[Libro] Les enfants de l’empire T01 y T02 – Yudori

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Jóvenes coreanas en un día de fiesta con vestido tradicional en el palacio de Gyeongbokgung en Seúl.

En los últimos tiempos he estado con mucho trabajo y con mucho lío en otras cuestiones. Se verá que hay más días en los que no publico nada en este Cuaderno de ruta que de costumbre. Esta semana me he saltado el martes y el jueves. Y casi el viernes, porque estoy cansado y me daba pereza. Y también ha influido en mi ritmo de lectura. Normalmente, el comentario de estos dos primeros volúmenes del relato gráfico de la coreana Yudori, pero que escribe en francés, lo tendría que haber escrito la semana pasada. Pero no terminé a tiempo el segundo volumen. Ahora explico lo de los volúmenes. Digamos que todo empezó un día que, haciendo tiempo, me metí en la FNAC a hojear libros. No con intención de comprar, hace tiempo que no compro libros en grandes superficies. Más bien con la curiosear novedades.

Entre las novedades de novela o relato gráfico, o cómic, como lo queráis llamar, vi el primer volumen de los dos que voy a comentar hoy. Traducido al castellano. Lo hojeé. Y así de entrada, me pareció que tenía unas ilustraciones muy bellas, muy estilizadas, muy limpias, pero también expresivas. Así que me interesé por la reseña argumental,… dos jóvenes coreanos a finales de los años 20 del siglo XX, o principio de los 30, en plena colonización de la península coreana, Chosón, por los japoneses. Inmediatamente supuse por dónde irían los tiros. Un mezcla de romance juvenil con mirada atrás a unos años conflictivos en todo el mundo, esos que precedieron a la sucesión de guerras que azotaron el mundo. Tiempos de inquietud política y social, de cambios profundos, especialmente en esas sociedades asiáticas, cerradas al cambio durante siglos, y que se enfrentaban a una modernización, no siempre bien digerida. No lo compré, porque miré el título original, y comprobé que el título original estaba en francés, no en coreano. El coreano no lo entiendo, pero el francés sí lo leo sin problemas. Así que me fui a casa y lo busqué en alguna tienda en línea. Lo encontré sin problemas, y ademas comprobé que estaba a punto de salir al mercado el segundo volumen. En octubre leí el primero, en noviembre el segundo. Ahora, lo que más lamento, es que hasta dentro de un año no podré seguir con la lectura, porque obviamente no ha terminado, y tengo la sensación de que va para largo. Y eso que son tomos de generoso grosor.

Los protagonistas son dos adolescentes, que viven bajo el mismo techo mientras estudian su bachillerato o equivalente. Ella es la hija mimada de un empresario, que juega a ser una chica moderna. Coqueta, consentida, inteligente, con ganas de una libertad que en principio no está al alcance de las mujeres. Él es el hijo de un noble o alto funcionario del antiguo régimen del país, muy venido a menos, su padre fallecido, y su madre y él mismo acogidos y protegidos por el padre de la chica. Entre los dos surgen disputas, y diferencias de visión de la vida y de la sociedad. Ella, moderna; él, tradicional. Ella adopta un nombre japonés; él es fiel a su nombre coreano. Ella es caprichosa y algo insolente, aunque buena chica; él es austero y moralista. Y sin embargo, es evidente un hecho, aunque no lo quieren reconocer, se atraen mutuamente y poderosamente.

El primer volumen actúa como presentación de los principales personajes, y de los secundarios habituales, así como del entorno social y político en el que se mueven. El segundo, todavía en el instituto, empiezan a tomar conciencia sobre las realidades de ese entorno. Él, hacia los movimientos izquierdistas que se mueven en la oposición nacionalista; ella, en el conformismo con el statu quo y con ganas con ir a estudia a Japón, como lugar que representa la modernidad para la tradicional sociedad coreana. Y de fondo, el colonizador. Opresor, y represor.

Yudori se lo toma con calma y presta atención al detalle. Procura constantemente ser fiel en sus ilustraciones a la época. Ilustraciones que como digo son limpias y elegantes. Y el nivel de los textos es bastante bueno también. No he conseguido conocer muchos detalles sobre la vida de la autora. Surcoreana. Pero que escribe en francés. Supongo que es en el país vecino donde ha estudiado y ha comenzado a desarrollar su trabajo. Desde luego, estoy muy interesado en seguir la lectura de esta saga. Y no descarto que, mientras tanto, busque alguna de las otras obras ya publicadas, por alguna de ellas tiene muy buena pinta.

[TV] Cosas de series; viajando por libre por la geografía de Japón

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El pueblo de construcciones tradicional de Shirakawago, patrimonio de la humanidad según la Unesco, en blanco y negro.

Suelo dividir mis vacaciones anuales en dos periodos, de dos y tres semanas cada uno, en mayo y a principios de octubre, aunque la duración de los mismos en cada momento depende del destino que hayamos elegido para viajar. En este 2025, cogí tres semanas en mayo, con el fin de viajar a China, pero, como ya conté, surgieron problemas y acabe viajando a Sicilia. La cuestión es que eso nos descolocó de cara a los planes de octubre, y andamos deshojando la margarita. Porque no queríamos dejar de tener un viaje a Asia, aunque de momento no recuperamos el plan previsto para China, que estaba muy asociado a los tiempos de luz diurna de la primavera, notablemente más amplios que los del otoño. Tampoco tengo claro si viajaremos juntas varias personas, o si al final me iré yo por libre. Si me voy por libre, no me importaría ir unos días a algún punto de Asia, pero a un destino fácil de organizar. Y Japón es una posibilidad, aunque no tenía previsto volver tan pronto. Al fin y al cabo, estuvimos en mayo de 2024, las fotografías que ilustran esta entrada son de ese viaje.

La cuestión es que de cara a organizar algo sencillo, de siete u ocho días efectivos de viaje, sin contar los desplazamientos, hubo una serie en el segundo trimestre del año que puede servir de guía de lugares interesantes, pero menos conocidos, menos habituales de los circuitos turísticos habituales, aunque no menos interesantes. Que es lo que en un momento dado, si no es este año será otro, querría volver a hacer. Porque ya el año pasado fue en parte el estilo de viaje. Salirnos de las rutas más trilladas, sin renunciar a visitar lugares interesantes por su belleza o interés cultural, sin los agobios de las muchedumbres de turistas que van todos a los mismos sitios y a las mismas horas. La serie fue una serie de animación, Zatsu tabi [ざつ旅, viaje improvisado], que en inglés se ha denominado con una mezcla del original japonés y una expresión inglesa que no es la traducción literal de ese original; Zatsu tabi – That’s journey (eso es viaje).

La serie nos habla de Chika Suzugamori, estudiante universitaria de bellas artes, que está iniciándose en el mundo profesional del manga. Pero no consigue dar con el tono de sus obras, que son apreciadas por su potencial editora, pero que no acaban de dar el salto a lo publicable. Habiendo conseguido un dinero, decide intentar inspirarse viajando por Japón. Inicialmente, sola. Pequeños viajes de dos, tres o cuatro días, usando los transportes públicos. El destino, a partir de las indicaciones que recibe a través de pequeñas encuestas en redes sociales. Lo que empieza como viajes en solitario se transforma cuando va aceptando la compañía de su círculo de amistades; una joven estudiante más joven que ella, una mangaka ya consagrada, una buena amiga de su edad,… Con estos viajes ira adquiriendo experiencias y, sobre todo, empezará a compartir sus inquietudes con otras personas, y a escuchar las de estas. Eso le irá dando las claves para desarrollarse como persona y como artista. Al cabo, no es más que una joven de 18 o 19 años, con mucha vida por delante.

La serie no es nada especial. Pero a la vez tiene bastante encanto. Especialmente porque los personajes han sido pensados y diseñados para que resulten chicas y mujeres simpáticas para cualquiera. Tiene buen rollo, y buenas intenciones, y en general consigue entretener sin complicarse la vida y sin complicársela a los espectadores. Es recomendable como entretenimiento ligero, gracias a sus episodios de poco más de 20 minutos que podemos encajar en cualquier momento tonto, mientras cenas, mientras esperas a alguien,… no exigen una gran concentración para introducirse en la acción.

Pero claro, ahora he decidido hacer un listado de los lugares que visita Chika sola o con sus amigas. Porque puede resultar una guía relativamente interesante para visitar en un futuro. Especialmente, porque en su mayor parte se trata de lugares a los que uno se puede desplazar en transporte público, tren o autobús, en alguna ocasión cogiendo un barco. Hasta ahora no he encontrado ningún lugar en internet donde se listen y describan todos los destinos. Y los intentos que he hecho de que algún motor de los llamados de inteligencia artificial me haga el listado han fracasado. Ninguno consigue listar todos los destinos, aunque algunos se acerca bastante, con ocho o nueve de los lugares visitados. Tendré que volver a hacer una revisión de los episodios y construirme mi propia tabla, con indicaciones de cómo acceder. Quizá alguno de esos lugares acabe formando parte de mis vacaciones en octubre. O igual acabamos en otro país distinto. Quién sabe.

[Libro/historieta] Solanin – Inio Asano

Literatura

No sé muy bien cuál es el criterio por el cual, cuando transcriben una palabra con alguna de las moras del grupo ra, re, ri, ro, ru del japonés a un idioma indoeuropeo, como el inglés o el castellano, a veces conservan la «r» y otras lo transcriben como «l». En japonés, esas moras se pronuncia con un fonema intermedio, que a veces nos suena «r» y otras «l». El caso es que el título original de este relato gráfico de Inio Asano, Soranin ソラニン, nos lo ofrecen en español o en inglés o en otros idiomas como Solanin. Que es el título de una canción ficticia de la que se habla en la historia. Ficticia hasta que un grupo de rock japonés, con letra del propio Asano, la que aparece en la historia, le puso música y la grabó. Y se usó en la adaptación al cine que hubo en su momento de esta historia.

Como consecuencia de la buenísima impresión que me dejó la lectura reciente de la serie de ciencia ficción de Asano que recientemente se adoptó como serie de anime, decidí que quería leer más de este autor. Y me puse a buscar y di con dos de sus obras, el relato gráfico que nos ocupa hoy, y una antología de relatos cortos de la que hablaré en otro momento. Solanin es una historia publicada originalmente de forma serializada entre 2005 y 2006. Yo la he leído en un volumen único, aunque originalmente se recopiló en forma de dos tankōbon. Y los temas que trata son algunos de los más queridos por los autores japoneses; aquellos relacionados con la alienación que genera la sociedad en las grandes ciudades, especialmente Tokio, entre las gentes. Y en este caso, la rebelión contra la misma de unos jóvenes que se debaten contra las «obligaciones» impuestas por el paso pleno a la edad adulta.

Meiko (ella) y Taneda (él) son dos jovenes en la mitad de su veintena. Se conocieron y se enamoraron como estudiantes en la universidad, y llevan juntos varios años. Viven juntos, y salen adelante con el salario de ella como oficinista y los magros ingresos de él como ilustrador a tiempo parcial en una editorial. Se quieren. Pero están insatisfechos. Meiko es consciente que a este paso, se van a quemar, y su relación peligrará. Por ello toma una decisión. Aprovechando sus ahorros, deja su trabajo para replantearse su vida, y anima a Taneda para que retome sus sueños de universitario; la música y su grupo de rock. Sin embargo, una tragedia cambiará por completo los planteamientos de Meiko.

Hay varias cosas que me gustan, y mucho, en esta historia de Asano. La primera, importante, es que los personajes, los dos principales, pero también el grupo de amigos y familiares que les rodea, se sienten reales. Vivos. Auténticos. No son héroes. Tampoco antihéroes. Son gente. Gente maja. Pero con problemas. Meiko es una chica corriente. Y sin embargo, en su autenticidad de veinteañera que profundiza con reticencias, y con resistencias, en las responsabilidades de la vida adulta, se percibe especial. Y atractiva. Otra cosa importante es el entorno. También se siente real. Da la impresión que las vivencias de los personajes tienen que ver con la percepción real de Asano sobre la sociedad en la que vivía en ese momento. Tendría entre 24 y 26 años cuando publicó la historia, los mismos que sus personajes. Es una historia de ficción que rezuma autenticiadad.

La historia no resuelve la vida de sus protagonistas. En el mejor estilo de la literatura asiática, no hay un desenlace propiamente dicho. Durante un tiempo, pasan cosas, cosas importantes, cosas trágicas, cosas buenas, y pequeñas cosas. Pero al final no hay cierres. Porque la vida sigue. Y cada día hay que tomar nuevas decisiones y tirar para adelante. Cada uno, como mejor entienden. Es una historia excelente, con una realización no menos excelente. Distinta a la de las chicas de DeDeDeDe, pero engarzada en las mismas preocupaciones y en los mismo temas. Y probablemente mejor. Aunque eso depende de los gustos de cada cual. En cualquier caso, muy recomendable. Lo más curioso es que, 20 años después de publicarse la historia por primera vez, los temas siguen siendo totalmente actuales y válidos. Parece que en esos 20 años, las sociedades actuales, poco han evolucionado en el fondo.

[Cine] The Sweet East (2023)

Sin categorizar

The Sweet East (2023; 43/20240821)

No tenía muy claro qué iba a ver cuando fuimos a esta película dirigida por Sean Price Williams, un director con poco recorrido como realizador, aunque ha trabajado bastante como director de fotografía, sin que me suenen la mayor parte de sus trabajos. Era la semana tras el puente en el que hice la escapada a Hamburgo, y no había hecho repaso de los estrenos y la oferta de la cartelera zaragozana esa semana. Pero me llamaron proponiéndome la correspondiente visita a las salas de cine, y por no quedarme en casa acepté. Me comentaron que había críticas favorables hacia el largometraje, y que poco más había que rascar en la cartelera en ese momento.

Sip. Nueva York es una de las ciudades por las que pasa Lillian en su recorrido por el «dulce» este de los Estados Unidos.

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En la película seguimos las andanzas de Lillian (Talia Ryder) una adolescente de instituto, en sus últimos años, que está en un viaje escolar a Washington D. C. Procede de algún lugar de los estados del sur de los Estados Unidos. En un momento dado, durante una escapada a una fiesta en un garito donde la gente beba, baila y se mete lo que haga falta, se escapa con unos que conoce por ahí, y empieza un recorrido por distintos lugares, ciudades y estados, de la costa este de los Estados Unidos. Y durante este periplo se relacionará con supremacistas blancos, con gente realizando películas alternativas e independientes, con una misteriosa colonia islámica, escapará de intentos de asesinato y matanzas, y conocerá a gente de lo más diversa, hasta que acabe regresando a su lugar de origen, tras pasar un tiempo en un extraño monasterio.

Es evidente desde el momento en que la protagonista abandona su grupo en la fiesta que la película es un peculiar trasunto de la Alicia de Lewis Carroll. En ese lugar, junto con los tipos que ha conocido, atraviesa una puerta camuflada tras un espejo, y tras recorrer un pasillo oscuro, llega al mundo que recorrerá a partir de ese momento. La actitud de la protagonista será siempre displicente. No se compromete con las personas con las que se encuentra, pero disfruta de las ventajas de sus encuentros. No duda en robar y engañar. Y siempre se muestra despreocupada y sonriente. Es consciente de que es atractiva. Pero al mismo tiempo pasiva, se deja llevar y aprovecha las circunstancias.

Rodada sobre película cinematográfica en formato 16 mm, la imagen tiene una falta de definición y una granulosidad propia del medio, que ayuda a acentuar la expresividad de la película, situándonos como ajenos al mundo en el que se mueve Lillian. Pero no es un mundo ajeno. Hay intolerancia racial, hay robos, hay integrismo religioso, hay hipocresía. Y a pesar de los hurtos y engaños que eventualmente ejerce la protagonista sobre las personas que encuentra, siempre desprende un aura de inocencia. Un mundo entre la maravilla, la dura realidad y el absurdo. Algunos mencionan el adjetivo surrealista aplicándolo a la película, pero creo que si la obra de Carroll sí que tenía su punto de precursora de este movimiento ideológico, estético y artístico, en general se abusa de su uso… y creo que el absurdo es donde mejor encaja la película. Que tiene a su favor un buen trabajo general de sus intérpretes.

He de reconocer que no me entusiasmó, pero que me pareció interesante. Como un experimento para contar cosas sobre la sociedad norteamericana, en una situación compleja en estos momentos, y con muchos complejos, ya que estamos, que muchas otras obras literarias o visuales está analizando o contando. ¿Aporta algo nuevo a la reflexión, al debate? ¿O se queda más en un ejercicio de estilo? Pues creo que se acerca un poco a esto último. Se deja ver, sobre todo si entras en su juego. Pero queda a cada cual el decidir si le puede interesar o no.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Libro] The night is short, walk on girl – Tomihiko Morimi

Literatura

Hace unas semanas, poco antes de salir de viaje hacia San Francisco, comentaba en una entrada televisiva lo bien que lo había pasado, lo mucho que me habían gustado las series y película de animación que adaptan algunas novelas de Tomihiko Morimi, dentro de eso que podríamos llamar The Tatami Galaxy y derivados o similares. Las dos series entran directamente en lo que realmente es la «galaxia de los cuatro tatamis y medio», mientras que la película vendría a ser como una variante sobre el mismo tema, pero como una historia diferenciada, aunque con un entorno y unos personajes íntimamente relacionados con las anteriores. Tanto el diseño de los caracteres como el tipo de ilustración en general es similar.

Finalmente, mientras preparaba el viaje, y con él los libros que iba a cargar en el lector de libros electrónicos, pensaba que de todo lo anterior, lo que más se me había quedado en la cabeza y el sentimiento fue la película, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女], cuya traducción más literal sería La noche es corta, camina, doncella. Pero supongo que ese doncella así a secas resulta un poco raro, anticuado, en los usos habituales del castellano, así que utilizad el equivalente que prefiráis ¿Jovencita? Quizá resulta condescendiente. Pero lo que nunca dejaré de considerar adecuado es que, no sabiendo su nombre, doncella de cabello negro es el apelativo más adecuado y algo poético.

En la película te quedas con la sensación de que todas las peripecias que se nos narran, y que son fieles a las que nos cuenta la novela, transcurren en una frenética noche, a la que el título hace referencia. Sin embargo, en la única cuestión donde se rompe la fidelidad, la novela se toma su tiempo. Dividida en cuatro partes, la primera, en la que Doncella de cabello negro decide vivir la noche, y que da título a la novela, transcurre en primavera, poco después de que la chica haya comenzado su primer año de universidad, mientras que Senpai, su secreto enamorado está ya en tercero. La segunda parte, con las aventuras en la feria de libros usados, es en verano, la tercera, con el festival universitario, es el otoño, y la cuarta y última, con la epidemia de gripe abatiéndose sobre Kioto, es en vísperas de Navidad. Lo cual da otro sentido, más romántico y nostálgico, al enamoramiento de Senpai hacia Doncella de cabello negro, y a su incapacidad para abordarla directamente, temeroso de fracasar y sufrir un rechazo.

La novela, así, como ya se intuía o se sentía la película, es una romántica historia de amor y enamoramiento en época universitario, que puede resonar tanto en su público destinatario objetivo, los jóvenes en esa época, como en adultos con una o varias décadas más a cuestas, pero que vivieron esa época, y seguramente recordarán situaciones no tan diferentes en el fondo. Aunque las formas, o el tono de realismo fantástico de la historia, así como el trasfondo cultural nipón la hagan aparentemente distinta. Una historia de romance, que no lo parece, pero lo es, de descubrimiento personal, y de aventuras que sólo se pueden vivir en un determinado momento de la vida y en un determinado lugar.

Me la merendé en el viaje de vuelta de San Francisco. Parte de él, porque me forcé a dormir lo que pude para evitar el desfase horario… algo en lo que fracasé por completo. Pero como es una novela que engancha, la terminé de todos modos. Y eso que perdí el lector de libros electrónicos, me lo dejé en el avión de ida a San Francisco, y tuve que leerla en el móvil… que es un peñazo. Pero bueno, a pesar de eso, una novela encantadora, que me atreveré a recomendar a románticos declarados, a románticos no declarados, y a cualquier persona que quiera evocar épocas más jóvenes e inconscientes de su vida. O sea… a casi todo el mundo. Timoratos y gente «seria», se abstengan.

[Libro] La bailarina de Izu – Yasunari Kawabata

Literatura

No es habitual que escriba sobre libros los domingos. Pero es que me he encontrado con el hecho de que en estos momentos tenía ocho libros leídos sin comentar. Uno leído antes de comenzar mis vacaciones hace tres semanas y nada menos que siete se han acumulado en estas tres semanas. Y podría haber caído un octavo si no fuera porque el viernes en el tren que nos traía de Bilbao, después de ver en el iPad el último episodio de la primera temporada de las aventuras de Galadriel y Sauron en la Segunda Edad de la Tierra Media, muy interesante, ya comentaré, se me vino un encima un dolor de cabeza que me impidió centrarme en la lectura.

La bailarina de Izu, en japonés Izu no Odoriko [伊豆の踊子], es lo que podríamos denominar un clásico moderno o contemporáneo. Esta novela corta de Yasunari Kawabata, premio nobel japonés, del que ya he leído previamente algunas cosas, se publicó por primera vez en 1926 y desde entonces se instaló fuertemente en la cultura del País del Sol Naciente. En la región donde transcurre la acción, la península de Izu, no faltan los recordatorios al texto, hay personas que gustan de recorrer el camino de los protagonistas del libro, e incluso el nombre comercial de los trenes que unen Tokio con esta región reciben el nombre Odoriko, que habitualmente se traduce como bailarina/bailarín (el idioma japonés carece de género gramatical y las palabras no varían en este sentido).

Como tal relato, es un relato mínimo. Un joven de 20 años, de buena familia, estudiante en la universidad, en medio cierta crisis personal, con sentimientos de soledad y melancolía, aprovecha sus vacaciones al final del verano para recorrer caminando la península de Izu, no muy lejos de Tokio. En un momento dado, coincide en una posada con una familia de músicos ambulantes, con los que continúa su viaje hasta Shimoda, donde tomará un ferry de retorno a Tokio. Con la familia viaja la joven Kaoru, de catorce años, que baila y toca la pandereta, y de cuya gracia y belleza queda prendado. Y en cierta medida correspondido. Aunque de fondo está la diferencia de edad, clase y educación. Del joven, nunca sabremos el nombre [watashi 私, en el original, una de las formas de decir yo en japonés, de uso preferente habitual entre las mujeres o en ambos sexos en un entorno de comunicación formal].

El relato es una verdadera delicia de lectura. Está lleno de poesía, y en él, más que la atracción física entre los protagonistas, hay una idealización del otro. Especialmente de la joven bailarina, o pequeña bailarina para el joven estudiante, en la que ya apunta la guapa mujer en la que se está convirtiendo, pero que constantemente tiene detalles todavía que indican que no ha abandonado del todo la niñez. No hay procacidad alguna en el relato. Y además ya se encarga la abuela de la familia de asegurarse de que nada apropiado sucede entre los dos jóvenes, aun con la cálida acogida de la familia de músico hacia el estudiante. Al final, inevitable, hay separación. El joven vuelve a Tokio, la familia se dirige hacia la isla de Ōshima, de donde son y donde residen en invierno.

Novela corta absolutamente recomendable, ópera prima de Kawabata, pero que ya nos da una muestra de porqué es uno de los escritores más apreciados en lengua japonesa y, para muchos, uno de los mejores escritores del siglo XX a nivel mundial. Tres son los autores japoneses galardonados con el Nobel. Además de Kawabata hay que saber de Kenzaburō Ōe y de Kazuo Ishiguro, aunque este último, nacido en Nagasaki, está nacionalizado británico y escribe en inglés. Tengo que ponerme con la obra de Ōe en algún momento, que de los otros dos ya he leído varias cosas.

[Cine] Licorice Pizza (2021)

Cine

Licorice Pizza (2021; 07/20220127)

Siempre he tenido unas sensaciones ambivalentes con el cine de Paul Thomas Anderson. Considero que es un excelente director de cine, con una visión muy personal, muy expresiva… pero las cosas que cuenta, la mayor parte de las veces… no me interesan. Y mira que no ha hecho muchas cosas. En el ámbito del largometraje, digo. Y creo que las he visto, de una forma u otra, todas. Pero en alguna de sus películas, tan alabadas por la crítica y por el público más cinéfilo… pues me he aburrido. Así que cuando empecé a oír hablar de esta película me quedé frío. A la expectativa. Cierto es que pronto empezaron a lloverle las alabanzas. Y premios. Pero claro, ya he dicho que sus anteriores películas… No obstante parece que era «obligatorio» ir a verla.

Si no hubiese llegado la pandemia, es probable que a estas alturas ya tuviese fotos de California para ilustrar esta entrada. Pero no ha podido ser. Así que como Nueva York también está en la película, Central Park de la Gran Manzana tendrá que valer.

La ocasión surgió un par de semanas antes de su estreno, cuando anunciaron una sesión especial, con proyección de la película sobre película de 70 mm, a lo grande. En una de las pantallas de proyección más grandes de Zaragoza; la sala 4 de los Palafox. O sea, el Palafox de toda la vida, de cuando era niño, cuando no había multicines, y el paseo de la Independencia estaba salpicado de salas de cines o teatros que sólo hacían teatro en contadas ocasiones, la mayor parte de las ocasiones proyectaban películas de cine. Por supuesto, está rodada sobre película tradicional, no sobre digital… pero no está rodada sobre película de 65 mm, sino sobre películas Kodak Vision3, de distintas sensibilidades a la luz y al color, de 35 mm. Supongo que el copiar el fotograma de 35 mm sobre el de 70 mm para la proyección, sirve para aumentar también el tamaño del grano, que hace que la película tenga el aspecto de una película de principios de los años 70, época en la que se localiza la acción. Dentro de unas semanas volvemos a otro evento similar, con una película de la que temo me arrepentiré, que sí que está rodada con 65 mm (Sí, el formato «medio» del cine es película de 65 mm para rodar, y 70 mm para proyectar. El formato «pequeño» es de 35 mm para ambas acciones. Uso nomenclatura propia de la fotografía para denominar los formatos. Habría también formatos «subminiatura» de 16 mm, como en esta excelente película, o de 8 mm, de uso por aficionados, estudiantes y principiantes).

Transcurre en la película en los años 70, a principios, en torno a 1973, la crisis del petróleo de ese año que influye en el argumento de la película nos sitúa, en uno de los valles que conforman el área metropolitana de Los Ángeles, donde el día de la foto escolar un alumno de instituto de 15 años, Gary (Alana Haim), se enamora a primera vista y empieza a tirarle los tejos a Alana(Cooper Hoffman), una de las asistentes del fotógrafo, de 23 años. Y ahí empieza una peculiar historia de amor, improbable e incluso imposible si tenemos en cuenta las edades de los protagonistas. Él es además actor infantil, y los reencuentros frecuentes comienza cuando Alana es contratada como carabina para cuidar de los actores y actrices infantiles que van a participar en un programa de televisión en Nueva York. Y así, en una serie de episodios encadenados, más que en una historia única y lineal, van produciéndose los reencuentros de los protagonistas, con altibajos en la naturaleza de su relación.

La película, como decía, está rodada para que mantenga un aspecto en la luz y la estructura de la imagen similar a las películas de aquella época. Anderson es codirector de fotografía junto con Michael Bauman, en una trabajo realmente meritorio, muy notable. Es el primer trabajo en un largometraje como director de fotografía de Bauman, aunque ha trabajado en numerosas producciones dentro del equipo de iluminación como jefe de iluminación o electricistas. El tono es luminoso, muy angelino, muy californiano, y acompaña perfectamente una historia formada por una serie de historias pequeñas que mantienen un tono de comedia, realmente muy divertido. Yo me reí varias veces. El conjunto está perfectamente enlazado y se siente como una unidad a pesar de la naturaleza episódica del argumento. Hay una progresión en la relación.

Pero es que además la película está salpicada con la presencia de conocidos actores y actrices, mucho más famosos que los protagonistas, que interpretan a personajes reales, aunque con los nombres algo cambiados, pero muy reconocibles. Así Christine Ebersole es Lucy Doolittle, alter ego de Lucille Ball; Sean Penn interpreta a Jack Holden, protagonista de «Los puentes de Toko-san», alter ego de William Holden que protagonizó Los puentes de Toko-ri (The bridges at Toko-ri); Tom Waits, interpreta a Rex Blau, un director de cine basado en Mark Robson… que rodó entre muchos títulos conocidos lo mencionados «puentes»; Bradley Cooper es Jon Peters, sin el nombre cambiado, peluquero, o estilista capilar si lo preferís, y productor que mantuvo una cierta relación con Barbra Streissand. Por poner unos ejemplos. El reparto es muy coral, aunque dominado por los dos personajes protagonistas, y podemos decir que el trabajo del conjunto está a un alto nivel. De los dos protagonistas, me quedo con el trabajo de Alana Haim, que también se lo curra en el mundo de la música. Toda su familia sale en mayor o medida en la película. Anderson ha dirigido vídeos musicales para el grupo que forma con sus hermanas mayores. Su trabajo es más consistente… pero también es más madura en edad que su compañero de reparto, que también lo hace muy bien. Pero si se confirma que es una contendiente para los Oscars, lo tendrá merecido.

Resumiendo, estamos ante una película con la que lo pasamos muy bien. Una comedia romántica que rompe con todos los esquemas habituales del género, que da un repaso a una época ya en la historia y a su cultura popular, y que escondidos entre lo cómico y lo romántico, no deja de hablarnos de otros valores importantes, relacionados con la tolerancia, la amistad o la familia. Por poco convencionales que puedan ser en un momento dado. Muy recomendable. De lo mejor del último año.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Boze ciaŁo (2019)

Cine

Boze ciało (2019; 51/20201020)

En los últimos años están llegando películas interesantes desde Polonia y otros países del este de Europa como, por ejemplo, Hungría. Muchas de ellas son críticas con distintas condiciones sociales y políticas, lo cual supone una paradoja con la deriva hacia las derechas populistas, por no decir fascistas, que están tomando algunos de estos países, especialmente los dos que he mencionado. Ultranacionalismo, xenofobia, gran poder para el estamento religiosos… lo tradicional. En esta película de Jan Komasa es el estamento religioso el que es puesto en cuestión, así como el sentimiento religioso tradicional que lo sostiene en la población. El título de la película se traduce en las versiones internacionales al latín, Corpus Christi.

Nos damos vuelta por una bonita ciudad polaca, Poznan, donde no faltan las iglesias, donde se suele mezclar religión y nacionalismo.

Un joven de un reformatorio Daniel (Bartosz Bielenia), es puesto en libertad condicional y enviado a trabajar a una serrería en una zona rural de Polonia, avalado por el sacerdote del centro de reforma. Pero tras una serie de eventos, se hará pasar por sacerdote y sustituirá al titular de la parroquia de la población donde se encuentra la serrería. Esta se encuentra marcada por un trágico accidente en el que un conductor, presuntamente bebido, atropelló y mató a un grupo de jóvenes. Los rencores viven en las familias de los fallecidos. Pero Daniel, junto con la compañía de la joven Eliza (Eliza Rycembel), revolverá las conciencias y despertará la reacción de los vecinos ante esta situación, mantenida de alguna forma por el viejo sacerdote enfermo.

La película está presentada correctamente en su dirección y su producción, aunque su principal valor es la interpretación de su reparto. Más que una crítica a la religión, lo que hay es una crítica a la religión tradicional y los valores conservadores e intransigentes que arrastra. De fondo, también está la condición de los jóvenes en centros de reforma, obligados a vivir en una disciplina impuesta por el estamento religioso, pero que les deja claro que por su condición ya no deben esperar tener las oportunidades en la sociedad que cualquier otro joven. A Daniel se le negará la entrada al seminario, por vocación que tenga, o no, por su condición de exdelincuente juvenil. La película presenta una serie de lugares comunes habituales en estas críticas a la religión, como su frecuente connivencia con los poderes económicos y políticos, y su búsqueda del control de las conciencias y el comportamiento de la población.

La película es correcta y, como digo, tiene buenas interpretaciones. Pero tampoco me parece que aporte nada realmente nuevo que no se haya expuesto ya en otras ocasiones. Le falta algo de brillantez o de profundidad, y el propio personaje protagonista puede resultar confuso en su definición personal. Pero se puede ver bien. Sin duda. Globalmente se salda en positivo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Noches blancas – Fiódor Dostoyevski

Literatura

Debo reconocer que tengo grandes carencias en mi conocimiento de los clásicos rusos del siglo XIX tan celebrados por tantos, por sus aportaciones al relato literario, a la novela con mayúsculas. Pero mi única experiencia con ellos es Ana Karénina de León Tolstoi, que siempre me ha generado una sensación ambivalente. No puedo negar la gran calidad de la novela, pero al mismo tiempo me genera rechazo la ideología que Tolstoi destila detrás de la misma. Por mucho que reinterpretaciones actuales de la historia de la historia hayan querido ver en la Karénina como icono feminista, Tolstoi la expone como ejemplo de comportamiento impropio que merece castigo… como así sucede, mientras los machotes rusos de la época siguen con sus vidas.

No he ido y no sé cuando visitaré Rusia. Para ilustrar la entrada, usaré las salas de un palacio ruso, el de Catherinethal o Kadriorg, en Tallín.

Pero en vísperas de mis vacaciones en agosto apareció la novela corta de Dostoyevski que hoy nos ocupa en oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. Y fui a por ella.

Se lee en un plisplás. En ella se nos narran una serie de encuentros entre dos jóvenes. El, con veintipocos años, todavía pobre, se esfuerza por salir adelante trabajando y llegar a algo. Es solitario. Y como distracción se conforma con sus paseos por San Petersburgo. Ella, una adolescente que no ha llegado a los dieciocho años, también pobre, al cuidado de su abuela. Él se enamorará irremediablemente de ella. Pero ella,… ella espera que se realice una promesa una vez realizada.

Sencilla, ágil, pero profunda, es una delicada vuelta más al eterno tema de los amores no correspondidos. Y al terror que cualquiera siente ante la frase,… «pero podemos ser amigos». Muy recomendable.

[Libro] Lección de alemán

Literatura

Durante mi reciente escapada a Berlín, tuvimos la ocasión de visitar la Hamburger Bahnhof. Esta instalación dedicada al arte moderno y contemporáneo, es una de las dependencias de la Nationalgalerie. En su programación incluye exposiciones con fondos propios, junto con exposiciones temáticas con fondos propios y ajenos. Entre las exposiciones que pudimos visitar en esos días estuvo la dedicada al pintor expresionista alemán Emil Nolde.

«Imperial Love» de Robert Indiana, variante de su más afamada obra, «Love», que se encuentra en el patio delantero de la Hamburger Bahnhof. Esta como el resto de las fotografías, pertenecen a mi escapada berlinesa de este año, realizadas con la Pentax MX de los años setenta y unos cuantos carretes de película en blanco y negro.

Nolde es un figura controvertida. Y la exposición que tuvimos ocasión de visitar tenía como finalidad poner al artista en su sitio. Antisemita convencido, militó en el Partido Nazionalsocialita Obrero Alemán de Adolf Hitler. Sin embargo, eso no impidió que su obra fuera incluida dentro del «arte generado» que en forma de exhibición ridiculizadora recorrió Alemania en 1937. La exposición tuvo mucho más éxito que las dedicadas al arte aprobado por los jerarcas nazis. Durante la guerra fue expulsado de la Cámara de Bellas Artes del Reich, lo cual supuso la prohibición absoluta de ejercer la profesión de pintor y de exponer o vender su obra. Lo cual le permitió presentarse tras la guerra como una víctima más del nazismo y adquirir cierto prestigio. Como decía, la exposición que visitamos puso las cosas en su sitio, y sus obras se han retirado de edificios oficiales, reservándose para los museos.

Una de las cosas que nos llamó la atención en la exposición es que la figura de este pintor inspiró al escritor Siegfried Lenz, prestigioso literato del siglo XX, uno de los que más contribuyeron a la reflexión y catarsis sobre el periodo de barbarie política que sufrió Alemania en la primera mitad del siglo. En la propia exposición conocimos de la existencia del libro que nos ocupa hoy, comprobando que en España está publicado por Impedimenta. Una editorial que cuida mucho sus publicaciones.

En esta lección de alemán, conocemos a un joven que a principios de los años 50 del siglo XX no ha alcanzado todavía la mayoría de edad y se encuentra internado en un centro de reforma en una isla del Elba cerca de Hamburgo. El joven, un niño durante la guerra, es castigado a realizar un trabajo de redacción sobre el tema Las alegrías del deber que no ha culminado en clase de lengua alemana. Será recluido hasta su finalización. El joven se embarcará en la redacción de sus memorias en tiempos de la guerra, en una pequeña población de Schleswig-Holtein costera con el mar del Norte y cercana a la frontera danesa, donde su padre es el agente encargado del puesto de policía local, y donde reside un afamado pintor que, al igual de Nolde, recibe la prohibición de no ejercer su profesión. Y el padre del niño, la orden de impedir que incumpla la prohibición. Esto generará unas presiones y unas tensiones en el niño en los últimos años de la guerra que tendrán consecuencias en su juventud.

Un libro duro por lo que se cuenta, en la que se pone en solfa el «sentido del deber» de la población alemana ante las demandas de sus líderes nazis, con consecuencias lamentables. Pero al mismo tiempo, presenta una narración y una descripción de los paisajes en los que transcurre la historia que no carece de valores poéticos, generando un ambiente muy especial. Es una novela que se ha de leer con calma, digiriendo lo que está pasando en la mente del protagonista, que es nuestra vía para conocer lo que pasa en la de los demás, con la visión deformada del niño que fue. Hay momentos cómicos, tiernos, dramáticos, humanos, terribles, inhumanos, absurdos…

He de decir que me costó cogerle el ritmo a la narración, pero cuando lo hice no la hubiera abandonado por nada del mundo. La escritura, si la traducción al castellano es un buen reflejo, es excelente. La historia llega a ser apasionante, humana. Y da qué pensar. Sobre ese «sentido del deber» que tan importante parece al director del reformatorio años después del final de la barbarie nazi… en la que también era tan importante el «sentido del deber». Muy recomendable.

[Cine en TV] Flavors of Youth – International Edition (2018)

Cine

Flavors of Youth – International Edition (2018; 38/20180807)

Aunque es un estreno en Netflix, por su característica de largometraje novedoso, y teniendo en cuenta las nuevas formas de acceder a las películas cinematográficas, la voy a considerar entre los estrenos del año. También es cierto que por otra parte, configurada esta película como tres relatos cortos, relacionados en el tema, pero no argumentalmente, se puede ver, y de hecho yo la he visto así, como una miniserie de tres episodios. Da igual. El caso es que estamos ante una producción de animación con tres directores, dos chinos, Haoling Li y Xiaoxing Yi, y uno japonés, Yoshitaka Takeuchi, que ha sido vendida por la cadena de cine y vídeo bajo demanda como de los responsables de alguno de los grandes éxitos recientes de la animación japonesa.

No he visitado ninguna de las tres ciudades chinas que aparecen en la película; así que, de las dos que he visitado, he escogido Macao para ilustrar la entrada, porque es la que más me transmite la sensación de nostalgia de la película.

Es decir, nos venden esta producción como prima hermana del Kimi no na wa de Makoto Shinkai. Veamos la realidad. La película es una coproducción. Por un lado, la productora de las películas de Shinkai, siendo el productor jefe Noritaka Kawaguchi, que ha estado involucrado en tareas de producción en las películas del prestigioso director japonés de animación. Pero por otro lado, hay una productora china involucrada. Y la acción de las tres historias de las que consta la película transcurre en tres grandes ciudades chinas, con personajes chinos. Y está la cuestión del idioma original de la película.

Uno diría que en una película de animación la cuestión del doblaje frente al idioma original de la película es una cuestión menor, frente a cuando se plantea esta cuestión en películas de acción real. Yo no estoy del todo de acuerdo. Al fin y al cabo, el texto original del guion está en un idioma, y a partir de ahí lo que devienen son traducciones, que pueden estar más o menos acertadas. Así que yo siempre soy partidario de la versión original, por ser la obra original sin adulterar. Independiente de mi grado de comprensión del idioma. Que yo, en mandarín o en japonés, estoy más bien flojo. Eufemismo, para significar que son idiomas ininteligibles para mí.

La película la podemos encontrar con información de dos formas. O viene con el título original de Si shi qingchun (肆式青春) [Cuatro estilos de juventud] en chino mandarin, o Shikioriori (詩季織々) [Poema de las estaciones tejidas unidas] en japonés, o con el título en inglés para la versión internacional. De las tres historias, las primera, , y la tercera, , están dirigidas y escritas por su directores chinos. La segunda, , esta dirigida por el director nipón y escrita también por un guionista japonés, Naruki Nagakawa. Así que a saber cuál es su idioma original. En IMDb aparece el chino mandarín, en Netflix aparece el japonés, sin opción al anterior. Vedla como creáis oportuno o podáis.

Aunque vendida a la estela de Kimi no na wa, lo cierto es que el estilo profundamente melancólico de las tres historias, está mucho más emparentado con las películas anteriores de Shinkai, como Koto no ha no niwa [El jardín de las palabras] o 5 centímetros por segundo [Byôsoku 5 senchimêtoru]. En concreto, la última de las tres historias Shànghǎi liàn (上海恋) [Amor en Shanghai] debe mucho en su argumento a esta última; la separación de dos enamorados que nunca llegan a confesarse su amor en el instituto, y la dificultad para que sus vidas converjan de nuevo.

Las tres historias se encuentran localizadas en tres grandes ciudades chinas distintas, y su elemento común es la nostalgia hacia tiempos mejores. Lo cual es llamativo, porque los protagonistas son gente muy joven. Ya se puede deducir que la tercera se localiza en Shanghái. La primera, Xiàngyáng zǎocān (向阳早餐) [Un desayuno al sol], tiene como protagonista a un joven asalariado en Pekín. La segunda, Xiǎo xiǎoshí zhuāng xiù (小小时装秀) [Un pequeño desfile de modas], nos habla de dos hermanas que viven en Cantón, la mayor, una modelo que ha comenzado su decadencia, la menor, una joven diseñadora de roja.

Globalmente me parece una producción que merece la pena que los aficionados a la animación le den una oportunidad. Quiero avisar que cuando la vi… me pareció que eran argumentos y situaciones muy manidas, demasiado a la estela del cine de Shinkai, y me dejó un tanto decepcionado. Además, su presentación artística, aunque correcta, no tiene el virtuosismo al que nos tiene (mal)acostumbrados el director japonés u otras productoras niponas como Studio Ghibli. Pero he de decir que el recuerdo de la película, conforme pasan los días, me resulta agradable. Con los dos primeros episodios como los que más crecen en mi memoria. Evidentemente, el tercero resuena demasiado como una nueva versión de aquella maravillosa velocidad de los pétalos de sakura al caer.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] 4 3 2 1

Literatura

Hace ya prácticamente mes y medio o más que terminé de leer este libro. Me impactó mucho. Me gustó mucho. Pero decidí que antes de comentarlo tenía que digerirlo un poco. Lo curioso es que eso me llevó a olvidarme de él, porque la vida sigue, porque otros libros le siguieron que acapararon mi atención. La verdad es que llevo un cierto retraso comentando libros leídos. No creo que tarde muchas semanas en ponerme al día, pero ahí estoy. En estos momentos, además del que hoy comento, tengo otros dos libros terminados, y uno que no tardaré mucho en acabarlo. Pero lo cierto es que de lo que he leído en los últimos tiempos, esta peculiar novela de Paul Auster es de los que más me ha marcado. Por diversos motivos.

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Visitaremos el río Hudson. Navegando entre Manhattan, Staten Island y la orilla de Nueva Jersey.

Auster es un autor con el que disfruto. Con el que me llevo bien. No es que me haya leído gran parte de su obra o cosa parecida. Es mucho lo que me faltaría de leer de este autor norteamericano, uno de los más importantes de la literatura en inglés actual. Pero lo que he leído me ha satisfecho. Tanto por los temas, como por la forma de escribir, siempre matizad por las traducciones, como por las historias que nos cuenta. Esta ocasión no es una excepción. Pero tiene un añadido; su estructura argumental es muy peculiar.

El libro nos cuenta la(s) vida(s) de Archie Ferguson. Nacido a finales de los años 40 en el seno de una familia judía de clase media que vive en la zona de Nueva Jersey/Nueva York, tras un capítulo previo que nos habla de los orígenes de su familia, de su padre y su madre, va desgranando los acontecimientos que van marcando su infancia, su adolescencia y su juventud. Y en paralelo, los principales acontecimientos que marcan la historia norteamericana de los años 50 y 60 del siglo XX; el baby boom y el desarrollismo, la guerra fría, el advenimiento de Kennedy, su asesinato, la lucha por los derechos civiles, la guerra del Vietnam, las crisis de finales de los años 60,… La cuestión es que no nos cuenta, como ya os habréis dado cuenta al principio de este párrafo, UNA vida de Ferguson. Sino varias. El autor especula con los acontecimientos que marcan la vida de su protagonista, cómo se forja su carácter, como se relaciona con su familia o sus amigos, cómo se desarrolla su sexualidad, o cuáles son sus intereses y su destino profesional y vital, en función de las variantes que surgen a lo largo de esa vida, estableciendo caminos vitales alternativos. Así, cada capítulo está dividido en cuatro partes (1.1, 1.2, 1.3, 1.4 o 3.1, 3.2, 3.3, 3.4), en los que vemos la evolución de los distintos Fergusons alternativos.

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La gran habilidad de Auster es que siempre sentimos que estamos ante la misma persona. Lo que cambian son los acontecimientos, las circunstancias, cosas que moldean nuestro carácter, que condicionan nuestro devenir, que abren distintos caminos hacia los que podemos frente a lo que queremos ser. La vida como un conjunto de bifurcaciones, algunas determinadas por nuestras elecciones, otras por las de los que nos rodean, o por las circunstancias históricas. Para mí, para quien el sentido de la historia, la consciencia de que venimos de algún lugar y en un tiempo que nos marcan, es casi la novela perfecta. Casi. Porque permite una exploración completa de la persona. La que es, la que pudo ser. Aunque tengo poca capacidad para el arrepentimiento sobre lo que pudo ser o no ser mi vida, no puedo dejar de reconocer que conforme cumplo años miro con frecuencia hacia atrás y reconozco algunas bifurcaciones en mi vida. Eso sí sólo reconozco aquellas que dependen de los momentos en los que tomé alguna decisión trascendente en mi vida. O algunas en las que alguien la tomó por mí, que también las ha habido. Imposible o muy difícil reconocer de circunstancias que ignoramos, pero han estado ahí y nos han influido. Por lo tanto, tengo que reconocer que ha sido un libro que ha impulsado mucho esa actitud introspectiva sobre ese pasado que tantas alternativas presentó. O quizá no. Quizá nuestra trayectoria vital esté más determinada de lo que creemos, y nuestras elecciones sean más aparentes que reales. Que nuestra vida sólo admitía un recorrido… un tema que ha pensadores de todas las épocas ha llevado a mal traer.

En cualquier caso, he disfrutado mucho con las peripecias de Ferguson. Le he cogido mucho cariño. Especialmente a alguna de sus variantes. Aunque os he decir un secreto. Al final, todo… No. Mejor lo descubrís vosotros. Porque es una lectura muy recomendable.

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