[Cine] Safety Not Guaranteed (2012)

Cine

Safety Not Guaranteed (2012), 14 de abril de 2014 (marzo de 2013).

Peculiar la situación de este fin de semana. Imposible por primera vez en mucho tiempo disponer de un rato para ir a las salas de cine. Parecía que esta semana no tocaba comentario. Más teniendo en cuenta que entre semana tampoco parece probable que tenga ocasión de escaparme a las salas. Pero…

Uno de mis sitios de referencia para tomar decisiones sobre qué película ir a ver, cuando no tengo una preferencia clara en el momento del estreno, es consultar la crítica de loqueyotediga.net. Herederos del ya desaparecido programa de cine de la Cadena Ser, El cine en la SEREl cine de Lo que yo te diga, durante años las críticas de Teófilo el Necrófilo fueron un referente. Creo que siempre fue el crítico de cine con más concordancia con mis propios gustos que he tenido oportunidad de leer. Aun hoy en día, reducido el equipo de Lo que yo te diga a su espacio en internet, Las favoritas de Teo siguen siendo una referencia para saber que ir a ver cuando no lo tenemos claro.

Dicho lo cual, la semana pasada aparecía entre los estrenos que merecían su inclusión en Las favoritas esta película que os traigo hoy, dirigida por Colin Trevorrow. La cuestión es que cuando leí la reseña que hizo el equipo de Lo que yo te diga me sonó muy familiar. Una tremenda sensación de déjà vecu. La película no se ha estrenado en Zaragoza, lo cual ya empieza a ser tristemente habitual, pero me puse a investigar y descubrí porqué me resultaba tan familiar. La película, de 2012, ya fue estrenada en televisión por Canal Plus Xtra en marzo de 2013. ¡Hace más de un año! Canal Plus Xtra incluye entre su programación películas de cine que se puede calificar como «cine independiente» o «cine de autor» o una mezcla de ambos. Que cada uno entienda cada uno de los conceptos como quiera o pueda. Muchas veces películas que no han sido estrenadas en salas comerciales en nuestro país. Y esta es una de esas. Que paradójicamente, por lo que entiendo por su inclusión en las críticas de la semana pasada de la página web mencionada, ha sido estrenada en alguna sala del país un año después de su paso por la televisión de pago. En versión doblada también con el título traducido, Seguridad no garantizada. Kafkiano.

Los Bañales (Paisaje)

El sábado hice con unos conocidos un viaje en el tiempo. A dos mil años atrás.

Ayer domingo por la noche la volví a ver en casa. Dura menos de hora y media, y garantizaba que después de cenar la podía ver y acostarme a una hora decente. No sabía incluirla aquí como estreno, pero al final he decidido que sí. Hay que acostumbrarse a que los estrenos cinematográficos, tal y como evoluciona el negocio del cine, cada vez van a adoptar formas más variadas.

La película nos cuenta la historia de Darius (Aubrey Plaza), una chica que entra a trabajar como interna en la redacción de una revista. Su primer trabajo de campo es la realización de un artículo en Ocean Shores sobre un tipo que busca un acompañante para un viaje en el tiempo. Trabajará con el cínico Jeff (Jake Johnson), quien propone el reportaje como excusa para volver a la ciudad donde de joven tuvo una aventura con una guapa chica que le impactó en el recuerdo. Y con otro interno, el tímido y virginal Arnau (Karan Soni), incapaz de mantener relaciones normales con casi nadie, y menos con las chicas. La perspicacia de Darius le permitirá localizar, establecer relación y empatizar con Kenneth (Mark Duplass), el futuro viajero en el tiempo. No sabe si está chiflado o va en serio. Pero sí sabe que ella tiene un motivo para viajar al pasado, cuando perdió a su madre, y que Kenneth tiene un motivo para hacerlo, cuando perdió a su novia.

La película tiene un tono de comedia con algún tinte de tono dramático. En realidad estamos ante una película casi coral, en el que cada uno de los cuatro personajes mencionados tiene que resolver algunos problemas en sus relaciones con el mundo y consigo mismos. Si realmente es además una película de ciencia ficción, es decir, si hay un viaje en el tiempo, o si Kenneth es un mero chiflado, es algo que tendrá que descubrir el espectador a lo largo del filme. En cualquier caso, esta panda de tipos raros acaban siendo entrañables, y descubres que la película te sabe a poco, que se te pasa volando y que has pasado un rato muy entretenido.

Los Bañales (Acueducto)

Estuvimos en el paraje de Los Bañales a la hora de la puesta del sol, donde hay un yacimiento arqueológico romano de cierta importancia.

Todo el reparto hace una buena labor, aunque la base de la película es la capacidad de Plaza para ir haciendo creíbles las situaciones a priori más disparatadas, y sobretodo el buen rollo que plante con Duplass, que siendo protagonista sale menos que los demás, pero sus apariciones están muy inspiradas. Mención a la pequeña pero significativa aparición de Kristen Bell, la añorada Veronica Mars, que viene a suponer un punto de inflexión en la historia.

En resumen, una película muy entretenida, que te deja con muy buen sabor de boca, que te hace pensar un poquito sobre la naturaleza humana, y que te acaba convenciendo que las comedias románticas no tienen porqué ser eso que habitualmente te proponen en la cartelera, y que los amores con un toque fantástico no tienen porqué ser horteras y sólo aptos para adolescentes sin seso. Sobre si llegará a ser una pequeña obra de culto como dicen los chicos de Lo que yo te diga, ya no me atrevo a apostar. Pero si ha llegado a la cartelera de tu ciudad, puede ser una buena opción para los días de fiesta de esta semana santa.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Los Bañales (Paisaje)

Yo ya conocía el lugar, pero la tarde fue agradable, y el paseo estuvo bien. Y la luna creciendo, anunciando la fase de luna llena del miércoles en la que habrá eclipse de luna. La luna roja le llaman en la prensa de forma bien efectista. Brrr…

[Fotografía] La semana fotográfica – 6 a 13 de abril de 2014

Fotografía

Traigo aquí hoy el resumen de mi actividad relacionada con la fotografía a lo largo de la semana. Los artículos completos sobre la misma los podéis encontrar en carloscarreter.es, mis páginas dedicadas a la fotografía y las artes visuales. Las fotografías acompañantes fueron tomadas el domingo pasado por la tarde, con la Hasselblad 503CX y película Kodak Tri-X 400 expuesta a ISO 200, y revelada con Rodinal 1+50 durante 9 minutos.

Luces y sombras

Es un lujo el disponer de un negativo grande con abundancia de materia para utilizar.

Lago de Casablanca

La Tri-X expuesta a ISO 200 y revelada consecuentemente para atemperar los contrastes, es estupenda para las condiciones de luz de las tardes de primavera en Zaragoza.

Por supuesto, aunque todavía no están digitalizadas por completo, dediqué parte de la tarde del domingo pasado a familiarizarme con la Hasselblad. Con tranquilidad, sin prisas, con un par de carretes en blanco y negro, pasee avanzada la tarde por la orilla del Canal Imperial de Aragón. En un momento dado, pondré el álbum con las fotografías.

Me encontré con un pequeño vídeo dedicado a Stephen Shore, fotógrafo y maestro de fotógrafos, que creo que deben conocer todos los aficionados a la fotografía.

Tuve ocasión de recomendar un libro, que combina textos literarios con las fotografías de Cristina García Rodero. También fue una ocasión para subir un álbum dedicado a las fotografías en blanco y negro de Uncastillo, tomadas con la Zeiss Ikon Ikonta (521/16).

Paseando junto al Canal Imperial de Aragón

Se consigue una gama de grises bastante amplia y progresiva.

Paseando junto al Canal Imperial de Aragón

Y se controla bastante bien el grano; mejor todavía porque el gran tamaño del negativo de 6 x 6 hace innecesarias las grandes ampliaciones.

Dediqué un artículo al cine, a la fotografía de la película Frances Ha, filmada con cámaras réflex digitales de Canon y algunos objetivos de la serie L de esta marca.

Ha habido revista de prensa, con un comentario a los últimos números de Ojo de PezBristish Journal of PhotographyBlack+White Photography.

Paseando junto al Canal Imperial de Aragón

Incluso situaciones de gran contraste se resuelven sin problema, con mucha información en luces y sombras.

Paseando junto al Canal Imperial de Aragón

Y si uno comete un error de exposición, como esta imagen cuyo negativo tenía una sobreexposición de tres pasos por lo menos, hay información suficiente en las luces para que no queden empastadas y la calidad sea razonable. Es como haber expuesto un negativo de 400 ISO a 50 ISO.

Y finalmente está el conjunto de recomendaciones semanales que ha aparecido hoy mismo y que resumo en algunas líneas:

Las naturalezas muertas de Karl BlossfeldtHendrik Faure.

Un fotógrafo de moda, poco conocido, Hermann Landshoff.

Los viajes en tren de mercancías de Mike Brodie.

La amplia trayectoria del premio nacional de fotografía Rafael Sanz Lobato.

Las entrevistas a Anton CorbijnMona Kuhn, con sus nuevos proyectos y trabajos.

Conoceremos a la fotógrafa de la mafia, Letizia Battaglia.

Nos podemos concienciar sobre las diferencias sociales entre los niños  conociendo donde duermen con James Mollison.

Sabremos cómo explorar la propia identidad cultural y étnica con Frédéric Brenner.

Y si alguien dijo que la nitidez es un concepto burgués, y os parece bien, tendréis que conocer el trabajo de Paola Saetti, o los instagramas de Q. Sakamaki.

Y quedan los deberes de investigar a los diez fotógrafos que nos propone el Huffington Post.

Paseando junto al Canal Imperial de Aragón

Y los desenfoques propios del formato medio y de los objetivos de Carl Zeiss. Qué más vas a pedir.

[Cine] Frances Ha (2012)

Cine

Frances Ha (2012), 9 de abril de 2014.

Tarde y de mala manera llega esta producción independiente de hace casi dos años. Tan de mala manera, que no se han dignado en estrenarla en Zaragoza, motivo por el que he tenido que buscar canales alternativos para ver una película por la que me he sentido interesado por los comentarios y críticas en torno a su tardío estreno. Dirigida por Noah Baumbach, y escrita por el propio director y su actriz protagonista, Greta Gerwig, estamos ante una producción de muy bajo presupuesto, que ha sido comparada por su tema y localizaciones con una de las series de televisión más de moda en la actualidad.

Un comentario técnico sobre la fotografía principal de la película aparece en carloscarreter.es.

Frances (Greta Gerwig) es una joven de 27 años, que vive en Nueva York, aficionada a la danza, aunque no consigue meter cabeza como profesional en ninguna compañía, con pocos recursos, que vive con su mejor amiga. En un pequeño intervalo de tiempo, rompe con su novio, su mejor amiga dice que tienen que dejar el apartamento porque se va a vivir con su prometido, y le informan de la compañía en la que colabora como interna que no cuentan con ella a corto plazo. Y Frances entra en crisis, porque le cuesta darse cuenta que tiene que adaptar sus expectativas, renunciar a algunos de sus sueños, y que empieza a tener una edad en la que tiene que asumir comportamientos de adulto. Que está empezando a dejar de ser joven.

Puente de Brooklyn

Fotográficamente, me tengo que ir necesariamente a Nueva York. Al fin y al cabo, Frances pasa las horas de sus días entre Brooklyn y Manhattan.

Estamos por lo tanto ante una película que plantea un momento de crisis, sobre quién es la persona, sobre lo que espera de la vida, sobre la diferencia entre la vida real y la vida soñada. Con un bajo presupuesto, rodada con una cámara réflex digital, y con Nueva York como telón de fondo tan frecuente en películas con temas similares. Me recuerda mucho a pesar de las evidentes diferencias de estilo y tono a algunas películas de Woody Allen o a la última de los hermanos Cohen. LlewynFrances arrastran distintos lastres y tienen caracteres y visiones muy distintos, pero su crisis es similar. La resolución también será muy distinta. Evidentemente, tiene mucho que ver con los temas que se tratan en Girls, aunque con un tono muy distinto.

Algo que también hay que decir es que Frances es Greta Gerwig, que además de colaborar en la escritura de la historia, incorpora perfectamente el personaje, y lo hace verosimil y bastante querible, con buenos apuntes del conjunto del reparto.

East River

Así que nos detendremos un ratito en Brooklyn Heights para ver la línea del cielo del bajo Manhattan al otro lado del East River.

Estamos ante una película bastante generacional, y a mí me pillan un poco a desmano las crisis existenciales de Frances. También es una película que asume determinadas limitaciones tanto formales como en el desarrollo de la historia. Pero se deja ver muy bien, y es una pena que en esta ciudad, en Zaragoza, nos hayan privado de poder disfrutarla en pantalla grande.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
The Met

Y quizá como los personajes de la película, acudiremos a alguna actividad cultural en el Met.

[Televisión] Cosas de series; muchos adioses, especialmente a los Gallagher, y un saludo a los Stark, Lannister, Targaryen, etc, etc

Televisión

Pues sí. Muchos cambios en estos últimos días. Vamos con las novedades primero.

Serie de estreno. Turn. Drama de espionaje durante la guerra de la independencia norteamericana. Como siempre, los casacas rojas malos malísimos, y los continentales buenos buenísimos. Cuando contarán la verdad, que la mayor parte de las guerras coloniales americanas, del norte, del centro y del sur, tuvieron más de guerras civiles que de otra cosa. En cualquier caso, parece una serie razonablemente entretenida. Por lo menos el piloto. Veremos como sigue.

Tras el final de How I Met Your Mother, presentaron una serie, Friends with Better Lives, que recupera en parte la misma fórmula. Pero el piloto me pareció flojísimo. Un sucedáneo. No creo que siga con ella.

El regreso más esperado. Game of Thrones. Qué ganas teníamos todos. De lo mejor de la tele actual. Esta temporada la veo con otros ojos. Antes las veía con el anhelo de «a ver cómo nos sorprenden». Pero el verano pasado, estaba con el mono. Me leí los libros. Ahora estoy con el anhelo de «a ver cómo les sorprenden». Aunque sobran los acontecimientos  sorprendentes entre el final del tercer libro y el principio del cuarto. ¿A qué dedicarán el episodio 9 de la cuarta temporada? De momento no se conoce el título del episodio. Por si daba una pista. Valar morghulis. Valar dohaeris.

Bosque de Cruach Tarbeirt

El Norte está sin rey y de capa caída.

Entre las que están en activo… Por favor. Aunque sea una serie de la que se hable poco, no hay que perderse The Americans. En su segunda temporada, se confirma como una serie buenísima. Si fuese de una cadena de cable norteamericana, seguro que se consideraría de culto o algo así. Cada vez más estupendas las aventuras de los espías soviéticos infiltrados. Y con lo sosita que me resultaba Keri Russell en la serie que le dio fama, que impresionante y atractiva resulta en la actualidad. Me tiene chocho.

Y las despedidas. Se fue la primera corta temporada de The Red Road, una intriga policial y criminal que prometía más en su capítulo piloto. Ha sido pasable, se deja ver, pero no ha respondido a las expectativas. Claro que, todavía no me explico porque he visto hasta el final la primera temporada de Bitten. Esta serie de hombres lobos y mujer loba que está como un queso, es malísima. Pretende ser del estilo de las series de corte fantástico que hay para adolescentes, pero con un corte más adulto. Vamos, que salen culos de vez en cuando. Eso sí, si alguien espera ver el de la protagonista, Laura Vandervoort, una malísima actriz guapísima y que está buenísima, aviso que le ponen un doble para las escenas en las que su personaje enseña el culo. Se nota mucho. Es mala esta serie hasta para eso. Pero mira tú, que se me ha acumulado entre los guilty pleasures. Guiones lamentables, diálogos prefabricados, interpretaciones flojísimas, pero… nadie somos perfectos.

Bosque de Cruach Tarbeirt

Sin embargo, tarde o temprano, cosas notables han de pasar por allí.

Y entre las despedidas tenemos la de los Gallagher, la cuarta temporada de Shameless, edición EE.UU. Creo que ha sido una temporada de un excelente nivel. Cada vez menos comedia, cada vez más drama. Con un humor cada vez más oscuro casi negro, vemos como a esta familia del sur de Chicago le siguen lloviendo piedras. Si hasta ahora era Fiona (Emmy Rossum) la que iba aguantando el temporal, en esta temporada la hemos visto caer en picado y tocar fondo. En esta ocasión ha sido Lip (Jeremy Allen White) quien, a veces a su pesar, ha sacado adelante las situaciones más difíciles. Pero todo esto dentro de un entorno en el que, a pesar de los vaivenes, de las catastróficas desdichas que se suceden, hay margen para el crecimiento personal. Algunos caen, pero otros se levantan. Y sólo la solidaridad colectiva familiar permite que las cosas se mantengan. Líneas aparte merece Frank (William H. Macy) a quien muchos dábamos por fenecido. Y la nueva hermana mayor que les ha aparecido a los Gallagher, Sammi (Emily Bergl), que no es que sirva de gran ayuda, pero que en su línea argumental paralela con FrankSheila (Joan Cusack), han aportado el toque tragicómico. Excelente el trabajo de Emma Kenney como Debbie, y hay que reconocer que Carl (Ethan Cutkosky) promete, desde todos los puntos de vista. Mucho para contar. ¿La mejor temporada de la serie? Quizá.

Bueno. Ya veis. Muchas cosas interesantes. Y la próxima semana, más novedades estupendas.

Bosque de Cruach Tarbeirt

Así que por lo menos de momento nos vamos a un norte real, a Caledonia, las tierra de los pictos y los scottos… por ejemplo, al bosque de Cruach Tarbeirt a orillas de Loch Lomond.

[Libro ] Los Siete Pecados Capitales

Fotografía, Literatura

Quinto libro de la renovada serie Palabra e Imagen que nos trae la editorial La Fábrica. Para mí, estos libros son obligatorios, y ya hacía tiempo que echaba de menos que no salía ningún nuevo ejemplar. En este Cuaderno de Ruta haré una pequeña reseña literaria, mientras que en carloscarreter.es le dedicaré un espacio como libro de fotografía.

Los Siete Pecados Capitales
Textos: Gustavo Martín y Elisa Martín
Fotografías: Cristina García Rodero
Editorial La Fábrca, colección Palabra e Imagen
Madrid, 2014

Porque la característica fundamental de estos libros es que acompañan sus textos literarios, en esta ocasión ensayos de opinión, con las fotografías de reputados fotógrafos o fotógrafas, que de algún modo tienen que ver con el texto principal.

En las calles de la Villa de Uncastillo

Las fotografías de Cristina García Rodero nos trasladan principalmente un mundo en blanco y negro, muy expresivo.

Gustavo Martín Garzo tiene una abultada carrera tanto como profesor, como colaborador de publicaciones periódicas, como de escritor por sí mismo tanto de narrativa como de ensayo. Elisa Martín Ortega es su hija, y evidentemente nació picada por el gusanillo de la escritura y el pensamiento. Entre ambos, a cuatro manos, van a haciendo una reflexión sobre el significado del pecado, en especial de los llamados pecados capitales, en la sociedad de hoy en día. Una sociedad mucho menos monolítica y homogénea, y en la que el concepto de pecado pierde sentido como «ofensa a dios». ¿Cómo se puede ofender a un ser que una parte no desdeñable de la población no cree que exita, o no cree que tenga las características personales que las tradicionales religiones monoteístas nos describen? De alguna forma, plantea la necesaria redefinición del pecado como «ofensa a dios» al de ofensa contra los seres humanos y la naturaleza y el universo que es su medio. Un enfoque lógico, recomendable y que nos lleva a reflexionar sobre muchos de los problemas que el ser humano tiene y sufre en la actualidad, muchas veces provocados por sí mismo.

En las calles de la Villa de Uncastillo

Con más modestia, os traigo yo también algunas de mis imágenes tomadas con negativo de medio formato en blanco y negro.

Ya digo que la parte fotográfica la comentaré en carloscarreter.es, quedando ambos sitios como complementarios. Pero ya adelanto que me sigue pareciendo esta una colección excelente, de las que más me gusta tener en mi biblioteca fotográfica y que con más frecuencia hojeo, y que la recomiendo vivamente tanto a los aficionados  a la fotografía como a la buena literatura.

En las calles de la Villa de Uncastillo

Al igual que la que os mostraba el domingo pasado, corresponden a la visita de FeZ (Fotógraf@s en Zaragoza) hace un par de sábados a la villa de Uncastillo.

[Cine] Enemy (2013)

Cine

Enemy (2013), 6 de abril de 2014.

Acudimos a primera hora de la tarde del domingo, un domingo de primavera tirando a cálido, para ver esta película en versión original de un director canadiense muy activo últimamente, Denis Villeneuve, que nos está gustando bastante, con guion del español Javier Gullón, adaptando una novela del portugués José Saramago, y protagonizada por un actor en estado de gracia últimamente, el estadounidense Jake Gyllenhaal. Como vemos un producto muy internacional, y aún hay alguna nacionalidad más representada en este filme. En cualquier caso, a priori con elementos interesantes y otros que dan un poquito más de miedo sobre lo que nos vamos a encontrar. Saramago es un escritor que me caía bastante simpático, pero cuya obra no me suele entrar bien. En este caso, la película está basada en su novela El hombre duplicado.

Tras una escena que sirve de prólogo, en la que vemos unos cuantos hombres en un espectáculo de striptease, y en la que una de las modelos acerca su pie a una gran araña peluda, no introducimos en la historia de un profesor de historia en una universidad en Toronto, Adam (Jake Gyllenhaal), que lleva una vida discreta, rutinaria, salpicada por los encuentros con su guapa y estilosa novia, Mary (Mélanie Laurent). Un día, viendo una película que le han recomendado, descubre que hay un actor que es idéntico a él. Obsesionado con la cuestión, averigua su nombre artístico y el real, Anthony (Jake Gyllenhaal). E intenta ponerse en contacto con él, aunque su primera comunicación es con su esposa embarazada, Helen (Sarah Gadon). A partir de ahí, ambos hombres acabarán obsesionados con la vida del otro, tras descubrir que son idénticos hasta el último detalle. Y la madre de Adam (Isabella Rossellini) le asegura que no tuvo un hermano gemelo.

Río Elba en Dresde

No tengo fotografías de Toronto, pero la despersonalizada arquitectura que nos ofrece la película la encontramos en muchas ciudades del mundo, como estos bloques de edificios a orillas del Elba en Dresde.

Extraña película, rodada en un ambiente de aspecto morboso. Se nos presenta un entorno, una ciudad, de aspecto duro, hormigonado, soleada pero brumosa al mismo tiempo, con espacios que resultan amplios, pero con un sentido de claustrofobia al mismo tiempo. Constantemente, en la obsesión que surge en el protagonista, y después en su doble, sientes una sensación de incomodidad y de peligro, que acompaña todo el metraje del filme, que no es muy extenso. Y acompañada de una no menos obsesiva banda sonora que constantemente nos transmite asimismo una sensación de desasosiego.

Estamos ante una película que a partir de una obsesión, que si he de ser sincero no acabo de entender muy bien de donde sale y porqué tiene tanta virulencia, nos plantea una reflexión constante sobre el concepto de identidad. Con el contraste que plantea la paradoja de la identidad física hasta el último detalle, frente a personalidades muy distintas, que todavía se contrastan más por lo distintas que se nos aparecen las dos mujeres que acompañan a ambos hombres. Todo ello apoyado por la excelente interpretación del protagonista en su doble papel, y razonablemente acompañado por el reparto femenino de la película.

He de decir que la película en su conjunto me parece que tiene cosas interesantes, pero que tiene un final cuyo sentido no acabo de captar del todo. De hecho, se me escapa un poco el simbolismo o el significado del tema de las arañas que aparecen en determinados momentos, claves, del metraje. En cualquier caso, para quienes quieran devanarse un poco los sesos sobre esta intriga psicológica, decir que es un filme que puede merecer la pena ser visto.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
Potsdammer Platz

O los monolíticos edificios que rodean hoy en día la remozada Potsdammer Platz de Berlín.

[Historia / televisión] 37 días para declarar la guerra

Historia, Televisión

Ya he comentado en alguna ocasión con distintos motivos que este año se cumple el 100º aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Con frecuencia eclipsada por la segunda, cuya memoria está mucho más impresa en el imaginario colectivo del mundo actual, fue una guerra atroz por sí misma. Y desde muchos puntos de vista, muy difícil de explicar. Una guerra que a no benefició a nadie en realidad, que produjo una ingente cantidad de muertos y destrucción, y que condicionó el devenir del siglo XX de modos muy negativos.

En mi sección de televisión, ya he comentado un par de producciones británicas que se han estrenado este año para reflexionar sobre el comienzo y la oportunidad de la guerra. Una bajo la forma de documental, sobre el papel de las monarquías en este embrollo, y otra, en forma de documental y debate televisivo, sobre la conveniencia de que el Reino Unido entrase en el conflicto o incluso sobre las «bondades» de una victoria alemana caso que los británicos se hubieran declarado neutrales.

A partir de ahora, a todas aquellas noticias que tengan que ver con este conflicto les dedicaré entradas exclusivas. Creo que puede merecer la pena recordar apropiadamente aquella sinrazón.

Cambio de la guardia a caballo - Londres

Los ingleses se presentan a sí mismos como un pueblo de comerciantes y no de guerreros. Lo cual es contradictorio con su historia reciente con respecto a la Primera Guerra Mundial, repleta de guerras coloniales, no sólo contra los indígenas sino también contra otros colonos. De los primeros campos de concentración para civiles fueron los que montaron en las guerras contra los boers.

En esta ocasión entramos en el terreno de la «ficción». O más bien del documental teatralizado. Porque la intención de los productores de la miniserie 37 days fue la de ser rigurosos con toda la documentación existente sobre los días que transcurrieron desde que se produjo el asesinato de los archiduques de Austria en Sarajevo hasta que el Reino Unido declaró formalmente la guerra al reich alemán el 4 de agosto de 2014. Pero el formato es el de una serie de ficción basada sobre hechos reales. El punto de vista del hombre corriente, el que luego acabaría sufriendo en las trincheras está representado por dos jóvenes funcionarios, uno trabajando en el Foreign Office británico bajo la dirección Sir Edward Grey (Ian McDiarmid), principal personaje de la historia, y el otro en la cancillería alemana, ocupada en aquel momento por Theobald von Bethmann-Hollweg (Ludger Pistor). Otros personajes importantes son el kaiser alemán Guillermo II (Rainer Sellien), el primer ministro inglés Asquith (Tim Pigott-Smith), el jefe del estado mayor alemán Moltke el joven (Bernhard Schütz), entre otros muchos personajes históricos que van apareciendo.

Palacio de Westminster

En aquella época, temían más una guerra en Irlanda que en el continente. Paradójicamente, la serie está rodada en Irlanda, en la parte que ha sufrido violencias constantes durante el siglo XX como consecuencia de la extraña descolonización de la isla.

El punto central de la miniserie es el conjunto de circunstancias que llevaron a que el Reino Unido, poco deseoso según se presenta en entrar en una guerra continental, acabó por declarar la guerra al Imperio Alemán como consecuencia de la invasión de Bélgica, pequeño país creado tras las guerras napoleónicas, y que mediante un complejo sistema de tratados, tenía garantizada su supervivencia por los grandes potencias, entre las cuales, Prusia (después el Imperio Alemán), el Reino UnidoFrancia. Para llegar a este punto, la serie navega durante tres horas en tres episodios por las complejidades de un período de la historia, poco más de un mes, en el que no faltó la confusión, las informaciones contradictorias, a veces involutariamente, a veces intencionalmente ambiguas, y con intereses muy diversos sobre el resultado final de la crisis que desencadenaron los asesinatos de Sarajevo.

En la serie se pone de manifiesto principalmente, como gran «villano», la incapacidad política de Guillermo II y el deseo de los militares alemanes de aprovechar el momento en que todavía se siente superiores para establecer un statu quo en Europa favorable a sus intereses, con el miedo en el cuerpo de un fortalecimiento futuro militar tanto de Rusia como de una rencorosa Francia, dolida por la derrota de 1871. Por otro lado, surge una crítica al complejo sistema de alianzas y compromisos generados en los años anteriores, en los que no se midió correctamente el efecto dominó que llevó a la conflagración general a partir de lo que parecía un problema local en los Balcanes, asociado a la decadencia de la monarquía de los Habsburgo.

A pesar de la complejidad argumental asociada al intento de ser fieles a la serie, esta está muy bien realizada y goza de interpretaciones de gran nivel, permitiéndonos comprobar que el «malvado Palpatine» es capaz de ofrecernos otros registros, tan interesantes o más que el que le dio la fama. Por mi parte, no puedo más que sentir una profunda envidia, ya que no me parece que las televisiones españolas sean capaces de semejantes ejercicios de excelencia y rigor televisivo, combinados con la información, la pedagogía y con el entretenimiento de la ficción.

Puerta de Brandemburgo

Eso sí, oficialmente en la serie, los militaristas sólo son los alemanes, dominados por la cultura prusiana. Indudablemente lo eran. Pero no los únicos. Aquella guerra mundial fue una catástrofe colectiva, una sinrazón del autodenominado, con poco motivo, mundo civilizado.

[Fotografía] La semana fotográfica – 30 de marzo a 6 de abril de 2014

Fotografía

Esta ha sido mi primera semana con carloscarreter.es en activo, el lugar que voy a dedicar exclusivamente a mis experiencias como aficionado a la fotografía y otras artes visuales. Las recomendaciones semanales que publicaba aquí cada domingo pasan a ser publicadas en el nuevo sitio. Pero todos los domingos intentaré traer aquí un resumen de lo que va apareciendo en carloscarreter.es. Y fotos, claro.

Las fotografías de hoy son de la salida fotográfica a Uncastillo con Fotógraf@s en Zaragoza, y están tomadas con la vieja Zeiss Ikon Ikonta (521/16), cargada con película Ilford HP5 Plus. Esta película tiene una sensibilidad nominal de 400 ISO, pero fue expuesta a 200. De este modo, y disminuyendo el tiempo de revelado con posterioridad, se controlan mejor los elevados contrastes de pasear por las calles de un pueblo aragonés a las horas del medio día en un días frío pero soleado. En general, ha funcionado, aunque estas películas de Ilford no se llevan bien con el revelador Rodinal a la hora de contener el grano. Por lo demás, de los mejores carretes que he hecho con esta cámara. Y me falta uno que no he revelado, pero es que se me ha agotado el fijador. Para otro día.

Como he dicho en esta semana comencé a incluir contenidos en mi nuevo sitio carloscarreter.es. Además de ir subiendo fotografías a los álbumes de fotos, dediqué la primera entrada a mis primeras experiencias hace más de 20 años revelando fotografías en blanco y negro por mí mismo en los cursos de la Galería Spectrum.

Villa de Uncastillo

Vista general de la villa de Uncastillo.

Villa de Uncastillo

Entre las calles de Uncastillo, peleando con los intensos contrastes de sol y sombra.

Villa de Uncastillo

Ventana entre sombras y sol.

En lo que se refiere al material fotográfico, elaboré un artículo dedicado a la Panasonic Lumix GF1, una cámara ahora un poco sobrepasada por las más modernas, pero que durante años me sirvió estupendamente, especialmente como cámara de viaje. Compacta y discreta, de objetivos intercambiables, y con una calidad de imagen más que razonable. En el otro extremo, y dada mi afición al material tradicional y clásico para película fotográfica, publicaba ayer mismo un amplio artículo dedicado a una Hasselblad 503CX, excelente cámara que tengo en préstamo con opción de compra. Un experiencia totalmente distinta a lo que se lleva en esta época de predominio de la fotografía digital.

El cine también tendrá presencia en carloscarreter.es, y dedique una entrada a la película polaca Ida, que además de ser interesante por su argumento y temas, tiene una cinematografía en blanco y negro absolutamente maravillosa. Un verdadero tratado de fotografía en blanco y negro para los aficionados a la misma, sea en fotografía fija o en movimiento.

Hubo revista de prensa el viernes, aunque no salió publicada hasta el sábado. Y dediqué algunas líneas a los últimos números de SuperMasiveBlackHoleFraction MagazineFraction Magazine JapanAdore Noir.

Villa de Uncastillo

La población conserva rincones con el sabor de otros tiempos.

Villa de Uncastillo

Vista de la fortaleza desde la iglesia de San Felices.

Y finalmente, ha habido fotógrafos invitados. Hace unos días enlazaba el vídeo que han dedicado a Vivian Maier en The Art of Photography. Y hoy domingo han salido mis tradicionales recomendaciones semanales que hoy han incluido las siguientes:

Un recuerdo a la fotoperiodista asesinada en AfganistánAnja Niedringhaus.

La entrevista en Fotógraf@s en Zaragoza a la fotógrafa Oihana Marco.

Los trabajos de Alex John Beck, Paolo BarzmanBarbara NitkeKaija Straumanis.

La celebración del centenario de Condé Nast en L’Oeil de la Photographie.

Los artículos dedicados a la fotografía nocturna en el Camera Lens Blog de Zeiss.

Un recuerdo fotográfico de National Geographic al 80º cumpleaños de la primatóloga Jane Goodall.

Como podéis comprobar, ha sido una semana muy intensa. Probablemente, a partir de ahora bajaré un poco el ritmo; pero en estos días ha sido un poco intenso para que el nuevo sitio, carloscarreter.es, no pareciese muy desangelado en sus primeros momentos de vida.

Villa de Uncastillo

Una aguerrida fotógrafa ante la fachada occidental de la iglesia de San Juan.

Villa de Uncastillo

Actividad frenética a pesar del fresco de la tarde entre los FeZ.

[Cine] Nymphomaniac (2013)

Cine

Nymphomaniac I y II (2013), entre enero y marzo de 2014.

No perderé mucho tiempo en el comentario de esta película. Esta entrada en el fondo va a ser más una crítica a la industria de la distribución y la exhibición del cine en España que otra cosa. A finales de diciembre de 2013 llegó la primera parte de este filme dirigido por Lars von Trier a la cartelera española. Es una película larga, de unas cuatro horas de duración, que por lo tanto se ha dividido en dos partes, cada una estructurada en cuatro capítulos, que nos narra la historia de Joe (Charlotte Gainsbourg / Stacy Martin), una mujer cuya vida se ha visto marcada y condicionada por la adicción al sexo, y que tras recibir una brutal paliza, es recogida por Seligman (Stellan Skarsgård), un buen samaritano que le presta auxilio, y al que cuenta la historia de su vida. Una larga historia. Creo que está previsto un montaje, para ser visto de tirón, que todavía duraría más tiempo.

Esta primera parte de la película la pudimos ver en la cartelera zaragozana tanto en versión original subtitulada al castellano como en versión doblada. Bien. En principio, bien. Cada uno que elija, entre la versión auténtica y la adulterada. Unas semanas más tarde llegó la segunda parte. Pero sólo en versión doblada. Lo cual me parece injustificable. Es absolutamente frustrante para quienes hemos optado por la versión original, que no se nos permita ver la obra completa en condición homogéneas. Supongo que la atracción del público no fue lo suficiente grande, y hacia finales de enero, la competencia por la taquilla, con buen parte de la cartelera copada por las candidatas a los óscar, y con criterios puramente económicos, se decide que no pasa nada por defraudar a esa pequeña proporción del público más exigente. Paradójicamente, es muy probable que estés decepcionando a tus espectadores más fieles, a quienes más gusta la experiencia del cine en su plenitud. La que está más dispuesta a pagar por verlo en sala grande, con buena calidad y por la obra original. Pero supongo también que es un público no familiar, que no consume toneladas de palomitas y refrescos de cola. Que no interesa comercialmente. Señores de la distribución y de la exhibición del cine, de la industria del cine en general, no me hablen de promoción de la cultura y mandangas. A ustedes eso les importa poco. Sólo como argumento reivindicativo cuando las condiciones pintan bastos. Para reclamar el IVA cultural y esas cosas. Pero en realidad sólo están interesados por hacer caja. Supongo que si pudieran adocenar a miles de adolescentes todos los días en subproductos de superhéroes en pijama, y atiborrándose con quilos de maíz en palomitas, sal, aceite, y toneladas de azúcar en refrescos gasificados de todo tipo, y sacar por todo ello sus buenos 15 euros por persona en total, si con un poco de suerte hemos colocado el 3D para tener una excusa para cobrar algunos euros más, sería el cielo para ustedes. Y permítanme que les diga, eso no tiene nada que ver con la cultura. Nada.

Tren Regional en el puente Hohenzollern de Colonia

Aunque la sensación es que la acción de la película transcurre en Inglaterra, parece que está rodada en Alemania, en el estado de Baja Renania-Westfalia, al que pertenece Colonia.

Siempre he estado dispuesto a pagar un justo precio por la cultura. A recompensar el esfuerzo de los creadores. No soy partidario de las descargas indiscriminadas, simplemente porque están ahí y son fáciles de conseguir. Pero no me gusta que me tomen el pelo. Un pelo que a mis años ya es escaso. Y en este caso, no encontramos ningún motivo ético para no considerar que esas descargas fuera de los cauces habituales son el medio de distribución adecuado para ver, en versión original, esa segunda parte de la película, ya que la industria del cine nos falta al respeto con tanta alegría y despreocupación. Sinceramente. Estas campañas de promoción que duran tres días y que llevan a mucha gente coyunturalmente a las salas de cines, me parece una melonada. Porque lo único que demuestra es una cosa. Si algo es barato, la gente va. Pero habitualmente no lo es. Por lo tanto, tendrás que ofrecer algo a cambio. Supongo que calidad y servicio. Si no, tarde o temprano surgen alternativas, legales o irregulares, como sean, que son más convenientes para el público, y te abandona. Y te quejas y le echas la culpa a todo el mundo. Y lo único que parece que no se te ocurre es que tu política y estrategia empresarial son de otro siglo. Y por lo tanto, una mierda. Con perdón.

Dicho lo cual, tras una primera parte interesante, entre la comedia y el drama, divertida en general, protagonizada principalmente por la joven MartinLars von Trier nos sumerge en una segunda parte de la historia más oscura, más dramática, más violenta y más cínica, pero que no tiene los mismos atractivos y que nos acaba perdiendo como espectadores. Ni siquiera nos llama la atención el paradójico y chusco final, que hubiera tenido más sentido si hubiera mantenido mejor el tono a lo largo de todo el filme. También es dudoso que se necesiten 4 horas, o más, para contar esta historia. Porque lo esencial de la misma, con un mínima habilidad, se cuenta pronto. Hay mucho supérfluo.

Despedida de soltera en la estación de Krefeld

Curiosas, divertidas y peligrosas aventuras las de la protagonista en un tren; no sé si estas participantes en una despedida de soltera en la estación de Krefeld llegarían a esos extremos.

Encontramos cosas positivas. Es notable el capítulo que protagoniza Uma Thurman, lleno de ironía y humor negro. Aunque me pregunto qué narices se ha hecho esta mujer en la cara, que en ocasiones parece una actriz totalmente distinta.

En resumen, experiencia negativa para esta película, en gran medida por motivos ajenos a la misma. Pero también porque tiene debilidades intrínsecas que hacen que esta vez Von Trier no nos acabe de convencer.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
Ante la catedral de Colonia

Muchas referencias, más o menos filosóficas, a las religiones y su papel sobre la sexualidad de las personas. Colonia fue una ciudad estado en el Sacro Imperio gobernada por príncipes arzobispos… Uf, cuánta religión en todos los órdenes de la vida.

[Televisión] Cosas de series – especial; y al final, conoció a la madre…

Televisión

Dado que la semana ha estado exenta de novedades televisivas salvo la ya prevista, dedicamos este jueves en exclusiva a hablar de los nueve años que nos ha estado acompañando ese grupo de amigos, vecinos de Manhattan, hasta que al final Ted Mosby (Josh Radnor) nos ha contado realmente cómo conoció a la madre. Que nunca llegué a imaginar que tendría nombre pero sí, Tracy McConell (Cristin Milioti)T.M. como Ted.

Dos cuestiones se pueden comentar: la serie en su conjunto, que me parece lo más importante, y el final de la serie, que me parece que ha atraído muchos de los comentarios de estos días, pero que me parece más accesorio.

Sobre la serie en su conjunto, he de decir algo. Desde que sé que se ha terminado he sentido una sensación de vacío que se había producido con muy pocas series anteriormente. En la mayor parte de los casos, cuando las series terminan, pues ya está. Han cumplido su ciclo… y a otra cosa, mariposa. Pero este neoyorquino grupo de amigos me ha dejado un hueco.

Constantemente se ha comparado con Friends. No voy a discutir qué serie es mejor. Probablemente, en una votación universal, sería aquella la que ganaría. Sin embargo, ha sido la que hoy termina la que siento que voy a echar de menos. Cosa curiosa, porque generacionalmente se supone que estoy más cerca de la que comenzó en los 90, que de la que comenzó en los 2000. Pero hay un aspecto básico. Las aventuras y desventuras de los habituales del Central Perk me parecieron muy divertidas, pero sus protagonistas nunca me cayeron realmente bien. Especialmente, los masculinos. Pero tampoco, los femeninos. No «me enamoré» de ellos. Me divirtieron. A veces mucho, pero nada más. Sin embargo, los habituales de MacLaren’s sí me caen bien y les cogí cariño. No ha todos por igual. A Barney (Neil Patrick Harris) desde luego, a Lily (Alyson Hannigan) con momentos inspiradísimos también, las cosas de Marshall (Jason Segel) tenían su encanto. Incluso Robin (Cobie Smulders)Ted, que siempre han sido los más sosos, han tenido su encanto. Aquí ya viene implícita en esta forma de ordenarlos algunas de las paradojas que comentaré después.

Italian Food Center

El sexto personaje principal de la serie es Manhattan. Especialmente, el Upper West Side. No tengo fotos de esa zona, o por lo menos no adecuadas. Así que os tendréis que conformar con algunas vistas del West Village y Chelsea. Donde no pueden faltar restaurantes italianos en los que puedan ir a cenar nuestros amigos.

Pero es que ha habido gente secundaria que también me han parecido estupendos. Me parece demasiado prolijo mencionarlos a todos, pero siempre he sentido pena porque no funcionó lo de Barney con Quin (Becki Newton), la stripper.  Siempre me parecieron una pareja más interesante que la de Barney con Robin.

Entrar ahora a analizar los altibajos, las temporadas buenas y las malas, las vueltas y vueltas para no llegar a ninguna parte, que si podría haber durado menos temporadas… pues yo que sé. Esto es como la familia. Que están ahí, que te dan momentos buenos y malos, pero los quieres, y te da pena si se van. Nada de esto me pasó nunca con Friends. Así que esto deja más o menos claro lo que opino de la serie en su conjunto.

Y luego está el problema del final de la serie. Intentaré no destripar la cosa, por quienes no lo hayan visto. Pero hay un problema tremendo con el final buscado. Que ha sido un final consecuente, que ha sido un final preparado y planificado, que retrospectivamente da mucho sentido a cosas que han pasado durante la serie, y sobretodo en la última temporada. Y que estaba lo suficientemente claro en los guionistas como para que grabaran el final con los hijos hace un montón de años, antes de que crecieran. El problema es que durante una temporada hemos disfrutado de la madre. De Tracy. Y Tracy ha sido uno de los mejores personajes de la serie. Un personaje emotivo y divertido. En la temporada final, los capítulos en los que aparecía activamente Tracy han sido de promedio superiores a los que no aparecía. Yo «me he enamorado» de Tracy. Si después de todo esto, después de la lata con «cómo encontré a vuestra madre», la escena final corresponde a los que considero los dos personajes más flojos de la serie,… eso es lo que considero una paradoja. Y a mí no me ha convencido.

One Way

Esta foto tiene una referencia telecinéfila… a ver quien la reconoce. Al menos una. Vamos.

Y esto trae otra paradoja. Sinceramente, yo no necesitaba saber qué pasaba después del encuentro en el andén de la estación. Esperaba que se hubiesen esmerado en ese encuentro en el andén, pero no necesitaba saber más. No necesitaba que me resumieran en 30 minutos los siguientes 10 años de la vida de los protagonistas. Si hemos estado con ellos año a año durante nueve. Si los dos últimos días y medio de sus vidas pasadas han tardado, brillantemente, seis o siete meses en desarrollarse, no me parece que tenga sentido que me hagan un resumen de sus vidas futuras. No me importa.

De la misma forma que no me importa qué sea de House, después de dejar el hospital, por poner un ejemplo televisivo. O me parece aberrante, en otros ámbitos, que quieran hacer segundas partes de la vida de Scarlett O’Hara, o las relaciones de IlsaRick, por poner ejemplos de otros tipos. Porque cuando termina una ficción, cuando durante un tiempo hemos vivido las vidas que de otra forma no podríamos tener, tenemos cierto derecho a decidir el qué pasa después. La historia de los personajes ya no es solo de sus guionistas. Es de todos. Y todos tenemos algo que decir al respecto. Es un problema relativamente frecuentemente de la ficción norteamericana no saber parar a tiempo, dar todo bien masticadito al ciudadano. Claro, que entonces no podrían haber forzado ese final, coherente, pero superfluo. Y para mí, para mis gustos, paradójico.

En cualquier caso, esto no empaña el hecho de que los echaré de menos.

Paseando al perro

Y bueno, tengo la sensación que «el apartamento» está en una casa más grande que esta, pero resulta coqueta verdad. No bonita, pero coqueta…

[Libro con cine (o viceversa)] Helados nos dejan entre Andersen y Disney

Cine, Literatura

Hoy toca una entrada más informal e intrascendente. Hace unos días, en casa de unos amigos que tienen con viviendo con ellos durante una temporada a una sobrinilla de 9 años, estuvimos cenando, y para que la niña, un encanto, no se aburriese mucho con las cosas de los mayores le pusieron en la tele el reciente éxito de la productora DisneyFrozen. Dicen que ya es la película de animación más taquillera, no sé si de la historia, de la historia de Disney o de qué. Pero vamos. Un exitazo de público y  taquilla. Y creo que se llevó más de un óscar en la última entrega de estos premios. Ya se sabe, la «peli» de animación y alguna de las cancioncillas. El caso es que al final acabamos viendo todos el largometraje acompañando a la peque, e introduciendo comentarios relajados durante todo el tiempo que duró. No la comento como los estrenos habituales de cine, por las circunstancias en las que transcurrió la velada, que no es lo mismo que ir a una sala de cine a contemplar la película con dedicación.

Nærøyfjord

Toda la pinta tiene tanto el cuento como la película de transcurrir en los países escandinavos, quizá a orillas de un fiordo como el Nærøyfjord.

Una cosa positiva tiene la película; es muy entretenida. Sin duda. Como he leído por ahí, si tuviese que hacer un listado de las 10 mejores películas de animación que he visto, no entraría ni de coña. Vete tú a saber, a lo peor ni en las 20 mejores según mi humilde opinión. No creo que el taquillazo justifique calificarla de obra maestra o maravilla de la animación. Nada de eso. Un guión entretenido, unos personajes simpáticos y una razonable destreza técnica. Esto no es Wall-E, por hablar de otro film de la productora, que el otro día vi por enésima vez acompañado de mi sobrino. Muy superior, desde diversos puntos de vista. Por poner un ejemplo. Y eso que no me salgo para comparar a las princesas de Disney con las protagonistas femeninas, también hay alguna princesa, más de una, del japonés Studio Ghibli. Estas ganaría desde mi punto de vista por goleada en la comparación, si es que son productos comparables, con objetivos similares. Nuevamente Disney propone a las niñas convertirse en princesas, pero sabiendo que sólo serán felices si se casan con su príncipe estupendo. Es cierto que antes solían ser princesas consortes de un príncipe encantador, y ahora permiten que sean princesas reales y que los consortes sean los príncipes. Pero es el viejo y algo rancio discurso Disney.

Nærøyfjord

Yo estuve en verano,… pero imaginaos el Nærøyfjord y sus impresionantes paredes cubiertas de hielo y nieve.

El caso es que en los créditos finales nos informaron que la película estaba basada en un cuento de Hans Christian AndersenLa reina de las nieves. Curiosamente, ninguno de los presentes conocíamos el cuento, por lo tanto éramos incapaces de decir si Disney había vuelto a destrozar o no otro cuento tradicional. Como es fácil encontrar estos cuentos en formato electrónico gratis o por una cantidad ridícula de dinero, lo busqué y lo leí en el fin de semana. He de decir que los cuentos del danés, propios o adaptados de las tradiciones, nunca han sido muy de mi gusto. Tienden a la ñoñería y a uno valores excesivamente conservadores para mi gusto. Pero aquí, mezclados con estos, tenemos una historia de aventuras de una niña… probablemente más bien una adolescente, que con voluntad, esfuerzo, ingenio y… cómo no, la ayuda de cosas mágicas, consigue rescatar a su amigo, no consta que lleguen al noviazgo, de las garras de la caprichosa Reina de las Nieves. No. La película no es una adaptación del cuento. Y como inspiración es remota. Son dos historias distintas. Casi se podrían haber ahorrado la referencia. O mejor dicho. Se deberían haber evitado la referencia.

Dicho todo lo cual, no pasa de ser el típico producto entretenido, de moral conservadora, disfrazado con personajes femeninos más proactivos que los de antaño, pero para quienes la felicidad sigue siendo pillar un buen marido que las trate como a princesas. Me quedo con Mononoke, o Nausicaä. Por lo menos estas princesas japonesas tienen otros objetivos más solidarios en la vida.

Cruzando Hardangervidda en tren

El palacio de la Reina de la Nieve en el cuento está más allá del Círculo Polar Ártico, pero en la película está en unas montañas cercanas, tal ven en Hardangervidda. Puestos a imaginar.

[Cine] Ida (2013)

Cine

Ida (2013), 30 de marzo de 2014.

En una mañana de domingo nos vamos a un pase matinal para ver esta película polaca que llega acompañada de tan buenas referencias, y en la que pronto descubriremos que lo único que tenemos que lamentar es que sólo esté disponible en versión doblada. Dirigida por Pawel Pawlikowski, estamos ante un drama perfectamente condensado en 80 minutos que ya adelanto que merece la pena ser visto.

Nos encontramos en un convento de monjas en la Polonia de principios de los años 60. La hermana Ana (Agata Trzebuchowska) es una joven novicia a punto de tomar los votos. Pero la superiora del convento le convence de que antes de hacerlo, debe ponerse en contacto con su tía Wanda (Agata Kulesza). La joven se ha criado en el convento como huérfano, desconociendo tener pariente vivo alguno. Una huérfana de la guerra mundial. Su tía es una juez, heroína de guerra en la que luchó como partisana, que ha formado parte del aparato represivo del estado comunista. Ahora vive desilusionada y alcoholizada. Esta le informará a la joven que su origen es judío. Y entre ambas, saldrán a la búsqueda de los orígenes de Anna, cuyo nombre original fue Ida Lebenstein. Una búsqueda que quizá lleve a las dos mujeres mucho más allá de donde pretendían.

Monja

Todo comenzará para Anna/Ida en un convento polaco, más rural que este de la ciudad de Cracovia.

Con una maravillosa fotografía en blanco y negro de la que hablo en carloscarreter.es, mi nuevo sitio dedicado a la fotografía y las artes visuales, estamos ante un viaje de descubrimiento personal. La joven Anna/Ida ha vivido su infancia y adolescencia en la concha protectora del convento, y desconoce las realidades del mundo. En el plazo de 48 horas descubrirá las terribles realidades que rodearon su llegada al mundo. Y unos días más le tendrán que bastar para conocer el mundo más de cerca. Un aprendizaje rápido y de difícil digestión. Un recorrido que sirve al director para de una forma sutil sacar a la luz algunos de los temas poco mencionados y poco reconocidos de la historia polaca. El antisemitismo subyacente, el extraño papel de la iglesia católica en su sociedad, las difíciles relaciones entre los polacos judíos y los polacos étnicos, la difícil digestión de la transformación en un estado comunista,… Muchos temas los que surgen en los limitados pero perfectamente gestionados ochenta minutos que dura el filme.

Sin embargo, la película te deja con muchos interrogantes. No desvelaré la conclusión de la película si es que hay alguna conclusión definitiva. Pero de alguna forma sales con la sensación de que el camino final de Anna/Ida más que de compromiso es de cobardía. De miedo ante la falta de respuesta ante sus preguntas al joven músico de jazz. ¿Y ahora, qué? Deja mucho en qué pensar.

Paisajes desde el tren

Una primera parte que incluye el ambiente opresivo de la sociedad rural polaca, con sus bellezas, sus miedos y sus prejuicios.

El trabajo de ambas actrices protagonistas es sensacional, especialmente el de Kulesza, a quien le toca bailar con el personaje más torturado. Pero también es difícil pensar en otra Ida que no sea la joven Trzebuchowska, con su aspecto delicado pero sereno, con su aparente mezcla de impasibilidad o resignación, con la reflexión con la que acoge las novedades que surgen de pronto en su vida.

Llena de logros técnicos y estéticos, con unas interpretaciones notables, el final de la película nos dejó un poco fríos. Quizá porque vimos en ese final un punto de cobardía, que desconocemos si era intencionado por parte del director. Si interpretamos bien la película, creemos que está estupenda. Si no, creemos que hay un punto decepcionante en este final. En cualquier caso, una película que merece la pena ser vista, sin duda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***/**** (según se mire)
Cementerio judío en Cracovia

Una primera parte de la película que terminará entre las tumbas de un viejo cementerio judío, descuidado, no como el de la ciudad de Cracovia actual.