Dos series se me han caído de la cartelera. En parte por desinterés hacia las mismas, y en parte porque no tengo tiempo de verlas. Por un lado, una de las novedades de la temporada, The Following, con un buen reparto,… pero que no ha acabado de engancharme. No me ha interesado esta serie de acólitos de un criminal en serie. Por otro lado, Suburgatory, que comparado con los primeros capítulos de la primera temporada,… pues no tiene nada que ver. Sin mala leche, sin agudeza, con unos romances que chirrían por todos los lados. Fuera.
La serie que sí me tiene bastante enganchado, definitivamente el mejor estreno desde que empezó la temporada de series en otoño, es The Americans. Con una complejidad en los personajes notable, con unas tramas muy bien pensadas, con un repaso bueno a la historia de los años ochenta, no sólo nos interesa la familia de espías, sino que por momentos otros personajes, fundamentalmente el del vecino del FBI, pero no sólo, contribuyen a hacer de esta serie una muy interesante. Quiero más.
Pero lo más trascendente de la semana han sido dos finales.

Hace ya siete años, con mi primera reflex digital comprada de segunda mano, hice mi primer «reportaje de guerra» en una recreación de una batalla de la guerra de la Independencia en Cariñena.

Este fin de semana que viene, en Zaragoza va a haber actividades relacionadas también con el recreacionismo militar de la época.

Pero es muy posible que no pueda estar ahí como «reportero de guerra».
Black Mirror – 2ª temporada
Con el episodio titulado Waldo, nos han dado una nueva ración de reflexión sobre el impacto de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sobre nuestra sociedad. Si el primer episodio de la temporada no planteaba retos sobre las nuevas formas de establecer y mantener relaciones, y el segundo nos daba a conocer una inquietante forma de hacer justicia, el tercero nos ha llevado a una distopía orwelliana por un camino que no esperábamos. El de los dibujos animados. No voy a decir que esta serie tenga los mejores guiones, que no están mal, ni la mejor realización, que es más que digna, ni la mejor interpretación, de la que tampoco me quejo. Es que te hacen pensar un rato. Pero un buen rato. Y no necesariamente te dejan una sensación optimista de lo que se nos viene en el futuro. Pero a lo mejor más vale así.
En cualquier caso, sólo son tres episodios por temporada. Y hay que contentarse. Y aguantarse. Qué larga se hará la espera…

En cualquier caso, aunque no tenga que ver con el tema de la entrada de hoy, os dejo algunas imágenes de la tremenda batalla.

Donde hubo abundante derroche de pólvora, que me asusta mucho, y que me impidió tener el brazo firme, y la fotografías nítidas.
Bunheads – 1ª temporada
Teleserie familiar pensada para los adolescentes y el conjunto de la familia, es heredera de muchos de los valores y las formas de The Gilmore Girls. Y eso a mí ya me ha valido para ver toda la temporada que se ha dividido en una media temporada que se emitió el pasado verano, y otra que se ha emitido entre enero y febrero.
Desde luego no hace olvidar a la chicas Gilmore, y eso que la protagonista Sutton Foster es todo un hallazgo. Pero ha tenido dos problemas. Uno es que muchas de las mejores escenas implicaban la interacción entre la anterior y su «suegra» interpretada por Kelly Bishop, y esta última se ha convertido más en un carácter recurrente más que en una protagonista de la serie. Así que nos ha sabido a poco. Otro, que las cuatro adolescentes han tardado en coger ritmo e interés. Y además de muy desigual forma. Y cuando han empezado a cogerlo, se nos ha acabado la temporada. Los ocho episodios del invierno me ha parecido aceptables pero irregulares. Salvo el episodio último que ha sido realmente muy bueno. Con una Foster además más guapa que nunca, y más madurez en alguna de las chicas.
Creo que si vuelven con una segunda temporada las seguiré, a ver si se animan un poco más. Pero no tienen la renovación asegurada, así que… En cualquier caso, tampoco han dejado ninguna trama por resolver. No nos matará la curiosidad.
Nota:
Las fotos que acompañan esta entrada corresponden a un evento que describí en el Cuaderno de ruta V.1, en las siguientes entradas:
La guerra ha llegado a Cariñena, los ejércitos se preparan
El campo de batalla está preparado, las hostilidades a punto de empezar
El desenlace final; los «gabachos» se retiran

Es cierto que me parecieron mucho más divertidos a la vez que organizados las tropas «gabachas», que incluían féminas entre sus líneas.

En cualquier caso, la «batalla» fue tan ardorosa y fragorosa como inocua.

Y además, según el guion establecido, incluyó la victoria de las patrióticas tropas hispanas. En fin. Aunque a mí la cosa militar no me dice mucho, me lo pasé muy bien.