No hemos podido ir a las salas de cine desde hace ya casi tres semanas. Así que he tirado de estrenos en plataformas en línea, en Netflix en concreto, para saciar mi necesidad de ver algo de cine. Aunque llegó a la plataforma sin mucho ruido, esta película británica dirigida por Philip Martin presentaba el aliciente de un reparto muy interesante. Y la falta de aliciente de su tema. Pero bueno… había que darle una oportunidad.
La película se basa en hechos reales, aunque como advierten al principio, hay cosas que son ficción, que son imaginación, porque no se puede constatar lo que los protagonistas de la historia hicieron en su intimidad, en situaciones no registradas por los medios o no contadas por quienes los vivieron. La historia es la de como los periodistas de la BBC consiguieron una entrevista con el Andrés de York (Rufus Sewell), hijo de la hija Isabel II del Reino Unido, sobre su relación con el millonario y delincuente sexual norteamericano Jeffrey Epstein. Una entrevista que tuvo como consecuencia que se apartará al aristócrata de las actividades de la familia real británica y se le retirarán determinados tratamientos honoríficos. No más alteza real. Se centra la película en la productora de un programa de la BBC, Sam McAlister (Billie Piper), y su empeño para llevar la historia a la pantalla ante la reticencia de sus compañeros, y en reproducir la entrevista que fue conducida por la presentadora Emily Maitlis (Gillian Anderson).
Esta es una de esas películas británicas que no tienen defectos. Pero que más allá de que te supongan 100 minutos de entretenimiento, tampoco van a dejar un recuerdo especial. Con un reparto muy sólido, como es propio de los británicos, y una realización correcta, con sabor a telefilme con pretensiones, es un producto funcional, pero que no parece aspirar a más… y que no consigue nada más. Al fin y al cabo, su realizador procede del mundo televisivo, donde ha dirigido episodios de series y telefilmes, algunos de cierto prestigio. Pero un medio donde el director no tiene la importancia o relevancia que en el largometraje cinematográfico. Y ahí se mueve.
Si sois suscriptores a la plataforma, pues no pasa nada si la veis. Pasáis el rato con un producto digno y ya está. Pero si no… pues tampoco pasa nada si no la veis. Es prescindible. Y aparte está el hecho que el personaje real me resulta definitivamente muy desagradable y eso me resta interés. Por muy buen actor que sea Sewell, que creo que es el intérprete más destacado en esta producción.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: ***