[Nostalgia] Familia nuclear

nostalgia

En el baúl de los recuerdos de mi madre no es difícil encontrar fotografías de los miembros de su familia nuclear. Bien de la que tenía cuando era soltera, aunque estas fotografías son dispersas y diversas, fruto sin duda de la situación en la que vivieron durante la guerra civil y en la posguerra inmediata (eso, otro día, si es que resulta pertinente), bien de la que formó cuando se casó. Pero lo curioso es como entre las fotos, y sin ningún orden aparente, aparecen documentos u objetos, que algún significado debieron tener para ella. ¿Por qué un pequeño volumen, una pequeña biografía de Ana Frank aparece dentro del baul entre las fotografías, y no estaba en los estantes de los muebles librería? Imposible de saber.

En principio, la familia nuclear de madre, según las definiciones sociológicas de este concepto fuimos cuatro personas; el matrimonio formado por ella y mi padre, después llegué yo y finalmente mi hermana. Tenía yo nueve años cuando nació mi hermana, y mi madre una edad en la que ya no esperaba más retoños. Que no fuera esperada no impidió que mi hermana fuera muy bien recibida. Realmente fue una familia más alegre después de su nacimiento, más bulliciosa. Pero da igual lo que digan los sociólogos. Es inevitable considerar que en nuestra familia nuclear había un quinto miembro. «La» Pilarín, mi tía. Hermana de mi madre. En algún momento la gente empezó a referirse a ella como Pili. Pero para los de toda la vida… Pilarín. Que sufrió una meningitis bacteriana en su niñez, que le acabó dejando unas secuelas, que llevaron a su institucionalización de por vida en algún momento de la posguerra. Pero nunca quedó abandonada. Y siempre fue una presencia en nuestras vidas. Hasta el día que murió ya muy mayor, y sobreviendo bastantes años a su hermana, mi madre. Y por eso está incluida, con todo merecimiento, en la entrada nostálgica de hoy.

[Libros] Tsugumi

Literatura

La semana pasada conseguí superar, al menos temporalmente, el bloqueo lector que me ha ido afectando desde que empezó el año, y que, paradójicamente, porque se supone que tenemos más tiempo, ha empeorado desde que nos sumergimos en la crisis del nuevo coronavirus. Y en una tarde me merendé este título de la japonesa Banana Yoshimoto, de la cual ya había leído algunas cosas, una novela y un libro de relatos. Como en otros libros de la autora, especialmente los que tienen ya cierta trayectoria, y este fue publicado en 1994 por primera vez, suele tener como tema central las vivencias de mujeres jóvenes.

No he visitado la península de Izu en Japón, aunque la línea Tokaido shinkansen pasa cerquita. No está lejos de Tokio. Así que el ambiente costero lo representaré con la península de Kii, en el golfo de Ise. Y también con una representación de las gentes en Tokio, localización secundaria de la novela.

Y en este caso son dos. La narradora, Maria (adaptación del nombre tradicional occidental al japonés, まりあ), una joven de 19 años en sus primeros años de universidad, que aporta el punto de vista, junto con sus vivencias personales, y Tsugumi, su prima, un año menor, y personaje central de la novela. Tsugumi lleva arrastrando toda su vida las consecuencias de una enfermedad crónica, con periódicas recaídas, y la amenaza constante de una vida corta. Maria culpa a esta circunstancia el carácter caprichoso, tiránico y algo borde de Tsugumi. Durante una buena parte del libro, se nos narran acontecimientos que explican el carácter de Tsugumi y su relación con Maria y, de forma más secundaria, con la hermana la primera, Yoko, la mayor de las tres por poco. En la segunda mitad, conocedores del contexto se nos narra las vacaciones de verano de Maria, las últimas que pasará en el hostal familiar de una localidad costera de la península de Izu, donde ha vivido su infancia, hasta que su padre se divorció de su primera mujer y reunió a la familia formada con la madre de Maria, hasta entonces su amante, y la propia joven, realojándose en Tokio. Y en ese mes en la vida de las jóvenes pasarán muchas cosas.

La novela no es muy extensa, y tiene un tono que tiene una apariencia relativamente ligera. Pero que está llena de cargas de profundidad hacia muchos convencionalismos sociales; la relación de los padres de Maria, la tolerancia hacia el carácter cuasi sociopático de Tsugumi, el contraste entre el mundo provinciano y la gran ciudad, la enfermedad como excusa y como metáforas, la formación del carácter, la esencia de lo que constituye una amistad,… y varios otros más que se nos pueden ir ocurriendo. Yoshimoto no es convencional, y lo demuestra en varios momentos, en principio situando como heroína de la novela a una joven que normalmente consideraríamos odiosa y que sin embargo acaba resultando enormemente atractiva. Pero también con el giro final que da una bofetada a las convenciones del género de historias con persona enferma y destino infausto.

Todo ello, junto con el hecho de que Yoshimoto conoce su oficio, y la traducción la siento de buen nivel, hace de esta novela una lectura interesante, que avanza deprisa y te deja con buen sabor de boca. A pesar de no ser una novela con grandes pretensiones. Pero que no os engañe la ligereza de la puesta en escena; hay más chicha de la que parece en esta historia.

[Libro] La sonrisa etrusca

Literatura

En los cuatro meses que llevamos de año, aun no se han cumplido, llevo dos bloqueos lectores. Cuando pensaba que estaba superando el primero que empezó a acontecerme hacia final de enero, llegó el nuevo coronavirus y puso mi cabeza en rompan filas con poca capacidad para concentrarme en la lectura. Y con mis tiempos habituales de lectura desordenados. Me pilló la cosa comenzando apenas la lectura de este conocido libro de José Luis Sampedro, un libro que data ya de hace más de 30 años, cosa que hay que tener en cuenta a la hora de valorarlo.

Sampedro nos habla de Salvatore Roncone, un sexagenario calabrés, diagnosticado de cáncer, cuyo hijo Renato se lo lleva a Milán para ser tratado, ciudad donde se ha casado con Andrea, profesora universitaria y hace poco ha tenido un niño, Brunettino. Comenzamos la novela con Salvatore, alias «Bruno» cuando fue partisano en la guerra mundial, contemplando el sarcófago de Los Amantes en el museo etrusco de Villa Giulia en Roma. Y a lo largo de la novela asistiremos a la transformación que se da en los últimos meses del anciano antes de que la Rusca, como llama a su enfermedad le lleve a su final.

Casi toda la novela de hoy transcurre en Milán, y allí me voy fotográficamente. A mi inolvidable primer viaje a la capital lombarda. Visita incluida a la Pietà Rondamini de Michelangelo en el palacio Sforzesco, que al igual que yo, admiró también el protagonista de la novela.

Adquirí el libro electrónico en una oferta de mi tienda habitual de los mismos. Por supuesto, había oído hablar mucho y bien tanto del autor como del libro, pero por motivos… los que sean, nunca se me había puesto a tiro un volumen de Sampedro. Salvo que he de decir, que según mis registros, muchos años ha intenté leer esta novela a partir de un ejemplar de una biblioteca pública y me atraganté. Comenté en su momento que empezaba a leer el libro, e inmediatamente recibí muchas opiniones positivas de diversas personas, casi todas algo mayores que yo, de forma muy entusiasta, lo que elevó mis expectativas. Que además se veían confirmadas por la trayectoria del primer tercio de la novela.

Sin embargo, poco a poco me di cuenta que mis sensaciones empezaban a divergir de las de quienes aplaudían mi elección. Primero, Sampedro cuenta desde la mirada del anciano, cuya «autenticidad» popular puede ser tan cuestionada como la presunta «maldad» de la urbanita de su nuera. Empecé a imagina la historia desde la mirada de Andrea, empecé a empatizar con ella, pese a que Sampedro lo pone difícil, y empecé a ver las cosas de una forma muy distinta a la de todos aquellos, especialmente aquellas, que entusiasmadas me alababan mi decisión de leer el libro. Segundo, cuando llegamos a un cierto punto de la novela y durante no pocas páginas… no aparecen ideas nuevas en ellas. Sampedro se dedica a dar vueltas una y otra vez a los mismos conceptos sin hacer avanzar la historia que, para lo que cuenta o lo que nos quiere hacer sentir, se hace innecesariamente prolongada. Y eso me lleva a que me descuelgue hasta cierto punto de la misma, contribuyendo a mi bloqueo lector. Aún se me hace más difícil seguir adelante con la lectura.

No creo que Sampedro sea honesto. En una recta final donde se vuelve a poner las pilar y a desgranar nuevas ideas y sensaciones, va poniendo en su sitio y haciendo justicia con los distintos personajes que pueblan las páginas del libro. No sé si con la debida intensidad, pero razonablemente. No podemos andar con falsos maniqueísmos a estas alturas. Y Salvatore Roncone, dejando a un lado la compasión que nos despierte o la simpatía por su evolución como abuelo y galán algo más que otoñal, no deja de ser un duro ejemplar de una cultura rica, pero también retrógrada, violenta, supersticiosa y bruta.

Sin duda un libro interesante, pero que hay que leer con mayor sentido crítico y con mayor perspectiva histórica y sociológica de lo que nos puede parecer sino queremos ser arrastrado a un simplismo en la interpretación de la historia, que no creo que sea lo que pretendía su autor.

[Cine en TV] A dog barking at the moon (2019)

Cine

A dog barking at the moon (2019; 19/20200409)

Que no nos engañe el título oficial de la película en inglés. Estamos ante una película china, hablada en mandarín, con algunos pocos y pequeños diálogos en inglés, opera prima como directora de Lisa Zi Xiang, que ha llamado la atención en algunos festivales, especialmente por romper uno de los tabúes más poderosos de la República Popular China, el de la homosexualidad. La película se ha estrenado directamente en Filmin, recientemente.

Zi Xiang nos cuenta una historia familiar a través de tres momentos en la historia. En la época actual, cuando Xiaoyu (Nan Ji; conocida también como Gaowa Siqin; Zhang Yinyue, de joven), la hija del matrimonio formado por el Tao (Wu Renyuan), el marido, y Jiumei (Naren Hua, nombre mongol, conocida también por su nombre chino Renhua Na; Jiang Bing, de joven), la esposa, visita a sus padres en Pekín cuando está en avanzado estado de gestación en compañía de su marido occidental. Pero la visita no será fácil, porque la vida familiar ha venido marcada por dos hechos; la muerte del primogénito varón de la familia en la época del hijo único en China, seguida por el nacimiento de una niña, infausto para muchas familias, y por el descubrimiento de que el padre mantiene relaciones homosexuales con amantes masculinos. Para comprender la historia al completo, esta hace visitas al pasado, tanto al momento en que Xiaoyu era un joven despierta e inteligente en su edad escolar, como al momento en que Jiumei y Tao eran novios, y la Jiumei vivía en una residencia con su mejor amiga, Yuanyuan (Ming Xing).

La película, según leo, está rodada en Pekín, aunque se hacen menciones a la «Ciudad de Hielo», o sea, Harbin, en Manchuria. No conozco todavía Pekín, una omisión que se hubiera solucionado dentro de unas semanas si no se hubiera dado la inoportuna irrupción de un conocido virus que nos llegó… de China.

Con una realización sobria, de escasos movimientos de cámara, muy estática, muy austeramente pero correctamente iluminada, con una acción pausada, más basada en diálogos y en reflexiones silenciosas, Zi Xiang nos va descubriendo la historia detrás de las complejas relaciones entre los miembros de esta familia. Y trata al mismo tiempo diversos temas y sus implicaciones en la sociedad china, mucho más tradicional de lo que podríamos llegar a pensar en unos tiempos en los que sacan pecho por sus logros tecnológicos. La homosexualidad, por supuesto, es uno de ellos. Las consecuencias de la política de hijo único y el sexismo de la sociedad china, es otro. El rol de esposa de la mujer, la necesidad de transmitir el apellido a los descendientes, la aparición de sectas (sí, incluso ese budismo que tiene tan buenas relaciones públicas en occidente, aparecen nocivas sectas que buscan sangrar a sus fieles ofreciéndoles falsas esperanzas de salvación), y, en un momento dado, la homosexualidad femenina, todavía más oculta que la masculina.

La película gana con el recuerdo. Cuando han pasado unas horas eres consciente de la notable profundidad de sus propuestas, de la excelente interpretación de su reparto. Pero hechas de menos una realización menos fría, que te permita empatizar más y mejor con los personajes y sus motivaciones. Motivo por el que, aunque me parece recomendable, no pasa del aprobado.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Mujercitas yanquis y mujeronas francesas para finalizar el año

Cine

En estos últimos días, entre los de fiesta y los estrenos en Netflix, he acumulado varias películas que han ido a parar a mi lista de películas vistas este año. Que en total suman 72. Pero de las estadísticas cinéfilas de este año os hablaré, probablemente, mañana. Como me quedan cuatro película por comentar de 2019, hoy irá con dos, las dos últimas que he visto en sala de cine, y otro día de esta semana iré con las otras dos, los dos últimos estrenos que he visto en plataformas de vídeo o cine bajo demanda.

Little Women (2019; 69/20191226)

Dice que esta versión de Greta Gerwig es la cuarta adaptación de la más famosa novela de Louisa May Alcott. Estoy casi seguro que he visto las cuatro. Aunque las que tengo más en mente son la versión de Mervyn LeRoy, de la que lo que más recuerdo siempre es lo insoportable que resultaba la adolescente Elizabeth Taylor como Amy, y la de los años 90 dirigida por Gillian Armstrong que recuerdo por que me resultó fácilmente olvidable. No aportaba absolutamente nada nuevo. Aparte, telefilmes y series de televisión…

Como de costumbre, estamos ante la historia de las hermanas March (Emma Watson, Saoirse Ronan, Florence Pugh y Eliza Scanlen), hijas de unos convencidos abolicionistas de Massachussets, que con su madre al frente (Laura Dern) han puesto su fortuna al servicio de los pobres, para cabreo de su tía paterna (Meryl Streep), mientras el padre, piadosamente, se dedica a matar rebeldes durante el conflicto civil norteamericano (Bob Odenkirk). Por otro lado, está los pegajosos vecinos, abuelito (Chris Cooper), adolescente mal criado (Timothée Chalamet) y preceptor más bien sosito (James Norton). Y el extranjero de Nueva York (Louis Garrel), claro Vamos, lo de siempre.

Las dos películas de hoy tienen en común, entre otras cosas, que transcurren en todo o en parte en la capital francesa. Así que allá nos vamos.

Lo que nos preguntábamos cuando entrábamos en la sala de cine es si la enésima musa del cine «indie» norteamericano, reconvertida en directora, y con un presupuesto (una nadería comparado con las producciones superheroicas o starwarianas) y un reparto que muestra su deseo de pasar a la primera división, iba o no a aportar algo distinto, modernidad, actualización del mensaje, punto de vista de los mileniales, a una historia tantas veces contada.

Lo más destacable de entrada es la ruptura de la linealidad temporal en el guion de la película, que también firma Gerwig. En un ejercicio hipertextual, el guion de la pelicula, mediente alternancias entre un momento actual y flashbacks al pasado, va narrando al mismo tiempo la gestación y el argumento de la novela original. Con algunos detalles que podrían haber dado un nivel superior a la película con cierto beso final, que podría tener un lectura irónica en ese ejercicio hipertextual… pero que se ve arruinado por el «síndrome de Spielberg», el no saber cerrar a tiempo la película y añadir unos minutos de metraje que, o no añaden nada, o se cargan, como es el caso, lo que podría haber sido la sal y la pimienta de la película. Que de repente, lejos de mostrar innovación notable con respecto a las versiones anteriores, adquiere una convencionalidad excesivamente almibarada. Unos minutos de más… y se carga el esfuerzo de dos horas. No digo más, para no desvelar, y que cada espectador saque sus consecuencias.

La película está muy bien hecha y muy bien interpretada, por lo demás, aunque me falta algo de entusiasmo por parte de alguna de las actrices que tienen mucho oficio a pesar de su juventud, las que son jóvenes, y que quizá tenga su máxima revelación, no en su protagonista, Ronan, que estando bien ha estado mejor en el pasado, sino en la habitualmente repelete Amy (Pugh) que consigue que su papel adquiera una dimensión más profunda e interesante de lo que otras versiones nos tienen acostumbrados. Bien por la joven británica, que ya me gustó anteriormente en alguna otra película.

Trabajo mucho más convencional y academicista de lo que esperábamos de Gerwig, que está bien hecho, pero no nos satisface en la medida de nuestras expectativas. Carente de riesgo. Mucho miedo a remover la historia y darle nuevas lecturas. Debe ser de los fans de Star Wars que se horrorizó con el episodio VIII.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

La vérité (2019; 70/20191227)

Nos sorprende el japonés Koreeda Hirokazu con una película realizada en Francia, en francés, con alguna parrafada en inglés, y con dos grandes de la interpretación gala, en una confrontación que da a priori mucho interés a la película.

Una grande de la interpretación francesa, Fabienne Dangeville (Catherine Deneuve), recibe la visita en París de su hija, Lumir (Juliette Binoche), guionista de cine y televisión, establecida y casada en Nueva York (con un irónico Ethan Hawke, si uno compara con las trilogías de Linklater, donde también se casa con francesitas), y con una niña jovencita. Está un tanto alarmada por la publicación de las memorias escritas por su madre, en las que encuentra carencias, por no decir, puntos de vista muy sesgados sobre determinados hechos. Se quedará durante el rodaje de la última película de Fabienne, en la cual, además, se verá confrontada con una actriz joven (Manon Clavel) en una película de ciencia ficción que provocará reflexiones sobre su propia vida.

Después de la magistral película que nos ofreció hace un año, Koreeda sigue con su tema favorito y preferencial en su filmografía, la familia y los asuntos de familia. Y en este caso, las difíciles relaciones entre dos mujeres, madre e hija, en la que la fuerte personalidad de la primera han marcado la vida de la segunda. Pero con la necesidad, a veces amarga, de reconocer que la vida de una está llegando a sus últimos capítulos, que las cosas para ella, ni para nadie, volverán a ser lo que fueron. Que por fin está siendo desplazada, de la misma forma que ella desplazó a su principal rival de antaño, la misteriosa Sarah [¿hay referencias a una posible rivalidad entre la Deneuve y su malograda hermana Françoise Dorléac? No son infrecuentes las referencias indirectas al pasado de Deneuve, como ese cartel de una ficticia «La belle de Paris», quiza trasunto de Belle de jour]

No obstante, la película, digna, no llega a los niveles y profundidad de las mejores películas del japonés. Es cierto que el duelo interpretativo entre las dos protagonistas, duelo cordial, es interesante, con una Deneuve especialmente en estado de inspirada ironía. En su conjunto, quedamos satisfechos con lo ofrecido, aun siendo conscientes que es una película con aspiraciones menores.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Knives Out (2019)

Cine

Knives Out (2019; 62/20191204)

Si algo hecho en falta en la época actual en el cine es la producción de película entretenidas y bien hechas, con cierta originalidad, aunque no sean extraordinariamente profundas ni pensadas para ganar premios. Hecho de menos el buen cine de entretenimiento. Porque el cine de entretenimiento de hoy en día está hecho de unos mimbres, sean comedias románticas o sean películas de acción, que no me suelen atraer. Productos prefabricados que basan más su tirón en su espectacularidad que en la calidad de sus argumentos y sus historias. Que una película sea un mero entretenimiento no quiere decir que tenga que asumir que sus espectadores sean tontos y no puedan apreciar un guion de calidad y una forma de contar las historias sutil y no como elefante por cacharrería.

Usualmente, las «whodunit» transcurrían, o bien en mansiones rurales de Inglaterra, o en escenarios exóticos, y no en el medio oeste americano. Pero bueno… nos iremos a la Inglaterra rural para celebrar el género. A Wells.

Y aquí entra Rian Johnson. Un director que ha realizado algunos productos notables, que se atrevió a darle un giro a la saga Star Wars, aunque buena parte del público, probablemente adocenado por la comida basura cinematográfica, no lo supiera valorar, y que creo que funciona mejor como guionista como director. No es que sea mal director… pero es más funcional que brillante. Lo cual no es necesariamente malo. Cuando próximamente hablemos de Scorsese, si me acuerdo de esta referencia comentaré lo contrario.

La película, en clave de comedia un tanto ácida, es una parodia de las whodunit que tanto se popularizaron en un momento dado en la novela y el cine, y que todavía atraen a muchos lectores o espectadores. Y al mismo tiempo contiene su propio misterio que, aunque aparentemente revelado a mitad de metraje, obviamente contiene otro misterio más que se ha de desvelar. El agujero dentro del donut que nos dice el Benoit Blanc (Daniel Craig), ese detective de acento sureño (imprescindible la versión original para apreciar esto, supongo), que nunca sabemos si es el más listo o el más tonto de la función, y que con su nombre de resonancias francesas no deja de ser un homenaje a los detectives privados belgas o franceses que pueblan algunas de las mencionadas whodunits.

Junto al detective, la chica. En este caso, la enfermera ecuatoriana, Marta Barrera (Ana de Armas), que cumple a la vez el papel de representar a la persona común, aunque no deje de tener su importante rol en la trama del crimen. En su presentación como protagonista en una película americana, ha hechos otras películas en Hollywood pero creo que este es su primer protagonista, introduce además una dimensión extra a la película, de carácter social, al ser el contraste al racismo y sentimiento de superioridad de la familia de origen anglosajón, los Thrombey y Drysdale, que son los «sospechosos» de la trama. Mezcla de falsos liberales, en el sentido americano de la palabra, y auténticos reaccionarios, la hipocresía es la característica que los define como familia. Con un coral reparto de lujo, eso sí; Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Don Johnson, Toni Collette, Christopher Plummer, Katherine Langford, Chris Evans, Riki Lindhome,… entre otros. Porque este es el gran activo de la película además de su excelente guion; su excelente reparto. Si a mí me iban a decir que un chica que era tan malísima actriz en sus orígenes como de Armas iba a sostener con naturalidad y competencia una comedia de este tipo, no me lo hubiera creído. Me alegro, por supuesto, de la evolución de la actriz.

Un divertimento de primera categoría, quizá con una duración un pelo más larga de lo que debería, cosa que tampoco importa mucho en este caso. Muy recomendable. Y que, para quienes cometan el error de ver las películas dobladas, se puede encontrar en la cartelera española como Puñales en la espalda.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] A vida invisível (2019)

Cine

A vida invisível (2019; 60/20191126)

De vez en cuando llega alguna película brasileña a nuestra cartelera. Pero con mucho menos frecuencia de lo que cabría esperar de un país de su envergadura. Y que en alguna que otra ocasión nos ha mostrado que tiene directores e intérpretes muy capaces. Avalada por el primer premio de la sección «Un certain regard» del festival de Cannes, y también conocida con el título extendido de A vida invisível de Eurídice Gusmão (la versión doblada al castellano es La vida invisible de Eurídice Gusmão), nos llega recientemente a la cartelera esta película dirigida por Karim Aïnouz, y que parece una propuesta distinta e interesante. Como corresponde a las películas que se presentan en la sección mencionada del prestigioso festival del sur de Francia.

No tengo fotos de Brasil… y menos de Río de Janeiro. Pero ya que la familia de las protagonistas proceden de Portugal, ilustraré la entrada con escenas lisboetas.

La película nos relata la peripecia vital de dos hermanas que viven en Río de Janeiro, hijas de unos inmigrantes portugueses en Brasil. Eurídice (Carol Duarte) es seria. Más introvertida, más precavida. Su sueño es poder conseguir una beca y terminar sus estudios de piano en Viena. Guida (Julia Stockler) es alegre, quiere disfrutar de la vida, enamoradiza. Y quiere irse con su novio griego, marinero, a conocer el mundo. Pero la vida y su familia, especialmente su retrógrado padre, se encargarán de romper sus ilusiones. Eurídice se casará con un hombre mediocre, un funcionario de poco nivel, que no le permitirá progresar en su carrera como pianista. Guida quedará embarazada de su marinero, que la abandonará; como también hará su padre. A partir de ahí, ambas seguirán su vida añorándose, pero sin reencontrarse. Y las dos creyendo que la otra está viviendo la vida que buscaba.

Ambientada en los primeros años 50 del siglo XX en sus primeros compases, acompañaremos a las dos hermanas hasta la época contemporánea, en un canto a la capacidad de estas mujeres, y de muchas otras anónimas, de sacar adelante su vida, sus familias, contra las adversidades, y aun a costa de no poder satisfacer sus sueños. Pero con una voluntad férrea, rehaciéndose y reinventándose. Indudablemente, una película hecha con gran precisión, por su proximidad a los personajes, tan finamente construidos, no podría haber salido adelante sin el buen trabajo actoral de su elenco.

No me acabo de decidir de todas formas ha decir que es una película excelente. Buena sí… estoy con un poco de duda. Por pequeños detalles que en algún momento me han rechinado, en el transcurso de la vida de estas dos hermanas. Pequeñas trampas argumentales, me parecen a mí. Pero son cosas pequeñas. En general, la considero un película bastante recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***/****

[Cine] The Farewell (2019)

Cine

The Farewell (2019; 59/20191117)

Las comunidades asiáticas en Estados Unidos se han puesto a hacer cine. Hasta ahora preferentemente en el ámbito de la comedia. Y con suerte dispar. No todo lo que han hecho con cierto éxito comercial ha llegado a España. Misterios de la distribución. Y hete aquí que nos llega esta comedia dramática dirigida por Lulu Wang, basada según creo en vivencias personales, que da la sorpresa porque, ya adelanto, si de algo va sobrada esta película es de talento.

Pues como no he tenido la ocasión de visitar Changchún, que está en el norte de China, me quedaré con algún paseo por Shangái, que está bastante más al sur. Y además, «nos iremos» de boda también…

La protagonista de la película, una de ellas, Billi (Awkwafina), es una joven de 30 años, inmigrante con su familia en Estados Unidos desde su infancia, pero que sigue muy unida a su Nai Nai (abuela) (Zhao Shuzhen), la otra gran protagonista, mientras intenta a trancas y barrancas ser independiente de sus padres en Nueva York. Y en estas está cuando estos le confiesan que van a viajar a China con la excusa de la boda de un primo suyo que vive en Japón, porque han diagnosticado a Nai Nai de un cáncer incurable. Diagnósticos que toda la familia decide ocultar a la abuela ante la sorpresa de Billi, que como joven educada en Estados Unidos, lo vive como una mentira y una traición al derecho a su abuela a tomar sus propias decisiones con toda la información que le afecta sobre su salud.

La película funciona como un reloj. Con sabor a cine independiente, probablemente con un presupuesto modesto para lo que se lleva hoy en día en el cine americano, está rodada con solidez y con no pocas virtudes cinematográficas. Y habla de muchos temas, con suficiente profundidad para despertar no pocas reflexiones en el espectador consciente; la autonomía de la persona ante su salud, las relaciones familiares, las cuestiones de identidad en las personas migrantes… Pero sin perder nunca el buen humor, al mismo tiempo que nos emociona en diversas ocasiones. Emociones que se desprenden de la excelente actuación de sus intérpretes. Especialmente de sus dos protagonistas, nieta y abuela, pero sin descuidar la excelente nómina de secundarios que no por desconocidos van a la zaga en cuanto a calidad interpretativa.

Película bilingüe, rodada en inglés y chino mandarín, en Nueva York y en la ciudad china de Changchun. Si habitualmente ya soy de la opinión de que el doblaje es una adulteración intolerable de la película y de un aspecto tan importante como el trabajo de sus actores, en caso de películas bilingües lo es más por la significación del cambio de lengua en determinados momentos del diálogo. Absolutamente recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro] Luz de guerra

Literatura

De entrada decir, para dejar las cosas claras desde el principio, que este libro del canadiense, nacido en Sri-Lanka, Michael Ondaatje ha sido una de las sorpresas más agradables de lo que llevo de año de lectura. Ondaatje alcanzó cierta celebridad por ser el autor de la novela en la que se baso la película del mismo título, The English Patient, que arrasó en la ceremonia de entrega de los Oscar de marzo de 1997, y con razón. Pero su carrera es algo más que aquella novela puntual, como he podido comprobar en alguna ocasión. Y cuando hace poco leí que recientemente se había publicado la traducción de su última novela, decidí ponerme a ella.

Los canales navegables de Londres y que comunican la capital con sus alrededores, para el transporte de mercancías, legítimas o ilegítimas, tiene su importancia en la trama, y es lo que os traigo aquí.

Estamos ante una novela compleja. Difícil de adscribir a un género determinado. ¿Es un drama familiar? ¿Es una historia de transición de un adolescente hacia las complejidades del mundo adulto? ¿Es una de las mejores historias de espionaje que he leído en mi vida, y al mismo tiempo, alejada de todas las convenciones del género? ¿Es una crítica a unos modos de hacer y entender los servicios de inteligencia de los países desarrollados, específicamente el Reino Unido? O simplemente, todo ello al mismo tiempo.

En el momento en que al protagonista, narrador en primera persona de la historia, y a su hermana, de 14 y 16 años respectivamente, les comunican que sus padres se van durante un año a trabajar en Asia y que se quedan al cuidado de un amigo de la familia, les cambia la vida. Estamos en el principio de la posguerra mundial. En un Londres que sufre las cicatrices y las carencias derivadas del conflicto mundial. Donde el límite entre el bien y el mal se ha difuminado, en el que el de la clandestinidad patriótica y la criminal ha desaparecido. En ese ámbito, el joven protagonista descubrirá el mundo, las mujeres, el sexo, y acabará por despertar totalmente del mundo de la despreocupación en el trágico momento en que regresará su madre, iniciando una vida de adulta marcada por la incertidumbre de quienes son sus personas cercanas, de quién es el mismo.

Estamos ante una historia que nos da sorpresas, que evoluciona. Que cambia de género conforme su protagonista descubre el mundo. Estamos ante una novela en la que hay profundas reflexiones éticas, que toma partido ante el cinismo que conlleva la desaparición de esos límites entre lo adecuado y malvado, muchas veces por iniciativa de las propias estructuras públicas del estado que deberían velar por los valores de una sociedad que presume de haber combatido a la tiranía en nombre de la democracia. Hay drama, algún momento para el relajo humorístico y alguna que otra tragedia. Probablemente inevitables.

Una de las mejores obras de ficción que he leído este año. Una de las mejores novelas que he leído en general. Una demostración de la profundidad de los temas y del dominio de la prosa que tiene Ondaatje. No es la lectura más fácil en ocasiones, pero es de las más ricas. Totalmente recomendable.

[Cine] The forest of love (2019)

Cine

The forest of love (2019; 54/20191103)

Netflix está muy activo en las últimas semanas en el ámbito de los largometrajes. Se acerca el final de año y la temporada de premios cinematográficos, y como ya venía sucediendo en los últimos años, reserva sus estrenos más destacados para esta temporada. Pero de todos modos, la película que os traigo hoy se caracteriza por salirse de las pautas habituales. Al fin y al cabo, está dirigida por el ínclito, extravagante y transgresor director japonés Sono Sion.

Para ilustrar la entrada, un paseo por Dotombori en Osaka, uno de esos lugares donde se mezclan cosas de lo mejor y de lo peor del País del Sol Naciente. Y como nunca falta gente para alimentarlas…

Rodada en Japón y hablada en japonés, Netflix ha presentado la película con un título oficial en inglés, aunque en Japón puede que se conozca con el título de Ai-naki mori de sakebe [愛なき森で叫べ], que vendría a significar algo así como Gritando en un bosque sin amor. Mmmmm… algo se ha perdido en la traducción. Desde luego, poco amor real y positivo hay en esta última propuesta de Sono, que sigue su camino habitual de transgredir con una mezcla de cinismo, sangre y sexo. Sexo desesperanzado, las más de las veces.

Dos jóvenes se mezcladas con unos tipos que quieren rodar una película, al mismo tiempo que un estafador reaparece en sus vidas. Pero las dos jóvenes tienen una historia trágica en su adolescencia, en el que la muerte accidental de una compañera de las que ambas estaban enamoradas, llevó a un suicidio colectivo en el que murieron otras tres compañera, una de las supervivientes quedó con secuelas, y la otra se arrepintió antes de saltar. Todo este grupo de personajes entrará en la senda de la destrucción mutua, en un relato que dice estar basado en hechos reales.

Es la segunda incursión de Sono en las plataformas de pago por visión, después de la vampírica transgresión que presentó en Amazon Prime Video. El problema es que la fórmula de Sono, por lo menos la que aplica de forma más o menos sistemática en los últimos años, de chicas jóvenes con problemas que acaban pasándose una buena parte de la película en ropa interior o desnudas, mientras la sangre y otros fluidos corporales acaba pringando a todos los que por allí aparecen, empieza a ser más cansina que transgresora. No voy a negar que detrás de la película haya alguna idea interesante, críticas a las instituciones establecidas en cualquier sociedad conservadora, como son las de Asia oriental. Y entre los intérpretes, no falta algún valor reconocible. Pero globalmente, la película acaba siendo larga y prolija para lo que cuenta, deteniéndose más en escandalizar que en contar.

Así que,… aunque Sono Sion ha sido un director que me ha llamado la atención durante un tiempo, he de reconocer que ese tiempo está pasando, y que difícilmente considero esta película recomendable. Aunque si tienes una suscripción a Netflix, poco cuesta probar y ver por tí mismo… lo único que tienes que perder es el tiempo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine en TV] Tell me who I am (2019)

Cine

Tell me who I am (2019; 52/20191025)

Hacía tiempo que no incluía un estreno en plataforma de vídeo bajo demanda, que desde hace unos años incluyo también entre mis comentarios de estrenos cinematográficos. En esta ocasión afrontamos, por primera vez en mucho tiempo, un documental. Un documental que nos ofrece Netflix, y que llegó a la plataforma sin mucha publicidad, o yo no estuve al tanto, pero del que me enteré por un enlace sobre fotografía.

Londres y las zonas rurales no alejadas de la capital británica serán los escenarios donde se desarrollará el drama que nos relata este documental.

El documental trata de la historia de dos hermanos gemelos británicos, uno de los cuales sufre al final de su adolescencia un terrible accidente con traumatismo craneoencefálico que borra toda su memoria, todos sus recuerdos, de su época infantil y adolescente. Con la ayuda del archivo fotográfico y de su hermano gemelo va reconstruyendo esas épocas, como una época feliz en familia, lo típico de cualquier hogar de clase media. Aunque percibe que la relación de los dos hermanos con sus padres es extraña. Hasta que a la muerte de la madre, el padre había muerto previamente, unos años más tarde, la aparición de otra fotografía le alarma y pone en cuestión la realidad sobre esa vida reconstruida tras el accidente. Solo décadas más tarde, los dos hermanos ya con más de cincuenta años volverán a retomar su vida en común para sacar a la luz la verdad.

El documental nos plantea varios temas. Uno de los principales, que no voy a desvelar, el de los problemas, profundos e inquietantes, de la relación de los dos jóvenes con sus padres. Otro es el de la relación entre hermanos y las difíciles decisiones que ha de cargar sobre sus espaldas uno de ellos que, queriendo a su hermano, tiene que decidir qué puede hacerle más feliz; la verdad o una realidad adulterada, azucarada. El tercero es el derecho de la persona a conocer la realidad de su vida, con el fin de tomar las decisiones que como persona autónoma, libre con capacidad de decisión, tiene derecho. Tema este último en el que estoy sensibilizado, pensando en la conspiración de silencio que en nuestra sociedad existe todavía con determinados enfermos con enfermedades graves, probablemente mortales, a los que se les oculta el diagnóstico «por su bien». En el documental, el problema de base es distinto, pero en esencia es la misma cuestión.

El documental se ve con interés. De alguna forma, el misterio que rodea la vida de estos jóvenes te atrapa como el de una buena película de ficción. Pero te planteas en ocasiones si el enfoque no tiene un punto de efectista en ocasiones. De que al director, Ed Perkins, que no hace mal trabajo, le importa más el efecto que va a producir en el espectador que la empatía por los dos hermanos, y la reflexión sobre los aspectos más negativos y preocupantes de nuestra sociedad. Porque hay elementos importantes en la historia que deja caer, pero en los que no se profundiza. No obstante, es bastante recomendable. Y la forma en que los dos hermanos se desenvuelven en las entrevistas en pantalla resulta de lo mejor. Por ello, esas cuatro estrellas en «interpretación», aunque no lo sea propiamente hablando.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] El quinteto de Nagasaki

Literatura

Me hablaron de este libro de Aki Shimazaki hace ya un tiempo. Y en principio me planteé leerlo en versión original. No, no me he puesto a estudiar japonés ni nada por el estilo… creo que en estos momento es un idioma fuera de mi alcance. La versión original de este libro está en francés. Porque Shimazaki, japonesa de nacimiento, vive desde hace casi 40 años en Canadá, donde está naturalizada y vive en Montreal. Y a pesar de que aprendió el idioma francés siendo ya adulta, es el que escogió para desarrollar su carrera literaria.

Pero surgió un problema que me dejó un poco atónito. En castellano, el libro se vende en un volumen único, con un precio de entre nueve y diez euros. Pero en su idioma original, son cinco novelas cortas que se venden independientemente, con un precio global de entre 30 y 35 euros… ¡¡?? Me pensé un poco el asunto, quizá esperando una nueva edición francesa al estilo de la castellana… pero nada. Os explico el asunto.

Unas cuantas vistas recientes de Tokio… donde todo empieza, aunque sólo nos enteremos bastante avanzada la historia.

Este quinteto de relatos relacionados entre sí que publica Lumen en un solo volumen, fueron originalmente publicados en su idioma original como cinco novelas cortas. Que se pueden leer de forma independiente. Aunque después de haberlas leído todas, es algo que para mí no tiene mucho sentido, ya que para comprender la historia en toda su extensión y profundidad hay que leer los cinco relatos. Su pudo publicar originalmente por entregas, pero recomiendo que se lean como un todo.

Antes de esbozar el argumento de la historia, he de decir que me gusta más el nombre que se le da en francés al conjunto, Le poids des secrets (El peso de los secretos), que lo del «quinteto de Nagasaki», más oportunista, y supongo que más comercial, que le ha dado su editor en castellano. Cierto es que una parte de la historia, importante, transcurre en la ciudad mártir de la Segunda guerra mundial, la segunda y última, hasta la fecha, donde salvaje y perversamente se ha arrojado una bomba atómica. Y concretamente, la autora sitúa en aquel nueve de agosto de 1945 algunos acontecimientos importantes dentro de las vidas de los protagonistas de esta compleja saga familiar que nos hará recorrer el siglo XX desde la década de 1920 hasta el último cuarto del siglo XX.

Pero el recorrido es mucho más amplio. Porque si un momento clave se produce en las historia que se nos cuenta, es el momento en que una de las protagonistas queda huérfana tras el gran terremoto de Kantō al mediodía del 1 de septiembre 1923. Y queda huérfana no por el terremoto, sino por la consecuencias posteriores, en una de las narraciones más estremecedoras que he leído jamás sobre la perversidad humana, en este caso no de los militares norteamericanos como fue lo de Nagasaki, sino de los militares y políticos japoneses. Esa orfandad tendrá consecuencias inimaginables en una joven, cuyo pasado ya estaba revestido de misterio, y que acabará afectando profundamente a los miembros de dos familias japonesas. Pero no voy a desvelar mucho más, porque es preferible que lo descubra el lector.

Shimazaki no desaprovecha la ocasión. No se limita a narrar los amores y los odios que entre sí desarrollan los personajes principales de la acción, la compleja trama de relaciones que complica las vidas de personas en principio honestas y fieles a sus familias y amistades, salvo excepciones. Shimazaki desarrolla su punto de vista sobre algunos graves acontecimientos de las historia japonesa del punto de vista; la política colonial en otros puntos de Asia, el racismo hacia las personas de otras nacionalidades u orígenes étnicos, la corrupción de la sociedad en el régimen militarista que llevó al país a la guerra y la catástrofe, la complejidad de la vida en los años de guerra, el convencimiento razonado de que los bombardeos atómicos tuvieron más de experimento que de necesidad bélica, y que habían venido precedidos de bombardeos convencionales de intenciones igualmente perversas por cebarse especialmente sobre la población civil y más desprotegida. Todo ello contado por una japonesa de origen, que no olvidemos vive en Canadá, que no aprendió el francés hasta 1995, cuando ya contaba 40 años de edad, y que empezó su carrera literaria en ese idioma a partir de 1999, después de haberse dedicado fundamentalmente a la enseñanza.

El conjunto me ha parecido una lectura muy interesante. Y en algunos de los cinco relatos, apasionante, estremecedora y conmovedora. El conocimiento de esos secretos cuyo peso pesan sobre los protagonistas y que se va desvelando muy poco a poco, me obligó en algunos momentos a parar la lectura y reflexionar sobre lo sucedido. No tanto sobre lo que sucede a los personajes de ficción, sino sobre lo que padecieron las personajes reales en la época. Los cinco relatos no tienen la misma intensidad, aunque sí que parecen disfrutar una calidad literaria similar. Sigo con la curiosidad por haber leído el original en francés. Especialmente por las circunstancias vitales de la propia autora. Pero en cualquier caso, me parece, en cualquier idioma, muy recomendable.