[Cine] Un lugar donde refugiarse (2013)

Cine

Un lugar donde refugiarse (Safe Haven, 2013), 28 de abril de 2013.

El monzón ha llegado y se ha instalado en estas áridas latitudes. Lleva un par de días lloviendo sin prisa pero sin pausa, con temperaturas impropias de la época. Por lo bajas. Así que lo único que se nos ocurre hacer en el fin de semana en un momento dado es ir a ver una película aunque la cartelera no está muy motivadora. Pero vemos que echan una de Lasse Hallström, que tan buenos recuerdos cinematográficos nos ha dejado en el pasado. Un director con oficio a la hora de trasladar historias a imágenes en movimiento, y que ha sido capaz de ofrecernos algunas historias de las que te tocan el corazoncito. Veremos a ver que tal en esta ocasión, porque también se aprecia alguna irregularidad en su trayectoria.

Empieza la película y vemos como una chica joven, rubia, discretamente vestida, toma un autobús huyendo de algún sitio. Acabará llegando a una pequeña población costera en las Carolinas, donde nos enteramos que se llama Kate (Julianne Hough), encuentra un trabajo y un lugar discreto y apartado de las miradas indiscretas donde vivir. Allí hará una amiga que la visitará de vez en cuando y que le servirá de empuje de arraigo en la nueva comunidad, su puerto seguro, y que se presenta como Jo (Cobie Smulders). Y conocerá a un simpático y atractivo viudo con dos niños pequeños, Alex (Josh Duhamel), que regenta el supermercado local, y por quien pronto empezará a sentir algo más que simpatía. Pero también conoceremos que un policía la busca, Tierney (David Lyons), y que lanza una orden de busca y captura de la joven, bajo el nombre de Erin Tierney, sospechosa de asesinato.

A ver. Si con los datos que he dado en el resumen argumental uno no intuye por donde van los tiros… No vamos a negar el oficio de Hallström para rodar, pero aquí pone su habilidad al servicio de un drama romántico con absurdo toque sobrenatural que resulta banal. Por conocido, por repetido, por que no aporta absolutamente nada. Una historia más propia de telefilme barato para una sobremesa aburrida que para un director que ha pretendido en más de una ocasión jugar en la primera división del cine internacional.

En cuanto a las interpretaciones, pues básicamente son todos muy guapos. La chica protagonista desde luego es una monada. Pero al mismo tiempo, sus personajes son tan plano y estereotipados, que poco lugar al lucimiento interpretativo hay. Lo único que tienen que hacer es ponerse ante la cámara y lucir bien, mientras se desarrolla una historia sin especial miga.

En el resumen final de esta reseña, voy a contenerme un poco. Probablemente, mis malas sensaciones estén relacionadas con las altas expectativas que te genera el responsable de películas que tocan la fibra como The Cyder House Rules (Las normas de la casa de la sidra)Chocolat, o esa delicia reciente, que paso relativamente desapercibida, Salmon Fishing in Yemen (La pesca del salmón en Yemen). Ya he reconocido que también hay cierta irregularidad en la obra del director. Quizá podamos aceptar esta película que nos ocupa hoy como un drama romántico sencillo, que nos permite pasar plácidamente una lluviosa tarde de primavera, mientras vemos el trascurrir de los acontecimientos al principio del verano en un puerto seguro en el norte de las Carolinas. Y la chica es mona. Muy guapa.

Bah. No me ha convencido nada. Y menos el giro final sobrenatural. Aunque casi me lo esperase. Pura cursilería.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

Hoy aprovecho la fotografía de la entrada para recordar que podéis visitar mi TumblrDe viaje con Carlos, con fotografías de mi deambular por el mundo.

Hablando de puertos seguros, quizá un atardecer sobre los puertos de la península de Istria; en concreto, Piran, en Eslovenia.

[Libro] Fuckowski, memorias de un ingeniero

Literatura

Me encuentro con la recomendación de este libro a partir de la iniciativa de un par de simpáticas blogueras para «apadrinar libros». El desembolso de su versión electrónica es realmente modesto, y puede ser una experiencia distinta. Porque este es uno de esos libros que se gestó a través de internet, y que poco a poco van tomando forma, y puede suponer la forma en que se geste la literatura del futuro inmediato. Bueno. No tengo ni idea de si será así. Pero a lo mejor.

Fuckowski, memorias de un ingeniero
Alfredo de Hoces
Edición electrónica

Libro que suponemos con tintes autobiográficos que su autor Alfredo de Hoces publicó en internet, donde está disponible para su lectura gratuita si se quiere, aunque yo compré el libro electrónico, para mayor comodidad. En una serie de capítulos, este ingeniero que no tiene la carrera terminada va contándonos las miserias de su vida laboral como programador en una empresa de consultoría informática, hasta alcanzar la epifanía que le lleva a dar un cambio en su vida, y afrontarla con otra perspectiva.

En líneas generales, es un libro divertido. A veces muy divertido. El episodio de los huevos es para morirse de la risa. Pero yo soy funcionario público y, por lo tanto, la casuística de las relaciones laborales tiene elementos distintos en algunos aspectos, que ahora no voy a comentar. Simplemente decir que hay cosas que he visto reflejadas que también se dan en mi entorno, otras que no aunque las intuía o había oído hablar de ellas, y otras que me parecen marcianas. Y si así va la empresa privada, como para que me vengan criticando a los que ejercemos la función pública. Y tengo razones, por los contactos eventuales entre empresa privada y administración pública, que no poco de verdad hay en el libro.

Sin embargo, he encontrado la obra más superficial de lo que esperaba. Como parodia funciona bastante bien, pero como reflexión en profundidad tengo la sensación de que voy navegando mientras leo en un mar de lugares comunes, algunos bastantes predecibles. Entendámonos, es divertido. Más si tienes alguna profesión similar de alguna forma a la del bueno de Fuckowski, pero supongo que algunos matices se podrían haber añadido, especialmente a la retahíla de estereotipados personajes que van desfilando por el libro.

Nido

Fuckowski cambia su vida tras encontrar un pichón caído de un nido; en el soto de Cantalobos, el sábado encontramos en el suelo el nido, pero sin pichones… la metáfora puede ser menos esperanzadora y más inquietante…

[Fotografía] Recomendaciones semanales; fundamentalmente fotógrafos contemporáneos, aunque no todos

Fotografía

Hoy tenía acumuladas recomendaciones de las dos últimas semanas; pero he reducido a algunas cuantas, fundamentalmente de fotógrafos contemporáneos, con alguna excepción. Acompañaré la entrada con algunas fotografías de la quedada de ayer de Fotógrafos en Zaragoza por un lugar por el que voy con cierta frecuencia, pero no me canso. El soto de Cantalobos.

Empecemos de todos modos por un fotógrafo del pasado. Fotógrafa. Lee Miller. Hace unos días, eIconic Photos nos presentaban una de sus fotografías, aquel autorretrato que se hizo mientras cubría la invasión de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Tomando un baño en la bañera de Hitler, en su residencia en Múnich. Mucho se ha hablado de lo que quiso representar la fotógrafa con esa imagen. Era una fotografía con formación surrealista. Por lo que no era ajena a los simbolismos de todo tipo. Se han publicado más imágenes que se tomaron en aquel instante.

Azud

Comenzamos el paseo fotográfico desde el azud del Ebro; el día está inestable, con nubes y claros, y posibilidad de algún chaparrón.

Ababoles

Antes de internarnos en el soto, nos entretenemos con algunos ababoles (amapolas dicen en Castilla), que ya pueblan los campos a estas alturas de la primavera.

El Photobooth de The New Yorker nos presentaba las extrañas pero interesantes fotografías de Nina Leen, nacida en Rusia, pero que vivió por todo el mundo hasta que se estableció en Estados Unidos. La fotógrafa murió hace un tiempo ya. No está de más echar un vistazo a las interesantes imágenes.

Six Shooters es un fotoblog mantenido entre seis fotógrafos que mantienen un diálogo mediante imágenes entre ellos. De vez en cuando muestran imágenes realmente interesantes. Como esta de Heidi Lender. Que es una de las fotógrafas que más me gustan del sexteto.

En Lenscratch nos hablan de la monografía titulada Disquiets de Amani Willett. Y me ha parecido una serie muy interesante, con un interesante uso del color y de la luz, en un conjunto de imágenes con sujetos variados, pero fundamentalmente en clave baja que transmiten esos desasosiegos de los que habla el título.

Gotas de rocío

Conviene llevarse algún objetivo macro o al menos con capacidad de aproximación cuando uno entra en un bosque; siempre surgen motivos, como las gotas de lluvia y rocía.

Soto

O estas setas, que no abundaban pero que alguna había.

Un artículo de The Guardian nos habla de la principal premiada en los Sony World Photography Awards,  Andrea Gjestvang, por sus retratos de algunos de los supervivientes de la masacre de Utøya en Noruega, una año después de estos acontecimientos. La serie se llama Un día en la historia y creo que merece la pena un vistazo.

Aunque una de mis fotógrafas favoritas, Inge Morath, dudaba de que la fotografía en color pudiese tener nivel artístico, cosa que quedaba reservado al blanco y negro, nunca he sido de la misma opinión. De hecho, tengo un libro de la propia fotógrafa que lo desmiente. En cualquier caso, Rafael Roa nos recomienda un vistazo a la obra de Harry Gruyaert, que básicamente me da mucha envidia por mi incapacidad para acercarme mínimamente a esa capacidad para mirar.

Peleando con la profundidad de campo y las umbrelas de florecillas amarillas

De todas formas, la fotografía de aproximación no es una disciplina fácil y exige su esfuerzo

Soto

El objetivo de 50 mm es un todoterreno útil para un paisaje en un entorno cerrado como es el interior del bosque de ribera. Aunque gustosamente hubiera usado el 35 mm que olvidé en casa.

Volvamos al tema del retrato, y recojamos la recomendación del blog Lightbox de Time, que nos habla de la fotógrafa iraní Newsha Tavakolian, que nos hace un recorrido por la sociedad iraní con unos retratos que muestran básicamente la desesperanza de una generación por las condiciones sociopolíticas del país.

No le gusta mucho a Rafael Roa la fotógrafa holandesa Hellen Van Meene. Pero he encontrado alguno de sus retratos que me han llamado la atención. Así que lo mejor será que cada uno considere lo que crea oportuno.

Por último, y en un artículo que nos trae Le Journal de la Photographie, podemos conocer la serie de la finesa Marja Pirilä, en la que combina los retratos de personas en sus dormitorios o en sus salones, con la técnica de la cámara oscura en la que convierte sus habitaciones. Mas allá de la curiosidad, he encontrado interesantes las imágenes.

Huellas en el paso hacia el bebedero en el Ebro

Aun con riesgo de meternos, literalmente, en algún barrizal, nos acercamos a la orilla del Ebro, donde descubrimos las huellas de los animales, carnívoros y herbívoros, que usan esta acceso a la orilla de río como bebedero.

Ebro

El día había comenzado nuboso e incierto, pero conforme avanza la mañana se despeja. Se aleja el peligro de lluvia, pero empeora la luz, que se hace demasiado dura para fotografiar. Salvo los momentos en que el sol queda velado por alguna nube pasajera.

[Cine] La caza (2012)

Cine

La caza (Jagten, 2012), 27 de abril de 2013.

Nuevamente acudimos al cine europeo buscando calidad en esta primavera tan floja en lo que se refiere al séptimo arte que viene del todo poderoso «otro lado del charco». Y en principio nos hemos propuesto evitar cualquier tentación de caer en las garras de las tonterías del género de superhéroes, del cual en estos momentos está dando la lata el tipo del traje de hojalata. Ya andamos un poco quemados de las chorradas envueltas de pirotecnia. Así que optamos por arriesgarnos a ver una del danés Thomas Vinterberg. Una vi de este cineasta hace ya un tiempo, cuando firmaba los postulados del Dogma 95. Nunca he sido partidario de las posturas dogmáticas, aunque reconozco que aquella me impresionó notablemente, para bien; si bien es cierto que salías con ganas de pegarte un tiro y abandonar este perro mundo. Un poco de miedo nos daba que por buena que fuese, esta que hoy nos ocupa nos dejase la misma sensación.

Estamos en una pequeña población danesa, donde Lucas (Mads Mikkelsen) trabaja en una guardería, en la que goza del respeto de sus compañeros y del cariño de los niños, a los que cuida con esmero y simpatía. Sin embargo, no le faltan problemas. Vive solo, y su divorcio ha sido traumático, con problemas para que su exmujer le permita relacionarse con su hijo adolescente, Marcus (Lasse Fogelstrøm) con quien tiene buen rollo. Es cierto que su buen talante le permite tener su grupo de amigos, entre los que destaca Theo (Thomas Bo Larsen), y una compañera de trabajo, una inmigrada rusa llamada Nadja (Alexandra Rapaport), empieza a mostrarle algo más que afecto. Pero un día, una de sus alumnas, Klara la hija de Theo, se ve contrariada porque no le consiente según que cosas. E influenciada por unas revistas pornográficas que su hermano mayor le ha enseñado, contará que Lucas le ha enseñado su órgano sexual. Y será creída. Por toda la comunidad. Y empezará el infierno para Lucas. Porque salvo su hijo y su hermano, nadie más le creerá inocente.

Niños daneses divirtiéndose en un carrusel

En una población danesa indeterminada transcurre la película, quizá no muy distinta a esta cerca del Helsingor donde unos niños y jóvenes se divierten en un carrusel.

Abandonadas ya las posiciones dogmáticas como cineasta, Vinterberg nos ofrece un drama de una factura precisa, en el que con precisión quirúrgica nos presenta la disección de las crueldad social de una población, de una comunidad que teóricamente pertenece a uno de los países más cultos y avanzados socialmente, que bajo la premisa de que «los niños nunca mienten», condenan de antemano a un hombre que no ha mostrado nunca más que bondad hacia todos ellos. Una repulsa social que no carece de elementos de violencia propios de las comunidades cerradas menos desarrolladas. El devenir de la película es tanto más inquietante por el desasosegante final que nos ofrece Vinterberg, que con una factura técnica primorosa nos muestra que es capaz de seguir contando historias que te hacen replantearte completamente la potencial bondad del ser humano.

Y toda esta historia está soportada especialmente sobre los hombros de Mikkelsen. Este es un actor que ha saltado ya a la escena internacional. Si bien lo conocimos mundialmente haciendo de malo en una de esas tonterías pirotécnicas de 007, en los úlitmos meses lo pudimos ver en una película que si bien tenía sus fallos, él no era uno de ellos, y ahora lo tenemos representando al famoso Hannibal Lecter en una serie de televisión. El caso es que este danés es un intérprete de primera que nos muestra su mejor hace en esta película, donde se aleja de la fortaleza física y psicológica de los papeles que le hemos visto en otras producciones, para ofrecernos un ejemplo de fortaleza ética en medio de un mar de hipocresías. El resto del reparto cumple también con nivel alto.

Esta es una película que me ha gustado. Pero que además es de las que deja un regusto que mejora todavía más la sensación que te deja el visionado. Te hace pensar, y la valoras más conforme va pasando el tiempo y la asumes. Desde luego, no se la recomendaría a los devoradores de palomitas que van al cine a hacer ruido mientras digieren espectáculos pirotécnicos descerebrados, pero para cualquier otro aficionado al cine que aprecie una buena historia, una buena realización y una buena interpretación,… pues ya tarda en ir a verla.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
En los bosques de Dinamarca

Y entre bosques como estos que vemos pasar desde el tren en la propia Dinamarca se producirá la caza a la que alude el título; aunque al final no tengamos claro qué caza es o cuando terminará.

[Televisión] Cosas de series (o no series); un pueblo enfermo, una ciudad martir y un país enloquecido

Televisión

Tres cosas notables traigo hoy para comentar en esta entrada televisiva de hoy. Dos miniseries que he terminado de ver recientemente y un documental para televisión. Pero antes una nota. En el último episodio de Doctor Who estuvo de actriz invitada la «ubercharming» Jessica Raine que da vida habitualmente a la comadrona protagonista de nuestra serie de comadronas favorita. No sé si hay muchas con este tema, así que… Un encanto la chica esta… No anda sobrada de rasmia, pero un encanto…

También decir que, como ya suponía, he abandonado la historia de clones Orphan Black. Me empezaba a resultar cargante ver a la misma actriz cambiando de acentos y de maquillaje constantemente. Y he empezado una miniserie. Ice Cream Girls. Un crimen en el que están involucradas dos adolescentes inglesas en una pequeña ciudad a orillas del mar… Chico, que peligrosas son las pequeñas ciudades inglesas a orillas del mar.

Mucho se podría decir del rigor histórico que el paradójicamente llamado canal History aplica a sus producciones. Visité hace casi dos años Gamla Uppsala, lugar donde se supone que los nórdicos tenían una especie de santuario antes de la llegada del cristianismo, y el paisaje y el ambiente no tenían nada que ver con lo mostrado en en Vikings. Pero ni por casualidad. Que conste que la serie me divierte mucho.

Y puestos con los brutos guerreros, que notable final el del último capítulo que han emitido de Game of Thrones. Sigo siendo incapaz de seguir el conjunto de la historia, pero también me lo paso pipa con cada capítulo. En cualquier caso, fíate tú de las rubitas con aspecto de mosquita muerta.

Pero vamos a lo que vamos

Top of the Lake

Miniserie de siete episodios bajo la batuta de la directora de cine Jane Campion. En estas semanas hemos visto como desaparecía una niña de 12 años, Tui (Jacqueline Joe), embarazada, de la aparentemente idílica población de Laketop en Nueva Zelanda. La detective Robin Griffin (Elisabeth Moss) está de visita en el pueblo, de donde es natural, visitando a su madre enferma de cáncer. Aunque trabaja habitualmente en Sidney, Australia, acepta hacerse cargo del caso, ya que está especializada en tratar con niños y adolescentes. Pronto comprobará que las cosas no van a ser fáciles de investigar. Se mezclarán un jefe de policía, Al Parker (David Wenham), que colabora a ratos; un capo de la mafia local de la droga, Matt Mitcham (Peter Mullan), que además es el padre de la niña; y los propios fantasmas del pasado de Robin que arrastra una historia en su adolescencia que le pesa como una losa y que la llevó a escapar del ambiente del pueblo. Un pueblo que resultará no tener nada de paradisiaco, pese a la naturaleza virgen que lo rodea, y sí mucho de infierno.

Nos encontramos ante una serie densa, en la que se tratan muchos temas, y muchos conflictos personales y sociales. Un duro repaso a lo que son las sociedades cerradas, que funcionan con reglas propias, comunidades realmente podridas en sus mecanismos de funcionamiento social. La serie es un poco irregular, con momentos en los que avanza con paso si no ligero por lo menos definido, y otros en los que se vuelve morosa y se pierde en detalles, que vista en su conjunto, aportan poco a la historia. También estamos ante una historia que tiene una final más abierto de lo que parece, porque la resolución del caso policial no conlleva que se haga justicia, o que el futuro de los protagonistas se habrá más allá de la pequeña ventana que proporciona saber qué ha pasado. Pero lo pasado, pasado está. Y el futuro puede ser igual de incierto y duro.

Esta serie, cuya realización es visualmente muy cuidada, se sostiene sobretodo en la excelencia del elenco que da vida a este conjunto de difíciles personajes; solo por este motivo, ya es una serie absolutamente recomendable. Empezando por Moss, que demuestra que es algo más que la chica de Mad Men.

Hemos empezando hablando de novedades que nos llegan desde la orilla del mar en Inglaterra; algún sitio parecido a Margate, donde está tomada esta fotografía del mar del Norte.

Hemos empezando hablando de novedades que nos llegan desde la orilla del mar en Inglaterra; algún sitio parecido a Margate, donde está tomada esta fotografía del mar del Norte.

Nanking

Buscando cosas sobre las masacres del ejército japonés en la ciudad de Nankín, capital china en el momento en que estalla la Segunda guerra chino-japonesa, precursora de la Segunda guerra mundial en el Pacífico, me encuentro con la existencia de un documental de 2007 sobre el tema. El documental está basado sobre los escritos que se conservan de personas de la época, y hay tres formas de llevar a la pantalla a los protagonistas de los hechos:

Testimonios de algunos supervivientes de la masacre, en general, personas chinas que se encontraban en la ciudad, en general muy jóvenes, y que vivieron para contarlo.

Recuperación de testimonios de personas que estuvieron allí, y que se grabaron en el pasado. Se suele usar para conocer el punto de vista de los soldados japoneses.

Utilización de actores y actrices que representan lo que dirían aquellas personas que estuvieron allí pero ya han fallecido. Sabemos lo que opinaban a través de lo que escribieron en diarios, cartas o relatos de los hechos. La mayor parte de estos representan a los occidentales que organizaron la zona de seguridad en la ciudad, y a algunos militares japoneses. Hay nombres conocidos como Stephen DorffMariel HemingwayJürgen Prochnow o Woody Harrelson, por mencionar a algunos de los muchos que salen.

El documental es de gran interés y está muy bien realizado. Pero tiene un problema básico. Está centrado en exaltar la acción de los extranjeros occidentales en la ciudad, con cierto paternalismo hacia las poblaciones orientales. Creo que hubiera estado más equilibrado si se hubieran contado más puntos de vista, tanto de los responsables chinos como de los japoneses. En estos casos, se pone voz sobretodo a la gente común civil y a los soldados de baja graduación japoneses. Pero bueno, teniendo cuenta este parcial punto de vista, es un documental para televisión que tiene un buen nivel de realización y de interés. Y sobretodo, digan lo que digan los nacionalistas japoneses, no es un filme antijaponés. En varias ocasiones se encargan de insistir en ello, lo que buscan es exponer los horrores de la guerra moderna, especialmente contra las poblaciones civiles. De despertar el sentimiento antijaponés ya se encargó con gran dedicación y entrega el «honorable» ejército imperial en su momento.

No dispongo de imágenes ni de China ni de los lagos neozelandeses; pero respecto a estos últimos, este lago noruego visto desde el tren entre Oslo y Bergen será un perfecto sustituto.

No dispongo de imágenes ni de China ni de los lagos neozelandeses; pero respecto a estos últimos, este lago noruego visto desde el tren entre Oslo y Bergen será un perfecto sustituto.

Unsere mütter, unsere Väter

Miniserie de tres capítulo de hora y media realizado en Alemania, sobre las vidas y padecimientos de los propios alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Declarada por algunos como la Band of Brothers (Hermanos de sangre) alemana, es una comparación con la que no estoy de acuerdo, ya que se trata de dos productos distintos. En cualquier caso, estamos ante un intento muy loable y realizado con abundancia de medios por dar una visión germánica a un conflicto sobre el que como derrotados no les ha tocado escribir la historia. Que muchas veces se ha dicho, la escriben los vencedores.

La serie, cuya título traducido sería «Nuestras madres, nuestros padres», se desarrolla en tres actos de hora y media de duración, cuyos títulos traducidos serían:

Otros tiempos: En la primavera de 1941, momento en el que conocemos a los cinco jóvenes amigos protagonistas que seguiremos durante toda la serie, y que se sitúa en vísperas de la invasión alemana de la Unión Soviética. Es un momento de euforia germánica, aunque las actitudes críticas se ven en uno de los jóvenes soldados que tiene inquietudes intelectuales, y en el único amigo del grupo que es judío.

Otra guerra: Aquí nos encontramos a los personajes justo en el momento central de la guerra, cuando se va a celebrar la batalla de Kursk, momento que supuso el principio del fin para Alemania. Todos han comprendido que esta guerra no es lo que pensaban, y encontramos a todos los personajes ya profundamente afectados por la situación, y con signos de que están cambiando rápidamente.

Otro país: Es el final de la guerra, la retirada final, la destrucción de Alemania, tal y como la conocían. No todos ellos volverán a sus casas, y ninguno volverá como era.

El producto, como reflexión histórica tiene su interés. Al contrario de lo que sucede con la producción norteamericana con la que se compara, los personajes son reales; pero se supone que reúnen los caracteres o peripecias de personas reales. No esconde las perversiones del régimen nazi, que son expuestas de forma clara, casi un tanto tópica, como ya se ha visto en numerosas ocasiones en producciones de diverso signo. No nos descubren nada nuevo. Como aportación propia, no creo que llegue a profundizar todo lo que yo esperaba en los sentimientos y vivencias del pueblo alemán. Creo que se queda en los tópicos ya conocidos.

En lo que es novedoso es en que, puestos a dar estopa, repartimos para todos. Así, hay violadores entre los rusos (cosa que fue tristemente cierta), hay antisemitismo entre los partisanos polacos (esto ha sentado muy mal en Polonia, pero también se han documentado estados de antisemitismo entre los pueblos eslavos, e incluso algún pogromo en este país entre los supervivientes judíos al final de la guerra), o la capacidad de connivencia de los administradores aliados, norteamericanos por ejemplo, permitiendo que algunos jerarcas menores nazis se reconvirtieran al funcionariado alemán del posguerra (esto también está documentado). En la guerra moderna, no hay buenos y malos. Hay malos y peores. Los nazis eran los peores, los demás… que cada palo aguante su vela.

Como resumen, es una producción que tiene su interés, aunque quizá el excesivo simplismo de alguno de sus planteamientos le quita profundidad, y por lo tanto yo lo veo más en el lado del entretenimiento televisivo que en el de la reflexión histórica verdadera. Además, me quedé con la sensación de que hay errores de producción que cantan un poco. Más para quien conozca la realidad de los hechos históricos.

Anécdota fotográfica: Uno de los ejes que unen a los cinco protagonistas es una fotografía que se hacen la última vez que coinciden todos juntos en Berlín, en el primer capítulo. La fotografía es tomada con una Leica, modelo III, porque lleva rueda de velocidades lentas además de telémetro, y utilizando el temporizador para salir todos en la foto. Según he consultado en uno de los libros de Erwin Puts, un señor holandés que todo lo sabe sobre Leica, este dispositivo se incorporó en el modelo IIId, durante la guerra mundial, aunque hubo algunas IIIc que se fabricaron también antes del conflicto mundial a las que se les añadió con posterioridad. De hecho, mi IIIf no tiene, y es del año 51; es decir, semejante dispositivo no estaba generalizado. Dado que el modelo IIId fue raro, sólo se hicieron unos pocos cientos, es improbable que estos chicos usasen una cámara de estas. Así que hay que suponer que se trata de una cámara posterior. Tal vez una IIIf. Curiosamente, en el tercer capítulo aparece un oficial de las SS documentando una represalia contra la población civil polaca con lo que parece por la separación entre el visor de toma y el visor del telémetro una Leica IIIa. Modelo bastante anterior. Sin temporizador, claro. Pero con una bonita funda de cuero.

No faltan recuerdo de la barbarie bélica en Berlín; como la ruinosa iglesia conmemorativa que vemos desde la Tauentzienstraße.

No faltan recuerdo de la barbarie bélica en Berlín; como la ruinosa iglesia conmemorativa que vemos desde la Tauentzienstraße.

[Libro] Diario de un don nadie

Literatura

Sigo explorando lo que tienen que ofrecernos las editoriales que se dedican a libros menos habituales. Entre ellas está la Colección Otras Latitudes de Nórdica. Y en esta ocasión, visito a un escritor humorístico tardovictoriano, en lo que prometía ser una novela muy divertida. Vamos a ver en que ha quedado.

Diario de un don nadie
George Grossmith (texto) y Weedon Grossmith (ilustraciones); traducción de Íñigo Jáuregui
Colección Otras Latitudes, Nórdica Libros; Madrid, 2012
Edición electrónica

Tenemos ante nosotros una novelita cómica en forma de diario escrito por Mr. Pooter, empleado de una firma de la City londinense a finales del siglo XIX, y nos cuenta lo que le pasa a él, a su familia y a sus más o menos extravagantes amistades desde que se mudan a una nueva casita, muy pequeño burguesa, en un suburbio londinense, Holloway, hasta que Lupin, su hijo, les anuncia que se va a casar con una improbable pretendiente.

Ante nosotros no tenemos una historia propiamente dicha. Estamos ante una crítica sin paliativos de la acomodada y acomodaticia sociedad londinense de finales de la época victoriana. Anclados en un conservadurismo estéril, los autores representan en el inepto social que es Pooter y en sus amistades y parientes todos los defectos de esta sociedad. Eso sí, sin que las alternativas, más dinámicas, representadas por Lupin, Pooter hijo, representan valores éticos superiores.

El libro es divertido, pero a mí sólo consigue arrancarme alguna risa de vez en cuando. Supongo que me faltan referentes culturales para entender todas las ironías y coñas que se permiten los autores. En cualquier caso, ha sido una lectura entretenida. Y ahora, a otra cosa mariposa,… que al protagonista le gusta hacer chistes, pareados, juegos de palabras,… todos ellos absolutamente ridículos.

Esquina en Portobello Road

No he visitado Holloway, ni tengo fotografías de ese «borough» londinense, pero seguro que tiene «pubs» como «The Sun in Splendour» de Portobello Road.

[Fotos] Hoy es San Jorge, un año más día de la comunidad autónoma de Aragón

Cultura, Fotografía personal, Música

Pues eso. Un año más. Cuatro gatos en plan reivindicativo, los libros en Independencia, y algo de música en diversas plazas, y otros actos de animación callejera. Sin gastar mucho. Nada que ver con los fastos de antaño. He hecho un recorrido similar al del año pasado. Tras pasar por entre los puestos de libros, un poco de música folclórica en San Felipe, y lo que el Conservatorio Superior de Música de Aragón nos ha traído a la plaza del Pilar. La luz ha sido bastante infame para hacer fotos. Cielo despejado, y sol implacable y vertical del mediodía. Pero bueno, menos da una piedra.

Víspera de San Jorge, con una bonita luz al caer la tarde sobre la Calle Alfonso y la basílica del Pilar.

Como todos los años, los floristas proporcionan el material para fabricar la bandera de Aragón como tapiz de flores.

Pero por la situación de la nueva parada del tranvía, ya no se puede hacer al pie del monumento al Justicia; aunque se sigue haciendo en la plaza de Aragón.

Estos cuentos troquelados en los puestos de los libreros en Independencia me parecen idénticos a los que yo tenía de pequeño. Desde luego el de la Ratita Presumida, la Caperucita, y el Guardia Urbano.

Y copiando las costumbres de nuestros vecinos orientales, que no falten las rosas para acompañar los libros.

Mucho músico callejero fuera de programa, sobretodo en las peatonales de gran frecuentación como la Calle Alfonso.

En la plaza de San Felipe, un grupo folclórico de la provincia de Huesca, Olga y los Ministriles.

Igual que el grupo del año pasado, una pareja de bailarines se unían a la música del conjunto, animando a los espectadores a bailar. Cosa que no ha sucedido, al contrario del año pasado.

A pesar de que la gente este año estaba más sosa, he de decir que las canciones han sido bonitas y muy bien interpretadas, y la cantante,Olga, lo ha hecho realmente bien. A cada cual, lo suyo.

El Ensemble de Saxofones del Conservatorio Superior de Música de Aragón lo han hecho muy bien, con algunas piezas realmente estupendas. Pero no han tenido la espectacularidad de la Banda Sinfónica del año pasado, ni la coherencia en el programa que han tocado. Pero bien, ¿vale? Que han tocado algún tango que a mí me ha sonado a Piazzola muy bien.

El único problema que he sufrido es que la luz del día, y más en las horas centrales del mediodía, ha sido durísima. Y las fotos las hecho casi todas a contraluz. Y he tenido que tirar del Elmar-C 90/4, que da buena calidad de imagen,… salvo que no se lleva muy bien con los contraluces y me he dejado el parasol en casa… pérdida de contraste, alguna luz parásita que otra,… error de novato.

[Cine] To the Wonder (2012)

Cine

To the Wonder (2012), 19 de abril de 2013.

Hubo un tiempo en que el estreno de una película de Terrence Malick se podía considerar un acontecimiento. Pasaban lustros entre unas y otras, y sabías que iba a ser algo especial, algo distinto, algo que te podía convencer más o menos, que te iba a gustar más o menos, pero que no te iba a dejar indiferente, y que iba a ser bello. Algunos lo definen como un director-autor, otros como director-«más raro que un perro verde», pero en mi opinión ya nos ha dejado alguna obra de arte cinematográfica. Bien, pues ahora va y nos sorprende con una nueva película cuando no han pasado ni dos años de su última, extraña y no bien comprendida obra.

La película nos cuenta la historia del amor y del desamor de Neil (Ben Affleck), norteamericano que vive en algún lugar de las grandes praderas del oeste, y Marina (Olga Kurylenko), europea residente en París con una hija de diez años de una relación anterior. Una relación que tendrá sus momentos felices, sus paréntesis, donde aparecerá otra mujer en la vida de NeilJane (Rachel McAdams), y que en los momentos difíciles tendremos también la intervención de un sacerdote católico el padre Quintana (Javier Bardem).

Esta película tiene algunas de las cuestiones en común que vemos en otras de sus películas. Las relaciones entre hombre y mujer, la relación con los hijos, las cuestiones existenciales y religiosas, y mucho rodaje con una luz muy bonita en el atardecer de las grandes praderas. Más o menos urbanizadas. Pero por lo demás, y no sé si los expertos en analizar películas luego dirán otra cosa, a mí me ha parecido una propuesta muy vacía, en la que el poético envoltorio visual es el regalo. Dentro hay nada o casi nada. Las dificultades de relación entre dos personas con orígenes culturales distintos han sido contadas muchas veces y mejor. La presencia del sacerdote es comprensible a veces, y otras,… pues yo que sé que pinta. El interludio con la otra chica,… tampoco sé si lleva a algo. Y si algo realmente trascendente nos quiere transmitir Malick,… pues en esta ocasión supongo que soy un tarugo y no lo pillo. O no me interesa. No lo sé.

No puedo hablar de las interpretaciones. O sí. No sé si son interpretaciones. Me pasó con algunos momentos en su anterior película. Personas que ponen caras, que danzan, que abren los brazos y miran al sol, que se cogen, que se dejan… Ben Affleck no es la persona más expresiva del mundo, como para depender de su interpretación para entender las cosas. Y Kurylenko es muy mona pero limitada. Lo del personaje de Bardem,… todavía estoy intentando averiguar qué hacía ahí, con tanto peso.

A ver. Igual soy yo que me estoy volviendo viejo y limitado. Que mis neuronas se oxidan. Igual la profundidad de lo planteado es tal, que sobrepasa mis limitadas capacidades, cosa que creo que no me ha pasado con otras películas de este director. O igual es que en su ejercicio de estética poética infinita se ha olvidado por el camino de contarnos algo. Porque creo que en esta ocasión había algo que contar. Y de lo que me he enterado me parece pobre.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Bonitos paisajes al atardecer, con los personajes dando vueltas, saltos y bailando, cuando son felices, o paseando cabizbajos, cuando se siente miserables. Esta llanura al atardecer, cerca de Montalbán, provincia de Teruel.

Bonitos paisajes al atardecer, con los personajes dando vueltas, saltos y bailando, cuando son felices, o paseando cabizbajos, cuando se siente miserables. Esta llanura al atardecer, cerca de Montalbán, provincia de Teruel.

[Fotografía] El capricho del medio siglo,… o una nueva Leica en mi colección

Fotografía, Fotografía personal

Este domingo no habrá recomendaciones semanales. Algunas las guardaré para el próximo domingo. O a lo mejor comento algo entre semana. Pero hoy quiero hablar del regalo que me he hecho a mi mismo coincidiendo con un cumpleaños terminado en 0. Que por aquello que tenemos diez dedos en la mano y por ello los sistemas decimales de numeración y medición son especialmente populares, pues cuando nuestro aniversario de nacimiento termina una decena parece que sea especial.

Quienes conocéis este Cuaderno de ruta, sabéis de mi afición de ir coleccionando algunas cámaras Leica, una marca emblemática en la historia de la fotografía. Leica CLLeica IIIfLeica M2,… incluso una Panasonic disfrazada con el punto rojo de la marca alemana, la D-Lux 5. 60 años de historia en cámaras. Dado que el diseño básico de la IIIf se estableció en los años 30 del siglo XX, 80 años en realidad de historia.

Claro está, que siempre he soñado con comprar una nuevecita. No como la D-Lux 5, que ya he mencionado que es una cámara japonesa disfrazada. Aunque muy eficaz. Uno telemétrica de la serie M nueva. Y desde hace unos años, digital. Pero claro,… no las regalan precisamente. Pero no hablemos de dinero, que es vulgar. El caso es que desde hace un tiempo he ido planificando la compra, abrí una hucha al respecto por si acaso terminaba decidiéndome (me cuesta este tipo de compras, soy muy racional y estas cámaras se compran desde otros puntos de vista distintos de la razón), y al final he roto el cerdito, y… una Leica M-E.

La Leica M-E con un poco habitual para estos modelos de cámaras Summicron-C 40/2.

La Leica M-E con un poco habitual para estos modelos de cámaras Summicron-C 40/2.

Ya adelanto una serie de cuestiones críticas. No necesitaba una cámara más; simplemente me apetecía dar este paso. Porque uno se tiene que autopremiar de vez en cuando por las cosas que hace o le pasan. No es una cámara perfecta. De hecho hay una serie alucinante de defectos, que están abundantemente comentados por la red de redes, impensables para una cámara con este nivel de precio. Esta por ver si realmente me sirve para hacer mejores fotografías que las que hago hasta el momento. Bien. Todo eso es así. El único punto que realmente me ha molestado es que es un poquito más grande de lo que esperaba. De fondo. Es gordota.

Pero,… es muy, muy divertida de usar. Es mucho más eficaz de lo que la gente se piensa. El hecho de que sea de enfoque manual y con el visor telemétrico es en determinadas ocasiones más eficiente que los sistemas «inteligentes» de enfoque automático que nunca aciertan con el objeto que me interesa, o van y bien porque la escena no se ajusta a lo previsto por el ingeniero japonés de turno Y el simple exposímetros de medición parcial del tercio central de la escena es sorprendentemente más predecible y fiable que muchos de los sofisticados sistemas de medición complejos de la luz que llevan las modernas cámaras digitales. Pocas fotografías fallo con esta cámara en lo que se refiere al nivel de exposición. Pero eso sí, tienes que saber lo que tienes entre manos. Tienes que saber como usarlo. Si no, puede ser exasperante. Pero hace años que descubrí el placer de fotografiar con una telemétrica.

Tengo una gama de diversos objetivos que valen para la cámara. Alguno de la marca, otros no. La he probado con todos ellos. Os enseño algunas muestras.

Gran angular – Voigtländer Snapshot-Skopar 25/4

Lo compré hace diez años para usarlo con la Leica CL, con un adaptador de montura. También se puede usar con la Leica IIIf. Con película diapositiva daba una calidad que me pareció siempre muy razonable. Las peculiaridades del sistema M digital me hacían temer un mal resultado. Codificándo la cámara para que lo reconozca como un 21 mm de la cámara, los problemas de viñeteado y de colores anómalos previsibles, no me han aparecido o son imperceptibles. Incluso utilizada a su apertura máxima.

La única corrección de esta foto tomada con el Voigtländer de 25 mm es la distorsión en barrilete, que era obvia aunque no exagerada. Por lo demás está tal cual sale de la cámara. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

La única corrección de esta foto tomada con el Voigtländer de 25 mm es la distorsión en barrilete, que era obvia aunque no exagerada. Por lo demás está tal cual sale de la cámara. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

En esta, fotografía, en la que las líneas rectas no están tan cerca de los bordes, no introduje ningún tipo de corrección. Ribera del Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

En esta, fotografía, en la que las líneas rectas no están tan cerca de los bordes, no introduje ningún tipo de corrección. Ribera del Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

Objetivo estándar – Canon S 50/1,8 II

Este objetivo lo compré en París hace 10 años, en el bulevar Beaumarchais. Válido tanto para las cámaras con rosca estándar de Leica, como para las que tienen bayoneta M con un adaptador, siempre lo había tenido como un objetivo de contraste suave aunque con una imagen agradable. Los resultados que he obtenido con él han sido sorprendentemente agradables. No dará la calidad de un objetivo Leica, pero es totalmente usable. Y con él he empezado ha notar algo. La sorprendente nitidez de las fotografías de esta cámara, probablemente debido a la ausencia de filtro de paso bajo para evitar los efectos como el moiré. Las fotografías que vienen a continuación apensas están modificadas sobre el original tal y como se abre el DNG en Lightroom 4.

Torturando un poco el objetivo; Con un ligero contraluz y con apertura amplia. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

Torturando un poco el objetivo; Con un ligero contraluz y con apertura amplia. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

Aquí dejo descansar un poco los vidrios, con una escena más uniformemente iluminada, usando aperturas medias. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

Aquí dejo descansar un poco los vidrios, con una escena más uniformemente iluminada, usando aperturas medias. Canal Imperial de Aragón, Zaragoza.

Una visita al Batallador; en la fotografía a tamaño completo los detalles de la estatua se ven bastante nítidos. Parque Grande, Zaragoza.

Una visita al Batallador; en la fotografía a tamaño completo los detalles de la estatua se ven bastante nítidos. Parque Grande, Zaragoza.

De todos modos, si tienes un objetivo muy luminoso será para usarlo con el diafragma abierto; lo cual implica valorar la calidad de las zonas desenfocadas y la nitidez de las enfocadas. Parque Grande, Zaragoza.

De todos modos, si tienes un objetivo muy luminoso será para usarlo con el diafragma abierto; lo cual implica valorar la calidad de las zonas desenfocadas y la nitidez de las enfocadas. Parque Grande, Zaragoza.

Objetivo estándar – Leitz Summicron-C 40/2

Objetivo estándar de la Leica CL, este objetivo me convenció de las bondades de esta longitud focal, que para mi carácter siempre ha sido más agradable que el 35 mm o el 50 mm, más usuales y entre los que habita. El único problema es que cuando lo montas en cualquier Leica con bayoneta M, que no sea la CL, aparecen las marcas de encuadre de un 50 mm en el visor, y no las propias de un 40 mm. Por lo tanto, hay que encuadrar a ojímetro. Salvo por esta cuestión, es un objetivo muy compacto y discreto con una calidad de imagen más que buena en mi humilde opinión.

Objetivo discreto, luminoso y nítido, qué más puedes querer. Paseo de Teruel, Zaragoza.

Objetivo discreto, luminoso y nítido, qué más puedes querer. Paseo de Teruel, Zaragoza.

No sé si los colores son especialmente fieles a la realidad; lo que sí que sé es que son muy agradables. Parada del tranvía en Cesaragusto, Zaragoza.

No sé si los colores son especialmente fieles a la realidad; lo que sí que sé es que son muy agradables. Parada del tranvía en Cesaragusto, Zaragoza.

En la barroca fachada de la iglesia de San Cayetano (o Santa Isabel de Portugal) se aprecian las bondades de este pequeño objetivo, que lamentablemente ocupa un segundo plano entre los muchos prestigiosos de Leica.

En la barroca fachada de la iglesia de San Cayetano (o Santa Isabel de Portugal) se aprecian las bondades de este pequeño objetivo, que lamentablemente ocupa un segundo plano entre los muchos prestigiosos de Leica.

Objetivo estándar – Leitz Elmar 5 cm 1:3,5

Es el objetivo clásico de Leica por excelencia. Cuadro lentes en tres grupos cuya fórmula básica viene de los años 20 del siglo XX, sólo modificada por el recubrimiento antirreflejos de las lentes por la modernización de los vidrios usados en su construcción. Este es del año 1951, y venía como compañero de la Leica IIIf. Se usa en la cámaras con bayoneta M mediante un adaptador. Bien. Pues aun cuando creo que es el que tiene el contraste más bajo de todos los que he probado, da unos resultados muy agradables. Especialmente si tenemos en cuenta que lo probé en horas en las que la luz no era especialmente buena. Muy dura y contrastada.

De momento, he convertido pocas fotografías de la M-E a blanco y negro, pero estos cantos rodados bajo el puente de Hierro del Ebro en Zaragoza me parecieron un motivo apropiado.

De momento, he convertido pocas fotografías de la M-E a blanco y negro, pero estos cantos rodados bajo el puente de Hierro del Ebro en Zaragoza me parecieron un motivo apropiado.

A plena, aunque discreta, apertura, el rendimiento global del modesto y pequeño Elmar es razonable y agradable. Puente de Piedra, Zaragoza.

A plena, aunque discreta, apertura, el rendimiento global del modesto y pequeño Elmar es razonable y agradable. Puente de Piedra, Zaragoza.

Nuevamente a plena apertura, con un punto de enfoque mucho más cercano, el efecto es más que razonable. Club Náutico, Zaragoza.

Nuevamente a plena apertura, con un punto de enfoque mucho más cercano, el efecto es más que razonable. Club Náutico, Zaragoza.

A f/11, la nitidez del pequeño Elmar de hace más de 60 años es más que razonable. Escalinata del Club Náutico, Zaragoza.

A f/11, la nitidez del pequeño Elmar de hace más de 60 años es más que razonable. Escalinata del Club Náutico, Zaragoza.

Tele corto – Leitz Elmar-C 90/4

Es el segundo de los objetivos diseñados específicamente para la Leica CL. Siempre he tenido aprecio por este telecorto, que en los últimos años he usado como tele medio-largo en las micro cuatro tercios con un adaptador. Es el objetivo más difícil de usar con la M-E. El recuadro de enfoque de 90 mm es muy aproximativo, y pequeño, por lo que es más probable que haya que reencuadrar al procesar la imagen. Por lo demás, da una calidad de imagen bastante aceptable, aunque mejor si no se usa a su máxima apertura.

Con este objetivo, hay que tener cuidado en los contraluces, pero por lo demás cumple su misión. Via crucis en Muniesa, provincia de Teruel.

Con este objetivo, hay que tener cuidado en los contraluces, pero por lo demás cumple su misión. Via crucis en Muniesa, provincia de Teruel.

Reloj de sol en el Sagrado Corazón de Muniesa, provincia de Teruel.

Reloj de sol en el Sagrado Corazón de Muniesa, provincia de Teruel.

Me cuentan que uno de los defectos de las Leica de la generación M9 como la M-E, es que no se llevan bien con las sensibilidades altas. A 1250 ISO he obtenido algunas imágenes bastante razonables, como este paisaje cerca de Montalbán. Muy arriesgado porque he tenido que aclarar las sombras que es donde aparece el ruido. Si esto no es necesario, mucho mejor.

Me cuentan que uno de los defectos de las Leica de la generación M9 como la M-E, es que no se llevan bien con las sensibilidades altas. A 1250 ISO he obtenido algunas imágenes bastante razonables, como este paisaje cerca de Montalbán. Muy arriesgado porque he tenido que aclarar las sombras que es donde aparece el ruido. Si esto no es necesario, mucho mejor.

Angular – Zeiss C-Biogon T* 35/2.8 ZM

Este es el único objetivo que compré pensando en nuevas adquisiciones de cámaras Leica. Lo estrené con la M2, pero siempre tuve en mente que sería el angular de uso cotidiano de una futura Leica digital. Y aquí digo una cosa, aunque con un nivel de construcción ligeramente inferior a los de Wetzlar, pero superior a casi cualquier otra marca, ópticamente compiten perfectamente con los primeros y son considerablemente más económicos. Tienen una ventaja enorme sobre casi cualquier otra marca de objetivos. Su resistencia a la pérdida de contraste por la luz frontal. Su revestimiento múltiple (T*) es una de sus características más notables. Este es un diseño ya clásico, pero que con los métodos de fabricación modernos compite perfectamente con summicrones y summarits de la misma focal. Y desde mi punto de vista da unos colores estupendos. Ya hace unos días os puse una serie hecha con este objetivo, cuando la cámara estaba en periodo de pruebas. Os dejo algunos ejemplos más, y me despido hasta otro rato.

Poniendo a prueba las gamas cromáticas. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Poniendo a prueba las gamas cromáticas. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Poniendo a prueba los contraluces. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Poniendo a prueba los contraluces. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Colores saturados y cálidos, parece que esto es propio de los Zeiss. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Colores saturados y cálidos, parece que esto es propio de los Zeiss. Paisaje en Hoz de la Vieja, provincia de Teruel.

Cuando la luz se va, y hay que afinar el enfoque en condiciones poco propicias. Paisaje cerca de Montalbán, provincia de Teruel.

Cuando la luz se va, y hay que afinar el enfoque en condiciones poco propicias. Paisaje cerca de Montalbán, provincia de Teruel.

[Libro] Going Interstellar

Literatura

De jovencito, adquirí el gusto por la ciencia ficción. Como tantos. Y como tantos, con el tiempo fue dejando pasarla. Desconozco los motivos de los demás, pero en mi caso, en un momento dado me costaba dar con historias realmente inteligentes o realmente entretenidas. En la mayor parte de los casos, me daba la impresión de que estaban escritas para el típico friqui que se merienda cualquier cosa del género, disfraza de transcendencia aunque estuviese vacío de contenido y fomentase su aislamiento social. A mí me interesaba el tema, pero desde otro punto de vista. He dicho realmente inteligentes o realmente entretenidas. Es decir, me vale también como divertimento, siempre que no me tomen por idiota. Y eventualmente, he ido buscando y encontrando cositas que han permitido que el género no se haya alejado de mi biblioteca.

En el terreno del entretenimiento, siempre he tenido debilidad por las space operas. Supongo que es un sesgo que me viene de mi afición cinematográfica. Si sumas tres obras tan distintas como 2001, a space odissey (2001: Una odisea del espacio)Solyaris (Solaris) y Star Wars (La guerra de las galaxias), vistas en un intervalo corto de tiempo en la época de la vida en la que se gestan gustos y preferencias, imaginar que algún día podríamos salir de este pedrusco que llamamos hogar y visitar el vasto universo… Pero no es la space opera el subgénero donde más fácil es discriminar. Hay basura en abundancia en los catálogos de las editoriales. En cualquier caso, me puse hace unas semanas a buscar algo en el género que pudiera merecer la pena. Y encontré el libro que os comento ahora.

Going Interstellar
Varios autores con Les Johnson y Jack McDevitt como editores
Baen Publishing Enterprises; Riverdale, NY, 2012.
Versión electrónica

Nos encontramos ante un volumen que comprenden una serie de relatos cortos, además de algunos ensayos sobre la factibilidad de distintas formas de propulsión para el viaje interestelar. El conjunto de relatos de ficción tienen como eje común el viaje por el espacio profundo, entre sistemas estelares, pero desde el punto de vista de la ciencia ficción pura. O sea, nada de saltos espaciales, hipervelocidad, o hiperespacios. Viajes sometidos a la tiranía de la velocidad de la luz como ese constante que limita fuertemente nuestra capacidad para viajar por el espacio, arrastrándonos más bien lentamente por él, dada la inmensidad del mismo. Desde ese punto de vista los distintos autores ofrecen distintos dilemas científicos, sociales, psicológicos, éticos o políticos que se podrían presentar si el viaje interestelar fuese posible. Estamos hablando de viajes que con las estrellas vecinas durarían decenas de años en el caso en que se alcanzasen velocidades que fueran una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Centenas o miles de años con las velocidades de los vehículos espaciales actuales. Y no hablemos de los problemas para sustentar durante este tiempo a las personas pioneras. Casi todos se han puesto de acuerdo en aceptar algún modo de suspensión de las funciones vitales mediante el frío para permitir a los viajeros llegar a su destino.

Siendo una compilación de relatos de distintos autores y temas, también hay una variedad de calidad e interés. Pero en líneas generales es una lectura agradable para quien esté interesado por el tema. No tiene la agilidad de las space operas de ciencia ficción blanda, donde la velocidad de la luz no es un factor insalvable y las naves se mueven con rapidez y, aparentemente, con escaso gasto energético por toda la galaxia, pero no pocos de los autores han encontrado la forma de dar agilidad e intriga a los relatos presentados.

Desde luego no lo recomendaré más que a los aficionados al género. Pero para estos puede ser una lectura interesante. Con una advertencia. Está en inglés. Y por ello, me ha costa un poco más de lo habitual terminarlo.

Son los fenómenos astronómico cotidianos, el ocaso y el alba, el vagar de la luna y los planetas por la esfera celesta, el brillo de las estrellas, los que han hecho soñar a generaciones de personas en viajar por el universo.

Son los fenómenos astronómico cotidianos, el ocaso y el alba, el vagar de la luna y los planetas por la esfera celesta, el brillo de las estrellas, los que han hecho soñar a generaciones de personas en viajar por el universo.

[Cuaderno de ruta] Importante actualización

Páginas personales

Una importante actualización he realizado hoy en este Cuaderno de ruta que ha pasado de ser la versión 2 (V.2) a la versión 2.5 (V.2.5). No ha sido importante por que haya habido cambios sustanciales en el mismo. Lo que ha sucedido es que he importado todas las entradas que había en el Cuaderno de ruta V.1 (versión 1). No voy a borrar esta versión, pero en la más actual se encuentran todas las entradas que he escrito desde el 8 de febre de 2005 hasta el día de la fecha.

¿Todas? Bueno. No exactamente. En un momento dado, consideré oportuno dejar como privadas algunas de ellas, que no se pueden consultar. Junto con esta que aquí leéis, hasta el día y la hora de la fecha son 2488 entradas publicadas y 230 entradas privadas. En total, 2718 entradas. No está mal. Teniendo en cuenta que han pasado 2992 días, esto nos dice que el porcentaje de días que publico algo es del 91%. Menos en los primeros años, más regular en la actualidad. También creo que la calidad de los contenidos, tanto escritos como fotográficos ha mejorado con los años. En cualquier caso, todo está aquí ahora.

Todos las entradas, en estos más de ocho años, al menos una fotografía hecha por mí en cada entrada. Os regalo unas flores. De los alrededores del Canal Imperial de Aragón, no lejos de mi casa.

Todos las entradas, en estos más de ocho años, al menos una fotografía hecha por mí en cada entrada. Os regalo unas flores. De los alrededores del Canal Imperial de Aragón, no lejos de mi casa.

[Televisión] Cosas de series; risas con los espías, patetismo femenino, regreso al «All Saints», algo a lo que llaman «drama histórico», y «eureka» estilo «mad max» mezclado con E.T.

Televisión

Se nos ha despedido Archer en su cuarta temporada. Los espías de ISIS cada vez están más descerebrados, y los guionistas de la serie cada vez se superan más. Creo que esta ha sido la temporada que más me ha divertido, con auténticas carcajadas. Tuvo un comienzo muy hilarante, y el doble capítulo final también ha estado muy bien. Pero sin desmerecer absolutamente nada todo lo que ha habido entre medias. Desde luego, una de mis fijas en la cartelera.

Vi el primer capítulo de la segunda temporada de Girls, y decidí pasar. No acababan de interesarme los asuntos de estas chicas. Lo achaqué a un problema generacional. Pero luego, unas semanas más tarde tuve la ocasión de ver el segundo capítulo, en el que me lo pasé pipa. Y le fui dando oportunidades, hasta ver los diez de los que ha constado esta segunda temporada. Lo cierto es que me ha gustado más que la primera, y ha habido momentos sublimes. Sublimes en el tratamiento que le dan a los problemas de estas chicas. Hay un cambio con respecto a la tendencia general. En las comedias, generalmente los personajes patéticos son los hombres. Aquí no. Aquí son las chicas, y algunos maromos. Es un saludable ejercicio de autocrítica, dado que la creadora es una de las protagonistas. Creo que las mujeres tienen que aportar más o nuevas visiones a la sociedad, excesivamente masculinizada. Pero partiendo de que somos la misma especia. Y que a lo mejor la forma de presentarse nuestras debilidades son distintas entre sexos, pero no por ello las debilidades son inexistentes. Reflexionar sobre ellas es la mejor forma de superarlas. Y si es con unas risas, mejor.

Registrar el regreso de Nurse Jackie (Edie Falco) y todo el personal del All Saints Hospital. Nos han ofrecido un excelente episodio con momentos muy divertidos, pero que ha ido derivando a un tono dramático que deja a Jackie con la profunda conciencia de que un hecho se ha producido en su vida. Se encuentra sola. Muy sola. Veremos a partir de aquí por donde soplan los vientos.

Hemos visto el extreno de un nuevo drama histórico basado en la figura de Leonardo da Vinci, y se titula Da Vinci’s Demons. Sigue la estela de otros que se han estrenado estos años atrás de los que sólo he visto entero The Tudors. Una gran ambientación, personajes históricos, que no necesariamente se comportan sobre los originales en los que se basan, muchas intrigas y comportamiento traicioneros, y su ración de culos y tetas. Como decía sólo vi entera la dedicada a la vida de Enrique VIII de Inglaterra. Cuyo interés bajó mucho de las dos primeras temporadas a las siguientes. Esta de ahora,… supongo que le daré una segunda oportunidad, pero me temo que me cansará. De momento me molestan mucho los descuidos:

1. Cuando Leonardo era joven, no se conocía el tabaco en Europa ni en el resto del viejo mundo.

2. Una guapa chica modelo del renacimiento italiano no pudo llamarse Vanessa. Este nombre fue una invención literaria de Jonathan Swift, en homenaje a ESther VANhomrigh.

3. Me resulta absurdo ver a los guardias de los Medici con unos tricornios idénticos a los acharolados de la guardia civil. El tricornio es un tipo de sombrero muy posterior al renacimiento, y la estilización de los acharolados que usa la benemérita es de hace cuatro días.

Estos son sólo algunos ejemplos de las tonterías que se pudieron ver. Hacen falta más que unos cuantos culos y tetas femeninos para engancharme a una serie. De verdad. Aunque sean de «vanessas».

Y finalmente tenemos nueva serie de ciencia ficción en cartelera. Se llama Defiance, y como lo expresaría yo… Es como Eureka, con menos humor y más… más… más… mad max. En una Tierra asolada por las guerras con razas extraterrestres, de qué me suena esto a mí, en lo que era la antigua ciudad de San Luis hay una ciudad donde conviven «pacíficamente» las diversas razas terrestres y alienígenas. Y hasta allí llega un antiguo soldado metido a «chatarrero» espacial con su hija «adoptada» extraterrestre. Y tras una serie de peripecias, acaba quedándose como sheriff del lugar. Y por supuesto hay una mujer… bueno,… esta vez dos… la alcaldesa y su hermana la madam del burdel. Que se llevan muy bien, por otra parte. Bueno. El piloto de hora y media ha estado entretenido. Veremos que da de sí. Ya te digo… si esto no se basa en Eureka

Fernando el Católico fue contemporáneo de Leonardo da Vinci; pero desconozco si sus caminos se cruzaron en algún momento.

Fernando el Católico fue contemporáneo de Leonardo da Vinci; pero desconozco si sus caminos se cruzaron en algún momento.

Por cierto, que estoy trasteando con un nuevo aparato fotográfico; ya iré contando en su momento... que la emoción me embarga las palabras...

Por cierto, que estoy trasteando con un nuevo aparato fotográfico; ya iré contando en su momento… que la emoción me embarga las palabras…