[Libro] Historietas diversas; Hazel sigue recorriendo la galaxia y Astérix visita la Lusitania

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Hace catorce años en Olisipo… o más bien Lisboa.

Como suele suceder hacia el otoño, en algún momento llegó la ocasión de continuar con nuevos volúmenes de largas series de historietas con protagonistas que nos están acompañando en esta vida vinculada a la ficción desde hace años. O incluso décadas. Y así tenemos la nueva entrega de Saga, escrita por Brian K. Vaughan e ilustrada por Fiona Staples, monumental aventura espacial que ha llegado a su volumen 12. Y una nueva aventura de Astérix, el personaje creado por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo, ambos ya fallecidos, y actualmente continuado por otros autores, los más recientes por Fabcaro (Fabrice Caro) (guionista) y Didier Conrad (dibujante).

Astérix viaja con su inseparable Obélix a la antigua provincia romana de Lusitania, que en la historieta Astérix en Lusitanie, que es la que nos ocupa, es equiparada a Portugal. Aunque originalmente no fue así. Durante la mayor parte de la integración de Hispania en el Imperio romano, el norte de lo que hoy es Portugal, al norte del Duero, formó parte de la provincia Tarraconense, la más extensa de la península. Al sur del Duero se encontraba la provincia Lusitania, que incluía también parte de lo que fueron las Castillas y la Extremadura en España. Hispania y España no son sinónimos. Hispania era sinónimo de Iberia en tiempos de Roma, por lo que los celtíberos lusitanos eran tan hispanos como los íberos sedetanos del valle del Ebro. El surgimiento de la identidad diferenciada portuguesa, que ellos, los portugueses, han vinculado a los antiguos lusitanos, es muy posterior, y surgió, paradójicamente, en el norte de lo que hoy es Portugal, y que en tiempos romanos pertenecía no a la Lusitania sino a la Tarraconense. Cosas que pasan.

En cualquier caso, las aventuras de Astérix nunca han sido especialmente rigurosas con la historia, y en el 50 antes de la era común, año en el que se datan las aventuras de los irreductibles galos, ni siquiera existía la provincia Lusitania, sino que esa parte de Hispania formaba parte de lo que era conocido como Hispania Ulterior. Zaragoza, donde yo vivo, que no existía, pero sí su predecesora íbera Salduie, formaba parte de la Hispania Citerior. Dejando aparte estas cuestiones, los héroes galos acuden a Olisipo, actualmente Lisboa, para hacer justicia por la acusación falsa contra un comerciante por parte de unos corruptos funcionarios al servicio de Roma. Y se dan unas aventuras que intentan recuperar el estilo y el ambiente de las primeras aventuras de Goscinny y Uderzo, entre ellas Astérix en Hispania. Siguiendo con las anécdotas históricas, Viriato aparece como héroe lusitano, era un celtíbero lusitano en la realidad, que es reivindicado tanto como héroe español como portugués. No sé conoce donde nació realmente, pero su base de acción partía de los montes en la frontera entre las dos naciones actuales. La historieta es entretenida, pero no llega al nivel de aquella divertidísima aventura en Hispania, porque todavía no ha habido ningún guionista de las aventuras de los héroes galos que se haya acercado al nivel de ingenio y maestría de Goscinny. En cualquier caso, parece que Fabcaro tiene más nivel que otros escritores que han aportado a la serie.

Y como ya decía, hemos llegado al volumen 12 de Saga, la serie de aventuras espaciales que hace tiempo ya que encontró un rincón reservado y permanente en mi corazón lector. Una de las mejores aventuras espaciales que conozco, todos los modos incluidos (cine, novela, televisión, historieta,… lo que sea). Hemos de recordar que las aventuras Alana, Hazel y compañía, creadas por Vaughan con las maravillosas ilustraciones de Staples, lleva ya años desarrollándose. Se publica de forma serializada, con un número al mes, aunque yo leo los libros que recopilan los números publicados en el año anterior. Hubo un descanso de un año después del noveno volumen anual. Y se espera que terminen con el 18. Así que nos quedan seis añitos más. Al menos en castellano. Contemplo pasarme al inglés para los seis que quedan.

Sinceramente, mi cabeza no me da para recordar todos los detalles de la trama desde que empecé a leer los volúmenes anuales en la primavera de 2015. Creo que el volumen 1 anual de la serie en español se publicó en 2014. En realidad, es una colección de aventuras, diversos arcos argumentales, con un personaje principal en común, Hazel, la niña mestiza de cornudo y alada, a priori enemigos en la guerra sin fin entre estas dos razas enfrentadas, los privilegiados de Landafall/Terravista, los alados, y los oprimidos de su luna Wreath/Guirnalda, los cornudos. A lo largo de los años, la niña va creciendo. Y en algún momento llegará a cierto grado de madurez, porque es la narradora en primera persona. Pero los personajes van y vienen. Algunos mueren, otros se despiden, otros llegan, algunos nacen. Y ya lo de menos es lo que esté pasando en un momento dado en la serie, si no que lo importante es seguir acompañando a Hazel y su familia y amigos en esta aventura espacial de carácter absolutamente monumental en su escenario, pero familiar en lo más íntimo de su ser.

[Libro/historieta] Solanin – Inio Asano

Literatura

No sé muy bien cuál es el criterio por el cual, cuando transcriben una palabra con alguna de las moras del grupo ra, re, ri, ro, ru del japonés a un idioma indoeuropeo, como el inglés o el castellano, a veces conservan la «r» y otras lo transcriben como «l». En japonés, esas moras se pronuncia con un fonema intermedio, que a veces nos suena «r» y otras «l». El caso es que el título original de este relato gráfico de Inio Asano, Soranin ソラニン, nos lo ofrecen en español o en inglés o en otros idiomas como Solanin. Que es el título de una canción ficticia de la que se habla en la historia. Ficticia hasta que un grupo de rock japonés, con letra del propio Asano, la que aparece en la historia, le puso música y la grabó. Y se usó en la adaptación al cine que hubo en su momento de esta historia.

Como consecuencia de la buenísima impresión que me dejó la lectura reciente de la serie de ciencia ficción de Asano que recientemente se adoptó como serie de anime, decidí que quería leer más de este autor. Y me puse a buscar y di con dos de sus obras, el relato gráfico que nos ocupa hoy, y una antología de relatos cortos de la que hablaré en otro momento. Solanin es una historia publicada originalmente de forma serializada entre 2005 y 2006. Yo la he leído en un volumen único, aunque originalmente se recopiló en forma de dos tankōbon. Y los temas que trata son algunos de los más queridos por los autores japoneses; aquellos relacionados con la alienación que genera la sociedad en las grandes ciudades, especialmente Tokio, entre las gentes. Y en este caso, la rebelión contra la misma de unos jóvenes que se debaten contra las «obligaciones» impuestas por el paso pleno a la edad adulta.

Meiko (ella) y Taneda (él) son dos jovenes en la mitad de su veintena. Se conocieron y se enamoraron como estudiantes en la universidad, y llevan juntos varios años. Viven juntos, y salen adelante con el salario de ella como oficinista y los magros ingresos de él como ilustrador a tiempo parcial en una editorial. Se quieren. Pero están insatisfechos. Meiko es consciente que a este paso, se van a quemar, y su relación peligrará. Por ello toma una decisión. Aprovechando sus ahorros, deja su trabajo para replantearse su vida, y anima a Taneda para que retome sus sueños de universitario; la música y su grupo de rock. Sin embargo, una tragedia cambiará por completo los planteamientos de Meiko.

Hay varias cosas que me gustan, y mucho, en esta historia de Asano. La primera, importante, es que los personajes, los dos principales, pero también el grupo de amigos y familiares que les rodea, se sienten reales. Vivos. Auténticos. No son héroes. Tampoco antihéroes. Son gente. Gente maja. Pero con problemas. Meiko es una chica corriente. Y sin embargo, en su autenticidad de veinteañera que profundiza con reticencias, y con resistencias, en las responsabilidades de la vida adulta, se percibe especial. Y atractiva. Otra cosa importante es el entorno. También se siente real. Da la impresión que las vivencias de los personajes tienen que ver con la percepción real de Asano sobre la sociedad en la que vivía en ese momento. Tendría entre 24 y 26 años cuando publicó la historia, los mismos que sus personajes. Es una historia de ficción que rezuma autenticiadad.

La historia no resuelve la vida de sus protagonistas. En el mejor estilo de la literatura asiática, no hay un desenlace propiamente dicho. Durante un tiempo, pasan cosas, cosas importantes, cosas trágicas, cosas buenas, y pequeñas cosas. Pero al final no hay cierres. Porque la vida sigue. Y cada día hay que tomar nuevas decisiones y tirar para adelante. Cada uno, como mejor entienden. Es una historia excelente, con una realización no menos excelente. Distinta a la de las chicas de DeDeDeDe, pero engarzada en las mismas preocupaciones y en los mismo temas. Y probablemente mejor. Aunque eso depende de los gustos de cada cual. En cualquier caso, muy recomendable. Lo más curioso es que, 20 años después de publicarse la historia por primera vez, los temas siguen siendo totalmente actuales y válidos. Parece que en esos 20 años, las sociedades actuales, poco han evolucionado en el fondo.

[Libro] Corto Maltese: La reine de Babylone – Martin Quenehen (guion) y Bastien Vivés (ilustración)

Literatura

Como ya he comentado en ocasiones anteriores, las aventuras de Corto Maltés siguen en la actualidad bajo la mirada y la escritura de autores actuales, que intentan mantener el espíritu del que Hugo Pratt dotó al marinero de La Valeta, pero actualizando los temas y las épocas. Llegue a este volumen como consecuencia de una discusión amistosa en un bar al que fuimos tras una sesión de cine. Aquel día se sumó un aficionado al aventurero, y que se mostraba muy en desacuerdo con la actualización de las coordenadas de tiempo y lugar para las nuevas aventuras del marinero. Yo le recordé que Hergé hizo de Tintín un aventurero atemporal. Sus aventuras progresaron con el tiempo, manteniéndose el personaje con su apariencia eterna a lo largo de las mismas. Incluso si empezó las mismas en la década de los años 20 con una visita al país de los Soviets, y un tiempo después adelantaba cómo podía ser un viaje a la luna, o las cuestiones relacionadas con el petróleo, que afectaron en las segunda mitad del siglo XX. A mí no me supone ningún problema actualizar el escenario de las aventuras de Corto, siempre que la esencia del personaje se mantenga.

La cuestión es que, tras ese debate amistoso, me puse a comprobar si recientemente se había publicado alguna nueva aventura. Y me encontré con esta, que estaba disponible en francés y en italiano. No estaba disponible, en ese momento, en castellano. Creo que ahora sí. De los distintos autores que han asumido la continuación de las aventuras de Corto Maltés, en esta ocasión son los franceses Martin Quenehen, escritor, y Bastien Vivés, ilustración. Recordemos que las nuevas aventuras desarrolladas por los españoles Canales y Pellejero sí que se intercalan en la línea temporal de las que concibió Hugo Pratt, mientras que las de Quenehen y Vivés, están actualizadas a las primeras décadas del siglo XXI. Quizá por ello no están numeradas dentro de la serie. Y las de Canales y Pellejero sí. Y asumí que el original del texto es en francés, claro, y me compré la versión francesa.

En esta ocasión, nos encontramos a Corto en Venecia. Creo que eso es un punto fundamental para animarme a ella. Venecia. Habitualmente, las aventuras de Corto que empiezan o se desarrolla en Venecia me acaban gustando más. El mundo en el que se mueve es el de la resaca de las guerras en los Balcanes, y los preliminares a la guerra de Irak. La segunda. La de las «armas de destrucción masiva» que nunca existieron. Y entre medias, las mafias del tráfico de armas y la indecencia de los servicios de espionaje. Una aventura de Corto con tono muy muy muy melancólico. Más de lo habitual. Más oscuro. Pero no inapropiado para los tiempos que corrieron en esos primeros años del siglo XXI… que tal vez sigan corriendo hoy en día.

No voy a decir que el Corto Maltés de Quenehen y Vivés esté al nivel del de Pratt. Que no lo está. Pero esta historia me ha llegado. Más que la primera que desarrollaron estos autores franceses. Me ha parecido más engarzada con la realidad, al mismo tiempo que nos permite seguir soñando… al menos hasta cierto punto. Pero el mundo está muy perro para permitirse excesivas ensoñaciones.

[Libro] El viaje de Shuna – Hayao Miyazaki

Literatura

Hayao Miyazaki no es conocido como escritor. Ni siquiera como ilustrador. Es conocido como director de cine de animación. En ese ámbito, no sólo es conocido. Es célebre. Y celebrado. Como una de las cabezas de Studio Ghibli, es responsable de algunas de las mejores películas de animación de la historia del género. Hay heroinas y héroes de la animación absolutamente geniales que han salido de su creatividad; Nausicaä, Chihiro, Ashitaka y San, Porco Rosso, Niki, Totoro, Sophie y Howl, Ponyo… Incluso si algunos de ellos son adaptados de obras literarias, les supo dar una impronta especial que los ha hecho especialmente queridos por muchos aficionados al cine de animación o al cine en general. Por supuesto, es escritor también, puesto que ha sido el guionista de sus películas, sean obras originales o sean obras adaptadas. Pero también se ha internado en el terreno del manga, del cómic.

Por algún motivo, me ha parecido adecuado ilustrar la entrada con unas fotos de la isla de Itsukushima, también conocida como Mijajima. Tanto Shuna, como Ashitaka más tarde, usan como monturas animales herbívoros con cornamentas. Como también las tienen los ciervos shika de esta isla japonesa.

Tengo por casa la historieta gráfica Nausicaä del Valle del Viento, que publicó en 1982, dos años antes de estrenar la película que la adaptaba al cine de animación. Sinceramente, no la he leído entera de principio a fin, pero de vez en cuando repaso algún pasaje o algún detalle de la historia que me interesa. Podríamos decir que, de esta forma, la he ido leyendo a lo largo de los años, desde que la compré poco después de ver en la gran pantalla la versión restaurada de la película con motivo de su 25º aniversario. Muchos piensan que Nausicaä es la primera película de Studio Ghibli, pero no es así. Aunque el estudio de animación tenga o gestione los derechos de la misma, el estudio se constituyó como consecuencia del éxito de la película, para permitir un ámbito de creación dentro del mismo espíritu, como así fue.

Recientemente se publicó en español el libro que nos ocupa hoy y que recibí como regalo esta navidad. Su publicación original, en Japón, data de 1983. Generalmente suele encontrarse encuadrado entre el manga, cómic, historieta o relato gráfico. Y se podría incluir en este género… visto desde un punto de vista amplio. Basándose en una leyenda tibetana, Miyazaki nos cuenta las historia del príncipe Shuna, hijo del rey de un valle en las montañas, remoto, pobre, con problemas para alimentar con sus cosechas a su población, y que parte en un viaje hacia el oeste en busca de las semillas que pueden dar cosechas de grano mucho más ricas y fructíferas que acaben con la necesidad de su pueblo. Pero el viaje no será fácil. Tendrá que luchas con forajidos, con esclavistas… se involucrará en el destino de otras personas, e incluso tendrá que desafiar a los propios dioses. Y recibirá el castigo por ello, aunque las relaciones establecidas por el camino en su pelea con las injusticias darán su fruto y le abrirán el camino futuro.

No pensemos en el libro como un cómic o un manga al uso, en el que cada viñeta nos presenta una escena, con sus diálogos contenidos en los típicos bocadillos, y con la expresividad propia de la acción. Más bien es una sucesión de cuadros, realizados a la acuarela, que de forma ordenada, y con la ayuda de una escueta narración con palabras, nos va desarrollando la acción. Hasta cierto punto parece el esbozo de una futura película que nunca se realizó. Las historia como tal parece inacabada, con un final abierto a futuras aventuras de Shuna con las jóvenes a las que salva y que a su vez lo salvan. Deja con ganas de saber más.

No es difícil ver en Shuna características de otros personajes de Miyazaki. Como príncipe preocupado por su pueblo, vemos rasgo de este personaje tanto en Nausicaä como en Ashitaka. En este último, especialmente, su viaje voluntario alejándose de su pueblo, para el beneficio de este. Y desde luego, vemos los valores habituales que impregnan los personajes y las películas posteriores de Miyazaki. No son héroes/heroínas perfectos/as. Presentan dudas y debilidades. Necesitan crecer, mejorar. Su viaje tiene un fin, pero también es un vieja interior para madurar, para ser mejor, para cambiar. Y todo ello con unas ilustraciones absolutamente estupendas, que hacen que el libro sea imprescindible para el aficionado a la obra de Miyazaki. Desde ese punto de vista, total y absolutamente recomendable. Me gustaría conocer la historia completa, no me importaría nada haberla visto en el cine. Aunque de alguna forma, con el conjunto de sus películas, ya lo hemos hecho.

[Libro] L’armure du Jakolass (Valerian, vu par…) – Manu Larcenet

Literatura

Comenté ya hace un tiempo que por una de esas causas y azares fui un adolescente español que conoció las aventuras de Valerian y Laureline en cómic mucho antes que cualquier otro, cuando sólo se podían leer en francés. También creo que comenté en su momento que, a mí, quien realmente me gustaba era Laureline. Que Valerian, las más de las veces me parecía un memo. Los 23 álbumes firmados por Pierre Christin, guionista, y Jean-Claude Mézières, dibujante, aparecieron entre 1970 y 2010. Yo leería algunos de los que aparecieran antes de 1980… después ya… ninguno. Pero recientemente descubrí, durante un viaje a Toulouse, una nueva serie, Valerian, vu par…, en la que escritores y dibujantes actuales reinterpretan las aventuras de Valerian y Laureline, adaptándolas a su propio estilo, y a los tiempos actuales. Es decir, no es como las aventuras de Astérix actuales, con autores distintos de Goscinny y Uderzo, pero que siguen el estilo de las aventuras de estos. En las nuevas aventuras de Valerian y Laureline, cada autor es libre de expresarse libremente, con su estilo y sus ideas. Y la solución me parece más rica y creativa.

La periferia parisina, donde puede que empiecen las aventuras de Valerian y Laureline que os traigo hoy a comentario.

La aventura que traigo hoy es la primera de las tres que componen la serie Valerian, vu par…. Publicado el original francés en 2011, paradójicamente es la última de las tres que he leído. Curiosamente, es la que más me ha gustado, ya adelanto. En ella, nos encontramos un día cualquiera del siglo XXI, en un bar cualquier de una ciudad cualquiera de Francia, quizá de la periferia parisina, con un grupo de parroquianos dedicándose a especular sobre cuestiones diversas mientras beben y haraganean. Cuando llega una nave espacial, con Laureline a bordo, y secuestra a uno de ellos de apariencia especialmente anodina asegurando que, aunque no lo recuerde, es Valerian, a quien un malvado jackolass ha transferido a ese cuerpo. Y que van a mandarlo de alguna forma al planeta prisión donde el malvado jackolass cumple pena de prisión duran «miles de años-luz» para que puedan revertirlo a su natural ser.

La aventura escrita y dibujada por Manu Larcenet tiene un carácter claramente paródico de las aventuras originales. Pero respetando el espíritu de las mismas. Sus diálogos tienden al absurdo, sus dibujos tienen una estética que tiende al punk, a lo marginal, o lo underground. Y globalmente considerada es una aventura realmente divertida, la más divertida de las tres que componen esta serie, la más libre y menos acomplejada. La aventuras originales ya tendían en muchas ocasiones al absurdo. Recordemos que Valerian era en ocasiones un antihéroe, ya que la que en realidad resolvía las situaciones y salvaba la situación era Laureline. Y hasta cierto punto, volvemos a esa cuestión… la aventura de Valerian que nos propone Larcenet… tal vez no sea una aventura de Valerian. Pero para comprobarlos tendréis que leerla vosotros mismos. A mí me parece muy recomendable. Yo la he leído en el original en lengua francesa, pero podéis encontrarla traducida al castellano.

[Libro] Corto Maltese. Corte Sconta detta Arcana – Hugo Pratt

Literatura

Cuando terminábamos el viaje por Italia hace poco menos de un mes, me encontré que para el viaje de vuelta tenía que comenzar nueva lectura. La noche anterior terminé el libro que comenté recientemente. Y todavía no tenía claro cual de los que tenía en reserva en el lector de libros electrónicos quería empezar. Pero como hemos hecho en otras ocasiones, dado que llegamos a la estación de Torino Porta Nova con mucho tiempo para coger el Frecciarossa que nos dejaría en Milán donde enlazaríamos con otro tren a Bérgamo, nos dirigimos a la sucursal de La Feltrinelli de la estación turinesa. Creo que ya lo he comentado en alguna ocasión. Hay dos grandes cadenas de librerías en Italia, Mondadori y La Feltrinelli, pero nunca entramos en la primera, propiedad del entorno familiar del ya finado Berlusconi. La Feltrinelli, como editorial, siempre ha tenido una orientación progresista, y ha dedicado espacio y esfuerzos a otras literaturas.

La cuestión es que opté por dos fumetti, como denominan los italianos al género de la historieta o cómic. Son los dos próximos libros que voy a comentar, el de hoy y el próximo, dentro de unos días. El de hoy lo leí en el viaje de regreso a Zaragoza desde Turín, el siguiente en los pocos días entre el regreso de Italia y el viaje a San Sebastián. Y he de decir que el libro de hoy,… ya lo había leído. Pero cuando lo compré pensé que era otra aventura de Corto Maltés en el Asia Oriental, que yo no conocía, distinto del Corto Maltés en Siberia, que ya había leído, castellano. Este volumen de las obras de Hugo Pratt que compré en la estación de Turín está en italiano, con un título totalmente distinto a su traducción al castellano, que es el de las presuntas aventuras siberianas del marinero de La Valetta.

La traducción del título vendría a ser El patio escondido llamado arcano. Y se refiere a un bonito patio veneciano que creo que visité en 2008 en el sestiere del Castello, y que hoy, por la masificación ha quedado cerrado al público, aborrecidos los lugareños. Y es que las primeras escenas de la aventura transcurren en la Serenissima, y durante la aventura hay algún momento de nostalgia por volver a ella. La cuestión es que la aventura, en contra del título de la traducción española, no transcurre en Siberia sino en China. Aparte de unas secuencias en Hong Kong y en el trayecto hacia el norte, fundamentalmente transcurre entre la Manchuria dominada por los japoneses, aún no convertida en estado títere del imperio nipón, y Mongolia. Región donde tras la Gran Guerra y la Revolución Soviética, campaban todo tipo de fuerzas militares, cada una buscando su propio beneficio. Y en ese entorno entra la aventura de Corto, buscando el oro de uno de los señores de la guerra, por encargo de una sociedad secreta china femenina… más o menos.

No me importa haber errado en la compra. En estos momentos ni siquiera lo considero un error o, si acaso, un error afortunado. La lectura en versión original, el título original de la obra, y el haber podido dedicar atención a los detalles, al conocer ya la trama, me han permitido disfrutar de elementos nuevo de un relato que es uno de mis favoritos de las aventuras de Corto Maltés, si no el favorito. Con un álbum en un formato más manejable y agradable de leer, que los tradicionales, disfruté mucho de su lectura. He decidido regalar mi ejemplar en castellano, que está en muy buen estado, y conservar el italiano. Y esto es todo por ahora.

[Libro] Una mujer y la guerra – Yōko Kondō

Literatura

Ayer, 6 de agosto, fue el aniversario del lanzamiento y explosión de una bomba nuclear sobre la ciudad de Hiroshima. La segunda explosión nuclear de la historia de la humanidad, la primera cuyo objetivo fue destruir una ciudad y asesinar a sus habitantes. Muy de moda en estos tiempos por una película cinematográfica muy interesante y de gran calidad, las reflexiones éticas y políticas derivadas de haber utilizado un arma de este tipo, especialmente sobre la población civil, cosa que se repitió tres días más tarde sobre Nagasaki, nunca deberían pasar de moda. Nunca se juzgaron ni nunca se juzgarán en un tribunal de justicia los desmanes de los vencedores de las guerras. Pero si los militares y políticos japoneses que empujaron a su país y a muchos otros a una guerra sin sentido fueron considerados criminales, y merecen nuestro más firme reproche como responsables del sinsentido bélico, los militares y políticos norteamericanos que llevaron a estos bombardeos, también merecerían esta consideración como criminales y este reproche. Dos errores, graves, nunca son un acierto. ¿Verdad?

Sin embargo, no hizo falta la bomba atómica para que estos defensores de «la libertad y la democracia», pero que plantearon la guerra contra Japón como una guerra racial, contra el ser inferior que se había atrevido a subirse a las barbas del tío Sam, no hubo tanta diferencia entre la actitud de los soldados norteamericanos en el Pacífico respecto a los soldados japoneses, ciertamente fanatizados estos últimos y sometidos a una propaganda falaz, con la de los soldados alemanes respecto a los untermensch eslavos, las razas inferiores, en el frente oriental de la guerra en Europa. No hay más que ver la diferencia de trato que se dio a los ciudadanos americanos de origen japonés respecto a los ciudadanos americanos de origen alemán. Adivinad cuáles fueron recluidos en campos de concentración en el desierto. Y el bombardeo norteamericano con más víctimas directas no fue ninguno de los dos bombardeos atómicos, sino el bombardeo con bombas incendiarias de los barrios populares y obreros de Tokio, barrios con casas construidas de madera y papel, a principios de mayo de 1945, y que ya demostró el talante de los líderes estadounidenses con Truman a la cabeza. Quizá las víctimas acumuladas, en los meses posteriores, como consecuencia de la radiación, llegase a ser mayor en los bombardeos atómicos. Pero en lo que se refiere a calcinar seres humanos… demostraron los norteamericanos que no necesitaban bombas atómicas para generar un terror inhumano.

En la novela gráfica que traigo hoy, los hechos transcurren en los últimos meses de la guerra en la ciudad de Tokio. Y veremos cómo los protagonistas de la historia sobreviven al bombardeo incendiario de Tokio. Yōko Kondō traslada a este formato dos relatos relacionados entre sí del escritor japonés Ango Sakaguchi, uniéndolos en una sola narración. La protagonista de la historia es una atractiva mujer, que fue prostituta, y que ahora vive con su amante en Tokio, en el caos y la desesperación de una guerra que se sabe perdida. Con el miedo a la invasión y a los desmanes del invasor. Y con la amenaza continua de los bombardeos, que pasan en el refugio construido en el suelo del jardín de su casa. Y sólo durante los momentos de tensión, miedo y excitación que se suceden durante estos bombardeos, y dentro del refugio, son capaces los amantes de mantener relaciones, cuando por otra parte, en otras circunstancias, es una mujer incapaz de sentir nada en las relaciones físicas como consecuencia de sus años como prostituta y de las consecuencias de la guerra. Una convivencia hasta punto forzada, pues no confían en que cuando todo acabe sean capaces de seguir juntos y no volver a sus vidas anteriores.

Con un dibujo sencillo y austero, alejado de cualquier preciosismo, pero tremendamente eficaz, Kondō es capaz de transmitirnos cómo pudo ser la vida en la capital japonesa durante ese periodo de tiempo. La lucha cotidiana por la supervivencia, el razonamiento, el hambre, el mercado negro, la rígida moral en las costumbres impuesta por el régimen, los impulsos de solidaridad entre las gentes, alternados por el egoísmo, según el momento. Y en el plano íntimo, la desilusión vital, el pesimismo existencial, que sólo se mitiga ante el miedo de las bombas que, paradójicamente, despierta el deseo vital de los protagonistas, y los acerca en la intimidad de los cuerpos.

La narración termina con el final de la guerra. Que alivia en cierta medida los corazones de las gentes, aunque no elimina del todo los miedos, las incertidumbres. Y sobretodo, en nuestros protagonistas, no elimina el pesimismo existencial, desapareciendo al mismo tiempo aquellos momentos en los que las ganas de vivir se imponen, por el miedo a la muerte inminente. La novela gráfica me ha gustado. Pero creo que sobretodo me gusta el planteamientos de la historia, la tesis que subyace en ella. Por ello, quizá, dejando pasar un tiempo, para madurar la idea, igual busco los relatos originales de Sakaguchi. Tengo la curiosidad.

[Libro – historieta] Infierno embotellado – Suehiro Maruo

Literatura

Estoy impresionado. Las vacaciones desbloquean que mi incapacidad para concentrarme en la lectura. Así que tengo cinco libros leídos pendientes de comentario. Dos, relativamente breves, los leí en el intervalo entre mi escapada alemana y el principio de las vacaciones que empecé hace un poco más de una semana. Y en las que he leído tres libros. Y alguno no especialmente pequeño. Vamos a ir sacando adelante el trabajo de comentarlos empezando por un libro de relatos gráficos, historietas, del japonés Suehiro Maruo, un libro que me prestaron hace unas semanas, y que disfruté, aunque con sentimientos contradictorios en su valoración.

Los callejones de Ponto-chō en Kioto sería un ejemplo de lugar asociado al «mundo flotante» que menciono en esta entrada. Aunque hoy en día, cuando el gobierno japonés deja entrar al país, claro, lo que más se ven son turistas.

Las obras de Maruo suelen ser adscritas al género ero-guro, peculiar portamanteau a los que son muy aficionados los japoneses, que mezcla dos palabras tomadas del inglés, aunque podría ser de muchos otros idiomas europeos. Básicamente, utilizando el castellano, sería el género del erotismo g(u)rotesco. Los listos de la cosa también lo entroncan con la tradición del muzan-e, variante del ukiyo-e en el que los temas son actos de gran violencia, con asesinatos y torturas extremos, y que puede tener un cierto componente erótico, especialmente cuando afectan a víctimas desvalidas y desnudas, muchas veces atadas con complejas ligaduras. Un primor, vaya. Hay que recordar que el ukiyo-e, recordado actualmente por los grabados de paisajes y escenas costumbristas de ciudades y lugares emblemáticos, comenzó siendo el arte del mundo flotante (ukiyo 浮世), el mundo de las noche hedonista, de los artistas, las geishas, las cortesanas, el teatro, los actores… como ya comentábamos hace no mucho.

En los relatos de este libro encontramos desde las relaciones incestuosas de dos jóvenes hermanos naufragados en idílica isla, que acaban… mal, y que dan título a la colección de relatos, las tentaciones de un monje católico en una ciudad de japón, la historia de sexo y avaricia en torno a un ciego tacaño y rico, a las desventuras de una jovencita que cuida de su hermano deforme cuando son abandonados por su padre, teniendo que prostituirse para salir adelante. Son historias potentes, incómodas a veces, que basculan entre escenas presuntamente idílicas y lo más perverso del género humano.

No voy a decir que sea mi género favorito precisamente. No soy pacato, ni mucho menos, pero la violencia asociada al sexo y al abuso, generalmente de las mujeres, me incomoda. No obstante, reconozco la calidad de estos relatos, de un género muy propio del País del Sol Naciente, aunque también existen obras con planteamientos básicos similares en occidente, aunque quizá estilísticamente distintas. Allá cada cual si se quiere acercar o no a este tipo de obras.

[Cine en TV] Polar (2019) // River’s Edge (2018)

Cine

Dos estrenos en Netflix que, como en años previos, incluyo ya en mi listas de estrenos del año. Uno me merecerá poco comentario. El otro algo más.

Polar (2019; 12/20190224)

Adaptación al cine en forma de producción propia de Netflix de los relatos gráficos de Víctor Santos, de quien he leído alguna cosa, aunque ninguna de la serie Polar, y que es dirigida por el sueco Jonas Åkerlund, quien fundamentalmente se ha dedicado a dirigir videoclips y documentales sobre el mundo de la música.

Nos cuenta la historia del asesino a sueldo Duncan Vizla (Mads Mikkelsen), que se va a retirar tras una lucrativa carrera, pero cuyo empleador, Blut (Matt Lucas), no quiero desembolsar la pensión de retiro, por lo que encargará a su secuaza, Vivian (Katheryn Winnick), para que movilice a sus matones y lo liquiden. Vizla se refugiará en un alejado lugar de Montana, donde conocerá a una joven, Camille (Vanessa Hudgens), que condicionará el resultado final de esta caza al hombre.

Con una estética excesiva, una historia excesiva, y unos efectos visuales excesivos para intentar trasladar el ambiente de las historietas, a pesar de contar con algún acierto en el lado del reparto, esta historia no ha llegado a interesarme en ningún momento realmente, poniendo duramente a prueba mi «suspensión temporal de la incredulidad», y con un guion predecible y no especialmente dinámico. No especialmente recomendable.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
Para ilustrar esta entrada, y puesto que la película más interesante es la dedicada a la adolescencia nipona, imágenes de esta durante nuestra visita a Itsukushima… pero nunca tan oscuras como las que nos muestra la película.

Ribāzu ejji [リバーズ・エッジ] (2019; 14/20190305)

Bajo el título internacional de River’s Edge, el título original no deja de ser la transcripción en kanas japoneses de este mismo título en inglés, nos llega a través de Netflix la distribución internacional de la última película del japonés Isao Yukisada, de quien no creo haber visto ninguna película previa. Fue presentada en la Berlinale del año pasado con cierto éxito y, aunque no tiene una elevada valoración en el público votante de sitios como IMDb, venía avalada por una diversidad de críticas bastante positivas. A mí, tal y como la presentaba la plataforma de vídeo bajo demanda, literalmente como «película juvenil», y pareciendo una película de institutos japoneses, no me atraía demasiado. Pero alguien me dio un toque para que le prestase atención.

La película, rodada en un «anticuado» 4:3, va siguiendo las desventuras de un grupo de seis adolescentes en los años 90 del siglo XX, en algún suburbio de una ciudad japonesa, probablemente Tokio o alguna otra de su área metropolitana. En un momento dado hacen una referencia y se filman algunas escenas en el acuario de Hakkeijima, que se encuentra en Yokohama… así que por ahí van los tiros. Los dos personajes más protagonistas, dentro del tono de película coral, son Haruna Wakasuka (Fumi Nikaidō), una joven vivaz y despierta pero algo confusa en la vida, y un joven gay, Ichiro Yamada (Ryō Yoshizawa), que recibe con frecuencia abusos de otros chicos del instituto. Haruna sale con un chico, uno de los abusones, Kannonzaki (Shūhei Uesugi), que a su vez mantiene relaciones sexuales esporádicas con Rumi (Shiori Doi), una amiga de Haruna, que se nos presenta como bastante promiscua. Completan el cuadro Kanna (Aoi Morikawa), la chica enamorada de Ichiro, con quien sale, porque a este le sirve de tapadera de su homosexualidad, y Kozue Yoshikawa (Sumire), una joven modelo, que padece algún que otro trastorno de la alimentación y a la que le gustaría ser algo más que amiga de Haruna.

Lejos de la habitual ñoñería melíflua de algunos dramas de instituto japoneses, que perpetúan con frecuencia una serie de estereotipos y roles, especialmente la chica tontita, pero buena gente y muy mona, que se enamora del chico arisco y altivo, muy inteligente y que todas pretenden, y donde todos llevan inmaculados uniformes mientras cursan su bachillerato preparatorio, aquí nos encontramos con un grupo de adolescentes en estado de desorientación vital permanente. Nada de uniformes, ropa de calle, normalita y corriente; vaqueros, sudaderas, suéters, camisetas,… Un paisaje feote, de urbanizaciones de colmenas de hormigón. Un río alrededor del cual pasan cosas y que desagua las aguas de las feas y humeantes industrias cercanas, y un misterioso cadáver abandonado completan el paisaje de la película. No hay maniqueísmos, ni héroes. Todos los chicos y chicas tienen sus debilidades, pero también despuntan sus cualidades.

Una realización descarnada. Escenas de violencia y sexo muy directas. Una visión inicial y superficial diría que estas son algo gratuitas, y destinadas a la explotación sexual del físico de algunas de las protagonistas. Pero en realidad, compruebas que también tienen un ritmo y, sin palabras, nos aportan información sobre cómo son las relaciones entre los jóvenes, y especialmente sus vulnerabilidades. El formato casi cuadrado de los fotogramas colabora en la sensación de opresión y ahogo.

No hay complacencias, ni happy ends en esta película. Que en realidad no tiene una conclusión definida salvo para alguno de sus protagonistas, ya que la vida de todos los demás continuará. Sin muchas esperanzas. Una visión del Japón de los años 90 amenazado por algunos actos terroristas, por la crisis financiera asiática, por problemas medioambientales y urbanísticos, que curiosamente tienen eco en lo que ha ido sucediendo en el mundo en las décadas siguientes, lo que hace que esta película, cuya acción está situada 20 años o más atrás en el tiempo, sea plenamente actual y válida para cualquier país del mundo. A mí me parece bastante, bastante recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Relato gráfico] Una mujer de la era Shōwa

Literatura

No es habitual que comente dos novelas gráficas o historietas en semanas seguidas. Pero es que esta que presento hoy en realidad la leí antes que la biografía de Graciela Iturbide que os comenté la semana pasada. Es de las pasadas navidades; pero se me había olvidado. Y no es porque no me gustase… es que llevo muchas cosas en la cabeza y se me pasó.

En esta ocasión estamos ante una obra inacabada del historietista japonés Kamimura Kazuo, con guion de Kajiwara Ikki. Inacabada hasta tal punto que, aunque el título de la obra nos habla de una mujer, en realidad lo que encontramos es la historia de una niña y adolescente que culmina cuando llega a la edad adulta. Una historia que nos traslada a los tiempos en los que el militarismo japonés había instaurado una dictadura nacionalista en el país y este se encaminaba hacia la catástrofe de la guerra, con fuertes represiones internas a los críticos y disidentes. La joven Shōko será hija de uno de estos disidentes, que huye de la persecución, y de una mujer que acabará muriendo como consecuencia de las torturas dispensadas por la policía política cuando buscan al padre. Por lo tanto, estamos ante una historia de crecimiento por libre de una niña y adolescente en el hostil ambiente de la guerra y la posguerra inmediata.

Unas cuantas estampas de Japón en sus aspectos más tradicionales, para ilustrar el comentario de este libro sobre las difíciles transiciones sociales de este país asiático.

Estamos ante una obra con un argumento intenso, un relato con un estilo y un argumento claramente adultos. Escenas de violencia y sexo, no precisamente con intención erotizante, salpican un mundo de policías corruptos, mafias, geishas y prostitutas (con límites muy imprecisos entre estas dos categorías, en ocasiones), el mundo de la calle o el de los orfanatos y centros de reforma juveniles. Una intensa crítica hacia los cimientos más podridos y menos confesables de la sociedad nipona.

Me ha parecido una obra notable, aunque su condición de inacabada es muy patente, y deja una insatisfacción por su cierre en falso. Porque sabes que no se ha contado todo lo que había que contar, y que el propio título del libro habla de un recorrido por una larga era de la historia reciente del País del Sol Naciente, de la que sólo se nos muestran algunos compases, pero no toda la melodía.

Nota: Para aquellos que no se cosquen con el tema de las eras japonesas, recordar que la era Shōwa es el nombre que recibe el tiempo del reinado del emperador que conocimos como Hirohito, y que ahora es conocido en Japón con su nombre póstumo, emperador Shōwa. Abarca desde 1926 hasta 1989. Un ejemplo de las eras más famosas de Japón es la era Meiji, en la que el país salió de su régimen feudal, de carácter medieval, para entrar en la revolución industrial de modo casi forzado. Pues bien, el emperador Meiji fue Matsuhito en vida, y la era Meiji abarca de 1867 hasta 1912, los años del reinado de Matsuhito.

[Relato gráfico] Iguana Lady

Literatura

El relato gráfico, o novela gráfica, nunca me entero de si hay diferencias entre ambos conceptos, supongo que basados en la longitud, o si no las hay, es un género que puede dar grandes satisfacciones. Pero también hay veces que pincha. Que alguien acoge un proyecto y se lanza a contar una historia, utilizando la historieta como medio, y no funciona. Uno de los géneros que generalmente me dejan más fríos cuando son adoptados por los historietistas es la biografía. Por el motivo que sea, pocas veces me siento a gusto con el resultado de una biografía, especialmente de un personaje famoso o representativo, cuando es narrada en forma de cómic. No voy a ponerme ahora a analizar los porqués. Quizá el principal sea que no es fácil recoger todos los matices de una vida en este formato. Lo cual no quiere decir que sea imposible.

No he visitado Méjico todavía. Por razones que no vienen ahora al caso, es un país que me supone un tira y afloja emocional, y no acabo a sentirme cómodo con la decisión de viajar a él. Supongo que algún día. No sé. Por ello, sustituyo los agrestes paisajes de los desiertos mejicanos por la estepa de los Monegros, más cerca de casa. En un adecuado blanco y negro y formato cuadrado, con película tradicional, para homenajear la obra de Iturbide.

Esto lo demuestran la escritora Isabel Quintero y el ilustrador Zeke Peña, mejicanos en los Estados Unidos, cuando abordan la biografía de una de las grandes de la fotografía mundial, la mejicana Graciela Iturbide. La joven Graciela, de familia de clase media, relativamente acomodada, estaba destinada a llevar una vida tranquila y convencional. Casarse con un buen partido, tener hijos,… y reproducir los esquemas sociales en los que había nacido y crecido. Y todo ello lo empezó desde muy joven, hasta que las inquietudes por otras cosas, y especialmente por las artes visuales, descarrilaron su vida, afortunadamente para la historia del arte y la fotografía. Discípula de otro de los grandes de la fotografía mejicana y mundial, Manuel Álvarez Bravo, pronto orientó el objetivo de su cámara hacia el reportaje en profundidad, con una visión etnográfica, y con una mirada especial para las poblaciones indígenas y las mujeres de su país.

Quintero y Peña van contándonos su vida y sus proyectos apoyándose en las fotografías más representativas de su obras. Aquellas que han alcanzo un estatus de imágenes icónicas, representativas de su obra y de las realidades sociales a las que mira. Y de paso nos ofrecen una buena comprensión tanto de la fotógrafa como de la propia fotografía.

Un libro muy interesante, en cierta forma inacabado, porque inacabada está todavía la vida de Graciela Iturbide a sus 76 años. Recomendable para amantes de la fotografía, de la historieta, y en general de todas aquellas personas dispuestas a disfrutar de un buen relato, con fondo y trasfondo, y que invite a reflexionar un poco sobre las realidades sociales del mundo.

Ted Forbes en su The Artist Series, dentro de su canal de Youtube, The Art of Photography, realizó una interesante entrevista a Iturbide que os dejo a continuación. Se pueden poner subtítulos en varios idiomas.