[Libro] The Martian Obelisk – Linda Nagata

Literatura

Más que libro, librito. Es un libro electrónico con un relato de la hawaiana nacida en California Linda Nagata. Relativamente popular y reconocida en su país, su obra, centrada en la ciencia ficción, con abundancia de relatos cortos y novelas cortas, no se ha abierto todavía paso a las traducciones y la publicación en nuestro país, que yo sepa, hasta que llegó el relato que comento hoy, aunque yo he leído la versión original en inglés. Había oído hablar de ella, pero no había tenido ocasión de leer nada suyo. Recientemente, en algún lugar leí sobre este relato… me lo apunté y lo leí. Porque se lee en un momento.

La acción del relato de hoy se narra desde algún lugar de la costa norteamericana del Pacífico, y ya que va de construcciones de dimensiones fenomenales, unas vistas del puente del Golden Gate no vendrán mal para ilustrar la entrada.

En un futuro indefinido, pero no excesivamente remoto, la Tierra está sucumbiendo a los distintos desastres, ambientales, económicos, bélicos, que se han venido acumulando con el tiempo, en una dinámica de deterioro general que parece irreversible. Al mismo tiempo, el intento de establecer colonias en Marte que pudieran mantener los restos de la especie humana, también parecen haber fracasado. Algunas de esas colonias se sabe que están deshabitadas, de otras sólo se sabe que se ha perdido el contacto. Mientras, una arquitecta, desde la Tierra, con nanotecnología, está construyendo para un excéntrico millonario un obelisco gigantesco en Marte que sobrevivirá a la especie humana durante un tiempo indefinido cuando esta haya desaparecido. Hasta que sucede algo en Marte que obligará a replantearse el proyecto.

Relato muy actual, bien planteado. Que sabe generar un escenario, un universo completo con economía de medios y precisión, para centrarse en la reflexión sobre la deriva de la especie humana en su sinsentido destructivo desde distintos puntos de vista, y que sabe al mismo tiempo plantear la situación de conflicto, de tensión, que da sentido al relato y…. por así decirlo, a la redención de algunos de los implicados en la desastrosa situación. Escrito con agilidad, pero sin precipitación, sorprende el tranquilo avanzar para lo mucho que se narra en tan corto relato.

Literariamente, me ha gustado mucho, y me parece muy recomendable. Filosóficamente, tiene reflexiones adecuadas, pero también tiene alguna inconsistencia. Porque difícilmente es creíble como «héroe» del relato quien por condición, el millonario capitalista habitualmente habido de más riqueza y que causa los desequilibrios, sería más bien el «villano». Y que sigue sosteniendo un sueño megalómano, digno del Ozymandias de Shelley, poema que al que hay alguna referencia en el relato. Pero si lo tomamos como una historia de redención, tiene un pase.

[TV] Cosas de series; las series coreanas, en mi casa, tendencia a la baja

Televisión

Pues sí. Últimamente, las teleseries coreanas, los k-dramas, o como las queráis llamar, que durante unos años, muchas veces como placer inconfesable, tanto me han entretenido en los ratos tontos de los fines de semana, me llaman menos la atención. Me cuesta más encontrar series que me enganchen. Incluso hay algunas que he comenzado y se han quedado después de dos, tres o cuatro episodios colgadas, sin muchas ganas de retomarlas. En fin… cosas que pasan. Pero aun así tengo algunas que he visto y no he comentado todavía. Y como comprobaréis, son series de corta duración.

Taegbaegisa [택배기사, el repartidor], conocida internacionalmente como Black Knight es una drama de aventuras posapocalípticas. En seis episodios de 45 minutos, de producción por a para Netflix. Así que nada que ver con las tradicionales series de 16 episodios de 60 o 70 minutos de duración. El protagonista (Kim Woo-bin) es un repartidor de bienes imprescindibles para sobrevivir en una península de Corea de un mundo posapocalíptico, en el que el aire y el agua escasean, y la sociedad está fuertemente estratificada entre los privilegiados, los del montón y los parias refugiados. Tras unos asesinatos que incluyen a la hermana pequeña de una oficial del ejército/policía (Esom), ambos, junto con un refugiado (Kang You-Seok) tendrán que colaborar para descubrir a los culpables y cambiar la injusta realidad de este catastrófico mundo. Es uno más de los diversos intentos de los coreanos de jugar en las grandes ligas de la ciencia ficción, con buenas intenciones, pero con resultados que no siempre consiguen lo que buscan. A ratos se deja ver, a ratos cae en lo obvio, en lo trillado o en lo redundante. No acaban de dar con la fórmula después de producciones tan interesantes como cierta divertida película de aventuras espaciales, también con un trasfondo posapocalíptico.

Soundtrack #1, con el título original en inglés, es una serie surcoreana de cuatro episodios de 44 minutos de duración que se produjo por o para Disney+. Es una cosita muy simple y muy trillada. Dos jóvenes, pero ya plenamente adultos, chica (Han So-hee) y chico (Park Hyung-sik), que son amigos desde la infancia, desde hace 20 años, tienen que convivir durante unas semanas, en las que ella tiene que sacar adelante un importante encargo, ya que es letrista de canciones, y le ha surgido la ocasión de aportar la letra de una canción de un famoso y popular cantante. La cosa es que él está colado, perdidamente enamorado de ella, desde hace tiempo, mientras que ella se siente cómoda en el ámbito de la amistad. Hasta que la obligada convivencia haga tambalear los sentimientos de ambos, especialmente cuando terceras personas entre en juego en la relación. No es nada original, está llena de tópicos, pero están bien combinados. Y si a ello sumamos que la pareja protagonista es agradable, pues con sólo cuatro episodios es una serie cómoda de ver, de forma razonable, y sin que sea necesario siquiera ponerle el apelativo de guilty pleasure. Pero tampoco va más allá. La actriz protagonista ya me resultaba conocida de alguna serie anterior, alguno de ellas bastante interesante, y ya la tenía fichada como buena actriz.

[Viajes] En San Francisco y Yosemite Valley con película negativa monocroma

Viajes

Termino mi ciclo de entradas fotográficas dedicadas a mi reciente viaje a San Francisco. Y lo termino con mis tradicionales fotografías en blanco y negro, realizadas sobre película para negativos en blanco y negro. Los detalles técnicos de las fotos los podéis encontrar en Viaje a San Francisco con película negativa en blanco y negro – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super. Espero que os gusten.

[Cine] Khers nist [No bears] (2022)

Cine

Kherst nist (2022; 35/20230611)

Ya estamos con el hacedor de títulos en castellano, demostrando que no se entera. Por que no es lo mismo decir «aquí no hay osos», que es el sentido del título en farsí, que «no existen los osos», que es el título que le han dado en castellano. Mientras no se extingan, los osos existen, aunque en el pueblo fronterizo entre Irán y Turquía en el que transcurre la acción de esta última película estrenada de Jafar Panahi no haya osos, por mucho que usen la amenaza de los osos para evitar que el forano que se ha trasladado allí se mueva por donde no quieren o debe.

En cuestión de libertades, no es que Turquía pase sus momentos más boyantes, con un régimen no considerado ni siquiera como democracia deficiente, con bajísimas valoraciones en cuanto a la limpieza de su sistema electoral y en lo que se refiere a las libertades civiles.

Panahi no se lleva bien precisamente con el dictatorial régimen teocrático de Teherán. Esta película se ha realizado de forma ilegal, puesto que el director tiene una prohibición en su país para dirigir películas de cine y para viajar al extranjero. No es la primera película que hace en este sentido. Y en esta se interpreta a sí mismo, en una situación ficticia, en la que dirige en la distancia una película mientras sus colaboradores la ruedan en una población de Turquía cercana a la frontera con la región de etnia azerí en el norte de Irán. Por los datos que da la película, la ciudad turca, a orillas de un gran lago, podría ser la ciudad de Van, a orillas del lago del mismo nombre. Para estar cerca del rodaje se traslada a un pequeño pueblo muy próximo a la frontera, y a pocos kilómetros del lugar de rodaje. La película mezcla la trama de la película en rodaje, sobre una pareja perseguida por el régimen iraní que quiere refugiarse en Europa, una Europa poco acogedora, tras haber sufrido prisión y torturas, con una trama local, donde se dice que el director ha podido tomar una fotografía de una pareja de jóvenes, cuando ella estaba comprometida para matrimonio desde su nacimiento con otro hombre, que se siente deshonrado.

La película es una denuncia contra los poderes arbitrarios que arruinan la libertad y las vidas de las personas. Bien sea el régimen dictatorial teocrático iraní, bien sean las tradiciones ancestrales pero muy burras de los pueblerinos y su peculiar sentido del honor o de determinar el destino de las mujeres desde su nacimiento negándoles su derecho a elegir y buscar su felicidad por su cuenta. Una película en la que la violencia sobrevuela constantemente las situaciones, aunque pocas veces sea explícita. Y una violencia que toma muchas formas. Las autoridades policiales, los guardias de la revolución islámica, los habitantes del pueblo, la Europa que restringe la acogida de los refugiados, los traficantes que se aprovechan de estos para sacarles el dinero ofreciéndoles pocas seguridades,… Violencia que siempre esta presente de hecho o como amenaza. Física, psicológica o moral.

Es una película sobria, pero clara y concisa. Que conmueve en ocasiones y que aterra en otras. Que debería revolver conciencias, aunque estas parecen estar muy abotargadas, al menos en esta Europa vieja y acomodada, no sabemos muy bien en qué. Por supuesto, poca gente estuvimos en la matinal en versión original en la que vimos la película. En fin… es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****

[Viajes] En San Francisco y Yosemite Valley con película negativa en color

Viajes

Sip. A mi reciente californiano viaje me llevé algunos rollos de película negativa en color. Normalmente, no lo hubiera hecho. Pero tenía unos cartuchos en mi poder de película en formato 110, un formato subminiatura que se popularizó hasta cierto punto en los años 70 y 80, para luego decaer… aunque no haya caído en el olvido del todo como otros muchos formatos de película fotográfica. La calidad no es buena. En fin… esto es un eufemismo. La calidad intrínseca de la imagen con esta película y la cámara que tengo es infame. Pero si te afanas un poco al componer, el sujeto es llamativo y las condiciones de luz razonable, puede quedar una foto al menos simpática.

Los detalles técnicos de las fotografías los podéis encontrar en Viaje a San Francisco con película negativa en color – Kodak Pocket A-1 con Lomography Tiger Color Negative 200. Aquí, como de costumbre, simplemente, os dejo algunas de las fotos. Si no os parecen buenas, por lo menos que os resulten simpáticas.

[Recomendaciones semanales] Moriyama, Alice Springs y otros fotógrafos interesantes

Fotografía

Daido Moriyama es un fotógrafo japonés, de los más reconocidos internacionalmente, que ya he recomendado en diversas ocasiones. Pero no me importa volver a él de vez en cuando. Fotógrafo callejero por excelencia, fotógrafo de cámara compacta, reactivo a cualquier situación, de los que disparan con frecuencia, con una estética característica, de altos contrastes y grano duro. Esta última semana se ha asomado a mi pantalla del ordenador por varios caminos, yo lo traigo aquí de la mano de Another Magazine.

Emulando a una pareja de fotógrafos que traigo hoy aquí, paisajes nevados de los Alpes. Con película fotográfica. Hace 26 años. Entonces no podía ser de otra forma. Con película fotográfica. Aunque ya se habían asomado a los escaparates diversas opciones de captura fotográfica electrónica; analógica y digital. Sí analógica… que la fotografía con captura electrónica puede ser analógica o digital.

Muchos conocen al alemán Helmut Newton. Muchos lo admiran. Muchas lo critican. Por su forma de mirar a las mujeres, fundamentalmente. Pero muchos menos conocen a June Newton, su esposa, conocida como Alice Springs en el mundo de la fotografía, pues así es como firmaba sus obras. Australiana, adoptó su pseudónimo del nombre de una conocida ciudad del país-continente de las antípodas. Estupenda retratista, es una fotógrafa que también merece la pena que sea conocida por todos los aficionados a la fotografía. También viene de la mano de Another Magazine.

Andy Warhol es uno de los artistas modernos de referencia, un referente de la historia del arte moderno y contemporáneo. Pero su obra es extensa, casi inabarcable. Y dado que se apoyaba con frecuencia en la fotografía para su labor creadora, el número de fotografías que realizó con distintos fines a lo largo de su vida fue enorme. En Another Magazine nos actualizan con algunas de sus fotografías menos conocidas.

Después de tan famosos artistas, movámonos entre otros menos conocidos y contemporáneos. Me han gustado los paisajes alpinos nevados que podemos ver en Booooooom, del dúo de fotógrafos holandeses Arturo + Bamboo (Arthur Groeneveld y Bamboo van Kampen). Con película fotográfica. En color. Y en blanco y negro. Muy majos.

[Libro] The night is short, walk on girl – Tomihiko Morimi

Literatura

Hace unas semanas, poco antes de salir de viaje hacia San Francisco, comentaba en una entrada televisiva lo bien que lo había pasado, lo mucho que me habían gustado las series y película de animación que adaptan algunas novelas de Tomihiko Morimi, dentro de eso que podríamos llamar The Tatami Galaxy y derivados o similares. Las dos series entran directamente en lo que realmente es la «galaxia de los cuatro tatamis y medio», mientras que la película vendría a ser como una variante sobre el mismo tema, pero como una historia diferenciada, aunque con un entorno y unos personajes íntimamente relacionados con las anteriores. Tanto el diseño de los caracteres como el tipo de ilustración en general es similar.

Finalmente, mientras preparaba el viaje, y con él los libros que iba a cargar en el lector de libros electrónicos, pensaba que de todo lo anterior, lo que más se me había quedado en la cabeza y el sentimiento fue la película, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女], cuya traducción más literal sería La noche es corta, camina, doncella. Pero supongo que ese doncella así a secas resulta un poco raro, anticuado, en los usos habituales del castellano, así que utilizad el equivalente que prefiráis ¿Jovencita? Quizá resulta condescendiente. Pero lo que nunca dejaré de considerar adecuado es que, no sabiendo su nombre, doncella de cabello negro es el apelativo más adecuado y algo poético.

En la película te quedas con la sensación de que todas las peripecias que se nos narran, y que son fieles a las que nos cuenta la novela, transcurren en una frenética noche, a la que el título hace referencia. Sin embargo, en la única cuestión donde se rompe la fidelidad, la novela se toma su tiempo. Dividida en cuatro partes, la primera, en la que Doncella de cabello negro decide vivir la noche, y que da título a la novela, transcurre en primavera, poco después de que la chica haya comenzado su primer año de universidad, mientras que Senpai, su secreto enamorado está ya en tercero. La segunda parte, con las aventuras en la feria de libros usados, es en verano, la tercera, con el festival universitario, es el otoño, y la cuarta y última, con la epidemia de gripe abatiéndose sobre Kioto, es en vísperas de Navidad. Lo cual da otro sentido, más romántico y nostálgico, al enamoramiento de Senpai hacia Doncella de cabello negro, y a su incapacidad para abordarla directamente, temeroso de fracasar y sufrir un rechazo.

La novela, así, como ya se intuía o se sentía la película, es una romántica historia de amor y enamoramiento en época universitario, que puede resonar tanto en su público destinatario objetivo, los jóvenes en esa época, como en adultos con una o varias décadas más a cuestas, pero que vivieron esa época, y seguramente recordarán situaciones no tan diferentes en el fondo. Aunque las formas, o el tono de realismo fantástico de la historia, así como el trasfondo cultural nipón la hagan aparentemente distinta. Una historia de romance, que no lo parece, pero lo es, de descubrimiento personal, y de aventuras que sólo se pueden vivir en un determinado momento de la vida y en un determinado lugar.

Me la merendé en el viaje de vuelta de San Francisco. Parte de él, porque me forcé a dormir lo que pude para evitar el desfase horario… algo en lo que fracasé por completo. Pero como es una novela que engancha, la terminé de todos modos. Y eso que perdí el lector de libros electrónicos, me lo dejé en el avión de ida a San Francisco, y tuve que leerla en el móvil… que es un peñazo. Pero bueno, a pesar de eso, una novela encantadora, que me atreveré a recomendar a románticos declarados, a románticos no declarados, y a cualquier persona que quiera evocar épocas más jóvenes e inconscientes de su vida. O sea… a casi todo el mundo. Timoratos y gente «seria», se abstengan.

[Cine en TV] Violence Action [バイオレンスアクション] (2022)

Cine

Violence Action [バイオレンスアクション] (2022; 34/20230607)

Estamos en crisis cinematográfica. La primavera es una época tradicionalmente mala para ir al cine, salvo esas joyas desconocidas que salpican la cartelera de vez en cuando. Pero desde la última «fiesta del cine», cada vez más destructivas estas fiestas con el buen cine, hemos observado además una disminución de la oferta de cine en versión original. Ya no vamos a las salas a ver un producto adulterado, como son las películas dobladas. Sólo versiones con sonido original. Todo lo demás, vetado. O quizá es que apenas dura una semana en cartelera la versión original, y si no puedes ir por algún motivo, como por horarios muy limitados y que no concilian con tu vida… pues adiós. Pero es que además… la cartelera tiene un aspecto muy flojo, muy flojo. Y algunas películas potencialmente interesantes que hemos visto estrenadas en algunos lugares de nuestro país, en Zaragoza han brillado por su ausencia. El oligopolio de las multisalas de cine también tiene efectos devastadores, sobre la oferta. Paradójicamente, por el gran número de salas,… pero en las que todas exhiben lo mismo. Así que hacemos otras cosas. Y yo miro a ver qué se estrena en plataformas en línea… donde el panorama tampoco es muy bueno.

Esta película… en mi valoración personal aparece como aprobada… porque no es una catástrofe. Pero tampoco es buena. Ni mucho menos. He estado valorando seriamente el número de estrellas que le tocaban… y ninguna opción me satisfacía por distintos motivos. Una película japonesa, dirigida por Tōichirô Rutō, que ya se estrenó hace un tiempo en Netflix, y que había guardado en mi lista «para ver», sin encontrar un momento hasta esta semana. Una adaptación en acción real de un manga, en el que la protagonista es una joven estudiante de contabilidad que por la noche es asesina a sueldo. El caso es que la película es una mezcla de cosas que tienen sentido como adaptación de un manga y de otras cosas que flojean en gran medida. Quizá el principal problema es que estamos con un reparto que se esfuerza mucho, pero no acaba de cuajar. No sé.

No acierto a recomendarla. Y lo mismo que aparece como aprobada, según el humor con el que me hubiese pillado aparecería como suspendida. Como ya digo por causa de sus interpretaciones y del guion. En fin… un producto muy propio del país nipón, pero en un sentido que lo mismo acierta como pinchan estrepitosamente. El caso es que el material gráfico de origen está bien valorado… claro… por eso lo adaptan.

Valoración

  • Dirección: **/***
  • Interpretación: **/***
  • Valoración subjetiva: **/***

[Viajes] En Torrellas y Tarazona con película en color

Viajes

Ya adelanté hace unas semanas las fotografías realizadas con película para negativos en blanco y negro de la excursión con AFZ Asociación de Fotógrafos de Zaragoza a Torrellas y Tarazona. Y ya me llegaron a principio de esta semana las fotografías de los negativos en color que también hice en esa excursión en el día. Los detalles técnicos los podéis encontrar en Viaje en el dia a Torrellas y Tarazona con película negativa en color – Canon EOS 650 con Kodak Portra 160 y Kodak Gold 200. A continuación, simplemente, os dejo las fotografías.

Torrellas – Arte urbano

Tarazona

[TV] Cosas de series; asesinos, sexo y catástrofes desde Asia oriental

Televisión

Como en los últimos tiempos se me han acumulado muchas series para comentar, voy a darle al tema algunos empujones. Y hoy iremos con cosas que vienen de Asia oriental, de diversas nacionalidades, y que me han llamado la atención de una forma u otra. En general para bien, aunque hay alguna que es una mera curiosidad.

Mófǎng fàn [模仿犯, el imitador] denominada internacionalmente Copycat killer, en español El asesino mediático, es una adaptación taiwanesa de una novela de éxito japonesa de la escritora Miyuki Miyabe, de quien no he leído nada hasta el momento, del mismo título, 模倣犯, aunque de pronunciación diferente… pero no mucho, Mohōhan. Bueno… uno de los caracteres no es exactamente igual, por los procesos de simplificación de caracteres en distintos países, que no siempre coinciden. En cualquier caso, los protagonistas son un fiscal con un pasado problemático por determinados acontecimientos en su adolescencia, y una joven periodista que busca encontrar su voz y su carácter en su trabajo, pero sin perder la honestidad. Y un asesino en serie de mujeres jóvenes, que parece imitar a un asesino del pasado. Una serie que tiene altibajos, pero que globalmente me ha parecido muy interesante, especialmente en sus interpretaciones y en su ambiente, quizá es el guion o el desarrollo de la trama el que presenta algunas inconsistencias. Pero como va de menos a más, se perdona.

Fotográficamente nos desplazamos a Taipei, capital de Taiwan, uno de nuestros destinos televisivos de hoy.

Risqué Bussines: Japan es una serie surcoreana de tipo documental, pero que transcurre en Japón. En Tokio principalmente. Y la premisa es que, siendo Corea del Sur un país conservador y moralista, viajan al país vecino donde la industria del sexo, en sus diversas dimensiones parece más boyante y decidida. Por supuesto, no dedican ningún episodio a la prostitución, pero sí a los supermercados de productos para el sexo, a los fabricantes de dispositivos para la autosatisfacción sexual, al AV (adult video, es decir el cine/vídeo pornográfico), a los clubs con camareros macizorros para mujeres, y a las costumbres de citas y relaciones entre las parejas niponas. Es dinámica, agil, y los dos presentadores hacen bastante el payaso fingiendo escandalizarse de las cosas que ven o encuentran. Es más anecdótico que interesante. Yo no soy nada pacato, pero la visión acrítica del vídeo/cine porno no me acaba de convencer; no muy convencido de la ética de estas producciones, nunca, lo vistan como lo vistan. Las otras cuestiones me parecen más propias de la libertad de cada cual. Parece que habrá futuras temporadas en otros países asiáticos, siendo Taiwan el anunciado para un futuro más o menos próximo.

100man-kai ieba yokatta [ 100万回言えばよかった, ójala pudiera decirlo un millón de veces], internacionalmente conocida en inglés como Why didn’t tell you a million times, es una serie japonesa que combina el drama romántico con la investigación de una misteriosa desaparición y de un asesinato. La protagonista (Mao Inoue), tras años de relación amistosa, comienza una relación con su amigo de la infancia (Takeru Satō), un tipo muy majo, cocinero en una pequeña cafetería restaurante. Ambos convivieron juntos con una familia de acogida cuando sus propias familias no pudieron atenderlos siendo preadolescentes. Pero este desaparece y comienza su búsqueda. Y coincide que el desaparecido aparece implicado de alguna forma con el asesinato de una mujer. La trama implica a la protagonista, a un policía con quien empatiza (Kenichi Matsuyama), a otra mujer que estuvo con la familia de acogida, y una organización de oscuros fines. La serie oscila entre el drama y momentos más ligeros, y tiene toques fuertemente fantásticos, preternaturales, y tiene fuertes afinidades argumentales con una conocida y afamada película de principios de1990. A mí me entretuvo mucho, la chica protagonista es ubercharming, algo muy propio de los dramas románticos nipones. A mí, en estos momentos, esta serie me ha resultado simpática y amena, sin embargo, la «afamada película» hace tiempo que se me atraganta por empalagosa. Como curiosidad, en su sistema de numeración tradicional, un millón se dice 100 miriadas [100万, hyakuman]; en lugar de agrupar los grandes números de tres en tres cifras, lo hacen de cuatro en cuatro. Una miriada es igual a diez millares.

The days es otra serie japonesa, con su titulo original en inglés, basada en hechos tristemente reales; el accidente nuclear de la central Fushima Daiichi [Fukushima nº 1], que sucedió al terremoto y tsunami del nordeste de la isla de Honshu en Japón el 11 de marzo de 2011. Está basada en distintos documentos, fundamentalmente un libro realizado por un periodista, que se entrevistó con unos 90 implicados en el control del desastre, los informes oficiales de la empresa, y el llamado Testimonio Yoshida, realizado por Masao Yoshida (interpretado en la serie por Kōji Yakusho, principal carácter de la misma), ingeniero nuclear y gerente de la planta en aquel momento, que tomó decisiones trascendentes, incluso en contra de las órdenes recibidas, para controlar los reactores dañados. Actualmente hay ya un gran reconocimiento a la labor de los trabajadores y directivos que estuvieron en la planta conteniendo la desestabilización de los reactores, al mismo tiempo que se sigue criticando la acción del gobierno y de la empresa en general, pero durante tiempo fueron incluidos entre las críticas. Hoy hay consenso en que sin las decisiones de Yoshida y el trabajo de su gente, las consecuencias pudieron ser terroríficas. La serie dramatiza lo sucedido, ya avisa que no es del todo fiel porque simplifica por motivos de presentación argumental, en esto son claros, y claramente es un homenaje a los trabajadores, expuestos a radiación durante aquellos tiempos. Aunque sólo se han reconocido dos muertes potencialmente relacionadas con la exposición, además de los dos muertos por la acción del tsunami en el momento en que impactó con la central. Y los estimados 2202 muertos debidos a la evacuación (accidentes, desestabilización de enfermos crónicos y ancianos, y otras contingencias). No estoy seguro de la fiabilidad de estas cifras. La serie está bien, muy entretenida, aunque con exceso de escenas mostrando caras de sacrificio y determinación, de momentos heroicos. Pero nada grave. Obviamente está realizada a la estela de la excelente serie dedicada al accidente de Chernobil, es claramente inferior, pero no está nada mal. Es muy visible, incluso recomendable.

[Fotocomentario] El ángulo de visión humano

Fotografía

Nop. No voy a dar una respuesta clara y definitiva a esa cuestión, la del ángulo de visión humano. Una cosa es lo que ve un ojo, y otra cosa es lo que percibe y la información que nos da nuestro cerebro, al cual llegan los datos de la luz que nos llega a los ojos. La visión no es meramente un registro similar al de una cámara de fotos o de cine. Es un proceso integrado en el que interviene los órganos de la visión y la computadora biológica que es nuestro cerebro. Pero las fotos que presento hoy en Panorámicas en cámara de formato medio – Plaubel Makina 67 con Ilford HP5 Plus, me han recordado que es un tema sobre el que habitualmente debaten los fotógrafos. O los charlatanes de la fotografía.

«¿Cuál es la longitud focal de un objetivo fotográfico equivalente al ojo humano o a la visión humana?», se lee muchas veces aunque sean conceptos distintos. Un 50 mm, un 35 mm, el formato panorámico, un gran angular… De todo se oye o lee y todo el mundo lo argumenta con datos científicos. Lo cierto es que el campo visual humano es amplio, puede llegar a 130 º en la vertical, y casi a los 180 º en la horizontal, ovalado, lo cual daría la razón a los que hablan de que los objetivos grandes angulares serían los más próximos. Pero es difícil de afirmar que lo que obtenemos con un 15 mm (siempre focales referidas al formato 24 x 36 mm) no se parece a lo que vemos. Tenemos visión binocular y en tres dimensiones. Y ajustamos el enfoque constantemente de forma automática, inconsciente. Lo que vemos en la parte central de nuestras retinas se ve muy nítido y habitualmente muy enfocado, mientras que los campos laterales tienen poca nitidez, y pueden estar desenfocados. Pero nuestro cerebro, en su constante trabajar hace que lo percibamos todo nítido… aparentemente. Las comparaciones son difíciles.

Aun así, una mayoría de «expertos» abogará por el 40-50 mm. O focales que se encuentren cerca de la diagonal del formato fotográfico. 43 mm en el caso del 24 x 36 mm. Es fácil de calcular si conoces el teorema de Pitágoras; la raíz cuadrada de la suma de 24 al cuadrado y 36 al cuadrado. Pero yo siempre he tenido la sensación de que esas llamadas focales normales lo son porque son más fáciles de diseñar que los extremos angulares o teleobjetivos. Algunos hacían referencia a los cuadros de los pintores clásicos, antes de la llegada del impresionismo y el arte moderno, para argumentar. Pero algún estudio se ha hecho que los hay de todo tipo, con una predominancia de lo que consideraríamos un teleobjetivo corto. Lo cual tiene sentido si consideras que hay muchos cuadros que son retratos y bodegones. En fin… que la visión es una cosa, y las imágenes que creamos es otra, y que no merece la pena mucho hacer caldo de cabeza con estas cosas.

[Recomendaciones fotográficas] Inge Morath y otras cosas (de color)

Fotografía

Leo en una entrada de Instagram de Magnum Photos que es el centenario del nacimiento de Inge Morath. Nacida un 27 de mayo de 1923 en Graz, Austria, en tiempos confusos y convulsos, procedía de una familia cultivada, padres científicos, que le dieron una educación amplia y cosmopolita. Tras vivir su adolescencia y juventud en Berlín, acabó escapando al final de la guerra a Viena, donde inició un trabajo como corresponsal de prensa lo que le llevó a empezar a hacer fotos, donde destacó, siendo en 1949, con solo 26 años todavía, la primera mujer en la agencia Magnum, cuando esta se formó y empezó a funcionar. Y a partir de ahí,… una vida apasionante. Le «birló» el marido a Marilyn Monroe… oye. Y a propósito de estos, su trabajo con Cartier-Bresson fotografiando el viaje en coche atravesando Estados Unidos desde Nueva York hasta Reno, donde se rodaba The Misfits y conoció a Monroe, y a su entonces marido, Arthur Miller, todavía es uno de mis libros de fotografía favoritos, que hojeo con mucha frecuencia. Siendo una de mis fotógrafas favoritas… qué voy a decir. Que es absolutamente recomendable y que todo aficionado a la fotografía debería conocer su trabajo.

Acompaño la entrada de algunas fotos del viaje a San Francisco más centradas en la «fauna» humana que me pude encontrar por allí

Y poco más esta semana. Quizá las recomendaciones que aparecen en un artículo de Aesthetica, donde hay fotógrafos contemporáneos, y alguno que no, que creo que viene bien conocer también. Veamos quienes son.

Farah al Qasimi (Instagram), fotógrafa nacida en Abu Dhabi hace 32 años y que ofrece una colorida propuesta, como dicen, entre el horror y el humor, en la cual reinterpreta el espacio doméstico de cualquier familia que resida en una urbanización burguesa al uso en países como los Estados Unidos y otros. Se inspira en las películas de horror de los 70 y los 80. Una fotógrafa joven y muy dinámica.

Saul Leiter es un clásico redescubierto hace unos años que, por su carácter de pionero de la fotografía en color seria, hace mucho tiempo que me atrapó y ya no me soltó. Imprescindible.

No soy muy dado a los fotógrafos de moda, pero si uno quiere tener una visión completa del mundo de la fotografía también tiene que prestarles atención de vez en cuando. Por lo menos a algunos de ellos. Y creo que Tim Walker es de los que merecen la pena(Instagram mantenida por aficionados al fotógrafo, aunque abandonada desde 2016; una pena).

Otra mujer, otra pionera del uso del color, en esta ocasión en el retrato; Yevonde Middleton, conocida como Madame Yevonde. Retratos muy elegantes, muy influido por los surrealistas, aunque no una surrealista ella misma. Curiosamente, su mejor obra en color lo hizo con un proceso pionero, Vivex, pero que dejó de estar disponible a finales de 1939. Demasiado complejo, y poco práctico, para competir con los procesos que iniciaron lo que hoy conocemos como fotografía con película fotográfica en color. Pero era el alma de su estética, de colores saturados y bien definidos, aunque no necesariamente realistas. Pero a quién le importa la realidad; con lo gris mediocre que resulta muchas veces.

Finalmente, Wendy Red Star (Instagram), aborigen americana Apsálooke, más conocida como Crow. Una fotógrafa, artista en general, también muy colorida, que constantemente plantea el conflicto y el contraste entre las culturas aborígenes de Norteamérica y la cultura colonizadora, mezcla de culturas fundamentalmente europeas, aunque no únicamente, si lo piensas bien. Y disfruta de un excelente buen humor. También desciende de irlandeses… que durante mucho tiempo, para los ingleses, fueron tratados como un pueblo aborigen, pero nativos de las islas Británicas. Qué cosas.