[Cine] Bugonia (2025)

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Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El entorno en que suceden las cosas, tiene algo de anodino, así que voy con unas fotos de un entorno que a muchos les parecerá anodino, en la estación de tren de Casetas, próxima a Zaragoza.

Bugonia (2025; 52/20251108)

Desde hace un tiempo soy habitual de las películas de Yorgos Lanthimos. Desde Lobster, yo creo. No siempre tengo claro dónde quiere ir. Pero me parece que sus propuestas son muy estimulantes, que siempre tienen algo, que son buen cine y, además, te obligan a ser un espectador activo de la película. Especialmente frente a las propuestas comerciales más habituales, que son productos de digestión rápida para públicos pasivos. Para mí, por muy caras que cuesten, las exitosas películas de superhéroes y similares son el equivalente a comer en una hamburguesa con carne de origen desconocido, procedente de una cadena de comida rápida. Y ese tipo de comida, si alguna vez me gustó,… hace mucho que me cansó.

Y en esta ocasión viene acompañado de un corto reparto, pero con dos intérpretes que en los últimos años me han parecido excelentes. La más famosa Emma Stone, que aquí hace de empresaria de moda de una empresa biotecnológica, y al menos famoso, pero igualmente imprescindible, Jesse Plemons, que lleva una racha de películas con interpretaciones excelentes que ya quisieran muchos impresentables con Oscar honorífico. Y aquí hará de un tipo, entre activista y descerebrado, que secuestrará a la anterior con el fin de detener, según su paranoia de la conspiración, las actividades de unos invasores extraterrestres que controlan la Tierra, y de la que, según sus deducciones, la empresaria es una líder destacada. Y no nos olvidemos que hay un tercero en discordia, interpretado por Aidan Delbis, primo del anterior y coautor casi silencioso del secuestro.

La película es una peculiar adaptación de una película surcoreana del año 2003, dirigida por Jang Joon-hwan, que aparece como coguionista en los créditos de la película que nos ocupa hoy. Me gustaría ver la película original. Y según me dicen los buscadores, está disponible en Netflix EE.UU., pero no la encuentro en Netflix España… Si la encuentro por alguna parte… ya os lo contaré. El caso es que, aunque su premisa es relativamente original, he de decir que llegado un momento de la película, lleno de chispa, empecé a sospechar por dónde iban a ir los tiros. Será que soy médico… pero me pareció una pista muy descarada. Pero parece que muchos otros espectadores fueron sorprendidos. En cualquier caso, sin ser exactamente igual que a películas previas del director en su estilo, no deja de tener su punto de absurdo, al mismo tiempo que de crítica social. Lanthimos rueda bien. Y los intérpretes están estupendos. Pero…

Pero a la corta y a la larga, ya hace diez días que la vimos, la película deja poco poso. Sí. Nos intrigó. Pasamos algún momento bueno. Y alguno no tan bueno. Porque no faltan dosis de violencia y sangre en el filme. Pero tampoco aportar mucho más a lo que ya se ha dicho sobre muchos temas. Y en cuanto a su punto de absurdo… pues los hay más agudos, más ingeniosos. Por eso me gustaría ver el original. Saber cómo se planteó ahí el argumento y su resolución. Ver que llamó la atención de Lanthimos para adaptarla a su propia mirada. En cualquier caso, no me parece mala película. Tiene virtudes cinematográficas de sobra. Pero sin más. Normal.

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Los tres últimos estrenos vistos antes de las vacaciones

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Fotografías de Dublin en verano, mucho más luminosas que la gris ciudad irlandesa en invierno en la que transcurre la acción de la película de aquel país que comento hoy.

Cuando cojo vacaciones y voy a estar unos cuantos días sin publicar los contenidos habituales, tengo la costumbre de dejar a cero el contador de películas pendientes de comentario, entre los estrenos recientes que ya he visto. Pero en esta ocasión, por el lío que he llevado en los últimos tiempos, se me han acumulado nada menos que tres de ellas. Y además muy dignas de comentario.

Eddington (2025; 42/20250918)

Estamos ante la última película estrenada del director Ari Aster. Vi la opera prima de este director y, a pesar de las muchas alabanzas que recibió, especialmente de los críticos, a mi no me entró. Hasta tal punto que no había vuelto a ver una película de Aster, a pesar de las sistemáticas alabanzas que recibe. También es cierto que flirtea siempre con el terror, y no soy muy de este tipo de películas. En esta ocasión, de la mano de Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Emma Stone y otros, nos lleva a lo más profundo de los Estados Unidos, al ficticio pueblo de Eddington, donde se desata un conflicto entre el sheriff, el alcalde, grupos antifascistas y grupos muy fascistas. Aster lleva el conflicto general del país a un microuniverso. Y como parece costumbre en él, desata un exceso de sangre y desatinos. Que resulta preocupante… porque podría ser verdad en algún momento. Creo que es una película razonablemente recomendable, aunque a mí no me ha despertado tantos entusiasmos como a la crítica. Las interpretaciones son muy recomendables.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

Small things like these (2024; 43/20250924)

Casi de tapadillo, confundida entre los diversos estrenos de este mes de septiembre, llega esta película irlandesa, dirigida por Tim Mielants, y a la que le ha costado llegar a nuestro país. Se ha ido estrenando muy poco a poco por el mundo… principalmente por Europa. Y se centra en un problema que diría que es muy irlandés… si no fuera porque también se ha dado en otros países tradicionalmente «católicos», entre ellos España durante la dictadura, de una u otra forma. El protagonista de la película es un padre de familia, Cillian Murphy, trabajador, honesto, dedicado a su familia y devoto cristiano, que vive junto a un convento que regenta una lavandería. Una de las infames lavanderías de la Magdalena. Un día observa como a una chica la arrastran a este convento. Como sirve de carbón al mismo, se la encuentra encerrada un día en la carbonería, en mal estado. Y empieza a sospechar que algo pasa en el establecimiento. Lo cual despierta todo tipo de conflictos internos. Por su pasado, es hijo de madre soltera, acogida por una señora caritativa y honesta, y por su presente de familia devota con hijas. Tras muchas dudas, pasará a la acción, aun bajo las amenazas de las intimidante superiora del convento, Emily Watson.

Impresionante película, muy introspectiva, que en hora y media plantea y desarrolla un conflicto, real y psicológico, con la ayuda de un reparto de primera categoría. Una plena denuncia de los desmanes de las instituciones católicas, que ha llevado a que Irlanda, uno de los países más devotos tradicionalmente del mundo católico haya adquirido notables cifras de abandono de esta fe ante los escándalos de la Iglesia, con la mejora masiva de la educación y con la amplia apertura al mundo de las últimas décadas. Muy muy recomendable.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: *****
Valoración subjetiva: ****

One battle after another (2025; 44/20250926)

Dada la irregularidad de los últimos tiempos en la oferta de versiones originales en la gran pantalla, y dado que durante casi dos semanas no vamos a poder ir al cine, ayer me escapo a ver esta película, la última de Paul Thomas Anderson, que me interesaba mucho. Con ella volvemos a los conflictos actuales de la sociedad americana. Y más específicamente a los de la inmigración y el racismo estructural de la sociedad estadounidense. Un grupo revolucionario encabezado por Perfidia (Teyana Taylor), de la que es pareja uno del militantes (Leonardo DiCaprio), realiza acciones contra los centros de reclusión de inmigrantes, liberándolos, contra centros de poder social y económico reaccionarios y algún atraco que otro para sostenerse. Perfidia también mantiene un relación patológica con un policía de inmigración (Sean Penn). Un día, un atraco saldrá mal, atraparán a Perfidia que ha tenido una niña, y venderá a su banda. Muchos caerán. Pero su pareja y la niña escaparán. Perfidia también escapará a Méjico. Años mas tarde, el policía, ya coronel, quiere entrar en un grupo de presión supremacista blanco, y va a ser investigado. Sabe que Perfidia tuvo una hija, ya adolescente (Chase Infiniti), pero no sabe si es suya, lo cual lo podría perjudicar. Por lo que iniciará una demencial acción policial desmesurada para raptarla, comprobar la paternidad, y si es necesario eliminarla. Pero Bob, como se llama ahora la antigua pareja y quien ha sido el padre de la niña, no se cruzará de brazos y encontrará aliados (Benicio Del Toro) para desbaratar la acción.

Entre la comedia negra y la acción más desbaratada, Anderson pone en marcha el ventilador para exponer las miserias de la sociedad norteamericana, como lo hace Aster en la primera de las película comentadas hoy, y en un entorno no tan diferente, aunque sobre bases distintas. Y sobre todo lo hace con elevada maestría realizadora, con ritmo, y con más corazón que Aster, lo que hace que la película de este quede, desde mi punto de vista, mal parada en la comparación. Pero no todos estarán de acuerdo. Al fin y al cabo, son dos etilos distintos. En cualquier caso, a mi me ha parecido una película excelente, muy divertida, muy recomendable, sus dos horas y media de duración no se hacen largas, y que se ve acompañada de unas estupendas interpretaciones, con DiCaprio, Pen, Infinity y Del Toro en auténtico estado de gracia. Muy muy muy recomendable.

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

[Cine] Kinds of Kindness (2024)

Cine

Kinds of Kindness (2024; 31/202400629)

Si te anuncian de repente, porque no había recibido mucha publicidad, el estreno de una película que parece una nueva colaboración del director Yorgos Lanthimos y la actriz Emma Stone… decides que la vas a ver. Si además te encuentras con que el resto del reparto también es interesante, pues más aun. Realmente, hace una semana, no teníamos ni idea de qué íbamos a vez… pero oye. A por ello.

Y nos encontramos con tres relatos cortos que tres cosas en común. Los tres son comedias plagadas de humor negro, a veces negrísimo, y las más de las veces absurdo. Los tres comparten del reparto principal; Emma Stone, Willem Dafoe, Jesse Plemons, Margaret Qualley, Hong Chau, Mamoudou Athie y Yorgos Stefanakos; eso sí, interpretando a diferentes personajes, no relacionados entre sí, salvo el último, que interpreta a R. M. F., y que es quien nos ayuda a comprender que las tres historias se desarrollan en el mismo universo. Los tres tienen un título sobre R. M. F. que tiene que ver o no con la historia principal de cada historia. En The Death of R. M. F. un jefe manipulador ordena a su empleado, cuya vida controla, que mate a R. M. F. En R. M. F. is flying este es un piloto de helicóptero que rescata a la esposa de un policía, bióloga marina, que naufragó en el mar, y que regresa causando la desconfianza del marido sobre si realmente es ella. En R. M. F. eats a sandwich es un cadáver que es resucitado por una mujer detrás de la que va una secta que sospecha sus milagrosas capacidades. Y sí. Ya en los títulos de crédito… se come un bocadillo.

Como ya he dicho, es comedia negra y absurda. Nadie debe esperar racionalidad en las historias que nos cuentan. Aunque deberíamos esperar que detrás de este absurdo haya algo que contar, que nos hable un poco de la naturaleza del ser humano. Aunque en esta ocasión, a pesar del tono de comedia, sea una visión pesimista de esta naturaleza humana. Normalmente, no me cuesta dejarme llevar por estas situaciones, y a poco que estén bien planteadas, las suelo disfrutar. Pero reconozco que en esta ocasión eso sucedió a ratos. Las historias tienen altibajos en su narración. Y muchas veces da la sensación que el absurdo de la situación está muy forzado.

Por otro lado, hay algo en la película que justifica nuestra presencia en las salas de cine, y esto no es otra cosa que un reparto absolutamente inspirado. Stone y Dafoe hace tiempo que han demostrado sus excelentes cualidades actorales. Plemons ha sido tradicionalmente un sólido secundario, que ya este año, en una única secuencia se ganó desde mi punto de vista un Oscar, o al menos su candidatura. Pues aquí demuestra que sigue en estado de gracia. Qualley, la guapa y atractiva hija de Andie MacDowell, demuestra también que es algo más que una cara joven y guapa, hija de su madre. Y tanto Athie como Chau habían demostrado en otras ocasiones que tienen también oficio. Así que el conjunto funciona como un reloj.

Dicho todo lo cual… ¿es recomendable? Pues no me atrevo a decir ni que sí. La sensación con la que salimos del cine es que es una película que puede generar tanto adhesiones inquebrantables como rechazos absolutos. Y las reseñas que he leído con posterioridad demuestran que es así. Por lo tanto, ir a verla es un riesgo que cada cual debe decidir si quiere correr o no. Yo siempre soy partidario de correr estos riesgos, pero entendería que no todo el mundo quedase satisfecho con la experiencia.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Poor things (2023)

Cine

Poor things (2023; 07/20240127)

Esperábamos con expectación y muchas ganas la última película de Yorgos Lanthimos, un director excéntrico y con una forma muy personal de crear y rodar sus proyectos, que a mí siempre me ha atraído, aunque no siempre es de fácil digestión. Que además venga protagonizada por Emma Stone una de las mejores actrices de su generación, de las más auténticas y fieles a sí mismas, es un aliciente añadido muy importante. Con una carrera muy diversa en títulos y temas, siempre ha realizado una buena selección de trabajo, optando por la calidad sin despreciar el riesgo. Y con el tiempo que lleva dando guerra, y lo prolífica en sus trabajos, parece mentira que todavía tenga 36 años. Y además, se nos venía diciendo que la película venía a revisitar uno de los mitos literarios más queridos del cine, el del doctor Frankenstein y su criatura.

Lisboa es una de las localizaciones más interesantes de la película… en teoría. Porque la película se ha rodado en Hungría.

Sin embargo, aunque muy evidentemente influida por la obra de Mary Shelley y por su famoso doctor, la película adapta o se basa en la novela de Alasdair Grey de su mismo título,… más o menos… por que el del libro sería Poor Things: Episodes from the Early Life of Archibald McCandless M.D., Scottish Public Health Officer. Archibald McCandless se convierte en la película en Max McCandle (Ramy Youssef) un estudiante de medicina que entra a trabajar para el doctor Baxter (Willem Dafoe), con el fin de observar el desarrollo de su «hija adoptiva», Bella Baxter (Emma Stone). Esta es el resultado de resucitar el cadáver de una suicida, trasplantándole el cerebro de su hija nonata, por lo que al principio del filme tiene el aspecto de una bella mujer en la treintena, con el desarrollo mental de una niña. A lo largo de la película asistiremos al desarrolla de la personalidad de Bella, pasando por su etapa de adolescente que se fuga con el abogado sin escrúpulos Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), lo que le permitir viajar por el mundo y aprender cómo funciona, lo que le gusta y no le gusta, antes de volver a Londres con una personalidad ya desarrollada.

Fiel hasta cierto punto al original, que no he leído, Lanthimos sitúa la acción en una época victoriana alternativa, finales de la misma, con un importante toque de steam-punk, pero sin atiborrarnos de los elementos de esta estética, con una diversidad de escenarios de gran brillantez visual e imaginativa. Nuevas versiones de Lisboa, Alejandría o París se añaden a la Londres victoriana. Destacable además que tan atractivo espectáculo visual se haya rodado con película cinematográfica tradicional, en blanco y negro (Kodak Double-X) como en color (negativos, Kodak Vision3, o positivos directos, Kodak Ektachrome, para mayor brillantez visual) con Robbie Ryan en la dirección de fotografía. Un mundo imaginado que enmarca perfectamente una historia que trata de… vamos a ello porque aquí viene lo más interesante.

Me hace gracia que se haya hablado tanto del feminismo de Barbie, cuando en realidad es una película tan pegada a las conveniencias comerciales, y con un feminismo de recetario, de lo establecido como políticamente correcto, mucho menos rompedor de lo que nos hacen creer y nada transgresor. Lanthimos se mete de lleno en el barro de lo que es la emancipación de una mujer. Una mujer, sea Bella Baxter o quien fuera antes de suicidarse, que quiere ser dominada por los hombres que la rodean. Por su «padre adoptivo», a quien le cuesta darle la libertad que anhela, por su amante, Wedderburn, mujeriego posesivo, o por su antiguo marido, un militar inflado de la hipocresía victoriana. Pero Bella se rebela. Se hace dueña de su propio cuerpo, mientras va desarrollando su mente y su ingenio, y va superando los obstáculos para su propio desarrollo en sus papeles como «hija», amante, esposa, prostituta, llegado el caso, los reduccionismos a los que los hombres que la rodea la quieren someter. Sin renunciar a su sensualidad y sexualidad, al disfrute simultáneo de su cuerpo y de su mente. Al final alcanzará un estado de autosuficiencia, en la que todos estos hombres, si quieren acompañarla en su vida, será bajo sus propias premisas y condiciones. Mucho más intensa, transgresora y directa en su mensaje.

En lado positivo, aparte de los aspectos visuales, también sonoros, están las interpretaciones del conjunto del elenco con Stone y Ruffalo como más destacados. En lo negativo, que algo hay, es la excesiva duración del segundo de los cuatro actos en los que se divide la película, hay un momento, en el periplo que hace Bella con Wedderburn en la que la película parece no avanzar, tras un excelente principio antes de un inspirado final. Pero en su conjunto es realmente una película muy notable, que merece la pena la atención de los espectadores. Mucho más profunda que otros títulos más mediáticos, sin renunciar al espectáculo cinematográfico. No os la perdáis.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Cruella (2021)

Cine

Cruella (2021; 37/20210602)

Vamos a ver si lo dejo claro desde el principio. Yo no quería ir a ver esta película. Incluso cuando salió ganadora en la votación me planteé quedarme en casa. No ir. Al final, en los últimos tiempos han sido tan escasos los momentos para juntarse con determinada gente, que venció este último impulso. Las adaptaciones de acción real de los clásicos animados de Disney o sus derivadas son meros productos de mercadotecnia en los que, hasta ahora, poca calidad he visto. Muy poca. Es cierto que esta nueva visión de la mejor malvada de la factoría dirigida por Craig Gillespie tiene como atractivo a priori su reparto. Hay mucha gente en el elenco que casi nunca lo hace mal. Pero aun así, mi reluctancia a ver esta película era… enorme. Pero fui.

Vista de Great Marlborough Street con los almacenes Liberty en primer plano. Es una de las localizaciones de la película, que transcurre en los años 70 del siglo XX.

En esta película se reimaginan los orígenes de Cruella de Vil, que en realidad se llama Estella (Emma Stone/Tipper Seifert-Cleveland, de niña). Una niña muy especial y querida por su madre (Emily Beecham) a la que pierde en unas circunstancias muy trágicas, lo que la fuerza a vivir una infancia y adolescencia en el mundo de la delincuencia. Impulsada por su deseo de trabajar en el mundo de la moda, consigue entrar a trabajar para La Baronesa (Emma Thompson), quien se convertirá en su mayor antagonista, especialmente por los secretos que esconde relacionados con ella misma.

Siempre recuerdo una de las frases de Jessica Rabbit en Who framed Rogger Rabbit?… «I’m not bad. I’m just drawn that way.» «Yo no soy mala, fui dibujada así». Y no hay nada más que explicar sobre un personaje de ficción, especialmente en una comedia de acción, sea acción real o sea de animación. No hay que buscarle tres pies al gato. No hay que psicoanalizar al personaje. No hay que buscar razones para entender una infancia traumática y similares. Cuando las productoras, en un intento de ordeñar la vaca del dinero hasta dejarla exhausta, en el mejor de los casos no pasa nada. Pero con frecuencia, acaban desvirtuando el personaje que nos encantó. Porque Cruella de Vil era la salsa, lo que hacía interesante una historia como The hundred and one dalmatians, que si no hubiera sido una bobada. En este caso, pese a los esfuerzo del elenco… han creado un personaje que, realmente, a mí me ha parecido poco interesante, inconsecuente, y contrario en diversos aspecto a la maldad esencial del personaje original. Que nos encantó.

Separados del resto de Regent’s Park por el Inner Circle (vía urbana con paso de coches interior), los Queen Mary’s Gardens son la zona noble del parque. Regent’s Park es otra de las localizaciones típicas de la película.

La película es excesivamente larga, va muy rápida, pero no tiene un buen ritmo, se preocupa más de encajar la lista de éxitos musicales de los 60 y los 70 que de establecer un adecuado continuo narrativo, y en el único plano en el que se puede considerar que tiene algunos logros interesantes es en el diseño de producción. Las interpretaciones salen adelante por el oficio del reparto… y hasta ahí llega la cosa. Probablemente sea un éxito de taquilla… más o menos, dada la situación de la exhibición cinematográfica. Hasta yo fui a verla. Pero sinceramente, es un ejemplo de la mediocridad de Disney, más preocupada de aumentar el volumen del almacén del dinero del tío Gilito que de otra cosa. Por su puesto, es políticamente correcta y Anita (Kirby Howell-Baptiste) es negra, y aparece un personaje gay (John McCrea). Los dos son de los que apoyan a Estella, antes de convertirse en Cruella. O sea, ¿de los buenos? ¿Cruella de Vil es la «buena» de la película?

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
Entre las Terraces que rodea Regent’s Park, impresiona la columnata de Park Crescent. Puede representar las residencias de los más pijos (posh) personajes de la película.

[Cine] The Favourite (2018)

Cine

The Favourite (2018; 07/20190123)

No negaré que, frente a la apatía que nos producen este año las películas «oscarizables», existen excepciones como esta nueva película de Yorgos Lanthimos. Pero no es porque sea una película oscarizable, sino por que es una película de Lanthimos, director griego que en los últimos años nos ha proporcionado algunas de las películas más singulares y más atractivas que han pasado por cartelera.

A este hecho, hay que sumar dos más… Siendo una película británica, o irlandesa, no sé muy bien que nacionalidad atribuirle, de época… casi seguro que va a estar bien hecha. Y luego está el trío de «reinas» que aparece encabezando el cartel. Que también es suficiente atractivo como para llevar a cualquier enterado de la situación del cine contemporáneo a las salas de cine.

Utilizaré el castillo de Warwick en las Midlands inglesas para representar el ambiente de la corte británica, aunque los palacios donde se desarrolla la acción sean posteriores históricamente. Por cierto, qué malo es el Canon EF 28-135/3,5-5,6 IS USM sobre una cámara digital… que castigo para los bordes y las equinas de la imagen…

Lanthimos nos ofrece su particular visión de la relación entre tres mujeres a principios del siglo XVIII en el Reino Unido. Tres mujeres con poder político en un mundo de hombres; la reina Anne (Olivia Colman), Lady Sarah de Marlborough (Rachel Weisz) [la esposa del «Mambrú» que fue a la guerra], y la prima de esta, Abigail Masham (Emma Stone). Lady Sarah fue la consejera y favorita de la reina durante años, para verse desplazada por la tercera hacia el final de la vida de la reina. La verdadera naturaleza de los hechos, o el auténtico carácter de las tres mujeres,… pues aunque haya algunas dosis de verdad documentada en lo que nos cuenta Lanthimos, también hay enormes dosis de libre interpretación, de querer contarnos la historia que el quiere. Apliquemos el dicho italiano, «si non è vero, è ben trovato».

Así pues, en un esfuerzo notable por generar un ambiente creíble aunque con licencias de lo que pudo ser o fue la corte británica en los años de nuestra Guerra de Sucesión, con una iluminación realista, muy notable, por parte de Robbie Ryan, pero al mismo tiempo acompañada de la selección de ópticas grandes angulares, e incluso ojos de pez, que hace que nos metamos directamente en el centro de la acción, o abarquemos de un sólo vistazo todo el ambiente de una estancia, por reducida que sea. Al mismo tiempo, una música repetitiva, minimalista, casi percusiva, nos va marcando unos ritmos en la acción y en los estados de ánimo.

Por supuesto, el punto fuerte es la actuación y la interacción entre las tres protagonistas que, como suele ser habitual en las tres, trabajan a gran altura. Y que contrastan con el papel de los personajes masculinos, las más de las veces prácticamente caricaturizados, en un mundo de ambiciones de gloria, de intereses económicos, de pelucas imposibles, y caras maquilladas y empolvadas de forma clownesca. Juegos absurdos, apuestas sin sentido,… mientras tres mujeres, sobrias y en su mundo, deciden el rumbo de la nación.

Mucho sobre lo que reflexionar en una película llena de contenidos, de detalles, que probablemente se beneficie de un segundo visionado. Una guerra por el poder, la influencia, la posesión de la otra persona, que como en muchas guerras no tiene vencedores. A la corta o a larga, todo el mundo pierde.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Policias buenos y maníacos empastillados

Televisión

Pues nada. Que tenía aquí dos series pendientes. Una de ellas desde hace ya unas semanas, la otra más reciente. Así que, antes de dedicar una semana al terror y al satanismo que nos dejó como herencia la última Noche de las Ánimas, vamos a ir cerrando pendientes.

Tenemos la ocasión de ver en Netflix una serie de mero entretenimiento, sin sesudeces de ningún tipo, que es The Good Cop. Un procedimental que oscila entre la comedia y el drama, nos cuenta la historia de un policía honesto (Josh Groban) hasta lo obsesivo-compulsivo, su padre (Tony Danza), un policía corrupto que ha cumplido condena, y la nueva compañera del primero (Monica Barbaro), que fue previamente la agente de libertad condicional del padre. El padre, más que ayudar al hijo en sus casos, suele estorbar. La chica es el único personaje «normal», ya que los otros dos oscilan entre la comedia y el drama. Con situaciones relativamente absurdas. Quizá demasiado forzadas. Entretiene. Sin más. Tony Danza conoció tiempos mejores en su actividad de actor televisivo.

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Ya que estamos de neurosis y psicosis televisivas, nos daremos un paseo por el parque de Delicias de Zaragoza, antaño los terrenos de ahora un mucho más reducido hospital psiquiátrico.

Sin embargo, Maniac es una miniserie con pretensiones. Producida y dirigida por Cary Joji Fukunaga, tiene un reparto de cierto relumbrón, al frente del cual encontramos a Emma Stone y Jonah Hill, además de otros nombres conocidos. La primera es una joven trastornada por el sentimiento de culpa ante la muerte de su hermana en accidente. El segundo está diagnosticado de esquizofrenia, y forma parte de una familia que no le acepta y que pretende que testifique a favor de su hermano, acusado de un crimen. Ambos entran a participar en un extraño ensayo clínico donde, además de varios científicos locos (curioso el cambio de Sonoya Mizuno frente a otros trabajos anteriores), hay una computadora con sus propias neurosis, y una serie de realidades virtuales que intentan aportar entretenimiento a una serie en la que, aparte de algún momento bueno, me costó mucho integrarme. Por debajo de las expectativas creadas, lo más destacable son las interpretaciones, que hacen lo que pueden por mantener a flote una serie con sus propias neurosis. Por cierto, cualquier parecido de lo que aparece en la trama bajo el nombre «ensayo clínico» con la realidad es pura coincidencia ninguno.

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[Cine] La La Land (2016), y el cine considerado como una de las bellas artes…

Cine

La La Land (2016; 042017-1701)

Llevo unos días pensando en cómo iba a enfocar el comentario de esta película. Película que desde que inaguró la mostra de Venecia en 2016 ha estado en boca de muchos como la gran película del año. Toda una revelación para la crítica que iba a lanzar al estrellato a todos los que en ella intervienen de un modo u otro… Elevadas fueron las expectativas, lo cual hizo que durante muchos meses declinara la posibilidad las noticias que se generaban en torno a este musical, con el fin de llegar a su estreno en nuestro país con las neuronas lo menos «sucias» que fuese posible.

Como sucede cuando periódicamente llega un musical, generalmente con tono de gran producción, que va a recuperar el género, que «no está muerto» para algúnos,… o sí, para otros, te encuentras con la eterna expresión. Es mucha la gente que te dice… «a mí es que el musical no me va mucho». Lo cual es casi como decir que el cine no te va mucho. Porque junto con el western son los eternos muertos, enterrados y periódicamente resucitados, pero fueron los géneros que hicieron en gran medida del cine lo que es.

Aunque es la ciudad de Los Ángeles la tercera protagonista de este drama musical, son numerosas las referencias a la ciudad de París. De la primera no tengo fotos, de la segunda, en abundancia.

Aunque es la ciudad de Los Ángeles la tercera protagonista de este drama musical, son numerosas las referencias a la ciudad de París. De la primera no tengo fotos, de la segunda, en abundancia.

No en vano la «primera» película sonora fue The Jazz Singer (El cantor de jazz)… un musical. Con el jazz como tema y con un aspirante a músico de jazz, anoten coincidencias,… y cuya línea inicial,

«Wait a minute, wait a minute. You ain’t heard nothing yet»

(Espera, espera un momento. No has oído nada todavía),

iba a revolucionar totalmente al que se iba a considerar el séptimo arte.

Pero en esas estamos, en que una mezcla de incultura musical y cinematográfica, prejuicios sobre lo que uno debe ver o no ver, sobre lo que es o no es un musical, el miedo «aterrador» del españolito medio a los idiomas ajenos y a los subtítulos en las película, el sexismo social que define lo que es apropiado para chicas y lo que es apropiado para machotes,… hace que mucha gente que no se cosca gran cosa de qué va la feria asegura muy seria… «a mí es que el musical no me va mucho».

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Luego llega y Cabaret se lleva 8 de 10 candidaturas a los oscars, Chicago se lleva 6 de 13, Les Miserables se lleva 3 de 8, Moulin Rouge se lleva 2 de 8, All That Jazz se lleva 4 de 9, Fiddler on the Roof se lleva 3 de 8, Yentl se lleva 1 de 5,… y no me meto con los éxitos de las películas de animación de Disney que son en muchas ocasiones también películas de carácter musical, o al menos peliculas con canciones. Sólo he mencionado películas posteriores a 1970, cuando el musical era un género «muerto». Y a la gente no le gusta el musical…

Luego está la otra. «Es que a mí no me gusta el jazz», cuando el 90-95 % de la música pop/rock actual es hija más o menos bastarda del mismo, y los mismo memos que aseguran que el jazz es un rollo se entusiasman en los conciertos de «rock» cuando el guitarrista se marca un solo que no será probablemente más que una mera sombra, un pálido reflejo, de las improvisaciones esenciales en el jazz que dieron origen a lo que vino después. Y esta película no sólo es un musical, sino que además manifiesta una marcada nostalgia por el género musical probablemente más influyente del siglo XX.

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Otra cuestión. Antes hemos mencionado al cine como el «séptimo arte». Mmmmmm… el cine puede ser arte, pero no todo lo que se hace en cine es arte.  Pero cuando lo es, necesariamente entra en diálogo con la historia del arte. En la historia del arte, muy de vez en cuando, nace un genio que lo revoluciona todo. Pero el estado esencial del arte es la inspiración, la copia descarada en ocasiones y la referencia a lo que se ha realizado previamente. Pocos artistas, casi ninguno, es genuinamente original. Y de algunos, por ejemplo Picasso, se dice que el mismo reconocía que no sólo copiaba,… robaba de las obras de los que le precedieron. Lo importante en el arte, y en otras disciplinas también, por ejemplo la ciencia, es la conversación global en la que se involucran los trabajos de los autores. Y son buenos aquellos autores, aquellos artistas que aportan algo nuevo a la conversación, aunque sea poco, aunque sean matices, aunque sean variaciones.

Para poder disfrutar plenamente de esa conversación, volvemos a hablar de cine, no podemos considerar la disciplina como un mero acto de entretenimiento aislado. Ha de ser un gusto cultivado e interiorizado. «Cultivado» y «cultura» tienen la misma raíz etimológica, una raíz que tiene su sentido original en labrar y hacer crecer en la tierra aquello que nos alimenta. Si nos alimentamos de comida basura, con abundancia de azúcares, grasas y salsas groseras, difícilmente apreciaremos los mejores platos de sabores sutiles, combinaciones a veces extrañas que nos resultan ajenas. Seremos siempre como esos niños de 6 años que se niegan a comer ciertos alimentos nuevos porque no los han probado y desconfían de todo aquello que han establecido como «lo que les gusta». Con el cine, con la música, con la cultura en general nos pasa algo parecido. Nos acostumbramos en la infancia a unos «sabores», productos de consumo rápido y fácil, y luego no salimos de ahí, salvo que crezcamos en un entorno cultural privilegiado, o realicemos un fuerte ejercicio de disciplina personal en abrirse a lo diferente y en comprender lo que no entendemos.

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La La Land no es una película perfecta. Pero es una obra de arte. Es el fruto de la concepción y la creatividad de su director Damien Chazelle, que copia y roba a mansalva de un sinnúmero de referentes para contribuir a la conversación a través de un musical sumamente honesto y pensado. A través de la relación romántica entre Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling), y en el marco del tercer protagonista de la historia, la Ciudad de Los Ángeles, es ciudad de estrellas que «todo venera y nada valora», citando a uno de los protagonistas, hace un ejercicio de reflexión sobre el acto de convertirse en creador o artista, y los costes personales que tal cosa conlleva. Especialmente si creemos firmemente en lo que queremos ser y hacer, y le echamos a la tarea la pasión y la dedicación necesarias para tener una oportunidad de éxito. Lo cual lleva, inevitablemente, a una historia fundamentalmente agridulce.

Con la excelente música compuesta por Justin Hurwitz, la excelente iluminación y fotografía de Linus Sandgren, la colosal dirección de arte de Austin Gorg, y con dos protagonistas en estado de gracia absoluta, que para colmo de bienes se compenetran y complementan como si fueran un engranaje de precisión, la película es una producción notable, que merece un puesto destacado en la historia del séptimo arte.

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El entrar en el detalle de todas las referencias de las que bebe el filme,… sería extraordinariamente prolijo para una entrada que ya me está quedando muy extensa. Daría para un comentario muy largo en sí mismo. Desde las desdichas de una paragüera en Cherburgo, a un niño que recorre las calles de París tras un globo rojo, el musical clásico norteamericano, la Bergman,… infinitas.

Se habla de ella como la gran triunfadora del 2016, la que va arrasando en la temporada de premios. ¿Los merece? Merece muchos. ¿Todos? No. El mundo del cine está lleno de conversaciones de nivel, y han sido varias las que nos han tocado la fibra en este 2016, o las que están por venir por culpa de lo que tardan en estrenarse en nuestro país. La película no es perfecta. Sufre alguna ruptura de ritmo entre su primera mitad y su segunda mitad… Hay una transición, conformada alrededor de una serie de escenas clave, que no acaba de tener la suavidad debida. Pero son problemas menores que no empañan el buen tono general del filme, que nos regala un epílogo final, con mucha, mucha, mucha chicha tanto artística como conceptual y que nos pone en paz con el mundo. El real y el de «La la land»… Ese país de los sueños o de los soñadores, que siguiendo el juego de palabras implícito en el título de la película, alguien ha situado en L.A., en las colinas de Hollywood.

Nota: aunque era algo que se venía fraguando desde hace un tiempo, me considerado ya total e incondicionalmente enamorado de Emma Stone.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Cine] Birdman or (The Unexpected Virtue of the Ignorance) (2014)

Cine

Birdman or (The Unexpected Virtue of the Ignorance) (2014); vista el viernes 9 de enero de 2015.

Inicio esta entrada con el aviso habitual; cuando conservo el título original en inglés es porque he visto la película en versión original subtitulada en castellano. A veces porque el título no es traducido en la versión doblada, pero no es lo usual. En este caso, habitualmente conoceremos la película símplemente como Birdman, en ambas versiones, aunque lleva ese subtitulo que en la versión española queda como Birdman: La inesperada virtud de la ignorancia. O algo así.

Hemos empezado el año con cierto frenesí cinematográfico, y estamos saliendo a dos películas por semana. Ahora, cuando escribo esta entrada, ya tengo en mente la nueva película que vimos ayer, y que comentaré en unos días. Considero que el dejar pasar unos días, dejar reposar las impresiones, es algo bueno de cara al comentario que pueda hacer. Es como si mi opinión madurase un poco más. En esta ocasión, reconozco que a priori no tenía mucha información sobre lo que iba a ver. Así que iba con pocos prejuicios. Sabíamos que este título está sonando en quinielas diversas de la temporada de premios, que su director, el mejicano Alejandro González Iñárritu nos viene ofreciendo títulos muy interesantes aunque no siempre de fácil digestión, y que el reparto mezclaba una serie de nombres, algunos de ellos prometedores, otros capaces de lo mejor, pero también de alguna decepción.

Nos habla la película de cómo una vieja del cine de acción, Riggan (Michael Keaton), que encarnaba 20 años atrás a un superhérore de nombre Birdman, tras un largo bache quiere reivindicar su condición de actor y alcanzar un cierto prestigio personal y profesional adaptando para un teatro de Broadway el relato corto de Raymond Carver «What We Talk About When We Talk About Love«. Pero la preparación y los ensayos con vestuario y público están siendo una catástrofe y lo están llevando al borde de la paranoia, en forma de las voces que oye de su antiguo personaje de ficción. Tendrá problemas con Laura (Andrea Riseborough), una de las actrices con la que tiene una relación y que pudiera o no estar embarazada, con el otro actor protagonista, Mike (Edward Norton), capaz de lo mejor o de montar un caos con su carácter o sus ideas propias. Deberá velar por su rebelde hija, Sam (Emma Stone), que está como su ayudante, pero que acaba de salir de un programa de desintoxicación y rehabilitación por consumo de drogas. E incluso eventualmente tendrá que afrontar a su exmujer, hacia quien tiene sentimientos complejos, Sylvia (Amy Ryan), que los visita constantemente. A lo que hay que añadir la ansiedad continua por su necesidad de que la obra sea un éxito.

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Estamos en Nueva York, en el entorno de Broadway, la 42 y el conjunto de calles que conforman la élite de la escena neoyorquina y norteamericana.

 

Habría mucho que comentar sobre este filme, y no tengo mucho tiempo. Para empezar, en el plano técnico, es una película compleja rodada en forma de un falso plano-secuencia que abarca todo el metraje del filme. Gran mérito en la concepción y en el montaje, y aunque las transiciones puedan ser evidentes en algunos casos, lo cierto es que dado que la acción abarca varios días o semanas, y es necesario incluir las convenientes elipsis. Todo ello viene ayudado por un guion que ha de tener una precisión milimétrica para favorecer el trabajo de todo el equipo. El trabajo en lo que es la concepción de la historia y su traslación audiovisual, con una potente banda sonora basada en la percusión, es muy sobresaliente.

Luego está el interés de la propia historia. Es una historia sobre las gentes del mundo de la interpretación, el cine y el teatro. Es una historia que, aunque de forma sutil, mete profundamente el dedo en el ojo de las modas de las dos últimas décadas del cine de acción, especialmente de superhérores, basadas en la pirotecnia y la presencia física de sus intérpretes, pero hueco por debajo de esto. No olvidemos que Keaton encarnó varias veces a Batman en los años 90, y que también a sido un intérprete con altibajos, muy capaz, pero con bodrios a cuestas. También hay autorreferencias en el personaje de Norton, al propio carácter de este brillante actor, pero que se ha ganado la fama de difícil en algún rodaje.

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Un paisaje que se nos ofrece durante la película de diversas formas, como un marco, como un paisaje, pero también a veces como una amenaza que se cierne sobre los protagonistas.

 

Y es que en definitiva, si ya hemos hablado de las virtudes de la realización de esta película, se quedaría coja si no fuera por el excelente trabajo del conjunto de su reparto. Los protagonistas están todos a gran nivel, con interpretaciones intensas pero matizadas. Entre los secundarios brillan todas las actrices, que tienen papeles secundarios pero importantes, especialmente Emma Stone, sobre la que me pregunto cuándo le van a ofrecer ese papel que demuestre claramente que es una de las mejores actrices de su generación, aunque en este momento haya otras que brillen más en el firmamento de Hollywood. O los más discretos pero eficientes trabajos de Riseborough o Ryan (esta mujer cada vez me gusta más como trabaja). Sólo Naomi Watts queda a un nivel más discreto, también con un papel que permite un menor lucimiento.

He de decir que después de un mes de diciembre flojo, y del conservadurismo y la falta de riesgo de algunas de las propuestas vistas en las últimas semanas, véanse aquí en un ejemplo que tiende a la mediocridad y aquí en otro que tiene más empaque, es como una bocanada de aire fresco presenciar un trabajo currado, que toma riesgos, aunque bien medidos, y que tiene algo que contar y sobre lo que reflexionar sobre los temas que trata. Yo salí bastante satisfecho de la sesión.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

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En cualquier caso, es un paisaje que ejerce todo su poder de símbolo de una forma de entender el espectáculo, la cultura y el «business» que los acompaña.

 

[Cine] Magic in the Moonlight (2014)

Cine

Magic in the Moonligth (2014)

Como tengo por costumbre cuando veo una película en versión original, conservo su título en su idioma de origen, en este caso el inglés. En la cartelera española se puede encontrar también en versión doblada al castellano con el título traducido literalmente Magia a la luz de la luna, aunque desaconsejo vivamente ver esta versión. Y es que esta dosis anual del cine de Woody Allen, rodada fundamentalmente en la Riviera francesa, incluye una mezcla de intérpretes de ambos lados del Atlántico, cuyos acentos y matices se pierden irremediablemente en el doblaje.

En esta ocasión Allen opta por la comedia ligera para hablar de sus temas de costumbre. Un prestigioso ilusionista de los años 30 del siglo XX, magos les llaman algunos, Stanley/Wei Ling Soo (Colin Firth) es llamado por uno de sus amigos y compañeros de profesión para que desenmascare a una descarada, y guapa, norteamericana Sophie Baker (Emma Stone) que con su madre (Marcia Gay Harden) se dedica a vender sus servicios como medium espiritista a los crédulos aristócratas que pasan su tiempo de ocio en la Costa Azul y en la Riviera francesas. Pero cuando Stanley conozca a Sophie las cosas se le pondrán difícil. Por dos motivos. Porque es difícil encontrarle el truco, si es que lo tiene, y porque es más difícil todavía resistirse al encanto de la chica. Más en las noches mediterráneas a la luz de la luna.

Entre "mis defectos" está el de no haber recorrido adecuadamente la Provenza y la costa mediterránea francesa; lo más parecido que tengo en fotos son los paisajes de la Riviera de Levante en  Liguria, Italia.

Entre «mis defectos» está el de no haber recorrido adecuadamente la Provenza y la costa mediterránea francesa; lo más parecido que tengo en fotos son los paisajes de la Riviera de Levante en Liguria, Italia.

Woody Allen sigue con sus temas de siempre. El destino, la muerte, la religión, la superstición,… y el misterio del amor y del romance. En este caso, acompaña los temas de un tono ligero, un tono de comedia romántica, en medio de la calidez, belleza y sensualidad de los paisajes mediterráneos del sur de Francia. En su conjunto, encaja una película sin excesivas pretensiones pero que se ve con mucho agrado gracias a un guión con razonable ritmo, heredera de la screwball comedy de moda en la época en la que se sitúa la acción, en el que tenemos un personaje femenino fuerte que lleva de calle al serio y circunspecto galán. La gran diferencia con aquellas comedias es que mientras que en aquellos tiempos los temas eran banales, y sólo importaba el romance entre la improbable pareja, en esta el director sigue con las mismas obsesiones temáticas que le han acompañado a lo largo de su carrera. Y que le da un tono un tanto menos acelerado, ligeramente más melancólico como consecuencia.

Colin Firth no tiene el carisma ni la presencia de Cary Grant. De hecho, me gusta más en los dramas en los que hace de malo. Y a Emma Stone todavía le falta mucho recorrido para que se pueda comparar con Katharine HepburnCarole LombardClaudette Colbert, que destacaron en el género. Pero no lo hacen nada mal. Especialmente la segunda, Firth siempre parece demasiado estirado, ya que está atractiva y muy simpática.

Pero estamos hablando del mismo tipo de tierras y paisajes, por lo que las Cinque Terre nos servirán perfectamente para ilustrar esta entrada.

Pero estamos hablando del mismo tipo de tierras y paisajes, por lo que las Cinque Terre nos servirán perfectamente para ilustrar esta entrada.

No. Que nadie espere algo del nivel de To Be or Not To Be (Ser o no ser)It Happened One Night (Sucedió una noche)Bringing Up Baby (La fiera de mi niña),… pero tampoco hagáis mucho caso de esos críticos a los que tanto les gusta despellejar a Allen cuando bajan un peldaño o dos por debajo de Manhattan. La película es muy entretenida y se ve con bastante agrado. Y esta por encima de muchas mediocres y previsibles comedias románticas que nos hemos chupado en las últimas décadas que gozaron del favor popular. Así que por qué no elegirla para pasar un rato amable ante la gran pantalla. Su principal defecto,… que podrían haberle buscado un mejor «contrincante» a Stone para mejor lucimiento. Realmente Firth a veces resulta un poco sieso.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Eso sí. Aunque ahora me despida con una fotografía de la península de Portofino, me hago el propósito de resolver en un futuro esta carencia.

Eso sí. Aunque ahora me despida con una fotografía de la península de Portofino, me hago el propósito de resolver en un futuro esta carencia.

[Cinefoto] Nick Nolte fotografía «bajo el fuego»

Cine

Desde ayer por la tarde estoy pocho. Básicamente parece una faringitis, probablemente de carácter viral, ya que la fiebre no es excesivamente elevada, y también he tenido algún síntoma intestinal. No creo que tarde en pasarse, pero desde que volví de pasear ayer por la mañana, no he andado muy para allá. Así que para combatir el aburrimiento de las horas de convalecencia en casa me he dedicado a ver películas en la tele.

Me he tragado Gigante (Giant) enterita, y eso que no es una película que me guste en especial a pesar de la fama que arrastra. Aunque eso sí, Elizabeth Taylor sale en una de sus versiones más guapas.

También he visto a Robert Redford, Morgan Freeman y la habitualmente mediocre aunque eventualmente guapa Jennifer Lopez en un drama de Lasse Hallström más bien flojo, Una vida por delante (An Unfinished Life).

Me divertí con una comedia adolescente protagonizada por Emma Stone. Una versión moderna de instituto de La letra escarlata titulada Rumores y mentiras (Easy A). Muy por encima de la media de este tipo de producciones, y creo que por las innegables virtudes interpretativas de su protagonista.

Y finalmente, he visto Bajo el fuego (Under fire), un filme que tenía pendiente para incluir en mi serie sobre cine y fotografía, y a cuya reseña ya se puede acceder.

Voy a intentar pasar el resto de la tarde con la mayor dignidad posible dada mi situación, y espero estar en condiciones mañana de retomar la vida activa.

Hoja seca

Melancolía otoñal tengo hoy, causada por la maldita faringitis, vaya que sí (Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8).

[Cine] Crazy, Stupid, Love (2011)

Cine

Crazy, Stupid, Love (2011), 10 de octubre de 2011.

Creo que es la primera vez que me pasa que, desde que mantengo este Cuaderno de ruta, veo una película en el cine, y se me olvida comentarla en estas páginas al día siguiente o a los dos días como más tardar. Pero el hecho es que esto me sucedió con este filme. Primero, esta mañana he revisado mi base de datos de películas vistas en sala de cine, y me ha extrañado que hubiera un hueco a primeros de octubre, un intervalo muy amplio entre dos película, cuando últimamente vamos como poco una vez a la semana. Pero no he caído en la cuenta. Ha sido al mediodía, cuando revisaba filmografías de los intérpretes de la película que vimos el martes, cuando me he dado cuenta que Emma Stone era una de las intérpretes importantes de la película que nos ocupa esta tarde, aunque vi hace ya más de tres semanas.

Esta comedia dramática, que no me parece tan compleja como para necesitar dos directores, Glenn Ficarra y  John Requa, nos cuenta las peripecias de Cal Weaver (Steve Carell), al que una noche, cenando en un restaurante mono con su mujer Emily (Julianne Moore), esta va y le suelta que le ha engañado con un tal David (Kevin Bacon) y que quiere divorciarse de él. Abandona su casa, y se dedica a ir a bares nocturnos en busca de ligue con resultados catastróficos, hasta que un mujeriego con éxito, Jacob (Ryan Gosling), lo adopta y le enseña como hacerlo. Este no siempre tiene éxito, ya que una joven y guapa pelirroja, Hanna (Emma Stone), recién graduada en derecho, se le ha resistido. Ella espera que su novio se le declare. Cosa que no pasa y le deja muy escocida. Mientras, la canguro de sus hijos, Jessica (Analeigh Tipton), hija de 17 años de unos amigos de la familia está colada por él. Y a su vez, el hijo adolescente de Cal, Robbie (Jonah Bobo), está enamorado de la canguro. Por si fuera poco, Cal tiene un ligue de una noche, según él, algo más según ella, con Kate (Marisa Tomei), la madura pero guapa y atractiva profesora de Robbie. Y aún hay más sorpresas y entrelazamientos de historias que prefiero no desvelar. Que ya vale.

Lo cierto es que fue una película a la que fuimos sin muchas expectativas. Y para que nos vamos a engañar, si se me olvidó comentarla, tampoco es que me dejase una marca muy profunda en mi memoria. Pero la verdad es que no está mal. Filmada con soltura, ya podrán entre dos, tiene el tono melancólico del monumental despiste del personaje principal, un hombre que sigue enamorado de su mujer, pero que se siente demasiado ofendido para pelear por su matrimonio. Básicamente, si se le puede llamar comedia es por los acentos de humor que le ponen los secundarios, particularmente Bacon y Tomei. Las apariciones de esta última saben realmente a poco. Lo hace muy bien, está muy guapa, y muy inspirada. El conjunto de intérpretes están de correctos a bastante bien, aunque la verdad es que sientes constantemente que te gustaría saber más de los personajes femeninos, que son más interesantes.

En su conjunto, una película razonable, que no me atrevo a recomendar, por lo menos a quienes como yo viven en Zaragoza, porque me parece que ya ha desaparecido de la cartelera. Pero si no es así, pues es una opción razonable para pasar un par de horas en el cine. Sin duda. Y definitivamente, esta chica, la Stone es un encanto. Absolutamente adorable. Y también está divertida. Y guapa.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Paso

El protagonista del filme se ha metido en algún que otro charco notable, como los que había que sortear esta tarde tras la mañana de lluvia en Zaragoza (Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited).