra y  John Requa, nos cuenta las peripecias de Cal Weaver (Steve Carell), al que una noche, cenando en un restaurante mono con su mujer Emily (Julianne Moore), esta va y le suelta que le ha engañado con un tal David (Kevin Bacon) y que quiere divorciarse de él. Abandona su casa, y se dedica a ir a bares nocturnos en busca de ligue con resultados catastróficos, hasta que un mujeriego con éxito, Jacob (Ryan Gosling), lo adopta y le enseña como hacerlo. Este no siempre tiene éxito, ya que una joven y guapa pelirroja, Hanna (Emma Stone), recién graduada en derecho, se le ha resistido. Ella espera que su novio se le declare. Cosa que no pasa y le deja muy escocida. Mientras, la canguro de sus hijos, Jessica (Analeigh Tipton), hija de 17 años de unos amigos de la familia está colada por él. Y a su vez, el hijo adolescente de Cal, Robbie (Jonah Bobo), está enamorado de la canguro. Por si fuera poco, Cal tiene un ligue de una noche, según él, algo más según ella, con Kate (Marisa Tomei), la madura pero guapa y atractiva profesora de Robbie. Y aún hay más sorpresas y entrelazamientos de historias que prefiero no desvelar. Que ya vale.

Lo cierto es que fue una película a la que fuimos sin muchas expectativas. Y para que nos vamos a engañar, si se me olvidó comentarla, tampoco es que me dejase una marca muy profunda en mi memoria. Pero la verdad es que no está mal. Filmada con soltura, ya podrán entre dos, tiene el tono melancólico del monumental despiste del personaje principal, un hombre que sigue enamorado de su mujer, pero que se siente demasiado ofendido para pelear por su matrimonio. Básicamente, si se le puede llamar comedia es por los acentos de humor que le ponen los secundarios, particularmente Bacon y Tomei. Las apariciones de esta última saben realmente a poco. Lo hace muy bien, está muy guapa, y muy inspirada. El conjunto de intérpretes están de correctos a bastante bien, aunque la verdad es que sientes constantemente que te gustaría saber más de los personajes femeninos, que son más interesantes.

En su conjunto, una película razonable, que no me atrevo a recomendar, por lo menos a quienes como yo viven en Zaragoza, porque me parece que ya ha desaparecido de la cartelera. Pero si no es así, pues es una opción razonable para pasar un par de horas en el cine. Sin duda. Y definitivamente, esta chica, la Stone es un encanto. Absolutamente adorable. Y también está divertida. Y guapa.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Paso

El protagonista del filme se ha metido en algún que otro charco notable, como los que había que sortear esta tarde tras la mañana de lluvia en Zaragoza (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).

[Televisión] Cosas de series: cuentistas y sequía de sitcoms

Televisión

No mucho más que comentar en esta semana con respecto a las anteriores, pero algo habrá. Nos tienen con parón de Fringe, lo cual es una lástima, así como de otras series, que bueno… ya volverán. Decididamente, mi serie favorita de las estrenadas esta temporada es Homeland, cuyo último capítulo ya terminó de convencerme que si siguen así puede ser de lo más emocionante. Sigo aguantando con los muertos vivientes de The Walking Dead, lo cual es sorprendente para mí dado el tema, pero es que siguen sorprendiéndonos con las reacciones del personal. Y eso que avanzan a ritmo de unas cuantas horas de tiempo-serie por capítulo. En fin. Cositas que ya habrá tiempo de comentar más despacio más adelante. Y a la espera de que este fin de semana llegue a su fin la temporada de Downton Abbey, descontando el especial de navidad, vayamos con un par de reflexiones.

Cuentos y cuentistas

Es curioso que en un par de semanas se hayan estrenado un par de series que tienen que ver con los cuentos tradicionales y su encaje en la vida moderna. Si ya hice un breve comentario hace una semana del estreno de Once Upon a Time, donde nos encontrábamos a todos los personajes del cuento de Blancanieves y algunos de otros cuentos convertidos en ciudadanos corrientes de algún lugar de Nueva Inglaterra a causa de un encantamiento de la Reina Mala,… pues ahora en Grimm, nos encontramos con un policía que es decendiente de los Hermanos Grimm, y tiene la capacidad de ver entre la gente corriente a los big bad wolves. Si. Los lobos feroces. Que naturalmente atacan a universitarias que salen a correr por las mañanas con una sudadera con capucha. Roja. Claro. Casposa me ha resultado esta última por algunos detalles. Lo de la capucha roja por supuesto. El que los big bad wolves se llamen así mismo blutbads, que sería masacre en alemán,… ¿quién narices se va a denominar a sí mismo masacre por malo que sea? Y menos si hay alguno de ellos que no son «malos». Si estuvieras en su situación, ¿cómo prefiriríais que os llamasen? ¿lobos feroces o masacres?

Bueno, ambas dos están borradas de mi lista. Fuera. Malas. Y sin sentido. A freír espárragos. Que no nos vengan con cuentos.

Los músicos de Bremen, un cuento de los Hermanos Grimm, donde no sale ningún "big bad wolf",... en su escultura en la ciudad de Bremen (Panasonic GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

Sequía de sitcoms

La comedia de situación, la sitcom, es uno de mis géneros preferidos. Media hora escasa de buen humor, necesidad de guiones inteligentes, alguna risa, y a otra cosa mariposa. Pues bien. O mejor dicho, pues mal. De lo que se ha estrenado este año, o no me han convencido o no me han interesado por su tema. De años anteriores sólo me quedan Modern Family, imprescindible, y How I Met Your Mother, por debajo de sus primeras temporadas pero todavía con detalles, a estas horas no la voy a abandonar. De lo nuevo, me he aficionado a Suburgatory, esa minifamilia de padre e hija neoyorquinos que se mudan a vivir a los suburbios pijos de la gran ciudad. La chica es un encanto y divertida. Y las situaciones suelen tener gracia. Y por algún milagro que no entiendo,… si lo entiendo,… ahora os lo explico,… sigo viendo New Girl.

Lo cierto es que sólo hay un motivo por el cual sigo viendo esta sitcom. No soy al único que le pasa esto por lo que he leído por ahí. Sale Zooey Deschanel. Esta chica es el paradigma de la chica encantadora. Cuando sale en pantalla, por bodrio que sea el producto en el que participa, no puedo dejar de mirar. Me pasa desde que la vi en La guía del autoestopista galáctico. Es tan mona… Y eso que empieza a no ser tan joven… Que ya pasa de los treinta. Si hasta canta. Lo que pasa es que si sigo viendo la serie, probablemente acabaré odiándola de por vida. Porque el personaje, y la serie en general, tienden a ser lamentables. No hace más que dar grititos, risas histéricas y tararear cancioncillas histéricas. Un episodio más le doy de margen. Si no mejora en algo,… a la basura. Para no acabar aborreciéndola.

Bueno… hasta la semana que viene.

La sirenita, sin embargo, no es de los alemanes Grimm sino del danés Andersen,... y claro, está en Copenhague, como casi todo el mundo sabe (Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

[Cine] The Help (2011)

Cine

The Help (2011), 1 de noviembre de 2011.

Esta semana, con el festivo en medio, ha tocado ir dos veces al cine. Dos películas en versión original. Así que advierto que esta que comentamos hoy puede ser vista en versión doblada al castellano con el título Criadas y señoras. Dicho lo cual, paso a comentar.

Los Estados Unidos de América son un país peculiar. Extraño. Altamente contradictorio. Se nos ha vendido como el garante de las libertades, el adalid de la democracia, un ejemplo por su constitución e instituciones consolidadas desde hace más de doscientos años. Pero a su vez, tiene la lacra de haber sido incapaz de respetar su propio principio de que cada persona importante, que cada persona tiene unos derechos inalienables, que cada persona es un elemento importante en esa democracia. Y fue una república que nació con esclavos. Que necesitó una muy cruenta guerra civil para eliminar esta institución, y 100 años más para movilizar suficientemente a la sociedad para que los descendientes de aquellos esclavos. El asunto del racismo, una cuestión que por las noticias que nos llegan periódicamente a través de los siempre parciales medios de comunicación está lejos de estar resuelta, ha sido un lastre enorme para que muchos de nosotros estemos convencidos de asumir el modelo de convivencia, social y político, norteamericano.

En proporción a la magnitud del problema, el cine ha sido muy tibio a la hora de tratarlo. Lo ha hecho de forma esporádica. Y de forma ambigua en ocasiones. Particularmente cuando ha llevado sus escenarios al profundo sur, un lugar que sistemáticamente buscó durante décadas, más de un siglo, empobrecer y coartar la libertad de muchos de sus ciudadanos, pero que al mismo tiempo ha sido presentado con un halo de romanticismo, como si los valores tradicionales que representa tuviesen realmente algún valor.

Y nos llega ahora otro intento para mostrarnos la dura realidad de la discriminación racial de la población de origen africano por parte de la de origen europeo. La película dirigida por Tate Taylor, basada en la novela del mismo título de la escritora Kathryn Stockett, nos traslada a Jackson, capital y principal ciudad del estado de Misisipi, el estado más pobre de los EE.UU. Allí, Skeeter (Emma Stone), una joven blanca de veintipocos, recién graduada en la universidad, y con la aspiración de ser escritora, vuelve a su ciudad natal para trabajar en el periódico de su ciudad natal. Vuelve a vivir con su familia, y a tomar contacto con sus amigas de toda la vida, la mayor parte de las cuales se encuentran casadas y bien situadas socialmente. Al observar el trato dispensado a dos criadas negras, Aibeleen (Viola Davis) y Minny (Octavia Spencer), decidirá empezar un proyecto como escritora que le permita dar el salto a las editoriales serias de Nueva York, al mismo tiempo que tendrá que pelear para mantener su integridad personal desde el punto de vista ético.

Lo primero que hay que decir es que está película es de las que están fuertemente basadas en la interpretación de sus intérpretes, mayoritariamente femeninas en este caso, ya que la presencia de los actores masculinos es menor, e incluso en alguna ocasión, la historia del novio de Skeeter, superflua. Con guion razonablemente dinámico para que las 2 horas y 20 minutos se pasen en un suspiro, y con una factura artesanalmente sin reproches, a lo que estamos es a los caracteres. Y a pesar del papel protagonista que se da a la joven periodista, lo cierto es que las dos grandes protagonistas son las dos criadas negras, que llevan a cuestas buena parte de los momentos más auténticos y dramáticos de una historia que no deja de tener momentos de humor. Por supuesto, no falta la presencia de una gran mala de la historia, en este caso la líder de las jóvenes amas de casa blanca, Hilly (cambio de registro para Bryce Dallas Howard, habitualmente en papeles de buena chica adorable), junto con su pléyade de seguidoras. Tampoco faltan personajes de extraña y naïve honradez, como la joven expulsada del círculo social Celia Foote (la últimamente omnipresente Jessica Chastain), o la lúcidamente demenciada madre de Hilly (siempre eficaz Sissy Spacek). O el personaje que tiene la difícil tarea de redimirse a sí mismo, en este caso la madre de Skeeter (Allison Janney). Todas ellas cumplen de sobras y con nota con la encomienda que se les ofrece.

La película, sin embargo, aunque te atrapa, y entretiene mucho, no te ofrece una reflexión especial que no hayamos obtenido previamente de producciones más duras y más comprometidas. Al fin y al cabo, salvo por el castigo al personaje de Hilly, y la cara de tontas que se les queda a sus amigas, tampoco busca hacer sangre, y por ello da un protagonismo excesivo a ciertos personajes blancos. El mensaje final queda un poco como «bueno,… si que hay algunos malos,… pero el conjunto es más como un malentendido entre las dos razas». Y bueno. Pues no. No fue un mal entendido. No es un malentendido. Es un problema de duro racismo, con consecuencias graves. La película muestra su tibieza por ejemplo en como resuelve el conflicto entre Skeeter y su madre por la vieja criada negra que crio a aquella (Cicely Tyson). La madre se comportó como una auténtica perra, y que al final salga de rositas,… lo dicho, «todo fue un malentendido,… yo no quería…», pues no oiga. Esta tibieza le va a quitar de mi valoración subjetiva la cuarta estrella a esta película.

En cualquier caso, es una película recomendable, que nos hará pasar buenos y «malos» ratos, y de la que hay que disfrutar de sus notables interpretaciones.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
Estación de Atocha

En España hemos presumido de no racistas. Pero también es cierto que hasta hace cuatro días, hemos sido una sociedad étnicamente muy homogénea. Hoy en día esto ha cambiado, y nada como las estaciones de tren para comprobarlo, y no faltan las demagogias y las actitudes sobre la llegada de extranjeros y otras razas y etnias a nuestro país (Panasonic Lumix GF1, M. Zuiko 45/1,8).

[Fotografía e historia] Ya está completa la retrospectiva de In Focus – The Atlantic sobre la II Guerra Mundial; y es muy recomendable

Fotografía, Historia

A lo largo de las últimas 20 semanas, hemos podido ir siguiendo en el fotoblog In Focus de The Atlantic el transcurso del más horrible conflicto bélico mundial que se ha dado sobre la faz de la Tierra. Algunos de los capítulos más destacables han ido apareciendo en estas páginas en forma de entradas breves. Pero ahora ya podemos encontrar los 20 capítulos recopilados y disponibles para su visita por cualquier persona interesada.

Iglesia conmemorativa

Si hay una ciudad que contiene elementos conmemorativos por excelencia del tremendo conflicto bélico es Berlín; como por ejemplo, la iglesia conmemorativa, con sus elementos antiguos y modernos (Pentax *ist DS, SMC-A 50/2).

A la hora de analizar las imágenes que nos ofrecen, que son muchas y de calidad muy diversa, hay que distinguir distintos tipos de capítulos:

La serie empieza y se inicia con dos capítulos de reflexión social y política. El primero dedicado a las causas que desembocaron en el conflicto. El último a las consecuencias más visibles del mismo. Imágenes de caracter fundamentalmente documental.

Aquellos destinados a narrar los acontecimientos que sucedieron durante el conflicto. Son el relato histórico, y sus imágenes están básicamente seleccionadas también por su calidad documental. Son la mayoría de los capítulo que encontramos. Quizá, las más tremendas las encontramos en las dedicadas a la guerra entre Alemania y la Unión Soviética. Tanto en el momento de la invasión alemana, como en la lenta retirada hasta el final de la guerra.

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El Reichstag, actualmente Bundestag, fue el edificio emblemático; tanto por su incendio que marcó el triunfo del nazismo, como por su toma por las tropas soviéticas que marcó el final de la guerra en Europa (Pentax *ist DS, SMC-DA 21/3,2 Limited).

Los capítulos que narran determinados aspectos característicos que se dieron durante el conflicto. Si es evidente que ha de haber uno dedicado al genocidio judío, y que se sitúa tras la caída de la Alemania nazi, cuando se encontraron las pruebas de los terrores en los campos de exterminio, menos evidentes a priori, pero muy oportunos, son los dedicados a las mujeres durante la guerra, al internamiento de ciudadanos americanos de origen japonés en campos de concentración, o la colección de imágenes en color que se hicieron por encargo de agencias gubernamentales norteamericanas para documentar el frente interno. El dedicado a los americanos de origen japonés creo que es de los más conmovedores. Estéticamente hablando, el dedicado al frente interno, con sus imágenes en color producidas por la celebrada Kodachrome son impresionantes. Claro que la mayor parte de estas imágenes no son espontáneas son posados orquestados por el fotógrafo para imágenes de carácter propagandístico. Pero si esto les roba, poco, carácter documental, les dota de cualidades estéticas muy notables.

Resumiendo, y como he ido insistiendo durante estas 20 semanas, una serie imprescindible para todos aquellos amantes tanto a la historia como a la fotografía. Y si como a mí te gustan las dos cosas, no te digo.

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Uno de los monumentos e impresionantes berlineses más nuevos, es el memorial de los judíos asesinados en la guerra (Pentax *ist DS, SMC-A 100/4 Macro).