[Libro] Orbital – Samantha Harvey

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Si no recuerdo mal, la astronauta japonesa es de alguna isla o lugar costero del mar interior de Seto… o algo así. Así que Honmura, en la isla de Naoshima, servirá para ilustrar la entrada.

Había leído muy buenas críticas de este libro de Samantha Harvey. Que no sé si llamar novela. Es ficción. Pero se ajusta poco a la mayor parte de las narrativas. Aunque tampoco es que sea una rareza. Ciencia ficción. Porque la ciencia tiene un papel importante en este relato. Pero va de otras cosas, en realidad. La parte científica es una excusa o un medio para hablarnos de los temas que realmente preocupan a la autora. En cualquier caso, un libro muy premiado de esta autora inglesa, entre otras cosas el Booker Prize, uno de los premios más prestigiosos en lengua inglesa.

Este relato es un libro reciente, publicado en 2023, y que he leído en su idioma original. El libro nos emplaza a acompañar a seis astronautas en la Estación Espacial Internacional, procedentes de distintos países. Cuatro hombres y dos mujeres procedentes de Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Rusia. Y los acompañaremos durante 24 horas mientras cobren una órbita alrededor del planeta cada 90 minutos, 16 órbitas en 24 horas, con distintos paisajes apareciendo a su vista en cada órbita. Conoceremos sus rutinas y sus obligaciones. Y la autora reflexiona con ellos sobre diversos temas filosóficos tradicionales como el sentido de la vida, la trascendencia del ser humano o los riesgos y peligros existenciales, tanto los naturales como los que emanan de la propia actividad humana.

Dicen que este relato es heredero de los planteamientos de Carl Sagan en lo que se refiere a la relación del ser humano con el universo, y a la posición que ocupamos en el mismo y que nos sirve para relativizar muchos conceptos. Puede ser. Desconozco si la autora se ha pronunciado al respecto. Lo que percibo yo es que la autora, a través de la mirada y el pensamiento de los seis astronautas de su creación, mira más hacia abajo, hacia el planeta que orbitan sin cesar, que hacía arriba, hacia las estrellas y el resto del universo. Temas como la muerte, el duelo, la añoranza del ser querido, los desastres humanos como son la guerra, o los riesgo ambientales, surgen constantemente.

Personalmente, los primeros compases del libro, las primeras órbitas en las que acompañamos a los seis astronautas, cosmonautas si nos referimos a los rusos, me resultaron interesante y estimulantes. Simultáneamente conocemos y nos familiarizamos con el entorno de estas seis personas, al mismo tiempo que nos maravillamos de su experiencia, de su observación del universo, del planeta, de sus experimentos. Pero eso tiene un límite en el tiempo. Conforme avanzan las horas de ese día en la estación espacial, las situaciones empiezan a ser más repetitivas, y la escritora se centra en los pensamientos de los astronautas, o lo que es equivalente, se centra en filosofar, en poner en sus bocas o en sus mentes sus tesis personales. Y a veces me engancha, pero las más de las veces… me desengancha. Un libro que empecé con ganas, lo terminé un poco a la fuerza. No es que esté mal escrito ni nada de eso,… es que a veces las filosofadas de la autora me resultan un poco simples… pero les dedica mucho tiempo. No lo sé… no acabó de engancharme en su reflexiones. No porque no sean válidas, si no porque, como he sugerido,… son obvias.

[Libro] Exhalación – Ted Chiang

Literatura

Hasta 2016 no había oído hablar de Ted Chiang, escritor norteamericano de ciencia ficción dura, especialmente relatos cortos, de origen chino. Sus padres nacieron en la China continental, emigraron a Taiwán con la victoria de Mao Zedong sobre Chang Kaishek, y finalmente recalaron en Estados Unidos donde nació el escritor. Quizá por ese recorrido de los progenitores he decidido ilustrar la entrada con fotos de la torre Chihkan en la ciudad de Tainan en Taiwán. Su familia tenía niveles de educación elevados, padre ingeniero y madre bibliotecaria, y él estudio ciencias de la computación. Pero se le conoce como escritor.

En 2016 se adaptó al cine uno de sus relatos cortos, con gran éxito, una fenomenal película sobre el primer contacto con una civilización extraterrestre, si bien es cierto que la película de Denis Villeneuve me parece muy superior al relato corto. Pero bueno, soy un incondicional de Villeneuve. Deseando estoy ver como concluye su adaptación de Dune. En cualquier caso, poco después de ver la película decidí leer, en el idioma original, la colección de relatos cortos en la que estaba incluido el que dio origen a la excelente película citada. Hace unos poco meses oí hablar de la traducción al castellano de una nueva colección de relatos cortos de Chiang y me hice con ella, y la comencé a leer poco antes de comenzar el viaje a Estocolmo, terminándola en el vuelo de ida a la capital sueca.

Al igual que lo que sucedía con su primera colección de relatos, estos tienen más una naturaleza especulativa que dramática. De hecho, las tramas que en ellos se narran son más o menos ingeniosas, pero no es lo que destaca en ello. Están al servicio de una especulación de naturaleza científica o filosófica, más que buscar generar un suspense, una emoción, una intriga o lo que sea en el lector. No voy a ponerme escribir ahora la sinopsis de los nueve relatos que se incluyen en la colección. Sí que diré que, coherentemente con mi gusto con los viajes en el tiempo, el que más disfruté, y lo disfruté mucho es el primero de ellos, El comerciante y la puerta del alquimista, localizado en el tiempo y en el espacio en una época, lugares y estilo compatibles con los cuento de Las mil y una noches. Me parece una historia sensible, con corazón, más que cualquier de las otras, y en la que se expone con brillantez la idea de que incluso si el viaje en el tiempo fuera posible, las cadenas causales no cambiarían. El determinismo intrínseco del universo, incluso si aceptamos ciento componente aleatorio en los fenómenos que en el suceden. Mucho me gustó su forma de analizar las consecuencias de la segunda ley de la termodinámica, en un cuento en el que no se menciona, porque se utiliza un símil, basado en presiones atmosféricas para explicar el destino final del universo a la muerte por aburrimiento. Es el cuento que da nombre a la colección, Exhalación. Por el contrario, su cuento más extenso, El ciclo de vida de los elementos de software, sobre las inteligencias artificiales,… me aburrió. El más melancólico, El gran silencio, con esas reflexiones de un ser vivo, una especia en extinción, que no es oída, y menos escuchada, por el ser humano que búsqueda de inteligencia más allá de sí mismo.

El comentario principal sobre esta colección ya lo he mencionado. Quien busque aventuras y emociones,… no es el escrito adecuado. Su intención fundamental es la reflexión filosófica, utilizando conocimientos científicos, conocidos o especulativos, para hacer reflexionar sobre el destino del universo, de los seres humanos, de los seres sintientes, de la inteligencia, la creencia o la voluntad. Si es eso lo que buscas, lo encontrarás, y te resultará una lectura muy satisfactoria. Si eres de los que crees que Star Wars es ciencia ficción… entonces cometerás dos errores. Uno, probablemente esta colección no es para ti, aunque seria bueno que te acercases a ella. Dos, Star Wars no es ciencia ficción, es fantasía. Pues eso.

[Libro] En el enjambre – Byung-chul Han

Literatura, Sin categorizar

Ya leí previamente un ensayo de este filósofo germanocoreano. Aquel, dedicado a la estética en los tiempos contemporáneos. No estuvo mal, pero tampoco me entusiasmó. Bueno… estaba bien escrito. Pero sus tesis a veces me convencían… pero otras… no tanto. Recordemos que Byung-chul Han es un filósofo nacido en Corea del Sur, pero que se trasladó a Alemania a los 22 años después de un intento fallido de estudiar una ingeniería o algo así en su país de origen, para pasarse a una titulación en filosofía. Y desde entonces se estableció en el país europeo, donde se naturalizó, y donde ha escrito en alemán la mayor parte de su obra. Así que, aunque coreano de origen, podemos considerarlo más bien un filósofo alemán.

El autor del libro reside y trabaja en Berlín, pero en algún momento de su vida ha estado asociado con la ciudad suiza de Basilea; ciudad que posiblemente vuelva a visitar dentro de unas semanas… aunque todavía no está del todo definido lo que vamos a hacer en Semana Santa.

El ensayo que traigo aquí hoy no es difícil de leer. Un texto filosófico puede levantar barreras de rechazo en muchas personas. Entre lo mal que se enseñaba (o se enseña, no sé) la filosofía en España, y los prejuicios generados hacia estas materias… pues no suelen estar estas obras en las listas de más vendidos. Sin embargo, a mí me resulta muy asequible por varios motivos. Uno de ellos es que no es un libro muy extenso. Más bien cortito, por lo que se puede leer sin problemas. Si no fuese una edición electrónica, hablaríamos de unas 110 páginas. En segundo lugar, los temas que trata son muy actuales. Son cuestiones del mundo contemporáneo, relacionadas con el comportamiento de las personas y de los colectivos humanos en internet y en las redes sociales. Contrapone la llamada sociedad de masas con las redes sociales. Las masas se definieron entre finales del siglo XIX y durante las vanguardias del siglo XX, en las que la persona tiene su propia identidad en medio de la masa, pero no opinión propia, ya que se mueve al unísono con la masa, incluso se rebela con la masa, con unas ideologías bien definidas, aunque con frecuencia simples, sin matices, y con efectos adversos graves, dado que son propensas a fortalecer los populismos y, al cabo, los autoritarismos. En la red social, el individuo tiene su propia opinión, y tiene facilidad para expresarla, pero con frecuencia su identidad se pierde, se difumina, o directamente se mueve en el anonimato. El conjunto de la red social, el conjunto de los individuos en internet, no tiene una ideología definida. Ni siquiera es una suma de las ideologías individuales. A partir de estos principios, Han va haciendo repaso a distintos fenómenos de cómo se comporta el ser humano en las tecnologías de la información y sus repercusiones.

La tendencia de Byung-chul Han, como tengo la sensación de haber comprobado en los dos libros que le he leído, es a integrarse en esas tendencias de la postmodernidad, claramente anticientíficas y antitecnológicas, aunque vivan y se aprovechen de la ciencia y la tecnología. Tiene una clara tendencia a poner de manifiesto en exceso los efectos adversos de los avances científicos y tecnológicos, frente a los beneficios potenciales o reales de los mismos. Ahora bien, si en su libro sobre estética no siempre me convencían sus tesis, en esta ocasión sí identifico que mis percepciones sobre las redes sociales se encuentran mucho próximas a las del autor. Una de las cuestiones que tradicionalmente me ha molestado de internet y las redes sociales es el anonimato. La gente opina escondida detrás de pseudónimos, atrincherada en la seguridad de no ser reconocidos. Cuando en los años 90 del siglo XX y principios de los 2000 iniciaba mi participación en la red de redes, también usé eventualmente algún pseudónimo. Pero conforme maduré mis percepciones y mi ética en ese entorno, las fui abandonando. Y en general, en mi actividad en internet y las redes sociales me identifico como yo mismo. Pero ese abuso del anonimato tiene consecuencias como que nunca sigo o me hago «amigo» de alguien que no sé quien es a cierto nivel. Y efectivamente me preocupa la mala definición ideológica en las redes sociales.

Me molesta sobremanera el uso y abuso de filosofemas simples por parte de los participantes, frases autolimitadas, que suenan bien, que suenan profundas, de las que teóricamente se deriva una posición ideológica y una filosofía de vida, pero que muchas veces son mucho más superficiales de lo que parece, o la ideología derivada es mucho más peligrosa de lo que parece. Estos días atrás fue el Día Internacional de la Mujer, y no eran raras las expresiones feministas de mujeres que usaban filosofemas de este tipo, y cuyas derivadas eran mucho más conservadoras y antifeministas de lo que puedan imaginar. Pero sonaban bien. Suenan profundos. Esto es una ejemplo. Internet y las redes sociales pueden, o podrían ser, un espacio de debate y avance. Pero también son un espacio de difusión de la mentira (cansado ya de la expresión fake news) y de ideologías intolerantes y antidemocráticas. Y además están claramente dominadas por los intereses comerciales, que no son ideológicamente neutros. Por todo ello, este libro de Han me ha hecho pensar y, con ello, cumple plenamente su objetivo como ensayo filosófico, y lo considero muy recomendable.

[Fotocomentario] El color de las estaciones y el cristal con que se mira

Fotografía

Decía Campoamor, un poeta realista del siglo XIX y hoy en día poco apreciado, aquello de que

«Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira.»

Ramón de Campoamor, Doloras, 1846.

Y sin embargo, habitualmente asignamos determinados color a las estaciones del año. La primavera es la estación verde, puntuada aquí y allá por las notas de color de las flores. El verano es el amarillo de los trigales listos para la siega, del estío. El otoño son los colores cálidos, ocres, rojizos, de las hojas a punto de caer… incluso si este tipo de árboles son más propios de la América del norte o del Asia oriental que de la Europa occidental. El invierno es frío, azulado, o gris azulado. y con eso nos quedamos. Satisfechos de saber la estéticas del momento.

Sin embargo… eso no es necesariamente así. Ya he cuestionado los colores del otoño. Salvo que subamos a las montañas, a algún bosque de hoja caduca como un hayedo, en los valles, en las mesetas, donde dominan olmos, chopos, álamos,… rara vez estos adquieren esos colores ocres rojizos. Los vemos verdes, amarillean… y en cuanto llega noviembre con las lluvias y algún vendaval, caen y desaparecen. Esa es la realidad de los campos. Y no digamos ya si intentamos reflejar el paisaje con las limitaciones físicas de los sistemas ópticos y de registro de la luz.

En las fotografías que os traigo, y cuyo comentario podéis encontrar en Fotografía instantánea y dominantes de color (deseadas o no) – Fujifilm Instax SQ6 con Instax Square Black Frame, cualquier diría que reflejan unos paisajes propios de un frío invierno. Y sin embargo corresponden a un templado otoño… pero al caer la tarde, cuando ya el sol no tiene fuerza para imponer el color de su luz, y la bóveda azul del cielo impone sus tonos fríos. Engañándonos. Y engañando al medio fotográfico y al espectador. Es el cristal con el que miramos el que determina el color del mundo. Y muchas veces no lo elegimos, y así, no entendemos que el mundo lo vemos con colores equivocados. Y así, no distinguimos con precisión lo que es verdad y es mentira.

[Libro] Nuestros inesperados hermanos – Amin Maalouf

Literatura

Empiezo a estar preocupado. He vuelto a tener un bloqueo lector que me ha durado casi tres semanas, incapaz de concentrarme en la lectura de un libro. Lo atribuyo a diversas causas que no voy a comentar para no aburrir… pero el caso es que el que traigo hoy a estas páginas es el último libro que he leído y lo terminé de leer el 22 de enero… En fin. Parece que desde ayer he vuelto a coger impulso… a ver si hay suerte y hacia el final de la semana que viene puedo comentar otro.

Lo más próximo a las ficticias de las Quirón son mis viajes por la Baja Normandía y Bretaña. Y de una variedad de lugares de Bretaña extraigo las fotografías para ilustrar esta entrada literaria.

Amin Maalouf es un escritor que me encandiló por sus novelas históricas en las que nos hablaba, de una forma u otra, del tradicional enfrentamiento entre occidente y oriente, en las que nos invitaba a visitar lugares históricos casi legendarios y a conocer personajes históricos también de carácter casi mítico. Buen escritor, ameno y que invita a soñar e imaginar. Qué más vas a pedir. En 1992 publicó su primer libro con un tono distópico, que yo leí años más tarde. En el expresaba ya algunas de sus preocupaciones por el mundo actual. Entre otras, la situación de las mujeres en muchas culturas desde la infancia [consideremos la política de hijo único en la República Popular China, con elevadas tasas de infanticidio y de abandono de niñas; pero no es el único lugar ni el único motivo por el que se generan esas prácticas]. Y también los desequilibrios económicos y políticos entre el sur empobrecido y el norte rico. Después ha escrito, y he leído alguno de ellos, 1 y 2, ensayos que muestran su preocupación sobre la actual situación del mundo.

En esta ocasión se trata de su última novela, de 2020, en la que volvemos de alguna forma a un mundo distópico. El protagonista de la novela es un caricaturista que se gana publicando tiras «cómicas» en la prensa, canadiense, pero que se ha refugiado en una casa en una isla del ficticio archipiélago de las Quirones, en la costa atlántica francesa. Una isla donde sólo vive otra persona, una novelista de un sólo éxito, que vive desilusionada, apartada de la sociedad. El mundo vive momentos de quebranto, por las amenazas terroristas, que pueden tomar forma en forma de atentados con artefactos explosivos nucleares. De repente todas las comunicaciones cesan y deja de fluir el suministro eléctrico. Temerosos los vecinos del archipiélago del estallido de un conflicto nuclear mundial de carácter apocalíptico, pronto se sabrá que unos misteriosos humanos, que han aparecido a bordo de barcos, descendientes de un antiguo grupo de seguidores de Empédocles, filósofo griego de la época clásica, presocrático, que han alcanzado un alto nivel de desarrollo ético y científico.

A pesar de las amenazas, reales, sobre las que habla en el libro, el arsenal nuclear en el mundo sigue siendo suficiente para destruir la civilización varias veces, y cada vez hay más grupos capaces de hacerse con armas de este tipo, esta novela de Maalouf no deja de tener un carácter ligero en ocasiones, ya que la acción no se mueve de ese entorno alejado del mundanal ruido que son esas islas inventadas, donde hay un vecindario con sus problemas cotidianos, y personas con sus inquietudes vitales más o menos representativas del resto de la humanidad, en ocasiones con cierto humor. Los temas son diversos. Los riesgos globales, la ética de las decisiones políticas, el riesgo de la eterna salud y la inmortalidad, los valores que deben regir las relaciones humanas o políticas… Y sin renunciar a incluir algo de romance en la historia. Y de trasfondo por lo que podría haber sido el desarrollo de la filosofía y la ética de la Grecia clásica de no haber sido… por los propios griegos y todos los demás que la llevaron al traste. Quizá una visión demasiado idealizada de la edad de oro ateniense.

No es, desde mi punto de vista, de los mejores relatos de ficción del escritor francolibanés. Escritor por el que sigo sintiendo profunda simpatía en la medida que he disfrutado con su obra y en la medida en la que coincido con algunos de sus puntos de vista. No con todos, pero sí con algunos de los importantes. Pero se deja leer con facilidad, y te acompaña a unas reflexiones, no extremadamente sesudas, al alcance de cualquiera, y sobre cuestiones importantes. Así que se puede recomendar sin mucho miedo a decepcionar.

Por cierto, no sé muy bien qué islas inspiran al archipiélago ficticio de las Quiron. Supongo que son un refrito de las quince islas que forman las islas de Ponant en torno a la península de Armórica (Bretaña).

[Libro] La salvación de lo bello – Byung-Chul Han

Arte, Literatura

Que no nos confunda el nombre del escritor. Este libro de ensayo no nos va a hablar desde un punto de vista de la cultura asiática oriental. Byung-Chul Han es un surcoreano nacido en Seul, pero se estableció en Alemania cuando tenía 26 años, ahora estaría en los 61, no se conoce con exactitud su fecha de nacimiento, y ha desarrollado casi toda su carrera en Alemania. Por lo tanto, como filósofo, ensayista, escritor en general, hace tiempo que tiene un punto de vista que surge de las sociedades llamadas occidentales. O cuando menos, habría que considerarlo un filósofo de un mundo globalizado.

Cualquiera que conozca un poco las fotografías que hago cotidianamente, sabrá de mi preferencia por las líneas geométricas, por la ortogonalidad, por la limpieza de trazos en la medida de lo posible. ¿Son mis referentes estéticos adquiridos? ¿O es una preferencia establecida por mis genes? Aunque guste a pocos, cada vez hay más datos que hablan de lo segundo.

Cosa que no sé si a él le haría mucha gracia. Este es el primer libro que leo de este filósofo. Y desde las primeras páginas, desde las primeras líneas diría yo, pone en cuestión algunos de los valores más defendidos hoy en día en materia de estética y diseño. Han critica con contundencia la tendencia a lo pulido, lo impecable, lo carente de irregularidades en el diseño y en el arte actual. Con los teléfonos móviles actuales como punto de referencia, aunque también sacudiendo cera a artistas como Koons, o a la moda del «todo» depilado, se rebela contra la antisepsia visual de lo absolutamente suave, absolutamente irregular, absolutamente geométrico. Los minimalismos estéticos, la pureza de líneas, lo perfectamente regular vendría de la mano, da a entender, de un pensamiento único… pelígroso. Para él, el arte, bello o no bello, es irregular. Surge del conflicto, de la emoción intensa, y por lo tanto no puede ser meramente funcional y «perfecto».

He de decir que este libro, mientras lo leía durante mi escapada andaluza de octubre, me produjo cierto grado de shock. Una vez, alguien que bien me conoce, dijo de mí que era muy cartesiano. No se refería tanto al racionalismo filosófico de Descartes en su Discurso del método, al fin y al cabo, de lo que sigue al Cogito, ergo sum… poco favor le hace a la razón como herramienta del pensamiento. Sin observación y sin experimentación, si una base en la realidad, de poco sirve aplicar la razón. Nos dejamos llevar por nuestras tendencias y concepciones previas. Pero Descartes, anticientífico en su filosofía, fue científico en la práctica. También fue matemático, trabajó en la geometría analítica, y se bautizaron a los famosos ejes cartesianos en su honor. Y ahí parece que me sitúan quienes me conocen. En mi necesidad de encuadrar mis experiencias, mis vivencias o mis apetencias estéticas entre unos ejes cartesianos reales o ficticios. Geométricos o éticos. No me acusan de ser tan inflexible como para llamarme «cuadriculado», pero sí de precisar de puntos de referencia claros para aceptar cualquier supuesto. Y estéticamente, tiendo a encontrar agradables, desde mi tierna infancia, las geometrías más armoniosas. Así… preferiré las abstracciones geométricas de Mondrian al expresionismo abstracto de Pollock. O los ordenados hallazgos del renacimiento a los abigarramientos del barroco. O las composiciones fotográficas sencillas, minimalistas y ordenadas, a los imágenes complejas e intrincadas.

Sin embargo, reconozco sentirme atraído por algunas de las propuestas de Han, aunque no al cien por cien. Y es que soy de los que opinan que arte y diseño son disciplinas creativas, como muchas otras. Pero no hay una identidad entre ellas. Y que un diseño limpio y claro me hace sentir bien, mientras que la obra de arte ha de presentar algún reto, algún desafío, alguna tensión, por lo tanto irregularidad, para transmitirme un pensamiento o una emoción. También estoy de acuerdo en que existe un exceso de «positividad» en la sociedad actual. No se admite lo feo, lo triste, lo «negativo» en las comunicaciones actuales, especialmente en la era de las redes sociales. No interesa quien afirma estar deprimido o tener problemas. Se nos «obliga» a estar sonrientes, perpetuamente contentos. Obligatoriamente «optimistas». Incluso en unos tiempos como estos en los que tantos problemas agitan el mundo. Desde los desastres climáticos, a los ecológicos que nos traen nuevos y puñeteros virus a nuestras vidas, o al resurgimiento de las ideologías totalitarias… si es que alguna vez se fueron realmente.

En fin… ha sido una primera vez con la obra de este coreano relativamente germanizado. Ya veremos si hay segundas parte. Pero ha sido interesante.

[Libro] El extranjero – Albert Camus

Literatura

En los primeros meses del año, enero y febrero, ya lo he comentado alguna vez, sufrí un bloqueo lector. No conseguí concentrarme en la lectura, no importa el libro, el tema, el escritor o las circunstancias. Mi cabeza iba por otros derroteros. Cuando parecía que me iba recuperando, los acontecimientos relacionados con la pandemia de covid-19 volvieron a llevar mi cabeza a otro sitio. Además de la necesidad de dedicar tiempo a la lectura de textos relacionados con mi profesión, soy médico especialista en salud pública, para mantenerme actualizado sobre la mencionada pandemia.

No es que la acción transcurra en París. Ni siquiera en la Francia metropolitana. Pero la capital francesa tendrá que valer para ilustrar una entrada sobre esta novela de autor francés.

Una de las consecuencias es que, salvo alguna excepción, he intentado ir seleccionando lectura de corta extensión para aumentar mi número de «éxitos» a la hora de culminar la lectura de las obras que voy seleccionando. Y así, animarme a mí mismo. Pero a pesar de eso, me está costando mucho. Hace unas semanas, apareció de oferta una de las novelas más más conocidas, la primera que publicó, del escritor y filósofo francés Albert Camus. El extranjero es una de las obras que aparecen entre las selecciones de obras importantes del siglo XX, porque más allá de la historia que cuenta, refleja un pensamiento filosófico que se denomina filosofía del absurdo, que surge cuando entra en conflicto dos conocimientos: a) existimos, b) nuestra existencia no parece responder a ningún propósito ni tener sentido en sí misma.

En esta novela acompañamos a Mersault, un francés que vive en Argelia. Cuando comienza la obra, acaba de morir su madre en una residencia. Luego, durante una primera parte del libro, conoceremos a la mujer con la que mantiene relaciones, a sus amigos, y cómo desarrolla su vida. Pero terminará con un acontecimiento que le llevará a matar a un hombre. La segunda parte del libro trata del juicio que le llevará a una condena.

Esa primera parte del libro, establece el desengaño vital del individuo, representado por Mersault. Nada tiene sentido. El trabajo, el amor, el sexo, los amigos, la familia… la vida en general. Nos dejamos llevar por la costumbre, por deseos y apetitos momentáneos, por que nos empujan los demás. El juicio de la segunda parte, desde los ojos escéptico y desencantados del reo, no deja de aparecer como una farsa sin sentido, en la que a quien realmente se juzga es al individuo que se sale de la norma social, más que la realidad y la gravedad del delito juzgado.

La obra es interesante y con mucha miga. La obra es corta. Debería haberla leído en un par de días,… pero me ha costado dos semanas. Quizá no la más apropiada para mi cabeza en estos momentos. Probablemente recomendable… pero no para gente como yo en estos momentos. Di que lo que he empezado a continuación sí que me ha enganchado y lo estoy leyendo con ganas.

[Cine] High Life (2018)

Cine

High Life (2018; 10/20190212)

Comentaba hace unos días la cantidad y variedad de space operas, aventuras espaciales en castellano, que salpican las plataformas de vídeo bajo demanda en forma de series. Unas más interesantes, otras menos. Y por sorprendente que parezca en mi caso, ya que es uno de mis géneros aventureros preferidos, alguna se ha caído de mi cartelera televisiva sin terminarla. Por lo menos de momento. Y aunque venga avalada por el señor de los tronos de hielo y fuego… Y de repente, sin hacer ruido, con muy poca publicidad previa, nos llega a la cartelera de cine otra aventura espacial, firmada por la francesa Claire Denis, de la que he de confesar he visto poco. Creo que alguna de sus películas la he visto en televisión, pero sin un recuerdo muy definido.

Toda odisea es por definición un viaje,… quizá todo viaje tiene su parte de odisea. Y algunas escenas de la película, muy probablemente rodadas en Polonia, me han recordado un viaje que ya tiene más de diez años en el recuerdo, por ese país eslavo de la Europa oriental.

Aquí nos lleva a una odisea espacial con un tono muy distinto de aquella que nos maravilló hace 50 años, pero con netas influencias de ella, al menos en el fondo, menos en la forma. También encontramos influencias de otras magníficas aventuras espaciales, como las hermosas cúpulas que nos mostraron el viaje por el espacio de otra forma a principio de los años 70. Aquí encontramos más parecidos tanto en el fondo como en la forma. En cualquier caso, una expedición científica de humanos, viajando a velocidades superlumínicas viaja entre las estrellas explorando agujeros negros. Con la peculiaridad de que sus tripulantes son convictos condenados a cadena perpetua o al corredor de la muerte, a los que se les ha dado la oportunidad de conmutar su pena por un viaje, probablemente sin retorno. Y en el que viaja una médica (Juliette Binoche) que conduce experimentos con los pasajeros sobre reproducción humana, hasta que nace la primera niña espacial, Willow (Scarlett Lindsey, bebé; Jessie Ross, adolescente), con un padre biológico (Robert Pattinson) y una madre biológica (Mia Goth) que nunca se prestaron a este experimento voluntariamente, nacimiento que traerá consecuencias imprevistas a la expedición.

Compleja producción europea, con predominio de un equipo de realización francés, un equipo artístico polaco, la colaboración de algún artista contemporaneo de prestigio en el diseño artístico como es el danés de origen islandés Olafur Eliasson [Wikipedia, instagram], y un reparto basado sobre intérpretes británicos y alguna presencia francesa. Pero frente a la simétrica, limpia, aséptica, brillante imagen que la odisea de Kubrick transmitía, aquí nos encontramos en un entorno sucio, deteriorado, cutre, desesperanzado. Una visión poco optimista de las relaciones humanas, un acercamiento a una sexualidad triste y deshumanizada, un análisis de la capacidad autodestructiva de las comunidades humanas, y una cierta esperanza en las generaciones futuras, aunque con mensajes ética o moralmente perturbadores.

Acompañada de interpretaciones ásperas, pero sólidas y convincentes, no me atrevería a decir que es una película para todos los públicos. Con un argumento que va dando saltos entre diversos intervalos intemporales, sin seguir unas reglas definidas, es una película exigente para el espectador que activamente debe dar con las claves de una película de tono filosófico, y en esto más próxima a los planteamientos del Solyaris de Andrei Tarkovsky que de las influencias mencionadas anteriormente. A mí me ha merecido la pena… pero muchos espectadores acostumbrados a aventuras espaciales simplonas y concebidas como entretenimiento de acción, les puede resultar difícil de digerir.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro] El tren nocturno de la Vía Láctea

Literatura

Hace un par de semanas estaba leyendo, todavía en sus primeras páginas, una novela relativamente actual japonesa, cuando uno de los personajes hace una referencia al «Tren nocturno de la Vía Láctea», como título de un relato y un libro del japonés Kenji Miyazawa, que incluso ahora, décadas tras su muerte, es una de las lecturas habituales y frecuentes en el País del Sol Naciente. La verdad es que el título me pareció estupendo, muy sugerente. Aun sin saber de qué iba el libro. Interrumpí la lectura del libro que estaba leyendo, de él os hablaré dentro de unos días, y me puse a investigar.

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Desde su apertura a la modernidad, el tren, el ferrocarril ha sido una parte inseparable de la vida y la experiencia cotidiana de los japoneses, por lo que no es de extrañar su uso como metáfora. Aquí os dejo una variedad de trenes y líneas por la isla de Honsu, la principal del archipiélago.

Miyazawa fue, por decirlo así, un posmoderno de las primeras décadas del siglo XX. Nacido en 1896, fue poeta y escritor, profesor de ciencias agrícolas, tocaba el violonchelo, era un devoto budista, aunque no desdeñaba determinados préstamos del cristianismo, vegetariano y activista social utópico. Lo dicho. Un posmoderno. Pero setenta años de que surgiera el término y el movimiento cultural. Quizá más serio y más profundo que la mayor parte de los posmodernos que proliferaron a partir de los años 70 del siglo XX.

Murió de neumonía en 1933, con sólo 37 años de edad. Lo cual le ahorro los años más tétricos y tristes de la historia del Imperio del Sol Naciente.

20140924-L1090062.jpgEn el libro que he leído, nos presentan tres de sus relatos. Tres cuentos, de tonos diversos, pero de intención indudablemente moralista, en los que se perciben su devoción budista, aderezada con elementos prestados del cristianismo, probablemente católico, aunque esto es un suponer.

El principal de ellos, el que da título al libro, en japonés Gingatetsudō no yoru [銀河鉄道の夜] (Tren nocturno galáctico), nos narra el viaje de dos amigos, Giovanni y Campanella, en un tren fantástico que va recorriendo la Vía Láctea, entre la Cruz del Norte (o constelación del Cisne) y la Cruz del Sur. En el viaje, ambos amigos, cuyos nombres proceden de personajes de Cuore  de Edmondo de Amicis, lo que afianza la influencia de los valores conservadores católicos del risorgimento italiano, van relacionándose con distintos personajes que transitan por la Vía Láctea. De los dos amigos, sólo Giovanni tiene un billete especial que se permite el viaje de vuelta. Campanella terminará su viaje en la estación de la Cruz del Sur. Sólo el regreso de Giovanni a su pueblo en algún lugar del norte de la isla de Honsu en Japón nos dará las claves de lo sucedido.

20140926-_9260067.jpgCon un tono entre esperanzado y melancólico, marcadamente filosófico, Miyazawa usa la Vía Láctea como metáfora del noble sendero o la recta vía que debe conducir la vida de los budistas, mientras que las dos estaciones de origen y destino, Cruz del Norte y Cruz del Sur, son referentes claros cristianos, como inicio y final del viaje. Dotada de una imaginería literaria que estimula y enciende la imaginación, se ha comparado con Le petit Prince de Saint-Exupéry, aunque su concepción y primeras versiones son un de décadas anteriores. Creo que tiene entidad y cualidades propias como para que no tenga que vivir a expensas de las comparaciones con el célebre relato del francés.

20140927-_9270517.jpgEste relato se completa con otros dos, Gauche el celista (セロ弾きのゴーシュ [Cello hiki no Goshu]), una fábula con interacciones entre un ser humano y los animales, que nos habla del esfuerzo para mejorar y contribuir al bien de la comunidad, incluso si este esfuerzo nos aparece como inaparente. Desde mi punto de ver tiene mucho que ver con la ética del esfuerzo personal al servicio del grupo, la comunidad o la organización, tan propia de la cultura nipona.

20140928-_9280124.jpgEl otro relato, Matasaburô, el genio del viento (風の又三郎 [Kaze no Matasaburô]), nos habla de las correrías de un grupo de escolares en las regiones rurales del norte de la isla de Honsu, a cuya escuela llega un nuevo alumno, procedente de la ciudad, de Sappor, hijo de un ingeniero, a quien apodan Matasaburô, y que da origen a la suposición de que es un genio de los vientos, y que provoca extraños sucesos de carácter sobrenatural… o no. Tiene un tono más costumbrista, y te deja la sensación de que hay cosas que pueden cambiar cosméticamente de una parte a otra del mundo, pero que en esencia son lo mismo.

Aunque no necesariamente alineado con mis formas de entender la vida y el mundo, me ha parecido una lectura tremendamente recomendable.

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[Cine] ¡Madre! (2017)

Cine

¡Madre! (Mother!, 2017; 402017-1610)

Hace ya más de una semana que vimos esta película. No era mi intención tardar tanto en comentarla… pero no viene mal. Es una película que conviene reposar. También he de decir que hay una serie de factores «ambientales» que han hecho que no hayamos podido disfrutar de forma adecuada de esta película. Mencionaré los cuatro principales:

El avance de la película, el trailer que se dice habitualmente, es una auténtica catástrofe. A efectos prácticos te están vendiendo una película de terror con muchos sustos. Y la cosa no tiene nada que ver con eso. Cada vez es más frecuente que los avances de las películas a) te destripen los momentos más interesantes de la misma, o incluso te la cuenten, o b) te engañen sobre la auténtica naturaleza del film.

Sólo pudimos optar por la versión doblada,… y esto roza la catástrofe. No ya porque las versiones dobladas sean versiones adulteradas del original, que los son. Sino porque muchas veces el doblaje conlleva una traducción inexacta del original, o sencillamente no busca una fórmula para trasladar el auténtico sentido del original. Ejemplo en esta película. Las primera y última palabras de la misma es la misma. Con la traducción de la versión doblada se pierde completamente el sentido. Y es importante.

Ha habido muchos comentarios de la crítica y de los medios previos a su estreno en España, unas semanas después de su estreno en EE.UU. y otros países, a los que ha sido imposible sustraerse y que condicionan su visionado.

La vimos en plena «fiesta del cine», con mucha afluencia de espectadores para un lunes, muchos de ellos que no sabían o imaginaban lo que iban a ver, y que generaban mucho ruido y distracción.

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La casa donde transcurre la acción de la película está rodeada de bosques. La ficha técnica de la misma nos dice que está rodada en Montreal, Canadá. Pues nos iremos a pasear por los bosques del Mont Royal en la ciudad canadiense.

La película, dirigida por Darren Aronofsky, nos traslada al domicilio de un poeta (Javier Bardem) y su esposa (Jennifer Lawrence), una vieja casa
fuera de los núcleos de población, en el campo, donde se han recluido de cara a la concentración en el trabajo creativo de él, mientras ella se dedica a reformar y cuidar la casa. Un día reciben la visita de un admirador del poeta (Ed Harris), gravemente enfermo. Tras él llegará su esposa (Michelle Pfeiffer). Y a partir de ese momento la vida de la esposa del poeta empezará a entrar en una espiral de cambios.

Como ya he dicho, uno de los problemas con los que puede encontrarse el espectador, especialmente si ha visto el avance de la película, es sobre qué tipo de película se va a encontrar. Pero la película no pertenece al género de terror, aunque pueda ser tremendamente angustiosa en alguno de sus tramos. Si el espectador tiene unas referencias culturales suficientes, apreciará que estamos ante una película metáfora de los mitos religiosos de las religiones cristianas. La creación y el génesis, así como otros episodios del viejo y el nuevo testamento. También hay resonancias claras a la crisis medioambiental que estamos afrontando en estos momentos a nivel global. Es por lo tanto una película que tiene un carácter filosófico, que probablemente encajaría mejor en los antiguos cines de arte y ensayo que en las salas más comerciales. Por mucho que al frente del reparto esté la actriz mejor pagada del momento. Es una película con una realización técnicamente compleja, cámara en mano, de complejas coreografías en el movimiento de los actores, con un seguimiento continuo del personaje interpretado por Lawrence, que contribuye a la angustia que trasmite el metraje.

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En cuanto a las interpretaciones, es obligatorio destacar en primer lugar el trabajo de Jennifer Lawrence que soporta el peso de llevar siempre la cámara pegada, en un trabajo muy exigente tanto física como emocionalmente. La actriz tiene una calidad innegable a pesar de que su frecuente presencia en producciones extremadamente comerciales y de calidad real discutible pueda estar encasillándola como actriz también muy comercial, que está ahí por su cara bonita. Pero ya hemos visto en varias ocasiones que es realmente muy capaz, y aquí lo demuestra también. Bardem hace un papel antipático y no se luce, mientras que Harris y Pfeiffer tienen sus momentos.

Como resumen, película que no es apta para todos los públicos, ya que es compleja, muy simbólica y alejada del cine más comercial. Mi valoración global es en general positiva, aunque me surgen algunas dudas sobre algunos de los planteamientos del director. Pero es indudablemente una película osada y diferente de lo que estamos acostumbrados a ver. Pero no se la recomendaría a quienes buscan en el cine una mera distracción y una excusa para atracarse de palomitas. Y desde luego, no la recomiendo a los que buscan una película de terror y sustos.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***/****

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[Cine] L’avenir (2016)

Cine

L’avenir (2016; 502016-2609)

Hoy va a haber dos entradas en el Cuaderno de Ruta. Pero es que el martes pasaré a modo «solo fotos» por unos días, y quiero dejar comentadas varias cosas antes de eso. El caso es que el lunes pasado fui al cine con una amiga. En cartelera está esta película protagonizada por Isabelle Huppert, actriz francesa que nos gusta mucho, y habíamos oído del estreno de una película de esta actriz muy valorado. Después nos hemos enterado de que no se trata de esta película dirigida por Mia Hansen-Løve. Que a pesar de semejante apellido es nacida en París.

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La película transcurre en su mayor parte en París, pero nos lleva también a los Alpes y a la Bretaña, especialmente a la bella ciudad de Saint-Malo, que pude visitar en 1991, así como ver en la distancia, desde la otra orilla del estuario de la Rance, en 1993. De esos viajes son las fotografías acompañantes.

No me voy a extender mucho porque no ando sobrado de tiempo. La película es una reflexión sobre una época de transición en la vida de una mujer, profesora de filosofía en un instituto parisino, a la que suponemos al final de su década de los cincuenta (quizá un poco más teniendo en cuenta la edad real de la actriz que la interpreta). En un breve plazo de tiempo pasa por una serie de situaciones. Su marido la deja por una mujer más joven. Los responsables de mercadotecnia de la editorial donde publica sus libros de texto o ensayos sobre filosofía la dejan de lado por considerarla ya anticuada. Su hija la hace abuela. Su madre muere. Un joven y prometedor licenciado en filosofía que fue alumno suyo opta por abandonar la vida académica para vivir en el campo de acuerdo a sus convicciones antisistema, lo cual vive como un reproche ante su aburguesada vida… Y de fondo, es consciente que se acerca la última etapa de su vida. Por lo cual, estamos ante una reflexión sobre lo que ese futuro (avenir, en francés), le depara.

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Sinceramente, esperábamos algo más de la película. Incluso dejando aparte que no es la que esperábamos. Ciertamente, Huppert es una actriz muy sólida que sostiene por sí misma el conjunto del filme, con alguna ayuda de otros intérpretes aunque bien es cierto que ella ocupa la pantalla la mayor parte del tiempo, lo que ya supone un interés en sí mismo. Pero a mí me parece que se mueve de alguna forma por lugares comunes, tópicos que si bien son ciertos y motivo de reflexión, tampoco aportan una especial profundidad. Ni la película se atreve a ser más incisiva sobre los sentimientos que afloran cuando el envejecimiento personal se empieza a hacer muy evidente, ni sobre la sensación de soledad que puede sobrevenir a personas mayores en la sociedad actual. Incluso si tienen una potencia cultural e intelectual notable… porque la compañía de los libros puede paliar la soledad, pero no sé si son un sustituto total.

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Se deja ver, aunque no es apta para consumidores compulsivos de palomitas en películas de acción. Nada que ver con eso.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Elizabeth Costello

Literatura

Rota hace unas semanas la inercia que me había llevado a la no lectura habitual, ya he dado cuenta de una primera novela, mientras llevo a cuestas otra historieta de cierto calibre, y llevo avanzada otro relato de ficción. Pero vamos por partes, y lo haremos con un texto del sudafricano J.M. Coetzee, que me ha parecido curioso, aunque ya veremos si realmente interesante.

Elizabeth Costello
J.M. Coetzee; traducción de Javier Calvo Perales
Literatura Mondadori, 2011
Versión en libro electrónico

Elizabeth Costello es una escritora de éxito, australiana, anciana ya, reconocida en todo el mundo, a quien iremos conociendo tal y como es en la actualidad, pero también como fue en el pasado, en un recorrido por distintas conferencias o actos culturales que dará por todo el mundo. Lo mismo recibiendo premios en universidades americanas, que como animadora cultural en un crucero de alto nivel por los mares australes, que en un acto académico de reconocimiento de su hermana monja católica, como en un ciclo de conferencias en los Países Bajos sobre el mal… y con un último acto en un misterioso pueblo de aspecto italiano, que supone una reflexión final sobre el final de una vida. Todo ello desde el punto de vista de la escritora, o eventualmente de alguno de sus hijos.

Nos presenta Coetzee a un personaje de ficción, pero que muy bien podría existir en la realidad. Quizá sea un alter ego, a pesar del cambio de sexo, del propio escritor, aunque este era más joven que su personaje en el momento de la escritura del libro. Además de adentrarnos en la personalidad del personaje, también se nos ofrecen para la reflexión una serie de cuestiones éticas. Sobre nuestras relaciones con los demás, seres humanos o animales, especialmente sobre el mal, o cómo entendemos el mal. Sobre la sexualidad, sobre la religión y las creencias, y los difusos límites del fanatismo religioso o antirreligioso. Sobre el proceso de creación literaria, y la ética asociada a ella. Y en definitiva, sobre el final de la vida, y la reflexión sobre lo que esta ha sido o ha supuesto.

He de decir que el libro me ha supuesto un esfuerzo mayor del que parece lógico. La forma en que está escrito me gusta, la estructura de la narración me ha resultado atractiva. Pero el personaje central,… le he cogido una antipatía,… El egoísmo esencial que me parece que destila, que quizá todos tengamos por altruistas que pensamos que somos capaces de ser, no deja de incomodar. Y sin embargo reconozco que puede ser el egoísmo propio de cada uno de nosotros. De cualquier ser humano. No sé. También me ha dejado un poco desnortado el no saber cómo encajar al personaje en relación al propio autor. Son sus dudas, sus reflexiones y sus opiniones, o simplemente un vehículo para provocar una reflexión sobre los distintos temas, ocasionalmente de forma provocadora.

El esfuerzo creo que ha merecido la pena, aunque no me haya sentido cómodo en ningún momento con el texto. Pero algo así me pasó con el anterior libro que he leído del autor, Desgracia, que me gustó más, eso sí. En cualquier caso, estamos ante la obra de unos de los escritores importantes contemporáneos.

Auschwitz I

El tema del mal, en su diversas formas, aparece con frecuencia en el libro, con diversas referencias al comportamiento de los nazis en Alemania y los países que invadieron. En la fotografía, el campo de concentración de Auschwitz I, en Polonia.