[Libro/historieta] Solanin – Inio Asano

Literatura

No sé muy bien cuál es el criterio por el cual, cuando transcriben una palabra con alguna de las moras del grupo ra, re, ri, ro, ru del japonés a un idioma indoeuropeo, como el inglés o el castellano, a veces conservan la «r» y otras lo transcriben como «l». En japonés, esas moras se pronuncia con un fonema intermedio, que a veces nos suena «r» y otras «l». El caso es que el título original de este relato gráfico de Inio Asano, Soranin ソラニン, nos lo ofrecen en español o en inglés o en otros idiomas como Solanin. Que es el título de una canción ficticia de la que se habla en la historia. Ficticia hasta que un grupo de rock japonés, con letra del propio Asano, la que aparece en la historia, le puso música y la grabó. Y se usó en la adaptación al cine que hubo en su momento de esta historia.

Como consecuencia de la buenísima impresión que me dejó la lectura reciente de la serie de ciencia ficción de Asano que recientemente se adoptó como serie de anime, decidí que quería leer más de este autor. Y me puse a buscar y di con dos de sus obras, el relato gráfico que nos ocupa hoy, y una antología de relatos cortos de la que hablaré en otro momento. Solanin es una historia publicada originalmente de forma serializada entre 2005 y 2006. Yo la he leído en un volumen único, aunque originalmente se recopiló en forma de dos tankōbon. Y los temas que trata son algunos de los más queridos por los autores japoneses; aquellos relacionados con la alienación que genera la sociedad en las grandes ciudades, especialmente Tokio, entre las gentes. Y en este caso, la rebelión contra la misma de unos jóvenes que se debaten contra las «obligaciones» impuestas por el paso pleno a la edad adulta.

Meiko (ella) y Taneda (él) son dos jovenes en la mitad de su veintena. Se conocieron y se enamoraron como estudiantes en la universidad, y llevan juntos varios años. Viven juntos, y salen adelante con el salario de ella como oficinista y los magros ingresos de él como ilustrador a tiempo parcial en una editorial. Se quieren. Pero están insatisfechos. Meiko es consciente que a este paso, se van a quemar, y su relación peligrará. Por ello toma una decisión. Aprovechando sus ahorros, deja su trabajo para replantearse su vida, y anima a Taneda para que retome sus sueños de universitario; la música y su grupo de rock. Sin embargo, una tragedia cambiará por completo los planteamientos de Meiko.

Hay varias cosas que me gustan, y mucho, en esta historia de Asano. La primera, importante, es que los personajes, los dos principales, pero también el grupo de amigos y familiares que les rodea, se sienten reales. Vivos. Auténticos. No son héroes. Tampoco antihéroes. Son gente. Gente maja. Pero con problemas. Meiko es una chica corriente. Y sin embargo, en su autenticidad de veinteañera que profundiza con reticencias, y con resistencias, en las responsabilidades de la vida adulta, se percibe especial. Y atractiva. Otra cosa importante es el entorno. También se siente real. Da la impresión que las vivencias de los personajes tienen que ver con la percepción real de Asano sobre la sociedad en la que vivía en ese momento. Tendría entre 24 y 26 años cuando publicó la historia, los mismos que sus personajes. Es una historia de ficción que rezuma autenticiadad.

La historia no resuelve la vida de sus protagonistas. En el mejor estilo de la literatura asiática, no hay un desenlace propiamente dicho. Durante un tiempo, pasan cosas, cosas importantes, cosas trágicas, cosas buenas, y pequeñas cosas. Pero al final no hay cierres. Porque la vida sigue. Y cada día hay que tomar nuevas decisiones y tirar para adelante. Cada uno, como mejor entienden. Es una historia excelente, con una realización no menos excelente. Distinta a la de las chicas de DeDeDeDe, pero engarzada en las mismas preocupaciones y en los mismo temas. Y probablemente mejor. Aunque eso depende de los gustos de cada cual. En cualquier caso, muy recomendable. Lo más curioso es que, 20 años después de publicarse la historia por primera vez, los temas siguen siendo totalmente actuales y válidos. Parece que en esos 20 años, las sociedades actuales, poco han evolucionado en el fondo.

[Libro] Las deliciosas historias de la taberna Kamogawa – Hisashi Kashiwai

Literatura

Leí la «primera parte» de estas historias «detectivesco-gastronómicas» hace unos meses, hacia el final de la primavera, durante el viaje de vacaciones a Japón. Y leí esta «segunda parte» al principio del otoño, durante el viaje de vacaciones a Singapur. No es que me entusiasmaran tanto en su momento las historias del primer libro, escrito por Hisashi Kashiwai, como para que tuviese tantas ganas de volver a ellas. Simplemente, es una lectura amable, muy adecuada para un viaje, en el que no siempre puedes concentrarte todo lo que desearías, y tampoco buscas lecturas especialmente densas o profundas.

Entrecomillo lo de «primera parte» y «segunda parte» porque realmente podrían formar todas ellas parte de un único volumen. Son historias cortas con el mismo esquema. Comienzan con una persona caminando más o menos despistada por uno de los barrios próximos al río Kamo en Kioto, buscando una pequeña taberna sin identificaciones en la fachada. Allí, un cocinero con su hija atienden a los comensales, al mismo tiempo que ofrecen un peculiar servicio de detectives. La persona les solicita que reproduzcan un plato de comida, de su pasado, que les evoca especiales recuerdos, los liga a determinadas personas, o tiene un especial significado en su vida. Dos semanas más tardes, vuelven,… y el plato está allí cocinado. La estructura de los relatos es siempre la misma, y todas las historias buscan destacar la humanidad de los que allí se acercan, que reflexionan sobre sus errores, añoran a sus seres queridos, o quieren volver a conectar con su pasado. Son historias «buenrollistas», que buscan dar un poco de calidez a la vida.

Así por lo tanto, lo que sobre ellas opiné hace cinco meses, sigue siendo válido. Si acaso, en esta tanda conocemos algo más sobre los dos personajes principales, el cocinero y su hija. Su añoranza por la esposa y madre fallecida, el pasado como policía del cocinero, la existencia de algún pretendiente para la hija, treintañera y aparentemente soltera recalcitrante,… cositas que nos permite empatizar algo más con ellos.

Como dije entonces, y como he venido dejando claro en los párrafos anteriores, no es la octava maravilla de la literatura, pero es un lectura simpática que te deja de buen humor. Y que invita a volver a Kioto y perderse entre las callejuelas próximas al río Kamo, por si uno encuentra el shokudō 食堂, donde picar una selección de platos seleccionados por el propio cocinero y todos deliciosos. Que pena que Kioto se haya convertido en un tourist trap que puede agobiar por la cantidad de gente que la visita.

[Libros] Buzzati y sus tártaros, y Coetzee y sus bárbaros

Literatura

Hoy he abandonado la lectura de un libro cuando llevaba un 20 % leído. Lo tendría que haber abandonado al poco de empezar… definitivamente, cierto tipo de escritura «creativa» norteamericana ya me cansa mucho. Y desgraciadamente se da con frecuencia en la ciencia ficción, aunque también en muchos otros géneros. Un pérdida de tiempo. Y me venía muy bien recomendado.

Y muy bien recomendados me venían los dos que voy a comentar hoy. Y los comento juntos porque tienen mucho que ver ambos. Ambos tienen temas en común, al mismo tiempo que ambos son muy distintos en su mensaje, en su contexto y en sus intenciones. Pero resuenan mutuamente, me dijeron que mejor los leía ambos no muy lejos uno de otro, y eso ha sido conveniente y un acierto.

El primero de los libros es El desierto de los tártaros de Dino Buzzati, de 1940. Un joven teniente recibe su destino en un aislado fortín fronterizo, entre las montañas que separan el país de un desierto, por el cual se presume que puede llegar una amenaza enemiga. Llega para dos años, se plantea solicitar un traslado antes. Pero al final, enganchado a las desidias de las rutinas del fortín, permanecerá allí destinado durante décadas, el resto de su vida, olvidado de sus amigos y su familia, y del mundo en general.

El segundo de los libros es Esperando a los bárbaros de J. M. Coetzee, de 1980. Se comenta con frecuencia hasta que punto esta novela del premio Nobel sudafricano está influenciada o inspirada por el anterior. Y ambos por un poema de Kavafis del cual toma el título Coetzee. Volvemos a un lugar fronterizo de un imperio, en los límites de un implacable desierto. Donde un magistrado ejerce la autoridad imperial, como administrador y juez del lugar. Hasta que un día llegan unos militares que cazan a personas de más allá de la frontera, a los que torturan, bajo el pretexto de que los bárbaros pretenden invadir el imperio. La relación del magistrado con una joven torturada a la que devuelve al desierto, provocará su caída en desgracia entre los militares y los torturadores, que lanzan una expedición contra los bárbaros.

Ambas novelas plantean un escenario similar. Un lugar alejado de todo, casi olvidado del mundo. Un enemigo que nunca se ve. Una espera interminable. Y la futilidad de la vida en esta situación que roza el absurdo. De hecho, especialmente el libro de Buzzati, recuerda a esa obra maestra del absurdo que es Esperando a Godot de Samuel Beckett, aunque hay que recordar que la obra de Beckett es varios años posterior a la de Buzzati. En ambos casos, nos encontramos ante personas que viven una vida sin alicientes reales, sin objetivos claros, sin el apoyo y el afecto de auténticos amigos o familiares, con el norte perdido. Pero la novela de Coetzee va mucho más allá. Porque esos torturadores representan la realidad terrorífica del régimen del apartheid de su país natal. Cuando el enemigo teórico, del que hay que defenderse, que justifica la violencia arbitraria, injustificable e injusta, está dentro del propio país que se convierte en un desierto social y ético. Ambas novelas dialogan entre sí. Pero también dialogan con el tiempo que les tocó vivir a sus autores, con las sociedades alienantes en las que desarrollaron su obra.

Ambas obras están altamente consideradas por público y crítica. La obra de Coetzee es considerada por muchos como una de las obras fundamentales del siglo XX. Pero también he de decir que, de alguna forma, es la obra de Buzzati la que más me impacta. Quizá porque es fácil trasladar el mensaje de Coetzee a esa realizada social y política que tantas veces se ha denunciado. Es fácil poner forma a la metáfora. Mientras que la obra de Buzzati conlleva un mensaje que se infiltra fácilmente, aunque de forma incómoda, en la mente del lector. Porque de una forma u otra, en sociedades donde la alienación de la persona es frecuente, todos podemos estar en ese apartado fortín, aislados, viviendo durante años, esperando a un enemigo que no llega, porque quizá el enemigo no es quien pensamos. Dos obras muy importante, de lectura altamente recomendada, aunque no necesariamente fácil. Y la dificultad no está en la prosa de los autores, sino en los incómodos hechos narrados y en las incómodas consecuencias de los mismos.

[Libro] Confesiones – Kanae Minato

Literatura

En la primavera del año pasado leí mi primer libro de Kanae Minato. Y en el comentario que publiqué en estas páginas ya concluía con mi deseo de leer más obras de la autora japonesa. Autora especializada en novelas de misterio y crimen. Pero con un tono de introspección psicológica de los personajes que las aleja de las tradicionales whodunit de forma muy notable. De hecho, no importa quién ha cometido el crimen. En muchos casos, esa información se nos comunica de forma temprana en el libro… al menos de forma parcial. Lo que importa es la naturaleza del crimen en sí misma, y las motivaciones de los que participaron. Los criminales, las víctimas, los familiares y amigos que sobreviven a las víctimas, los familiares y amigos de los criminales, los que estaban allí y no hicieron nada…

Transcurre la acción de la novela en una ciudad de provincias japonesa. Sin especificar. He elegido algunas fotografías de Toyama para representarla.

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Como en el libro que leí hace año y medio, también en esta ocasión la historia se nos cuenta desde los puntos de vista de distintos personajes. Empieza el libro con el final de curso en un instituto japonés del equivalente a la española enseñanza secundaria obligatoria. La tutora se despide de sus alumnos y les anuncia que el siguiente año no estará con ellos, porque se retira de la docencia. Su hija falleció hace unos días, con sólo cuatro años. Aparentemente, ahogada en la piscina del instituto. Pero la profesora les anuncia que no fue así, que fue un asesinato cometido por dos de los alumnos, a pesar de que la policía concluyó que fue un accidente, y da suficientes referencias como para que todos sepan qué alumnos son. Adolescentes que no han alcanzado todavía la edad de responsabilidad criminal. En las siguientes partes del libro conoceremos el punto de vista de todos los implicados, los dos alumnos que según la profesora mataron a la niña, los de algunos de sus familiares y de algunos de sus compañeros de clase.

El asesinato de una niña de cuatro años es algo que nos horroriza a todos. Es un ejemplo de lo peor del ser humano. Y horroriza más si es cometido por personas que muchos consideraríamos todavía niños, o poco más que niños, aunque hayan iniciado su recorrido por la adolescencia. Pero lo que horroriza más es la ceguera que muchas veces sufren los perpetradores y sus entornos sobre la responsabilidad ética de todos los implicados que han llevado a estos crímenes. Minato hace una dura crítica a la forma en que la sociedad afronta estos hechos. Ella es docente. El padre de la niña muerta es docente. Y uno de fama, admirado por todos. Cuyas tesis son benevolentes para los adolescentes potencialmente criminales. El nuevo profesor de los alumnos también es docente, y es incapaz de orientar y enfocar el trauma subsecuente. Y la sociedad se debate entre extremos. Entre la mano dura contra el criminal, no importa la edad del mismo, o de las responsabilidades de su entorno, y las posturas en las que considerando a los menores como no responsables, permiten que salgan de rositas de sus crímenes. Un debate social y político polarizado y sin soluciones prácticas. Y luego está… la venganza. ¿Es justificable la venganza, por sutil que sea, por demorada que parezca, cuando la justicia no funciona y el crimen original es terrible? Porque es ese el segundo hecho terrorífico del final de este libro, que lo convierte en casi magistral.

Si me gustó la primera de las novelas que leí de Minato, esta me ha gustado más todavía, siendo además de las que crecen en el recuerdo. Las historias de Minato son duras. No se anda con chiquitas. Sin recrearse morbosamente en los detalles, no dejan de ser historias crudas, de las que ninguno de sus personajes sale indemne. Y si el lector tiene una mínima responsabilidad, tampoco. Y lo más terrorífico es… que son plausibles. que pueden suceder. Qué sabemos que es así… En fin. He leído las dos únicas novelas de Minato traducidas al castellano. Si quiero leer más de esta interesante autora, tendré que buscar las traducciones a otros idiomas. Pero creo que me apetecería mucho.

PS: Un día después de escribir esta entrada, tengo la oportunidad de ver en el televisor de casa la película de 2010, dirigida por Tetsuya Nakashima, que adaptó la novela de Minato. Es fiel al libro, pero falla en generar el mismo tipo de emoción, incluso si el público votante de IMDb la puntúa bastante favorablemente. A ratos confusa, peca además de una interpretación a veces un tanto dispersa y algo exagerada. Algo que se ve con cierta frecuencia en determinadas producciones japonesas. Quizá sea algo cultural. No del todo convencido.

[Libros] Dead Dead Demon’s Dededede Destruction – Inio Asano

Literatura

Cuando terminó la serie de animación basada en esta serie de manga, ya hice un amplio comentario sobre esta obra. Aunque más desde la perspectiva de la producción televisiva que de la serie literaria. Sí. Literaria. El cómic, la historieta, los relatos gráficos, las novelas gráficas, el manga… como lo queráis llamar, también es literatura. El guion es tan importante como la ilustración. También conviene… deben… estar bien escritos. Y podemos asegurar que Inio Asano, el autor de esta serie, es un magnífico escritor. En aquellos momentos iba por la mitad de los doce tankōbon (単行本) de los que consta. Ya he terminado la serie completa. Y sí, me reafirmo. Siendo muy muy buenos tanto el manga como el anime, el manga es superior.

En cualquier caso, el anime es bastante fiel al manga, aunque hay algunas diferencias. El episodio 0 del anime, que sirve como prólogo, es el final del manga. Y la resolución de la historia es diferente, siendo más optimista la de la serie de animación. Resumamos la historia.

Un 31 de agosto cualquiera una gigantesca nave espacial, la «nave nodriza», aparece sobre la bahía de Tokio y se queda estacionada girando lentamente sobre la metrópolis japonesa. Y en el mundo en general, pero en Japón y Tokio en particular, las gentes tienen que adaptarse a una nueva normalidad. Y entre las gentes, un grupo de adolescentes, que tienen que seguir con sus vidas cotidianas. Con sus estudios, sus amistades, sus amoríos, sus indecisiones, sus problemas familiares… Y mientras, políticos, prensa, ejército, de Japón y de otros países, comienzan una carrera de hipocresía en la «lucha» contra los «invasores», unos «invasores» que tienen un aspecto que es cualquier cosa menos amenazante, y que en ningún momento dan muestras de agresividad, aunque son constantemente cazados y aniquilados cuando abandonan la nave nodriza. Una nave con problemas, que se deteriora claramente, hasta que tres años más tarde llega otro 31 de agosto, y llega el apocalipsis, o el fin del mundo tal y como lo conocíamos.

Ya comentaba en la entrada a propósito de la serie de animación que los temas son diversos. O el género al que pertenece la serie. Ciencia ficción, recuentos de la vida, un canto a la amistad entre las dos protagonistas y las gentes que les rodean, una historia de amor encubierta (aunque la serie queda más como una historia de amistad). O bien una dura sátira contra los modos y las trazas de los seres humanos, de los políticos (al loro con el alter ego de Donald Trump), de las empresas… de la civilización humana en general. La serie de manga es algo más áspera y dura que la serie de animación. No por mucha ventaja, pero tiene un punto más de pesimismo. Y de genialidad. Teniendo en cuenta que 2014, y ante el «riesgo apocalíptico», Asano ya adelantó que la preocupación de las amas de casa iba a ser acaparar papel higiénico,… como sucedió en 2020 durante los confinamientos por la covid-19.

La serie tiene tres partes. Una primera parte en la que acompañamos a las protagonistas en su vida cotidiana como estudiantes de instituto o de primer año de universidad. Una parte basada en el relato de lo cotidiano,… si no fuera por la anomalía de la presencia extraterrestre sobre sus cabezas y entre ellos. La segunda parte es la cuenta atrás hacia la catástrofe global, en la que además conoceremos los acontecimientos del pasado, o que se dieron en una realidad alternativa, y que provocaron la situación actual en la que se encuentra el mundo. Y finalmente, ese epílogo final, en el que el padre de Kadode, una de de las chicas protagonistas, toma el protagonismo, ha sido un gran ausente durante el resto de la serie, y busca la resolución de los problemas de/con su hija. Y de paso… del mundo. Ya he dicho que la resolución no es igual en la animación y en el manga. Y el manga es algo más pesimista o indefinido.

En cualquier caso, he disfrutado mucho de esta lectura. Un serie de manga tremendamente inteligente, muy actual, muy certera en sus diagnósticos sobre las sociedades humanas y sobre el mundo en el que vivimos, y al mismo tiempo muy entrañable, con personajes con los que sentimos real empatía, con quienes nos emocionamos. Un producto engañoso ya que detrás de su apariencia de producto para adolescentes y jóvenes adultos, es una reflexión muy adulta, válida para todos los públicos con una suficiente madurez para afrontar las duras consecuencias de lo que se narra. Muy recomendable. Aunque los prejuicios hacia el género (sea cual sea como lo definamos, manga, ciencia ficción…) hará que la mayor parte de la población no lo considerará nunca como una opción de lectura. Los mangas son «cosa de críos y adolescentes»…. dirán.

[Libro] The last emperox – John Scalzi

Literatura

Termino con esta tercera entra la trilogía de La Interdependencia de John Scalzi. Tras un primer libro que me pareció ingenioso y divertido, pasamos a una segunda entrega que se quedó en entretenida, perdiendo en parte la gracia del factor novedad y en parte porque se centra en unas intrigas que se separan de lo importante del asunto, el análisis a través de la ficción de los sistemas plutocráticos, a veces falsamente democráticos, y los diversos ingenios que utilizan los escritores de ciencia ficción que se dedican a la aventura espacial, para resolver los «problemas» que genera para el ritmo narrativo el hecho de que la luz se arrastra por el Universo a la desesperantemente lenta velocidad de 299 792.458 kilómetros por segundo, en el mejor de los casos, es decir, en el vacío. Como ya comenté con la segunda parte, las traducciones al castellano de las obras de ciencia ficción, y otros géneros, últimamente son relativamente mediocres. Por ello, en esta última entrega, opté por la versión original en inglés, algo a lo que voy a tender cada vez más.

La dinastía reinante en «La interdependencia» es de origen chino, los Wu, por ello, para ilustrar esta entrada, me voy a uno de los impresionantes mausoleos de la dinastía Ming, en este caso en Nankín, antigua capital china. Nankín significa «capital del sur» (南京, Nánjīng), mientras que Pekín es «capital del norte» (北京, Běijīng).

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Habíamos dejado a la emperox Grayland II/Cardenia Wu de La Interdependencia resolviendo un intento de golpe de estado, que supuso la detención de la tercera parte de las personas influyentes en el sistema. Pero su principal rival, Nadashe Nohamapetan, escapó y sigue siendo peligrosa. Mientras, su científico preferido, y amante, sigue buscando una solución al colapso de las rutas que permiten el viaje interestelar y la supervivencia de esta civilización humana. Pero los peligros políticos existen. Una nueva conspiración para derrocarla está en marcha. Y parece una amenaza seria, aunque la dignataria no está indefensa ni mucho menos. Pero sabe que desenmascarar esta conspiración no servirá más que para poner en marcha la siguiente. Detener un intento de asesinato es poner la cuenta atrás para el siguiente. Y es necesario abrir el círculo vicioso. Aunque suponga hacer sacrificios. Hay que poner en marcha una solución definitiva a la inestabilidad, y dar garantías a la que realmente será la última emperox para que pueda gestionar la crisis.

No perderé mucho tiempo en el comentario. Porque sería repetirme sobre mis apreciaciones del segundo volumen. Aunque creo que este último volumen tiene algo más de ritmo y de interés que el anterior. Ciertamente, da más protagonismo a uno de los personajes secundarios, la malhablada y gran aficionada a los juegos de cama Kiva Lagos, que se ha convertido en una de sus personas de confianza. El capítulo de dedicado a la cautividad de esta en cierta nave espacial es realmente de lo más entretenido, me ha recordado a uno de los volúmenes más divertidos de la serie Astérix el Galo. En resumen, estamos ante una lectura entretenida, pero no tan brillante como prometía el primero de los libros de la trilogía. Incluso algunos aspectos del cierre de la crisis son cuestionables. Y no vamos a hablar de la existencia de un deus ex machina… porque el deus ex machina es parte del argumento desde el primer volumen, adquiriendo más importancia conforme avanza la trama, así que en realidad no se puede considerar un deus ex machina en el sentido de ser un malhadado recurso argumental, aunque casi.

Dicho lo cual, el conjunto de la trilogía es entretenido. Y puede ser una lectura recomendable para una situación de relax, o para circunstancias en las que una lectura que exija más concentración y atención no sea posible. Por ejemplo, como ha sido el caso, para leerla en los trenes y aviones que en los últimos tiempos me han desplazado de un lugar a otro de la geografía nacional o mundial. Este libro lo leí entre el viaje de vuelta en tren desde Sigüenza a Zaragoza, y el viaje de ida a Singapur.

[Libro] Babysitter – Joyce Carol Oates

Literatura

Estoy terminando las dos semanas de vacaciones que me quedaban. Me queda para más adelante algunos días de disposición personal que me servirán para alguna escapadilla breve, pero lo que son vacaciones reglamentarias… pues se acabaron hasta el año que viene. La cuestión es que los periodos vacacionales son especialmente fecundo para mi actividad lectora. Especialmente si incluye un viaje con desplazamientos en avión intercontinentales de horas y horas. Nuestra norma es que, si fuera (del avión) hay luz, se lee, se habla, se ve una película, lo que sea. Yo leo. Si fuera hay oscuridad, se intenta dormir. Es la forma que hemos encontrado para sobrellevar los desfases horarios de la mejor forma posible. Así que si sumas esos desplazamientos, más el relax vacacional que te permite concentrarte mejor en la lectura, más la disponibilidad de otros tiempos que cuando estoy en periodo laboral no existen… pues he acumulado cuatro libros de ficción, más los tankōbon que mencionaba ayer de manga.

Pero aun me quedaba por comentar una novela que terminé unas semanas antes de coger las vacaciones, y que leí entre finales de agosto y principios de septiembre. Una de las novelas más recientes de Joyce Carol Oates, una de las escritoras contemporáneas que más me ha atraído y he leído en los últimos años. Hacía ya bastante tiempo que lo tenía en lista de espera. Pero con lo que me cuesta leer últimamente, cuando no estoy de vacaciones, me da mucha pereza empezar con libros que tienen un número de más de 250 o 300 páginas. Y este que traigo hoy tiene más de 500 páginas. En sentido «figurado»,… porque lo he leído en formato electrónico, donde eso de las páginas tiene poco sentido. Pero bueno… la versión fabricada con árboles muertos tiene oficialmente 552 páginas. Siempre me entran muchas dudas de cómo cuentan las páginas de una novela. Pero no voy a entrar ahora en eso.

Oates nos traslada a los suburbios económicamente más adinerados de Detroit en los años 70. Han quedado atrás, pero se conservan en la memoria, los disturbios raciales que se produjeron en la ciudad en 1967. En cualquier caso, la población vive en guetos. Para blancos ricos en los suburbios, para negros y otras minorías pobres en la ciudad. La protagonista de la novela es una mujer a punto de cumplir los 40 años, blanca, acomodada, que quiere ser «alguien» socialmente hablando. Pero que en un fiesta benéfica que ayuda a organizar comienza una peligrosa relación con un individuo más bien desaprensivo y violento que pondrá patas arriba su mundo seguro y protegido. Al mismo tiempo, un asesino en serie, Babysitter está raptando, torturando y asesinando niños. Y de fondo, una red de pederastia en torno a un orfanato regido por un clérigo. Y el mundo de los sirvientes, los trabajadores, los sicarios… pertenecientes a las minorías étnicas más empobrecidas.

Como de costumbre, Oates presenta en su libro temas feministas, en este caso en relación con el papel de la mujer en la «buena sociedad», en los roles que debe representar, en el aspecto que debe tener, en cómo debe comportarse, en con quién tiene que relacionarse. Pero, como de costumbre, Oates no sitúa a las mujeres sólo como víctimas del patriarcado. También las sitúa como cómplices, como colaboradoras necesarias, estableciendo una doble crítica. A partir de ahí surgen otros temas como el maltrato o la violencia sexual hacia las mujeres. Pero en un entorno donde el conjunto de valores negativos es más amplio e interrelacionado. El racismo, la aporofobia, está presenta tradicionalmente en la sociedad norteamericana (y en otras). La complicidad entre instituciones para ocultar las miserias de la sociedad, como el abuso sexual de niños/menores. Oates presenta un fresco bastante sombrío de una sociedad que, aunque sea de hace más de cuarenta años, sigue vigente en la actualidad.

La lectura del libro es incómoda. No hay forma de empatizar, o siquiera sentir una mínima simpatía, por prácticamente ninguno de los personajes de la novela. La protagonista principal, que es tanto víctima como, en ocasiones, verdugo, es alguien con unos problemas de identidad que gestiona muy mal. Unos problemas de identidad y de construir para sí misma un personaje, más o menos artificial, que también se encuentran presentes en otras novelas de la autora. Creo que el personaje que más simpatías despierta es la criada filipina de la protagonista, que resuelve las consecuencias de sus errores con frecuencia, y al mismo tiempo desconfía de ella por la sensación de que la está juzgando moralmente de forma continuada. Los hechos que se narran son duros. Hay violencia. Dura. Injustificada. Como consecuencia de esos valores negativos mencionados. No obstante, Oates escribe bien, muy bien. Es una excelente narradora. Quizá el libro no tenga, para mí, el impacto de otros que he leído de la autora, pero indudablemente es un excelente libro.

[TV/Libros] «Dededede Destruction»… en serie de televisión o de manga

Literatura, Televisión

A finales de septiembre terminó la temporada de verano de las series de animación japonesas. Esto va por trimestres, con temporadas de doce o trece episodios, aproximadamente, uno por semana, aunque algunas se prolonguen durante dos trimestres. O alguna comience a mitad de temporada y termine al final de la siguiente, como la que comentaré hoy. Ya comenté alguna de ellas, de las que terminaron antes. Y me quedan unas cuantas para ir comentando con el tiempo. Pero lo que sí que puedo decir es que hecho de menos la estupenda temporada de invierno, la del primer trimestre del año, en la que hubo algunas series realmente muy buenas. Ha habido muchas cositas muy entretenidas, majas, desde entonces,… pero nada como aquellas. Salvo quizá… la que comento hoy. Que sin embargo no parece haber tenido el impacto buscado en el público.

Shinjuku - Tokio, Japón

La serie en cuestión es Dead Dead Demon’s Dededede Destruction [デッドデッドデーモンズデデデデデストラクション], con el título original en «inglés». El que se atreva que lo traduzca; para entenderlo hay que ver la serie estando muy muy atento o, mejor todavía, leer el manga. El manga me lo han dejado. Y en el momento en el que escribo esto voy por la mitad; seis de los doce tankōbon (単行本) de los que consta. Así que mi comentario de hoy se centrará en la historia tal y como se cuenta en la serie de televisión. Que en lo que entiendo hasta el momento es muy fiel al manga. Aunque en lo que entiendo hasta el momento, siendo los dos muy muy buenos, el manga es superior. Pero eso ya lo comentaré en su momento.

¿A qué género pertenece la serie? ¿A la ciencia ficción? Al fin y al cabo, trata de lo que sucede cuando llega una «invasión» extraterrestre a la Tierra. Exactamente, a Tokio. O, ¿son recuentos de la vida cotidiana de sus protagonistas, las dos adolescentes Ōran Nakagawa, alias Ontan, y Kadode Koyama? Tal vez, si lo miramos de otra forma, es un canto a la amistad entre las dos protagonistas y las gentes que les rodean. ¿Una historia de amor encubierta… o no tan encubierta? O, quizá, todo esto es el envoltorio de una dura sátira contra los modos y las trazas de los seres humanos, de los políticos, de las empresas… de la civilización humana en general. En cualquier caso, lo que sabemos desde el episodio 0, es que un «buen» día, tras varios de años con una gigantesca nave alienígena de cinco kilómetros de diámetro flotando sobre Tokio… el apocalipsis llega. Y a continuación vienen diecisiete episodios más para contarnos como sucede la cosa.

Shibuya - Tokio, Japón

Me dicen que el autor del manga, Inio Asano, es un pesimista de mucho cuidado. Bueno… ya comentaré más despacio la cuestión cuando comente el manga. Lo que sí diré es que este es un ejemplo claro de por qué no hay que dar por supuestas ciertas cosas en el mundo de la animación japonesa. Con adolescentes con protagonistas, daría la impresión de que es el típico ejemplo de animación para un demográfico muy determinado. Pues bien, los temas que trata la serie son muy muy muy muy adultos, desde muchos puntos de vista. Eso sí, están tratados para «todos los públicos», para que los entiendan los adultos, los adolescentes, o quien sea. Realmente, muy recomendable.

Akihabara - Tokio, Japón

[Libro] Los zorros vienen de noche – Cees Nooteboom

Literatura

Ya comenté no hace mucho, a propósito de un libro de viajes a Japón, que tenía la intención de volver de vez en cuando a la literatura del neerlandés Cees Nooteboom. Su forma de escribir, a caballo entre la nostalgia y un fino humor, me atrae bastante. Las cosas que cuenta me suele llegar desde un punto de vista vital, además de apreciar la forma en que escribe. O al menos, la forma en que sus traductores escriben en castellano lo que el escribió en neerlandés. Hace unos pocos meses, justo después el citado libro de viajes, apareció de oferta este libro de relatos de Nooteboom, e inmediatamente lo adquirí. Y lo leí recientemente, durante el viaje al norte de Alemania. He de decir que he entrado un poquito en una nueva etapa de bloqueo en la lectura. Como voy a iniciar unas vacaciones en breve, espero que se me pase, al menos durante esas dos semanas.

He leído en algún lugar que esta colección de relatos cortos puede funcionar perfectamente como un libro que sirve para introducirse en el estilo y en los temas de Nooteboom. Básicamente, lo que tienen en común estos relatos es que todos ellos tienen mucho que ver con la nostalgia, las personas o las relaciones perdidas, el paso del tiempo o el final de los días de una persona, sea el propio relator o alguien de su entorno. En todos ellos hay una mirada al pasado, a veces más externa, con juicios pero sin prejuicios sobre personajes característicos que son objeto de observación o de recuerdo, otras veces más propia, más interna, cuando va acompañada en mayor o menor medida del duelo por la persona perdida. Perdida en sentido absoluto, por la muerte de la persona, o en sentido más relativo, por el alejamiento de esa persona, por el final de una relación.

Como en varias de las historias de este libro, fotográficamente nos refugiaremos en una isla del Mediterráneo, en el cap Formentor de la isla de Mallorca.

Localizados en su mayor parte en localizaciones mediterráneas, España, Italia, Grecia… también en su país de origen, los Países Bajos, con frecuencia el narrador es externo. Se fija en una figura destacada y peculiar, como en Heinz, ese agente inmobiliario en la costa italiana que recordaría a Alain Delon, si no fuese por los estragos que el alcohol ha hecho en su organismo. O bien es alguien íntimamente relacionado con el narrador, que sufre la pérdida, como Paula y Paula II, en las que primero se produce la pérdida por el final del romance… o como lo viviese cada uno, y después se produce la pérdida definitiva, cuando el propio personaje de interés nos habla desde la tumba.

Es un libro para leerlo sin demasiadas prisas. Más que las acciones, importan las sensaciones, los sentimientos, los ambientes. Hay que saber sumergirse en el contexto y en la nostalgia. No es difícil de seguir, la prosa de Nooteboom es razonablemente asequible. Pero tienes que entrar en su juego. A mí me parece muy recomendable. Cada vez me cae más simpático este holandés enamorado de España y otros países mediterráneos, en unos tiempos en lo que nos llega de ese país, en su evolución hacia la intolerancia y el egoísmo, cada vez resulta más antipático.

[Libros] Emperadores espaciales de la mano de Arkady Martine y Allen M. Steel

Literatura

Durante esta temporada de primavera-verano, la aventura espacial ha vuelto con frecuencia a mi lista de lectura. Es un género que siempre me ha gustado. En parte por el anhelo de aventura, en parte por la ciencia que puede estar detrás de la aventura espacial realista, y en parte porque es un género capaz de generar reflexiones sobre el ser humano muy interesantes si el escritor sabe utilizar su potencial. Es fácil, en una persona de mi generación, echarle «la culpa» a Star Wars de estos gustos. Al fin y al cabo yo era un adolescente predispuesto a entusiasmarse con esa historia cuando se estrenó la primera de las películas de la saga, la que luego resultó ser el episodio IV. Pero el germen estaba puesto de antes. En mi niñez y primera adolescencia ya había leído alguna aventura más o menos interesante. Aun antes del estreno de la saga galáctica de George Lucas ya me había merendado 2001 A Space Odissey en un cine de arte y ensayo, y un par de años después, en el mismo cine el Solyaris de Andréi Tarkovski, adaptando la novela de Stanislaw Lem, que también leí. Qué decir la trilogía de la Fundación y otras novelas y sagas que fui leyendo en mi adolescencia tardía y en mi juventud. Algunas novelas las he vuelto a leer en varias ocasiones, como el Viaje interminable de Marion Zimmer Bradley, que me gustaría volver a leer en versión original en inglés, o la maravillosa Cita con Rama de Arthur C. Clarke, o la delicada Cánticos de la lejana Tierra, también de Clarke. Estoy hablando de obras que vi o leí antes de los 30 años.

Hay una tendencia desde hace unos años a crear universos espaciales de ficción basados en culturas extrañas inspiradas en muchas ocasiones en culturas del Asia oriental. No puedo asegurar que sea así en el imperio espacial que crea Arkady Martine. ¿Quizá los nombres sugieren que está más bien inspirado en alguna cultura mesoamericna? Es muy posible. En cualquier caso, he optado por fotografías procedentes del Asia oriental. Del monasterio de los Diez Mil Budas en Sha Tin, en los Nuevos Territorios de Hong Kong.

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Porque después de esa edad empecé a llevarme desilusiones. Había leído o visto historias tan estupendas, de las que hacen soñar, imaginar o pensar, que de repente empezaron a llegar a mí películas o novelas en las que se habían perdido los elementos que habían provocado estas reacciones para entrar en la fórmula… del superventas aplicado a la ciencia ficción. No entraré en detalles. No me merece la pena. Es cierto que de vez en cuando he vuelto a encontrar aventuras y epopeyas espaciales interesantes o de gran calidad. Pero incluso algunos derivados de las anteriores se convirtieron en pestiños de preocupar. Cita con Rama nunca debió tener secuelas. No vamos a entrar ahora en la segunda trilogía de Star Wars y sus múltiples defectos. En las trilogías de cinco, seis u ocho volúmenes. En la precuelas de la Fundación de Asimov en la que se estira la idea y los argumentos hasta el absurdos. En fin… cosas. Pero en los últimos tiempos he encontrado diversión en alguna cosita.

Me encantó el relato corto The emperors of Mars de Allen M. Steel. Lo encontré recomendado en un hilo de Twitter. Y me entró la curiosidad. Ciencia ficción dura, en el sentido de que hay elementos que, con el tiempo, harán que esta historia sea posible en la realidad. Quizá en un plazo más largo del que los más optimistas imagina. Pero con alma. Una base en Marte, con científicos y trabajadores que pasan un tiempo para ganarse un buen dinero y luego hacer realidad sus planes de vida de vuelta en La Tierra. La versión moderna de ir a «hacer las Américas» para encontrar un futuro. Y el duelo, cuando uno de esos trabajadores, en la distancia, sin poder hacer nada, pierde lo que más quiere, a su prometida embarazada. Y un duelo patológico le lleva a convertirse en el «Emperador de Marte». Es una historia estupenda, muy recomendable, ganadora de varios premios, que se lee tranquilamente en una tarde, bien escrita, con empatía. Lo que decía. Con alma, con corazón.

Otro tono muy distinto tiene la también premiada A memory called Empire de Arkady Martine. Fue la primera novela de esta autora norteamericana, que previamente tenía una trayectoria de escribir relatos cortos. Martine crea un universo en el que la especie humana se ha extendido por la galaxia, ha formado un gran imperio que dura ya siglos, aunque permanecen algunos asentamientos independientes en la periferia de ese imperio, siempre en riesgo de ser absorbidos, por las buenas o por la fuerza. Existen también alienígenas que, o bien son amenazados por el imperio humano, o pueden ser una amenaza para este. En este entorno, una joven embajadora de una serie de estaciones espaciales independientes, dedicadas a la minería, se dirige a tomar su puesto en la capital del imperio. Dispone de una tecnología propia de su cultura, un implante cibernético cerebral, que le permite compartir la memoria de sus antepasados en el puesto. Y sus misiones son mantener por la vía diplomática la independencia de las estaciones a las que representa, y dilucidar la muerte de su antecesor en extrañas circunstancias. Pero el implante fallará cuando se encuentra ante el cuerpo muerto del anterior embajador. Y se ve metida en un ambiente de inestabilidad política por la sucesión imperial, mientras que también sufre un atentado contra su vida, en un entorno y en una cultura, refinada, pero extraña, y a veces violenta. También encontrará aliados, a veces inesperados, para salir adelante en su misión.

Esta novela tiene un comienzo interesante, lo que me hizo cogerla con ganas, pero tras este comienzo, durante unos capítulos se embarra en una larga presentación de situación, supongo que la autora está especialmente interesada en mostrar la riqueza de su imaginación a la hora de crear este universo, y en narrar algunos incidentes con más o menos trascendencia a largo plazo. Para mí, que soy partidario de cierta economía de medios, me produjo cierto atasco en la lectura. Pero poco a poco se va animando, avanzando en paralelo la peripecia criminal y la peripecia política, ambas interrelacionadas, por lo que al final consideré que la lectura del libro había merecido la pena. Es cierto que hay cosas que están sacadas por los pelos, como la historia romántica que sucede de repente en el tramo final del libro entre dos de los personajes, entre dos mujeres, que sinceramente me parece que no aporta y que no se justifica del todo por el transcurso de la novela. Pero bueno… parece que la autora convive con otra mujer, y quería dejar su apunte de diversidad en su libro. Pues vale. No tengo absolutamente nada en contra de la diversidad. Al contrario. Pero los elementos argumentales tiene que tener que ver con lo que se cuenta, y no forzar las cosas, cosa que sucede con frecuencia.. Me dicen, me cuentan, que hay una segunda entrega en este universo, en la que tal vez esta historia romántica tenga su papel. No lo sé. Tampoco he decidido si voy a seguir adelante con su lectura. El balance final ha sido positivo,… pero con un entusiasmo limitado. Creo que la novela tiene una extensión que no justifica lo que cuenta. Pero es lo que hay.

Lo de Arkady Martine es un pseudónimo de AnnaLinden Weller. Y me ha recordado a un personaje de la Segunda Fundación de Asimov, Arcadia Darell, una adolescente que quiere ser escritora y que insiste en ser llamada Arkady. No he encontrado ninguna referencia a si ambas cuestiones están relacionadas. Es una ocurrencia mía repentina.

[Libro] Plagues and Peoples – William H. McNeill

Literatura

Leí por primera vez este libro del historiador William H. McNeill en 1990 en su versión traducida al castellano, Plagas y pueblos. En aquellos momentos yo era un médico residente en la especialidad Medecina preventiva y salud pública, y me encontraba cursando el curso del Programa Superior de Salud Pública de la Escuela Nacional de Sanidad en Madrid. Lo que hoy se diría, y ya entonces se podría haber dicho, un máster de posgrado en Salud Pública para profesionales de la salud. Pero esta escuela no pertenecía a una universidad sino al Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, o como se llamase entonces, y no había encontrado del todo su punto y su sentido. En cualquier caso, yo era un joven profesional de la medicina en formación, muy ilusionado con lo que aprendía. Y además, siempre me ha gustado la historia. Por lo que leer un libro que combinase mis conocimientos profesionales de epidemiología con una visión histórica de la epidemias a lo largo de la existencia del ser humano sobre la faz de la Tierra, no sólo me gustó. Me entusiasmó. En muchos aspectos, aquel libro marcó mi forma de pensar como profesional y como persona en varias dimensiones.

Comentaba recientemente el «Decamerón» de Bocaccio, que transcurría en Florencia durante la pandemia de peste bubónica del siglo XIV. Así que fotográficamente nos trasladaremos a la capital toscana.

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Pero de aquello han pasado 34 años, o lo que es lo mismo, 34 años más uno previo a la lectura del libro de actividad profesional, muchas vivencias, tres pandemias, la del sida, la de la gripe de 2009-2010, y la de la covid-19. Sí. Tres. No sólo, una la del coronavirus. Tres. Y una de ellas, la de sida, con más muertos. Aunque nunca ningún patriota haya puesto crespones negros en las banderas por los muertos de esa pandemia. Y un par más que he vivido en mi vida desde que nací. Que por ahí ha ido pululando una pandemia de cólera, la séptima pandemia de esta enfermedad, que comenzó en los años 60 en las islas Célebes de Indonesia. Y la pandemia de 1968 de gripe de Hong Kong, que afortunadamente no fue muy agresiva, la menos agresiva de las tres del siglo XX. Pero todas ellas han tenido su impacto en mayor o menor medida de en el devenir histórico de la humanidad, aunque no siempre sea evidente, ocultas tras otras noticias más llamativas como guerras, catástrofes naturales, revoluciones y otras cosas. McNeill, en su libro de 1976 hacía una contribución temprana, profunda e importante al papel de las epidemias en la historia del ser humano, tan ignorada por tantos historiadores hasta el momento.

Después de pasado lo peor de la pandemia de covid-19 ha sido el momento adecuado de releer el libro. En su versión original, en inglés. Me gustaría pensar que no es necesario argumentar en estos momentos la importancia y el impacto de las epidemias y los fenómenos de salud y enfermedad en las poblaciones humanas. Me gustaría. Pero a pesar de la reciente pandemia, la memoria de los seres humanos es débil, y para muchos ya está casi olvidada, y ha quedado meramente como una anécdota más en sus vidas, de esas que en las conversaciones de amigos se comentan alegremente se comentan con el «¿Te acuerdas de lo que hacías cuando… (el Apolo XI llego a la luna, el golpe de estado del 23-f, los juegos olímpicos de Barcelona, el atentado de las Torres Gemelas, la pandemia de covid)?» Pues ese tipo de cosas. Para mí, volver a leer el libro ha sido importante. Ya no soy un joven profesional en formación. Soy un profesional que ya mira de cerca el final de su vida profesional. Con experiencias que han traído unas cuantas alegría, pero también unas cuantas cicatrices, desilusiones o desengaños. Qué ha ido aprendiendo a mirar con sentido crítico los acontecimientos. Que conoce bien el impacto de los fenómenos de salud y enfermedad no sólo en las personas, sino en los colectivos, en las comunidades, en las naciones y también a nivel global. Que sabe que no sólo importan las enfermedades infecciosas a las que McNeill dedica su libro, sino también las enfermedades crónicas, las enfermedades asociadas a los estilos de vida, las enfermedades condicionadas por los determinantes sociales, como nivel socioeconómico, cultura, pertenencia a grupos o minorías étnicas, riesgos profesionales, o riesgos ambientales. Por mencionar las más importantes.

No voy a detallar el contenido del libro. Es demasiado amplio. Las relaciones parasitarias en los humanos primitivos cazadores-recolectores en el África de origen y en su diáspora por todo el mundo. El surgimiento de la agricultura y la ganadería y las nuevas relaciones microparasitarias (infecciones e infestaciones de origen zoonótico) y macroparasitarias (aparición de clases militares, aristocráticas y religiosas). La emergencia periódica de nuevas infecciones algunas de origen desconocido como la peste de Atenas, o las que inspiraron las 10 plagas de Egipto en la Biblia, las exantemáticas como el sarampión y la viruela que impactaron en el Imperio Romano, y no digamos cuando los españoles llegaron a América causando una enorme mortandad, la peste bubónica en la edad media, la sífilis a partir del siglo XVI, el cólera épocas relativamente modernas,… y otros ejemplos. Quizá el episodio más poderoso es la llegada de los europeos al continente americano. ¿Cómo puede ser que tantos crea que los varios cientos de aventureros españoles que llegaron con Hernán Cortés o Pizarro pudieron acabar con los imperios con millones de súbditos de Méjico y Perú? Evidentemente fue la tremenda mortandad debida a las enfermedades importadas las que sitúo a los nativos americanos en situación de debilidad e inferioridad. Las cifras de muertos son estremecedoras y fueron debidas a las armas. Y desde luego no a la galanura, valentía y arrojo de los conquistadores, que se las habrían visto de otro color sin la ventaja epidemiológica.

También es cierto que ha habido avances científicos en las últimas décadas que hacen que algunos de los planteamientos de McNeill hayan quedado desfasados. Pero no voy a entrar en ellos. Tendrían un carácter demasiado específico. Propio de lo que es mi profesión y área de conocimientos específico en la que he trabajado durante toda mi vida profesional. Más o menos. Y este Cuaderno de ruta es muy generalista. De hecho, tan apenas tan apenas hablo de mi actividad profesional. Probablemente esta es una de las entradas de este blog en la que más me he definido. En cualquier caso, me alegro de haber vuelto a leer este libro de historia de la humanidad desde el punto de vista de sus relaciones con las enfermedades infecciosas epidémicas. Y, aunque sin duda me aprovechará más que al lector promedio por mis conocimientos relativamente avanzados en el ámbito de la epidemiología, puede ser leído por muchas otras personas. Es más profundo que un libro de mera divulgación histórica. Pero los ámbitos, temas y acontecimientos que trata lo pueden hacer recomendable a un público mucho más amplio de lo que podríamos pensar. Y es que, efectivamente, es muy recomendable. Quizá si McNeill no hubiese fallecido ya a la provecta edad de 98 años en 2016, hubiese convenido una actualización, en conceptos y visión tras lo acontecido en los últimos 50 años. Habrá que revisar que autores han cogido el testigo en este tiempo.