[Cine] Warfare (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Guerra… en las fotos, las trincheras de la Guerra Civil española en la sierra de Alcubierre.

Warfare (2025; 27/20250618)

Cuando se estrenó esta película bélica dirigida por Ray Mendoza y Alex Garland, leí críticas diversas alabando su sinceridad, realismo y buen hacer. Mendoza fue uno de los soldados que se vio metido en aquel atolladero de la guerra de Irak, la de las falsas armas de destrucción masiva. Colaboró como asesor en la anterior película de Garland, excelente película, también de tema bélico. Y desconozco como habrá sido lo de codirigir entre un director ya consagrado y un novato, cuya principal aportación parecía el conocer muy bien cómo fueron las cosas, porque estuvo allí. Sin embargo, no pude ir. Los pocos días que estuvo en cartelera en versión original fue a unos horarios imposibles para mí. Y ya no vemos películas dobladas. Generalmente, cuando pasan a las plataformas en línea no las considero ya como estrenos a incluir en mi listado. Pero como esta ha aparecido en Amazon Primer Video cuando todavía estaba en cartelera la versión doblada… la voy a incluir.

La película, rodada prácticamente en tiempo real, nos lleva a la batalla de Ramadi, contra los insurgentes que con el tiempo acabarían siendo el Estado Islámico, que tanta guerra ha dado, literalmente en la zona, y en Siria, con posterioridad. Aquí acompañamos a un pelotón de operaciones especiales de la armada norteamericana, que apoya a otras unidades, cuando de repente se encuentran atrapados en una casa, y con heridos. Y tendrá que conseguir aguantar hasta que los vengan a evacuar.

La película carece de maniqueísmo ni de planteamientos políticos… más allá de que cuando una película cuenta una guerra de forma realista, siempre acaba siendo, necesariamente, una película antibélica. Pero no hay propaganda, más allá de la asociada a la necesaria solidaridad entre los soldados que se ven en la necesidad de colaborar con rigor y disciplina si quieren salir de allí con vida. Pero aun siendo soldados de operaciones especiales, están lejísimos de esa imagen que dan las películas de acción de combatiente que es capaz de derrotar a 100 y salir del apuro sin despeinarse. Aqui hay apuro, miedo, heridas, tensión. También aparecen los civiles que sufren las consecuencias. En segundo plano, pero sufriendo las consecuencias de una guerra que les va a arruinar su hogar, entre unos y otros.

Realizada con rigor, indudablemente es una película muy recomendable, que es capaz de contar en hora y media lo que las grandes superproducciones parecen necesitar tres horas y un lenguaje cinematográficamente grandilocuente. No voy a decir que os recomiendo que la veáis… en salas de cine. Esta semana, definitivamente, ya no esta en cartelera. Pero si os pilla a mano en alguna plataforma de contenidos en línea, dadle una oportunidad.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

[Libro] La tierra invisible – Hubert Mingarelli

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En el valle medio del Rin, entre Colonia y el puente de Remagen, famoso por una película bélica que recrea su toma por el ejército americano en 1945, antes de que el ejército alemán lo volase. Aunque se hundió poco después.

No recuerdo muy bien dónde encontré recomendada esta novela corta del francés Hubert Mingarelli. En los últimos tiempos había oído hablar en varias ocasiones de este autor, que falleció relativamente joven, 64 años, en 2020. Por lo que cuando surgió esta novela corta me pareció una ocasión para introducirme en su literatura. Si la cosa iba bien, ocasión tendría más adelante de leer otras cosas. O eso pensaba hasta que me di cuenta que ya había leído una de sus obras.

Colonia

.

Mingarelli nos traslada a la Alemania de 1945, pocos días o semanas tras el final de la guerra. Un reportero gráfico, fotógrafo de guerra, británico se encuentra en una ciudad a orillas del Rin acompañando al ejército de su país en la que ser la zona de ocupación del Reino Unido en la Alemania de la posguerra inmediata, hasta la creación de la República Federal de Alemania. En los últimos días de la guerra iba acompañando a las unidades militares que descubrieron un campo de concentración y exterminio del régimen nazi, lo que le ha dejado muy marcado. En un momento dado, pide al coronel al mando que le ceda un vehículo y un conductor. Quiere recorrer el campo, los pueblos y ciudades pequeñas de la región del Bajo Rin, para fotografiar a las gentes del país en las puertas de sus casas. Y así comienza un peculiar periplo con un joven recluta, originario de un pueblo de costa a orillas del mar del Norte, que ha llegado tarde a la guerra. A pesar de su preparación, no ha tenido ocasión de disparar ni una sola bala. Y se establecerá una peculiar relación entre ambos y con las personas a las que van encontrando en su recorrido.

Mingarelli tiene una visión relativamente pesimista del mundo. La búsqueda del fotógrafo es una búsqueda compleja y difícil de ejecutar. Difícil de ejecutar porque intentar ver y comprender a ese pueblo que ha permitido, ha sido cómplice por acción, por consentimiento o por omisión, con las barbaridades del régimen nazi. Gentes que en su apariencia externa no son distintos de las gentes de otros países o regiones. Campesinos. Mujeres. Ancianos. Niños. Constantemente se nos recuerda colateralmente el entorno. La mujer bien arreglada que quiere suplicar por la vida de su marido, alto funcionario de la población, que va a ser ahorcado por los horrores cometidos. Pero también por la actitud de los habitantes a los que va a fotografiar. A veces distantes. A veces tratando de congraciarse. Pero con cordialidades faltas de sinceridad. Y como contrapunto, el joven recluta, lleno de entusiasmo. Pero que lamenta haber llegado tarde. Lamenta no haber contribuido. Lamenta no haber disparado. En el fondo, lamenta no haber matado.

Bonn

.

Mingarelli no es complaciente. Es pesimista. Y la acción. Por breve que sea la extensión en que se desarrolle, alrededor de 100 páginas en las ediciones impresas en árboles muertos, viene condicionada por esos tres factores; el pesimismo y el fatalismo del fotógrafo, el entusiasmo del soldado y la distancia y desconfianza de esas gentes que saben que han participado, pero que tienen que sobrevivir, y se ponen de lado respecto al pasado, sin asumir responsabilidades. Por lo que, incluso cuando ya no hay guerra, la tragedia es un final posible a este peculiar periplo por el noroeste de Alemania.

Es un excelente relato. Cuyo valor y cuyo interés ha ido incrementándose en mi memoria conforme ha ido pasando el tiempo y he puesto distancia con su lectura inmediata. A pesar de su pequeña extensión, y su interés que permitiría leerlo en una tarde, tuve que interrumpir en más de una ocasión su lectura para asimilar la situación y los hechos. En general, es ampliamente recomendable. Quizá en los tiempos que corren, estos relatos que nos recuerdan lo mucho que pueden descender a los infiernos el espíritu humano en vida, sean más necesarios que nunca. Muy recomendable.

Remagen

[Libro] The mercy of gods – James S. A. Corey

Literatura

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

James S. A. Corey es el seudónimo bajo el cual publican sus novelas conjuntos los escritores Daniel Abraham y Ty Franck. Y estos son los autores de la serie de ciencia ficción The Expanse, que se adaptó en una de las más interesantes series de aventuras espaciales de las últimas décadas. De las novelas en las que se basaba la serie, sólo leí una, que no estaba mal. Pero como ya me sabía la historia… pues no encontré mucho aliciente a seguir leyendo un montón de continuaciones posteriores. El libro era un producto digno, con razonable rigor… pero inferior a la serie de televisión. A pesar de ello, me he puesto con este primer libro de una saga… que igual sí que sigo… no sé si hasta el final, pero al menos mientras mantenga el interés.

No sé muy bien por qué diablos estas fotografías del entorno del puerto de Malmoe en Suecia me han parecido adecuadas para ilustrar la entrada. En cualquier caso, no he tenido ocasión de visitar y tomar fotografías en los planetas en los que transcurre la acción del libro.

He leído la versión original en inglés. La saga se denomina, traducida al castellano, La guerra de los cautivos, pero de momento sólo hay un libro publicado, que nos habla de esa piedad de algún tipo de dioses galácticos. Esencialmente, en la galaxia en la que viven los humanos, y a los que encontramos en un planeta que no es la Tierra, hay una guerra de dimensiones descomunales entre dos especies inteligentes. Una de ellas se dedica a conquistar los planetas en los que viven otras especies inteligentes y, si les son útiles, los aprovecha para sus fines bélicos. El planeta humano en el que viven nuestros protagonistas es conquistado. Y seguiremos las andanzas de un equipo de investigadores en biología molecular, que son llevados en cautividad a otro planeta. Si son útiles sobrevivirán, así como el resto de la especie, si no… no. Pero entre ellos, hay un «infiltrado» del otro bando.

He de reconocer que en los primeros episodios estuve a punto de dejarlo. Las cosas que me estaba contando sobre el equipo de científicos no me interesaban lo más mínimo ni veía una evolución clara. La cuestión es que como es una historia planteada con muy largo recorrido, los autores se han tomado el desarrollo de la historia con calma. Pero ya sabéis lo que decía Billy Wilder, de entrada hay que dejar al espectador sorprendido y sujeto a la butaca, y luego le cuentas tu historia. Aquí… esos primeros capítulos, no me dejaron sorprendido y sujeto al libro. Pero aguanté. Y la cosa va mejorando. Al final se nos dibuja un universo que no es carente de interés, con un problema a resolver que parece imposible para los protagonistas, pero que por algún sitio saldrá. Tiene cosas en común en su desarrollo con The Expanse… aunque no sé hasta que punto «copiará» el esquema en los siguientes libros. Pero al final esta primera historia dentro de la historia general me ha dejado buen sabor de boca.

Probablemente, cuando llegue el momento, me anime con la continuación. Luego… ya veremos.

[Cine] Hauru no Ugoku Shiro ハウルの動く城 (El castillo ambulante) (2004)

Cine

Hauru no Ugoku Shiro [ハウルの動く城] (2004; 33/202400713)

En estos tiempos, Studio Ghibli está de aniversarios, y lanza para su exhibición en salas películas clásicas del estudio restauradas en alta resolución. Hace bien poco se produjo el reestreno en salas de Kaze no tani no Naushika 風の谷のナウシカ, celebrando su 40º aniversario. Muy tentado estuve de volver a verla en las salas de cine, pero no tuve ocasión. La única vez que la he visto en pantalla grande, en pantalla pequeña la he visto varias veces, fue cuando se proyecto una versión restaurada de la misma con motivo de su 25º aniversario. Como curiosidad, un 13 de julio (de 2010), el mismo día del año que la película que nos ocupa hoy, también un 13 de julio (de 2024). Como nunca había visto en pantalla grande la película que comento en esta entrada, la incluyo en mi listado de estrenos. Y el motivo de que vuelva a ser proyectada es su 20º aniversario. También la he visto en más de una ocasión en pantalla pequeña.

Dirigida por Hayao Miyazaki, dicen que se estrenó en España en 2006, dos años después de su estreno en Japón, como consecuencia de haber sido candidata al Oscar de las películas estrenadas en 2005… en Estados Unidos. Yo no recuerdo su estreno en Zaragoza, y desde luego no la vi en aquel momento. Adapta una novela de fantasía de la británica Diane Wynne Jones del mismo título, Howl’s moving castle, aunque tomándose alguna libertad, por lo que yo sé. Una de ellas, que en lugar de crear un universo con localizaciones inspiradas en la Inglaterra del cambio del siglo XIX al XX, se inspira en las bonitas pero germánicas poblaciones de la Alsacia, como Colmar o Riquewihr, de ahí las fotografías que acompañan a la entrada. Y nos traslada a un universo de existe la magia. Y los magos y las brujas. Y donde vive Sophie, la mayor de tres hermanas huérfanas de padre, y a quienes su madre desatiende, viviendo del trabajo en su sombrerería. Un día entra en contacto con un atractivo mago, Howl, que la salva de unos extraños seres mientras se celebra un desfile militar en vísperas de una guerra contra un reino vecino. Pero una bruja, despechada por las atenciones de Howl hacia Sophie, le lanza un hechizo que la convierte en una anciana. Y ahí comienza la aventura para recobrar su juventud y, con el tiempo, liberar a la bruja y al mago, y otros personajes que irán apareciendo, de los hechizos que los atan a un destino desgraciado.

Frente al entusiasmo que manifiesto habitualmente ante las grandes películas de Miyazaki, esta siempre me ha dejado un poquito más frío. Entendámonos. Es una excelente película. Su primera mitad va construyendo un mundo y un ambiente que genera maravilla. Un universo de época, con tonos fantásticos y su piza de steampunk, en su justa dosis, que en mi opinión supera por mucho la mayor parte de los mundos creados por Disney. Una vez más. No obstante, no perdió el Oscar al que fue candidata contra Disney, sino contra el largometraje británico sobre Wallace y Gromit, siendo la tercera en discordia una película de Tim Burton que sí que vi en salas de cine. Creo que hubiera merecido la victoria. Pero Miyazaki no habla de guapas princesas y príncipes azules. Habla de una sombrerera que se convierte en una anciana, y un mago caprichoso y voluble, incapaz de centrarse en algo realmente importante. No obstante, el último tercio de la película siempre me ha parecido que tiene un desarrollo más irregular. La película va construyendo poco a poco su universo, sin prisas. Sin explicaciones, dejando que el espectador asimile lo que sucede en pantalla. Pero de pronto, de alguna forma, hecha a correr. Y eso me ha generado siempre una cierta insatisfacción comparada con otras películas del director.

La película incluye una serie de comentarios sociales potentes, como es habitual en las películas de Miyazaki. Un personaje protagonista íntegro, fuerte y decidido, que no necesita un hombre que la salve, sino que es la salvación del hombre. Una reivindicación de la ancianidad. Un rechazo a la guerra sin sentido… cuando todas las guerras suelen carecer de sentido, cuando se declaran aunque sus propios instigadores sepan que no tienen sentido. Una reivindicación de la naturaleza en paz frente al terror de la industrialización al servicio de la guerra. Temas que ya aparecen, juntos, o por separado, en otras películas del director japonés. Como alguien dijo, los auténticos autores, suelen hablar de lo que les preocupa a lo largo de toda su obra. Su grandeza es hacerlo de forma diversa y, con frecuencia, hermosa.

Dicho todo lo cual, es una excelente película. De las que hay que ver. Obligatoria si eres una amante de la animación. O simplemente del buen cine. Muy recomendable si quieres disfrutar de un buen cine y de una buena historia. Y mucho más adecuada para los más jóvenes de la casa que casi cualquier tontería de Disney, como ya he dicho, o al menos insinuado. Un placer haberme decidido dedicar esa matinal de sábado a sumergirme en una de los maravillosos mundos que nos ha legado Hayao Miyazaki. Y que no se me olvide, con una estupenda banda sonora de Joe Hisaishi.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Civil war (2024)

Cine

Civil war (2024; 23/20240430)

Solo 26 horas después de salir del cine, de ver la divertida y espléndida película de Guadagnino que comenté muy recientemente, volvíamos a las salas de cine para ver una película no menos estupenda. Incluso más estupenda. Pero dura, difícil, áspera, incómoda… y sin embargo, de la que no podíamos despegar los ojos de la pantalla y que me estoy planteando volver a ver. Porque hay mucho que ver, muchos detalles que importan, en esta política película de Alex Garland, para mí la mejor que he visto de este director con ventaja. Un director que hasta el momento consideraba que tenía unas ideas excelentes, pero que no siempre acertaba en convertirlas en narración e imágenes. Es más, lo consideraba sobrevalorado. Pero con esta película ya se ha redimido de pecados pasados. Ya veremos si sigue cometiendo pecados en un futuro, o se mantiene en el buen camino del genio cinematográfico.

En estos días, desde que vi la película, he visto muchas valoraciones en internet sobre la película, principalmente de comentaristas norteamericanos. Me llama la atención que muchos consideran que la película no es política, se aleja de la política. Fundamentalmente, porque el director con esta película bélica, no se pronuncia sobre quienes son los buenos y los malos, qué bando representa qué en la polarizada política de los Estados Unidos. Y sin embargo es una película muy política. Y como oí decir a uno de ellos, una película fundamentalmente muy cabreada. La visión de la guerra civil que asuela al gigante norteamericano en un futuro no muy lejano es en su mayor parte periférica. Son muy pocas las ocasiones en las que los protagonistas, cuatro periodistas, se meten en el fregado, antes del fin de fiesta final en el que ya la acción es dominante, aunque no lo más importante. No lo es en ningún momento. El viaje de estos cuatro periodistas de Nueva York hasta Washington D. C. por una larga ruta que les permite evitar las zonas de mayor riesgo nos muestra la degradación moral, social y ética que sufre una sociedad en un conflicto bélico. Y más en un conflicto civil, en el que tu enemigo es tu compañero de instituto. Y con él te ensañas. Desde el punto de vista político, la reflexión no es sobre qué valores son los preferidos, progresistas y conservadores, sino sobre las consecuencias de la ruptura y desaparición de los valores fundamentales que deberíamos considerar comunes; respeto, convivencia, diálogo, renuncia a la violencia. Pero muchos estadounidenses están más dedicados a criticar que una alianza entre California y Tejas sería imposible por su opuesta orientación ideológica. No han entendido nada. Obviamente Garland lo presenta así para indicar que eso no es lo importante.

Cuatro periodistas de tres generaciones. El más veterano que mira el retiro pero todavía se resiste a él (Stephen McKinley Henderson). Están los maduros y experimentados reporteros que han llegado a su plenitud con distinta evolución, uno pidiendo «guerra» (Wagner Moura), otra con desesperanza y dudas (Kirsten Dunst). Y la joven, casi amateur, inexperta pero entusiasta (Cailee Spaeny), que todavía no sabe cómo ha de actuar, cómo tiene que enfocar su trabajo. Es irónico, amargamente irónico, que solo sobrevivirán a esta aventura aquellos con más cinismo en su visión. Y una misión. Ser testigos y fotografiar la caída del presidente que está en el origen del conflicto (Nick Offerman).

Y varias secuencias muy significativas que van retratando las distintas formas de afrontar el conflicto. Pero con una secuencia pivotal, una que marca una antes y después en la película, una que resume todo lo que la guerra tiene de deshumanizador y de brutal. Con un soldado, cuya afiliación desconocemos, en una fosa común para civiles masacrados, magníficamente interpretado por un no acreditado Jesse Plemons, pero que desde ya debería ser candidato firme a una estatuilla dorada en marzo del año que viene, que representa todos esos valores corrompidos, destruidos, las consecuencias más brutales de la guerra. En la más firme toma de posición del director, que muestra que una cosa es que la definición de los bandos no sea lo importante, pero que está lejos de ser equidistante en la polarización actual de la política. No sólo la norteamericana. Y es que la equidistancia es uno de los grandes peligros hipócritas del análisis político y periodístico. Vale ser ecuánime, pero hay que tener claros que valores fundamentales no pueden dejar de defenderse, y de denunciarse cuando se encuentran en riesgo.

Interpretación de muy alto nivel, con especial nota para Dunst, que ya había mostrado en muchas ocasiones su valía, pero que también debería situarla en la carrera hacia los premios. Una joven Spaeny que habrá que seguir, lo que había hecho hasta ahora no me había interesado para atraerme a las salas de cine. Y un conjunto de intérpretes, todos los demás que todos están a excelente nivel. Ya he comentado lo de Plemons. En todas partes hablan de la presencia en el reparto de Sonoya Mizuno, que ha estado en todas las películas que ha dirigido Garland (incluso protagonizó un serie creada por él, que no me convenció en exceso), pero de verdad que su papel es un poquito más que un cameo. Un poquito más.

Mis expectativas sobre esta película no eran muy altas. Y lo cierto es que tenía la sensación de que iba a ser la eterna mirada al ombligo de los estadounidenses, que no me apetecía mucho, a priori. Pero afortunadamente me equivoqué, y afortunadamente nos sacudimos la pereza y, aprovechando la víspera del festivo entre semana, nos dirigimos a las salas de cine para verla. Es prácticamente imprescindible. Un película con demasiados valores cinematográficos y con una reflexión suficientemente profunda como para que haya que recomendarla con carácter general. Otra película que, si no es una obra maestra, se le aproxima bastante.

NOTA: Como aficionado a la fotografía, interesante las dos fotógrafas de la película. A la mayor (Dunst), con una cámara digital (una Sony, aunque esté la marca tapada con cinta aislante negra) y dos ópticas, un Leica de focal fija adaptado, probablemente un 35 mm, no me fijé bien, y un poderoso 70-200 f2.8, más que probablemente. Y la joven (Spaeny) con un la Nikon FE2 «de su padre», un objetivo que no pude identificar, pero cuyas fotos parecen propias de un 35 mm, unos cuantos rollos de película un blanco y negro, y algunos químicos y un tambor de revelado para ir revelando sobre la marcha. Y unas fotos en blanco y negro que se nos van mostrando y que al parecer fue haciendo la actriz con la cámara durante el rodaje. Estupendas.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Godzilla Minus One (2023)

Cine

Gojira -1.0 [ゴジラ-1.0] (2023; 69/20231221)

Como en los días de final de año, con los días de fiesta y la abundancia de estrenos y tal, siempre se acumulan las películas para comentar, pensaba hacer una entrada doble. Pero tras ver esta película de Takashi Yamazaki, algo que no estaba en mis planes ni de lejos, he considerado que se merece una entrada en solitario para destacar… sus virtudes… y los defectos de la industria del cine norteamericana. No soy nada original. Mucha gente lo está haciendo en estos momentos. Especialmente cuando se hacen cuentas. Esta película ha costado, según nos dicen, algo menos de 15 millones de dólares. Desconozco lo que habrá costado su promoción… pero teniendo en cuenta que no ha habido anuncios en las marquesinas, que ha llegado sin versiones dobladas al castellano o a otros idiomas, y que su éxito está dependiendo del boca-oído en redes sociales más que otras cosas, no mucho. Las superproducciones de Hollywood… El Godzilla de 2014, hace diez años, habría que corregir por la inflación, costó 160 millones de dólares, más de diez veces más, con unos costes de promoción y distribución de 100 millones de dólares… La vi en vídeo, en televisión, apenas la recuerdo… y tal. En los agregadores de crítica cinematográfica, la película actual, japonesa, entre 10 y 15 veces más barata, concita un 98 % de acuerdo críticas muy positivas (8,4/10 de puntuación). La producción norteamericana alcanza un 76 % de críticas positivas (6,7/10 de puntuación). Entendéis por donde quiero ir, ¿verdad?

Mis fotografía realizadas con película en blanco y negro en Tokio me vienen muy bien para ilustrar esta entrada que transcurre en gran medida en la capital nipona.

La historia es la clásica del kaijū es la clásica. Como consecuencia de los ensayos atómicos norteamericanos en el atolón de Bikini en 1946, aparece un enorme monstruo indestructible y radioactivo que siembra la destrucción por donde pasa, y llega hasta Tokio donde se arma la de San Quintín. Nada parece pararlo, ante la pasividad y la ineptitud de los victoriosos en la guerra, los Estados Unidos, más preocupados, y de un gobierno japonés… que no merece la confianza de sus ciudadanos, tremendamente decepcionados tras la derrota en una guerra sin sentido, donde realizaron numerosos sacrificios. Pero una iniciativa ciudadana, desesperada, imperfecta, pero entusiasta… ¿conseguirá parar al kaijū?

Eso sí… el minus one del título, el -1.0 en el original viene de que hay un prólogo en la historia, que guía la peripecia de los personajes humanos protagonistas. La primera aparición del muestro es durante la guerra, poco antes de terminar, cuando aparece, más pequeño, en una isla donde existe un aeródromo militar japonés, y donde aterriza Shikishima (Ryunosuke Kamiki) un piloto kamikaze que ha fingido una avería en su avión para no cumplir su misión suicida. El, y el jefe de mecánicos, Tachibana (Munetaka Aoki), sobreviven al ataque del monstruo. Pero quedan traumatizados por el evento, y no consiguen superar sus miedos y sus traumas. Shikishima vuelve a Tokio, donde encuentra su casa destruida y sus padres muertos, y en la chabola que monta se refugia con una joven que ha quedado huérfana, Noriko (Minami Hamabe), y que ha recogido a una bebé, Akiko (Sae Nagatani), también huérfana, formando una curiosa familia informal. Shikishima encontrará un trabajo en los dragaminas que limpian las costas japonesas,… donde se encontrará de nuevo a Gojira, nombre original del monstruo que en los países occidentales llaman Godzilla. Un portmanteau de las palabras gorira [ゴリラ, gorila] y kujira [鯨, ballena], una nombre destinado a denominar a una monstruo muy grande y muy fuerte.

Vayamos por partes, como dijo Jack el destripador. La realización de Yamazaki es absolutamente superlativa. De su magro presupuesto, dado que es una película con un monstruo espectacular, saca oro. Visualmente es perfecta. Basándose en un uso magistral de la cámara y de las lentes, y con la fenomenal fotografía de Kōzō Sibasaki, consigue generar un realismo, una verosimilitud de sus imágenes, que contrasta enormemente con el aspecto irreal, con colores muy alterados, del cine norteamericano, que muchas veces resalta el hecho de que son imágenes generadas por computadora, en lugar de dar de impresión de autenticidad. El rodaje es en digital, pero consigue que la textura de la imagen semeje en gran medida la de la película cinematográfica, con su grano y sus imperfecciones que dan vida a la imagen. La ficción de acción fantástica, superheroica, monstruosa y demás en los EE.UU. acaba pareciendo que actores de carne y hueso se mueven en un escenario de animación más o menos realista, pero de animación. Entre Yamazaki y Sibasaki nos transportan al ambiente del Japón de posguerra. De ruina y decadencia. La película podría estar rodada en blanco y negro y ser también perfecta. De hecho, parece que van a estrenar una versión en blanco y negro, Godzilla Minus One/Minus Color. Creo que me apetecería verla.

Yamazaki se inspira también en la tradición del cine japonés, especialmente los excelentes directores de la posguerra que conseguían hacer películas estupendas con presupuestos ridículos. Los encuadres, los interiores, las vistas de las ciudades destruidas… todo ello tiene sabor a aquel cine. El hecho de que la protagonista femenina se llame Noriko no deja de transportarnos al cine de Yasujirō Ozu y su Trilogía de Noriko, las tres películas en las que Setsuko Hara hizo papeles protagonistas en los que se llamaba Noriko. Personajes distintos, con el mismo nombre, independientes entre sí, que representaban una mujer japonesa en la posguerra mundial que debía rehacerse a sí misma. Compasiva, amable, dedicada, pero buscando un nuevo papel en la sociedad, intentando superar los lastres de las tradiciones del país, pero sin romper con los valores positivos. La Noriko de Yamazaki, con pocos trazos, pero con decisión, marca su voluntad y su decisión, bondadosa, adopta a una huérfana, cuando ella misma es una joven apenas salida de la adolescencia, también huérfana, dispuesta a robar y lo que haga falta para sobrevivir, pero trazando una línea clara en lo que se refiere a venderse a sí misma, y dispuesta a sobrevivir.

Como contrapartida el héroe es una antihéroe. Caído en el deshonor por no haber cumplido con su deber de kamikaze, sumado al terror que lo invadió y lo paralizó en la primera aparición del monstruo, es un joven para quien la guerra no ha concluido. Es el paradigma del ciudadano utilizado por el estado totalitario en una guerra absurda, un estado que no valora la vida de sus ciudadanos, ni los protege, como establece con claridad otro personaje de la película. Porque la película es claramente antibelicista, pero salvando la dignidad del sufrido pueblo japonés, víctima de su propia cultura y tradiciones. En la película original, el monstruo era metáfora de dos elementos que marcaron la posguerra; el terror radioactivo, el terror a la bomba atómica, a la destrucción última y perversa, y el despertar de ese monstruo que les ha vencido y les ha invadido, los Estados Unidos, un monstruo que ha despertado y que amenaza el mundo. En la película actual, las metáforas se han modificado, pero su significado profundo es muy potente y actual. Y en esto se diferencia también enormemente de las películas norteamericanas del mismo género. Aquí, Godzilla es una macguffin para el avance y el crecimiento de los seres humanos y su comunidad, que son los que realmente importan, frente a la indiferencia de los propios gobiernos que debieran protegerlos. Todo ello impulsado también por unas interpretaciones sentidas y bien adaptadas a lo que se les pide. Sentimos la empatía, y la simpatía, hacia estos personajes que están dispuestos al sacrificio pero que, frente a la viciosa retórica del Japón de la guerra, quieren vivir, tienen que vivir, como una obligación autoimpuesta y delegada por los que murieron en la guerra.

Esta es una de las mejores películas de este 2023 que se termina. Para mi sorpresa y la de muchos. Y no debiera serlo. Porque hace tiempo que algunos sabemos que, entre la mucha morralla que realizan para consumo propio y que de vez en cuando nos llega, en Japón se siguen haciendo verdaderas obras maestras como hemos podido comprobar en los últimos años. Arriesgaos e id a verla. Sin prejuicios, sin apriorismos. Igual quedáis igual de gratamente sorprendidos como he quedado yo. Y los que me acompañaban. Y las personas que había en la sala, en una tarde-noche gélida, en la que sólo apetecía quedarse en casa, y allí estábamos.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Napoleon (2023)

Cine

Napoleon (2023; 66/20231124)

Hace más de semana y media que vi esta película de Ridley Scott, que ha desatado diversas polémicas por el tratamiento que el director norteamericano perpetra a los hechos históricos. Mostrando además una actitud despectiva hacia los que critican se desprecio por la veracidad. Según Scott, si es para dar espectáculo, todo vale. Sería el equivalente a ese malhadado dicho del periodismo que dice aquello de «no dejes que la verdad te estropee una buena noticia». La cuestión es que tampoco ha emocionado a esos espectadores que se supone que iban a quedar encandilados por el espectáculo, y la crítica no se pone de acuerdo. Hay críticas que ensalzan la película y otras que la critican con severidad. He de confesar, antes de empezar, que siento una profunda antipatía por el tirano francés. Aunque muchos le atribuyen el haber difundido la ilustración por Europa, creo que las ideas no se difunden a cañonazos al servicio de una ambición personal. Y el comportamiento del ejército francés que ocupó España entre 1809 y 1813 poco tiene que «envidiar» al del ejército de la Alemania nazi cuando ocupó países entre 1939 y 1945. Y sin embargo Napoleón es admirado en Francia. Hitler en Alemania, no. O por lo menos, no mayoritariamente. Bien es cierto que alguien como Napoleón surgió en gran medida gracias a las potencias absolutistas que decidieron atacar por todos los frentes a la Francia republicana, lo que propició el surgimiento de una clase militar en el país vecino que llevó a maltraer durante dos décadas a esas potencias absolutistas. Pero los perjudicados en las guerras no son los monarcas sino los pueblos. Nunca hay un único culpable de la barbarie bélica.

De los diversos monumentos y nombres de calles y plazas que hay en París que recuerdan el periodo napoleónico, muchas veces rememorando sangrientas batallas o a los generales del corso, sin duda el más conspicuo es el Arco del Triunfo. Que por muy fotogénico que sea… a mí me da bastante grima.

Scott realiza un recorrido por los 28 años de la vida de Napoleón (Joaquin Phoenix) entre la etapa del Terror revolucionario en 1793 y su fallecimiento en Santa Elena en 1821. Y lo hace contando dos historias en paralelo. Su peripecia bélica, destacando algunas de sus batallas más importantes, aunque se quedan muchas muy importantes en el tintero, por un lado. Por otro, su relación con Josephine de Beauharnais (Vanessa Kirby), una relación que nunca se ha traslado bien a la pantalla. Y tampoco en esta ocasión.

Vayamos por partes. La película que hemos visto en los cines, de dos horas y media, está incompleta. El montaje definitivo de cuatro horas de duración, según dicen, se podrá ver desde enero en Apple TV. Y los recortes pasan factura, con un montaje deficiente. O quizá, más que un montaje deficiente, con un ritmo narrativo muy cuestionable. Scott fía el éxito de la película en la espectacularidad de sus escenas bélicas. Que realmente están rodadas con maestría. Nadie va a dudar que el director conoce su oficio. Aunque lo de Austerlitz y el lago helado fuera una pequeña anécdota sin mucha importancia en lo que fue la batalla, diga lo diga Scott en su película. Pero con la historia que vemos, nadie va a entender a Napoléon, porqué surgió, cuales eran sus motivaciones reales. Y sobretodo, como ya he dicho, cómo fue su relación con Josephine, y como influyó esta mujer en el joven oficial que era cuando se conocieron.

Por otro lado, el reparto es fenomenal, con gente de gran valía, entre quienes he destacar necesariamente a Vanessa Kirby, por delante del propio Phoenix como protagonista. Que Phoenix se luzca menos de lo que debería hay que atribuirlo al maltrato que Scott inflige al personaje principal, a veces ridículo, a veces un tópico andante. Pero Kirby… ¡cuánto me gustaría ver una película que se titulase Josephine, protagonizada por Kirby, con un buen guion y un director con sensibilidad! Soñar no cuesta dinero.

Me cuesta recomendar la película. Aunque quien vaya al cine no se aburrirá. Si fuese una película no basada en nadie en particular, sobre un general ficticio, una película bélica de acción, podría haber sido estupenda. Que se titule Napoleon y que pase lo que pase… hay es donde, si aprueba, es porque técnicamente está muy bien hecha. No sé si la versión completa en Apple TV arreglará algo la cosa. Lo dudo. No sé si le daré la oportunidad. Desde luego no como largometraje. Quizá la divida en tramos de alrededor de 45′ y la convierta en una miniserie. Tal vez así… ya veré. Napoleón Bonaparte ha sido llevado a la pantalla en diversas ocasiones, pero sin que su figura se haya analizado convenientemente. Siempre se ha tratado de forma muy tópica. Mi madre era muy aficionada a Desirée, sobre su presunto enamoramiento de Desirée Clary. Prometida de Bonaparte durante un tiempo, el compromiso se rompió cuando este conoció a la Beauharnais. Clary acabó casándose con el mariscal Bernadotte y, por lo tanto, acabó siendo reina consorte de Suecia. Aunque no ejerció… realmente. Tampoco es una película que se caracterizara por la fidelidad a la historia, y especula más que otra cosa. En fin… que no hay una buena película sobre el tirano francés, lo interprete Marlon Brando o Joaquin Phoenix.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Across the river and into the trees (2022)

Cine

Across the river and into the trees (2023; 59/20231025)

No sé muy bien que ha pasado o está pasando con la distribución de esta película. Aunque dirigida por la directora española Paula Ortiz, es una película británica. Entiendo por algunas cosas que he leído, que la adaptación de la novela homónima de Ernest Hemingway es un proyecto que viene de largo en el Reino Unido. Que se contemplaron varias opciones para su dirección, y que otros intérpretes aparecieron como posibles protagonistas, hasta que el proyecto recaló en Ortiz y se realizó una selección de reparto definitivo. La película se rodó en 2020. La ficha de la película en IMDb la data en 2022. Pero más allá de alguna exhibición en algún festival, su explotación comercial no ha comenzado hasta octubre de 2023 en España. Que es la nacionalidad de la directora, pero no de la película. Está rodada en inglés e italiano. En IMDb no aparecen fechas previstas de estreno en ningún otro país. Ni siquiera el Reino Unido. O Italia, de donde es buena parte del reparto y donde está rodada. Me tiene sorprendida la cosa.

No soy muy aficionado al cine de Paula Ortiz. Creo que es una directora que tiende a perderse en las formas, en un esteticismo exagerado, pero que no narra bien las historias. Y eso es importante. No me convenció su adaptación de Lorca, y de su primer largometraje, que son más bien tres cortos vinculados por algunos temas comunes, sólo me convenció una de sus historias. No es que sea ninguna catástrofe ni nada de eso… pero no me acaba de convencer. En cualquier caso, las críticas, pocas, que pudimos leer, la consideraban bastante bien. Y aunque su carrera en la cartelera zaragozana fue breve en lo que se refiere a la versión original, la que en mi opinión debiera ver todo el mundo, hubo un evento especial con la presencia de la directora, y con un precio más favorable, así que allí nos presentamos. No somos muy partidarios de estos eventos. Los debates que se configuran no tienen especial riqueza, muchas veces son un juego de lanzarse flores todos mutuamente con poco sentido crítico. Y teniendo en cuenta que Ortiz es de aquí, de Zaragoza, sospechábamos que el público, sería más un cla entregada que aficionados con sentido crítico. Buscamos unas butacas estratégicamente situadas, y durante los créditos finales abandonamos el local. Desconozco la naturaleza del debate. En una ocasión ya se me encaró alguien por comentar que su adaptación de Lorca no me convenció, acusándome de no apoyar «lo de aquí». Curiosamente, aquella persona no había ido al cine a ver la película. Siempre me ha parecido que la mejor manera de apoyar a un creador es pasar por taquilla, no aplaudir desde lejos incondicionalmente.

La película narra la peripecia de un coronel del ejército americano (Liev Schreiber) estacionado en Trieste, que ante la noticia de que padece una afección cardiaca potencialmente fatal, emprende una última búsqueda en su vida, aparentemente cazar patos en la laguna de Venecia, hay algo más, y se dirige a la capital de la Serenissima Repubblica, pocos meses después del final de la Segunda Guerra Mundial, en compañía de un sargento (Josh Hutcherson) que le coloca el capitán médico. En Venecia conocerá a una joven contessina (Matilda De Angelis) que con su vitalidad y optimismo atacará frontalmente la pesimista fortaleza existencial en la que se ha encerrado tras su participación en dos contiendas bélicas mundiales y la pérdida de su único hijo en la última.

Este tercer largometraje de Paula Ortiz es el primero en el que no escribe el guion. Ya he comentado que es un encargo. Desconozco en qué medida la adaptación cinematográfica es fiel al original de Hemingway, una novela que gozó en su momento de los favores del público, pero no de la crítica. La he buscado para leerla. En versión original. Pero lo cierto es que el guion es bueno. Los diálogos inspirados. Especialmente en su primera mitad. Tanto las interacciones del coronel con el sargento, que representa a la gente común, con una sabiduría primaria, como con la contessina tienen mucha chispa. Están muy bien. Formalmente, fotografiada por el experimentado y solvente Javier Aguirresarobe, en su mayor parte en blanco y negro y formato académico [1.37:1], está bien. Aunque en muchas ocasiones parece que es un publirreportaje turístico de la ciudad de Venecia, cosa que no me agrada. El trayecto en lancha en el que se conocen los dos protagonistas es absurdo en su recorrido, y parece más pensado para dar un paseo turístico por la ciudad que centrado en lo que pasa entre ambos. Pero esto, a lo peor, es un problema de quien conoce bien la ciudad y la hubiera retratado o integrado en la historia de una forma menos tópica. No me convence del todo las decisiones de ambientación… han emulado el blanco y negro de las películas clásicas de Hollywood de los años 40, y tal vez le hubiera sentado mejor emular el blanco y negro del neorrealismo italiano, con algo más de bullicio en la ciudad, italiana al fin y al cabo.

Donde creo que la película destaca más es en la interpretación. Schreiber es un intérprete muy sólido; creo que está mucho menos reconocido de lo que merece. Pero a mí me gusta mucho. Tanto en esta película como en otras que le he visto. De Angelis cumple con nota. Ya la conocí hace unos meses en una serie de Netflix. Y me parece una intérprete muy sólida. Además de tener una notable belleza muy italiana. Con los atuendos de señorita de la nobleza, aparece siempre deslumbrante. Un pero le pondría, que confirmaré o no cuando lea la novela. En esta, el personaje de la contessina es una adolescente de 18 años… y eso no es así en la película. No puede ser. De Angelis, aunque joven, tiene una presencia mucho más madura y sólida. Pero tampoco creo que sea un pero muy importante.

Globalmente considero que es una película recomendable, sin duda. Hay alguna otra historia o película que resuena al verla. La muerte en Venecia de Thomas Mann y su adaptación al cine, son referencias obvias. La obra de Mann es ampliamente anterior a la novela de Hemingway, desconozco que si influyó en este. Aunque los estilos son muy distintos. Y luego, aunque el tono sea también muy distinto, no puedo dejar de pensar en Ikiru de Kurosawa, o su reciente adaptación británica con guion de Ishiguro, en el que también hay una interacción, de naturaleza distinta, entre el enfermo terminal y la joven que empieza su vida. No adapta la novela como a mí me hubiera gustado verla, pero es un trabajo notable. Insisto en que debería ser vista en versión original, algo que considero para cualquier película, pero especialmente en las bilingües, donde los cambios entre idiomas son importantes y pueden tener un especial significado. Supongo que en la versión doblada habrán respetado de alguna forma el bilingüismo, pero no lo sé. Como curiosidad, Ortiz está a punto de estrenar en noviembre su siguiente película. Pero por su tema… no sé si me va a llevar a las salas de cine.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] programa doble; Lo nuevo de Koreeda y una vuelta de tuerca a la IA

Cine

Después de volver de vacaciones, nos encontramos con una oferta cinematográfica en la cartelera zaragozana de lo más interesante. Así que trazamos un plan para olvidarnos de las fiestas del Pilar y ponernos al día en lo que se refiere a películas interesantes. Vamos con las dos primeras.

Kaibutsu [怪物] (2023; 54/20231005)

Hace menos de un año que pudimos ver la incursión en el cine coreano del japonés, Hirokazu Koreeda. Una película que nos dejó un excelente sabor de boca y que es confirmo el interés que el cineasta siente por el tema de la familia. Familia que no siempre es la convencional ni mucho menos. En esta nueva película que en castellano se ha traducido como Monstruo desciende a mirar de cerca a una niñez con sentimientos contradictorios y mal definidos.

Comienza la película siguiendo la vida cotidiana, de una mujer de 30 y tantos años (Sakura Ando), que cría en solitario a su hijo (Soya Kurokawa) en los últimos cursos de la escuela primaria. Sospechará que está siendo maltratado por su profesor (Eira Nagayama). Pero Conforme cambiemos el punto de vista de lo sucedido comprobaremos que nada es lo que parece.

Una película japonesa y otra con muchos elementos asiáticos en ella, así que la ilustrare con algunas fotos tomadas en Kioto.

En mi opinión, Koreeda está magistral en la realización. Realización sobria, cuidada, de una película que se cuece a fuego lento. narrando la misma historia desde distintos puntos de vista, nos recuerda que el narrador en primera persona no es fiable. Y que la verdad de lo que sucede muchas veces es difícil de apreender. No en vano, fue otro director japonés, Kurosawa, quien nos dió la referencia sobre cómo presentar una misma historia desde cuatro puntos de vista. Si eso añades una fotografía excelente, y uno de los últimos trabajos, si no el último, de Ryuichi Sakamoto, a quien está dedicada la película, como compositor de bandas sonoras, tenemos el producto casi perfecto.

Las interpretaciones son de primer nivel. Y la maestría en dirigir a los dos niños protagonistas es un punto más a favor de la película tanto el día mencionado, como ese frágil niño (Hinata Hiiragi) sometido a abusos que acabará siendo su mejor amigo. Están fenomenales. Expresivos. Entrañables.

La película trata temas complejos. la identidad afectiva, los problemas de la educación, las dificultades de una madre soltera, los prejuicios de una sociedad conservadora. Desde mi punto de vista, una película que, más que recomendable, es obligatoria.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

The Creator (2023; 55/20231006)

Venía esta película anunciando fuerte desde hace unas semanas. Muchos voceros de la red de redes, listos en las cosas del cine, estaban creando importantes expectativas ante esta nueva película de Gareth Edwards, un especialista en cine de catástrofes, pero que para esta película venía promocionado como director de una de las películas colaterales de la saga Star Wars, una película interesante, como momentos muy inspirados, pero también con sus rémoras. Si queréis que os sea sincero, dada la evolución reciente del cine de acción… escéptico. Y sobretodo, por el oportunismo de rebautizar a los tradicionales robots o androides, como IA (Artificial intelligence), un concepto de moda, aunque mal comprendido. Para empezar, lo que en estos momentos se conoce como inteligencia artificial no lo es tal, es aprendizaje automatizado. O machine learning para los que lo prefieran en inglés, que no es un inteligencia artificial, por mucho que nos lo vendan así. No hay inteligencias artificiales a la vista en el mundo actual. Todavía.

En cualquier caso, estamos en la de siempre, se han desarrollado seres inteligentes artificiales, que ahora exigen su lugar en el mundo. Una explosión nuclear en Los Ángeles, de la que se culpa a estos seres, inicia una guerra entre Estados Unidos, como defensor de un mundo occidental libre de estos seres artificiales, frente a un país denominado Nueva Asia, en el que seres humanos y seres artificiales conviven. El protagonista (John David Washington), un militar de operaciones especiales desencantado por la muerte de su esposa (Gemma Chan) en una operación en la que esta encubierto, será reclutado para una operación en la que se acabe con el líder humano de las inteligencias artificiales, que ponga fin a la guerra y a estos seres. Pero las cosas no serán como parecen, sobre todo cuando aparezca un pequeño ser artificial (Madeleine Yuna Voyles), un arma que puede acabar con la estación aeroespacial que puede dar la ventaja a los norteamericanos.

Vamos a ver, porque esta película es valorable a dos niveles muy distintos. Como espectáculo de acción, como espectáculo visual, como entretenimiento palomitero, la película funciona de maravilla. Un espectáculo de primer nivel, que me parece superior a muchas de las cosas que se hacen en estos momentos, especialmente en las franquicias más populares, como las de superhéroes. Muy bien. Chula. Bonita en ocasiones. Bien rodada. Bien iluminada. Estupenda. Con unas interpretaciones funcionales, no es una película que se apoye en el trabajo actoral… así que no le daremos muchas mas vueltas a ese tema.

Sin embargo… a un nivel más profundo… es un pastiche. Si uno se va a la página de Wikipedia de la película, se nos cuentan cuales son los las influencias que Edwards tiene para realizar esta película. A ver. Para quien haya visto cine, no hace falta que te las cuenten. Se ven ahí. Porque es una mezcolanza de elementos sacado de un montón de películas. Desde Apocalipsis Now a Blade Runner, pasando por todas las que se ocurran. Lo que digo… no hay originalidad con influencias. Hay copia de elementos de unas y otras. Copia bien hecha, pero nada más. No hay profundidad. Con un planteamiento sensiblero, derivado de su elección como arma definitiva de una niña encantadora, esto ya se les ocurrió a los surcoreanos hace poco en una entretenida aventura espacial, hay muchas películas anteriores que plantean mejor los dilemas que se supone que acompañan al film. Es TOTALMENTE previsible, hay pocas sorpresas, y la única cuestión es que por una vez, los malos son los americanos.

Y a pesar de todo, si quieres pasar un rato entretenido, y teniendo en cuanta que está muy bien hecha, es recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine en TV] Blood & Gold (2023)

Cine

Blood & Gold (2023; 33/20230528)

Recién llegado del viaje de vacaciones a San Francisco, empezamos a hablar de ir al cine… pero no encontramos entre la magra oferta en versión original de la cartelera zaragozana nada que nos atraiga. Pero nada, nada. Así que lo dejamos estar y nos vamos a tomar unos chismes y a charrar el domingo por la mañana. Después de comer, abro Netflix y veo qué posibles estrenos puede ser interesantes. Casi ninguno. Al final decido dar una oportunidad a este drama bélico alemán firmado por Peter Thorwarth, del que nada conocía como director, pero sí alguna cosa interesante como guionista.

Seguramente esta primavera de 2023 en Breisach, Alemania, ha sido mucho más tranquila y agradable que la de 1945. Pero servirá para ilustrar la entrada, ya que la película transcurre en una población no muy grande de algún lugar de Alemania. La película no es muy rigurosa ya que situando la acción en abril de 1945, en un momento dado los protagonistas afirman ver el resplandor de los incendios del bombardeo de Dresde… que fue en febrero.

Estamos en la primavera de 1945, en algún lugar rural de Alemania, con este país en completa disolución al final de la guerra mundial. Un soldado (Robert Maaser), desertor para buscar a su hija que ha quedado huérfano de madre, se libra del linchamiento por obra de unos SS desbandados. Estos van buscando un botín de oro escondido de unos judíos… que «ya no están». Pero en su sucesión de tropelías acabarán enfrentados al soldado y a una dispuesta joven (Marie Hacke) que no está por la labor de dejarse atropellar por los SS descontrolados.

Dos cosas son obvias pronto, en los primeros compases del largometraje. Hay mucho de Tarantino en esta película, aunque sin el humor característico del director de Knoxville. Y el tono de la película es más de western que de las tradicionales películas bélicas centradas en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, y pese a que la película está bien rodada, y los intérpretes, al menos los protagonistas, especialmente la chica, le ponen ganas, al final todo se queda en una película de violencia porque sí… porque toca, sin que se aporte realmente nada más al género.

No es ninguna catástrofe, y la película tendrá su público, pero a mí la fórmula se me agotó enseguida y me las vi y me las deseé para mantener la atención en el sofá de casa hasta el final de los nada excesivos 98 minutos de metraje. En fin… que ya se me está olvidando. El mes de mayo nunca ha sido una buena época para el cine. Y por motivos que no vienen al caso… creo que puedo empezar a fallar a la hora de ir a las salas de cine en un futuro. Estamos un poco desmotivados. Los distribuidores y exhibidores nos tratan mal, y no llegan estrenos interesantes con frecuencia.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Narvik (2022)

Cine

Narvik (2022; 12/20230212)

A pesar de que estoy un poquito escarmentado con la calidad de los estrenos de Netflix en cuestión de largometrajes, decidí ver este drama bélico de nacionalidad noruega, dirigido por Erik Skjoldbjærg, porque parecía tener buena pinta. Incluso en algún lugar leí alguna cosa relativamente elogiosa. No es que pusiera la película por las nubes, pero sí que la ponía como ejemplo de buen hacer cuando el presupuesto no da para las superproducciones bélicas como la que ha cosechado grandes éxitos en los premios del cine británico recientemente, incluso siendo alemana.

Cuando visitamos las islas Lofoten, aterrizamos en el aeropuerto de Evenes, también llamado de Narvik-Evenes, a unos 50 kilómetro de la ciudad que da título a la película. Pero no visitamos la ciudad. Así que para ilustrar un puerto noruego, optaré por algunas fotos del de Bergen, al atardecer.

La película no es producción de Netflix. La plataforma de contenidos audiovisuales tiene los derechos de exhibición fuera de su país de origen. Y se nos plantea como la historia de la batalla de Narvik, un conjunto de acciones bélicas que duraron varias semanas en la primavera de 1940, que comenzaron con la invasión de la Alemania nazi de la neutral Noruega y terminaron con la derrota de los invasores por una fuerza conjunta de noruegos, ingleses y franceses. Se publicita como la primera gran derrota de Hitler, pero esto ha de ser matizado. En primer lugar, el volumen de tropas y medios que intervinieron, comparado con las batallas más famosas de la Segunda Guerra Mundial es ínfimo, unas decenas de miles de combatientes. Estamos hablando de algo más de 25000 efectivos aliados, soldados de tierra, contra algo más de 5000 efectivos alemanes, entre soldados de tierra y marineros desembarcados. Hubo también batallas navales en las que ambos bandos perdieron barcos, destructores, llevando los alemanes la peor parte. En segundo lugar, el final de la batalla coincidió con la catastrófica derrota de los aliados en el frente francobelga, en esas mismas fechas, lo que provocó la retirada de estos países del territorio noruego. Por lo tanto, puesto que el objetivo de los alemanes de garantizar la distribución del hierro de la «neutral» Suecia a través del puerto noruego seguí vigente, en cuando británicos y franceses se retiraron, arrasaron la ciudad y la ocuparon de todos modos. Por lo tanto, la podemos considerar una falsa victoria aliada. Un hecho aislado sin continuidad.

La película, no obstante, narra muy superficialmente los hechos bélicos. Y las escenas bélicas están realizadas realmente con un presupuesto muy ajustado, y se nota. Por lo tanto, opta por narrar un drama humano de una empleada de hotel (Kristine Hartgen) que habla alemán y sirve de intérprete para los alemanes, en tensión entre sus deberes patrióticos, el saber que su marido (Carl Martin Eggesbø) es prisionero de los alemanes, y la seguridad de su hijo enfermo como consecuencia de una herida en un bombardeo británico. Intenta evitar maniqueísmos… aunque bueno, de una u otra forma, los noruegos siempre son buenos, mientras que los alemanes son siempre malos, y los británicos… a veces.

Al final resulta que el carácter de la película no está bien definido. Ni es una película claramente antibélica, ni sus posiciones están perfectamente claras, ni nos cuenta con claridad el hecho histórico, y cuenta con una definición de caracteres esquemática, de trazo grueso, que hace que no podamos sentir con claridad el drama que se nos quiere plantear. Desde mi punto de vista es una película claramente fallida en todos los frentes, valga el símil bélico, a pesar de que tenía todos los ingredientes a priori para que fuese resultona. Y quizá por eso algunos la han visto así. Pero no para mí.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Operation Mincemeat (2021)

Cine

Operation Mincemeat (2021; 35/20220701)

Me entero esta mañana que esta película bélica de espías que lleva en cartelera desde mayo va a estar disponible ya en alguna plataforma en línea de cine bajo demanda desde esta misma semana, coincidiendo todavía con su presencia en las carteleras. La vimos el pasado viernes, día en el que fuimos al cine sin muchas pretensiones, simplemente para vernos y entretenernos un rato en un lugar con aire acondicionado. Y una película británica de época, dirigida en esta ocasión por el veterano director inglés John Madden, parecía una apuesta segura. Incluso si al final no resultaba memorable.

La película gira entorno a los dos principales responsables, Ewen Montagu (Colin Firth) y Charles Cholmondeley (Matthew Macfadyen) [pronúnciese /ˈtʃʌmli/ chamli, más o menos; para qué querrán los británicos tantas letras si luego no las usan] de la operación de engaño que llevaron los servicios secretos británicos durante la Segunda Guerra Mundial en vísperas de la invasión aliada de la isla de Sicilia. Y que llevó el nombre que da título a la película, Operation Mincemeat, aunque en España se ha optado por el anodino título de El arte del engaño. En ella se cuenta toda la peripecia para convertir el cadáver de un hombre galés sin techo muerto por envenenamiento en las calles de Londres en el de un oficial de infantería de marina británico que aparece en las costas de Huelva portando unos documentos que dan fe de las pretensiones aliadas de desembarca en Grecia, y que deben llegar a manos del alto mando alemán. Entre medio, la película se entretiene con un ficticio romance no consumado entre los protagonistas y una funcionaria, Jean Leslie (Kelly Macdonald) cuya foto aparecería en los papeles del finado como su presunta novia. Jean Leslie existió. Tenía alrededor de 20 años,… la actriz que la interpreta tenía esa edad cuando saltó a la fama por su interpretación en Trainspotting en 1996,… así que bueno… aunque se conserva muy bien… pues no. Ficticia esa parte.

Como decía al principio, la elección de esta película era una apuesta segura. Las películas de Madden, alguna de las cuales ha ganado un discutido y discutible oscar, están bien hechas siempre, y son agradables de ver. Los británicos tienen oficio a raudales para hacer películas de época. El trabajo de los intérpretes en impecable desde cualquier punto de vista. Y la película tiene un ritmo razonable que la hace entretenida, aunque, para lo que cuenta, me sorprende que dure más de dos horas. Su rigor histórico también es razonable, aunque se invente alguna cosa, y parece que omita otras. De partida, no todo el mundo cree que esta operación fuera tan trascendente, ya que el plan de engaño era mucho más amplio y ambicioso, y es difícil saber con precisión en qué medida tuvo cada medida eficacia para que los alemanes dispersarsen sus fuerzas en lugar de fijarlas en Sicilia como lugar más probable del desembarco.

Pero el objetivo que nos propusimos se cumplió sin problemas. Un rato entretenido para una producción bien hecha… aunque probablemente olvidable, por ser un producto más que sale de la factoría británica de películas de época, sin más. Todavía está en el cine. Pero también se puede ver en línea, por lo que parece. En cualquier caso, adecuada para los calores veraniegos. Por cierto, según Wikipedia y otras fuentes, el ministro de Marina español en la época, el militar fascista Salvador Moreno, responsable de muchas muertes civiles en Andalucía por sus bombardeos indiscriminados desde el mar a las columnas de refugiados entre Málaga y Almería, ascendió a almirante en 1950, pero en la película se le da ese rango militar. Sería contraalmirante o vicealmirante, o algo parecido. Algunos políticos «democráticos» españoles lamentaron que su nombre desapareciera del callejero de alguna ciudad… Qué cosas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***