[Libro] Retratos de jazz – Haruki Murakami

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Si vamos a hablar de jazz, la velada en el Village Vanguard de Nueva York es adecuada para ilustrar la entrada.

Tardaré un tiempo en volver a comentar un libro leído. Cuando en realidad llevo un acúmulo notable de libros pendientes. Me tendré que plantear cuando llegue el momento la posibilidad de comentarlos de dos en dos. Pero de momento es lo que hay. No será muy largo. Ni tengo mucho tiempo, ni merece la pena estirarse mucho. Aunque el autor sea Haruki Murakami, uno de mis novelistas favoritos. Pero que en cuestiones de no ficción, no me atrevo a llamarlo ensayo, unas veces me convence más que otras. No es su faceta favorita. Pero tratándose de jazz, un elemento, la música en general, siempre presente en sus relatos, y siendo el género que más suelo escuchar, tenía que leerlo.

Recientemente publicado en España, su primera colección de retratos literarios de figuras literarias del jazz en su lengua original, el japonés, es de 1997, habiendo publicado una segunda en 2001. No acabo de tener claro si la colección traducida al castellano es la primera de ella, o las dos reunidas en un único tomo. Tampoco tiene más importancia. Murakami escribe una serie de reflexiones sobre algunos de sus músicos de jazz preferidos, seguida de una breve biografía del músico. Las reflexiones, en las que explica qué significa para él ese músico y su obra, incluyen elementos como la primera vez que lo escuchó, y lo que significó para él. Y cuál es la obra del autor que más destacaría. Por lo que sirve para hacer una colección de álbumes de jazz muy interesante.

Murakami anda por los 76 años, nació en 1949. Por lo que, cuando empezó a escuchar esta música, siendo un adolescente, era la década de los 60 del siglo XX, un período en el que el jazz todavía estaba en lo que podríamos denominar su época dorada, que venía de la aparición del bebop en los años 40, en mi humilde opinión. Antes estuvo el jazz clásico y el swing como derivado más popular. Después vinieron las fusiones y free jazz, al que ha seguido una época de estabilización, es decir, de menos innovación, aunque sigan existiendo músicos excelentes. Pero la atracción que esta música provocaba en el público ha disminuido, pasando ha ser una música culta. Una música cuyo gusto has de cultivar para que te llegue a gustar e, incluso, a apasionar. Por lo tanto, se ha vuelto minoritaria. Lo cual no quiere decir que no haya millones de aficionados en el mundo. Entre los que, modestamente, me encuentro.

Pero Murakami pudo disfrutar de su música siendo muy joven en un momento privilegiado. Porque a mí, en estos momentos, el jazz que más escucho procede de esos finales de los años 50 y de la década de los 60. No es que no encuentre cosas interesantes en otros momentos de la historia del jazz. Pero indefectiblemente vuelvo a esos años. Envidio a Murakami, y envidio el ambiente cultural en el que alcanzó a desarrollar su gusto musical. El mío fue más tardío. Es una música que descubrí con casi treinta años. El doble de edad de los que tenía Murakami cuando, según estos retratos de jazz, empezó a disfrutar de esa música. Los retratos literarios en sí me han parecido entretenidos. Pero no son especialmente profundos. Creo que el tema hubiera merecido un poco más de intensidad personal en explicar por qué la música de jazz ha sido tan importante en su vida. Pero bien está haberlos leído.

[Cine] Los tres últimos estrenos vistos antes de las vacaciones

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Fotografías de Dublin en verano, mucho más luminosas que la gris ciudad irlandesa en invierno en la que transcurre la acción de la película de aquel país que comento hoy.

Cuando cojo vacaciones y voy a estar unos cuantos días sin publicar los contenidos habituales, tengo la costumbre de dejar a cero el contador de películas pendientes de comentario, entre los estrenos recientes que ya he visto. Pero en esta ocasión, por el lío que he llevado en los últimos tiempos, se me han acumulado nada menos que tres de ellas. Y además muy dignas de comentario.

Eddington (2025; 42/20250918)

Estamos ante la última película estrenada del director Ari Aster. Vi la opera prima de este director y, a pesar de las muchas alabanzas que recibió, especialmente de los críticos, a mi no me entró. Hasta tal punto que no había vuelto a ver una película de Aster, a pesar de las sistemáticas alabanzas que recibe. También es cierto que flirtea siempre con el terror, y no soy muy de este tipo de películas. En esta ocasión, de la mano de Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Emma Stone y otros, nos lleva a lo más profundo de los Estados Unidos, al ficticio pueblo de Eddington, donde se desata un conflicto entre el sheriff, el alcalde, grupos antifascistas y grupos muy fascistas. Aster lleva el conflicto general del país a un microuniverso. Y como parece costumbre en él, desata un exceso de sangre y desatinos. Que resulta preocupante… porque podría ser verdad en algún momento. Creo que es una película razonablemente recomendable, aunque a mí no me ha despertado tantos entusiasmos como a la crítica. Las interpretaciones son muy recomendables.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ***

Small things like these (2024; 43/20250924)

Casi de tapadillo, confundida entre los diversos estrenos de este mes de septiembre, llega esta película irlandesa, dirigida por Tim Mielants, y a la que le ha costado llegar a nuestro país. Se ha ido estrenando muy poco a poco por el mundo… principalmente por Europa. Y se centra en un problema que diría que es muy irlandés… si no fuera porque también se ha dado en otros países tradicionalmente «católicos», entre ellos España durante la dictadura, de una u otra forma. El protagonista de la película es un padre de familia, Cillian Murphy, trabajador, honesto, dedicado a su familia y devoto cristiano, que vive junto a un convento que regenta una lavandería. Una de las infames lavanderías de la Magdalena. Un día observa como a una chica la arrastran a este convento. Como sirve de carbón al mismo, se la encuentra encerrada un día en la carbonería, en mal estado. Y empieza a sospechar que algo pasa en el establecimiento. Lo cual despierta todo tipo de conflictos internos. Por su pasado, es hijo de madre soltera, acogida por una señora caritativa y honesta, y por su presente de familia devota con hijas. Tras muchas dudas, pasará a la acción, aun bajo las amenazas de las intimidante superiora del convento, Emily Watson.

Impresionante película, muy introspectiva, que en hora y media plantea y desarrolla un conflicto, real y psicológico, con la ayuda de un reparto de primera categoría. Una plena denuncia de los desmanes de las instituciones católicas, que ha llevado a que Irlanda, uno de los países más devotos tradicionalmente del mundo católico haya adquirido notables cifras de abandono de esta fe ante los escándalos de la Iglesia, con la mejora masiva de la educación y con la amplia apertura al mundo de las últimas décadas. Muy muy recomendable.

Valoración

Dirección: ****
Interpretación: *****
Valoración subjetiva: ****

One battle after another (2025; 44/20250926)

Dada la irregularidad de los últimos tiempos en la oferta de versiones originales en la gran pantalla, y dado que durante casi dos semanas no vamos a poder ir al cine, ayer me escapo a ver esta película, la última de Paul Thomas Anderson, que me interesaba mucho. Con ella volvemos a los conflictos actuales de la sociedad americana. Y más específicamente a los de la inmigración y el racismo estructural de la sociedad estadounidense. Un grupo revolucionario encabezado por Perfidia (Teyana Taylor), de la que es pareja uno del militantes (Leonardo DiCaprio), realiza acciones contra los centros de reclusión de inmigrantes, liberándolos, contra centros de poder social y económico reaccionarios y algún atraco que otro para sostenerse. Perfidia también mantiene un relación patológica con un policía de inmigración (Sean Penn). Un día, un atraco saldrá mal, atraparán a Perfidia que ha tenido una niña, y venderá a su banda. Muchos caerán. Pero su pareja y la niña escaparán. Perfidia también escapará a Méjico. Años mas tarde, el policía, ya coronel, quiere entrar en un grupo de presión supremacista blanco, y va a ser investigado. Sabe que Perfidia tuvo una hija, ya adolescente (Chase Infiniti), pero no sabe si es suya, lo cual lo podría perjudicar. Por lo que iniciará una demencial acción policial desmesurada para raptarla, comprobar la paternidad, y si es necesario eliminarla. Pero Bob, como se llama ahora la antigua pareja y quien ha sido el padre de la niña, no se cruzará de brazos y encontrará aliados (Benicio Del Toro) para desbaratar la acción.

Entre la comedia negra y la acción más desbaratada, Anderson pone en marcha el ventilador para exponer las miserias de la sociedad norteamericana, como lo hace Aster en la primera de las película comentadas hoy, y en un entorno no tan diferente, aunque sobre bases distintas. Y sobre todo lo hace con elevada maestría realizadora, con ritmo, y con más corazón que Aster, lo que hace que la película de este quede, desde mi punto de vista, mal parada en la comparación. Pero no todos estarán de acuerdo. Al fin y al cabo, son dos etilos distintos. En cualquier caso, a mi me ha parecido una película excelente, muy divertida, muy recomendable, sus dos horas y media de duración no se hacen largas, y que se ve acompañada de unas estupendas interpretaciones, con DiCaprio, Pen, Infinity y Del Toro en auténtico estado de gracia. Muy muy muy recomendable.

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; tradicional ronda de aventuras galácticas, con flotas estelares y fundaciones varias

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Carlos en plata. En el recinto de la Exposición Zaragoza 2008 con Hasselblad 500CM y película experimental Harman Phoenix, primera generación.

Como la aventura espacial ha sido un género que siempre me ha resultado atractivo, no es de extrañar que me apunte a ver, al menos en sus primeras temporadas, las series que se estrenan de este género. Miedo me da… que me acabo de enterar que va a haber una tercera versión de Battlestar Galactica, con lo estupenda que fue la segunda, y con lo entrañable que resultó la cutredad de la primera. Qué se le va a hacer. Pero hoy vamos con dos series que van más o menos a la par, y ambas han llegado este verano a su tercera temporada. Eso sí, dos series muy muy muy diferentes.

Empecemos por la que menos me interesa. Se trata de Star Trek: Strange New Worlds, que viene a ser la precuela de la serie original, o una de ellas. La Enterprise, pero con otra tripulación, aunque algunos de sus miembros ya estaban aquí… en edades más jóvenes. Nunca he sido un especial aficionado a Star Trek, lo he comentado en más de una ocasión. Le tengo un cierto cariño a la serie original, algunos de cuyos episodios vi en la infancia. En aquella época, cierto grado de cutredad, desde el punto de vista actual, era inevitable. Pero estaba bien para los estándares del momento. Y yo era un niño al que aquellas aventuras atraían mucho. Pero a partir de los largometrajes que se hicieron después desde finales de los años 70 y durante los años 80 y 90… esa cutredad me resultó chirriante. Porque eran cutres. Y decidí que no era mi cosa. Diversos relanzamientos posteriores tampoco me interesaron por distintos motivos. Pero en las últimas décadas ha habido alguna serie que me ha parecido curiosa, y he seguido en mayor o menor medida.

La que hoy nos ocupa, siendo fiel a los esquemas de tiempos pasados, lo cual no necesariamente es una buena referencia salvo que sea la serie original, no me disgustó en sus dos primeras temporadas. El reparto trabajaba de forma bastante competente, con algunos personajes que generaban cierto grado de empatía, algo indispensable que un producto de mero entretenimiento que recorre caminos trillados atraiga. Sin embargo, en esta tercera temporada… algo no ha cuajado. Y aunque ha habido algún episodio entretenido, he vuelto a tener en no pocos momentos la sensación de apatía que me despertaban muchas de las producciones del universo Star Trek en el pasado. Incluso algunos personajes que me resultaban especialmente simpáticos en el pasado… han empezado a resultarme antipáticos. Creo que tienen previstas al menos dos temporadas más, pero en estos momentos no puedo asegurar que me enganche a la serie de nuevo.

Seguiremos por Murderbot, una serie de aventuras planetarias en el espacio, que se puede ver en Apple TV+, de capítulos cortos, que oscila entre la aventura, la comedia y la parodia. Un robot androide, aficionado a los culebrones televisivos espaciales, que se libera en un momento dado de sus restricciones para hacer daño a los seres humanos, siendo un potencial asesino, que es asignado para garantizar la seguridad de una expedición científica a un planeta. Un grupo de científicos idealistas, pacíficos, cándidos, bienpensantes, sin jerarquías, dialogantes, y un tanto flower power, que se ven obligados a enfrentarse a amenazas imprevistas en el planeta, cuando se encuentran que no están solos, que hay otras expediciones en el planeta, y que los miembros de una de ellas han sido asesinados. No creyendo en la violencia, siempre a desconfiado de su androide de seguridad; pero tendrán que aprender a confiar en él si quieren sobrivivir. Porque en su candidez, son presas fáciles, muy fáciles.

Sinceramente, me asomé a esta serie porque era una aventura espacial, y porque me generó cierta curiosidad. Aunque no sabía qué me iba a encontrar. Al final resultó una sensación ambivalente. Mejor de lo que esperaba, pero con la sensación de que podía estar mejor todavía. Pero no está mal. Se deja bien. Tiene buenas críticas, y con razón. También los votantes en IMDb la apoyan. No será un exitazo, pero contenta a crítica y público. Parece que habrá una segunda temporada. Veremos que derroteros lleva. Está basada en unas novelas de Martha Wells, y la serie de libros es bastante extensa. Material tienen en abundancia.

Mucho más interés me despertaba la tercera temporada de Foundation. La serie inspirada, y hasta cierto punto basada, en la obra original de Isaac Asimov me enganchó mucho en su segunda temporada, que me pareció excelente. La primera no estuvo mal. Pero fue una temporada de «aclimatación» para los que habíamos leído (repetidamente) los libros de Asimov. Porque obviamente… no era lo mismo. Y como esperabas algo,… muy parecido,… pues hubo que aclimatarse. En la segunda temporada, asumiendo ya que se trata de una historia distinta, aunque los nombre de los personajes y los lugares se parezcan o sean los mismos que en los libros, aunque ni siquiera se parezcan, lo que nos estaban contando era interesante. Y además estaba bien contado. Lo cierto es que fue una temporada que disfruté bastante. Lo cual estaba bien… Pero también, preocupante. ¿Sería posible mantener el nivel?

El nivel de realización y de interpretación de la tercera temporada a estado al mismo nivel que las anteriores. Pero se enfrentaba a uno de los arcos argumentales más importantes de la trilogía de Asimov, la segunda parte de Fundación e Imperio, el segundo libro de la trilogía, con el surgimiento del Mulo desbaratando el plan Seldon. No pongo a idea los nombres de los intérpretes que actúan, para no destripar las sorpresas de la trama. No. No suceden las cosas como en los libros. Se desvían bastante. En varios aspectos principales. Quien es el héroe o la heroína en los libros puede convertirse en villano o villana en la serie, y viceversa. Los cambios, que quizá indignen a los puristas de la versión literaria, me parecen aceptables. Aquellos relatos empezaron en los años 40 del siglo XX. Desde 1942, hace 80 años aproximadamente, en forma de relatos cortos, y como novelas integradas a partir de 1951. Que se hayan actualizado las historias, los personajes, los perfiles,… me parece bien. El personaje del Mulo, aunque no conserva su personalidad, ni siquiera es el mismo personaje, si que conserva la esencia. Y ese arco argumental está bien. Pero en el arco argumental de los emperadores clones… tengo miedo de que hayan desbarrado algo, e incluso que, para mí por lo menos, tal vez no para otros, en el último extremo hayan saltado el tiburón. Quizá no sea para tanto… pero en varias ocasiones la historia de los Cleon y Demerzel me rayó un tanto. Este último personaje, Demerzel,… o R. Daneel Olivaw, es probablemente el que peor llevo que se haya modificado tan profundamente su personalidad… Sip. Mucho cariño le tuve a R. Daneel Olivaw en mi juventud. Pero seguiré fiel a la serie. Seguro.

[Viaje] En Luxemburgo y la ciudad alemana de Tréveris con película fotográfica en blanco y negro

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Escapada de final de agosto a Luxemburgo y Tréveris (Alemania) con Minox 35 GT-E e Ilford XP2 Super.

Probablemente esta sea la última entrada viajero-fotográfica en Cuaderno de ruta durante por lo menos un par de semanas. Si todo va bien, estaré por el mundo, realizando más fotografías entre otras cosas. Veremos que experiencias acumulo. Quedan pendientes algunas cosas para más adelante. Y en estos próximos días, sobre algunos otros temas sí que hablaré.

Pero de momento, me han llegado los negativos revelados de la escapada que hicimos a Luxemburgo en el último fin de semana de agosto. Os recordamos que incluía una excursión en el día a la bonita ciudad alemana de Tréveris. Aunque no he terminado de procesar todas las fotografías, sólo algunas significativas para hacer estos comentarios, la verdad es que estoy bastante contento con los resultados. Digitalizar los negativos por mí mismo me supone cierto consumo de tiempo, pero un notable ahorro de dinero, y progresivamente una mayor satisfacción con el resultado final. Balance neto positivo.

[Viaje] Caluroso día de excursión, en Fitero y Tudela… con película fotográfica

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Excursión de muy caluroso festivo en viernes a Fitero y Tudela con Fujifilm GS645S Wide 60 y película Cinestill 400D.

En su momento comenté las circunstancias de la escapada de un día, el 15 de agosto de este 2025, a Fitero y Tudela, en Navarra, con unos amigos. En aquellos momentos ilustré el comentario con las fotografías realizadas con la cámara digital. Pero no fue la única cámara que usé. Usé otra que, de alguna forma, cuando salió al mercado, compartía la filosofía de la cámara digital, aunque con un formato muy diferente.

La gran diferencia entre las dos cámaras, que incluso son del mismo fabricante, está en que estas fotos que presento hoy están realizadas sobre película fotográfica tradicional, de formato medio, con un tamaño de negativo de casi 6 x 4.5 cm, seis veces más grande que el de la digital, y que digitalizado en alta resolución alcanza ficheros de 100 megapíxeles, más del doble de lo que ofrece la cámara digital, que está muy de moda. Y es que la película tradicional sigue siendo capaz de registrar imágenes fotográficas detalladas de gran calidad. El problema es que su extracción y explotación es más compleja y menos inmediata que la imagen digital.

[Cine] Gobaegui yeoksa [고백의 역사] (Los desenredos del amor) (2025)

Cine

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Fotografías de la ciudad de Busán que se pueden encontrar en distintas entradas ya publicadas.

Gobaegui yeoksa [고백의 역사] (2025; 41/20250905)

No voy a perder mucho tiempo con este estreno que ha ido, al menos en España y la mayor parte del mundo, directamente a Netflix. Y es posible que en su país de origen también sea un estreno exclusivo de la plataforma de contenidos en línea. Es una comedia romántica adolescente, dirigida por Sun Namkoong, no especialmente original, que de forma insospechada consiguen estirar hasta casi dos horas de duración sin que se haga larga, y que no está mal valorada por el público votante en IMDb, lo cual puede significar algo o no significar nada.

El argumento gira alrededor de una chica en su último año de instituto (Shin Eun-soo), en Busan o algún lugar cercano, que está colada por el guapo del centro escolar, pero que tiene serias dudas sobre sus posibilidades de ligar con el mozo por culpa de su indómito y difícil de peinar pelo rizado. Familia de origen modesto, que salen adelante trabajosamente, una nueva peluquería en el barrio promete un alisado duradero gracias a un método popular en Seul. Pero el coste va más allá de las posibilidades de la chica. Coincide que el hijo de la peluquera (Gong Myoung) es un nuevo alumno en su clase. Y que el chico se cuela por la chica. Y… pues eso, trío amoroso a la vista, con un coro de amigas y amigos que animan o corean los avances y los retrocesos del proceso romántico.

La película carece por completo de originalidad y es, en líneas generales, totalmente predecible. Pero está realizada con solvencia y cuenta con un reparto que cae simpático, lo hace bastante más que razonablemente bien, solvente, simpatía que hace que, si no tienes otras cosas que hacer en esa noche del viernes después de cenar, veas la película relajadamente, y te vayas luego tan feliz a dormir sin ningún cargo de conciencia. En un momento dado, intenta pasar de la comedia al drama, cuando se descubre el motivo de la mudanza del chico y su madre, la peluquera, abandonando Seúl por Busán, pero no insiste mucho, lo resuelve rápidamente y se centra a partir de ahí en el noviazgo entre los protagonistas.

Película buenrollista, intrascendente, que no ofende a nadie, que tampoco dejará un poso duradero en la memoria de los espectadores, y que cumple con su función básica de entretener sin pretensiones. Cosas más pretenciosas y más infumables se ven en las plataformas de contenidos en línea, así que la aprobaremos sin más, y al que la apetezca que la vea, y al que no, pues tampoco pasa nada. Es lo que hay.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

[Viaje] Grupos de fotógrafos analógicos visitando la cámara oscura de Valderrobres

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Excursión de un sábado soleado a Valderrobres con Fujifilm X100VI.

Fotonautas ZGZ es un grupo de gente con intereses comunes en el ámbito de la fotografía, y en concreto de la fotografía fotoquímica, o como muchos llaman, fotografía analógica. Todos nosotros nos interesamos en la fotografía con película de haluros de plata tradicional, con cámaras de diversos formatos, pero también practicamos de vez en cuando, algunos asiduamente, la fotografía estenopeica y otros procesos alternativos los más creativos y atrevidos. Surge del entorno del grupo de interés por este tipo de fotografía de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ, pero hay personas en el grupo que no son socias de esta asociación. Y como tantos grupos en España, nos comunicamos por WhatsApp.

Nuestra curiosidad por la luz y por los dispositivos que la capturan para crear imágenes que nos cautiven, tenemos intereses diversos y amplios. Y hay un cierto tipo de dispositivos que nos gusta visitar; las cámaras oscuras. Se visitó en su momento la de Tudela, aunque yo no pude ir. Y cada uno por separado hemos visitado otras. Por ejemplo, yo disfruté de la de Cádiz en octubre de 2020. Sí… de ese año.

Recientemente se instaló una cámara oscura en Valderrobres, en un edificio que fue un antiguo torreón de la muralla medieval de la bella población de la comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel, Aragón. Así que nos organizamos, y un grupo de siete de nosotros fuimos ayer sábado, 20 de septiembre a visitar la instalación. Valderrobres tiene bastante más que visitar. Muchos de nosotros ya habíamos visitado la población, incluso en más de una ocasión. Y la comarca del Matarraña, en los límites con Cataluña y la Comunidad Valenciana, de hecho es una comarca en la que se habla un dialecto del catalán, tiene mucho que ver, especialmente en lo que se refiere a riqueza paisajística y natural. Y cultural… que se encuentran también ejemplares de pinturas rupestres del arco mediterráneo, bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

[Fotos] La foto de la exposición de Asafona y las otras opciones

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. En el enlace se puede leer el comentario técnico de las fotos aquí mostradas.

Estamos en septiembre. Y como todos los años, es el momento de la exposición colectiva de los socios de la Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza Asafona, y las jornadas anuales, ya en su 20ª edición, un ciclo de charlas sobre temas de fotografía de naturaleza o relacionados. Llevo participando varios años. Y siempre me cuesta decidir qué foto presentar a la exposición. Muchas veces me arrepiento… siempre seré un indeciso para estas cosas.

Todos los socios podemos presentar una fotografía. Una sola. Que si no, no caben. Y no hay procesos de selección. A veces, la junta te dice que quizá la foto no se ajusta al tema. Presentas otra, y ya está. Este año he presentado la siguiente.

Tenía, no obstante, otras opciones, fotografías realizadas en otros momentos del año. Como remitimos la foto durante el mes de junio del año en que se celebra la exposición, la foto que presento está realizada entre el 1 de julio siguiente y el 30 de junio del año de la exposición siguiente. Esta a continuación fue tomada justo en el mes de julio de 2024. Estas son algunas de ellas, las más destacadas.

[Libro] The Tatami Time Machine Blues – Tomihiko Morimi

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Las novelas de Morimi en el universo del Tatami y sus derivadas espirituales transcurren en Kioto, y allí nos vamos, a pasear por las típicas calles y santuarios en Higashiyama.

En la primavera de hace dos años pude ver en una plataforma de contenidos una serie de animación japonesa que me encantó. Me divertí mucho. Me lo pasé pipa. Y así descubrí al escritor Tomihiko Morimi y su Universo del Tatami. El autor es de Nara, y realizó sus estudios universitarios en Kioto, período de su vida que supongo inspiró las andanzas de los personajes de este peculiar universo de ficción. Universo que vio la luz con su novelaYojōhan Shinwa Taikei [四畳半神話大系, literalmente las crónicas míticas de los cuatro tatamis y medio], que con el tiempo fue adaptada a serie de animación, que con el tiempo vi, y la novela que nos ocupa hoy Yojōhan Taimu Mashin Burūsu [四畳半タイムマシンブルース, literalmente el ‘blues’ de la maquina del tiempo de los cuatro tatamis y medio]. Y hubo otra novela, adaptada a largometraje de animación, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女, literalmente la noche es corta, camina, muchacha], que leí durante mi viaje a San Francisco. Esta última no es exactamente una historia perteneciente al Universo del Tatami, pero sus personajes y su espíritu tienen mucho que ver con este. Incluso la adaptación animada tiene un diseño de personajes claramente copiado de las series de animación mencionadas. Esta es mi favorita. La película ya la he visto en más de una ocasión, y cada vez le encuentra más miga.

Frente al complejo multiverso de la historia original, en el que una y otra vez regresamos cíclicamente a la repetición con variantes de la historia de watashi (yo, el protagonista de la historia), aquí estamos en una situación estable en cuanto a este multiverso. Es verano, y los habitantes de la residencia universitaria con habitaciones de cuatro tatamis y medio (algo más de siete metros cuadrados, de aquí viene el nombre del universo de ficción), al menos los afiliados al club de cine, está rodando una película, dirigida por Akashi, la joven que es el centro de atracción romántica de watashi, el protagonista. Pero dos situaciones llevan a esta microcomunidad al caos. Una botella de soda que se derrama sobre el mando a distancia del único aparato de aire acondicionado de la residencia, arruinando su funcionamiento en el agobiante calor del verano kiotense, y la aparición de una misteriosa máquina del tiempo y su «soso» viajero.

Estas novelas no están traducidas al castellano, por lo que las que he leído estaban en inglés. Pero tengo la sensación de que están bien traducida y trasladan con fidelidad el caos que nos quiere transmitir su autor. La historia no deja de ser un romance disfrazado de aventuras. Pero con las paradojas en el tiempo muy bien gestionadas. He de recordar que me encantan las historias de viaje en el tiempo, cuando están bien desarrolladas, porque son tremendamente divertidas e intelectualmente desafiantes. Aquí, salpicadas de aventuras absolutamente delirantes, que generan una notable hilaridad.

Con estas historias yo me lo paso muy bien. Quizá, esta sea la más ligera. La más casual. La más anecdótica. Pero recomendable. Muy recomendable, desde mi punto de vista. Aunque supongo que no atraerá a un público general. Sin duda puede atraer a un público joven, relativamente cultivado, y sin reparos a exponerse a otras culturas y situaciones. Aunque yo creo que es una exposición que debería promocionarse en todo tipo de gentes. Otome me resultó más entrañable. Trasunto de Akashi en esta historia, no son simplemente el mismo personaje; aquel era más profundo y empático. Akashi es más ligera… aunque también con mucho encanto. Y no he leído (todavía) la novela que comenzó todo esto. En algún momento. Por cierto, que del mismo autor es otra novela que también fue adaptada a largometraje de animación que vi hace unos años… quizá me anime a buscarla también.

[TV] Cosas de series; médicos, cirujanos, técnicos de radiología y otros sanitarios en Japón

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. Como no tengo fotos de hospitales o servicios médicos en Japón, me limitaré a poner algunas escenas urbanas de Gifu.

En su momento ya comenté algunas cosas relacionadas con las series surcoreanas que se desarrollan en ambiente sanitario. También cuestiones relacionadas con la ética asistencial o la bioética, donde se manifestaban claramente conservadores; maniqueamente conservadores. Y como no hablar de la que es una de mis series favoritas surcoreanas, y su derivada, también en un ambiente de hospital. En todas las filmografías televisivas, periódicamente aparecen series sobre cirujanos, urgencias y otros servicios médicos, que suelen atraer a los espectadores. Claro… a costa de sacrificar notablemente la verosimilitud de las situaciones planteadas. Aunque siempre hay honrosas excepciones. En los últimos meses, he podido ver varias series en Netflix con estos temas, pero realizadas en Japón. Que siempre tienen un punto distinto, muchas veces excéntrico o raruno. Vemos.

Kōnodori [コウノドリ, cigüeña], conocida por el mundo como Dr. Storks (Doctor Cigüeña), nos lleva por las vidas y andanzas de un servicio de obstetricia en un hospital japonés. Un poco como sucedía en Resident Playlist, pero menos centrada en los residentes, y con un protagonista excéntrico, que se apellida como el título de la serie, aunque en ocasiones se oye pronunciar konotori. Tori 鳥 es ave en japonés, aunque muchas veces, cuando se usa solo o en el ámbito gastronómico suele significar pollo. Así pues, el doctor Cigüeña es el héroe de la función, que rodeado de residente, matrona, otros compañeros, y algún antagonista cascarrabias, va tratando situaciones complejas en cada episodio. Suele pasar en estas series japonesas que se utilizan también para lanzar mensajes educativos a los espectadores. No falta la escena en la que se suelta una parrafada claramente dedicada a que los espectadores aprendan algo útil. El protagonista (Gô Ayano), además, es un consumado pianista, aunque su identidad como pianista es anónima, y pocos saben que es a la vez obstetra. También es costumbre que el protagonista, macho, suela estar acompañado de una coprotagonista, hembra, que suele ser una residente (Mayu Matsuoka), algo torpona, pero muy voluntariosa, monilla, y de buen corazón. Tópicos constantes en la representación de género en las series niponas. En cualquier caso, se deja ver con agrado, y funciona razonablemente bien. Tiene dos temporadas.

Hace años, en Amazon Prime Video, me lo pasé muy bien con la serie Dokutā X 〜 gekai Daimon Michiko [ドクターX〜外科医・大門未知子〜, Doctora-X, cirujana Michiko Daimon], comúnmente conocida simplemente como Doctor-X. Una serie muy divertida, que llevaba al absurdo la incompetencia general de los cirujanos de una hospital universitario ficticio en Tokio, frente a la infalibilidad de su protagonista (Ryôko Yonekura). Me lo pasé muy bien. Y cuando visitamos Japón en 2019, en un anuncio luminoso en el famoso cruce de Shibuya pudimos ver que se anticipaba una nueva temporada de la serie. Nunca llegó a estrenarse en Prime Video. Ni esa, ni la siguiente. En total, la serie tiene siete temporadas, de las que en la plataforma de Amazon están disponibles cinco. Y curiosamente, una película, un largometraje, de 2024, que de alguna forma sirve para cerrar definitivamente la historia de los personajes principales, al mismo tiempo que nos informa sobre su pasado. La serie estaba muy bien, la película es floja, floja, floja… No voy a entrar más. En cualquier caso, cualquier parecido de las situaciones planteadas por la serie y la película con la realidad es pura coincidencia. Una parodia de tomo y lomo.

En estos momentos, está en emisión, no ha terminado todavía, una serie, 19 Banme no Karute [19番目のカルテ, algo así como la especialidad médica nº 19] que me ha dejado absolutamente atónito. En inglés español se titula The 19th medical chart/La 19ª especialidad. Y esa especialidad es… médico general. Es decir,… lo que tradicionalmente es el médico no especialista. Es cierto que en España la situación es confusa, y lo digo desde el punto de vista de que soy médico y corro el peligro de cabrear a algunos de mis compañeros, y se creó una especialidad, Medicina de Familia y Comunitaria, que por la trasposición de una directiva europea a la norma española ha acabado siendo el requisito para trabajar de médico general para el sistema público de sanidad. Lo cual entra en una contradicción esquizofrénica en la que una especialidad, y los que la cursan defienden a capa y espada que son especialistas, capacita para ser… médico general. Cosas que pasan. En la serie, en un hospital… contratan a un médico general… que utilizan unas técnicas extrañísimas, casi esotéricas, para definir lo que es la visión integral del médico general… o del médico de familia. Nada que ver con la realidad. Se repite el binomio de protagonista masculino sabio (Jun Matsumoto) y pupila femenina joven, mona, voluntariosa,… y torpona al principio (Fuka Koshiba). Pero no me ha convencido… he visto seis episodios, y tengo pocas ganas de ver más. Ya veremos. Aquí lo dejo.

Y luego tenemos Radiation house, en inglés en el original. También hay dos temporadas, pero de momento sólo están disponibles en Netflix la primera temporada y un episodio especial que sirve de resumen global de la primera temporada. Y aquí también entramos en el terreno de lo extraño e incomprensible. Aquí los héroes no son médicos, sino técnicos de radiología. Los siete técnicos del servicio de radiología de un hospital, al que llegan dos nuevos, un joven extraño (Masataka Kubota) y una joven normal (Alice Hirose)… joven, mona, voluntariosa, torpona, etc etc etc. Aunque el personaje principal femenino es una radióloga (Tsubasa Honda)… menos joven, mona también,… y sorprendentemente incapaz tal y como la presentan en la serie. Y que es la amiga de la infancia del protagonista que, aunque es médico especialista, sin que nadie lo sepa, o casi nadie, trabaja de técnico para apoyar a su antigua amiga, que parece no acordarse de él y por la que está colado. Situaciones irreales, con técnicos haciendo tareas no habituales en ellos, al menos en España, y… desconcierto absoluto para quien conozca el ambiente de estos servicios en nuestro medio. Casi nada que ver con la realidad. Pero es razonablemente entretenida. Qué se le va a hacer. Por lo demás, sigue esquemas similares a las anteriores series.

Lo que comentaba, comedias/dramas o mezcla de ambos, que siempre tienen un punto extraño, raruno, que nada tiene que ver con la realidad que conozco, siendo médico, de lo que pasa en los hospitales. Es lo que hay.