[Cine] La fille inconnue (2016)

Cine

La fille Inconnue (2016; 142017-1003)

Hace ya una semana que vi esta película. Pero como en lo que llevamos de esta no he tenido tiempo para publicar nada dos de ellos, se me ha retrasado un poco la cosa cinematográfica. Bueno… incluso he acumulado otra película que no pensaba ver. Ya hablaremos de eso. El caso es que sí me atraía el ver la última película de los hermanos Dardenne, Jean-Pierre y Luc.

Hace ya unos años que tuve la oportunidad de ver Le silence de Lorna (El silencio de Lorna), una película a la que no le faltaba interés, aunque tampoco acababa de ser una película redonda. Y posteriormente, en vídeo y en casa, porque nos perdimos su estreno en salas de cine, pude ver Deux jours, une nuit (Dos días, una noche) en la que destacaba su protagonista, Marion Cotillard, que fue justa candidata a los Óscar en su momento por este trabajo. Demostrando, una vez más, que es una de las mejores actrices del momento, y que a pesar de haber alcanzado la fama no deja de hacer películas más sencillas y comprometidas socialmente. Bien por la Cotillard. Si me acuerdo, volveré a esto en mi próxima reseña de cine.

Visité Lieja hace ya algo más de quince años, en un día de mucho calor, y de luz no especialmente favorecedora. No tengo muchas diapositivas digitalizadas de la ciudad… pero algunas hay.

En ambas películas, la cámara de los Dardenne enganchaba a un personaje femenino y lo acompañaba sin soltarlo durante todo el metraje de la película mientras exponían sus tesis sobre la inmigración, o sobre los problemas laborales y el riesgo de desempleo en cada una de ellas. En ambas ocasiones, las localizaciones se encontraban en Lieja y sus alrededores, y nuevamente han vuelto al mismo lugar para seguir las peripecias de otra mujere. En esta ocasión se trata de la doctora Jenny Davin (Adèle Haenel), una joven médica que está acabando de hacer una sustitución de un veterano profesional en un modesto consultorio en Seraing, ciudad industrial y obrera, literalmente junto a Lieja a orillas del Mosa, con perspectivas de incorporarse posteriormente a un consultorio más moderno y de nivel en la propia Lieja. Pero una tarde, tras acabar la consulta, mientras comenta con un alumno de medicina, Julien (Olivier Bonnaud), las incidencias del día, llaman al timbre y decide no abrir. Hace una hora del final de la consulta, no es un servicio de urgencia y tiene que enseñar a Julien los límites de su implicación personal/profesional. Al día siguiente, una joven subsahariana aparecerá muerta a orillas del Mosa. Y por una grabación de vídeo sabremos que es la persona que llamó al timbre. La vida de Jenny Davin cambiará completamente respecto a lo que tenía planeado.

Como decíamos, volvemos al mismo esquema. Una mujer, honesta por naturaleza y convinción, envuelta en un dilema moral de graves consecuencias, y que se embarca en una búsqueda. Una búsqueda tan sencilla como descubrir el nombre de la víctima y ponerle una lápida, pero que le llevará a encontrar una verdad mucho más importante. Con el tema de la prostitución de fondo y de la explotación de las mujeres, especialmente de aquellas más vulnerables en nuestro entorno, como son las inmigrantes irregulares, los Dardenne expondrán la tesis de que la muerte de la joven no tiene un sólo culpable, sino muchos.

Atención, riesgo de destripar la película… lo aviso por si no queréis seguir leyendo a partir de aquí, y saltar a después de la foto.






La hermana celosa, el chulo, los clientes, la policía para quienes hay casos más importantes, el adolescente que no quiere delatar a alguien…

Retomo la cuestión,

Todo ello desde la mirada de la joven Davin, que como digo es una mujer esencialmente honesta, y una profesional preocupada, que nos muestra una forma de afrontar la medicina general que quizá se está perdiendo. En unos lugares por la situación y actitud del médico funcionarizado, aun con las ventajas de un servicio público de salud, en otros por la presión para hacer dinero de la medicina privada,… y no se hace dinero donde viven los pobres, o donde el riesgo de enfermas es mayor.

Haenel hace razonablemente bien su papel, transmite con razonable convicción su situación de persona agobiada por una decisión personal con consecuencias graves. Pero sin que lleguemos a empatizar del todo. No acaba de hacernos sufrir con ella. La entendemos, pero nos situamos de forma externa. Cotillard, en su momento, sí que nos metía plenamente en su angustia. Pudimos ver a Haenel hace unos años, y creo que puede dar más de sí. Aunque quizá el problema no sea tanto la actriz como el planteamiento de los Dardenne. Estos, al igual que sucedía en Le silence de Lorna consiguen un producto honesto de cine social, pero no acaban de redondear la película, no acaban de darle la dimensión que podría tener. A pesar de todo, recomendable para todo aquel que entienda que el cine es algo más que un sitio donde se atiborra uno de palomitas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Televisión] Refugee; documental sobre cinco fotógrafos trabajando con refugiados

Televisión

El problema de los refugiados, personas desplazadas de sus hogares por motivos bélicos o políticos, también por causa de la pobreza o el hambre, ha sido una de las costantes de la historia del siglo XX y en estos principios del XXI, probablemente en escalas mucho más importantes que en otros tiempos de la historia, aunque los desplazamientos más o menos masivos de poblaciones se han registrado a lo largo de toda la historia.

Han sido muchos los fotógrafos que han trabajado y documentado el tema, creando imágenes que en muchas ocasiones se han considerado un icono de una época, un conflicto o una situación. La actual situación de conflictos en el mundo, especialmente, aunque no sólo, en el mundo islámico, sumado al reforzamiento de las derechas populistas, generalmente racistas o xenófobas, la crisis financiera de 2007/2008 cuyas consecuencias todavía se arrastran y otros factores han hecho que en los últimos años las noticias sobre los problemas de los refugiados encabecen con frecencia los programas de noticias de los medios de comunicación.

Para ilustrar la entrada de hoy, algunos lugares de la Europa actual, que hoy se muestran reticentes a la solidaridad con los refugiados y cuyas poblaciones lo fueron en su momento. En el encabezado, el cementerio de judío de Praga. Aquí, Potsdamer Platz en Berlín.

Recientemente se estrenó en la cadena de vídeo bajo demanda Netflix un corto documental, Refugee, de 23 minutos de duración, que se realizó con motivo de una exposición colectiva en The Annenberg Space for Photography en la ciudad de Los Ángeles, que se celebró entre el 23 de abril y el 21 de agosto de 2016.

Traduzco a continuación libremente la nota de prensa que se publicó con motivo de la misma, y que servirá para comentar el contenido del documental. El cortometraje sigue las andanzas de cinco fotógrafos de fama internacional que fueron encargados por la Fundación Annenberg para realizar fotografías de personas desplazadas en los cinco continentes de cara a la exposición que hemos mencionado.

Trincheras de la guerra civil española en la sierra de Alcubierre.

Lynsey Addario, de quien os hablé hace unos días a propósito de su libro autobiográfico, cubre los problemas de los musulmanes rohinyá, minoría religiosa desplazada de sus hogares en Birmania, país de mayoría budista. ¿No habíamos quedado que los budistas eran buena gente y muy pacíficos y tolerantes? ¿No es eso lo que nos vende el dalai lama?

Omar Victor Diop, fotógrafo de moda senegalés, ha fotografiado retratos de mujeres de la República Centroafricana que han huido con sus bebés al vecino Camerún.

La mejicana Graciela Iturbide, una de las más destacadas continuadoras de la excelente tradición de fotógrafos documentalistas de ese país, con obra en muchos de los museos de arte moderno más conocidos en el continente americano, ha documentado las familias de desplaciados internos de colompia, que huyen de la violencia de los conflictos con las guerrillas y con los cárteles de la droga.

Martin Schoeller, conocido por sus intensos retratos en primer plano de destacados líderes políticos y otras figuras destacadas del mundo de la cultura y de las artes, retrata a los refugiados reasentados recientemente en los Estados Unidos.

Y el británico Tom Stoddart sigue los pasos de los refugiados de Oriente Medio que a través de Turquía llegan a Europa a través de las islas griegas del Egeo, pasan por el infierno de los Balcanes, donde quedan frecuentamente en tierra de nadie, para finalmente llegar a Berlín.

Estación de ferrocarril de Budapest Keleti.

Como narradora actúa la actriz australiana Cate Blanchett, que entre otras actividades filantrópicas, desde 2016 es embajadora de buena volunta de ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.

El documental, como ya he dicho antes, tiene una duración de sólo 23 minutos, en los cuales poco se puede profundizar en el tema. Y evidentemente tiene un tono complementario a unas fotografías de las cuales aparecen algunos ejemplos, pero que como conjunto expositivo suponemos más ricas. Pero nos da una idea, aunque sea somera, de la forma de trabajar de estos fotógrafos. Es además dinámico, y con imágenes que no dejan indiferente, aunque la imaginería del problema de los refugiados y poblaciones desplazadas en general haya empezado a saturar las sensibilidad, por otra parte lábiles, de la población privilegiada del mundo occidental. Que tampoco hace tantas décadas que sufrieron en sus propias carnes las sensaciones de ser refugiados. Por lo tanto, es un documental recomendable, tanto para el aficionado a la fotografía como al que no. Que nunca sobran este tipo de producciones.

Esta fotografía no es actual, es de la ciudad de Zagreb en 1993, en plena guerra de los Balcanes, donde las mujeres rezan en las capillas por sus hijos, hermanos o maridos en el frente o desaparecidos.

[Libro] Tomoji

Literatura

Hace unas semanas, se dio la noticia del fallecimiento de un historietista japonés, Jirō Taniguchi, altamente respetado por los aficionados al género, y cuyos libros ya me habían llamado la atención alguna vez en las estanterías de las librerías, de tal modo que hace pocos meses ya leí uno de sus libros, que me gustó..

Decidido a conocer algo más de este autor, me fui a una de esas librerías y me decidí no por una de sus más conocidas historias sino por una de las más recientes, escrita pocos años antes de su muerte. Taniguchi, además del dibujo, aporta el guion junto con la escritora Miwako Ogihara, traducidos por Victor Illera Kanaya.

Desconozco cuál es el grado de religiosidad o espiritualidad real del pueblo japonés, de las visitas a los templos y santuarios sales con la sensación de que tienen muchas supersticiones. En cualquier caso, naturaleza y superstición parece que van de la mano en el país. Hasta el monte Fuji está considerado un santuario. Sintoista, en este caso.

Tomoji, la protagonista del relato, es Tomoji Uchida, y esta fue un personaje histórico. Dato que yo no supe hasta llegar a las páginas finales del libro, donde se nos dice que tras casarse, se dedicó con su marido a llevar una vida piadosa inicialmente dentro de la religión budista, fundando una nueva rama del budismo considerada en Japón como una nueva religión. Es un tema en el que no voy a entrar. Porque no me interesa, por muy buenas relaciones públicas que gaste el dalai lama, me parece una religión tan obsoleta como todas las demás, y porque la historia que nos cuenta Taniguchi no va de eso.

Situada la historia en las primeras décadas del siglo XX, en un valle entre montañas de lo más rural de Japón, donde las innovaciones introducidas por la era Meiji en la que comienza la vida de la protagonista apenas han llegado. El arranque se produce con la visita de un joven de 18 años, Fumiaki Ito, con su cámara fotográfica para retratar a petición de su abuela a su tía abuela, que es abuela de Tomoji. Los jóvenes primos no se llegarán a encontrar, aunque ya nos advierten desde el principio de que están destinados a casarse con el tiempo. Pero esta es la excusa para irnos contanto la infancia y adolescencia de Tomoji, y de su familia. Para comprender los sacrificios y las dificultades de la vida en un entorno escasamente modernizado. Donde un niño o una niña tienen que caminar más de una hora de ida y otro tanto de vuelta para estar escolarizado. Donde una simple apendicitis acaba con la vida de un padre en unas horas. Donde una madre joven, viuda, debe abandonar a sus hijos porque otro hombre la reclama como esposa. Donde un hermano ha de sacrificarse trabajando para que otra pueda adquirir cierta educación. Y son cosas que Taniguchi observa con clara melancolía, puesto que también las identifica con valores tradicionales que se han ido perdiendo.

Aunque con los modos, el paisaje y las tradiciones japonesas, la historia es universal. No es difícil para mí pensar en el protagonista de cierta novela que leí recientemente, y su entorno, para establecer comparaciones más próximas de lo que pensamos. Aunque la novela tenga un tono tragicómico y aventurero, y la historieta sea más un drama calmado. Quizá no haya tantas diferencias en lo esencial entre un valle de la Cordillera Cantábrica de principios del siglo XX y un valle no lejos del monte Fuji en una época similar o ligeramente más precoz, aunque en lo aparente parezcan muchas.

Acompañada de un dibujo claro, de fácil lectura, la nostálgica história se lee con tranquilidad. Se podría leer en muy pocas horas. Pero es mejor darle cierto aire para respirar. Dedicar varias noches antes de dormir para leer un trocito, un pasaje de la vida de la niña o de la adolescente Tomoji. Y no deja de tener un tono similar, especialmente en lo que se refiere a los valores familiares que acompaña, a la anterior historieta que leí del autor. Está bien.

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[Fotografía] Recomendaciones semanales – del 5 al 11 de marzo de 2017 – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía

Aunque haré pública esta entrada de recomendaciones fotográficas el domingo 12 de marzo, el lector más observador y avispado observará en el título de la misma que estas recomendaciones sólo abarcan el período de tiempo hasta el sábado 11. Bien… digamos que estoy publicando esta entrada «en diferido». Que sé que este domingo no voy a tener tiempo para redactarla y que me he adelantado un poquito.

Ha sido una semana entretenida. Normalmente, entre semana publico de promedio una entrada fotográfica. Y en estos días atrás han sido tres. Y en el mismo período de tiempo he mandado a revelar varios rollos de película a Carmencita Film Lab… Entre ellos varios dedicados a los paisajes de las choperas de cultivo en la Ribera Alta del Ebro, cerca de Aragón. También hice algún rollo en blanco y negro con el respaldo A16S de la Hasselblad. Es decir, ese que en lugar de 12 exposiciones de 56 x 56 mm ofrece 16 exposiciones de 42 x 42 mm. Y aquí os dejo algunas de esas fotografías. Y el enlace a las recomendaciones, claro.

Origen: Recomendaciones semanales – del 5 al 11 de marzo de 2017 – Fotografía y otras artes visuales.

[Fotografía] Mi colección de cámaras para película tradicional (en funcionamiento) – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía

Traía a estas páginas hace unos días mis pruebas con una nueva película fotográfica en blanco y negro que ha salido recientemente al mercado. He seguido probándola, y me ha servido de excusa para hacer un catálogo visual de mis cámaras fotográficas para película tradicional que tengo en funcionamiento. Tengo alguna más que sólo sirven, al menos de momento, como pisapapeles. Como siempre, quien quiera saber más, que siga el enlace. Para los demás, el catálogo visual.

Origen: Nueva película Bergger Pancro 400 (2) – Mi colección de cámaras para película tradicional (en funcionamiento) – Fotografía y otras artes visuales.

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Canon EOS 100 (1992) – Leica CL (1973)

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Leica M2 (1961) – Leica IIIf (1951)

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Fuji GS645S Wide Professional (1983) – Plaubel Makina 67 (1985)

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Pentax MX (1977) – Praktica MTL 5 (1985)

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Agfa Jgestar 8,8 (1928) – Agfa Synchro Box (1953)

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Zeiss Ikon Ikonta 521/16 (1948) – Adox Golf 63 (1955)

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Viking Vikinar (1964) – Kodak Pocket A-1 (1977) – Olympus μ(mju:)-1 (1993)

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Olympus μ(mju:)-II (1997) – Olympus Pen EE3 (1973)

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Camara Safari Indiana Jones (1987) – Yashica Mat 124 G (1970) – Vivitar Ultra Wide & Slim (2001)

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Holga 120WPC (2015) – Holga 120N (2015)

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Cámara Pinhole Automontable (2015) – Ondu 6×12 Multiformat (2016)

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Polaroid Image System SE  – Polaroid Supercolor 635 (Datación imprecisa para ambas cámaras)

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Hasselblad 503CX (1989)

[Cine] El guardián invisible (2017)

Cine

El guardián invisible (2017; 132017-2502)

Antes de nada, me consta que la película se ha visto sumida en una de esas polémicas de «boicots» promovidos en las redes sociales que me suelen parecer una estupidez sea cual sea el sentido en el que se promuevan. No me interesa el tema, y a partir de aquí lo ignoraré por completo.

Tras las apreturas del mes de febrero para encajar en nuestras agendas las principales películas candidatas a los Óscar, nos hemos tomado estos últimos días con más tranquilidad cinematográfica. Hasta que este martés pasado surgió la propuesta de ir a ver esta película española basada en una novela policiaca superventas del mismo título escrita por Dolores Redondo. Que yo no he leído, porque a pesar de haber escuchado algún que otro comentario elogioso sobre esta llamada «trilogía del Baztán«, no había encontrado motivación suficiente para hacerlo.

Si algo bueno podía surgir de esta película era la posibilidad de disfrutar de los bellos paisajes del valle del Baztán en el norte de Navarra. Pero no os creáis que nos ofrecen las mejores vistas del valle. Os dejo de todas formas algunas fotografías de hace unos años.

Dirigida por Fernando González Molina,… esta para mí era la primera mala noticia, pues no soy consciente de nada que haya hecho este director que merezca mínimamente la pena. Pero de alguna forma podría ser contrarrestado este hecho por que la pelicula esta protagonizada por Marta Etura, una actriz que suele estar digna en el peor de los casos, y que cuando le dan un buen material se ha mostrado como una de las intérpretes más sólidas del cine actual español. Etura encarna a la inspectora de la policía foral navarra Amaia Salazar, que tras alcanzar cierto prestigio como investigadora, con paso por el FBI incluido, es encargada de desentrañar un caso de asesinatos en serie en su pueblo natal, Elizondo, en un lluvioso valle del Baztán.

Me cuesta encontrar aspectos positivos en este largometraje. Desconozco el grado de fidelidad a la obra literaria original. En los últimos tiempos, parece que los escritores se empeñan en la fidelidad absoluta de los filmes a las obras literarias. Lo cual puede ser un grave error puesto que se trata de dos lenguajes distintos. Y lo que funciona en uno, puede ser una catástrofe en el otro. El caso es que en sus mejores momentos la película transita por una frialdad absoluta, inane, sin despertar ningún tipo de emociones. En sus peores momentos, produce vergüenza ajena. Escenas como la del tarot, la del manicomio, la de la confesión del padrastro asesino y alguna otras me resultaron totalmente lamentables. Y para colmo, el «guardián invisible» del título actúa como deus ex machina, un recurso argumental que personalmente aborrezco, provocando un desenlace sacado de la manga, aunque anunciado sin vergüenza alguna a lo largo del metraje, mostrando la alevosía de los responsables de la historia a la hora de utilizar el recurso. Y si este es fiel a la novela original, ya me pueden esperar sentados a que me pase por cualquier librería para comprar el libro.

En el colmo de la desgracia, convierten a la inspectora Salazar, encarnada como hemos dicho por Marta Etura, en un clon de la detective Sarah Linden (Mireille Enos) de The Killing, hasta en el peinado, en el peor papel que le he visto a Etura hasta el momento, ya que deambula sin alma, sin hígados y sin convinción por el excesivo metraje de la película. Quiero pensar que se debe a la floja historia y a las escasas capacidades del director para contarla.

Película que con el tiempo que va pasando todavía va cayendo más honda en el saco de las peliculas prescindibles e incluso malas. Que no sabe si jugar a lo policíaco, o al terror/fantástico, y que en el colmo de despropósitos, anunciando una hipotética segunda parte cinematográfcia, la literaria existe, nos presenta otra vergonzante escena con la más absurda representación del cráneo de ¿un niño, un recién nacido, un feto? ¿Es que no saben ni siquiera buscarse un asesor que les explique como quedarían los tiernos huesos, del esqueleto de un infante en una fosa común? Voy a parar que si no voy a acabar soltando improperios. Que cuando he empezado esta entrada pensaba darle dos estrellas a la película y la voy a dejar con sólo una.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: *

Nota: Por si queda duda de la relación entre la película y la serie de televisión que he mencionado, aquí el cartel del largometraje, y aquí el de la serie. ¿Se parecen? ¿Será casualidad?

[Fotografía] Nueva película Bergger Pancro 400 (1) – Vive la France!

Fotografía

El enlace nos lleva a una descripción técnica de mi primera experiencia con esta nueva película fotográfica que ha sacado al mercado la firma francesa Bergger. Pero para quienes no esté interesados en las cuestiones técnicas, os dejo simplemente, como es habitual, con algunas fotos. De un paseo por el Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza, al caer la tarde.

Origen: Nueva película Bergger Pancro 400 (1) – Vive la France! – Fotografía y otras artes visuales.

[Libro] Doble silencio

Literatura

Mmmmmmm… Sinceramente, no perderé mucho tiempo comentando esta novela. Hace unas semanas decidí que necesitaba unos días de lectura poco trascendente, de mero entretenimiento, algo que no me hiciese pensar mucho, y justamente por ese entonces apareció una oferta en Amazon Kindle Flash de esta novela policiaca de la sueca Mari Jungstedt, traducida al castellano por Carlos del Valle, por un precio de alrededor de un euro. Así que decidí darle una oportunidad a este enésima variante del llamado nordic noir, o género policiaco de origen escandinavo.

El lugar más parecido que se me ocurre que he estado a los paisajes donde transcurre la acción son las playas de la península de Falsterbo, cerca de Malmo (Suecia). Aunque menos agrestes

Parece que la novela se inscribe en una serie de ellas que transcurren en la isla de Gotland, territorio sueco en el Báltico, destino de vacaciones frecuente, al parecer, y en la que literariamente se comenten crímenes con frecuencia, resueltos por los discretos agentes de policía de Visby, la capital de la isla. En esta ocasión, todo gira alrededor de un grupo de matrimonios, vecinos en una urbanización para la clase media, que organizan cada año una parte de sus vacaciones en común, y que en esta ocasión deciden acudir a un festival en honor al director de cine Ingmar Bergman, que rodó varias película, vivió y murió en la adyacente isla de Fårö. Pero claro está, se producirán un par o  tres de asesinatos, que indicarán que las relaciones entre estos matrimonios tan civilizados, tan suecos ellos, no eran tan buenas como parecía.

Aunque se lee con facilidad, me ha costó un poco más de la cuenta terminar una novela que tampoco tiene unaextensión excesiva. Fundamentalmente por un problema de falta de empatía hacia los personajes del libro. Tanto las víctimas como los presuntos asesinos como los policías y periodistas que investigan son gente que falla por completo en importante. En realidad, me da igual si los asesinan o no. Aunque la autora intenta introducir un poco de picante, sexual se entiende, en la historia, todo resulta más gélido que la península escandinava e islas limítrofes en pleno invierno, en uno de los más crudos.

No voy a decir que haya sido una pérdida de tiempo. Y el dinero, poco me ha costado. Pero la verdad es que cuando he comenzado a escribir esta nota ya se me había olvidado hasta el título de la novela. Y tampoco hace tanto que me la leí… ¿Diez días hace que la terminé? O menos. En fin. Corramos un nórdico velo…

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[Fotografía] Agfa Synchro Box – ¿Por qué usar hoy en día un cámara de cajón? – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía

En el enlace que viene a continuación, os cuento la aventura de fotografiar hoy en día con una «box camera», una sencilla cámara de cajón. Para quienes no estén interesados en los aspectos técnicos, os dejo algunos ejemplos de lo que se puede hacer, para bien o para mal con la cámara más elemental que se puede usar.

Origen: Agfa Synchro Box – ¿Por qué usar hoy en día un cámara de cajón? – Fotografía y otras artes visuales.

[Televisión] Cosas de series; diablos, infidelidades, tríos

Televisión

La semana pasada hubo entrada televisiva pero estuvo dedicada al documental. Así que en esta se han acumulado las series de ficción. Hay varias cosas que comentar.

He intentado ver una serie que apareció hace unos días por Netflix, Greenleaf, ya hace un tiempo que se emitió en algún otro sitio su primera temporada, pero no he podido con ella. A mitad de su segundo episodio me aburría como una ostra. El caso es que al principio parecía interesante…

Sigo viendo, los fines de semana, Misfits. Y cada vez me gusta más. Ya he terminado la segunda temporada, pero le dedicaré una entrada al conjunto de la serie cuando la termine.

Como lo británico tiene mucha presencia en la entrada de hoy, pasearemos por Londres, especialmente por localizaciones que tienen que ver, de una forma u otra, con la miniserie que comento más abajo.

Como lo británico tiene mucha presencia en la entrada de hoy, pasearemos por Londres, especialmente por localizaciones que tienen que ver, de una forma u otra, con la miniserie que comento más abajo.

Terminé de ver la primera parte de la segunda temporada de Lucifer. Es una de las pocas series de temporada larga que mantengo en cartelera. Unos guiones entretenidos y unos protagonistas con química y carisma hace que esta historia sobre el diablo que harto del infierno se viene a vivir a Los Ángeles, tenga su gracia. Moviéndose siempre con habilidad entre la comedia y el drama, lo policial y el romance que no acaba de enganchar. Creo que para mayo o así volverá con su tirón final.

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Otra serie cuya primera temporada ha recalado en Netflix un año después de su estreno ha sido You Me Her. Lo que comienza como las ganas de relanzar la vida en el dormitorio de un matrimonio cuyos cónyuges rondan los 40 años contratando una chica de compañía universitaria, muy mona ella. Pero ¿qué pasa si surge algo más que lo físico entre los tres? Muy pillado de los pelos, el argumento. Pero la serie es entretenida, especialmente cuando intervienen los diversos secundarios, muchos de ellos bastante pirados.

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Y si hace un par de semanas aproximadamente teníamos ocasión de seguir comprobando las consecuencias de las infidelidades en The Affair, con la miniserie británica de cuatro episodios Apple Tree Yard está indagación sobre las consecuencias de las canas al aire en los matrimonios aburridos lleva a consecuencias trágicas. El principal aliciente de esta corta producción televisiva son las interpretaciones, con Emily Watson y Ben Chaplin a la cabeza.

Mientras, si en Misfits los británicos le dan una vuelta al género de superhéroes, quizá la semana que viene os cuente cómo se la dan al género de los cazademonios…

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[Fotografías] Recomendaciones semanales – del 25 de febrero al 5 de marzo de 2017 – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía

La primera de las recomendaciones de esta semana es la que ha decidido cómo voy a acompañar fotográficamente esta entrada dominical. Y como habla de los restos de exposiciones internacionales y universales en ciudades de todo el mundo, yo aportaré las de mi ciudad. Todas las fotografías realizadas con película tradicional en color. Y a continuación, el enlace a las recomendaciones.

Origen: Recomendaciones semanales – del 25 de febrero al 5 de marzo de 2017 – Fotografía y otras artes visuales.

 

[Fotografía] En el instante preciso – La autobiografía profesional (y algo más) de la fotógrafa Linsey Addario

Fotografía, Literatura

Lynsey Addario es una fotógrafa norteamericana, nacida en Nueva Inglaterra de ascendencia italiana, que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional al fotoperiodismo, especialmente a cubrir regiones en conflicto, incluyendo guerras y revueltas de todo tipo. A lo largo de su carrera ha sido disparada, ha sufrido algún accidente de circulación grave, y ha sido retenida contra su voluntad, o secuestrada según como lo vea cada cual, en dos ocasiones, en una de ellas, en Libia con grave riesgo para su integridad personal.

En el lado de las experiencias positivas, ha recibido varios premios importantes, de los cuales el más famoso es el Premio Pulitzer en 2009 en compañía del conjunto de la plantilla del New York Times, por su cobertura de los conflictos en las regiones fronterizas de Pakistan con Afganistán. A pesar de lo que se lee por ahí en ocasiones, no se le concedió el premio por ninguna de las dos categorías fotográficas que existen

La fotógrafa tuvo establecida su residencia durante años en Estambul… A medio camino entre Occidente y las zonas en conflicto en Oriente Medio en las que trabajó. Y a Estambul nos vamos fotográficamente para ilustrar esta entrada.

Entre los medios de más prestigio para los que ha trabajado están The New York Times, The New York Times Magazine, Time, Newsweek y National Geographic. Lo cual da una idea de su nivel.

El libro que aquí nos ocupa se titula en el original en inglés de forma distinta que en su edición en castellano para España. It’s What I Do (Es lo que hago) no tiene nada que ver con En el instante preciso, oportunista título que pretende asociarlo todo a la filosofía de Cartier-Bresson. Pero que no es de lo que va el libro. Tras unos capítulos en los que la fotógrafa nos cuenta el entorno familiar y social en el que transcurrió su infancia, así como sus primeros escarceos con la profesión en su juventud, se centra en el grueso de su vida profesional que está vinculado a la evolución del mundo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en lo que la administración encabezada por George W. Bush llamó War on Terror (guerra contra el terrorismo o guerra al terror). Addario desarrolló su trabajo en muchos de los escenarios relacionados con este conflicto armado.

Como periodista, Addario es fotógrafa, no redactora. Por supuesto, tiene un nivel cultural razonablemente alto, con formación universitaria, pero cuando te enfrentas a este tipo de autobiografías siempre te planteas la duda sobre si está escrita por el supuesto autor o por un «negro». No me parece el caso, la sensación global es que es la propia autora, que probablemente habrá recibido las correspondientes correcciones, la que traslada de su puño y letra sus recuerdos, sensaciones y pensamientos. La redacción del libro destila un cierto grado de ingenuidad en muchos de sus pasajes. Incluso, hasta cierto punto, en los más duros y difíciles. En cualquier caso, el libro tiene una estructura de manual. Comienza por relatarnos un episodio reciente e impactante para agarrarte a la historia, que nos deja sin concluir, para luego recurrir a un flashback general recorriendo toda su vida hasta que retoma en su momento ese episodio impactante con el que empieza. Muy típico en los relatos literarios y cinematográficos de hoy en día, especialmente los que proceden de Norteamérica.

Desconozco si se debe al carácter y personalidad de la propia autora, o si es una adaptación a un público general, especialmente el norteamericano, que en general parece recibir mejor este estilo de cierta ingenuidad, que a mí particularmente a ratos me decepciona un poco. Una mujer profesional de sus características, tan bregada durante tantos años en situaciones de conflicto, la imagino algo más dura. Pero puedo equivocarme.

Para dar un tono humano a su historia, va combinando su relato sobre su vida profesional con apuntes sobre su vida privada, especialmente sobre sus relaciones de pareja. La presencia de algún capítulo que exponga la dificultad de conciliar la vida profesional con la de relación me parece justo e incluso necesario. Pero determinados detalles de lo que nos cuenta sobre sus relaciones personales me parecen respetables, pero poco interesantes.

Yo he leído la versión electrónica del libro, y a este respecto tengo que recomendar que si se opta por este medio, se haga en un dispositivo con calidad de visualización elevada, e incluso en color. El libro está ilustrado con una cierta abundancia de fotografías de la propia autora o a la autora, aunque no es un libro de fotografías, que ganan con una correcta visualización.

Aunque he vertido algunas críticas sobre el estilo y el contenido del libro, no nos equivoquemos. El libro es muy interesante, y a mí particularmente me enganchó una vez que pasó sus capítulos iniciales de infancia y juventud, que podrían haber estado más resumidos. Creo que nos cuenta hechos y aventuras profesionales muy interesantes, que nos ayuda a comprender mucho mejor lo que es ser fotógrafo o periodista en general de conflictos, y la sensación que desprende el conjunto es de razonable sinceridad y honestidad. Sin durezas y sin acritudes, no esconde sus críticas a las situaciones que se encuentra y a quienes las provocaron, aunque es una ciudadana norteamericana que se cree su condición. Y es consciente que escribe para un público fundamentalmente norteamericano. Por lo tanto, tampoco esperemos dardos envenenados contra las actuaciones de sus gobernantes en el periodo de tiempo que abarca. Que razones en abundancia hay para lanzarlos. Pero no es eso.

El libro debería interesar al aficionado a la fotografía, pero también a quien se preocupe de cómo funciona el mundo actual. Hay que tener en cuenta que en la actualidad los medios cada vez gastan menos dinero en procurar que estos profesionales hagan su trabajo. Addario es una profesional consagrada y seguramente seguirá su carrera, tirará para adelante, o sabrá reorientarla conforme cumpla años. Pero hoy en día son muchos los fotógrafos mal pagados, mal protegidos, principalmente autónomos, que no saben si podrán vender sus fotografías a unos medios que están tomando derivas muy cutres, en los que una mala foto realizada con un móvil por la que no pagan nada les basta, en lugar de confiar en la mirada de profesionales con criterio que llegan hasta el lugar de los hecho.

Pero son muchas las instituciones destinadas a salvaguardar la democracia y las libertades en el mundo que están en crisis. Y la prensa es una de las que peor deriva lleva.

El Bósforo por encima de las cúpulas del Gran Bazar