Libro: Frank Cappa

Literatura

Estos últimos días he ido leyendo en paralelo. Durante el día, en los autobuses, mientras me electrocutaba el fisioterapeuta, o en cualquier otro lugar donde disponer de un rato muerto, las historias cortas que os comentaba ayer. Y por la noche, las aventuras del reportero Frank Cappa. Me encontré el libro por casualidad mientras hacía tiempo en una librería a que llegara una amiga. Una portada con una cara sudorosa parcialmente oculta por una veterana réflex de las de toda la vida, de las que funcionaban con un carrete de película de 35 mm. Y no lo pude resistir. Ah, se me olvidaba. Son historietas.

Frank Cappa
Manfred Sommer
Ediciones Glénat; Barcelona, 2010
ISBN: 9788499470115

Dibujado y escrito por el español de origen alemán Manfred Sommer, que en los años 80 crea el personaje protagonista del libro. Cappa es un reportero integral. Escribe y fotografía recorriendo el mundo de guerra en guerra, donde se embarca en aventuras a las que siempre parte con intención de ser un mero espectador aséptico, pero en las que acaba teniendo un papel protagonista por su dificultad para mantenerse al margen de la injusticia, de la agresión al ser humano, de la arbitrariedad del poderoso. África, Afganistán en la época soviética, Vietnam, Nicaragua, la Amazonia brasileña, con algún interludio fuera de los escenarios de guerra que nos ayudan a entender mejor quien es este curioso reportero. El conjunto del libro no es una historia por entrega. Es la recopilación de todas las aventuras del reportero, aunque en su conjunto mantiene una admirable coherencia.

Lo cierto es que lo he leído con interés y con ganas. Realmente, las historias tienen acción, muy ágil, pero muy bien llevada, ya que no te pierdes en ningún momento. Con un dibujo que me parece muy claro al mismo tiempo que muy adaptado a los escenarios violento y a la vez bellos en los que muchas veces se mueve. Los guiones me parecen muy acertados.

Supongo que a la hora de poner el nombre al personaje habría cierta inspiración en el Capa, con sólo una pe, que existió en la vida real. Pero no identificas al personaje real en el protagonista de las aventuras; es muy distinto.

Resumiendo, un libro muy entretenido, que también te hace pensar un poco, y que me ha mostrado el buen hacer de algún historietista español.

Enjoy your water front

Historieta elemental en el frente del río Ebro alabando las bondades del espacio que quedó tras la Expo 2008 - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.

Libro: Los buenos deseos

Literatura

Compré este libro ya hace unos meses. En aquel momento pensé que me vendría bien tener a mano un libro de relatos cortos. Y por qué no de una escritora china, para conocer una literatura de la que no sé prácticamente nada. Pero luego, cosas que pasan, cambiaron las circunstancias, tenía otras lecturas pendientes, y lo dejé en reserva. Recientemente lo retomé, y lo primero que me llamó la atención es que ya había entrado en contacto con las historia de la escritora Yiyun Li (*). Hace unos años, el director de cine Wayne Wang rodó en poco tiempo dos películas con personajes chinos en Estados Unidos. Las vi con poco intervalo entre ellas. Se trataba de The Princess of Nebraska y A Thousand Years of Good Prayers. Ambas están basadas en relatos de esta colección. La escritora intervino incluso en la elaboración del guion de la segunda. Las comente en su momento aquí y aquí. El caso es que si el título del libro hubiese sido más literal, me habría dado cuenta de inmediato, y probablemente lo hubiese leído de inmediato. En cualquier caso, aquí está de qué va y lo que opino.

Los buenos deseos
Yiyun Li
DeBolsillo Contemporánea; Barcelona, 2009
ISBN: 9788499082721

El denominador común de los diez relatos que componen esta colección es que nos encontramos con personas corriente, gente del pueblo en general, chinos, muchos de ellos viviendo en la China continental, pero también algunos emigrados a los Estados Unidos como la propia autora, que de una forma u otra viven con dificultad los rápidos cambios en la sociedad china, desde el comunismo maoista hasta las formas actuales de dictadura comunista pero con formas capitalistas. Los conflictos que sufren los protagonistas de estos breves relatos son conflictos familiares, amorosos, laborales, en los que resaltan las tremendas contradicciones entre las tradiciones sociales seculares chinas, cierta superstición, no pocos prejuicios, que son confrontadas primero por el trauma que supuso la represión derivada de la Revolución Cultural, y después por la evolución de la sociedad china hacia una modernidad para la que muchos, especialmente los mayores, no están preparados.

Detallar aquí y ahora los argumentos de las diez historias sería muy prolijo. Así que lo obviaré. Todos ellos están escritos con notable economía de medios. Se centran más en describir el estado de ánimo que invade a los protagonistas que a la acción en si misma. No lo cuenta todo, deja que el lector participe imaginando en cierto modo los antes y los después de las vidas de estas personas. No es complaciente. Suponiendo que haya finales en los acontecimientos de la vida de las personas, que no sean la propia muerte, estos no tienen que ser claros o felices necesariamente. En su conjunto hay una mezcla de optimismo moderado para la gente más joven y pesimismo fatalista para los ancianos.

A mí me han parecido unos relatos interesantes, y quien quiera acercarse a conocer un poco más al país más poblado del mundo, debería acercarse a este libro. Quien sólo busque evasión, acción, y divertimento, que se abstenga.

(*) En China, se suele mencionar primero el apellido y luego el nombre de las personas; por ello, es posible que encontréis el nombre de la escritora como Li Yiyun. Yo he optado por escribirlo en el cuerpo del artículo al modo occidental, con el apellido en segundo lugar.
Estudio - Ramón Casas

A falta de referencias a China, pondré hoy un detalle de la obra "Estudio" de Ramón Casas, expuesta en el MNAC de Barcelona, y que me gusta mucho - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.

Reykjavik-Rotterdam (2008)

Cine

Reykjavik-Rotterdam (2008), 12 de agosto de 2010.

Recuperamos una costumbre de hace un año, aprovechando que durante el verano no voy a jugar al tenis los jueves. Y es la de ir a ver las películas en versión original, y muchas veces de cinematografías exóticas, que los jueves programan en los Renoir de Zaragoza. Y este mes, nada más y nada menos que se trata de una película islandesa, y en islandés. Ahí es nada. La película ha tardado en llegar a la cartelera pero bueno…

Dirigida por el para mí desconocido (como todos los que participan en el filme) Óskar Jónasson, nos encontramos con Kristofer (Baltasar Kormákur), un tipo que trabaja en una empresa de seguridad, que vive con una mujer, Iris (Lilja Nótt Þórarinsdóttir) con la que tiene dos hijos, con graves apuros económicos, y que tiene antecedentes penales de cuando siendo marino mercante fue pillado traficando alcohol de contrabando. Eventualmente, reciben ayuda de un antiguo novio de Iris y amigo de Kristofer, Steingrímur (Ingvar Eggert Sigurðsson), un constructor con cierta fortuna y que compartió con Kristofer el pasado de traficante pero sin las consecuencias penales. Es obvio que todavía se siente atraído por Iris. Ante las dificultades económicas, Kristofer decide enrolarse de nuevo e intentar dar un último golpe como traficante para arrancar de su mala situación. Pero todo se complicarán por culpa de un complejo entramado de intereses personales y traiciones.

Es un filme de bajo presupuesto pero que aprovecha perfectamente y con oficio las posibilidades que da el gris paisaje urbano tanto de Reykjavik como de la portuaria Rotterdam, para dar ambiente con solidez a una historia que, si bien no es complicada, nos entretiene. Los personajes, especialmente la pareja formada por Kristofer e Iris caen bien al espectador, que empatiza con ellos y por lo tanto padece con ellos. Siempre una película dramática, algunas de las situaciones entre delincuentes rayan el absurdo y mantienen cierta ironía y comicidad, pero de forma contenida, sin romper el ambiente general. Es una película seria, pero no duda de tomarse a sí misma con cierta ironía. Véase la llegada del barco mercante al puerto de Rotterdam, o el robo del furgón blindado en las calles de la ciudad holandesa. El principal problema de su argumento, probablemente, sea su previsibilidad. Especialmente en su relativamente precipitado final. Su principal ventaja, es que resuelve la trama de forma directa y sin complicaciones en 88 razonables minutos.

Siendo como es una película de bajo presupuesto, una parte esencia de la película es la interpretación de los actores, que es sólida y convincente. Todos ellos actúan con oficio, y al mismo tiempo hay unos cuantos secundarios que acompañan adecuadamente la acción, y ponen con eficacia los contrapuntos de humor en determinados momentos.

Para finalizar, sólo me queda decir que no pasará a la historia del séptimo arte como una maravilla, pero hace pasar un rato entretenido al mismo tiempo que nos permite conocer cómo se filma en país poco habituales, casi insospechados. Quien busque los impresionantes paisajes naturales islandeses, que se abstenga. Medio urbano, tirando a cutre.

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
***

Oosterdok

A falta de imágenes del puerto de Rotterdam, nos conformaremos con el Oosterdok de Amsterdam - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarir 45/2,8

Un día en Barcelona: algunas exposiciones, un poco de museo y algunas compras

Arte, Fotografía, Viajes
Sobre la Fira

El pasado martes, aprovechando la fiesta local en Huesca, me fui a Barcelona a pasar el día; calor húmedo, un bochorno horrible, y un montón de gente, turistas, por todas partes. No es la mejor época para visitar la capital catalana.

Hacia Lartigue

Por la mañana, y hasta la hora de comer, visité diversas exposiciones. Para empezar, en el Caixaforum, una antológica de Jacques Henri Lartigue, "Un mundo flotante", que en general gusta y te pone de buen humor. Un optimista, el bueno de Lartigue.

Unicef e Isabel Muñoz

En el mismo Caixaforum, la exposición "Infancia" con imágenes de Isabel Muñoz, una colaboración con Unicef con el fin de concienciar sobre la situación de la infancia en el mundo.

Sala Oval

A continuación me dirigí al Museo Nacional de Arte de Cataluña, un museo que conocí hace apenas un año, pero que me gustó bastante, y como no lo vi entero... pues nada, a continuar.

Praga París Barcelona

Antes que nada, la exposición temporal "Praga, París, Barcelona. Modernidad fotográfica de 1918 a 1948". Esta interesante colectiva en la que se pretende vincular la actividad fotográfica en Cataluña en la primera mitad de siglo a los movimientos artísticos dominantes en las capitales francesa y checa.

Lápiz Termosán

Me interesó mucho la fotografía al servicio de la publicidad, con logros estéticos notables. El "lápiz Termosán" todavía existe en la actualidad. En cualquier caso, algunas imágenes, sobre todo las de origen parisino, también se pueden ver en la exposición sobre el surrealismo que hay en Madrid y que comenté hace algunas semanas.

Aserrando al martir

Después de la exposición, me dirigí a las secciones de arte románico y gótico, con unas colecciones realmente notables. Me reafirmo en mi opinión que el origen de la historieta sado-maso está en la imaginería cristiana. Obsérvese aquí como pegan un buen serruchazo románico a no sé muy bien qué mártir. Líneas muy básicas, esquemáticas, pero efectivas.

¿A Santa lucía le cortaron las tetas?

Hubiera jurado que la santa de las tetas fue Santa Águeda, y que a Santa Lucía lo que le quitaron fueron los ojos,... pero no fue así según esta pintura gótica temprana. Algo más elaborado que el románico, pero con los aspectos más gores todavía un poco esquemáticos.

Degollamiento

El gótico avanzado, más tardío, es mucho más fino en detalles. Este degollamiento está mucho más conseguido. Obsérvese el detalle de algún chorrillo de sangre que sale a presión del cuello del mártir. Mucho mejor, ¿o no?

¿Qué mira el ciclista de Ramon Casas?

Para compensar el gore medieval, y mientras hacía tiempo para comer, me metí 15 minutos al modernismo catalán, donde las pinturas de Ramón Casas y las esculturas de Blay, me devolvieron la placidez y la tranquilidad de espíritu que las escenas de martirios me habían robado.

Restaurante Oleo

Con dos viejos amigos comimos en el Restaurante Oleo en el propio museo. Está muy bien. Cocinan bien, el ambiente es agradable, la actitud de algún camarero manifiestamente mejorable, pero en su conjunto un sitio agradable.

Audiovisuales

Por la tarde, antes de hacer alguna compra y mientras dábamos un paseo, aún entramos en el Palacio de la Virreina para ver la exposición "Antifotoperiodismo". Imágenes fotográficas y algo de vídeo para una reflexión sobre el fotoperiodismo actual.

Desde el tren

Finalmente, nos despedimos y me fui a la estación donde aún me dio tiempo a cambiar el billete para un AVE anterior al previsto. En el viaje de vuelta, apareció el cielo azul que el plomizo y pesado día de verano barcelonés nos había negado.

Todas las fotos: Panasonic Lumix LX3 o Panasonic Lumix GF1 con G 20/1,7 ASPH o Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8.

Inception (2010)

Cine

Inception (2010), 9 de agosto de 2010.

Sí, Inception y no Origen. Porque por una vez ha habido suerte, y han programado la película en versión original subtitulada. Lo cual debería ser la norma. Porque hay diferencia. Seguro que la hay. En cualquier caso, nos fuimos este lunes a ver esta película aclamada por muchos como el no va más del futbolín, aunque ciertas referencias a su parecido con otros hitos del cine de aventuras y ciencia ficción de los últimos tiempos me hacía ser reticente. De todos modos, puesto que el director, Christopher Nolan, me parece más serio en el género que muchos cantamañanas que hay por ahí, pues allí que fuimos.

El argumento es mucho más sencillo de lo que parece. Una banda de delincuentes liderados por un tipo (Leonardo DiCaprio) de misterioso pasado que le impide volver a los Estados Unidos, se dedica a robar secretos a las empresas introduciéndose en los sueños de la gente que los guarda en sus mentes. Para ello usa sofisticados sistemas en los que generan sueños dentro de los sueños, con el fin de despistar. En un momento dado, tras un golpe fallido, se les propone otro más complejo. En lugar de ir a recoger las ideas que la persona tiene en su mente, se trata de colocar una idea nueva que acabe en un curso de acción que beneficie a quienes les contratan. Se supone que esto es muy difícil, y para ello tienen que organizar una operación en la que hay sueños dentro de los sueños dentro de los sueños, y finalmente, aunque no estaba previsto, dentro de los sueños. El pasado del protagonista, en forma de su mujer muerta (Marion Cotillard), hará tambalear el golpe. Sí, es ciencia ficción, y parece que todo es muy complicado. Pero no deja de ser una variante del estereotipo de banda de delincuentes que nos caen bien que tienen que dar el golpe perfecto, y en esto se cruza la antigua chica del jefe y todo se complica.

Hay que reconocer que una de las virtudes del filme es que tiene un guion muy cuidado para permitir encajar en un tiempo razonable, aunque no corto, la compleja trama de la acción. Es cierto que algunas fases, llamémoslas «didácticas», podrían haber sido más cortas e incluso haber desaparecido; pero ya sabemos que hoy en día los productores y realizadores de cine piensan que los espectadores son tontos y hay que dárselo todo bien masticado y fácil de digerir. Por otra parte, creo que por una vez hay un buen uso de los efectos especiales. Si la acción transcurre en los sueños de un individuo, es lógico que pensar que las leyes físicas del universo dejan de ser válidas, o que situaciones absurdas o anómalas van a surgir. Pero no se abusa. Salvo algún momento de espectacularidad, está muy contenido, y se centra más en contarnos la historia que en otra cosa. Lo celebro.

Tratándose de una película de aventuras, es imprescindible que los personajes y la interpretación de los actores está a un nivel suficiente para que el espectador empatice, se introduzca en la aventura, participe con ellos, y sufra o triunfe con ellos. Es un aspecto básico del cine de aventuras que en las dos últimas décadas se ha dejado muy abandonado en pro de la espectacularidad de los efectos especiales. Lo cierto es que desde mi punto de vista este es el aspecto más flojo del filme. Entendámonos, no creo que esté mal. Simplemente pienso que hay puede radicar para mí la diferencia entre considerarlo un clásico con una ligazón emocional perdurable a ser una película muy entretenida y bien hecha, y ya está. La mayor parte de los personajes secundarios constituyen estereotipo estándares del cine actual de aventuras, y no son más que elementos necesarios pero al mismo tiempo poco llamativos de la acción. Entre los secundarios destacan los personajes interpretados por Ellen Page y Ken Watanabe, que son aquellos que van a estar más ligados al personaje principal. Creo que aunque tienen un papel importante en el desarrollo de la acción, tampoco dan para mucho más, cumplen su misión en la trama y a continuación pasan a ser olvidables. Sus intérpretes cumplen con el oficio que tienen y punto. Leonardo DiCaprio está bien en líneas generales, es un actor que ha mejorado mucho con el tiempo, pero a su personaje le noto falto de algunas cosas. Si bien es un buen personaje de acción, me convence menos la parte que se refiere a su relación con su mujer. Creo que esa relación no está bien dibujada, no acaba de estar redondeada. Me deja un poco frío. Y esto afecta también a la interpretación de Cotillard, que también está bien porque tiene oficio, pero sin más. No creo que sea problema de los intérpretes sino de los personajes.

Para ir finalizando, considero que estamos ante una película bastante buena, que hará pasar un buen rato a quien guste del buen cine de aventuras con un poquito de ciencia ficción, muy superior en sus planteamientos y realización que lo que se ve habitualmente. Sin embargo, creo que le falta la conexión emocional con el espectador, o por lo menos conmigo y quienes me acompañaban, para que quede imborrable en el recuerdo durante décadas. Leo por ahí expresiones de entusiasmo desmedido por este filme, y no las acabo de entender, salvo poniéndome en el lugar de gente joven con escasas referencias en el cine, que ante las deficiencias de este tipo de cine en los últimos 20 años, encuentre un asidero al que ilusionarse. Mejor para ellos. Pero claro, también oyes a las adolescentes emocionarse con los vampiros pijos. Y no quiero comparar esta película con estos subproductos porque seguro que está a muchos años-luz en calidad para bien. Pero si el punto de vista de sus espectadores. Al fin y al cabo, Matrix también entusiasmó a muchos por sus balaceras y peleas, y a mí me parece un soberano tostón.

Dirección: ****
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
****

En la exposición Praga París Barcelona que visité ayer en el MNAC de Barcelona, también hay referencias visuales al mundo onírico - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.

Nuevos álbumes en Issuu: Alsacia en color y Amsterdam

Fotografía personal

Después de tres días de ponerme serio en este Cuaderno de ruta, cambio a un tono más relajado. Hoy es fiesta en Huesca. San Lorenzo y esas cosas. Y yo, trabajo en Huesca. Así que de fiesta. He decidido cursar visita en Barcelona. Cosas del AVE que hace del viaje en el día algo cómodo y razonable en todo salvo en el precio. Pero bueno. De vez en cuando… Así que voy a dejar programada esta entrada que en realidad redacto la tarde anterior. Para el mediodía, ya está. Programado.

Como dije recientemente, he subido algunos álbumes de fotos más a Issuu. Después del álbum en blanco y negro de mi viaje a la Alsacia, he subido también los dos que hice en color. Para todos los gustos pues. Os aparecerá algo como esto.

Pulsar en la imagen para ir al álbum (se abrirá en otra ventana).

Pulsar en la imagen para ir al álbum (se abrirá en otra ventana).

Pero como el proceso es razonablemente rápido y cómodo, también he incluido el del viaje a Amsterdam y otras ciudades de los Países Bajos de la pasada Semana Santa. Creo que en un tiempo razonable de tiempo podré subir también el de París del pasado mes de diciembre de 2009, pero por la forma en la que lo preparé, tendré modificar alguna cosas para que quede bien presentado en Issuu.

Pulsar en la imagen para ir al álbum (se abrirá en otra ventana).

Y bueno, esto es por ahora. El miércoles seguiremos con cosas nuevas. Supongo que con cosas que me hayan pasado o haya visto en Barcelona. Donde me temo que hará calor. Ese calor húmedo y agobiante, mucho menor en grados que en Zaragoza, pero que llevo bastante peor. Espero que compense.

Maniquíes

Maniquíes en las calles de Amsterdam; que quietos y calladicos - Panasonic Lumix GF1, G 40/1,7 ASPH.

Conviene no olvidar,… y hay bombas en el mundo como para destruirlo varias veces

Historia

Hoy hace 65 años del lanzamiento de la bomba atómica de Nagasaki. Generalmente se recuerda más la de Hiroshima. Ya se sabe; en el deporte, nadie se acuerda de los segundones. Pues aquí, lo mismo. Por eso, este año, he decidido recordar el comienzo de la era de terror nuclear el día 9 de agosto y no el 6. Antes de pasar a comentar algunos aspectos sobre este acontecimiento, permitidme que os recomiende las fotos publicadas en el Denver Post como recuerdo de ambos bombardeos. Son 55 fotografías, algunas de ellas muy significativas.

Para ver el reportaje completo pulsa en la imagen.

Generalmente, la excusa dada por los partidarios del lanzamiento de la bomba fue que el número de vidas que se hubieran perdido en el caso de que hubieran tenido que invadir las islas principales del Japón hubiese sido enorme, a la luz de las experiencias previas, especialmente en Okinawa.

Sin embargo, creo que hay que considerar otras cuestiones. Desde luego, el planteamiento ético de lo que supone un bombardeo indiscriminado sobre población civil, que si ya había alcanzado condiciones dantescas a lo largo de la guerra en distintos escenarios. Y todo hay que decirlo, si los ejemplos más conocidos de barbarie por parte de los agresores son Coventry o Rotterdam, con un número de muertes estimados que puede estar en torno a las 1600 personas, los bombardeos aliados más notables como pudieron ser Dresde, Hamburgo, o los barrios de Tokio con edificaciones de madera, produjeron un número tremendamente superior de víctimas mortales. De los 20.000 o 35.000 de las dos ciudades alemanas, a los 100.000 reconocidos oficialmente, probablemente más, de la capital japonesa. Mayoritariamente civiles. ¿Sirvieron para acortar la guerra? ¿Sirvieron para desmoralizar a los ejércitos y que dejaran de luchar? Tengo serias dudas. Si me habéis leído en articulos similares previamente, conoceréis mi opinión. Hay ejércitos malos y ejércitos perversos. Los alemanes y los japoneses, u otros similares, pertenecerán al segundo tipo. Pero todos los demás, incluidos los que luchan por los «más nobles ideales», tarde o temprano ejecutan su propia ración de desmanes, y son como mínimo del primer tipo.

Si todo lo anterior se refiere a los bombardeos «con armas convencionales»… ¿es necesario que exponga mi opinión sobre el bombardeo atómico?

Las otras cuestiones. Para empezar, una reflexión que hacía ayer sobre la caída de Berlín. Las últimas batallas de la Segunda Guerra Mundial debemos considerarlas como las primeras de la Guerra Fría. Si uno de los intereses de los soviéticos en alcanzar primero Berlín estaba en apoderarse del saber hacer alemán en materias científicas y de ingeniería que les permitiesen recuperar parte del retraso que llevaban frente a los Estados Unidos, para muchos estrategas militares norteamericanos, conscientes de que la guerra con el Japón estaba ganada y que todo era cuestión de tiempo, los bombardeos atómicos sobre ciudades japonesas tenían mucho de campo de experimentación. Los ciudadanos japoneses se convirtieron en tristes conejillos de indias con el fin de conocer qué podían esperar de la acción de las nuevas armas, en caso de conflicto posterior con los soviéticos. Ambas bombas fueron de distinto tipo. De uranio 235 la de Hiroshima, de plutonio 239 la de Nagasaki, los efectos y el funcionamiento de ambas fueron abundantemente documentados con vistas al futuro. No hubo lamentaciones por el terror desencadenado. Hubo previsiones para el futuro. Fue el comienzo de la carrera armamentística nuclear. La carrera más loca y absurda que se ha celebrado sobre el planeta ya que nos puede llevar en cualquier momento a la extinción. No sólo como especie. Sino como planeta que alberga vida.

Hoy en día, los arsenales nucleares siguen siendo suficientes para destruir la vida sobre la Tierra varias veces. El cinismo político de quienes mantienen estos arsenales les hace calificar como terroristas a quienes quieren sumarse al siniestro club atómico, mientras se arrogan el papel de protectores de la libertad y de la humanidad. Cuando son ellos quienes pueden arruinar al planeta.

No sé. Siempre me deprimen un poco estos aniversarios. Porque no entiendo que la historia nos haya enseñado nada. Triste.

Binnenhof

Turistas japoneses en el Binnenhof de La Haya; Holanda capituló inmediatamente tras el bombardeo de Rotterdam, pero no ocurrió lo mismo con los fanatizados regímenes de las potencias agresoras tras los terribles bombardeos sobre su población civil - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8

La caída de Berlín en los libros; comentario del libro Los demonios de Berlín

Historia, Literatura

El final de la Segunda Guerra Mundial en los grandes teatros de operaciones, Europa y el Pacífico, adquirió dimensiones de naturaleza desconocida hasta ese momento, y que no han vuelto a repetirse,… de momento. Sobre lo que aconteció en Japón haré mañana un comentario. Sobre lo que sucedió en Berlín en 1945, y a propósito de haber estos días atrás la novela Los demonios de Berlín de Ignacio del Valle, es algo me lleva interesando desde hace unos y sobre lo que me apetece hablar. También comentaré lo que me ha parecido esta novela, que ya adelanto tiene sus cosas interesantes. Vamos a ello, aunque será largo, lo advierto.

1. La caída de Berlín, 1945

Como decía, este tema me ha interesado de una forma u otra en los últimos años. Todo empezó hace casi tres años, cuando visité la capital alemana en octubre de 2007. Tengo por costumbre que, si encuentro el título adecuado, cuando salgo de viaje me llevo una novela relacionada con el lugar que visito. Y sin saber muy bien lo que me iba a encontrar, escogí Berlín, 1945 (Onkle Toms Hütte, Berlín) de Pierre Frei. Esta novela de crímenes se situaba en el Berlín inmediatamente tras el final de la guerra en el sector de ocupación americano, aunque recorría de una forma u otra a través de los crímenes investigados el conjunto de la historia de la Alemania nazi. Como me dejó muchos interrogantes sobre este periodo histórico, en poco tiempo leí un par de títulos más relacionados con el tema.

El primero de ellos es un libro del historiador bélico Antony Beevor, tan de moda últimamente en los medios por su libro sobre el desembarco de Normandía, pero que previamente escribió este Berlín, la caída: 1945, que con un rigor notable y una escritura relativamente fácil dado el tema, nos describe lo sucedido en el frente oriental europeo al final de la guerra.

El otro libro son las memorias anónimas de una mujer alemana a la que la guerra pilló en la capital del Reich al final del conflicto bélico. Una mujer en Berlín nos cuenta el otro punto de vista de la guerra, el de las mujeres, que sufren la guerra como los hombres, y que al final se ven convertidas en botín de guerra, en víctimas de abusos, en objeto de la venganza de los soviéticos. El libro se publicó como anónimo, aunque en la actual se sabe que corresponde a las memorias de la periodista y editora Marta Hillers, que nos narra un período de ocho semanas entre la primavera y el inicio del verano de 1945.

Cuando a mediados de enero de 1945 los frentes soviéticos cruzan el Vístula y comienzan su ofensiva final sobre el Tercer Reich y sobre Berlín, el odio acumulado, el deseo de humillar, el deseo de fulminar al adversario desata una de las mayores catástrofes humanitarias que se han producido en la historia provocadas por el propio ser humano. Más allá de la crudeza de los propios combates, que adquirieron un carácter implacable ante el profundo resentimiento entre ambos ejércitos, entre la determinación revanchista de los rusos y la resistencia numantina de los alemanes, estuvo las consecuencias para la población civil de la zona, una mezcla de población étnicamente germana y polaca, además de otras menores, en las que millones de alemanes de la Prusia Oriental, de Pomerania, de Silesia, y otras regiones de lo que actualmente es Polonia se vieron obligados a salir a las carreteras y a los caminos en uno de los inviernos más crudos del siglo XX, o bien afrontar los asesinatos de civiles y las violaciones masivas de mujeres y niñas de todas las edades que sufrieron los que fueron alcanzados por el ejército soviético.

Rynek - Wroclaw

La ciudad polaca de Wroclaw era la alemana Breslau en 1945; "Festung" Breslau, la fortaleza de Breslau, obligada a resistir por los jerarcas nazis, capituló dos días depués de Berlín, tras un pavoroso sitio - Canon EOS 40D, EF 24-105/4L IS USM

El fanatismo nazi llevó a ordenar la resistencia a toda costa, a movilizar a ancianos y niños en la defensa de la capital, a los ahorcamientos sumarísimos por parte de las SS de todos aquellos que fuesen sospechosos de tibieza, de derrotismos, a quien no quisiese combatir. Una población civil sin referentes éticos de ningún tipo tras el derrumbe del régimen político que dio una falsa seguridad a una nación profundamente dañada por el trauma de la derrota en la Gran Guerra y por la inestabilidad política derivada en los años 20. Una población civil que se vio cogida entre el martillo de las tropas soviéticas y el yunque del fanatismo nazi. Los datos de muertes en las guerras dicen poco a estas alturas. Pero si hablamos de que entre el territorio que hay entre la Prusia Oriental y Berlín se pudieron producir unos dos millones de violaciones a mujeres, muchas de ellas colectivas, de las cuales un diez por ciento pudieron morir como consecuencia de las lesiones producidas, de las infecciones venéreas, de los abortos provocados en condiciones deficientes o de los suicidios, quizá adquiera otra perspectiva el significado de lo que allí sucedió.

Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche

La Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche queda hoy en día como testigo y memorial a la destrucción de aquellos días - Panasonic Lumix LX3

Pero además de la monumental catastrofe humanitaria, o quizá sería más correcto decir humana, hay que considerar que la batalla de Berlín se puede considerar como la primera batalla de la Guerra Fría. Aunque negociado de antemano el final de la guerra, hubo notables intereses políticos y estratégicos a la hora de decidir quién y cómo se hacía con la capital alemana. Los ejércitos occidentales habían llegado al Elba en condiciones de avanzar hacia Berlín. Al contrario de lo que estaba sucediendo en el frente oriental, muchas unidades militares no sólo no se enfrentaban con ese fanatismo a norteamericanos y británicos, sino que muchas veces se rendían sin pegar un tiro. También hubo unidades que huyeron del frente oriental para directamente entregarse a los occidentales. También es cierto que algunas de ellas, particularmente las unidades de las Waffen-SS fueron devueltas a los soviéticos. Lo cual fue una mala, malísima noticia para ellas dado el cruel trato proporcionado por los soviéticos a los prisioneros de guerra, y especialmente a estas fanáticas unidades.

Pero los norteamericanos se pararon en el Elba. Todo estaba pactado. Hoy en día muchos historiadores están ya convencidos de la tesis de Churchill en aquella época. Stalin engañó a Roosevelt, y consiguió una serie de ventajas decisivas en el difícil periodo político que marco la posguerra. Los soviéticos iban detrás de los conocimientos científicos e ingenieros de los alemanes con el fin de recuperar el retraso que llevaban respecto a los americanos. Por ejemplo, en la cuestión del manejo de la energía atómica. Son muchas por lo tanto las tragedias que se cocieron en aquel escenario. No sólo las que asolaron a la población civil del momento, si las que asolaron a otras poblaciones civiles de muchos países en los 45 años posteriores.

Poco a poco se van conociendo y haciendo públicos los acontecimientos de aquellas épocas. La Unión Soviética primero, la Federación Rusa después, nunca ha estado interesada en destapar el comportamiento de sus soldados en aquella época. Siempre han revestido todo lo referido a la Gran Guerra Patriótica de un carácter épico y elevado, de nobleza en la lucha contra el opresor. Han obviado que el ejército soviético también estaba al servicio de una dictadura tiránica igualmente sangrienta y opresora, y con unas motivaciones en la lucha tremendamente complejas que lo dotó de una capacidad mortífera tanto para el enemigo como para sí mismos como pocas veces se ha visto. Por otro lado, la vergüenza de la derrota y la humillación entre los alemanes contribuyó también a que no se hablase de lo sucedido. El libro de Marta Hillers fue duramente criticado por los alemanes de la época de publicación y no fue hasta muchos años después cuando lo asumieron lo aceptaron y lo consideraron como el notable documento histórico que supone. Y los intereses políticos de los norteamericanos en la posguerra también dirigió las acciones hacia otro terreno. Primero, en los primeros tiempos, para no indisponerse con sus caprichosos aliados soviéticos. Después, porque también ellos perdieron su supuesta inocencia e idealismo. Mañana comentaré las consecuencias de lanzar una bomba atómica sobre una población civil. Pero también se podría hablar de la actuación de las tropas americanas contra poblaciones civiles en los diversos conflictos que salpicaron la Guerra Fría. Y aun hoy en su «guerra contra el terror».

Vista del Casco Antiguo

La reconstruida ciudad de Dresde, uno de los oficialmente "no" crímenes de guerra de los aliados occidentales durante la Segunda Guerra Mundial - Pentax *ist DS, SMC-A 50/2

2. Libro: Los demonios de Berlín

En la tercera entrega que nos hace Ignacio del Valle de las aventuras de Arturo Andrade, ya advierto que no he leido las dos primeras, nos sitúa en abril de 1945 en plena batalla final por Berlín. Y encontramos a Andrade como teniente entre los últimos españoles que permanecieron luchando del lado alemán hasta el final de la guerra tras la desbandada primero de la División Azul y después de la Legión Azul.

Los demonios de Berlín
Ignacio del Valle
Punto de Lectura; Madrid, 2010
ISBN: 9788466324281

Parto de la base de que a priori era difícil que el personaje de esta novela me resultase simpático. Si bien hubo muchos voluntarios de la División Azul que lo fueron para evitar las represalias, para congraciarse con el régimen fascista criminal del general Franco, hay que suponer que un personaje basado en aquellos que pudiendo volver a España, se quedaron luchando junto a los alemanes, estaba tocado del fanatismo fascista de los falangistas del momento. Pero es cierto que el personaje de ficción tiene un trasfondo que quizá venga explicado en sus dos aventuras previas, y que no es del todo explicado en esta novela. Bien. Quizá eso no importa. Y lo que importa es lo que pasa con ese personaje y en ese entorno.

También cuesta deshacerse del prejuicio que la editorial te instala cuando lees la contraportada del libro. Habla de un thriller con una investigación de un asesinato, una historia de amor, el programa atómico alemán o el más que improbable intento de robo del oro del Reichsbank por parte de un grupo de falangistas españoles. Sinceramente, por unos u otros motivo, no me he tomado en serio ninguno de estos episodios. Sinceramente, que las SS pidan la colaboración de un teniente de infantería español para resolver un crimen en abril de 1945 no se sostiene lo mires por donde lo mires. La historia de amor me parece vacía y previsible. Lo del nivel de desarrollo de ciertas instalaciones científicas o de ingeniería de la Alemania nazi, sobrevaloradas por el autor. El intento de robo del oro por unos falangistas típicos y tópicos… pues bueno…

Con estos elementos, durante buena parte de la lectura del libro he mantenido un escepticismo crítico notable. Pero en un momento dado he cambiado el enfoque. Y he cogido el concepto de macguffin de Hitchcock. Y si todos los elementos anteriores son absolutamente irrelevantes y anecdóticos, meros elementos argumentales sin más importancia que la de situar al personaje en un entorno en las que necesariamente las va a pasar canutas, y poder analizar sus posibles pensamientos, sus reacciones. Un entorno deshumanizado donde la probabilidad de morir y de matar es alta en cada minuto del día. Una oportunidad para describir el demencial final de la capital alemana. Desde ese punto de vista reconozco que ha habido momentos en los que la novela me ha parecido muy interesante, muy atractiva, y me ha enganchado a la lectura hasta el final.

Quede claro. Opino que se podrían haber escogido otros elementos argumentales más creíbles, más asumibles por un lector escéptico e interesado por el momento histórico, que podrían haber permitido llegar a un mismo resultado. La narración resulta previsible en cuanto a los aspectos de la intriga argumental. Hay pocas conclusiones a las diversas situaciones abiertas durante el relato que me hayan sorprendido. Muchas las había adelantado. No las comento ahora por respeto a los posibles lectores del libro. Pero no es del todo desaprovechable, y quizá pueda valer para hacerse una idea desde la ficción de lo que fue la dura realidad de aquel momento histórico.

Iglesia en Klingerhöfferstraße

Esta iglesia en Klingerhöfferstraße no está muy lejos de la Lichstensteinallee, donde se encuentra la embajada española en Berlín, cerca del Tiergarten - Pentax *ist DS, SMC-DA 21/3,2 Limited

Un poco de mis fotos: procesado en Lightroom, y fotos en blanco y negro

Fotografía personal

Desde esta primavera he cambiado mi forma de procesar las fotografías. Ahora uso una combinación de dos programas. Para el revelado del archivo raw, utilizo Adobe Photoshop Lightroom 3, su última versión. Lo cierto es que si sumas la posibilidad de utilizar preajustes con la claridad de los controles de ajuste de los distintos parámetros, más la posibilidad de utilizar máscaras para ajustes locales, la cosa va que rueda. Si luego se necesita algún otro ajuste más específico que no se puede hacer con el programa, utilizo Photoshop Elements 8, que para lo que yo hago es más que suficiente. Todo ello en un entorno Mac OS X, claro. Resultado final, la calidad de las imágenes es bastante buena, y lo mejor de todo, que el procesado es más rápido que el que venía realizando hasta ahora. Mucho más ágil.

Como consecuencia de lo anterior, me he animado también a dedicar un tiempo a la fotografía en blanco y negro, ya que creo que con Lightroom todo es más racional, más como uno estaba acostumbrado a pensar con la película tradicional. Supongo que habría que encontrar formas novedosas digitales de pensar, pero la verdad es que la sistemática tradicional de a) elige una película, b) elige un filtro, c) cuida la exposición, d) tapa y quema por zonas hasta conseguir el contraste y los tonos adecuados. Es cierto que en digital c) va antes que a) y b). De alguna forma. Pero todo está.

Ya comenté el otro día que me he permitido sacar un libro en blanco y negro con fotos de Alsacia. Espero que cuando llegue la copia física en papel no me defraude. Podéis echar un vistazo en Issuu, como ya os dije. Pero también he decidio abrir un fotoblog con imágenes en blanco y negro. Se llama Fotos al azar. Las imágenes irán subiendo de vez en cuando en bloques de cuatro, relacionadas entre sí. Enlaces en la columna lateral.

Entre las cañas

Camino natural de la Alfranca, al poco de abandonar el casco urbano de Zaragoza - Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited

Sunshine Cleaning (2008)

Cine

Sunshine Cleaning (2008), 3 de agosto de 2010.

Hace ya más de una década, vi una película, una comedia negra, centrada sobre una mujer que se gana la vida limpiando escenas del crimen. No fue una gran película, pero para lo que era, tenía su puntito. Pues bien, nos volvemos a encontrar con mujeres que deciden dedicarse a limpiar los chabisques que montan asesinos, suicidas y otros fiambres poco convencionales. Nos costó decidirnos por este filme de Christine Jeffs, especialmente porque llega a nuestras carteleras con dos años de retraso ¡!. Pero la curiosidad de ver a dos actrices con potencialidad, pero que encasilladas en cierto tipo de cine no lo pueden demostrar, en una película dependiente y con más tono dramático, nos animó.

El filme nos cuenta la historia de Rose (Amy Adams), madre soltera, limpiadora de profesión, con un amante casado, antiguo amor de adolescencia, con un hijo con problemas en el colegio, que siente que tiene que hacer algo para cambiar su vida cuando se encuentra con una antigua amiga del instituto montada en el dolar y con éxito social. A la vez tiene que estar al tanto de su hermana menor, Norah (Emily Blunt), que nunca ha superado la muerte por sucidio de la madre, y que tampoco tiene claro que quiere ser en esta vida, y de un padre, Joe (Alan Arkin), que es un desastre en los negocios y en la seriedad hacia las necesidades de su familia. Ante esta situación, acepta montarse un negocio de limpieza de restos biológicos en escenarios de muertes violentas. Todo ello no será más que la excusa para un desarrollo y un crecimiento personal de los personajes protagonistas.

La película en su conjunto tiene ese aspecto ya tradicional que tienen muchos de los filmes del llamado cine independiente americano, que se centra en las clases trabajadoras, en escenarios no especialmente bonitos, y que con una dosis razonable de artesanía, la directoras lleva a cabo sin mayores contratiempos. Es cierto que el principio del filme ten plantea la posibilidad de que vaya a llegar a mayor, decantándose de una forma por algún tipo de comedia negra, o que derive a algún drama de cierta consistencia, porque no algún tipo de tragedia. Pero al final se queda en un drama suave, con mucho «buenrrollismo», que reúne muchos tópicos ya vistos, y que se sostiene por que es razonablemente agradable de ver.

Las dos actrices protagonistas están bien. Pero claro, esta película es de cuando empezaban a despuntar, con algunas maneras, pero que hace falta que se confirmen. A mi particularmente me gusta algo más Blunt, a quien encuentro más capaz de cambiar de registros. Adams es más parecida a sí misma en todo lo que le he visto, parece menos capaz de cambiar de papel. Ya se verá en el futuro. En cualquier caso, ambas, junto con el conjunto de secundarios, están razonablemente solvente.

En fin, una película que no pasará a la historia de los grandes recuerdos, poco arriesgada, pero que sirve de alternativa para quien quiera pasar un rato en el aire acondicionado del cine veraniego, sin tener que tragar productos infantiles, superhéroes, acción palomitera y ese otro tipo de cosas que llegan para el verano.

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
** (casi ***)

Sendero

Ya que estamos relajados, nos damos un paseíllo por la orilla de Ebro para refrescarnos del calor estival - Pentax K-x, SMC-DA 70/2,4 Limited

Libro: Con las mujeres no hay manera

Literatura

Hasta ahora sólo había leído una novela del polifacético Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba, probablemente la más conocida del autor francés, especialmente de las que escribió bajo el seudónimo de Vernon Sullivan. Hace ya un tiempo, con el fin de entretenerme durante un viaje, compré la que nos ocupa hoy, una novela cortita también escrita bajo el mismo seudónimo; pero en aquel viaje me dediqué a otras cosas, y hasta ahora no he encontrado momento para leerla. Y vamos a ver de qué va.

Con las mujeres no hay manera
Boris Vian
El libro de bolsillo, Alianza Editorial; Madrid, 2002
ISBN: 9788420634692

Las obras que escribió Vian como Vernon Sullivan tienen todas una serie de elementos comunes. Están ambientadas en Estados Unidos, preferentemente en los estados del sur, incluyen altas dosis de violencia y sexo, y están escritas con un estilo directo y muy ágil. Las cosas pasan deprisa. Si en Escupiré sobre…, la acción se decanta clara y progresivamente hacia la tragedia, en esta ocasión nos movemos constantemente en el terreno de la comedia negra.

El libro nos cuenta la historia de dos hermanos de «buena familia», de veintitantos, en Washington D.C., que como consecuencia del interés del más joven y protagonista por una guapa adolescente de diecisiete años de la alta sociedad del lugar, y que descubre se ha vuelto adicta a las drogas, se ven envueltos en un conflicto con una banda de traficantes, homosexuales de ambos sexos, liderados por una peligrosa lesbiana de cuchillo fácil. Una vez iniciado el problema, asistiremos a una continua huida hacia adelante que les lleva a todo tipo de peripecias con abundancia de violencia y sexo, muchas veces todo ello mezclado, hasta el enfrentamiento final con los maleantes.

En el momento de su publicación, como el resto de los libros de esta serie, fue tachado de inmoral y pornográfico. Estas obras causaron escándalo en la sociedad francesa de posguerra. Hoy en día no lo veríamos así. Más cuando consideramos que este libro tiene más de parodia de un estilo de literatura, y de crítica a las hipocresías sociales que otra cosas. No obstante, en su forma no deja de ser altamente incorrecto políticamente. Escrito en primera persona, no deja pie con bolo. Desprecia a gays y lesbianas con todos los tópicos posibles que se os ocurran, critica la hipocresía de los adolescentes y jóvenes de la alta sociedad, ataca a las instituciones como la policía, la prensa o los políticos, adopta un tono claramente machista,… Así que quien no quiera o pueda entender de que va la cosa, puede sentirse incómodo con la lectura del libro.

Para el resto, lectores adultos siempre, el libro puede ser una lectura cómoda y relajada de verano, que nos hará, esbozar más de una sonrisa, nos sorprenderá en la bestialidad de alguna escena y, en general, nos entretendrá.

Boulevard de Saint-Germain-des-Prés

Tratándose de Boris Vian, me tengo que situar en la "rive gauche" parisina, por ejemplo en torno al Boulevard Saint-Germain, para trasladarme al existencialismo de posguerra,... aunque hoy no sea lo mismo - Panasonic Lumix LX3

Jean Dieuzaide y Marín Chivite, fotógrafos, en el Palacio de Sástago

Fotografía

Mi pereza veraniega a la hora de leer las noticias y la agenda de acontecimientos ciudadanos, hace que últimamente se me pasen por alto inauguración de exposiciones interesantes. En cualquier caso, el viernes, mientras visitaba a mi padre, me comentó que había hablado en la televisión o en la radio de la inauguración de una exposición de fotografías relacionadas con la guerra civil. No se acordaba ni de dónde, ni quién era el fotógrafo, ni nada por el estilo. Pues vale.

El caso es que el domingo por la mañana recordé la conversación, y me puse a buscar. Y efectivamente, la Diputación Provincial de Zaragoza ofrece una exposición en la Casa Palacio de los Condes de Sástago, dedicada a los archivos de los Talleres Mercier, empresa suministradora de municiones durante la guerra para el ejército fascista sublevado.

Escalera

Escalera de acceso al segundo piso en el Palacio de Sástago de Zaragoza - Panasonic Lumix LX3

El caso es que cuando me llegué a esta bonita sala de exposiciones, me encontré conque en la planta baja había una interesante exposición de Jean Dieuzaide, interesante fotógrafo del Mediodía francés, que en su momento se interesó vivamente por la tierras y las gentes de España, y no dejó de venir a Aragón, tierras vecinas de se Gascuña natal, para recorrerlo y reflejarlo en sus imágenes. No es el tipo de imágenes que más me gustan de este fotógrafo francés que tiene cosas muy interesantes en el campo del retrato y también de la naturaleza muerta. Pero salvo alguna imagen un poco postalera, el conjunto tiene indudable interés. Mucho visitante curioso por ver cómo era nuestra tierra hace 50 años.

Patio

En torno al patio del palacio, en la planta baja la exposición de Dieuzaide, y en la superior la de los Talleres Mercier - Panasonic Lumix LX3

Después, ya en la planta superior del palacio, encontramos la exposición de los archivos fotográficos de los Talleres Mercier. Cuando veo fotografías de la conflagración civil que padecieron nuestros abuelos y padres, siempre me acerco con un poco de reluctancia. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. Si más de lo mismo, si propaganda, si… no sabes. Pero he aquí que conforme voy viendo imágenes, en general del interior de los talleres de la fábrica requisada y militarizada por los fascistas, éstas me van impactando. Son imágenes herederas claramente de la llamada Nueva Objetividad, un movimiento artístico que se desarrolló en la República de Weimar, y que fue desmembrado por la llegada de los nazis al poder en Alemania. No obstante, este movimiento influyó notablemente en muchos otros artistas. Conforme voy mirando las fotografías, busco quién las ha tomado. No aparece en ninguno de los pies de foto. Finalmente, en un cartel aparece el nombre del autor. Se trata del fotógrafo riojano afincado en Zaragoza, Marín Chivite. ¡Siete años me pegué trabajando en frente a una tienda con ese nombre y nunca supe que se debía a un fotógrafo tan notable!

Globalmente considerada, y a pesar del tufillo profascista de las imágenes, desconozco si por la filias del fotógrafo o por necesidades de supervivencia dadas las circunstancias, reconozco que hay fotografías muy interesantes, tanto técnica como estéticamente, que delatan un excelente conocimiento y manejo de la luz, de los patrones y de las formas. Merece la pena verse.

Carcasa de proyectil

Además de las fotografías, se exponen algunos objetos recogidos de la época, como esta carcasa de proyectil de artillería frabricado en los Talleres Mercier - Panasonic Lumix LX3